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La durabilidad es uno de los aspectos más importantes de los hormigones puesto que tiene una
incidencia fundamental en la vida útil de las estructuras. Éstas deben ser capaces de resistir, además de las
solicitaciones provocadas por las acciones a las que se ven sometidas, las agresiones físicas y químicas a
las que se halla expuesta por su situación y función. En este sentido, la fisuración tiene un papel
primordial en la durabilidad de las estructuras.
La fisuración en el hormigón ha sido aceptada como un hecho natural. Hay solamente una razón
por la que las fisuras tienen lugar en el hormigón: existen tensiones que exceden la resistencia a tracción
del hormigón en un momento específico. Es por ello que se deben tomar medidas para mantener estas
fisuras por debajo de los límites que supongan un riesgo para la durabilidad de los elementos
estructurales. En este marco, las fibras se presentan como una solución a este fenómeno. Las fibras de
acero, en particular, se usan con dos objetivos principales: reducir el ancho de fisura y alcanzar un
comportamiento dúctil tras la fisuración. La adición de fibras de acero en el hormigón contribuye a un
mejor control de la fisuración, ya que mejora la resistencia residual, la ductilidad y aumenta también las
características mecánicas del mismo. No obstante, en la mayoría de casos es necesaria también la
presencia de armadura convencional por lo que nos encontramos ante hormigones con una armadura
formada por la combinación de barras y fibras de acero.
En la segunda parte se lleva a cabo un repaso de la durabilidad del hormigón reforzado con
fibras de acero frente al impacto, en ambientes marinos y frente a los ciclos hielo-deshielo para centrarse
posteriormente en el destacado papel que juega la fisuración en el comportamiento de la estructura frente
a agresiones como las recién mencionadas que pueden reducir su vida útil. Además de revisar las causas
que originan la fisuración y su proceso de formación en el hormigón armado convencionalmente, se
describe el efecto que supone la adición de fibras a este material y cómo las fibras actúan reduciendo el
ancho de fisura. También se presentan diversos métodos de cálculo de fisuración para hormigón
convencional y hormigón reforzado con fibras de acero.
CAPÍTULO 7. CONCLUSIONES…………………………………………........ 93
7.1 INTRODUCCIÓN…………………………………………………………. 93
7.2 CONCLUSIONES GENERALES………………………………….……... 93
7.3 CONCLUSIONES ESPECÍFICAS...……………………………………… 94
7.4 FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN…………………………....... 95
7.5 VALORACIÓN DEL ESTUDIO REALIZADO………………………..... 95
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………… 97
ÍNDICE DE FIGURAS
ÍNDICE DE TABLAS
5.3 Pendientes obtenidas para cada zona de análisis y cada losa (kN/mm)……… 57
5.16 Incremento de precio en las losas con adición de fibras Dramix RC-80/60-
BN e incremento de carga resistida para un ancho de fisura de 0,3 mm….... 73
A mis amigos y compañeros quiero decirles que mi paso por esta escuela ha sido
una experiencia única, no sólo por los conocimientos adquiridos, sino por haberlos
conocido. Todos hemos crecido juntos y nos hemos hecho mejores.
Septiembre de 2008
A mis abuelos
Introducción y objetivos 1
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
1.1 INTRODUCCIÓN
Desde la aparición del hormigón con fibras en la década de los años 60 del siglo
pasado, la tecnología de esta tipología de hormigón ha experimentado un notable
progreso debido a las investigaciones realizadas. Estos avances, el constante aumento
del coste del acero y de la mano de obra han propiciado un incremento del uso del
hormigón reforzado con fibras en la industria de la construcción. Pese a ello, el uso del
hormigón reforzado con fibras es todavía limitado debido, entre otros motivos, a la
ausencia de normativa referente al hormigón reforzado con fibras. Este vacío normativo
en la Instrucción de Hormigón Estructural (EHE) vigente se pretende solucionar con la
nueva Instrucción, en la que se incorpora un anejo especifico para este tipo de hormigón.
Esta situación ha generado que hasta hace algunos años haya existido un
desconocimiento sobre este tipo de hormigón.
1.2 OBJETIVOS
Los objetivos que persigue el presente estudio y que han sido el referente durante
la realización del mismo son:
1.3 METODOLOGIA
CAPÍTULO 2
2.1 INTRODUCCIÓN
Para una mejor comprensión del material, en la tercera parte del estado general
del conocimiento, se exponen diversos ejemplos de aplicación del mismo. El objetivo es
dar una visión global de todos los ámbitos de la construcción en los que el hormigón
reforzado con fibras tiene cabida, de nuevo centrándose el apartado en el caso de las
fibras de acero.
Por último, la cuarta parte de este capítulo hace una recopilación de las
normativas existentes en referencia al hormigón reforzado con fibras.
2.2.1 Introducción
2.2.2 Antecedentes
Las fibras no son un material nuevo o reciente. Se sabe que hace 4000 años ya se
empleaban fibras como adición a un material para mejorar sus propiedades. Hay
numerosos ejemplos a lo largo de la historia del uso de las fibras: en la baja
Mesopotamia los adobes de barro cocidos al sol se armaban con paja y hasta hace unos
años se utilizaban los pelos de cabra o caballo para armar el yeso. Este tipo de fibras
naturales se utilizaron hasta el año 1935 aproximadamente. La razón de su caída en
desuso fue la invención de las fibras sintéticas.
2.3.1 Definición
Observando la tabla 2.1 se aprecian las diferencias entre las propiedades de cada
tipo de fibra y las del hormigón, especialmente significativas la resistencia a tracción y
el módulo de elasticidad. Para que las fibras sean efectivas se recomienda que tengan un
módulo de elasticidad al menos 3 veces superior al del hormigón [5]. En este sentido, es
destacable el módulo de elasticidad de las fibras de acero que es 7 veces mayor que el
del hormigón.
Las fibras de acero en todas sus variantes son las más utilizadas para conseguir
hormigones con mejor resistencia a flexión, tracción, impacto, fatiga, etc. La presente
tesina se centra en el hormigón reforzado con fibras de acero, por esta razón se realiza
un apartado específico de fibras de acero.
Las fibras de acero utilizadas en el refuerzo del hormigón son discontinuas, con
una distribución discreta y uniforme que confiere al material isotropía y homogeneidad.
Además, con el fin de mejorar la adherencia con el hormigón, las fibras pueden
presentar los extremos conformados, ondulaciones, corrugas, aplastamientos, ganchos,
etc. En general, las dimensiones de las fibras oscilan entre 0,25 y 0,80 mm de diámetro
y entre 10 y 75 mm de longitud.
Una de las principales ventajas que aportan las fibras de acero es la mejora
significativa de la ductilidad del hormigón. A continuación se resumen los efectos
positivos que la presencia de fibras de acero induce en el comportamiento del
hormigón:
Es preciso señalar que las fibras de acero son las más eficaces y económicas. Los
motivos principales son que el módulo de elasticidad del acero es siete veces mayor que
el del hormigón, tiene un alto alargamiento de rotura (ver tabla 2.1) y se caracteriza por
una buena adherencia con el hormigón. Además, las fibras de acero se mezclan
fácilmente con el resto de componentes del hormigón.
El hormigón reforzado con fibras de acero puede ser considerado una variante
del principio de refuerzo con barras de acero. En este caso, el refuerzo se realiza con un
gran número de pequeñas fibras, distribuidas de forma aleatoria en la mezcla. Las fibras
de acero son las que tienen la función de soportar las tracciones tras la fisuración del
hormigón. Sin embargo, es necesario precisar que la manera de trabajar de las fibras es
diferente a la del armado convencional.
En el caso del armado convencional, las barras están ancladas de forma que se
alcanza el límite elástico del acero y su capacidad última se desarrolla cuando tiene
lugar la rotura del acero. A diferencia de las barras, las fibras de acero se diseñan para
que no alcancen el límite elástico del acero, antes de alcanzarlo deben deslizar para
desarrollar su máxima eficiencia, como se refleja en [7]. La razón es que todas las fibras
que cosen una fisura tienen diferente longitud de anclaje y orientación. Esto significa
que las deformaciones en las diversas fibras durante la apertura de la fisura son muy
distintas, existiendo la posibilidad de que algunas de ellas rompan mientras que otras
aún están sometidas a tracciones bajas (ver figura 2.2). No obstante, si las fibras
deslizan en lugar de romperse, su resistencia total a tracción será muy importante,
consiguiendo además una gran ductilidad (ver figura 2.3). De esto se deduce que la
longitud de anclaje debe ser suficientemente grande para garantizar la adherencia y
suficientemente pequeña para permitir el deslizamiento de las fibras.
Comportamiento a compresión
Comportamiento a tracción
Figura 2.4. Diagrama tensión de compresión- Figura 2.5. Diagrama tensión de tracción-
deformación (Rodríguez López et al., 1984). deformación (Rodríguez López et al., 1984).
Comportamiento a flexión
- La adherencia fibra-matriz
- La fluencia y fractura de las fibras
- La apertura de las grietas
Componentes
Los componentes del hormigón reforzado con fibras de acero son: cemento,
agua, áridos, aditivos (y, en su caso, adiciones) y las fibras de acero. La particularidad
que presenta la adición de fibras de acero en la mezcla es que, al ser elementos rígidos,
con gran área superficial y con geometría muy diferente a la de los áridos, la docilidad
del hormigón se ve reducida. Aún así, la adición de fibras de acero no condiciona la
naturaleza de los componentes del hormigón.
Para obtener los mejores resultados conviene que el tamaño máximo del árido
grueso sea la mitad de la longitud de la fibra, siendo preferible que no supere el menor
de los siguientes valores:
Dosificación
La máxima eficacia de las fibras de acero viene dada por una correcta
dosificación de los componentes. No obstante, no existe un método de dosificación
establecido para los HRFA. En general se toma como referencia la dosificación del
hormigón convencional, realizando algunas modificaciones para compensar la
disminución de docilidad y conseguir una distribución adecuada de las fibras en el
hormigón.
Los factores que hay que tener en cuenta en la dosificación del HRFA son, tal y
como se refleja en [2], las que se presentan a continuación:
- Relación agua/cemento
- Contenido de cemento
- Tamaño máximo y granulometría del árido
- Tipo y contenido de fibras
- Tipo y contenido de adiciones
- Tipo y contenido de aditivos
El objetivo de este apartado es aportar una visión general de los diversos ámbitos
de aplicación del HRFA presentando algunos ejemplos representativos de
construcciones con este material.
2.4.1 Pavimentos
Figura 2.7. Pavimento Ikea La Maxe. Figura 2.8. Pavimento “Fercam” sin juntas
(Bekaert, 2000). de retracción (Bekaert, 2004).
2.4.2 Túneles
Existen más normas europeas referentes a la utilización del hormigón con fibras
de acero en tubos de saneamiento y en prefabricados.
CAPÍTULO 3
3.1 INTRODUCCIÓN
Es por esta razón que, siguiendo la línea de presentación del hormigón reforzado
con fibras de acero iniciada en el capítulo anterior, se procede ahora a tratar el tema de
la durabilidad de este tipo de hormigón de forma detallada, estructurando el capítulo en
tres apartados.
3.2 DURABILIDAD
3.2.1 Introducción
Corrosión
Agentes agresivos
En el caso del hormigón reforzado con fibras cabría esperar que la disminución
de pH facilitara la corrosión de la fibra. Sin embargo, la corrosión por iones de cloruro
se disminuye por la presencia de una capa rica en hidróxido de calcio que envuelve la
fibra.
Se puede concluir que la corrosión del hormigón con fibras, una vez se ha
figurado el hormigón, es menos severa que en el caso del hormigón armado
convencionalmente.
Figura 3.4 Resistencia del hormigón sin Figura 3.5 Resistencia del hormigón con
fibras sometido a ciclos hielo-deshielo. fibras sometido a ciclos hielo-deshielo.
(Sun et al. 1999). (Sun et al. 1999).
Finalmente, se puede concluir que para resistir el deterioro del hormigón debido
a ciclos hielo-deshielo existen dos sistemas. El primero es utilizar un hormigón con una
matriz de más resistencia que a su vez incorporará menos agua, por tener una relación
agua-cemento menor. El segundo, y muy importante para aumentar la durabilidad, es
que el hormigón trabaje a un régimen bajo de tensión. La adición de fibras, como se ha
visto en este estudio, retarda la formación y propagación de fisuras en la matriz de
cemento de forma que se mejora la durabilidad del hormigón y se disminuyen los daños
al mismo con cada ciclo, siendo especialmente eficaces para rangos bajos de tensión.
De este apartado se entiende que uno de los aspectos clave en la durabilidad del
hormigón es la fisuración. Por esta razón, a continuación se procede a tratar este punto
de manera más detallada.
3.3 FISURACIÓN
3.3.1 Introducción
Las causas que originan la fisuración del hormigón son diversas. Se pueden
distinguir aquellas que tienen lugar antes del endurecimiento del hormigón y aquellas
que, por el contrario, tienen lugar después.
Figura 3.8 Diferencia entre la fisuración de un hormigón con armado convencional (arriba) y
un hormigón con armado convencional y fibras de acero (abajo). (Lambrechts, A. 2007).
Figura 3.9 Elemento de hormigón reforzado con fibras sometido a tracción o flexotracción
(Coto Roquet, L.A; 2007)
Además del efecto sobre el ancho de fisura, las fibras de acero también influyen
en la geometría de la fisura de una manera positiva. Habitualmente, las fibras de acero
cosen una fisura en un ángulo no perpendicular. En consecuencia, la fibra se flexionará
con anchos de fisura pequeños. El incremento de fricción local producido induce
tensiones de compresión paralelas a la superficie de la fisura y, por tanto, las tensiones
perpendiculares asociadas pueden conducir a una fisura secundaria (ver figura 3.10).
Este fenómeno hace que las fisuras sean más curvas, pudiendo detectar en
algunos casos la fragmentación y ramificación de las mismas. Ante esta situación, se
produce un aumento de la resistencia a la penetración de sustancias, especialmente
líquidos, que puedan ser agresivas.
3.4.1 Introducción
φ
s rm = k1 ⋅ c + k 2 ⋅
ρ ef (3.1)
l r = 50 + 1.5 ⋅ k ⋅ s (3.2)
Donde k es un coeficiente que vale 1,0 para tracción pura y 0,5 para flexión y s
el espaciamiento entre barras.
Tal y como se indica en [16] la expresión, aunque correcta para una primera
estimación de la longitud de transferencia, especialmente para cuantías bajas de
armadura, es excesivamente grosera al no incluir en la misma la relación entre el
diámetro de la armadura y la cuantía de armadura traccionada (dos de los principales
parámetros) lo que puede originar diferencias sensibles con los valores obtenidos
mediante la aplicación de otros modelos.
Modelo de RILEM
Para el caso del hormigón reforzado con fibras de acero, RILEM propone una
expresión con un término que incluye el efecto de la adición de fibras. La expresión es
la siguiente:
φ b 50
s m = 50 + 0, 25 ⋅ k1 ⋅ k 2 ⋅ ⋅
ρ ef L
φ (3.6)
Modelo de Bekaert
ds
s r , max = (1 − α f ) ⋅
3,6 ⋅ ρ eff
σ s ⋅ ds
≤ (1 − α f ) ⋅
3,6 ⋅ f ct ,eff
≤ 2 ⋅ dis tan cia entre barras si se emplea malla soldada (3.7)
Del mismo modo que hacen RILEM y la EHE, Bekaert propone una fórmula
para el cálculo de la abertura de fisura característica muy parecida a la expresión (3.4).
CAPÍTULO 4
CAMPAÑA EXPERIMENTAL
4.1 INTRODUCCIÓN
Por último, en el cuarto apartado se presentan las incidencias que han tenido
lugar durante la campaña experimental con el fin de entender los posibles resultados
anómalos que se hayan derivado de ellas.
CAPÍTULO 4
CAMPAÑA EXPERIMENTAL
4.1 INTRODUCCIÓN
Por último, en el cuarto apartado se presentan las incidencias que han tenido
lugar durante la campaña experimental con el fin de entender los posibles resultados
anómalos que se hayan derivado de ellas.
Fibras
Tal y como se ha descrito previamente, las losas ensayadas presentan dos tipos
de fibras: Dramix RC-65/35-BN y RC-80/60-BN. Ambos son fibras de alambre estirado
en frío, con extremos conformados y encolados en peines. Sin embargo, propiedades y
aplicaciones son diferentes.
En la tabla 4.1 se presentan las propiedades de cada tipo de fibra. Se observa que
la fibra Dramix RC-80/60-BN es de un tamaño superior a la fibra Dramix RC-65/35-BN,
además de poseer también una mayor esbeltez.
Tal y como se ha mencionado anteriormente, para cada tipo de fibra hay dos
dosificaciones: 20 kg/m3 y 40 kg/m3 que representan respectivamente el 0,25% y 0,5%
en volumen. Las diferencias en las características de las fibras hacen que el número total
de fibras para cada tipo de fibra y dosificación varíe notablemente.
En la figura 4.3 se muestra una gráfica con el número total de fibras que
representa cada una de las dosificaciones para cada tipo de fibra. Se aprecia como el
número total de fibras para el tipo de fibra RC-65/35-BN es un poco más del triple que
en el caso de RC-80/60.
400000
348000
350000
300000
Número de fibras
250000
200000
174000
150000
110400
100000
55200 RC-65/35-BN
50000
RC-80/60-BN
0
0,25% 0,50%
Porcentaje en volum en
Hormigón
Armado convencional
Figura 4.4 Moldes de las losas. Figura 4.5 Moldes de las probetas.
Figura 4.6 Vertido del hormigón en el molde. Figura 4.7 Hormigonado de la losa.
Con el fin de evitar orientaciones preferentes de las fibras, a causa del flujo del
hormigón durante el llenado, se procedió al vibrado de las losas, que fue manual y
externo. Además, para garantizar la planicidad de la superficie del hormigón se
realizaron operaciones de regleado. A continuación, se dispusieron 4 tuercas en el
hormigón fresco para poder mover y transportar las losas una vez desencofradas
mediante puentes grúa.
El hormigonado tenía lugar un lunes, siendo miércoles el día en que los cubos y
las vigas se desmoldaban. El desmoldado de las losas tenía lugar en jueves o viernes. El
transporte de las losas, debidamente protegidas, hasta el Laboratorio de Tecnología de
Estructuras de la UPC fue vía terrestre en dos viajes en un trailer.
Esta sección del capítulo tiene como objetivo la descripción detallada de los
ensayos. Con esta intención se presenta la preparación previa de las losas, su
instrumentación, el sistema de adquisición de datos y la metodología seguida durante el
ensayo.
Sobre la losa se han dispuesto dos perfiles metálicos HEB 140 cuya distancia
entre ejes es de 90 cm. Asimismo se observa que la distancia entre ejes de los perfiles y
ejes de los apoyos es 90 cm, configuración característica del ensayo a flexión de 4
puntos. Para aplicar la carga se utiliza una viga metálica de reparto que descansa sobre
los perfiles metálicos y cuya longitud es de 1,10 metros.
4.3.2 Instrumentación
Transductores
Figura 4.12 Transductores en la zona anterior. Figura 4.13 Transductor en la zona posterior.
Puntos fijos
Figura 4.18 Conjunto de pórtico y pistón. Figura 4.19 Pistón actuando durante un ensayo.
El pistón tiene una capacidad máxima de carga estática de 1000 kN y una carrera
de 500 mm. Está gobernado por un servocontrol analógico, que permite la
programación del proceso de carga mediante la introducción de sucesivas rampas de
carga. El sistema dispone de un visor que da las lecturas de carga y posición del pistón,
cuyas correspondientes salidas analógicas se conectan al sistema de adquisición de
datos para poder archivar las lecturas.
El pórtico de carga se encuentra sobre una losa armada con el fin de absorber las
elevadas reacciones que se darán durante la aplicación de la carga en el ensayo.
Se almacena el valor del voltaje que circula por cada canal y luego se calculan
los valores correspondientes a dicho voltaje. Esta operación se realiza mediante una
conversión lineal en el software Data Logger.
- En primer lugar se pegan los puntos fijos en los cantos de las losas
mediante un pegamento especial X60. A continuación se pintan los
cantos de la losa de color blanco con el objetivo de detectar con mayor
facilidad la aparición de fisuras.
Una vez realizadas todas las operaciones previas se procede a ensayar la losa. El
ensayo se realiza mediante escalones de carga de 20 kN hasta 100 kN, punto en el que
se procede en carga continua, siendo la velocidad de carga en todo momento de 0,025
mm/s. En cada escalón de carga se marcan las fisuras en los cantos de la losa y se mide
la distancia entre los puntos fijos con el comparador. Además, se toman fotografías de
las fisuras aparecidas en los cantos para posteriormente poder realizar los mapas de
fisuras de cada canto.
Las probetas prismáticas, de dimensiones 150 x 150 x 600 mm, han sido
ensayadas según la norma EN 14651:2006 para hormigón con fibras metálicas. El
objetivo del ensayo es determinar la resistencia del hormigón reforzado con fibras de
acero a flexotracción. Los detalles se muestran en la figura 4.23.
Una vez realizada se aplica una carga tal y como se observa en la figura,
pudiendo obtener la gráfica carga aplicada-ancho de fisura (ver figura 4.24).
Figura 4.25 Losa 22407 calzada Figura 4.26 Losa 22409 calzada con neoprenos
en la zona derecha. y placas metálicas.
En las figuras se observa cómo se calzaron las losas 22407 y 22409. Un aspecto
a tener en cuenta en el momento de ensayar es evitar que los neoprenos y las placas
falseen los resultados de medición de la flecha. Esta es la razón por la cual en las dos
losas se midió la flecha en el lado opuesto a la zona calzada.
CAPÍTULO 6
MODELO NUMÉRICO
6.1 INTRODUCCIÓN
6.2.1 Introducción
En el caso que nos ocupa, el programa se aplica con el objetivo de reproducir los
ensayos realizados previamente en el Laboratorio de Tecnología de Estructuras de la
UPC y obtener tanto los campos de deformaciones y curvaturas en los puntos de
integración como la evolución del ancho de fisura en la sección más desfavorable a lo
largo del proceso de carga.
Rutina SimpleBeam
P
Mc = Pa
x
A B C
φc = 0
a
l/2
K f (x )
( l 2 − x)dx (6.2)
Donde:
Mf: Es el momento flector.
φ: Giro en la dirección ortogonal al plano que contiene la estructura.
δ: Flecha en el plano de la estructura.
l: Longitud de la placa.
Kf: Rigidez a flexión.
Las ecuaciones (6.1) y (6.2) se pueden combinar para conducir a una ecuación
integral independiente del giro en el punto A (6.3):
0 0
x
(
δ (x ) = − x ∫ χ (x )dx + ∫ χ ( x ) l 2 − x dx
l/2
) (6.3)
1. Se fija una curvatura χ(x) en cada una de las secciones en las que se ha
discretizado el elemento lineal de la figura 1.
Una vez descrita la rutina SimpleBean se procede a exponer los pasos seguido
para obtener los resultados mediante el modelo de análisis seccional AESS:
0.4
0.3
0.2
0.1
-0.1
-0.2
-0.5 -0.4 -0.3 -0.2 -0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
200
150
100
50
Bending (KNm)
-50
-100
-150
-200
-2000 -1000 0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000
Axial (KN)
Figura 6.3 Diagrama de interacción de la sección.
300 100
Total Force (KN)
200
50
100
0 0
0 20 40 60 80 0 50 100
Max Displacement (mm) Max Curvature (1/Km)
-3
x 10
0 3
Max Displacement (mm)
-20
2
-40
1
-60
-80 0
0 1 2 3 0 100 200 300
Cross Section Position (m) Total Force (KN)
Introducción de las
variables constitutivas
de los materiales
Presentación parcial
(en cada paso) y global
de los resultados
Figura 6.5 Diagrama de flujo del proceso de obtención de datos mediante AESS.
Modelo RILEM
En este caso, los valores que se introducen en el programa son los valores de la
tensión de fisuración, la tensión asociada a fR1, la deformación asociada a fR1, la
tensión asociada a fR4 y la deformación asociada a fR4. RILEM sugiere unos valores
semi-empíricos e independientes de la edad de la probeta, dosificación etc. Por esta
razón se ha trabajado con otros valores que reproducen mejor el comportamiento
genuino del material y son los picos de tensión obtenidos en los ensayos de
flexotracción realizados en el laboratorio de Bekaert (incluidos en el Anejo A de
Resultados experimentales de Bekaert).
Modelo LARANJEIRA
Una de las principales ventajas del modelo directo respecto el indirecto es que
éste trabaja con variables constitutivas directamente relacionadas con el material
empleado (método de dosificación, forma de la fibra y proceso de fabricación, etc.).
Tampoco se requiere de una experimentación previa para la tipificación del material
sino que ésta tarea se confía a los datos facilitados por el fabricante de fibras y, por
tanto, se obtienen los resultados deseados con un menor coste económico y temporal.
En las figuras 6.6 y 6.7 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
65/35-BN de 20 kg/m3 (los datos experimentales corresponden a la losa 22192).
200
150
Carga (kN)
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250
Carga (kN)
Figura 6.7 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-65/35-BN (20 kg/m3), modelo RILEM.
Los valores empleados para obtener los resultados se presentan en la tabla 6.1.
En la primera columna se detallan los valores obtenidos de los ensayos de las probetas
realizados en el laboratorio de Bekaert y en la segunda los valores empleados en el
programa y que dan como resultado la curva de color rojo.
En las figuras 6.8 y 6.9 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
65/35-BN de 40 kg/m3, que para el caso de los resultados de la campaña experimental
(en azul) corresponden a la losa 22193.
200
150
Carga (kN)
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
3
Ancho de fisura (mm)
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250
Carga (kN)
Figura 6.9 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-65/35-BN (40 kg/m3), modelo RILEM.
Los valores empleados para obtener los resultados se presentan en la tabla 6.2.
Parámetros RILEM Valor del ajuste
Tensión de fisuración (MPa) 4,34 1,0
Tensión asociada a fR1 (MPa) 1,67 1,0
Deformación asociada a fR1 (%) 0,24 0,17
Tensión asociada a fR4 (MPa) 1,17 0,9
Deformación asociada a fR4 (%) 2,50 10,5
Tabla 6.2 Valores del ajuste para la fibra RC-65/35-BN de 40 kg/m3.
En las figuras 6.10 y 6.11 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
80/60-BN de 20 kg/m3, que para el caso de los resultados de la campaña experimental
(en azul) corresponden a la losa 22407.
250
200
Carga (kN)
150
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
3
Ancho de fisura (mm)
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250 300
Carga (kN)
Figura 6.11 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-80/60-BN (20 kg/m3), modelo RILEM.
En la tabla 6.3 se presentan los datos empleados. Se observa que, como en los
casos anteriores y debido al efecto bidireccional que supone el tipo de elemento
ensayado, los valores utilizados son inferiores a los de las probetas. El recubrimiento
para este caso es ligeramente superior al teórico, siendo 5,6 cm.
En las figuras 6.12 y 6.13 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
80/60-BN de 40 kg/m3, que para el caso de los resultados de la campaña experimental
(en azul) corresponden a la losa 22409.
En la tabla 6.4 se presentan los datos utilizados, que son inferiores a los de los
ensayos de las probetas prismáticas debido al efecto bidimensional de las losas.
250
200
Carga (kN)
150
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250 300
Carga (kN)
Figura 6.13 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-80/60-BN (40 kg/m3), modelo RILEM.
En las figuras 6.14 y 6.15 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
65/35-BN de 20 kg/m3 para los tres casos: modelo LARANJEIRA, modelo RILEM y
datos experimentales (correspondientes a la losa 22192).
Parámetros Valor
Tensión de cedencia (MPa) 1100
Módulo de elasticidad (GPa) 210
Esbeltez de las fibras (longitud/diámetro) 64
Orientación de las fibras respecto eje normal a la sección (º) 22,5
Eficiencia espacial (alpha) 0,25
Coeficiente multiplicador de la deformación de fisuración (delta) 1,5
Factor de reducción de B (K) 0,1
Densidad del material de la fibra (kg/m3) 7850
Tabla 6.5 Valores del ajuste para el modelo LARANJEIRA de la fibra RC-65/35-BN (20 kg/m3).
200
150
Carga (kN)
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
3
Ancho de fisura (mm)
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250
Carga (kN)
Figura 6.15 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-65/35-BN (20 kg/m3), RILEM y LARANJEIRA.
En las figuras 6.16 y 6.17 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
65/35-BN de 40 kg/m3 para los tres casos: modelo LARANJEIRA, modelo RILEM y
datos experimentales (correspondientes a la losa 22193).
Parámetros Valor
Tensión de cedencia (MPa) 1100
Módulo de elasticidad (GPa) 210
Esbeltez de las fibras (longitud/diámetro) 64
Orientación de las fibras respecto eje normal a la sección (º) 22,5
Eficiencia espacial (alpha) 0,22
Coeficiente multiplicador de la deformación de fisuración (delta) 1,5
Factor de reducción de B (K) 0,1
Densidad del material de la fibra (kg/m3) 7850
Tabla 6.6 Valores del ajuste para el modelo LARANJEIRA de la fibra RC-65/35-BN (40 kg/m3).
250
200
Carga (kN)
150
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
3
Ancho de fisura (mm)
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250 300
Carga (kN)
Figura 6.17Ancho de fisura-carga de la fibra RC-65/35-BN (40 kg/m3), RILEM y LARANJEIRA.
En las figuras 6.18 y 6.19 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
80/60-BN de 20 kg/m3 para los tres casos: modelo LARANJEIRA, modelo RILEM y
datos experimentales (correspondientes a la losa 22407).
250
200
Carga (kN)
150
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
3
Ancho de fisura (mm)
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250 300
Carga (kN)
Figura 6.19 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-80/60-BN (20 kg/m3), RILEM y LARANJEIRA.
Parámetros Valor
Tensión de cedencia (MPa) 1050
Módulo de elasticidad (GPa) 210
Esbeltez de las fibras (longitud/diámetro) 80
Orientación de las fibras respecto eje normal a la sección (º) 22,5
Eficiencia espacial (alpha) 0,2
Coeficiente multiplicador de la deformación de fisuración (delta) 1,5
Factor de reducción de B (K) 0,1
Densidad del material de la fibra (kg/m3) 7850
Tabla 6.7 Valores del ajuste para el modelo LARANJEIRA de la fibra RC-80/60-BN (20 kg/m3).
En las figuras 6.20 y 6.21 se presentan los resultados para la fibra Dramix RC-
80/60-BN de 40 kg/m3 para los tres casos: modelo LARANJEIRA, modelo RILEM y
datos experimentales (correspondientes a la losa 22409). Los datos empleados para
obtener la curva según el modelo LARANJEIRA se detallan en la tabla 6.8.
Parámetros Valor
Tensión de cedencia (MPa) 1050
Módulo de elasticidad (GPa) 210
Esbeltez de las fibras (longitud/diámetro) 80
Orientación de las fibras respecto eje normal a la sección (º) 22,5
Eficiencia espacial (alpha) 0,18
Coeficiente multiplicador de la deformación de fisuración (delta) 1,5
Factor de reducción de B (K) 0,1
Densidad del material de la fibra (kg/m3) 7850
Tabla 6.8 Valores del ajuste para el modelo LARANJEIRA de la fibra RC-80/60-BN (40 kg/m3).
250
200
Carga (kN)
150
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Flecha (mm)
3.5
3
Ancho de fisura (mm)
2.5
1.5
0.5
0
0 50 100 150 200 250 300
Carga (kN)
Figura 6.21 Ancho de fisura-carga de la fibra RC-80/60-BN (40 kg/m3), RILEM y LARANJEIRA.
Para el caso del modelo LARANJEIRA el ajuste es menor que el del modelo
RILEM, sin embargo hay que destacar que es un modelo que aún se encuentra en fase
de desarrollo. A pesar de ello, el modelo ajusta también de manera satisfactoria a la
curva de resultados experimentales, siendo además un método que trabaja con variables
constitutivas directamente relacionadas con el material y que no requiere de
experimentación previa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] Murcia Vela, J., Aguado de Cea, A. y Marí Bernat, A.R. Hormigón Armado y
pretensado – I. Edicions UPC, 1993.
[5] Naaman, A.E. “Engineered Steel Fibers with Optimal Properties for Reinforcement
of Cement Composites”. Journal of Advanced Concrete Technology, Vol. 1, No. 3,
November 2003, pp. 242.
[6] Rossi Pérez, J.C. “Obras con hormigones con fibras”. Hormigón y Acero, nº 228-
229, 2º y 3r trimestre 2003, pp. 187-206.
[9] Domingo Cabo, A., Lázaro C. y Serna Ros, P. “Construcción de la JCHYPAR, una
lámina delgada de hormigón reforzado con fibras de acero, en el oceanográfico de
Valencia”. Hormigón y Acero, nº 228-229, 2º y 3er trimestre 2003, pp.177-186.
[10] Nataraja M.C., Nagaraj T.S., Basavaraja S.B. “Reproportioning of steel fibre
reinforced concrete mixes and their impact resistance”, Cement and Concrete Research,
Vol.35, Massachusetts-Amherst 2005.
[11] Wang N., Midness S., Ko K. “Fiber Reinforced concrete beams under impact
loading”, Cement and Concrete Research, Vol.26, nº 3, Vancouver 1996.
[12] Kern B., Schorn H. “23 Jahre alter Stahlfaserbeton”. Beton – und Stahlbetonbau,
Vol. 86, September 1991, pp.205-208.
[13] Sun W., Mzhang Y., Yan H.D., Mu R. "Damage and damage resistance of high
strength concrete under the action of load and freeze-thaw cycles”, Cement and
Concrete Research Vol.29. Nanjing 1999.
[20] Laranjeira, F., Aguado de Cea, A., Molins Borrell, C. “Constitutive equations of
fiber reinforced concrete”, CD-ROOM Proceedings of the ECCOMAS Thematic
Coference on Computacional Methods in Tunneling (EURO:TUN 2007), August 2007,
Vienna.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Dupont, D. “Modelling and Experimental Validation of The Constitutive Law (σ-ε) and
Cracking Behaviour of Steel Fibre Reinforced Concrete”. Thesis, Katholieke
Universiteit Leuven, 2003.
RILEM TC 162-TDF: Test and design methods for steel fibre reinforced concrete. “σ-ε-
design method. Final Recommendation”. Materials and Structures, Vol.36, October
2003, pp. 560-567.
ANEJO A
AA.1 INTRODUCCIÓN
En segundo lugar se presentan en una tabla los resultados de las probetas cúbicas
ensayadas a compresión. En estos resultados se reflejan los valores de la resistencia a
compresión a los 28 días y el de resistencia a compresión el mismo día del ensayo de las
losas en el Laboratorio de Tecnología de Estructuras de la UPC.
Cubes
Dosage Compr. Str. Compr. Str.
Program (kg/m3) Fiber type Consistency 28 days when plates tested
(N/mm²) (N/mm²)
DR1285-C 20 RC-65/35-BN S4 36,5 38,0
DR1285-D 40 RC-65/35-BN S4 30,5 32,0
DR1285-I 0 Blanco S4 22,0 18,5
DR1285-J 20 RC-80/60-BN S4 29,0 30,0
DR1285-K 40 RC-80/60-BN S4 26,0 25,5
ANEJO D
CALIBRACIÓN DE LOS
INSTRUMENTOS DE PRECISIÓN
AD.1 INTRODUCCIÓN
1,00
0,75
0,50
Diferencia corregida,
comparador digital
0,25
0,00
-1,00 -0,75 -0,50 -0,25 0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
-0,25
-0,50
y = 1,001x + 0,0005
-0,75 2
R =1
-1,00
Diferencia desde base, mesa de calibración (mm)
1,00
0,75
0,50
Diferencia corregida,
comparador analóg.
0,25
0,00
-1,00 -0,75 -0,50 -0,25 0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
-0,25
-0,50
y = 1,0004x - 0,0012
-0,75 2
R =1
-1,00