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Rev Esp Sanid Penit 2005; 7: 1-3 5

Editorial

EDITORIAL
Las prisiones: una nueva oportunidad para la Salud
Hace más de medio siglo la OMS definió la salud la población penitenciaria no es estable, puede estimar-
como “un estado de completo bienestar físico, mental y se que la mitad de las mujeres y la tercera parte de los
social y no solamente la ausencia de enfermedad o hombres están recluidos en las prisiones españolas por
dolencia”. Esta definición fue criticada entonces como delitos contra la salud pública (entre los que se encuen-
utópica y aún resuenan los ecos de aquellas opiniones. tran los realizados contra la legislación en materia de
Sin embargo, en el momento actual existen pruebas drogas —tráfico y venta—). Si además tenemos en
suficientes de que la salud puede crearse a través de cier- cuenta otros delitos cometidos bajo los efectos de las
tas estrategias combinadas y mantenidas el tiempo sufi- drogas o para financiar la adicción, y los cometidos en
ciente para que produzcan resultados medibles1: esto es el negocio de la distribución y uso de drogas ilegales,
lo que se llama promoción de la salud. La carta de Otta- podemos decir que las drogas son uno de los principa-
wa definía cinco estrategias principales para promocio- les factores implicados en los delitos y la reclusión.
nar la salud: construir una política pública saludable, Según un estudio sobre los drogodependientes que
crear entornos que apoyen la salud, fortalecer la acción ingresan en prisión4, el 46,2% consumían heroína y
comunitaria, desarrollar habilidades personales, y reo- cocaína, como drogas principales el mes anterior a su
rientar los servicios de salud2. ingreso y el 65% de éstos lo hacían con una frecuencia
Se define como “escenario o entorno para la salud” muy alta5. Probablemente, esta es la causa de la alta
el lugar o contexto social en el que las personas desa- prevalencia de enfermedades infecciosas relacionadas
rrollan las actividades diarias y en el cual interactúan con la drogadicción que se encuentra en la población
factores ambientales, organizativos y personales que penitenciaria, donde la tasa de SIDA, infección VIH,
afectan a la salud y al bienestar3. En las últimas décadas tuberculosis respiratoria y de otras localizaciones, y los
se han desarrollado con éxito movimientos de entornos marcadores de las diferentes hepatitis superan enorme-
saludables en diferentes escenarios como los centros mente las tasas que se encuentran en la población gene-
educativos, los centros de trabajo, las ciudades, los hos- ral4, 6-10. Por esta razón, hay que mantener programas
pitales, los mercados. eficaces de prevención, detección precoz y tratamiento
Las prisiones pueden ser entornos para la salud, ya de las toxicomanías y de las enfermedades asociadas, así
que en ellas existe la posibilidad efectiva de promocio- como programas de reducción de daño. Si bien estos
narla. Pero, en las prisiones, como entornos cerrados programas son esenciales y reportan beneficios indivi-
muy normativizados, se pueden producir también duales y colectivos en el entorno penitenciario y en la
situaciones en las que las personas pierdan el control comunidad a la que pertenecen los reclusos, no deben
sobre condiciones que pueden afectar a su salud, y por ser los únicos que se ofrezcan. Es necesario profundizar
lo tanto deben ser protegidas de los riesgos. Por ello es en otros aspectos que hacen posible la creación de salud.
necesario prestar especial atención a las características La salud es ahora considerada un recurso para la
físicas, mentales y sociales de este entorno para evitar vida y la gran mayoría de la población penitenciaria ha
que, lejos de producir salud, se deteriore la de los inter- carecido de las oportunidades necesarias para adquirir
nos y la del personal que les custodia y les cuida. La pri- y mantener un “capital de salud”. Debemos poner la
vación de libertad debe ser la única pena que se impon- salud al servicio de la rehabilitación y la reinserción, y
ga a los reclusos. La prisión debe velar por los derechos proteger a otras personas vulnerables, del entorno de
que nuestra constitución garantiza a toda la ciudadanía. los penados o dependientes de ellos, para prevenir que
En los años 90 se inició la reforma de la sanidad entren el círculo de la exclusión. La investigación ha
penitenciaria española y desde entonces la administra- constatado una fuerte correlación entre pobreza, exclu-
ción penitenciaria ha ido haciendo frente con eficacia a sión social y desigualdades en materia de salud. Una
la concentración de problemas de salud pública que se mala salud puede llevar a la exclusión social y a la
producen en su ámbito de competencia y que son pobreza, al igual que vivir en estado de pobreza y exclu-
comunes a la mayoría de las prisiones europeas. sión social puede afectar a la salud de diversas maneras.
Muchos de los delitos cometidos por los reclusos están Las relaciones entre estas tres condiciones son a menu-
relacionados con el consumo de drogas. A pesar de que do cíclicas, se agravan entre sí a lo largo de la vida y, no
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pocas veces, se transmiten a las generaciones posterio- ría de los programas y actividades. Para los primeros, la
res, constituyendo una auténtica enfermedad transmi- salud significa ausencia de enfermedad y tiene un valor
sible del siglo veintiuno con una etiología muy clara en relativo. No en vano, su vida extracarcerlaria está
los desfavorables determinantes socioeconómicos11. La muchas veces centrada en la supervivencia y esto mar-
mayoría de los gobiernos, sobre todo los de los países ca sus prioridades. La prisión aparece, con frecuencia,
desarrollados, han hecho públicas sus sinceras inten- como un lugar sin libertad y de duras relaciones socia-
ciones por acabar con las desigualdades en materia de les pero en el que uno “no tiene que buscarse la vida
salud y por garantizar el derecho a la misma. En conse- cada día”13-15.
cuencia, deberían intensificar los programas y medidas Por esta razón, en ese momento de ruptura que pro-
probadas para promover la salud en los colectivos más voca el encarcelamiento y de relativa tranquilidad, es
desfavorecidos. Las prisiones son lugares donde se con- posible que se acepten de buen grado programas de
centra una población especialmente desfavorecida y promoción de la salud, sobre todo si son atractivos y
vulnerable. La misión principal de los establecimientos están unidos a mejoras tangibles y cercanas. Deben estar
penitenciarios, aparte del cumplimiento de la pena, es metodológicamente bien diseñados y deben ser evalua-
la rehabilitación y la reinserción social. Un programa dos sistemáticamente1. Los temas deben comprender
de prisión saludable puede colaborar sustancialmente las principales áreas temáticas: salud mental, drogode-
con estos objetivos. De él, podrían beneficiarse tanto pendencias (incluyendo tabaco y alcohol), sexualidad,
los trabajadores como los reclusos y sus familias y ten- nutrición y actividad física, fundamentalmente. Aun-
dría, a largo plazo, un amplio impacto social. que también pueden responder a necesidades específi-
La promoción de la salud de la población reclusa es cas de los diversos colectivos. Estos programas no
un enorme desafío. Encontramos una población hete- deben limitarse a introducir una gama de conocimien-
rogénea respecto a procedencias culturales (más de un tos útiles, que son muy necesarios y cuya comprensión
cuarto son extranjeros de diversas nacionalidades). Más en muchos casos constituye un desafío, además deben
del 80% de los reclusos españoles tienen menos de 40 incluir el trabajo con las actitudes, es decir, las prefe-
años y por lo tanto su vida aún se está construyendo. En rencias y tendencias personales que nacen de los valo-
la mayoría de los casos (el 60%) no es la primera vez que res, normas sociales y creencias de estos colectivos. Por
visitan la prisión. Respecto a su nivel educativo, muchos último, han de contar con algún componente que pres-
de ellos no han alcanzado el mínimo, así el 44% no ha te un amplio apoyo al desarrollo de las habilidades
terminado los estudios primarios y dentro de ellos un necesarias para practicar la conducta que quiere ser esti-
10% nunca fue a la escuela. En el caso de las mujeres este mulada. Un programa básico de habilidades de vida
porcentaje alcanza el 57%. En relación a la situación podría ser muy necesario para la mayoría de los pena-
laboral, un poco más de la mitad estaba trabajando en el dos (autoestima, asertividad, habilidades sociales y de
momento en que ingresó la primera vez en prisión12. comunicación), pero desarrollado con unos objetivos
Todas estas características hacen que las intervenciones específicos de salud dentro de un programa de mejora
para promover la salud deban ser diseñadas de manera de la salud mental, de control del estrés, de deshabitua-
casi artesanal y que el proceso de evaluación deba estar ción del tabaquismo, de cuidado de si mismo. No hay
presente a lo largo de todo su recorrido. que olvidar que entre los conocimientos, las actitudes
Las poblaciones desfavorecidas suelen estar despla- y las habilidades hay un equilibrio complejo que es
zadas a los márgenes del sistema lo que limita su parti- necesario reforzar para ganar salud.
cipación y aprovechamiento de los recursos públicos, La promoción de la salud es un proceso, y cada pri-
incluso de aquellos que en teoría son accesibles para sión debe ir avanzando y trazando su propio camino
todos, como las prestaciones del sistema sanitario13, 14. para crear un lugar más saludable que ofrezca un espa-
Así, algunos de los factores de riesgo más relevantes cio de oportunidades para la reinserción y la salud de
suelen ser muy superiores e incluso doblar, en la pobla- las personas que se encuentran en ella. La salud en la
ción reclusa, las cifras encontradas en población gene- prisión no debe ser sólo cosa del personal sanitario,
ral, por ejemplo, el consumo de tabaco, la tasa de bebe- debe implicar a todos los estamentos y contar con el
dores de riesgo, de relaciones sexuales sin protección, apoyo de la comunidad y otros servicios externos que
de alimentación desequilibrada o de sedentarismo. realicen una labor de refuerzo, asesoramiento, puente
La idea de la salud de numerosos colectivos margi- y enlace.
nados difiere notablemente de la idea de salud que tie- En el ámbito de la OMS, se inició en 1996 un pro-
ne la población general con la que se diseñan la mayo- yecto de salud en las prisiones que ha ido abarcando
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Editorial

paulatinamente a más países16. El proyecto busca pro- 7. Tratamientos antirretrovirales, infección por VIH y
mover la salud en la comunidad penitenciaria en el Hepatitis C 2003. Madrid: Subdirección General de
amplio sentido que indica la Carta de Ottawa. Recien- Sanidad Penitenciaria. Dirección General de Insti-
temente nuestro país ha sido invitado a unirse a este tuciones Penitenciarias; 2004.
proyecto. A pesar de ser muy diferentes las legislacio- 8. Casos de Sida en Instituciones Penitenciarias 2002.
nes y entornos penitenciarios del ámbito europeo, el Madrid: Subdirección General de Sanidad. Direc-
proyecto pretende avanzar en el proceso de promover ción General de Instituciones Penitenciarias; 2004.
la salud, con el intercambio de información y buenas 9. Programa de intercambio de jeringuillas en prisión.
prácticas, elaborando recomendaciones y difundiendo Madrid: Ministerio del Interior, Ministerio de Sani-
la experiencia técnica acumulada a lo largo de estos dad y Consumo; 2002.
años. En línea con estos objetivos, se acaba de lanzar
públicamente un premio que recompensará las buenas 10. Elementos clave para la implantación de Programas
prácticas de salud en las prisiones de los Estados Miem- de Intercambio de Jeringuillas en prisión. Grupo de
bros. El plazo de candidaturas está abierto hasta el 15 trabajo sobre Programas de Intercambio de Jerin-
de abril de 2005 y las normas y el formulario que hay guillas en Prisiones. Madrid: Secretaría del Plan
que presentar serán difundidos a todas las prisiones. Nacional Sobre el SIDA/Dirección General de Ins-
Desde aquí invito a participar en este premio a aquellas tituciones Penitenciarias; 2000.
prisiones que, por su experiencia y resultados, pueden 11. Health, Poverty and Social Inclusion in Europe.
contribuir a avanzar en este movimiento de prisiones Brussels; 2003. [Consultado el 14 febrero de 2005]
saludables y, a todas las prisiones en general, a profun- Disponible en: http://www.eurohealthnet.org/
dizar en las actividades que pueden contribuir a pro- EuroHealthNet/default.htm
mocionar la salud y facilitar una nueva oportunidad 12. Situación socio-sanitaria de la población que ingre-
para el colectivo de reclusos. só por primera vez en prisión. Madrid: Subdirección
General de Sanidad Penitenciaria. Dirección Gene-
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ral de Instituciones Penitenciarias; 1996.
13. Los determinantes sociales de la salud: Los hechos
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2. Carta de Ottawa para la promoción de la salud. social. Documentación social: Revista de Estudios
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www.msc.es/Diseno/informacionProfesional/pro- as/salud/ saludycomunidad.pdf
fesional_prevencion.htm 16. Health in Prisons Project. http://www.hipp-euro-
4. Programa de intervención con drogodependientes pe.org
en centros penitenciarios. Memoria 2003. Madrid:
Subdirección General de Sanidad Penitenciaria.
B Merino Merino
Dirección General de Instituciones Penitenciarias;
Dirección General de Salud Pública.
2004.
Ministerio de Sanidad y Consumo
5. Memoria 2003. Madrid: Subdirección General de
Sanidad Penitenciaria. Dirección General de Insti-
tuciones Penitenciarias; 2004. CORRESPONDENCIA
6. Enfermedades de Declaración Obligatoria en Insti-
tuciones Penitenciarias 2003. Madrid: Subdirección Talleres Editoriales Cometa, S.A.
General de Sanidad Penitenciaria. Dirección Gene- Ctra. de Castellón, Km. 3,400
ral de Instituciones Penitenciarias; 2004. 50013 Zaragoza
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