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Letras
Introducción a la Literatura
Tú me quieres blanca
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada
Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.
La noche se anticipa
en el plano mudo
que nadie toca.
Vagar en lo opaco
Mendiga voz
PARA NOMBRARLOS
Para Aldo Reda
"Todo debe estar eternamente ante Dios."
Goethe
Deben estar entonces aquellos tamariscos,
guardianes de la vida, oración verde,
límite del secreto y de la gracia.
Deben estar, indudables, silenciosos,
multiplicándose
bajo sus propias dinastías de sombra,
su cielo en laberinto
su señal de distancia.
Deben estar sus ramas encendidas
y su forma solar en las mañanas,
pero también sus noches en la noche
reiterada del pueblo,
confusa red de nombres y de pasos,
lentas voces entrando a su misterio.
Todo estará: la muralla persistente
y esa fidelidad al infinito
mapa de sus raíces, a la dulce
simulación de eternidad que implican,
y un susurro de polen y de insecto.
Y más acá, en el tiempo, su elegía,
este modo imperfecto de nombrarlos,
esta palabra gris que se aniquila
en su verde universo sin palabra.
(De Entre el viento y el humo de la vida, 1982)
Letras- Introducción a la Literatura
MANIFIESTO
Yo me resisto,
en la calle de los ahorcados,
a acatar la orden
de ser tibia y cautelosa,
de asirme a la seguridad,
de acomodarme en la costumbre,
de usar reloj y placidez,
aventura a cuerda,
palabra pálida y mortal
y ojos con límites.
Yo me resisto,
entre las muelas del fracaso,
a cumplir la ley de cansarme,
de resignarme,
de sentarme en lo fofo del mundo
mortecina de una espada lánguida,
esperando el marasmo.
Yo me resisto,
acosada por silbatos atroces,
a la fatalidad
de encerrarme y perder la llave
o de arrojarme al pozo.
Cooking
Imaginé agarrarlo como a la carne picada
con todos los dedos
para que se escape
deslizándose
amoldándose a las huidas.
O cortarlo en pedacitos
después de pelarlo
como al tomate
mientras se resbala
y me hace pensar
que es mejor vestido
sin tocarlo
mucho,
sólo consumirlo
para refrescarme.
Y si no, comerlo como al alcaucil
untarlo
chuparlo
deshojándolo.
O esperar
a que asome
con la misma presura
con la que me someto
a esas plantas que sólo florecen
si se las cuida excesivamente
para después no durar nada
como si fueran realmente
importantes.
Ahora que tengo un hombre en la mesada
no sé qué hacer con él
y las horas del almuerzo se me pasan.
(Acetato, 2009)
Letras- Introducción a la Literatura
Cotidiano
Contradicciones
a las inolvidables mujeres del PIE
Afuera,
la noche, agazapada,
aguarda como tigre
para saltar a través de la ventana.
En este recinto donde,
trabajosamente,
le arranco al aire las palabras,
me asombra el inesperado deseo
de un beso
leve
sobre la pierna.
No hay nadie aquí
Está mi cuerpo solo
mientras yo esto con ellas:
las mujeres sin habla.
Esas que mis dedos escuchan,
Esas que entran de noche
con aliento de luna.
Mujeres de los siglos
me habitan:
Isadora bailando con la túnica.
Virginia Woolf en su cuarto propio.
Safo lanzándose desde la roca.
Medea, Fedra, Jane Eyre
y mis amigas,
espantando la decrepitud del tiempo,
escribiéndose a sí mismas
sacudiendo viejas sombras para alumbrar sus perfiles
y poderse ver al fin
despojadas de toda constricción.
Mujeres danzan a la luz de mi lámpara.
Se suben a las mesas. Dicen discursos incendiarios.
Me sitian con los sufrimientos. Las marcas del cuerpo.
El alumbramiento de los hijos.
El silencio de las olorosas cocinas.
Letras- Introducción a la Literatura
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!
YA NO SERÁ
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Comparación
Como en la playa virgen
dobla el viento
el leve junco verde
que dibuja
Letras- Introducción a la Literatura
La musa
Yo la quiero cambiante, misteriosa y compleja;
con dos ojos de abismo que se vuelvan fanales;
en su boca, una fruta perfumada y bermeja
que destile más miel que los rubios panales.
A veces nos asalte un aguijón de abeja:
úna raptos feroces a gestos imperiales
y sorprenda en tu risa el dolor de una queja;
¡En sus manos asombren caricias y puñales!
Y que vibre, y desmaye, y llore, y ruja, y cante,
y sea águila, tigre, paloma en un instante,
que el Universo quepa en sus ansias divinas.
(1979)
Letras- Introducción a la Literatura
Reminiscencia
Dedicatoria
(Evohé, 1971)
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