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2.

8 la educación socioemocional y su integración en el desempeño de las buenas


prácticas pedagógicas.

Desde la perspectiva relacional de la sociología de las emociones1, este proceso


tiene sentido precisamente en las relaciones sociales, en los sentimientos de los
individuos y en la expresión de ese sentimiento en determinadas situaciones o
fenómenos sociales, en las interacciones con los demás, de ahí que para Bericat
(2000) : "La naturaleza de las emociones está condicionada por la naturaleza
social" (p.150).

Bericat, A. E. (2000). La sociología de la emoción y la emoción en la sociología. Papers


62, 145-176. Recuperado
de: https://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n62/02102862n62p145.pdf.

Un estudio interesante que muestra la importancia de la interacción entre


docentes y alumnos es el de Juan Casassus (2007), cuyos resultados muestran
que desconocer las necesidades afectivas y emocionales de los alumnos, como
no ser escuchados, reconocidos o aceptados, no se entiende en su preocupación.
y necesidad de autonomía por parte de los demás. Los padres y docentes son
causantes de la violencia y conductas agresivas que repercuten en su aprendizaje
y sano desarrollo emocional, de ahí la necesidad de que padres y docentes
trabajen también en el desarrollo de su propia competencia emocional, pues sus
actitudes y las intervenciones tienen un fuerte peso en la formación de los niños
menores de edad. (Álvarez 2019).

Casassus, J. (2007). La educación del ser emocional. 2ª. Ed. Santiago de Chile:
Indigo/Cuarto propio.
https://www.redalyc.org/journal/5886/588663787023/html/.

Para Rafael Bisquerra (2003): “La educación emocional es una innovación


educativa justificada por las necesidades sociales”. El autor también reconoce
que contribuye al bienestar desde el desarrollo integral del individuo. Por
tanto, educar sobre las emociones equivale a educar para la felicidad.

Bisquerra, R. (2003). Educación Emocional y competencias básicas para la


vida. Revista de Investigación Educativa, 21 (1), 7-43. Recuperado
de: https://revistas.um.es/rie/article/view/99071/94661

2.9. La importancia de la educación socioemocional en la vida de los docentes y los


estudiantes.

La competencia emocional de las personas representa una acción eficaz en


diferentes contextos; tal como lo plantea Davison (2017). Esa parte de la
autoconciencia del individuo, el reconocimiento de sus propias emociones, la
capacidad de autorregularse, es decir, de afrontar racionalmente sus emociones,
la automotivación para aceptar retos y superar circunstancias adversas, la
capacidad de mostrar empatía para comprender otros, y habilidades sociales para
vivir, integrarse y colaborar con los demás.

Goleman, D. & Davidson (2017). Los beneficios de la meditación. La ciencia demuestra


cómo la meditación cambia la mente, el cerebro y el cuerpo. Trad. David González
Raga. Barcelona: Kairós.

La evidencia empírica disponible apoya fuertemente el condicionamiento


personal de los docentes, señalando que la inteligencia emocional de los
docentes predice el nivel de burnout que padecen. Además, las emociones
positivas de los docentes pueden mejorar su bienestar y la adaptación de sus
alumnos (Becker et al., 2014; Van Uden, Ritzen y Pieters, 2013), y aumentar
estas emociones positivas facilita la creación de un ambiente de clase
conducente al aprendizaje

Peter Salovey y John Mayer en 1990 (Dueñas, 2002) afirmaron que la IE


consiste en la capacidad que posee y desarrolla un individuo para controlar tanto
sus propios sentimientos y emociones como los de los demás, permitiéndole
discernir y utilizar esta información. para guiar sus acciones y pensamientos.

Salovey, P. y Mayer, J. (1990) Emotional Inteligence. Baywood Publishing Co.


Inc. Recuperado de www.unh.edu/.../EI1990%20Emotional%20Intel.

Así, si una mayor inteligencia emocional se asocia con una mayor competencia
emocional y social, entonces parece razonable esperar que los docentes con
mayor inteligencia emocional mostrarían una mayor sensibilidad a la
importancia de tener ciertas cualidades personales en relación con las
dimensiones que componen el dominio de ejemplo de la inteligencia emocional,
para garantizar un proceso de enseñanza-aprendizaje de alta calidad.

Estudios realizados arrojan que son muchas las ventajas implementadas para
mejorar la vida de los estudiantes a través de las emociones, cómo por ejemplo,
mejora el control de impulsos, entrega habilidades de regulación emocional,
promueve la cooperación, disminuye la tasa de delincuencia, comportamiento
delictivo y embarazo en adolescente; así lo mencionó el Rethinking Learning de
la UNESCO.

2.10. Habilidades de los aprendizajes en la educación socioemocional.

Las habilidades socioemocionales (HSE) se originaron a partir de la evolución


del concepto de inteligencia que se desarrolló desde el campo de la psicología
desde 1980. Gardner (1983) aportó los términos inteligencia interpersonal e
intrapersonal en el contexto de la teoría de las inteligencias múltiples, y
Goleman (1996) propusieron la inteligencia emocional, estableciendo que este
concepto incluye la autorregulación consciente, la motivación, la empatía y las
relaciones interpersonales.
Gardner, H. (1983). Frames of mind: The theory of multiple intelligences. New
York: Basic Books.

Goleman, D. (1996). La inteligencia emocional. Buenos Aires: Javier Vergara.}

Las habilidades socioemocionales son la clave para el desarrollo en la niñez y la


adolescencia, creando condiciones para una vida plena. Las instituciones
educativas son un contexto que ofrece grandes oportunidades para dicho
desarrollo, ya que los estudiantes tienen amplias oportunidades para mantener
relaciones interpersonales significativas y experimentar situaciones para un
desarrollo integral (Johnson, 2008).

Johnson, E. S. (2008). Ecological systems and complexity theory: toward an


alternative model of accountability in education. Complicity: An International
Journal of Complexity and Education, 5(1), 1-10.
https://doi.org/10.29173/cmplct877

2.10.1 Bienestar del docente y el estudiante.

El bienestar de los docentes es un proceso constante encaminado a propiciar las


condiciones que favorezcan el desarrollo integral de docentes y educadores,
mediante la mejora de su nivel de vida y entorno familiar, y el aumento de la
satisfacción, eficacia, eficiencia, eficacia e identificación del servicio prestado. a
la comunidad (MEN, 2013).

MEN. (2013). Programas de bienestar laboral docente. Ministerio de Educación


Nacional. Disponible en http://www.mineducacion.gov.co/1621/w3-propertyvalue-
48452.html.

Desde el punto de vista de Brund & Luque ( 2014), el bienestar docente se


refiere a la profesionalización de los docentes, los niveles de aprendizaje
alcanzados y el acceso a programas y procesos de aprendizaje que les permitan
capacitarse y, en esa medida, influir en la calidad de la enseñanza.

Bruns & Luque. (2014). Docentes excelentes: Cómo mejorar el aprendizaje en América
Latina y el Caribe, resumen, Washington, DC. Banco Mundial. Licencia: Creative
Commons de Reconocimiento CC BY 3.0. Disponible en
http://www.codajic.orq/node/1279.

2.11. Las áreas del bienestar y su implicación en la formación docente.

Para Félix, Rubio, Castro y Samayoa (2015), “en la formación docente se viven
diversos procesos formativos complejos y contradictorios” (p. 86).
Rubio, Castro y Félix. Una aproximación a los procesos formativos del futuro
docente de educación primaria, Ra Ximhai, vol. 11, núm. 4, 2015. julio-
diciembre, pp. 381-404. Universidad Autónoma Indígena de México. El fuerte,
Sinaloa, México.

Palmer (1997) plantea que la formación docente implica un camino hacia una
nueva pedagogía, hacia un cambio radical: educación desde el corazón,
aprendizaje relacional y transformación, desde adentro hacia afuera.

Palmer, P. (1997). The heart of a teacher. Identity and integrity in teaching.


Change: The Magazine of
Higher Learning, 29(6), 14-21. https://doi.org/10.1080/00091389709602343.

El proceso de formación tiene la capacidad de integrar a los participantes bajo un


enfoque de renovación docente, el cual hace referencia a un proceso de
“búsqueda y práctica de la autenticidad, entendida como la alineación entre el
ser y el trabajo y que nutre la vitalidad vocacional” (Intrator & Kunzman, como
se citó en Keck, 2018b, p. 72).

Intrator, M., & Kunzman, R. (2008). The person in the profession: Renewing
Teacher Vitality through Professional Development. The Educational Forum,
71(1), 16-32. https://doi. org/10.1080/00131720608984564.

De acuerdo con los autores, la formación docente inicia desde el momento que
estos están siendo formados. Los formadores de docentes deben considerar la
importancia de acompañar adecuadamente a los futuros docentes teniendo un
conocimiento profundo de los procesos de aprendizaje, así como de las vías de
aprendizaje y los perfiles de entrada y salida de la educación normal. Esto les
ayudará a comprender qué estrategias educativas tendrán un impacto positivo en
ellos, cómo pueden practicar con confianza su proceso de formación y
satisfacción, todo esto los motiva a dar lo mejor de sí mismos y avanzar cada vez
más hacia el desarrollo y potenciación de sus competencias educativas.

2.12. La educación socioemocional del autocuidado del docente y estudiante.

Para Pontífice y Silva (2015) “El autocuidado es un concepto que ha


evolucionado con el tiempo y está asociado a la autonomía, independencia y
responsabilidad personal y puede ser conceptualizado como un proceso de salud
y bienestar del individuo

Silva, J.M. & Pontifice, P. (2015, enero). Estrategias para el autocuidado de las
personas con cáncer que reciben quimioterapia / radioterapia y su relación con el
bienestar. Revista Enfermería Global 14(37), 372-383. Recuperado de http://
scielo.iscii.es/scielo.php?script=sci_arttext
8pid=S1695-61412015000100017
El autocuidado es una acción voluntaria e intencional que implica el uso de la
razón para dirigir la acción, considerando que el autocuidado cotidiano es un
elemento íntimamente relacionado con la acción” (Rebolledo, 2010).

Rebolledo, D.P. (2010). Autocuidado en los estudiantes de la carrera de


Enfermera de la Universidad del Bio Bio: un análisis según el Modelo de
Autocuidado de Dorothea
Orem. (Tesis de Pregrado). Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile,
Chile.

Autores como Llauger y Contijoch (1997), el autocuidado es una conducta de


toma de decisiones que presupone un nivel de atención más fundamental, lo que
implica introspección, autoconocimiento y reconocimiento de signos de malestar
como la evaluación, acciones que pueden o no puede conducir a la adopción de
estrategias que apunten a ello como objetivo cuidar de su propia salud.

Llauger, M.A. & Contijoch, C. (1997).


Autocuidados y atención primaria. Medicina Clínica, 19(5), 219-276. Recuperado de
http://www.elsevier.es/es-revista-atencion-
primaria-27-articulo-autocuidados-atencion-primaria-14502

Para Renpenning y Taylor (2003) el autocuidado es concebido como la


realización de actividades que las personas eligen realizar en una determinada
situación con el objetivo de mantener la salud y aumentar su esperanza de vida,
desarrollo personal y bienestar.

Repenning. K. & Taylor, S. (2003). Self- enfermería. Barcelona: Ediciones Pirámide.


Care Theory in Nursing. Selected Papers
of Dorothea Orem. New York: Springer Publishing Company. Recuperado de
http://vct.qums.ac.ir/portal/file/?180442/

2.12.1. El autocuidado y sus estrategias positivas.

El autocuidado se refiere a las decisiones y prácticas que desarrollan las


personas para asegurar su bienestar tanto en el ámbito físico como psicológico
(Tobón, 2003). En este sentido, las actividades de autocuidado pueden estar
encaminadas a prevenir enfermedades, cambios de humor o implementar
estrategias para enfrentar situaciones adversas que puedan presentarse en la vida
de todos.

Tobon, O. (25 de 07 de 2003). El autocuidado, una habilidad para vivir. Hacia la


prevención de la salud, 1 - 12. Obtenido de
https://accionyvida.files.wordpress.com/2012/01/tobon-autocuidado-
cuidado.pdf.
La capacidad de autocuidado varía de persona a persona. Este se desarrolla en el
transcurso de la vida diaria a través de un proceso de aprendizaje espontáneo
(Landeros, 2003).

Landeros, E.A. (2003) Capacidad de autocuidado y percepción del Estado de Salud en


adultos con y sin obesidad. (Tesis de Maestria). Facultad de Enfermería Subdirección de
Posgrado e Investigación. Nuevo León. México.

De tal manera, el autocuidado promueve el desarrollo humano, ya que va más


allá de lo biológico, ya que forma parte de la subjetividad de cada individuo y es
el resultado de una valoración individual. Sobre el propio cuidado, que inspira el
desarrollo de una nueva conciencia de lo sano y lo malsano (Litano, 2015).

Litano, V. M. (2015). Prácticas de Autocuidado en Adolescentes de la I.E. "Virgen del


Carmen" N° 6014. VMT -Lima 2014. (Tesis de Pregrado). Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Facultad de Medicina. EAP de Enfermería, Lima.
Recuperado de http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/cybertesis/4097/Litano_M.pdf?
sequence=1&sAllowed=y.

2.12.2. Estrategias negativas que distorsionan el autocuidado y provocan estrés.

Una de las definiciones más recientes de estrés ha sido propuesta por Bruce
McEwen (2000): “El estrés puede definirse como una amenaza real o percibida
para la integridad fisiológica o psicológica de una persona que produce
respuestas fisiológicas y/o conductuales.

McEwen, Bruce S.T (2000). The neurobiology of stress: from serendipity to clinical
relevance. Brain Research, (886,1-2), 172-189.

Desde el punto de vista de Data, (1992), las personas están expuestas a múltiples
presiones generadoras de estrés en diferentes áreas de sus vidas. Una de las
fuentes más importantes de estas presiones está relacionada con el desarrollo
laboral. En general, en el ámbito educativo los docentes se enfrentan día a día
con este fenómeno ya qué son generalmente muy adaptables, pero en algunos
casos, los requisitos laborales específicos obligan a los sujetos a realizar
esfuerzos de adaptación no preparados, lo que resulta en una serie de problemas
de adaptación o ajuste.

Martín Data, F. (1992). Prevención del estrés: intervención sobre el individuo.

Sin embargo, aunque puede ser muy difícil o imposible erradicar la fuente del
estrés, se puede proporcionar a las personas un conjunto de estrategias para
hacer frente a tales situaciones. Controlar las experiencias y consecuencias del
estrés. Fomentar la adaptabilidad personal, la adquisición de algunas estrategias
que aumentan la capacidad de hacer frente a los requisitos del trabajo, es por lo
tanto un enfoque preventivo.

No obstante, cabe recordar que el desarrollo de actividades de prevención del


estrés consistentes en intervenciones individuales debe seguir o complementar el
desarrollo de políticas de prevención del estrés basadas en intervenciones
corporativas. Cambios en condiciones específicas o demandas de trabajo
estresante.

12.13. Ambientes de aprendizaje seguros y de apoyo.

Según Daniel Raichvarg (1994), el término "medio ambiente" se remonta a


1921, cuando fue introducido por geógrafos que creían que el término "medio
ambiente" era insuficiente para describir el comportamiento humano hacia el
medio ambiente. El medio ambiente surge de la interacción entre el ser humano
y el medio natural que le rodea. Es un concepto activo que involucra a los seres
humanos y, por lo tanto, implica una acción educativa en la que los educandos
están en condiciones de reflexionar sobre su propio comportamiento y el
comportamiento de los demás en relación con su entorno.

RAICHVARG, DANIEL (1994). La educación relativa al ambiente: Algunas


dificultades para la puesta en marcha. Memorias Seminario Internacional. La
Dimensión Ambiental y la Escuela. Santafé de Bogotá, Serie Documentos Especiales
MEN: 2-28.

Debido a la reconfiguración cultural que ha sufrido la educación en la


actualidad, se ha reconocido una "generalización" de la educación en diversos
escenarios y procesos culturales, de tal manera que pensadores como Regis
Debray plantean que la cultura contiene "segmentos pedagógicos" (Debray
1997). Esta observación es muy importante porque muestra el declive de la
hegemonía de la institución escolar en las sociedades contemporáneas donde el
sentido de la pedagogía se limitaba a la escuela, olvidando sus significados
complejos y polisémicos en relación con su sentido social y sus muy variadas
prácticas sociales históricas. Aspectos que les eran característicos.

DEBRAY, RÉGIS (1997). Transmitir. Argentina: Ediciones Manantial.

Los ambientes se conciben como construcciones cotidianas, reflejos cotidianos,


singularidades perdurables que aseguran la diversidad y la riqueza de vida
asociada (Ospina 1999). La expresión entorno educativo nos hace pensar en el
medio ambiente como un sujeto que actúa con el ser humano y lo transforma. De
ahí se derivan las ciudades (ciudades educativas) que educan (Naranjo, Torres
1996), las calles, las escuelas, las familias, los barrios, los grupos de iguales, etc.
Para pensar en un ambiente educativo para el sano desarrollo de un sujeto,
necesitamos imaginar una buena organización construida para el propósito
específico de aprender y enseñar.
OSPINA, HECTOR FABIO (1999). Educar, el desafío de hoy: construyendo
posibilidades y alternativas. Santafé de Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.

NARANJO, J., A. TORRES (Comp.) (1996). Ciudad educativa y pedagogías urbanas.


Aportes 45. (Santafé de Bogotá: Dimensión Educativa).

Según Gildardo Moreno y Adela Molina (1993), el ambiente pedagógico en las


escuelas de hoy se mantiene sin cambios: sigue siendo prescriptivo en términos
de orden, pero está dominado por consideraciones asimétricas de autoridad
(autoritarismo) entre las personas.

MORENO, GILDARDO y ADELA MOLINA (1993). El ambiente Educativo. En:


Planteamiento
en educación. Intervención en planteamiento de planteamientos. Santafé de Bogotá.

12.13.1. Factores de riesgo y de protección para mantener un ambiente de aprendizaje


seguro y de apoyo en la vida de los docentes y estudiantes.

Vicario, et al, (2014), opina que los centros educativos deben ser entornos
seguros y saludables en los que los niños y los jóvenes puedan prosperar. Para
conseguirlo, la administración educativa, los profesionales que trabajan día a día
en el centro y la comunidad educativa en general deben implicarse activamente
mediante el desarrollo de políticas escolares sólidas, asegurando la existencia de
un entorno físico adecuado, un entorno de bienestar emocional y social positivo.
Las organizaciones y los profesionales reconocen la necesidad de crear un
entorno educativo sano, seguro y sólido.

Vicario, A. (2014). Entornos escolares seguros y saludables. REVISTA


IBEROAMERICANA DE EDUCACIÓN. N.o 66.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) (2004) confirma que un ambiente


escolar saludable puede mejorar directamente la salud de los niños y
adolescentes, apoyar el aprendizaje efectivo y contribuir al desarrollo de adultos
sanos, calificados y productivos.

Organización Mundial de la salud. (2004). The physical school environment.


An essential component of a health-promoting school. Disponible en:
http://goo.gl/Skcvqh.

Las instituciones educativas, como instituciones de servicio a la sociedad, no


están exentas de sus responsabilidades. Crear un ambiente seguro y saludable es
un requisito previo para procesos efectivos de enseñanza y aprendizaje para
garantizar la calidad de las instituciones educativas. (Gairín et al, 2012).

Gairín, J., Castro, D., Díaz-Vicario, A., Sans, J., Rosales, M., Sentinella, X., - . . Martin,
M. (2012b).
Análisis de la Seguridad Integral en los centros educativos de enseñanza obligatoria de
España. Revista Seguridad y Medio Ambiente, 126, 12-24.

2.14. Disciplina positiva en la educación socioemocional.

Es imprescindible, para comprender lo que se desarrollará más adelante, tener


una idea clara de lo que significa Disciplina Positiva. Nelsen (2015) menciona
que esta definición estará asociada a un conjunto de principios y herramientas
que, al ser aplicados, permitirán el desarrollo de habilidades socioemocionales
saludables, las cuales se clasifican en 6 grupos, entre ellos empatía,
perseverancia, resiliencia y otros. fomentando así relaciones basadas en el
respeto mutuo.

Durrant (2013) afirma que la disciplina positiva va más allá de reglas y


principios. Aborda un enfoque y una mentalidad de cuatro puntas que (a)
identifica objetivos a largo plazo y (b) brinda calidez. (c) comprender cómo
piensan y sienten los niños; (d) Resolución de problemas.

De igual forma, Ortega (2014) señala que la disciplina positiva se basa en seis
principios fundamentales. Es relaciones horizontales, conexión y pertenencia,
ánimo y aliento, equilibrio entre amabilidad y firmeza, y visión de los errores.
Una gran oportunidad para aprender en la educación a largo plazo.

Nelsen, J. (2015). Disciplina Positiva (3ª ed.). Manole.

Durrant, J. (2013). Disciplina positiva en la crianza cotidiana. (3ª ed.). Save the


Children. 

Ortega, N. (28 de octubre de 2014). ¿Qué es la Disciplina Positiva? Educando


en Positivo. Educar para el futuro.

2.14.1. Estrategias de disciplina positiva en el salón de clases que propicien un clima


saludable y apropiado para el aprendizaje.

De acuerdo con Giuseppe Néreci (1969) citado por (Márquez Guanipa, et al


(1975), la disciplina escolar consiste en la aplicación de un conjunto de reglas
para un uso más eficiente del tiempo y de un trabajo complejo encaminado a
obtener más y mejores aprendizajes. Como grupo de investigación, creemos que
para desarrollar una buena disciplina en el aula, es necesario aplicar métodos que
proporcionen un ambiente de aprendizaje adecuado y relativamente libre de
problemas de conducta.

(Márquez Guanipa, Judith, & Cazzato Dávila, La disciplina escolar aportes de


las teorías psicológicas, 1975, pág. 128)

Según Dulce Pascual y Ana Ingrid Díaz (2010), manifestaron que la disciplina
positiva se refiere a la acción de acompañar a los niños y jóvenes en el proceso
de formación de conocimientos, valores, habilidades y conductas.
Dulce Pascual, A. I. (2010). Manual para maestros/as Disciplina Positiva. Santo
Domingo República Dominicana.

Las estrategias de disciplina positiva permiten que niños y adultos reconozcan


sus sentimientos y elijan calmarse, calmarse, poder volver a funcionar desde su
cerebro racional, que se encuentra en el neocórtex, para que puedan resolver sus
problemas de manera más eficiente y aprender. Trejo (2010).

Trejo, A. M. (2010).

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