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CAPITULO IX El amor antes y después del andlisis artamos de esta constatacin: existen los embrollos del amor. A, veces llevan al fracaso y a menudo estos fracasos son una razon para dirigirse al analista. Para algunos, es suficiente la experiencia de un solo fracaso para sentir un derrumbe que suscita un llamado a esclarecer lo sucedido. Para otros, hace falta la repeticién para darse cuenta de que algo no va en la bisqueda del objeto de amor. Es suficiente tomar los casos de Freud, en los que se puede constatar de modo sistematico que los impases en el amor y sus tepeticiones est4n en primer plano en las demandas del andlisis. Es frecuente en la histeria, y aun cuando el amor no esta en la base de la demanda; los sujetos no se demoran en abordar las imposibilidades que estan ligadas. A veces, los sujetos creen encontrar la salida a los impases del amor en el momento en que se enamoran. Solo que el sujeto hace la experiencia de un retorno de la repeticidn, lo que lo conduce Nuevamente a sus impases. El encuentro amoroso y la creencia en la solucién que aporta hace a veces que el sujeto salga precipi- tadamente del andlisis. Se trata de la cura mediante el amor, algo siempre sospechoso para el analista. Freud ya lo habia advertido: No hay que curar demasiado rapido, ya que esto descuida zonas de Conflicto que quedan sin resolver. Esta era la advertencia de Freud Contra la ilusiOn y los espejismos del amor. Lacan se sirvié de la experiencia amorosa al punto de utilizarla Para el diagnéstico. Una de las propuestas de Lacan es que el amor il Escaneado con CamScanner j de Freud a Lacan Taidentic 132 falla en la psicosis. Esto no excluye que el amor falle también la neurosis, salvo que no se trata de! mismo fracaso. Incluso i relaci6n con la histerla, Lacan se refiere a ella en la ultima ra de su ensefianza. Pero no se limita a los Impases, sino que aber también las salidas. La cuestién que queremos plantear es la de interrogar lo que cambld en la clinica de la vida amorosa después de Freud, y cual serla la conexién con la Identidad sexual como efecto del analisis. Plantear la cuestién de este modo supone una hipétesis que podria- mos formular asi: el andlisis forja una identidad sexual que difiere de aquella evocada en la entrada de la experiencia. Esto exige que retomemos lo que queremos decir con la idea de cambio operado en la experiencia del andlisis, en lo que concierne a la identidad sexual. Por lo tanto, me referiré a los cambios en el amor, en la identidad sexual y en la relacién entre los dos. Es un hecho clinico que, si la demanda en relacién con los impa- ses del amor esta siempre vigente, en la actualidad se ha afiadido una nueva demanda, que toma cada vez mas importancia en el discurso de los analizantes y prevalece incluso en algunos casos de las quejas sobre los obstaculos del amor: me refiero al goce. A veces esto toma la forma de una pregunta por la satisfaccién: “éEstoy suficientemente satisfecho o podria estarlo atin mas?”. A veces, la pregunta por el goce se entremezcla con la pregunta por el amor. Un ejemplo tomado del andlisis lo demuestra. Se trata de una mujer que suefia desde hace mucho tiempo con el encuentro con una pareja. Una vez encontrado el hombre que ella piensa como ideal, y luego de un tiempo donde caen al menos parcialmente ciertas idealizaciones sobre su pareja, emerge una pregunta: “EComo saber si con otro no estaria mas satisfecha?”. Incluso, de modo explicito, ella formula la pregunta: “éCOmo estar segura de que el préximo hombre no seria mejor?”. Observemos que aqui la pregunta concierne més a la satisfaccién del goce que a la satisfaccién del deseo (que corresponde a un nivel diferente). En ocasiones, la pregunta de la satisfaccién ligada al goce y que excluye el amor deviene en nuestra época en una exigencia dirigida al analista. Un ejemplo que no es unico sirve para demostrar esta Posicién. Es el caso de una mujer que se dirige al analista y formula una pregunta en estos términos: “el amor yo lo conozco, pero no Escaneado con CamScanner sé si conozco lo que es el sexo”. Mas “Me aah ora econ Sexual que obtengo es la que *. Dicho de otro modo, su pregunta es una premieres oie sobre la existencia de un goce desconocido aes implicita tarde, en la cura, afadirA: No se trata de un ‘Caso excepcional y ello es | i evocacién de este ejemplo, ya que concierne a naa tates analitica, es decir, a los hechos clinicos a los que el analista debe hacer frente. Podemos decir que no hay salida a los impases del amor sino se tiene en cuenta el anudamiento con la modalidad de goce del sujeto. Se podria retomar aqui a Winnicott y su formula a propésito de lo que deberia ser una madre: “la madre suficien- temente buena”, y evocar al sujeto al final de un andlisis como un “sujeto suficientemente satisfecho”. Lacan lo Sugiere en una de sus conferencias en los Estados Unidos, cuando Propone, en telacion con el final del andlisis, que cuando el sujeto esta feliz con su vida, se puede considerar que ya es suficiente como objetivo para el andlisis. El interés de la formula “suficientemente satisfecho” es que no temite a una satisfaccién total, sino'a un nuevo modo de anudar el amor y el goce que da la certeza de que el goce absoluto no existe y que el Otro encarnado por el analista no es mas que el lugar al que se dirige mi pregunta (no es la pareja del amor); pero, ademas, indica que no existe un Otro capaz de sustraerme la satisfacci6n. Esta es la suposicién fundamental del sujeto. En efecto, el sujeto parte del postulado de que si no goza lo suficiente es porque el Otro se lo impidié. Esta suposicién de obstaculo al goce es estructural; es decir, inherente al ser hablante, lo que quiere decir que la parte de goce de la que uno se siente desposeido se Ia atribuye al Otro. El Otro dispone de ella 0, para decirlo de otro modo, “goza mas que yo”. Abro aqui un paréntesis que merecerfa un desarrollo aparte. Esta atribucién de goce al Otro es la base de una serie de hechos sociales entre los cuales hay que indicar el racismo. La esencia del racismo €S Considerar que el Otro goza de un modo diferente, lo que puede Ser un més para él y un menos para mi, por lo tanto, lo rechazo. Cierto el paréntesis. El amor antes y después del andlisis jué funda la certeza La cuesti lantea es la de saber q on que se nos PI sobre todo, qué es 1 de un nuevo anudamiento del amor y el goce, Ys Escaneado con CamScanner La identidad: de Freud a Lacan 134 lo que permite decir que se trata de una consecuencia del andlisis, Se podria afirmar que aqui es donde se situa la verdadera apuesta de la orientacién lacaniana y que podria formularse asi: la satis- faccién del final del andlisis es un efecto de la certeza relativa ala identidad sexual como condicién de acceso a un nuevo amor. EI anudamiento implica, por lo tanto, tres dimensiones: la identidad sexual, el amor y el goce. Cernir este nuevo anudamiento supone que hayamos captado lo que se entiende por “identidad sexual”. Digamos, de entrada, que cuando se pone en conexién la satis- faccién con la identidad sexual, no se conecta la satisfaccién con un objeto, es decir, con una pareja. Por supuesto que un sujeto tiene parejas sexuales y a menudo, a lo largo de su vida, tiene mas de una. Por supuesto también, respecto a su Ultima pareja, con la que esta cuando termina el analisis, se hace necesario que le convenga. Sin embargo, nada indica que esa pareja sera la ultima de su vida, ya que, felizmente, se puede decir que hay una vida después del andlisis. Es decir, existen contingencias que el sujeto deberd afrontar, sorpresas de la vida y de su propio inconsciente que pueden Ilevarlo a cambiar de pareja después del andlisis. Dicho de otro modo, en cuanto a la relacién de pareja —en el caso de que tenga una, lo que no es condicién para el final del andlisis—, el sujeto concluye con un “suficientemente satisfecho” de su eleccién, sin lo cual dificilmente puede acceder a estar, como dice Lacan, “feliz de vivir”. Ahora bien, nada prescribe que al final del andlisis el sujeto deba haber encontrado una pareja. Esta no puede ser una promesa del anilisis. Es cierto que Lacan dijo que “a cada uno su cada cual”: esto quiere decir que, en el caso de un hombre, si su eleccion es tener como pareja a una mujer, el andlisis promete el encuentro con una mujer que el hombre har suya si tal es su deseo. Esto no quiere decir que necesariamente sea la Ultima. De hecho, cuando Lacan sostiene que una mujer es el sintoma de un hombre, sé puede afirmar que el andlisis lo lleva a esta cita, a este encuentro con la verdad; lo cual no implica que cuando se afirma a la mujer sintoma del hombre, esto quiera decir que sea solo una la mujer sintoma. Un hombre puede tener diferentes mujeres sintoma a lo largo de su vida. Ahora bien, si se aborda la cuestin del lado de la mujer, Lacan no afirmé lo reciproco, es decir, que “para ca! 2 una su cada cual”. Escaneado con CamScanner De lo anterior se deduce que es Muy imprudente responder a |: demanda, a menudo dirigida a los analistas por parte de'elg mab analizantes mujeres, de saber si un andlisis las ayudard a nooner un hombre. Esto No solo es imposible prometerlo, sino que ademas, como lo he mencionado, el andlisis de una mujer puede llegar a su conclusi6n con la formula evocada antes del estar “suficientemente satisfecha”, y sin embargo, no haber hecho Pareja con un hombre. Esto también es valido en el caso de un sujeto cuya eleccién de pareja sea homosexual. Hay que anotar que cuando nos referimos a la satisfaccién, lo que se esta indicando es el modo de vivir la pulsiOn. En ese sentido, cuando se afirma, en términos freudianos, que el objeto de la pulsiOn es indiferente, esto no quiere decir que la cuestion de la pareja sexual lo sea, que una pareja valga lo mismo que cualquier otra y que la ausencia de pareja no tenga importancia. En efecto, existe un real propio a la pareja sexual, lo que hace que al menos, en un punto, una pareja no pueda ser completamente sustituible por otra. Es cierto que las parejas de un sujeto pueden constituirse en una serie, a condicién de poseer la condicién erdtica requerida por el inconsciente del sujeto. Es esencial, en ese sentido, que en el curso del andlisis se aisle la légica de la serie e incluso se perciba que, para ciertos sujetos, hay mas de una serie. Por otra parte, més alla de la serie, se puede cemir un real que hace de una pareja la pareja de goce (pareja en lo real, podemos decir). Si utilizamos la noci6n de pareja real, es para indicar que solo en esa persona se encontré algo que no se encontré en ninguna otra. Es el punto en que cada uno tiene una dimensién de irremplazable. Uno incluso verifica en la clinica analitica que, después de una separaci6n, uno puede formar una Nueva pareja, pero hay un punto en que no se trata exactamente de lo mismo. Decir que no es exactamente igual, es decir, que no todo se puede sustituir sin pérdida. Ese punto, que hace que las Cosas no sean exactamente iguales es un signo del real del Otro. Es una de las definiciones de lo real para el psicoanilisis, lo que €s “radicalmente diferente”. : 5 a z Ahora bien, sostener —como ya lo he postulado— que la orientacion de Lacan esté ligada a la identidad y no a la cuestion de la pareja, BS & Escaneado con CamScanner implica que la resolucién de un andlisis pasa, antes que nada la incidencia de la cura en el programa inconsciente del analizante, Lo que se entiende como programa inconsciente es la Tespuesta singular al contexto de una época, y si bien el programa de cad, sujeto es diferente, cada época tiene una tendencia a fabricar py luciones discursivas que empujan a la homogeneidad en cuanto a las respuestas del inconsciente. Tal es la caracteristica del programa capitalista. La prescripcién que nos viene desde lo social es que cada uno debe ser feliz con los mismos objetos de satisfaccién. Ademés, el programa inconsciente procede al mismo tiempo con una tendencia a la uniformizacién, ya que el inconsciente empuja hacia lo mismo. El inconsciente no es solamente enigma e incluso, a veces, no es para nada enigmatico, porque trabaja para fabricar el velo que proteja frente al horror de la diferencia sexual. En ese sentido, el inconsciente no tiene por vocacién el ser desvelado y el psicoanilisis es una practica que, en contra de lo natural, intervine en una zona en principio destinada a permanecer encubierta. Dicho de otro modo, quien elige hacerse un andlisis, lo sepa 0 no, hace una eleccién que implica modificar un programa. Podemos afirmar, entonces, que el andlisis implica una parte de responsabili- dad en la eleccién del sexo del sujeto. Asi me explico la formulacién de Lacan de que el sujeto, en cuanto al sexo, se autoriza de si mismo y de algunos otros. Autorizarse significa que el sujeto esta solo en el momento del acto, lo que quiere decir que los semblantes lo acompajian hasta el instante de la cita con la verdad, pero no le sirven de apoyo en el momento del acto. Autorizarse de si mismo es lo opuesto a autorizarse de los semblantes que vienen siempre del Otro del lenguaje. Esto no excluye que puedan existir sexualidades de semblante, lo que significa que el sujeto se comporta durante el acto sexual como é! cree que deberia comportarse un hombre 0 una mujer en esa situacién. Abordo ahora lo que se entiende con la formula de Lacan de que la autorizaci6n proviene, ademés de si mismo, de “algunos otros”. EI “algunos otros” remite a la dimensién de la experiencia; es decir, al encuentro de cuerpos y, por lo tanto, al encuentro con el goce. Sin esos encuentros, la eleccién sexual es pura elucubracién. Por supuesto, existe la primera vez: Observemos que, para la primera vez, el sujeto se sostiene en los otros: épara qué sirve el grupo de Escaneado con CamScanner amigos, en el caso de un hombre, si no para informarse de cémo es el primer encuentro sexual? Y éen el caso de las mujeres? Una joven analizante me cuenta, sorprendida, que las conversaciones con sus amigas, después de las vacaciones, giran alrededor de la pregunta de si han perdido la virginidad, signo para ella de que quizds es el momento de preguntarse si “le ha llegado el momento”. Digdmoslo asi: el “algunos otros” remite al apoyo —que en realidad es completamente imaginario— que uno busca en el otro para darse coraje frente al acto sexual, que en esencia implica estar solo en el encuentro con otro cuerpo que esta solo. Pero también, entre los “algunos otros”, esta el analista. Es un hecho que los sujetos en analisis se sostienen en la transfe- rencia como apoyo para desplegar los fantasmas. De hecho, este despliegue puede llevar a la realizacién de los fantasmas 0 a la inhibicién. En ese sentido, el sujeto se autoriza de si mismo, pero también de su analisis. A veces, incluso pasa al acto sexual bajo la forma de un acting-out. Es decir, el sujeto pasa al acto, en este caso, porque algo no logra formularse dentro de la transferencia. \Wuelvo a nuestro contexto de discurso. Nuestra época, que conoce el levantamiento de las barreras que limitaban el goce, plantea en los andlisis la interrogaci6n sobre lo que puede hacer limite cuando ya nada hace limite. Esto obliga a los analistas a preguntarse si ellos mismos se han liberado de los prejuicios con relacién al devenir de la identidad sexual en el andlisis. Me refiero aqui a la respuesta que aporta un anélisis a la cuestién de la pertenencia al género masculino o femenino, y también a lo que se puede esperar como cambio en el modo de vivir la relacin al sexo. Tomemos el ejemplo de la frigidez, que Lacan plantea como Presque générique, casi genérica. Esto indica que, si noes un fenémeno general, al menos si es un fendmeno muy vasto. Ella Supone, como dice Lacan, toda la estructura del inconsciente, atin si “aparece fuera de la trama de los sintomas” (1966-1985e, P. 710). Lacan plantea que solo el andlisis la moviliza, a veces ‘cidentalmente, pero siempre en una transferencia que pone en Juego la castracién simbdlica. {Qué quiere decir esto? Cuando Lacan plantea que la frigidez ‘fuera de la trama de los sintomas, esto quiere decir que no Escaneado con CamScanner Elamor antes y después del andlisis 3 x can i: de Freud a identid 138 solamente la mujer no se queja, sino que, sobre todo, ni siquiera puede darse cuenta. Entonces, cabe preguntarse: écémo puede manifestarse la frigidez de un modo distinto a los sintomas? Una mujer puede percibir su frigidez a posteriori, o sea en el momento de un encuentro de goce con su pareja: puede decirse que encon- tré un goce inédito y que, por deduccién, su experiencia anterior evidencia con el signo de una falta. En ambos casos se trata de un goce desconocido que puede surgir en cualquier momento de la vida y ser determinante en cuanto a la eleccién de pareja sexual. Se confirma aqui, de nuevo, que en el encuentro con el otro hay una autorizaci6n de si y también del otro. Uno se autoriza de la experiencia con el Otro para su eleccién sexual. Evocar el encuentro de goce es mostrar el andlisis segun una pers- pectiva distinta a la privilegiada en una corriente del psicoandlisis (que supedita la sexualidad a la cuestién de la supremacia genital). Freud fue el primero en evocar la supremacia genital. Es cierto también que una posible lectura de Freud, que se desprende de ahi, es la de considerar la sexualidad bajo el prisma que el analisis al término de la experiencia, supone el acceso a una convergencia de las diferentes corrientes pulsionales que se concentraran en una satisfaccién genital. En el posfreudismo incluso se llegd a teorizar —fuera de Lacan— la nocién de una madurez sexual que supone como punto culminante la genitalidad. Se forjé ademas un cardcter especifico llamado por algunos autores “cardcter geni- tal”. Esto condujo a numerosos prejuicios, en especial a lo que se puede esperar de un analisis en relacién con el amor y el sexo. En realidad, en un amplio sentido, se puede decir que los progresos te6ricos en psicoandlisis estan ligados siempre al atravesamiento de los prejuicios de los analistas. Voy a dar dos ejemplos. EI primero es del seminario E/ objeto del Psicoandlisis (1966), donde Lacan demuestra que uno de los ejes del pensamiento posfreudiano es que nada tiene mas valor que el orgasmo. Esto quiere decir que se plantea una norma sexual y se deduce a partir de ella el criterio de un andlisis terminado. Una vez que Lacan Plantea la cuestién, afiade: épor qué hay que probar que una mujer tiene que tener un orgasmo para ser mujer? La critica de Lacan a la supuesta necesidad de servirse del orgasmo para dar Escaneado con CamScanner 1a definicion de qué es una mujer Constituye una anticipacié ; i ntici ja teoria lacaniana, que Concluye con la idea de que el eta mujer Se relaciona con el No toda en relacién al falo. En definiti | ntrar el andlisis en funcién del orgasmo es hacer apenas i variacion 3 la propuesta freudiana de la supremacia genital aie Lacan llamo “supremacia del falo”. a. Hay que situar el contexto en que Lacan hizo su planteamiento: era el afio 1966. En la época, se consideraba que se era una mujer sise accedia al orgasmo. Hay que convenir en que la teoria de la sexologia que apunta a encontrar el punto g como localizacién anat6mica del orgasmo —con la idea de que alli se sitéa el lugar del goce absoluto de la mujer—, lo que intenta buscar es una sime- tria en cuanto al goce con telacién al hombre. De hecho, algunos utilizan el término “eyaculacién” para indicar que los liquidos que libera una mujer durante el acto sexual son equivalentes a la eya- culacion en el hombre. éCémo se definiria qué es un hombre? Lo sorprendente —y que prueba una vez mds que el acceso al orgasmo es un prejuicio si se lo utiliza para definir a una mujer— es que el orgasmo no es jamas (0 lo es muy raramente) una referencia para definir un hombre. A nadie se le ocurriria definir un hombre en funcién del orgasmo. De hecho, hay que tener en cuenta cémo se refieren los hombres a la sexualidad en la clinica analitica. La clinica analitica es eso, un hecho de discurso. Por lo tanto, lo que cuenta es lo que se dice en los anilisis. El hecho es que los hombres. pueden evocar la impotencia sexual, es decir, las dificultades de erecci6n o las alteraciones en la eyaculacién (prematura o tardia) y,eventualmente, el mayor o menor placer, pero es raro que hablen en términos de orgasmo. Vale la pena indicar el modo en que los hombres hablan entre ellos. En lugar del orgasmo, la referencia es al numero de relaciones Sexuales, lo que indica la relacion con una medida eri Que estamos en la medida, estamos en la l6gica falica). Hay una expresi6n en francés, “partir a la caza”, para indicar el encuentro amoroso. Se indica incluso a veces él ‘cuadro de caza para eo €l numero de presas que uno tiene, lo cual es paradigmatico . Obsesivo, Algunos proceden como coleccionadores ¥ cuentan i r Cuantas parejas estuvieron. Lo que les queda de la ee 'o tanto, un numero. | El amor antes y después del andlisis Escaneado con CamScanner La identidad: de Freud a Lacan Ahora hablo del segundo ejemplo, que es més actual. Para explici. tarlo, partamos de esto: Lacan critic6 la nocién de “buen objeto”, 9 sea, la pareja que seria perfecta en el plano del deseo, el amor y e} goce, es decir, la que seria imposible de encontrar, incluso después, de haber hecho un anilisis. Ahora bien, existe incluso en algunos analistas lacanianos la idea de que el final de andlisis, en el caso de un sujeto obsesivo, seria poder amar a la mujer que se desea, Esta seria, en efecto, la salida perfecta de la degradacién de la vida amorosa en el hombre, ya percibida por Freud, y que implica una disociacién segun la cual el hombre desea a una mujer y ama a otra, En efecto, la convergencia en una mujer de la dimensi6n del amor yel deseo supone una salida de la degradacién amorosa. El proble- ma es que hay una contradiccién alli. O Lacan se equivocé con su teoria de la inexistencia del buen objeto —y en ese caso se puede decir que una mujer puede ocupar el lugar del buen objeto— o el buen objeto no existe y, por lo tanto, la idea de una mujer que ocupe ese lugar es una ilusién. Lo que digo es que no se puede seguir al mismo tiempo a Lacan y a la propuesta de esa corriente analitica que propone la solucién perfecta a la degradacién de la vida amorosa en el obsesivo. Por supuesto, hay cambios analiticos en la vida amorosa de estos sujetos. Lo que la clinica objeta es la existencia de la solucién per- fecta. En realidad, la proposicién de creer que se encontré el buen objeto es una version de la normalidad sexual. Poder concentrar en una mujer el amor, el deseo y el goce forma parte de un ideal inalcanzable (es cierto que es posible, en algunos casos —y aun asf esto dura un cierto tiempo— y no puede en ningtin caso con- vertirse en la regla de la finalidad del analisis). Retomo aqui lo que caracteriza la identidad sexual del hombre. De lo que se trata es de su relacién con el falo, lo que no quiere decir que su relaci6n sea con el érgano sexual, sino que su relacién con el mundo esta presidida con la légica falica, es decir, con la medida. De ahi que Lacan dé una definicién precisa y simple: un hombre es lo que esta en relacion con el falo. Se deduce, de lo precedente, que la anatomia no hace a la identidad, ya que hay quienes son hombres anatémicamente y no estan en relacién con el falo, del mismo modo que hay quienes son mujeres anatomicamente y estan en relaci6n con el falo. Por lo tanto, la definicién de Lacan excluye una identidad dada por la anatomia. Escaneado con CamScanner Por otra parte, en el seminario Adin (1973-1981), en el que Lacan da cuenta de lo que él llama “formulas de la sexuacién”, aparece, ademas de la telaci6n con el falo, una segunda condicién que va del sujeto dividido hacia el objeto a. Esto indica que un hombre es. aquel que esté en relaci6n con el falo y se dirige a una pareja que ocupa para el sujeto el lugar de objeto que causa el deseo. En el esquema que Lacan realiza de la sexuacién, en su parte superior hay dos formulaciones. La primera es: “Para todo X phi de X”. La segunda es: “Existe un X tal que no phi de X”. La primera formu- laci6n remite al conjunto de hombres. Este conjunto esta formado por elementos que tienen un denominador comin. Es la referencia alo dicho anteriormente, en términos de la relaci6n con el falo. Es decir, el elemento comtin es que todos los hombres estan sujetos ala amenaza de castraci6n. La segunda formulacion remite a la excepcidn, al hecho de que existe al menos uno que escapa a la amenaza. Es lo que Freud explica a partir del mito del padre de la horda primitiva. Su excep- cién es la de ocupar el lugar de poder gozar de todas las mujeres. La idea de la inscripcién de la amenaza de castracién supone la existencia de una ley que prohibe el acceso a una. En cambio, la posibilidad de la excepcién supone la ausencia de interdiccién. De eso se trata en el caso del fantasma de la neurosis. La excepci6n supone la inexistencia del imposible. Es decir, a través del fantasma el sujeto hace existir a uno que dice no a la castracién, que escapa. En ese sentido, el padre de la horda primitiva es una construccién y imaginaria del fantasma del sujeto. Si existiera, seria el padre sin _ limites en cuanto a su goce. La idea légica es que para fundar un Conjunto hace falta una excepcién que funcione como fundadora ese conjunto. Veamos como funciona la identidad sexual del lado de las mujeres. ican escribe La mujer barrando el La. Esto supone que la mujer No existe. Lo que existe son las mujeres. En el sentido en que la Excepcion femenina no existe. Dado que falta la funcién de excep- on del lado de las mujeres, la consecuencia es la inexistencia de lunto que tenga un denominador comtin equivalente a lo que | lado de los hombres. No existe entonces, del lado de la El amor antes y después del andlisis = Escaneado con CamScanner Ta identidad: de Freud a Lacan En consecuencia, existe un universal masculino, pero no uno fe. menino. En el cuadro de la sexuacién (figura 9.1), del lado de la mujer hay dos flechas: una que va hacia el falo y una que va hacia S del Otro tachado; esto quiere decir que la diferencia fundamental entre el hombre y la mujer es que la mujer esta en relacién con el significante que falta en el Otro. Asi, el ser femenino se define a partir de dos condiciones: la primera es estar en relaci6n con el falo, y la segunda es no estar tinicamente en relacién con el falo. Figura 9.1 Cuadro de la sexuacién ax Ox a ox vx ox Vx ox ea BM y [~~ a ja $y Fuente: Lacan, J. (1973-1981). Seminario Aun. p.95 De ahi, el paso de Lacan es proponer la posicién femenina como relativa al no toda (o sea, “no toda” en relacién con el falo). Asimis- mo, Lacan propone dos formulas en la parte superior del esquema de la sexuacién del lado de la mujer. La primera comporta una doble negacion. Es el modo ldgico de escribir la inexistencia de la excepcién fundadora de un conjunto del lado femenino y, por lo tanto, la inexis- tencia de un universal. La formula es esta: “No existe un X tal que no phi de X”. No existe, entonces, lo que funcione como excepcién que escapa a la castracion. La segunda formula indica la ausencia de un conjunto. Asi como todo elemento del lado masculino supone la relaci6n con el falo, del lado femenino hay una inexistencia. Para decirlo de otro modo, si lo que falta es el elemento comin, cada mujer puede ser considerada como una excepcion. Escaneado con CamScanner Esto es lo que capté Don Juan. El éxito de Don Juan iferen- cia con el obsesivo, que reside en que Don Juan pe aenaae mujeres: cada una funciona como excepcién y eso es lo que él le hace sentir a cada una de ellas. Esta es la razon Por la que Lacan designé a Don Juan como un fantasma femenino. En definitiva, {cual es la diferencia entre Don Juan y el obsesivo? Para el obse. sivo se trata de “cada vez una més”, en un intento por completar la falta. Lo que cuenta es una més, poco importa como sea. Esto pone a la mujer en un lugar de objeto, tratada como un desecho, sin diferencias entre una y otra y es, por lo tanto, intercambiable. A Don Juan, por el contrario, lo que le interesa es la diferencia que cada mujer encarna; en ese sentido, su preocupacién no es acumularlas y su légica se ordena a partir de la castracion (no para completarla, sino para hacerla existir). Es decir, lo que lo guia es la busqueda de descompletar. Ahora bien, en términos de identidad uno puede perfectamente ser un hombre anatomicamente y situarse del lado femenino. No hay necesidad de pasar por una operacion para ello. Es suficiente con estar en posicién de “no toda” en cuanto a la funcién falica. Evidentemente, no se trata de una cuestién de decisién. Al mismo tiempo, esto abre un interrogante sobre el devenir de la identidad en el final del andlisis, ya que la practica del andlisis promueve una salida del enclaustramiento falico. En cierta medida, se puede decir que un andlisis promueve la posicién del no todo falico, lo que constituye un obstaculo, en términos generales, para el andlisis de sujetos obsesivos. También es cierto que hay un obstaculo especifico en la histeria. Es paradigmatico de la clinica de la histeria la dimension sefialada Por Lacan a partir de la formula “La histérica hace huelga con su Cuerpo” (1970-1992, p. 99). Se indica, asi, una posicién deter- minada por el inconsciente, segin la cual la histérica es capaz de amar, pero al mismo tiempo sustrae su cuerpo aun en los casos existe: es suficiente con saber esperar. Este modo de vivir I Con el soporte del fantasma esta en la base de muchas IS de la vida amorosa. z & 9 Escaneado con CamScanner Lo que es capital es percibir que la finalidad del andlisis est4 mas alla de la elecci6n de una pareja, y que la orientaci6n de la experien- cia esta dada por la eleccién del sexo. Tal eleccién indica la posicién del sujeto en relacién con el ser hombre o mujer partiendo de lo siguiente: existen dos dimensiones en esa eleccién. Una dimensién es la eleccién de los sembiantes y la otra es lo que podemos llamar “lo real del sexo”. La eleccién de los semblantes es la parte en que el sujeto es més libre. Es su presentacidn, lo que da a ver el Otro en cuanto a su posicién sexual. Lo real, en cambio, no se elige. Si bien la eleccién del sexo concierne a la eleccién de los semblantes, hay una dimensién a la que el sujeto debe necesariamente acomo- darse: es lo real del sexo, que es lo real del sintoma... es decir, la relacién que cada uno mantiene con lo que no va. Por supuesto, lo real no es el acomodamiento y hay diferencias en cuanto a cémo acomodarse. Por ello, Lacan introdujo la dimensién de la responsabilidad en cuanto a lo sexual. El término “respon- sabilidad” implica la respuesta propia a cada uno en cuanto al enigma sexual y se siti en la ausencia de la garantia del Otro. Por supuesto, el sintoma no debe ser entendido como aquello que perturba, sino mas bien como la invencién singular que opera de manera que incluye el goce’ parasitario del cuerpo. En efecto, lo sexual hace sintoma en la medida en que cada uno tuvo en su infancia un encuentro con un goce inédito. Lo que es inédito es la emergencia de goce en la infancia, cuando nada la preparaba. La experiencia de lo inédito también es perceptible en el encuentro de goce con la pareja sexual. Al mismo tiempo, cabe subrayar que un anlisis puede crear las condiciones para el encuentro con un goce inédito. Ahora bien, nada asegura que la conclusién de un andlisis suponga haber encontrado una pareja sexual, ni que sea una condicién para que la experiencia llegue a su término. Para terminar, se puede afirmar que no hay salida a los impases del amor si no se tiene en cuenta un nuevo anudamiento, efecto del andlisis, entre el sujeto y su modalidad de goce. Es la mayor certeza a la que se puede acceder: que un sujeto vaya, en el analisis, mas alld de los semblantes. La experiencia analitica nos da signos de ese momento. De lo que se trata es del acceso a la certeza de que el goce absoluto no existe, que el Otro encarnado por el analista no es mas que el lugar al que dirijo mi pregunta. Dicho de otro modo, el Otro funciona mas como mi pareja de Escaneado con CamScanner amor: es el momento en que cae la transfe i ; 7 de amor. Pero, sobre todo, lo que caine ag 0 a saree damental del sujeto que si él no goza suficientemente es in fun- el Otro se lo impide. Es decir, no existe mas porque cayé oe ‘ supuesto sustraerme mi satisfaccion. ooo Encontramos ahi los signos de lo que Lacan avanz6 con su con- cepcion del identificarse con el sintoma. Se trata del objetivo final de un andlisis y supone el acceso a una certeza. Este identificarse comporta una dimensién que seria del orden del “uno lo sabe”, y al mismo tiempo un saber hacer con el goce. Por ello, sostengo que identificarse con el sintoma al final del andlisis concierne a una identificacin con el “mas de goce” con relacién al ser sexual. Si antes me referi a un nuevo anudamiento entre el amor y el goce, es porque de lo que se trata es del pasaje del semblante al sintho- me. Dicho de otro modo, la nueva forma de identificacién, con el mas de goce, como efecto del andlisis, produce una adecuacién en el amor que ya no es de espejismo, al mantener, por un lado, lo que constituye lo Uno del sujeto —su esencia irreductible—, y, por otro, la aceptacién del goce del Otro en tanto que diferente e igualmente irreductible. Es seguro que un analisis, si es llevado ~ hasta su término, cambia la certeza del sujeto. El sujeto abando- Na la certeza que podia tener sobre su goce, lo que propicia una apertura en relacién con el amor y da una posibilidad para que el _amor, como dice Lacan, vaya del ser al ser (lo que no es igual que “el amor de lo mismo”). Dar una posibilidad no es lo mismo que prometer una pareja. Dar una posibilidad es la propuesta ética del icoandlisis. Y no es poca cosa, ya que se trata de la promesa oe Una posible invencién, singular, por lo tanto, que anude el goce, el amor y el deseo a aquellos que tengan la aptitud de perseverar Con el andlisis y consientan ir hasta su conclusion. Escaneado con CamScanner \amor antes y después del andlisis

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