Está en la página 1de 229
Be <8 Noe Ss aes x .. Re: Diz cb foes DE TLAXCALA %» a BALTAZAR BRITO GUADARRAMA ‘ L GONZALEZ PEREZ &\ ICOHTTENGA RosaLBa SANCHEZ FLORES PILAR REGUEIRO SUAREZ JuaN MaNnuEL PEREZ ZEVALLOS VEXDLQIZ NS os ES Ee 3 Bacrazar Brrro GUADARRAMA es doctor en estu- dios mesoamericanos por la unam. Se ha especia- lizado en cédices, historia novohispana y biblio- Poem ne ee ee icra cat neces Bren pacer er ern tets efor Azoyti 2, El Tonaldmatl de Aubin, Huexotzingo: cua- tro siglos de historia, Lienzo de Tlaxcala, México gentil, catélico y politico y, recientemente, el Cédice de la Cruz-Badiano. Obtuvo los premios Francisco Javier Clavijero y Ratil Guerrero, ambos otorga- Coe ams me erereten tet erecta cién. A partir de 2013 es director de la Biblioteca Ree Cne Reet sores enero ements dor nacional de archivos del mismo instituto. ee crear ret Ce e ay eaten Racer cba reece Matte tra y candidata a doctora en estudios mesoame- Pree ns een etnar Sew tae treat Porc Onn ements ir ts mayas en la época prehispanica, la organizacion sociopolitica del Usumacinta, la participacién de Peete Ret reno cte been ote Decne Tere ert etoent em Ha colaborado en proyectos como el Diccionario de abreviaturas novobispanas Ak’ab Tsib’ (UNAM), Uni- versos sonoros mayas (UNAM) y Cédices de México OO ea Peon cetera wearers tReet etre POSED ord gree eM eaiar tert as Oo etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropolo- Peta eee ere terete tates ricanos en la Facultad de Filosofia y Letras (uNam). Es autora del libro Cuetzpala, dos lienzos, una historia. Ha colaborado en diversas publicaciones, con ar- ticulos como “Las elecciones de los sefiores de Cal- pan”, “Los dioses en la vida de 8 Venado ‘Garra de arate aah as Re oe Cone treo eT ean Ey participado en proyectos de investigacién en el cit- Sonia certs ce cary Mixteca oaxaquefia y poblana. Actualmente cola- eRe ees icosteens SEB so elec eee oe ey ets sees etree Peer Batazar Brito GUADARRAMA Ize, GONZALEZ PEREZ RosaLBa SANCHEZ FLORES PiLar REGUEIRO SUAREZ Juan MANuEL PEREZ ZEVALLOS EL LIENZO DE TLAXCALA CULTURA | INAH BR Shue, ECONOMICA Primera edicién, 2021 El Lisnzo de Tlaseala / Baleazar Brito Guadasrama [etal]: present. de Miguel Ledn-Portilla.— Mexico =F, nou, 2021 pusilus,:27 * 21 em - (Colee. Tezontle) ISBN 978.607-16-7260-5 (ict) ISBN 978-607-539-544-9 (iss) 1. Historia - Mésico - Conquista 2, Manusericos rlaxcaleecas 3. Tlaxcaltecas (Pueblos indigenas de México) 1. Brito Guadarrama, Baltavas, coaut. Il, Lesn-Portilla, Miguel, present. I, Ser LC FI219.56 L832 LS Dewey 972.02 1188 Distribucién mundial D.R. © 2021, Fondo de Cultura Econémica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México www,fondodeculturaeconomica.com Comentarios: editorial@fondodeculturaeconomica.com Tels 55-5227-4672 DR. © 2021, Instituto Nacional de Ancropologia e Historia Cordoba 45, colonia Roma, Cuaulrémoc, 06700, Ciudad de México Disefo: Laura Esponda Aguilar Se prohibe la reproduccién total o parcial de esta obra, sea cual Fuere el medio, sin Ig anuencia por escrito del titular de los derechos. ISBN 978-607-16-7260-5 (ce) ISBN 978-607-539-544-9 (nan) Impreso en México # Printed in Mexico INDICE Presentacién | 9 Miguel Le6n-Portilla Historia del Lienzo de Tlaxcala o Mapa Historiégrafo | 15 Baltazar Brito Guadarrama DESCRIPCION DE LAS LAMINAS I. Mapa Historiégrafo de Tlaxcala | 31 Baltazar Brito Guadarrama IL El pacto | 37 Baltazar Brito Guadarrama III, Rumbo al imperio | $5 Itzel Gonzalez Pérez y Rosalba Sanchez Flores IV. El retorno a Tlaxcala | 81 Baltazar Brito Guadarrama y Pilar Regueivo Sudrez V. Someter para aliar: la conquista de la provincia de Tepeaca | 99 Rosalba Sanchez Flores ¢ Itzel Gonzdlez Pérez VI. La conquista de Tenochtitlan | 121 Rosalba Sanchez Flores e Itzel Gonzalez Pérez VIL. La conquista de la Huasteca y sus vecinos | 139 Juan Manuel Pérez Zevallos VII, La conquista de occidente | 145 Rosalba Sanchez Flores IX. Rumbo al sur | 185 Itzel Gonzalez Pérez X. Pedro de Alvarado en Centroamérica | 193 Pilar Regueiro Sudrezy Juan Manuel Pérez Zevallos Apéndice. Deseripcién del Mapa Historiégrafo Faustinos Maziheatzin | 219 Bibliografia general | 229 PRESENTACION + Micuet LeOn-PoriLia Universtpap Nactonat AUTONOMA DE MEXICO, Pueblo con historia han sido los tlaxcaltecas. Atesoraron ellos antiguos y su marcha a la tierra en donde ala postre relatos acerca de sus origenes se establecieron, En varios de sus cédices, con pinturas y signos glifi- cos, se registran sus logros a lo largo de su historia y, asimismo, las ge- nealogias de los seftores de sus cuatro cabeceras: Tepeticpac, Ocotelulco, Tizatlan y Quiahuizelin. Dichas genealogias aparecen alli acompafiadas de la imagen de una garza, ave emblematica que, por mandato del dios Camaxtli, guid a los tlaxcaltecas en su peregrinar. La orden del dios habia sido ~segtin lo consignan algunos cronistas—: onean tonaz, oncan tlathuiz, oncan yazque, ayamo nican, “alla brillara el sol, alla brillara la luz, alli habréis de ir, atin no es aqui”. Los tlaxcaleecas, gente de idioma nahuadl y cultura afin a la de sus vecinos de Cholula, Huexotzinco y los integrantes de la Triple Alianza =México, Tezcoco y Tlacopan—, mantuvieron una muy dificil coexis- tencia, en particular con México-Tenochtitlan. De las guerras continuas que tuvieron tlaxcaltecas y mexicas hablan, entre otras, las crénicas de Diego Mufoz Camargo, Hernando Alvarado Tezozémoc y Juan Buenaventura Zapata y Mendoza. Este, con frase lapidaria, las record6: Aubyn mexicatlacolhua tepanecatl ya techyabualubua yn iyaotilz Yel mexi cael acolhua y el tepanecatl ya nos rodean con su guerra. Por su parte, Diego Mufioz Camargo describe la penosa situacion en que habian quedado los tlaxcaltecas por causa de los mexicas. Tras notar que éstos habian sometido la mayor parte de los territorios situa- dos de un mar a otro, recuerda como atacaban los tlaxcaltecas: Hasta que los vinieron a acorralar dentro de pocos afios en sus propias tierras y provincia, tuviéronlos cercados mas de sesenta [atios] necesi- tando de todo cuanto humanamence podian necesitar, pues no tenian algodén con que vestirse, ni oro ni plata con que adornarse, ni plume- ria verde ni de otros colores para sus galas, que es la que mas estimaban para sus divisas y plumajes, ni cacao para beber, ni sal para comer [..] Puestos los [claxcaltecas] en este cerco, siempre y de ordinario, renian crueles guerras, acomecidos por todas partes. Alaluzdeesta situacién debe apreciarse la actitud que, no sinalgunas vacilaciones, adopraron los tlaxcaltecasa la llegada de Hernan Cortés. Es cierto que, avezados a resistir toda clase de acometidas, en un principio decidieron probar fuerzas con esos desconocidos que habian llegado por el mar. Dispusieron asi que les hiciera frence un contingente otomi del que, dice Muftoz Camargo, erasu “guardarraya y fronteras”. Ello ocurri6 con pérdidas para los espafioles de un hombre y dos caballos, lo que desde luego no fue obscaculo para que se impusieran sobre los otomies. Ante tal desenlace, los sefores de Tlaxcala: Xicoténcatl, Maxixcatzin, Citlalpopocatzin y Tlehuexolotzin, acordaron recibir de paz a Hernan Cortés y sus hombres. De este modo se inicié el acercamiento entre los dlaxcaltecas y Cortés. Este tiltimo dio relacién de ello en la segunda de sus cartas a Carlos V, y Bernal Diaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espana. ‘También existid una relacién acerca de esto mismo debida a un tlax- calteca oriundo de Tepeticpac, que la escribi6 hacia 1548 y, ya bautizado, se llam6 Tadeo de Niza de Santa Maria. Aunque ese testimonio esta hoy perdido, Fernando de Alva Ixtlilséchitl, que lo conocié, lo aproveché en su Historia chichimeca. En esa relacién se ofrece la versién de cémo y por qué los tlaxcaltecas recibieron a Cortés. El caso fue que, mientras que los otomies sometidos a Tlaxcala atacaron a los espafioles, éstos recibieron una embajada de parte de Motecuhzoma. Enterados de ello. los cuatro sefiores tlaxcalcecas expresaron este razonamiento: Viendo el gran valor de Cortés, entraron en consejo a tratar cémo les convenia apresurar la venida de los espaitoles a su ciudad y confede- rarse con él porque si se pasaba a México [si se aliaba con él] y estaba confederado con Motecuhzoma, seria su total destruccién y ruina que, de libres, serian esclavos de los mexicanos y en ellos ejecutarian la ven- ganza de las contiendas que tuvieron. Convenido esto, los sefores tlaxcaltecas enviaron al noble Tolinpa- nécacl Coztématl y a Ozelotzin Tlacatecuhtli como embajadores ante Cortés para invitarlo a entrar en su ciudad principal. Aceptada la invi- n donde se le hizo un solemne recibimiento, tacién, entré en Tlaxcala, saliendo a recibirle Xicoténcatl a la puerta de su palacio que estaba en 10 £1 LIENZO DE TLAXCALA la cabecera de Tizatlan, y era tan viejisimo que lo llevaban en los bra~ zo de ciertos sefiores y con él salieron a recibirle todos los mas princi- pales de su corte y casa” ‘Muy pronto, segtin el relato de Tadeo de Niza, quedé sellada la alian- za entre los tlaxcaltecas y los espafioles. Ese relato fue levado a Espafia por fray Pedro de Osuna por érdenes de los gobernantes de Tlaxcala, contando con la certificacion de buen ntimero de sefiores tlaxcaltecas, entre ellos Miguel Tlachpanquizcatzin, regidor perpetuo y natural de Quiahuizclan, Toribio Tolinpanécatl, Antonio Calmecahua y otros. Laalianza de los tlaxcaltecas, como se expresa en esa relacién y segtin loconfirman en sus escritos Cortés y Bernal Diaz, fue en extremo impor- tante,sinoes que decisivaen la Conquista de México. Al consumarse ésta los claxcaltecas trataron de obtener de varias formas reconocimiento y recompensas por parte de las autoridades espaftolas. La relacién debida a Tadeo de Niza, ademas de exaltar la memoria de la participacién tlax- calteca en la Conquista, al ser enviada a Espana, fue argumento en apo- yo de los méritos del pueblo tlaxcalceca. Para éstos, que eran una comunidad interesada en preservar su his- toria, fue muy importante dejar su propia versién de lo que fue la Con- quista. Obraron asi de modo paralelo a lo que hicieron los mexicas, que en varios cédices y textos en nahuatl nos dejaron su Visiin de los vencidos. Todo lo hasta aqui expresado se dirige a dar una explicacién acerca de las motivaciones que determinaron la elaboracién del Lienzo de Tlax- cala. De él puede decirse, en pocas palabras, que constituye una especie de épico relato pictografico de las acciones consumadas por los tlaxcal- tecas, desde su primer encuentro con Hernan Cortés hasta la caida de México-Tenochtitlan y, posteriormente, de su participacién en las prin- cipales conquistas consumadas por los espafioles en el sur y el norte de lo que se llamo Nueva Espana. Y desde luego que, si se miran las cosas con objetividad, los tlaxcaltecas tuvieron raz6n en ufanarse de sus he- chos. Ellos habian padecido los continuos asedios de los mexicas, que por largo tiempo fueron sus mortales enemigos. Comprensible es que apro- vecharan la oportunidad que les ofrecié la aparicién de Cortés. Al aliar- se con él no fueron traidores, ya que sumaron sus fuerzas a las de los espafioles para buscar su liberaci6n, Si, consumada la Conquista, la Co- rona espafiola s6lo recompens6 en parte sus servicios, es otra historia, El Lienzo de Tlaxcala, desde la Optica aqui esbozada, constituye un testimonio de gran interés. En la parte superior de él se evoca la alianza que tanto favoreci6 a los espafioles. Cuatro grupos de nobles indigenas y cuatro conjuntos de otros seftores, que aparecen en sus calli o casas, dan testimonio de ello. El emblema de Tlaxcala, la garza que remonta el vuelo a un lado del escudo imperial, subraya la alianza con los espa- " fioles. Varios de éstos se ven en la parte central: son el presidente de la segunda audiencia, don Sebastian Ramirez de Fuenleal, los virreyes —don Antonio de Mendoza y don Luis de Velasco— y otros dignatarios. Diriase que este conjunto de personajes aparece como el gran prélogo de la historia que luego se consigna en su lamina principal y los 87 cua- dreves que integran el Lienzo. Si por haber apoyado a los espafioles se ha acusado de traidores alos tlaxcaltecas, es necesario reiterar qué lejos estuvieron de serlo. Comba- tieron para liberarse de la pesada carga que les significaba el predominio mexica con sus frecuentes guerras floridas y otras formas de agresi6n El caso de los tlaxcaltecas fue también, en cierto modo, paralelo al de Malintzin. Oriunda ella de un lugar muy distante de Tenochtitlan, y conocedora de la prepotencia de los mexicas que amenazaban y domi- naban a gran parte de Mesoamérica, tampoco debié sentirse inclinada aellos. Se comprende asi su actitud con respecto a Hernan Cortés. La edicidn de la copia empleada en este volumen —ya que el original no se ha conservado— se debe a Juan Manuel Yllafies del Huerto, quien la realiz6 en 1773. Se encuentra en la Biblioteca Nacional de Ancropo- logia e Historia y viene a sumarse a las ediciones de otras copias. Una es la que publicé Alfredo Chavero en 1892, como aportacién de la Junta Colombina. Otra, que guarda relacién con el original del Lienzo, se con- servé por mucho tiempo inédita con la Relacién de la Ciudad y provincia de Tlaxcala, de Diego Muitoz Camargo, y fue dada a conocer por René Acuiia en su edicién de las Relaciones geogrdficas de la Nueva Espaita, publi- cada por la Universidad Nacional Auténoma de México en 1984. El Lienzo de Tlaxcala contribuye a hacer posible una interpretacién historica mas objetiva, En ella no sera ya objeto de condenacién lo que ocurrié en las circunstancias que se han descrito. La actitud de los tlax- caltecas, asi como la de Malintzin, se explican por si solas. Muestran que la historia es mucho mas compleja de lo que superficialmente aparece. En consecuencia, podemos decir que los tlaxcaltecas estuvieron en su. derecho, al preservar en su Lienzo el recuerdo de las que consideraron sus victorias al lado de los espafioles. Y al hacerlo nos dejaron este con- junto de imagenes que iluscran, desde su enfoque, lo que fue la Conquis- ta, Estas pueden compararse con las que presentan los testimonios mexicas. En unas y otros se reflejan hechos trascendentales desde dos puntos de vista muy diferentes. Y a su lado pueden situarse los relatos espafioles sobre el mismo tema. De la suma de estos testimonios prima- rios es posible entrever lo que fue el drama que alters para siempre el ser milenario de Mesoamérica. La convergencia de los hechos que en tales fuentes se presentan, ala par que la diferencia de perspectivas, enriquece ciertamente ese gran capitulo de la historia de México que se conoce como la Conquista. 12 ELUENZO E TLAXCALA Y aporta distincas interpretaciones que permiten valorar con mayor pro- fundidad lo que en realidad ocurrié. BiBioGRaria Actas de Cabildo de Thaxeala, 1547-1567, c1esas / AGN / Instituto Tlaxcalteca de la Cul- tura, México, 1985 Alva Ixtlilxéchitl, Fernando de, Historia de la nacién chichimeca, Eustaquio Celesti- no Solis, Armando Valencia R. y Constantino Medina Lima (eds.), Secre- taria de Fomento, México, 1892. Mutioz Camargo, Diego, Descripcién de la ciudad y provincia de Tlaxcala de la Nueva Espaitae Indias del mar océano pars el buen gobierno y ennoblecimie[nt}o deltas, mandads hacer por la S.C.RM. del rey don Felipe, nuestro senior, Instituto de Investigaciones Filolégicas-uxaat, México, 1981, (El manuscrito original, 242 [U.3.15], se conserva en la Hunterian Museum Library de la Univer sidad de Glasgow, Escocia.) Zapata y Mendoza, Juan Buenaventura, Historia cronoldgica de la Noble Ciudad de Tlaxcala, Universidad Auténoma de Tlaxcala /ciesas, México, 1995, PRESENTACION 13 HISTORIA DEL LIENZO DE TLAXCALA O MAPA HISTORIOGRAFO Bavrazar Brito GuADARRAMA Herederos de una larga tradici6n escrituraria, los pueblos de Tlaxcala figuran como importantes centros de elaboracién de cédices y manus- critos que dan cuenta de su devenir historico. Durante la época prehis- panica su produccién debio ser abundante, pues en ellos se registraba informacion muy teil para la administracién del altépetl. Desafortuna- damente, sdlo existe un manuscrito pictografico elaborado en dicho periodo, hoy conocido como Tonalématl de Aubin o libro de la cuenta de los dias, que tenia un caracter ritual y que era ampliamente utilizado por la sociedad en diferentes aspectos de su vida cotidiana y religiosa. Pero el panorama es mas alentador en la época virreinal, ya que Tlax- cala posee un rico patrimonio documental elaborado desde el siglo xv1, el cual puede apreciarse tanto en diversos archivos mexicanos como extranjeros. Seguin el destacado investigador Luis Reyes Garcia, en la regi6n tlax- calteca existe un corpus de mas de 60 manuscritos pictograficos tales como los lienzos de Huamantla, los lienzos de Tepeticpac, das calendaricas y diversos mapas que contienen informaci6n relevante sobre religion, genealogias, tributos, testamentos, geografia, calendarios ¢ historia del antiguo sefiorio tlaxcalteca. A lo anterior hay que agregar la documentaci6n en resguardo de archivos municipales y sobre todo de fiscalias, cuya riqueza histérica apenas ha comenzado a conocerse y Igunas rue- aestudiarse de manera sistematica. De estos documentos se desprende informacién relevance relacionada con la historia antigua de la provin- cia, la cual se enriquece con la informacién contenida en las Relaciones geogrdficas y en obras de cronistas como Diego Munoz Camargo y Juan obre Buenaventura Zapata y Mendoza, que plasmaron valiosos datos la mencionada region. 15 Enere ese cauidal de riqueza documental destaca por su trascendencia un manuscrito conocido como Lienzo de Tlaxcala que sobresale no s6lo por su tamaito, manufactura y contenido, sino por la historia que gira en torno a tan importante documento, del cual se ha desprendido un ntimeto significativo de copias. Sobre la historia del Lienzo se ha escrito mucho, pero quizé el estudio mas completo hasta el dia de hoy sea el de Josefina Garcia Quintana y Carlos Martinez Marin de 1983; sin embar- g0, dicha historia permanece intrincada por los miiltiples personajes que desfilan en ella, las diversas copias que se desprenden del manuscri- toy por el hecho de que los originales se encuentran desaparecidos. La HISTORIA EN PINTURA: LA ELABORACION DEL LIENZO Segitn las Actas del Ayuntamiento de la ciudad de Tlaxcala, el 17 de junio de 1552 se ordené la elaboracion del documento para enviarlo a Espafia a peticion expresa del virrey Luis de Velasco, con el objetivo de dar a co- nocer ante las cortes espaftolas la colaboracién de la provincia de Tlax- cala en la conquista del Nuevo Mundo y con ello obtener mercedes, exenciones e indulgencias. Por tanco, el Lienzo resultaria ser una proban- za de méritos, no de una persona como comiinmente suelen ser éstas, sino de toda una provincia que se consideraba conquistadora al igual que los espafioles. El uso que se dio al documento durante mas de dos siglos es desco- nocido, hasta que hacia 1787 don Nicolas José Faustinos Mazihcatzin Calmecahua y Escobar dio noticia de su existencia cuando se desempe- faba como regidor decano y alcalde ordinario del Ayuntamiento de Tlaxcala, Este personaje era de origen tlaxcalteca y descendiente del fa- moso Mazihcatzin, sefior de Ocotelulco, quien fuera el personaje prin- cipal en la alianza con Hernan Cortés; dicho linaje de caciques fue uno de los més influyentes del sefiorio, al haber conservado parte de sus privilegios durante la época virreinal. Don Nicolas Faustinos no hablaba nahuacl, pues desde muy pequefio estudié en la Real y Pontificia Universidad de México, donde se gradué como bachiller en Artes, Santa Teologia, Sagrados Canones y Jurispru- dencia civil. En su obra, intitulada Descripcién del Mapa Historiographo que se guarda en el Arca de Privilegios del mui ilustre Ayuntamiento de la Novilisima, Insigne y siempre Leal ciudad de Tlaxcala donde se canté primero la Ley del San- to Evangelio Diocesano de la Christiandad, y la mds principal de esta Nueva Es- (paita, present la primera interpretacién del Lienzo, realizada a peticion del capitan del cuerpo de artilleria Diego Garcia Panes y Abellan, aficio- 16 EL LIENZO DE TLAXCALA nado a reunir documentos para escribir una historia antigua de México, Panes incluyé la informacién que le brindé Maziheatzin y algunas e: nas del Lienzo en su Theatro de Nueva Espaiia en su gontilismoy conquists, obra que por diferentes motivos quedé inédita. A decir de Josefina Garcia Quintana y Carlos Martinez Marin, Anto- nio Leén y Gama obtuvo copia de esta descripcién del propio Mazih- catzin en 1785 y tanto la descripcién original como una copia se encuen- tran actualmente en resguardo de la Biblioteca Nacional de Francia (axe), clasificadas con los ntimeros 213 y 214 del catdlogo de Eugéne Boban. La version original fue publicada por Federico Gomez de Oroz- coen la Revista Mexicana de Estudios Historicos en 1927, lectura fundamen- tal para conocer parte de la historia del Lienzo, pues Mazihcatzin fue el primero en comentar que de este documento se hicieron tres versiones cuando un antepasado suyo, llamado don Diego Mazihcatzin, se des- empefiaba como gobernador de la ciudad de Tlaxcala y su provincia: 1) Laprimera copia, cuyo paradero se desconoce, se envi a Espafiay,a decir de Charles Gibson, fue llevada en el cuarto viaje que hicieron los tlaxcaltecas a Espaiia para presentarse ante el rey con una serie de peticiones. 2) La segunda quedé en posesion de las autoridades virreinales en la Ciudad de México y poco 0 nada se sabe de ella. Nazario Sanchez Mastranzo considera que podria ser el lienzo que aparece en algu- nos inventarios de los documentos que pertenecieron a Lorenzo Boturini, afirmacién que, desafortunadamente, no puede ser con- firmada, 3) La tercera se localizé en el Ayuntamiento hasta mediados del si- glo xix. Alfredo Chavero comenta que el lienzo salié de Tlaxcala rumbo a México a peticién del gobierno de Maximiliano de Habs- burgo, para que la Comision Cientifica Francesa realizara una copia del manuscrito, tras lo cual se perdié todo rastro. Una vez restablecida la Republica Mexicana, tras la caida del fugaz imperio de Maximiliano, el ejemplar resguardado en el Ayuntamiento de la ciudad de Tlaxcala fue objeto de una minuciosa busqueda, comisiona- da de manera confidencial al historiador Alfredo Chavero; a pesar de la ayuda de dos grandes historiadores de la época: Manuel Orozco y Berra y José Fernando Ramirez, no hubo suerte, pues jamas se encontré el do- cumento. La primera copia fue comentada por Felipe de Guevara, y Al- fredo Chavero supuso que podria estar resguardada en la Biblioteca Im- petial de Viena, porque en ella se hallaron otros documentos de interés, como las Cartas de Relacién de Hernan Cortés. Hasta la fecha esta copia tampoco ha podido localizarse. HISTORIA DEL LIENZO DE TLAXCALA 0 MAPAHISTORIOGRAFO 17 DE copias y MAS COPIAS El Lienzo de Tlaxcala resultaba ser una prueba fehaciente de los méritos tlaxcaltecas durante la conquista de muchos pueblos de la regién hoy conocida como Mesoamérica, lo que motive que los nobles y gobernan- tes de la provincia elaboraran copias de las secciones del lienzo, asi como versiones fundamentadas en sus imagenes para utilizarlas con propési- tos diversos, como preservar la memoria historica del antiguo sefiorio y dar testimonio juridico de sus derechos ante diversas autoridades virrei- nales. Para finales del siglo xv el ejemplar del Ayuntamiento se hallaba, segtin los comentarios de Faustinos Mazihcatzin, en un estado de dete- rioro considerable “en una pintura can tosca y antigua que con gran dificultad se divisa y leen las letras”, situacién que motivé que se buscara Ja manufactura de un nuevo lienzo en algodén, tarea que se encomend6 a Juan Manuel Yllaes del Huerto, destacado pintor poblano que estuvo activo entre finales del siglo xvi y principios del xix y ocupé un lugar acomodado en la sociedad novohispana, especialmente en la ciudad de Tlaxcala, donde residi6 por al menos 10 afios. La amistad que entabl6 con los principales del lugar, y sobre todo su talento, lo hicieron mere- cedor de los titulos de “Pintor de Camara del Nobilisimo Ayuntamien- to” y“Pintor de todas las obras puiblicas del muy lustre Ayuntamiento”, por lo que realiz6 varios encargos especiales de temas religiosos, pero también genealogias, mapas, planos de tierras y aguas, con el fin de ser enviados a las autoridades virreinales y complementar asi ciertos trami- tes juridicos, Entre los pedidos extraordinarios destaca por su impor- tancia la copia del Lienzo de Tlaxcala que realiz6 en 1773, teniendo ala vista el original del Ayuntamiento. Del lienzo de Yllafies se confeccionaron a su vez otros tres ejemplares: una copia que se envié a Paris para exhibirla en la Exposicién Universal de 1889, que a decir de Chavero era una copia incorrecta, pues no fue elaborada con calcos, y cuyo paradero también es desconocido; otra co- pia realizada por Mateo Saldafia, dispuesta en cuatro lienzos y fechada en 1933, en resguardo de la Biblioteca Nacional de Antropologia e His- toria, catalogada con el ntimero 35-484, y una tercera que contiene s6lo 49 escenas, de las cuales 39 tienen leyendas explicativas, hoy en resguar- do de la Biblioteca Latinoamericana de la Universidad de Tulane. Existe ademas otra copia elaborada por el pintor y litégrafo Diédoro Serrano dispuesta en forma de libro, cuyas litografias se realizaron por medio de calcos a peticién del historiador José Fernando Ramirez, su. primer poscedor. Esta versién no esta completa, faltan siete escenas de Ja parte final del lienzo, se suprimieron glosas y se afiadieron variantes 1B EL LIENZO DE TLAXCALA en los ornamentos de los personajes, tal vez por orden de Alfredo Cha- vero, quien la publicé en 1892 con un breve comentario en el libro An- tigiedades mexicanas, como parte de los eventos realizados por la Junta Colombina para conmemorar el cuarto centenario del descubrimiento de América. Su publicaci6n fue litografiada por el famoso copista del Museo Nacional, Genaro Lépez. Hacia 1890 el gobernador de Tlaxcala, Préspero Cahuantzi, mand6 elaborar otra copia con escenas de menor tamaiio respecto a las de Cha- vero, misma que quedé olvidada en el palacio de gobierno de Tlaxcala hasta que fue editada en 1939 por Guillermo Echaniz, quien incluy la Descripcién del Mapa Historiographo de Faustinos Mazihcatzin ‘VERSIONES PARALELAS. Existen también diferentes versiones del Lienzo de Tlaxcala utilizadas en varias obras histéricas de cronistas tlaxcaltecas. Tal es el caso de la que escribid en 1584 Diego Mujioz Camargo, intitulada Descripcién de la ciudad y provincia de Tlaxcala de la Nueva Espaiia e Indias del Mar Ooéano, para el buen gobierno y ennoblecimiento de ellas, donde presenta un texto acompaiiado por 156 escenas elaboradas en un estilo muy semejante al del Lienzo de Tlaxcala, ademas de una rueda calendarica con la represen- tacion del calendario civil o agricola. Asimismo, se detectan anotaciones en los margenes del documento que, segtin René Acutia, pueden deber- se al cronista Antonio de Herrera, Este documento es conocido en la actualidad como Manuscrito de Glasgow por encontrarse en la Coleccion Hunter de la Universidad de Glasgow en Escocia, catalogado con el ntimero 242 y fechado hacia finales del siglo xvi. Aunque en el manus- crito no se incluye fecha alguna ni al inicio ni al final, Acuna asegura que su composicién pudo iniciarse en 1580 a pesar de que su encuader- nacion sea posterior, pues el papel utilizado data del siglo xvu. Después de elaborada la obra —que resulta ser una copia, ya que se ha detectado la participacion de tres manos, entre ellas la firma y breves anotaciones de Mufioz Camargo, cuyo original o borrador escrito totalmente por él debid quedar en su posesién—, pasé a formar parte de la biblioteca de Felipe II, segtin el inventario de Antonio de Len Pinelo; el traslado del documento de Madrid a Escocia se desconoce, pero debis realizarse hacia 1783 tras la muerte del médico William Hunter, quien lo tenia en su coleccién. Algunas liminas semejantesa las del Lienzo de Tlaxcala pueden obser- varse en el Cédice Entrada de los espanoles que, segiin Jorge Gurria Lacroix, fue registrado por Lorenzo Boturini en su Catdlogo del Museo Histérico HISTORIA DEL LIENZO DE TLAXCALA O MAPA HISTORIOGRAFO 19) Indiano. El padre Mariano Cuevas reprodujo algunas de estas escenas en su obra Historia de la Iglesia en México. Destaca asimismo una pintura realizada en dos hojas de papel indigena cuyas dimensiones son de 55.5 por 43.5 centimetros, sus laminas relatan la llegada y el recibimienco de Hernan Cortésen Tlaxcala. Al hacer una comparacién de estas hojas con las escenas de otros ejemplares del Lienzo, es claro que algunas pertene- cen a las laminas 4a 7 de la edicién de Chavero, mientras que otras co- rresponden a la 31, 32, 34 y 35 del Manuscrito Glasgow. Asi, algunos in- vestigadores han determinado que se trata de la copia parcial mas antigua del mencionado Lienzo, actualmente resguardada en la Univer- sidad de Texas. Finalmente, un ejemplar mas se encuentra custodiado en el archivo de la fiscalia de San Francisco Ocotelulco, que muestra la escena capitular del Lienzo en tela de 80 por 60 centimetros, el cual tam- bién contiene glosas para identificar a los personajes LA FALSIFICACION DEL LigENzO El Lienzo ha sido objeto de muchas copias elaboradas entre los siglos xvut y xtx, ademés de algunas falsificaciones, en su mayoria atribuidas a Genaro Lopez. Sobre este personaje se sabe poco. Fue copista de docu- mentos pictograficos como el cédice Baranda, el Colombino, el Debesa, los cédices de la coleccién que Alfredo Chavero poseia y publicé en los dos comos de las Pinturas jeroglficas y las Ruedas calendaricas de Veitia, entre otros. A finales del siglo xix Francisco del Paso y Troncoso lo llevé a Europa para elaborar calcas de diversos documentos pictograficos res- guardados en las famosas bibliotecas del viejo continente, Sin embargo, su destreza en la elaboracién de manuscricos antiguos y la experiencia adquirida lo Ilevaron también por el oscuro camino de la falsificaci6n. En 1949 los estudiosos Mariano de Carcer, Rodolfo Barn Castro y José Tudela informaron de la localizacién de un manuscrito resguarda- do en un museo de Espaiia que, creyeron, era el original del Lienzo de Tlaxcala enviado alla durante el siglo xv1. Tras diversas indagatorias, en- contraron que en realidad esta pieza fue un obsequio que recibié el Mar- qués de Comillas en Puebla durante una de sus visitas. Los autores lo describen de la siguiente manera: Este cddice de aproximadamente 90 * 160 centimetros se compone de nueve cuadretes, que se doblan en tres franjas horizontales y luego otras tantas verticales, hasta dejarlo del tamano de uno de ellos que es de 35 * 28.5 cm. El tejido es fibra de coco, con lechada o mortero de cal 0 yeso, y la pintura, primorosa, esta ejecutada siguiendo la técnica autéc- 20. ELLIENZO DE TLAXCALA, tona; esta bastante deteriorado, pero pueden apreciarse bien todos los detalles. A su regreso a México, De Carcer se entrevisté con Federico Gé- mez de Orozco, quien le coment6 que se trataba de una falsificacién en fibra de coco elaborada por Genaro Lopez, al que se le atribuia la realiza- cidn de otros documentos apécrifos, entre ellos el conocido como Primer Cédice de la Granja, resguardado en un lugar desconocido de México; el Lienzo de Tlaxeala de la Casa de Colén en Valladolid, Espaita, que segin ‘Martinez Marin contiene informacién sobre la aparicién de la virgen de Ocotkin, y un tercer ejemplar conocido tinicamente por focografias res- guardadas en el Museo Britdnico de Londres, a donde fueron enviadas en 1910, Todos estos documentos falsos provienen de una misma mano y fueron elaborados en el mismo soporte —es decir, fibra de coco—, por Jo que han sido atribuidos a Lopez. Los ESTUDIOSOS DEL LIENZO Y SUS EDICIONES En diversos momentos de la época virreinal el Lienzo de Tlaxcala generd muchaatraccién, aunque podemos registrar tinicamente a los interesados en éla partir del siglo xvui, Segtin indica Faustinos Maziheatzin en una carta escrita a Antonio de Leén y Gama, Lorenzo Boturini tuvo ala vista el Lienzo original resguardado en el Ayuntamiento, pues menciona que El cavallero Boturini dejé a esta Ciudad y su Provincia sin ningiin Mapa porque se los prestaron con muchos fragmentos, documentos escritos e impresos, y muchos, especialisimos, y de la Gentilidad, descuido de mis antepasados ni perdir recibo [sic] ni cobrar luego que le embarga- ron su estante pero estoy haciendo exacticimas [sic] diligencias por aca enviar a usted lo que hallare, pues deseo servirle y conocerle Dios me lo conceda. Isidro R. Gondra, primer director del Museo Nacional de México, indi- £6 que el Lienzo desperté el interés de escritores de la talla de Francisco Javier Clavijero y el sabio viajero aleman Alexander von Humboldt, sin embargo, en este trabajo quisiéramos destacar a un personaje particular Diego Garcia Panes, militar espafiol que Ileg6 a la Nueva Espana en 1735, donde desempefié numerosos cargos, entre ellos alférez de arti- lleria, El gusto que Panes tuvo por la historia de las tierras americanas ya comenzaba a manifestarse en algunos de sus primeros trabajos de in- genieria y cartografia, pero quedé cristalizado en su obra Theatro de HISTORIA DEL LIENZO DE TLAXCALA O MAPA HISTORIOGRAFO 21 Nueva Esparia, para la cual recabé informacién de primera mano en ofi- cinas de instituciones virreinales, a las que agregé numerosos manus- ctitos y pincuras antiguas que algunos pueblos indigenas le permitieron copiar, segtin comenté a su amigo Bruno Diaz de Salcedo, intendente de San Luis Potosi. Es precisamente Diego Garcia Panes quien solicits a Faustinos Ma- ziheatzin que realizara una interpretacion del Lienzo de Tlaxcala, como se mencioné Iineas antes. Dicha informacién fue plasmada en su Thea- 170, libro V, cuadernillo 19, ritulado “Noticias particulares del origen de los tlaxcaltecas, su establecimiento, formacién de repiiblica, trajes y fi- guras y demas memorias del tiempo del gentilismo”, y en los voltimenes Vy Vireferentes ala Conquista. Afios mas tarde, en 1846, el gan impresor don Ignacio Cumplido incluy6 siete laminas del Lienzo en su famosa edicién de la Historia de la conquista de México de William H, Prescott, solicitando a Isidro R. Gon- dra que se encargara de la descripcién de las excelentes litografias con las que adorné el tercer como. Gondra menciona que: “En el archivo del Ayuntamiento de Tlaxcala se conserva en papel de maguey una preciosa coleccién de todas las acciones y lugares en que concurrieron ala con- quista con los espatioles los tlaxcaltecas”, dato que resulta interesante, pues, como hemos visto, la copia de Yilafies esta elaborada en algodén. Sin embargo, la primera edicién completa del Lienzo de Tlaxcala, que resulta ser la ms reproducida, proviene de la copia de Diédoro Serrano, como ya se ha mencionado. Fue efectuada a instancias de la Junta Co- lombina de México, constituida por instrucciones de Porfirio Diaz para conmemorar el Cuarto Centenario del Descubrimiento de América, Di- cha Junta estuvo conformada por personajes fundamentales para la historia de México, como Francisco del Paso y Troncoso, Alfredo Cha- vero, José Maria de Agreda y Sanchez, Francisco Sosa y Joaquin Garcia Icazbalceta. Para tal efecto, se dispuso la adquisicion de varios cédices, entre ellos el Codice Colombino, el Cédice Dehesa y el Cédice Porfirio Diaz, los cuales se editaron en un lujoso libro ticulado Antigiedades mexicanas con litografias de Genaro Lopez y un pequetio como explicativo donde Al- fredo Chavero hace una introduccién de la historia del Lienzo de Tlaxca- Ia y una descripcién de sus laminas. La aportacién de Chavero fue pu- blicada posteriormente en 1964 en Aries de México con la edicién de Miguel Salas Anzures, en homenaje a Alfonso Caso y Wigberto Jiménez Moreno, y una vez mas en 1979 por la editorial Cosmos. Ala par del trabajo de Chavero destaca el de Prospero Cahuantzi, que pudo por fin salir a la luz en 1939 en una edicion a cargo de Guillermo Echaniz. En esta misma publicacién se incluyé la Descripcién del Mapa Historiographo de Faustinos Mazihcatzin, que en 1927 habia aparecido en la Revista Mexicana de Estudios Historicos, cuya introducci6n estuvo a 22 ELLIENZO DE TLAXCALA cargo de Federico Gémez de Orozco y que se exhibiria de nuevo en 1993 en La escritura pictognifica en Tlaxcala: dos mil afios de experiencia mesoameri- cana de Luis Reyes Garcia El trabajo mas completo sobre el Lienzo de Tlaxcala hasta la fecha es elelaborado por Josefina Garcia Quintana y Carlos Martinez Marin en 1983, editado por Cartén y Papel, edicién que desafortunadamente fue elaborada por una instituci6n privada y obsequiada a personas muy allegadas, lo cual limité su difusion y adquisicién. A pesar de ello, la obra a todo color y en edicion bilingiie (inglés-espafiol) muestra, a partir de los avances académicos del momento, un panorama completo de las escenas del Lienzo. Cabe destacar del mismo modo los comentarios y estudios sobre el documento de Tlaxcala por parte de historiadores como Charles Gib- son, quien publicé en 1952 su libro Tlaxcala en ef siglo xvi, y estudios re- cientes como el de Horacio Corona Olea, titulado “La glifica criptogra- fica néhuatl si ha sido y sigue siendo descifrable”, de 1989; el de Gordon Brotherston y Ana Gallegos, titulado “El lienzo de Tlaxcala y el manus- ctito de Glasgow (Hunter 242)”, publicado en Estudios de Cultura Nabuatl en 1990; el de Nazario Sanchez Mastranzo, “Los cédices de Tlaxcala”, de 2009, y el realizado por Isabel Bueno Bravo, “El lienzo de Tlaxcala y su Ienguaje interno”, de 2010, Todos ellos han analizado diferentes as- pectos historicos de Tlaxcala incluidos en las escenas del Lienzo. La presente edicién pretende difundir la copia elaborada por el pin- tor Juan Manuel Yllaiies del Huerto en diciembre de 1773. Se trata de una version libre dispuesta en cuatro lienzos ahora en resguardo de la Biblioteca Nacional de Antropologia e Historia. Cada uno de los lien- zos esta catalogado de manera independiente con los ntimeros 35-45. 35-46, 35-47 y 35-48. Miden 210.9 « 106.4, 209.3 x 114.5, 207 « 116.3 y 228.3 x 126.7 cm, respectivamente. Es muy probable que el lienzo haya Ilegado al Museo Nacional en 1827, pues en la “Noticia de las obras manuscritas de D. Garcia Panes”, que José Fernando Ramirez firm6 en 1859, se informa que, en ese ato, el Ministerio de Relaciones encregé al establecimiento de Moneda 13 una serie de documentos pertenecientes a Diego Garcia Panes, entre los que se encontraba “Un lienzo grande con muchas figuras, y representan la historia de Tlaxcala”. A pesar de su importancia, el lienzo habia per- manecido inédito en edicién facsimilar, con excepcién de una imagen de formato pequefio incluida en la edicién de Cartén y Papel de 1983. Es preciso mencionar que la Descripcién del Mapa Historiographo escrita en 1779 por don Nicolas Faustinos Mazicahtzin mantiene una estrecha relacién con la copia realizada por Yllafies, pues a diferencia de la de Cahuantzi y de Chavero, que no poseen inscripciones en el lienzo, la del noble tlaxcalteca coloca néimeros y glosas que permiten identificar las, HISTORIA DEL LIENZO DE TLAXCALA O MAPA HISTORIOGRAFO 23 distintas escenas del manuscrito. Dicho lo anterior, consideramos que se trata de un solo trabajo unitario Yilanes-Mazihcatzin, pues de esta manera las inscripciones agregadas en la copia adquieren la finalidad de ordenar y siscematizar al Lienzo, previo ala explicaci6n de su contenido que se expone en dicha obra. Por tal motivo, creemos pertinente incluit en esta edicién una transcripcion paleografica modernizada de la Des cripeién, que como el lector podra constatar es complementaria al docu- mento. Asi, después de muchos afios ambas obras se unen otra vez para darse sentido entre si, pues nunca antes hicieron correspondencia. El Lienzo de Tlaxcala © Mapa Historiégrafo de 1773 es el ejemplar com- pleco mas antiguo donde se dejé constancia de los hechos histéricos de mayor significacién para el pueblo tlaxcalteca durante el siglo xv1, y en la actualidad es un simbolo de identidad para todos los habitantes del estado. BIBLIOGRAFIA Actas del Ayuntamiento de la ciudad de Tlaxcala, Biblioteca Nacional de Antropolo- sia e Historia, Coleccién Antigua, nim. 340. Estudio preliminar”, en Descripcin de la ciudad y provincia de Tlaxca- 4a de la Nueva Esparia e Indias del Mar Océano, para el buen gobierno y ennoble- cimiento de ellas, Nast, México, 1981. Aguilera Garcia, Maria del Carmen, et al, El Tonaldmatl de la Coleccién de Aubin:

También podría gustarte