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El concilio no sélo buscé el didlogo con el mundo moderne. Consciente de que la Iglesia es referencial y su misién es ser signo ¢ instrumento del reino de Dios que crece ya en el mundo, deja bien claro que la Iglesia «nada desea tanto como desarrollarse libremente en servicio de todos». Segin Pablo VI, en el concilio, «hemos aprendido a amar mis y servir mejor»; la Iglesia ha orientado su riqueza doctrinal en una direccién: «Servir al hombre, en todas sus condiciones, en todas sus debilidades, en todas sus necesidades; la Iglesia se ha declarado casi la sirvienta de la humanidad»*, El reino de Dios, nueva humanidad y nueva creacién, slo toma cuerpo en el mundo y en la historia, Por eso es funda- mental la visién que se tenga del mundo; ser4 el contenido de un primer capftulo. Después veremos que la Iglesia se consti- tuye en la misin, y cual es el servicio profético que hoy debe prestar al mundo. Esta misin exigiré una reforma de la Iglesia precisamente para ser signo creible del Evangelio. Serin los tres capitulos de esta tercera parte, El var rligioso de concili,an. 13 18 Capitulo 1 « [iene ante sila Iglesia al mundo» Son palabras de introduccién a la GS!. Afirmacién signifi- cativa e importante. Significativa porque cexistia otro mundo no cristiano y hubo ocasionalmente lau- ables empetos misioneros, per SSPE STESO en ya mis tarde, cuando se descubrié el Nuevo Mundo de América. ¥ afirmacién también importante porque la Iglesia reconoce que el mundo tiene su propia con- sistencia y la interpela. ‘reo que la posicion del Vaticano Iles la que mejor responde a la revelacién cristiana y ces actualmente la més adecuada para que la Iglesia leve a cabo su misién evangelizadora. ‘Aiton 0 anos dt Coeio Teno ae 39a! mune 120 | Iglesia sobre el mundo: «Su postura ha sido muy a conciencia optimista; una corriente de afecto y de admiracién se ha vol- cado del concilio hacia el mundo moderno; ha. reprobado los «rrores, si, porque lo exige no menos la caridad que la verdad; 1. (Fuera del mundo no hay salvacién CRRPHMEAGISSSOCINONGS, cal como lo percibimos en el acontecer de cada dia y como nos lo presentan los medios informativos, es sombria porque continuamente asoman ctl- pero para las personas sdlo invitaciSn, respeto y amor; (OH ‘menes, mentiras, abuso del poder, insaciable codicia y eindi- tiliohaenviadolalimundotcontemporineoyeh lugar de depri- vidualismo feroz. GE3URNEDCOREIE Jeede mentes diagnésticos, QHCGISSMIEMEMOEE; cn vez de funestos todavia «esclavizado bajo la servidambre del pecadow. Si nos presagios, (HEBSGESUERSPERERE; sus valores no s6lo han sido ‘quedamos en esa mirada sombria, el mundo es como «un valle respetados, sino honrados, sostenidos sus incesantes esfuerzos de ligrimas» y nuestra estadia en tierra es slo como una mala’ sus aspiraciones purificadas y bendecidas>» noche en una mala posada. ‘Una vez mas @$E SOHO BEianiSeA ene BUCRIAINCINENS Sin cae en el otro extremo, y teniendo en cuenta esa preva GUINERERHMBGA MAINS, que si bien ha tenido lugar de lencia del visién negativa sobre el mundo que tanto calé en. modo tinico en Jesucristo, podemos decir que en cierto modo tradicién occidental latin 4 LVaricano I ‘ha dado mavor. el Hijo de Dios se ha unido a todo ser humano yn el dina- sisa la visién posiciva del mundo y ha indicado el camino d@ mismo creacional. La encarnacién sigue siendo actual como renovacién de a Iglesia crangelizators B50 existe un mundo realidad que se va concretando en la evolucién de los tiempos. bendecido, sostenido y acompatiado por Dios cuya esencia es {a humanidad se humaniza en la experiencia histérica de lo elamor; por tanto el mundo esté viniendo, siendo originado'y absoluto. alentado continuamente por un amor que ni el mismo pecado puede eliminar. La bendicién de Dios prevalece sobre los muchos males que desfiguran al mundo, (=a 2, Densidad teologal del mundo ‘maniquea que desprecia la materia ni una visién dualisrs que GSGRGUEISSERAOPIOPIOND si bien cs forzoso reconocer que hay en el mundo personas y realidades profanadas, No hay salvacién fuera de este mundo que incluye la totalidad dl set humano: @ESUAI@S0ta GeNKOMBFE logue hayiqued salvar; pero el hombre todo entero, cuerpo v alma. corarén'y cconciencia, inteligencia y voluntad; es la sociedad humana la que hay que renovar>?, Pablo VI dejé constancia de este cambio en la mirada de la En la visién del concilio, el mundo ya camina «fundado y con- servado por el amor del Creador>, que nunca odia nada de lo creado y que a todas las criaturas sigue sustentando con amor. Segiin el relato biblico de los origenes, Dios vio que todo lo creado era bueno; y el mirar de Dios es amar. Asi lo hemos percibido en la encarnacién del Hijo, presencia de lo divino afirmando y perfeccionando lo humano. @iaqqSIamBIESED confiesa con términos de la flosofia griega que en Jesuctisto "Paso VI Hlaclorreligics delconcil,9. 22 ‘Ave 60 aos dt Concio ‘an Ireneo| de Lyon, en el siglo I, siguiendo la visién paulina, dice que Jesucristo «rccapitula», incorpora, es cabeza y da sentido a todo el dinamismo creacional. Queriendo justificar por qué se encarné el Hijo y no el Padre o el Espiritu, Tomas de Aquino’ trac una explicacién bien significativa: la creacién fue disefiada conforme a la Palabra; y,légicamente, ala hora de renovarlae impulsarla para que llegue a su perfeccién, esa Palabra debe ser tambidn la referencia’, La eneamacién se inscribe, contimia y perfecciona la creacién que continuamente se actualiza como dinamismo vivo, Dada esta continuidad, bien podemos concluit: el ser humano «existe pura y simplemente por el amor de Dios que Jo cred y por el amor de Dios que lo conserva; «el Espiritu que llena el universo con admirable providencia gufa el curso de los tiempos y renueva la faz de la tierra, esté presente en la evolucién de a historia’, En esta visidn teologal del mundo se comprende la rele- vancia que ha dado el concilio a las «semillas del Verbo» que Pujan y crecen yaen las entrafias de nuestra tierra y en los vaive- nies de nuestra historia, En los latidos més hondos de la huma- nidad y de la creacién podemos percibir el eco de la Palabra que a.todo da vida y aliento. GEER creencias, valores y coscumbres- AEE ED amas. Ia bitsqueda sincera del bien yen la prictica de la justicia que, siguiendo el dictamen de su conciencia, levan a cabo los seres humanos‘, Suma Tolga 1, 8,3 GS 19,26 AG3,9y 11 “ane ate sil ea! mundo Esta visién positiva de la humanidad con todas las reali- dades entre las que vive nos permite sanar nuestra forma de mirar al mundo moderno y hace posible un auténtico didlogo con la novedad que cada dia brota en nuestra tierra. Se abre un horizonte nuevo que podemos vislumbrar en algunas vertientes. ©, (Beal nabs por ina presocia de aor > Personas humanas, otros vivientes y todas las cosas creadas son mésdelo que parecen a primers viva, AUdinamisme del ean una reid idan, risterioso al que rozan y con el que limitan todas las visiones conseguidas por la ciencia y por la técnica. Lo més real de la realidad es el Amor gratuito y creativo, Asi lo experimentaron Jos grandes misticos como Juan de la Cruz, que nos offece una versién poética: «{Que bien sé yo la Fonte que mana y corre, aunque es de noche! (.). Su origen no lo sé, pues no lo tiene, ‘as sé que todo origen della viene; s¢ ser tan caudalosos sus corrientes que infiernos, cielos riegan y las gentes>. Viviendo con intensidad esa Presencia amorosa, el autor del Céintico espi- ritual celebra: «Mil gracias derramando, pas6 por estos sotos con presura, y, yéndolos mirando, con sola su figura, vestidos los dejé de hermosura». Es a mistica de la creacién que respira Francisco de Asis cuando da gracias por todas las criaturas, por la hermana agua, por el hermano fuego y por la hermana (CaSO ESTRATRAQUINAANUBIE> meso ancj, sino misterio que suscita asombro y exige solicitud reverente. ‘Aton $0 ats dl Cono 126 cidn de erascendencia que deja su marca en la inmanencia 9 subjetividad humana tienen sentido las creencias y précticas religiosas, que sin embargo no agotan las formas en que se manifiestael reclamo de trascendencia, 2 5 (Buscar Dis en lore del mind (GREASE s —su ". Y un detalle més. Jesiis no pronuncia discursos ni habla sobre las propiedades o atributos de Dios en si mismo. Habla sobre el. ~W papto VI El aalorreligiso del conciio, 4. vr 128 ‘Aton $0 atve dl Cono sino sobre su acci6n en las relaciones humanas. La espiritualic dad cristiana consiste en vivir la experiencia de Dios ~comu- nidad de personas que mutuamente se aman- en nuestras relaciones con los demés. Porque la tarea no es ficil, pues una y ‘tra vez surgen los confictos, para un procesamiento adecuado. delos mismos necesitamos recuperar el talante contemplativo en momentos fuertes de oracién. 2.4. También presencia de Dios en el mal? Segiin el concilio, el mundo, «esclavizado por el pecado, ha sido liberado en Jesuctisto». Si el mal y el pecado son realidades que tienen lugar en nuestra rierra y afectan a los seres humanos, cn sas realidades también esté presente Dios amando. . Gos también quienes, transformados por los sentimientos de compasién, tratan de vivir y de actuar ". Ciertamente hoy estamos sufriendo con intensidad el lado sombrio de nuestro mundo, Cuando hemos dado tantos pasos adelante para conocer y dominar la tierra y los espacios, cuando tenemos a nuestro alcance tantos recursos para ser feli- ces, siguen las espantosas catéstofes que no podem cevitar, la injusticia parece invencible y el vacio nos amenaza de muerte. Pero es bueno recordar que los primeros cristianos encontra- ron al Resucitado en el sepulero vacio, como una presencia que vence la oscuridad y nos abre ala luz de una vida sin muerte. ‘Aes 50 aos det Contio 2.5. Cémo interpretar la huida de! mundo Originariamente la humanidad se empobrece porque le falta oxigeno para respirar. Por eso cada dia salen nuevas religiones seculares en torno a ‘itos donde las personas vislumbran el misterio y encuentran sentido para vivir. diversion, y ansiedad por lo barrunt En esta época donde ya las promesas grandilocuentes de E cine y dela tice muestan su pies de aero, now ue surjan por doquier movimientosreligiososy espticuaida- dis ind igidn, donde se busque a tientas ! el encuentro con el misterio, la dimensién trascendente que nos constituye. a En su proceso la modernidad ha entrado en crisis. Lo vio | As 50 ree ct conto a4 | ya el conciliol lseando asi su condicién de criatura. Asi se cons- tata un fenémeno contradictorio en este mundo moderno: «Mientras siente con tanta viveza su propia unidad y la mutua interdependencia en ineludible solidarida, se ve sin embargo gravisimamente dividido por la presencia de fuerzas contra. Puestas; persisten todavia agudas tensiones politicas, sociales, cconémicas, raciales eidcoldgicas y hay peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo», Se repite una y otra vex el paradigma de Adin que, diendo ser él mismo la Sabiduria ——, rompe con su Creador. Cu: lazo se rompe, arta vez Cain sigue siendo imposible constr humanos, pee a iando ese igue matando a su hermano, y una ciudad porque todos los como en Babel segtin el relato biblico, Pretenden ser absolutos, slo hablan su propia lengua, no se entienden (dina rossposblindascelohumereret Se Palabra Dios evoca esa realidad absoluta~se puede lamar paz, jsccia, libertad, fraternidad.,— que continuamente origina y sostine alos seres humanos y a todas las realidadeserendee Le pretensién de ser absolutos falsea nuest un desarrollo marcado fuerte, ra condicién y genera por la légica del poder y la ley del mas que ya no es desarrollo verdaderamente humano, pues no es de coda la persona y consiguientemente tampoco para todas las personas. Es un desarrollo monstruoso que acaba destruyendo a la humanidad, Capitulo 2 isin de la Iglesia én este mundo En el Vaticano II la Iglesia tomé conciencia de tener delante un mundo, del que ella misma forma parte, y al que debe oftecer el evangelio de Jesueristo. Pero al reconocer que este mundo no es terreno barbecho y que fuera del ism no hay Ivacién, la Iglesia Guubia de mirada respecto al mundo y también vambe cde método para ofiecer a este mundo el Evan- gelio, Entrando en el dinamismo humanista de E seed, ncia que y: fa cl horizonte proponiendo una trascendencia qu st sembrada en lo mis profundo del corazén humano y hace posible la plena humanizacién. ion 1. La lglesia se constituye en la ilio presenta tres visiones dela Iglesia, destacando tres Laan «, declra que I Ips insti visible ereguicamence estrucrurada; se ratifican el primado de jurisdiccién y la infa- libilidad del obispo de Roma, sucesor de Pedro, y se introduce la responsabilidad de los obispos como colegio Prsiido por cl papa. Mas adelante da relieve a otra dimensién: la Iglesia “TG 18

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