familia

LA SAGRADA

AÑO CXXIV - N.o 1486 MARZO - ABRIL 2023

 familia
LA SAGRADA
Con Dios en familia ORACIÓN EN FAMILIA

«HOY VENGO A HOSPEDARME EN TU CASA»

MARZO - ABRIL 2023
Año CXXIV - Barcelona - N.o 1486
2.  LA CASA DE MARTA Y MARÍA: ACOGIDA Y SERVICIO
Todos:  X En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
REVISTA RELIGIOSA Lector:  Jesús, María y José,
PARA EL HOGAR Todos:  habitad siempre en nuestra casa.
Lector:  Proteged a nuestra familia
Fundada por Todos:  y guiadnos hacia la Casa del Padre, en el Nazaret del cielo.
san José Manyanet en 1899.
Órgano oficial de la Asociación Los hermanos Marta, María y Lázaro eran unos buenos amigos de Jesús. Entre
de la Sagrada Familia ellos había el grado de amistad y confianza suficiente para decirse con sin­ceridad
lo que veían y sentían. Y en una de las visitas de Jesús, esto es lo que ocurrió den-
tro de aquella casa:
DIRECTOR
Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta
Jesús Díaz tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, es­
cuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con las muchas
COLABORADORES faenas; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana
Josep M. Blanquet me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano». Respondiendo,
Ignacio Acedo
le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas;
solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será qui­
Ángel López
tada» (Lucas 10, 38-42).
Reniel A. Ramírez
Natalia Mangado • En la escena evangélica, Marta y María representan dos actitudes en apariencia
Maria Dolors Gaja incompatibles: La vida activa, de interés y trabajo, y la atención más pau­sada de
Édison Fañanás escucha y diálogo hacia los demás. En la realidad, la vida cristiana no puede pres­
Julio González cindir de ninguna de las dos:
Àngel Querol – Amar en cristiano, especialmente dentro de la familia, implica estar siempre
dispuestos a servir, ayudar, pensar más en el bien común que en nosotros
Webmaster:
mismos, superando esa tendencia que todos arrastramos hacia la comodidad,
Óscar Ros
el orgullo, la indiferencia. A ejemplo de Jesús, que nos dejó bien claro que «no
Cubierta: he venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por todos» (Mc 10, 45).
Roger Quevedo – Pero Jesús, sin menospreciar lo que Marta estaba haciendo para Él, elogió la
actitud de María: «ha escogido la mejor parte». María representa la actitud
DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN de hacerse disponible para escuchar. Para hacer sentir a gusto a aquél que
SUSCRIPCIONES está acogiendo. Dispuesta a gastar tiempo para el otro. No es que desconec-
te de los demás problemas y de las tareas. Mira al otro como persona e intenta
Entença, 301
comprenderle, agradarle.
08029 BARCELONA
Teléfonos: 93 884 63 41 / 93 439 43 03
– Así, la visita de Jesús en aquella familia puso en realce que, más que ha­cer
cosas para los demás, más que darles cosas, esfuerzos, poner mucho afán en
tener todo lindo, a punto y organizado, es más importante escuchar a las per­
Visítenos en internet: sonas, estar para ellas, valorarlas, comprenderlas, hacerlas centro de nues-
tra atención y cariño.
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• Cuando en familia, todos y cada uno procuran abrirse a los demás como Marta
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y María atendieron ambas conjuntamente a Jesús en su casa, y teniendo bien
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presente la preferencia que Jesús indica respecto a la actitud que representa
María respecto a Marta, se abren muchas oportunidades para crear entre todos
una vida familiar agradable y satisfactoria para todos.
• «Tener a Jesús en casa» significa hablar con Él en la oración con la naturalidad
de trato que se tiene con un amigo en quien se confía. Y al mismo tiempo dejar
que Él nos hable, escucharle, atenderle y hacer lo posible para que se sienta có­
modamente acogido entre nosotros. Que pueda «encar­narse» en nuestra realidad
personal y familiar. Y también, a fin de poder servirle lo mejor posible, colaborar
con plena disponibilidad en lo que es ne­cesario en la vida de familia, puesto que
ya nos advierte también: «os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de estos
hermanos más humildes, por mí mismo lo hicisteis» (Mt 25, 40).

Para pensar y para dialogar con Jesús en casa

• «Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen». María «escucha»,
Marta «cumple». Ambas se necesitan y complementan.
• Cuando hay momentos de desacuerdo y de queja en nuestra casa, ¿acudimos
a Jesús, para escuchar sus puntos de vista (el Evangelio) y para ponerlos en
práctica?

FINAL
Depósito Legal: B. 27742-2005 Todos:  Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
EGS - Rosari, 2 - Barcelona Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 1486 DE ENTRADA

EN ESTE NÚMERO Queridas familias:

J. D. A.
«HOY VENGO A HOSPEDARME EN TU CASA»
2.  La casa de Marta y María:
acogida y servicio «LA ESCUELA ES EL LUGAR DONDE NACEN, ARRAIGAN Y CRECEN
2 aquellas grandes amistades que duran toda la vida», escribía el
P. Manyanet. Es una gran verdad. ¡Cuántas buenas amistades se han
DE ENTRADA... conservado desde la época de la escuela! La vida nos va conduciendo
Queridas familias después por caminos a veces muy distintos pero las que tuvieron raíces
3 hondas permanecen. En las reuniones de antiguos alumnos hemos
confirmado muchas veces esta idea del P. Manyanet de amistades,
La escuela,
que permanecen en el tiempo.
lugar de grandes encuentros
4-5 En este sentido, no hay duda de que la escuela, como espacio
MANYANET: privilegiado de convivencia, favorece y potencia el «encuentro» con
BOLETÍN INFORMATIVO el otro, los «encuentros» con los demás que son cada vez más
6 necesarios. La importancia de recuperar el diálogo personal con los
otros, de volver a escucharnos, conectar, sentirnos queridos
ENTRE LÍNEAS
y aceptados, acogidos y acompañados. Y para ello se necesita crear
Vocación de fuelle, ambientes que permitan vivir con serenidad y calma, con tranquilidad
tentación de apagavelas
y tiempo para mirar al interior de cada uno, valorar lo que somos
7 más que lo que tenemos... Uno que conecta consigo mismo puede
ASOCIACIÓN DE LA SAGRADA FAMILIA conectar más fácilmente con los demás, con la naturaleza, con Dios...
Itinerario catequético: Por ello es tan importante, hablando de encuentros, educar la
Catequesis sobre san José (7) interioridad, la mirada, desde la centralidad de la persona que está
8-9 siempre en camino.

Inspiradores de encuentros De hecho, los encuentros pueden ser más o menos significativos
en nuestro día a día dependiendo de si se produce o no una verdadera y profunda relación
10-11 entre las personas. No es suficiente «estar juntos» en el patio o en
la clase, aunque sea necesario y bueno estarlo. En todo «encuentro»,
ESCUELA DE PADRES
para que sea verdadero, hay siempre «algo más»: no hay prisas, se
Teselas de familia (10)
celebra con alegría, «toca» el alma... Es una verdadera relación
12-13 interpersonal que va más allá de ser una «mera función»; en el caso
MAGÍN MORERA de los encuentros entre profesores y alumnos, por ejemplo, se trata de
Superior General del Instituto (1) una relación viva, un acompañamiento cercano, una guía
14 y orientación para descubrir la propia vida, vocación... Que empieza
con el conocimiento del propio nombre y biografía de cada
EN FAMILIA... persona, poniendo el acento en la propia dignidad; es fundamental la
15-16 experiencia del «tú», que hace posible la relación, el cuidado,
la orientación necesaria en tantos momentos de la propia maduración.
JUEGA CONMIGO...
17 El Pacto Global por la Educación nos recuerda la necesidad
ÚLTIMA PÁGINA
de favorecer un nuevo estilo de vida en el marco de unas relaciones
MARZO-ABRIL

más fraternas en las que nos podamos ayudar más y mejor en un

Mejor nos vemos
contexto en el que todo y todos estamos conectados. Es necesario
18
N.o 1486

tomar conciencia de una misma pertenencia, de la igual dignidad, de

VISÍTENOS EN INTERNET
www.lasagradafamilia.net
www.lasagradafamilia.manyanet.org
que nuestro mundo es de todos y de que, por ello, no valen actitudes
cerradas que ni acortan distancias, ni ayudan a vivir el encuentro con
los otros que son mis hermanos. La escuela ha de ayudarnos a ello. 3
 La escuela, lugar
de grandes encuentros
NATÀLIA MANGADO

L as escuelas transformadoras e innovadoras somos

  constructivas. Aprovechamos todas las posibi­
lidades de crecimiento y generamos un ambiente de
diálogo auténtico. Esto nos proporciona un escena­
rio perfecto para converger con nuestra comunidad,
aportando servicio y participación en su desarrollo.
Estamos llamados a ser un lugar que propicia la
cultura del encuentro, la acogida y las diferentes tra­
diciones culturales. El acercamiento a los otros no
es posible sin respeto por la dignidad y los derechos
humanos; por ello, es imprescindible crear puen-
tes de fraternidad y cooperación para conseguirlo.
Uno de nuestros objetivos es motivar el compromiso
con las nuevas generaciones a entablar diálogos y
redes de contacto para crear un soporte que facilite
la oportunidad de encuentros. Nos mostramos como
un modelo de escuela que no se asusta frente a la
complejidad actual de nuestra realidad y se esfuer-
za por capacitarla a humanizarse.
Todos estos deseos no se cumplen de forma
espontánea sin haber trabajado previamente las
competencias y habilidades que pueden ayudar a
alcanzarlos. El aprendizaje de los saberes curricu­
lares sería absurdo, si no existiera la posibilidad
de implementarlos para mejorar nuestro entorno.
A los infantes se les debe enseñar a comunicarse de
forma precisa, respetando las opiniones de los demás
y con intención de llegar al entendimiento de las par­
tes. Enseñar a trabajar cooperativamente implica
llegar a acuerdos, ayudarnos y encontrar soluciones
que resolverán problemas. Es una metodología pre­
sente en nuestras aulas, que consideramos impres­
cindible para fomentar los ejes indispensables en los
encuentros.
Es importante que eduquemos a nuestros hijos e
hijas en la virtud de la templanza, que les facultará
para actuar de forma moderada y equilibrada. Fre­
cuentemente, la menospreciamos por la inmediatez
MARZO-ABRIL
que les rodea. Sin estos elementos, difícilmente con-
seguiremos encuentros satisfactorios.
No queremos ser escuelas calladas, inmóviles y
estáticas; sino, protagonistas de nuestro tiempo.
Nuestros jóvenes van a ser decisivos para el futuro
de todos y del entorno. Para conseguirlo, los escu­
chamos y los situamos en el centro de la acción
educativa; transformando nuestro entorno en cen­
tros participativos de nuestra aldea de educación y
comunidad de aprendizaje. Ya hace mucho tiempo
que los estudiantes tienen garantizada su participa­
ción en los órganos de los centros educativos de
nuestra institución. Todos han sido elegidos por el
resto de sus compañer@s como representantes. Esto
nos abre perspectivas de trabajo diferentes, ideas no­
vedosas y regeneración constante en cada escuela.
Se proporcionan espacios y momentos para faci­
litar el diálogo entre ellos. Se trabajan los procesos
necesarios para que pueda fluir la comunicación,
respetando la diversidad de opiniones y construyendo
los vínculos que facilitarán el consenso y la toma de
decisiones.
Desde nuestros colegios trabajamos con progra­

genérica que devora nuestro día a día. La justicia mas diseñados para esta finalidad. Son globales y
nos marcará el respeto por la humanidad en general parten de cada una de las materias que componen
N.o 1486

y la diversidad. Pretendemos que nuestro alumna- el currículum. Lo implementamos mediante diferen­

do sea capaz de propiciar encuentros esperanzado­ tes estrategias como los proyectos de comprensión
res, en los cuales desarrollen su capacidad creativa (transversales e interdisciplinares), APS, programas
4 y contribuyan a la corresponsabilidad con el mundo basados en las inteligencias múltiples, etc. En nues-
tra formación integral, incorporamos todas las dimen­
siones de la persona, incluida la espiritual. Comple­
tamos la formación impulsando y promoviendo el
estudio desde las diferentes disciplinas (historia,
arte, tecnologías, filosofía, economía, lenguas...) con
ideas innovadoras e integradoras para ofrecer futu­
ros profesionales comprometidos con el entorno, la
sociedad y la humanidad en general. Priorizamos los
valores de participación y diálogo para interiorizar
la cultura democrática, para que los proyectos que
realizamos siempre estén al servicio de la comunidad.
Todo ello, teniendo siempre presente el cuidado de
nuestra casa común, nuestro planeta, nuestro entorno.
Es maravilloso poder desarrollar, en ellos, el senti­
miento de admiración que protegerá los tesoros y
abriendo las posibilidades de gestar encuentros in­
ternacionales; respetando la interculturalidad que se
da en ellos.
Los términos de paz y ciudadanía trabajados en
el aula, contribuyen a que los jóvenes los interiori­
cen como el preámbulo obligado en la prevención de
los conflictos de cualquier índole; aportando la com­
petencia creativa e imaginativa para encontrar solu­
ciones justas que contribuyan a preservarlas.
Con ello, a su vez, pretendemos el desarrollo de
la propia identidad entre esta diversidad, que de­
manda una actitud integradora global, sin perder la
personalidad e idiosincrasia de cada uno de los pro­
tagonistas.
Las familias deben ser el primer e indispensable
sujeto educador; por eso, abrimos los colegios como
comunidades de aprendizaje para integrar a todos
los agentes partícipes en la educación. Su represen­
tación en los consejos escolares favorece este proce­
so integrador de diálogo. En las escuelas Manyanet
llevamos años desarrollando un programa específi-
co para las familias. Nos encontramos para disfrutar
y compartir momentos que favorezcan las relacio-
nes humanas y proporcionen compromiso con la
comunidad educativa. Con nuestro proyecto Escue­
la / familia y la ayuda de expertos, contribuimos a
formarlas en aspectos que complementarán y di­
namizarán la educación de sus hijos e hijas. Son
momentos de encuentros, de charlas, de intercam­
bios de experiencias, que nos proporcionan dife­
rentes puntos de vista, enriqueciendo nuestra pers­
pectiva.
Si promoviéramos la cultura del encuentro y no
la practicáramos como comunidad educativa, esta­
ríamos cayendo en la incongruencia como institu­
ciones escolares. Para ello, hace años, generamos
un espacio y un tiempo para explicar experiencias.
Lo denominamos Red Manyanet. Periódicamente,
nos reunimos para colaborar con proyectos, inquie­
tudes y actividades entre nosotros. Los equipos di­
rectivos y docentes nos apoyamos para conseguir el
liderazgo pedagógico de nuestros centros y, simul­
táneamente, fomentar los lazos de la gran familia a
la que pertenecemos.
Para terminar, constatar que siempre estamos
abiertos a la acogida, apertura y al encuentro con el
otro. Promovemos la visión intercultural presente
hoy en día en nuestra sociedad, continuando inmer­
sos en programas de acogida para integrar a los
nuevos miembros de nuestra comunidad y fomentar
así nuestro carácter inclusivo. Abrimos la mente a la
riqueza que está por venir con novedades a las que
nos va a dar pie a conocer.
MARZO-ABRIL
N.o 1486
5
 HISTORIA DE UN HOMBRE DE AYER QUE VIVE HOY EN SU OBRA BOLETÍN informativo

PÍO IX
JOSEP M. BLANQUET, SF

L a vida de san José Manyanet se desarrolló en me-

  dio de un ambiente eminentemente eclesial.
Primero, con don Joaquín Cluet y don Valentín Lle­
dós, sacerdotes de Tremp, luego con los tres religio­
sos de Barbastro, los PP. Teodoro Cerezuela, Euge­
nio Torrente y José Balaguer; el vicario general de
Lleida, Ignacio M.a de Sullà, y los profesores del se­
minario de Urgell, y, especialmente, en el palacio
episcopal, junto al obispo Caixal, el deán Agustín
Vidal, y los varios sacerdotes que se movían en el
palacio, la catedral, el seminario y la biblioteca, fa­
vorecieron una educación y sensibilidad eclesial que
le marcaron para el resto de su vida.
Particularmente en el palacio episcopal de Urgell
resonaban fuerte todas las llamadas de la Iglesia
durante los difíciles tiempos del papa Pío IX y los más
solemnes de la definición dogmática de la Inmacu­
lada Concepción de María, la celebración del con­
cilio Vaticano I y la proclamación de san José como
patrono de la Iglesia universal... Se puede afirmar
que fue una verdadera escuela de eclesiología, que
le resultaría muy útil para su futura labor y misión.
Un capítulo importante de su biografía es, pues, Pío IX.
el estudio de su relación con los pontífices, carde­
nales y obispos que intervinieron en su vida y en al­ místico de Cristo (1870), a quien el Patriarca había
gunas de sus fundaciones y obras. Es lo que nos alimentado y educado en Nazaret, no pudo menos
proponemos hacer en adelante en el corto espacio que reconocer y bendecir la inspiración.
de esta página. En 1877, cuando ya los dos Institutos del sacer­
Pío IX (1792-1878), hoy beato y llamado jus­ dote Manyanet estaban actuando en varias diócesis,
tamente el Papa de la Inmaculada y de san José, el Papa, viendo la aprobación explícita del obispo
fue el primer Papa que conoció José Manyanet. Y el Caixal, concedió la gracia de la reserva del Santísi­
Papa tuvo también conocimiento de este sacerdote mo en todas las capillas de las varias casas.
por medio de su obispo, Mons. José Caixal. Y en 1878, urgido por el mismo obispo Caixal,
En primer lugar, en 1867, cuando el obispo, en su pedía al Papa la bendición para todos los individuos
informe de la diócesis, dio cuenta de la iniciativa naza­ de las dos Congregaciones y que se dignara exami­
rena y educacional que el joven sacerdote Manyanet nar y aprobar las Constituciones «a mayor gloria de
promovía en Tremp para los niños y las familias. El Dios».
Papa, por medio de la Congregación del Concilio, la Por desgracia, este expediente llegó a Roma
ani­mó y bendijo de corazón. cuando el Papa acababa de fallecer. Y las varias in­
En 1869, el obispo Caixal informó también al trigas de algunas personas, además de la sede va­
Papa de otra iniciativa singular del sacerdote Manya­ cante, frustraron el éxito del mismo.
MARZO-ABRIL

net: la construcción de un templo expiatorio en honor Pero la memoria del Papa ha permanecido viva
de san José, como jefe de la Familia de Nazaret. en los Institutos de san José Manyanet, también por
N.o 1486

Y el Papa, que había declarado el dogma de la In­ sus intervenciones sobre la Sagrada Familia, espe­
maculada Concepción de María (1854), extendido cialmente la Carta del 5 de enero de 1870 en la que
el cul­to al Sagrado Corazón de Jesús (1856) e iba a afirma que «la Sagrada Familia es el modelo más
6 declarar a san José, Patrono de la Iglesia, el cuerpo perfecto de piedad, santidad y fidelidad recíproca».

Se ruega a las personas que alcancen alguna gracia por intercesión del Santo que lo comuniquen a la Vice-postulación: Entença, 301 – 08029 BARCELONA
 ENTRE LÍNEAS

Vocación de fuelle,
tentación de apagavelas
MARIA DOLORS GAJA I JAUMEANDREU, MN (dolors.gaja@natzaret.org)

L os que van leyendo esta sección se habrán dado

  cuenta de que suelo fijarme en objetos de la vida
cotidiana que, de repente, me hablan. Y para quien
sión. Si queréis, es una pequeña
bomba neumática con una bo­
quilla a través de la cual sale
pueda llegar a una conclusión equivocada, aviso de el aire mientras el cuerpo
que no soy, en absoluto, una persona observadora, del fuelle disminuye.
más bien todo lo contrario. Pero lo cotidiano, lo irrele­ Es una imagen que me gusta de manera especial
vante y pequeño, me ha llamado siempre la atención. para los padres, para los educadores. Tengo grabada
Y en función de dos objetos muy distintos, pienso que en mi retina la imagen de mi tío avivando el fuego de
existen dos tipos de persona. la chimenea con un fuelle. Me encantaba ver cómo el
fuego renacía, subía, se hacía fuerte. E imagino que
Personas apagavelas: existe un aparato curioso
a todo padre / madre le gusta ver crecer a su hijo, su­
que tiene su origen en el oficio de sacristán. En las
bir fuerte, potente... Pero para eso hay que dar mucho
fiestas solemnes se colocaban cirios muy altos al que
fuelle, hay que avivar el fuego de su espíritu; acompa­
no solía alcanzar una persona. Para ello, el sacristán
ñando de cerca unas veces y otras a larga distancia;
en cuestión usaba una barrita de metal que culmina­
animando en la tristeza y el desánimo, consolando en
ba en una especie de campana puesta boca
el fracaso, exhortando ante los miedos, empujando
abajo. Al colocar la campanita sobre la lla­
fuera de las zonas de confort, mostrando confianza ili­
ma, la falta de oxígeno hace que el fuego
mitada y creyendo de verdad en las po­sibilidades de la
se extinga. No sé con qué motivo se han
persona. Y cada día, pero sobre todo cuando no se pue­
puesto de moda —quizá por la pasión que al­
de más, orando.
gunas personas manifiestan por llenar la casa de
Ora por tu pareja, por tus padres, por tus hijos.
velas aromáticas— pero el caso que una conoci-
Nada da más fuelle que orar.
da cadena de objetos, más o menos asequibles, tie-
La persona necesita espacio. Y, al igual que Juan
ne un estante lleno de apagavelas. Ahora resulta que
Bautista, que se alegraba de menguar para que el
bastantes hogares ¡tienen un apagavelas...!
Amigo creciera, el fuelle mengua al transmitir al otro
Cada mañana, al concluir la eucaristía, veo a una
su aire. Mi tío avivaba el fuego y yo veía como el fue­
hermana apagar las velas con el dichoso aparatito.
lle se «adelgazaba». Eso es dar vida.
Y piensas que sí, que hay personas «apagavelas», per­
Lo bueno es saber que no siempre somos apaga­
sonas que van apagando ilusiones, que van apagando
velas y que, una lástima, tampoco somos siempre
esperanzas, que van apagando... vida. O a lo mejor,
personas fuelle. Lo más habitual es que alternemos,
todos somos algo apagavelas cuando decimos a otra
aunque hay que intentar, sí o sí, que predomine en
persona que no sabe lo que hace, que lo que pre­
nosotros la vocación de fuelle.
tende es una locura... Olvidando que no hubo locura
Pero hay alguien que no alterna, Alguien, siempre
mayor que el Evangelio, ni loco más sublime que
fuelle, cuya venida esperamos: el Espíritu Santo. Él
Cristo. Y sí, puede que hasta en algunos momentos
nos dio tanto fuelle que, aún siendo una Iglesia car­
tengamos razón y lo digamos con el deseo de que esa
gada de defectos y lastre de todo tipo, hemos ido
persona no se equivoque, no sufra... Pero estamos
cruzando los siglos y llevando el mensaje de Cristo sin
apagando vida, porque la vida es también equivo­
que se hundiera el barco de la Iglesia. Él alienta tan­
cación, y de nuestros errores nace la posibilidad de
to en nuestra alma que es gracias a su fuelle que
adquirir cierta sabiduría. Así que los jóvenes, los hijos
soportamos tristezas, dolores y contratiempos por
y todos, tenemos derecho a equivocarnos.
agudos o graves que sean. Él insufla en nosotros el
No se me ocurre a mí peor servicio a los hijos que
Espíritu Divino y nos hace «capax Dei», capaces de
ser apagavelas. Por exceso de protección unas veces o
Dios, seres limitados que albergan al Ilimitado.
MARZO-ABRIL

por deseo de forjarlos a nuestra imagen, podemos con­

Cada mañana, cuando me levanto, Él aviva en mí
vertirnos en padres y madres apagavelas. Y es que,
su Espíritu, su aliento. Que yo haga lo mismo con
N.o 1486

aunque todos lo necesitamos, son los jóvenes los que

mi familia, mis compañeros de trabajo, mi comuni­
precisan con mayor intensidad...
dad, mis amigos...
Personas fuelle:  el fuelle es un sencillo dispositivo
7
No seas apagavelas. Porque al final, por dentro,
que contiene aire y lo expele sobre algo a cierta pre­ el apagavelas es muy oscuro.
 ITINERARIO CATEQUÉTICO
a la luz de las catequesis del papa Francisco
Catequesis sobre san José
San José el carpintero (7)
Q ueridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Los evangelistas Mateo y Marcos definen
a José como «carpintero» u «obrero de la made-
ra». Hemos escuchado hace poco que la gente de
Nazaret, escuchando a Jesús hablar, se pregun­
taba: «¿No es este el hijo del carpintero?» (13, 55;
cf. Mc 6, 3). Jesús practicó el oficio de su padre.
El término griego tekton, usado para indicar el
trabajo de José, ha sido traducido de varias mane­
ras. Los Padres latinos de la Iglesia lo hicieron con
«carpintero». Pero tengamos presente que en la
Palestina de los tiempos de Jesús la madera servía,
además de para fabricar arados y muebles varios,
también para construir casas, que tenían ventanas
de madera y techos de terraza hechos de vigas co­
nectadas entre sí con ramas y tierra.
Por tanto, «carpintero» u «obrero de la madera»
era una calificación genérica, que indicaba tanto a
los artesanos de la madera como a los trabajadores
que se dedicaban a actividades relacionadas con
la construcción. Un oficio bastante duro, teniendo
que trabajar materiales pesados, como madera,
piedra y hierro. Desde el punto de vista económi-
co, no aseguraba grandes ganancias, como se de­
duce del hecho de que María y José, cuando presen­
taron a Jesús en el Templo, ofrecieron solo un par
de tórtolas o pichones (cf. Lc 2, 24), como prescri­
bía la Ley para los pobres (cf. Lv 12, 8).
Por tanto, Jesús adolescente aprendió del padre
este oficio. Por eso, cuando de adulto empezó a pre­
dicar, sus paisanos asombrados se preguntaban:
«¿De dónde le viene a este esa sabiduría y esos mi­
lagros?» (Mt 13, 54), y se escandalizaban a causa
de Él (cf. v. 57), porque era el hijo del carpintero,
pero hablaba como un doctor de la ley, y se escan­
dalizaban de esto.
Este dato biográfico de José y de Jesús me ha­
ce pensar en todos los trabajadores del mundo, de
MARZO-ABRIL
forma particular en aquellos que hacen trabajos
duros en las minas y en ciertas fábricas; en aque­
N.o 1486
llos que son explotados con el trabajo en negro;
en las víctimas del trabajo —hemos visto que en
Italia últimamente ha habido varias—; en los niños
8 que son obligados a trabajar y en aquellos que hur­
N de l
a
IACIÓ ILIA
ASOC FA M
ADA
SAGR
gan en los vertederos en busca de algo útil para
intercambiar... Me permito repetir esto que he di­
cho: los trabajadores escondidos, los trabajadores
que hacen trabajos duros en las minas y en cier-
tas fábricas: pensemos en ellos. En aquellos que son
explotados con el trabajo en negro, en aquellos que
dan el sueldo de contrabando, a escondidas, sin la
jubilación, sin nada. Y si no trabajas, tú, no tienes
ninguna seguridad. El trabajo en negro hoy existe,
y mucho. Pensemos en las víctimas del trabajo, de
los accidentes en el trabajo, en los niños que son
obligados a trabajar: ¡esto es terrible! Los niños
en la edad del juego deben jugar, sin embargo, se
les obliga a trabajar como personas adultas. Pense-
mos en esos niños, pobrecitos, que hurgan en los
vertederos para buscar algo útil para intercambiar.
Todos estos son hermanos y hermanas nuestros,
que se ganan la vida así, ¡con trabajos que no reco­
nocen su dignidad! Pensemos en esto. Y esto suce­
de hoy, en el mundo, ¡esto sucede hoy! Pero pienso
también en quien está sin trabajo: cuánta gente va
a llamar a las puertas de las fábricas, de las em­
presas: «—Pero, ¿hay algo que hacer?» «—No, no
hay, no hay...». ¡La falta de trabajo! Y pienso tam­
bién en los que se sienten heridos en su dignidad
porque no encuentran este trabajo. Vuelven a casa:
«—¿Has encontrado algo?» «—No, nada... he ido a
Cáritas y traigo pan». Lo que te da dignidad no es
llevar el pan a casa. Puedes tomarlo en Cáritas: no,
esto no da dignidad. Lo que te da dignidad es ga­
nar el pan, y si nosotros no damos a nuestra gente,
a nuestros hombres y a nuestras mujeres, la capa­
cidad de ganar el pan, esto es una injusticia social
en ese lugar, en esa nación, en ese continente. Los
gobernantes deben dar a todos la posibilidad de ga­
nar el pan, porque esta ganancia les da dignidad.
El trabajo es una unción de dignidad y esto es im­
portante. Muchos jóvenes, muchos padres y muchas
madres viven el drama de no tener un trabajo que
les permita vivir serenamente, viven al día. Y mu­
chas veces la búsqueda se vuelve tan dramática que
los lleva hasta el punto de perder toda esperanza y
deseo de vida. En estos tiempos de pandemia, mu­
chas personas han perdido el trabajo (lo sabemos)

y algunos, aplastados por un peso insoportable, han
llegado al punto de quitarse la vida. Quisiera hoy
recordar a cada uno de ellos y a sus familias. Haga­
mos un momento de silencio recordando a esos
hombres, esas mujeres, desesperados porque no
encuentran trabajo.
No se tiene lo suficientemente en cuenta el he­
cho de que el trabajo es un componente esencial
en la vida humana, y también en el camino de san­
tificación. Trabajar no solo sirve para conseguir el
sustento adecuado: es también un lugar en el que
nos expresamos, nos sentimos útiles, y aprende­
mos la gran lección de la concreción, que ayuda a
que la vida espiritual no se convierta en espiritua­
lismo. Pero lamentablemente el trabajo es a me­
nudo rehén de la injusticia social y, más que ser un
medio de humanización, se convierte en una peri­
feria existencial. Muchas veces me pregunto: ¿con
qué espíritu hacemos nuestro trabajo cotidiano?,
¿cómo afrontamos el esfuerzo?, ¿vemos nuestra ac­
tividad unida solo a nuestro destino o también al
destino de los otros? De hecho, el trabajo es una
forma de expresar nuestra personalidad, que es
por su naturaleza relacional. El trabajo es también
una forma para expresar nuestra creatividad: ca-
da uno hace el trabajo a su manera, con el propio
estilo; el mismo trabajo, pero con un estilo diferente.
Es hermoso pensar que Jesús mismo trabajó
y que aprendió este arte propio de san José. Hoy
debemos preguntarnos qué podemos hacer para
recuperar el valor del trabajo; y qué podemos apor­
tar, como Iglesia, para que sea rescatado de la
lógica del mero beneficio y pueda ser vivido como
derecho y deber fundamental de la persona, que ex­
presa e incrementa su dignidad.
Queridos hermanos y hermanas, por todo esto
hoy deseo recitar con vosotros la oración que san
Pablo VI elevó a san José el 1 de mayo de 1969:
Oh, san José,
patrón de la Iglesia,
tú que junto con el Verbo encarnado
trabajaste cada día para ganarte el pan,
encontrando en Él la fuerza de vivir y trabajar;
tú que has sentido la inquietud del mañana,
la amargura de la pobreza, la precariedad del trabajo;
tú que muestras hoy el ejemplo de tu figura,
humilde delante de los hombres,
pero grandísima delante de Dios,
protege a los trabajadores en su dura existencia diaria,
defiéndelos del desaliento,
de la revuelta negadora,
como de la tentación del hedonismo;
y custodia la paz del mundo,
MARZO-ABRIL
esa paz que es la única que puede garantizar el desarrollo
de los pueblos. Amén.
N.o 1486
Aula Pablo VI
(Miércoles, 12 de enero de 2022) 9
 Inspiradores
de encuentros en
nuestro día a día
MARIA MERCÈ BATET DURAN
Directora de Manyanet - Molins de Rei
L os días 24, 25 y 26 de noviembre de 2022
  tuve la oportunidad, conjuntamente con
otros miembros de los equipos directivos de los
colegios Manyanet, de asistir al XVI Congreso de
Escuelas Católicas dirigido a titulares de centro,
directores, profesores de escuelas concertadas
que bajo el lema Inspiradores de Encuentros, se
celebró en Granada.
Un evento que se realizó con un año de retra­
so, ya que la pandemia impidió su celebración
durante el año 2021.
Este congreso de por sí ya era inspirador por
su enclave mágico: al pie de Sierra Nevada con sus
cumbres escarpadas, en una ciudad que es puro
arte, llena de espacios ricos en leyendas y de
rincones sorprendentes. Asomarse a uno de sus
miradores y contemplar tanta belleza inspiraba
MARZO-ABRIL
N.o 1486
10
a entrar en el palacio de congresos con la men-
te preparada para encontrar respuestas al tan
complejo contexto educativo actual.
La experiencia desde el punto de vista perso­
nal, como directora de un colegio Manyanet, fue
del todo excepcional, ya que me permitió com­
partir y reflexionar con expertos, profesionales y
compañeros distintas vivencias e incógnitas re­
lacionadas con el desempeño de nuestra labor
edu­cativa en los colegios.
Ion Aranguren, Isabel Rojas, Teresa Forcades,
Josep M. Esquirol, Pau García-Milà, Pepe Rodrí­
guez, Javier Poveda, Arturo Cavanna, Xavier Mar­
cet... fueron profesionales que con su saber nos
inspiraron.
Tuvimos respuestas a preguntas relaciona-
das con el papel de la escuela, la labor del maes-
tro ante los retos actuales, cómo podemos ayudar
a nuestros alumnos, cómo avanzar en nuestros
proyectos educativos y acercarlos a las familias,
cómo podemos cuidar de nuestra salud mental
y física, de nuestra comunidad educativa, dónde
está Dios, qué puedo hacer yo...
A partir de la experiencia de expertos en dife­
rentes ámbitos (de los debates, de las plegarias
y del arte), este evento fue verdaderamente un
inspirador de encuentros.
Los equipos directivos, para avanzar en el
pro­yecto educativo, para cuidar el corazón y la
inteligencia, debemos inspirar encuentros con
nuestros equipos, con los alumnos y con sus
familias a través de diversidad de espacios, refle­
xiones, labores y ofrecer oportunidades para que
sean encuentros verdaderos. Estos encuentros
pue­den ser místicos, con humor, accidentales, mu-
­sicales, gastronómicos, académicos, virtuales...
Pero siempre, con el objetivo de ofrecer diá­logo,
diversidad, solidaridad, escucha, presencia, opor­
tunidad de cambio y de romper moldes.
El encuentro con el otro nos enriquece. Es
muy necesario en este mundo tan hiperconec­
tado, donde podemos sentirnos muy solos y vul­
nerables. El encuentro debe hacer posible que,
en la escuela, los niños y jóvenes puedan crecer
con sentido de responsabilidad, con responsa­
bilidades y ayudarlos para construir su propia
identidad, que puedan mirar en su interior, sin
miedo al otro, desde el diálogo, la solidaridad y
el respeto al vulnerable.
Estos encuentros son del todo necesarios,
más cuando observamos las consecuencias emo­
cionales derivadas del impacto de la pandemia
sanitaria en el mundo infantil y adolescente y de
los datos que recibimos sobre el estado en la
salud mental y la saturación de servicios relacio­
nados con la misma.
Esta situación requiere de la cultura del cuida­
do. Dentro de este cuidado, tenemos la escucha,
que requiere de tiempo y de empatía emocio-
nal. Debemos dar a los pequeños y adolescen-
tes tiempo para que hablen de todo lo que les
preocupa. Desde una escucha que requiere por
ambas partes atención sostenida. Muy difícil en
estos tiempos en los que la prolongada exposi­
ción a muchos estímulos y la multitarea dificultan
el procesar la información y acortan el tiempo de
reacción de nuestros sentidos.
No solo el colegio, sino toda la comunidad de­
be favorecer encuentros de calidad para abordar
los efectos de la pandemia y de la digitación,
especialmente esta última, que tanto está cam­
biando la manera de relacionarnos, y que, a me­
nudo, genera soledad y vulnerabilidad.
A todo esto, podríamos añadir las situaciones
de cambio social, crisis económica, situación bé­
lica, crisis medioambiental... Todo ello requiere
de un gran acompañamiento y escucha por par-
te de todos los miembros que forman las distintas
comunidades para favorecer un crecimiento per­
sonal equilibrado.
En definitiva, el colegio debe ser un lugar de
encuentro que nos permita a todos crecer con
fe y esperanza en diferentes ámbitos, para avan­
MARZO-ABRIL
zar según nuestro carácter propio, en línea con
el Pacto Educativo Global y los Objetivos de De­
N.o 1486
sarrollo Sostenible. Un mensaje muy claro, el en­
cuentro con el otro nos construye y nos enri­
quece. 11
 ESCUELA DE PADRES

Teselas de familia (10)

P. ÁNGEL LÓPEZ

Cada familia es como el conjunto de teselas que componen un mosaico.

Cada tesela representa una realidad posible, una his­toria, una persona, una vivencia,
una crisis, una oración, un perdón, unos valores, unos logros, unas rela­cio­nes, etc.
En cada artículo nos referimos a una de ellas.
Hoy, los abuelos.

Los abuelos
y su gran función social

L os abuelos forman parte de ese colectivo llamado

  «tercera edad» que, desgastada de vida, vive
«aparcada» en su mayoría. Unos, en sus hogares fa­
miliares; otros, en residencias de bonito nombre.
Muchos, relegados a una soledad no deseada. Llegan
al invierno de la vida donde se apagan esperanzas e
ilusiones y se encienden nuevos achaques. Pero ellos,
nuestros abuelos, son un referente social lleno de va­
lores humanos. Valores de entrega y sacrificio a sus
hijos y a la sociedad. Valores de experiencia y adap­
tación a los tiempos, no fáciles, que les tocó vivir.
Solo por eso, ya merecen una consideración mayor
y unos cuidados mejores. Pero es que, además, tie­ y nietos. Se han de convenir los límites respecto al
nen un papel importante en la vida de familia. Cada trato y educación de los nietos. Límites en la educa­
vez más, se hacen imprescindibles en los hogares ción, en los caprichos, en la corrección de compor­
con padres jóvenes que tienen difícil la conciliación con tamientos inadecuados.
el trabajo. Abuelos dispuestos llevar a sus nietos al
colegio, recogerlos, llevarlos al médico, darles de co­ Incidencia mutua: abuelos-nietos
mer, etc. Precioso comodín familiar. Pregunta: ¿qué
Se dice que los abuelos nunca mueren, permanecen
sueldo deberían tener los abuelos por ayudar a criar
invisibles. Han echado sus raíces en los nietos. Algu­
a sus nietos?
nos nietos no los recuerdan. Eran muy pequeños. De
ahí su pregunta: ¿cómo eran los abuelos?
Función en la familia Los que pudieron conocerlos y tratarlos recuerdan
El vínculo entre abuelos y nietos dibuja un mapa en­ siempre su voz, sus anécdotas, sus historias repe­
trañable. Un nuevo sentido de la vida. Un renacer de tidas, sus abrazos, sus chuches a escondidas de la
energías. Con la experiencia de reestrenar la función madre. No comprendieron su muerte. Quedan en
de ser padres. El nieto es alguien por quien seguir la memoria sus cabellos blancos, su cara arrugada
viviendo. Con quien compartir complicidad, caricias, por los años. Se inmortalizan en el recuerdo de los pe­
besos, sueños en su regazo. Y consentir y mimar, por queños. No hay presencia física, pero queda memoria
mucho que se opongan los padres. «Que les eduquen y cariño.
sus padres. Yo quiero disfrutar de ellos», dicen. Los nietos transmiten a los abuelos ganas de vivir.
Los abuelos son muy importantes para la madu­ Les transmiten la «abuelitis», las ganas de ser cari­
MARZO-ABRIL

ración de los nietos. Transmiten una imagen de tran­ ñosos y útiles a la familia. Los abuelos se sienten fe­
quilidad, de cariño, de sabiduría. Los niños se sienten lices y consiguen un bienestar emocional, sobre todo
N.o 1486

escuchados, lo que produce una cierta complicidad. cuando sus nietos les dicen «te quiero». Tal vez no lle­
Los abuelos no solo cuidan de sus nietos, sino tam­ guemos a captar la importancia que tiene para ellos
bién les enseñan valores y creencias. Es necesario, cuando sus nietos les dicen «te quiero». Suponen
12 sin embargo, cuidar la relación entre abuelos, padres una gran ayuda familiar cuando los horarios se com­
plican. Al no tener responsabilidad directa en su edu­
cación, se arrogan un cierto derecho a «deseducarlos»,
a escucharlos con más atención y calma que sus pa­
dres. Serán imagen y referencia. Muchos nietos re­
conocen que deben precisamente a sus abuelos la
iniciación a la vida cristiana. Ayudan a los nietos
a ser felices, a desarrollar su personalidad, a mane­
jarse mejor en la relación con todo el sistema fa­
miliar, a corregir el egocentrismo. Los abuelos reviven
lo que significa el amor incondicional amando a los
nietos como son, aunque sus comportamientos, a ve­
ces, les molestan y alteran.

Espiritualidad del cuidado

Todos necesitamos prestar atención al cuidado de los
abuelos. Lo merecen y lo necesitan. Nos dan todo lo
que pueden. Nos cuidan a los hijos hasta que sus
fuerzas se lo permiten. Nos acompañan a los hijos al
colegio hasta que no pueden andar. Nos preparan
las comidas, y, por si fuera poco, los domingos va-
mos a comer las «delicatessen» de la abuela y a jugar
con el abuelo. Los abuelos esperan y necesitan vi-
vir su última etapa en la paz de haberse desvivido por
los suyos. Esperan vivir este tramo de vida con salud
emocional, queridos, atendidos, arropados con el mis­ • Ayudan a los nietos a ser felices, a desarrollar su
mo amor que ellos nos dieron. Para que ellos disfru­ personalidad y a corregir el egocentrismo.
ten de sus amigos y de sus nietos. Para que sigan • Disfrutemos de los abuelos. Y que ellos disfruten de
viviendo su vida. Para que vivan felices el último tra­ nuestro abrazo y cariño. Sin esperar a llevar un ra­
mo de su camino como ellos hicieron en nuestros mo de flores al cementerio.
primeros pasos, dándonos la mano y levantándonos de
nuestras caídas. Amoris laetitia
En referencia a la «tesela» descrita, mencionamos
Abuelos y COVID algunas de sus frases.
Unas líneas para acabar. Pensando en los abuelos del
• «La mayoría de las familias respeta a los ancianos,
COVID-19. Con admiración y respeto. Haciéndonos
los rodea de cariño y los considera una bendición...
eco del dolor de las familias, privadas del abrazo últi­
Por otro lado, los cuidados que requieren a menudo
mo y del entierro merecido.
ponen a dura prueba a sus seres queridos» (48).
Todos esos abuelos fueron el pilar sobre el que
for­maron sus familias en tiempos que no eran fáci- • «Muchas veces son los abuelos quienes aseguran
les. Estos abuelos han sido nuestro ejemplo duran- la transmisión de los grandes valores a sus nietos,
te décadas. Y lo han vuelto a ser en esos tiempos de [los cuales] deben precisamente a sus abuelos la
pandemia. Como en los años de escasez, han acatado iniciación a la vida cristiana» (192).
con resignación y valentía el sacrificio, el encierro, • «“No me rechaces ahora en la vejez, me van faltan­
incluso la muerte en una soledad inesperada. No se do las fuerzas, no me abandones.” Es el clamor del
han que­jado. Algunos no tuvieron ni siquiera tiempo anciano, que teme el olvido y el desprecio» (191).
para quejarse. Muchos solo tenían el mirador de una
• «Consecuencia de un desordenado desarrollo indus­
ventana compartida. A la espera de una visita de fa­
trial y urbanístico, han llevado y siguen llevando
miliares que no pudieron hacer. Muchos hijos no pu­
a los ancianos a formas inaceptables de margina­
dieron ni verlos, ni acariciarlos, ni enterrarlos. Ellos
ción» (192).
levantaron el país destruido. Nos educaron. Fieles y
presentes en nuestras vidas.
Preguntas
MARZO-ABRIL

Resumiendo 1. ¿Qué recuerdos tienes de tus abuelos? ¿Cómo in­

fluyeron en tu vida?
N.o 1486

• Nuestros abuelos, son un referente social lleno de

valores humanos. 2. ¿Cómo crees que viven o vivieron vuestros hijos la
relación con sus abuelos?
• Los abuelos son muy importantes para la madura­
ción de los nietos. Buena reflexión y diálogo. 13
 MAGÍN MORERA
Un hijo fiel de la Sagrada Familia
Superior General
del Instituto (1858 -1964)
E l venerable Magín Morera par­
ticipó como Procurador Gene-
ral en el XIII Capítulo General de la
Congregación celebrado en Barce­
lona en 1958 y se vio sorprendi-
do al ser elegido Superior General.
Tenía 49 años. Recién elegido,
contestaba a un religioso que le ha­
bía felicitado: «Fiat... Y lo pronun­
cié porque amo a mi Madre la
Congregación, por otra parte, veo
toda mi incapacidad... Pero, basta
y no hablemos más de eso, Dios sa­
be por qué lo ha permitido. He acep-
tado, además, porque cuento con
hermanos tan buenos como, por
ejemplo, V. C. Nuestras armas, que-
rido Hno. tienen que ser la oración
continua y la purificación de nues­
tras almas hasta donde pueda lle­
gar un alma fervorosa y santa en
esta vida. La oración y la santidad
de vida nos tienen que hacer pros­
perar siempre más y más. Ánimo»
(6 agosto 1858).
En tres puntos resumía el P. Mo-
rera su programa de gobierno:
propagación de la devoción a la
Sagrada Familia, la mejor organiza­
ción de la enseñanza y potenciar la
vida interior.
Respecto al primer punto, en
1959, en la misión de Chimayó,
N. M., Estados Unidos, confiada
al Instituto desde 1920, se erigió
una nueva parroquia intitulada a
la Sagrada Familia. Y en 1961,
todo el Consejo se trasladó a Roma
MARZO-ABRIL
para estudiar las posibilidades de
construir el Templo de la Sagrada
N.o 1486
Familia que Pío XII había deseado
y encomendado a la Congregación.
No fue una empresa fácil: consiguió
14 un terreno amplio en el barrio de
JOSEP M. BLANQUET, SF
Venerable Magín Morera, recién elegi-
do Superior General (agosto 1958).
romano de Centocelle para que se
construyese una iglesia y los edi­
ficios anejos según los planos que
se firmaban en aquel año. En 1962,
el cardenal Clemente Mícara, con
la aprobación de san Juan XXIII
erigía la nueva parroquia intitulada
a la Sagrada Familia de Nazaret.
En 1964, en el año centenario del
Instituto, san Pablo VI bendecía la
primera piedra del templo parro­
quial.
Para la educación e instrucción
de los niños y jóvenes, se asumie­
ron los colegios de La Molina (Giro­
na) y el Hogar Nazaret de Madrid
y, especialmente, promovió la cons­
trucción del colegio Padre Manya­
net de Barcelona, junto al seminario
Sagrada Familia de Les Corts.
Y para potenciar la vida inte­
rior, además de las exhortaciones
y consejos espirituales que daba
(1)
personalmente en las visitas o por
carta, veló por la observancia regu­
lar y el incremento de las casas de
formación, a las que seguía muy
de cerca, la práctica de los ejerci­
cios espirituales, etc. En 1962, la
Santa Sede aprobaba la primera Ra­
tio studiorum del Instituto.
En 1961, se terminó el Proce­
so Apostólico sobre las virtudes y
fama de santidad del padre Manya­
net desarrollado en Barcelona.
Y, finalmente, para celebrar
el Centenario de la fundación de la
Con­gregación nombró una comi­
sión central que coordinó todos los
actos: la magna concentración en
el templo de la Sagrada Familia,
las inauguraciones de los colegios
de Barcelona y Begues, la pere­
grinación a Roma y Loreto, la ben­
dición de un monumento en el co­
legio Nazareno de Reus, etc. San
Pablo VI le envió una carta felicitan­
do a todo el Instituto por tan fausto
acontecimiento.
En la penúltima carta circular
del sexenio, exhortaba a todos: «Aho-
ra nos urge rendir gracias a nues­
tros Santísimos Padres... Somos
los Hijos de la Sagrada Familia des­
tinados a poner los cimientos del
Segundo Centenario: que no sea­
mos arena movediza o piedra de
escándalo sino tierra firme y pie­
dras bien labradas. Jesús nos dice
cómo podemos ser esto último:
escuchando con santa avidez su
palabra, palabra que se nos hace
sentir por medio de las santas Re­
glas, de los Superiores, de las san­
tas inspiraciones, buenas lecturas
y por medio de la edificación mu­
tua».
en familia...
VILAFRANCA DEL PENEDÈS
11 de marzo de 2023

Encuentro de AMPAS de las escuelas Manyanet. Los representantes de los padres y madres de
familia de los colegios de España se reunieron para compartir experiencias sobre la tarea educa-
tiva y la importancia de caminar juntos: escuela y familia.

CURITIBA (BRASIL)
18 de marzo de 2023

Un nuevo sacerdote Hijo de la

Sagrada Familia, al servicio de los
hermanos. Ordenación presbite-
ral del P. Fredy Guzmán Peña, en
la parroquia Santa María Goretti
de Curitiba. MARZO-ABRIL
N.o 1486

15
en familia...
VILAFRANCA DEL PENEDÈS
25 de marzo de 2023

XVIII Encuentro de Pastoralistas de las escuelas y parro-

quias, bajo el lema: «Trabaja en equipo creando un
ambiente familiar y tratando a todos con confianza y
respeto» (Decálogo del Pastoralista, n.o 6). Se reflexionó
sobre los valores del «món casteller» que enseñan a vivir
actitudes como el respeto, la convivencia, la armonía,
el valor, la integración, el sentido común... En el marco
de este encuentro el H. Pablo J. Jorge Díaz recibió el
minis­terio del Acolitado.
MARZO-ABRIL
N.o 1486

16
 J U E GA C ON M IG O...
LABERINTO 8
SUDOKU
Traza con un lápiz el camino a través del laberinto.
DE SÍMBOLOS 1 Ayuda al delfín a llegar hasta su familia.
Rellena las casillas vacías con los
símbolos que faltan. Pero tene­
mos que colocarlos de manera
que cada columna, cada fila y ca­

© OpenClipart-Vectors y Gordon Johnson / Pixabay

da bloque solo puedan contener
los cuatro símbolos diferentes
una sola vez.

CRUCIGRAMA 5

© Andreas Lischka / Pixabay

Horizontales
 1. Donde vas a ver películas.
1
 2. Se hace con cacao.
1
 4. Azul, amarillo, negro, rosa...
 8. Lo que utilizas para comu­
nicarte, tanto verbalmente
3
como por escrito.
2
10. Donde venden periódicos y
5 revistas.
4 6 Solución del
13. Material que se extrae de
JUEGA CONMIGO...
los árboles.
7
anterior
14. Recipiente pequeño.
Las siete diferencias 6
Verticales
8
 1. En una escuela, tiempo se­
ñalado en cada año para
asistir a las lecciones.
9  3. Sentim iento grato y vivo
11 que suele manifestarse con
signos exteriores.
10
 5. Lo opuesto a oscuridad. Sopa de letras 6.  Palabra
12
 6. La a, la e, la i, la o o la u. (Fila, Columna, Dirección): Mo-
 7. Lo que tenemos sobre la ca­ rado (8,10,SO), Azul (5,9,NE),
MARZO-ABRIL

13 beza. Verde (4,1,SE), Amarillo (10,

9,NO), Púrpura (5,1,SE), Blan-
11. Inteligencia.
co (5,12,S), Rojo (11,5,O), Negro
N.o 1486

12. Sentimiento de afecto, incli­ (2,5,E), Naranja (12,7,E), Lila

14 nación y entrega a alguien (2,13,S), Gris (6,1,S), Marrón

17
o algo. (9,7,N).
 ÚLTIMA PÁGINA

Mejor nos vemos

ÉDISON FAÑANÁS LANAU

Mejor nos vemos

Y a hace más de quince años que nos conocemos.

Tenemos una relación cordial, sincera, profesional.
No somos amigos, pero nos tuteamos. Nos aprecia­
mos mutuamente. Hemos tenido momentos de dis­
crepancia y tensión, pero nos hemos buscado para
reconducir las situaciones y los malentendidos. Él es
muy trabajador y vive con una entrega excelente su
trabajo. Desde que lo conozco es el subdirector de la
escuela. En breve lo van a nombrar director. Me ale­
gro por él y por la escuela.
Recuerdo como si fuera ahora mismo cuando hace
unos años nos animaba a todos los colegas a escri­
birle un correo electrónico por cualquier dificultad o
inquietud que tuviésemos. Han pasado los años. La
digitalización, la invasión de las nuevas tecnologías,
el uso de los móviles, la mayor sensibilización respec­
to a la protección de datos, la pandemia. Su discurso
al respecto es hoy diametralmente opuesto: «Por fa­
vor, ante cualquier dificultad o inquietud, búsquen-
me y hablemos». Solo utiliza los correos electrónicos
de manera muy sucinta y como canal de información.
Cambio radical de estrategia comunicativa: «Mejor
nos vemos».
Persona antes que alumno
Desde el silencio comparto y aplaudo este cambio de
estrategia. Ni que sea por mimetismo o por con­
vicción, yo también procuro ser más austero y escue­
to con los correos electrónicos en particular y con las
nuevas tecnologías en general. Este «nuevo» modus
operandi observo que me ayuda a ser más claro y
sintético respecto al mensaje que quiero transmitir,
también me ayuda a delimitar mejor los espacios y
los tiempos. Y, sobre todo, me ayuda a intentar poner
en primer plano, a visualizar más al educando, al alum­
no, en toda su integridad.
Percibir al alumno como persona, como un tú que
está en ebullición, como un ser que busca y anhela,
que sufre y que cae, que tiene una vitalidad que des­
borda, es más fácil en presencia que detrás de una
pantalla o detrás de un texto. Evidentemente, la pre­
sencia te exige más, pero es la manera más auténtica
MARZO-ABRIL
Y esto me lo repito también para no reducir al alum-
no al rendimiento en mi asignatura o a la percepción
subjetiva que pueda tener de él. ¡Qué fácilmente
puedo caer en falsos prejuicios! ¡Qué riesgo creer-
se más que tu alumno por tener una supuesta posi­
ción superior! ¡Cuántas agradables sorpresas con
alumnos en los que en su momento uno no apostaba
gran cosa!
Riqueza inagotable
Entender la escuela como lugar de encuentros no es
una obviedad en nuestra sociedad. Vivir la escuela co­
mo una familia menos todavía. El carisma de la escue­
la, su organización, puede ayudarme a vivir la escue­la
como un auténtico lugar de encuentros, como un cau­
dal de vida. Y es allí donde la escuela católica se
juega su verdadera identidad. Como dice el Papa:
«En lo cotidiano, en lo imperceptible, la identidad de
nuestras escuelas conseguirá hacerse presente y en­
tablar un diálogo, ser una palabra que pueda, al mis­
mo tiempo, ser interpelante para las personas de fe
y tender puentes de diálogo con los no creyentes»1.
No somos únicamente transmisores de conocimientos,
sino que somos acompañantes, caminantes, buscado­
res. Con nuestros alumnos compartimos nuestras luces
y sombras. Con ellos compartimos también nuestra fe.
El diálogo sincero, el encuentro auténtico son el ca­
mino que compartimos con nuestros alumnos.

Y en este caminar juntos uno va descubriendo la

de encontrar al alumno y a cualquier otra persona: el riqueza inagotable del encuentro, la eternidad del
contacto personal. Como profesor debo seguir ponien­ instante, las huellas de Dios.
N.o 1486

do notas y calificando el rendimiento de mis alumnos

en la asignatura que les doy, pero cada vez les in-
sisto más que ellos son mucho más que sus notas,
18
que ellos son mucho más que su rendimiento escolar.
1 Carta
del Santo Padre a los participantes del 21.o Congreso
Mundial de la Oficina Internacional de Educación Católica
(30/11-3/12/2022, Marsella, Francia).
y la palabra se hizo...
UNA PROMESA EN EL CORAZÓN
DE LA EXPERIENCIA
Jesús le respondió: «todo el que beba de esta agua,
volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo
le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le
dé se convertirá en él en fuente de agua que brota
para vida eterna». Le dice la mujer: «Señor, dame de
esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que ve­
nir aquí a sacarla».
Jesús le dice: «créeme, mujer, que llega la hora en que,
ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los ado­
radores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en
verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le
adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben ado­
rar en espíritu y verdad». Le dice la mujer: «sé que va
a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga,
nos lo explicará todo». Jesús le dice: «yo soy, el que
te está hablando» (Jn 5, 13-15, 21, 23-26).
Llega la hora —¡y es esta!—
cuando el hombre a Dios puede adorar
en espíritu y en verdad.
Hermosa y eterna promesa
... que choca con la experiencia
vivida en el corazón del pueblo
—y, hoy diría, no solo—
de sed, desesperación y protesta.
Convertida en una canción soberbia
poco dispuesta a acoger
otro sonido, otras voces
que no sean las del desaliento y la tristeza.
A pesar de todo, la Divina Paciencia
quiso darnos en Cristo una llave
para entrar —aunque el amor calle—
en el gozo de una vida nueva:
fe, esperanza, belleza,
amor capaz de tocar
sed, deseo y soñar,
entrañas de humanidad sincera.
Yo soy... La respuesta de Jesús a las preguntas del co­
razón humano no es una fórmula preestablecida, es
Él. A nuestras inquietudes, a nuestros deseos más pro­
fundos, a nuestras dificultades, el Señor responde con
su presencia. Una presencia delicada, discreta, eficaz,
que sabe de cercanía, de comprensión y de amor.
Reniel Alí Ramírez Herrera, SF