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CEP

CENTRO DE ESTUDIOS DE POSGRADO

TESIS:
EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO EN LA PRÁCTICA

QUE PRESENTA:
MD. FRANCISCO LOZANO HERRERA
PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN DERECHO

DIRECTOR:
DOCTOR CLAUDIO ANTONIO GRANADOS MACÍAS

COMITÉ TUTORIAL:
DR. CLAUDIO ANTONIO GRANADOS MACÍAS
DR. FRANCISCO ANTONIO LEMBO ROSALES
DR. HUGO MUÑOZ

Aguascalientes, Ags; a febrero de 2021


EL PROCEDIMIENTO
ABREVIADO EN LA PRÁCTICA

FRANCISCO LOZANO HERRERA

1
ÍNDICE

Contenido página

Introducción…………………………………………………………………………..4
Concepto……………………………………………………………………………...7

Procedimiento Abreviado

Antecedentes del Procedimiento Abreviado………………………………………8

Antecedentes Históricos…………………………………………………………….14

Características del Procedimiento Abreviado…………………………………….18

Simplificación del Proceso…………………………………………………………..23

Autorización del Procedimiento Abreviado………………………………………..30

Principios del Sistema Penal Acusatorio en el

Procedimiento Abreviado……………………………………………………………34

Procedencia del Procedimiento Abreviado

Requisitos……………………………………………………………………………..37

¿Es una facultad o un derecho del imputado?...................................................38

Incomparecencia de la víctima……………………………………………………...44

Oposición de la víctima………………………………………………………………48

2
La reparación del daño en la fase de ejecución de sentencia…………………...51

¿la víctima se puede oponer si el Ministerio Público acusa

por un clasificación jurídica o participación distinta?..........................................60

¿puede el Ministerio Público negociar delitos o solamente penas?...................63

La Víctima como órgano acusador………………………………………………….65

¿en qué hechos se puede conceder el procedimiento abreviado?....................70

¿En cuántas ocasiones se puede conceder el procedimiento abreviado?........72

¿En qué momento puede solicitarse la apertura

del procedimiento abreviado?............................................................................75

Requisitos de procedibilidad………………………………………………………..78
a) Reconocer estar debidamente informado de su derecho a un juicio oral
y de los alcances del procedimiento abreviado
b) Expresamente renuncie al juicio oral
c) Consienta la aplicación del procedimiento abreviado
d) Admita su responsabilidad por el delito que se le imputa
e) Acepte ser sentenciado con base en los medios de convicción
que exponga el Ministerio Público al formular la acusación

Penas

¿Qué pena debe imponerse al acusado?..........................................................92

El acuerdo del Procurador (Fiscal)…………………………………………………99

El término “hasta”……………………………………………………………………104

Diversos escenarios del procedimiento abreviado

¿Cuándo se vincula por dos hechos que la ley señala como delito,

3
puede el fiscal autorizar que sólo se acuse por uno de ellos?.........................106

¿Se puede dictar una sentencia absolutoria

en el procedimiento abreviado?........................................................................107

¿Y si sólo existe la confesión del imputado?....................................................110

¿Por qué delito puede realizarse la acusación?...............................................111

Procedimiento abreviado y el concurso de delitos……………………………….113

Varios coimputados………………………………………………………………….119

Diversos aspectos de la sentencia

Sentencia………………………………………………………………………………120

Aclaración de sentencia……………………………………………………………...123

Apelación en el Procedimiento Abreviado………………………………………….124

Los sustitutivos de la pena de prisión

Sustitutivos de la pena de prisión……………………………………………………131

Los sustitutivos no son negociables…………………………………………………132

Impedimento de invocar el intento de un procedimiento abreviado……………...133

¿Lectura o explicación de sentencia?..................................................................134

Reconocimiento de inocencia………………………………………………………...138

4
Los adolescentes

¿Procedimiento abreviado en adolescentes?.......................................................143

Inimputables

Procedimiento abreviado en inimputables……………………………………………165

Conclusiones……………………………………………………………………………167

Crítica personal…………………………………………………………………………169

Bibliografía………………………………………………………………………………173

5
INTRODUCCIÓN

Una de las reformas del mes de junio de 2008 a la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos fue la que se realizó al artículo 20 concretamente a la
fracción VII del apartado “A” del citado ordenamiento legal, en la cual se establece
una Institución especial, como lo es la forma anticipada de terminación del proceso,
al señalar:

“…Una vez iniciado el proceso penal, siempre y cuando no exista oposición


del inculpado, se podrá decretar su terminación anticipada en los supuestos
y bajo las modalidades que determine la ley. Si el imputado reconoce ante la
autoridad judicial, voluntariamente y con conocimiento de las consecuencias,
su participación en el delito y existen medios de convicción suficientes para
corroborar la imputación, el juez citará a audiencia de sentencia. La ley
establecerá los beneficios que se podrán otorgar al inculpado cuando acepte
su responsabilidad…”.

El Código Nacional de Procedimientos Penales publicado en el mes


de marzo de dos mil catorce, se encargó de nombrar ese procedimiento como
abreviado.

La característica esencial del mismo es el requerimiento de que el


imputado reconozca su participación en la comisión del delito y ello, tal y como lo
establece la citada disposición, le otorgará beneficios que se desprenden del propio
Código Nacional, es decir, una pena menor a la mínima, siempre y cuando se
garantice la reparación del daño a la víctima.

Es decir, que conforme lo establece la propia Constitución, se trata de


un procedimiento que pretende resolver el asunto antes de llegar a la etapa de juicio,
lo que ha valido múltiples críticas de muchos autores, al señalar que se violentan
diversos principios, como el de presunción de inocencia, de contradicción, del
debido proceso.

6
Es un procedimiento que fue copiado del plea bargaining
estadounidense, pero adaptado al sistema penal mexicano, y si en los Estados
Unidos de Norteamérica ha sido bastante criticado, en nuestro país no ha sido la
excepción, aún y cuando ya teníamos en las diversas leyes adjetivas de las
entidades federativas el juicio sumario, que en algo se asemejaba.

El presente trabajo, pretende explicar desde un enfoque pragmático


cómo ha funcionado esta forma anticipada de terminación del proceso en las
audiencias, si en realidad ha sido un error su implementación o ha sido benéfico,
pero desde luego, si será la panacea del sistema penal.

Se pretende analizar el procedimiento desde los diversos enfoques,


es decir, desde la perspectiva del Ministerio Público, del asesor jurídico, de la
defensa y desde luego del imputado, para llegar a una conclusión, desde luego, una
vez realizadas las críticas respectivas.

Espero que al amable lector, dentro de los cuáles confío encontrar a


estudiantes de derecho, operadores del sistema y público en general ya que el
sistema interesa a toda la sociedad, puedan, en principio entender qué es el
procedimiento abreviado, en qué casos puede aplicarse, quién lo puede solicitar,
hasta qué momento, estableciendo cuáles son sus beneficios y desde luego si es
que existe algún perjuicio, para alguna de las partes y poder concluir si es
conveniente que el procedimiento abreviado siga permaneciendo en nuestro
sistema penal, si es necesario realizar algunas modificaciones o si debe permanecer
intocado y dejarlo en los mismos términos que lo redactan los artículos 201 a 207
del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Finalmente, es necesario precisar que estos apuntes están basados


en diversos supuestos e interrogantes, que se han contestado con la experiencia
propia, pero sustentadas en las diversas tesis y jurisprudencias que han emitido los
diverso Tribunales Colegiados y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

7
EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO
EN LA PRÁCTICA

Con la implementación del sistema acusatorio en nuestro país, se reformaron


diversas disposiciones constitucionales, entre ellos los artículos 17 y 20,
reglamentando, entre otras cosas la posibilidad de terminar el proceso penal a
través de una vía distinta al juicio ordinario, ya sea mediante la suspensión
condicional de proceso o un acuerdo reparatorio, o de manera anticipada, es decir,
a través de una sentencia que se emita antes de llegar a la etapa de juicio, un
procedimiento abreviado.

En efecto, el artículo 20 Constitucional establece en la fracción VII del


apartado “A” lo siguiente:

“…VII. Una vez iniciado el proceso penal, siempre y cuando no exista


oposición del inculpado, se podrá decretar su terminación anticipada en
los supuestos y bajo las modalidades que determine la ley. Si el
imputado reconoce ante la autoridad judicial, voluntariamente y con
conocimiento de las consecuencias, su participación en el delito y existen
medios de convicción suficientes para corroborar la imputación, el juez citará
a audiencia de sentencia. La ley establecerá los beneficios que se podrán
otorgar al inculpado cuando acepte su responsabilidad;…”.

Han pasado más de doce años desde esa reforma y cada vez son más
los cuestionamientos en relación a las figuras tan novedosas que ofrece este
sistema, como los criterios de oportunidad, las salidas alternas y desde luego la
forma anticipada de terminación del proceso (procedimiento abreviado).

8
Concepto

Según Jan Perlin1, el procedimiento abreviado es un proceso en donde se salta la


etapa de contradicción de las pruebas y, en algunos casos, también su desahogo
en el tribunal, lo que se supone redunda en un proceso que termina en un tiempo
reducido.

El proceso abreviado, asegura, se deriva de los beneficios que


perciben los sujetos procesales, que a su vez surge del ámbito de la maniobra que
les otorga la ley a los actores del proceso.

Refiere el autor:

“El espacio de maniobra se define por las atribuciones y facultades de los sujetos procesales,
quienes se comprometen, explícita o implícitamente, y aseguran el cumplimiento del beneficio
respectivo. Se habla de negociación, en el sentido de que un actor procesal pueda decidir
tomar o no una acción que ésta comprenda dentro de sus facultades, dependiendo de los
incentivos que ofrecen los otros actores procesales, o el sistema procesal mismo y así en
cadena.

Por ejemplo, la defensa podría acordar no presentar testigos y no cuestionar o contradecir la


prueba de la acusación, a cambio de una condena administrativa en vez de la pena, o a
cambio de una condena por un delito menos serio y/o pena más leve. De esta manera, el
acusador público marca el espacio de negociación por los cargos que determina, tomando en
cuenta las posibles sentencias de acuerdo con la legislación, siendo ésta un factor estable.

La manera de formalizar o hacer efectivo estos “acuerdos” depende también de la posibilidad


de la acusación de garantizar la pena prometida, ya que es el Juez quien impone la pena.
Encontramos que los Jueces también encuentran cierto incentivo en la pronta resolución de
casos, sobre todo casos donde no hay disputa entre las partes sobre los hechos, lo que
también fomenta la práctica de negociaciones de este tipo…”

Por su parte, Álex Carocca2 señala que el procedimiento abreviado se


caracteriza porque se produce un acuerdo entre el fiscal e imputado en virtud del

1
Perlin, Jan. El Proceso Abreviado: Política Criminal, diseño procesal y la operación de los sistemas
de justicia penal en México: Retos y Perspectivas, Suprema Corte de Justicia de la Nación, México
2008, pp 445 – 494.
2
Carocca Pérez, Álex, Manual el nuevo sistema procesal penal, 3ª ed., Chile, Lexis Nexis, 2005,
pp. 251-257.)

9
cuál, éste último acepta los hechos contenidos en la acusación y los antecedentes
reunidos en la investigación que los avalan, a cambio de una solicitud de pena que
no puede ser sobrepasada por el Juez de garantía, además, refiere:

“…este procedimiento, a diferencia del juicio oral y del procedimiento simplificado, permite el
pronunciamiento de la sentencia por el juez de garantía, en base al mérito de la carpeta, que
seguramente será presentado por escrito, reunida por el fiscal. La ventaja para el imputado
será la obtención de una sentencia rápida, y asegurarse que la pena que se le pueda
imponer, que seguramente considerará atenuantes o al menos excluirá agravantes, no será
la más alta contemplada en la ley para este tipo de delitos…”

Antecedentes

Se podría pensar que el antecedente inmediato del procedimiento abreviado en


nuestro país, es justamente el procedimiento sumario, en el cuál se establecía
acortar los términos de un proceso ordinario, pero, sobre todo, la disminución de la
pena.

El propio Jan Perlin3 menciona que, a diferencia de los procesos


abreviados, los procesos sumarios conservan la práctica de todas las actividades
del proceso ordinario, realizándolas en plazos reducidos, pero sin saltar o prescindir
de alguna.

Tal afirmación, se desprende del abrogado Código Federal de


Procedimientos Penales: el cual regulaba el proceso sumario de la siguiente forma:

“Artículo 152.- El proceso se tramitará en forma sumaria en los siguientes casos:

a) En los casos de delitos cuya pena no exceda de dos años de prisión, sea o no alternativa,
o la aplicable no sea privativa de libertad, al dictar el auto de formal prisión o de sujeción a
proceso, de oficio resolverá la apertura del procedimiento sumario, en el cual se procurará

3 Ídem supra

10
cerrar la instrucción dentro de quince días. Una vez que el tribunal la declare cerrada, citará
a la audiencia a que se refiere el artículo 307;

b) Cuando la pena exceda de dos años de prisión sea o no alternativa, al dictar el auto de
formal prisión o de sujeción a proceso, el juez de oficio resolverá la apertura del
procedimiento sumario en el cual se procurará cerrar la instrucción dentro del plazo de treinta
días, cuando se esté en cualquiera de los siguientes casos:

I.- Que se trate de delito flagrante;

II.- Que exista confesión rendida precisamente ante la autoridad judicial o ratificación ante
ésta de la rendida ante el Ministerio Público; o

III.- Que no exceda de cinco años el término medio aritmético de la pena de prisión aplicable,
o que excediendo sea alternativa. Una vez que el juzgador acuerde cerrar la instrucción,
citará para la audiencia a que se refiere el artículo 307, la que deberá celebrarse dentro de
los diez días siguientes;

c) En cualquier caso en que se haya dictado auto de formal prisión o de sujeción a proceso
y las partes manifiesten al notificarse de ese auto o dentro de los tres días siguientes a la
notificación, que se conforman con él y que no tienen más pruebas que ofrecer salvo las
conducentes sólo a la individualización de la pena o medida de seguridad y el juez no estime
necesario practicar otras diligencias, citará a la audiencia a que se refiere el artículo 307. El
inculpado podrá optar por el procedimiento ordinario dentro de los tres días siguientes al que
se le notifique la instauración del juicio sumario”.

Podemos advertir que, en los juicios sumarios prácticamente se


seguía el mismo trámite de un procedimiento ordinario, pues, contemplaba el
desahogo de todas y cada una de las etapas procesales, pero con plazos reducidos
como lo señala Perlin.

Otro ejemplo es como se regulaba el procedimiento sumario en el


Estado de Aguascalientes, donde de igual manera, se otorgaba oportunidad a las
partes de ofrecer pruebas, para posteriormente cerrar el periodo de instrucción,
también la posibilidad de formular conclusiones en un término más breve y luego
una audiencia final para quedar citados los autos para sentencia.

Incluso los tribunales federarles se pronunciaron en relación al proceso


sumario, concretamente el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y

11
Administrativa del Quinto Circuito al emitir la Tesis: V.2º.P.A.3P, Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. III, mayo de 2014, p. 2102,
de rubro.

PROCESO PENAL. SU TRAMITACIÓN EN LA VÍA SUMARIA CUANDO NO SE


ACTUALIZA ALGUNA DE LAS HIPÓTESIS DEL ARTÍCULO 152 DEL CÓDIGO FEDERAL
DE PROCEDIMIENTOS PENALES, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE
AMERITA LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO POR AFECTAR EN PERJUICIO DEL
INCULPADO SU DERECHO AL DEBIDO PROCESO LEGAL, EL PRINCIPIO DE
ESTRICTA APLICACIÓN DE LA LEY EN MATERIA PENAL Y TRASCENDER AL
RESULTADO DEL FALLO.

De los artículos 4o., 147, 150, 152, 291, 296, 297 y 305 a 307 del Código Federal de
Procedimientos Penales, se advierte que existen considerables diferencias entre las vías
ordinaria y sumaria del proceso penal, por lo que conforme al principio de exacta aplicación
de la ley en materia penal establecido en el artículo 14, párrafo tercero, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, una u otra vía debe regir hasta la conclusión
del juicio para los casos señalados por la propia legislación, salvo que la defensa solicite su
modificación, caso en el cual deberá seguirse el proceso en la vía oportunamente elegida en
la forma que la ley establece. En ese sentido, si en una causa el Juez ordenó la apertura del
proceso suario, siendo la vía ordinaria la conducente por no actualizarse ninguna de las
hipótesis del mencionado artículo 152, esta determinación transgrede en perjuicio del
inculpado su derecho al debido proceso legal y el aludido principio, ya que dicho proceder
reduce considerablemente su oportunidad de defensa, trascendiendo al resultado del fallo.
Lo anterior es así, porque en el procedimiento sumario no se exige agotar la instrucción en
términos del citado artículo 150, lo que implica que el encausado no cuenta con el periodo
supletorio de prueba, precedido de la notificación personal y el mandato de poner el proceso
a la vista de las partes por diez días, como una llamada de atención para que, si tienen
pruebas que ofrecer, promuevan lo conducente, prevención y oportunidad que sólo se
contempla en el procedimiento ordinario. Además, en la vía sumaria no se otorga al inculpado
y a su defensor la oportunidad de contestar, en un término mínimo de diez días, las
conclusiones acusatorias del Ministerio Público y, formular a su vez, las que les
correspondan, como lo dispone para el procedimiento ordinario el aludido artículo 291, sino
que ello deben realizarlo en la audiencia de vista, inmediatamente después de conocer las
conclusiones acusatorias, sin plazo alguno para su estudio y estructuración, pues de
conformidad con el propio artículo 307, deben producirse en el acto mismo de la audiencia,
enseguida de que las presente el Ministerio Público, con independencia del volumen del
expediente. Consecuentemente, al verse modificada sustancialmente la fijación de los
plazos, la carga procesal y la defensa del imputado, por haberse tramitado el juicio penal en
una vía procesal incorrecta, se constituye una violación procesal que trasciende al resultado
del fallo y motiva la concesión del amparo, para el efecto de que el procedimiento sea
repuesto desde el auto de cierre de instrucción, a fin de que el Juez instructor provea lo
conducente, agote ésta y continúe el juicio en la vía ordinaria, sin que ello impida la
subsistencia de las pruebas legalmente desahogadas en la causa penal.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL


QUINTO CIRCUITO.

12
El Maestro Zamora Pierce4 señala que el Código Federal de
Procedimientos Penales, desde antes de la reforma constitucional, disponía en su
artículo 152, c) que el proceso se tramitará en forma sumaria en cualquier caso en
que se haya dictado auto de formal prisión o de sujeción a proceso y las partes
manifiesten al notificarse de ese auto o dentro de los tres días siguientes a la
notificación que se conforman con él y que no tienen más pruebas que ofrecer, salvo
las conducentes sólo a la individualización de la pena o medida de seguridad y el
juez no estime necesario practicar otras diligencia

Mientras en el procedimiento abreviado, según refiere el Doctor Fidel


Lozano Guerrero5:

“…su finalidad es evitar una o varias etapas del procedimiento, para dar fin al mismo, en los
casos en que todas las partes involucradas estén de acuerdo con la terminación propuestas
y autorizada por el juzgador”.

En relación al abreviado, el citado autor señala que es una derivación


lógica por los beneficios que aporta a las partes intervinientes en el proceso que a
su vez se genera por los resquicios o ámbito de maniobra, que la propia ley otorga
a los sujetos procesales.

La diferencia del procedimiento abreviado, según refiere Lozano


Guerrero termina en una sentencia, mientras que las salidas alternas terminan con
la extinción del proceso, su desistimiento o no ejercicio de la acción penal,
respectivamente, en éstas se negocia, dice, una salida alternativa a cambio de
quedar sin antecedente penal.

4
Zamora Pierce, Jesús, Juicio Oral, Utopía y Realidad, editorial Porrúa, México 2011, pp 63 -89
5Lozano Guerrero, Fidel. El Proceso Penal Oral Mexicano, editorial Porrúa, México 2015, pp 204 -
212

13
Se trata entonces de garantizar la pena, de la cual, refiere el citado
académico, la resolución no está en manos del Ministerio Público, sino en la del
Juez que finalmente impone la pena.

El Ministerio Público busca entonces obtener la aceptación de los


hechos de parte del imputado, claro sin ninguna clase de tortura, sino mediante el
ofrecimiento de ciertos beneficios como es la agilidad del proceso (que de cualquier
manera se desprende del artículo 17 Constitucional) y desde luego la disminución
de la pena que establece el Legislador.

Podemos entender entonces que la distinción entre el procedimiento


sumario y el abreviado es que el primero era concebido como un derecho del
inculpado, pues él o su defensor podía solicitarlo y, al acreditarse todos y cada uno
de los requisitos para su apertura, no existía ningún impedimento para hacerlo, no
obstante en tratándose del procedimiento abreviado conforme al sistema acusatorio
se concibe más como un beneficio, que puede otorgarse siempre y cuando, además
de que se acrediten ciertos requisitos, lo solicite el Agente del Ministerio Público.

Lo anterior se afirma en virtud de que, al asegurar que el procedimiento


sumario constituía un derecho, tendríamos que comenzar definiendo lo que es
derecho.

Según la definición que otorga el Diccionario Jurídico Espasa Calpe6,


la palabra Derecho deriva etimológicamente de la voz latina “directus” que significa
lo derecho, lo recto, lo rígido, los romanos empleaban la voz “ius”.

Se describe entonces que la palabra derecho puede tomarse en tres


acepciones distintas. Como conjunto de normas o reglas que rigen la actividad
humana en la sociedad, cuya inobservancia está sancionada y que es el Derecho
objetivo, también se percibe como las facultades pertenecientes al individuo, que
vendría a ser el Derecho subjetivo y finalmente el derecho como equivalente a
justicia.

6
Diccionario Jurídico Espasa Calpe, Fundación Tomás Moro, Madrid 1998, p. 301

14
Por el contrario, beneficio es una utilidad, un bien que se hace o se
recibe.

Es decir, al hablar de derecho, entendemos que el Estado está


obligado a implementar mecanismos para que se respete, se garantice y desde
luego se otorgue esa prerrogativa, mientras que el beneficio está sujeto a ciertas
condiciones, en el caso, procesales y desde luego a la consideración tanto del
Agente del Ministerio Público y luego del Juez de Control, pues el primero lo solicita
y la autoridad jurisdiccional decide si apertura o no el procedimiento abreviado.

Entonces, si el procedimiento sumario es un derecho y no se otorga,


resulta incuestionable que el inculpado podría acudir al juicio de amparo para
reclamar ese derecho.

Así lo señaló la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación al emitir la jurisprudencia bajo la Tesis: 1ª./j.34/2007 que puede ser
consultada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
t. XXV, mayo de 2007, p. 530, de rubro.

PROCEDIMIENTO SUMARIO. LA NEGATIVA DE SU APERTURA CONSTITUYE UN


ACTO DE IMPOSIBLE REPARACIÓN, POR LO QUE EN SU CONTRA PROCEDE
EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO (LEGISLACIÓN PENAL PARA EL ESTADO DE
AGUASCALIENTES).

El procedimiento sumario regulado en el artículo 342 de la Legislación Penal para el Estado


de Aguascalientes prevé a favor del procesado la posibilidad de que se le dicte sentencia en
un término inferior al señalado en el artículo 20, apartado A, fracción VIII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, al cumplirse los requisitos contenidos en aquel
numeral; por tanto, la resolución que niega la apertura de dicho procedimiento infringe el
artículo 17, párrafo segundo, constitucional, que tutela el derecho de todo gobernado a que
se le administre justicia en los plazos que fijen las leyes, de manera pronta y expedita, lo que
se traduce en una violación que produce una afectación de grado sobresaliente y de
imposible reparación, aun cuando obtuviera sentencia absolutoria, pues debe tomarse en
cuenta el tiempo que transcurriría para su dictado, de acuerdo con los plazos señalados en
la Constitución de la República -debe ser juzgado antes de cuatro meses si se trata de delitos
cuya pena máxima no exceda de dos años de prisión y antes de un año, si la pena excediere
de ese plazo-. En ese sentido y atendiendo a que la mencionada afectación es en grado
superior y de imposible reparación, resulta evidente que contra la resolución que niega la
apertura del procedimiento sumario procede el juicio de amparo indirecto de acuerdo con
los artículos 107, fracción III, inciso b), constitucional y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo.

15
Como se observa de la mencionada tesis, se advierte incluso que en
juicio sumario existía la posibilidad de que se emitiera una sentencia absolutoria, lo
que se puede explicar porque incluso el citado numeral admitía la posibilidad de que
se pudieran ofrecer pruebas, lo que no tenía otro objeto sino el que fueran valoradas
al momento de dictar sentencia y ello podía llevar a que se dictara una sentencia
absolutoria, lo que no acontece en el procedimiento abreviado, como se analizará
en el apartado correspondiente.

Antecedentes Históricos

El procedimiento abreviado deriva del sistema anglosajón “plea bargaining” (pedir


rebaja) traducción al español, o también es traducido como acuerdo de culpabilidad
guilty plea.

El ilustre Penalista Zamora Pierce7 menciona que la figura del “Plea


bargaining” surge en Estados Unidos a principios del siglo XIX como una práctica
del Ministerio Público quien retiraba algunos de los cargos que pretendía hacer al
acusado a cambio de que éste se declarase culpable. Los Jueces no participaban
en esa práctica. De hecho la veían con desaprobación e, incluso, afirma, en algún
caso pretendieron sancionar a quienes la usaban pero pronto los jueces se unieron
a la práctica de negociar la pena que podrían imponer.

Asegura el autor que a finales de ese siglo se aplicaba a casi al


noventa por ciento de ellos.

Señala nuestro autor que, en 1973, la Comisión Nacional Asesora en


Justicia Penal recomendó incluso su abolición en 5 años.

Menciona Jesús Zamora Pierce que en nuestra Constitución Política


no se expresa la posibilidad de que las partes efectúen negociaciones o celebren
pactos, y que ese tipo de arreglos, se encuentran inspirados en el plea bargaining

7
Zamora Pierce, Jesús, Juicio Oral, Utopía y Realidad, editorial Porrúa, México 2011 63 - 89

16
estadounidense y que solamente se visualizaban en los Códigos de procedimientos
penales.

En relación al antecedente del procedimiento abreviado, Jan Perlin8


indica:

“El “plea bargaining” surge como fenómeno general en 1920, la época en que el desafío a la
legislación que prohibía el consumo del alcohol generó un incremento súbito y significativo
en la carga de trabajo de los tribunales. El descubrimiento por académicos y políticos de la
práctica del “plea bargaining” a principios del siglo XX causó sorpresa y rechazó
esencialmente por prescindir de una institución tan fundamental en la justicia de los Estados
Unidos de América como el jurado. El Jurado como institución de control sobre el arbitrario
ejercicio del poder, fue una manda específica de los constituyentes Por lo tanto, tiene un
simbolismo importante para el planteamiento de la democracia en los Estados Unidos.

Juan Carlos Ferré9 ha llegado a afirmar incluso que el sistema penal


norteamericano, es un sistema de conformidades y que los juicios ante jurados son
casi inexistentes.

Por su parte Grover J. Cornejo10, refiere algunos de los peligros que


representa el sistema del plea bargaining, señalando los siguientes:

a) Un denunciado inocente se le puede ejercer presión sobre una confesión y una súplica
fuera de miedo de una pena severa si está condenado;
b) Particularmente los criminales viciosos conseguirán el tratamiento clemente y estarán
detrás “en la calle” en un rato corto;

8
Perlin, Jan. El Proceso Abreviado: Política Criminal, Diseño Procesal y La Operación de los
Sistemas de Justicia Penal. El Sistema de Justicia Penal en México: Retos y Perspectivas, Suprema
Corte de Justicia de la Nación, México 2008, pp 445 – 494.
9 Ferré Olivé, Juan Carlos. “EL Plea Bargaining” o Cómo Pervertir la Justicia Penal a través de un

sistema de conformidades low cost. Revista Penal de Ciencia Penal y Criminología.


http://crimenet.ugr.es/recpc/20/recpc20-06.pdf
10 Cornejo y Grover J. “El Plea Bargaining” Derecho y Cambio Social.
https://www.derechoycambiosocial.com/revista007/plea%20bargaining.htm

17
c) Resultados en el tratamiento desigual. Agravio Social o público el plea bargaining ha
conducido a algunos estatutos de estado que prohibían la práctica, pero las discusiones
informales pueden conseguir alrededor de la interdicción.

El referido autor, de igual manera señala los beneficios que


representa esta Institución (plea bargaining).

3.3.1. CELERIDAD.- Resolviendo la materia rápidamente. Esto tiene la ventaja tangible, de


proporcionar la resolución a la tensión de la carga con un crimen. El ir al proceso requiere
generalmente una espera mucho más larga -- y causa mucho más tensión -- que tomando
un negocio de la súplica. Los procesos pueden tomar días, semanas o a veces meses
mientras que las súplicas de culpa se pueden arreglar a menudo en minutos.

3.3.2. DISMINUCION DE CARGAS O IMPUTACIONES.- Tener pocos u ofensas menos


serias en su expediente. Abogar por culpable o ninguna culpa en el intercambio para una
reducción en el número de cargas o la seriedad de las ofensas parece mucho mejor en el
expediente de un denunciado que las convicciones que pudieron resultar después de
proceso.

3.3.3. REDUCIR LA GRAVEDAD DE LAS IMPUTACIONES.- A cargas menos ofensivas en


el intercambio para una súplica de culpa. Un inculpado por la comisión del delito de Asesinato
podría reducir la gravedad de primer grado a un grado menos criminoso, por lo cual la pena
a imponérsele finalmente es menor.

3.3.4. EVITAR MOLESTIAS.- Alguna gente aboga por culpable -- especialmente a la rutina,
las primeras ofensas del menor de edad -- sin emplear a un abogado. Si ella esperara para
ir al proceso, ella tendría que encontrar a un buen abogado y pasar el tiempo y el dinero que
se preparan para el proceso.

3.3.5. EVITAR PUBLICIDAD.- La gente famosa, las gentes normales que dependen de su
reputación en la comunidad para ganar una vida y para poblar quiénes no desean traer la
vergüenza adicional a sus familias toda puede eligió abogar por culpable o ninguna
culpabilidad para guardar sus nombres fuera del ojo público. Mientras que las noticias de la
súplica por sí mismo pueden ser públicas, las noticias son de breve duración comparadas a
las noticias de un proceso. Y está raramente el fondo de un denunciado explorado en el
curso de un negocio de la súplica al grado que puede ser hecho en el proceso.

18
3.3.6. CARGA PROCESAL.- Además, porque se atestan las cárceles, los jueces pueden
hacer frente a la perspectiva de tener que lanzar a la gente condenada (contenida en las
mismas instalaciones que ésas que aguardan proceso) antes de que terminen sus oraciones.
Los jueces razonan a menudo eso que usa negocios de la súplica "para procesar fuera" de
los delincuentes que no son probables hacer mucha hora de la cárcel conducen a pocos
problemas con el atestamiento.

De igual manera Gerard E. Lynch11, afirma:

“…la circunstancia de que la mayoría de los casos son resueltos sin acudir al juicio es, en sí
misma, un signo de la degeneración del sistema y que el hecho de que los fiscales, en la
práctica, determinen las sentencias impuestas a la mayoría de los acusados cuando la tarea
de dictar las sentencias e imponer las penas están formalmente asignadas a los jueces,
significa que los factores que producen o que refuerzan un resultado tal merece ser
condenado…”

Con la creación del Código Nacional de Procedimientos Penales, se


establecieron los supuestos concretos que eliminan cualquier contradicción, ya que
establece las reglas en las cuáles procede el procedimiento abreviado.

Algunos Tribunales Federales han señalado que no debe equipararse


entonces el procedimiento sumario al procedimiento abreviado.

Tal es el caso del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del


Segundo Circuito, que emitió la Tesis: II.2oP.75P, Gaceta, del Semanario Judicial
de la Federación, Décima Época, t. tres, septiembre 2018, p. 2471, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SU NATURALEZA FRENTE A LOS DERECHOS DE LA


VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO.

11
Lynch E. Gerard. Plea Bargaining. El Sistema no contradictorio de Justicia Penal en EEUU.
http://upauderecho2.blogspot.com/2008/05/plea-bargaining-el-sistema-no.html.

19
El procedimiento abreviado no debe equipararse con un "mini juicio", "procedimiento
reducido en tiempo", "sumario" o "corto", en atención sólo al interés del imputado, si
conforme a su naturaleza, se trata de una solución anticipada al conflicto penal que
presupone, en esencia, una forma de resolución preacordada que desde el punto de vista
político-criminológico pretende no sólo solucionar dicho conflicto anticipadamente, desde
una perspectiva de tiempo, sino también, y esto como condición, garantizando los derechos
de la sociedad, representada por el Ministerio Público, a fin de evitar la impunidad y, además,
los derechos de la víctima u ofendido del delito que, en su caso, igualmente exigen su
derecho de acceso a la justicia, conocimiento de la verdad y reparación del daño, esto es,
de una tutela judicial efectiva ante los tribunales.

Características del Procedimiento Abreviado

El Doctor Sergio García Ramírez12 señala que la forma anticipada de terminación


del proceso o sugiere la posibilidad de “entendimientos o negociaciones” entre el
Ministerio Público y el inculpado, o suficiencia probatoria inmediata, o iniciativas
prácticas del órgano acusador.

El Procedimiento abreviado, como su nombre lo indica, abrevia el


proceso, lo hace más ágil, garantiza la reparación del daño a la víctima y otorga al
acusado una pena menor a la que ha propuesto el legislador por la comisión
delictiva.

El insigne Maestro Luigi Ferrajoli13 ha hecho comentarios al respeto


en su obra Derechos y Garantías y señala:

“…debe haber un juez independiente que intervenga para reparar las injusticias sufridas para
tutelar los derechos de un individuo, aunque la mayoría o incluso los demás en su totalidad
se unieran contra él, dispuesto a absolver por falta de pruebas aun cuando la opinión general
quisiera la condena, o a condenar, si existen pruebas, aun cuando esa misma opinión
demandase la absolución.

12
García Ramírez, Sergio. La Reforma Penal Constitucional (2007 – 2008) ¿Democracia o
Autoritarismo? Editorial Porrúa, 2ª. ed., México, 2009, p 134.
13 Ferrajoli, Luigi. Derechos y Garantías. La Ley del Más Débil, prólogo y traducción de Perfecto

Andrés Ibáñez, ed. Trotta, 1999, pp 25 -28.

20
Esta legitimación no tiene nada que ver con la de la democracia política, ligada a la
representación. No se deriva de la voluntad de la mayoría, de la que asimismo la ley es
expresión…

Ninguna mayoría puede hacer verdadero lo que es falso, o falso lo que es verdadero, ni, por
tanto, legitimar con su consenso una condena infundada por haber sido decidida sin pruebas.
Por eso me parecen inaceptables y peligrosas para las garantías del justo proceso y, sobre
todo, del proceso penal las doctrinas “consensualistas” y “discursivas” de la verdad que
nacidas en el contexto de disciplinas muy diferentes, como la filosofía de las ciencias
naturales (Kuhn) o la filosofía moral o política (Habermas) algunos penalistas y procesalistas
querrían importar ahora en el proceso penal, quizá para justificación de esas instituciones
aberrantes que son las negociaciones sobre la pena.

En efecto, ningún consenso ni el de la mayoría, ni el del imputado puede valer como criterio
de formación de la prueba. Las garantáis de los derechos no son derogables ni disponibles.
Aquí en el proceso penal, no valen otros criterios que los ofrecidos por la lógica de la
inducción: la pluralidad o no de las pruebas o confirmaciones, la ausencia o presencia de
contrapruebas, la refutación o no de las hipótesis alternativas a la de la acusación”.

En el libro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación14 “Análisis


sobre la Nomenclatura empleada en el Nuevo Sistema de Justicia Penal previsto en
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, al referirse al juicio
abreviado, asegura que el fundamento de este procedimiento especial, está
pensado para ser el más utilizado y eso radica en los estadísticas que se han
presupuestado para este Sistema Acusatorio, afirmando incluso que “solo un
porcentaje de los casos en que exista una acusación serán llevados a juicio oral”.

Se menciona entre otras cosas que uno de sus beneficios es el ahorro


de recursos para el sistema judicial y para la propia víctima, de “su propio tiempo y
la reducción de gastos legales”, además del ahorro de recursos para el imputado
“que incluye el paso en prisión preventiva, el menor tiempo de condena que se
obtiene como producto del acuerdo y la reducción de gastos legales en su defensa”

14
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. Análisis sobre la Nomenclatura empleada en
el Nuevo Sistema de Justicia Penal previsto en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, México, 2012, pp. 223 – 228.

21
Representa un ahorro de recursos, se apuesta por una condena
rápida por la discrecionalidad de los fiscales en la selección de los hechos y
circunstancias que podrían ser objeto de negociación, por la ausencia de controles
internos y externos relevantes, y por el estímulo que significará parar el imputado la
oferta de rebajas sustanciales de la pena.

También se establece algunas desconfianzas hacia este


procedimiento, como en las condenas fundadas en el consenso de las partes, por
la marcada situación de desigualdad del imputado frente a la persecución penal y
las fuertes distorsiones que podían derivarse de ella.

El peligro de que la investigación preliminar recobra centralidad en el


proceso penal, al existir un alta probabilidad de que los antecedentes del fiscal se
transformen en medios de prueba en un procedimiento abreviado lo que tendería a
la realización de una instrucción formalizada destinada a producir prueba utilizable
directamente, porque se retornaría al sistema de enjuiciamiento con base en los
registros de la instrucción existente con anterioridad a la reforma, pero ahora con la
agravante de que esos registros en el nuevo sistema son de orden meramente
administrativo y no de carácter jurisdiccional.

Otro de los problemas que se plantean es la compatibilidad de los fines


constitucionales del proceso con la investigación incompleta o el proceso sin fase
instructiva.

Sostiene la Suprema Corte de Justicia de la Nación que desde el punto


de vista de los derechos de las víctimas y de la prevención general, surge una
contradicción entre el derecho a la verdad como fin clásico del proceso penal y el
desestímulo del juicio como escenario garantista para probar la responsabilidad.

Se habla también de una verdad incompleta al permitir la apertura del


procedimiento abreviado todavía en la etapa de investigación complementaria,
porque al no haberse agotado la verdad también es incompleta, quedando la duda
de si lo aceptado por el procesado es la verdad absoluta y real o sólo parcial de lo
sucedido.

22
Otra de las críticas que se han hecho es que al suprimirse la etapa del
juicio oral y saltar de la aceptación de cargos o de la suscripción del acuerdo a la
sentencia, no se permite al Juez formarse su propio juicio en torno a la existencia o
no de la responsabilidad penal, al no contar hasta ese momento con prueba
materialmente debatida en el proceso que le permite efectuar una valoración
ponderará para llegar a una conclusión en torno a si el procesado debe ser
declarado culpable o no. La única forma de sustentar la condena es la confesión del
procesado implícita en la aceptación de los cargos, hayan sido producto o no de un
acuerdo previo, ya que no existen otras pruebas que la puedan corroborar en
sentido acusatorio. Ello significa que la estructura de los procedimientos abreviados
conserva el rol de juzgamiento que cumple el Juez en los procedimientos
inquisitivos, pues se limita a constatar que no existe contraevidencia entre lo
aceptado por el procesado y la evidencia que sirvió de fundamento a la imputación
o a la acusación, según el caso, dependiendo del momento en el cual se produzca
la aceptación de cargos o la negociación. Es decir, que además de heredarse la
dificultad mencionada respecto de los procedimientos inquisitivos, en el sentido de
que no existe certeza para el Juez sobre si en efecto se perfeccionó la investigación,
se presenta una dificultad adicional porque la prueba que ha de servir de base para
ser cotejada con la confesión del procesado es prueba sumaria, puesto que para
ese momento procesal no se ha activado el derecho de defensa material plena que
permita hacer una controversia respecto de la evidencia que recaudó la Fiscalía a
efectos de soportar el acto de imputación.

Concluye la Corte indicando que, todo procedimiento abreviado que


implique la supresión del juicio, y más dentro de una estructura acusatoria, aumenta
el riesgo de que la verdad consensual o la verdad a medias producto de una
investigación terminada anticipadamente como producto de una confesión se
distancie de la posibilidad de que mediante el proceso penal se llegue a establecer
la verdad real y que, en consecuencia, la sentencia sea producto de esa
determinación.

23
La Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de los Plenos de
Circuito ha plasmado las características de un procedimiento abreviado, siendo
éstos los siguientes:

a) es un acto de disposición de la acción penal por parte de su titular, el Ministerio


Público y tiene la facultad de decidir en qué proporción ejercerla dentro de los
límites legales;

b) se trata de un acto entre partes, al emitirse en una etapa judicializada del


procedimiento penal; y

c) no es un acto unilateral ni obligatorio, pues deriva de un acuerdo previo entre las


partes, toda vez que, el imputado tiene la facultad de aceptar o rechazar la
aplicación del procedimiento abreviado.

Al tenor se ha emitido la jurisprudencia de los Plenos de circuito, bajo


la Tesis: PC.III.P.J/17 P , Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, t. II Libro 57, agosto de 2018, t. II p. 2222, de rubro.

REDUCCIÓN DE LA PENA PARA DAR POR TERMINADO ANTICIPADAMENTE EL


PROCESO PENAL, A TRAVÉS DE UN PROCEDIMIENTO ABREVIADO. CUANDO SE
IMPUGNA A TRAVÉS DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO LA RESOLUCIÓN
MINISTERIAL QUE LA NIEGA, SE ACTUALIZA UNA CAUSA MANIFIESTA E
INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA.

La resolución ministerial citada no es un acto de autoridad para efectos del juicio de amparo,
lo que actualiza, de manera manifiesta e indudable, la causa de improcedencia prevista en
el artículo 61, fracción XXIII, en relación con el diverso 5o., fracción II, ambos de la Ley de
Amparo, por lo cual, procede desechar la demanda de amparo, en atención a que el solo
análisis de la naturaleza del acto y de la autoridad permite arribar a esa conclusión, lo cual
no variaría si se tramitara el juicio constitucional. Lo anterior es así, por tres razones: a) es
un acto de disposición de la acción penal por parte de su titular, el Ministerio Público,
conforme a los artículos 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
127, 131, fracción XVI, y demás relativos y aplicables del Código Nacional de Procedimientos
Penales, esto es, el titular de la acción tiene la facultad de decidir en qué proporción ejercerla
dentro de los límites legales; b) se trata también de un acto entre partes, al emitirse en una

24
etapa judicializada del procedimiento penal; y c) no es un acto unilateral ni obligatorio, pues
deriva de un acuerdo previo entre las partes, toda vez que, el imputado tiene la facultad de
aceptar o rechazar la aplicación del procedimiento abreviado, acorde con el artículo 201,
fracción III, inciso c), del código referido.

PLENO EN MATERIA PENAL DEL TERCER CIRCUITO.

Contradicción de tesis 4/2018. Entre las sustentadas por el Primer y el Tercer Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito. 4 de junio de 2018. Mayoría de dos
votos de los Magistrados Adalberto Maldonado Trenado y José Luis González. Disidente:
José Félix Dávalos Dávalos. Ponente: Adalberto Maldonado Trenado. Secretario: Francisco
René Ramírez Marcial.

Esta tesis se publicó el viernes 10 de agosto de 2018 a las 10:18 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 13 de agosto de
2018, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Simplificación del Proceso

El procedimiento abreviado representa la simplificación del proceso, el agente del


Ministerio Público, realiza la acusación de forma verbal y sustenta la misma en datos
de prueba que ha recabado en la carpeta de investigación, es decir, ya no ofrece
medios de prueba y tampoco la defensa lo hace, por lo que ya no existe debate
sobre la admisión de medios de prueba, se simplifica la etapa intermedia y se
elimina la etapa de juicio, sin que exista la posibilidad de debatir los datos de prueba
con los que cuenta la Fiscalía.

Es decir, que el imputado acepta que el Juez de Control resuelva su


situación jurídica en definitiva con los datos de prueba que expone el Agente del
Ministerio Público, incluso en muchos casos sin que el Agente del Ministerio Público
terminara de investigar, cuando se solicita la apertura del procedimiento abreviado
en la etapa de investigación complementaria.

25
De inicio se podría pensar que el único caso en que los datos de
prueba pueden servir de base para emitir el fallo sólo procedería para los casos de
delincuencia organizada, tal y como lo señala la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en su artículo 20 apartado B, fracción V, párrafo segundo, mismo
que a la letra dice:

“…En delincuencia organizada, las actuaciones realizadas en la fase de investigación podrán tener
valor probatorio, cuando no puedan ser reproducidas en juicio o exista riesgo para testigos o
víctimas. Lo anterior sin perjuicio del derecho del inculpado de objetarlas o impugnarlas y aportar
pruebas en contra…”.

Sin embargo, no es así, pues el supuesto que se establece en el citado


numeral se refiere al caso de que se resuelva el asunto en un procedimiento
ordinario, es decir, se ha establecido por el Constituyente que en casos de
delincuencia organizada se puede resolver en juicio con las actuaciones realizadas
en la fase de investigación, lo que no puede acontecer en ningún otro asunto.

En tratándose del procedimiento abreviado, también es factible


resolver en definitiva con datos de prueba, es decir, no es requisito que el Tribunal
escuche el desfile probatorio, pues, como se ha señalado, se suprime la etapa de
juicio, por tanto, basta la investigación realizada por la Fiscalía, aunada a la
aceptación de los hechos de parte del imputado para que el juez de Control,
realizando una ponderación de todo ello, determine si efectivamente la Fiscalía
cuenta con datos de prueba suficientes para acreditar el delito y la plena
responsabilidad de la persona, y entonces aceptar dar trámite al procedimiento
abreviado y resolver en definitiva la situación jurídica del acusado.

Todo esto nos lleva a establecer que el procedimiento abreviado no es


para todos, es decir, no para todas las personas que se encuentran sujetas a un
proceso, me explico, de acuerdo al análisis que se ha realizado, se desprende que
el procedimiento abreviado fue creado para aquellos que han perpetrado un ilícito,
que aceptan haberlo cometido, que existen datos de prueba suficientes que así lo
indican y que por tanto, por cuestiones de política criminal, legislativa y judicial,
resulta eficaz para el Estado, para el proceso mismo y desde luego para las partes,

26
que se dicte una sentencia en los términos más breves y con una pena menor al
acusado, garantizando la reparación del daño.

De tales consideraciones se desprende mi afirmación, relativa a que


el procedimiento abreviado no fue creado para aquellas personas que son o se
consideran inocentes, para los que no participaron en la comisión del ilícito y que
por diversas cuestiones, incluso circunstanciales o de interpretación de la ley, son
llevados a proceso, es decir, para ellos, debe seguir el proceso ordinario, porque
tendrán que combatir la teoría del caso de la Fiscalía, defenderse ante un Tribunal
de Enjuiciamiento, desahogar todas las pruebas que tengan en su favor de acuerdo
a su teoría del caso y esperar que el órgano jurisdiccional resuelva a través de una
sentencia definitiva si efectivamente los considera inocentes.

Muchas voces, sobre todo defensores, afirman que un procedimiento


abreviado es injusto, que viola derechos humanos porque obliga a que su cliente se
declare culpable para obtener una pena menor y en algunos foros he contestado
que “el procedimiento abreviado no es para su cliente” si es inocente, no tiene
porqué aceptar su culpabilidad.

No se ha comprendido esta forma anticipada de terminación del


proceso, por eso se denomina de esta manera, lo único que pretende esta figura,
es terminar anticipadamente el proceso, es decir, si se ha cometido un hecho que
la ley señala como delito y la persona admite haberlo cometido (porque lo cometió),
la ley ofrece una manera dinámica de terminar el proceso, emitir sentencia, que se
imponga una sanción menor a la mínima y tal vez acceda a alguna sustitución de la
pena de prisión, empero no es factible admitir que éste procedimiento especial, lo
deban aceptar aquellos que afirman no haber cometido delito alguno.

En efecto, resulta absurdo que los defensores aconsejen a una


persona que se declare culpable cuando no lo es, ello si bien podría representar a
su cliente una pena mínima y eventualmente la obtención de un sustitutivo de la
pena de prisión, para obtener la libertad, empero, dejan de observar que finalmente
no se está haciendo justicia, ni por el defensor que recomienda a su cliente admita
hechos que no cometió y desde luego tampoco por el órgano jurisdiccional que

27
valida esa aceptación de los hechos y relaciona la misma con los restantes datos
de prueba para finalmente decretar una sentencia condenatoria.

Esa condena que necesariamente dejará antecedentes penales que


en lo futuro podrá causar más perjuicios que el supuesto beneficio que obtuvo con
el procedimiento abreviado.

En mi concepto es clara la finalidad del procedimiento abreviado, está


dirigido a aquellas personas que sí cometieron el hecho que se les atribuye y que
además existen datos de prueba suficientes para justificar que sí lo perpetraron,
otorgando la propia ley la oportunidad al acusado que acepte la comisión del hecho,
ofreciéndole dictar una sentencia rápida con una pena disminuida, es decir,
consigue un beneficio la víctima, porque obtiene la reparación del daño, o cuando
menos se garantiza, el acusado es sentenciado de manera pronta y con una pena
mínima, el proceso se vuelve más ágil y no llega a juicio el asunto, donde tendría
que realizarse el desfile probatorio.

Por tanto, se insiste, el procedimiento abreviado no es para todos los


procesados, no fue creado para las personas que consideran que no han cometido
delito alguno, de ahí que los defensores no deberían proponer a su cliente que
acepte el procedimiento abreviado ofrecido por el Ministerio Público, si realmente la
persona no cometió el hecho, la obligación del defensor, es recabar los datos de
prueba necesarios para la defensa de su cliente y desvirtuar el argumento del
Agente del Ministerio Público en juicio, es decir, hacer lo que esté a su alcance para
que se dicte una sentencia absolutoria en favor de una persona que afirma no haber
cometido delito alguno, eso sería, en mi concepto una defensa adecuada.

Al respecto, comenta el Maestro López Betancourt15:

15
López Betancourt, Eduardo. Juicios Orales en materia penal. Colección de textos jurídicos. Iure
Editores, México, 2011. P 78.

28
“…se trata de evitar que alguien acepte delitos que no ha cometido,
solo con la finalidad de recibir una sanción inferior o simplemente por lo que puede
calificarse como una conducta masoquista…”.

En mi opinión no puede concebirse la idea de que una persona pueda


recomendar a otra que se declare culpable cuándo no lo es, ello solo refleja la
incapacidad del defensor, lo que evidencia la violación al principio de adecuada
defensa.

Máxime que cuando una persona que acepta haber cometido un delito
y que desde luego, analiza toda los datos de prueba con los cuenta la Fiscalía,
acepta haberlo consumado, esto ha llevado a los Tribunales Federales a sostener
que tampoco debe existir debate en cuanto a los hechos y a la responsabilidad del
acusado (s) ya que las partes han convenido en tenerlos por probados.

La negociación de la pena, como se ha dicho, otorga certeza al


acusado, ya sabe qué sanción le espera y desde luego, en esa negociación la
defensa debe saber si su cliente se hará acreedor a una sustitución de la pena de
prisión.

Es necesario precisar que, de acuerdo a las reglas establecidas para


el procedimiento abreviado, el imputado primero debe escuchar la acusación de
parte del Agente del Ministerio Público, donde evidentemente se expresa la pena a
imponer, y, en caso de que en ese momento la Fiscalía ofrezca una pena mayor a
la que se había pactado, el acusado está en aptitud de no aceptar el procedimiento
abreviado, no obstante se insiste, en cuanto a la acreditación del delito y la plena
responsabilidad del acusado, ya no se encuentra sujeta a discusión.

Sirve de apoyo a lo anterior la Tesis: 1ª. CCLXXX/2018 emitida por la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, t. I, Libro 61, diciembre de 2018, p. 379,
de rubro:

29
PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SE EXCLUYE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE
CONTRADICCIÓN PROBATORIA.

Cuando se da inicio al procedimiento abreviado, a partir de la posición en la que el imputado


se coloca, se excluye la aplicación del principio de contradicción probatoria reconocido en el
artículo 20 constitucional. Ello, porque ya no estará en debate demostrar la comisión del
hecho delictivo ni la culpabilidad del acusado mediante elementos de prueba; pues las partes
convienen en tener estos presupuestos como hechos probados a partir de los datos que
sustentan la acusación con la finalidad de que la autoridad judicial esté en condiciones de
dictar sentencia. Mientras que en el procedimiento ordinario tiene lugar la etapa intermedia
en la que se depuran las pruebas y los hechos que serán materia de desahogo y
cuestionamiento en el juicio oral en un escenario de contradicción probatorio; en el
procedimiento especial abreviado no existen las etapas de ofrecimiento y producción de
prueba. Así, en el procedimiento abreviado es el acusado quien reconoce los hechos materia
de la acusación. Por lo tanto, renuncia al derecho a tener un juicio oral en el que pueda
ejercer el derecho de contradicción probatoria. En consecuencia, el sujeto acepta que sea
juzgado bajo las reglas procesales especiales que rigen el procedimiento de terminación
anticipada del proceso, que tiene como base su reconocimiento de culpabilidad respecto del
delito materia de la acusación. Por ende, la decisión sobre la procedencia del procedimiento
abreviado no depende del ejercicio de valoración de los datos de prueba con los que el
Ministerio Público sustentó la acusación para afirmar al acreditamiento del delito y la
demostración de culpabilidad del acusado. Es decir, en este procedimiento el juez de control
no tiene por qué realizar un juicio de contraste para ponderar el valor probatorio de cada
elemento y de este resultado formarse convicción sobre la culpabilidad o inocencia del
sentenciado. Ello está fuera de debate porque así lo convinieron las partes, pues de no ser
así carece de sentido la previsión del procedimiento abreviado como medio anticipado de
solución de la controversia jurídico penal.

Amparo directo en revisión 2018/2018. Diego Francisco Gaxiola Rangel y otro. 10 de octubre
de 2018. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández. Ausente:
Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Gabino
González Santos.

Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

30
El procedimiento abreviado representa un “ganar, ganar”, es decir, si
consideramos que para terminar anticipadamente el proceso debe garantizarse la
reparación del daño, que el imputado obtendrá una pena disminuida, que el proceso
será más rápido, resulta evidente que en un proceso de esta naturaleza, todos los
sujetos procesales tienen beneficios, inclusive el mismo proceso, la autoridad
jurisdiccional (disminución de juicios) y necesariamente la sociedad.

En efecto, un procedimiento abreviado evita la impunidad, garantiza la


reparación del daño a la víctima, impone al acusado una pena mínima, existe
confianza de la sociedad hacia las Instituciones y las autoridades, culmina
aceleradamente el proceso y se disminuye la carga de trabajo para la autoridad
jurisdiccional, pues, evidentemente el que un asunto no vaya a juicio, evita que se
conforme un Tribunal Colegiado, incluso unitario, que se cite a víctimas u ofendidos,
testigos, peritos, policías, es decir, que no exista ese desfile probatorio y se
desahoguen audiencias que pueden durar días, y posteriormente se tenga que
emitir una resolución a fondo donde se analicen todos los elementos del delito y la
responsabilidad del acusado o acusados.

Todo esto siempre y cuando efectivamente se apertura un abreviado


en relación a las personas que cometieron un delito y buscan además, resarcir el
daño, obtener una pena mínima, de lo contrario, si se permite que las personas
inocentes acepten este proceso, hará nugatoria la finalidad de este procedimiento
tan especial.

Surge el cuestionamiento de inmediato, ¿cómo evitar que las personas


inocentes no acepten la tramitación del abreviado? la respuesta la encontramos en
los abogados, tanto particulares como públicos, pues, la defensa tiene que evitar
convencer a su cliente de aceptar un abreviado cuando existen pruebas que se
pueden ofrecer en juicio, siendo su obligación ofrecerlas para demostrar la inocencia
de su cliente y en segundo término el Juez de Control, debe evitar dar trámite al
mismo, ante la mínima duda que advierta en la decisión del acusado, es decir, que
si al momento de cuestionarlo si entendió el alcance del procedimiento y sobre todo
si admite su responsabilidad se percata que el imputado no está convencido, no

31
deberá, bajo ninguna circunstancia aperturar tal procedimiento, pues, está claro que
la admisión de su responsabilidad traerá como consecuencia una sentencia
condenatoria, y es por ello que el Juzgador debe cerciorarse que la decisión del
imputado es que sea “condenado” en ese momento, porque, no existirá ninguna
posibilidad que la sentencia sea absolutoria, como se analiza más adelante.

Autorización del Procedimiento Abreviado

Otra característica del Procedimiento Abreviado es que el mismo lo autoriza el


mismo Juez de Control que ha conocido de las fases preliminares.

En efecto, a pesar de que el artículo 20 Constitucional, apartado A


fracción IV establece:

“…El juicio se celebrará ante un juez que no haya conocido del caso previamente. La presentación
de los argumentos y los elementos probatorios se desarrollará de manera pública, contradictoria y
oral;…”.

Es decir, por disposición Constitucional un juicio debe celebrarse ante


un juez que no haya conocido del caso previamente (juez no prevenido), no
obstante, la propia Constitución ha establecido en la fracción VII del citado apartado:

“…Si el imputado reconoce ante la autoridad judicial, voluntariamente y con conocimiento de las
consecuencias, su participación en el delito y existen medios de convicción suficientes para
corroborar la imputación, el juez citará a audiencia de sentencia. La ley establecerá los beneficios
que se podrán otorgar al inculpado cuando acepte su responsabilidad…”.

32
El citado apartado, solamente refiere como requisito que el imputado
reconozca ante la autoridad judicial su participación en el delito y entonces continúa
refiriendo la mencionada disposición que “el juez” citará a audiencia de sentencia,
es decir, que no señala, a qué Juez se refiere, el de control o directamente el de
juicio, como sí lo hace la fracción IV del citado numeral al disponer:

“…El juicio se celebrará ante un juez que no haya conocido del caso previamente…”.

Empero, es necesario precisar que el propio Constituyente, señaló en


el mismo artículo 20 Constitucional justamente en la fracción VII del apartado A:

“Una vez iniciado el proceso penal, siempre y cuando no exista oposición del inculpado, se podrá
decretar su terminación anticipada en los supuestos y bajo las modalidades que determine la
ley…”.

Es esta última parte, la que pone de manifiesto que, a pesar de que el


juicio debe conocerlo un juez no prevenido, no obstante, en tratándose del
procedimiento abreviado, debemos recalcar que se suprime la etapa de juicio y por
lo tanto no se actualizaría el supuesto a que hace referencia la fracción IV del
apartado “A” del artículo 20 Constitucional, y, por lo tanto, la tramitación del
abreviado, lo puede hacer el mismo Juez de Control, ello porque la citada
normatividad precisa que la terminación anticipada del proceso debe realizarse bajo
las modalidades que determine la ley y, en el presente caso la ley es justamente el
Código Nacional de Procedimientos Penales que establece claramente que el
procedimiento abreviado lo debe realizar el Juez de control.

Por tanto, si el asunto no llega a juicio, que es el único impedimento


para que se actualice el principio de Juez no prevenido, en tratándose del
procedimiento abreviado, al no llegar a esa última etapa, se insiste, el Constituyente
y el legislador federal, han considerado que al resolver de forma anticipada la causa,

33
el mismo Juez de Control que ha conocido de la etapa preliminar (investigación
complementaria o intermedia) es el que debe dictar la sentencia definitiva, pues así
se desprende de los diversos artículos 201 a 2016 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, pues el primero indica:

“Para autorizar el procedimiento abreviado, el Juez de control verificará en


audiencia los siguientes requisitos:…”.

El diverso numeral 202, refiere:

“…La incomparecencia de la víctima u ofendido debidamente citados no impedirá


que el Juez de control se pronuncie al respecto…”.

Tal sustento, también se desprende del artículo 203 de la citada


normatividad, al señalar:

“En la misma audiencia, el Juez de control admitirá la solicitud del Ministerio Público
cuando verifique que concurran los medios de convicción que corroboren la imputación…

Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de control se tendrá por


no formulada la acusación oral que hubiere realizado el Ministerio Público…Asimismo, el Juez de
control ordenará que todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de
la solicitud de procedimiento abreviado sean eliminados del registro…”

Por su parte, el dispositivo 204 indica:

“La oposición de la víctima u ofendido sólo será procedente cuando se acredite ante
el Juez de control que no se encuentra debidamente garantizada la reparación del daño”.

34
Siguiendo con el capítulo respectivo, el artículo 205 del Código
Nacional establece en la parte que interesa:

“…el Juez de control resolverá la oposición que hubiere expresado la víctima y


ofendido…

Una vez que el Juez de control haya autorizado dar trámite al procedimiento
abreviado…”.

Finalmente el artículo 206 del citado Código expresa:

“Concluido el debate, el Juez de control emitirá su fallo en la misma audiencia…”

…”

Todos estos numerales, nos llevan a corroborar el hecho que es al


Juez de control al que le corresponde conocer del procedimiento abreviado y en
consecuencia dictar la sentencia correspondiente.

Se concluye entonces que si es al Juez de control a quien corresponde


autorizar el referido procedimiento abreviado, también es el único que puede
rechazar la solicitud de la citada forma anticipada de terminación del proceso, lo que
se desprende justamente del artículo 203 al señalar que si el procedimiento
abreviado no fuere admitido por el Juez de control se tendrá por no formulada la
acusación, lo que evidencia la facultad del órgano jurisdiccional de rechazar la
solicitud de un procedimiento abreviado, cuando los datos de prueba anunciados
por la Fiscalía, no corroboren la imputación.

35
Principios del Sistema Penal Acusatorio
en el procedimiento abreviado

El artículo 20 Constitucional, indica cuáles son los principios del sistema acusatorio,
señalando los siguientes:

“Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación…”.

Al hablar de los principios generales, el citado numeral indica en el


mismo inciso “A”:

“…X. Los principios previstos en este artículo, se observarán también en las audiencias
preliminares al juicio…”

El cuestionamiento radica en establecer si en el Procedimiento


Abreviado, se respetan o deben respetarse todos estos principios, existen autores
que opinan que no, es decir, que no se respetan todos y cada uno de los principios
que señala la Constitución de nuestro país, y algunos otros que puede ser una
excepción, como por ejemplo Miguel Ángel Rodríguez Vázquez16 quien asegura que
estos principios (inmediación, concentración, contradicción, continuidad y
publicidad) son los que rigen al procedimiento ordinario, pero que en el
procedimiento abreviado no se observan todos y cada uno de ellos, en específico el
de contradicción, debido al acuerdo que existe entre el Agente del Ministerio Público
y el imputado.

Coincido con el referido autor en su comentario, porque el aceptar su


responsabilidad el acusado en la comisión de los hechos que le atribuye el Agente
del Ministerio Público para obtener como beneficio una pena reducida, resulta
evidente que la Fiscalía ya no tiene que probar la responsabilidad porque el

16
Rodríguez Vázquez, Miguel Ángel. Lo Especial del Procedimiento Abreviado. Acervo de la
Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM,
www.juridicas.unam.mx, https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv,
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5549/10.pdf.

36
imputado la aceptó además de que se corrobora con los restantes medios de
convicción que ha recabado y por otro lado la defensa ya no se ocupa de intentar
demostrar la inocencia de su cliente, pues, ello forma parte de un acuerdo.

Así lo ha considerado la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, al emitir la Tesis: 1ª. CCLXXX/2018, que puede ser consultada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, de la Décima Época, diciembre de
2018, t. I, p. 379, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SE EXCLUYE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE


CONTRADICCIÓN PROBATORIA

Cuando se da inicio al procedimiento abreviado, a partir de la posición en la que el


imputado se coloca, se excluye la aplicación del principio de contradicción probatoria
reconocido en el artículo 20 constitucional. Ello, porque ya no estará en debate demostrar la
comisión del hecho delictivo ni la culpabilidad del acusado mediante elementos de prueba;
pues las partes convienen en tener estos presupuestos como hechos probados a partir de
los datos que sustentan la acusación con la finalidad de que la autoridad judicial esté en
condiciones de dictar sentencia. Mientras que en el procedimiento ordinario tiene lugar la
etapa intermedia en la que se depuran las pruebas y los hechos que serán materia de
desahogo y cuestionamiento en el juicio oral en un escenario de contradicción probatorio;
en el procedimiento especial abreviado no existen las etapas de ofrecimiento y producción
de prueba. Así, en el procedimiento abreviado es el acusado quien reconoce los hechos
materia de la acusación. Por lo tanto, renuncia al derecho a tener un juicio oral en el que
pueda ejercer el derecho de contradicción probatoria. En consecuencia, el sujeto acepta
que sea juzgado bajo las reglas procesales especiales que rigen el procedimiento de
terminación anticipada del proceso, que tiene como base su reconocimiento de culpabilidad
respecto del delito materia de la acusación. Por ende, la decisión sobre la procedencia
del procedimiento abreviado no depende del ejercicio de valoración de los datos de prueba
con los que el Ministerio Público sustentó la acusación para afirmar al acreditamiento del
delito y la demostración de culpabilidad del acusado. Es decir, en este procedimiento el
juez de control no tiene por qué realizar un juicio de contraste para ponderar el valor
probatorio de cada elemento y de este resultado formarse convicción sobre la culpabilidad o
inocencia del sentenciado. Ello está fuera de debate porque así lo convinieron las partes,
pues de no ser así carece de sentido la previsión del procedimiento abreviado como medio
anticipado de solución de la controversia jurídico penal.

No obstante, en lo que hace a los demás principios, de inmediación,


continuidad, concentración y publicidad, estimo que siguen vigentes en la
tramitación del procedimiento abreviado, puesto que en la audiencia de un trámite
de esa naturaleza se encuentran presentes las partes, es decir, el juez, el Ministerio

37
Público, asesor jurídico, víctima, imputado y defensor, respetando el principio de
inmediación.
En cuanto al principio de continuidad y concentración también se da
cabal cumplimiento a tales principios puesto que el desahogo de la audiencia se
desahoga en un mismo día hasta que se dicta sentencia, incluso en ese momento
puede causar ejecutoria si es que todas y cada una de las partes manifiestan
conformidad con la sentencia emitida por el Juez de control y se ordena enviar al
juez de ejecución en el término de ley para que inicie la fase correspondiente.

Finalmente, en relación al principio de publicidad, consideramos que


el mismo también se respeta, pues en el desahogo de una audiencia de esta
naturaleza también se encuentra público presente, claro con las excepciones y
limitaciones que establece el propio CNPP en relación a este principio.

Es necesario puntualizar que existen otros autores que aseguran, se


violenta el principio de presunción de inocencia como es el insigne Maestro Zamora
Pierce17, al analizar la Sentencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, pues, afirma:

“…Si se ejerce acción penal en contra de una persona, la presunción continúa favoreciéndola
durante todo el proceso, a pesar de que se dicte en su contra auto de formal prisión (sic) y
aún así se acumulan pruebas contundentes en la comisión del delitos y de la responsabilidad
del acusado. No desaparecen los efectos de la presunción ni siquiera si se dicta en su contra
sentencia condenatoria, a condición de que interponga recurso que le impida quedar firme.
Apenas ante la sentencia ejecutoria de condena podremos afirmar que la presunción ha
desaparecido y que estamos ante un culpable al cual podemos privar de sus derechos, en
los términos de la decisión jurisdiccional…”.

Sin embargo, debemos considerar, que en relación a los cinco


principios del sistema acusatorio, a excepción del de contradicción, todos se
respetan, como se ha analizado, el Maestro Zamora Pierce hace mención a un
principio que es propiamente un derecho del imputado la presunción de inocencia,
empero, estimo que al momento de que el imputado acepta la tramitación del

17
Zamora Pierce, Jesús, Juicio Oral, Utopía y Realidad, ed. Porrúa, México, 2011, pp. 63 -89.

38
procedimiento abreviado, aceptando su responsabilidad en la comisión de los
hechos, desde ese momento ya no cobra vigencia ese derecho fundamental, pues,
una vez que se le ha hecho saber el alcance del procedimiento abreviado, las
consecuencias del mismo, si es que alcanzará algún sustitutivo de la pena de
prisión, y que se encuentre debidamente asesorado de su defensor, y, aún así
admite haber participado en el hecho por el que se le acusa y desde luego la sanción
solicitada por el Ministerio Público, no tendríamos porqué concluir que se violentó
ese derecho si es el propio imputado quien aceptó haber participado en el hecho
que se le atribuye, pues el juzgador no tendría base para presumir que es inocente.

Requisitos

El artículo 201 del Código Nacional de Procedimientos penales establece los


requisitos que deben cubrirse para que se aperture el procedimiento abreviado.

Dicho numeral refiere: El Juez de control verificará en audiencia los


siguientes requisitos:

I. Que el Ministerio Público solicite el procedimiento, para lo cual se deberá


formular la acusación y exponer los datos de prueba que la sustentan.
La acusación deberá contener la enunciación de los hechos que se
atribuyen al acusado, su clasificación jurídica y grado de intervención, así
como las penas y el monto de reparación del daño;
II. Que la víctima u ofendido no presente oposición. Sólo será vinculante
para el juez la oposición que se encuentre fundada, y
III. Que el imputado:

a) Reconozca estar debidamente informado de su derecho a un juicio oral y de


los alcances del procedimiento abreviado;

b) Expresamente renuncie al juicio oral;

c) Consienta la aplicación del procedimiento abreviado;

39
d) Admita su responsabilidad por el delito que se le imputa;

e) Acepte ser sentenciado con base en los medios de convicción que exponga
el Ministerio Público al formular la acusación.

Analizaremos todos y cada uno de los requisitos para que pueda


admitirse el procedimiento abreviado, haciéndonos el siguiente planteamiento.

¿Es una facultad o un derecho del imputado?

En cuanto al primero de los requisitos, el citado numeral indica que solo le


corresponde al Ministerio Público solicitar la apertura del procedimiento abreviado,
es decir, de acuerdo al citado artículo, no puede el imputado o su defensor solicitar
su apertura, aunque hay quien piensa que desde la Constitución se podría aceptar
esa posibilidad.

Incluso la fracción X del artículo 117 del Código Nacional de


Procedimientos Penales, establece que una de las obligaciones del defensor es
promover la terminación anticipada en favor del imputado, al señalar:

“Artículo 117. Obligaciones del Defensor. Son obligaciones del Defensor:…

…Promover a favor del imputado la aplicación de mecanismos alternativos de solución de


controversias o formas anticipadas de terminación del proceso penal, de conformidad con las
disposiciones aplicables…;”

Al respecto, José Daniel Hidalgo Murillo afirma en su libro El Juicio


Oral Abreviado que el artículo 20 Constitucional en su apartado A, fracción VII ha
concebido el procedimiento abreviado como un derecho Constitucional y, por ende
como una garantía del imputado, según dice “a disfrutar” de los beneficios que cree
las leyes.

Sin embargo, estimo que ello no puede ser de esa manera, pues,
aunque la Constitución no establezca en el apartado correspondiente que
solamente la Fiscalía puede solicitar la terminación anticipada, la fracción I del

40
citado artículo 201 sí lo señala, por tanto, si el artículo 20 Constitucional dispone en
la multicitada fracción VII del apartado “A” que la terminación anticipada del proceso
se puede decretar en los supuestos y bajo las modalidades que determine la
ley, que en este caso lo es el Código Nacional de Procedimientos Penales, ello pone
de manifiesto que solo le corresponde al Ministerio Público solicitarlo por disposición
expresa del citado Código Nacional, independientemente de la mención que hace
el artículo 117 del citado ordenamiento legal, pues, resulta evidente que se
contradice con el citado artículo 201 que es el que regula justamente el
procedimiento abreviado.

Es decir, de acuerdo al principio “la regla especial prevalece sobre la


general” es inconcuso que debe considerarse lo dispuesto en el citado artículo 201,
pues, como ya se ha mencionado tal ordenamiento legal se encuentra en el capítulo
del procedimiento abreviado, resultando que el artículo 117 de manera general
refiere que el defensor puede promover la terminación anticipada, empero no
solicitarlo, pues, el “promover” puede ser ante la Fiscalía, es decir, que puede
entablar pláticas con el Agente del Ministerio Público para efecto de convencerlo de
que solicite la apertura del procedimiento abreviado ya que, se reitera sólo él está
facultado para solicitarlo, por disposición expresa de la ley.

Se estima entonces que, la disposición del artículo 117 del Código


Nacional de Procedimientos Penales, se refiere a hacer las gestiones necesarias
para que el Agente del Ministerio Público, en su caso, pueda promover y desde
luego solicitar la apertura del procedimiento abreviado, conforme lo dispone la
fracción I del artículo 201 del Código Nacional de Procedimientos Penales, pero no
que directamente el imputado o a través de su defensor, pueda solicitarlo, pues, de
haber sido ese el espíritu del legislador, hubiese establecido que la apertura del
abreviado fuera a petición tanto del Ministerio Público como del imputado, empero,
no lo estableció de esa manera, precisando incluso que tal solicitud es únicamente
a solicitud de la Fiscalía.

Aunado a lo anterior, el artículo 183 del citado ordenamiento legal,


dispone en su primer párrafo:

41
“En los asuntos sujetos a procedimiento abreviado se aplicarán las disposiciones
establecidas en este Título…”.

Lo anterior es otro argumento para sostener que no es óbice que el


artículo 117 establezca aquella disposición que se ha mal interpretado por muchos
defensores de que es un derecho del imputado y por lo tanto pueden solicitar la
tramitación del procedimiento abreviado, pues, de acuerdo al mencionado artículo
183 de Código Nacional, en todo lo relativo al procedimiento abreviado, debe
aplicarse las disposiciones del título primero en el que se establece las formas
alternas y anticipadas del proceso, es decir, el procedimiento abreviado, que se
encuentra en el capítulo IV de aquél título, lo que hace evidente que la disposición
del artículo 117 no sea aplicable al presente caso y que se refiere al capítulo IV pero
del Capítulo III, máxime que como ya se ha mencionado, la multireferida fracción X
del artículo 117 del Código Nacional es clara en señalar que la defensa puede
promover una terminación anticipada, pero no solicitarlo como un derecho, y, como
se ha mencionado, el promover, justamente se puede materializar cuando el
defensor sea particular o público gestione ante la Fiscalía, la posibilidad de que
dicha Institución solicite un procedimiento abreviado.

Admitir que la defensa o directamente el imputado solicitara la apertura


del procedimiento abreviado, sería exigirle al Ministerio Público que acusara, en el
momento en que tal vez no tiene los elementos suficientes para hacerlo, pues al
señalar el artículo 202 de la citada normatividad que el procedimiento abreviado
puede solicitarse a partir de que se decrete el auto de Vinculación a Proceso y hasta
antes de la emisión del auto de apertura a juicio oral, ello nos lleva a establecer que,
de permitirse que el imputado y su defensor solicitaran la apertura del procedimiento
abreviado inmediatamente después de la vinculación a proceso, es decir, cuando
se establece el plazo de cierre de investigación complementaria, muy
probablemente el agente del Ministerio Público no cuente con los datos o medios
de prueba suficientes para formular acusación.

42
Entonces, se reserva esta facultad al agente del Ministerio Público
precisamente porque respetando las etapas procesales y desde luego el avance de
su investigación podrá determinar en qué momento (antes del auto de apertura a
juicio) puede ofrecer la terminación anticipada del proceso.

Además, no podría admitirse que la defensa tuviera la posibilidad de


solicitar la apertura del procedimiento abreviado porque ello supondría la exigencia
al Ministerio Público de que redujera la sanción, siendo que el artículo 102
Constitucional establece con claridad que es al Agente del Ministerio Público a quien
le corresponde solicitar las penas, (aunque el Juez es el único facultado para
imponerlas) por lo que, se insiste, el permitir que el imputado solicite la apertura del
procedimiento abreviado, sería tanto como exigirle a la Fiscalía que formule
acusación y que además solicite una pena menor a la establecida en el Código
Penal respectivo, lo que no es admisible, pues incluso el artículo 206 del Código
Nacional de Procedimientos Penales indica que la solicitud de reducción de la
sanción es exclusiva de la Institución del Ministerio Público.

No existe duda entonces que corresponde solamente al Ministerio


Público determinar en qué momento formulará acusación, claro dentro de las etapas
y términos establecidos en el proceso y desde luego que pena solicitará, conforme
a la punibilidad establecida para cada delito, pero con la reducción a que hace
referencia el artículo 202 del referido Código Nacional.

Para ilustrar el anterior criterio, se hace mención a la Tesis: I.6º.P.134


emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito que
puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, Libro 61, t. II, diciembre de 2018, p. 1131, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA FACULTAD PARA SOLICITAR SU APERTURA Y LA


REDUCCIÓN DE LA PENA ES EXCLUSIVA DEL MINISTERIO PÚBLICO, POR LO QUE
SI ÉSTE RECHAZÓ LA SOLICITUD DEL IMPUTADO DE REDUCIR AÚN MÁS LA PENA
MÍNIMA PROPUESTA EN ESTA FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA, CONTRA
ESA NEGATIVA ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.

43
De conformidad con el andamiaje constitucional y procesal que rige en el sistema penal
acusatorio, la solicitud de apertura del procedimiento abreviado y la reducción de la pena
mínima en términos del artículo 202 del Código Nacional de Procedimientos Penales, es una
facultad exclusiva del Ministerio Público, tan es así que el artículo 206, párrafo segundo,
establece que no podrá imponerse una pena distinta o de mayor alcance a la que fue
solicitada por la Representación Social y aceptada por el imputado; de ahí que no existe a
favor de éste el derecho de intervenir en la disminución de la pena. Por tanto, si la autoridad
ministerial (fiscal de litigación de la Subprocuraduría de Procesos de la Procuraduría General
de Justicia de la Ciudad de México) rechaza la solicitud de aquél de reducir aún más la pena
mínima propuesta en esta forma de terminación anticipada, contra esa negativa es
improcedente el juicio de amparo indirecto, al actualizarse la causa prevista en el artículo 61,
fracción XII, de la Ley de Amparo, en relación con los diversos 107, fracción I, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 5o., fracción I, de la propia ley,
relativa a la falta de interés jurídico, ya que el acto reclamado no causa una afectación real
y actual en la esfera jurídica del gobernado, pues sólo evidencia que las partes no han
llegado a un acuerdo y que no existe conciliación, al no aceptar el imputado la pena aprobada
para la terminación anticipada del proceso y, ante la falta de arreglo posible, el juicio debe
continuar conforme a las disposiciones previstas para el procedimiento ordinario.

Amparo en revisión 111/2018. 9 de agosto de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Tereso


Ramos Hernández. Secretaria: Leticia Jardines López.

Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 215/2019,


pendiente de resolverse por la Primera Sala.

También es aplicable el criterio emitido por el Sexto Tribunal Colegiado


en Materia Penal del Primer Circuito, respecto de la Tesis I.6º.P.139 P que puede
ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época
Libro 62, t. IV, enero de 2019, p. 2598, de rubro:

“PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SU ADMISIÓN DEPENDE DE QUE SE CUMPLAN LOS


REQUISITOS ESTABLECIDOS EN EL ARTÍCULO 201 DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES, POR LO QUE SI EL JUEZ DE CONTROL TOMÓ EN
CONSIDERACIÓN QUE EL MINISTERIO PÚBLICO OMITIÓ RECABAR LOS
ANTECEDENTES PENALES DEL IMPUTADO, COMO UNO DE LOS SUPUESTOS PARA
RECHAZAR SU APERTURA, VIOLA EL DERECHO FUNDAMENTAL AL DEBIDO
PROCESO.

44
En el precepto citado se establecen los requisitos que deben reunirse para la procedencia
del mecanismo anticipado de la conclusión del proceso mencionado, y su no admisión
depende de casos muy limitados previstos en el artículo 203 del Código Nacional de
Procedimientos Penales (inconsistencia o incongruencia), dentro de los cuales no se
encuentra la omisión del Ministerio Público de recabar los antecedentes penales del
imputado; de ahí que si el Juez de Control señaló ese aspecto como uno de los supuestos
para rechazar el procedimiento abreviado y suspender la audiencia relativa, viola el derecho
fundamental al debido proceso en perjuicio del imputado, previsto en el artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque los requisitos para su
procedencia estaban satisfechos; máxime que con ese proceder, el Juez vulnera los
principios de continuidad, concentración e igualdad de las partes ante la ley, al dar a la
Representación Social una ventaja sobre el imputado, que influyó sustancialmente en el
pronunciamiento de la sentencia.

Aunado a lo anterior, un diverso Tribunal Colegiado, también se


pronunció en el mismo sentido, al emitir la Tesis: VI.2oP.57P, que puede ser
consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época t.
IV junio de 2019, p. 5329, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LOS ARTÍCULOS 201, FRACCIÓN I Y 202, PÁRRAFO


PRIMERO, DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, AL REQUERIR
PARA SU APERTURA LA PETICIÓN EXPRESA DEL MINISTERIO PÚBLICO, NO
VULNERAN EL DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA.

Conforme a los artículos 1o., 20, apartado A, fracción VII y 21 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, y 201 y 202 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
así como de la exposición de motivos de este último precepto, se colige que lo que constituye
un derecho del inculpado, es que pueda llevarse a cabo el procedimiento abreviado cuando
éste no presente oposición, ya que la sola decisión del Ministerio Público es insuficiente, en
tanto que es necesario que el imputado manifieste expresamente su aceptación de manera
libre e informada; que el Constituyente facultó al legislador ordinario para establecer en la
legislación secundaria, los supuestos y modalidades, esto es, los requisitos para esa forma
de terminación anticipada; que el procedimiento abreviado constituye una medida de política
criminal del Estado que se ejerce por el Ministerio Público y que se encuentra regulado
conforme a la ley. Acorde con lo anterior, el Poder Legislativo tiene un amplio margen para
modelar la política criminal en la República Mexicana y para decidir en ese contexto, qué
medidas se adoptarán para conseguir que el sistema de justicia penal acusatorio se oriente
a la finalidad buscada, por medio de la imposición de requisitos para acceder a esa
terminación anticipada; máxime que este procedimiento consiste en un convenio entre las
partes en relación con los medios de prueba, clasificación jurídica y pena; empero, siempre
a instancia del agente del Ministerio Público respectivo. Luego, la circunstancia de que la
norma secundaria contenga condicionamientos para acceder al procedimiento abreviado, no
significa que sea inconstitucional, pues el hecho de que no permita que el imputado acceda
al procedimiento abreviado, si el Ministerio Público no lo solicita, guarda proporcionalidad y
es razonable, porque cuando resulte conveniente, por política criminal del Estado y para el

45
sistema penal acusatorio, tras estudiarse detalladamente la carpeta de investigación, las
circunstancias particulares del caso y de las posibilidades procesales existentes, el Ministerio
Público puede proponer a los imputados optar por esa terminación anticipada, quienes
también, analizando los aspectos referidos, podrán aceptar la propuesta, la que autorizará
el Juez de control respectivo, siempre que se reúnan los demás requisitos. Lo anterior, en el
entendido de que el legislador tiene facultad para generar ciertas limitaciones, siempre y
cuando éstas resulten razonables y proporcionales como en la especie. Así que los artículos
201, fracción I y 202, párrafo primero, del código mencionado, en cuanto requieren para la
apertura del procedimiento abreviado la petición expresa del Ministerio Público, no vulneran
el derecho de acceso a la justicia del inculpado, pues éste se observa desde el momento en
que el gobernado tiene acceso a un juicio, en el que podrá exponer las defensas que estime
conducentes. Por tanto, es ilegal que mediante el control difuso de constitucionalidad o
convencionalidad, ex officio o a petición de parte, se desapliquen los preceptos invocados
en la parte destinada a restringir el inicio del procedimiento abreviado, sólo a petición del
Ministerio Público.

Sin que pase inadvertido que la fracción IX del artículo 467 del Código Nacional de
Procedimientos Penales establece la posibilidad de que pueda impugnarse la
negativa de abrir el procedimiento abreviado.

En efecto, aún y cuando el derecho a interponer recursos lo tiene al


igual que el Ministerio Público, la defensa, debe entenderse que, en todo caso, el
imputado o su defensor, pueden impugnar la negativa del Juez de aperturar el
procedimiento abreviado, en el caso de que lo solicite el Agente del Ministerio
Público, el Juez determine no abrir el procedimiento abreviado, pues, haciendo una
interpretación sistemática de la fracción I del artículo 201 con la fracción IX del
diverso artículo 467 del citado ordenamiento legal, podemos concluir, que sólo será
en el supuesto de que la Fiscalía solicite la forma anticipada de terminación del
proceso, que el defensor o el imputado puedan, impugnar la determinación del Juez
de Control que niega abrir el multicitado ordenamiento legal.

Incomparecencia de la víctima

Hemos dicho que, no sería factible un procedimiento a distancia, ello en cuanto al


imputado se refiere, según las disposiciones del CNPP, no obstante, la pregunta es,

46
¿si la víctima u ofendido no acude a la audiencia en la que se ventilará un
procedimiento abreviado, el mismo puede celebrarse?

El segundo párrafo del artículo 202 CNPP puede otorgar la respuesta


a dicha interrogante, pues, tal numeral indica:

“…A la audiencia se deberá citar a todas las partes. La incomparecencia de la víctima u


ofendido debidamente citados no impedirá que el Juez de control se pronuncie al
respecto…”

Sin embargo, surgen otros supuestos que nos hacen aclarar el caso
en particular, imaginemos que las partes fueron citadas para el desahogo de una
audiencia intermedia, y, a pesar de ello, no acude la víctima u ofendido, en el caso
que se plantea, la víctima u ofendido estaban notificados para el desahogo de una
audiencia intermedia, pero sucede que en la propia audiencia (intermedia) la
Fiscalía ofrece un procedimiento abreviado que acepta el imputado, ¿se podría
llevar a cabo tal procedimiento?

Para responder tal cuestionamiento, es necesario precisar que la


víctima u ofendido, tienen el derecho de estar presentes en la audiencia, mas no la
obligación, según se desprende de los siguiente numerales:

“Artículo 20 Constitucional

C. De los derechos de la víctima o del ofendido:

II. Coadyuvar con el Ministerio Público; a que se le reciban todos los datos o elementos de prueba
con los que cuente, tanto en la investigación como en el proceso, a que se desahoguen las diligencias
correspondientes, y a intervenir en el juicio e interponer los recursos en los términos que prevea la
ley…”

47
“Artículo 57. Ausencia de las partes

Si la víctima u ofendido no concurren, o se retiran de la audiencia, la misma continuará sin su


presencia, sin perjuicio de que pueda ser citado a comparecer en calidad de testigo.

En caso de que la víctima u ofendido constituido como coadyuvante se ausente, o se retire de la


audiencia intermedia o de juicio, se le tendrá por desistido de sus pretensiones.

Si el Asesor jurídico de la víctima u ofendido abandona su asesoría, o ésta es deficiente, el Órgano


jurisdiccional le informará a la víctima u ofendido su derecho a nombrar a otro Asesor jurídico. Si la
víctima u ofendido no quiere o no puede nombrar un Asesor jurídico, el Órgano jurisdiccional lo
informará a la instancia correspondiente para efecto de que se designe a otro, y en caso de ausencia,
y de manera excepcional, lo representará el Ministerio Público…”

“Artículo 66. Intervención en la audiencia

El Ministerio Público, el imputado o su Defensor, así como la víctima u ofendido y su Asesor jurídico,
podrán intervenir y replicar cuantas veces y en el orden que lo autorice el Órgano jurisdiccional…”.

“Artículo 108. Víctima u ofendido

La víctima u ofendido, en términos de la Constitución y demás ordenamientos aplicables, tendrá


todos los derechos y prerrogativas que en éstas se le reconocen…”

“Artículo 109. Derechos de la víctima u ofendido En los procedimientos previstos en este Código, la
víctima u ofendido tendrán los siguientes derechos:…

XV. A intervenir en todo el procedimiento por sí o a través de su Asesor jurídico, conforme lo dispuesto en este
Código;…”

48
“Artículo 110. Designación de Asesor jurídico

En cualquier etapa del procedimiento, las víctimas podrán actuar por sí o a través de su Asesor
jurídico, quien sólo promoverá lo que previamente informe a su representado. El Asesor jurídico
intervendrá en representación de la víctima u ofendido en igualdad de condiciones que el Defensor”.

De los anteriores numerales, advertimos que en caso de que no


comparezca la víctima o el asesor jurídico, la audiencia se podría llevar a cabo,
pues, de alguna manera el Legislador federal ha considerado que en caso de que
no acuda, estará representado por el asesor jurídico (público o particular) según sea
al caso, incluso si por cualquier razón tampoco acude el asesor jurídico, estará
presente el Agente del Ministerio Público, Institución que no podría ausentarse de
ninguna audiencia porque en ese caso no podría llevarse a cabo.

En el supuesto que se comenta, es decir, cuando la víctima ha sido


citada para el desahogo de la audiencia intermedia y en ella se solicita por parte de
la Fiscalía la tramitación de un procedimiento abreviado, estimo que no podría
llevarse a cabo, porque no fue notificada para el desahogo de esa forma de
terminación del proceso, ello se estima porque se haría nugatorio el derecho de la
víctima a oponerse a la tramitación del mismo, como lo establece la fracción II del
artículo 201 del CNPP.

Lo anterior se sostiene en virtud de que, si la víctima u ofendido fueron


citados al desahogo de una audiencia intermedia, incluso su asesor jurídico les
explicó el objetivo de la audiencia en la cuál se realizaría el debate del ofrecimiento
y admisión de los medios de prueba, señalando que es la etapa de preparación a
juicio. indicándole que en caso de que se dictara el auto de apertura a juicio, lo que
correspondía era el desahogo de la audiencia de juicio y por tal motivo, la víctima u
ofendido entendiendo tal circunstancia decide no acudir, porque esperan que el
asunto llegue a juicio, ello es un argumento para sostener que no podría llevarse a
cabo el procedimiento abreviado si la víctima u ofendido no fueron citados
exclusivamente para el desahogo de ese procedimiento especial, pues, de estar

49
enterados que el desahogo de la audiencia era para terminar anticipadamente el
proceso, tal vez su intención sí era acudir a la audiencia y en su momento, si lo
consideran, oponerse a la tramitación del mismo.

En cambio, en el supuesto de que víctima u ofendido estuvieren


debidamente citados al desahogo de un procedimiento abreviado que solicitó
previamente el Agente del Ministerio Público y no comparecen, en ese supuesto,
debemos entender que no existe impedimento alguno para desahogar el abreviado
en términos de lo que dispone el segundo párrafo del artículo 202 del CNPP, pues,
además de que así lo dispone el citado ordenamiento legal, de cualquier manera,
tanto el Asesor Jurídico, como el Agente del Ministerio Público deberán solicitar el
pago de la reparación del daño, incluso, es obligación del Juez de control, cuestionar
al Agente del Ministerio Público y al Asesor jurídico si tuvieron comunicación con la
víctima y si existe la cuantificación de la reparación del daño, ya que es una de sus
obligaciones, por lo que considero que en ese supuesto sí podría llevarse a cabo la
forma anticipada de terminación del proceso porque se le otorgó a la víctima u
ofendido la oportunidad de manifestarse, es decir, mientras la víctima esté
debidamente citada, puede actualizarse el supuesto a que hace referencia el párrafo
segundo del artículo 202 CNPP, es decir, que la inasistencia de la víctima u ofendido
(debidamente citados) no impedirá que el Juez de control se pronuncie al respecto,
y, siendo un Juez de garantías, debe vigilar que efectivamente la reparación del
daño esté garantizada.

Oposición de la víctima

Nos encontramos ahora en el supuesto de que la víctima, debidamente notificada


de la tramitación de un procedimiento abreviado, acude a la audiencia.

Señala la fracción II del artículo 201 del multicitado Código Nacional


de Procedimientos Penales que la víctima se puede oponer a la apertura del
procedimiento abreviado, precisando también que sólo será vinculante para el juez
(de control) la oposición que se encuentre fundada.

En ese tenor, el artículo 204 del CN menciona:

50
“Artículo 204. Oposición de la víctima u ofendido. La oposición de la víctima u ofendido sólo
será procedente cuando se acredite ante el Juez de control que no se encuentra debidamente
garantizada la reparación del daño”.

Asimismo, el último párrafo del artículo 206 del CNPP, indica:

“…El juez deberá fijar el monto de la reparación del daño, para lo cual deberá expresar las
razones para aceptar o rechazar las objeciones que en su caso haya formulado la víctima u
ofendido”.

El legislador federal fue puntual en señalar que el único supuesto en


que la víctima se puede oponer a que se aperture un procedimiento abreviado, es
solamente cuando no se encuentre garantizada la reparación del daño.

Sirve de apoyo a lo anterior la tesis: II.2º.P.74P, Semanario Judicial de


la Federación y su Gaceta, Décima Época, t. III septiembre de 2018, p. 2570, de
rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LOS REQUISITOS PARA SU APERTURA,


INCLUYENDO LA CALIFICACIÓN DE LA OPOSICIÓN DE LA VÍCTIMA, FORMAN PARTE
DEL ESTUDIO QUE LA SALA DEBE REALIZAR AL RESOLVER EL RECURSO DE
APELACIÓN INTERPUESTO CONTRA LA SENTENCIA DICTADA EN AQUÉL, Y SU
INOBSERVANCIA DA LUGAR A QUE EN EL AMPARO DIRECTO PROMOVIDO EN SU
CONTRA, SE CONCEDA LA PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL PARA QUE SE CUMPLA
CON ESA EXIGENCIA.

La oposición de la víctima a la apertura del procedimiento abreviado, cuando cumple


razonablemente con la exposición de razones para justificarla y, además, éstas se respaldan
en el propio contenido de las constancias que la propia autoridad judicial de segunda
instancia resalta al confirmar la resolución dictada, esto hace evidente la generación de una
violación al derecho de la víctima a probar sus pretensiones en juicio, pues desde el
momento en que lo resuelto por el a quo, al declarar infundada la oposición de la víctima, no

51
admite específicamente algún recurso, y sí lo admite, en cambio, la decisión de no aperturar
el procedimiento abreviado, es claro que el análisis y la calificación exhaustiva de esa
eventual oposición no sólo pueden, sino que deben formar parte del análisis de la autoridad
que en segunda instancia debe realizar respecto de la legal procedencia de dicha apertura
del procedimiento abreviado, como un presupuesto de existencia legal del propio fallo que
se revisa, es decir, como condicionante del análisis en el recurso de apelación interpuesto
contra la sentencia dictada en esta forma especial de terminación anticipada, y al no haberlo
hecho así la Sala responsable, ello genera la necesidad de otorgar el amparo para que se
cumpla con esa exigencia de estudio ineludible y previo.

Amparo directo 261/2015. 28 de abril de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: José Nieves
Luna Castro. Secretaria: Alma Jeanina Córdoba Díaz.

También es aplicable al anterior criterio la Tesis: I.6º.P.145P emitida


por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, que puede ser
consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
IV, octubre de 2019, p. 3581, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA OPOSICIÓN DE LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL


DELITO PARA QUE SE AUTORICE ESTA FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL
PROCESO DEBE ESTAR DEBIDAMENTE FUNDADA.

De acuerdo con el artículo 201, fracción II, del Código Nacional de Procedimientos Penales,
se establece como segundo requisito para la autorización del procedimiento abreviado, que
la víctima u ofendido del delito no presente oposición fundada en torno a esa petición
ministerial. Efectivamente, el procedimiento abreviado se constituye como un pacto entre las
partes, y uno de los requisitos para su autorización es, precisamente, que no
exista oposición de la víctima, la cual podrá comparecer a deducir lo relativo a la reparación
del daño. Respecto a este tópico, el artículo 204 del código citado señala que
la oposición se considera fundada cuando se acredite ante el Juez de control que no se
encuentra debidamente garantizada la reparación del daño. En ese sentido, si la víctima y
su asesor jurídico se opusieron a la cuantificación de la reparación del daño moral
determinada en el dictamen en materia de psicología oficial, y de autos se advierte que el
Juez de control les concedió diversas prórrogas para contar con un documento idóneo para
probar sus pretensiones, esto es, la cuantificación que estimaban adecuada, resulta
incuestionable que su oposición para dar trámite al procedimiento abreviado no se
encontraba fundada.

Tal y como se desprende del primero de los criterios, la víctima no


puede recurrir el acto en que el juzgador apertura el procedimiento abreviado, sobre

52
todo cuando eventualmente la víctima se opone a su apertura y el juzgado
determina que no es fundada.

Es decir, en el supuesto de que la víctima considere que no se


encuentre satisfecha la reparación del daño, hipótesis en la que podemos
considerar que es fundada la oposición de la víctima de acuerdo a lo que dispone
el citado artículo 204 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Sin embargo, el legislador federal precisó que la autorización del


procedimiento abreviado no es apelable, según se desprende del mencionado
artículo 467 del citado Código Nacional, al señalar que los supuestos apelables son
aquellos en los que se niegue a abrir el procedimiento abreviado, de acuerdo a la
fracción X del citado numeral, lo que pone de manifiesto que, a contrario sensu, la
autorización para abrir el procedimiento abreviado no es apelable, lo que es otro
argumento para establecer que la única oposición fundada de la víctima es en lo
relativo a la reparación del daño, y mientras el mismo se encuentre garantizado no
existiría ninguna razón para que el Juez de control no autorice la terminación
anticipada del proceso.

No obstante, es necesario precisar que, la sentencia definitiva dictada


en ese procedimiento, de acuerdo a la fracción IX del mencionado ordenamiento
legal, sí puede ser recurrida por la víctima donde podría analizarse por parte del
Tribunal de alzada si la oposición de la víctima se estima fundada o no.

¿La reparación del daño en la fase de ejecución de sentencia?

Para responder el referido cuestionamiento es necesario precisar que en tratándose


del procedimiento ordinario, cuando menos en la época del sistema tradicional, los
Tribunales Federales se habían pronunciado al respecto al señalar que sí era
factible cuantificar el monto de la reparación del daño para la fase de ejecución de
sentencia, pues, así se desprende de la Jurisprudencia emitida por la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al emitir la Tesis 1ª./J. 145/2005 del
53
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXIII, marzo de
2006, p. 170, de rubro.

REPARACIÓN DEL DAÑO. ES LEGAL LA SENTENCIA CONDENATORIA QUE LA


IMPONE AUNQUE EL MONTO CORRESPONDIENTE PUEDA FIJARSE EN
EJECUCIÓN DE ÉSTA.

El artículo 20, apartado B, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece como garantía individual de las víctimas u ofendidos de un delito,
la reparación del daño para asegurar de manera puntual y suficiente la protección a sus
derechos fundamentales y responder al reclamo social frente a la impunidad y a los efectos
del delito sobre aquéllos, garantizando que en todo proceso penal tengan derecho a
una reparación pecuniaria por los daños y perjuicios ocasionados por la comisión del delito,
para lograr así una clara y plena reivindicación de dichos efectos en el proceso penal;
destacando la circunstancia de que el Constituyente reguló los fines preventivos con los
indemnizatorios del procedimiento penal, al exigir para la libertad del inculpado una caución
suficiente que garantice la reparación de los daños y perjuicios, lo cual confirma que en todo
procedimiento penal debe tutelarse como derecho del sujeto pasivo del delito, la
indemnización de los perjuicios ocasionados por su comisión, a fin de reconocerle la misma
importancia a la protección de los derechos de la víctima que a los del inculpado, conciliando
una manera ágil para reparar el daño causado por el delito. De lo anterior se concluye que
la reparación del daño tiene el carácter de pena pública y, por ende, al ser parte de la
condena impuesta en el procedimiento penal, deberá acreditarse en éste y no en otro; sin
embargo, su quántum no es parte de la sentencia condenatoria, sino que es una
consecuencia lógica y jurídica de ésta, porque lo que se acredita en el procedimiento penal
es el derecho del ofendido o la víctima para obtener la reparación del daño con motivo del
ilícito perpetrado en su contra; de ahí que cuando el Juez no cuente con los elementos
necesarios para fijar en el fallo el monto correspondiente, podrá hacerlo
en ejecución de sentencia, por así permitirlo el citado precepto constitucional.

Incluso, el quinto párrafo del artículo 406 CNPP es preciso en señalar:

“… Cuando la prueba producida no permita establecer con certeza el monto de los daños y
perjuicios, o de las indemnizaciones correspondientes, el Tribunal de enjuiciamiento podrá
condenar genéricamente a reparar los daños y los perjuicios y ordenar que se liquiden en
ejecución de sentencia por vía incidental, siempre que éstos se haya demostrado, así como
su deber de repararlos…”.

Sin embargo, el planteamiento que se hace es justamente determinar


si en el procedimiento especial abreviado la cuantificación del daño causado o el
pago del referido daño también puede realizarse en la fase de ejecución de
sentencia y desde luego si ese criterio jurisprudencial que se emitió en 2006, es

54
decir antes de las reformas a la Carta Magna de 2008, es aplicable al procedimiento
abreviado.

El artículo 20 Constitucional en su apartado “A” como uno de los


objetos del proceso:

“A. De los principios generales: I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de
los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune y que los daños
causados por el delito se reparen…”.

De igual manera el apartado “C” del citado ordenamiento legal,


dispone los derechos de la víctima, dentro de los que destacan los siguientes:

“C. De los derechos de la víctima o del ofendido:…

…IV. Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio Público
estará obligado a solicitar la reparación del daño, sin menoscabo de que la víctima u ofendido
lo pueda solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de dicha
reparación si ha emitido una sentencia condenatoria…”

Dentro de estos derechos, el artículo 109 del Código Nacional de


Procedimientos Penales establece en la fracción XXIV lo siguiente:

“Artículo 109. Derechos de la víctima u ofendido…

XXIV. A que se le garantice la reparación del daño durante el procedimiento en cualquiera de


las formas previstas en este Código…”

55
Entre las obligaciones del Agente del Ministerio Público se encuentra
justamente la de solicitar el pago de la reparación del daño, según se desprende del
artículo 131 del citado ordenamiento legal, pues, la fracción XXII señala:

“Artículo 131. Obligaciones del Ministerio Público…

XXII. Solicitar el pago de la reparación del daño a favor de la víctima u ofendido del delito, sin
perjuicio de que éstos lo pudieran solicitar directamente…”.

Estimo que para que pueda aperturarse el procedimiento abreviado,


necesariamente debe existir certeza del pago de la reparación del daño y no dejarlo
para la fase de ejecución de sentencia, pues ello no representa ninguna garantía
que asegure que posteriormente se cubrirá ese concepto.

Es el artículo 138 del Código Nacional de Procedimientos Penales el


que prevé como puede garantizarse la reparación del daño, es decir, a través del
embargo de bienes y las providencias precautorias, pues, el citado numeral indica:

“Para garantizar la reparación del daño, la víctima, el ofendido o el Ministerio Público, podrán
solicitar al juez las siguientes providencias precautorias:

I. El embargo de bienes, y
II. La inmovilización de cuentas y demás valores que se encuentren dentro del
sistema financiero. El juez decretará las providencias precautorias, siempre y
cuando, de los datos de prueba expuestos por el Ministerio Público y la víctima u
ofendido, se desprenda la posible reparación del daño y la probabilidad de que el
imputado será responsable de repararlo”.

Es común que en la práctica, al dictarse una sentencia en


procedimiento abreviado, la reparación del daño se fije para la etapa de ejecución
de sentencia, lo que en mi concepto contraviene los ordenamientos legales ya
señalados, en específico el artículo 204 del Código Nacional, en relación a la
fracción II del artículo 202 del citado ordenamiento legal, pues, considerando que el
primero de los numerales refiere que la oposición de la víctima u ofendido sólo será
procedente cuando no se encuentre debidamente garantizada la reparación del

56
daño y en éste supuesto, evidentemente la víctima presentará oposición para que
se aperture el procedimiento abreviado, de acuerdo al artículo 202 de la
normatividad ya señalada, la cuál debe estimarse fundada, pues, resulta inconcuso
que no puede admitirse el trámite del procedimiento abreviado porque no se
encuentra asegurada la reparación del daño.

La restauración del daño debe pagarse al momento de que se emita


la sentencia de procedimiento abreviado, pero si fue deseo de las partes garantizar
de otra forma el referido concepto, bien puede darse trámite al citado procedimiento
especial, empero, se reitera de ninguna forma podría tramitarse el citado
procedimiento si se pretende que la reparación del daño se cuantifique en la fase
de ejecución de sentencia, pues ello contraviene la naturaleza del procedimiento
abreviado, que como ya observamos, se distingue porque además de ser ágil, se
garantiza una sanción menor a la mínima al acusado pero también la reparación del
daño a la víctima.

Aunado a lo anterior, se violenta lo dispuesto por el último párrafo del


artículo 206 del CNPP que regula lo relativo al dictado de la sentencia, el cual indica
que el juez debe fijar el monto de la reparación del daño, expresando las razones
para aceptar o rechazar las objeciones que en su caso haya formulado la víctima u
ofendido.

Pensar lo contrario, nos podría llevar a suponer entonces que al


acusado tampoco se le garantizará la reducción de la pena establecida en el artículo
202 de Código Nacional Procesal, pues, se insiste, si el Legislador, estableció la
obligación de garantizar la reparación del daño, debe hacerse, ya sea a través del
embargo de inmuebles o inmovilización de cuentas bancarias, cheques certificados,
incluso bienes muebles a través de la prenda.

Volviendo al caso del imputado, resulta evidente que en tratándose de


la pena, una vez que se autoriza el trámite del procedimiento abreviado, debe
disminuirse la punibilidad establecida por el Legislador, lo que se encuentra
garantizado, pues no se trata de un supuesto en que el imputado tenga la esperanza
a que verdaderamente se ejecute una sanción disminuida porque ya se estableció

57
en sentencia, por tanto, en tratándose de la reparación del daño, también debe
existir certeza de que se realizará el pago de la reparación del daño si es que no se
ha hecho al momento de la audiencia, de lo contrario existe un impedimento para
darle trámite que es justamente el artículo 204 del CNPP el cuál otorga el derecho
a la víctima que en el trámite del abreviado se le garantice la reparación del daño y
es lo que debe corroborar el Juez de control.

No obstante, a pesar de que la regla general es que sólo es apelable


la negativa de aperturar el procedimiento abreviado; en caso de que el Juez de
control determine dar trámite al abreviado, a pesar de la oposición de la víctima, si
es que la víctima u ofendido estiman que no se encontraba debidamente
garantizada la reparación del daño, bien puede impugnar esa determinación.

Así lo señala el artículo 459 y 467 fracción X del Código Nacional de


Procedimientos Penales, al establecer:

“Artículo 459. Recurso de la víctima u ofendido. La víctima u ofendido, aunque no se haya constituido
como coadyuvante, podrá impugnar por sí o a través del Ministerio Público, las siguientes
resoluciones:

I. Las que versen sobre la reparación del daño causado por el delito, cuando estime que
hubiere resultado perjudicado por la misma…”.

“Artículo 467. Resoluciones del Juez de control apelables Serán apelables las siguientes resoluciones
emitidas por el Juez de control:…

X. La sentencia definitiva dictada en el procedimiento abreviado…”.

En segunda instancia sólo se podrán revisar cuestiones diversas al


delito y a la plena responsabilidad del acusado, es decir, uno de esos aspectos que
pueden ser revisados es justamente lo relativo a la reparación del daño, pues así
se desprende del criterio jurisprudencial emitido por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, al emitir la Tesis: 1ª./J.34/2018, Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Décima Época, t. I, octubre de 2018, p. 742, de rubro.

58
PROCEDIMIENTO ABREVIADO. CUESTIONES QUE PUEDEN SER REVISABLES EN LA
APELACIÓN INTERPUESTA EN CONTRA DE LA SENTENCIA DEFINITIVA DERIVADA
DE AQUÉL.

En el procedimiento abreviado previsto en el artículo 20, apartado A, fracción VII, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no se somete a debate la
acreditación del delito ni la responsabilidad del acusado en su comisión, debido a la
aceptación de éste a ser juzgado con base en los medios de convicción que sustentan la
acusación; de ahí que dichos elementos no admiten contradicción en sede judicial, porque
son resultado del convenio asumido por las partes para obtener una pena menos intensa de
la que pudiera imponerse como consecuencia del procedimiento ordinario, que incluye al
juicio oral. De lo contrario, no existiría firmeza en lo acordado con el acusado, respecto a la
aceptación de su participación en el delito a partir de los datos de prueba recabados durante
la investigación. Tampoco existiría seguridad jurídica para la víctima u ofendido del delito,
quien espera obtener una reparación proporcional al daño inicialmente aceptado por el
acusado. Por lo tanto, en el recurso de apelación promovido contra la sentencia definitiva
derivada de un procedimiento abreviado, sólo podrá ser objeto de cuestionamiento, la
violación al cumplimiento de los presupuestos jurídicos fundamentales para la procedencia
de esa formal emmitir de terminación anticipada del proceso penal acusatorio, lo cual
comprende el análisis de la congruencia, idoneidad, pertinencia y suficiencia de los medios
de convicción invocados por el Ministerio Público en la acusación, así como, de ser el caso,
la imposición de penas que sean contrarias a la ley, distintas o mayores a las solicitadas por
el representante social y a las aceptadas por el acusado, además de la fijación del monto
de la reparación del daño. En contraposición, en el recurso de apelación no puede ser
materia de análisis la acreditación del delito, la responsabilidad penal del acusado y la
valoración de prueba, pues ello no tiene aplicación en dicha forma de terminación anticipada
del proceso.

Contradicción de tesis 56/2016. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado del
Décimo Octavo Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Décimo Séptimo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo
Circuito. 18 de abril de 2018. La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos
por la competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos en
cuanto al fondo, de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Bárcena Zubieta.

En el caso de que el Tribunal de alzada considera que no se garantizó


debidamente la reparación del daño, puede incluso ordenar la reposición del
procedimiento, según se desprende del artículo 482 fracción I del citado Código
Nacional Procesal, mismo que a la letra indica:

“Artículo 482. Causas de reposición Habrá lugar a la reposición del procedimiento por alguna de las
causas siguientes:

59
I. Cuando en la tramitación de la audiencia de juicio oral o en el dictado de la sentencia se hubieren
infringido derechos fundamentales asegurados por la Constitución, las leyes que de ella emanen
y los Tratados;…”

Es evidente que ante el dictado de una sentencia de procedimiento


abreviado en el que no se garantizó debidamente la reparación del daño, porque se
dejó el cuántum para la fase de ejecución de sentencia, se estarían infringiendo
derechos fundamentales de la víctima, como en el caso el derecho a obtener la
reparación del daño que se desprende del artículo 20 Constitucional apartado “C”,
fracción IV, relacionado justamente con la fracción II del artículo 202 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, dando lugar a la reposición del procedimiento,
para que se verificaran de nueva cuenta los requisitos del procedimiento abreviado
y, en caso de que no se garantizara la reparación del daño, el Juez de control no
diera apertura al mismo.

Por tanto, estimo que la jurisprudencia que se invoca y que fue emitida
por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la que se
establecía la posibilidad de que la reparación del daño se realizara en la fase de
ejecución de sentencia, no es aplicable a este proceso especial, primero porque se
refiere al sistema tradicional, lo que se sostiene en virtud de que incluso las etapas
del proceso tradicional incluían la de ejecución, lo que no acontece en el acusatorio,
pues, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 211 CNPP ahora sólo son 3 etapas
las que conforman el proceso:

“Artículo 211. Etapas del procedimiento penal

El procedimiento penal comprende las siguientes etapas: I. La de investigación, que comprende las
siguientes fases:

a) Investigación inicial, que comienza con la presentación de la denuncia, querella u otro requisito
equivalente y concluye cuando el imputado queda a disposición del Juez de control para que se le
formule imputación, e

b) Investigación complementaria, que comprende desde la formulación de la imputación y se agota


una vez que se haya cerrado la investigación;

60
II. La intermedia o de preparación del juicio, que comprende desde la formulación de la acusación
hasta el auto de apertura del juicio,

y III. La de juicio, que comprende desde que se recibe el auto de apertura a juicio hasta la sentencia
emitida por el Tribunal de enjuiciamiento…”

Como se observa ahora no se contempla como etapa del proceso la


fase de ejecución, que no quiere decir que no exista, empero no como una parte del
proceso penal, lo que es otro argumento para sostener que aquella jurisprudencia
que emitió el más alto Tribunal del país, sí se refería al sistema tradicional donde se
contemplaba la etapa de juicio, pues, siendo un solo juez el que tramitaba todo el
proceso, incluso la etapa de ejecución, resulta lógico pensar que ello le daba la
posibilidad de que el propio juzgador ya en la última fase del proceso cuantificara el
monto de la reparación del daño, porque él mismo ya había determinado que se
acreditó un daño en la sentencia emitida por su parte.

Con la creación del juez de ejecución, también se creó la Ley Nacional


de Ejecución Penal y se ha determinado que una de sus facultades es dar trámite a
los incidentes de reparación del daño:

“Artículo 25. Competencias del Juez de Ejecución

En las competencias a que se refiere el artículo anterior, el Juez de Ejecución deberá observar lo
siguiente:…

III. Sustanciar y resolver los incidentes que se promuevan para lograr el cumplimiento del
pago de la reparación del daño, así como los demás que se promuevan con motivo de
la ejecución de sanciones penales;…”

“Artículo 156. Liquidación de la reparación del daño

Una vez que el Juez o Tribunal de enjuiciamiento se haya pronunciado acerca de la reparación del
daño, pero no de su monto, el Juez de Ejecución determinará el monto a cubrir e iniciará el
procedimiento de liquidación conforme a lo dispuesto por esta Ley y el Código…”.

Por ello, es factible considerar que en tratándose del procedimiento


ordinario, dentro del sistema acusatorio bien puede dejarse la cuantificación de la
reparación del daño para la fase de ejecución de sentencia por disposición expresa
del Legislador, empero, no por lo que hace al procedimiento abreviado, porque no

61
existe ninguna disposición de la Ley Nacional de Ejecución penal, además de que
como ya se ha mencionado, el CNPP precisa que en tratándose del procedimiento
abreviado debe garantizarse tal concepto y debe fijarse su monto al emitir la
sentencia, lo que impide que pueda fijarse en la fase de ejecución de sentencia en
virtud de su especial naturaleza ya que el abreviado garantiza tanto la disminución
de la pena como la reparación del daño.

Imaginemos un caso de secuestro; qué garantía tendría la víctima de


que se le pagará la reparación del daño, estimo que ninguna, si consideramos que
en esos casos, el daño material tiende a ser cuantioso, por tanto, si lo que dispuso
el legislador federal es que se garantice la reparación del daño, ello implica que de
alguna manera la víctima tenga la certeza que se le va a cubrir la cantidad que por
ese concepto se ha demostrado.

Podemos concluir que no solamente se requiere que se fije el monto


de la reparación del daño en la sentencia sino que además exista certeza de que
se va a pagar, de lo contrario ningún sentido tendría abrir un procedimiento
abreviado para que sólo una de las partes (imputado) tuviera un beneficio como es
la reducción de la pena, por tanto, es inadmisible que el monto se deje para la fase
de ejecución de sentencia porque por disposición de la propia ley, es necesario
establecerlo en la sentencia según lo establece el artículo 206 del CNPP y además
garantizarse su pago, de acuerdo a lo previsto por el artículo 204 del citado
ordenamiento legal.

¿la víctima se puede oponer si el agente del Ministerio Público acusa por una
clasificación jurídica distinta o por un nivel de participación distinto?

Considero que podría oponerse, empero quedaría al arbitrio del Juzgador


establecer si esa oposición es fundada.

Si como hemos dicho, el Código Nacional de Procedimientos Penales


establece (artículo 204) que la oposición de la víctima solo será procedente cuando
no se garantice debidamente la reparación del daño, ello pone de manifiesto, que

62
esa oposición no es fundada, claro siempre y cuando a pesar de que la Fiscalía
realice la acusación con una clasificación jurídica distinta a la de la vinculación a
proceso o por un nivel de participación distinto, se realice el pago de la reparación
del daño o en su caso se garantice debidamente.

Recordemos que el artículo 467 del Código Nacional de


Procedimientos Penales establece que únicamente es apelable la negativa de abrir
el procedimiento abreviado, según lo dispone la fracción IX del citado numeral, lo
que pone de manifiesto que la víctima no podría recurrir el que el juez autorizara la
apertura del procedimiento abreviado.

No obstante, al quedar vigente la posibilidad de la víctima de apelar la


sentencia definitiva emitida por el Juez de control, ello, se insiste, abre la posibilidad
de que la autoridad de segunda instancia se pronunciara al respecto y, si lo
considera, ordenar reponer el procedimiento.

Por tanto, si el Legislador federal ha considerado que no es apelable


el auto que declara la apertura del procedimiento abreviado, resulta inconcuso que
no puede hacerlo la víctima, sin que pudiera considerarse que se ha violentado un
derecho fundamental en su perjuicio, pues, se reitera, no constituye un derecho del
imputado acceder al procedimiento abreviado y tampoco es una facultad de la
víctima oponerse a su apertura, a menos que no se garantice la reparación del
daño, pues, como ya se ha dicho, conforme lo dispone el artículo 201 del multicitado
Código Nacional es facultad exclusiva del Agente del Ministerio Público proponerlo,
del Juez de control autorizarlo y del imputado aceptarlo.

Lo anterior tiene una explicación lógica, pues, siendo el Ministerio


Público el órgano rector de la investigación, de acuerdo lo dispone el artículo 21
Constitucional, y desde luego el órgano acusador, por tanto, si es a dicha Institución
a quién le corresponde acusar por los delitos que investiga, resulta lógico pensar
que es a él a quien le corresponde solicitar la apertura del procedimiento abreviado,
por el sólo hecho de que, como se ha mencionado, es él quien tiene la potestad de
acusar, lo que es otro argumento para sostener que sólo es facultad de la Fiscalía

63
la apertura del procedimiento abreviado y decisión del Juez de Control, dar trámite
al mismo.

En ese orden de ideas, independientemente de que la víctima se


inconforme por una clasificación distinta de la que se vinculó a proceso o por un
diverso grado de participación, ello no puede ser motivo para que se oponga porque
así lo dispuso el propio Legislador Federal en el artículo 204 estableciendo cuál es
el único supuesto en que la oposición de la víctima puede ser fundado, sin que se
establezca ninguna otra hipótesis.

Lo mismo acontece con el asesor jurídico, pues, aunque éste se


opusiera, no podría considerarse esa oposición fundada, en tanto que si bien es
cierto representa directamente los intereses de la víctima u ofendido, la ley no le
concede esa facultad, pues, como ya se dijo solamente se le ha otorgado a la
víctima, en el único supuesto de que no se garantice debidamente la reparación del
daño.

No obstante, adelantándonos al criterio respecto de la reclasificación


de los hechos, independientemente de lo que se ha sostenido con anterioridad,
conforme se encuentra redactado nuestro Código Nacional de Procedimientos
Penales, no puede realizar el Agente del Ministerio Público una clasificación distinta
a la que fue materia de la litis al decretar el auto de vinculación a proceso.

Ello es así, porque se parte de la premisa de que la persona sujeta a


proceso debe aceptar su responsabilidad en el delito que se le imputa, y, desde
luego, la imputación se realizó en la audiencia inicial, donde el Agente del Ministerio
Público hizo saber a la persona en presencia del Juez de Control, cuáles son los
hechos por los cuáles lo está investigando.

Luego, si formulada la imputación y otorgada la oportunidad al


imputado de declarar, la Fiscalía expone los datos de prueba suficientes para que
se vincule a proceso y, la autoridad jurisdiccional, estima que sí lo son, vinculando
en consecuencia al imputado, tales hechos que ya le dio a conocer la Fiscalía son

64
los mismos por los cuáles debe formularse la acusación al solicitar el procedimiento
abreviado.

Así lo ha sostenido el Tribunal Colegiado en Materias Penal y


Administrativa del Vigésimo Segundo Circuito al emitir la Tesis XXII.P.A.45 P
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, t. III noviembre
de 2018, p. 2309, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA EXPRESIÓN NORMATIVA "DELITO QUE SE LE


IMPUTA", CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 201, FRACCIÓN III, INCISO D), DEL CÓDIGO
NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, COMO REQUISITO PARA SU
PROCEDENCIA, A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 310, 311 Y 318 DEL MISMO
ORDENAMIENTO, POR REGLA GENERAL, IMPIDE AL MINISTERIO PÚBLICO VARIAR
LA CLASIFICACIÓN JURÍDICA DEL HECHO MATERIA DE LA IMPUTACIÓN Y LA
CONSECUENTE VINCULACIÓN A PROCESO.

Dentro de los requisitos de procedencia verificables por el Juez de Control para autorizar el
procedimiento abreviado, se encuentra el relativo a que el imputado admita su
responsabilidad por el delito que se le imputa, lo cual quiere decir que éste ha de reconocer
su responsabilidad respecto del hecho delictivo por el cual se formuló la imputación y se le
vinculó a proceso, lo que de conformidad con el artículo 307 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, ocurre en la audiencia inicial. De esta manera, el alcance jurídico
de la clasificación del hecho delictivo a partir de la imputación y vinculación a proceso, se
encuentra establecido en el artículo 318 del mismo ordenamiento, cuando dispone que a
partir de ese momento procesal se fija la clasificación jurídica del hecho delictivo sobre el
cual, en su caso, podría determinarse, entre otras posibles formas de terminación anticipada
del proceso, el procedimiento abreviado. En este sentido, en el recurso de apelación
interpuesto por la víctima contra la sentencia pronunciada en el procedimiento abreviado,
el tribunal revisor debe extender el examen de la sentencia recurrida para tutelar el derecho
de la víctima a la reparación del daño, en su vertiente de imposición de la pena adecuada y
proporcional, para verificar que no se haya variado en su perjuicio la clasificación jurídica del
hecho delictivo fijada oportunamente, porque la expresión normativa "delito que se le
imputa", contenida en el artículo 201, fracción III, inciso d), del propio código, como requisito
para la procedencia del procedimiento abreviado, a la luz de los diversos 310, 311 y 318,
por regla general, impide al agente del Ministerio Público realizar esa variación.

Tal criterio pone de manifiesto que de acuerdo a la redacción de


nuestro Código Nacional de Procedimientos Penales, no puede permitirse una
reclasificación jurídica del hecho materia de la imputación, lo que sí acontece en
otros países, empero, si esa hubiere sido la voluntad del Legislador Federal, lo
hubiese plasmado en el capítulo correspondiente al procedimiento abreviado, lo que

65
no hizo, y, al respecto como se observa, ya se han pronunciado los Tribunales
Federales.

En efecto, cuando se tramita un procedimiento abreviado, las partes


deben tener certeza jurídica de que la acusación en todo caso se realizará por los
hechos por los cuáles se formuló imputación, sin que puedan variarse en perjuicio
de ninguna de las partes.

¿Puede al Agente del Ministerio Público negociar delitos o solamente penas?

Resulta un tema bastante cuestionable, porque del capítulo respectivo al


Procedimiento Abreviado, no se desprende la posibilidad de negociar delitos, sino
únicamente penas.

Sin que pase inadvertido que el artículo 398 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, otorga la posibilidad al Agente del Ministerio Público que
en los alegatos de apertura, incluso en los de clausura pueda reclasificar el delito,
lo que también es cuestionable, en tanto que ya se realizó la acusación, sin
embargo, a pesar de que pudiera en todo caso reclasificarse el hecho que la ley
señala como delito en esa etapa procesal, no es indicativo de la posibilidad de que
el Agente del Ministerio Público pueda negociar incluso los hechos.

Como se ha mencionad, es necesario otorgar seguridad jurídica a las


partes, pues, el hecho de que se realice una acusación por específico delito y en la
audiencia de juicio se cambie la clasificación jurídica, ello deja en estado de
indefensión a las partes, sobre todo al acusado para su defensa.

No obstante, regresando al tema que nos ocupa (procedimiento


abreviado), al ser su naturaleza distinta, es decir, representa una negociación entre
las partes y por ello afirmo que no puede negociarse un delito, puesto que de ningún
apartado del capítulo del Procedimiento Abreviado, se desprende esa posibilidad,
atendiendo a la máxima de que una autoridad sólo puede hacer lo que la ley le
permite, no sería factible hacerlo y si no se encuentra establecida esa posibilidad

66
en ninguna parte del Código Nacional de Procedimientos Penales, entonces no
puede admitirse una negociación sobre los delitos.

Lo anterior encuentra sustento en el artículo 202 del Código Nacional


de Procedimientos Penales en el cuál se indican las reglas para reducir la sanción
en favor del acusado, pero de ninguna parte de este capítulo se desprende la
posibilidad de realizar una clasificación jurídica distinta, cuando menos no en el
procedimiento abreviado, lo que tal vez sí pueda hacerse en el juicio ordinario.

En efecto, una vez que una persona ha sido vinculada a proceso,


pensemos por dos delitos, no podría aceptarse la posibilidad que en una
negociación el Agente del Ministerio Público pueda eliminar uno de ellos y
solamente acusar por el otro, pues no ha facultado el legislador federal a la Fiscalía
para hacer ese tipo de negociaciones.

Tal posibilidad es admisible en otros países como en Estados Unidos


o Colombia, pero insisto, hasta en tanto no se establezca concretamente en nuestra
Legislación procesal esa posibilidad, estimo que no es admisible que se negocien
delitos en un procedimiento abreviado, precisamente porque el Legislador no lo ha
considerado, si lo hubiese ponderado, resultaría inconcuso que se encontraría
estipulado en ese capítulo.

Al respecto, José Daniel Hidalgo18 menciona:

“…el Ministerio Público no puede, como se critica al procedimiento del “plea bargaining” manipular
ese hecho y, por ende, el tipo penal denunciado y/o querellado, para facilitar la “negociación” de una
cuerdo alternativo al procedimiento ordinario”.

Afirma además que la propia Constitución establece la exigencia de


que todo proceso se siga forzosamente por el hecho o hechos delictivos señalados
en el auto de vinculación a proceso.

Se encuentra entonces otro argumento para sostener que hasta este


momento no podría pensarse en la posibilidad de que se negociaran hechos, pues,

18
HIDALGO MURILLO, José Daniel. El Juicio Oral Abreviado. ed. Porrúa, Universidad Panamericana, primera
reimpresión, México, 2012, pág. 84, 91, 103.

67
ello atentaría en contra de lo establecido en el artículo 19 de la Constitución Política
los Estados Unidos Mexicanos, pues, si por ejemplo se vincula a proceso a una
persona por los hechos que la ley señala como delito de robo y lesiones dolosas
calificadas, la Fiscalía no podría ofrecer un procedimiento abreviado, proponiendo
a la defensa y al imputado quitar el de robo ya que el proceso es uno y con base en
ello, aún en el procedimiento especial del abreviado, debe seguirse el proceso por
el hecho o hechos que se establecieron en el auto de vinculación a proceso, sin que
se justifique hasta ahora la posibilidad de quitar alguno de esos hechos que la ley
señala como delito, no obstante, es necesario precisar que esa es la tendencia en
otros países y no dudemos que en un futuro exista una reforma al CNPP en ese
sentido.

La víctima como órgano acusador

Cuando se publicó el Código Nacional de Procedimientos Penales, el 5 de marzo


de 2014, se estableció en el Capítulo III del citado ordenamiento legal la Acción
Penal Particular en la que se menciona que si bien es cierto la acción penal le
corresponde al Agente del Ministerio Público, podrá ser ejercida por los particulares
que tengan la calidad de víctima u ofendido conforme lo dispone el propio Código,
según se desprende del artículo 426 del citado ordenamiento legal.

Luego, si es la víctima u ofendido quien ejercite la acción penal, resulta


evidente que también debe realizar la acusación, pues, así se advierte del tercer
párrafo del artículo 432 de dicho ordenamiento Legal, al disponer:

“... A la acusación de la víctima u ofendido, le serán aplicables las reglas previstas para la acusación
presentada por el Ministerio Público…”.

68
En ese contexto, si la víctima se convierte en órgano acusador al
ejercitar la acción penal particular, será el único supuesto en que podrá oponerse a
una clasificación jurídica distinta que realice el juzgador o en su caso a un nivel de
participación distinto.

Pero, ¿puede la víctima u ofendido, ejercitando la acción penal


particular, solicitar la apertura del procedimiento abreviado?

Al respecto, es necesario precisar lo que establece el Código Nacional


de Procedimientos Penales en relación al tema:

“Artículo 426. Acción penal por particulares El ejercicio de la acción penal corresponde al Ministerio
Público, pero podrá ser ejercida por los particulares que tengan la calidad de víctima u ofendido en
los casos y conforme a lo dispuesto en este Código”.

“Artículo 428. Supuestos y condiciones en los que procede la acción penal por particulares La víctima
u ofendido podrá ejercer la acción penal únicamente en los delitos perseguibles por querella, cuya
penalidad sea alternativa, distinta a la privativa de la libertad o cuya punibilidad máxima no exceda
de tres años de prisión.

La víctima u ofendido podrá acudir directamente ante el Juez de control, ejerciendo acción penal por
particulares en caso que cuente con datos que permitan establecer que se ha cometido un hecho
que la ley señala como delito y exista probabilidad de que el imputado lo cometió o participó en su
comisión. En tal caso deberá aportar para ello los datos de prueba que sustenten su acción, sin
necesidad de acudir al Ministerio Público.

Cuando en razón de la investigación del delito sea necesaria la realización de actos de molestia que
requieran control judicial, la víctima u ofendido deberá acudir ante el Juez de control. Cuando el acto
de molestia no requiera control judicial, la víctima u ofendido deberá acudir ante el Ministerio Público
para que éste los realice. En ambos supuestos, el Ministerio Público continuará con la investigación
y, en su caso, decidirá sobre el ejercicio de la acción penal”.

“Artículo 432. Reglas generales

Si la víctima u ofendido decide ejercer la acción penal, por ninguna causa podrá acudir al Ministerio
Público a solicitar su intervención para que investigue los mismos hechos.

La carga de la prueba para acreditar la existencia del delito y la responsabilidad del imputado
corresponde al particular que ejerza la acción penal. Las partes, en igualdad procesal, podrán aportar
todo elemento de prueba con que cuenten e interponer los medios de impugnación que legalmente
procedan.

69
A la acusación de la víctima u ofendido, le serán aplicables las reglas previstas para la acusación
presentada por el Ministerio Público.

De igual forma, salvo disposición legal en contrario, en la substanciación de la acción penal


promovida por particulares, se observarán en todo lo que resulte aplicable las disposiciones relativas
al procedimiento, previstas en este Código y los mecanismos alternativos de solución de
controversias”.

De los numerales antes señalados, se desprende, primero, que la


víctima u ofendido, pueden acudir directamente ante el Juez de Control, ejercitando
la acción penal particular, segundo, que ello no es en todos los casos, sino
únicamente en aquellos delitos perseguibles por querella, cuya penalidad sea
alternativa, distinta a la privativa de la libertad o cuya punibilidad máxima no exceda
de tres años de prisión, tercero, que para ello cuente con datos de prueba
suficientes que acrediten un hecho que la ley señala como delito y que
probablemente una persona lo cometió o participó en su comisión.

Se establece también que la carga de la prueba será entonces para el


particular que ejerza la acción penal.

Puntualizó de igual forma el legislador federal que a la acusación de la


víctima u ofendido, le serán aplicables las reglas previstas para la acusación
presentada por el Ministerio Público y que además deben observarse en todo lo que
resulte aplicable las disposiciones relativas al procedimiento, previstas en el Código
Nacional y los mecanismos alternativos de solución de controversias.

Entonces, el legislador federal fue preciso en señalar que si el


particular decide ejercer la acción penal sin acudir ante el Agente del Ministerio
Público, de cualquier manera se aplicarán las reglas previstas como si se tratara del
Agente del Ministerio Público quien presentara la acusación.

Nos queda claro que ello es en cuanto a la presentación de la


acusación por parte del particular y que debe ajustarse desde luego a lo dispuesto
por el artículo 335 del Código Nacional de Procedimientos Penales que se refiere al
contenido de la acusación.
70
Sin embargo, en cuanto al cuestionamiento planteado, es decir, si el
particular que ha ejercitado la acción penal puede solicitar la apertura del
procedimiento abreviado, es el propio Código Nacional de Procedimientos Penales,
el que establece que en todo lo que resulte aplicable se observarán las
disposiciones relativas al procedimiento previstas en el Código Nacional de
Procedimientos Penales.

El Título II, relativo al Procedimiento Ordinario, en su Capítulo Único,


establece las etapas del Procedimiento, es decir, que podemos concluir que cuando
el Legislador señaló que al ejercitarse la acción penal por particular deben atenderse
a las reglas del procedimiento ordinario y no al especial (Abreviado) a que hace
referencia el Capítulo IV del citado ordenamiento legal.

Lo anterior se concluye, puesto que incluso el último párrafo del


artículo 432 de la citada normatividad menciona:

“…salvo disposición legal en contrario, en la substanciación de la acción penal promovida por


particulares, se observarán en todo lo que resulte aplicable las disposiciones relativas al
procedimiento, previstas en este Código y los mecanismos alternativos de solución de
controversias”.

Es decir, otorga la posibilidad, que incluso el particular pueda realizar


mecanismos alternativos de solución de controversias, siendo éstas, la suspensión
condicional del proceso y el acuerdo reparatorio, según lo establece el artículo 184
del multicitado Código Nacional, que a la letra dice:

“Artículo 184. Soluciones alternas Son formas de solución alterna del procedimiento:

I. El acuerdo reparatorio, y
II. II. La suspensión condicional del proceso”.

71
No se contempla al procedimiento abreviado, porque no es una salida
alterna, sino una forma anticipada de terminación del proceso, de acuerdo a lo
previsto por el artículo 185 del Código Nacional Procesal, mismo que indica:

“Artículo 185. Formas de terminación anticipada del proceso

El procedimiento abreviado será considerado una forma de terminación anticipada del proceso”.

Tales numerales ofrecen la respuesta al planteamiento que nos


hacemos, pues, al no ser el procedimiento abreviado una salida alterna, sino una
forma anticipada de terminación del proceso, y, atendiendo a que el artículo 432
solamente contempla la posibilidad que el particular que ejercita la acción penal
pueda observar los mecanismos alternativos de solución de controversias, ello
impide, a mi consideración que también pueda promover el procedimiento
abreviado.

Ello se afirma en tanto que, a pesar de que se le otorga la posibilidad


de que formule acusación, dentro de la cuál, la fracción IX del artículo 335 del
Código Nacional menciona que debe establecerse la pena o medida de seguridad
que se solicita, sin embargo, la tramitación del procedimiento abreviado tiene reglas
especiales, pues, como se ha comentado, se suprime la etapa de juicio, lo que no
podría acontecer en tratándose de la acción penal por particular, pues, se insiste, la
misma se ejercita conforme a las reglas del procedimiento ordinario y no se
estableció en ninguna parte del Capítulo especial para el procedimiento abreviado
que el particular también pueda solicitar ese procedimiento, por el contrario, la
fracción I del artículo 201 es puntual en señalar que el procedimiento abreviado es
solamente a petición del Agente del Ministerio Público.

Además, siendo uno de los requisitos para dar trámite al procedimiento


abreviado de acuerdo a la fracción II del citado numeral que la víctima u ofendido
no presente oposición, ello es otro argumento para sostener que no podría solicitar
el particular la tramitación del procedimiento abreviado, pues, resultaría absurdo
que solicitara su tramitación y luego el mismo pudiera oponerse.

72
Es necesario puntualizar además, que los Tribunales Federales no se
han pronunciado al respecto, pues, no han emitido una tesis que pudiera llevarnos
a considerar lo contrario.

Sin embargo, podemos concluir que, si bien es cierto, el Legislador


Federal otorgó la posibilidad de que el particular acusara, no lo facultó a ofrecer una
sanción menor, dejando únicamente esa posibilidad al Ministerio Público.

Por esa razón, en cuanto a la acción penal particular será únicamente


en la etapa de juicio donde se resolverá en definitiva la situación jurídica del
acusado, a menos que éste llegue a una salida alterna.

¿En qué hechos se puede conceder el procedimiento abreviado?

El artículo 202 del Código Nacional Procesal en su tercer párrafo se señala:

“…Cuando el acusado no haya sido condenado previamente por delito doloso y el delito por el cual
se lleva a cabo el procedimiento abreviado es sancionado con pena de prisión cuya media aritmética
no exceda de cinco años, incluidas sus calificativas atenuantes o agravantes, el Ministerio Público
podrá solicitar la reducción de hasta una mitad de la pena mínima en los casos de delitos dolosos y
hasta dos terceras partes de la pena mínima en el caso de delitos culposos, de la pena de prisión
que le correspondiere al delito por el cual acusa…”.

De inicio, pudiera pensarse que, de acuerdo a la redacción del citado


párrafo solo procedería para aquellos casos de delitos dolosos donde la pena de
prisión no excediera de la media aritmética de cinco años, incluidas sus calificativas
atenuante o agravantes.

No obstante, al leer el cuarto párrafo de este artículo, nos podemos


percatar que procede para todos los delitos, al establecer:

73
“…En cualquier caso, el Ministerio Público podrá solicitar la reducción de hasta un tercio de la
mínima en los casos de delitos dolosos y hasta en una mitad de la mínima en el caso de delitos
culposos, de la pena de prisión. Si al momento de esta solicitud, ya existiere acusación formulada
por escrito, el Ministerio Público podrá modificarla oralmente en la audiencia donde se resuelva sobre
el procedimiento abreviado y en su caso solicitar la reducción de las penas, para el efecto de permitir
la tramitación del caso conforme a las reglas previstas en el presente Capítulo…”.

Al señalar entonces el mencionado numeral que “en cualquier caso” el


Ministerio Público puede solicitar la reducción de las sanciones, incluso haciendo la
distinción en delitos dolosos y culposos, ello nos da la respuesta, en el sentido de
que el procedimiento abreviado procede para la comisión de cualquier delito.

Refiere Jesús Zamora Pierce19 que la reforma constitucional mexicana


permite la aplicación del proceso abreviado a todos los delitos, ignorando la
recomendación de la Asociación Internacional de Derecho Penal y el ejemplo del
derecho comparado, que dejan a los delitos graves extramuros del proceso
abreviado.

Resulta por demás interesante la opinión del insigne Maestro Zamora


Pierce en el sentido de que no debería proceder para los delitos graves, no obstante,
siendo uniforme el espíritu del legislador, en el sentido de agotar de manera
anticipada todos aquellos procesos en los que el imputado acepta su
responsabilidad en la comisión de delito que se le atribuye, no encuentro ninguna
razón para negar el procedimiento abreviado en aquellos delitos, pues, se deja de
observar que en delitos que se denominan graves, ya sea por el bien jurídico que
protegen, por la sanción establecida, contemplan penas demasiado altas, basta por
citar como ejemplo al secuestro, donde se puede imponer como mínimo una pena
de cuarenta hasta los ciento cuarenta años, apartándose de lo establecido en el
artículo 18 Constitucional, mismo que otorga como garantía al acusado la
oportunidad de reintegrarse a la sociedad, pues se establece como uno de los
objetivos principales, lo que difícilmente se logrará con la imposición de penas

19
Zamora Pierce, Jesús, Juicio Oral, Utopía y Realidad, ed. Porrúa, México, 2011, pp. 63 – 89.

74
extremas, cuando lo que se requiere son penas efectivas que puedan reinsertar al
individuo a la sociedad y se cumpla con lo dispuesto en el artículo 18 Constitucional.

¿En cuántas ocasiones se puede conceder el procedimiento abreviado?

El Código Nacional de procedimientos Penales no establece ninguna restricción


para tramitar un procedimiento abreviado.

En efecto, si bien es cierto en lo que hace a la suspensión condicional


del proceso y a los acuerdos reparatorios el citado ordenamiento legal ha
establecido en el artículo 192 con claridad, en tratándose de la suspensión
condicional del proceso:

“…III. Que hayan transcurrido dos años desde el cumplimiento o cinco años desde el incumplimiento,
de una suspensión condicional anterior, en su caso…”

Por lo que hace al acuerdo reparatorio, el penúltimo párrafo del artículo


187 del citado Código Nacional de Procedimientos Penales, indica:

“…No procederán los acuerdos reparatorios en los casos en que el imputado haya celebrado
anteriormente otros acuerdos por hechos que correspondan a los mismos delitos dolosos, tampoco
procederán cuando se trate de delitos de violencia familiar o sus equivalentes en las Entidades
federativas.Tampoco serán procedentes los acuerdos reparatorios para las hipótesis previstas en
las fracciones I, II y III del párrafo séptimo del artículo 167 del presente Código.

Tampoco serán procedentes en caso de que el imputado haya incumplido previamente un acuerdo
reparatorio, salvo que haya sido absuelto”.

Sin embargo, se insiste, en relación al Procedimiento Abreviado, el


legislador federal no estableció un límite, lo que nos lleva a afirmar que se puede

75
solicitar por la Fiscalía y desde luego admitir por parte del Juez de Control, hasta
este momento indefinidamente.

En efecto, aún y cuando el tercer párrafo del artículo 202 del Código
Procesal Federal utiliza la expresión “Cuando el acusado no haya sido condenado
previamente por delito doloso” agregando una conjuntiva “y” seguido del texto “el
delito por el cual se lleva a cabo el procedimiento abreviado es sancionado con pena
de prisión cuya media aritmética no exceda de cinco años”, ello solo representa un
límite para la Fiscalía al solicitar las penas, no obstante, los requisitos para la
apertura del procedimiento abreviado se desprenden del artículo 201 en los cuáles
no se establece que el acusado no haya sido sentenciado anteriormente.

Así se ha pronunciado el Tribunal Colegiado en Materia Penal del


Décimo Primer Circuito, al emitir la Tesis: XI.P.22P, que puede ser consultado en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. IV, marzo de
2018, p. 3473, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA INTERPRETACIÓN DE LOS REQUISITOS PARA SU


PROCEDENCIA, DEBE AJUSTARSE AL ARTÍCULO 201 DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES.

Del examen de los artículos 201 y 202 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
se advierte que entre ambos exista una interrelación respecto de los requisitos de
procedencia del procedimiento abreviado; tampoco se establece en ellos alguna
restricción expresa para que el imputado acceda en dos o más ocasiones a la indicada
forma anticipada de terminación del procedimiento, sea consecutivamente o no, o
incluso que para ello se trate de un infractor penal por primera ocasión; por ello, la
interpretación de los requisitos para la procedencia de este tipo de procedimiento, debe
ajustarse al primer precepto, ya que sería inexacto exigir para su apertura lo dispuesto por
el diverso artículo 202 citado (por ejemplo, que el imputado no haya sido condenado
previamente por delito doloso), pues este numeral no establece requisitos para la
procedencia del procedimiento abreviado, sino únicamente los límites para que el Ministerio
Público solicite las penas a imponer al acusado; sin que para así justificarlo pueda realizarse
un ejercicio de interpretación o integración de la ley, pues ello conduciría a la adición de
exigencias mayores a las establecidas por el legislador, con la consecuente ampliación de

76
las restricciones para que el imputado accediera al procedimiento abreviado; de ser así,
importaría contravención al principio de interpretación más favorable previsto en el artículo
1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Amparo en revisión 232/2017. 16 de noviembre de 2017. Unanimidad de votos. Ponente:


Guadalupe Antonio Velasco Jaramillo, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de
Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de
Magistrado. Secretaria: Martha Río Cortés.

Esta tesis se publicó el viernes 16 de marzo de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Por tanto, si el Código Nacional no establece límite alguno para que el


imputado acceda en más de una ocasión al procedimiento abreviado que, per se,
representa la disminución de la pena, ello no implica que se pueda solicitar por parte
de la Fiscalía de manera indiscriminada, pues, evidentemente será bajo su
responsabilidad que vaya limitando esa concesión a los imputados, si en más de
una ocasión se la ha concedido esta forma de terminación anticipada, incluso que
el Agente del Ministerio Público no lo solicite en imputados que siguen participando
en eventos ilícitos, pues, ello también puede representar un aliciente a la persona
para seguir cometiendo delitos.

¿En qué momento puede solicitarse la apertura del procedimiento abreviado?

El artículo 202 CNPP establece en qué momento puede solicitarse la apertura del
procedimiento abreviado, señalando lo siguiente:

“Artículo 202. Oportunidad

El Ministerio Público podrá solicitar la apertura del procedimiento abreviado después de que se
dicte el auto de vinculación a proceso y hasta antes de la emisión del auto de apertura a juicio
oral…”

77
Desde que se decreta el auto de vinculación a proceso es procedente
solicitar la apertura del procedimiento abreviado, lo que resulta congruente, pues,
no podría admitirse que fuera antes, como en el caso de los acuerdos reparatorios
que pueden solicitarse inclusive en la etapa de investigación inicial, ya que siendo
el auto de vinculación a proceso el que fija la litis y, considerando que el análisis
que hemos hecho nos ha llevado a asegurar que en todo caso la acusación que
realice el agente del Ministerio Público debe ser conforme a la imputación que
realizó previamente, todo ello nos lleva a concluir la necesidad de que una persona
esté vinculada a proceso para que pueda entonces dictarse una sentencia en su
contra, de lo contrario no sería admisible.

De igual forma el último momento en que puede solicitarse la apertura


del procedimiento abreviado será hasta antes de la emisión del auto de apertura a
juicio oral.

En algunos Estados se admitió la tramitación de esta forma anticipada


del proceso incluso ya en la etapa de juicio, estableciendo que había que privilegiar
las salidas alternas, conforme lo establece el artículo 17 Constitucional y aún en la
etapa de juicio autorizaban su trámite, opinión que no se comparte, porque
evidentemente se violentaba el derecho humano al debido proceso.

Si partimos de la disposición del artículo 202 CNPP que establece en


su primer párrafo hasta qué momento puede solicitarse la apertura del
procedimiento abreviado, es decir, hasta antes de la emisión del auto de apertura a
juicio, no tendríamos porqué interpretar de manera distinta, lo que no requiere ser
interpretado, estimo que en todo caso debe hacerse una interpretación literal de
este numeral y no violentar las normas de este procedimiento especial.

Criterio que ha sido compartido por el Tribunal Colegiado en Materia


Penal del Décimo Primer Circuito, al emitir la Tesis: XI.P.27P, Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, t. VI, junio de 2019, p. 5389, de rubro.

VIOLACIÓN A LAS REGLAS DEL PROCESO PENAL ACUSATORIO. SE ACTUALIZA SI


EN LA AUDIENCIA DE JUICIO ORAL SE ORDENA QUE TENGA VERIFICATIVO LA

78
AUDIENCIA RELATIVA A LA ADMISIÓN, TRÁMITE Y SENTENCIA DEL
PROCEDIMIENTO ABREVIADO.

Si en la audiencia de juicio oral se ordena que tenga verificativo la audiencia prevista en los
artículos 201 y 202 del Código Nacional de Procedimientos Penales, relativa a la admisión,
trámite y sentencia del procedimiento abreviado, se actualiza una violación flagrante a las
reglas del proceso penal acusatorio y oral, pues la oportunidad para solicitar esta forma de
terminación anticipada, inicia a partir de la emisión del auto de vinculación a proceso, hasta
antes de que el Juez de control, en la audiencia intermedia, dicte el auto de apertura
a juicio oral. Lo anterior, porque el primer párrafo del artículo 202 citado en relación con la
oportunidad para solicitar la apertura del procedimiento abreviado, no es una mera
formalidad procesal, sino un elemento de celeridad del sistema acusatorio, necesario para
lograr los principios de continuidad y concentración del proceso, previstos en el artículo 20
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sin que obste que el Consejo
de la Judicatura Federal, mediante resoluciones de índole administrativa, faculte a los Jueces
que integran el centro de justicia penal correspondiente para ejercer funciones de Jueces de
control y de Tribunal de Enjuiciamiento, lo cual no constituye una autorización para violentar
las normas que rigen el procedimiento, pues esto llevaría al extremo de concluir que la
determinación de una autoridad administrativa, relativa a las atribuciones de los Jueces, está
por encima de la legislación procesal penal nacional, en lo que hace a la naturaleza
del procedimiento.

También se ha pronunciado el Primer Tribunal Colegiado en Materias


Penal y Administrativa del Décimo Séptimo Circuito, al emitir la Tesis:
XVII.1º.P.A.83P, que puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación, Décima Época, t. III, marzo de 2019, p. 2697, de rubro.

NEGATIVA DEL JUEZ DE CONTROL DE RETROTRAER EL PROCESO DE LA ETAPA


DE JUICIO ORAL A LA INTERMEDIA PARA LLEVAR A CABO UN
PROCEDIMIENTO ESPECIAL ABREVIADO. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE
AMPARO EN SU CONTRA, ANTE LA FALTA DE EJECUTIVIDAD DE LA EVENTUAL
DECLARATORIA DE INCONSTITUCIONALIDAD.

De la interpretación conjunta del artículo 61, fracción XXIII, en relación con el diverso 77,
ambos de la Ley de Amparo, se concluye que el juicio constitucional es improcedente
cuando es imposible concretar los efectos de la concesión del amparo, en los términos
exigidos por la ley de la materia; de ahí que no es inusual para los órganos de control
constitucional que, previamente al análisis del fondo del asunto, examinen los alcances de
una eventual sentencia que conceda el amparo, ya que en numerosos casos esta valoración
ha evitado el dictado de sentencias cuyo cumplimiento fuera inaccesible por desencadenar
consecuencias contrarias a la regularidad constitucional que se busca con el juicio de
amparo. Por otra parte, el primer párrafo del artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos prevé, entre otros, el principio de continuidad en el sistema penal
acusatorio, que ordena que el procedimiento se desarrolle, en la mayor medida posible, sin
interrupciones, de tal forma que los actos procesales se sigan unos a otros en el tiempo; en
tanto que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en diversos criterios
ha sostenido que dicho principio orienta al proceso penal en la lógica de cierre de etapas y
oportunidad para alegar, esto es, se parte de la base de que cada una de las etapas

79
procesales en las que se divide –investigación, intermedia y juicio– cumplan la función para
la cual fueron diseñadas y, una vez agotada la primera, se avance a la siguiente, sin que
exista posibilidad de regresar a la anterior o reabrirla, lo que significa que las partes deben
formular sus planteamientos en el momento o etapa procesal correspondiente, pues de lo
contrario, por regla general, se entenderá que agotaron su derecho para inconformarse. En
ese sentido, contra la negativa del Juez de Control de retrotraer el proceso de la etapa
de juicio oral a la intermedia para llevar a cabo un procedimiento especial abreviado, es
improcedente el juicio de amparo, ya que efectuado el explicado ejercicio de previsibilidad
sobre los efectos de una eventual sentencia protectora, realizado con el propósito de
visualizar si en la especie la restitución del quejoso en el goce del derecho violado podría
alcanzarse, arroja que carece de lógica y sentido práctico el análisis del acto citado, toda vez
que anticipadamente se logra prever que la eventual declaratoria de su inconstitucionalidad
no tendría ejecutividad, al advertirse que la sentencia que en su caso llegara a dictarse,
vulneraría el principio constitucional de continuidad, al implicar que se obligue a la autoridad
responsable a que retrotraiga el asunto de la fase de juicio oral, en la cual se encuentra, a
su etapa intermedia, cuando esta última ya fue clausurada; por ende, en observancia a la
prohibición expresa contenida en el mandato constitucional aludido, no puede reabrirse una
vez agotada.

A pesar de que muchos operadores del sistema opinan que es factible


terminar el proceso de forma anticipada incluso ya en la etapa de juicio, ha sido muy
claro el criterio de los Tribunales Federales al señalar que no es posible terminarlo
de esa manera en la etapa de juicio, y ello, insisto, me parece muy acertado, porque
tanto las partes, como el proceso mismo deben tener certeza jurídica, de lo contrario
podríamos llegar a pensar en un proceso “a la carta” es decir, que las partes tengan
la oportunidad de decidir la forma en que quieren se lleve a cabo el proceso,
cuestionarles los términos que consideren convenientes para cada etapa procesal,
que es lo que desean hacer en cada una de esas etapas, si están de acuerdo en
que otorgando el perdón aunque se trate de hechos que no son de querella se pueda
sobreseer el proceso, lo que es jurídicamente inadmisible, pues, se insiste, las
normas procesales establecidas deben acatarse, justamente porque el respeto al
debido proceso es un derecho humano.

Por tanto, resulta evidente que después del auto de apertura a juicio
ya no puede tramitarse el abreviado, ya que su naturaleza lo prohíbe, se trata de
una forma anticipada de terminación del proceso, es decir, anticipada al juicio y, si
el proceso ya llegó a esa etapa, ningún sentido tiene tramitarlo porque ya no cumplió
con su objetivo.

80
Requisitos de procedibilidad

Para que se pueda dar trámite al procedimiento abreviado de acuerdo a la fracción


III del artículo 201 del CNPP es necesario que el Juez de control verifique que el
imputado:

a) Reconoce estar debidamente informado de su derecho a un juicio oral


y de los alcances del procedimiento abreviado.

En relación a este punto, podemos comentar que al inicio de cada audiencia,


una vez que el Agente del Ministerio Público ha formulado acusación, en los
términos señalados por el CNPP y que la víctima u ofendido no presentan
oposición, además de que no se ha decretado el auto de apertura a juicio, debe
explicar al acusado el derecho que tiene de acudir a un juicio en el cual pueda
ofrecer medios de prueba, se realice el debate de su admisión y que se
desahoguen en una audiencia frente a un Tribunal de Enjuiciamiento (sea
unitario o colegiado) pueda valorar tales probanzas y si es deseo del imputado,
declarar ante el Tribunal, para que decida si es culpable o inocente.

Es necesario hacerle saber de igual manera de los alcances de un


procedimiento abreviado, es decir, explicarle que si no es su deseo acudir ante
un Tribunal de Enjuiciamiento para que valore las pruebas que pueda ofrecer,
entonces en esa misma audiencia se podrá dictar una sentencia que, conforme
a los datos de prueba expuestos por el Ministerio Público, será condenatoria,
imponiéndose las penas ofrecidas (siempre sujetas a los parámetros del artículo
202 CNPP) y se le hará saber si se le concederán los beneficios de la sustitución
de la pena de prisión, lo cuál es necesario advertir para que esté en posibilidad
de decidir si acepta que se termine anticipadamente el proceso, como se
explicará en el apartado correspondiente.

81
b) Expresamente renuncie al juicio oral

Una vez que se le explicó al acusado del derecho que tiene de acudir a un juicio
oral y ofrecer medios de prueba para que el Tribunal de Enjuiciamiento las valore,
debe contestar de manera expresa si renuncia a acudir a la audiencia de juicio,
desde luego asesorado por su defensor y enfatizarle que ya no tendrá ninguna
posibilidad de aportar ningún elemento probatorio, pero desde luego, hacerle del
conocimiento que se emitirá una sentencia condenatoria y que en caso de que
presentara una apelación ya no podría analizarse la comisión del delito y su
responsabilidad en la comisión del mismo, comentarios que tal vez hagan que el
acusado analice más su decisión.

c) Consienta la aplicación del procedimiento abreviado

Si el acusado refiere expresamente que no es su deseo acudir a juicio oral, debe


manifestar de igual manera que consiente en que se aplique el procedimiento
abreviado, con todas las consecuencias jurídicas que ello representa, es decir que
en esa audiencia se resolverá en definitiva su situación jurídica con una sentencia
(condenatoria) conforme a los datos de prueba expuestos por la Fiscalía en la que
se le impondrán las penas expresadas y conforme a los parámetros del artículo 202
CNPP, explicándole además si se le otorgarán los sustitutivos de la pena de prisión
o no.

Lo anterior representa un punto muy importante, pues, es necesario


que se le informe si va a existir alguna oposición a que se le concedan los beneficios
de sustitución de la pena de prisión, o incluso a pesar de que no exista oposición si
el juzgador los va a conceder o no, ya que ello, necesariamente influirá en la

82
decisión que tome el acusado al determinar si acepta que se resuelva de manera
anticipada o no su proceso.

Ilustra el anterior el criterio emitido por el Sexto Tribunal Colegiado en


Materia Penal del Primer Circuito, al publicar la Tesis: I.6º.P.135 P, consultable en
la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II, diciembre
de 2018, p. 1132, de rubro:

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. PREVIO A LA AUTORIZACIÓN DE SU APERTURA Y


ATENTO AL PRINCIPIO DE IGUALDAD ENTRE LAS PARTES, DEBERÁ VERIFICARSE
QUE EL IMPUTADO ESTÁ PLENAMENTE ENTERADO SI EXISTIRÁ OPOSICIÓN PARA
QUE SE LE CONCEDAN LOS SUSTITUTIVOS PENALES Y LA SUSPENSIÓN
CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA, CUANDO CELEBRA CONVENIO CON
EL MINISTERIO PÚBLICO Y LA VÍCTIMA.

Previamente a autorizar la apertura del procedimiento abreviado, el Juez de Control debe


verificar, además de que concurran los medios de convicción que corroboren la imputación,
en términos de la fracción VII del apartado A del artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, como lo señala el artículo 203 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, que el imputado esté plenamente enterado tanto de las penas que
solicita el Ministerio Público, conforme al artículo 202 del propio código, como del acuerdo
que al efecto emita el procurador; sin embargo, si las partes celebran un convenio con el
Ministerio Público y la víctima, se le tiene que dar a conocer a aquél si existe o no oposición
del representante social para que se le concedan o nieguen los sustitutivos penales y la
suspensión condicional de la ejecución de la pena, con base en los datos de prueba en que
la autoridad ministerial apoya su decisión, a efecto de que antes de acudir al Juez de Control
a allanarse al procedimiento abreviado, decida de manera libre, voluntaria e informada, si
consiente su aplicación con las consecuencias legales que ello acarrea, entre las que se
encuentra, que eventualmente no podrá tener derecho a los sustitutivos penales ni a la
suspensión de la pena; por ende, que la pena de prisión impuesta, aunque reducida, tendrá
que compurgarla en un centro carcelario, independientemente de que a futuro pueda obtener
su libertad, pero ya no con motivo de la sentencia condenatoria dictada en el procedimiento
abreviado, sino en virtud de algún beneficio preliberacional previsto en la Ley Nacional de
Ejecución Penal, en el procedimiento de ejecución de penas. Lo anterior, atento a los
principios de igualdad entre las partes y de continuidad de las audiencias que rigen en el
proceso penal acusatorio.

d) Admita su responsabilidad por el delito que se le imputa

83
En este apartado debemos distinguir si admitir la responsabilidad significa confesar
los hechos y desde luego, dilucidar cuál fue el espíritu del legislador al señalar este
requisito que ha sido motivo de muchas opiniones.

En relación a ello y al referirse al derecho Argentino, Zamora Pierce20


menciona que lo que hace el imputado es allanarse a la pena aunque otros opinan
que esa conformidad es una confesión.

En el mismo sentido, no podría dictarse una sentencia condenatoria si


es que solo existe la confesión del imputado y que en la propia audiencia, el ahora
acusado vuelva a aceptar los hechos, pues ello nos ubicaría de nueva cuenta en el
supuesto de que no existen datos de prueba suficientes para dictar una sentencia
de condena, por lo que no podría darse trámite al procedimiento Abreviado.

Así se pronunció el Segundo Tribunal Colegiado del vigésimo circuito,


al emitir la Tesis: XX.2º.81P que puede ser consultada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXVII, febrero de 2008, p. 2251, de
rubro.

CONFESIÓN. ES INSUFICIENTE PARA SOSTENER UNA SENTENCIA DE CONDENA


CUANDO SE ENCUENTRA AISLADA SIN APOYO DE OTRAS PRUEBAS.

Cuando el único dato que vincula al inculpado con el delito es su confesión ante el Ministerio
Público, aun ratificada ante el Juez, sin que ésta se encuentre corroborada con otro medio
de prueba de los existentes en la averiguación previa o proceso, queda reducida a un simple
indicio, insuficiente para sostener la sentencia por el ilícito cometido.

Aunado a lo anterior, debe atenderse a lo dispuesto a la referida


fracción VIII del aparado “A” del artículo 20 Constitucional, en el cual se señala que
no puede emitirse una sentencia de condena si no existe convicción de culpabilidad
del procesado

En tal sentido, el Maestro Camilo Constantino Rivera 21 señala:

20
Ídem, supra
21
Constantino Rivera, Camilo. Introducción al Estudio Sistemático del Proceso Penal Acusatorio
(Juicios Orales) 5ª ed. Flores Editor y Distribuidor, México, 2011, p. 105.

84
“En aquellos supuestos en los cuales el acusado reconoce haber
cometido los hechos, el debate puede ser innecesario, ello no quiere decir que se
condene al acusado tan sólo con base a su “confesión”, sino que el reconocimiento
de los hechos reduce la posibilidad de que estos sean probados en el Juicio Oral,
público y contradictorio…”.

Al respecto se han emitido criterios como el del Primer Tribunal


Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado
de México que emitió la Tesis: II.1º.2oP, que puede ser consultada en el Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, t. III, mayo de 2015, p. 2297, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SU ACEPTACIÓN POR EL IMPUTADO NO IMPLICA


QUE DEBERÁ CONSIDERÁRSELE CONFESO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
MÉXICO).

De conformidad con el artículo 20, apartado A, fracción VII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, iniciado el proceso penal, podrá decretarse su terminación
anticipada en los supuestos y bajo las modalidades que determine la ley, si el inculpado
reconoce ante la autoridad judicial su participación en el delito y existen medios de convicción
suficientes para corroborar la imputación. Por su parte, los numerales 388, 390 y 385 del
Código de Procedimientos Penales para el Estado de México disponen que el procedimiento
abreviado se tramitará cuando el imputado admita el hecho atribuido en la acusación y
acepte ser juzgado con los antecedentes recabados en la investigación, así como que la
sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación; sin embargo, el que
aquél acepte dicho procedimiento, no implica que deba considerársele confeso, pues
conforme a las jurisprudencias 105 y 108, sostenidas por el Pleno y la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicadas en el Apéndice al Semanario Judicial de
la Federación 1917-1995, Tomo II, Materia Penal, páginas 60 y 61, de rubros:
"CONFESIÓN DEL ACUSADO." y "CONFESIÓN, VALOR DE LA.", respectivamente, la
confesión es la declaración voluntaria realizada por una persona penalmente imputable ante
autoridad competente, y con las formalidades legalmente exigidas, sobre hechos propios
constitutivos de delito, que importa el reconocimiento de la propia culpabilidad derivada de
su actuar; de lo que se concluye que, para considerar la existencia de una confesión, el dicho
del inculpado debe comprender la admisión de que el delito existe, y el reconocimiento de
que participó en su ejecución, con la concreción de todos sus elementos típicos, como autor
intelectual, material, coautor, copartícipe, inductor o auxiliador (aun cuando con posterioridad
se invoque alguna excluyente del ilícito o de la responsabilidad, o bien, una atenuante);
aspectos que no se satisfacen, con la única circunstancia de que el imputado acepte ser
juzgado conforme a las reglas del procedimiento abreviado.

De igual forma, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación emitió la Tesis: 1ª.CCIX/2016, que puede ser consultada en la Gaceta del

85
Semanario Judicial de la Federación de la Décima Época, T. III, agosto de 2016, p.
784, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. DIFERENCIAS JURÍDICAS ENTRE LOS CONCEPTOS


"CONFESIÓN" CONFORME AL SISTEMA PROCESAL PENAL TRADICIONAL
MIXTO/ESCRITO, Y "RECONOCIMIENTO" O "ACEPTACIÓN" DEL HECHO SEÑALADO
EN LA LEY COMO DELITO, ACORDE AL SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO.

Para establecer las diferencias jurídicas entre los conceptos referidos, es útil considerar los
artículos 207 y 287 del Código Federal de Procedimientos Penales, que regulan la
confesión en el sistema procesal penal mixto/escrito, de los cuales se advierte, entre otras
cuestiones, que aquélla es una declaración que debe emitirse voluntariamente ante el
Ministerio Público o la autoridad jurisdiccional, sobre hechos propios del declarante que
constituyan el tipo delictivo materia de la acusación, lo que debe hacerse con pleno
conocimiento del procedimiento y del proceso, sin coacción alguna, en presencia de su
defensor y con las formalidades legales que regula dicho sistema procesal penal. Por su
parte, la "aceptación" en el procedimiento abreviado debe realizarse forzosamente ante la
autoridad judicial, con las reglas del sistema procesal penal acusatorio y bajo los términos
en que lo haya especificado el Ministerio Público en su escrito de acusación, es decir, en las
modalidades y con la calificación jurídica establecida en el escrito correspondiente, la cual,
aceptada en sus términos, no admite objeciones o variantes; ello, aunado al hecho de que
las referidas figuras "confesión" y "aceptación" de la participación en el delito se dan en
niveles distintos; esto es, mientras que la "confesión" constituye un indicio que alcanza el
rango de prueba plena cuando se corrobora por otros elementos de convicción, la
"aceptación" del inculpado de su responsabilidad no constituye una prueba ni un dato de
prueba, pues se trata del simple asentimiento de la acusación en los términos en que la
formula el acusador, que cumple con un requisito de procedencia para la tramitación
del procedimiento abreviado. En efecto, la "confesión" del inculpado no tiene otra finalidad
que la de reconocer su participación en la comisión del delito imputado; mientras que la
"aceptación" voluntaria de la participación, se hace con el objetivo específico de terminar en
forma anticipada el proceso penal; que se tramite en el procedimiento referido, y se disfrute
de los beneficios legales que procedan, tales como la obtención de penas menos estrictas.
Así, la "aceptación" de la responsabilidad en los ilícitos atribuidos no constituye una prueba,
que sólo puede serlo la "confesión" formal de los hechos por parte del indiciado y que, en
su caso, deberá rendirse en juicio oral, no en el procedimiento abreviado. Esto es, cuando
el inculpado admite ante autoridad judicial su responsabilidad en la comisión del delito
atribuido, en las modalidades y circunstancias expuestas por el Ministerio Público en el
escrito de acusación, no está propiamente confesando su participación en la comisión de los
hechos ilícitos que se le atribuyen, sino que acepta ser juzgado a partir de los medios de
convicción en que sustentó la acusación el Representante Social, para dar procedencia
al procedimiento abreviado, como forma anticipada de terminación del proceso penal
acusatorio ordinario.

86
Autores que han escrito sobre el tema, como Pablo Hernández-Romo
Valencia22 asumen una postura en contra de la que ha asumido la Suprema Corte
de Justicia de la Nación al señalar que lo que exige la Constitución Política de
nuestro país no es un mero requisito, ya que de considerarlo así, carecería de
sentido que existiera, porque bastaría que se solicitara y que se aplicaran los
beneficios correspondientes y asegura:

“…Por el contrario, considero que la teleología del precepto es que el imputado


reconozca el hecho que cometió para que de esa forma se puedan abrir otras puertas que ayuden a
una correcta administración de justicia…

…Si fuera correcto lo que dijo la SCJN, esto es, que la aceptación fuera un mero
requisito, carecería de sentido que el Juez deba corroborar la “participación en el delito” y que existan
“medios de convicción suficientes para corroborar la imputación”. Esto es, si es un mero requisito no
tiene sentido que se corrobore nada. Por el contrario, si se corroborara se está diciendo que se
considera que la aceptación es algo verdadero; esto es, una confesión; y por eso busca
corroborarse…

…Dicho reconocimiento no podrá ser otra cosa que una confesión de los hechos; pero no se podrá
ver como un mero requisito, toda vez que parecería que es un mero juego, y dejaría sin efecto la
posibilidad de que lo dicho por el imputado pueda servir pata otras investigaciones…”

En contra de la postura de Hernández-Romo y de acuerdo a los


anteriores criterios se advierte que no es lo mismo una confesión que una
aceptación de los hechos, pues, mientras la confesión debe reunir ciertos requisitos
y puede alcanzar el rango de prueba, claro siempre y cuando se corrobore con otros
datos de prueba, además de que siempre debe hacerse saber al imputado el
derecho que tiene a declarar o no, en la aceptación de los hechos que es lo que
requiere el procedimiento abreviado es solo un requisito de procedencia, donde el
acusado asiente la acusación en los términos en que la formula el Agente del
Ministerio Público y ello se hace con la finalidad de dar trámite a este procedimiento

22
HERNÁNDEZ-ROMO VALENCIA, Pablo. El Procedimiento Abreviado. ed. Tirant lo Blanch, México, 2019, p.
43.

87
especial y hacerse acreedor a ciertos beneficios como la reducción de la pena, de
tal manera que si el imputado quiere obtener ese beneficio, necesariamente tendrá
que aceptar los hechos, de otra manera no sería factible que el Juez de control diera
trámite al abreviado, pues, representa un requisito esencial de tramitación y si no
se colma, no se podrá dar curso al mismo.

En ese sentido, el más alto Tribunal del país, ha sostenido que cuando
el acusado acepta los hechos que se le atribuyen no está propiamente confesando
su participación en la comisión de los hechos ilícitos que se le atribuyen, sino que
acepta ser juzgado a partir de los medios de convicción en que sustentó la
acusación la Fiscalía, para dar curso al procedimiento abreviado como forma
anticipada de terminación del proceso.

Es por esa razón que el CNPP no habla de confesión, sino de que el


acusado “admita su responsabilidad por el delito que se le imputa”, en tanto que tal
manifestación, tiene una naturaleza diversa a la confesión.

Es preciso señalar que en muchas de las ocasiones, no está


totalmente convencida la persona de aceptar un procedimiento abreviado, lo que
puede ser, primero porque no está de acuerdo con la pena que le ofrecen o incluso
porque no cometió el hecho que se le atribuye y sólo fue aconsejado por el Defensor
para que acepte su responsabilidad aún y cuando no cometió el delito porque con
ello se le otorgarán algunos de los beneficios de sustitución de la pena de prisión.

Si el Juez de control advierte que el imputado no está totalmente


convencido debe suspender la audiencia y probablemente darle oportunidad a que
analice ese ofrecimiento detenidamente, porque debe quedar claro para el Juez de
control que el imputado no tiene ninguna duda en que se declare su responsabilidad
y que está consciente de la pena que se le va a imponer y si se le van a conceder
o no los sustitutivos de la pena de prisión, de lo contrario, si advierte alguna duda
de parte del acusado, no debe dar trámite al procedimiento abreviado.

Así lo ha considerado de igual manera el Primer Tribunal Colegiado


en Materia Penal del Segundo Circuito, al emitir la Tesis Jurisprudencial: II.1º.P.J/3,,

88
consultable en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
t. III, marzo de 2015, p. 2293, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. EL JUEZ DE CONTROL, PREVIO A ORDENAR SU


TRAMITACIÓN, DEBE CERCIORARSE DE QUE EL IMPUTADO OTORGÓ LIBRE Y
VOLUNTARIAMENTE SU CONSENTIMIENTO PARA QUE SE LLEVARA A CABO SU
APERTURA Y QUE ESTÁ CONSCIENTE DE SUS ALCANCES Y CONSECUENCIAS, DE
LO CONTRARIO, VULNERA SU DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

De la interpretación sistemática de los artículos 388 a 393 del Código de Procedimientos


Penales para el Estado de México, se obtiene que el procedimiento abreviado, como salida
alterna, constituye una oportunidad de las partes para poner fin al conflicto penal antes de la
etapa de juicio oral, luego de que el imputado renuncia al derecho de tenerlo, previo
reconocimiento de los hechos materia de la acusación; de manera que, ante la renuncia del
inculpado de gran parte de sus posibilidades de defensa y las consecuencias que esta
posibilidad ofrece, el Juez debe ser celoso vigilante de que aquél otorgue su consentimiento,
de manera libre, voluntaria y plenamente consciente de su decisión; por lo que es necesario,
sin pretender que la audiencia correspondiente se convierta en una cátedra, que el Juez de
control explique y describa detenidamente, evitando tecnicismos jurídicos en su lenguaje, el
entorno en el que se encuentra el imputado; esto es, debe explicarle lo que implica la
renuncia al juicio oral y las consecuencias que limitan casi en lo absoluto sus posibilidades
de defensa; la naturaleza de ese procedimiento especial, la gran probabilidad de que se le
dicte sentencia condenatoria, ante su aceptación de los hechos atribuidos, así como las
penas que con motivo de ello se le podrán imponer y la posibilidad o no, de la concesión de
algún beneficio o sustitutivo penal, en caso de resultar penalmente responsable, de acuerdo
con el delito que se le imputa, actividad que no puede delegarse al defensor en turno;
debiendo después formular las interrogantes a que se refiere el numeral 390 del
ordenamiento invocado y esperar las respuestas pertinentes que le produzcan la convicción
de que el imputado conoce y está plenamente consciente de su determinación; de no hacerlo
así, se vulnera el derecho fundamental al debido proceso, contenido en el artículo 14, párrafo
segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que, de ser el
caso, debe concederse el amparo para el efecto de que se reponga el trámite del
procedimiento respectivo.

e) Acepte ser sentenciado con base en los medios de convicción que


exponga el Ministerio Público al formular la acusación

De inmediato surge la interrogante, si el Juez de control condena con base a datos


de prueba, medios de prueba o pruebas. Evidentemente no serán pruebas porque
no existe ese desfile probatorio al eliminarse la etapa de juicio, pero de acuerdo a

89
este inciso, se desprende que el acusado debe aceptar ser sentenciado con base a
medios de convicción, que corresponden a datos de prueba, como lo analizaremos
más adelante.

El artículo 20 Constitucional, como ya se ha visto, al inicio de este


estudio, señala:

Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

A. De los principios generales: …

… VII. Una vez iniciado el proceso penal, siempre y cuando no exista oposición del inculpado,
se podrá decretar su terminación anticipada en los supuestos y bajo las modalidades que
determine la ley. Si el imputado reconoce ante la autoridad judicial, voluntariamente y con
conocimiento de las consecuencias, su participación en el delito y existen medios de
convicción suficientes para corroborar la imputación, el juez citará a audiencia de sentencia. La
ley establecerá los beneficios que se podrán otorgar al inculpado cuando acepte su
responsabilidad…”

Sin embargo, la fracción I del artículo 201 CNPP, señala:

“Artículo 201. Requisitos de procedencia y verificación del Juez

Para autorizar el procedimiento abreviado, el Juez de control verificará en audiencia los siguientes
requisitos: I. Que el Ministerio Público solicite el procedimiento, para lo cual se deberá formular la
acusación y exponer los datos de prueba que la sustentan…”

El artículo 205 CNPP, por su parte, dispone:

“…Una vez que el Ministerio Público ha realizado la solicitud del procedimiento abreviado y expuesto
la acusación con los datos de prueba respectivos, el Juez de control resolverá la oposición que
hubiere expresado la víctima u ofendido, observará el cumplimiento de los requisitos establecidos

90
en el artículo 201, fracción III, correspondientes al imputado y verificará que los elementos de
convicción que sustenten la acusación se encuentren debidamente integrados en la carpeta de
investigación, previo a resolver sobre la autorización del procedimiento abreviado.

Una vez que el Juez de control haya autorizado dar trámite al procedimiento abreviado, escuchará
al Ministerio Público, a la víctima u ofendido o a su Asesor jurídico, de estar presentes y después a
la defensa; en todo caso, la exposición final corresponderá siempre al acusado”.

El artículo 261 del CNPP es puntual en señalar lo que debemos


entender por dato de prueba, medio de prueba y prueba:

“Artículo 261. Datos de prueba, medios de prueba y pruebas El dato de prueba es la referencia al
contenido de un determinado medio de convicción aún no desahogado ante el Órgano jurisdiccional,
que se advierta idóneo y pertinente para establecer razonablemente la existencia de un hecho
delictivo y la probable participación del imputado.

Los medios o elementos de prueba son toda fuente de información que permite reconstruir los
hechos, respetando las formalidades procedimentales previstas para cada uno de ellos.

Se denomina prueba a todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho, que ingresando al
proceso como medio de prueba en una audiencia y desahogada bajo los principios de inmediación
y contradicción, sirve al Tribunal de enjuiciamiento como elemento de juicio para llegar a una
conclusión cierta sobre los hechos materia de la acusación”.

De lo anterior se desprende que un dato de prueba es el contenido de


un medio de convicción, por ejemplo la entrevista que rindió el testigo, la declaración
de la víctima, la opinión del perito.

Así lo ha considerado también el Tercer Tribunal Colegiado del


Vigésimo Séptimo Circuito, al emitir la Tesis: XXVII.3º.63P que puede ser
consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
II, julio de 2018, p. 1475, de rubro.

91
CONTRADICCIONES DERIVADAS DE DOS O MÁS ENTREVISTAS REGISTRADAS POR
EL MINISTERIO PÚBLICO COMO DATOS DE PRUEBA EN LA ETAPA DE
INVESTIGACIÓN DEL PROCESO PENAL ACUSATORIO. NO PUEDEN SER MATERIA
DE ANÁLISIS EN EL AMPARO INDIRECTO PROMOVIDO CONTRA EL AUTO DE
VINCULACIÓN A PROCESO, SI SÓLO SON CIRCUNSTANCIALES O ACCESORIAS Y
NO VARÍAN LA SUSTANCIA DEL HECHO INVESTIGADO.

De conformidad con los artículos 313, 314, 316 y 317 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, la investigación constituye la fase en la que se recopilan datos de prueba, no
pruebas en sí mismas, los cuales deben entenderse como el contenido o indicios probables
que provienen de los actos de investigación que fueron recabados y registrados por el
Ministerio Público para el esclarecimiento de un hecho que la ley señala como delito. En ese
sentido, contrario a lo que sucede con las pruebas en el sistema penal escrito, en el oral
acusatorio los datos de prueba no permanecen en las siguientes etapas procesales y su
integración en la carpeta de investigación no requiere de una tarea investigadora reforzada,
ya que la finalidad del Ministerio Público no es acreditar el "cuerpo del delito" sino únicamente
un hecho que la ley señala como delito y la probabilidad de que el imputado lo cometió o
participó en su comisión. Por otra parte, una entrevista registrada como dato de prueba, no
puede considerarse análoga a una testimonial, pues ésta consiste en la obtención de una
declaración realizada de forma directa ante una autoridad judicial y las partes, que es
valorada como una prueba; en cambio, la entrevista, como acto de investigación, cuyo
contenido se convierte en dato de prueba, consiste en los indicios, noticias o hechos que se
desprenden del diálogo que tuvo el Ministerio Público con una persona. Así, en la testimonial
se tiene la narración directa del testigo ante la autoridad judicial, mientras que en la entrevista
como dato de prueba, es la narración del Ministerio Público, con sus propias palabras y
tomando en cuenta los indicios que a su consideración son relevantes, obtuvo de una
conversación con la víctima o alguna persona que intervino o presenció el hecho que
investiga. Por tanto, en la etapa de investigación en el proceso oral acusatorio no es posible
que existan contradicciones entre "declaraciones de personas", ya que no se trata de una
prueba rendida ante una autoridad judicial, sino que son entrevistas que fueron registradas
como datos de prueba por el Ministerio Público, en donde éste narra los indicios derivados
de la conversación que tuvo con los testigos. Por tanto, en el amparo indirecto promovido
contra el auto de vinculación a proceso no pueden ser materia de análisis las contradicciones
que se susciten de dos o más entrevistas, cuando no varían en la sustancia del hecho objeto
de la investigación, de tal forma que serían incompatibles para la acreditación del hecho
materia de la investigación, sino que son circunstanciales o accesorias que no varían la
sustancia del hecho, pues el grado de certeza mínimo que ordena un auto de vinculación es
de una mera probabilidad.

Por el contrario, cuando nos referimos al medio de prueba, hablamos


de la fuente de la que emana la información, por tanto, cuando se ofrece un medio
de prueba en la etapa intermedia, no se ofrece la entrevista, el informe pericial, se
ofrece al testigo, al policía que realizó la detención, al perito, para que en la
audiencia de juicio comparezcan y declaren lo que saben en relación a los hechos
y será en ese momento cuando se presenten ante el Tribunal de Enjuiciamiento y
declaren bajo los principios de inmediación, contradicción, continuidad,

92
concentración y publicidad que podemos considerar que se ha desahogado una
prueba.

En ese sentido, cuando el inciso e) de la fracción III del artículo 201


del CNPP refiere que el imputado acepte ser sentenciado con base en los medios
de convicción se refiere a que la aceptación del acusado en la participación de la
comisión del delito que se le atribuye, no sea el único dato de prueba, sino que esté
relacionado con otros que le den congruencia a los argumentos de la acusación.

Así, lo ha considerado la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación al emitir la Tesis: 1ª. CCXII/2016, que puede ser consultada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II, agosto de
2016, p. 783, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. CONNOTACIÓN Y ALCANCES DEL PRESUPUESTO DE


PROCEDENCIA CONSISTENTE EN QUE "EXISTEN MEDIOS DE CONVICCIÓN SUFICIENTES
PARA CORROBORAR LA IMPUTACIÓN", PREVISTO EN EL ARTÍCULO 20, APARTADO A,
FRACCIÓN VII, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

En el precepto constitucional citado se establecen, entre otras cuestiones, que puede decretarse la
terminación anticipada del proceso penal, si el imputado reconoce ante la autoridad judicial,
voluntariamente y con conocimiento de las consecuencias, su participación en el delito, y si "existen
medios de convicción suficientes para corroborar la imputación". Ahora bien, la locución "medios de
convicción suficientes" no puede confundirse, interpretarse o asignarle como sentido, que deba
realizarse un ejercicio de valoración probatoria por parte del juzgador para tener por demostrada la
acusación formulada por el Ministerio Público, porque la labor del Juez de Control se constriñe a
figurar como un ente intermedio que funge como órgano de control para que se respete el debido
proceso y no se vulneren los derechos procesales de las partes, y es quien debe determinar si la
acusación contra el imputado contiene lógica argumentativa, a partir de corroborar que existan
suficientes medios de convicción que la sustenten; es decir, que la aceptación del acusado de su
participación en la comisión del delito no sea el único dato de prueba, sino que está relacionada con
otros que le dan congruencia a las razones de la acusación. De no considerarse así, no tendría
sentido contar con un procedimiento abreviado, pues éste se convertiría en un juicio oral un tanto
simplificado, otorgándole la misma carga al juzgador de valorar los datos de prueba para comprobar
la acusación y premiando al imputado con el beneficio de penas disminuidas. En esta posición, al
Juez de Control le corresponde verificar que efectivamente se actualicen las condiciones
presupuestales para la procedencia de la resolución anticipada de la controversia, entre ellas, la de
analizar la congruencia, idoneidad, pertinencia y suficiencia de los medios de convicción invocados
por el Ministerio Público en la acusación. En ese sentido, en el supuesto de que no existan medios
de convicción suficientes para corroborar la acusación, es decir, que no tenga sustento lógico en
otros datos diversos a la aceptación del acusado de haber participado en la comisión del delito, el
juzgador estará en posibilidad de rechazar la tramitación del procedimiento abreviado.
Consecuentemente, la decisión sobre la procedencia del procedimiento referido no depende del
ejercicio de valoración de los medios de convicción con los que el Ministerio Público sustenta la
acusación para afirmar la acreditación del delito y la demostración de culpabilidad del acusado, pues

93
el Juez de Control no tiene por qué realizar un juicio de contraste para ponderar el valor probatorio
de cada elemento y, a partir de este resultado, formarse convicción sobre la culpabilidad o inocencia
del sentenciado, ya que ello está fuera de debate, porque así lo convinieron las partes. De esta
manera, la locución referida deberá entenderse como la obligación del juzgador de revisar la
congruencia, idoneidad, pertinencia y suficiencia de los medios de convicción reseñados por el
Ministerio Público para sustentar la acusación, y uno de los requisitos previos a la admisión de la
forma de terminación anticipada del proceso penal acusatorio.

Es el primer párrafo del artículo 203 del Código Nacional de


Procedimientos Penales el que corrobora lo que debemos entender por medios de
convicción a que hace mención el inciso e) del artículo 201 del CNPP, pues, aquél
numeral indica:

“…Serán medios de convicción los datos de prueba que se desprendan de los registros
contenidos en la carpeta de investigación…”

Concluimos entonces que el Juez de control, emite la sentencia


correspondiente con base en los datos de prueba que expone la Fiscalía, y que
desde luego, es lo que tiene, para formular acusación, pues incluso, aún
encontrándonos en la etapa intermedia, donde las partes ofrecen justamente los
medios de prueba, al momento de exponer la acusación no se expone el
interrogatorio, la pericial, o se muestra el arma con que se cometió el ilícito, lo que
hace el Agente del Ministerio Público es exponer argumentos suficientes respecto
de esos datos de prueba que ha recabado y solicitar que con los mismos se dicte
una sentencia condenatoria, y, desde luego, el Juez de la causa, una vez que
advierte que los mismos no presentan inconsistencias o incongruencias en sus
planteamientos, puede admitir o rechazar el procedimiento abreviado, empero si lo
admite evidentemente que resolverá conforme a los datos de prueba que exponga
la Fiscalía.

94
¿Qué pena debe imponerse al acusado?

El propio artículo 202 del Código Nacional de Procedimientos Penales, menciona


en su tercer y cuarto párrafo las reglas que deben seguirse para imponer una
sanción, de acuerdo a lo siguiente:

“…Cuando el acusado no haya sido condenado previamente por delito doloso y el delito por el cual
se lleva a cabo el procedimiento abreviado es sancionado con pena de prisión cuya media aritmética
no exceda de cinco años, incluidas sus calificativas atenuantes o agravantes, el Ministerio Público
podrá solicitar la reducción de hasta una mitad de la pena mínima en los casos de delitos dolosos
y hasta dos terceras partes de la pena mínima en el caso de delitos culposos, de la pena de
prisión que le correspondiere al delito por el cual acusa…”

Nos podemos percatar que para que la pena pueda ser reducida hasta una mitad
en los delitos dolosos y hasta dos terceras partes de la mínima en los delitos
culposos se requiere:

1.- que el acusado no haya sido condenado previamente por un delito doloso; y

2.- que el delito por el cual se lleve a cabo el procedimiento abreviado sea
sancionado con prisión que no exceda de la media aritmética de cinco años
(incluidas sus calificativas, atenuantes o agravantes).

Nótese que de la redacción del párrafo tercero del mencionado


numeral se establece una conjuntiva (y) es decir que para que exista la posibilidad
de disminuir la pena hasta una mitad o hasta las dos terceras partes según se trate
de delitos dolosos o culposos deben actualizarse estos dos supuestos, que la
persona no haya sido condenado por un delito doloso y que además el delito por el
que se lleve a cabo el abreviado no exceda de la media aritmética de cinco años.

Algunos autores afirman que el supuesto del tercer párrafo del artículo
201 CNPP se refiere a los primodelincuentes, lo que estimo, no es correcto, porque,
el supuesto es que el imputado no haya sido condenado por un delito doloso, pero
bien pudo ser condenado por un delito culposo (supuesto en el que ya no sería
primo delincuente) y en esa hipótesis también podría hacerse merecedor de la

95
reducción de las dos terceras partes de la pena de prisión en caso de que le delito
por el que se sigue el abreviado no exceda de la media aritmética de cinco años.

La otra hipótesis es la que establece el cuarto párrafo del citado


artículo 202 CNPP, y que hace mención a cualquier delito y para todos los casos, al
señalar:

…”En cualquier caso, el Ministerio Público podrá solicitar la reducción de hasta un tercio de la
mínima en los casos de delitos dolosos y hasta en una mitad de la mínima en el caso de delitos
culposos, de la pena de prisión. Si al momento de esta solicitud, ya existiere acusación formulada
por escrito, el Ministerio Público podrá modificarla oralmente en la audiencia donde se resuelva sobre
el procedimiento abreviado y en su caso solicitar la reducción de las penas, para el efecto de permitir
la tramitación del caso conforme a las reglas previstas en el presente Capítulo…”.

De tal redacción se puede advertir una pena tasada, pues, si bien es


cierto en otros países se establece la solicitud de la pena a discreción del Ministerio
Público (claro dentro de los parámetros de punibilidad establecidos para cada tipo
penal) en nuestro país, el legislador federal ha considerado que ello debe limitarse,
estableciendo reglas para la imposición de la pena al tramitarse un procedimiento
abreviado, una sanción para los delitos menos graves y otra para cualquier delito,
donde evidentemente se contemplan los delitos de mayor gravedad.

Lo anterior se afirma en virtud de que, al señalar el tercer párrafo


aquellos delitos cuya media aritmética no exceda de cinco años, ello nos lleva a
asegurar que los delitos más delicados como secuestro, homicidio, feminicidio,
violación, no alcanzarían una disminución conforme a esa regla del cincuenta por
ciento de la punibilidad establecida, pues, es notorio que la punibilidad que se
establece para cada una de esas figuras típicas excede la media aritmética de cinco
años, lo que no acontece en el supuesto establecido en el cuarto párrafo del
mencionado artículo 202 del CNPP, en el que el legislador utiliza la frase “en
cualquier caso” que es donde da cabida a todos y cada uno de los tipos penales,
sólo con la limitante que para aquéllos ilícitos dolosos, únicamente podrá disminuir

96
hasta un tercio de la punibilidad mínima y para los culposos hasta una mitad de esa
base.

Aunque la facultad de solicitar las penas y medida de seguridad es


exclusiva del Agente del Ministerio Público, en el caso del procedimiento abreviado,
el legislador ha considerado que debe la Fiscalía sujetarse a los parámetros
establecidos en el artículo 202, señalando como indicador la pena mínima, es decir,
que de la punibilidad mínima que ha establecido el legislador local o federal para
cada figura típica, debe ofrecer una sanción menor a tal factor.

Lo anterior se desprende de la redacción del citado numeral, pues,


hace referencia a la reducción de “la pena mínima”, lo que pone de manifiesto que
es a partir de ese margen que deberá disminuirse la sanción, pues, incluso debe
considerarse como un derecho del imputado, en caso de que acepte la tramitación
del abreviado ofrecido por la fiscalía.

Basta analizar la jurisprudencia emitida por el Pleno del


Decimoséptimo Circuito bajo la Tesis: PC.XVII. J/22 P, consultable en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II, noviembre de 2019, p.
1620, de rubro.

PROCEDIMIENTO PENAL ABREVIADO. LA REDUCCIÓN DE LAS PENAS CONSTITUYE


UN DERECHO SUSTANTIVO A FAVOR DEL IMPUTADO QUE COMPRENDE LA
PRIVATIVA DE LIBERTAD Y LA MULTA, CON INDEPENDENCIA DE QUE EL
MINISTERIO PÚBLICO SÓLO SE REFIERA A LA DE PRISIÓN.

De la interpretación sistemática de los artículos 20, apartado A, fracción VII y 21 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 201 a 203, 205 y 206 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, se advierte que tratándose del procedimiento
penal abreviado, la disminución de las penas no es una cuestión discrecional a cargo del
Ministerio Público, sino que se trata de un auténtico derecho sustantivo del acusado a
obtener un beneficio derivado de la aceptación de la responsabilidad penal; por tanto, la
solicitud de acusación y disminución de las penas debe comprender las que impliquen un
resarcimiento público para el Estado, como son la privativa de la libertad y la multa, con
excepción de las que involucran la reparación del daño a favor de las víctimas; de ahí que si
el Juez de Control aprecia que no existe precisión sobre la disminución de la multa, debe

97
entenderse que el acuerdo alcanzado por la representación social y el imputado comprende
que se le extienda el mismo porcentaje aplicado expresamente a la pena privativa de la
libertad, sin que ello contravenga la conformidad manifestada con la propuesta realizada por
la representación social, ya que la aceptación recae en dicho porcentaje, de manera que la
omisión de emplearlo al fijar la pena de multa no puede estimarse consentida. En
consecuencia, tal aspecto debe ser estudiado, incluso de oficio, en atención al rango
constitucional que alcanza la prerrogativa indicada.

También se ha pronunciado el Sexto Tribunal Colegiado en


Materia Penal del Primer Circuido, al emitir la Tesis: I.6º.P.144P, Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima época, t. IV, octubre de 2019,
p. 3579, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA IMPOSICIÓN DE PENAS EN CONCURSO DE


DELITOS, ES UNA FACULTAD EXCLUSIVA DEL JUEZ DE CONTROL QUE NO ESTÁ
SUPEDITADA AL CONVENIO QUE REALICEN LAS PARTES AL SOLICITAR ESTA
FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO PENAL.

El Juez de control en el sistema acusatorio y oral actúa durante las etapas de investigación
e intermedia como órgano jurisdiccional garante de los derechos constitucionales, legales y
humanos del imputado, de la víctima o del ofendido, con atribuciones de supervisión y control
de los actos ministeriales durante la investigación y, en la etapa intermedia, para la
preparación de la etapa de juicio, conforme a las facultades y atribuciones previstas en la
Constitución Federal y en el Código Nacional de Procedimientos Penales. Por ende, el Juez
de control, per se, tiene una naturaleza jurídica diversa a la del Juez de enjuiciamiento, quien
dirige, decide y resuelve en el fondo la litis del proceso acusatorio oral, asegurando la efectiva
vigencia de los principios de inmediación, publicidad, concentración, igualdad, contradicción
y continuidad. Sin embargo, el sistema procesal acusatorio instaurado en México está
diseñado para que el Juez de control pueda resolver situaciones procesales que permitan
concluir el procedimiento penal, previo a la apertura de la etapa de juicio oral, mediante el
procedimiento abreviado, en el que debe verificar que se cumplan sus requisitos sustanciales
de procedencia, previstos en el artículo 20, apartado A, fracción VII, constitucional, en
relación con el diverso artículo 201 del Código Nacional de Procedimientos Penales. En este
sentido, el citado artículo constitucional prevé que una vez verificados los presupuestos
sustanciales para la procedencia del procedimiento abreviado "...el Juez citará a audiencia
de sentencia", de lo que se colige que esta norma constitucional faculta al Juez de control

98
para emitir la sentencia definitiva en este procedimiento especial, supeditándolo a que la
imposición de las penas deba ser acorde con los beneficios otorgados al inculpado
por aceptar su responsabilidad, los cuales consisten en una "reducción de las penas
que pudieran imponérsele", conforme lo dispone el artículo 202, párrafos tercero a
quinto del código citado. Es así, que el Juez de control conserva su facultad de imponer
penas, en términos del artículo 21, párrafo tercero, de la Constitución Federal, pero no la de
su modificación y duración, pues estas facultades, tratándose del Juez de control, en el
procedimiento abreviado, quedaron supeditadas a lo previsto en la fracción VII del apartado
A del artículo 20 constitucional, en el sentido de no imponer pena distinta o de mayor alcance
a la solicitada por el Ministerio Público y aceptada por el acusado; situación que se refleja
en el párrafo segundo del artículo 206 del código referido. Lo que lleva a concluir que en el
procedimiento abreviado, la solicitud de penas por el Ministerio Público debe ser congruente
con el acuerdo pactado con el inculpado y su defensor, respecto del beneficio de reducción
de las penas, pero dicha solicitud no puede trastocar la facultad exclusiva del Juez de control
para imponerlas en ese parámetro reducido, pues tratándose de un concurso de delitos, la
imposición de las penas es una facultad exclusiva de la autoridad jurisdiccional, conforme lo
ha sustentado la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
jurisprudencia 1a./J. 5/93, de rubro: "CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA
DE LAS AUTORIDADES JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS.". Por tanto, es
al Juez de control a quien corresponderá decidir y aplicar las penas correspondientes a dicho
concurso, y no a las partes procesales al convenir el procedimiento abreviado.

Pero también puede surgir una hipótesis diversa a la que se ha


planteado, es decir, que el Agente del Ministerio Público ofrezca al imputado
(desde luego con la asesoría de su Defensor, ya sea particular o público) la
pena mínima, o incluso arriba de la mínima y el imputado, asesorado de su
abogado acepten tal ofrecimiento, tal vez porque aún siendo mayor a la
mínima, la sanción ofrecida, puede alcanzar algún beneficio de sustitución de
la pena de prisión, en estos casos ¿puede el Juzgador disminuir la sanción?
Estimo que sí, atendiendo a lo dispuesto en el citado artículo 202 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, necesariamente debe disminuirse por
parte del Juez de Control, la sanción ofrecida porque rebasa los límites del
referido artículo en comento.
Si el citado numeral precisa que la solicitud de la pena en todos los
casos debe ser menor a la mínima, no tendría sentido que ofreciera una sanción

99
arriba de esos parámetros, pues, justamente esa es la naturaleza del procedimiento
abreviado, que el imputado acepta su responsabilidad en la comisión del hecho que
se le atribuye, para no ir a juicio, evitar todo el desfile probatorio y a cambio el
proceso se vuelve más ágil, la víctima obtiene o garantiza la reparación del daño y
el acusado consigue una pena menor a la mínima, pues, como se ha observado, la
disminución de la pena, es un derecho del acusado que ha aceptado el trámite del
procedimiento abreviado, de lo contrario se desvirtuaría la figura de este
procedimiento, pues, como se ha dicho, el beneficio de este proceso debe ser para
todos.
Por tanto, estimo que si el Agente del Ministerio Público en la
tramitación de esta forma anticipada de terminación del proceso ofrece una sanción
ubicada en la mínima o incluso superior a la mínima, a pesar de que el acusado
acepte esa propuesta, el Juez de control debe ajustar la pena e imponer la misma,
reduciéndola hasta los términos que establece el artículo 202 de Código Nacional
de Procedimientos Penales, pues, tal y como se desprende de los citados criterios
jurisprudenciales, el Juez conserva su facultad de imponer la pena, además de que
en las audiencias preliminares el órgano jurisdiccional es un Juez de control o de
garantías, donde debe vigilar que se garantice a las partes el debido proceso, y en
el caso en particular, de igual manera debe vigilar las reglas procedimentales del
abreviado. Lo que acontece es que se establecen límites para imponer la sanción y
el Juez de control, con base a la facultad que le otorga el artículo 21 Constitucional
al imponer las penas, debe ajustarse a ellos.
Me parece incluso que el defensor que asesora al imputado con
aceptar una pena mayor a la establecida dentro de los límites del artículo 202 CNPP
no estará realizando una adecuada defensa, pues, está permitiendo que se vulneren
los derechos de su cliente (reducción de la pena mínima), ya que teniendo la
posibilidad de que se le aplique una sanción menor, le asesora para que acepte una
pena mayor a la establecida en el CNPP, pudiendo incluso incurrir en
responsabilidad, pues está claro que tal asesoría no podría encuadrar dentro de la
adecuada defensa.

100
Ahora bien, en el supuesto contrario, es decir, en el caso de que el
Agente del Ministerio Público solicite una pena incluso menor a la que se establece
en el Código Nacional de Procedimientos Penales no podría el órgano jurisdiccional
aumentar la pena y regularla al parámetro establecido en el artículo 202 del Código
Nacional, pues, el segundo párrafo del diverso numeral 206 de la citada
normatividad señala:

“…
No podrá imponerse una pena distinta o de mayor alcance a la que fue solicitada
por el Ministerio Público y aceptada por el acusado…”

Con base en tal disposición se puede advertir la imposibilidad de


aumentar la sanción solicitada por el Ministerio Público, contrario sensu en el
supuesto de que se solicite una pena mayor a la mínima podría disminuirla el Juez
de Control como ya se ha analizado, en tanto que ello es un derecho del acusado,
sería entonces el único supuesto en que el Juez de Control, pudiera realizar un
ejercicio de individualización de la sanción, pues, como ya se ha dicho, en el
procedimiento abreviado, la imposición de la pena, se traduce en un acuerdo entre
las partes, en la que únicamente intervendrá el Juzgador cuando no se respeten los
mínimos que dispone el artículo 202 del CNPP.

Qué sucedería entonces si la Fiscalía comienza a solicitar penas


menores a la permitida, estimo que es una actitud que recaería sobre su
responsabilidad.

Considero que en un futuro la tendencia sí es que se puedan negociar


delitos y que incluso se deje a la Fiscalía la posibilidad de solicitar una sanción
mucho menor a la mínima en caso que así lo considere por la naturaleza del hecho,
las circunstancias en que se cometió o incluso alguna información que pueda
aportar el acusado.

No obstante, mientras en nuestro CNPP no se establezca esa


posibilidad necesariamente debe ajustarse a esos parámetros al solicitar la pena.

101
El Acuerdo del Procurador (Fiscal)

El último párrafo del artículo 202 del mencionado ordenamiento Legal, dispone:

“…El Ministerio Público al solicitar la pena en los términos previstos en el presente


artículo, deberá observar el Acuerdo que al efecto emita el Procurador”.

Si bien es cierto, el Agente del Ministerio Público puede solicitar la


apertura del procedimiento abreviado, lo cierto es que para efecto de solicitar
cualquier sanción debe atender al Acuerdo que emita el “Procurador” ahora Fiscal
del Estado o de la Federación, es decir, en lo particular, el Agente del Ministerio
Público no está en posibilidad motu proprio de solicitar la pena que considere y por
tanto, debe atender a la autorización del Fiscal, quien es el que debe autorizar la
reducción de la sanción, ello, estimo, para vigilar el proceso y estar al pendiente de
lo que sucede en cada asunto, desde luego como cabeza de la Institución,
independientemente de que faculte a algún otro funcionario para que realice estas
gestiones.

El acuerdo que emita el Fiscal General del Estado, obliga al Agente


del Ministerio Público a solicitar esa sanción en concreto, pero no somete al Juez
de control a imponerla, pues ese ha sido el criterio del Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, al emitir la Tesis: XXIII.17P, Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, t. VI, junio de 2019, p. 5328, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LOS ACUERDOS QUE EMITE EL FISCAL GENERAL


DE LA REPÚBLICA, EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 202 DEL
CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, SON VINCULANTES PARA EL
MINISTERIO PÚBLICO AL SOLICITAR LAS PENAS DENTRO DE ESA FORMA DE
TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO PENAL ACUSATORIO, NO PARA LOS
JUECES DE CONTROL, AL IMPONERLAS.

102
El último párrafo del precepto citado establece que el Ministerio Público, al solicitar la pena
dentro de un procedimiento abreviado, deberá observar el acuerdo que al efecto emita el
procurador, actualmente fiscal general; sin embargo, dicho acuerdo no constituye una
determinación que obligue a su observancia a los órganos jurisdiccionales, ni les impone
obligaciones de hacer o no hacer, tampoco tiene características de abstracción,
impersonalidad y generalidad, sólo se trata de un acto administrativo interno que tiende a
regular el funcionamiento de la actual Fiscalía General de la República, que se constriñe al
actuar de las autoridades que señala el propio acuerdo. Atento a lo expuesto, el Juez de
control, al imponer las penas en esa forma de terminación anticipada del proceso penal
acusatorio, no debe someterse a un acuerdo general que no es vinculante para las
autoridades jurisdiccionales.

Como se observa de la citada tesis, la pena solicitada no somete al


Juez de Control, al Acuerdo que emita el Fiscal ya que al ser el órgano rector y
desde luego el facultado para imponer las penas en términos de lo que dispone el
artículo 21 Constitucional, no es vinculante.

En el Diario Oficial de la Federación del veintitrés de febrero de dos


mil quince se emitió el Acuerdo A/017/15 por el que se establecen los criterios
generales y el procedimiento que deberán observar los agentes del Ministerio
Público de la Federación, para solicitar la pena en el procedimiento abreviado,
refiriendo en lo medular los siguientes:

“…PRIMERO. El presente Acuerdo tiene como objeto establecer los criterios generales para la
determinación de la pena que el Ministerio Público de la Federación solicitará al Juez de Control en
la aplicación del procedimiento abreviado.

SEGUNDO. Cuando el acusado no haya sido condenado previamente por delito doloso y el delito
por el cual se lleva a cabo el procedimiento abreviado es sancionado con pena de prisión cuya media
aritmética no exceda de cinco años, incluidas sus calificativas atenuantes o agravantes, el Ministerio
Público de la Federación podrá solicitar la reducción de la pena dentro de los siguientes márgenes
de punibilidad:

I. Desde un día de la pena máxima, hasta dos terceras partes de la pena mínima que le
correspondiere al delito por el cual se le acusa, en el caso de delitos culposos, o

II. Desde un día de la pena máxima, hasta una mitad de la pena mínima que le correspondiere al
delito por el cual se le acusa, en los casos de delitos dolosos.

103
TERCERO. En los casos que no se ubiquen en el supuesto previsto en el párrafo primero del
artículo segundo del presente Acuerdo, el Ministerio Público podrá solicitar la reducción de la pena
dentro de los siguientes márgenes de punibilidad:

I. Desde un día la pena máxima, hasta en una mitad de la mínima que le correspondiere al delito por
el cual se le acusa, en el caso de delitos culposos, o

II. Desde un día de la pena máxima, hasta un tercio de la mínima que le correspondiere al delito por
el cual se le acusa, en los casos de delitos dolosos.

CUARTO. El Ministerio Público de la Federación, dentro de los márgenes de punibilidad


establecidos en los artículos segundo y tercero del presente Acuerdo, para determinar la pena que
solicitará que se imponga en la aplicación de un procedimiento abreviado, deberá tomar en
consideración los siguientes criterios:

I. La gravedad de la conducta típica y antijurídica, con base en el valor del bien jurídico, el grado
de afectación, los medios empleados, las circunstancias de tiempo, modo, lugar u ocasión del hecho,
así como por la forma de intervención del imputado;

II. El grado de culpabilidad, con base en las circunstancias y características del hecho, la posibilidad
de comportarse de manera distinta y de haber respetado la norma jurídica quebrantada, así como
los motivos que lo llevaron a cometerlo; la edad, el nivel educativo, sus costumbres, las
condiciones sociales y culturales; el vínculo de parentesco, relación o amistad que guarde con la
víctima u ofendido y demás circunstancias especiales del imputado, víctima u ofendido, y

III. Los usos y costumbres, en caso de que el imputado pertenezca a un grupo étnico o pueblo indígena.

QUINTO. Asimismo, para la reducción de pena a imponer deberá tomar en consideración, los
siguientes criterios:

I. Menor reducción si el imputado ha sido condenado por delito doloso en el fuero federal o local;

II. Menor reducción si el delito amerita prisión preventiva oficiosa, y

III. Mayor reducción si el imputado aportó información que colaboró de forma eficaz a evitar la
comisión de otro delito o en la investigación de otros imputados o delitos.

Asimismo, el Ministerio Público podrá solicitar una mayor reducción si la apertura del
procedimiento abreviado se realiza en el periodo más próximo a la emisión del auto de
vinculación a proceso y menor, en caso de que ésta se realice en el momento más próximo al
dictado del auto de apertura a juicio.

SEXTO. Para solicitar la aplicación del procedimiento abreviado, el agente del Ministerio Público
de la Federación deberá verificar que se haya pagado o garantizado la reparación del daño a la
víctima u ofendido.

104
SÉPTIMO. La solicitud de imposición de la pena en la aplicación de un procedimiento abreviado
deberá contar con la autorización del titular de la unidad administrativa a la que se encuentre adscrito
el agente del Ministerio Público de la Federación encargado de dicho procedimiento, quien para tal
efecto deberá presentar una propuesta de solicitud de imposición de la pena, siempre y cuando haya
verificado que se cumplen los requisitos establecidos en el Código Nacional de Procedimientos
Penales para la aplicación del procedimiento abreviado.

La propuesta de solicitud de imposición de la pena en la aplicación del procedimiento abreviado


deberá contener un informe ejecutivo en el que se establezca la procedencia del procedimiento y los
motivos por los que se propone dicha pena y se remitirá por escrito a través de cualquier medio que
garantice su autenticidad, al titular de la unidad administrativa correspondiente.

OCTAVO. El titular de la unidad administrativa en la que se encuentre adscrito el agente del


Ministerio Público de la Federación que solicita la autorización, deberá analizar la propuesta y remitir
su respuesta, autorizando, modificando o negando la solicitud, en un plazo no mayor a 72 horas,
por escrito o a través de cualquier medio que garantice su autenticidad.

El servidor público facultado para la autorización, antes de que fenezca el plazo para remitir su
respuesta, podrá solicitar al agente del Ministerio Público de la Federación que adicione a la
propuesta toda la información que requiera, a fin de determinar su viabilidad.

NOVENO. Cuando en la aplicación de un procedimiento abreviado el acusado no haya sido


condenado previamente por delito doloso y el delito por el cual se lleva a cabo es sancionado
con pena de prisión máxima de cinco años, incluidas sus calificativas atenuantes o
agravantes, el agente del Ministerio Público de la Federación podrá solicitar al Juez de Control
la imposición de la pena con base en los márgenes de punibilidad y criterios establecidos en
el presente Acuerdo, sin que para ello se requiera autorización del titular de la unidad
administrativa a la que se encuentre adscrito.

DÉCIMO. Las disposiciones establecidas en el presente Acuerdo, también serán aplicables para
la solicitud de pena en la aplicación de un procedimiento abreviado para personas jurídicas…”

Llama la particular atención, algunas de las disposiciones del


mencionado acuerdo, pues, atendiendo a que el artículo 202 del CNPP precisa que
el beneficio al que puede hacerse acreedor el acusado es la reducción en diversos
parámetros de la pena mínima, sin que haga mención a la pena máxima, como sí lo
refiere el Acuerdo que se analiza, es decir, que la voluntad del Legislador Federal
al establecer el citado beneficio de reducción conforme al CNPP es justamente que

105
se disminuya la punibilidad mínima, no la máxima, por tanto el punto de partida es
la pena menor y no la más alta.

Otro aspecto a considerar es el artículo cinco del multicitado acuerdo


en donde se indica que en la medida que se lleve a cabo el procedimiento abreviado
más próximo al dictado del auto de vinculación a proceso el beneficio será mayor y
si es más cerca de la emisión del auto de apertura a juicio el ofrecimiento de
disminución de la pena será menor.

Tal disposición nos remonta a la regulación de los Códigos Penales


que publicaron las diversas entidades federativas en las cuáles se establecían
diversas sanciones de acuerdo a los momentos en que fuera aperturado el
procedimiento abreviado, tal y como acontece en el modelo del plea bargaining
anglosajón.

Si bien es cierto, con la creación del CNPP no se establece tal


disposición, queda a criterio de la Fiscalía, conforme al referido acuerdo ofrecer la
pena, de acuerdo a lo que haya avanzado el proceso, lo que puede explicarse
porque evidentemente que la Fiscalía, sigue investigando los hechos y si una vez
decretado el auto de vinculación a proceso se acepta la tramitación del abreviado,
se ofrecerá una pena menor, que si la Fiscalía sigue investigando, transcurre la
investigación complementaria y llega a la etapa intermedia, y ello hará que el
ofrecimiento sea una pena mayor, precisamente por el trabajo de investigación que
ya realizó el Agente del Ministerio Público, empero, ello no impide que la defensa
no pueda negociar una pena menor aún en la etapa intermedia.

En el artículo noveno del citado acuerdo, se establece la posibilidad


que el Agente del Ministerio Público pueda realizar la propuesta del abreviado sin
necesidad de autorización cuando la pena máxima que pudiera llegar a imponerse
no exceda de cinco años, la única regla es que se sujete a los parámetros del
mencionado acuerdo, lo que en todo caso se ajusta a lo dispuesto por el Acuerdo
que se analiza ya que el CNPP sólo establece la obligación de que el Agente del
Ministerio Público debe observar el acuerdo que emita el Procurador (sic) pero si en
el mismo se establece que cuando la pena máxima no exceda de cinco años el

106
propio Agente del Ministerio Público puede solicitar la pena sin la autorización del
titular de la Unidad Administrativa, lo puede hacer.

Sin embargo, tal disposición me parece que no es adecuada, porque


como ya se ha comentado, deja en total libertad al Agente del Ministerio Público de
ofrecer el abreviado sin que tenga ninguna supervisión, lo que estimo es contrario
a la disposición del CNPP, ya que el último párrafo del artículo 202 no excluye
ningún supuesto, por lo que en todos los casos, el ofrecimiento de la pena debe ser
con el Acuerdo del Procurador (Fiscal), pues el Legislador Federal no dejó ninguna
posibilidad de que el Agente del Ministerio Público motu proprio ofreciera a
discreción la sanción, lo que llevaría a malas prácticas, incluso el CNPP ni siquiera
establece la posibilidad de que una autoridad diversa al Procurador o al Fiscal
autorice las disminución de las sanciones, cuestión que en todo caso debería
regularse en la Ley Orgánica y no en un simple acuerdo.

Término “hasta”

Como ya se ha mencionado, tanto el CNPP como el Acuerdo emitido en el Diario


Oficial de la Federación que establece los criterios generales y el procedimiento que
deben observar los agentes del Ministerio Público de la Federación, para solicitar la
pena en el abreviado, mencionan que la reducción puede ser “hasta” en una mitad
o “hasta” en dos terceras partes depende si el delito es doloso o culposo o que la
media aritmética no exceda de cinco años.

¿Pero qué debemos entender por el término hasta? ¿es un fin? ¿es
una posibilidad de llegar a un punto? O ¿es una obligación de reducir la mitad o las
dos terceras partes de la pena?

El Diccionario de la Real Academia Española refiere cuando menos


dos conceptos en relación a esta palabra:

1.- indica el límite final de una trayectoria en el espacio o en el tiempo.

2.- Indica el límite máximo de una cantidad variable.

107
Respecto a este concepto, algunos Tribunales Federales se habían
pronunciado al respecto como el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito,
al emitir la Tesis: VIII.2º15P, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, t. VII, enero de 1998, p. 1136, de rubro.

PENA, REDUCCIÓN DE LA. FACULTAD POTESTATIVA DEL JUZGADOR PARA


REDUCIRLA DEL MÍNIMO HASTA UN TERCIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
DURANGO).

Si bien es cierto que es facultad potestativa del juzgador aplicar o no el beneficio de la


reducción de la pena, establecido en el párrafo segundo del artículo 67 del Código Penal
vigente para el Estado de Durango, también lo es que del texto del precepto en comento, se
desprende que dicha reducción varía del mínimo hasta un tercio de la pena de prisión, pues
la palabra "hasta", es una preposición que significa "terminación de", por lo que el arbitrio
judicial puede moverse desde un día hasta un tercio de la sanción que corresponda al delito.

En ese orden de ideas, resulta inconcuso que no está obligada la


Fiscalía a disminuir la sanción a la mitad en caso de los delitos dolosos y las dos
terceras partes en el caso de delitos culposos conforme al tercer párrafo del artículo
202 CNPP o de acuerdo al cuarto párrafo del citado numeral un tercio de la mínima
en los casos de delitos dolosos y la mitad en caso de delitos culposos.

En efecto, el término “hasta” en la acepción señalada implica el límite


máximo, es decir que la Fiscalía puede reducir hasta la mitad, hasta las dos terceras
partes, hasta un tercio de la mínima etcétera, pero no obligatoriamente ese límite,
pues justamente en eso radica el ofrecimiento de la Fiscalía, y que la defensa, junto
con el acusado deben analizar.

Además, resulta lógico suponer que, en el caso de un reincidente, no


se ofrecería como pena el límite máximo, pues, en eso radica la facultad de dicha
Institución, por tanto, la reducción de la pena (mínima) se erige como una potestad
sujeta al arbitrio del Ministerio Público y que debe oscilar entre la mínima y aquél
límite máximo que establecen los párrafos tercero y cuarto del artículo 202 del
CNPP.

108
¿Cuándo se vincula por dos hechos que la ley señala como delito, puede el
Fiscal autorizar que sólo se acuse por uno?

El planteamiento que se realiza es en relación a la posibilidad de que a pesar de


que consideremos que no es factible admitir la negociación de delitos, el Fiscal de
cualquier Estado lo autorice, es decir, pensemos que una persona se encuentra
vinculada a proceso por el hecho que la ley señala como delito de Tentativa de
Homicidio y Robo Calificado y al momento de solicitar la apertura del procedimiento
abreviado solamente acusa por Robo Calificado.

Bajo la misma premisa, es decir, considerando que es al Fiscal al que


le corresponde autorizar la disminución de la sanción y que el Agente del Ministerio
Público está obligado a conducirse con base en tal acuerdo, aún y cuando el Fiscal
autorizara a un Ministerio Público que solamente acusara por un delito, será hasta
el momento en que se determine expresamente esa posibilidad en nuestro Código
Nacional y se faculte al Ministerio Público a acusar únicamente por los hechos que
considere que se admita esa posibilidad, empero, al no existir tal disposición de
manera expresa en nuestra Legislación, insisto que no es viable aceptarla.

A menos que, el Agente del Ministerio Público no contara con


elementos suficientes para acusar por el delito de Tentativa de Homicidio y que
realizara un análisis honesto para acusar sólo por lo que hace al de Robo Calificado,
sólo quedaría pendiente vigilar si tal actitud fue para favorecer a la persona o, como
se ha indicado porque en su investigación no encontró elementos suficientes para
acusar por ambos delitos.

109
¿se puede dictar una sentencia absolutoria en el procedimiento abreviado?

Aunque existen diversos criterios al respecto, unos en el sentido de que puede


emitirse una sentencia absolutoria como Diego Falcone Salas23 quien afirma que:

“…la absolución en el juicio abreviado se concibió como un evento que quizás, en términos
estadísticos, sería de escasa ocurrencia, tal como vino a acontecer en la práctica, pero que,
conceptualmente, se entendía procedente. Y, como en cualquier juicio penal, las razones de
absolución que cupo considerar fueron dos. Por una parte, la diversa calificación jurídica de los
hechos; es decir, que aquel hecho que el fiscal estimase constitutivo de un delito, fuera apreciado
en forma distinta por el Juez, desde el punto de vista del Derecho, considerándolo falto de alguno de
los elementos que conforman el mismo u otro delito. Por otra, la insuficiencia de prueba, equivalente
a la falta de antecedentes bastantes que forman parte de la investigación fiscal y que permitan al
juez formarse la convicción necesaria para adoptar la decisión de condenar…”.

Aunque luego refiere:

Lo que le está vedado al juez es considerar que los antecedentes de investigación son suficientes
para luego absolver por insuficiencia de los mismos, apelando a la duda razonable.

Elías Gerardo Cepeda Morado24 siguiendo a Falcone Salas, coincide en que la


absolución en un procedimiento abreviado puede acontecer cuando a criterio del
Juez de control la acusación sea jurídicamente inadmisible, pero con la salvedad
que no puede invocar la insuficiencia de pruebas con relación a la comisión del
hecho.

Asegura Cepeda Morado:

23
Falcone Salas, Diego. La Absolución en el Procedimiento Abreviado. Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXVI (Valparaíso, Chile, 2005, Semestre I) pp. 363 –
378. http://www.researchgate.net/publication/311708063 La absolución en el procedimiento
abreviado.
24 Cepeda Morado, Elías Gerardo. El procedimiento abreviado en el sistema jurídico mexicano,

naturaleza, efectos, reglas y condiciones, Poder Judicial del Estado de Nuevo León, Julio 2016, pp.
88 – 91.

110
“…el juez de control, en su facultad exclusiva de decir el derecho, está autorizado para absolver al
acusado si, a su criterio, se cumplieron las condiciones que hacen procedente la causa de
justificación consistente en la legítima defensa…

…lo que la defensa y el acusado digan al respecto constituye una simple opinión que no elimina la
facultad de analizar libremente la sustentabilidad jurídica de la acusación, porque el juez de control
fue llamado para emitir sentencia y no simplemente a autorizar un acuerdo entre las partes…”

En mi opinión difícilmente se podría dictar una sentencia absolutoria,


según está planteado el procedimiento.

El artículo 203 del Código Nacional de Procedimientos Penales


establece los requisitos de admisibilidad, señalando lo siguiente:

“En la misma audiencia, el Juez de control admitirá la solicitud del Ministerio Público cuando verifique
que concurran los medios de convicción que corroboren la imputación, en términos de la fracción VII,
del apartado A del artículo 20 de la Constitución. Serán medios de convicción los datos de prueba
que se desprendan de los registros contenidos en la carpeta de investigación.

Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el Juez de control, se tendrá por no formulada
la acusación oral que hubiere realizado el Ministerio Público, lo mismo que las modificaciones que,
en su caso, hubiera realizado a su respectivo escrito y se continuará de acuerdo con las
disposiciones previstas para el procedimiento ordinario. Asimismo, el Juez de control ordenará que
todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de la solicitud de
procedimiento abreviado sean eliminados del registro.

Si no se admite la solicitud por inconsistencias o incongruencias en los planteamientos del Ministerio


Público, éste podrá presentar nuevamente la solicitud una vez subsanados los defectos advertidos.

Del citado numeral se advierte la necesidad de que el juez verifique


diversos aspectos:

1.- que existan medios de convicción suficientes que corroboren la imputación;

2.- que el planteamiento realizado por el Agente del Ministerio Público no sea
inconsistente;

3.- que dicho planteamiento no presente incongruencias

111
Al momento de que el Agente del Ministerio Público plantea la
acusación, el Juez de control necesariamente debe hacer una ponderación de todos
los datos de prueba para determinar si son suficientes para acreditar el delito y la
plena responsabilidad del acusado.

En efecto, el artículo 20 Constitucional refiere en el apartado a fracción


VIII, que:

VIII. El juez sólo condenará cuando exista convicción de la culpabilidad del procesado;

Por tanto, a pesar de que algunos consideran que existe la posibilidad


de dictar una sentencia absolutoria, opino que no lo es, porque en el supuesto de
que los datos de prueba evidencien alguna duda o que incluso el planteamiento no
sea congruente, ello será suficiente para no admitir el procedimiento abreviado y no
dictar una sentencia absolutoria.

Pensemos en el caso de un homicidio, donde la Fiscalía acusa al


imputado de haber privado de la vida a una persona de tres balazos en la región
craneoencefálica y toraco abdominal, y que al momento en que se le cuestiona al
acusado sobre la comisión del hecho admite haberlo ejecutado, señalando que sí
mató a la persona, pero refiere que fue con una navaja.

Es en ese supuesto, en el que se evidencia una contradicción, una


incongruencia en el planteamiento de la Fiscalía, se actualizaría el supuesto a que
hace referencia el párrafo segundo del artículo 203 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, es decir, el Juez de control al observar esa incongruencia
no debe admitir a trámite el procedimiento abreviado y por lo tanto, no podría
dictarse una sentencia absolutoria.

Es decir, que solo en el caso de que el órgano jurisdiccional verifique


que concurran medios de convicción que corroboren la imputación, podrá cerrar el
procedimiento ordinario y declarar la apertura del procedimiento abreviado, a

112
sabiendas que ello le llevará a dictar una sentencia condenatoria, pues, se insiste,
en cualquier otro supuesto en que el Juzgador determine que la Fiscalía no cuente
con datos de prueba suficientes, no se deberá abrir el abreviado, de allí que se
afirme que no podría dictarse en ningún caso una sentencia absolutoria.

No se podría admitir la posibilidad de que el Juez de control, una vez


ponderando los datos de prueba expuestos por el Ministerio Público y estimando
que no son suficientes, diera trámite a dicho procedimiento solo parar absolverlo,
esa no es la naturaleza del procedimiento abreviado, el mismo, fue conceptualizado
justamente para aquellos casos en los que el imputado acepte su responsabilidad y
además se cuente con datos de prueba que corroboren esa aceptación de los
hechos para efecto de que la consecuencia inmediata sea necesariamente una
sentencia condenatoria y un proceso no llegue a juicio, al existir las bases
suficientes para terminarlo anticipadamente.

¿y si sólo existe la confesión del imputado?

En ese caso, evidentemente que no se daría trámite al procedimiento abreviado,


por disposición expresa del artículo 203 del citado CNPP pues, el mismo precisa en
su párrafo primero que en la misma audiencia, el Juez de control admitirá la solicitud
del Ministerio Público cuando verifique que concurran los medios de convicción que
corroboren la imputación, lo que nos lleva a concluir que evidentemente el juez hace
una valoración de tales datos de prueba y si estima que son suficientes, dará trámite
al procedimiento, de lo contrario no lo admitirá y tendrá por no formulada la
acusación oral que hubiere realizado el Agente del Ministerio Público.

Por tanto, aún y cuando la Fiscalía argumente que el imputado confesó


ante su presencia los hechos que se le atribuyen, lo cierto es que si tal supuesta
confesión no se corrobora con algún otro dato de prueba, no podría de ninguna
manera dictarse una sentencia condenatoria.

113
Es necesario resaltar que tal criterio se observa desde el sistema
tradicional, dónde también se establecía que una confesión siempre debe estar
corroborada con otros medios de prueba.

Ejemplo de ello es el criterio que sostuvo el Segundo Tribunal


Colegiado del Vigésimo Circuito al emitir la Tesis: XX.2º.81P, Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXVII, febrero de 2008, p. 2251, de
rubro.

CONFESIÓN. ES INSUFICIENTE PARA SOSTENER UNA SENTENCIA DE CONDENA


CUANDO SE ENCUENTRA AISLADA SIN APOYO DE OTRAS PRUEBAS.

Cuando el único dato que vincula al inculpado con el delito es su confesión ante el Ministerio
Público, aun ratificada ante el Juez, sin que ésta se encuentre corroborada con otro medio
de prueba de los existentes en la averiguación previa o proceso, queda reducida a un simple
indicio, insuficiente para sostener la sentencia por el ilícito cometido.

¿Porqué delito puede realizarse la acusación?

Necesariamente por el hecho que la ley señala como delito materia de la imputación
y que fue lo que dio origen a la vinculación a proceso.

Lo anterior se afirma en tanto que la fracción III del artículo 201 CNPP
establece como uno de sus requisitos para autorizar el procedimiento abreviado,
concretamente en el inciso d) que el imputado admita su responsabilidad por el
delito que se le impute y, justamente es en la vinculación a proceso donde se
establece cuál es el delito por el que se seguirá el proceso, en tanto que es en dicha
resolución donde se precisa cuál es el hecho materia de la imputación.

Por tanto, el Agente del Ministerio Público al formular la acusación,


debe ser congruente y ajustarse al Auto de Vinculación a Proceso al momento de
ofrecer un procedimiento abreviado.

Así lo ha estimado el Tribunal Colegiado en Materia Penal y


Administrativa del Vigésimo Segundo Circuito, al emitir la Tesis: XXII.P.A.45 P, que

114
puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, t. III, noviembre de 2018, p. 2309, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA EXPRESIÓN NORMATIVA "DELITO QUE SE LE


IMPUTA", CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 201, FRACCIÓN III, INCISO D), DEL CÓDIGO
NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, COMO REQUISITO PARA SU
PROCEDENCIA, A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 310, 311 Y 318 DEL MISMO
ORDENAMIENTO, POR REGLA GENERAL, IMPIDE AL MINISTERIO PÚBLICO VARIAR
LA CLASIFICACIÓN JURÍDICA DEL HECHO MATERIA DE LA IMPUTACIÓN Y LA
CONSECUENTE VINCULACIÓN A PROCESO.

Dentro de los requisitos de procedencia verificables por el Juez de Control para autorizar el
procedimiento abreviado, se encuentra el relativo a que el imputado admita su
responsabilidad por el delito que se le imputa, lo cual quiere decir que éste ha de reconocer
su responsabilidad respecto del hecho delictivo por el cual se formuló la imputación y se le
vinculó a proceso, lo que de conformidad con el artículo 307 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, ocurre en la audiencia inicial. De esta manera, el alcance jurídico
de la clasificación del hecho delictivo a partir de la imputación y vinculación a proceso, se
encuentra establecido en el artículo 318 del mismo ordenamiento, cuando dispone que a
partir de ese momento procesal se fija la clasificación jurídica del hecho delictivo sobre el
cual, en su caso, podría determinarse, entre otras posibles formas de terminación anticipada
del proceso, el procedimiento abreviado. En este sentido, en el recurso de apelación
interpuesto por la víctima contra la sentencia pronunciada en el procedimiento abreviado, el
tribunal revisor debe extender el examen de la sentencia recurrida para tutelar el derecho de
la víctima a la reparación del daño, en su vertiente de imposición de la pena adecuada y
proporcional, para verificar que no se haya variado en su perjuicio la clasificación jurídica del
hecho delictivo fijada oportunamente, porque la expresión normativa "delito que se le
imputa", contenida en el artículo 201, fracción III, inciso d), del propio código, como requisito
para la procedencia del procedimiento abreviado, a la luz de los diversos 310, 311 y 318, por
regla general, impide al agente del Ministerio Público realizar esa variación.

115
Procedimiento Abreviado y el concurso de delitos

El Capítulo V del Código Penal Federal, regula el Concurso de delitos, al tenor de


lo siguiente:

Artículo 18.- Existe concurso ideal, cuando con una sola conducta se cometen varios delitos. Existe
concurso real, cuando con pluralidad de conductas se cometen varios delitos.

Artículo 19.- No hay concurso cuando las conductas constituyen un delito continuado.

De igual manera, el citado Código Penal regula la forma en que deben


sancionarse los delitos cuando se actualiza alguno de los dos supuestos de
concurso, indicando el artículo 64:

Artículo 64.- En caso de concurso ideal, se impondrán las sanciones


correspondientes al delito que merezca la mayor penalidad, las cuales podrán aumentarse sin
rebasar la mitad del máximo de la duración de las penas correspondientes de los delitos restantes,
siempre que las sanciones aplicables sean de la misma naturaleza; cuando sean de diversa
naturaleza, podrán imponerse las consecuencias jurídicas señaladas para los restantes delitos, con
excepción de los casos en que uno de los delitos por los que exista concurso ideal sea de los
contemplados en la Ley General para Prevenir y Sancionar los delitos en materia de Secuestro, y la
Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para
la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, ambas reglamentarias de la fracción XXI
del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, supuestos en los cuales
se aplicarán las reglas de concurso real.

En caso de concurso real, se impondrá la sanción del delito más grave, la cual podrá aumentarse
con las penas que la ley contempla para cada uno de los delitos restantes, sin que exceda de las
máximas señaladas en el Título Segundo del Libro Primero. Si las penas se impusieran en el mismo
proceso o en distintos, pero si los hechos resultan conexos o similares, o derivado uno del otro, en
todo caso las penas deberán contarse desde el momento en que se privó de libertad por el primer
delito.

116
En caso de delito continuado, se aumentará la sanción penal hasta en una mitad de la
correspondiente al máximo del delito cometido, sin que exceda del máximo señalado en el Título
Segundo del Libro Primero.

El propio Título Segundo, en el Capítulo II, establece la duración de la


pena de prisión:

Artículo 25.- La prisión consiste en la pena privativa de libertad personal. Su duración será de tres
días a sesenta años, y sólo podrá imponerse una pena adicional al límite máximo cuando se
cometa un nuevo delito en reclusión. Se extinguirá en los centros penitenciarios, de conformidad
con la legislación de la materia y ajustándose a la resolución judicial respectiva.

La medida cautelar de prisión preventiva se computará para el cumplimiento de la pena impuesta así
como de las que pudieran imponerse en otras causas, aunque hayan tenido por objeto hechos
anteriores al ingreso a prisión. En este caso, las penas se compurgarán en forma simultánea.

El límite máximo de la duración de la pena de privación de la libertad hasta por 60 años contemplada
en el presente artículo no es aplicable para los delitos que se sancionen de conformidad con lo
estipulado en otras leyes.

De igual manera el artículo 410 del CNPP indica en su octavo párrafo:

“…En caso de concurso real se impondrá la sanción del delito más grave, la cual podrá aumentarse
con las penas que la ley contempla para cada uno de los delitos restantes, sin que exceda de los
máximos señalados en la ley penal aplicable. En caso de concurso ideal, se impondrán las
sanciones correspondientes al delito que merezca la mayor penalidad, las cuales podrán aumentarse
sin rebasar la mitad del máximo de la duración de las penas correspondientes de los delitos
restantes, siempre que las sanciones aplicables sean de la misma naturaleza; cuando sean de
diversa naturaleza, podrán imponerse las consecuencias jurídicas señaladas para los restantes
delitos. No habrá concurso cuando las conductas constituyan un delito continuado; sin embargo, en
estos casos se aumentará la sanción penal hasta en una mitad de la correspondiente al máximo del
delito cometido…”

En los dos tipos de concurso, ideal y real, existe una regla especial
para imponer la sanción, cuando se actualiza cualquier clase de concurso y se
especifica además la pena de prisión máxima que podría imponerse, especificando
117
sesenta años, respecto del Código Penal Federal, aunque la misma no es aplicable
para aquellos delitos que se sancionen de conformidad con lo que estipulan otras
leyes como la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos de Secuestro, por
ejemplo.

Se ha comentado de sobremanera que es al Agente del Ministerio


Público a quien le corresponde acusar y por ende solicitar la sanción, no obstante,
de acuerdo al artículo 21 Constitucional, es el Juez quien debe imponerla, al hacer
ese ejercicio de punición, conforme al parámetro establecido por el legislador.

El planteamiento que se realiza es establecer si en un concurso ideal


o real, donde el Agente del Ministerio Público solicita una específica sanción que
acepta el acusado, tal acuerdo puede prevalecer sobre las reglas del concurso que
se analizan y que se encuentran establecidas en las citadas leyes.

El Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito ha


emitido la Tesis: I.6º.P.144, consultable en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. IV, octubre de 2019, p. 3579, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA IMPOSICIÓN DE PENAS EN CONCURSO DE


DELITOS, ES UNA FACULTAD EXCLUSIVA DEL JUEZ DE CONTROL QUE NO ESTÁ
SUPEDITADA AL CONVENIO QUE REALICEN LAS PARTES AL SOLICITAR ESTA
FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO PENAL.

El Juez de control en el sistema acusatorio y oral actúa durante las etapas de investigación
e intermedia como órgano jurisdiccional garante de los derechos constitucionales, legales y
humanos del imputado, de la víctima o del ofendido, con atribuciones de supervisión y control
de los actos ministeriales durante la investigación y, en la etapa intermedia, para la
preparación de la etapa de juicio, conforme a las facultades y atribuciones previstas en la
Constitución Federal y en el Código Nacional de Procedimientos Penales. Por ende, el Juez
de control, per se, tiene una naturaleza jurídica diversa a la del Juez de enjuiciamiento, quien
dirige, decide y resuelve en el fondo la litis del proceso acusatorio oral, asegurando la efectiva
vigencia de los principios de inmediación, publicidad, concentración, igualdad, contradicción
y continuidad. Sin embargo, el sistema procesal acusatorio instaurado en México está
diseñado para que el Juez de control pueda resolver situaciones procesales que permitan
concluir el procedimiento penal, previo a la apertura de la etapa de juicio oral, mediante el
procedimiento abreviado, en el que debe verificar que se cumplan sus requisitos sustanciales
de procedencia, previstos en el artículo 20, apartado A, fracción VII, constitucional, en
relación con el diverso artículo 201 del Código Nacional de Procedimientos Penales. En este
sentido, el citado artículo constitucional prevé que una vez verificados los presupuestos

118
sustanciales para la procedencia del procedimiento abreviado "...el Juez citará a audiencia
de sentencia", de lo que se colige que esta norma constitucional faculta al Juez de control
para emitir la sentencia definitiva en este procedimiento especial, supeditándolo a que la
imposición de las penas deba ser acorde con los beneficios otorgados al inculpado por
aceptar su responsabilidad, los cuales consisten en una "reducción de las penas que
pudieran imponérsele", conforme lo dispone el artículo 202, párrafos tercero a quinto del
código citado. Es así, que el Juez de control conserva su facultad de imponer penas, en
términos del artículo 21, párrafo tercero, de la Constitución Federal, pero no la de su
modificación y duración, pues estas facultades, tratándose del Juez de control, en el
procedimiento abreviado, quedaron supeditadas a lo previsto en la fracción VII del apartado
A del artículo 20 constitucional, en el sentido de no imponer pena distinta o de mayor alcance
a la solicitada por el Ministerio Público y aceptada por el acusado; situación que se refleja
en el párrafo segundo del artículo 206 del código referido. Lo que lleva a concluir que en el
procedimiento abreviado, la solicitud de penas por el Ministerio Público debe ser congruente
con el acuerdo pactado con el inculpado y su defensor, respecto del beneficio de reducción
de las penas, pero dicha solicitud no puede trastocar la facultad exclusiva del Juez de
control para imponerlas en ese parámetro reducido, pues tratándose de un concurso de
delitos, la imposición de las penas es una facultad exclusiva de la autoridad jurisdiccional,
conforme lo ha sustentado la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
la jurisprudencia 1a./J. 5/93, de rubro: "CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA
DE LAS AUTORIDADES JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS.". Por tanto, es
al Juez de control a quien corresponderá decidir y aplicar las penas correspondientes a dicho
concurso, y no a las partes procesales al convenir el procedimiento abreviado.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se


pronunció al respecto, al emitir la Jurisprudencia bajo la Tesis: 1ª./J.5/93 que puede
ser consultada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, t. XXI, mayo de 2005, p. 89, de rubro.

CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA DE LAS AUTORIDADES


JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS.

Si la autoridad judicial, al analizar los hechos delictivos delimitados por el Ministerio Público
en sus conclusiones, se percata que existe un concurso real de delitos, debe aplicar las
penas correspondientes con base en dicho concurso, independientemente de que la
institución acusadora haga o no expresa referencia en sus conclusiones a la aplicación de
dicha regla. Sin que ello implique que la autoridad judicial rebase la acusación del Ministerio
Público, porque tal regla atañe a la imposición de las sanciones que es facultad propia y
exclusiva del órgano jurisdiccional, en términos del artículo 21 constitucional. Máxime que el
Juez, al imponer las penas, no realiza un acto meramente mecánico, sino que goza de
arbitrio judicial para calificar la gravedad del delito y el grado de culpabilidad del agente, en
función a lo cual debe necesariamente determinar la pena, toda vez que ésta, por mandato
de ley, debe ser individualizada. Tal individualización que corresponde exclusivamente a la
autoridad judicial y de ningún modo puede realizar el Ministerio Público. Así pues, concluir
de manera distinta anularía de facto el arbitrio del que está dotada la autoridad judicial para
la imposición de las penas, y llevaría al absurdo de dejar que la función jurisdiccional
permanecería supeditada a no poder hacer nada fuera de lo expresamente pedido por el

119
representante social, con lo que se le otorgarían a ésta facultades fuera del límite de sus
funciones, invadiendo con ello las del juzgador. Lo anterior, con independencia de que el
juzgador no puede introducir en sus fallos penas por delitos que no hayan sido motivo de la
acusación, ya que con ello no sólo se agravaría la situación jurídica del procesado, sino que
incluso el Juez estaría invadiendo la órbita del Ministerio Público, a quien por mandato
constitucional corresponde la persecución de los delitos, violando con ello el principio
esencial de división de poderes. Es necesario precisar, que el criterio que ahora se establece
no se contrapone con el contenido de las garantías de legalidad, seguridad jurídica, defensa
y exacta aplicación de la ley, previstas en los artículos 14, 16 y 20, fracción IX, de la Carta
Magna, ya que con el mismo no se autoriza al juzgador a actuar con base en atribuciones
que no tiene expresamente concedidas en la Constitución y en las leyes secundarias;
aunado a que la decisión del Juez de actualizar la existencia de un concurso de delitos y
sancionar por el mismo, está supeditada a que funde y motive suficientemente su actuación,
aunado a que no podrá imponer pena alguna respecto de un delito que no haya sido materia
de acusación; además, de que el acusado tendrá oportunidad de conocer las conclusiones
del Ministerio Público y dar respuesta a las mismas al formular las que corresponden a su
defensa, todo esto previo al dictado de la sentencia respectiva en la que se le determine la
punición de la autoridad judicial, en términos del numeral 21 de la Constitución Federal.

Ciro Juárez González25 menciona en relación al caso en que el


Agente del Ministerio Público prescinde de las reglas del concurso:

“…Este rubro también podríamos tomarlo como algo censurable del procedimiento abreviado
toda vez que no se regula expresamente en el código, entonces podría utilizarse como una
herramienta para sus detractores ya que actualmente no se faculta al ministerio público para
prescindir de aplicar las reglas del concurso real, cómo se hace en Norteamérica a efecto de
brindarle al fiscal, mejores herramientas negociadoras…”.

Atendiendo a lo que dispone el artículo 202 del Código Nacional de


procedimientos penales, en caso de que el Agente del Ministerio Público no haga
mención a un concurso pero la pena que solicita se imponga al acusado sea dentro
de parámetro dispuesto en el citado numeral, incluso reducido, es inconcuso que no
podría modificar el Juzgador esa sanción, pues, como hemos mencionado, el
abreviado es un procedimiento especial, con reglas especiales, que se encuentran
protegidas a través del derecho fundamental del debido proceso, y si consideramos
que este procedimiento tiene una naturaleza distinta al procedimiento ordinario,
estimo que no es correcta la interpretación que hace el Colegiado al señalar que la

25
Juárez González, Ciro. El Procedimiento Abreviado. Análisis y comentarios, Tribunal Superior de
Justicia del Estado de Hidalgo.
http://www.pjhidalgo.gob.mx/descargar/libro_procedimiento_abreviado.pdf

120
imposición de las penas en materia de concurso no está supeditada al acuerdo de
las partes, pues, precisamente el abreviado se sostiene en el pacto que realizan la
Fiscalía y el imputado con asesoría de su defensor.

Si la Institución del Ministerio Público no hace mención al concurso al


momento de realizar la acusación en la audiencia correspondiente, pero el
ofrecimiento de las penas se ajusta a lo que dispone el multicitado artículo 202
CNPP, independientemente de que el Juez observe que existe un concurso de
delitos, me parece que no podría modificar en perjuicio del imputado la pena a
imponer, pues, ello contravendría lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo
206 del CNPP, es decir, que no puede imponer una pena de mayor alcance a la que
fue solicitada por el Ministerio Público.

En ese contexto, estimo que el criterio de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, si bien hace referencia a que si el órgano jurisdiccional al analizar los
hechos delictivos que expone el Ministerio Público en sus “conclusiones”, se percata
que existe un concurso real de delitos, debe aplicar las penas correspondientes con
base en dicho concurso, ello independientemente de que el órgano acusador haga
o no expresa referencia en sus “conclusiones” a la aplicación de dicha regla no es
adecuado.

Se advierte que el citado criterio en principio se refiere al sistema


tradicional, primero porque el mismo fue emitido en el año de dos mil cinco, cuando
todavía no se publicaban las reformas a la Constitución Política de nuestro país
respecto al sistema acusatorio y además, porque como se observa de la redacción
de la mencionada Tesis, se menciona a las “conclusiones” del Ministerio Público, lo
que acontecía en el sistema tradicional, siendo que ahora, con las tres etapas del
procedimiento (investigación, intermedia y de juicio) no se habla de conclusiones,
sino de la acusación que justamente abre la etapa intermedia.

Por tanto, considerando la naturaleza del procedimiento abreviado que


necesariamente requiere de un acuerdo entre la partes, si el Ministerio Público
ofrece una sanción reducida, incluso sin considerar las reglas del concurso, deberá
respetarse por el Juez de la causa, atendiendo a que dicha sanción le beneficia,

121
siempre y cuando, como se ha dicho, se ajuste tal propuesta a las reglas
establecidas en el artículo 202 del CNPP.

Varios coimputados

¿Qué sucede si un proceso se instruye en contra de varios imputados, (3 o 4) y sólo


uno de ellos decide tramitar el procedimiento abreviado? ¿podría aperturarse esta
forma anticipada de terminación del proceso única y exclusivamente por uno de los
imputados? ¿qué sucedería con los otros sujetos que de igual manera se
encuentran sujetos a proceso?.

Estas interrogantes las resuelve el artículo 207 del CNPP, pues el


mismo es puntual en señalar:

“La existencia de varios coimputados no impide la aplicación de estas reglas en


forma individual”

Es decir, que nada impide que sólo uno de los imputados puede
acogerse al procedimiento abreviado, mientras que las otras dos personas sigan el
curso normal del proceso y lleguen a juicio, si es que no tramitan tampoco alguna
otra salida alterna.

Desde luego que en el auto de apertura a juicio nada se indicará


respecto del imputado que decidió sujetarse a un abreviado, incluso en la redacción
del auto de apertura solamente debe señalarse el nombre de los dos acusados que
decidieron ir a juicio sin siquiera mencionar la palabra “y otro” como se estila, porque
ello podría influir en el ánimo del Tribunal al emitir el fallo definitivo.

Incluso el segundo párrafo del artículo 203 del CNPP es puntual en


señalar:

“…Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el Juez de control, se tendrá por no formulada
la acusación oral que hubiere realizado el Ministerio Público, lo mismo que las modificaciones que,
en su caso, hubiera realizado a su respectivo escrito y se continuará de acuerdo con las
disposiciones previstas para el procedimiento ordinario. Asimismo, el Juez de control ordenará que

122
todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de la solicitud de
procedimiento abreviado sean eliminados del registro…”.

Aunque el planteamiento que se realiza es en el supuesto de una


persona que decide no aceptar el ofrecimiento de la fiscalía del abreviado, y el citado
numeral precisa la hipótesis cuando el Juez de control no lo admita, la disposición
también es aplicable al caso que nos planteamos, porque el espíritu del legislador
es justamente que debe ordenarse por el órgano jurisdiccional que todos los
antecedentes relativos al planteamiento del abreviado sean eliminados del registro,
siendo que, en la premisa que se señala sí existió un planteamiento y discusión
respecto del ofrecimiento del Agente del Ministerio Público sobre la terminación
anticipada y, en el caso que nos ocupa dos de los imputados no aceptaron su
tramitación, y es por ello que debe eliminarse de los antecedentes ese
planteamiento y discusión en el auto de apertura a juicio.

El Agente del Ministerio Público al exponer sus alegatos de apertura,


de igual manera tiene prohibido señalar que un tercer sujeto estuvo procesado y
decidió sujetarse al procedimiento abreviado, pues, podría influir en el ánimo del
Tribunal respecto de las otras dos personas que sí decidieron acudir a juicio, incluso
estimo que ello debería ser penado, porque el avisar al Tribunal que hubo otro
imputado que accedió al abreviado, o que se había celebrado un acuerdo
reparatorio y no se cumplió o alguna suspensión condicional del proceso, ello
evidentemente influye en el ánimo del Tribunal y la decisión puede que no sea la
más justa.

Sentencia

El primer párrafo del artículo 206 CNPP señala que concluido el debate, el Juez de
control emitirá su fallo en la misma audiencia.

Ello nos lleva a considerar que se materializa a rajatabla lo abreviado


del procedimiento, pues, en la misma audiencia se solicita el procedimiento
abreviado, si no existe oposición fundada de la víctima y existe el consentimiento

123
del imputado, el Juez de control puede dar trámite al mismo, siempre y cuando
estime que se encuentran reunidos los requisitos a que hace referencia el artículo
201 de la citada normatividad, pero es en la misma audiencia que debe emitir el fallo
(condenatorio) como ya hemos explicado.

Es factible emitir el fallo correspondiente en la misma audiencia,


justamente porque el dictado de la misma no es igual a la que se emite en un juicio
ordinario.

Como ya sabemos, en un procedimiento ordinario, el proceso llega


hasta la etapa de juicio, donde existe el desfile probatorio de aquellos elementos
ofrecidos por las partes, incluso se otorga la posibilidad al Tribunal de que en un
máximo de veinticuatro horas se emita el fallo (condenatorio o absolutorio)
precisamente porque debe valorar las pruebas, lo que no acontece en el
procedimiento abreviado, ya que al no existir desfile probatorio, al establecer el Juez
de control que se actualizan todos los requisitos del artículo 201 CNPP y que no
existen inconsistencia o incongruencias en los planteamientos del Ministerio Púbico,
sabe que emitirá una sentencia condenatoria que ya ha avisado al acusado y por
eso acepta el trámite de un abreviado.

En ese tenor, el dictado de la sentencia se vuelve más ágil, incluso se


puede realizar de manera verbal en ese momento como de hecho lo hago en la
práctica, ello porque los Tribunales Federales ya han señalado que no es necesario
realizar el análisis del delito y de la plena responsabilidad, precisamente porque
existe un acuerdo entre las partes de terminar anticipadamente el proceso, donde
la víctima espera recibir la reparación del daño y el acusado la reducción de la pena.

Sirve de apoyo a lo anterior la tesis emitida por el Primer Tribunal


Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito, bajo el número de tesis XXVIII.1º.1P, que
puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, t. III, mayo de 2019, p. 2716, de rubro.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. EN EL AMPARO DIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA


SENTENCIA DICTADA DENTRO DE ESA FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL
PROCESO PENAL ACUSATORIO, NO PUEDE SER MATERIA DE ESTUDIO LA
CONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTÍCULOS QUE PREVÉN LA FORMA DE

124
PARTICIPACIÓN DEL ACUSADO EN LA EJECUCIÓN DEL DELITO IMPUTADO Y LAS
SANCIONES RESPECTIVAS.

De la jurisprudencia 1a./J. 34/2018 (10a.), de título y subtítulo:


"PROCEDIMIENTO ABREVIADO. CUESTIONES QUE PUEDEN SER REVISABLES EN LA
APELACIÓN INTERPUESTA EN CONTRA DE LA SENTENCIA DEFINITIVA DERIVADA DE
AQUÉL." y de la ejecutoria que recayó a la contradicción de tesis 56/2016 que le dio origen,
de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se advierte que en el
procedimiento abreviado previsto en el artículo 20, apartado A, fracción VII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no se someten a debate la
acreditación del delito ni la responsabilidad del acusado en su comisión, debido a la
aceptación de éste a ser juzgado con base en los medios de convicción que sustentan la
acusación, lo que tampoco puede ser materia de estudio en el recurso de apelación que, en
su caso, se interponga contra la sentencia dictada conforme a esta forma de terminación
anticipada del proceso. En este sentido, cuando en el amparo directo los conceptos de
violación combaten la inconstitucionalidad de los artículos 9, párrafo segundo, inciso d), y 10
de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de
Hidrocarburos, que en esencia prevén la forma de participación del acusado en la ejecución
del delito y las sanciones respectivas, ello no puede ser materia de análisis en sede
constitucional, porque la resolución impugnada deriva de una forma anticipada de
terminación del procedimiento, en específico, la forma abreviada, en la que han dejado de
ser materia de debate, la acreditación del delito, la responsabilidad penal, así como las
sanciones que prevé el tipo penal.

Con base en lo anterior, resulta evidente que no debe emitirse una


sentencia analizando pormenorizadamente la conducta, tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad, precisamente porque tales elementos constituyen el delito, el cuál ya
se tuvo por acreditado.

Ello nos da la posibilidad de emitir el fallo en la misma audiencia, ya


que en la práctica se realiza una análisis de los datos de prueba expuestos por el
Agente del Ministerio Público que relacionados con la aceptación de los hechos que
realiza el imputado, se valora si son suficientes para acreditar tanto el delito que se
le atribuye y la plena responsabilidad y así se indica de manera verbal, pues, en la
exposición de la Fiscalía, se ha hecho una análisis por parte del Juez de control de
los datos de prueba ponderando si los mismos acreditan una conducta, típica,
antijurídica y culpable, para luego determinar si esos mismos datos de prueba son
suficientes para acreditar le planea responsabilidad del imputado en su comisión.

Es decir, al emitir la sentencia que se realiza de manera verbal, sólo


se hace mención que se ha acreditado el delito y la plena responsabilidad del

125
acusado, imponiendo las penas acordadas, siempre y cuando se ajusten a los
dispuesto en el artículo 202 CNPP, se condena a la reparación del daño de
conformidad con lo pactado y se hace un pronunciamiento en relación a los
beneficios de sustitución de la pena de prisión.

Siendo el dictado de la sentencia (condenatoria) de manera verbal,


resulta evidente que en ese momento se explica y las partes así lo refieren,
señalando que ya no es necesario que se explique el fallo.

Finalmente se realiza una minuta en la que se asienta la constancia


de que el proceso se resolvió a través de un procedimiento abreviado, conforme lo
dispone el artículo 67 CNPP, empero no se transcribe la resolución, porque dicho
ordenamiento legal no lo exige.

Aclaración de Sentencia

El artículo 69 CNPP establece la posibilidad de que pueda aclararse la sentencia,


mencionando:

“En cualquier momento, el Órgano jurisdiccional, de oficio o a petición de parte, podrá aclarar los
términos oscuros, ambiguos o contradictorios en que estén emitidas las resoluciones judiciales,
siempre que tales aclaraciones no impliquen una modificación o alteración del sentido de la
resolución.

En la misma audiencia, después de dictada la resolución y hasta dentro de los tres días posteriores
a la notificación, las partes podrán solicitar su aclaración, la cual, si procede, deberá efectuarse
dentro de las veinticuatro horas siguientes. La solicitud suspenderá el término para interponer los
recursos que procedan”.

Aún y cuando se haya dictado una sentencia definitiva originado por el


acuerdo entre las partes, ello no implica que no exista contradicciones en su dictado
y lo acordado por las partes, lo cual, de acuerdo al segundo párrafo del citado
numeral deberá hacerse en la misma audiencia, después de dictada la resolución.

126
Me refiero al caso, por ejemplo, de que exista un error al hacer la
cuantificación de la multa por ejemplo, al momento de que el Juzgador emitiera el
fallo condenatorio, estableciera cierta cantidad de dinero en los considerandos y en
los resolutivos se estableciera otra diversa.

A pesar de que el capítulo relativo al procedimiento abreviado no


establece la aclaración de sentencia, lo cierto es que el diverso numeral 183 en su
segundo párrafo, menciona:

“En todo lo no previsto en este Título, y siempre que no se opongan al mismo, se aplicarán las reglas
del proceso ordinario”.

Ello es el fundamento que autoriza a las partes o al Juez de oficio a


hacer uso del artículo 63 del CNPP y hacer la aclaración de la sentencia emitida.

Apelación en el Procedimiento Abreviado

En relación al tema de las impugnaciones, resulta evidente que las partes pueden
interponer el recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva si es que no
se encuentran conformes con ella.

Respecto a la víctima, el artículo 20 Constitucional, apartado C


fracción VII, le otorga ese derecho, pues, refiere:

Artículo 20. El Proceso Penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

C. De los derechos de la víctima o del ofendido:

VII Impugnar ante autoridad judicial las omisiones del Ministerio Público en la investigación de los
delitos, así como las resoluciones de reserva, no ejercicio, desestimiento de la acción penal o
suspensión del procedimiento cuando no esté satisfecha la reparación del daño.

127
Además, el artículo 109 del CNPP le otorga esa facultad, pues, el
mismo señala:

Artículo 109. Derechos de la víctima u ofendido En los procedimientos previstos en este Código, la
víctima u ofendido tendrán los siguientes derechos:…

XXI. A impugnar por sí o por medio de su representante, las omisiones o negligencia que cometa
el Ministerio Público en el desempeño de sus funciones de investigación, en los términos previstos
en este Código y en las demás disposiciones legales aplicables”;

Asimismo, el numeral 459, es otro de los fundamentos donde se


sustenta el derecho a impugnar de la víctima:

“Artículo 459. Recurso de la víctima u ofendido

La víctima u ofendido, aunque no se haya constituido como coadyuvante, podrá impugnar por sí o
a través del Ministerio Público, las siguientes resoluciones:

I. Las que versen sobre la reparación del daño causado por el delito, cuando estime que
hubiere resultado perjudicado por la misma;
II. Las que pongan fin al proceso, y III. Las que se produzcan en la audiencia de juicio, sólo
si en este último caso hubiere participado en ella.
III. Las que se produzcan en la audiencia de juicio, sólo si en este último caso hubiere
participado en ella…”

Por lo que hace al imputado, se establece su facultad, en el artículo


456 del CNPP, mismo que indica:

“Artículo 456. Reglas generales

Las resoluciones judiciales podrán ser recurridas sólo por los medios y en los casos expresamente
establecidos en este Código.

Para efectos de su impugnación, se entenderán como resoluciones judiciales, las emitidas oralmente
o por escrito.

128
El derecho de recurrir corresponderá tan sólo a quien le sea expresamente otorgado y pueda resultar
afectado por la resolución…”

“Artículo 458. Agravio

Las partes sólo podrán impugnar las decisiones judiciales que pudieran causarles agravio, siempre
que no hayan contribuido a provocarlo…”

Aunado a lo anterior, el artículo 467 del Código Nacional de Procedimientos


Penales establece en la parte que interesa:

“Serán apelables las siguientes resoluciones emitidas por el Juez de control:…

IX La negativa de abrir el procedimiento abreviado;

X La sentencia definitiva dictada en el procedimiento abreviado…”

Se concluye que aún y cuando la sentencia que se emita en un


procedimiento abreviado, según hemos dicho debe ser condenatoria, y que la
misma tiene como sustento el acuerdo de las partes, en la que el imputado acepta
su responsabilidad en la comisión del hecho que se le atribuye para efecto de que
el Ministerio Público solicite una pena menor, aún en ese supuesto se puede
interponer un recurso de apelación ya sea por parte de la víctima u ofendido,
directamente o a través de su asesor jurídico, por el Agente del Ministerio Público y
desde luego por el imputado y su defensor.

Analicemos, el supuesto en que la Fiscalía, solicite la tramitación del


procedimiento abreviado y el Juez de control considere que no se reúnen los
supuestos del artículo 201 del CNPP, considerando que la oposición de la víctima
es fundada, en tanto no se garantiza la reparación del daño, o en caso de que estime
que la exposición del Ministerio Público es incongruente, en este supuesto y
conforme a la fracción IX del citado artículo 467, el imputado puede impugnar la
decisión del Juez de Control de no abrir el procedimiento abreviado.

129
Otro supuesto en que el sentenciado en un procedimiento abreviado
podría impugnar tal resolución definitiva sería el caso en que aún y cuando el órgano
jurisdiccional impusiera la pena solicitada por el Ministerio Público y se le condenara
al pago de la reparación del daño en los términos pactados, no se le concediera
ninguno de los beneficios de sustitución de la pena de prisión, desde luego, el
análisis del Tribunal de alzada radicará en estudiar si es factible o no que se le
concedan tales beneficios, empero ya no se abordará el análisis del delito y la
responsabilidad del acusado en virtud de que ello es un tema que no está sujeto a
debate, debido al acuerdo al que han llegado las partes.

¿En qué caso la víctima u ofendido podría impugnar una sentencia


definitiva dictada en un procedimiento abreviado? En el mismo supuesto en que
considere que no se ha garantizado la reparación del daño.

Me explico, puede acontecer que el Juez de control considere que sí


se ha garantizado la reparación del daño en la propuesta que ha hecho la defensa
y con base en ello se dicte una sentencia definitiva, no obstante, el afectado, insista
en que no se encuentra debidamente garantizada la reparación del daño, y con base
en ello es que puede recurrir la resolución definitiva y podrá entonces el tribunal de
apelación revocar esa sentencia en términos de lo que dispone el artículo 483 del
CNPP mismo que indica:

“Artículo 483. Causas para modificar o revocar la sentencia

Será causa de nulidad de la sentencia la transgresión a una norma de fondo que


implique una violación a un derecho fundamental.

En estos casos, el Tribunal de alzada modificará o revocará la sentencia…”.

En el supuesto que se plantea, se estima que se ha violentado un


derecho fundamental, que no necesariamente surge de la fracción II del artículo 201
del CNPP, el que indica que debe garantizarse la reparación, sino que esto permea
desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que
establece como objeto del proceso, pues, refiere:

130
“Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

A. De los principios generales: I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos,
proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune y que los daños causados por el
delito se reparen;…”

Como ya se ha mencionado, el artículo 109 del CNPP establece como


derecho de la víctima u ofendido que se le repare el daño, según lo establecen las
siguientes fracciones, del numeral en comento:

“…XXIV. A que se le garantice la reparación del daño durante el procedimiento en cualquiera de las
formas previstas en este Código;

XXV. A que se le repare el daño causado por la comisión del delito, pudiendo solicitarlo directamente
al Órgano jurisdiccional, sin perjuicio de que el Ministerio Público lo solicite;…”

Es por ello que se considera que la víctima u ofendido ya sea


directamente o a través de su Asesor jurídico podría impugnar esa sentencia aún y
cuando fuere condenatoria, por la sencilla razón de que no es acorde a sus
intereses, al no garantizarse debidamente la reparación del daño.

Sin embargo, como ya se ha indicado, no podría impugnar la víctima


u ofendido la pena impuesta, porque eso fue materia de un acuerdo en el que debe
existir certeza para el imputado.

Así, se ha determinado por la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación al emitir la Tesis: 1ª.IV/2020, que puede ser consultada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. I, enero de 2020,
p. 653, de rubro.

PENA IMPUESTA EN EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA VÍCTIMA U OFENDIDO


DEL DELITO NO PUEDE IMPUGNAR SU PROPORCIONALIDAD EN AMPARO DIRECTO.

Conforme al apartado C, del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, las víctimas u ofendidos del delito, gozan de diversos derechos fundamentales,
entre los que destacan el de acceso a la justicia en calidad de parte procesal, que los faculta
para exigir el derecho a conocer la verdad, a solicitar que el delito no quede impune, que se
sancione al culpable; así como a la reparación del daño, que los legitima a impugnar las
resoluciones judiciales respecto de la acreditación del delito, la demostración de la plena

131
responsabilidad penal del imputado y la individualización de las sanciones. Sin embargo,
entre esos derechos, no se encuentra alguno que les permita impugnar, en abstracto, una
pena impuesta en un procedimiento abreviado. Por tanto, en el amparo directo, no podrán
controvertir la proporcionalidad de la pena decretada en una sentencia definitiva emitida en
ese tipo de procedimiento, pues no les causa una afectación personal y directa a sus
derechos constitucionalmente reconocidos; de otra manera, se trastocaría la naturaleza y
lógica que sustenta la existencia de esa forma de terminación anticipada del proceso penal;
ya que no existiría firmeza en lo acordado con el imputado respecto a la aceptación de su
participación en el delito, a partir de los datos de prueba recabados durante la investigación.
Lo que es congruente con los artículos 204 y 206 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, que respectivamente establecen, que la víctima u ofendido del delito sólo podrá
oponerse al trámite del procedimiento abreviado, cuando no esté debidamente garantizada
la reparación del daño; y que no podrá imponerse una pena distinta o de mayor alcance a la
que solicitó el Ministerio Público y que aceptó el imputado. De lo que tampoco deriva para
aquéllos, la posibilidad de inconformarse con la proporción de la pena que se imponga en la
correspondiente sentencia.

Sin que pase inadvertido, el diverso criterio que había emitido el


Tribunal Colegido en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Segundo
Circuito, al emitir la Tesis: XXII.P.A.44P, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. III, noviembre de 2018, p. 2165, de rubro.

APELACIÓN EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO. LA VÍCTIMA U OFENDIDO QUE


INTERPONE ESE RECURSO CONTRA LA SENTENCIA EMITIDA EN EL
PROCEDIMIENTO ABREVIADO, ESTÁ LEGITIMADO PARA CUESTIONAR EL RANGO
PUNITIVO APLICABLE, POR INEXACTO ENCUADRAMIENTO DEL HECHO QUE LA LEY
SEÑALA COMO DELITO MATERIA DE LA IMPUTACIÓN O POR INDEBIDA VARIACIÓN
DEL HECHO DELICTIVO.

De conformidad con los artículos 1o., 14, 20, apartados A, fracción I y C, fracciones IV y VII,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con el artículo 25,
numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la reparación del daño
es un derecho fundamental de rango constitucional de las víctimas y ofendidos por la
comisión de un hecho definido como delito que sanciona la ley penal, cuyo contenido no se
agota en el rubro pecuniario por los daños y perjuicios ocasionados, sino que también abarca
el derecho a que la sanción impuesta a los responsables del daño sea adecuada y
proporcional a la gravedad y magnitud del hecho punible cometido, o de la violación de
derechos humanos, según las circunstancias del caso. En este sentido, la víctima u ofendido
del delito que interpone el recurso de apelación contra la sentencia emitida en el
procedimiento abreviado, está legitimado para cuestionar el rango punitivo aplicable, por
inexacto encuadramiento del hecho que la ley señala como delito materia de la imputación
o por indebida variación del hecho delictivo, pues para que se satisfaga el objetivo
constitucional de procurar que el culpable no quede impune, no basta la imposición de
cualquier pena, sino de aquella que se encuentre dentro del exacto rango punitivo legalmente
aplicable, según la gravedad del hecho delictivo impugnado y necesariamente admitido
cuando el reo responsable pretende beneficiarse de la reducción punitiva inherente a esta
forma de terminación anticipada del proceso.

132
A pesar de que el Tribunal Colegiado estimó que la víctima sí puede
impugnar la sentencia de procedimiento abreviado respecto del rango punitivo, en
virtud de que, sustentó que no basta la imposición de cualquier pena, sino de aquella
que se encuentre dentro del exacto rango punitivo que sea legalmente aplicable,
esto, en el año dos mil dieciocho, como ya se analizó, la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en un criterio más reciente ha considerado que no
lo puede hacer porque a pesar de que tiene derecho a impugnar, entre esos
derechos, no se encuentra alguno que le permita impugnar, en abstracto, la pena
impuesta.

El Agente del Ministerio Público también podría impugnar una


sentencia definitiva, como en la práctica lo hace, en la hipótesis de que habiendo
solicitado una pena, el Juez de control la reduce en virtud de que no se ajusta a los
parámetros a que hace referencia el artículo 202 del CNPP, con la salvedad de que
ya hemos explicado, siendo un derecho del imputado el obtener una pena menor a
la mínima, difícilmente se podría modificar esa sentencia, no obstante, es un
supuesto que en la práctica acontece.

Lo anterior nos lleva a esclarecer cuál es el espíritu del legislador al


otorgar la posibilidad de impugnar una sentencia definitiva en el procedimiento
abreviado y que, la misma deberá ser interpuesta dentro de los cinco días siguientes
a que surta efectos la notificación de la sentencia definitiva, de acuerdo a lo que
dispone el artículo 471 del multicitado CNPP, que en la parte que interesa,
menciona:

“Artículo 471. Trámite de la apelación

El recurso de apelación contra las resoluciones del Juez de control se interpondrá por escrito ante el
mismo Juez que dictó la resolución, dentro de los tres días contados a partir de aquel en el que surta
efectos la notificación si se tratare de auto o cualquier otra providencia y de cinco días si se tratare
de sentencia definitiva…”

133
Podemos concluir que el recurso de apelación debe interponerse de
manera excepcional, pues al existir un acuerdo entre las partes, debe prevalecer su
voluntad y solamente en las hipótesis señaladas podría interponerse.

Sustitutivos de la pena de prisión

Resulta lógico pensar que en la negociación que realiza la defensa con el Agente
del Ministerio Público, aquella siempre está buscando obtener, además de la
disminución de la pena de prisión, que la misma sea suficiente para que su cliente
alcance desde luego la sustitución de la pena de prisión y pueda quedar en libertad.

Sin embargo, existen delitos que por la punibilidad establecida en los


diferentes códigos penales de las entidades federativas, difícilmente podrían
alcanzar una sustitución de la pena de prisión.

En efecto, delitos como el homicidio, secuestro, violación, trata de


personas, son sancionados con penas tan altas que difícilmente se podría negociar
una pena menor a 5 años, lo que en muchos códigos es necesario para alcanzar un
beneficio sustitutivo de la pena de prisión, aunado a que la Ley Nacional de
Ejecución Penal prohíbe cualquier beneficio para los delitos de Secuestro y Trata
de Personas.

Partimos de la idea de que la defensa debe ser muy hábil para


negociar una pena que no exceda de cinco años y entonces su cliente pueda
obtener la sustitución de la misma, por alguno de los beneficios que prevean las
leyes locales.

Ello es así, en virtud de que, son los Códigos Penales de cada uno de
los Estados, los que contemplan los sustitutivos de la pena de prisión.

Los beneficios que se establecen son, entre otros: multa, trabajo en


favor de la comunidad, tratamiento en libertad o tratamiento en semilibertad,
además de la condena condicional.

134
Ya se han pronunciado los Tribunales federales en el sentido de que
los sustitutivos de la pena de prisión no son derechos y, por tanto, si de acuerdo a
la pena impuesta, se ajusta al parámetro establecido para cada uno de esos
sustitutivos, le corresponde al juzgador establecer si se conceden o no.

Los sustitutivos no son negociables

Los sustitutivos de la pena de prisión, no están sujetos a negociación entre las


partes.

Ya hemos dicho que la naturaleza del procedimiento abreviado es


justamente negociar las penas a cambio de aceptar la responsabilidad en la
comisión de los hechos por los cuáles realiza la acusación el Agente del Ministerio
Público. No obstante, a pesar de que se pueda negociar la sanción, ello no implica
que también se pueda negociar la posibilidad de otorgar la sustitución de la pena de
prisión.

Ello es así, porque si la ley establece límites para conceder el beneficio


de la sustitución de la pena de prisión, entonces no está sujeto a la voluntad de las
partes.

En la práctica se ha presentado el caso de que las partes negocian las


penas y desde luego la reparación del daño a la víctima, pero la Fiscalía no se opone
a la sustitución de la pena de prisión y en algunos otros casos incluso solicita que
se le concedan esos beneficios.

Sin embargo, se reitera, los sustitutivos de la pena de prisión no están


sujetos a negociación en tanto que es potestad exclusiva del juzgador otorgarlos o
no, lo cuál se resuelve sobre otros parámetros, desde luego, sobre los que están
marcados en la ley, por tanto, a pesar de que el Agente del Ministerio Público incluso
no se opusiera a la concesión de los mismos, ello no obliga al órgano jurisdiccional
a concederlos, por disposición de la ley.

135
Así se ha pronunciado el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito, al emitir la Tesis: I.6º.P.141 P, Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación, Décima Época, t. III, julio de 2019, p. 2161, de rubro.

SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN Y SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA


EJECUCIÓN DE LA PENA. SU OTORGAMIENTO EN EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO,
PREVISTO EN EL ARTÍCULO 201 DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES, CONSTITUYE UNA FACULTAD DISCRECIONAL DEL ÓRGANO
JURISDICCIONAL QUE NO ESTÁ SUPEDITADA AL CONVENIO AL QUE HAYAN
LLEGADO LAS PARTES (LEGISLACIÓN APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO).

Si se trata de los beneficios de la sustitución de la pena de prisión o de la suspensión


condicional de la ejecución de la pena previstos, respectivamente, en los artículos 86 y 89
del Código Penal para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México, dentro
del procedimiento abreviado establecido en el artículo 201 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, el Juez de control tiene la facultad de concederlos o no,
independientemente del convenio al que hayan llegado las partes, ya que dichos beneficios
no constituyen un derecho fundamental adquirido por el sentenciado, sino que éste debe
cumplir los parámetros que condicionen su otorgamiento, esto es, satisfacerlos con los
medios probatorios idóneos para tal efecto. Por tanto, la no oposición del Ministerio Público
para la concesión de los beneficios citados, derivado del convenio entre las partes, no es
motivo suficiente para que el Juez de control decida, en todos los casos, favorablemente su
concesión, ya que ésta constituye una facultad discrecional del juzgador cuyo ejercicio debe
cumplirlo con una adecuada fundamentación y motivación, con base en el material probatorio
que para tal efecto aporten las partes y las argumentaciones que expresen a favor o en
contra de su concesión.

En otras palabras, no podría aceptarse la posibilidad de que el


defensor solicitara la sustitución de la pena de prisión en favor del acusado aunque
las legislaciones de las entidades federativas lo prohibieran y que el Ministerio
Público no se opusiera, en tanto que, como se ha señalado, el abreviado no es un
proceso a la carta, máxime que la facultad de conceder o no los sustitutivos de la
pena de prisión es exclusiva del Juez de Control por disposición de la ley.

136
Impedimento de invocar el intento de un procedimiento abreviado

Importante mencionar que, en caso de que un asunto llegue a la etapa de juicio, el


agente del Ministerio Público no debe hacer mención que se intentó llegar a un
procedimiento abreviado en las etapas preliminares, como tampoco podría hacerlo
respecto de un acuerdo reparatorio o alguna suspensión condicional del proceso,
pues, ello necesariamente influiría en el ánimo del Tribunal de Enjuiciamiento,
además de que existe prohibición expresa en el CNPP.

El segundo párrafo del artículo 203 del CNPP menciona:

“…

Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el Juez de control, se tendrá por no formulada
la acusación oral que hubiere realizado el Ministerio Público, lo mismo que las modificaciones que,
en su caso, hubiera realizado a su respectivo escrito y se continuará de acuerdo con las
disposiciones previstas para el procedimiento ordinario. Asimismo, el Juez de control ordenará que
todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de la solicitud de
procedimiento abreviado sean eliminados del registro…”

Tal disposición tiene sustento en la necesidad de que el Tribunal de


Enjuiciamiento no esté influenciado, con ningún tipo de información, pues el que el
Agente del Ministerio Público mencione en la audiencia de juicio que existió la
intención de llegar a un procedimiento abreviado, necesariamente puede afectar el
proceso y el sentido del fallo, incluso afectando el principio de juez no prevenido
pues esa clase de información podría convencer al Tribunal de Enjuiciamiento de la
participación del acusado en la comisión del ilícito por el cual se le acusa, cuando
tal vez en una mala defensa, el acusado fue asesorada para negociar el abreviado
aunque no hubiese participado en el ilícito que se le atribuye, sólo con el objeto de
solicitar los sustitutivos de la pena de prisión para que quedara en libertad, sin
importarle los antecedentes penales que se registrarían por la sentencia
condenatoria.

137
Lectura o explicación de la sentencia

El planteamiento que se realiza en este rubro es justamente si es necesario leer a


cabalidad la sentencia o basta con el hecho de explicarla, a las partes.

Para dar contestación a ésta interrogante, el artículo 206 del CNPP


señala que una vez que el Juez de control emita el fallo correspondiente, debe darse
lectura y además explicación de la sentencia dentro del plazo de cuarenta y ocho
horas.

“Artículo 206. Sentencia

Concluido el debate, el Juez de control emitirá su fallo en la misma audiencia, para lo cual deberá
dar lectura y explicación pública a la sentencia, dentro del plazo de cuarenta y ocho horas,
explicando de forma concisa los fundamentos y motivos que tomó en consideración…”

Analizando la disposición del artículo 17 Constitucional en su sexto


párrafo, observamos que la intención fue otra, pues, apunta:

“…Las sentencias que pongan fin a los procedimientos orales deberán ser explicadas en audiencia
pública previa citación de las partes…”.

La garantía de una persona que se encuentra sujeta a proceso, incluso


para la que no lo está, como es la víctima u ofendido, así como el público que se
encuentra presente en la audiencia, es que se le explique la sentencia y no que se
lea.

Ello se afirma en tanto que, la mayoría de las personas que acuden a


la audiencia, tanto imputado, víctima u ofendido, o público en general no son
expertos en la materia, y, es por ello que el Constituyente ha puntualizado que se
explique, es decir, que no se utilice un vocabulario técnico para que las partes
puedan comprender porqué el órgano jurisdiccional dictó una resolución en uno o
en otro sentido.

138
De hecho, al momento de que se dicta una sentencia en un
procedimiento abreviado, se hace en la misma audiencia y el Juez de Control hace
referencia a los argumentos por los cuáles está emitiendo el fallo condenatorio, de
tal suerte, que es práctica común que las partes decidan que ya no se explique la
sentencia.

Otro argumento para sostener que solamente debe explicarse la


sentencia y no dar lectura es el artículo 3 del CNPP que establece el glosario del
citado ordenamiento legal, mismo que refiere:

“Artículo 3o. Glosario Para los efectos de este Código, según corresponda, se entenderá por:...

XV. Tribunal de enjuiciamiento: El Órgano jurisdiccional del fuero federal o del fuero común integrado
por uno o tres juzgadores, que interviene después del auto de apertura a juicio oral, hasta el dictado
y explicación de sentencia,…”

Asimismo, el artículo 9 del citado ordenamiento legal, al explicar el


principio de inmediación, indica de igual forma que las sentencias deben ser
explicadas:

“Artículo 9o. Principio de inmediación

Toda audiencia se desarrollará íntegramente en presencia del Órgano jurisdiccional, así como de las
partes que deban de intervenir en la misma, con las excepciones previstas en este Código. En ningún
caso, el Órgano jurisdiccional podrá delegar en persona alguna la admisión, el desahogo o la
valoración de las pruebas, ni la emisión y explicación de la sentencia respectiva”.

El último párrafo del artículo 404 CNPP también señala, que las
sentencias que se dicten en un procedimiento ordinario, deben ser explicadas.

139
“…La sentencia producirá sus efectos desde el momento de su explicación y no desde su
formulación escrita”.

El numeral 411 CNPP es puntual en señalar que las sentencias ya sea


de absolución o de condena, deben ser explicadas:

“Artículo 411. Emisión y exposición de las sentencias

El Tribunal de enjuiciamiento deberá explicar toda sentencia de absolución o condena”.

Sin que pase inadvertido que, existen otros dispositivos del propio
CNPP que establecen que las sentencias deben ser leídas y explicadas como el
último párrafo del artículo 401:

“…El Tribunal de enjuiciamiento dará lectura y explicará la sentencia en audiencia pública. En caso
de que en la fecha y hora fijadas para la celebración de dicha audiencia no asistiere persona alguna,
se dispensará de la lectura y la explicación y se tendrá por notificadas a todas las partes”.

Sin embargo, como ya se ha mencionado, la disposición tanto del


artículo 206 (procedimiento abreviado) como del 401, en el que se indica que la
sentencia debe ser leída y explicada, en principio no riñe con lo que disponen los
diversos numerales, en los que se establece la sola explicación, lo que se agrega
en el artículo 206 y 401 es que también se lea, lo que sí riñe con la finalidad de
hacerle del conocimiento de la sentencia a las partes, pues, lo que el constituyente
señaló es que quede claro porqué se dictó una sentencia en determinado sentido,
(condenatorio o absolutorio) pues, dichos numerales también se refieren al
procedimiento ordinario, lo que únicamente se logra con la explicación y no con la
lectura, pues, ello a nada práctico conduciría, en tanto que difícilmente podrían
comprender el significado de lo que es una conducta, ya sea de acción u omisión,
las causas de ausencia de conducta, la tipicidad, causas de atipicidad, qué es la

140
antijuridicidad, las causas de justificación, porqué se acreditó la culpabilidad y no
una causa de inimputabilidad.

Además, al examinar los referidos numerales 206 y 401 CNPP nos


percatamos que ninguna consecuencia jurídica podría recaer cuando no se lea la
sentencia, se debe atender a la naturaleza del abreviado y sobre todo que el
derecho otorgado a las partes es precisamente el que se explique porqué el
juzgador dictó una sentencia en tal o cual sentido, aunque en el abreviado siempre
sea condenatoria, lo que será más claro para todos los que intervienen y se
encuentran presentes en una audiencia.

Reconocimiento de Inocencia

El Título XIII del CNPP regula, entre otras cosas el reconocimiento de inocencia del
sentenciado, estableciendo el artículo 485:

“Artículo 485. Causas de extinción de la acción penal.

III. Reconocimiento de inocencia del sentenciado o anulación de la sentencia;”

El planteamiento que se realiza es establecer si al dictarse sentencia


en un procedimiento abreviado, pudiera proceder el reconocimiento de inocencia.

Para contestar tal cuestionamiento debemos atender a lo que


disponen los artículos 486, 488 y 489 del CNPP.

Artículo 486. Reconocimiento de inocencia

Procederá cuando después de dictada la sentencia aparezcan pruebas de las que se desprenda, en
forma plena, que no existió el delito por el que se dictó la condena o que, existiendo éste, el

141
sentenciado no participó en su comisión, o bien cuando se desacrediten formalmente, en sentencia
irrevocable, las pruebas en las que se fundó la condena.

Artículo 488. Solicitud de declaración de inocencia o anulación de la sentencia

El sentenciado que se crea con derecho a obtener el reconocimiento de su inocencia o la anulación


de la sentencia por concurrir alguna de las causas señaladas en los artículos anteriores, acudirá al
Tribunal de alzada que fuere competente para conocer del recurso de apelación; le expondrá
detalladamente por escrito la causa en que funda su petición y acompañarán a su solicitud las
pruebas que correspondan u ofrecerá exhibirlas en la audiencia respectiva.

En relación con las pruebas, si el recurrente no tuviere en su poder los documentos que pretenda
presentar, deberá indicar el lugar donde se encuentren y solicitar al Tribunal de alzada que se
recaben.

Al presentar su solicitud, el sentenciado designará a un licenciado en Derecho o abogado con cédula


profesional como Defensor en este procedimiento, conforme a las disposiciones conducentes de
este Código; si no lo hace, el Tribunal de alzada le nombrará un Defensor público.

Artículo 489. Trámite

Recibida la solicitud, el Tribunal de alzada que corresponda pedirá inmediatamente los registros del
proceso al juzgado de origen o a la oficina en que se encuentren y, en caso de que el promovente
haya protestado exhibir las pruebas, se le otorgará un plazo no mayor de diez días para su recepción.

Recibidos los registros y, en su caso las pruebas del promovente, el Tribunal de alzada citará al
Ministerio Público, al solicitante y a su Defensor, así como a la víctima u ofendido y a su Asesor
jurídico, a una audiencia que se celebrará dentro de los cinco días siguientes al recibo de los registros
y de las pruebas. En dicha audiencia se desahogarán las pruebas ofrecidas por el promovente y se
escuchará a éste y al Ministerio Público, para que cada uno formule sus alegatos.

Dentro de los cinco días siguientes a la formulación de los alegatos y a la conclusión de la audiencia,
el Tribunal de alzada dictará sentencia. Si se declara fundada la solicitud de reconocimiento de
inocencia o modificación de sentencia, el Tribunal de alzada resolverá anular la sentencia impugnada
y dará aviso al Tribunal de enjuiciamiento que condenó, para que haga la anotación correspondiente
en la sentencia y publicará una síntesis del fallo en los estrados del Tribunal; asimismo, informará
de esta resolución a la autoridad competente encargada de la ejecución penal, para que en su caso
sin más trámite ponga en libertad absoluta al sentenciado y haga cesar todos los efectos de la
sentencia anulada, o bien registre la modificación de la pena comprendida en la nueva sentencia”.

142
El Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito se ha pronunciado
que tal reconocimiento de inocencia no sería factible, al emitir la Tesis: XXIII.11P,
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. III, agosto de
2018, p. 3027, de rubro.

RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA PREVISTO EN EL ARTÍCULO 486 DEL CÓDIGO


NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES. ES IMPROCEDENTE EL INCIDENTE
RELATIVO EN ASUNTOS EN LOS QUE EL IMPUTADO OPTA POR EL
PROCEDIMIENETO ABREVIADO.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a.


XLV/2017 (10a.), de título y subtítulo: "PROCEDIMIENTO ABREVIADO. IMPOSIBILIDAD
DE ANALIZAR LOS TEMAS DE TORTURA E INCOMUNICACIÓN RESPECTO AL ORIGEN
DE LOS DATOS DE PRUEBA EN EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO PROMOVIDO
CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA DERIVADA DE AQUÉL.", definió al procedimiento
abreviado como una terminación anticipada del procedimiento que se basa en la aceptación
del imputado a ser sentenciado de los hechos y medios de convicción que obran en la
carpeta de investigación, para que en el caso de dictar fallo condenatorio, el inculpado se
haga acreedor del beneficio de la reducción de la pena. Por lo que una vez que se ha
consentido el procedimiento abreviado libre, voluntaria e informadamente, es decir, la
aceptación del imputado de su participación en la comisión del delito, soportada en otros
medios de convicción, renunciando al juicio oral, ello excluye la aplicación del principio de
contradicción probatoria reconocido en el artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, porque ya no estará a debate demostrar la comisión del hecho
delictivo ni la culpabilidad del acusado mediante elementos de prueba, sino que las partes
convienen en tener estos presupuestos como hechos probados a partir de los medios de
convicción en que se sustenta la acusación. En este sentido, si en el incidente de
reconocimiento de inocencia, figura de carácter extraordinario y excepcional, para su
procedencia deben aportarse pruebas que lo hagan factible, posteriores a la sentencia, así
como resultar idóneas para mostrar la invalidez en las que originalmente se apoyó la
condena, lo que implica que se revaloricen los elementos de convicción, es inconcuso que,
de estimar procedente el reconocimiento de inocencia en el procedimiento abreviado, se
rompería con el principio de contradicción probatoria que únicamente tiene lugar en el juicio
oral. Así, si se parte de que el Código Nacional de Procedimientos Penales, en su
artículo 486 parte final, dispone que el reconocimiento de inocencia procede cuando se
desacrediten formalmente, en sentencia irrevocable, las pruebas en las que se fundó la
condena, y en el procedimiento abreviado, como ya se dijo, no se ofrecen o producen
pruebas, entonces, es innegable que no se surten los requisitos para la procedencia del
reconocimiento de inocencia, ante un aspecto de carácter técnico insoslayable.

Contrario a lo expuesto por la autoridad federal, estimo que el


reconocimiento de inocencia es una figura efectivamente extraordinaria y desde
luego distinta al recurso de apelación, pues, mientras que en éste lo que se pretende
por parte del recurrente es que se valoren las pruebas que se desahogaron en la
audiencia de juicio para efecto de que se modifique, revoque o se reponga el

143
procedimiento, en el reconocimiento de inocencia, lo que se pretende es que se
valoren nuevos elementos de prueba, los que surgieron para confirmar que no se
cometió el delito o la responsabilidad de la persona, entonces no veo porqué no
pudiera proceder el reconocimiento de inocencia, aún y cuando el imputado haya
aceptado su responsabilidad en la comisión de los hechos que le atribuye el
Ministerio Público, pues, hemos dicho que tal aceptación de los hechos es única y
exclusivamente para dar trámite al procedimiento, sin que ello represente una
confesión de parte del imputado.

En efecto, a pesar de que el Tribunal Colegiado sostiene en la


mencionada tesis que el reconocimiento de inocencia procede cuando se aporten
pruebas que desacrediten formalmente las pruebas en que se fundó la condena,
siendo que, como bien lo indica en el abreviado no se ofrecen ni se producen
pruebas, sin embargo, la autoridad federal no hace una interpretación completa del
artículo 486 del CNPP, pues, inclusive, de la lectura de la mencionada tesis se
precisa que se hace referencia a la parte final del artículo 486, sin que se analice el
texto completo del artículo en comento.

El citado numeral, establece tres supuestos en que procede el


reconocimiento de inocencia después de dictada la sentencia:

1.- cuando aparezcan pruebas de las que se desprenda, en forma plena, que no
existió el delito por el que se dictó la condena o,

2.- Existiendo el delito, se desprenda en forma plena que el sentenciado no participó


en su comisión, o

3.- Cuando se desacrediten formalmente, en sentencia irrevocable, las pruebas en


las que se fundó la condena.

El Tribunal Colegiado sólo está haciendo referencia al tercer supuesto


del artículo en comento, empero, como se observa el reconocimiento de inocencia
no sólo procede cuando se desacrediten las pruebas en que se fundó la condena,
sino que también procede cuando no se acredite el delito o bien, cuando existiendo
no se demuestre que el acusado participó en su comisión, y es precisamente en

144
estos dos supuestos en los que sostengo que, de acreditarse, sí podría actualizarse
el reconocimiento de inocencia.

Se afirma lo anterior, porque el legislador federal dejó clara la


disposición relativa a que cuando se demuestre posterior a la sentencia que, no
existió el delito o existiendo éste, no así la responsabilidad procede el
reconocimiento de inocencia, incluso el artículo 488 CNPP puntualiza que el
sentenciado que se crea con derecho a obtener el reconocimiento de su inocencia
o la anulación de la sentencia por concurrir algunas de las causas señaladas en
los artículos anteriores, lo que indica que efectivamente del artículo 486 se
desprenden varias causas y no solamente la que interpreta el Tribunal Colegiado.

De tal suerte que si después de que se emite sentencia condenatoria


aparece evidencia que demuestra que el sentenciado no fue la persona que cometió
el delito no encuentro ninguna razón por la cuál no pueda actualizarse la figura de
reconocimiento de inocencia, siendo una cuestión diferente al recurso de apelación,
que, como ya se ha dicho no puede impugnarse la acreditación del delito y la plena
responsabilidad de la persona, porque ahí sí operaría el criterio que emite la
autoridad federal en el sentido de que al no ofrecerse pruebas ya no pudiera
revisarse ese aspecto, al haberse dictado la sentencia conforme a los datos de
prueba.

Sin embargo, estimo que son supuestos diferentes el que no se


acredite el delito y el que no se acredite la responsabilidad, pues, nada tienen que
ver con el hecho de que no se haya ofrecido medios probatorios en el abreviado.

De estimar lo contrario, se violentaría uno de los principios que


establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, concretamente
el proteger al inocente, que se desprende del artículo 20 Constitucional, mismo que
refiere:

“Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral.

145
Se regirá por los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.
A. De los principios generales:

I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos, proteger al


inocente, procurar que el culpable no quede impune y que los daños causados por el
delito se reparen;…”.

Si uno de los principios generales del Sistema Acusatorio es proteger a


una persona que es inocente, es inconcuso que siendo un derecho humano, debe
proceder el reconocimiento de inocencia, pues, independientemente de que haya
aceptado su responsabilidad, si luego aparecen elementos suficientes para
determinar que no existió el delito o no lo cometió, no tendría porqué compurgar una
pena injustamente.

Imaginemos por ejemplo en un delito de robo de una joya cuantiosa,


suele acontecer que las personas que hacen el aseo en las casas se vean
involucradas en hechos de esta naturaleza, en el supuesto que se plantea, la dueña
de la joya no la encuentra, y culpa a la persona que el ayuda en las labores del
horas, ésta a sabiendas que no cometió el hurto viendo que no puede pagarlo para
llegar a un arreglo se ve en la necesidad (a recomendación del defensor) que acepte
su responsabilidad para que le disminuyan la pena (hecho que se ha criticado) con
la esperanza de salir pronto.

En el caso de que la dueña de la presea encuentre la misma en un


abrigo que dejó de usar y al introducir las manos a las bolsas de esa prenda de
vestir la encuentra, ¿no sería factible establecer que no se cometió el delito? Estimo
que sí y procedería definitivamente el reconocimiento de inocencia.

Otro caso sería en tratándose de un homicidio doloso calificado, en el


que el imputado aceptara el ofrecimiento de catorce años de pena, y luego se
demostrara que la persona no cometió el delito, ¿tendría que pasar catorce años
sólo porque aceptó dar trámite a un procedimiento abreviado? Considero que no
debería ser de esa manera, la intención del Constituyente fue en definitiva proteger
al inocente, y si las prueba que aparecieron después de la sentencia demuestran

146
que el sentenciado no cometió ese delito, necesariamente se debe declarar el
reconocimiento de inocencia y dejarlo en libertad.

¿Procedimiento Abreviado en Adolescentes?

Mucho se ha cuestionado si es procedente el procedimiento abreviado en


tratándose de adolescentes.

Tal interrogante surge en virtud de que de acuerdo a la Ley General


del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes no se establece en ningún
artículo la posibilidad de aperturar el procedimiento abreviado.

Sin embargo, el artículo 10 de la citada normatividad establece que


debe aplicarse de manera supletoria el Código Nacional de Procedimientos
Penales, al señalar:

“Artículo 10. Supletoriedad

Sólo en lo no previsto por esta Ley deberán aplicarse supletoriamente las leyes penales, el
Código Nacional, la Ley de Mecanismos Alternativos, la Ley Nacional de Ejecución Penal y la Ley
General de Víctimas, siempre que sus normas no se opongan a los principios rectores del sistema y
sean en beneficio de la persona sujeta a la presente Ley”.

Ahora bien, la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para


adolescentes establece en el libro segundo lo siguiente:

“MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS Y FORMAS DE


TERMINACIÓN ANTICIPADA…”.

Si consideramos que el Código Nacional de Procedimientos Penales


señala en su artículo 185 que la forma anticipada de terminación del proceso es
justamente el procedimiento abreviado y que el artículo 10 de la propia Ley Nacional

147
de Adolescentes, menciona, en su primer párrafo la posibilidad de aplicar
supletoriamente el CNPP, ello nos lleva a establecer que el libro segundo de la Ley
de Adolescentes, al hacer mención a la forma de terminación anticipada, se refiere
al procedimiento abreviado.

Sin embargo, debe precisarse que, del citado apartado no se advierte


ninguna referencia al procedimiento abreviado, es decir, aún y cuando el libro
segundo señala mecanismos de solución de controversias y formas de terminación
anticipada, de la lectura de la multicitada legislación, se describen todos los
mecanismos alternos de solución de controversias más no así la forma anticipada
de terminación del proceso que entendemos es el procedimiento abreviado, pues,
nada señala al respecto.

Aunado a ello, solamente el artículo 136 de la Ley Nacional de


Adolescentes vuelve a mencionar la terminación anticipada al referirse a la
acusación:

“Artículo 136. Contenido de la acusación

Una vez concluida la fase de investigación complementaria, si el Ministerio Público estima que la
investigación aporta elementos para ejercer la acción penal contra la persona adolescente,
presentará la acusación. La acusación del Ministerio Público deberá contener en forma clara y
precisa:

XIII. La solicitud de que se aplique alguna forma de terminación anticipada del proceso cuando
ésta proceda…”.

Llama la particular atención que de la mencionada redacción, se


observa la posibilidad de que el Agente del Ministerio Público al momento de
formular acusación pueda solicitar la terminación anticipada del proceso
(entendemos, procedimiento abreviado) aunque seguida del enunciado “cuando
ésta proceda” sin que se mencione tampoco cuándo procede, pues el Código

148
Nacional de Procedimientos Penales no establece ninguna restricción para
concederlo como ya se ha analizado, es decir, procede para cualquier delito sin
restricción alguna, desde que se emite el auto de vinculación a proceso hasta antes
del dictado del auto de apertura a juicio.

Conforme a este análisis, no queda clara la disposición para afirmar


que en materia de adolescentes puede aplicarse el procedimiento abreviado, pues,
aunque establece la citada norma que es supletorio el Código Nacional de
Procedimientos Penales, donde sí se contempla el procedimiento abreviado,
podemos señalar también que si la intención del legislador federal hubiera sido que
en materia de adolescentes, también procediera el abreviado, lo hubiese señalado,
mencionando que el trámite sería conforme lo estipula el Código Nacional de
Procedimientos Penales como lo hace al referirse a la etapa intermedia por ejemplo,
pues, en relación a la citada fase, la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia
para Adolescentes, es clara en señalar en su artículo 134 lo siguiente:

“La fase escrita de la etapa intermedia del procedimiento especial para personas
adolescentes se regirá por las disposiciones establecidas en este Capítulo, y la fase oral
por lo dispuesto en este Capítulo y supletoriamente lo dispuesto en el Código Nacional”.

Sin que pase inadvertido que también el artículo 172 de la multicitada


Ley establece en la parte que interesa, lo siguiente:

“El recurso de apelación contra las resoluciones del Juez de Control se interpondrá por escrito ante
el mismo Juez que dictó la resolución, dentro de los cinco días contados a partir de aquel en el que
surta efectos la notificación si se tratare de auto o cualquier otra providencia, y de siete días si se
tratare de sentencia definitiva…”.

Tal ordenamiento legal nos da a entender que, un Juez de control


puede dictar una sentencia definitiva, como acontece en el procedimiento abreviado
que regula el Código Nacional de Procedimientos Penales, tratándose de esta forma
de terminación anticipada, empero, se insiste, en el Sistema de Justicia para
Adolescentes, el Legislador no autorizó al Juez de control a pronunciarse respecto

149
a una sentencia definitiva que consideramos se refiere al abreviado, todo ello bajo
la máxima de que la autoridad sólo puede hacer lo que le está permitido en la ley.

Atendemos también a que, de acuerdo a lo analizado, la terminación


anticipada del proceso no es un derecho del imputado ni de la víctima sino una
facultad que tiene el Agente del Ministerio Público de solicitarlo y desde luego el
Juez de Control de autorizarlo, pero sobre todo del imputado de aceptarlo.

En el supuesto sin conceder que el Agente del Ministerio Público al


momento de formular la acusación respectiva solicitara la forma anticipada de
terminación del proceso, considero que el Juez no podría darle trámite al no señalar
la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes, cuál es el trámite
a seguir pues, se insiste, ni siquiera establece que será conforme lo dispone del
Código Nacional, como sí lo hace en la etapa intermedia.

Por tanto, estimo que si se realizara de esa manera, se estaría


violentando el derecho humano al debido proceso.

Al respecto, señala José Antonio Caballero Juárez26 que, el concepto


del debido proceso tiene su origen en el inglés due process off law, y que en México
se estableció en la Constitución de 1857 en el artículo 14 al señalar que Nadie puede
ser juzgado ni sentenciado sino por leyes dadas con anterioridad al hecho y
exactamente aplicables a él, por el tribunal que previamente haya establecido la ley.

Aunado a que en la Constitución de 1917 se incorporó al citado


numeral la expresión “formalidades esenciales del procedimiento”. Es decir que la
Suprema Corte de Justicia empleó el término como una cláusula integral diseñada
para la protección de derechos adjetivos.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha


emitido la Tesis: 1ª.IV/2014, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Décima Época, t. II, enero de 2014, p. 1112, de rubro.

26
Caballero Juárez, José Antonio. El Debido Proceso. Una aproximación desde la jurisprudencia
latinoamericana. Suprema Corte de Justicia de la Nación, Naciones Unidas Derechos Humanos,
Oficina del Alto Comisionado, México, 2014, pp. 8, 29, 30.

150
DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO. ELEMENTOS QUE LO INTEGRAN.

El artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
reconoce el derecho humano al debido proceso al establecer que nadie podrá ser privado
de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido
ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.
Ahora bien, este derecho ha sido un elemento de interpretación constante y progresiva en la
jurisprudencia de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, del que cabe realizar un
recuento de sus elementos integrantes hasta la actualidad en dos vertientes: 1) la referida a
las formalidades esenciales del procedimiento, la que a su vez, puede observarse a partir de
dos perspectivas, esto es: a) desde quien es sujeto pasivo en el procedimiento y puede sufrir
un acto privativo, en cuyo caso adquieren valor aplicativo las citadas formalidades referidas
a la notificación del inicio del procedimiento y de sus consecuencias, el derecho a alegar y a
ofrecer pruebas, así como la emisión de una resolución que dirima las cuestiones debatidas
y, b) desde quien insta la función jurisdiccional para reivindicar un derecho como sujeto
activo, desde la cual se protege que las partes tengan una posibilidad efectiva e igual de
defender sus puntos de vista y ofrecer pruebas en apoyo de sus pretensiones, dimensión
ligada estrechamente con el derecho de acceso a la justicia; y, 2) por la que se enlistan
determinados bienes sustantivos constitucionalmente protegidos, mediante las formalidades
esenciales del procedimiento, como son: la libertad, las propiedades, y las posesiones o los
derechos. De ahí que previo a evaluar si existe una vulneración al derecho al debido proceso,
es necesario identificar la modalidad en la que se ubica el reclamo respectivo.

También es aplicable la Jurisprudencia emitida por el Primer Tribunal


Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, respecto de la Tesis II. 1º.P. J/2
que puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, t. III, marzo de 2015, p. 2292, de rubro:

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. AUN CUANDO EL INCULPADO SOLICITE SU


APERTURA Y ADMITA EL HECHO QUE LE ATRIBUYE EL MINISTERIO PÚBLICO, SI EL
JUEZ DE CONTROL NO VERIFICA, PREVIO A ORDENAR SU TRAMITACIÓN, QUE
AQUÉL CONOCIÓ PUNTUAL Y PLENAMENTE EN QUÉ CONSISTIÓ LA ACUSACIÓN,
VULNERA SU DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO, Y ELLO ORIGINA QUE SE
REPONGA AQUÉL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

De la interpretación sistemática de los artículos 388 a 393 del Código de Procedimientos


Penales para el Estado de México, se obtiene que dentro de los presupuestos de
procedencia de este procedimiento especial de terminación anticipada se encuentran,
esencialmente, que: a) Exista solicitud del Ministerio Público o del imputado y sin oposición
fundada de parte legitimada al respecto; y, b) El imputado admita el hecho que se le atribuye
en la acusación y consienta la aplicación de este procedimiento. Ahora bien, aun cuando el
inculpado solicite la apertura del procedimiento abreviado y admita el hecho que le imputa el
Ministerio Público, si el Juez de control no verifica, previo a ordenar su tramitación, que aquél

151
conoció puntual y plenamente en qué consistió la acusación, vulnera su derecho humano al
debido proceso contenido en el artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, pues por una prelación lógica, el imputado sólo podrá admitir
el hecho que se le atribuye, una vez que conozca plenamente la acusación realizada por la
representación social, de otra manera, no podría existir una aceptación sustentada en la libre
manifestación de voluntad respecto de hechos atribuidos y datos de prueba que no se
conocen con la puntualidad que brinda el pliego de acusación.

No pasa inadvertido que ya algunos Tribunales Colegiados de Circuito


se han pronunciado al respecto y han señalado que sí es factible instaurar un
procedimiento abreviado en tratándose de adolescentes, al considerar que
participan de la misma naturaleza como forma de terminación anticipada y de los
mismos fines que dan coherencia a la estructura del procedimiento acusatorio
adoptado por el Estado Mexicano conforme a los mismos parámetros
constitucionales, tal es el caso del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Segundo Circuito al emitir la Tesis: II.2º.P.52 P, que puede ser consultada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. IV, octubre de
2017, p. 2519, de rubro:

PROCEDIMIENTO ABREVIADO EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES.


AL RESULTARLE APLICABLES -EN SU DEBIDA PROPORCIÓN- LOS CRITERIOS
JURISPRUDENCIALES ESTABLECIDOS POR LOS TRIBUNALES FEDERALES
DERIVADOS DEL ANÁLISIS DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO PREVISTO TAMBIÉN
PARA LOS ADULTOS, EN EL AMPARO DIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA
SENTENCIA DERIVADA DE AQUÉL, NO SON MATERIA DE CUESTIONAMIENTO
CONSTITUCIONAL, LA ACREDITACIÓN DE LA CONDUCTA ANTISOCIAL IMPUTADA
AL ADOLESCENTE, LA RESPONSABILIDAD PENAL, NI LA EXIGIBILIDAD DE LA
VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS.

Aun cuando la sentencia reclamada proviene de un "procedimiento abreviado" dentro del


trámite seguido conforme a la ley en materia de justicia para adolescentes, y no es
formalmente al que se refieren el Código Nacional de Procedimientos Penales u otros
códigos para adultos, y del cual la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
estableció que en los procedimientos abreviados previstos en el artículo 20, apartado A,
fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, una vez que el
procesado acepte su participación, en la resolución que se dicte en ese proceso, no serán
materia de revisión constitucional el delito y la responsabilidad penal del acusado, ni la

152
exigencia de valoración de pruebas, porque eso haría nugatoria la naturaleza de ese
procedimiento abreviado, que parte de ese reconocimiento y lleva como consecuencia una
atenuación de la pena, pues el único requisito que puede ser objeto de cuestionamiento sería
la violación al cumplimiento de los presupuestos jurídicos fundamentales para la procedencia
de esa forma de terminación anticipada del proceso penal acusatorio; sin embargo, esos
aspectos, en lo conducente, son aplicables tratándose de las normativas referentes a
adolescentes, pues en esencia participan de la misma naturaleza como forma de terminación
anticipada y de los mismos fines que dan coherencia a la estructura del procedimiento
acusatorio adoptado por el Estado Mexicano conforme a los mismos parámetros
constitucionales. En efecto, a partir de la reforma constitucional de 2008, la justicia para
adolescentes también participa de las finalidades del nuevo sistema de justicia penal
acusatorio, no obstante que es diferente en ciertos aspectos, porque se trata de justicia para
adolescentes conforme a los principios especiales que le caracterizan, pero es igual al de
los mayores en cuanto a que es de tipo acusatorio, adversarial y oral, y no tradicional
inquisitivo; en esa medida, el carácter de acusatorio, adversarial y oral, involucra en orden
prioritario soluciones alternas, como sería la mediación, conciliación e, incluso, la terminación
anticipada, como el procedimiento abreviado analizado; de manera que, le son aplicables en
su debida proporción, respetando, en lo conducente, los principios del sistema para
adolescentes, las reglas y los criterios jurisprudenciales establecidos por los tribunales
federales legitimados para ello, derivados del análisis del sistema penal acusatorio previsto
también para los adultos. En tal virtud, al tratarse del sistema para adolescentes en el que
se prevé igualmente el procedimiento abreviado, en el amparo directo promovido contra este
tipo de sentencias, tampoco son materia de cuestionamiento constitucional, la acreditación
de la conducta antisocial imputada al adolescente en la infracción a la ley penal, la
responsabilidad penal, ni la exigibilidad de la valoración de pruebas, pues ello no tiene
aplicación, en virtud de la forma de terminación anticipada que constituye.

Independientemente del citado criterio, que valga aclarar, no es


vinculatorio, me parece que el sistema de justicia para adolescentes es de
naturaleza diversa, pues, a pesar de que de igual manera rige el sistema acusatorio,
lo cierto es que, de acuerdo a la edad de los acusados, deben considerarse muchos
otros aspectos.

En efecto, del citado criterio se obtiene que la razón por la cuál


considera el Tribunal Colegiado que debe aplicar el procedimiento abreviado en el

153
sistema de adolescentes es que la justicia para adolescentes también participa de
las finalidades del nuevo sistema de justicia penal acusatorio, aún y cuando acepta,

es diferente en ciertos aspectos, porque se trata de justicia para adolescentes


conforme a los principios especiales que le caracterizan, no obstante, asegura, es
igual al de los mayores en cuanto a que es de tipo acusatorio, adversarial y oral, y
no tradicional inquisitivo; y que en esa medida, el carácter de acusatorio, adversarial
y oral, involucra en orden prioritario soluciones alternas, como sería la mediación,
conciliación e, incluso, la terminación anticipada, como el procedimiento abreviado;
de manera que, le son aplicables en su debida proporción

No obstante, de acuerdo a uno de los requisitos del procedimiento


abreviado que se desprenden del artículo 201 fracción III del Código Nacional de
Procedimientos Penales, es necesario que el imputado admita su responsabilidad
por el delito que se le imputa.

¿Será entonces que el adolescente puede ser obligado a aceptar su


responsabilidad? Como se establece para los procesos restaurativos (artículo 89
LNSIJA) ¿comprenderá entonces el alcance de este requisito?.

Debemos partir del hecho que el procedimiento abreviado como ya se


ha analizado tiene, entre otras, dos características que lo distinguen, primero la
agilidad del proceso y también la reducción de la sanción, aunado a como ya se ha
comentado, la reparación del daño a la víctima.

Si atendemos a tales características, resulta evidente que el sistema


de justicia de adolescentes, por su propia naturaleza es ágil, pues, si consideramos
el plazo de la investigación complementaria se establece un plazo máximo de 3
meses:

“Artículo 131 Antes de concluir la audiencia inicial, el Ministerio Público deberá solicitar el plazo para
el cierre de la investigación complementaria y deberá justificar su solicitud. El Juez fijará un plazo
para que el Ministerio Público cierre dicha investigación que no podrá ser mayor a tres meses,
contados en días naturales, a partir del auto de vinculación a proceso, tomando en consideración

154
la complejidad de los hechos atribuidos a la persona adolescente y la complejidad de los mismos. El
Juez en audiencia fijará la fecha del cierre del plazo, o en su caso, de la prórroga del mismo”.

Aunado a lo anterior, la prisión preventiva no podrá exceder de un


plazo máximo de cinco meses, pues, así se advierte de la redacción del artículo 121
de la multicitada Ley de Adolescentes, mismo que señala en su cuarto párrafo:

“…La prisión preventiva se aplicará hasta por un plazo máximo de cinco meses. Si cumplido este
término no se ha dictado sentencia, la persona adolescente será puesta en libertad de inmediato
mientras se sigue el proceso, pudiéndosele imponer otras medidas cautelares…”

En general, el proceso para adolescentes no puede durar más de seis


meses, así lo indica el artículo 117 de la citada normatividad, al indicar:

“Duración del proceso para adolescentes

Desde la vinculación a proceso hasta el dictado de la sentencia no podrá transcurrir un plazo


mayor a seis meses, salvo que la extensión de dicho plazo sea solicitada por la persona
adolescente por serle benéfica”.

En concreto, la naturaleza del Sistema de Justicia para adolescentes


per se, implica un proceso diligente, dando respuesta a lo que dispone el artículo 17
Constitucional en su segundo párrafo al señalar:

“…Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos
para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera
pronta, completa e imparcial…”

155
De igual manera, el artículo 18 Constitucional indica en la parte que
interesa:

“…La Federación y las entidades federativas establecerán, en el ámbito de sus respectivas


competencias, un sistema integral de justicia para los adolescentes, que será aplicable a quienes
se atribuya la comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito y tengan entre doce
años cumplidos y menos de dieciocho años de edad. Este sistema garantizará los derechos
humanos que reconoce la Constitución para toda persona, así como aquellos derechos
específicos que por su condición de personas en desarrollo les han sido reconocidos a los
adolescentes. Las personas menores de doce años a quienes se atribuya que han cometido o
participado en un hecho que la ley señale como delito, sólo podrán ser sujetos de asistencia social…”

Luego, si el propio artículo 18 Constitucional le otorga la garantía a los


adolescentes de que el sistema acusatorio les brinde la protección de los derechos
humanos que reconoce la Carta Magna y justamente es el artículo 17 de la
Constitución el que señala que la justicia debe ser pronta y expedida, lo cuál como
ya se ha dicho, quedó plasmado en los artículos 117, 121 y 131 de la Ley General
del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes, al establecer que el proceso de
los menores de dieciocho años no puede exceder de seis meses, ello pone en
evidencia que el propio sistema ya garantiza per se, una justicia pronta y expedita
que es uno de los objetivos del procedimiento abreviado.

Por otro lado, si bien es cierto, el procedimiento abreviado garantiza


una sanción disminuida de la punibilidad establecida para cada tipo penal en
particular, lo que algunos podrían considerar otro beneficio para los menores de
edad, es en este apartado donde baso mi oposición para que se pudiera aplicar un
procedimiento abreviado.

En efecto, ya el citado artículo 18 Constitucional, establece en su


sexto párrafo que en caso de que se aplique el internamiento a un adolescente debe
aplicarse por el tiempo más breve que proceda.

156
“...El internamiento se utilizará sólo como medida extrema y por el tiempo más breve que proceda,
y podrá aplicarse únicamente a los adolescentes mayores de catorce años de edad, por la comisión
o participación en un hecho que la ley señale como delito…”

Es decir, desde la Constitución Federal se establece que el sistema de


justicia para adolescentes no solamente debe ser expedito, sino que además el
internamiento de los mayores de catorce y menores de dieciocho años debe ser por
un periodo breve.

Si analizamos los tratados internacionales, la Convención de los


Derechos del Niño, señala en su artículo 37 en su apartado b).

ARTÍCULO 37 …

b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento


o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida
de último recurso y durante el periodo más breve que proceda…”

REGLAS MINIMAS DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ADMINISTRACION


DE JUSTICIA DE MENORES (REGLAS DE BEIJING)

La misma fue adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/33, de 28 de


noviembre de 1985.

Las Reglas de Beijing, señalan en su artículo 13, relativo a la prisión


preventiva:

13. Prisión preventiva 13.1 Sólo se aplicará la prisión preventiva como último recurso y durante el
plazo más breve posible.

Por su parte, el diverso numeral 19, del citado instrumento


internacional, refiere:

19. Carácter excepcional del confinamiento en establecimientos penitenciarios

157
19.1 El confinamiento de menores en establecimientos penitenciarios se utilizará en todo momento
como último recurso y por el más breve plazo posible.

De igual manera, se establece en la Reglas de Beijing las necesidad


de buscar de inmediato la forma más pronta de que el adolescente se encuentre en
libertad a través de cualquier beneficio como la condena condicional, al estipular en
su artículo 28 lo siguiente:

28. Frecuente y pronta concesión de la libertad condicional

28.1 La autoridad pertinente recurrirá en la mayor medida posible a la libertad condicional y la


concederá tan pronto como sea posible.

Las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia


Juvenil (Directrices del Riad) que fueron adoptadas y proclamadas por la Asamblea
General en su resolución 45/112 de 14 de diciembre de 1990, establecen en el
apartado de Política Social:

V. Política social


46. Sólo deberá recluirse a los jóvenes en instituciones como último recurso y por el período mínimo
necesario, y deberá darse máxima importancia a los propios intereses del joven. Los criterios para
autorizar una intervención oficial de esta índole deberán definirse estrictamente y limitarse a las
situaciones siguientes: a) cuando el niño o joven haya sufrido lesiones físicas causadas por los
padres o tutores; b) cuando el niño o joven haya sido víctima de malos tratos sexuales, físicos o
emocionales por parte de los padres o tutores; c) cuando el niño o joven haya sido descuidado,
abandonado o explotado por los padres o tutores; d) cuando el niño o joven se vea amenazado por
un peligro físico o moral debido al comportamiento de los padres o tutores; y e) cuando se haya
manifestado en el propio comportamiento del niño o del joven un grave peligro físico o psicológico
para el niño o el joven mismo y ni los padres o tutores, ni el propio joven ni los servicios comunitarios

158
no residenciales puedan hacer frente a dicho peligro por otro medio que no sea la reclusión en una
institución.

El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos adoptado y


abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución
2200 A (XXI) de 16 de diciembre de 1966, mismo que entró en vigor el 23 de marzo
de 1976 establece en relación al tema, en su artículo 10 lo siguiente:

Artículo 10

1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano.

2.

a) Los procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y


serán sometidos a un tratamiento distinto, adecuado a su condición de personas no condenadas;

b) Los menores procesados estarán separados de los adultos y deberán ser llevados ante los
tribunales de justicia con la mayor celeridad posible para su enjuiciamiento.

REGLAS DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA PROTECCION DE MENORES


PRIVADOS DE SU LIBERTAD

En el citado documento se establece:

I. Perspectivas fundamentales

1. El sistema de justicia de menores deberá respetar los derechos y la seguridad de los menores y
fomentar su bienestar físico y mental. El encarcelamiento deberá usarse como último recurso.

2. Sólo se podrá privar de libertad a los menores de conformidad con los principios y procedimientos
establecidos en las presentes Reglas, así como en las Reglas mínimas de las Naciones Unidas para
la administración de la justicia de menores (Reglas de Beijing) 82. La privación de libertad de un
menor deberá decidirse como último recurso y por el período mínimo necesario y limitarse a

159
casos excepcionales. La duración de la sanción debe ser determinada por la autoridad judicial sin
excluir la posibilidad de que el menor sea puesto en libertad antes de ese tiempo.

III. Menores detenidos o en prisión preventiva

17. Se presume que los menores detenidos bajo arresto o en espera de juicio son inocentes y
deberán ser tratados como tales. En la medida de lo posible, deberá evitarse y limitarse a
circunstancias excepcionales la detención antes del juicio. En consecuencia, deberá hacerse todo lo
posible por aplicar medidas sustitutorias. Cuando, a pesar de ello, se recurra a la detención
preventiva, los tribunales de menores y los órganos de investigación deberán atribuir máxima
prioridad a la más rápida tramitación posible de esos casos a fin de que la detención sea lo
más breve posible. Los menores detenidos en espera de juicio deberán estar separados de los
declarados culpables.

No hay duda entonces que, en tratándose de menores de edad, la


persistencia de los tratados internacionales es que se busque siempre que su
proceso se lleve a cabo de manera inmediata y bajo las mismas condiciones, en
caso de internamiento estén el tiempo más breve que proceda y, en ese caso
puedan acceder de igual manera a un beneficio para que puedan gozar de su
libertad.

En este punto, es necesario precisar que la anterior Ley de


Adolescentes del Estado de Aguascalientes, indicaba en el artículo 178:

“La medida de internamiento definitivo es la más grave prevista en esta Ley; consiste en la privación
de la libertad y se debe cumplir exclusivamente en los centros de internamiento, de los que podrán
salir los adolescentes sólo mediante orden escrita de autoridad judicial.

La duración de esta medida deberá tener relación directa con los daños causados, sin poder exceder
de diez años cuando el adolescente tenga una edad de entre catorce años cumplidos y dieciséis no
cumplidos al momento de realizar el hecho, y de quince años como máximo cuando tenga una edad
de dieciséis años cumplidos a menos de dieciocho, salvo el caso de los delitos de homicidio calificado
o secuestro, en que la medida de internamiento definitivo podrá ser hasta de veinte años…”,.

160
Sin embargo, a pesar de que el Estado de Aguascalientes, había
considerado aumentar el término del internamiento en los casos de delitos de
homicidio doloso calificado y secuestro, aunado a que incluso había señalado que
si el adolescente cuenta con menos de dieciséis años, quince años cuando tenga
entre dieciséis y menos de dieciocho, excepto en los casos de Homicidio y
Secuestro, ya que se aumentó hasta veinte años el tiempo de internamiento.

No obstante, atendiendo a la creación de la Ley Nacional del Sistema


Integral de Justicia para Adolescentes, se estableció que el máximo periodo de
internamiento es de tres años si el adolescente tiene entre catorce y menos de
dieciséis y de cinco años si tiene entre dieciséis y menos de dieciocho años.

Entonces, ya el Legislador Federal se encargó de otorgar ese


beneficio en la citada Ley Nacional a los adolescentes que participen en la comisión
de un delito, pues, considerando su estatus de menor de edad, ponderando el
interés superior del menor, la propia Constitución (artículo 4) y los Tratados
Internacionales se establece un tiempo de internamiento que muchos consideran
incluso ridículo, lo que pudiera no ser así, si consideramos que de acuerdo a los
análisis que se han realizado respecto a los menores infractores, éstos deben ser
considerados víctimas de la sociedad y del Estado, y no aisladamente infractores
del Derecho Penal.

Por tanto, si como hemos explicado, la medida de internamiento es


mucho menor a la que se establece para los adultos que participan en la comisión
de un delito, incluso, debemos precisar que en tratándose de los adolescentes,
respecto del internamiento no se establece un mínimo, solo un máximo de tres y
cinco años respectivamente, resulta lógico pensar que ya por disposición de la ley,
el periodo de internamiento en adolescentes debe ser mucho menor que en los
adultos.

Luego, si desde la Carta Magna, se establece en el artículo 20 los


beneficios que se pueden otorgar al imputado, siendo éstos precisamente la
reducción de la sanción, de acuerdo a lo que dispone el Código Nacional de
161
Procedimientos Penales en el artículo 202 en su segundo y tercer párrafo la
reducción de la sanción en el procedimiento de adulto, al señalar:

“…Cuando el acusado no haya sido condenado previamente por delito doloso y el delito por el cual
se lleva a cabo el procedimiento abreviado es sancionado con pena de prisión cuya media aritmética
no exceda de cinco años, incluidas sus calificativas atenuantes o agravantes, el Ministerio Público
podrá solicitar la reducción de hasta una mitad de la pena mínima en los casos de delitos dolosos y
hasta dos terceras partes de la pena mínima en el caso de delitos culposos, de la pena de prisión
que le correspondiere al delito por el cual acusa.

En cualquier caso, el Ministerio Público podrá solicitar la reducción de hasta un tercio de la mínima
en los casos de delitos dolosos y hasta en una mitad de la mínima en el caso de delitos culposos,
de la pena de prisión. Si al momento de esta solicitud, ya existiere acusación formulada por escrito,
el Ministerio Público podrá modificarla oralmente en la audiencia donde se resuelva sobre el
procedimiento abreviado y en su caso solicitar la reducción de las penas, para el efecto de permitir
la tramitación del caso conforme a las reglas previstas en el presente Capítulo…”

Es decir, que de acuerdo a la política criminal legislativa, el


procedimiento abreviado tiene como uno de sus principales objetivos la reducción
de la sanción, y en tratándose de adolescentes la propia Ley Nacional ya establece
un internamiento reducido de acuerdo a las características del adolescente, ello es
el fundamento para proponer que en tratándose de adolescentes no se admita el
procedimiento abreviado, pues, siendo honestos, la terminación anticipada no la
aceptan los imputados para hacer el pago de la reparación del daño, sino por el
contrario lo que les anima justamente es el que su proceso se simplifica, pero sobre
todo la reducción de la pena y a posibilidad de obtener un beneficio de sustitución
de la pena de prisión.

Por tanto, si la Ley General del Sistema Integral de Justicia para


Adolescentes ya contempla un proceso más dinámico y una medida de
internamiento reducida, no cabría la posibilidad de que se admitiera un
procedimiento abreviado en el Sistema de Adolescentes, pues, nos llevaría a una
medida de internamiento más que ridícula.

162
Imaginemos que se aplicara la misma regla que opera para los adultos
para disminuir la sanción, es decir que si la media aritmética del delito no excede de
cinco años se pueda solicitar la reducción de hasta una mitad de la pena mínima en
los casos de delitos dolosos y hasta dos terceras partes de la pena mínima en los
casos de delitos culposos y que en cualquier caso el Ministerio Público pudiera
solicitar la reducción de hasta un tercio de la mínima en los casos de delitos dolosos
y hasta en una mitad en los casos de delitos culposas.

Si partimos de que la multicitada Ley de Adolescentes establece una


medida de internamiento de hasta tres años para aquellos mayores de catorce pero
menores de dieciséis, tendríamos una media aritmética un año seis meses por
ejemplo.

Asimismo, en los casos de los adolescentes de entre dieciséis y menos


de dieciocho la medida de internamiento que se establece de hasta cinco años,
quedaría con la citada regla una media de dos años seis meses, me parece que
para un homicidio doloso calificado o un secuestro, feminicidio o violación que
cometa una persona de diecisiete años, no cumpliría de manera alguna con la
finalidad de la reinserción social y familiar que propone tanto la Constitución como
la Ley de Sistema de Adolescentes.

Es necesario detenernos a analizar que a pasar de que se simplifica


el proceso en la terminación anticipada, sobre todo en la etapa intermedia y de
juicio, ello no es lo que busca el sistema para los adolescentes, de por sí, se ha
criticado el procedimiento abreviado porque en muchas ocasiones no se ha agotado
la investigación complementaria y se dice, ello impediría que se esclarecieran los
hechos, con mucha mayor razón tratándose de adolescentes, bajo el principio del
interés superior del menor, deben agotarse todas las etapas, para que pueda
determinar el juzgador más allá de toda duda razonable si el adolescente es
responsable o no del hecho que se le atribuye.

Razón por la cuál no comparto la opinión de algunos autores, y desde


luego del criterio sustentado por el Tribunal Colegiado antes citado, en virtud de
que, se insiste, de admitir que se tramite el procedimiento abreviado en el Sistema

163
de Justicia de Adolescentes, forzosamente debe conllevar los beneficios que dicho
procedimiento conlleva, es decir la reducción de la pena, tal y como se desprende
de la fracción VII, apartado “A” del artículo 20 Constitucional, que en el caso de los
adolescentes sería la reducción de la medida de internamiento que de por sí es
mínima, y, sería absurdo que se redujera aún más.

Otro argumento para no aceptar el procedimiento abreviado en


adolescentes es justamente el que los menores de dieciocho años no se encuentran
en aptitudes de negociar una declaración con el Agente del Ministerio Público, aún
con asesoría de sus defensores, porque la naturaleza del proceso para
adolescentes es diversa, el Estado no actúa como órgano represivo, sino como un
sistema integral, única y exclusivamente para que el adolescente se reintegre a su
familia y a su entorno social.

Partimos del requisito a que hace referencia el inciso d) de la fracción


III del artículo 201 del CNPP donde se establece la necesidad de que el imputado
admita su responsabilidad en la comisión del hecho.

Aún y cuando hemos hecho el análisis de la diferencia entre confesión


y aceptación de los hechos que requiere el artículo 201 CNPP, donde se establece
que la aceptación de los hechos es un requisito para darle trámite al procedimiento
y que por tanto, de acuerdo a lo que han sostenido lo tribunales federales, ello no
implica una confesión, de cualquier manera, al momento de que una persona admite
su responsabilidad en el delito que se le imputa, debe entender que ello le llevará
a una sentencia condenatoria, que se le impondrá una medida de seguridad y que
en todo caso puede ser en internamiento, lo que me parece, una persona de catorce
años difícilmente comprenderá, por su sola edad, independientemente de que el
defensor intente explicarle o incluso alguno de sus progenitores.

Pero el principal argumento para sostener que no es factible dar


trámite a un procedimiento abreviado en tratándose de adolescentes es la
disposición del tercer y cuarto párrafo del artículo 202 del CNPP que ya se han
señalado.

164
De dichos numerales se desprende el beneficio que obtendrá el
imputado que acepte su responsabilidad en la comisión de los hechos por los cuales
se le acusa, es decir, la reducción de la pena.

En el primero de los supuestos se enfatiza que cuando el acusado no


haya sido condenado previamente por delito doloso y el delito por el cual se lleve a
cabo el procedimiento abreviado es sancionado con pena de prisión cuya media
aritmética no exceda de cinco años podrá reducirse hasta una mitad de la pena
mínima en caso de los delitos dolosos y hasta dos terceras partes de la mínima en
los delitos culposos.

En la segunda de las hipótesis se establece la posibilidad de que la


Fiscalía en cualquier caso, pueda solicitar la reducción de hasta un tercio de la
mínima en los casos de delitos dolosos y hasta en una mitad de la mínima en el
caso de delitos culposos, de la pena de prisión.

Por tanto, si la pretensión es que se reduzca la sanción a partir de la


pena mínima, y de acuerdo a la Ley General del Sistema Integral de Justicia para
Adolescentes no se establecen mínimos, sino máximos, pues el artículo 145 de la
Ley Nacional de Adolescentes, establece:

“…La duración máxima de las medidas de sanción que se podrá imponer a la persona que al
momento de la comisión de la conducta tuviere entre catorce años cumplidos y menos de dieciséis
años, será de tres años.

La duración máxima de las medidas de sanción que se podrá imponer a las personas adolescentes
que al momento de la comisión de la conducta tuvieren entre dieciséis años y menos de dieciocho
años será de cinco años. ..

…La duración máxima del internamiento podrá ser de hasta cinco años en los casos de homicidio
calificado, violación tumultuaria, en los casos de secuestro; hechos señalados como delitos en
materia de trata de personas y delincuencia organizada”.

Como se ha mencionado, la Ley de Adolescentes no establece


mínimos, sino sólo máximos, de tres o cinco años respectivamente, incluso el
165
artículo 146 de la citada normatividad establece una sanción específica para los
adolescentes que intervengan en su calidad de partícipes, pero considerando de
igual manera el límite máximo y no el mínimo.

“Artículo 146. De la aplicación de la medida de sanción privativa de la libertad en casos de


intervención a título de participación

En caso de que la persona adolescente haya intervenido en la comisión de un hecho que la ley
señale como delito a título de participe, solo se podrá imponer hasta tres cuartas partes del límite
máximo de la medida de sanción privativa de la libertad que esta Ley establece, de acuerdo con el
grupo etario al que pertenece”.

Lo anterior nos lleva a considerar que no podría aplicarse la regla


establecida en el artículo 202 del CNPP para imponer la sanción, pues, la base de
dicho numeral, radica en la disminución de la punibilidad mínima establecida y, en
el caso de los adolescentes no se establece una medida privativa de la libertad
mínima, sino máxima, por lo que entendemos que la mínima incluso podría ser un
día, lo que evidentemente no admitiría ninguna rebaja.

Aunado a lo anterior, los adolescentes todavía pueden ser acreedores


a un beneficio de libertad anticipada, pues según lo establece el artículo 17 de la
Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes se indica:

Artículo 17. Aplicación favorable

En ningún caso se podrán imponer a las personas adolescentes medidas más graves ni de mayor
duración a las que corresponderían por los mismos hechos a un adulto, ni gozar de menos
derechos, prerrogativas o beneficios que se le concedan a estos. De igual forma, bajo ninguna
circunstancia se establecerán restricciones en los procesos de solución de conflictos que perjudiquen
en mayor medida a la persona adolescente que al adulto.

En ese sentido, es claro que si un adulto tiene derecho a un beneficio


de libertad anticipada, de igual manera lo puede tener un adolescente, lo que implica
166
que el tiempo que esté privado de su libertad podría ser aún menor, por lo que no
tendría sentido que con el procedimiento abreviado se redujera aún más la medida
de internamiento que de por sí es absurda.

Finalmente, si tocamos el tema relativo a la reparación del daño,


podemos establecer que difícilmente se podría conseguir que un adolescente
cubriera el pago de la reparación del daño, o cuando menos lo garantizara como lo
requiere el artículo 204 CNPP.

Ciertamente la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para


Adolescentes establece la obligación de los adolescentes de hacer el pago de la
reparación del daño.

Artículo 60. Reparación del daño a la víctima u ofendido

La persona adolescente tendrá la obligación de resarcir el daño causado a la víctima u


ofendido, así como de restituir la cosa dañada por su conducta o entregar un valor sustituto. En todo
caso, se procurará que el resarcimiento guarde relación directa con el hecho realizado, el bien
jurídico lesionado y provenga del esfuerzo propio de la persona adolescente, sin que provoque
un traslado de responsabilidad hacia su padre, madre, representante legal o a algún tercero.

La restitución se podrá obtener de la siguiente forma:

I. Trabajo material encaminado en favor de la reparación directa del bien dañado;


II. II. Pago en dinero o en especie mediante los bienes, dinero o patrimonio del adolescente,
y
III. Pago en dinero con cargo a los ingresos laborales o de trabajo del adolescente.

Las medidas a que se refieren las fracciones anteriores se realizarán por el acuerdo de voluntades
de las partes; el Ministerio Público Especializado en Adolescentes competente sancionará, en todos
los casos, los mecanismos por el que se pretenda realizar la reparación del daño.

El pago a la víctima u ofendido, podrá aplicarse con cargo al Fondo de Ayuda, Asistencia y
Reparación Integral de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas o su similar en las entidades
federativas, conforme a lo establecido por la Ley General de Víctimas y leyes correspondientes en
las entidades federativas, respecto a la compensación subsidiaria.

De igual forma el artículo 90 de la citad Ley, refiere:

167
Artículo 90. Reunión de la víctima con la persona adolescente

Es el procedimiento mediante el cual la víctima u ofendido, la persona adolescente y su


representante, buscan, construyen y proponen opciones de solución a la controversia, sin la
participación de la comunidad afectada.

En la sesión conjunta de la reunión víctima con persona adolescente, el facilitador hará una
presentación general y explicará brevemente el propósito de la sesión. Acto seguido, dará la palabra
a la víctima u ofendido para que explique su perspectiva del hecho y los daños ocasionados.
Posteriormente, dará la palabra a la persona adolescente y, finalmente, a su representante, para
hablar sobre el hecho y sus repercusiones. Finalmente, el facilitador dirigirá el tema hacia la
reparación del daño y, conforme a las propuestas de los intervinientes, facilitará la comunicación
para que puedan alcanzar un resultado restaurativo.

En caso de que los intervinientes logren alcanzar una solución que consideren idónea para resolver
la controversia, el facilitador lo registrará y lo preparará para la firma de éstos, de conformidad con
lo previsto por la Ley de Mecanismos Alternativos.

De tal suerte que si el adolescente no cuenta con bienes o no tiene


manera de trabajar para cubrir la reparación del daño, incluso que sus padres
tampoco cuenten con posibilidades económicas para hacerse cargo de la
reparación del daño, y, en el peor de los casos, no cuente con padres, resulta
evidente que no existirá la posibilidad de cubrir ese concepto y tampoco manera de
garantizarlo.

Por tanto, como ya se ha dicho, si no se hace el pago del daño causado


como lo refiere el artículo 20 Constitucional o no se garantiza como lo indica el
artículo 204 del CNPP es evidente que no podría darse trámite a la terminación
anticipada, pues siendo un objeto del proceso y desde luego un derecho de la
víctima, es inconcuso que debe quedar cubierta la reparación del daño o en su caso
garantizada, empero, en los casos que se mencionan, difícilmente un adolescente
podría hacer ese pago o garantizarlo, por lo que resulta lógico pensar que la víctima
se opondría a la apertura del abreviado al no estar cubierta la reparación del daño
o garantizado y desde luego, tal oposición sería fundada, lo que es un argumento

168
suficiente para no dar trámite a dicho procedimiento en términos de lo que dispone
la fracción II del artículo 201 CNPP.

¿Procedimiento abreviado en inimputables?


En relación a los inimputables, el Código Nacional de Procedimientos Penales,
señala en su artículo 418:

“El procedimiento abreviado no será aplicable a personas inimputables”.

Tal disposición se debe a que, de acuerdo al trámite del procedimiento


abreviado que se establece en el capítulo IV del citado ordenamiento legal, uno de
los requisitos que debe verificar el Juez de Control, de acuerdo a la fracción III del
artículo 201, es que el acusado:

“…a) Reconozca estar debidamente informado de su derecho a un juicio oral y de los alcances del
procedimiento abreviado;

b) Expresamente renuncie al juicio oral;

c) Consienta la aplicación del procedimiento abreviado;

d) Admita su responsabilidad por el delito que se le imputa;

e) Acepte ser sentenciado con base en los medios de convicción que exponga el Ministerio Público
al formular la acusación..”.

Lo anterior pone de manifiesto que una persona que no comprende el


carácter ilícito de su conducta y que por tal motivo es considerado inimputable, no
podría ser consiente del derecho que tiene a acudir a un juicio oral, de los alcances
del procedimiento abreviado, que pudiera tomar la decisión de renunciar al primero
y someterse al segundo de los procedimientos, mucho menos admitir su
responsabilidad en la comisión del hecho que se le atribuye en consecuencia,

169
decidir que sea sentenciado con base en los datos de prueba expuestos por la
Fiscalía, pues, una persona inimputable ni siquiera puede comprender el porqué se
encuentra en presencia del Juez.

Por tal motivo, es que el Legislador Federal, se ocupó de establecer la


prohibición de tramitar una terminación anticipada en tratándose de inimputables,
pues, evidentemente no podría entender de las consecuencias jurídicas que ello
representa.

Sin embargo ninguno de los Tribunales se ha pronunciado todavía al


respecto, pues no han emitido criterio en relación a este tema.

170
CONCLUSIONES

Una vez que se ha hecho el análisis del procedimiento abreviado desde la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Código Nacional de
Procedimientos Penales y desde luego el derecho comparado encontramos las
siguientes críticas:

1.- Que se desvirtúan las garantías del proceso penal al prescindir de cualquier paso
del proceso ya que el proceso es en sí una garantía fundamental y al suprimir una
de sus etapas, algunos opinan que se estaría violentando el derecho humano al
debido proceso.

2.- Otros consideran que la condena se basa en una confesión y ello en todo caso
violenta el principio de presunción de inocencia, a pesar de que la Fiscalía tiene la
carga de la acusación, lo que no se refleja en el procedimiento abreviado.

3.- Se viola la garantía de defensa al prescindir de la etapa de contradicción de la


prueba, cuando es uno de los principios torales del sistema acusatorio, de acuerdo
al artículo 20 Constitucional, y con ello finalmente se estaría violentando de igual
manera el principio de no autoincriminación, pues, para dar trámite al proceso,
según analizamos es un requisito esencial que el imputado acepte haber participado
en el hecho que se le atribuye si es que es su deseo que el proceso se termine de
manera anticipada y obtenga una pena menor, de acuerdo al ofrecimiento del
Agente del Ministerio Público.

4.- Se trata de una justicia negociada, y ello finalmente no representa justicia,


muchos autores señalan que la justicia no se puede negociar, y al obligar al
imputado a que acepte los hechos para conseguir una pena menor, se corrompe el
fin del sistema penal, pero desde luego uno de los objetos del proceso que es
justamente el esclarecimiento de los hechos.

5.- El imputado queda impedido a ofrecer pruebas, ya que al aceptar la tramitación


de esta forma anticipada de terminación del proceso y no existir el principio de
contradicción, no puede ofrecer medio probatorio alguno, pues, justamente en ello
171
radica el procedimiento abreviado, su agilidad, empero, ello también ha sido
criticado en tanto que resulta lógico pensar que si una persona está sujeta a
proceso, tiene derecho a defenderse ofreciendo pruebas, y en el abreviado, queda
impedido a hacerlo.

6.- Afirman otros, como Zamora Pierce, que el referido procedimiento es coercitivo,
ya que de alguna manera el imputado se ve obligado a aceptarlo, bajo el temor y la
amenaza de que en juicio se le pueda imponer una pena mayor.

7.- El Ministerio Público llega a un acuerdo con el imputado fuera del Tribunal y en
ausencia del Juez no en audiencia pública, y en ese sentido, se ha propuesto incluso
en los Estados Unidos de Norteamérica que esté presente el Juez para equilibrar
un poco la negociación.

8.- Se cree que se elimina el juicio previo al que tiene derecho toda persona sujeta
a proceso y evidentemente se traduce en una violación a los derechos
fundamentales del imputado.

9.- Se ha mencionado también de una autoinculpación coaccionada ya que, como


se ha indicado, algunos opinan que el imputado de alguna manera se ve obligado a
aceptar la propuesta del Agente del Ministerio Público, aunque otros autores son de
la opinión que existe finalmente voluntad de las partes.

10.- Al hablar del antecedente inmediato del procedimiento abreviado como es el


plea bargaining se ha llegado a establecer, que conduce a la inflación de cargos
para mejorar la posición de negociación del fiscal a veces, a la revelación tardía de
información sobre la prueba a ser ofrecida en juicio, para mejorar su negociación
frente a la defensa.

11.- Otros como el Maestro Marco Antonio Díaz De León, sostiene que se violenta
el artículo 21 Constitucional porque se invade la facultad del Juzgador de imponer
las penas, que el procedimiento abreviado vulnera la Constitución porque el
legislador predetermina una pena a la que debe someterse el Juzgador.

12.- Algunas de las críticas más recurrentes es que el procedimiento abreviado


puede alentar la corrupción, es decir, que cualquier Fiscal puede, solicitar al
172
imputado cierta cantidad de dinero a cambio de tramitar esta forma anticipada de
terminación del proceso solicitando una pena atractiva, sin embargo, como se
señaló en el análisis del tema que nos ocupa, conforme lo dispone el último párrafo
del artículo 202 del CNPP, el Ministerio Público al solicitar la pena debe observar el
Acuerdo que al efecto emita el Procurador (Fiscal) lo que puede evitar que no se
corrompa la figura del procedimiento abreviado, pues, resulta lógico pensar que al
momento de que se autorice el ofrecimiento de un abreviado, los superiores de los
Agentes del Ministerio Público habrán analizado a conciencia la procedencia de ese
procedimiento y desde luego la pena sugerida.

Crítica personal

Del análisis que se ha realizado respecto de esta forma anticipada de terminación


del proceso, si bien he considerado que el procedimiento abreviado se traduce en
un “ganar, ganar” en tanto que representa un beneficio tanto para la sociedad en la
medida de que no quedan delitos impunes, el propio imputado accede a una pena
disminuida, la víctima obtiene la reparación del daño y desde luego el órgano
jurisdiccional no acumula juicios. Sin embargo, como todo, debe señalarse que
existen ciertos aspectos que pueden criticarse y que tal vez pueden ser objeto de
mejora en un futuro.

Uno de los cuestionamientos que surgen es si se violenta o existe una


invasión en la esfera legislativa, es decir, de acuerdo a la función de los diputados
son ellos los encargados de establecer la punibilidad para cada tipo penal, y la
disminución a que hace referencia el artículo 202 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, muchos podrían considerar que vulnera esa facultad.

Me parece que no, porque es una excepción a la regla, aunado a que


es el propio Congreso de la Unión quién realizó el Código Nacional de
Procedimientos Penales conforme a la facultad que le otorga el artículo 73 en su
fracción XXI, es una cuestión de política criminal legislativa que el propio Congreso
de la Unión implementó para despresurizar el sistema, concediéndole esa facultad
al juzgador para que disminuya la sanción previamente establecida para cada tipo
penal.

173
Otro comentario que podría hacer, es pensar que no se respeta a
cabalidad lo dispuesto en el artículo 22 Constitucional, mismo que indica en su
primer párrafo en la parte que interesa que toda pena debe ser proporcional al delito
que sancione y al bien jurídico afectado.

Se desprende de tal numeral que el principio de proporcionalidad se


estableció con la finalidad de acotar el arbitrio judicial en un determinado rango,
para que con base en él, el juzgador pueda realizar el ejercicio de individualización
de la sanción y entonces imponer una pena en concreto.

De acuerdo a dicha garantía, no se estaría respetando porque,


debemos entender que el legislador, al señalar el parámetro de punibilidad para
cada figura típica de acuerdo a la política criminal legislativa considera que
punibilidad debe establecerse para cada tipo penal, de acuerdo a la gravedad del
hecho y a la gravedad del bien jurídico tutelado, incluso la afectación que causó con
esa conducta a la sociedad, según lo ha sostenido la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, luego, aún y cuando es el propio Legislador Federal
el que establece como excepción la forma anticipada de terminación del proceso,
debió modificar el constituyente lo dispuesto en el artículo 22 Constitucional, pues,
la proporcionalidad de la pena es de acuerdo a lo que ha sostenido la Suprema
Corte de Justicia de la Nación al distinguir entre proporcionalidad de la pena y
proporcionalidad en materia de derechos fundamentales si el legislador diseñó la
penalidad o punibilidad de los delitos de manera coherente, tomando en
consideración un orden o escala que garantice que las personas que sean
condenadas por delitos similares, reciban sanciones de gravedad comparable, y
que las personas condenadas por delitos de distinta gravedad sufran penas acordes
con la propia graduación del marco legal-

Luego, al momento de que se establece la posibilidad de que exista


una pena menor al parámetro de la punibilidad ya señalada por el legislador, de
alguna manera podría evidenciar que la pena que en su caso se impone al imputado
que acepta la apertura de un procedimiento abreviado no es proporcional conforme
lo establece el artículo 18 Constitucional.

174
Quedará en la memoria de los imputados, pero sobre todo en la
conciencia de los defensores si efectivamente se orilló al procesado a sujetarse a
un abreviado a pesar de no ser culpable, pero el juzgador no tendrá ninguna
posibilidad de confirmarlo, pues, en el desahogo de la audiencia respectiva en la
que se dé trámite a un abreviado, si el acusado en ese momento acepta haber
cometido el hecho que la ley señala como delito, y lo hace una vez que se le
explicaron todas y cada una de las consecuencias que implica una forma anticipada
de terminación del proceso como la que se analiza y en presencia de su defensor,
decide que se apertura el abreviado, no tendría porqué el Juez de control, pensar
que se está condenando a un inocente.

Es necesario acotar que en la experiencia personal, cuando se


observa a un imputado que está dudoso en aceptar el procedimiento abreviado, se
le indica que lo piense y no se lleva a cabo la audiencia, no porque se pueda
asegurar que es inocente, sino porque tal vez esté en duda por la pena que le ofrece
la Fiscalía.

Definitivamente será una parte fundamental la defensa en estos


procedimientos especiales, pues, pesa sobre ellos, la asesoría adecuada en la que
deberán sugerir a su cliente (acusado) si es conveniente o no que acepte el
ofrecimiento de la Fiscalía y que se tramite el abreviado, ello siempre que haya
analizado el caso en particular y desde luego los datos o medios de prueba con los
que cuente el Agente del Ministerio Público y si es factible refutarlos, pero desde
luego considerar si su defenso le ha referido si cometió o no el hecho que le
atribuyen, solamente conociendo tales aspectos podemos considerar que existe
una adecuada defensa, de lo contrario, cualquier abogado que recomiende a una
persona que se declare culpable cuando no lo es estará faltando a uno de los
derechos principales con lo que cuenta el imputado que justamente es la adecuada
defensa, pues, incluso como lo afirma Natarén Nandayapa y Ramírez Saavedra
“…el abogado sea capaz de transmitir a su cliente los beneficios de esta alternativa
y sus desventajas, como el que contará de optar por ella, con antecedentes penales.

175
El punto crucial es no generarle falsas expectativa mediante una evaluación certera
de sus costos y de sus implicaciones negativas…”.

Tampoco estimo, como lo consideran algunos que se afecte el


principio de Juez no prevenido, pues, como ya se ha señalado, el referido principio
opera para que ningún Juez que conozca de las etapas preliminares, también
conozca la etapa de juicio ya que el abreviado tiene como efecto no llegar a esa
etapa, que es la única fase donde podría considerarse vulnerado ese principio.

Finalmente debo señalar que el procedimiento abreviado, junto con las


salidas alternas (suspensión condicional del proceso y acuerdo reparatorio) son la
base del sistema acusatorio. Si no se apuesta por las salidas alternas y el
procedimiento abreviado el sistema va a colapsar como en muchos Estados ya está
colapsando, ello en virtud del inmenso número de asuntos que están llegando a
juicio que no pueden ser atendidos por el poco número de jueces de cada entidad
federativa y aún en los que existe un razonable número de jueces tampoco son
suficientes, porque ya no hay dinero que alcance.

Es necesario atacar el problema de raíz, que como se había estimado


el noventa por ciento de los asuntos se queden en la etapa de investigación inicial
y sólo el cinco por ciento de esos asuntos lleguen a juicio, y, justo ese cinco por
ciento se pondera, considerando las salidas alternas y el procedimiento abreviado
que puede tramitarse una vez dictado el auto de vinculación a proceso.

El procedimiento abreviado es una buena herramienta si se utiliza


adecuadamente por los operadores del sistema, será la única alternativa para que
la mayoría de los asuntos no lleguen a juicio, de lo contrario el sistema en muy poco
tiempo va a derrumbarse.

176
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Diccionario de la Real Academia Española

LEGISLACIÓN

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Código Nacional de Procedimientos Penales

Ley General del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes

Ley de Adolescentes del Estado de Aguascalientes (Abrogada)

INSTRUMENTOS INTERNACIONALES

Convención de los Derechos del Niño

REGLAS MINIMAS DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ADMINISTRACION DE


JUSTICIA DE MENORES (REGLAS DE BEIJING)

179
Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
(Directrices del Riad)

Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos

REGLAS DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA PROTECCION DE MENORES


PRIVADOS DE SU LIBERTAD

TESIS Y JURISPRUDENCIAS

Tesis: V.2º.P.A.3P, que puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación, Décima Época, t. III, mayo de 2014, p. 2102, , de rubro.
PROCESO PENAL. SU TRAMITACIÓN EN LA VÍA SUMARIA CUANDO NO SE
ACTUALIZA ALGUNA DE LAS HIPÓTESIS DEL ARTÍCULO 152 DEL CÓDIGO
FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN
PROCESAL QUE AMERITA LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO POR
AFECTAR EN PERJUICIO DEL INCULPADO SU DERECHO AL DEBIDO
PROCESO LEGAL, EL PRINCIPIO DE ESTRICTA APLICACIÓN DE LA LEY EN
MATERIA PENAL Y TRASCENDER AL RESULTADO DEL FALLO.

Tesis II.2oP.75P emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito, Décima Época, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
t. tres, septiembre 2018, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SU
NATURALEZA FRENTE A LOS DERECHOS DE LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL
DELITO.

Tesis: 1ª. CCLXXX/2018 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, de la Décima Época, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, t. I, diciembre de 2018, p. 379, de rubro. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO. SE EXCLUYE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE
CONTRADICCIÓN PROBATORIA.

Tesis: 1ª. CCLXXX/2018 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, Gaceta del Semanario Judicial de la federación, Décima
180
Época, t. I, diciembre de 2018, p. 379, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO.
SE EXCLUYE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN
PROBATORIA

Tesis: I.6º.P.134, emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
II, diciembre de 2018, p. 1131, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA
FACULTAD PARA SOLICITAR SU APERTURA Y LA REDUCCIÓN DE LA PENA
ES EXCLUSIVA DEL MINISTERIO PÚBLICO, POR LO QUE SI ÉSTE RECHAZÓ
LA SOLICITUD DEL IMPUTADO DE REDUCIR AÚN MÁS LA PENA MÍNIMA
PROPUESTA EN ESTA FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA, CONTRA ESA
NEGATIVA ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.

Tesis: VI.2oP.57P, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,


t. VI, junio de 2019, p. 5329, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LOS
ARTÍCULOS 201, FRACCIÓN I Y 202, PÁRRAFO PRIMERO, DEL CÓDIGO
NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, AL REQUERIR PARA SU
APERTURA LA PETICIÓN EXPRESA DEL MINISTERIO PÚBLICO, NO
VULNERAN EL DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA.

Tesis: I.6º.P.139 P emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
IV, enero de 2019, p. 2598, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. SU
ADMISIÓN DEPENDE DE QUE SE CUMPLAN LOS REQUISITOS
ESTABLECIDOS EN EL ARTÍCULO 201 DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES, POR LO QUE SI EL JUEZ DE CONTROL TOMÓ
EN CONSIDERACIÓN QUE EL MINISTERIO PÚBLICO OMITIÓ RECABAR LOS
ANTECEDENTES PENALES DEL IMPUTADO, COMO UNO DE LOS SUPUESTOS
PARA RECHAZAR SU APERTURA, VIOLA EL DERECHO FUNDAMENTAL AL
DEBIDO PROCESO.

181
Tesis: II.2º.P.74P emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en materia Penal del
Segundo Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
t. III, septiembre de 2018, p. 2570, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LOS
REQUISITOS PARA SU APERTURA, INCLUYENDO LA CALIFICACIÓN DE LA
OPOSICIÓN DE LA VÍCTIMA, FORMAN PARTE DEL ESTUDIO QUE LA SALA
DEBE REALIZAR AL RESOLVER EL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO
CONTRA LA SENTENCIA DICTADA EN AQUÉL, Y SU INOBSERVANCIA DA
LUGAR A QUE EN EL AMPARO DIRECTO PROMOVIDO EN SU CONTRA, SE
CONCEDA LA PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL PARA QUE SE CUMPLA CON
ESA EXIGENCIA.

Tesis: I.6º.P.145P emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, que puede ser consultada en la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación, Décima Época, t. IV, octubre de 2019, p. 3581, de rubro.
PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA OPOSICIÓN DE LA VÍCTIMA U OFENDIDO
DEL DELITO PARA QUE SE AUTORICE ESTA FORMA DE TERMINACIÓN
ANTICIPADA DEL PROCESO DEBE ESTAR DEBIDAMENTE FUNDADA.

Tesis: XXII.P.A.45 P emitida por el Tribunal Colegiado en Materias Penal y


Administrativa del Vigésimo Segundo Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Décima Época, t. III, noviembre de 2018, p. 2309, de rubro.
PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA EXPRESIÓN NORMATIVA "DELITO QUE SE
LE IMPUTA", CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 201, FRACCIÓN III, INCISO D), DEL
CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, COMO REQUISITO
PARA SU PROCEDENCIA, A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 310, 311 Y 318 DEL
MISMO ORDENAMIENTO, POR REGLA GENERAL, IMPIDE AL MINISTERIO
PÚBLICO VARIAR LA CLASIFICACIÓN JURÍDICA DEL HECHO MATERIA DE LA
IMPUTACIÓN Y LA CONSECUENTE VINCULACIÓN A PROCESO.

Tesis: XI.P.22P emitida por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo
Primer Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
IV, marzo de 2018, p. 3473, de rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA
INTERPRETACIÓN DE LOS REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA, DEBE

182
AJUSTARSE AL ARTÍCULO 201 DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES.

Tesis: XI.P.27P emitida por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo
Primer Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
VI, junio de 2019, p. 5389, de rubro. VIOLACIÓN A LAS REGLAS DEL PROCESO
PENAL ACUSATORIO. SE ACTUALIZA SI EN LA AUDIENCIA DE JUICIO ORAL
SE ORDENA QUE TENGA VERIFICATIVO LA AUDIENCIA RELATIVA A LA
ADMISIÓN, TRÁMITE Y SENTENCIA DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.

Tesis: XVII.1º.P.A.83P emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal


y Administrativa del Décimo Séptimo Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. III, marzo de 2019, p. 2697, rubro. NEGATIVA DEL
JUEZ DE CONTROL DE RETROTRAER EL PROCESO DE LA ETAPA DE
JUICIO ORAL A LA INTERMEDIA PARA LLEVAR A CABO UN
PROCEDIMIENTO ESPECIAL ABREVIADO. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE
AMPARO EN SU CONTRA, ANTE LA FALTA DE EJECUTIVIDAD DE LA
EVENTUAL DECLARATORIA DE INCONSTITUCIONALIDAD.

Tesis: XX.2º.81P emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del vigésimo circuito,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXVII, febrero
de 2008, p. 2251, de rubro. CONFESIÓN. ES INSUFICIENTE PARA SOSTENER
UNA SENTENCIA DE CONDENA CUANDO SE ENCUENTRA AISLADA SIN
APOYO DE OTRAS PRUEBAS.

Tesis: II.1º.2oP emitida por el Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con
Residencia en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. III, mayo de 2015, p. 2297, rubro. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO. SU ACEPTACIÓN POR EL IMPUTADO NO IMPLICA QUE DEBERÁ
CONSIDERÁRSELE CONFESO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

Tesis: 1ª.CCIX/2016 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II,
agosto de 2016, p. 784, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. DIFERENCIAS

183
JURÍDICAS ENTRE LOS CONCEPTOS "CONFESIÓN" CONFORME AL SISTEMA
PROCESAL PENAL TRADICIONAL MIXTO/ESCRITO, Y "RECONOCIMIENTO" O
"ACEPTACIÓN" DEL HECHO SEÑALADO EN LA LEY COMO DELITO, ACORDE
AL SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO.

Tesis: XXVII.3º.63P emitida por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo
Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II, julio
de 2018, p. 1475, rubro. CONTRADICCIONES DERIVADAS DE DOS O MÁS
ENTREVISTAS REGISTRADAS POR EL MINISTERIO PÚBLICO COMO DATOS
DE PRUEBA EN LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN DEL PROCESO PENAL
ACUSATORIO. NO PUEDEN SER MATERIA DE ANÁLISIS EN EL AMPARO
INDIRECTO PROMOVIDO CONTRA EL AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO,
SI SÓLO SON CIRCUNSTANCIALES O ACCESORIAS Y NO VARÍAN LA
SUSTANCIA DEL HECHO INVESTIGADO.

Tesis: XX.2º.81P, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,


t. XXVII, febrero de 2008, p. 2251, rubro. CONFESIÓN. ES INSUFICIENTE PARA
SOSTENER UNA SENTENCIA DE CONDENA CUANDO SE ENCUENTRA
AISLADA SIN APOYO DE OTRAS PRUEBAS.

Tesis: 1ª. CCXII/2016 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II,
agosto de 2016, p. 783, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. CONNOTACIÓN
Y ALCANCES DEL PRESUPUESTO DE PROCEDENCIA CONSISTENTE EN QUE
"EXISTEN MEDIOS DE CONVICCIÓN SUFICIENTES PARA CORROBORAR LA
IMPUTACIÓN", PREVISTO EN EL ARTÍCULO 20, APARTADO A, FRACCIÓN VII,
DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

Tesis: I.6º.P.144P emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuido, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
IV, octubre de 2019, p. 3579, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA
IMPOSICIÓN DE PENAS EN CONCURSO DE DELITOS, ES UNA FACULTAD
EXCLUSIVA DEL JUEZ DE CONTROL QUE NO ESTÁ SUPEDITADA AL

184
CONVENIO QUE REALICEN LAS PARTES AL SOLICITAR ESTA FORMA DE
TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO PENAL.

Tesis: XXIII.17P emitida por el Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito,
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. VI, junio de 2019,
p. 5328, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LOS ACUERDOS QUE EMITE EL
FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA, EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO
DEL ARTÍCULO 202 DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES, SON VINCULANTES PARA EL MINISTERIO PÚBLICO AL SOLICITAR
LAS PENAS DENTRO DE ESA FORMA DE TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL
PROCESO PENAL ACUSATORIO, NO PARA LOS JUECES DE CONTROL, AL
IMPONERLAS.

Tesis: XXII.P.A.45 P emitida por el Tribunal Colegiado en Materias Penal y


Administrativa del Vigésimo Segundo Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. III, noviembre de 2018, p. 2309, rubro.
PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA EXPRESIÓN NORMATIVA "DELITO QUE SE
LE IMPUTA", CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 201, FRACCIÓN III, INCISO D), DEL
CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, COMO REQUISITO
PARA SU PROCEDENCIA, A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 310, 311 Y 318 DEL
MISMO ORDENAMIENTO, POR REGLA GENERAL, IMPIDE AL MINISTERIO
PÚBLICO VARIAR LA CLASIFICACIÓN JURÍDICA DEL HECHO MATERIA DE LA
IMPUTACIÓN Y LA CONSECUENTE VINCULACIÓN A PROCESO.

Tesis: I.6º.P.144 emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
IV, octubre de 2019, p. 3579, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. LA
IMPOSICIÓN DE PENAS EN CONCURSO DE DELITOS, ES UNA FACULTAD
EXCLUSIVA DEL JUEZ DE CONTROL QUE NO ESTÁ SUPEDITADA AL
CONVENIO QUE REALICEN LAS PARTES AL SOLICITAR ESTA FORMA DE
TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO PENAL.

185
Tesis: 1ª.IV/2020 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. I, enero
de 2020, p. 653, rubro. PENA IMPUESTA EN EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.
LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO NO PUEDE IMPUGNAR SU
PROPORCIONALIDAD EN AMPARO DIRECTO.

Tesis: XXII.P.A.44P emitida por el Tribunal Colegido en Materias Penal y


Administrativa del Vigésimo Segundo Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. III, noviembre de 2018, p. 2165, rubro. APELACIÓN
EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO. LA VÍCTIMA U OFENDIDO QUE
INTERPONE ESE RECURSO CONTRA LA SENTENCIA EMITIDA EN EL
PROCEDIMIENTO ABREVIADO, ESTÁ LEGITIMADO PARA CUESTIONAR EL
RANGO PUNITIVO APLICABLE, POR INEXACTO ENCUADRAMIENTO DEL
HECHO QUE LA LEY SEÑALA COMO DELITO MATERIA DE LA IMPUTACIÓN O
POR INDEBIDA VARIACIÓN DEL HECHO DELICTIVO.

Tesis: I.6º.P.135 P, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,


t. II, diciembre de 2018, p. 1132, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO. PREVIO
A LA AUTORIZACIÓN DE SU APERTURA Y ATENTO AL PRINCIPIO DE
IGUALDAD ENTRE LAS PARTES, DEBERÁ VERIFICARSE QUE EL IMPUTADO
ESTÁ PLENAMENTE ENTERADO SI EXISTIRÁ OPOSICIÓN PARA QUE SE LE
CONCEDAN LOS SUSTITUTIVOS PENALES Y LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL
DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA, CUANDO CELEBRA CONVENIO CON EL
MINISTERIO PÚBLICO Y LA VÍCTIMA.

Tesis: I.6º.P.141 P emitida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
III, julio de 2019, p. 2161, rubro. SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN Y
SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA. SU
OTORGAMIENTO EN EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO, PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 201 DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES,

186
CONSTITUYE UNA FACULTAD DISCRECIONAL DEL ÓRGANO
JURISDICCIONAL QUE NO ESTÁ SUPEDITADA AL CONVENIO AL QUE HAYAN
LLEGADO LAS PARTES (LEGISLACIÓN APLICABLE PARA LA CIUDAD DE
MÉXICO).

Tesis: XXIII.11P emitida por el Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito,
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. IIII, agosto de
2018, p. 3027, rubro. RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 486 DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES. ES
IMPROCEDENTE EL INCIDENTE RELATIVO EN ASUNTOS EN LOS QUE EL
IMPUTADO OPTA POR EL PROCEDIMIENETO ABREVIADO.

Tesis: 1ª.IV/2014, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II, enero
de 2014, p. 1112, rubro. DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO.
ELEMENTOS QUE LO INTEGRAN.

Tesis: II.2oP.52 emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
t. IV, octubre de 2017, p. 2519, rubro. PROCEDIMIENTO ABREVIADO EN EL
SISTEMA DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. AL RESULTARLE APLICABLES
-EN SU DEBIDA PROPORCIÓN- LOS CRITERIOS JURISPRUDENCIALES
ESTABLECIDOS POR LOS TRIBUNALES FEDERALES DERIVADOS DEL
ANÁLISIS DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO PREVISTO TAMBIÉN PARA LOS
ADULTOS, EN EL AMPARO DIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA SENTENCIA
DERIVADA DE AQUÉL, NO SON MATERIA DE CUESTIONAMIENTO
CONSTITUCIONAL, LA ACREDITACIÓN DE LA CONDUCTA ANTISOCIAL
IMPUTADA AL ADOLESCENTE, LA RESPONSABILIDAD PENAL, NI LA
EXIGIBILIDAD DE LA VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS.

Tesis: VIII.2º15P, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,


t. VII, enero de 1998, p. 1136, rubro. PENA, REDUCCIÓN DE LA. FACULTAD

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POTESTATIVA DEL JUZGADOR PARA REDUCIRLA DEL MÍNIMO HASTA UN
TERCIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE DURANGO).

JURISPRUDENCIAS

Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, bajo la Tesis: 1ª./J. 34/2007, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, t. XXV, mayo de 2007, p. 530, de rubro. PROCEDIMIENTO
SUMARIO. LA NEGATIVA DE SU APERTURA CONSTITUYE UN ACTO DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN, POR LO QUE EN SU CONTRA PROCEDE EL
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO (LEGISLACIÓN PENAL PARA EL ESTADO DE
AGUASCALIENTES).

Jurisprudencia emitida por los Plenos de circuito Gaceta, bajo la Tesis: PC.III.P.J/17
P, Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t. II, agosto de 2018, p.
2222, rubro. REDUCCIÓN DE LA PENA PARA DAR POR TERMINADO
ANTICIPADAMENTE EL PROCESO PENAL, A TRAVÉS DE UN
PROCEDIMIENTO ABREVIADO. CUANDO SE IMPUGNA A TRAVÉS DEL JUICIO
DE AMPARO INDIRECTO LA RESOLUCIÓN MINISTERIAL QUE LA NIEGA, SE
ACTUALIZA UNA CAUSA MANIFIESTA E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA.

Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, bajo la Tesis: 1ª./J. 145/2005, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, t. XXIII, marzo de 2006, p. 170, rubro. REPARACIÓN DEL
DAÑO. ES LEGAL LA SENTENCIA CONDENATORIA QUE LA IMPONE AUNQUE
EL MONTO CORRESPONDIENTE PUEDA FIJARSE EN EJECUCIÓN DE ÉSTA.

Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, con número de Tesis: 1ª./J.34/2018, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. I, octubre de 2018, p. 742, rubro. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO. CUESTIONES QUE PUEDEN SER REVISABLES EN LA
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APELACIÓN INTERPUESTA EN CONTRA DE LA SENTENCIA DEFINITIVA
DERIVADA DE AQUÉL.

Jurisprudencia II.1º.P.J/3 emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal


del Segundo Circuito, bajo la Tesis: II.1oP. J/3, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, t. III, marzo de 2015, p. 2293, rubro. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO. EL JUEZ DE CONTROL, PREVIO A ORDENAR SU TRAMITACIÓN,
DEBE CERCIORARSE DE QUE EL IMPUTADO OTORGÓ LIBRE Y
VOLUNTARIAMENTE SU CONSENTIMIENTO PARA QUE SE LLEVARA A CABO
SU APERTURA Y QUE ESTÁ CONSCIENTE DE SUS ALCANCES Y
CONSECUENCIAS, DE LO CONTRARIO, VULNERA SU DERECHO HUMANO AL
DEBIDO PROCESO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

Jurisprudencia emitida por el Pleno del Décimo Séptimo Circuito, bajo la Tesis:
PC.XVII. J/22 P, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, t.
II, noviembre de 2019, p. 1620, rubro. PROCEDIMIENTO PENAL ABREVIADO. LA
REDUCCIÓN DE LAS PENAS CONSTITUYE UN DERECHO SUSTANTIVO A
FAVOR DEL IMPUTADO QUE COMPRENDE LA PRIVATIVA DE LIBERTAD Y LA
MULTA, CON INDEPENDENCIA DE QUE EL MINISTERIO PÚBLICO SÓLO SE
REFIERA A LA DE PRISIÓN.

Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, se pronunció al respecto, bajo la Tesis: 1ª./J.5/93 de la Novena Época, que
puede ser consultada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo
XXI, Mayo de 2005, Pág. 89, con número de registro 178509, de rubro.
CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA DE LAS AUTORIDADES
JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS.
Jurisprudencia emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito, bajo la Tesis: II.1oP.J/2, Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, t. III, marzo de 2015, p. 2292, rubro. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO. AUN CUANDO EL INCULPADO SOLICITE SU APERTURA Y
ADMITA EL HECHO QUE LE ATRIBUYE EL MINISTERIO PÚBLICO, SI EL JUEZ
DE CONTROL NO VERIFICA, PREVIO A ORDENAR SU TRAMITACIÓN, QUE

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AQUÉL CONOCIÓ PUNTUAL Y PLENAMENTE EN QUÉ CONSISTIÓ LA
ACUSACIÓN, VULNERA SU DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO, Y
ELLO ORIGINA QUE SE REPONGA AQUÉL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
MÉXICO).

Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, bajo la Tesis: 1ª./J.3/2012, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, t. 1, febrero de 2012, p. 503, rubro. PENAS. PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 22 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

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