Está en la página 1de 5

Que para la correcta resolución del asunto propuesto es del caso señalar que no existe norma expresa

sobre los depósitos bancarios y su naturaleza jurídica, motivo por el cual han de revisarse las
disposiciones generales del Código Civil en relación al contrato de depósito y la regulación sobre el
particular emanada del órgano de control, en este caso, de la Superintendencia de Banco e Instituciones
Financieras.

Al respecto este título de crédito se rige por las reglas del denominado depósito irregular, pues el
depositante entrega al depositario una suma de dinero quedando obligado a restituir otro tanto en la
misma moneda y, por ende, se autoriza al banco para emplear el dinero depositado. Por consiguiente, si
el depositario se encuentra obligado a restituir una cantidad equivalente del dinero recibido a sola
voluntad del depositante, es posible afirmar que se hace dueño del dinero y solo contrae una obligación
de género, cual es entregar idéntico valor. En el caso de autos es un hecho de la causa que la señora
Jofré tomó el 27 de octubre de 2005 un depósito bancario a la vista endosable y en consecuencia, al
beneficiario del documento mercantil -tomador o un tercero como ocurre en este caso- le asiste el
derecho a pedir al banco la restitución del dinero en cualquier momento sin que le afecte límite o plazo
alguno. Así las cosas, los vínculos jurídicos entre quienes intervienen en estas operaciones bancarias se
pueden describir de la siguiente forma: a) el tomador interviene como depositante irregular de dinero,
b) el banco interviene como depositario que se obliga en cuando tal a la restitución del dinero
depositado y c) el beneficiario es el verdadero acreedor de ese dinero y si éste endosa el documento el
actual tenedor pasa a ser el acreedor y el endoso constituye una cesión del crédito.
La doctrina ha dicho que este contrato de depósito irregular es un contrato real porque se perfecciona
con la entrega del dinero, es unilateral ya que el único obligado es el banco que debe restituir el
depósito, que es un contrato puro y simple ya que una vez hecho el depósito el banco debe pagar el vale
vista al beneficiario o a su orden, y es también un contrato oneroso que va en beneficio de ambas partes
-que por regla general son el tomador y el banco- puesto que el primero, como depositante, obtiene la
custodia de sus fondos y un válido medio de pago a través del vale vista y también va en beneficio del
banco depositario, ya que no obstante que éste no cobrará derecho alguno por el servicio, sí está
autorizado para usar dicho dinero en el intertanto, puesto que se trata de un depósito irregular y no en
arca cerrada o sellada cuya llave tenga el depositante. Es consecuencia, el vale vista es un título
traslaticio de dominio respecto del dinero entregado y existe obligación de restituir otro tanto, no en
especie sino en obligación de género.
Séptimo: Que en el depósito de dinero a la vista simple la ¿operación consiste en que una persona
deposita dinero en el banco y éste le otorga, contra entrega del dinero, un vale vista o pagaré bancario,
en virtud del cual el banco se obliga a pagar a su presentación el valor de dicho vale vista a la orden de
su beneficiario. En esta operación el banco usa y emplea el dinero entregado y solo se obliga a pagar su
equivalente¿. (Derecho Comercial, Contratos Mercantiles, Reglas generales, Compraventa, Transporte,
Seguro y Operaciones Bancarias, Quinta Edición, Tomo III, volumen 1, Ricardo Sandoval López, Editorial
Jurídica, año 2007, pag. 283).
Para este autor en el depósito de dinero a la vista simple confluyen dos actos jurídicos: uno entre el
banco y la persona que entrega el dinero y otro de parte del banco que emite un efecto de comercio.
Octavo: Que de lo que se viene razonando ha de concluirse, entonces, que por su naturaleza el depósito
irregular de dinero, vale vista simple endosable, para el beneficiario contiene una garantía que va
implícita con él, ya que el banco ha certificado la existencia de fondos suficientes para cubrirlo, promesa
de pago incondicionada que el banco emisor ha de cumplir.
En la especie, se encuentra acreditado en autos con el mérito del documento agregado a fojas 81 que
Inversiones Acacia Limitada vendió por escritura pública de 27 de octubre de 2005 a doña Makushla
María Eugenia Jofré Aguirre el inmueble de calle Torremolinos N°731, comuna de Las Condes, en el
precio de 6150 unidades de fomento, cantidad que la compradora pagó de contado en ese acto.
Asimismo, se encuentra probado en autos con el documento de fojas 85, consistente en Instrucciones
dejadas en la Novena Notaría de Santiago de don Pablo Alberto González, de la misma fecha, que se
entregaron dos vales vista endosables emitidos por el Banco Santander Santiago, uno N° 0230898 por
$98.723.588 y otro N° 0230900 por $10.969.288, instruyendo al ministro de fe para entregar éste último
a la parte vendedora una vez acreditada la recepción final de la ampliación de la construcción de que fue
objeto la propiedad mediante la exhibición de un certificado de recepción municipal emitido por la
Dirección de Obras Municipales de Las Condes.
También es un hecho de la causa que el beneficiario, dueño y legítimo tenedor del título -sociedad
demandante- presentó a cobro el documento el 1 de abril de 2010, el que fue rechazado por ¿estar sin
orden de paga¿.
Noveno: Que en el documento acompañado a fojas 30, Capítulo 2-6 de la Recopilación de Normas de la
Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, se establece ¿los vales a la vista o vales vista
que emiten los bancos por cuenta de terceros, pueden originarse solamente por la entrega de dinero en
efectivo por parte del tomador o contra fondos disponibles que mantengan en cuenta corriente o por
otra forma de depósito a la vista¿.
Décimo: Que el título denominado depósito a la vista extendido por un banco es un efecto de comercio
que se basta a sí mismo, y cumpliendo las condiciones formales establecidas por la institución que lo
emite obliga a ésta a pagarlo cuando lo presenta a cobro su legítimo tenedor. El depósito a la vista -
endosable-, correspondiente al instrumento N° 0230900 y operación N°201-1995533-1, emitido por el
Banco Santander cumplió las exigencias legales para su otorgamiento, por cuanto el título original
acompañado a la causa da cuenta de que en esa institución quedó depositado a la orden de Markushla
Jofré Aguirre la suma de $10.969.288. Asimismo, en el título se observa el correspondiente endoso de su
beneficiaria de lo cual resulta, y es también un hecho aceptado por la demandada, que el actor es el
legítimo tenedor del documento.
Al reverso del vale vista consta un timbre del banco en el cual se lee: ¿RECHAZADO, el Banco Santander
no paga el presente documento por: sin orden de paga, Santiago, 01-04-2010¿.
Undécimo: Que, en consecuencia, acreditado que el actor es el legítimo tenedor del documento el
banco a su requerimiento se encontraba obligado a su pago. Lo anterior se encuentra conforme a los
principios generales que en nuestro sistema reglan los títulos de crédito, pues la ley N° 18.552, que
regula su tratamiento en su artículo 1° dispone que ¿el endoso previsto en el párrafo segundo del título I
de la ley N° 18.092 sobre Letras de Cambio y Pagarés será aplicable a cualesquiera otros títulos de
crédito de dinero emitidos con la cláusula a la orden, a favor de, a disposición de u otras equivalentes,
cualesquiera fuera la denominación con que se designare a dichos instrumentos¿; y por su parte el
artículo 17 de la ley 18.092, respecto del endoso expresa ¿el endoso es el escrito por el cual el tenedor
legítimo transfiere el dominio de la letra, la entrega en cobro o la constituye en prenda¿.
Duodécimo: Que por lo demás el inciso segundo del artículo 1° de la ley N° 18.552 señala la manera de
proceder cuando el título se pierde o deteriora, y solo libera de responsabilidad al Banco emisor si lo
paga al detentador material, lo que lleva a inferir que ni aún en esa hipótesis autoriza al banco emisor
para dejarlo sin efecto y, por tanto, tampoco lo libera de responsabilidad si en el hecho lo hace.
Décimo tercero: Que acreditado como está que el demandado se encuentra obligado a pagar la suma
representativa del vale vista a su legítimo tenedor, es dable ahora revisar si se encuentra eximido de
responsabilidad por fuerza mayor.
Para el demandado esta eximente de responsabilidad se configura por la existencia de un acto de
autoridad, en este caso, la orden de un tribunal de la República que no solo embargó el vale vista, sino
en cuanto ordenó a su parte depositar en la cuenta corriente del tribunal la suma de $10.600.000.
En este análisis cabe recordar que un hecho es constitutivo de fuerza mayor si reúne los siguientes
requisitos: a) que sea un hecho imprevisto, esto es, que dentro de las circunstancias normales no sea
posible contemplar por anticipado su ocurrencia, b) que sea un hecho irresistible, o sea que el agente no
pueda evitar su acaecimiento ni superar sus consecuencias y c) que no sea imputable al deudor.
El caso fortuito o la fuerza mayor no exime de responsabilidad al deudor por el solo hecho de
presentarse un acontecimiento de tal categoría, pues se hace necesario determinar ausencia de
causalidad en la conducta del deudor y para tal efecto cobra importancia precisar las circunstancias que
rodearon al hecho que para tal efecto se esgrime.
Décimo Cuarto: Que constan de autos los siguientes antecedentes:
a) El receptor judicial que practicó la diligencia de embargo sobre el vale vista antes singularizado
notificó al Banco Santander con el 20 de octubre de 2008;
b) Por Oficio de la misma fecha informó al tribunal que el documento no se encontraba en poder del
banco sino de su beneficiario, siendo imposible su embargo;
c) Por oficio N° 2579, de 5 de noviembre de 2008, la juez del 16° Juzgado Civil de Santiago ordenó al
banco transferir los fondos provenientes del título de crédito embargado, a lo cual el demandado
señaló: ¿el banco no puede hacer efectivo el embargo de un título que no está en su poder, criterio que
está en armonía con lo resuelto por los tribunales superiores de justicia. La situación en este caso parece
más evidente, considerando que el título de crédito sobre el que se pretende hacer efectivo el apremio,
fue emitido como endosable y no se encuentra en custodia de esta institución financiera, por lo que de
llevarse a efecto un apremio como el ordenado podría lesionar legítimos derecho de los actuales
poseedores del mismo instrumento...por lo que solicita a SS., revisar lo resuelto sobre la materia¿;
d) El mismo argumento fue reitera por el banco mediante oficio de 9 de enero de 2009. Sin embargo,
frente al requerimiento del tribunal el demandado remite un nuevo vale vista por la suma embargada,
es decir, por $10.600.000, dineros que finalmente fueron girado en la causa ejecutiva a favor del
ejecutante y el cheque girado al efecto retirado por Homero Caldera Calderón,
Décimo Quinto: Que sobre la base de los hechos anotados en el motivo precedente es dable presumir
que el banco, a través de su departamento jurídico, estaba convencido de la improcedencia de la
medida decretada en la causa Rol N° 12.944-2008 y pese a ello, sin recurrir a los mecanismos procesales
para revertir las resoluciones judiciales que en concreto dejaban sin efecto un título de comercio
extendido válidamente, procedió sin texto legal que lo autorizara a emitir un nuevo vale vista por la
suma embargada -menor al monto depositado-, cuando la orden del tribunal consistía en depositar los
dineros en la cuenta corriente del tribunal, lo cual atendida la naturaleza del título de crédito, se hacía
imposible. Así las cosas, es el banco demandado quien otorga un nuevo título sin tener a la vista el
anterior, desconociendo con ello la obligación de custodio de los dineros depositados e incumpliendo la
obligación de restituirlos a su legítimo tenedor.
Por consiguiente, el acto de autoridad que el demandado invoca no se observa como un hecho
irresistible desde que el agente no empleó todas las medidas de diligencia que la razón hacían de su
cargo y que tuvo a su alcance ejecutar, como son comparecer a juicio y recurrir contra las resoluciones
judiciales que simplemente decidió acatar, es decir, el banco pudo evitar las consecuencias del acto,
motivo por el cual no se encuentra liberado de la obligación de restituir el monto de dinero equivalente
al valor del vale vista endosable tomado por doña Makushla María Eugenia Jofre Aguirre a quien
acredita ser su legitimo tenedor.
Décimo sexto: Que así las cosas, la defensa alegada por vía principal y las subsidiaras hechas valer por la
demandada en su escrito de contestación no serán oídas, resultando procedente hacer lugar a la acción
declarativa intentada en la demanda de fojas 3.
Décimo séptimo: Que atendida la naturaleza de la acción que se acoge, corresponde el pago de
reajustes de conformidad a la variación que experimente el Índice de Precios al Consumidor a contar de
la fecha de notificación de la demandada y su pago efectivo, más intereses corrientes para operaciones
no reajustables a partir de la mora.
Décimo octavo: Que no se condena en costas a la demandada por considerar que tuvo motivo plausible
para litigar.

____-----------------------------------------------------------------------------------------
A fojas 48 evacuó informe el abogado Roberto Navarrete Droguett, en representación del Banco
Santander Chile, solicitando el rechazo del recurso por cuanto el Banco no ha incurrido en conductas
arbitrarias o ilegales, dado que su cometido se ajustó a las normas legales y reglamentarias pertinentes.

Hace presente que a petición de la propia recurrente en el vale vista por ella tomado, éste se emitió
nominativamente a nombre de Inmobiliaria Los Sargazos Limitada, en noviembre del 2013. En marzo de
1014 la actora pretendió cobrar ese documento en el Banco, pero se le hizo ver que al estar extendido
nominativamente a favor de un tercero sólo podía el beneficiario hacer efectivo el cobro, a través del
endoso correspondiente o bien que éste en el mismo documento colocará su firma bajo la expresión
devuélvase al tomador.

Lo anterior se exigía concordancia con el Capítulo 2-6 Acápite I de la Recopilación Actualizada de


Normas de la Superintendencia de Bancos, que trata precisamente sobre los vale vista, y señala que
cuando el beneficiario es un tercero distinto al tomador, opera la figura de la estipulación a favor de
otro, de acuerdo al artículo 1449 del Código Civil. Esa falta de coincidencia entre tomador y beneficiario
es determinante para los efectos de la devolución que deba hacer el banco al tomador del documento,
en caso que no haya sido cobrado por el beneficiario.

El Banco se atuvo a las instrucciones de la Superintendencia para los efectos de reintegrar los dineros, o
en su defecto se le solicitó a la recurrente que suscribiera un formulario de declaración jurada donde
declarará que el vale vista estaba vigente de cobro, que el beneficiario no había aceptado la estipulación
en su favor que consta en dicho documento, y que la tomadora expresara su voluntad en orden a anular
el vale vista. La recurrente se negó a ello.

Por todo lo expuesto solicita el rechazo del recurso, con costas.

CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO: 1.- Que, en primer lugar, debe tenerse en cuenta que el
recurso de protección es un instituto procesal de carácter extraordinario, establecido para restaurar el
imperio del derecho cuando se han afectado derechos fundamentales garantizados por nuestra
Constitución Política, por intermedio de un acto arbitrario o ilegal.

2.- Que como es unánimemente aceptado, requiere para su procedencia, la concurrencia simultánea de
un conjunto de requisitos, a saber, la existencia de un acto o una omisión ilegal y arbitraria, que dicho
acto viole, perturbe o amenace garantías que la Constitución Política de la República asegura a todas las
personas; y finalmente, que quién lo interpone se encuentre ejerciendo un derecho indubitado y que la
acción constitucional se dirija en contra de quién ha causado la conculcación de un derecho garantizado
por nuestra Carta Fundamental, dentro del plazo señalado por el Auto Acordado de la Excma. Corte
Suprema.

3.- Que la recurrente sostiene que el actuar del Banco ha vulnerado su garantía constitucional que
protege el derecho de propiedad sobre el vale vista cuestión.

4.- Que, en primer lugar cabe destacar que la abogado que dedujo el recurso por si, no se presentó a
estrados a sostener su acción cautelar.

5.- Que el actuar de la institución bancaria se ajustó a la normativa vigente y a las instrucciones
emanadas de la Superintendencia de Bancos, en cuanto a la forma de hacer efectivo un vale vista
nominativo que pretendía ser cobrado no por su destinatario, sino por el tomador, pero sin que hubiere
mediado el correspondiente endoso al efecto. En tales condiciones el único habilitado para cobrar el
documento era precisamente el beneficiario del mismo, el tomador se había desprendido de su
propiedad no pudiendo retomarla sin que mediara la correspondiente autorización, vale decir, el
endoso.

También podría gustarte