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¿Cuál fue el día del Señor en Apocalipsis 1:10?

1. Leemos en:

Apocalipsis 1:10
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como
de trompeta”.

Algunos dicen que el Día de Jehová y el día del Señor son dos días diferentes, pero
el apóstol Pedro inspirado por el Espíritu Santo llama al día del Señor el día de
Dios:

2 Pedro 3:10 y 12
"10 Pero EL DÍA DEL SEÑOR vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la
tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. ... 12 esperando y
apresurándoos para la venida del DÍA DE DIOS, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán."

2. El día del Señor en Apocalipsis no fue el sábado ni tampoco el domingo; porque


ese día estuvo referido no a un día de 24 horas sino a un día de juicio, que a partir
de ese día se establecería un nuevo mundo y orden espiritual de Dios.

3. El día del Señor fue un día de destrucción. Estaba profetizado en Joel 2:11 que
vendría el día de Jehová grande y muy terrible, donde nadie podría soportarlo.

Joel 2:11 “Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su
campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová,
y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?”

Apocalipsis 6:17 “porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá


sostenerse en pie?”. Amós 5:18 “¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para
qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz”. Hasta ahora,
tenemos que el día del Señor era grande, terrible, de ira, y de tinieblas.

4. Zacarías 14:1-2 “1 He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán


repartidos tus despojos. 2 Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir
CONTRA JERUSALÉN; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y
violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del
pueblo no será cortado de la ciudad”. Observa que el día de Jehová fue una venida
contra Jerusalén, donde Dios reuniría a los ejércitos de todas las naciones para
combatir contra Jerusalén y ser tomada. Entonces, día del Señor era para
Jerusalén y los habitantes de esa ciudad iban a conocer a ese día como grande,
terrible, de ira y de tinieblas.
5. ¿Qué le dijo Jesús a sus discípulos estando con ellos en el monte de los Olivos y
teniendo a la vista al templo y a Jerusalén en Lucas 21:20-22? Les dijo que cuando
vieran a Jerusalén rodeada de ejércitos, conocieran que su destrucción le había
llegado, porque esos días sería de retribución, para que se cumplieran todas las
cosas que están escritas.

6. Jesús también le dijo a los fariseos en Lucas 19:39-44 que vendrían días sobre
Jerusalén en que sus enemigos la rodearían con vallado, la sitiarían por todas
partes, la estrecharían y la derribarían a tierra y a sus hijos dentro de la ciudad, y no
dejarían piedra sobre piedra, por cuanto Jerusalén aunque fue visitado por la
salvación del Mesías no conocieron el tiempo de su visitación.

7. Entonces, el día del Señor era la destrucción de Jerusalén, pero observa que ese
día del Señor tenía unos días anteriores que iban a ser de retribución a Jerusalén,
¿Por qué? Porque Mateo 23:35-38 dice que Dios iba a pagarle a Jerusalén por
toda la sangre justa derramada desde la sangre de Abel, porque era la ciudad que
mataba a los profetas que le eran enviados y su casa o templo sería dejado
desierto.

8. El "día del Señor" se cumplió con la destrucción de Jerusalén, durante esa


misma generación, porque Lucas 21:32 dice “De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca”. En Lucas 17:22 leemos que el Señor
comparó el “día en que el Hijo se manifieste” con el día en que Noé entró en el arca
y en que el día que Lot salió de Sodoma y también dijo en el verso 31 “En aquel
día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el
que en el campo, asimismo no vuelva atrás”.

9. Ese día era para huir, porque venía encima la destrucción. 1 Tesalonicenses
5:2-3 “2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así
como ladrón en la noche; 3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá
sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no
escaparán”. Pablo profetizó para aquella su generación, que el día del Señor
vendría como ladrón en la noche. Fíjate, que el día como ladrón en la noche era
para destrucción repentina donde no había escape.

10. Jesús le dijo a sus discípulos en Lucas 21:35-36 “35 Porque como un lazo
vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36 Velad, pues, en
todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas
que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. El día del Señor para
toda la nación de Israel en Jerusalén y en Judea era grande, terrible, de ira, de
tinieblas, de destrucción y ahora sería como un lazo que vendría sobre toda la faz
de la tierra de Palestina, donde el Señor les advierte a sus seguidores que velen y
que oren en todo tiempo para que sean tenidos por dignos de escapar de todas
estas cosas que vendrían sobre Palestina, y dignos de estar en pie delante del Hijo
del Hombre o delante de ese día.
11. Por eso, Pablo le dice a los santos en Tesalónica en 1 Tesalonicenses 5:4
“Mas vosotros (a los tesalonicenses no a nosotros), hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sorprenda (a ellos no a nosotros) como ladrón” en
la noche que cuando digan paz les vendría la destrucción repentina. Por eso, el
autor de Hebreos 10:31 dice “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”.

12. Por tanto, no “durmamos” (que significa “estar atentos”) como los demás, sino
que “velemos” y “seamos” sobrios, 1 Tesalonicenses 5:6. Si estos versículos no
hubiesen sido escritos para los tesalonicenses (sino para nosotros hoy en día) no
tuviese ningún sentido para ellos, porque para que Pablo los pone a velar y
mantenerse sobrios, sino eso no era para ellos.

13. Entonces, el día del Señor era inminente para Pablo y las iglesias del primer
siglo, ese día estaba para cumplirse dentro del marco de aquella generación, por
eso, les dice en el verso 9 “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” Esto hubiera sido una
gran burla de Pablo si estas palabras se hubieran escritos para nosotros los del
siglo XXI.

14. En 1 Corintios 5:5 después de que el espíritu de Pablo juzgó el caso del
fornicario de la iglesia en Corinto, les dice “el tal sea entregado a Satanás para
destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor
Jesús”. El día del Señor a parte de ser un día de juicio también era un día de
salvación, espíritus salvos en el día del Señor Jesús.

15. ¿Qué sucedió con todos los creyentes del primer siglo cuyos espíritus fueron
salvos en el día del Señor en el año 70 d.C.? Apocalipsis 14:13 dice “Oí una voz
que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los
muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos,
porque sus obras con ellos siguen”. Entonces, ¿Qué sucedió? Qué el día del Señor
para ellos fue día de bienaventuranza; fue el día más feliz para ellos, porque
murieron en el Señor para el día del Señor.

16. ¿Por qué fueron bienaventurados? Porque después de la gran tribulación todo
creyente que murió no pasó por el hades, sino que fue resucitado inmediatamente
al momento de su muerte y entró en el reino eterno de Dios. A partir del
cumplimiento del día del Señor, ya nadie duerme en el hades, la persona que
muere va inmediatamente al reino, a ser uno con Dios a eternidad. Esta es la gran
bienaventuranza.

17. Ahora, observa lo que Pedro usando un lenguaje altamente metafórico le dice a
los judíos cristianos del primer siglo en 2 Pedro 3:10 “Pero el día del Señor vendrá
como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los
elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas”. Aquí tenemos otro aspecto importante del día del Señor, ¿Cuál es? El
cual los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos de la tierra ardiendo
serán deshechos y las obras que en ella hay serán quemadas.
18. En el día del Señor algo iba a pasar, a cesar, a claudicar, a cerrarse
definitivamente, ¿Qué era? Jesús en Mateo 5:18 lo dijo “Porque de cierto os digo
que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley,
hasta que todo se haya cumplido”. Observa que Jesús relacionó el pasar del cielo y
de la tierra con el pasar de la ley una vez que todo se hubiera cumplido. El pasar
del cielo era lo mismo que el pasar de la ley o del viejo pacto

19. La ley estuvo vigente con el templo para los judíos hasta el año 70 d.C. ellos
estaban viviendo bajo ese cielo y tierra de la ley. Ellos estaban en la jota y en la
tilde de la ley. Pero Jesús dijo que hasta que pasen el cielo y la tierra no pasaría ni
una jota y tilde de la ley hasta que todo se haya cumplido.

20. El día del Señor cumplió con todo eso. El día del Señor en el 70 y los cielos
pasaron con grande estruendo y las obras de la tierra fueron quemadas y los
elementos ardiendo fueron deshechos. Pero, ¿Qué tierra? Los futuristas piensan
que es la destrucción literal del planeta tierra. Pero Pedro no estaba hablando del
planeta sino de la tierra de Israel que estaba bajo el predominio de la ley

21. Estaba profetizado en Isaías 2:12 dice “Porque día de Jehová de los ejércitos
vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido”, ¿De
cuáles soberbios está hablando Isaías? El verso 1 dice “Lo que vio Isaías acerca
de Judá y de Jerusalén. El verso 3 dice “Porque de Sion saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra de Jehová”

22. ¿Cuándo vendría el Señor a castigar a todo soberbio de Judá y de Jerusalén?


El verso 21 dice “…cuando se levante para castigar la tierra”, ¿Cuál tierra? Isaías
3:1 señala a la tierra de Judá y de Jerusalén. En el verso 8 se profetiza la caída de
Judá y de Jerusalén. En el verso 14 dice que Jehová vendrá a juicio contra los
ancianos de su pueblo y contra sus príncipes.

23. El juicio del día del Señor era para disolver los “elementos” y las “obras” en la
tierra de Israel en Judá y en Jerusalén. 2 Pedro 3:12 dice “esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose,
serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!”

24. Fíjate, que la venida del día de Dios era para disolver, deshacer, fundir o
quemar los elementos de Israel. La palabra “elemento” es del griego stoicheia que
traduce “rudimentos”. Entonces, Pedro cuando utiliza el término “elementos” no está
hablando de los átomos, ni de los componentes materiales del planeta tierra, sino
de “rudimentos religiosos”, porque la referencia es a “preceptos” y no a cosas física
o materiales.

25. Entonces, Pedro no hace referencia alguna a la , sino a la destrucción de los


“preceptos judaicos” a los “rudimentos” del viejo mundo judío o judaísmo. Ya Pedro
venía advirtiéndoles desde 1 Pedro 4:7 a los expatriados, “Ya se acerca el fin de
todas las cosas; sed, pues, sobrios, y velad en oración”.
26. Pedro escribió su carta aproximadamente en el año 69 d.C. y ¿Qué estaba
esperando? 2 Pedro 3:13 “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos
nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”. ¿Cuándo aparecieron esos
cielos nuevos y esa tierra nueva donde mora la justicia? Aparecieron en el día del
Señor.

27. Entonces, concluimos, que el día del señor que vio Juan en Apocalipsis 1:10
no fue otra cosa que el día de la venida del Señor en juicio al pagano Israel del año
70 d.C., en donde la tierra de Judea vivió la más grande calamidad, donde los
sacerdotes levitas vieron la caída del templo, donde el sanedrín judío vio el fin del
judaísmo, y la ciudad de Jerusalén fue enteramente quemada y los elementos de su
religión fueron deshechos, sus riquezas fueron robadas y a partir del cumplimiento
del día del Señor el reino de Dios les fue quitado a Israel y le fue dado a gente que
produjera los frutos de él (Mateo 21:43).

28. No esperes otro día del Señor, porque ya vino en el año 70 d.C. La venida del
día de Dios ya se cumplió en Israel y ahora, estamos bajo el gobierno de un cielo
nuevo y tierra nueva donde mora la justicia perdurable. Estamos en cumplimientos.
Estamos reinando en vida y libertad y de aquí a la eternidad. Disfrútate a Dios en su
amor incondicional.

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