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Apuntes de Clases Derecho Tributario 1ra Parte.1
Apuntes de Clases Derecho Tributario 1ra Parte.1
La historia nos ha enseñado que la vida del hombre, ya sea solo o agrupado, ha estado
marcada por el esfuerzo (trabajo) constante, en procura de los medios necesarios que le permiten
satisfacer sus necesidades básicas y fundamentales.
A medida que este hombre se agrupaba en sociedades cada vez mayores, sus
necesidades se hacían igualmente mayores y en especial refinadas o sofisticadas.
Así en tiempos primitivos en que el hombre actuaba individualmente, satisfizo sus
necesidades solo. Posteriormente y bajo el impulso social o gregario per se en este hombre, fue
formando grupos sociales de convivencia cada vez más amplios. La primera agrupación de que da cuenta
la historia, hoy considerada básica, fue la familia, en donde nacen ya las necesidades familiares.
Posteriormente el clan, la tribu y la nación, hicieron surgir nuevas y complejas necesidades que ya no
podían ser solucionadas individualmente.
Estas necesidades, surgidas de la agrupación y convivencia humana, son las hoy
llamadas “necesidades públicas o sociales”, en donde aparecen más marcadas las de defensa, salud,
educación, justicia, etc.
Bajo el imperativo de tener que organizar y satisfacer estas necesidades, el hombre
crea un ente superior en quien deposita la responsabilidad de cumplir con esta y otras tareas prioritarias
para su subsistencia.
Nace así el Estado, organización pública al servicio de la persona humana a la que se
le asignan múltiples funciones globalizadas bajo el término de “bien común”.
Muchos autores han escrito, estudiado, tratado, filosofado, clasificado, etc., desde
todos los puntos de vista el bien común; en nuestro curso lo concretaremos en “satisfacer las
necesidades de la sociedad en general”, no de las necesidades particulares en especial, es decir, no
participa activamente en su cumplimiento sino que subsidiariamente. Por lo tanto el hombre sigue
realizando actividades en procura de satisfacer sus necesidades individuales o familiares que no alcanzan
a entrar bajo el ámbito público.
Como ya dijimos el Estado para satisfacer las necesidades de los entes o personas
para las cuales está al servicio, requiere de medios financieros (recursos) para cumplirlas
adecuadamente.
El inciso 3º del artículo 1 de nuestra Constitución Política de la República señala que:
“El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual
debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y cada uno de los integrantes de la
comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos
y garantías que esta Constitución establece”.
Al leer este inciso, inmediatamente viene a nuestra imaginación que el Estado
requiere de medios para su realización, para que esta disposición no se convierta en letra muerta.
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La mayoría de los autores están contestes en el hecho de que casi no hay actividad
que realice el Estado en que no se produzca un gasto; consecuencia de ello es que necesariamente
deben obtenerse ingresos.
Retomemos el punto en que las necesidades particulares especiales que no alcanzan a
entrar en el ámbito público, debe satisfacerlas el hombre individualmente. A esta actividad particular la
doctrina la ha denominado como “Actividad Económica del Hombre”, y ha quedado entregada como
objeto de estudio de la “Economía Política”.
A su vez, la actividad que imprescindiblemente debe desarrollar el Estado para
procurarse los recursos financieros necesarios para cumplir con su misión, es lo que se ha llamado
“Actividad Financiera del Estado”, y es el objeto de estudio de las “Finanzas Públicas”. En este sentido
esta actividad organiza y realiza sus gastos. En la práctica esto se materializa a través de la realización de
un presupuesto en que contablemente se planifica el gasto fiscal o público para un determinado período
y la forma de obtención de los recursos necesarios para financiar este gasto.
Esta actividad del Estado en el campo financiero, está orientada por dos políticas: La
Política Fiscal y La Política Tributaria.
- La Política Fiscal es la encargada da la planificación tanto de los ingresos como del gasto público.
- La Política Tributaria, por su parte, está encargada de orientar al Estado en el nivel y forma de
distribución de la carga impositiva sobre los diversos entes que están bajo su economía, lo que
permite obtener diversos o determinados efectos ya sean directos o indirectos sobre la
economía nacional.
Pero antes de seguir tratando de la carga impositiva, debemos concretar la aparición
del impuesto en la vida jurídica del Estado.
Habíamos dicho que la política fiscal del Estado es la encargada de planificar el
ingreso público. Diversos autores enumeran variadas formas o fuentes que tiene el Estado para la
obtención de recursos, pero las más mencionadas son:
- La administración o explotación de su patrimonio: como sería, por ejemplo, el pago
de concesiones, muy de moda hoy; los excedentes o utilidades de las empresas públicas; la renta de sus
bienes; la venta de sus empresas (privatizaciones), etc.
- El crédito: es decir contraer obligaciones con terceros (deuda) ya sean nacionales
(deuda interna), o con extranjeros (deuda externa) (Banco mundial, FMI, etc.)
- Poder sancionatorio: es decir mediante la aplicación de multas u otras penas
pecuniarias a beneficio fiscal, que imponen algunos órganos del Estado por transgresiones a su
normativa.
- Emisión de papel moneda: es decir generar liquidez mediante la fabricación de dinero
con o sin respaldo. No usado hoy en día.
- Establecimiento de tributos sobre las actividades que desarrollan los entes bajo su
administración, entre estos, LOS IMPUESTOS, principal fuente de ingresos del Estado (según el Min. de
Hacienda desde su perspectiva macro económica es del 18% del producto interno bruto, y del 30% según
los analistas económicos)
Hemos llegado así a establecer de dónde proviene esta carga u obligación, como
veremos más adelante, de pagar tributos por las actividades desarrolladas o bienes que se posean por
los particulares.
Tenemos así al IMPUESTO, que es el objeto de estudio del Derecho Tributario (más
adelante veremos que el impuesto es una especie de tributo).
Respecto del gasto público, y de éste se dice que es "El empleo definitivo de riquezas que el Estado hace
para satisfacer las necesidades públicas".
Se trata de puntos de vista diferente, no se excluyen unos a otros, de modo que un mismo gasto puede
tener las tres cualidades. Por ejemplo, el sueldo o remuneración de los empleados fiscales, en un gasto
ordinario, de gobierno y, al mismo tiempo, pertenece a los gastos personales.
Para este curso basta saber los tipos de gastos más que su contenido. La importancia radica
eso si, en el presupuesto público, que como se dijo, contempla una previsión de los gastos que se
realizarán en un año (calendario), y de los ingresos que se dispondrán para cubrirlos. Cabe mencionar
aquí que en nuestro sistema financiero el presupuesto se fija a través de una ley ordinaria y que tiene su
vigencia preestablecida en ella misma (anual).
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II
¿COMO LLEGAMOS AL DERECHO TRIBUTARIO?
- Principio de Legalidad: Este principio fue elaborado por los romanos, el cual fue
trasmitiéndose a través de las distintas etapas de la elaboración del Derecho Chileno (nullum tributum
sine ledge), lo que quiere decir que no existe (o es nulo) un impuesto que no se haya establecido en
virtud una ley. En nuestro ordenamiento jurídico general, éste principio está consagrado
constitucionalmente, lo cual le otorga característica legal al sistema tributario o impositivo chileno. Esto
último tiene por objeto limitar la discrecionalidad del Estado en esta materia, no pueden establecerse
tributos por su propia facultad, tienen que necesariamente seguir el trámite legislativo con la
participación del Congreso Nacional.
Así, el artículo 65 de la Constitución Política, -artículo que queda bajo el párrafo de la formación de la
ley-, señala:
“Las leyes sobre tributos de cualquiera naturaleza que sean,.....sólo pueden tener su origen en la cámara
de diputados.
Corresponderá al Presidente de la República la iniciativa exclusiva de los proyectos de ley para:
1º Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza,
establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma, proporcionalidad o progresión.”
Esta norma Constitucional no puede interpretarse aisladamente, tiene que relacionarse
necesariamente con lo dispuesto en el artículo 63 Nº 14 y artículo 32 de la carta fundamental.
Estas normas dicen relación con aquellas materias que sólo pueden establecerse a través de
una ley: “Nº 14 Las demás que la Constitución señale como leyes de iniciativa exclusiva del Presidente de
la República”. Y a la potestad reglamentaria, en cuya virtud, éste puede dictar los decretos
Reglamentarios que sea necesarios para hacer aplicable a la realidad práctica, todas aquellas normas
generales o abstractas que se contienen en una ley.
Es decir, en materia tributaria el Presidente de la República tiene la iniciativa exclusiva para
proponer un proyecto de ley que diga relación con tributos. Para entender mejor esto recordemos que la
formación de la ley supone 3 procesos: Iniciativa, Discusión y Aprobación. La Iniciativa a su vez la puede
tener el Presidente de la República por mensaje que dirija al congreso, o la pueden tener los diputados o
senadores por moción. En el caso de los tributos, esta etapa de la formación de la ley sólo le corresponde
al Presidente, no pudiendo entonces diputados o senadores presentar una moción en este sentido.
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- Principio de la Capacidad Tributaria: Este principio, que junto con el de legalidad son
tal vez los más importantes dentro de esta materia, dice relación con la capacidad económica o
contributiva de la persona y no con la capacidad jurídica del derecho común, ya que este último dice
relación principalmente con la edad de las personas y su capacidad de ejercicio.
Capacidad tributaria en cambio, pueden tener las personas que carecen de capacidad de
ejercicio, como serían por ejemplos los infantes y los impúberes; basta para que estos “sujetos pasivos”
queden obligados que a su respecto se den las circunstancias originadoras de la obligación tributaria.
En nuestra legislación tributaria encontramos que incluso pueden ser sujetos pasivos de la
obligación tributaria los patrimonios personalizados (concepto de la teoría tributaria).
Así, en la ley de impuesto a la renta en los artículos 5º y 7º encontramos algunos ejemplos
de patrimonios personalizados como: comunidades hereditarias, simples comunidades, sociedades de
hecho, depósitos de confianza en beneficio de la criatura que está por nacer, depósitos hechos en
conformidad a un testamento, bienes que tenga una persona a cualquier título fiduciario, mientras no se
acredite quienes son los verdaderos beneficiarios de las rentas respectivas.
Por otra parte en la ley sobre impuesto a las ventas y servicios, encontramos que esta ley
considera como sujetos de IVA a las Comunidades y Sociedades de hecho que tengan a su respecto la
calidad de vendedores.
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III
EL PODER TRIBUTARIO
I. Concepto
Como ya dijimos, los tributos no nacen de contratos o convenciones celebrados por acuerdo
de voluntades; la obligación de pagar sumas de dinero al Fisco no emana del consentimiento de los
obligados, por el contrario, es algo que se impone a los contribuyentes y que éstos deben cumplir.
El Estado es quién obstenta esta potestad para imponer a las personas la obligación de
pagar tributos, prescindiendo al menos en forma inmediata, de su voluntad. A esa autoridad la llamamos
Poder Tributario. 1
Ese poder, siguiendo a Giuliani Fonrouge, lo podemos conceptuar como “la facultad o la
posibilidad jurídica del Estado, de exigir contribuciones con respecto a personas o bienes que se hallan
en su jurisdicción”.
Buscando una buena definición, que para serlo debe ser breve, podemos señalar que el
Poder Tributario es la facultad jurídica del Estado para crear tributos.
Ahora bien, esa facultad del Estado debe ejercerse en el marco normativo, propio de un
estado de derecho. Es decir, hoy en día es inconcebible un ejercicio discrecional de la misma por quien
es su titular.
Más aún, la mayoría de los Estados le han otorgado rango constitucional y es la norma
fundamental quien regula, en mayor o menor forma, el poder tributario.
La regulación del poder tributario, o como algunos la denominan, las limitaciones del
mismo, serán objeto de estudio en este capítulo. Esos límites pueden provenir principalmente de la
Constitución Política, pero también pueden tener su origen en el Orden Público Internacional.
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Debemos reconocer que también en esta materia existe terminología selvática y se puede referir al Poder
tributario con nombres como Potestad tributaria, Poder de Imposición, Supremacía Tributaria, Potestad Impositiva,
etc.
En consecuencia, sólo una ley puede crear tributos en Chile, tanto cualitativamente creando
un tributo nuevo, como cuantitativamente, aumentando uno ya existente, a través de ampliación del
hecho grabado, o subida de tasa, etc.
Ahora, siguiendo lo dicho, no sólo el establecimiento del tributo debe efectuarse a través de
una ley, sino que también sólo en virtud de la es posible:
a) Suprimir un tributo:
b) Reducir un tributo;
c) Condonar un tributo;
d) Establecer exenciones, y
e) Modificar exenciones.
La limitación implica también que la iniciativa para legislar sobre las materias señaladas
queda entregada, exclusivamente, al Presidente de la República. Por lo tanto, a la vez que consagra el
principio de la legalidad de los tributos, lo limita positivamente, impidiendo que los diputados y/ o
senadores, en forma individual o colectiva, puedan presentar un proyecto de ley relativo a las materias
indicadas. Cámara de origen: Cámara de Diputados.
Con el objeto de precisar en mejor forma, el principio de reserva, es útil plantearse dos
problemas, que pueden presentar alguna dificultad a saber:
a) Se ha escrito que el principio de reserva puede ser entendido en un sentido estricto y
riguroso, vale decir, que debe ser la ley quien regule, en forma completa, el tributo, pero también puede
estimarse en forma más flexible, que basta con que los elementos primarios o sustanciales sean
regulados por la ley lo que no excluye la concurrencia de otras normas de menor rango para reglamentar
aspectos menos trascendentes.
Nos inclinamos por ver, en la primera opción, la posición correcta por cuanto:
- Porque si la ley no establece los que denominamos elementos esenciales del
impuesto, vale decir, hecho gravado, contribuyente, base imponible y tasa, no podemos afirmar que el
tributo haya sido establecido por ley, pues si falta alguno de esos elementos, sencillamente no estamos
en presencia de un impuesto y el principio constitucional habría sido violado. En otros términos, el
principio de la reserva, tal cual es concebido en nuestro ordenamiento jurídico, exige que todos los
elementos del tributo sean determinados en la ley; cualquier apoyo en una norma inferior, atenta contra
el principio de la legalidad de los tributos.
- Por la dificultad, sino imposibilidad, de determinar cuáles serán los elementos de
segunda importancia que pudieran quedar entregados a ser disciplinados, por ejemplo, en un decreto
supremo.
- Porque la génesis del principio parte de la confrontación entre la autoridad de los
reyes y las reivindicaciones de los ciudadanos, a veces directamente y otras representados por los
parlamentos; los primeros querían mantener la potestad real para crea impuestos y los segundos
estimaban que sólo con el consentimiento de los ciudadanos, manifestado en forma directa o indirecta,
podían crearse tributos. Pensemos que, en alguna forma, los tributos son una manera de expropiación y
también, en alguna forma, podemos asimilar el poder real al Poder Ejecutivo.
Sin duda que esta manera de imposición está más cerca que la anterior de la igualdad, a que
aspira la garantía constitucional. Pero tiene defectos, porque aunque los ingresos sean iguales, ¿tendrán
la misma capacidad contributiva si estamos frente a un soltero o soltera o más bien frente a un padre o
madre de familia numerosa? Dicho en otra forma, este tipo de imposición respeta la capacidad
contributiva objetiva, general, absoluta, pero prescinde de la capacidad contributiva subjetiva individual
y relativa; porque el gravamen no será el mismo, aún cuando sean las mismas rentas y las mismas
circunstancias objetivas; Si el contribuyente está afectado por alguna enfermedad a si goza de buena
salud. Y la misma reflexión puede hacerse si la salud o la enfermedad acompañan a alguno de los
miembros de la familia. Podemos poner otro ejemplo, como si, con igualdad de ingresos y
circunstancias, una persona no necesita de estudios o perfeccionamiento y otro sí, debiendo incurrir en
gastos para obtenerlo.
Esta dificultad es superable a través de los créditos contra la base imponible y mejor aún,
mediante créditos contra el impuesto, existentes en nuestra legislación hasta el año 1985 por cargas
familiares. Pero el legislador prefirió derogarlos. A partir del año 2001, con la Ley N° 19.753, que
introdujo el artículo 55 bis en el D.L. N° 825, vuelven los créditos contra el impuesto global
complementario e impuesto único a las rentas de los trabajadores dependientes, por los intereses
pagados, devengados por créditos con garantía hipotecaria, destinados a la adquisición o construcción
de viviendas. Hacemos votos para que el legislador siga en esta línea y establezca créditos por gastos en
salud, adquisición de libros, revistas, elementos tecnológicos necesarios para un buen desempeño en el
trabajo.
Con esto llegamos a una conclusión, impactante en las apariencias, cual es la necesidad para
obtener una verdadera igualdad, de tratar en forma desigual situaciones desiguales o diferentes. La
igualdad no sólo permite sino que exige la formación de categorías, la clasificación de las diferentes
situaciones en que las personas pueden encontrarse a fin de adecuar a ellas la tributación; lógicamente,
en la medida que sean racionales y no constituyan discriminaciones arbitrarias o injustas.
Y ahora, estamos en condiciones de precisar que la idea de igualdad no pretende otra cosa
que la justicia en la carga tributaria, que deben soportar las personas para solventar la satisfacción de las
necesidades, principalmente colectivas, que tiene a su cargo el Estado.
4. El límite de la no confiscatoriedad
En rigor, los impuestos representan una privación autorizada al dominio, por expresa
disposición constitucional no pueden afectar el derecho de propiedad en su esencia. Un tributo es
confiscatorio cuando el monto de su tasa es de tal entidad que produce un grave perjuicio al derecho de
propiedad en su esencia o en cualesquiera de sus atributos (usar, gozar y disponer). Esto es, cuando
equivale a una parte sustancial del valor del capital, de la renta o de la utilidad.
El carácter de excesivo y, en consecuencia, ilegal del tributo, es posible determinarlo sólo a la autoridad
judicial, en función de las circunstancias objetivas concurrentes a su conformación. Ejemplo: situación de
guerra, de catástrofe o conmoción nacional.
No encontramos este límite dentro de la Constitución, al menos en forma expresa. Es
efectivo que encontramos en la letra g) del N° 7 de la C.P.E. la prohibición de imponer la pena de
confiscación de bienes, salvo respecto de las asociaciones ilícitas y los casos del comiso establecidos en
la ley. Pero su campo de aplicación es sólo el indicado, vale decir, el penal.
A pesar de ello, pensamos que existe un reconocimiento implícito del límite para el poder
tributario por cuanto:
Si bien el constituyente no lo estableció expresamente, no cabe duda que un impuesto confiscatorio
sería un ejemplo evidente de un tributo manifiestamente desproporcionado e injusto.
b) La categórica protección de la propiedad en el Nº 24 del artículo 19 de la Constitución
se vería burlada groseramente si fuera posible establecer un tributo confiscatorio, pues las personas se
verían privadas de los bienes o rentas afectadas, sin que se dictara una ley que autorizara la
expropiación.
Pero a partir de este punto, el límite, por falta de normativa, sólo puede originarnos problemas y así:
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5. Otras limitantes
Los principios descritos anteriormente no son los únicos. Se han señalado otros que
nos parecen más bien valores propios o genéricos, pero que no revisten la trascendencia de los
estudiados y así podemos nombrar:
a) La Seguridad; estimamos que no es un límite o principio del Poder Tributario, sino
que es el fin principalísimo, sino el único de nuestro ordenamiento jurídico; luego, también será el fin no
sólo del tema en análisis sino de todo el Derecho Tributario, pues éste es parte integrante del orden
jurídico.
b) La neutralidad o no intervencionismo queriendo significar que los tributos no deben
influir en la adopción de decisiones económicas por parte de las personas afectadas por ellos. En otros
términos, los tributos deben tener por finalidad la obtención de recursos para el Estado, una finalidad
exclusivamente fiscal. No sería lícito, en este contexto, pretender justicia, redistribución de la riqueza,
desarrollo ce ciertas zonas, etc.
Pero el principio tiene sus detractores y nuestra legislación es un buen ejemplo y así se
pretendió, en décadas pasadas obtener el desarrollo hacia adentro para lo que se establecieron
derechos aduaneros superiores al 100% del valor de los bienes; en términos generales, los impuestos a
la renta han pretendido redistribuir la riqueza a través de los impuestos progresivos y quizás si sea esta
característica de justicia, equidad, y solidaridad la que ha impedido la derogación de ese impuesto. Pues
al menos en Chile, al ser de una complejidad inconmensurable, supone una destinación de recursos tan
grande que no se justifica frente a su rendimiento; y pensemos que los recursos son destinados tanto por
parte del Estado, para fiscalizar el cumplimiento, como por parte de los contribuyentes, para disminuir lo
más posible la carga tributaria.
IV. Límites provenientes del Orden Jurídico Internacional
Es innegable la tendencia o evolución a la interdependencia de los Estados; pensamos que
principalmente debido a la fluidez de la información y comunicación se están diluyendo las separaciones
entre las diferentes naciones en aras de un creciente intercambio, colaboración, cooperación e
interdependencia. Más aún y en un plano más regional se está llegando a uniones que, en los casos más
avanzados, llegarán pronto a la eliminación de las fronteras y un poco más lejos nos daremos cuenta que
todos pertenecemos a la misma especie humana y habitamos el mismo planeta.
Esta tendencia tiene su impronta en materia tributaria y nos encontramos con un Poder
tributario limitado, en algunos casos, sin el ejercicio simultáneo de otro Poder Tributario y en otros, por
la concurrencia de otro u otros poderes tributarios.
del planeta, al crear un impuesto a la renta que afecta a las personas, sin residencia ni domicilio en Chile
aplicable a las remuneraciones por servicios prestados en el extranjero.
c) Artículo 4° del D.L. N° 825, sobre Impuestos a las Ventas y Servicios, grava las rentas
de bienes atendiendo a la ubicación del bien, sin importar el lugar en que se celebre la convención; la
doble tributación es evidente si otro Poder Tributario atiende al lugar en que se celebre la convención.
Los intentos de solución
1. En nuestra legislación
El artículo 5° del Código tributario faculta al Presidente de la república para dictar normas
que eviten la doble tributación internacional o que eliminen o disminuyan sus efectos.
Artículo 5.- Se faculta al Presidente de la
República para dictar normas que eviten la doble
tributación internacional o que eliminen o disminuyan sus efectos.
Es una disposición que, atendida su ubicación es aplicable a todo nuestro sistema tributario. Es una
disposición sin aplicación práctica y nos atreveríamos a afirmar con algún contenido de
inconstitucionalidad por lo que señalamos en el principio sobre la legalidad de los tributos. En efecto, la
concreción de la disposición codificada tendría que darse mediante el establecimiento de exenciones o
de créditos contra el impuesto; ahora bien, estas materias son propias de ley y no cabe la delegación de
facultades. Luego la aplicación por esa vía sería contraria a la Constitución.
Una norma muy parecida encontramos en el artículo 64 del D.L. N° 824, que faculta al
Presidente de la República para dictar normas que en conformidad a los convenios internacionales
suscritos y a la legislación interna eviten la doble tributación internacional o aminoren sus efectos.
Estimamos que adolece del defecto señalado.
Una apreciación diferente amerita el Párrafo 6° del Título II del DL N° 824, artículos 41 A, 41
B y 41 C, que contienen normas precisas relativas a la doble tributación internacional. Si bien no es el
momento de desentrañar su contenido, bien podemos afirmar que se trata de eliminar el efecto de la
doble tributación otorgando créditos contra los impuestos a pagar en Chile, por los pagados en el
extranjero.
Atención especial nos merece el artículo 1° de la Ley N° 16.271 de Impuesto a las Herencias,
Asignaciones y Donaciones, por cuanto plantea y soluciona un problema de doble tributación
internacional.
El problema se presenta al reglamentar la base impositiva del impuesto que está
conformada tanto por los bienes situados en Chile como los situados en el extranjero; es decir, la base
imponible está dada por el total de los bienes del causante. La doble tributación estará presente si existe
gravamen similar en el país en que se encuentren los bienes.
En seguida la norma da una solución consistente en un crédito contra el impuesto que deba
pagarse en Chile, equivalente al impuesto que se haya pagado en el extranjero por los bienes que se
hayan colacionado en el inventario.
El legislador consciente que ese crédito disminuirá el impuesto a pagarse en Chile, en
cantidades no determinables que pueden, incluso, absorber, total o parcialmente, el impuesto que
debería pagarse, exclusivamente, por los bienes situados en Chile, establece un tope al crédito. Las
razones de esta posibilidad pueden ser muchas, como la existencia de una mayor tasa en el país
extranjero o un gravamen integral a toda la herencia y no a la asignación de cada heredero, etc. El tope
al crédito contra el impuesto a pagar en Chile está dado, en forma indirecta, al señalar el legislador que
el monto del impuesto a pagarse en Chile no podrá ser inferior, en ningún caso, al que hubiera
correspondido si sólo se hubieran colacionado en el inventario los bienes situados en Chile.
Encontramos en nuestra legislación algunas soluciones de cortesía hacia países con los que
Chile tiene relaciones diplomáticas.
Así, el artículo 9° del D.L. N° 824 libera del pago del impuesto que establece a las rentas
oficiales u otras provenientes del país que los acredite, de los embajadores y otros representantes
diplomáticos, consulares u oficiales de naciones extranjeras y otros representantes diplomáticos,
siempre que, por una parte, exista reciprocidad con los representantes del Gobierno de Chile, en el
respectivo país y por otra, que esos funcionarios no sean de nacionalidad chilena. También exime de
impuesto a la renta las remuneraciones oficiales que esos funcionarios paguen a sus empleados, siempre
que sean de su misma nacionalidad y exista reciprocidad con los pares chilenos en el país de que se
trate.
En el mismo contexto pareciera estar la exención del Impuesto al Valor Agregado, contenida
en el N° 3, letra B, artículo 12, del D.L. N° 825, que libera del referido impuesto la importación de
especies efectuadas por las representaciones de naciones extranjeras.
Estados Unidos y Australia, y en negociación, con Australia, Austria, China, Cuba, Estados Unidos,
Finlandia, Holanda, Hungría, India, Italia y Kuwait.
Además ha suscrito convenios específicos en materia de transporte internacional con
Panamá, Uruguay, Paraguay, EE.UU. Singapur, Colombia, Francia, Alemania y Venezuela.
b) Aplicación del principio de la territorialidad; cada Estado gravará las rentas que se
produzcan dentro de sus fronteras, sin considerar, para ningún efecto, las que tengan su origen en otro
Estado. Suele denominarse como principio de exención íntegra.
La renta originada en otro Estado, pero de un nacional o residente se considera, pero no para gravarla,
sino para determinar la progresividad de las rentas, obtenidas en su territorio y que sí se gravan; es el
principio de la exención con progresividad, similar al tratamiento que da el artículo 54 del D.L. N° 824, a
las rentas exentas del Impuesto Global Complementario.
Como resultado lógico, podemos afirmar que, como los procesos de integración se irán
acelerando cada día más, la solución por alguna de las vías expuestas o por otras está a punto
alcanzarse.
IV
CLASIFICACIÓN DE LOS TRIBUTOS
Entonces, el Estado dotado de soberanía y facultado para procurarse sus recursos tanto
operativos como de inversión, tiene la potestad de crear, modificar y extinguir tributos, y como ya hemos
visto, los tributos son la principal fuente de ingresos que tiene el Estado para obtener los recursos
necesarios para satisfacer las necesidades públicas. En un principio sólo existía el impuesto, o mejor
dicho, el cobro que realizaba el Estado a los particulares se le llamaba simplemente impuesto sin
importar si el beneficio correlativo era inmediato o no, o si era necesario para utilizar un servicio, etc.
Expliquemos de que se trata esto; Las doctrinas más modernas han señalado que lo que el
Estado percibe o cobra a los particulares que se encuentren bajo su economía, debe llamarse tributo
(teoría tributaria), y que por tanto el impuesto viene a ser una especie de tributo, es decir existiría entre
uno y otro una relación de género a especie. Así la tasa y las contribuciones vendrían a ser otras especies
de tributos:
Estos consisten en el pago de una suma de dinero que debe realizar un contribuyente (sujeto pasivo),
hacia el Estado (sujeto activo), por haber incurrido el primero en un hecho gravado, sin que reciba una
contraprestación inmediata del segundo.
Se supone que lo que el Estado recauda se aplica a fines colectivos, en los que se encuentra
comprendido- en la mayoría de los casos- el sujeto afectado con la imposición.
Resulta entonces que el impuesto es el más común de los tributos, ya que a través de ellos, el Estado
obtiene grandes recursos, sin tener que dar, en forma inmediata pero si mediata, nada a cambio. Es por
esta razón que en los sistemas tributarios se establecen preferentemente impuestos.
Características:
- Es una obligación que reconoce como fuente la ley. El impuesto es una obligación de dar
o hacer, coactivamente, impuesta en virtud de una ley o de un acto expresamente
autorizado por ésta.
- Su objeto se materializa en una prestación de dar, generalmente una suma de dinero.
- Su imposición es coactiva. A diferencia de la tasa, en la que, según algunos autores, la
voluntad del obligado determina el nacimiento de la obligación. (el impuesto ante todo
es una obligación, es decir, una relación jurídica en virtud de la cual una parte tiene
derecho a exigir una detemrinada prestación de otra, que queda obligada a prestarla).
- El impuesto materializado importa un activo que, ingresado a la caja fiscal, permite la
satisfacción de las necesidades colectivas.
- El sujeto obligado no recibe ninguna contraprestación a cambio de su obligación.
B.- La Tasa:
Al contrario que los impuestos, la tasa, otra especie de tributo, se ha conceptuado como “la
contraprestación que el particular debe pagar al Estado, para que éste le preste un servicio público, ya
sea general o especial”.
Este concepto de tasa, como ya se dijo, se ha establecido para diferenciar primero el alto
grado de voluntariedad del particular (sujeto pasivo), en hacer uso del servicio que le ofrece el Estado
(sujeto activo), debiendo por ende soportar este pago (tasa).
Pero últimamente los tratadistas modernos han sostenido que muchas veces el pago de la
tasa no depende de la voluntariedad del sujeto, sino que por el contrario éste se ve obligado lisa y
llanamente a soportarla, ya que el Estado lo coloca en la necesidad de incurrir en ella, y dan como
ejemplo el peaje en las carreteras, ya que el Estado exige el pago de una suma de dinero por la
prestación de un servicio público determinado. A esta “especie” de tasa la llaman “derechos o tarifas”.
Características:
- Opcional en el acceso, se paga por quien hace uso del servicio.
- Por su carácter, el servicio que se proporciona debe ser otorgado por el Estado.
- El precio que el Estado cobra a través del Fisco o a las municipalidades es en todo caso
inferior al precio que ese servicio tendría si fuera proporcionado por entidades privadas.
Cabe destacar que para nosotros las tasas se encuentran comprendidas en el concepto de tributo, toda
vez que las tasas, al igual que los impuestos y contribuciones, reconocen su fundamento en el poder de
imperio, que el ordenamiento constitucional le reconoce al Estado.
C.- La Contribución:
Por último y fuera de esta especificación de si existe o no contra prestación inmediata del
Estado, encontramos a la contribución, otra especie de tributo que tiene una característica muy especial,
ya que se le aplica al propietario de un bien raíz cuando ha aumentado o incrementado el valor
(plusvalía) de su propiedad, en razón de haberse realizado por parte del Estado una obra pública que la
beneficiase.
La contribución por lo tanto, como su nombre lo indica, y a diferencia de los impuestos,
implica que el Estado ha realizado alguna obra pública que ha redundado en definitiva en un mayor valor
de los inmuebles del sector de la obra, por consiguiente el Estado va a exigir el pago de las
contribuciones correspondientes.
En nuestra realidad tributaria se le da erradamente el nombre de contribución al pago
del “impuesto territorial” que también afecta a los bienes raíces, pero ésta no es precisamente una
contribución, sino simplemente un impuesto establecido por la ley 17.235.
Características
- Es obligatoria
- Tienen un destino específico: favorecer en forma de bienes o servicios públicos a la
comunidad que se encuentra obligada a su pago
- La ventaja o beneficio que se da se expresa en el acceso a un bien o a un servicio público
costo cero.
3. Los impuestos, en cambio, como tienen por objetivo financiar el gasto público, no
implican necesariamente un beneficio para el obligado a su pago, incluso puede que el
obligado al pago no obtenga ningún beneficio por parte del Estado.
Según el destino que tiene el dinero recaudado, las contribuciones se pueden en clasificar en
contribuciones de mejoras y de funcionamiento.
- Contribuciones de mejoras: Su propósito es financiar la construcción de obras públicas.
El beneficio en este tipo de contribuciones se expresa en el mayor valor que
experimentan los inmuebles cercanos a la obra.
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Dentro del capítulo que acabamos de analizar, hemos podido comprobar que el impuesto es
el más común, y por ende el más importante especie de tributo y lejos el que más ingresos fiscales
produce, por lo que lo analizaremos aparte.
A.- Concepto:
En la legislación nacional no encontramos un concepto para los impuesto, pese a ello,
utilizaremos el que da el modelo de Código Tributario para Ámerica Latina Art. 15 (CTAL) se define al
impuesto como: “El tributo cuya obligación tiene como hecho generador una situación independiente de
toda actividad estatal relativa al contribuyente”.
Por lo tanto es una obligación que puede exigirse coercitivamente, consistente en el pago de una suma
de dinero por parte de los particulares, en favor del Estado, con el fin de otorgarle recursos con que
pueda cumplir con su finalidad.
Otra definición, del profesor Manuel Matus, dice que impuesto es “la cantidad de
dinero que el Estado exige de las economías privadas, en uso de su poder coercitivo, sin proporcionarle a
los contribuyentes, en el momento del pago, un servicio o prestación individual, y que está destinado a
financiar los egresos del Estado”.
Griziotti lo define como “Extracción coactiva sobre personas o entes que obtienen ventajas
generales o particulares por formar parte del Estado y que pagan el tributo independientemente de la
prestación de los servicios públicos especiales por parte del Estado”.
Giuliani Fonrouge lo conceptúa como “las prestaciones en dinero o en especie, exigidas por
el Estado en virtud del poder de imperio, a quienes se hallen en las situaciones consideradas por la ley
como hechos imponibles”
b.- Impuestos indirectos: Son aquellos que se recaudan por otras vías y que gravan el
empleo o gasto de la riqueza o de la renta, sin considerar a la persona del contribuyente ni su capacidad
contributiva.
Ejemplos: Impuesto al valor agregado; Impuesto de timbres y estampillas
b.- Indirectos: Son aquellos que permiten traspasar la carga tributaria del contribuyente a
un tercero. Esta modalidad tiene a su vez dos categorías:
b.1. El de traslado: El contribuyente desplaza la carga tributaria hacia un tercero que en
definitiva la soporta.
b.2. El de recargo: El impuesto se incluye en el precio de lo que se vende o del servicio que
se presta, por lo que el impuesto se recarga en el precio.
En el ámbito del Derecho Tributario, aparece un vínculo cuya naturaleza es múltiple y que
existe entre el sujeto activo (Fisco) y el pasivo (contribuyente); este vínculo múltiple es lo que la doctrina
ha pasado a denominar “relación jurídica tributaria”.
Podemos definirla como “aquél vinculo jurídico en virtud del cual un sujeto, denominado
activo (FISCO), se encuentra facultado por la ley para exigir del otro, denominado pasivo
(Contribuyente), el cumplimiento de una determinada prestación de contenido patrimonial”.
Esta relación múltiple además es compleja, ya que se encuentran insertas en ella la
obligación de los contribuyentes a dar (pagar) ciertas sumas de dinero, por haber incurrido en un hecho
que la ley tipificó como “hecho grabado” que exige el desembolso, y aquellas otras obligaciones con sus
correlativos derechos que no tienen por obligación dar (pagar) sino que son de hacer, y que permiten,
por regla general la administración y transacción por partes de los entes que quedan bajo su tutela, del
pago efectivo y verídico del tributo establecido en la ley.
Antiguamente se empleaban los términos “relación jurídica-tributaria” y “obligación
tributaria” para designar el conjunto de relaciones que se generan entre el Estado, organismos de la
Administración Financiera y los sujetos pasivos y otros obligados a las prestaciones derivadas a los
impuestos.
De acuerdo con lo señalado por Fonrouge, en su obra Derecho Financiero, tres corrientes se han dado en
la doctrina en relación con el tema:
a) Las relaciones de orden jurídico generadas entre el Estado y los particulares a
consecuencia de la imposición, constituyen la obligación tributaria. En esencia, esta corriente doctrinal
postula que existen, una obligación tributaria principal o substancial o de pago, que constituye una
obligación de dar en virtud de la de la cual el sujeto pasivo debe entregar al sujeto activo una especie o
suma determinada de dinero y, obligaciones accesorias o formales, cuyo objeto es facilitar el
cumplimiento de la obligación principal.
b) El vínculo obligacional impositivo está constituido por obligaciones de dar y obligaciones
concurrentes, autónomas. El jurista Varoni opina que no existen obligaciones tributarias principales y
accesorias, y aunque ambas tienen contenido variado, son obligaciones de carácter autónomo.
c) Las múltiples relaciones generadas por el impuesto constituyen la relación jurídico -
tributaria. Fonrouge afirma que el jurista Giannini fue el primer autor en emplear el concepto de relación
jurídico-tributaria, concibiéndola como los derechos y deberes recíprocos que surgen entre el Estado y
los contribuyentes derivados de las normas reguladoras de las obligaciones tributarias.
El propio Fonrouge acepta el concepto de relación jurídico-tributaria, concluyendo que “ella está
integrada por los correlativos derechos y obligaciones emergentes del ejercicio del poder tributario, que
alcanza al titular de éste, por una parte, y a los contribuyentes y terceros por la otra”.
En términos coincidentes con el de Fonrouge, el jurista peruano Pedro Flores señala que “la relación
jurídico-tributaria viene a ser el género y es una expresión abstracta.
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La obligación tributaria es la expresión concreta, verificado el hecho imponible que establece la Ley que
determina la existencia de un crédito a favor del acreedor y un débito de cargo del deudor.
Como vemos, formando parte de un universo más amplio, como es el de la relación jurídico-tributaria,
aparece con contenidos propios la obligación tributaria; de tal suerte que podemos concluir que la
relación jurídico-tributaria es el género, y la obligación tributaria, es la especie.
Entonces, Relación Jurídico Tributaria:
1. Obligación Tributaria:
a) Vínculo personal entre el Estado y el sujeto pasivo;
b) Siempre es obligación de dar (suma de dinero y por excepción cantidades de cosas);
c) Tiene su fuente en la ley;
d) Nace al producirse el presupuesto de hecho previsto por la ley;
e) Es autónoma, aún con respecto a otras instituciones del derecho público.
2. Otros deberes u omisiones (Obligaciones accesorias): son de hacer o no hacer, su establecimiento se
encuentra en la misma ley, puesto que en nuestro Derecho no es permitido imponer restricciones a los
derechos constitucionales sino en virtud de una ley.
a) De cargo del contribuyente;
b) De cargo de terceros;
c) De cargo del Estado.
Por ejemplo: la presentación de determinadas declaraciones, llevar libros de contabilidad. Estos son
denominados deberes accesorios.
La relación del contribuyente son el SII está regulada por ley, y por normas del mismo servicio. La
principal característica de estas normas se inspira en el rol fiscalizador que la ley asigna al servicio, por lo
que son siempre profiscales. Se constituyen por una serie de obligaciones de hacer y de no hacer.
petición del Director Regional del Servicio de Impuestos Internos, y a las multas de un veinte a un cien
por ciento de una unidad tributaria anual, establecidas en el numerando quince del Código Tributario.
Al respecto el tributarista Vanoni estima que no existe una obligación principal y otras
subordinadas o accesorias, sin que todas ellas sean autónomas, sin que la preeminencia de la obligación
de dar y la circunstancia de que las distintas obligaciones concurran al desarrollo de aquella, debe inducir
al error de considerar que éstas son simples momentos o como obligaciones colaterales del vínculo de
pagar el tributo.
Todas las obligaciones son autónomas, pero de contenido variado y no pueden reducirse a la
sola obligación de pagar.
1.- Elemento fáctico de la obligación tributaria: Corresponde al hecho gravado (hecho imponible o
presupuesto de hecho de la obligación tributaria). Puede definirse como la circunstancia o conjunto de
circunstancias previstas en la ley que dan origen a la obligación tributaria.
El presupuesto de hecho, es entonces, la fuente inmediata de la obligación tributaria.
Ahora bien, como la ley de la renta contempla tributos por categorías, un impuesto especial
(tasa adicional del Art. 21) a las Sociedades Anónimas y Encomanditas por acciones, y los impuestos
Global Complementario y Adicional, en cada uno de ellos habrá un hecho gravado particular, consistente
en el devengo o percepción de ingresos comprendidos en el concepto general de renta ya dado.
b) Hecho gravado en la Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios. (DL. Nº 825 de 31-12-74)
La Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios contempla los siguientes impuestos:
a) El Impuesto al Valor Agregado.
b) Impuesto Especial a las Ventas y Servicios.
Analizaremos sólo los hechos gravados básicos del Impuesto al Valor Agregado.
b1) Hecho gravado básico de ventas. Está enunciado en el inciso 1º del Art. 8º que
señala que el impuesto al valor agregado afecta a las ventas y servicios, y definido en el Nº 1 del Art. 2º
del DL. Nº 825, que prescribe que se entiende por venta. “toda convención independiente de la
designación que le den las partes, que sirva para transferir a título oneroso el dominio de bienes
corporales muebles, de una cuota de dominio sobre dichos bienes o de derechos reales constituidos
sobre ellos, como, asimismo, todo acto o contrato que conduzca al mismo fin o que la presente ley
equipare a venta”.
Por su parte, el Nº 3 del Art. 2º de la ley, señala que se entiende por “vendedor”, “cualquier
persona natural o jurídica, incluyendo las comunidades y las sociedades de hecho, que se dediquen en
forma habitual a la venta de bienes corporales muebles, sean ellos de su propia producción o adquiridos
de terceros. Corresponderá al S.I.I., calificar, a su juicio exclusivo, la habitualidad”.
De las disposiciones referidas, los requisitos que exige la ley para que se configure el hecho
gravado básico de venta, y en consecuencia nazca la obligación tributaria, son los siguientes:
1º Que se celebre una convención que sirva para transferir el dominio o una cuota de él, o de otros
derechos reales,
2º Que, dicha convención recaiga sobre bienes corporales muebles;
3º Que, la transferencia sea a título oneroso, y
4º Que, la convención sea realizada por un vendedor (Art. 2º Nº 3 en la relación con el inc. 1º del Art. 10
de la Ley) (habitualidad).
b.2. Hecho gravado básico de servicio. Está contenido en el Nº 2 del Art. 2º ya citado, que define por
“servicio”, la acción o prestación que una persona realiza para otra y por la cual percibe un interés,
prima, comisión, o cualquiera otra forma de remuneración, siempre que provenga del ejercicio de las
actividades comprendidas en los Nºs 3 y 4, del Art. 20, de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
De acuerdo con el concepto legal, tres son lo requisitos del hecho gravado básico de servicio.
1º Que una persona (prestador de servicios) realice una acción o prestación en favor de otra;-
2º Que, se perciba por esa acción o prestación, un interés, prima, comisión o cualquiera otra forma de
remuneración, y
3º Que, la acción o prestación corresponda al ejercicio de alguna actividad comprendida en los Nºs 3 y 4
del Art. 20º de la ley sobre Impuesto a la Renta.
Tales actividades corresponden al ejercicio de la industria, el comercio, la minería,
compañías aéreas, bancos, empresas constructoras, radiodifusión, televisión, procesamiento automático
de datos, profesiones desarrolladas en forma de empresa como la de Corredores que empleen capital,
Comisionistas con oficina establecida, academia e instituciones de enseñanza particular, etc.
c) Hechos gravados en la Ley sobre impuestos Territorial Ley Nº 17.135 D.O. 24-12-69.
El hecho gravado en la Ley de Impuesto Territoriales es el bien raíz, sea agrícola o no agrícola.
d) Hecho gravado en la Ley sobre Impuestos a las Herencias y Donaciones. (Ley Nº 16.271)
El hecho gravado general de esta ley es el desplazamiento del dominio de los bienes a título gratuito,
consistentes en las asignaciones líquidas, ya sea a título universal, como las herencias, y a título singular
como en los legados y donaciones.
e) Hecho gravado en la Ley sobre impuesto de timbres y estampillas . DL. Nº 3.475 D.O. de 4 de
Septiembre de 1980, que modifica el DL. 619 de 1974.
Grava en general las actuaciones y documentos que dan cuenta de actos jurídicos, contratos y otras
convenciones.
La mayoría de los autores reconoce que el sujeto pasivo de la obligación tributaria puede tener la
capacidad de “deudor directo” en cuyo caso la incidencia del impuesto afecta a su propio patrimonio, o
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la de responsable del impuesto obligado al pago, con el carácter de deudor solidario o subsidiario de la
obligación tributaria.
Por nuestra parte, clasificaremos al Sujeto Pasivo de la obligación tributaria, de acuerdo al Rol específico
que este cumple frente al Estado, en:
Tercero responsable: Es la persona que eventualmente y por mandato de la ley, puede encontrarse en la
necesidad de responder ante el Fisco, de una obligación tributaria ajena, ya se trate de la deuda de un
contribuyente directo o que éste haya debido retener y enterar en arcas fiscales en calidad de sustituto.
Tal es el caso del adquirente de un establecimiento comercial que, según el Art. 71 del
Código Tributario tiene el carácter de fiador respecto de las obligaciones tributarias insolutas
correspondientes a lo adquirió que afectan al vendedor o cedente. Asimismo encontramos la institución
del 3º responsable en la disposiciones del Artículo 76 de la Ley sobre Impuesto a la Renta, que expresa:
“los habilitados o pagadores de rentas sujetas a retención, los de instituciones bancarias, de ahorro o
retiro, los Socios Administradores de Sociedad de Personas y los Gerentes y Administradores de
Sociedades Anónimas, serán considerados Codeudores solidarios de sus respectivas instituciones,
cuando ellas no cumplieren la obligación de retener el impuesto que señala esta ley”.
1. El hecho gravado
2. La base imponible
3. La tasa o porcentaje
4. Las obligaciones anexas
5. Fecha y Lugares de pago
6. La forma de solucionar los impuestos
7. Los plazos de prescripción
8. Los procedimientos, tribunales y recursos correspondientes en caso de establecerse
controversias tributarias.
Concepto de Base Imponible: Es el valor monetario que se le asigna a la riqueza (bienes), renta, acto,
contrato o convención, sobre el cual se aplica la tasa del impuesto para obtener el monto de la obligación
tributaria substancial.
Tasa del impuesto: Es la cuantía, razón alícuota o porcentaje del impuesto que se aplica sobre la base
imponible.
No debe confundirse este concepto de tasa con la especie de tributo que lleva su mismo
nombre, y que según Manuel Matus Benavente, es “la prestación pecuniaria que el Estado exige de los
particulares por el uso actual de un Servicio Público”.
La Administración (en nuestro caso, el S.I.I.) no es titular del derecho de crédito que genera
la obligación tributaria; ella es sólo la gestora de los intereses públicos que corresponden al Estado, y
como tal, sólo debe acatar las normas de orden público que la autorizan sólo para extinguir la obligación
tributaria por mutuo disenso no novarla por ejemplo.
Modos de extinguir las obligaciones son los actos o hechos jurídicos cuya ocurrencia libera al
deudor de la prestación a que estaba obligado.
El derecho común (Código Civil) contempla los siguientes modos de extinguir las
obligaciones: (Ver página siguiente).
El siguiente cuadro nos señala el concepto de cada modo de extinguir, destacando aquellos
que tienen aplicación en materia impositiva.
1. Resciliación o Mutuo disenso
2. Solución o pago efectivo
3. Novación
4. Transacción
5. Remisión o condonación
6. Compensación
7. Confusión
8. Pérdida de la cosa que se debe
9. Declaración de nulidad o rescisión de las obligaciones
10. Evento de la condición resolutoria
11. Prescripción
12. Dación en pago
13. Plazo extintivo
14. La muerte del acreedor a deudor en determinados.
2. Novación, es la sustitución de una nueva obligación - Sólo cabría por voluntad del a otra
anterior, la cual queda por tanto, extinguida legislador mediante una ley
. (Art. 1828 C.C.) especial.
4. La pérdida de la cosa que se debe, opera cuando el - Siendo la obligación objeto de la obligación es
un cuerpo cierto, y éste tributaria de dinero, es desaparece o se destruye, extinguiéndose
la una obligación de género y el género no obligación perece, por lo cual
no se extingue por este
para el deudor a menos que éste se haya constituido modo.
en mora o sea culpable del hecho, caso en el cual
subsiste la acción de indemnización de perjuicios
en su contra.
5. La remisión o condonación Consiste en el perdón -Sólo cabría la condonación de total o parcial de
la deuda impuestos hecha por el acreedor, quien impuestos por la ley, ya que los Directores
Regionales, solo están autorizadas para condonar sanciones administrativas (multas) e
intereses penales por la mora en el pago de los impuestos (Art. 6º; B) Nºs 3 y 4.
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c) El Art. 74 de la ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios , autoriza al contribuyente
gravado con el IVA, que tenga remanentes de crédito fiscal durante 6 meses
consecutivos para imputar dicho
remanente acumulado y debidamente reajustado, a cualquier clase de impuesto
fiscal que adeuden.
7. Nulidad o rescisión:
La Nulidad Absoluta es la sanción legal prescrita para los actos y contratos en que se han omitido
requisitos exigidos en consideración a su naturaleza o especie, o por que adolecen de objeto o causa
ilícita.
Nulidad Relativa o Rescisión, es la sanción legal que afecta a los actos o contratos celebrados con
omisión de un requisito exigido en consideración a la calidad o estado de las partes. (Art. 1661 C.C)
En lo tributario, en virtud del principio de legalidad de los impuestos, no tienen cabida
este modo de extinguir las obligaciones aplicable en derecho privado.
8. El evento de la condición resolutoria:
En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria tácita de no cumplirse por una de las
partes lo pactado, lo que autoriza a la otra parte para pedir a su arbitrio, la resolución o el cumplimiento
del contrato con indemnización de perjuicios.
La obligación tributaria nace de la Ley, no se genera en un contrato, por lo tanto, este modo,
no tiene aplicación en ello.
11. El plazo extintivo, extingue la obligación cuando se ha convención en un plazo para cumplir lo
pactado.
12. La muerte del acreedor o del deudor, extingue la obligación en algunos casos.
El Estado, sujeto activo de la obligación tributaria es permanente; el sujeto pasivo o deudor, si muere,
traspasa sus derechos y obligaciones a sus herederos.
13. Solución o pago efectivo Extingue la obligación tributaria. Sus
modalidades se estudian en capítulo aparte.
EL PAGO O SOLUCIÓN
En materia tributaria, el pago implica por parte del contribuyente la satisfacción del impuesto, esto es,
enterar en arcas fiscales la suma que se desprenda de aplicar la tasa del impuesto a la cuantificación del
hecho gravado (base imponible).
eventualmente, lo realice quien no sea el sujeto del impuesto o bien el que soportó en su patrimonio la
carga del tributo.
7.1. Reajuste
Es evidente que si el impuesto no se paga dentro de plazo, surge de inmediato la
posibilidad de que dicha suma que llamaremos capital, si entre la fecha en que se debió pagar y el pago
efectivo hay un plazo superior a un mes, se vea afectada por el proceso inflacionario.
De lo expuesto surge que se hace necesario corregir monetariamente la suma
adeudada, esto es, reajustarla y el artículo 53 inciso primero señala como fórmula el porcentaje de
variación que haya experimentado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el período comprendido
entre el último día del segundo mes que precede al del vencimiento y el último día del segundo mes que
precede al del pago.
Así, por ejemplo, un contribuyente del Impuesto a las Ventas y Servicios que debía
pagar dicho tributo del mes de junio hasta el día 12 de julio y, en definitiva, lo pagó el 10 de septiembre.
En este caso, se debe calcular la variación del IPC entre el 31 de mayo (último día del segundo mes que
precede al vencimiento: julio) y el 31 de julio (último día del segundo mes que precede al pago efectivo:
septiembre).
El artículo 53, inciso segundo, señala que si los impuestos fueron pagados fuera de
plazo, pero dentro del mismo mes calendario de su vencimiento, no habrá reajuste.
7.2. Intereses
Cuando el Fisco no recibe el pago de los tributos en forma oportuna, deja de percibir
recursos que debían incorporarse en su patrimonio y, asimismo, deja de utilizarlos en lo que había
estimado oportuno. El Fisco, entonces, asume un coste de oportunidad que debe ser compensado por el
contribuyente moroso.
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7.3. Multas
El retardo en que incurre el contribuyente para efectos del pago de la obligación
tributaria principal, no sólo acarrea la corrección monetaria y el devengo de intereses, sino que además
constituye para nuestro legislador una infracción tributaria que se va a sancionar con una multa.
Para efectos de precisar la multa que se va a aplicar sobre el retardo, se debe
distinguir si se trata de un impuesto de retención o recargo o no.
En el primer caso, conforme al artículo 97 Nº 11 del Código Tributario y, en el
segundo, la del artículo 97 Nº 2 del mismo texto legal.
b) La prescripción
Para efectos de nuestro estudio, sólo nos interesa la prescripción extintiva, que se podría
conceptualizar de la siguiente manera “Un modo de extinguir acciones y derechos ajenos por no haberse
ejercido dichas acciones y derechos durante cierto apso de tiempo y concurriendo los demás requisitos
legales”. Art. 2492 CC.
Por otra parte, el art. 1567 define “La obligación se extingue en todo o en parte… N 10 por la
Prescipcion”.
Por lo que estamos en presencia de una institución que persigue lograr la certeza de las relaciones
jurídicas. En el ámbito de las obligaciones, la prescripción es un modo de extinción de las mismas y se
viene a constituir en un medio de sanción a aquel acreedor negligente que dejó pasar el tiempo sin
ejercer sus acciones y derechos. Por lo tanto en materia tributaria lo que prescribe sería la acción del
Fisco para exigir el pago de los tributos o para fiscalizar.
En el ámbito impositivo se advierten tres acciones con naturaleza y características similares
y distintas a la vez, y que son:
- La acción de cobro de impuestos
- La acción sancionadora
- La acción fiscalizadora
A. Acción de cobro de impuestos: “facultad que tiene el Fisco para que en su calidad que tiene
como sujeto activo o acreedor, pueda exigir y requerir el cumplimiento aún forzado de ella ”.
B. Acción sancionadora: “Es la facultad que dispone el SII, para perseguir la responsabilidad
infraccional de carácter administrativo y|o penal de un contribuyente”.
C. Acción fiscalizadora: “Es la facultad que dispone el SII, entre nosotros, para examinar a un
contribuyente, liquidar y girarle las diferencias correspondientes”.
Artículo 201.- En los mismos plazos señalados en el artículo 200, y computados en la misma forma,
Prescribirá la acción del Fisco para perseguir el pago de los impuestos, intereses, sanciones y demás
recargos.
De esto, se concluye que el plazo para el ejercicio de la acción fiscalizadora y acción de cobro, es el
mismo que contiene el artículo 200, el cual reconoce un plazo ordinario y extraordinario de prescripcion.
Hay que distinguir entre aquellas que tienen por objeto castigar el no pago o el retraso en el pago de las
obligaciones tributarias, de aquellas que están asociadas a infracciones.
En estos casos no rige el plazo de 3 y 6 años correspondientes, sino que para las sanciones pecunarias
que son relacionadas a un delito, cuando quien aplica las sanciones es un Tribunal con competencia en lo
penal, el plazo de prescripción será el que se establece para el delito correspondiente y que será de 5
años para simples delitos, o 10 años para crímenes.
Cuando la pena es compuesta, es decir transita desde una pena de presidio menor a una de presidio
mayor, se aplica el plazo de prescripción de la pena mayor, esto es 10 años, según la Corte Suprema. Y
este es el criterio que actualmente aplica el servicio, ya que antes se aplicaba el plazo de prescripción del
código penal a las infraciones tributarias sancionadas penalmente, sin considerar que gran parte de ellas
no eran aplicadas en sede penal.
Por lo tanto, para que opere la prescripción es necesario que concurran los siguientes requisitos:
Regla General. De 3 años, contados desde que se hizo exigible el impuesto, es decir, desde que vence el
plazo establecido para su declaración y pago. Ejemplo de ello sería en el caso del Impuesto a las Ventas y
Servicios del mes de julio de 1993, que vencía en su pago el 12 de agosto del mismo año, prescribirá el 12
de agosto de 1996.
Excepción. Que será de 6 años el plazo de prescripción, contado desde que se hizo exigible el impuesto si
se dan los siguientes requisitos copulativos:
• Se trate de impuestos sujetos a declaración.
• La declaración no se hubiese presentado o si se presentó, fuere maliciosamente falsa.
Ejemplo de ello sería el caso del Impuesto a las Ventas y Servicios del mes de julio de 1993 que no se
declaró (a diferencia del caso anterior que se declaró un impuesto menor) y debía pagarse el 12 de
agosto de 1993, prescribe la acción del Fisco el 12 de agosto de 1999.
La expresión “maliciosamente falsa” a que alude la disposición en estudio y, con relación a las
declaraciones, implica la idea de que éstas se han hecho en forma dolosa o con mala fe, con el objeto de
ocultar la verdad. Quien califica esto, es en su etapa administrativa el SII o el juez en la etapa
contenciosa.
Prórroga de los plazos de prescripción. Los plazos de 3 ó 6 años, que ya hemos analizado, es posible que
se prorroguen, conforme a lo que se señala en el artículo 200 en relación al artículo 63 del Código
Tributario. Operará esta prórroga si se da el trámite de la citación, medio especial de fiscalización que el
Código otorga al Servicio y que consiste en que el contribuyente deberá aclarar, rectificar, adicionar o
mantener una declara ción ya efectuada en un plazo de un mes, desde que el Servicio se lo exige,
pudiendo prorrogarse este plazo de la citación por el Servicio a solicitud del contribuyente hasta por 30
días más.
Artículo 63.- El Servicio hará uso de todos los medios legales para comprobar la exactitud de las
declaraciones presentadas por los contribuyentes y para obtener las informaciones y antecedentes
relativos a los impuestos que se adeuden o pudieren adeudarse.
El Jefe de la Oficina respectiva del Servicio podrá citar al contribuyente para que, dentro del plazo de
un mes, presente una declaración o rectifique, aclare, amplíe o confirme la anterior. Sin embargo, dicha
citación deberá practicarse en los casos en que la ley la establezca como trámite previo. A solicitud del
interesado dicho funcionario podrá ampliar este plazo, por una sola vez, hasta por un mes. Esta facultad
podrá ser delegada en otros jefes de las respectivas oficinas.
La citación producirá el efecto de aumentar los plazos de prescripción en los términos del inciso 4° del
artículo 200 respecto de los impuestos derivados de las operaciones que se indiquen determinadamente
en ella.
El artículo 200, inciso final, establece que si existe citación del contribuyente de
conformidad al artículo 63 u otras disposiciones que estableciesen dicho trámite para determinar o
reliquidar un impuesto, los plazos de prescripción se aumentarán en 3 meses, desde que se cite al
contribuyente. Ahora bien, si el contribuyente logra que el servicio le otorgue más plazo para el trámite,
que como se dijo puede ser hasta por un mes más, según el artículo 200, la prórroga de los plazos de
prescripción se va a ver aumentada en el número de días que al contribuyente se le otorguen por el
Servicio como plazo adicional en la citación.
Finalmente, debemos señalar que el Art. 63 del Código Tributario en su inciso
segundo, señala que para que la citación produzca la prórroga de los plazos de prescripción, ella debe
señalar las operaciones e impuestos en forma determinada y no en términos generales.
La Ley Nº 19.506 incorporó al texto del artículo 200 el criterio de que en los plazos
antes señalados, esto es, tres y seis años, respectivamente, prescribirá la acción del Fisco para perseguir
las sanciones pecuniarias que accedan a los impuestos adeudados, tema de importancia porque no se
hace otra cosa que adherir al principio de la accesoriedad:
Si la obligación principal cuyo incumplimiento trae aparejadas sanciones se extinguen
en un plazo de tres o seis años, las acciones para perseguir las sanciones también prescribirán en los
mismos plazos.
La citada ley agregó, asimismo, un inciso final al artículo 200 consistente en que
tratándose de acciones que persigan sanciones pecuniarias y otras que no estén relacionadas al pago de
un impuesto, prescribirán en un plazo de tres años desde que se cometió la infracción, cuestión de
notoria relevancia con respecto a la acción que el Servicio puede ejercer por infracciones que haya
cometido el contribuyente, respecto de la cual hasta antes de la ley se aplicaba la regla general de
prescripción del Código Penal: 5 años.
Una vez hecha la declaración maliciosamente fasa, ello tiene dos efectos
1. Civiles. Transformando un plazo ordinario en extraordinario, ya que el servcio queda facultado
para revisar nuevamente todas las declaraciones del contribuyente, como también liquidar,
reiquidar y girar impuestos con efectos retroactivos.
2. Penales. Ya que se configuran delitos tributarios los cuales a demás de sancioanrse con multas,
pueden ser sancionados con penas corpotales, como presidio en distintos grados. En este
sentido, las declaraciones que son incompletas también se consideran maiciosamente falsas, art.
97 y ss.
El dolo no es sinónimo de maliciosamente falso, ya que dolo es la representación del sujeto en donde
éste sabe y consiente en lo negativo de su actuar. Y la malicia puede entenderse como aquél resultado
que puede obtenerse o no.
Ambos casos traen consigo, las situaciones conexas, cuando a una declaración se le considera
maliciosamente falsa todo lo que tenga relación a esa declaración también se le considerara
maliciosamente falsa, en donde también se deberá investigar y para ello podrá ampliarse el plazo a los 6
años, sea para los socios de una sociedad o para otros partícipes.
La interrupción y la suspensión de la prescripción
Se alude a la interrupción de la prescripción cuando se produce un hecho o acto que viene a
poner término al plazo que se había comenzado a computar y que no es sino una manifestación de
voluntad del acreedor de ejercer la acción necesaria para obtener el pago.
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La suspensión, por su parte, acarrea un hecho o acto que deja en suspenso el plazo de
prescripción que se había comenzado a computar y, por ello, una vez que ese hecho se extinga el plazo
continúa contándose.
A. La interrupción de la prescripción. Es el efecto que producen ciertos actos del acreedor o del
deudor en el sentido de detener el curso de la prescripción, haciendo ineficaz el tiempo
transcurrido hasta la fecha del acto de interrupción, iniciándose un nuevo término de
prescripción. Es el artículo 201 del Código Tributario la norma que viene a señalar los casos en
que la acción del FISCO para cobrar impuestos se interrumpe. Estos son:
- Desde que intervenga reconocimiento u obligación escrita , es decir, aquella situación en que el
contribuyente reconoce por escrito la deuda y ello trae como consecuencia que el plazo se
pierde. Se comienza, una vez verificado el reconocimiento de la obligación, a contar un nuevo
plazo regido por la regla general del artículo 2.515 del Código Civil de 5 años.
Art. 2515 CC – Este tiempo es en general de 3 años para las acciones ejecutivas y de 5 para las
ordinarias.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de 3 años, y convertida en ordinaria
durará solamente otros dos.
- Desde que intervenga requerimiento judicial. El artículo 171 del Código Tributario se refiere al
requerimiento judicial en el sentido de que se trata de un acto realizado por un recaudador fiscal
el que, en calidad de ministro de fe, requiere de pago al deudor. En este caso no comienza a
contarse plazo alguno, a partir de ese hecho, ya que el Fisco persigue derechamente exigir el
pago.
B. La suspensión de la prescripción.
Es la paralización del cómputo del plazo de prescripción que se produce por la concurrencia de
circnstacias especiales, y cuya partcularidad es que una vez que cesan dichas circunstancias, el plazo sgue
corriendo. De esto se entiende que hay un a causal o circunstancia al inicio del plazo de la prescripción, si
el término ha transcurrido, este tiempo no se pierde, sino sólo deja de computarse.
Causales
1. Por impedimento de girar impuestos reclamados
“Los plazos establecidos en el presente artículo y en el que antecede se suspenderán durante el período
en que el Servicio esté impedido, de acuerdo a lo dispuesto en el inciso 2° del artículo 24, de girar la
totalidad o parte de los impuestos comprendidos en una liquidación cuyas partidas o elementos hayan
sido objeto de una reclamación tributaria” art. 201 inc final.
En consecuencia para entender suspendida la prescripción es necesario que el servicio esté impedido de
girar impuestos comprendidos en una liquidación, pero tal impedimento debe tener como origen la
interposición de un reclamo.
El lapso de la suspensión será por el timpo que media entre la interposición del reclamo y la notificación
de la sentencia que pronuncie el Director Regional o, en su defecto, en el momento en que se debe
entender rechazado con arreglo al art. 135 CT. En caso de interponerse un recurso de apelación éste no
afecta el cumplimiento de la sentencia ya que se otorga sólo en el efecto devolutivo.
2. Ausencia del contribuyente
Inc 3 y 4 art. 103 de la ley sobre impuesto a la renta
“La prescripción de las acciones del Fisco por impuesto se suspende en el caso que el contribuyente se
ausente del país por el tiempo que dure su ausencia.
Transcurrido 10 años no se tomará en cuenta la suspensión anterior.”
Esta prescripción se refiere a todos los impuestos fiscales internos y no sólo a los establecidos en la ley
de la renta.
3. La pérdida o inutilización de los documentos y libros contables suspende el plazo de
prescripción del artículo 200 del CT
En el caso que a pérdida sea calificada como fortuita, el plazo de suspensión no tendrá un lapso de
duración máximo pero sí tiene un mínimo, el cual es de 30 días.
Esta causal aplica únicamente en los términos del legislador, a los plazos para fiscalizar y no afecta a la
prescripción de acción de cobro.
Declaración judicial
La prescripción, a diferencia de la caducidad, requiere declaración judicial para que
opere en calidad de modo de extinguir obligaciones. En la especie, esta exigencia implica que el
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