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ROSARIO PARA PEDIR POR LA VIDA CONCEBIDA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

V. Señor abre mis labios


R. Y mi boca proclamará tu alabanza
V. DIOS mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Credo de los Apóstoles


Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,


la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.
Las Tres Avemarías

“María Madre Mía; Líbrame de caer en Pecado Mortal”


Por El Poder Que Te Concedió El Padre Eterno.
1.-) ¡AVEMARIA! …

“María Madre Mía; Líbrame De Caer En Pecado Mortal”


Por La Sabiduría Que Te Concedió El Hijo.
2.-) ¡AVEMARIA! …

“María Madre Mía; Líbrame De Caer En Pecado Mortal”


Por El Amor Que Te Concedió El Espíritu Santo.
3.-) ¡AVEMARIA! …

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amen.

La siguiente Jaculatoria fue indulgenciada por San Pío X, y la recomendó rezar junto con
esta devoción: ¡Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica
mi alma!

La Oración de Fátima
Oh! mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas
las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
1er Misterio

“Yo soy la Inmaculada Concepción“


(Lc 1, 35) El Ángel en respuesta le dijo: El Espíritu Santo, descenderá sobre ti, y la virtud
del Altísimo te cubrirá con su sombra, o fecundará: por esta causa el fruto Santo que de
Tí nacerá será llamado hijo de Dios.
Palabra de Dios.

Es nuestra Santa Madre María Inmaculada quien nos manifiesta la grandeza de la


Concepción; concebir en el vientre materno es obra divina, el hecho mismo la voluntad
de Dios padre creador, que al permitir la concepción ya tiene un propósito para el hijo y
para la madre.

Padre nuestro…
10 Ave María…

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amen.

La siguiente Jaculatoria fue indulgenciada por San Pío X, y la recomendó rezar junto
con esta devoción: ¡Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y
santifica mi alma!

La Oración de Fátima
Oh¡ mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas
las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
2do Misterio

“No estoy yo aquí que soy tu Madre”


(Jn 19, 27)
Después dice al discípulo: ahí tienes a tu Madre y desde aquel punto encargándose de
Ella el discípulo, y la tuvo consigo en casa.
Palabra de Dios.

Así es como JESÚS, a través de su discípulo, nos entrega a su Madre para amarla, cuidarla
y venerarla.

Cuando una vida comienza a gestarse en el vientre materno, desde el momento mismo
de la Concepción, es nuestra amantísima Madre, la siempre Virgen María, quien nos
acompaña durante el tiempo mismo de gestación, reviviendo en ella el día a día de los
nueve meses de espera para tener entre sus brazos a su amado hijo. En su advocación
de María de Guadalupe, nuestra Madre Santa nos recuerda su presencia eterna de
Madre desde el momento en que somos concebidos.

Padre nuestro…
10 Ave María…

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amen.

La siguiente Jaculatoria fue indulgenciada por San Pío X, y la recomendó rezar junto con
esta devoción: ¡Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica
mi alma!

La Oración de Fátima
OH! mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas
las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
3er Misterio

“Feliz la que ha creído”.


(Lucas 1-45)
“Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas fueron dichas de parte del señor”
Palabra de Dios.

La permisión de la concepción es un mensaje de Dios, en el cual deja saber a la mujer


que la ama tanto que ha compartido con ella el maravilloso don de dar la vida y con ella
también le da el regalo más valioso de Amor que una mujer puede poseer, un hijo.

Padre nuestro…
10 Ave María…

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre,
Por Los Siglos De Los Siglos, Amen.

La siguiente Jaculatoria fue indulgenciada por San Pío X, y la recomendó rezar junto con
esta devoción: ¡Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica
mi alma

La Oración de Fátima
Oh! mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas
las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
4to Misterio

“He aquí la esclava del Señor”.

(Lucas 1, 38)
Entonces dijo María: “He aquí la esclava del señor hágase en mí según su palabra”, y
enseguida el Ángel desapareció se retiro de su presencia.

Palabra de Dios.

María misma, había consagrado su ser a Dios y le había ofrecido su castidad, en su


entregan de amor, Dios le regresó el regalo más puro de amor eterno que ha sido ser
Madre, recibir el eterno amor de su Hijo, la Bendición más grande que una mujer recibe.

Padre nuestro…
10 Ave María…

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre,
Por Los Siglos De Los Siglos, Amen.

La siguiente Jaculatoria fue indulgenciada por San Pío X, y la recomendó rezar junto con
esta devoción: ¡Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica
mi alma!

La Oración de Fátima

Oh! mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas
las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
5to Misterio

“El Amor entre la Madre y el Hijo”

(Jn 19, 26-27)


26- Habiendo mirado, pues Jesús a su Madre al y al Discípulo que él amaba el cual estaba
allí, dice a su madre: 《Mujer, ahí tienes a tu hijo.》
27- Luego le dice al discípulo: 《ahí tienes a tu madre.》 Desde aquella hora el discípulo,
la acogió en su casa.
Palabra de Dios.

Tan grande es el amor del Hijo por su Madre que al verla doliente llena de esperanza y
fe, es allí donde su hijo con tanto amor le da un sucesor en sus brazos, aunque en su
corazón y espíritu, permanecen juntos por toda la Eternidad.

El amor entre Madre e Hijo es eterno, lo supera todo.

Padre nuestro…
10 Ave María…

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre,
Por Los Siglos De Los Siglos, Amen.

La siguiente Jaculatoria fue indulgenciada por San Pío X, y la recomendó rezar junto
con esta devoción: ¡Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y
santifica mi alma!

La Oración de Fátima
Oh! mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas
las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
La Salve

Dios te salve, Reina y Madre misericordia, vida, dulzura, y esperanza nuestra. Dios te
salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra; vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos: y después este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
V. Ruega por Nos, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración
Por tu Inmaculada Concepción, Madre de Dios, y madre nuestra, acoge con tu amor de
madre a cada mujer que consiba una vida, infundiendo en su corazón y espíritu tu amor
materno y así, Sepa aceptar y preservar la vida de su hijo ya concebido, te pedimos
intercedas por sus hijos ante tu amado Jesús Para que Él obre Con su voluntad de hijo
sobre ellas y así en conjunción de Madre e Hijo, la vida concebida llegue a feliz
alumbramiento, amén.

Oh! Dios, Padre todo poderoso que te deleitas con el amor entre María Madre de Tú
Hijo Jesús, llena el espíritu de toda mujer de amor hacia sus hijos concebidos, que
comprendan el regalo de vida y amor que tú les das y que así, las engañosas ideas
abortivas, sean dispersadas de sus mentes, luchando por la vida concebida con total
entrega y amor. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo, or si Concepción, vida, pasión,
muerte y resurrección, que ahora vive y reina contigo en unión con el Espíritu Santo, por
toda la eternidad, amén.

Oración de conclusió
Oh Dios, quien por la muerte y resurrección de tu hijo concebido, ha obtenido para
nosotros la recompensa de la vida eterna; concédenos, te pedimos, que al meditar sobre
estos misterios del Santo Rosario de la santísima Virgen María, imitemos lo que
contienen tengamos lo que prometen, por Cristo nuestro Señor, amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

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