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Taller de aproximación para la comprensión de la población de

adultos mayores.

Características generales de esta etapa de la vida.

PÚBLICO: voluntariado para asistir al adulto mayor.

OBJETIVO GENERAL: Nociones mínimas necesarias para trabajar con el adulto


mayor.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS: reconocer las características específicas de la etapa


de vida del adulto mayor.
LISTADO DE TEMAS:

Diferencia entre gericultura y gerofobia


Ciclo de la vida
Diferencia entre Vejez y Envejecimiento
Situaciones vitales que pueden afectar a los adultos mayores
Erradicar Mitos
Algunos consejos para la convivencia con personas mayores.
Violencia y maltrato en la tercera edad.
Características de la conducta destructiva.
Causas que pueden disparar el maltrato.
Características del cuidador.
Tipos de violencia.
Declaración Universal de Derechos Humanos. Marco normativo (parcial)
Derechos fundamentales de la persona mayor.
Los principios de independencia, participación, cuidados, autorrealización y
dignidad.
Definición de maltrato según la OMS.
Definiciones abandono, cuidados paliativos, discriminación, discriminación
múltiple, discriminación por edad en la vejez, envejecimiento,
envejecimiento activo y saludable, maltrato, negligencia, persona mayor,
persona mayor que recibe cuidado a largo plazo, servicios socio sanitarios
integrados, unidad domestica en el hogar, vejez, equidad.
Derecho a la independencia y autonomía.
Derecho a brindar consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud.
Ampliación de algunas definiciones.
“Conozca todas las teorías, conozca todas las técnicas pero al tocar un alma humana sea apenas
otra alma humana” Carl, Jung.

Contrariamente a lo que la cultura nos dice, que es una etapa de pérdidas, la


vejez es una etapa de plenitudes: es la edad del dar: afirma el Dr. Claudio
García Pinto.

El envejecimiento es parte de la vida misma, es un proceso natural en el que


se producen cambios que no necesariamente deben considerarse negativos y
limitantes.

DESARROLLO DE TEMAS:

Diferencia entre gericultura y gerofobia

La Gerofobia es un término creado por gerontólogos al miedo anormal a la


vejez, a la enfermedad, incapacidad y a la muerte que de hecho puede ser a
cualquier edad. Puede ser por ignorancia o por indiferencia.

El concepto de Gericultura, se fundamenta en la Geriatría que es una rama


de la medicina encargada de los problemas de salud en los adultos mayores y
en la Gerontología, la cual se especializa en estudiar a las personas de la
tercera edad en cada uno de los ámbitos de su vida: en el psicológico,
económico, familiar, educativo, demográfico y social.

Por lo tanto al definir qué es Gericultura se integran ambas especialidades,


de forma que se busca promover el envejecimiento, bien gestionado
brindando atención al adulto mayor con patologías, y también a los que se
encuentran sanos.

Ciclo de la vida

Características de cada etapa:


Primera edad

Infancia y adolescencia. Necesidad de recibir. Etapa de desarrollo de las


facultades propias del ser humano y la constitución de la personalidad.

Segunda edad

Juventud y adultez. Necesidad de compartir. Etapa de proyectos,


compromisos, entrega y encuentro.

Tercera edad

Madurez, vejez y senectud. Necesidad de dar. Etapa de ser para los otros, el
viejo está lleno de vida, experiencia y sabiduría, y la necesidad que tiene es
de vaciarse, de entregarse, de dar.

Diferencia entre Vejez y Envejecimiento

Es importante saber que no existe una única definición de vejez aunque en


principio se puede decir que la vejez es la última etapa de la vida y el
envejecimiento es un proceso a lo largo de la vida que comienza cuando
nacemos y finaliza con la muerte.

Según Motte y Muñoz (2006): El envejecimiento “es el conjunto de procesos


que sigue un organismo después de su fase de desarrollo. Estos procesos
dinámicos implican un cambio, es decir, transformaciones biológicas,
psicológicas y/sociales del organismo en función del tiempo.

Situaciones vitales que pueden afectar a los adultos mayores


Butler (1998) propone algunas de estas situaciones vitales, que pueden o no
darse en los adultos mayores:

–La viudez como uno de los mayores temas psicológicos, ya que representa
una serie de cambios que involucran lo afectivo, el sentirse apoyado y
cuidado, la seguridad económica, etc.

–Los cambios en la pareja, en parte relacionados con la ida de los hijos o la


jubilación, que implican cambios en las formas de convivencia.

–Los cambios a nivel sexual, debidos a cambios en la capacidad sexual,


nuevas maneras de relación entre los partenaires, o la no percepción de sí, o
del otro como alguien erótico.

–La jubilación implica no solo un cambio de rol sino en la propia identidad de


un individuo.

–Los cambios económicos que producen una cierta sensación de


dependencia. (Ya que la jubilación en muchos casos es menor al sueldo que
percibían).

–Las pérdidas a nivel de los sentidos y capacidades como el oído, la vista o


las capacidades cognitivas, que pueden provocar aislamiento social e
inseguridad personal.

–Las enfermedades y discapacidades: sin que la vejez se caracterice por la


enfermedad o la discapacidad, existen más probabilidades de que puedan
ocurrir, sumado a los mitos que tienden a exagerar ciertos cambios dándoles
mayor gravedad de la que tienen.

–El temor frente a la hospitalización o la institucionalización: implica


abandonar ámbitos que promueven seguridad, como la casa, cambios en la
red social y fundamentalmente la pérdida del control personal o autonomía.
–La preocupación y ansiedad frente al cambio de imagen o de la capacidad
física: ambos ponen en juego el reconocimiento del otro hacia uno mismo y
los recursos de afrontamiento.

–El miedo a la muerte: particularmente en la mediana edad y


posteriormente el temor ante el momento y el modo en que se produzca la
muerte.

Erradicar Mitos

Todas las edades tienen sus mitos, en la tercera edad es donde encontramos
más mitos que en todas las demás. Es necesario desmitificar la vejez, no sólo
para hacer justicia con los viejos sino para evitar conflictos en la convivencia.

El primer mito es el pensamiento que es difícil convivir con ancianos, es falso


convivir con cualquier persona es compleja.

Segundo mito es que las personas mayores no tienen capacidad de trabajo,


es falso. Son innumerables las actividades que puede realizar.

Tercer mito la vejez tiene mal olor, es falso. La suciedad tiene mal olor.

Cuarto mito no pueden aprender nada, es falso. Se puede aprender y educar


a lo largo de toda la vida.

Quinta mito La vejez es enfermedad, es falso. La vejez es la última etapa de la


vida.
Sexto Mito El Adulto Mayor es Asexuado, es falso. Son visualizados como si
carecieran de deseo sexual y en caso de manifestarlo se lo toma como no
normal.

Estos son algunos, se pueden buscar otros según cada cultura social.

Algunos consejos para la convivencia con personas mayores.


Según el Dr. Claudio García Pintos.

1- INTIMIDAD: las personas mayores tienen pudor. Como cualquiera de


nosotros. Respetar su intimidad es respetarlos como personas.

2- CULTURA: las personas mayores tienen hábitos idiosincrásicos, culturales,


que le significan identidad. Debemos respetarles sus costumbres como por
ejemplo, hacer sus compras, ir a misa, escuchar tal tipo de música, gustar de
su programa de televisión, tener estampitas en su mesa de luz, etc. No
respetar su cultura personal es una forma de violencia y maltrato.

3- PERTENENCIA: todo ser humano necesita sentirse "siendo de alguien",


necesita "pertenecer". El abandono no es "dónde vive el anciano" sino una
actitud respecto de él. Cuando no lo hacemos partícipe de la vida familiar,
cuando lo dejamos afuera de la vida familiar, lo estamos abandonando. Esta
también es una forma de maltrato.

4- PARTICIPACION: la pertenencia debe ser participativa, es decir, activa. No


es solamente un estar-con-los-otros sino un ser-con-los-otros. Sentir que hay
algo que aún puedo hacer, compartir, es de importancia fundamental para la
persona mayor. Permitirle espacios para aprender algo nuevo, continuar
desarrollando intereses o hobbies, asumir trabajos que pueda realizar,
actividades domésticas, responsabilidades cotidianas, también promueve
calidad de vida.

5- INTERGENERACIONALIDAD: las personas mayores necesitan el contacto


intergeneracional. En realidad, todos lo necesitamos. La vida familiar es un
ámbito de crecimiento, entre otras cosas, porque nos permite la riqueza de
ese contacto. Es un beneficio para abuelos y nietos, jóvenes y mayores. Es un
factor dador de salud desde la familia. Debemos propiciar formas de
intercambio intergeneracional.

6- ESCUCHA: las personas mayores tienen muchas cosas para dar.


Experiencia acreditada en tantos años de vida. Historias que dan testimonio
de la historia familiar, la tradición. Necesitan transmitirlo y la familia necesita
recibirlo.

7- PROMOVERLOS, NO SOBREPROTEGERLOS: la familia debe tratar de evitar


caer en sobreprotecciones que terminan siendo invalidantes. Asimismo evitar
las actitudes autoinvalidantes que muchos mayores asumen, cuando no hay
motivos para las mismas.

8- SER MAYOR SIGNIFICA SEGUIR SIENDO: por sumar años uno no deja de
ser el que es. Es decir, si una señora ha sido muy coqueta toda su vida, por
ser mayor, no deja de serlo. Aún cuando esté en cama, en un geriátrico o en
silla de ruedas, sigamos permitiéndole maquillarse, arreglarse el cabello,
regalémosle aros, etc. Siguen siendo las mismas mujeres y hombres que
fueron siempre. Ni los años ni la enfermedad significan que "ya no son", y
aún cuando ante nosotros haya cambiado su imagen, son los mismos.

9- COMPRENDER, NO ENTENDER: los vínculos se sostienen por la


comprensión, no por el entendimiento. Es decir, no hace falta entenderlo al
otro para comprenderlo. La lógica del mayor muchas veces no es entendida
por la lógica del menor. Los hijos muchas veces no entienden las razones de
sus padres mayores. Podemos no entenderlos, pero no podemos dejar de
comprender sus emociones, sus sentimientos y sus necesidades.

10- COMPARTIRLO TODO: La situación de convivencia siempre es compleja.


El mito es que lo difícil es convivir con ancianos cuando en realidad, toda
convivencia es compleja. Una de las claves para lograrlo es compartirlo todo,
es decir, lo que hay y lo que se carece. Cuando en un vínculo uno está muy
bien a costa de que el otro esté muy mal, no sirve. Convivamos con los
mayores, nunca desvivirse por ellos. Busquemos una situación que signifique
para todos, la mejor situación posible. La mejor, no menos, posible, no más.
Dejar de vivir mi vida para cuidarlo a papá o mamá, no sirve ni para uno ni
para el otro. Desarrollemos creativamente formas de convivencia que
comparta lo que hay y lo que no hay.

Importante:
El abandono No es en donde vive el adulto mayor, SI es el vínculo que
establecemos con el adulto mayor.

Como cualquier otro integrante de la familia, la persona mayor también


necesita participar de la familia. Cuando hablamos a espaldas del adulto
mayor; cuando comemos a distintas horas que él; cuando no le decimos lo
que pasa (lo bueno y lo malo), le hacemos mal: él necesita sentirse parte de
la familia.

Cuidar empieza por aspectos tan básicos como comer bien, dormir bien,
higiene y cuidar el aspecto personal.

Violencia y maltrato en la tercera edad

Hablar de violencia en la vejez es un tema que nos interpela porque somos o


seremos viejos.
Los esquemas de pensamientos y comportamientos conformados en el seno
de nuestras familias y comunidades pueden provocar fuerzas que traspasan
las fronteras y se convierten en conductas destructivas.

Características de la conducta destructiva

 La puede ejecutar alguien en quien yo confío.


 Reviste frecuencia para generar nocividad.
 Denigra la dignidad del otro.

Causas que pueden disparar el maltrato

 Condición psicofísica, social o económica


 Convivencia con el cuidador.
 Aislamiento social.
 Autoestima.
 Conflictos históricos.
 Convivencia afectada por causas externas.
 Tener muchos bienes (patrimonio).
 Problemas emocionales, afectivos o personales del cuidador.

Características del cuidador negativas, no profesional, relación de


parentesco. A mayor proximidad afectiva con el cuidador, los reclamos del
cuidador no resueltos pueden aumentar el peligro para el adulto mayor.
Historias de odio históricas.

Tipos de violencia
Físico

Emocional

Económico/ financiero

Negligencia/ abandono

Abuso sexual

Cultural

Institucional. Prestadoras de salud. Maltrato medico.

En la violencia a nivel social se destacan dos formas de maltrato a las que hay
que prestar especial atención: aquellas denominadas como el viejismo y el
infantilismo.

Según Salvarezza, L. (1993) El Viejismo es definido como el estereotipo


negativo y la devaluación de la persona a causa de su edad. Este proceso de
devaluación lleva a la discriminación. Ejemplo: En la Sociedad Americana los
viejos son etiquetados como rígidos, físicamente no atractivos, seniles,
improductivos, enfermos, caprichosos, empobrecidos y sin sexualidad.

El infantilismo propone que los viejos vuelven a ser niños y hay que tratarlos
como tales. Por eso se les cuida y se les vigila y se decide por ellos/as. Esta
condición lleva de suyo una actitud de lastimosa, las mismas personas de
edad la van asumiendo como una realidad. Las dos formas de representación
social son igualmente discriminatorias y niegan la individualidad y el derecho
a la diferencia.

Declaración Universal de Derechos Humanos


II. MARCO NORMATIVO (parcial)

II.1. En el nivel mundial:

II.1.1. Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) Establece


derechos fundamentales como el de igualdad y la prohibición de
discriminación por cualquier condición, el derecho a la seguridad social y a
condiciones de vida adecuadas, los que son aplicables por extensión a las
personas mayores y de gran importancia para el desarrollo de las libertades
en la vejez.

II.1.2. Principios de Naciones Unidas a favor de las personas mayores (Res.


Naciones Unidas 46/91 de 16/12/91)

Se enuncian cinco principios que tienen relación estrecha con los derechos
consagrados en los instrumentos internacionales: independencia,
participación, cuidados, autorrealización y dignidad.

Independencia

• Tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestuario y atención de salud


adecuados, mediante la provisión de ingresos, el apoyo de sus familias y de la
comunidad y su propia autosuficiencia;

• Tener la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras oportunidades


de obtener ingresos;

• Poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida dejarán


de desempeñar actividades laborales;
• Tener acceso a programas educativos y de capacitación adecuados;

• Tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus


preferencias personales y a los cambios de sus capacidades;

• Poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea posible.

Participación

• Permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la


formulación y la aplicación de las políticas que afectan directamente su
bienestar, y poder compartir sus conocimientos y pericias con las
generaciones más jóvenes;

• Poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la


comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus
intereses y capacidades;

• Poder formar grupos o asociaciones de personas de edad avanzada.

Cuidados

• Poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la comunidad


de conformidad con el sistema de valores culturales de cada sociedad;

• Tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden tanto a


mantener o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y
emocional, así como a prevenir o retrasar la aparición de enfermedades;

• Tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores


niveles de autonomía, protección y cuidado;

• Tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les


proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental en un
entorno humanitario y seguro;

• Poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales


cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidados o
tratamiento, con pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades e
intimidad, así como de su derecho a adoptar decisiones sobre su cuidado y
sobre la calidad de su vida.

Autorrealización

• Poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su


potencial; • Tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y
recreativos de la sociedad.

Dignidad

• Poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones y de


maltrato físico o mental;

• Recibir un trato digno, con independencia de su edad, sexo, raza o


procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones; y han de ser valoradas
independientemente de su contribución económica.

II.1.3. Recomendaciones de la 2ª. Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento,


que a través de su Plan de Acción Mundial (Abril, 2002) establece objetivos
relacionados con la eliminación de toda forma de maltrato hacia los adultos
mayores. Lo ubica en el contexto de los Derechos Humanos Universales y
como una responsabilidad de toda la sociedad.

II. 2. En el nivel continental: Asesoría General en Seguridad Social


Comentarios de Seguridad Social Nº 20, Julio – Setiembre 2008 41

II. 2.1 Declaración de Toronto para la Prevención Global del Maltrato de las
Personas Mayores. Organización Mundial de la Salud, Ginebra. 17 de
Noviembre de 2002. Define el maltrato como “la acción única o repetida, o la
falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación
donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia
a una persona mayor y puede ser física, psicológica/emocional, sexual,
financiera o reflejar un acto de negligencia intencional o por omisión”,
“Constituye una violación de los derechos humanos y una causa importante
de lesiones, enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y
desesperación”, “Enfrentarse al maltrato de personas mayores y reducirlo
requiere un enfoque multisectorial y multidisciplinario”.

CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS DE LAS PERSONAS MAYORES

Artículo 2

Definiciones A los efectos de la presente Convención se entiende por:

“Abandono”: La falta de acción deliberada o no para atender de manera


integral las necesidades de una persona mayor que ponga en peligro su vida
o su integridad física, psíquica o moral.

“Cuidados paliativos”: La atención y cuidado activo, integral e


interdisciplinario de pacientes cuya enfermedad no responde a un
tratamiento curativo o sufren dolores evitables, a fin de mejorar su calidad
de vida hasta el fin de sus días. Implica una atención primordial al control del
dolor, de otros síntomas y de los problemas sociales, psicológicos y
espirituales de la persona mayor. Abarcan al paciente, su entorno y su
familia. Afirman la vida y consideran la muerte como un proceso normal; no
la aceleran ni retrasan.

“Discriminación”: Cualquier distinción, exclusión, restricción que tenga como


objetivo o efecto anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en
igualdad de condiciones de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en la esfera política, económica, social, cultural o en cualquier
otra esfera de la vida pública y privada.

“Discriminación múltiple”: Cualquier distinción, exclusión o restricción hacia


la persona mayor fundada en dos o más factores de discriminación.

“Discriminación por edad en la vejez”: Cualquier distinción, exclusión o


restricción basada en la edad que tenga como objetivo o efecto anular o
restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones de
los derechos humanos y libertades fundamentales en la esfera política,
económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública y
privada.

“Envejecimiento”: Proceso gradual que se desarrolla durante el curso de vida


y que conlleva cambios biológicos, fisiológicos, psico-sociales y funcionales de
variadas consecuencias, las cuales se asocian con interacciones dinámicas y
permanentes entre el sujeto y su medio.

“Envejecimiento activo y saludable”: Proceso por el cual se optimizan las


oportunidades de bienestar físico, mental y social, de participar en
actividades sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, y de contar
con protección, seguridad y atención, con el objetivo de ampliar la esperanza
de vida saludable y la calidad de vida de todos los individuos en la vejez, y
permitirles así seguir contribuyendo activamente a sus familias, amigos,
comunidades y naciones. El concepto de envejecimiento activo y saludable se
aplica tanto a individuos como a grupos de población.

“Maltrato”: Acción u omisión, única o repetida, contra una persona mayor


que produce daño a su integridad física, psíquica y moral y que vulnera el
goce o ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales,
independientemente de que ocurra en una relación de confianza.

“Negligencia”: Error involuntario o falta no deliberada, incluido entre otros,


el descuido, omisión, desamparo e indefensión que le causa un daño o
sufrimiento a una persona mayor, tanto en el ámbito público como privado,
cuando no se hayan tomado las precauciones normales necesarias de
conformidad con las circunstancias.

“Persona mayor”: Aquella de 60 años o más, salvo que la ley interna


determine una edad base menor o mayor, siempre que esta no sea superior a
los 65 años. Este concepto incluye, entre otros, el de persona adulta mayor.

“Persona mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo”: Aquella que
reside temporal o permanentemente en un establecimiento regulado sea
público, privado o mixto, en el que recibe servicios socio-sanitarios integrales
de calidad, incluidas las residencias de larga estadía, que brindan estos
servicios de atención por tiempo prolongado a la persona mayor, con
dependencia moderada o severa que no pueda recibir cuidados en su
domicilio.

“Servicios socio-sanitarios integrados”: Beneficios y prestaciones


institucionales para responder a las necesidades de tipo sanitario y social de
la persona mayor, con el objetivo de garantizar su dignidad y bienestar y
promover su independencia y autonomía.

“Unidad doméstica u hogar”: El grupo de personas que viven en una misma


vivienda, comparten las comidas principales y atienden en común las
necesidades básicas, sin que sea necesario que existan lazos de parentesco
entre ellos.

“Vejez”: Construcción social de la última etapa del curso de vida.

Definimos equidad en su noción de justicia, diferenciándola del concepto de


igualdad. La iniquidad alude a la existencia de desigualdades innecesarias,
evitables e injustas, que se originan en condiciones sociales, económicas,
culturales y ambientales diferenciales (2). La evitabilidad, la necesidad y,
especialmente, la justicia, sitúan al concepto de equidad en una dimensión
moral y ética, que puede llevar a definiciones distintas sobre lo que debiera
considerarse como "equitativo" o, en otras palabras, "justo".
Artículo 7

Derecho a la independencia y a la autonomía

Los Estados Parte en la presente Convención reconocen el derecho de la


persona mayor a tomar decisiones, a la definición de su plan de vida, a
desarrollar una vida autónoma e independiente, conforme a sus tradiciones y
creencias, en igualdad de condiciones y a disponer de mecanismos para
poder ejercer sus derechos. Los Estados Parte adoptarán programas, políticas
o acciones para facilitar y promover el pleno goce de estos derechos por la
persona mayor, propiciando su autorrealización, el fortalecimiento de todas
las familias, de sus lazos familiares y sociales, y de sus relaciones afectivas. En
especial, asegurarán:

a) El respeto a la autonomía de la persona mayor en la toma de sus


decisiones, así como a su independencia en la realización de sus actos.

b) Que la persona mayor tenga la oportunidad de elegir su lugar de


residencia y dónde y con quién vivir, en igualdad de condiciones con las
demás, y no se vea obligada a vivir con arreglo a un sistema de vida
específico.

c) Que la persona mayor tenga acceso progresivamente a una variedad de


servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de
la comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar
su existencia y su inclusión en la comunidad, y para evitar su aislamiento o
separación de ésta.

Artículo 11
Derecho a brindar consentimiento libre e informado en el ámbito de la
salud

La persona mayor tiene el derecho irrenunciable a manifestar su


consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud. La negación de
este derecho constituye una forma de vulneración de los derechos humanos
de la persona mayor.

Con la finalidad de garantizar el derecho de la persona mayor a manifestar


su consentimiento informado de manera previa, voluntaria, libre y expresa,
así como a ejercer su derecho de modificarlo o revocarlo, en relación con
cualquier decisión, tratamiento, intervención o investigación, en el ámbito de
la salud, los Estados Parte se comprometen a elaborar y aplicar mecanismos
adecuados y eficaces para impedir abusos y fortalecer la capacidad de la
persona mayor de comprender plenamente las opciones de tratamiento
existentes, sus riesgos y beneficios.

Dichos mecanismos deberán asegurar que la información que se brinde sea


adecuada, clara y oportuna, disponible sobre bases no discriminatorias, de
forma accesible y presentada de manera comprensible de acuerdo con la
identidad cultural, nivel educativo y necesidades de comunicación de la
persona mayor.

Las instituciones públicas o privadas y los profesionales de la salud no


podrán administrar ningún tratamiento, intervención o investigación de
carácter médico o quirúrgico sin el consentimiento informado de la persona
mayor.

En los casos de emergencia médica que pongan en riesgo la vida y cuando no


resulte posible obtener el consentimiento informado, se podrán aplicar las
excepciones establecidas de conformidad con la legislación nacional.

La persona mayor tiene derecho a aceptar, negarse a recibir o interrumpir


voluntariamente tratamientos médicos o quirúrgicos, incluidos los de la
medicina tradicional, alternativa y complementaria, investigación,
experimentos médicos o científicos, ya sean de carácter físico o psíquico, y a
recibir información clara y oportuna sobre las posibles consecuencias y los
riesgos de dicha decisión.

Los Estados Parte establecerán también un proceso a través del cual la


persona mayor pueda manifestar de manera expresa su voluntad anticipada
e instrucciones respecto de las intervenciones en materia de atención de la
salud, incluidos los cuidados paliativos. En estos casos, esta voluntad
anticipada podrá ser expresada, modificada o ampliada en cualquier
momento solo por la persona mayor, a través de instrumentos jurídicamente
vinculantes, de conformidad con la legislación nacional.

Ampliación de algunas definiciones:

La negligencia Falta de cuidado, aplicación y diligencia de una persona en lo


que hace, en especial en el cumplimiento de una obligación puede ser pasiva
o activa. La pasiva consiste en dejar solo a la persona mayor, u olvidado; no
proporcionarle alimentación o atención médica. La negligencia activa supone
la privación deliberada de artículos necesarios en la vida diaria, la denegación
de recursos vitales y la no provisión de cuidados a aquellas personas
físicamente dependientes, deshidratación, mala alimentación, lentes rotos,
audífonos.

El abandono es la tarea de renunciar a todos los intereses y demandas con el


adulto mayor con la intención de no volver a reanudar el vínculo con ellos. El
cuidador renuncia a satisfacer las necesidades de un adulto que es incapaz
de atender sus propias necesidades. Incluye comportamientos como por
ejemplo: alimentos, agua, medicación, tratamiento médico, terapia, ayuda de
salud, ropa y visitas. Se identifica a través de: apariencia desaliñada o el olor
desagradable del mayor; ropa sucia o impropia; deshidratación; pérdida de
lentes, audífono, prótesis dentales; llagas; deterioro físico o mental; vigilancia
disminuida; aislamiento social. El abandono puede ser intencional o
involuntario.

El auto abandono se produce cuando las personas mayores, por opción o por
la falta de conocimiento, viven de manera tal que desatienden su salud o la
seguridad; a veces este descuido pone en riesgo a otros. Se denomina
“Síndrome de Diógenes”. Se identifica a través de señales tales como:
deshidratación; desnutrición; hipotermia / hipertermia; suciedad excesiva o
mal olor, inseguro o sucio; ropa inadecuada o impropia; ausencia de lentes
requeridos, audífonos, dentaduras postizas o prótesis; deterioro inesperado
o inexplicado de su salud; llagas; excesivas señales de narcotización, negativa
para medicarse o mal uso de éstos.

El maltrato médico está conformado por: la denegación de fármacos o su


mala administración; por malos tratos sociales o ambientales que incluyen la
privación de servicios humanitarios; aislamiento no deseado; violación de
derechos.

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