Está en la página 1de 32

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

Magistrado Ponente

SC2962-2022
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00
(Aprobado en sesión de dieciocho de agosto de dos mil veintidós)

Bogotá D.C., tres (3) de octubre de dos mil veintidós


(2022). (2020).

Se decide el recurso extraordinario de revisión


interpuesto por Víctor Manuel Prieto Barrera y Aminta Mora
Pabón frente a la sentencia del 3 de febrero de 2016,
proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Cúcuta, Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras,
en el proceso de esa especialidad promovido por la Unidad
Administrativa Especial de Gestión de Restitución de
Tierras Despojadas – Territorial Magdalena Medio
(UAEGRTD), a nombre de Joaquín Sánchez Díaz.

ANTECEDENTES

1. La unidad administrativa arriba mencionada, en


aplicación del artículo 82 de la ley 1448 de 2011, solicitó se
restituyera a Joaquín Sánchez Díaz el predio rural «Las
Flores», ubicado en la vereda Venecia del municipio de
Rionegro, Santander, distinguido con la matrícula
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

inmobiliaria n.° 300-136615 de la Oficina de Registro de


Instrumentos Públicos de esa localidad.

2. Al trámite judicial fueron vinculados los ahora


recurrentes, en su condición de propietarios del bien,
quienes se opusieron a la prosperidad de la reclamación, en
pro de lo cual negaron la calidad de víctima del reclamante,
así como el acto de despojo.

Adicionalmente, propusieron las excepciones que


denominaron «falta de fundamento fáctico y jurídico», «venta
realizada en el justo precio de la cosa», «buena fe en la
compraventa del predio Las Flores» y «falacias
argumentativas del solicitante».

3. El Tribunal Superior de Distrito Judicial de Cúcuta,


Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras, de forma
mayoritaria, profirió sentencia el 3 de febrero de 2016,
mediante la cual adoptó las determinaciones que se
compendian en cuanto interesan al sub judice:

(I) Declaró «no probados los argumentos expuestos por


la parte opositora».

(II) No accedió al pago de la compensación de que trata


el artículo 98 de la ley 1448 de 2011, «toda vez que los
opositores no acreditaron haber actuado con buena fe exenta
de culpa».

2
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

(III) Protegió «el derecho fundamental a la restitución


jurídica y material» del solicitante y su núcleo familiar, «por
ser víctima de abandono forzado y despojo, con ocasión del
conflicto armado, respecto del inmueble identificado en la
parte motiva de esta providencia».

(IV) Declaró «la nulidad del acto administrativo


representado en la resolución N° 1769 de 19 de septiembre
de 1994 proferida por el Instituto Colombiano de Desarrollo
Rural -Incoder-, en la que declaró la pérdida de fuerza
ejecutoria, y en consecuencia dejó sin efectos, la resolución
N° 1971 del 30 de septiembre de 1992 proferida por el
Gerente Regional del entonces Instituto Colombiano de la
Reforma Agraria -Incora-, por medio de la cual se adjudicó a
Joaquín Sánchez Díaz el predio denominado ‘Las Flores’».

(V) Ordenó a la Oficina de Registro de Instrumentos


Públicos de Rionegro inscribir la sentencia, la medida de
protección prevista en el artículo 101 de la ley 1448 de
2011 y cancelar gravámenes y limitaciones de dominio.

4. La UAEGRTD solicitó la corrección del fallo, en lo


tocante a la identificación del predio objeto de la restitución,
como quiera que con ese fin se señalaron las coordenadas
de los «puntos extremos» y no las de «individualización» del
terreno.

Petición denegada mediante providencia del 17 de


febrero de 2016, en la cual, sobre la base de que el Tribunal

3
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

conservaba competencia «a fin de garantizar el goce efectivo


el derecho amparado», se aseguró que «deberá entenderse
para todos los efectos del cumplimiento del fallo que las
coordenadas geográficas del inmueble a restituir
corresponden a las vistas al respaldo del folio 520 del tomo 3
del cuaderno principal presentado ante el Juzgado instructor,
esto es, del informe técnico de georreferenciación del precio
en campo».

RECURSO DE REVISIÓN

1. De acuerdo con los escritos de demanda y


subsanación, los señores Víctor Manuel Prieto Barrera y
Aminta Mora Pabón invocaron nulidad originada en la
sentencia de restitución de tierras, por las siguientes
omisiones en la motivación:

(I) No confrontó, con las presunciones de despojo


previstas en el artículo 77 de la ley 1448 de 2011, que los
opositores demostraron: ser los legítimos propietarios del
predio «Las Flores»; no haber sido condenados por
pertenecer, colaborar o financiar grupos armados al margen
de la ley, o por narcotráfico, o por delitos conexos; adquirir
el predio sin aprovecharse de las condiciones de violencia; y
tener la calidad de segundos ocupantes.

(II) No se pronunció, «para desestimar o dar crédito»,


sobre la buena fe exenta de culpa de los opositores, lo que

4
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

debía hacer expresamente, en acatamiento del literal r) del


artículo 91 de la precitada ley.

(III) No definió si los hechos de violencia fueron


determinantes para viciar la voluntad del reclamante del
predio.

(IV) Guardó silencio sobre la forma cómo se llevó a


cabo la negociación del inmueble objeto del proceso de
restitución, en particular, sobre su adjudicación a los
opositores por el Incoder.

(V) No desvirtuó apropiadamente la buena fe de los


opositores, toda vez que ellos actuaron amparados en la
«confianza legítima» y como «segundos ocupantes», en la
medida que fue el mismo Estado el que, mediante un
procedimiento reglado por la ley y a través de autoridad
legítima, los hizo propietarios del inmueble disputado.

(VI) Pasó por alto que el padre del reclamante en


restitución fue quien ofreció a Víctor Manuel Prieto vender
la finca y señaló el precio de $6.500.000, el cual era un
valor lucrativo en atención a que pocos años antes lo había
adquirido por $3.000.000.

(VII) Incurrió en incoherencia al sostener que el


terreno en el año 1994 costaba $20.494.139 y que en 1991
el peticionario de la restitución lo adquirió por $3.000.000.

5
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

(VIII) No valoró acertadamente las pruebas, puesto que


de haberlo hecho no habría presumido la falta de
consentimiento, ni desfigurado el concepto de «despojo», ni
culpado del mismo a quienes nada tuvieron que ver con el
desplazamiento del solicitante.

(IX) Fincó la decisión en pruebas aisladas y en la


presunción del literal a) del numeral 2º del artículo 77 de la
ley 1448 de 2011, dejando de lado elementos de juicio como
«la presentación de las escrituras públicas, manifestaciones
de los opositores y acá revisionistas y de otras personas en
sus declaraciones».

(X) Desacertó al fundamentar la decisión en que, pese


a que los «compradores y adjudicatarios no tiene relación
alguna, directa o indirecta con los grupos ilegales causantes
del conflicto interno que ocasionó el desplazamiento forzado
del señor Joaquín Sánchez y su núcleo familiar, la buena fe
simple con la que intervinieron en el negocio jurídico que se
celebró sobre el predio ‘Las Flores’ no es suficiente para
generar a favor de ellos la compensación que el legislador
únicamente estableció para los adquirentes de buena fe
exenta de culpa, cualificada o creadora de derechos».

2. Luego de haberse solicitado y recibido el expediente


contentivo del juicio de restitución de tierras, se admitió el
libelo introductorio mediante auto del 16 de agosto de 2018,
precisándose que tal determinación «únicamente es por la

6
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

causal octava de revisión prevista en el artículo 355 [del


Código General del Proceso]».

En consecuencia, se ordenó notificar y correr traslado


por el término de cinco (5) días a Joaquín Sánchez Díaz; a
las Unidades Administrativas Especiales de Gestión de
Restitución de Tierras Despojadas Territorial Santander y
Magdalena Medio y Dirección Nacional; al Procurador
Delegado ante los Juzgados de Restitución de Tierras de
Cúcuta; a la entidad que represente al Incoder; a la Alcaldía
Municipal de Rionegro, Santander; a la gobernación de
Santander; al SENA; a las empresas de servicios públicos
domiciliarios de energía eléctrica y acueducto y
alcantarillado de lugar del inmueble materia de restitución;
a los Comités Municipal de Justicia Transicional de
Bucaramanga y Departamental de Justicia Transicional de
Santander; y al Banco Agrario.

Adicionalmente, se dispuso el emplazamiento de todas


las personas indeterminadas convocadas al proceso de
restitución y que podían resultar afectadas.

3. Después de un aletargado proceso de notificación,


respondieron la demanda las subsiguientes personas:

(I) La UAEGRTD - Dirección Nacional arguyó que «el


recurrente erige sus cargos sin sustentos jurídicos ni
argumentativos, no acredita que se haga presente alguna de
las causales de nulidad establecidas en el artículo 113» del

7
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

estatuto procesal civil, en tanto «las afirmaciones del recurso


no tienen suficiente entidad para demostrar la existencia de
vicios, limitándose a hacer vagas manifestaciones sobre las
actuaciones adelantadas en el proceso restitutivo».

(II) La Secretaría Técnica de Comité Territorial de


Justicia Transaccional de Bucaramanga estimó indebida su
vinculación al proceso y solicitó su exclusión.

(III) El Procurador Delegado para Asuntos Agrarios y


de Restitución de Tierras señaló que el fallo censurado «no
carece de fundamentación material y cumple las exigencias
mínimas argumentativas». Asimismo, puntualizó que «al
examinar el contenido de la sentencia, se evidencia que el
fallo dio materialmente una respuesta al problema jurídico,
específicamente, examinó si los opositores[,] hoy
demandantes en revisión[,] demostraron o no la buena fe
exenta de culpa respecto de las pretensiones de la acción
transicional».

(IV) La Gobernación de Santander, por intermedio de


la Secretaría del Interior, manifestó que «no puede
pronunciarse» y que «la defensa» del señor Joaquín Sánchez
Díaz corresponde con exclusividad a «la Unidad
Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras
Despojadas para el caso concreto».

(V) La Empresa Municipal de Servicios Públicos de


Rionegro - EMSERVIR E.S.P., expresó que solamente presta

8
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

el servicio a predios urbanos, razón por la cual no son


aplicables las medidas que al respecto fueron adoptadas en
la sentencia objeto del recurso extraordinario.

4. Al proceso compareció la Delegada para Asuntos


Agrarios y Tierras de la Defensoría del Pueblo, quien luego
de precisar el seguimiento que hizo a la sentencia dictada
en el proceso de restitución de tierras en cuestión y,
particularmente, a la situación del opositor señor Víctor
Manuel Prieto Barrera, solicitó revisar su caso en procura
de que se garanticen «sus derechos como campesino,
habitante de zona de conflicto, adulto mayor y con
discapacidad mental».

5. Mediante auto de 17 de noviembre de 2021, en


consideración a que no había pruebas pendientes de
práctica, el Despacho sustanciador estimó «innecesario
desarrollar la audiencia prevista en el último inciso del
artículo 358 del Código General del Proceso» y concedió a las
partes «el término común de cinco días para que, si a bien lo
tienen, presenten sus alegaciones», sin que ninguna se
pronunciara.
CONSIDERACIONES

1. Procedencia de la sentencia anticipada.

1.1. El artículo 278 del Código General del Proceso


prescribe que, «[e]n cualquier estado del proceso, el juez

9
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

deberá dictar sentencia anticipada, total o parcial… [c]uando


no hubiere pruebas por practicar».

Los sentenciadores, entonces, tienen el deber de


proferir veredicto definitivo en el momento en que adviertan
que no habrá debate probatorio o que el mismo es inocuo,
sin trámites adicionales, siempre que exista claridad fáctica
sobre los supuestos aplicables al caso.

En este contexto, prevalecen los principios de celeridad


y economía procesal sobre el respeto a las formas propias
de cada juicio, en aras de lograr decisiones prontas,
adelantadas con el menor número de actuaciones posibles y
sin dilaciones injustificadas. Total, las formalidades están al
servicio del derecho sustancial, por lo que cuando se
advierta su futilidad deberán soslayarse, como cuando en la
foliatura se tiene todo el material suasorio requerido para
tomar una decisión que desate el pedimento judicial.

Lo contrario equivaldría a una «irrazonable


prolongación [del proceso, que hace] inoperante la tutela de
los derechos e intereses comprometidos en él»1. Insístase, la
administración de justicia «debe ser pronta, cumplida y
eficaz en la solución de fondo de los asuntos que se sometan
a su conocimiento» (artículo 4 de la ley 270 de 1996), para lo
cual se exige que sea «eficiente» y que «[l]os funcionarios y
empleados judiciales [sean] diligentes en la sustanciación de
los asuntos a su cargo, sin perjuicio de la calidad de los

1Lino Enrique Palacio, Manual de Derecho Procesal Civil, LexisNexis, Abeledo-Perrot,


Buenos Aires, 2003, p. 72.

10
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

fallos que deban proferir conforme a la competencia que les


fije la ley» (artículo 7 ibidem).

La Corte tiene decantado que «es procedente el fallo


anticipado» siempre que «de acuerdo con las pruebas
allegadas y la situación de facto particular no son necesarios
elementos de convicción adicionales» (SC1075, 22 ab. 2022,
rad. n.° 2018-01513-00).

1.2. En el sub lite debe emitirse sentencia inmediata


pues, como se advirtió en el auto del 17 de diciembre de la
anualidad pasada, «se ha surtido el traslado de la demanda
a cada uno de los convocados y… no hay más pruebas que
practicar», siendo anodino agotar la etapa de la audiencia
para instruir, alegar de conclusión y proferir sentencia oral,
como lo manda el inciso final del artículo 358 del Código
General del Proceso.

Y es que, en el plenario, con ocasión del arribo del


expediente de restitución de tierras abandonadas y
despojadas, refulgen todos los medios suasorios requeridos
para desatar la solicitud revisión. Por ende, debe emitirse
un fallo inmediato, por escrito, sin agotar las demás etapas
establecidas en las normas vigentes para el remedio
extraordinario.

2. Análisis del recurso promovido.

2.1. Finalidad.

11
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

Es bien sabido que el remedio extraordinario de


revisión propende por superar situaciones de extrema
injusticia contenidas en un fallo judicial definitivo, por
medio de la remoción de la cosa juzgada, siempre que se
configure alguna de las causales taxativamente señaladas
por el legislador.

La Corte Suprema de Justicia tiene doctrinado:

[S]i bien el principio de la cosa juzgada se erige como pilar


esencial de la seguridad jurídica, el recurso de revisión fue
concebido como un mecanismo excepcional para remover la
inmutabilidad de las decisiones judiciales definitivas, en aras de
preservar la supremacía de la justicia cuando se configure
alguna de las circunstancias que el legislador estableció de
manera taxativa en el canon 355 de la mentada codificación, que
permiten infirmar las sentencias que se hayan pronunciado sin
contar con documentos que hubieran modificado el criterio del
fallador y que por las razones allí consagradas no pudieron
aportarse en la oportunidad legal, así como, las obtenidas
fraudulentamente o con quebrantamiento del debido proceso, e
incluso, en la hipótesis del numeral 9° ibídem, se tutela la
seguridad jurídica al impedir la coexistencia de providencias
contradictorias (SC5052, 23 nov. 2021, rad. n.° 2018-00486-
00).

En consecuencia,

[C]omo medio de impugnación extraordinario que es, la revisión


no constituye un escenario de instancia en el que puedan
exponerse o debatirse las mismas pretensiones o excepciones
ventiladas y ya decididas a lo largo del proceso en que se profirió
la sentencia enjuiciada, pues en sí mismo, el mencionado recurso
es un remedio extremo concebido para conjurar situaciones
irregulares que en su momento distorsionaron la sana y recta
administración de justicia, hasta tal punto que, de no
subsanarse, se privilegiaría la adopción de decisiones opuestas a

12
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

dicho valor, en contravía de principios fundamentales del Estado


de Derecho (SC1298, 6 may. 2022, rad. n.° 2018-01057-00).

Claro está, para que pueda acometerse el estudio de


fondo del remedio es imperativo que se satisfaga, entre
otros requisitos, el de oportunidad, cuyo análisis deviene
forzoso por parte de esta Corporación.

2.2. Oportunidad.

2.2.1. Como se dijo, por tratarse de un mecanismo que


socava la seguridad jurídica, el legislador sometió a la
revisión a unos plazos perentorios para su formulación, a
cuyo vencimiento se cierra el acceso a este mecanismo de
control.

Términos que son de caducidad, por estar erigidos


como una consecuencia forzosa de la desatención de las
cargas procesales impuestas al interesado, en garantía de la
certidumbre que emana de la cosa juzgada del veredicto que
pretende revisarse. La Sala explica que «[e]sos plazos fijados
por el legislador son perentorios e improrrogables, y
comportan preclusión de la oportunidad para formular esta
excepcional impugnación; es decir, sobreviene forzoso el
decaimiento de la facultad legal que tiene la parte para
incoar la revisión» (SC, 11 jul. 2013, rad. n.° 2011-01067-
00).

13
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

Por lo anterior, el desconocimiento de estos plazos


debe declararse incluso oficiosamente, como ha sido
reconocido por la jurisprudencia:

Como está claro que la oportuna presentación de la demanda


contentiva del referido medio de impugnación y el cumplimiento
de las precisas cargas que en la materia exige el artículo 90 del
Código de Procedimiento Civil, es un requisito de procedibilidad
en el campo extraordinario de que se trata, cumple examinar ab
initio lo relacionado con la caducidad de las causales alegadas
en el libelo, escrutinio que, bien se sabe, obliga a la Corte
desplegarlo o llevarlo a cabo ex officio, esto es, al margen del
comportamiento que en ese sentido hubieran asumido los
integrantes del extremo procesal con los cuales corresponde
adelantarse esta clase de controversias (SC3318, 18 mar. 2014,
rad. n.° 2007-01159-00).

2.2.2. El canon 356 del Código General del Proceso es


el encargado de fijar los tiempos de caducidad de la
revisión, a saber:

El recurso podrá interponerse dentro de los dos (2) años


siguientes a la ejecutoria de la respectiva sentencia
cuando se invoque alguna de las causales consagradas en
los numerales 1, 6, 8 y 9 del artículo precedente.

Cuando se alegue la causal prevista en el numeral 7 del


mencionado artículo, los dos (2) años comenzarán a correr
desde el día en que la parte perjudicada con la sentencia o
su representante haya tenido conocimiento de ella, con
límite máximo de cinco (5) años. No obstante, cuando la
sentencia debe ser inscrita en un registro público, los anteriores
términos sólo comenzarán a correr a partir de la fecha de la
inscripción.

En los casos contemplados en los numerales 2, 3, 4 y 5 del


mismo artículo deberá interponerse el recurso dentro del
término consagrado en el inciso 1º… (negrilla fuera de texto).

14
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

Refulge que, dependiendo del motivo invocado, el


cómputo de la caducidad difiere. Así, tratándose de
«indebida representación o falta de notificación o
emplazamiento», se cuenta con dos (2) años para izar la
crítica extraordinaria, contados desde que el afectado
efectivamente conoció de la sentencia o se produjo la
inscripción de ésta en un registro público, sin que en
ningún caso pueda exceder de cinco (5) años. En las demás
hipótesis los dos (2) años se computan desde la ejecutoria
del veredicto criticado, al margen de la eventual suspensión
del trámite por prejudicialidad penal.

2.2.3. Para impedir la caducidad es menester de los


interesados «la presentación en tiempo del correspondiente
recurso y, en su caso, la vinculación formal -también
oportuna- de todas las personas que hicieron parte en el
proceso en que se dictó la sentencia censurada» (SC, 20 may.
2011, rad. n.° 2005-00289-00).

Total, según el artículo 94 del Código General del


Proceso, la radicación de la demanda hace inoperante la
caducidad, siempre «que se notifique al demandado dentro
del término de un (1) año contado a partir del día siguiente a
la notificación… [del] auto admisorio», considerando que si
«el litisconsorcio fuere necesario será indispensable la
notificación a todos ellos para que se surtan dichos efectos».

Esta Corporación ha sido enfática en la obligatoriedad


de agotar los preanotados requisitos:

15
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

[P]ara que sea inoperante la caducidad indispensable resulta la


radicación de la impugnación extraordinaria antes del
vencimiento del término de dos años, contado a partir de la
ejecutoria de la providencia atacada, y notificar el auto admisorio
a los convocados sin que transcurra el plazo de un año previsto
en el artículo 94 del C.G. del P., antes 90 del C. de P.C. Vencido
este, la inoperancia sólo tendrá efecto si el acto de enteramiento
a los convocados se produce dentro de aquél lapso de dos años…

Por contera, para impedir la caducidad, de conformidad con el


penúltimo inciso del artículo 94 del Código General del Proceso,
se requería la notificación a todos ellos [personas que fueron
parte en el proceso en que se dictó la sentencia], lo cual significa
que solo con el enteramiento al último de los convocados se
generaba la inoperancia del fenómeno extintivo citado (SC2554,
11 oct. 2019, rad. n.° 2011-00408-00).

2.3. El caso concreto.

Anticípese que, en el presente litigio, se configuró la


caducidad de la opugnación promovida, por las razones que
se dilucidan en lo sucesivo.

2.3.1. Para comenzar es menester hacer un recuento


de algunas actuaciones procesales:

(I) El Tribunal Superior de Distrito Judicial de Cúcuta


resolvió la solicitud de restitución y formalización de tierras
despojadas o abandonadas forzosamente, promovida en
nombre de Joaquín Sánchez Díaz, el 3 de febrero de 2016
(folios 137 y siguientes del cuaderno Tribunal T.1).

16
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

(II) La sentencia se notificó por correo electrónico a


todos los sujetos procesales el 8 de febrero del mismo año
(folios 1 a 41 del cuaderno Tribunal notificaciones).

(III) El día 12 de igual mensualidad, la Unidad


Administrativa Especial de Gestión de Restitución de
Tierras Despojadas solicitó «la corrección de la sentencia de
fecha 03 de febrero de 2016» (negrilla fuera de texto), en
punto a los linderos del predio cuya devolución se ordenó
(folios 203 y 204 del cuaderno Tribunal T.1).

(IV) Por auto del 17 de febrero siguiente se denegó el


pedimento de «corrección» (folios 207 a 211 ibidem),
notificado de manera electrónica el día 25 de idéntico mes
(folios 49 a 79 del cuaderno Tribunal notificaciones).

(V) El 1° de marzo de 2018 se radicó la demanda de


revisión contra la sentencia a que se hizo referencia (folio 77
del cuaderno Corte), la cual fue admitida el 16 de agosto de
idéntico año (folios 176 y 177 ejusdem), con la orden de que
al trámite se vincularan «La Unidad Administrativa Especial
de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas Territorial
Santander y Magdalena Medio…; La Unidad Administrativa
Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas
Dirección Nacional; el Procurador Delegado ante los Juzgados
de Restitución de Tierras de Cúcuta; la Defensoría Delegada
para Asuntos Agrarios y Tierras; la entidad que represente
los derechos y obligaciones del anterior Instituto Colombiano
de Desarrollo Incoder; la Alcaldía Municipal de Rionegro

17
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

(Santander); la Gobernación de Santander; el Servicio


Nacional de Aprendizaje -SENA-; las empresas de servicios
públicos domiciliarios de energía eléctrica y acueducto y
alcantarillado que operan en el lugar de ubicación del
inmueble objeto del proceso situado en el municipio de
Rionegro (Santander); el Comité Municipal de Justicia
Transicional de Bucaramanga y el Comité Departamental de
Justicia Transicional de Santander;… el Banco Agrario; [y]
personas (indeterminadas), que también fueron convocadas
al proceso de restitución y que podían ser afectadas por el
mismo».

(VI) Por proveídos del 15 de noviembre de 2019 (folios


460 y 461 ibidem) y 16 de diciembre de 2020 (folios 536 y
537) se requirió a los impugnantes para que agotaran el
trámite de notificación; empero, ante su abulia, por auto 26
de mayo de 2021 (folios 552 a 554) se adoptaron medidas
para lograr el enteramiento oficiosamente.

(VII) Finalmente, el 27 de octubre de 2021, el


sustanciador tuvo por notificados a todos los sujetos
procesales (archivo digital 02. AUTO TIENE POR
NOTIFICADOS.pdf).

2.3.2. El recorrido realizado, en el contexto de las


normas en vigor, devela:

(I) Como la sentencia que resolvió el pedimento de


restitución de tierras data del 3 de febrero de 2016,

18
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

notificada el día 8 siguiente, se tiene que quedó ejecutoriada


al tercer día posterior, esto es, el 11 de igual mes, por
fuerza del inciso final del artículo 302 del Código General
del Proceso, norma aplicable al caso por analogía de los
literales c) del numeral 1° y b) del ordinal 2° del precepto
625 del mismo cuerpo normativo.

Y es que, las sentencias del linaje mencionado, como


no admiten recursos diferentes a la revisión (artículo 92 de
la ley 1448 de 2011), una vez proferidas, sin que se
depreque su «aclaración o complementación» por los sujetos
procesales, «quedan ejecutoriadas tres (3) días después de
notificadas».

En el sub lite, como ninguno de los interesados pidió


las mentadas clarificación o adición, su ejecutoria devino
forzosa por el paso del tiempo.

En este punto conviene señalar que el escrito del 12 de


febrero de 2016 de la UAEGRTD no impidió la firmeza del
veredicto, pues en el mismo se deprecó «la corrección de la
sentencia de fecha 03 de febrero de 2016» (negrilla fuera de
texto), al abrigo del artículo 310 del Código General del
Proceso -corrección de errores aritméticos y otros- (folios 219
y 220 del cuaderno Tribunal T.1). Y, como el citado artículo
302 dispone que «cuando se pida aclaración o
complementación de una providencia, solo quedará
ejecutoriada una vez resuelta la solicitud» (negrilla fuera de
texto), sin hacer una afirmación equivalente para la

19
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

corrección, es claro que el memorial en comentario carece


de incidencia en el carácter definitivo del proveído judicial.

Colofón con asidero, no sólo en el criterio de


interpretación gramatical, reconocido en el artículo 27 del
Código Civil, sino en el carácter restrictivo de las
excepciones legales, condición que precisamente tiene el
canon 302 de marras al consagrar los casos en que se
difiere en el tiempo la ejecutoria.

Más aún, el criterio sistemático también soporta la


conclusión antes expresada, en tanto la corrección puede
ser realizada «en cualquier tiempo», esto es, «aun con
posterioridad a la ejecutoria de la sentencia»2, directriz
inaplicable a la aclaración o adición, por cuanto ambas
deben realizarse antes de que la decisión alcance
definitividad, precisamente para impedir su configuración,
en tanto «una vez en firme o ejecutoriada es intocable por el
juez… ya que culmina la actividad jurisdiccional»3.

No en vano, la Sala ha sido consistente en señalar que,


«cuando el proveído no es susceptible de impugnación[,] el
mero transcurso del tiempo logra su firmeza,
independientemente de que se interpongan en su contra
ataques ante el desacuerdo de las partes, salvo que se
trate de solicitudes de aclaración o adición» (negrilla

2 Jaime Azula Camacho, Manual de Derecho Procesal Civil, Tomo II, Temis, 1994, p.
210.
3 Idem.

20
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

fuera de texto, AC, 19 jun. 2012; en el mismo sentido


SC2776, 17 jul. 2018, rad. n.° 2016-01535-00).

Es cierto que, en el proceso de restitución de tierras, el


2 de marzo de 2016 se emitió comunicación secretarial en
la que se certificó «[q]ue la sentencia de tres (3) de febrero de
dos mil dieciséis (2016)… cobró ejecutoria el día primero (1°.)
de marzo de dos mil dieciséis (2016), a las seis de la tarde
(6:00 pm.), por cuanto mediante providencia de fecha
diecisiete (17) de febrero del corriente año, se resolvió sobre
la corrección de la sentencia, negando dicha pretensión» (folio
225 del cuaderno Tribunal T.1).

Sin embargo, dado que la manifestación de la


Secretaria de la Sala Civil Especializada en Restitución de
Tierras se hizo de espaldas a las normas que regulan la
materia, como ya se explicó, no puede concedérsele valor
alguno, amén del carácter imperativo de las normas
procesales.

Bien sabido es «que las constancias secretariales de los


funcionarios encargados de controlar términos… no tienen
carácter vinculante, sino simplemente informativo, porque
éstos no están facultados para modificar o sustituir las
disposiciones legales que regulan la iniciación o duración de
los términos, de modo “que es deber de los sujetos

21
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

procesales verificar si la información consignada en ellas es


correcta”» (STC004, 14 en. 2020, rad. n.° 2019-02053-014).

(II) La solicitud de revisión se radicó el 1° de marzo de


2018 ante la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia,
esto es, dos (2) años y trece (13) días después de la
ejecutoria del fallo censurado.

Como la causal de revisión invocada fue la octava, esto


es, «existir nulidad originada en la sentencia que puso fin al
proceso y que no era susceptible de recurso», para evitar la
caducidad era indispensable que se radicara la demanda
extraordinaria a más tardar el 12 de febrero de 2018, día
hábil siguiente al último en que se venció el plazo de dos (2)
años a que se refiere el artículo 356 del C.G.P.

Por ende, la presentación del libelo genitor el 1° de


marzo de 2018 se realizó por fuera del término para enervar
la caducidad, en concreto, trece (13) días tarde.

(III) Incluso, si en gracia de discusión se aceptara que


la ejecutoria de la sentencia de restitución data del 1° de
marzo de 2016, ante la equivocación del empleado
secretarial, como la admisión de la revisión se hizo por auto
del 16 de agosto de 2018, la notificación a todos los
interesados debió producirse a más tardar el 16 de agosto
de 2019, para impedir la caducidad de la revisión.

4En el mismo sentido: STC9537, 26 jul. 2018, rad. n.° 2018-01117-01; STC6079,
12 may. 2016, rad. n.° 2016-01146-00; STC15054, 4 nov. 2014, rad. n.° 2014-
01701-01.

22
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

Empero, la foliatura da cuenta de que la notificación


se surtió a todos los litisconsortes en el año 2021, momento
en el que, por correo electrónico, se informó a la Unidad de
Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Alcaldía de
Rionegro (Santander), Gobernación de Santander, Comité
Departamental de Justicia Transicional de Santander,
Servicio Nacional de Aprendizaje, Banco Agrario, Emservir
ESP y ESSA Grupo EPM, sobre la admisión del «recurso de
revisión de Aminta Mora Pabón y Víctor Manuel Prieto
Barrera» (folios 555 a 572 del cuaderno Corte).

Luego, la inoperancia de la caducidad sólo puede


computarse a partir de «la notificación al demandado»
(artículo 94 del Código General del Proceso), precísese, el 9
de junio de 2021, correspondiente al segundo día hábil
siguiente al envío de los mensajes de datos al último de los
sujetos procesales que necesariamente debía concurrir al
proceso -remitidos por la Secretaría de la Corporación el 4
de junio-, conforme al artículo 8° del decreto 806 de 2020.

Significa que, como la notificación a los convocados


concluyó casi dos (2) años más tarde del plazo señalado en
el Código General del Proceso, no tuvo la aptitud para
impedir la caducidad.

Dicho en breve, no sólo para el momento en que se


radicó el libelo demandatorio, sino en que se agotó la
notificación a todos los convocados, había operado la
extinción del plazo para promover el remedio extraordinario,

23
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

razón suficiente para rehusar los pedimentos de los


opugnantes.

Decisión que debe adoptarse oficiosamente, como lo


tiene decantado este órgano de cierre:

Como quiera que la interposición oportuna de la impugnación


extraordinaria es requisito de procedibilidad, delanteramente
debe hacerse el examen del punto relacionado con la caducidad
de las causales invocadas por la parte recurrente, escrutinio que
procede inclusive de oficio y frente a todas las personas
integrantes de la parte demandada, aunque hayan guardado
silencio al respecto’, agregando que ‘(...) la demanda de revisión
debe presentarse dentro del término de caducidad que consagra
el artículo 381 del C. de P. C., pues si de entrada se advierte que
la caducidad ya está consumada, el juzgador deberá rechazar in
límine la impugnación, según la clara preceptiva del inciso cuarto
del artículo 383 íd.’ (CSJ, SC, 20 sep. 2005, rad. n.° 7814).

En resumen, y a riesgo de hastiar, al haber fenecido la


oportunidad para promover la censura excepcional contra el
fallo de restitución de tierras, éste deviene intangible y, por
ende, se frustra su revisión.

3. Consideraciones adicionales.

3.1. No obstante que los precedentes razonamientos


bastan para declarar impróspero el mecanismo
impugnaticio, para abundar en razones, la Sala considera
pertinente señalar que la causal de revisión conjurada
deviene abiertamente infundada.

24
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

Y es que, al margen del desacuerdo existente sobre la


nulidad originada en la sentencia por defectos graves de
motivación, como causal de revisión, lo cierto es que, en el
veredicto del 3 de febrero de 2016, el Tribunal censurado
explicó las razones para rehusar la oposición deprecada en
el trámite de restitución de tierras, analizando cada uno de
los argumentos que se esgrimieron en su apoyadura, como
refulge de las siguientes transcripciones:

De la excepción de “venta realizada en el justo precio de la cosa”


y objeción al dictamen pericial realizado por perito adscrito al
IGAC…

[N]o es procedente atender la objeción por error grave formulada


por los opositores, en razón a que no se verificó una equivocación
en los términos referidos en precedencia, en tanto revisado el
informe rendido por el perito del IGAC se observa que en éste se
discriminó las características constructivas del inmueble
avaluado, aspecto de su dictamen que por demás aclaró a través
de escrito mediante el cual descorrió el traslado de la objeción.

Corolario, el valor comercial fijado para el predio objeto de litigio,


en el año de 1994 es de $20’494.139, de lo cual resulta
indiscutible que el precio de venta no fue ajustado al valor real
del inmueble, pues como lo señalan ambas partes apenas se
pagó al solicitante $6’500.000, esto es menos del cincuenta por
ciento (50%) del valor de la heredad…

De la excepción “falacias argumentativas del solicitante”…

[D]e la integridad de las testimoniales se puede observar que


todas coinciden en la existencia de grupos armados al margen de
la Ley, tanto de guerrilla como de paramilitares, y de algunas
muertes violentas en la zona donde se ubica la Finca Las Flores,
como la del señor Cesar Sánchez Díaz, lo que denota que la
motivación del señor Joaquín Sánchez Díaz perfectamente puede
coincidir con su afirmación y es que su desplazamiento se debió
a la violencia, y el temor de retornar a su heredad…

25
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

De la excepción de “buena fe en la compraventa del predio las


flores” y de la Buena fe exenta de culpa…

En punto del tema de la buena fe exenta de culpa en la conducta


observada por los opositores, puede advertirse que las acciones
previas a la adquisición efectuada por los propietarios actuales
del inmueble resultan ser las que de manera normal y lógica
realizaría cualquier ciudadano en cualquier parte o región del
país para la celebración de un negocio como el perfeccionado.

En el sub judice, del análisis en conjunto del material probatorio


no se advierte la presencia de elementos objetivos constitutivos
de la buena fe exenta de culpa, esto es, tanto el estado mental de
los contratantes en lo que respecta a su honestidad y rectitud en
la celebración del negocio, como las actuaciones o diligencia que
desplegaron para establecer con certeza la realidad de la
situación de tal manera que les diera seguridad de que sus
actuaciones estaban encaminadas a evitar conductas impropias
o actos contrarios a los parámetros morales que existen en un
conglomerado social.

A la anterior conclusión se arribó teniendo en cuenta que se


omitió por completo la situación de conocimiento público y notorio
de violencia generalizada que se vivió en el Municipio de Rionegro
-que afectó incluso también al señor Joaquín Sánchez Díaz,
persona a la que ellos conocían…

Sumado a esto se tiene que el extinto Instituto Colombiano de la


Reforma Agraria “INCORA”, revocó la Resolución N°. 1971 del 30
de septiembre de 199252 mediante la cual había adquirido el
señor Joaquín Sánchez Díaz con fundamento en escrito
debidamente presentado por él, en el que renunció al derecho de
adjudicación, no obstante, en el plenario no obra tal documental
(folios 171 a 181 del cuaderno Tribunal T.1).

Luego, el esfuerzo argumentativo de los impugnantes,


tendientes a criticar la valoración probatoria, la coherencia
de las premisas argumentativas y la insuficiencia en la
motivación, resulta vano y, en verdad, descubre la
utilización del mecanismo de control extraordinario para

26
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

abrir de nuevo la discusión sobre los supuestos fácticos del


caso, como si estuvieran frente a una instancia adicional, lo
que no puede ser admitido desde ningún punto de vista.

Recuérdese las palabras de este órgano de cierre, al


referirse a la finalidad de la revisión:

A pesar de constituir una oportunidad adicional para quien


estime lesionado su derecho al debido proceso, no consiste en
una tercera instancia, por lo que es inviable el planteamiento de
posiciones jurídicas o exposición de soluciones alternas al
conflicto, por muy convincentes que sean. Tampoco habilita el
reforzamiento de argumentos examinados por los juzgadores de
instancia (SC2554, 11 oct. 2019, rad. n.° 2011-00408-00).

3.2. Por último, no está demás indicar que la censura


por la ausencia de motivación, respecto a la condición de
segundos ocupantes de los revisionistas, resulta vacua, en
aplicación del principio «ad impossibilia nemo tenetur» -a lo
imposible, nadie está obligado-, pues para la fecha del
veredicto la mentada figura no había sido aceptada en
nuestro ordenamiento jurídico, en tanto su fuente se
encuentra en la sentencia C-330 del 23 de junio de 2016.

Significa que el sentenciador especializado no pudo


equivocarse al omitir referirse a una materia extraña, no
sólo al thema decidendum, sino al orden jurídico, pues la
decisión de constitucionalidad que asintió en su
reconocimiento es posterior.

Empero de lo comentado, como el artículo 102 de la


ley 1448 de 2011 establece que «el Juez o Magistrado

27
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

mantendrá su competencia sobre el proceso para dictar


todas aquellas medidas que, según fuere el caso, garanticen
el uso, goce y disposición de los bienes por parte de los
despojados a quienes les hayan sido restituidos o
formalizados predios, y la seguridad para sus vidas, su
integridad personal, y la de sus familias» (negrilla fuera de
texto), Víctor Manuel Prieto Barrera y Aminta Mora Pabón
se encuentran facultados para acudir, en caso de que no lo
hayan hecho, ante el juzgador especializado, con el fin de
que evalúe si cumplen los requisitos para tenerlos como
segundos ocupantes y se les reconozcan los efectos a que
haya lugar.

Así lo asintió la Corte Constitucional para casos


equivalentes al presente:

[L]os jueces de restitución deberán utilizar… todas aquellas


herramientas del orden interno como del derecho internacional de
los DDHH y del DIH, para establecer el respectivo estándar
probatorio de buena fe o buena fe exenta de culpa exigible a los
segundos ocupantes al momento de considerar su petición, sea
que se tramite por la vía de la oposición o de una forma
posterior a la sentencia, sin perder de vista que las medidas
de atención o las compensaciones económicas a ordenar tienen
un impacto enorme frente a la solución definitiva de la
problemática rural y de la inequidad social (negrilla fuera de
texto, T315/20165).

Con posterioridad aseguró:

Una interpretación sistemática de la Ley 1448 de 2011, la


Constitución y el Principio de Pinheiro número 17 conduce a fijar

5
En el mismo sentido T-367/2016

28
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

la siguiente subregla constitucional: con posterioridad a la


adopción de un fallo de restitución de tierras, en el cual se
amparan los derechos de los reclamantes, con miras a
proteger los derechos de quienes han probado ser
segundos ocupantes, los Jueces y Magistrados preservan
competencia para decretar ciertas medidas con miras a
amparar a esta calidad de opositores (T-367/2016).

4. Condena en costas.

4.1. Fueron parte en el proceso de restitución de


tierras a que se ha hecho mención en esta providencia,
Joaquín Sánchez Díaz, en nombre de quien se adelantó el
mismo, y Víctor Manuel Prieto Barrera y Aminta Mora
Pabón, citados como opositores por corresponder a los
propietarios del predio materia de ese diligenciamiento,
quienes en esta actuación corresponden a los recurrentes
en revisión.

4.2. Consiguientemente, el primero de los nombrados


fue quien integró el contradictorio, persona que pese a
haber sido notificada personalmente del auto admisorio de
la demanda con la que se sustentó la indicada impugnación
extraordinaria (folio 388 del cuaderno de la Corte), guardó
silencio durante el término del traslado, sin que
posteriormente compareciera a la actuación.

4.3. De lo anterior se infiere que no se causaron costas


para el resistente de la revisión intentada y que, por lo
mismo, con sujeción al numeral 8º del artículo 365 del
Código General del Proceso, no hay lugar a su imposición.

29
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

DECISIÓN

Por mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,
resuelve:

Primero. Declarar que en el presente caso operó la


caducidad del recurso extraordinario de revisión intentado
por Víctor Manuel Prieto Barrera y Aminta Mora Pabón
frente a la sentencia del 3 de febrero de 2016, proferida por
el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta, Sala
Civil Especializada en Restitución de Tierras, dentro del
proceso de esa naturaleza promovido en nombre de Joaquín
Sánchez Díaz respecto del predio “Las Flores”, ubicado en la
vereda Venecia del municipio de Rionegro, Santander.

Segundo. Negar, como consecuencia de lo anterior, la


impugnación extraordinaria referenciada.

Tercero. Devolver el proceso de restitución de tierras


mencionado al juzgado de origen, agregando copia de esta
providencia. Ofíciese como corresponda.

Cuarto. Ordenar que, en oportunidad, se archive el


expediente que recoge la actuación surtida ante esta
Corporación.

Quinto. Sin costas, por no aparecer causadas.

30
Radicación n.° 11001-02-03-000-2018-00565-00

Notifíquese y cúmplase

HILDA GONZÁLEZ NEIRA


Presidente de Sala

MARTHA PATRICIA GUZMÁN ÁLVAREZ

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA


(Ausencia justificada)

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

FRANCISCO TERNERA BARRIOS

31
Firmado electrónicamente por Magistrado(a)(s):

Hilda González Neira

Martha Patricia Guzmán Álvarez

Aroldo Wilson Quiroz Monsalvo

Octavio Augusto Tejeiro Duque

Francisco Ternera Barrios

Este documento fue generado con firma electrónica y cuenta con plena validez jurídica, conforme a lo dispuesto
en artículo 103 del Código General del Proceso y el artículo 7 de la ley 527 de 1999

Código de verificación: CD05F14178215DD5ED26B4C59E0BADA6BD4E383C06D5EA306401CFBC49307F93


Documento generado en 2022-10-03

También podría gustarte