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LA LLORONA

En las oscuras noches de antaño, cuando la luna se ocultaba tras densas nubes y
el viento susurraba secretos, se escuchaba el lamento aterrador de una figura
desgarrada por el dolor. Esa figura era La Llorona, la mujer que llora eternamente.

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo vivió una mujer hermosa de largos
cabellos oscuros y ojos llenos de melancolía. Su corazón anhelaba el amor y
encontró consuelo en los brazos de un hombre apuesto. Juntos, formaron una
familia y fueron bendecidos con dos hijos, símbolos de su amor profundo.

Pero, como en todo cuento oscuro, el destino les jugó una cruel pasada. El
hombre, consumido por la ambición y la infidelidad, abandonó a la mujer por otra
más joven y dejó atrás a sus hijos y a ella en un mar de tristeza.

La mujer, en un arrebato de desesperación y locura, fue presa de una ira


incontrolable. En un acto insensato y desgarrador, llevó a sus hijos al río y los
sumergió en sus aguas frías. El horror de su propio acto la embargó al instante,
pero era demasiado tarde para deshacer el mal que había cometido.

Desde entonces, La Llorona vaga por las noches, buscando a sus hijos perdidos.
Su llanto desgarrador llena el aire y atormenta a aquellos que tienen la desgracia
de escucharlo. Su figura aparece envuelta en un vestido blanco, su cabello oscuro
ocultando su rostro, y sus ojos llenos de tristeza y arrepentimiento.

Dicen que se le puede ver cerca de los ríos y arroyos, buscando incansablemente
a sus hijos, sin encontrar jamás el consuelo. Su presencia llena de terror a los que
la enfrentan, pero también sirve como advertencia a los más pequeños. Se dice
que si no se portan bien, La Llorona podría llevarlos consigo, perdidos en su
angustia eterna.

La leyenda de La Llorona ha sido transmitida de generación en generación, en


cada hogar y en cada pueblo, arraigándose en el imaginario colectivo. Su llanto
eterno sirve como recordatorio de que los pecados y la maldad tienen
consecuencias, y que el amor traicionado puede llevar a los más oscuros abismos
del alma.

Así, en las noches más tenebrosas, cuando el viento susurra y el llanto llena el
aire, La Llorona sigue vagando, sufriendo y buscando la redención que quizás
nunca encontrará. Una figura perdida en el tiempo, un eco de un pasado doloroso
que sigue atormentando nuestra imaginación.
EL CADEJO

En las noches más oscuras de los pueblos y caminos, existe una criatura
misteriosa y temida conocida como el Cadejo. Esta leyenda ancestral ha sido
transmitida de generación en generación, envolviendo las mentes de aquellos que
se atreven a escucharla.

Cuenta la historia que el Cadejo es una criatura que adopta la forma de un perro
negro de ojos brillantes y penetrantes. Su pelaje oscuro y su figura imponente
infunden temor en los corazones de quienes lo ven. Sin embargo, hay dos
versiones del Cadejo: uno blanco y otro negro.

El Cadejo blanco es considerado una especie de protector y guía. Se dice que


este misterioso perro blanco aparece ante las personas en situaciones peligrosas
o cuando están perdidas, y los acompaña hasta que se encuentren a salvo. Se
cree que este Cadejo blanco es una manifestación de bondad y protección,
velando por los viajeros solitarios y aquellos en apuros.

Por otro lado, el Cadejo negro es la personificación del mal y la oscuridad. Se dice
que este perro negro siniestro se cruza en el camino de aquellos que andan de
noche, persiguiéndolos con ojos brillantes y llenos de malicia. Su objetivo es
sembrar el miedo y la confusión en las mentes de las personas, y se rumorea que
puede llegar incluso a atacar a los incautos.

Aquellos que han tenido encuentros con el Cadejo negro cuentan historias
espeluznantes de cómo los persigue, emitiendo gruñidos y mostrando sus dientes
afilados. Se dice que solo los valientes y fuertes pueden enfrentarse al Cadejo
negro y sobrevivir a su terrorífico encuentro.

En las noches en que la luna está escondida y las sombras se alargan, la


presencia del Cadejo se hace palpable. Algunos lo consideran un presagio de
desgracias y otros creen que es una advertencia para mantenerse alejados de los
caminos oscuros y peligrosos.

Sin importar la versión que se encuentre, el Cadejo es una criatura enigmática y


poderosa que ha dejado huella en las creencias y mitos populares. Se le teme y
respeta, y su leyenda persiste como una advertencia de los peligros ocultos que
acechan en la oscuridad de la noche. El Cadejo, el perro mítico que protege o
aterroriza, seguirá cautivando las imaginaciones y desafiando la racionalidad de
aquellos que escuchan su historia.

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