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13 | Rehabilitacién vestibular en el paciente anciano Barbara Nasarre Muro de Zaro', Juan Manuel Espinosa Sanchez, Iris del Carmen Delgado Duque* Servicio de Rchabilitacién y Medicina Fisica. Hospital Universitario Fundaciém Jiménez Diaz, Madrid Unidad de Otoncurologia, Servicio de Otorrinolaringologia, Instituto de Investigacién Biosanitaria ibs. Granada, Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Granada, Espafia. Grupo de Otologia y Otoncurvlogia CIS495, Departamento de Medicina Genémica, GENYO - Centro de Geniimica en Investigaciin Oncoldgica Piizer/Universidad de Granada - funta de Andalucia, Gra- nada, Espaita. Servicio de Rehabilitacién y Medicina Fisica. Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil. Las Palmas de Gran Canaria. ee Tabla 1. Princij it aH Panam incipales factores de riesgo de caidas Historia previa de una caida Hoy dia se aprecia en Espaiia una tendencia ala Debilidad en Tas extremidades inferiores inversion de la piramide de poblacién, que se tra- Edad, género femenino duce en un envejecimiento global de la sociedad. Se estima que en 2031 un 259% de la poblacion su- peraré 65 aftos, incrementandose este porcentaje aun 34.6% en 2066 (INE, 2016) (16). Por otra parte, se conoce que las personas ma yores presentan una mayor tendencia ala caida, Enfermedades médias: arte cerebrovascular, anemia. Deterioro cognitive Problemas de equilibrio, mareos, hipotensién ortos titica ‘Consumo de firmacos psicétropicos is, historia de accidente Yodo ello, junto con las graves consecuencias de Jas caidas (pérdida de confianza, deterioro fun cional, aislamics social, ansiedad y depresion, yor uso de servicios médicos y miedo ac. . La historia clinica y el examen fisico especiticos lentificar a los pacie almente importante seleccionar bien pueden Jos pacientes frapiles, con mayor rieyjo de caida, sultir caidas (11), Normalmente las caidas en per are poder una intervencion adecuada | sanas mayores se deben a muiluiples causss, siendo 2 a , pnilivativa de Las caidas os principales factores sle riesgo los identitieados 40 6 ondu csiones, representande el en batabla t 1 nies ra Inds inportante es ba EL vertiye y ol mareo sen irastornos frecuentes cat svar tise de miortalidad ett dos suyetay itayares. estimandose una prevale del 10% en uss mies, el 2050 en 96 yal ia dled 30°F Cn May ores de Od anor, porceniaie que \ ascienuly basiael He ex mayores de pettus atjaliedgston Lor) EL tna {HC vida de cats pacientes c@ alto, limitando #8 Tabla 2. Causas extravestUbulares de mareo, actividades cotidianas, Es mas, el mareo del an- iano se considera un sintoma predictor de cai- das, lo cual es relevante si atendemos a que un ter- cio de los mayores de 65 aftos se cae al menos una vezal afio y a que el 50% de las muertes acciden- tales en los mayores se deben a caidas. Por otro, lado, cada vez existen més pruebas que relacionan el déficit vestibular con el deterioro cognitivo, en- contrindose una relacién bien establecida entre Ja vestibulopatia bilateral, la orientacién y la me- moria espacial. Elmareo, el vértigo y el desequilibrio no siem- pre obedecen a un trastorno vestibular. De hecho, en sujetos mayores de 50 afios, el mareo tiene una causa extravestibular en el 18-56% (tabla 2). nos centramos en la sintomatologia de causa vesti- bular podemos distinguir entre los asociados a la senescencia, considerindose entonces fisiologico, y aquellos causados por una entidad patoligica specifica (VPPB, vértigo de ctiologia vascular, en- fermedad de Menicre, neuritis vestibular, etc.). Es bien sabido que el mantenimiento del equi- librio depende de tres sistemas aferentes: visual, vestibular y propioceptivo. Al cumplir afios dis- minuye la agudeza visual, la capacidad de acomo- dacion y la de adaptaci6n a la oscuridad. Igual- mente, existen enfermedades oculares asociadas con la edad como son Ig presbicia, las cataratas y Ja degeneracion macular, que pueden condicionar en gran medida la informacidn visual requerida para mantener el equilibrio. Entre los cambios que ocurren durante la se nescencia en el sisten 4 vestibular encontramos una reduccion en el numero de celulas ciliadas de Jos receptore dibulares, sobre todo en las eres tivirculares y menos en riculy Hacia los 80. del 10% de Las cela fas ciliadas « nid emicireulares. Lan bien se ha apreciado una disminucion ea olan me ybre toddu en eb utricubos sh 0. la deyeners Je ba ion con una tiayor pl i rage posicional paroxtsticn benno en cl anaane vértige y desequilibrio ortostitica Pricolbgicas psiquidtricas: ansiedad, depresion ‘Visuales: cataratas, macular ‘Neuroldgicas: polineuropatla diabética Farmacologicas: benzodiacepinas, antihipertensivos, vasodilatadores Igualmente, en la senectud disminuyen las neu- ronas en el ganglio de Scarpa, siendo mayor el de- cremento en las del nervio vestibular superior que las del inferior. También se reduce el niimero y el tamaiio de las neuronas en los nidleos vestibula- res, lo cual es importante de cara a los mecanis- mos de compensacién vestibular. Se ha calculado que el mimero de neuronas de los nicleos vesti- bulares disminuye a partir de los 40 afios a un ritmo de un 3% cada década. Del mismo modo, disminuye el namero de células de Purkinje en eb cerebelo, que experimenta una cierta atrofia aso- ciada ala edad. Por iltimo, se ha considerado una posible afectacién de la unién témporo-parietal y de la corteza insular posterior, donde se situaria la corteza vestibular (2). A nivel propioceptivo hemos de tener en cuen- ta que el equilibrio en las personas mayores depen. de mucho de la informacion propioceptiva, pu diendo esta verse afvctada por la disminucion de las velocidades de conduccién nerviosa, ‘Cuando hablamos del vertigo propio del ancia no solemos afirmar que es de caracter multisen sorial, ya que se afectan los tres tipos de aferencias, pero tambien ocurre un deteriory en La integra clon de La informacion aferenty en el sistem, t Vins central y una atectacion del sistema elector por atrofia muscular y perdida de fae saamnbios prospioy de La se Have cu las a Estas sia tienen su corre Asien las pruchay Galoricay se apreeia cote La respuesta aumenta emire fay 50 0 altos parc dec tina ues. En tas pruebas eokatoria vu nucian de ha yan, loin vestibule ocular y de la eve documentada por al menos uno de los si- guientes: 1, Ganancia del RVO medida mediante vHIT entre 0.6-0.8 bilateralmente 2 Ganancia del RVO entre 0.1-0.3 en estimu- lacién sinusoidal en la silla rotatoria (0.1 Hz, Vmax = S0-60°/s) 3. Respuesta calérica reducida (suma de la ‘VEL pico maxima bitérmica entre 6 -25°/s) C Edad > 60ahos D. No se explica mejor por otra enfermedad 0 trastorno constante de tiempo a la vez que aumenta el cam- bio de fase. La reduccién en la constante de tiem- po sugiere una afectacién del integrador neural relacionada con la edad. Igualmente, con la edad disminuye la amplitud de los VEMP, describiendo algunos autores también un aumento en las laten- cias y los umbrales. Asi mismo, la agudeza visual dinamica disminuye con la edad. En la posturogra fia se aprecia, como hemos sefialado con anterio: ridad, que los ancianos utilizan mas la informa cién propiocepliva. Mediante el vHI'T se objetiva como la yanancia del RVO se mantiene estable hasta Jos 90 afios pa a caer después (22) i Estos cambios rellejados en las pruebas vesti bulares son lento: y que hace que muc cianos phes en estas pruebas no 4 nifiesten alo sumo, cierta intolerancia al moy inestabili¢ i parcha cautelova, especialmente anite giros co Sin emibarye. Otros sujetos si que reficren sintomas vestibulare enles que sor atlribuibtes alos cambie oceso del envejecimicstio, Por elk ‘desde hace mischas décadas, se ha venido consi- derando que existe un vértigo propio del anciano, que muchas veces se ha denominado como pres- bivértigo por homologia con la presbiacusia o la presbicia; otros términos empleados han sido vér- tigo senil y presbiastasia, con algunas diferencias de matiz, pero sin una definicién clara. Todo ello ha Ilevado a que el Comité de Clasificacién de la Bardny Society haya propuesto recientemente unos criterios para lo que se ha venido a llamar “presbi- vestibulopatia” (1), la cual consiste, basicamente, en un sindrome vestibular crénico con hipofun- cién vestibular bilateral leve en pacientes mayores de 60 afios (tabla 3). Cada vez disponemos de mas pruebas que apo- yan el uso dela rehabilitacién vestibular para me- jorar los sintomas de la hipofuncién vestibular asociada a la edad. [ees ote Tete lares en el anciano En general, las personas mayores con un trastor- no vestibular concreto describen una mayor va- riabilidad en su sintomatologia que la que es refe- rida por los pacientes que presentan esa misma enfermedad a otras edades, con mas mareo ines- pecifico ¢ inestabilidad y menos vértigo, suman’ dose a la sintomatologia especifica de cada enti dad la propia del deterioro senil. igo posicional paroxistico benigno (VPPB) es el trastorno vestibular mas frecuenic en la poblacion general y tambien lo es en el anciano (ver capitulo 8), Se estima que su prevalencia anual aumenta con la edad, de tal m. Ta que es siete veces mas alla en mayores de 64 os com parada con los que tienen entre 18 y 39 ates, alean zando et 10% en mayores de 80 aos. A diferer de los paciet res con VPP dadenh is Jovenes. los paciente von tree ron inestabili vertigo desencade nade por cambios omos partidarios ar sistematioamiente sracion del nist yrupo Picasa ks Sb o Nock Bs be tant durante la exploracién contribuye aun retraso en el diagnéstico de VPPB en el anciano. De igual modo, se ha postulado que el VPPB por afecta- cién del conducto semicircular horizontal puede estar infradiagnosticado (5). ‘Se ha descrito que los pacientes mayores pue- den requerir ms maniobras reposicionadoras, al igual que presentan una mayor tasa de recurren- cias y comorbilidades, A ello se sumarian los pro- blemas derivados de la cervicoartrosis, frecuente ‘en estas edades, que contribuyen a dificultar la ex- ploracién. Todo esto hace que su manejo sca mas complejo. La enfermedad de Meniecre (EM) suele co- menzar entre la cuarta y la quinta década de la vida, aumentando su prevalencia con la edad de modo que cl 15% de los pacientes tienen mas de 65 aos. Sin embargo, y aunque en algunas scries aparecen pacientes con una edad de inicio mayor alos 80 ahos, es poco habitual que la enfermedad debute en estas edades, lo que debe hacernos re- plantear el diagnéstico en tal caso. Cuando se ini- ia a partir de los 60 afos suele tratarse de una enfermedad de Meniere tipo 1, esto es: esporddi- ca, sin afectacion familiar, no asociada a migrafia © enfermedades autoinmunes; y con frecuencia tiene un cardcter mas agresivo. En los mayores se ha comunicado una mayor incidencia de crisis de ‘Tumarkin, suscitando el diagsv > diferencial con accidentes isquémicos transitorios recurrentes. En cualquier caso, estas caidas conlle clevado riesgo de fractura Ja de una neuritis vestibu pacientes mayore ue sina mids ines wae Ala hora ardan mas Las sacadas suelen estar enlentecidas y aparecer hipermétricas, a la par que el seguimiento ocular, que también disminuye su velocidad. Asi, aunque no parecen obser varse diferencias significativas con la edad en cuanto a la mejora en la ganancia del reflejo vestibulo-ocular, si que persisten du- rante mas tiempo las alteraciones en la marcha y Ia postura (10). La vestibulopatia bilateral aumenta su preva- lencia con la edad, mientras que la migraita ves- tibular raramente afecta después de la sexta dé- cada de la vida. Mas del 70% de los pacientes atendidos en aten- cién primaria por un sindrome vestibular epss- 1 8-10% de los pacientes que acuden a un servi- cio de urgencias lo hacen por marco o vértiga, esta cifra se cleva al 13-38% en los mayores de 65 afios. En Espaiia se ha determinado que el 1,27% de los pacientes que acudian a urgencias de un hospital de tercer nivel por cualquier tipo de ver- ligo, mareo o inestabilidad, independientemente de su causa, desarrollan un accidente cerebrovas- cular a lo largo del siguiente aiio. De ellos, el 75% son mayores de 65 anos (26) (Ver cap 11). eT TD Ce) wtorial de Teniendo en cuenta la etiole lay catidhas, no existe ninguna escala unica que nos decir ol ida con adecuada seniathilicdal y espe ouivtida t wniuMamene sara prevenir el tuna revision siste que analizo las herra nancial scl modelo I, el indice de "Downton, el Timed up and go y besa de Tinetti,~ se concluyé que solo la escala de Berg presentaba una buena especificidad. Los factores asociados con tun mayor riesgo de caidas con lesiones graves incluyen: caida aso- ciada con sincope, antecedentes de caida anterior con lesiones, y disminuciin de la funcién ejecu- tiva, medida por el tiempo de “Test del trazo 0 Trail Making Test”. Por otra parte, la escala mis utilizada para valorar el sindrome postcaida es la “Escala Fes”. El indice de riesgo de caidas de Downton (4) validada al castellano (Tabla 4) parece ser ade- cuado para predecir lesiones por caidas, fracturas de cadera, lesiones craneales y otras causas de mortalidad en personas mayores, por lo que i dica su utilidad clinica (21). La “Escala POMA’ o test de Tinetti indica un alto riesgo de caidas sila puntuaci6n cs menor de 19 puntos, presentando un riesgo incrementado de lesiones severas tras una caida sila puntuacién es menor de 12 (11). La prucha “Timed Get Up and Go” es espe- cialmente util para medir movilidad y evaluar el riesgo de caidas. Se realiza indicando al paciente que se levante de la silla, camine 3 metros, dé la vuelta y se siente lo mas rapido posible, cronome- trandose el tiempo que tarda en realizarlo. Se ¢s- tablece el punto de corte de riesgo si se tarda mas de 20 segundos en realizar la prueba; si el tiempo es superior 2 29 segundos, indica elevado riesgo de caidas. Esta prueba no debe realizarse de forma aislada ya que tiene una capacidad limitada para predecir las caidas (12). La prueba de Alcance Funcional mide la dis tancia que recorre un miemibro superior lo en flexion de 90” mientras el paciente se desplaca hacia delante con los pies fijos. Si el desplaca micnto es menor de 25 ci, caine mayor riesgo « puede realizar La vale sion abe ba funcion ftsica Short Physical Performance Bat hi co La tab 1a PUNLuscinn Mme la siguiente pagina). L Ricogo de caidas >2 puntos Caldas st 1 previes NO ° Ingesta de Ninguno o medicamentos “Tsnquilizantes/sedantes 1 Diuréticos 1 Hipotensores 1 Antiparkinsonianos 1 Antidepresivos 1 “Otros medicamentos———sd Déficit Ninguno 0 sensoriales = “Atteraciones visuales 7 Alteraciones auditivas 1 Extremidades 1 Estado ‘Orientado 0 on “Confusa: SHORE a ‘Deambulacién Normal —SC~«O~S “Seguraconayuda Imposible 1 tiene alto valor predictive para nuevas caidas. En 2019 se hizo un estudio con el ancianos gn se el SPPB para la evaluacivon del riesgo de caidas (20) menes Diaz de Ma did se utiliza un protocolo de prevencién de cai que concluyen que debe empl En el hospital Fundacion alas junto con el servicio de Geriatria y Oto laringologia basadlo on el SPPB y La postan ino dinamica en pacientes seleccionados con patolo wyia vestibular, enschando posieriormente un pro te elercicios de fortalecimiento, estira grama mul rio, basad en ol pr © vivitraal Tabla 5S. Short PHYSICA PENvOrmeasce BOCIETY (PPE) Pies juntos més de 10 seg, 1 Pies juntos menos de 10 seg o ‘Semitandem més de 10 sesg 1 ‘Semitandem menos de 10 seg 0 TTndemmisdelOseg 2 Tudemdeseg CdS “Tandem menos de 3 seg, 0 2 TEST DELA VELOCIDAD DE MARCHA (4M) cc PTE. 4,82-6,20 seg 6,20-8,70 seg >8,70 seg 1 No puede realizarlo 0 J- TEST DELEVANTARSEDELASILLA__ << 11,19 seg 4 11,.20-13,69 seg, s 13,70-16,69 seg, 2 — CL Jeisgonopuedercalizarlo OO Otras formas de evaluacién del riesgo de caidas so. 5 + Escala de Berg. Consta de 14 tareas (Lransfe rencias, capacidad de bipedestacion...), pun tuando cada una del 1 al 4. Una puntuacion alto nesgo de cai Jerado, y de 40-56 riesy Elderly Fall Screening Test (EEST). Se trats 5 item relaciona caida y lesiones ron de marcha La puntusci valor pre a — dientes (18). = Posturografia. Mediante esta técnica se ha apreciado cémo con la edad se reduce el control del equilibrio por disminucién de la informacién sensorial aferente. Asi mismo, se ha apreciado una alteracién del control direccional anteroposterior, y, dado que la mayoria de los movimientos de la vida diaria se hacen en este eje, existe una mayor reper- cusién en el riesgo de caidas (28). Ana Faral- do y colaboradores también investigaron so- bre los patrones posturograficos en el pa- ciente anciano, apreciando una importante diferencia en el SOT (Test de organizacién sensorial) de la posturografia entre los pa- cientes con inestabilidad y sujetos sanos asi como alteraciones en los limites de estabili- dad y en la velocidad de movimiento (14). Pet Peel ts fend ‘Como hemos sefalado, la etiologia de la caida es multifactorial en mas del 60% de las ocasiones, por ello es fundamental realizar un plan de preven- cién y tratamiento de manera multidisciplinar. Asi, se pueden requerir multiples intervenciones Para conseguir mejoras a nivel cognitive y motor (17). Se han de contemplar todas aquellas reco- mendaciones que ayuden a corregir 0 compensar oe pee los deficits detectados en la esfcra médica, psigold ie gica, funcional y sociofamiliar. Asimismo, el plan terapeutico debe adaptarse a la cultura, los recur sos, la capacidad de recuperacién y las preferen cias del paciente. Sutrir una caida es un factor de riesgo indepen divnte de recidiva, de modo que una persona que ¢ ha catdo tnplica el riesgo de un nuevo episodio (8), ELobjetive: reventivas era cl de minimics alas y, si esto individuales en coy trla y la Sociedad Beitinica de Geriatria recomien- dan el despistaje anual de riesgo de caidas en las personas mayores de 65 afios como medida pro- filéctica (15), mediante la incusién de preguntas concretas en la anamnesis que indaguen en ante- cedentes de caidas o factores de riesgo intrinsecos para sufrirlas. En caso de resultar la entrevista cli- nica indicativa de riesgo de caida elevado, debe- rian realizarse los test especificos que han sido ex- plicados en el apartado 2. del presente capitulo. ‘Tabla 6. Consejos generales para prevencion de caidas ‘Alimentacién adecuada. Revisién del tratamiento -médico: evitar la polimedicacién, limitar uso de se-_ dantes ¢ hipnéticos. ‘Uso de ropa y calzado cémodos y de la talla corres. pondiente. Revisar periédicamentela graduacién Hliminar obstaculos en zonas de paso, alfombras y Evitar permanccer de pie en escaleras, utilizando Siempre a barandilla. P. habitualmente ejercicios de potenciacién lar y de equilibrio. adecuadas para la deambula Je realizarse 4 res nivel + Prevencion primaria. Corresponde a La didas tendente Las cates cnt pr mm geriaur vyotneral isis uw patias de ed ny pars ha salud y prone clon de habitos psludables. dleleccinut preys de factores predisy habitos de vids, abandogo de babite didas de sepuridasl anibicutel eal day La via publica, promaciaat aly oye que se deben expticar a los pacientes tanto Para prevencién primaria como secundaria. La adherencia teraptutica a este tipo de medidas sucle ser baja en aquellos que no han sufrido caidas, puesto que no sienten la necesidad de adoptar medidas preventivas, por lo que no se ha demostrado su eficacia (8,13). Prevencién secundaria. Se dirige a perso- nas mayores que ya han presentado caidas en alguna ocasién (especialmente si han su- frido dos o mas caidas en el iiltimo afio) o presentan factores de riesgo intrinsecos para sufrirlas. Fl objetivo principal es identificar los factores de riesgo y adoptar las medidas pertinentes multidisciplinares que eviten caidas (8). Preyencién terciaria. El objetivo aqui es mi- nimizar las consecuencias funcionales de la caida una vez producida. = ‘Tratamiento de la osteoporosis. Es impor- tante para reducir el riesgo de fracturas ‘que puedan propiciar una caida, o bien sean resultado de la misma (15). Ensefiar al paciente a levantarse para evi- tar la permanencia en el suelo ante otra eventual caida (ver figura | em la pagina si guiente). Las complicaciones de una caida en una persona fragil estan relacionadas hecho de que la persona que ha caido no pueda moverse fundamentalmente con porun tieny ado, de modo que puede desarrol ct ligas (rabdomiolisis, insuliciencia renal nipoicrmia) ¥ fp sencadenar La ida. Por ol 0, con bloquce: requieren adaptaciones del hogar, ensefiar ejercicios sencillos que se puedan realizar en el domicilio y que aumenten la seguridad del paciente, recomendandole que se mantenga Jo més activo posible, ¢ instruir a sus cuida- dores principales. E] entrenamiento ha de- mostrado disminuir el miedo a caer el corto plazo, pero hasta ahora no se ha demostrado su eficacia a largo plazo (17). De manera primordial, debe realizarse el trata- miento y rehabilitacién de los factores desenca- denantes (osteoporosis, trastornos de la vision, incontinencia urinaria, etc.) y de las complicacio- nes derivadas de la caida (fracturas, encamamien- to, sindrome post-caida, etc.). Para establecer un adecuado plan de tratamien- to debemos diferenciar entre los factores no mo- dificables (edad, sexo femenino, deterioro cogni- tivo, algunas enfermedades meédicas y la historia previa de dos o mas caidas en un afio...) de los que pueden ser modificados o eliminados con nuestra intervencién, centrando nuestra actuacion en estos tltimos (15). Las medidas mas importantes son: = ‘Tratamiento de las enfermedades ¥ nos que pucden actuar © queda sisiematica ¢ rn Descartar trastoriios Gognitives 6 depresion;” especialmente, se han de detectar y tratar las causas de deterioro cognitivo reversibles. En cuanto a la patologia vestibular, se persegui- ra tratar la causa cuando sea posible, asi co- mo mejorar el equilibrio estatico y dindmico y favorecer los mecanismos de compensa- cién vestibular, ® Revisién de la medicacién y los habitos die- téticos. La polimedicacién est4 relacionada con un aumento en el riesgo de caidas, tanto por efectos sccundarios de los medicamen- tos, como por sus interacciones. Por otra par- te, existe una tendencia generalizada de ad- ministrar sedantes vestibulares ante un cua- dro de caracteristicas vertiginosas, pero en Jos ancianas con desequilibrio multisenso- ial no esta indicado dicho tratamiento ya que solo empcoraria y perpetuaria el cuadro. Se recomienda valorar sustituir los tratamien- tos antidepresivos, asi como eliminar de la dicta alcohol, tabaco y excitantes como la ca- feina. + Prescripcion de vitamina D. El tratamiento. de la osteoporosis con vitamina D podria tener un efecto directo sobre la reduccién de! riesgo de caida (6,8); a dosis mas altas, mejor resultado, dosis inferiores de 700 UL no han demostrado su eficacia (7). Asimis mio, se debe administrar en los casos en los que se di esire hipovitaminosis D para reducir er » de fractura en caso de cai da. Ein pacientes con niveles normales de vi indicacion es mas controver omicnda de manera gener va debe valorar indivi ren tulo (retinar aliontbras, poner bars evitar barreres arauites loud roots ‘Revision dé a esfera social del paciente y sa compatifa, se debe recomendar el uso de dis- Positivos o elementos de alarma que el su- jeto pueda poner en marcha en caso de caida con imposibilidad para levantarse del suelo (8). Prescripcién de ayudas técnicas. Aunque de- ben indicarse solo cuando sea necesario (3), ya que su uso puede incrementar la depen- dencia funcional de los pacientes. Puede ser ‘itil la recomendacién de utilizar bastones al transitar por entornos diferentes a los habi- tuales, asi como por terrenos irregulares, y siempre que en la exploracién fisica se de- tecten déficits en la valoracién musculoes- quelética o neurolégica que supongan un clevado riesgo de caida durante la marcha o su entrenamiento; dicha valoracién nos ser- viré también para comprobar qué ayuda téc- nica debe prescribirse en el caso individual del paciente, y si es necesario que este reciba un entrenamiento previo a su uso. Prescripcin de ejercicio fisico moderado. ‘Tanto los programas domiciliarios como la inclusion del paciente en terapias grupales ambulatorias, han demostrado disminuir el riesgo de caidas (15). La realizacion de ejerci cios domiciliarios para mejorar el equilibrio y potenciar la musculatura, poniende enfa sis en la musculatura proximal de miembros inferiores, ha demostr ser cleaz para la en los pa prevencion y trata stentes can mien que es nece rte de omivilia ama de ado deque nisejar La Jacion ir por de los pacientes en un plan de terapia grupal tedrico-prictica, en el cual se administrarin nociones generales sobre caidas y medidas pocdan continuar realizando de manera au- ténoma en su domicilio (tabla 7). Se reco- miendan ejercicios acrdbicos y de resistencia iva, los cuales favorecerin un aumen- to dela masa muscular, de proteinas muscu- lo-esqueléticas y del tamafio de las fibras musculares. Tabla 7. Resumen de las principales caracteris- ticas de te “Escuela de Caidas” Benchicios de lz actividad fisica en ancianos Meyora fisica y funcional Mayors del estado cognitivo Dismminucaon de la mortalidad frases del programa iento, Hlexibilidad, for- 0, Felgjacion Hirani de tele ret Sr domiciliatas y adaptar el programa de rehablita- alos centros donde se realiza el tratamiento, y dis- mimuit la sobrecarga asistencial en dichos centros. = Durante el envejecimiento se producen una se- rie de cambios en los tres sistemas aferentes responsables de equilibrio (visual, vestibular y propioceptivo). Estos cambios biolégicos tam- bién afectan ala integracién de la informacién aferente en el sistema nervioso central y al sis- tema efector. La presbivestibulopatia es una forma de sin- drome vestibular cronico caracterizada por de- sequilibrio postural, inestabilidad, alteracion de la marcha, marco crénico 0 caidas recurren- tes, que aparece en sujetos mayores de 60 aos que presentan una hipofuncién vestibular leve. El riesgo de caidas tiene una etiologia multifac- torial, siendo los factores de riesgo mas impor- tantes, la historia previa de una caida y la debi lidad en miembros inferiores. No existe ninguna escala tinica que pueda pre- decir el riesgo de caidas con adecuada sensi bilidad y especilicidad, por lo que se recomien da utilizar conjuntamente dos o varios ingtru a prevenir el riesgo: mentos de evaluacion p de cathy. + BL abjetive general de lay medidas preventivas es minimicar el nesge de no fuvta posit ay Es tundane rectoras imallad domicilio del paciente, asi como de su red de apoyo; prescripcién de ejercicio fisico y pro- gramas de entrenamiento del equilibrio, medi- das educacionales del paciente y sus cuidadores principales; y, por ultimo, prescripcién de ayu- das técnicas en caso necesario, Acrénimos y siglas ‘VPP: Vértigo posicional paroxistico benigno. VEMP: Potenciales Evocados miogénicos vesti- bulares. HIT: video head-impulse test. También: prucba impulsiva cefalica video-asisti RVO: Reflejo Vestibulo Ocular. ECG: Electrocardiograma. Hz: Herzios. ‘Vmax Velocidad maxima. VEL: Velocidad de la Fase Lenta. EM: Enfermedad de Menicre. ‘SOT: Test de Organizacién Sensorial. INE: Instituto Nacional de Estadistica. 1. Agrawal Y, Van de Berg R, Wuyts E Walther L Magnusson M, Oh E, Sharpe M, Strupp M. Presbyvestibulopathy: Diagnostic criteria Consensus document of the classification commitice of the Barny Society. J Vestib Res DAY204): 464-170. doi: 10.3233/V ES 190672. ), Ribeiro | had Q, Seemungal BM ye Related Vestibular Loss: Current Under and Fulure Research Directions 1 Ni 217-8391. doi: 10.3389/tneur 201700391 Alyono J. Vertigo and Dizzine ingand Manaying Fall Kisk. Otolaryngol Clin N Am 51.2018; 725 740. 4. Aranda Gallardo M, Moi Canea Sanchesa JC. Conse Understand, fey Asencio, IM, errores en la traduccion de cuestionarios: ver Asist.2015;30(4):195-202. Batuecas-Caletrio A, Trinidad-Ruiz.G, Zscha- eck C, et al. Benign paroxysmal positional vertigo in the elderly. Gerontology. 2013; 59(5)-408-12. dot: 10.1159/000351204. 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