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LA IGLESIA MARTIR DE HOY TORTURADO POR CRISTO Por RICHARD WURMBRAND Traducido y adaptado por CARLOS A. MORRIS © Stephanus Edition CUANDO ESTE LIBRO FUE ESCRITO Romania estuvo en el dominio de acero del dictador Comunista . . . Nicolai Ceausescu. En la Navidad de 1989, el pueblo de Romania tuvo una rebelién y Ceausescu fué derribado y ejectado. jRomania era libre! Otros paises siguieron mientras que Europa oriental empezé a abandonar el partido Comunista. La Unién Sovietica fué desintegrado para convertirse en la Federacién de Estados Independientes. Ahora existe una forma democratica de gobierno. Ahora nos confrente oportunidades sin precedente para trabajar en paises preniamente cerrados. Ya hemos abierto una libreria cristiana y una planta de emprenta en Romania. Estamos trabajando abiértamente en Russia, Hungaria, Latvia, y otros paises. La necesidad para nuestro ministerio de auxilio, fomento, y testimonio Cristiano es enorme. En otras dreas y bajo otros régimenes, los Cristianos son perseguidos. Nosotros seguimos siendo ‘‘La Voz de los Martires’”’. . . servidores de la iglesia perseguida. PRESENTANDO AL AUTOR EI Rev. Richard Wurmbrand es un pastor evangélico que pasé catorce afios en céceles comunistas en Rumania, su patria. Es uno de sus mds renombrados dirigentes cristianos, autores y educadores. Pocos nombres son tan conocidos en su pais, on 1945, cuando hy arene ocuparon Rumania, e tentaron controlar a iglesias para sus propios fines, Richard Wurmbrand comenzé de immediato un efectivo y vigoroso “ministerio subterréneo” entre sus compatriotas es- clavizados y los soldados invasores rusos, Finalmente fue arrestado en 1948, en compafifa de su esposa Sabina. Ella fue condenada a tres afios de trabajos forzados. Richard Wurmbrand pasé tres afios de confinamiento solitario, sin ver a nadie, con excepcién de sus guardias comunistas. Des- pués de tres afios fue transferido a una celda comén por cinco afios ms, donde continuaron sus torturas. Debido a su prestigio internacional como Ider cristiano, algunos diplomticos de las embajadas de los pafses occi- dentales comenzaron a interesarse por su seguridad. Se les informé que hab{a huido de Rumanfa. Por otro lado Policias Secretos, haciéndose pasar por ex-compafieros de carcel, con- tarom a su esposa cémo habfan presenciado su entierro en el cementerio de la cércel. Tanto a su familia en Rumania como a sus amigos en el exterior se les aconsejé que era mejor olvidarlo, ya que estaba muerto. Después de ocho afios fue puesto en libertad e immediata- mente reanudé su labor en la Iglesia Subterrinea. Dos afios més tarde, en 1959, fue vuelto a arrestar y sentenciado a veinticinco afios de carcel. El Sr. Wurmbrand fue puesto en libertad otra vez en una amnistfa general en 1964, y continué su ministerio subte- rrdneo. Conscientes del peligro que significaba para él un tercer arresto, los cristianos de Noruega negociaron su salida de Rumania con Jas autoridades comunistas. El gobierno co- munista habla comenzado a “vender” a sus presos politicos, de de septiembre de ese mismo afio se le advirtié que el régimen comunista de Rumanfa habla dispuesto su asesinato, Mas, ni siquiera aquellas amenazas de muerte pudieron silenciar su voz. Ha sido Hamado “La Voz de la Iglesia Subterrinea”. L{deres cristianos lo han Hamado “un mértir viviente” y “el Pablo de Ja Cortina de Hierro”, TORTURADO POR CRISTO Prdélogo Estimados Amigos, Este libro se publicé por primera vez hace 25 aiios. Provocé mucho interés, y por extde, ha sido traducido hasta la fecha en 63 idiomas, el resultado demuestra la venta y distribucién de muchos millones de ejemplares. Enelmomento de su primera publicacién, el comunismo florecia. La tercera parte del mundo estaba bajo su dominio. Los comunistas alardeaban que ellos alcanzarian, y sobrepasarian los niveles econémicos de Estados Unidos y Europa en cuestién de unos pocos aiios y eventualmente conquistarian al mundo en esta generacién. Kruschev, antiguo dictador de la Unién Soviética, una vez dijo: “Dentro de cinco afios presentaré en la televisién nacional al dltimo creyente en Cristo, como una reliquia”. Los estados occidentales prepararon un sistema de defensa nuclear contra la agresién comunista. El odio comunista fue respondido con el odio de sus adversarios. Durante ese tiempo y hasta la fecha, he publicado otros libros. También tuve la oportunidad de predicaren 70 paises de todos los continentes oponiéndome a esta tendencia general hacia Ia aniquilacién. Expuse el error principal del comunismo formulado por Lenin en su carta dirigida al escritor ruso Maxim Gorki en 1915, “Millones de epidemias y cat4strofes naturales se prefieren ante la més minima nocién sobre algén Dios.” En otras palabras, prefirié el cancer y los terremotos a la creencia en Dios. Antes de odiar a los adversarios, los comunistas odiaron a Dios y al amor. Dios es amor. La principal ensefianza de Jesés es amor universal, amor ain hacia los enemigos. Enseiié en mis libros y sermones que deberiamos de enfrentarnos a las malas obras y la propaganda comunista con la propagacién de las ensefianzas del amor de Jesis. Creo que el amory la oracién pueden liberar a los hombres de la peor amenaza. Lahistoria mostré que yo tenia razn. La Unidn Soviética se acabé, sin necesidad de disparar un solo tiro. Europa Oriental, algunos pafsesafricanos, losregimenescomunistas de Mongolia y Nicaragua se toparon con la misma suerte. El sereno y gentil Jesds triunfé. Marx y Lenin ensefiaron sobre la sangrienta lucha de clases. Jestis también crefa en el derramamiento de sangre, pero no la de sus enemigos. Ofrecié Su propia sangre y se entregé como un cordero al matadero. Estaba listo para morir por los pecadores de ambas clases sociales. Tomé los pecadosde todossobre Simismoy murié porellos. Creyendo en El, nos son perdonados nuestros pecados. Somos realmente libres! Construyamos ahora juntos en el amor un mundo mejor con justicia social. Los derechistas estaban equivocados al tildar a todos los que pelearon por la mejora de las condiciones de vida para los pequefios agricultores y los trabajadores, como anarquistas peligrosos. Los izquierdistas estaban equivocados al'tildar a todo dueiio de fébrica y de hacienda como capitalistas codiciosos, (aunque algunos si lo son). Confiemos en lo bueno que existe en los hombres y Hevemos una vida de amor siguiendo el modelo que Jesés nos dejé. Jess dijo: “Bienaventurados los mansos y humildes, porque ellos poseernla tierra”. Los comunistas trataron de conquistarel mundo entero mediante la violencia yel terror. Perdieron, aligual que losregimenes fascistas, que utilizaron los mismos métodos. Este libro ha sido escrito para mostrar la belleza del camino al amor de Cristo. Richard Wurmbrand 6 de enero de 1992 CAPITULO PRIMERO LA AVIDA SED DE CRISTO DE LOS RUSOS Un ateo encuentra a Dios cién religiosa, A los catorce afios era ya un convencido y empedernido ateo. Era el Iégico resultado de mi amarga nifiez, Quedé huérfano a muy temprana edad y conoci la pobreza en aquellos diffciles afios de Ia Primera Guerra Mundial. De alli que, a mis catorce afios, fuera un ateo tan convencido como lo son hoy los comunistas. Habfa lefdo libros sobre ateismo y ello no significaba meramente que no CTEyEED 60 oe oe ea oe eat exoch sintiendo amargura y resentimiento hacia la religién. Pero, como Hegué a entender més tarde, habfa sido elegido por la gracia de Dios, por razones que no alcanzaba a com- prender. Esas razones no tenfan nada que ver con mi carfc- ter, pues éste era muy malo. Aun cuando me consideraba un ateo, algo incomprensible dentro de mi me atrafa hacia las iglesias, Me resultaba dificil pasar frente a una iglesia sin sentir necesidad de entrar. No obstante, nunca podia entender lo que sucedia dentro de esos lugares. Escuchaba los sermones, pero éstos no apelaban a mi coraz6n, y no me sentia ni afectado ni conmovido por ellos. Tenfa la absoluta seguridad de que Dios no Aborrecia el concepto errado que tenia de Dios como un amo al que habla que obedecer. Sin embargo, mucho me habria . Pensé, me arrodillaré cerca de ellos y trataré de captar lo que y repetiné sus oraciones ver si algo sucede, una plegaria a la Santa Virgen: “Ave Maria, Tena eres de gracia”, Repet{ esas palabras una perfodo de conflicto interior, como lo vine a més tarde en un pueblito situado en las montafias earpintero anciano oraba & E F 8 se ee pintero que yo era fudfo, me una hermosa muchacha se vio atendida. En mf habfa visto la dio la impresién de ser totalmente diferente, Esta parecia no estar escrita simplemente con letras, sino con las lamas de amor de sus ardientes oraciones, Segin me confesé més tarde, é] y su esposa habfan pasado horas enteras orando por mi conversién y la de mi mujer. Me resultaba dificil leerla, pues sélo atinaba a Horar cuando comparaba mi vida con la vida de Jes4s; mis impurezas con su pureza; mi odio con sa amor. Mas a pesar de eso me acept6 como uno de los suyos. Al poco tempo se convirtié mi esposa. Ella atrajo a otras almas a Cristo, las que a su vez atrafan a otros a nuestra fe, ellos ieee cae: ae) anlle amauta aed jum: Entonces Meg6 el Nazismo. Tenfamos mucho que sufrir. El Nazismo tomé la forma de una dictadura de elementos ultra-ortodoxos que persiguieron a los grupos protestantes, ademfs de los fudfos, AGn antes de mi ordenacién formal y de que estuviera preparado para el pastorado, era el Ider virtual de esta Iglesia recién fundada. Tenfa la responsabilidad de ella. Mi esposa y yo fuimos arrastrados varias veces a los tri- bunales. El terror Nazi fue muy grande, empero era sola- mente un anticipo de lo que vendria: e] Comunismo. Mihai, mi hijito, debié adoptar un nombre no judio para poder escapar de la muerte. A pesar de todo, Ja era del Nazismo nos proporcioné una de Dios, puede sobrevivir a las més horribles torturas. Ade- més nos obligaron a adoptar los métodos del trabajo cristiano oe pee Tee Canis dee aba pee woul 7 ca a més terrible que por venir y que, saberlo, ya se aproximaba. Mi ministerto con los rusos El remordimiento de mf pasado ateo me hizo anhelar desde el primer dia de mi conversién el testificar de mi fe a los rusos. Ellos son un pueblo criado desde Ja infancia en el atefsmo. Mis deseos de alcanzar a los rusos para Cristo se han ll cumplido, Su cumplimiento comenzé en los afios del Nazis- mo, pues habfa muchos prisioneros de guerra rusos en Ru- manfa, entre los cuales podfamos hacer nuestra obra, Fue uua labor conmovedora y dramitica, Jamds olvidaré mi primer encuentro con un prisionero ruso, quien me contd que era ingeniero. Le pregunté si crefa en Dios, Si me hu- biera dicho “no”, no me habria importado tanto, puesto que cada hombre tiene el derecho de creer o no creer. Pero ante mi pregunta si crefa en Dios levanté sus ojos sin comprender Y me respondié: “Mis superiores militares no me han dado ninguna orden para creer. Si tuviera una orden, creerfa.” Las légrimas corrieron por mis mejillas, y senti como si el corazén se destrozara dentro de mf. All, frente a mf, habia un hombre cuya mente estaba como muerta, Un hombre que habfa perdido el don més preciado que Dios concede al ser humano: tener su propia personalidad. Era sdlo un instru- mento, con el cerebro lavado, en manos de los comunistas, dispuesto a creer o no, segin se lo ordenaran. No tenfa capacidad para pensar por si mismo, jEra un ruso t{pico después de tantos afios de dominacién comunista! Después del impacto de ver lo que el comunismo habfa hecho con los sereg prometf a Dios dedicar mi vida a esos hombres, para ayudarles a recuperar su personalidad y Tevarles a la fe en Dios y en Jesucristo. No necesité ir a Rusia para alcanzar a los rusos. A partir del 23 de agosto de 1944, un millén de soldados Yusos entraron en Rumania, y poco después los comunistas Tlegaron al en nuestro pafs. Entonces comenzé la ho- rrenda ante la cual el sufrimiento bajo el Nazismo Parecia poca cosa. En ese entonces en que ahora tiene diecinueve a el ante miembros, Sin embargo, Vishinsky, Ministro el ciones Exteriores de la Unién Sovigtica, irrumpié en la oficina de nuestro muy amado rey Michael I, golped en la mesa con los pufios, y dijo: “Ud. debe nombrar comunistas para el gobierno.” Nuestro ejército y policfa fueron desarmados y la violencia, y odiados por casi todos, los comunistas Hegaron al poder. Esto sucedié con la pasiva cooperacién de los gobemantes ingleses y norteamericanos de aquel tiempo, 12 Los hombres son responsables ante Dios no solamente por propios pecados, sino también por los de su res i 5 e i F ! a i noche y Ja, dicen: “Te quiero”. Jesis nos ensefié a entre el lenguaje de Ia seduccién y el del amor, como también a discernir a los lobos con piel oveja Mi estSbamos presentes que Yo Seroa do wai, mo dijon “}Bb i. 138 y limpia Ia cara de Cristo de tanta vergiienza! Estéin escu- piendo en su cara.” Le dije: “Si lo hago, pierdes a tu esposo.” Ella respondié: “No deseo tener a un cobarde por esposo.” Entonces me Jevanté y hablé a los congresistas, alabando no a los asesinos de los cristianos, sino a Dios y a Su Hijo Jesucristo, afirmando que nuestra lealtad se debfa en primer lugar a El. Los discursos de aquel Congreso eran difundides por radio, asf es que se pudo escuchar el mensaje de Cristo en todo el pafs, proclamado desde la misma tribuna del Parla- mento Comunista. Después tuve que pagar por semejante temeridad, pero habfa valido la pena, Los dirigentes de las Iglesias Protestantes y Ortodoxa competfan entre sf en su afan de ceder al comunismo. Un obispo ortodoxo colocé el emblema de la hoz y el martillo en sus vestiduras eclesidsticas y solicité a sus sacerdotes que no se dirigieran més a él como “Su Sefiorfa”, sino como “Cama- rada Obispo”. En otra oportunidad asisti al Congreso Bautista en el pueblo de Resita, que se efectué bafo la sombra de la bandera roja, donde todos se pusieron de pie al entonarse el himno nacional de la Unién Soviética. El presidente de los Bautistas declaré que Stalin no hizo més que cumplir con los a tos de Dios, y lo alabé como un gran maestro de Algunos sacerdotes, como Patrascoiu y Rosianu fueron més directos, convirtiéndose en miembros de la Policia Secreta. Rapp, obispo auxiliar de la Iglesia Luterana en Rumania, comenzé a ensefiar en el seminario teolégico que Dios hab{a dado tres revelactones: una a través de Moisés, otra a través de Jesés, y una tercera a través de Stalin que superaba aun a la anterior. Debo aclarar que los verdaderos bautistas, por quienes siento un verdadero aprecio, no estaban de acuerdo y mantu- vieron intacta su fe en Cristo, sufriendo mucho a causa de ello. Sin embargo, los comunistas “eligferon” a sus dirigentes y los bautistas no tuvieron més remedio que at La misma condicién se mantiene hoy en las altas esferas de direccié6n religtosa. Aquellos que se convirtieron en siervos del comunismo en lugar de siervos de Cristo, comenzaron a denunciar a los her manos que no se unfan a 14 La era nuestro ministerio secreto entre el mill6én de soldados ruses. Le faceta era nuestro ministerio subterrdneo al esclavizado pueblo rumano. Los rusos — un pueblo de almas “sedtentas” Para mf, el predicar el Evangelio a los rusos es el cielo en la tierra. Yo he predicado el a muchas neciones, pero nunca he visto a un pueblo § 8 é Bae i i Bek | B F 3 3 e : g F ii

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