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13 - Marketing Cultural
13 - Marketing Cultural
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define el gestor. No hay criterios objetivos para definir este concepto: podría ser
alcanzar un nivel de público determinado, o un determinado nivel de impacto en
medios de comunicación o un nivel de ingresos o de beneficios, etc. Eso sí, el
primer paso en el diseño de un plan de marketing cultural es conocer nuestro
objetivo: incrementar la audiencia en un determinado %, fidelizar la audiencia, etc.
• ¿En qué sector estamos? El mejor colectivo para responder esta pregunta son
nuestros consumidores. Es habitual cometer este tipo de errores de perspectiva:
quizás usted crea que está vendiendo un museo, pero lo que vende es una
plataforma en la que compartir experiencias sociales. Es posible que sea diseñador
de páginas Web, pero los consumidores le ven como un consultor de marketing…
hay que tener en cuenta, que su visión es la correcta. Es importante escuchar a los
clientes para saber qué es lo que ellos valoran en su actividad cultural: la cercanía,
la buena organización, los lugares seleccionados para desarrollar las actividades,
la oferta de un espacio en el que compartir aficiones, etc. Si descubres lo que
realmente estás haciendo por ellos, esta será la misión de tu organización.
• ¿Cómo trabajaremos? Debemos tener claros cuales son los valores de nuestra
organización, es decir, cómo vamos a conducir nuestra organización para
conseguir el éxito.
Estas son algunas reflexiones iniciales al diseño del plan de acción. Tenemos que
tener presente que el plan estratégico ha de ser tan flexible, adaptable y fácil de cambiar
como el entorno en el que desarrolla su actividad.
Una vez realizados los planteamientos iniciales de gestión, podemos marcar las
etapas a seguir en el diseño de un Plan de Marketing Cultural:
Etapa 4. Control. Consiste en medir las acciones desarrolladas y realizar los ajustes
necesarios para la siguiente temporada.
ANÁLISIS ESTRATÉGICO/
DIAGNÓSTICO
Finalidad:
PLANIFICACIÓN
Anticiparse / responder al entorno
Aprovechar las oportunidades
Utilizar mejor los recursos internos
Supervisión de resultados
CONTROL
Diseño de acciones correctoras
Para construir esa experiencia, tenemos que planificar dos grandes tipos de
estrategias:
• Estrategias instrumentales: que incluyen la gestión de las siete herramientas del
marketing, variables controlables del marketing cultural.
• Estrategias de grupo: que incluyen todos los grupos de interés (stakeholders) con
los que la entidad cultural mantiene o podría mantener algún tipo de vínculo.
Comunicación
producto personas
Consumidor cultural
Competencia
Proveedores
Entorno
precio Centros educativos físico
Organizaciones públicas
Organizaciones privadas
Relaciones internas
Distribución Servucción
Comunicación
caso de los museos, en los que el trato con el cliente es parte inseparable de la entrega
del servicio.
Throsby (2001) destaca un aspecto que explica en gran medida el peculiar carácter
multifacético de los productos culturales: el valor cultural, que va más allá del valor
estrictamente económico y que incorpora los siguientes aspectos:
• Valor estético: Hace referencia a los valores relacionados con la belleza y la
armonía. En la valoración de este concepto se incluyen factores como el entrono de
consumo del producto cultural, que en ocasiones resultan determinantes en la
experiencia de consumo, tal y como analizaremos en el capítulo 8.
• Valor espiritual: Que desarrolla el sentido de pertenencia a un colectivo, a una
Web del área de investigación y extensión educativa del Museo Thyssen-Boremisza, uno de los museos españoles que más
fuerte están apostando por trasladar sus programas educativos a la Red y por la utilización de las aplicaciones Web 2.0..
Resulta especialmente destacable:
1. - El repositorio de Contenidos educativos es una línea de tiempo interactiva en la podemos navegar a través de artistas,
obras y estilos presentes en el museo.
2. - Los juegos interactivos , como el misterio de las miradas en el Thyssen o El caso del ladrón de medianoche en los que la
solución de un misterio es la excusa para conocer e investigar acerca de las obras del Museo.
Desde el enfoque dado a este módulo, lo más importante es que el gestor tenga
presente las cualidades que presenta el producto que va a gestionar, tanto en lo que
respecta a los valores culturales como en la dimensión de gestión (como producto que se
ha de planificar y gestionar).
a. Principios estratégicos.
• Cualquier producto cultural ha de ser concebido como un servicio.
• La innovación abierta acelera e intensifica el crecimiento y la innovación de
servicios, fomentando la especialización entre los clientes, proveedores,
productores de bienes y servicios complementarios y otros terceros del entorno
empresarial, lo que da lugar a una gama de lección más amplia y diversa para los
clientes.
• La innovación de servicios eficaz requiere nuevos modelos de gestión que se
beneficien de las iniciativas de la innovación interna y estimulen las actividades de
innovación externa que añaden valor al negocio.
b. Principios tácticos.
• Identificación de los agentes de interés (stakeholders): análisis de las relaciones
que marcan la actividad de la organización cultural bajo el siguiente planteamiento
¿qué agentes necesito en el desarrollo de mi actividad?.
• Planificación de estrategias de ganador – ganador con cada uno de los agentes de
interés. La planificación de las relaciones con cada uno de los agentes de interés
(stakeholders) ha de partir de la siguiente premisa: para que la relación se
mantenga a largo plazo, resulta imprescindible que en cada intercambio, todos
ganen. Es decir, una compañía que decide actuar en un especio escénico, debe
Relaciones con
Relaciones
proveedores /
internas
creadores
1. Público potencial: Es aquél que, por sus características, podría ser consumidor del
museo que pretendemos hacer llegar al mercado. Responde al perfil de consumo, pero
por circunstancias desconocidas, no ha dado el paso de la potencia al acto, es decir, no
ha consumido nunca ningún producto de los que oferta nuestra organización.
2. Público ocasional o esporádico: Se caracteriza por haber mantenido con la
organización alguna relación de consumo, pero no responde a ningún tipo de hábito de
consumo, aunque sea esporádico. Sus relaciones con la organización son meramente
transaccionales: pagan por asistir a espectáculos. Lo más habitual es que consuman
productos culturales de gran difusión mediática, atraídos por la influencia de los medios o
de otros instrumentos de comunicación.
3. Público activo: Este colectivo mantiene una relación cercana y estable con la
organización cultural, se encuentra satisfecho con el servicio recibido y además adopta un
papel activo como divulgador, desempeñando una importante labor de marketing: tanto es
así que a esta figura se le denomina “personal de marketing a tiempo parcial”1 por
entender que realiza una labor de comunicación muy importante para una organización
que comercializa intangibles como la que nos ocupa (son prescriptores). A este nivel las
1
Gummesson (2008) denomina a los clientes que difunden información positiva sobre los productos de una
organización como “part – time marketer” (especialistas de marketing a tiempo parcial), por considerar que realmente
éstos están desarrollando una función importante en el ámbito de la comunicación del producto. En el caso de los
servicios culturales, la experiencia de personas cercanas que han consumido el producto constituye una de las fuentes
de información de mayor valor y por tanto, más determinantes en el proceso de decisión de adquisición de un producto
cultural.
a. Estrategias de captación.
Las estrategias de captación tienen como fin introducir al cliente en el consumo
de una actividad cultural específica. En términos del comportamiento del consumidor,
pretendemos que el proceso llegue a la decisión de comprar / asistir y para ello debemos
emplear nuestros conocimientos sobre cada una de las fases que integran el proceso para
conseguir inicialmente dos objetivos:
Una vez conseguidos estos dos objetivos, en otras fases posteriores gestionaremos
la continuidad de la relación.
El principal reto que se nos plantea en este ámbito consiste en romper la barrera
de la percepción, es decir, conseguir que el cliente se plantee el consumo del producto
cultural (visitar el museo, disfrutar de lo beneficios que le puede ofrecer esa experiencia)
como una alternativa en el momento de decisión de consumo de ocio.
Los estudios sobre el proceso de decisión del cliente cultural nos indican que en el
consumo de actividades culturales los beneficios buscados más frecuentes por los
clientes son: entretenimiento, desarrollar una afición, aprender, ver artistas conocidos y
relacionarse con amigos. Si tenemos en cuenta que nos estamos dirigiendo a un público
que nunca ha consumido una actividad cultural, entendemos que será especialmente
difícil que, para satisfacer las necesidades expuestas, se plantee ir a un museo o un
teatro.
El reto, por tanto, reside en conseguir captar la atención del cliente y que este
pruebe el producto que le ofrecemos, solo así podremos iniciar la vinculación con nuestra
organización.
Esta difícil misión ha de estar basada en el conocimiento del mercado. Las
investigaciones desarrolladas en este ámbito nos indican las siguientes claves:
1. La imagen de la organización cultural: para los consumidores es muy importante
compartir las actividades culturales con personas parecidas a ellos, de su mismo estilo.
Los servicios culturales se caracterizan porque los públicos consumen
simultáneamente la misma actividad. Es decir, que en la asistencia a un concierto,
b. Estrategias de vinculación.
Una vez iniciado el cliente en el consumo del producto cultural, se inicia una nueva
fase: la vinculación. El cliente ya cuenta con una experiencia en el consumo del servicio y,
si su satisfacción global ha sido positiva habremos conseguido dos objetivos:
• Romper la barrera de la percepción, de manera que la decisión de consumo
futuro es bastante elevada.
• Iniciar la construcción de las relaciones con el cliente.
El paso de público ocasional a público activo está marcada por la aparición de una
relación de tipo emocional con el cliente, de tal manera que en su relación con la
organización comienzan a valorarse aspectos que no están relacionados exclusivamente
con la satisfacción del producto: el cliente se identifica con la marca, confía en la selección
de productos que le ofrece la entidad cultural y se preocupa por el futuro de ésta, ya que
ahora forma parte de sus planes de ocio.
El objetivo que va a marcar la gestión de esta fase en las relaciones va a ser
desarrollar vínculos entre el público y la organización hasta alcanzar el máximo nivel de
cooperación deseado por éste.
Las relaciones en este ámbito tienen las siguientes características:
1. En general, resulta sencillo intensificar las relaciones en esta fase. Las
investigaciones demuestran que, en el ámbito cultural, los consumidores habituales
4. El incremento de las relaciones con el público hará que éste sea cada vez
menos sensible a las acciones de otras ofertas de ocio alternativas y más sensible
a las acciones de la organización cultural.
Las estrategias que se han de desarrollar para vincular a los públicos pueden ser
muy diversas, tanto como la realidad a la que se enfrenta cada gestor. Algunas acciones
que pueden ser útiles en este sentido son las siguientes:
Estos cuatro niveles de competencia quedarán mucho más claros con un ejemplo:
supongamos que un joven trabajador de 30 años, residente en tu ciudad, se enfrenta a la
decisión de qué hacer un viernes por la tarde. Un primer nivel de decisión se sitúa entre
invertir su tiempo en actividades domésticas o actividades de entretenimiento (este sería
el primer nivel de competencia: los deseos). Una vez que el deseo se ha dirigido hacia el
entretenimiento, aparecen en escena los competidores genéricos: ver la televisión, alquilar
una película de vídeo, ir al cine, etc. Estos serían los competidores genéricos.
Supongamos que el joven opta por asistir a un museo, estaríamos ya en un nivel de
competencia entre modalidades culturales sustitutivas. ¿Cuáles serían estas
modalidades?. El cliente es el que nos debe dar la información sobre lo que para él son
actividades sustitutivas, es decir, que pueden satisfacer deseos similares. Finalmente,
cuando el consumidor se enfrenta a la elección entre organizaciones culturales concretas
que ofrecen exposiciones atractivas para él, nos situamos en el nivel de competencia
entre modalidades culturales sustitutivas.
competencia y cooperación, no sólo para crear una nueva palabra sino para crear una
nueva forma de partenariado”. Entendemos como partenariado la colaboración entre
agentes del mismo sector con el fin de desarrollar relaciones beneficiosas para todos.
“estrategia del océano azul” para hacer referencia a que las mejores oportunidades del
mercado no se encuentran en el desarrollo de acciones agresivas con aquéllos que
ofrecen lo mismo que nosotros, sino en buscar nichos de mercado desatendidos en los
que desarrollar nuestras estrategias competitivas. Este concepto es el que tenemos que
tener presente en el entorno cultural: son muchas las posibilidades de alianzas que nos
permitan diseñar estrategias atractivas para el cliente, tan sólo depende de la capacidad
del gestor cultural para identificar necesidades desatendidas, mercados latentes cuyo
potencial aún no se ha desarrollado e integrar a los competidores de tal manera que todos
ganen.
precio del producto, los públicos objetivo, etc. En definitiva, determinan el uso de algunas
de las herramientas de marketing, y por lo tanto el diseño de la estrategia de
comercialización del producto de ha de realizar de forma coherente con las políticas
marcadas.
Facturación
Recepción
de
Pago
pedidos
Consulta
Producto
Información básico
P. Periféricos
Excepciones Asesoramiento
Custodia
Los productos periféricos que integran el nivel 2 pueden ser de distinta naturaleza,
aunque lo más frecuente es que esta dimensión la integren productos con un mayor
componente de intangibilidad (servicios). Lovelock y Witz (2010) establecen ocho
categorías básicas de servicios complementarios:
a. Información.
El cliente necesita, para obtener el máximo valor de cualquier producto cultural,
disponer de toda la información relevante sobre las características del servicio y sobre la
forma de consumo del mismo. En el caso de los consumidores potenciales, este servicio
complementario adquiere una mayor relevancia, ya que su nivel de desconocimiento es
mayor. Entre los elementos de información más relevante nos encontramos con:
direcciones sobre localización del producto, horarios, precios, instrucciones de uso /
consumo, advertencias, condiciones de venta, notificación de cambios, documentación,
etc.
b. Recepción de pedidos.
Una vez que el cliente ha tomado la decisión de compra, el proceso de recepción
de pedidos debe caracterizarse por la eficeincia y la rapidez, con el fin de que el cliente
incurra en los menores costes físicos y mentales. Estos innecesarios costes del servicio
pueden reducir considerablemente el valor del mismo para el cliente. En este contexto, la
tecnología ofrece una gran oportunidad para aportar valor al servicio, facilitando la
actividad de recepción de pedidos tanto para el cliente como para el oferente. El único
inconveniente que encontramos en la aplicación de las nuevas tecnologías a este ámbito
es que aún existe un amplio sector de la población que se muestra muy inseguro con
respecto a la adquisición de servicios a través de estos nuevos medios, y esta
inseguridad, en la mayoría de los casos se debe a la falta de una prueba tangible de la
compra. Es importante tener presente esta información para tratar de reducir al mínimo las
barreras que pueden suponer para el cliente. Los elementos que configuran los servicios
complementarios de recepción de pedidos pueden clasificarse el tres grupos: reservas e
inscripciones (de asientos, de entradas, de visitas guiadas, etc.), órdenes de entrada
(cumplimentación de formularios (por Internet, teléfono, etc.) o solicitudes (de pertenencia
a clubs, programas educativos, etc.).
c. Facturación.
Los clientes quieren facturas claras y puntuales, en las que se detallen todos los
cargos. Cualquier fallo en este sentido puede crear insatisfacción en el cliente. La
actividad de investigación de marketing, en este aspecto, estará dirigida a conocer el tipo
de información que el cliente desea que aparezca y con qué tipo de orden desea que
aparezca. Entre los elementos de facturación más habituales nos encontramos con:
posibilidad de autofacturación, facturas individualizadas, posibilidad de consulta de
históricos (cuántas entradas ha adquirido el cliente individual u organizacional en los
últimos tres meses), etc.
d. Pago.
La facilidad y la comodidad de pago son exigencias crecientes de los clientes en
una gran variedad de servicios. Son muchas las opciones que se pueden desarrollar en
torno a este concepto: pago a través de máquinas expendedoras (haciendo uso de
efectivo o de tarjetas de crédito o débito), pago a través de intermediarios (entidades
financieras), pago directo en la propia organización oferente de servicios (en efectivo, con
tarjeta, cheques, etc), pago a través de internet, etc.
e. Consulta.
En contraste con el servicio de información, que hace referencia a la difusión de
información simple, que viene a satisfacer necesidades de conocimiento básicas y
El sistema de producción del servicio nos permite identificar con mayor facilidad los
elementos más relevantes del proceso, así como los espacios en los que puede surgir con
mayor facilidad problemas, y las vías de solución de dichos problemas. Fisk, Grove y
John (2008) conciben el proceso de prestación de servicios como un teatro (metáfora
usual en este ámbito), y desarrollan el que han dado en llamar Modelo del teatro de los
servicios (Figura 7). En este modelo, podemos distinguir dos zonas claramente
diferenciadas: el escenario (que es la parte visible para el cliente) y los bastidores (que es
la parte no visible). De la combinación de ambos surge la actuación, que sería el sistema
de producción de servicios completo. Ambas zonas se encuentran separadas por la
denominada línea de visivilidad, que separa la parte visible del sistema (parte que el
público ve) de la parte no visible (que resulta necesaria para la producción del servicio,
pero resulta invisible a los ojos del consumidor).
Actuación
Escenario
Actores Público
otros costes asociados al acto de compra: desplazamiento (en taxi, en parking, etc.),
canguro (si es que tiene niños pequeños), quizás un tiempo previo o desplazamiento en
fecha anterior para realizar la compra, tiempo invertido en esta actividad y no en otra
(coste de oportunidad, lo que he dejado de hacer por asistir a un espectáculo) etc. Todos
estos costes, denominados no monetarios, aunque algunos sí que suponen implicaciones
económicas para el consumidor han de ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar la
política de precios.
• Los costes intangibles: Los costes psicológicos (voy a pagar tiempo y dinero por un
producto que no sé si me va a satisfacer) y las dificultades de organización (cómo
organizar el tiempo libre) nos lleva a considerar que en el ámbito del ocio se está
compitiendo en el valor del tiempo de la misma manera que se compite por el valor
del dinero. El estudio realizado sobre el consumidor de artes escénicas en España
(Quero, 2003) pone de manifiesto que el precio es sólo un obstáculo para los
consumidores más intensos y el estudio realizado por el Arts Council of England
(2007), se identificaba la pobreza de tiempo como barrera clave al consumo de
actividades culturales para prácticamente todas las clases sociales, junto a la falta
de interés y de salud. El precio tan sólo era excusa para el 6 % de la población.
• Los costes de pagar: Además del precio económico, no se suele hacer referencia a
los costes que, en múltiples ocasiones se carga al consumidor por adquirir una
entrada. En general, las nuevas tecnologías aplicadas al pago de los productos
culturales no han redundado en una disminución del precio (por la mayor eficiencia
que suponen) y se siguen mostrando acciones de inflexibilidad impropias del
mercado actual. Por ejemplo, el hecho de que no se puedan devolver las entradas,
que en otra época y con otras limitaciones era comprensible, hoy día son
Partiendo de este análisis del precio como instrumento, nos puede resultar útil
conocer las estrategias que podemos utilizar en nuestra relación con el público:
e. El precio público.
Si bien la determinación de la estrategia de precios en ocasiones es una elección
del gestor cultural, en muchos casos también viene determinada en ocasiones por el
sistema, que determina los valores económicos de los precios con diversos fines sociales
o políticos.
9. La distribución en los museos.
Intermediario 1
Intermediario
Intermediario 2
el producto. En este caso se hace algo más compleja la distribución, pero ganamos en
accesibilidad al mercado y exposición del producto.
c. Distribución intensiva: consiste en hacer que la exposición del producto sea
máxima. El cliente lo puede ver y comprar prácticamente en cualquier distribuidor. En este
caso ganamos en accesibilidad al cliente, pero se hace más difícil controlar la entrega del
producto y la información.
La selección del tipo de canal y la estrategia va a depender de múltiples factores:
amplitud del público objetivo, nivel de concentración, etc. En general, la incorporación de
intermediarios aporta múltiples valores pero puede reducir el control del producto y las
relaciones con el cliente.
BIBLIOGRAFÍA
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Educathyssen, sitio web disponible en http://www.educathyssen.org/
Dosdoce, sitio web disponible en http://www.dosdoce.com/
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Te anotamos las preguntas del test de autoevalución para que puedas estudiarlo y ensayar con
las preguntas antes de realizarlo.
3. De las siguientes actividades, indique cuál de ellas no pertenece a la etapa de planificación del
plan de marketing:
• Determinar los objetivos generales y específicos.
• Formulación de la estrategia de marketing y Establecimiento de programa detallado de acciones y
presupuestos.
• Todas las anteriores.
4. El modelo 7+7 de planificación de estrategias del marketing en el sector cultural clasifica las
estrategias en dos categorías. ¿Cuáles son?.
• De comunicación y distribución.
• Instrumentales y de grupo.
• De precio y producto.
5. Desde una perspectiva general, aplicable a cualquier entidad cultural, identificamos varias
relaciones con grupos de interés. Señala la respuesta correcta:
• Estas relaciones son con el consumidor cultural, con la competencia, con los proveedores, con los
centros educativos, con las organizaciones públicas, con organizaciones privadas y relaciones
internas.
• Estas relaciones son con el consumidor cultural, con los centros educativos, y organizaciones
públicas y privadas.
• Estas relaciones son exclusivamente con el con el consumidor cultural y los centros educativos.
6. El producto cultural cuenta con características que lo diferencian de otros productos del mercado.
Entre otras: (señala la respuesta correcta).
• Hace referencia a la generación y comunicación de un significado simbólico.
• Es heterogéneo y por lo tanto su percepción podrá diferir entre segmentos de consumidores.
• Todas las respuestas son correctas.
7. De los siguientes valores, indique cuáles no forma parte del valor cultural de un museo:
• Valor estético, espiritual, social e histórico.
• Valor de autenticidad y simbólico.
• Todos los anteriores forman parte.
10. En la gestión de relaciones con consumidores en los museos ¿Qué tipo de público presenta un
mayor nivel de vinculación con la organización?.
• Público ocasional o esporádico.
• Público comprometido o socio.
• Público activo.
11. ¿Para qué tipo de público de museos se diseñan las estrategias de atracción?.
• Público esporádico.
• Público activo.
• Público potencial y ocasional.
•
12. El análisis DAFO consiste en:
• Evaluar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de la organización.
• Evaluar las acciones desarrolladas y realizar los ajustes necesarios.
• Ninguna de las dos respuestas es correcta.
13. Cuando un museo ofrece un servicio de guardarropa a los clientes que desean visitar el museo,
se esta ofreciendo un servicio periférico del tipo…
• Excepciones.
• Custodia.
• Básico.
15. *A través del establecimiento del precio las organizaciones se posicionan con respecto al resto
de organizaciones que operan en su mismo sector en términos de calidad, tamaño, imagen,
reputación, etc. Esta estrategia responde al nombre de:
• Estrategia de precio de competencia.
• Estrategia de precio de producto.
• Estrategia de precio indiscriminado.
PRÁCTICA
Proyecto de Plan de Marketing
Nota: Para la realización de este ejercicio tienes que tener en cuenta que los ensayos deberán estar
redactados con letra “arial 12” y un interlineado de 1,5. Cada uno de ellos debe tener una extensión
como mínimo de 4 páginas y como máximo de 10.