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Recurso de casación interpuesto por una supuesta infracción normativa del artículo 122 del código

procesal civil

Artículo 122.- Contenido y suscripción de las resoluciones

Las resoluciones contienen:


1.- La indicación del lugar y fecha en que se expiden;
2.- El número de orden que les corresponde dentro del expediente o del cuaderno en que se
expiden;
3.- La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las
consideraciones, en orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho que
sustentan la decisión, y los respectivos de derecho con la cita de la norma o normas
aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado;
4.- La expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena, respecto de todos los puntos
controvertidos. Si el Juez denegase una petición por falta de algún requisito o por una cita
errónea de la norma aplicable a su criterio, deberá en forma expresa indicar el requisito
faltante y la norma correspondiente;
5.- El plazo para su cumplimiento, si fuera el caso;
6.- La condena en costas y costos y, si procediera, de multas; o la exoneración de su pago; y,
7.- La suscripción del Juez y del Auxiliar jurisdiccional respectivo.
La resolución que no cumpliera con los requisitos antes señalados será nula, salvo los decretos
que no requerirán de los signados en los incisos 3., 5. y 6., y los autos del expresado en el inciso 6.
La sentencia exigirá en su redacción la separación de sus partes expositiva, considerativa y
resolutiva.
En primera y segunda instancias, así como en la Corte Suprema, los autos llevan media firma y las
sentencias firma completa del Juez o Jueces, si es órgano colegiado.
Cuando los órganos jurisdiccionales colegiados expidan autos, sólo será necesaria la conformidad
y firma del número de miembros que hagan mayoría relativa.
Los decretos son expedidos por los Auxiliares jurisdiccionales respectivos y serán suscritos con su
firma completa, salvo aquellos que se expidan por el Juez dentro de las audiencias.

Asimismo, la sentencia de primera instancia incremento el artículo 1697 del código civil
IN PROCEDENDO: INOBSERVANCIA DE NORMAS PROCESALES AL RESOLVER LA
CUESTIÓN LITIGIOSA
-EL DEBIDO PROCESO: ASPECTO FORMAL Y SUSTANCIAL Y MOTIVACIÓN DE LAS
RESOLUCIONES JUDICIALES

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Derecho contemporáneo se planteó la relación entre


Constitución y proceso, procurando la reintegración del derecho y el proceso, así como superando
el positivismo jurídico procesal basado en la ley, en base a reconocer un rol tutelar al juez.

La tutela de los derechos fundamentales a través de procesos, conduce necesariamente a dos


cosas: primero, que se garantice el derecho al debido proceso material y formal de los ciudadanos
y, segundo, que el Estado asegure la tutela jurisdiccional.

El debido proceso tiene su origen en el due process of law anglosajón; se descompone en: el
debido proceso sustantivo, que protege a los ciudadanos de las leyes contrarias a los derechos
fundamentales, yel debido proceso adjetivo, referido a las garantías procesales que aseguran los
derechos fundamentales.

Por su parte la doctrina y la jurisprudencia nacionales han convenido en que el debido proceso es
un derecho fundamental de toda persona -peruana o extranjera, natural o jurídica- y no solo un
principio o derecho de quienes ejercen la función jurisdiccional.

El proceso debido legal o general (o simplemente, debido proceso), estatuído genéricamente como
garantía, salió a la luz del mundo del derecho, en primer lugar: en el common law inglés, en la
Carta Magna de Inglaterra del 15/06/1215 (Concesión Real o cédula del rey Juan Sin Tierra inglés,
por la cual se comprometió con los nobles ingleses, a respetar sus fueros e inmunidades y a no
disponer su muerte, prisión y confiscación de sus bienes, mientras dichos nobles no fuesen
juzgados por sus iguales); y en segundo lugar: aparece expresamente en la Quinta Enmienda de la
Constitución Política de EE. UU. de 1787- Carta de Derechos- (la misma que prohíbe los juicios
repetidos por el mismo delito y los delitos sin el debido proceso legal, así como también, el que una
persona acusada no esté obligada a atestiguar contra si misma).

Devis Echandía, citado por Sagástegui Urteaga el concepto del debido proceso puede estar
integrado por las siguientes condiciones: i) dotar al juez para que procure hacer efectiva la igualdad
de las partes en el proceso, protegiendo al débil que siempre es el más pobre, ii) inmediación del
Juez sobre el material probatorio y sobre los sujetos del proceso, iii) aceleración del proceso, en
cuanto sea posible dentro del sistema parcial de la escritura, iv) carácter dispositivo del proceso en
cuanto a su iniciación y a la libertad para concluirlo por transacción o desistimiento, si las partes
son incapaces son incapaces mediante licencia previa, v) carácter inquisitivo en materia de
pruebas, vi) valoración de las pruebas de acuerdo con las reglas de la sana critica y mediante una
adecuada motivación, vii) una combinación del impulso del juez de oficio y del secretario, una vez
iniciado el proceso con la perención por incumplimiento de la carga de las partes de promover su
tramite si aquello no cumplen oficiosamente, viii) responsabilidad civil de los jueces, partes y
apoderados por sus acciones en el proceso, ix) amplias facultades al Juez para prevenir y
sancionar el fraude procesal con el proceso y en el proceso y todo acto de deslealtad o mala fe de
las partes, los apoderados y los terceros, x) simplificación de los procesos especiales innecesarios,
xi) el principio de las dos instancias como regla general, y xii) gratuidad de la justicia civil.

el debido proceso general es el derecho de los justiciables a un proceso judicial sin


postergaciones, retrasos, alteraciones o deformaciones, durante el camino, devenir o
desenvolvimiento lógico procesal del mismo; que desvirtúen su finalidad que es la justicia.

El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable
frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento
jurídico o los que se derivan del caso. Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye automáticamente una violación del
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales.

Así, en el Exp. N.º 3943-2006-PA/TC e ha precisado que el contenido constitucionalmente


garantizado de este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:

a.      Inexistencia de motivación o motivación aparente. En el sentido de que no da cuenta


de las razones mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento
formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.
 
b.      Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del
razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión;
por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que
establece previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente
confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión.

c.      Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. Esto ocurre por lo
general en los casos difíciles, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse
problemas de pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación
se presenta en este caso como una garantía para validar las premisas de las que parte
el Juez o el Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar su decisión: 1) ha
establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que el
daño ha sido causado por equis, pero no ha dado razones sobre la vinculación del
hecho con la participación de equis en tal supuesto, entonces estaremos ante una
carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la aparente
corrección formal del razonamiento y de la decisión podrá ser enjuiciada por el juez
[constitucional] por una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez.
El control de la justificación externa del razonamiento resulta fundamental para apreciar
la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse
persuadir por la simple lógica formal.
 
d.    La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada.
 
e.    La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de las
resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal
(incongruencia activa). El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar
incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también
del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). 
 
f.      Motivaciones cualificadas. Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta
indispensable una especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la
demanda, o cuando, como producto de la decisión jurisdiccional, se afecta un derecho
fundamental como el de la libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera
como un doble mandato, referido tanto al propio derecho a la justificación de la decisión
como también al derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal.

Asimismo, se suele distinguir entre motivación formal y motivación sustancial.


Entendiéndose por la primera a aquella que está constituida por enunciados colocados
topográficamente en la parte que la sentencia dedica a la motivación; en tanto que la
segunda (la sustancial), se compone de enunciados cuyo contenido asume, directa o
indirectamente, una función justificatoria de lo que se haya decidido.

-LA POSESIÓN

Teorías en torno a la posesión:

La controversia entre la teoría objetiva de la posesión y la subjetiva -que la concibe como la


concurrencia de dos elementos: corpus y ánimus-, se han mantenido durante la era de la
codificación y con posterioridad a ella.

La discusión se abre cuando quien se encuentra en contacto directo con el bien es persona distinta
a su titular; en este caso se dice que el nudo propietario, tiene el derecho a la posesión del bien
que le pertenece y que se encuentra en poder de otro..

Ihering señaló de modo didáctico en su obra “La voluntad en la Posesión, con la crítica del método
jurídico reinante”, la diferencia entre su teoría y la de Savigny, tomando como referencia la
relación de la tenencia y de la posesión, según ambas teorías; se formula la siguiente pregunta:
¿Qué le falta a la simple tenencia para constituir la posesión? Refiere que según la teoría reinante -
la de Savigny-, el animus rem sibi habendi o animus domini; la voluntad del tenedor no tiende a
poseer la cosa para sí, sino para el señor o dueño de la posesión; según esta teoría la diferencia
entre la posesión y la tenencia descansa en una calificación de la voluntad de poseer

-OCUPANTE PRECARIO

-LA POSESIÓN PRECARIA

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