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Derecho Procesal (13 A 27) .1
Derecho Procesal (13 A 27) .1
PENAL
TUTORÍA Nº 6
A) Denuncia: Es una obligación/deber que impone el Estado para obtener la cooperación ciudadana en la
lucha contra el Delito.
Dis8ngue la ley 3 grupos de personas a quien impone la obligación de denunciar los Delitos públicos:
Personas que hubiesen presenciado su perpetración.
Personas que por razón de su cargo, profesión u oficio tuvieran no8cia de algún delito público.
Los que por cualquier medio diferente de los enunciados tuvieran conocimiento de la
perpetración del Delito.
La obligación general de denunciar los delitos públicos incumbe de manera especial a los funcionarios de la
llamada policía judicial, quienes formarán un atestado de las diligencias que prac8quen (art. 284).
Pero, al mismo 8empo, la ley establece tres excepciones a esta obligación:
Por incapacidad o insuficiencia mental: Los impúberes y los que no gozaren del pleno uso de su
razón.
Por razón del parentesco:
El cónyuge del delincuente,
Los ascendientes y descendientes consanguíneos o afines del delincuente y sus
colaterales consanguíneos o uterinos y afines hasta el segundo grado inclusive.
Los hijos naturales respecto de la madre en todo caso, y respecto del padre cuando
estuvieren reconocidos, así como la madre y el padre en iguales casos.
Por virtud del secreto profesional:
Los Abogados y Procuradores respecto de las instrucciones o explicaciones que
recibieren de sus clientes.
Los Eclesiás8cos y Ministros de cultos disidentes respecto de las no8cias que se les
hubieren revelado en el ejercicio de las funciones de su Ministerio.
Por otro lado ha de tenerse en cuenta que la denuncia no cons>tuye siempre un deber y puede ser una
facultad de ciertas y determinadas personas, a cuya voluntad se deja la persecución en el caso de los delitos
semipúblicos y determinadas delitos leves.
• B) La Querella.- Conforme a lo dispuesto por
los artículos 270 y 271 de la LECrim pueden
querellarse:
– el Ministerio Fiscal,
– los extranjeros ofendidos y
– todos los ciudadanos españoles «hayan sido
ofendidos o no por el delito».
• Esta diversidad de sujetos querellantes obliga
a una primera sistematización de las querellas
en públicas y privadas.
A) La querella pública o «acción popular»
•Se en3ende por «querella pública» la que, al
amparo de lo dispuesto en el ar9culo 101 de la
LECrim, puede deducirse por cualquier ciudadano
no ofendido por el delito (véase Lec. 8.II.1.A.a).
– La obligación de sa&sfacer fianza es tan sólo exigible en la querella pública o popular, así
como, en principio, con respecto a la querella privada de los extranjeros.
– Podrá prestarse en alguna de las modalidades del arBculo 591 de la LECrim (personal,
pignora&cia e hipotecaria) en la forma prevista por la LEC (art. 764.2 LECrim).
• Si la cuanBa de la fianza fuere adecuada, su no sa&sfacción dentro del plazo indicado por el Juzgado
ocasionaría el «abandono de la querella» (arts. 275-276 de la LECrim) pero a los solos efectos de no
tener al querellante como parte acusadora.
– admisibilidad (inadmisión)
• por falta manifiesta de legitimación activa (art. 104 de la LECrim), de presupuestos
procesales, tales como la «licencia» del artículo 215.2º del CP, falta de
representación procesal o de competencia o existencia de litispendencia,
incumplimiento de determinados requisitos, como es el caso de la identificación y,
en su caso, ratificación del querellante.
La Policía podrá prac1car las diligencias que es1me necesarias y recabará los efectos,
instrumentos y pruebas necesarios. Estas diligencias se documentarán en un atestado, extendido
en papel común y firmado en todas sus hojas por el redactor.
La existencia de defectos o irregularidades en la elaboración formal del atestado no
implicará la nulidad de actuaciones.
El atestado, en la medida que refleje los pormenores de la comisión de un hecho posiblemente
cons1tu1vo de infracción penal, tendrá el valor de mera denuncia.
Pero no debe olvidarse que las restantes actuaciones de la Policía Judicial -y
singularmente las prac1cadas en virtud de órdenes recibidas de la Autoridad judicial en
el seno de procedimientos ya iniciados-, carecerán de tal valor, teniendo en cambio el de
“declaraciones tes1Hcales en cuanto se refieran a hechos de conocimiento propio” (art.
297.2’).
Incoación de Oficio
Tan pronto como los Jueces de Instrucción o de Paz, en su caso, tengan no1cia de la comisión de
un delito,
el Secretario Judicial lo podrá en conocimiento del Fiscal de la respec1va Audiencia, y
dará además, parte al Presidente de ésta de la formación del sumario, suficientemente
expresiva del hecho, circunstancias y su autor, dentro de los 2 días siguientes al que
hubiere principado a instruirle. Los Jueces de Paz darán cuenta inmediata.
Los jueces de Paz darán cuenta inmediata de la prevención de las diligencias al juez de
instrucción que corresponda.
TEMA 14
LA FASE INSTRUCTORA: (I)
• - Concepto: conjunto de actos de inves8gación, prac8cados por el Juez de Instrucción, que suceden
tras el Auto de incoación y se ex$enden hasta el Auto de conclusión o de sobreseimiento y que,
mediante la determinación del hecho punible y la de su presunto autor,
• Para que no quede comprome8da la imparcialidad del órgano decisor, el derecho fundamental al
Juez legal «imparcial» y el no menor principio cons8tucional «acusatorio» exigen que, a fin de
evitar el prejuzgamiento acerca de la culpabilidad del imputado, la fase instructora sea
encomendada a un órgano jurisdiccional disBnto del de enjuiciamiento.
• En nuestro ordenamiento procesal, dicha facultad se otorga al Juez de Instrucción (art. 303),
auxiliado por la policía judicial (que con carácter previo al sumario ha de concluir sus diligencias
policiales de prevención reguladas en los arts. 282-298), si bien en el proceso penal de menores la
fase instructora fue encomendada por la LO 5/2000 al Ministerio Fiscal, quien prac8ca los actos de
inves8gación, reservándose el Juez de Menores la competencia sobre la adopción de las medidas
limita8vas del ejercicio de los derechos fundamentales (prisión provisional, entrada y registro, etc.).
• FUNCIONES DE LA FASE INSTRUCTORA
– Vienen enunciadas en el art. 299 LECrim:
• «constituyen el sumario las actuaciones encaminadas a preparar el juicio y
practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con
todas las circunstancias que puedan influir en su calificación, y la culpabilidad
de los delincuentes, asegurando sus personas y las responsabilidades
pecuniarias de los mismos».
•Y atendiendo a un criterio objetivo o procedimental pueden distinguirse las siguientes fases instructoras:
– a) el sumario ordinario, que ha de incoarse ante la sospecha de la comisión de un delito muy grave (con pena privativa
de libertad superior a los nueve años: art. 757), y que no sea de la competencia de la Ley del Jurado;
– b) la Instrucción Complementaria de la Ley del Jurado, (Diligencias de Investigación) que ha de practicarse cuando el
objeto del procedimiento lo constituya alguno de los delitos de la competencia de este Tribunal contemplados en el
art. 1 de la LO 5/1995, del Tribunal del Jurado;
– c) las Diligencias Previas del procedimiento abreviado, que es el procedimiento adecuado para el enjuiciamiento de
delitos de la competencia de los Juzgados de lo Penal y de las AP siempre y cuando la pena objetiva privativa de
libertad no exceda de los nueve años (art. 775 en relación con el art. 14.3);
– d) las Diligencias Urgentes de los juicios rápidos cuando se trate de alguno de los delitos contemplados en el art. 795
y se hayan cumplido los presupuestos de este procedimiento especial con vocación de ordinario,
– e) las Diligencias instructoras de los juicios de faltas, bien en su modalidad de juicio rápido, bien en la de juicios de
faltas ordinario.
LOS ACTOS DE INVESTIGACIÓN
• Los actos de investigación o instructorios, en la práctica
forense, denominados «diligencias sumariales», son
actos de las partes y del Juez de Instrucción mediante
los cuales se introducen en la fase instructora los
hechos necesarios, bien para acreditar la existencia del
hecho punible, su tipicidad y autoría (vide art. 299),
bien para evidenciar la ausencia del algún presupuesto
condicionante de la apertura del juicio oral.
– Los actos instructorios indirectos vienen integrados por todos aquellos que,
como es el caso de los de petición de práctica de diligencias (arts. 311 y 315),
aun cuando en sí mismos considerados no sean aptos para la entrada del
objeto procesal, si son atendidos por el juez y dispuesta su práctica (en cuya
ejecución, por regla general, podrán intervenir las partes acusadoras —art.
302—), se convierten en actos instructorios.
2. Los actos instructorios de la defensa: están dirigidos a;
– acreditar en la instrucción la inexistencia del hecho,
– su falta de 5picidad o de par5cipación en él del imputado o
– la concurrencia de alguna causa de ex5nción de la
responsabilidad penal (art. 130 CP) o de aquellas de exención
(art. 20) de dicha responsabilidad que puedan acreditarse
dentro de la fase instructora.
• Prueba Anticipada: La regla general es la de que el Tribunal tan solo puede fundamentar su sentencia en la prueba
practicada bajo su inmediación en el juicio oral
•
• En cuanto a la prueba anticipada, ésta se define como aquélla que se practica con finalidad aseguratoria antes del acto
del juicio oral siempre que, por cualquier motivo, sea de temer que no pueda practicarse en dicho acto o que puedan
provocar la suspensión.
– REQUISITOS:
– AUTORIZADA POR EL JUEZ
– Han de versar sobre hechos que, por su fugacidad, no puedan ser reproducidos el día del juicio oral.
– Que se garantice la contradicción, para lo cual, siempre que sea factible, habrán de realizarse en la presencia del
propio imputado y su defensa .
– Que sea introducido en el juicio plenario mediante su lectura o exhibición.
• Prueba preconstituida aquélla que se realiza durante la fase de instrucción y que, por su propia naturaleza, resulta de
imposible reproducción en el acto del juicio oral al quedar agotada en el momento de su realización.
– Es la práctica de determinados actos en la fase de instrucción sumarial a los que por ser imposible su
reproducción en el juicio oral se les atribuye eficacia probatoria, siempre que hayan cumplido todas las garantías.
Esta incluye supuestos como diligencias de entrada y registro domiciliario, inspección ocular, autopsia o
levantamiento de cadáver.
• Por su parte, la jurisprudencia ha declarado que también los atestados policiales tienen valor de prueba preconstituida si
contuvieren datos objetivos de imposible reproducción en el juicio oral como la detención de delincuentes sorprendidos
in fraganti o resultados de pruebas de alcoholemia sin perjuicio de su ratificación por los agentes que las hubieren
practicado en el acto del juicio oral.
TEMA 15
LA FASE INSTRUCTORA: (II)
LAS DILIGENCIAS POLICIALES DE PREVENCIÓN
1. CONCEPTO
•Por diligencias policiales de prevención cabe entender los actos instructorios que, como consecuencia de la
sospecha de la comisión de un delito público, ha de pracHcar urgentemente la policía y trasladarlas ante la
Autoridad Judicial a fin de que decida la incoación, en su caso, de la instrucción.
– En ningún caso, salvo el de fuerza mayor, los funcionarios de Policía judicial podrán dejar transcurrir
más de 24 horas sin dar conocimiento a la Autoridad Judicial o al Ministerio Fiscal de las diligencias
que hubieren prac;cado (art. 295).
• Plazo de Conclusión del atestado:
–Investigado detenido: (796)-----
• el tiempo imprescindible
• “en todo caso” durante el plazo de la detención : (ojo 17.2 CE )
– «la detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos y, en todo
caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en
libertad o a disposición de la autoridad judicial».
–Investigado no detenido: La anterior y clásica regla general, sin embargo, contiene una excepción,
prevista en el núm. 4 del art. 796, conforme a la cual, en el ámbito de los juicios rápidos, si el investigado
no hubiere sido detenido, ni localizado, podrá retener la realización de tales diligencias durante el plazo
máximo de cinco días.
–Inexistencia autor conocido: en este caso no se envía el atestado al Jgdo, sino que lo conservarán en su
poder salvo que concurra alguna de las siguientes circunstancias:
• a) que se trate de delitos contra la vida, contra la integridad física, contra la libertad e
indemnidad sexuales;
• b) que se practique cualquier diligencia después de transcurridas setenta y dos horas desde la
apertura del atestado y éstas hayan tenido algún resultado; o
• c) que el Ministerio Fiscal o la autoridad judicial soliciten la remisión.
– De conformidad con el derecho reconocido en el artículo 6 de la Ley 4/2015, de 27 de
abril, del Estatuto de la Víctima del delito, la Policía Judicial comunicará al denunciante
que en caso de no ser identificado el autor en el plazo de setenta y dos horas, las
actuaciones no se remitirán a la autoridad judicial, sin perjuicio de su derecho a reiterar
la denuncia ante la fiscalía o el juzgado de instrucción» (art. 284.2).
3. CONTENIDO
•A) El interrogatorio del detenido.
•B) Declaración y citación a testigos, perjudicados u ofendidos: el deber de
información
• H) GesDón de la base de datos policial sobre idenDficadores obtenidos a parDr del ADN: Han de incluirse
en la referida base de datos los fluidos o muestras biológicas de un detenido o sospechoso de haber
comeDdo un delito grave y, en cualquier caso, de un delito de criminalidad organizada (cuya determinación
efectúa el art. 282 bis LECrim) o que afecte a la vida, la libertad, la indemnidad o la libertad sexual, la
integridad de las personas o el patrimonio, siempre que fuesen realizados con fuerza en las cosas, o
violencia o inDmidación en las personas.
• Tales muestras o vesDgios han de ser recabadas por la policía judicial en el curso de una invesDgación
penal sin necesidad de asistencia letrada cuando se trate de toma de muestras mediante froDs bucal y
medie consenDmiento del invesDgado (supuesto contemplado por la STS 709/2013, de 10 de octubre) o
ausencia de impugnación.
– Pero, si no mediara su consenDmiento, la policía habrá de recabar la perDnente autorización judicial,
en la que el juez «podrá imponer la ejecución forzosa de tal diligencia mediante el recurso a las
medidas coac%vas mínimas indispensables, que deberán ser proporcionadas a las circunstancias del
caso y respetuosas con su dignidad».
• VALOR PROBATORIO DEL ATESTADO
– El art. 14 del RD 769/1987 de la Policía Judicial establece «que tendrá
el valor reconocido en las Leyes», es decir, hay que acudir a lo
dispuesto en los arts. 282 a 298 de la LECrim.
– La propia LECrim, distingue, en su art. 297, entre las diligencias de
manifestación y las declaraciones.
• Las llamadas diligencias de manifestación tienen el mero valor de denuncia, y
• Las llamadas declaraciones testificales, en cuanto que se refieran a hechos de
conocimiento propio, deben ser consideradas como un acto de investigación
testifical.
– Con carácter general, nuestra jurisprudencia atribuye a las diligencias
que configuran el atestado, el valor de mera denuncia, puesto que, es
éste el valor que le otorga el art. 297 LECrim
– Valor probatorio Atestado:
» Interrogatorios policiales y manifestacioens de testigos en la medida que refleje la existencia
de una “notitia criminis”: como denuncia, sin perjuicio de introducirlo en el J.O como prueba.
(Por tanto, vulnera el derecho a la presunción de inocencia la sentencia condenatoria que se
dicte sobre la única base del atestado policial)
» Actas de constancia: “croquis, planos, huellas, etc.” Hay que introducirlos en el J.O como
documental.
» Pruebas alcoholímetros: como Preconstituida siempre que el atestado se incorpore al
proceso y sea ratificado, y hay que llevarlas al J.O.
TEMA 16
LA FASE INSTRUCTORA: (III)
1.- LAS DILIGENCIAS INFORMATIVAS DEL MINISTERIO FISCAL: Se entiende por Diligencias informativas los actos de investigación que debe
realizar el Ministerio Fiscal, ante la sospecha de la comisión de un delito público, a fin de determinar el hecho punible y la responsabilidad de
su autor, finalizadas las cuales, en un plazo ordinario no superior a seis meses, ha de proceder a su archivo o a la presentación, ante el
Juzgado de Guardia, de la correspondiente denuncia o querella.
– Si se tratara de la investigación de uno de los delitos de la competencia de la Fiscalía especializada contra la corrupción y la
criminalidad organizada (de los contemplados en el art. 19.4 EOMF), la Ley 24/2007 establece una duración máxima de 12
meses, susceptible de una sola prórroga por el Fiscal General del Estado (art. 5.2.IV EOMF).
•Ni el art. 773.2 LECrim, ni el art. 5 EOMF contemplan la intervención de los acusadores particulares en esta investigación preliminar del
Ministerio Fiscal, por lo que parece obligado concluir en que no gozan de participación alguna.
•El Ministerio Fiscal puede practicar todos los actos instructorios, que no entrañen limitación de los derechos fundamentales, ni la adopción
de medidas cautelares, salvedad hecha de la detención (art. 5.2 EOMF).
•No puede sostenerse la conclusión de que el art. 5.3 EOMF convierta a las declaraciones del investigado y de los testigos en actos de prueba
instructora. Cuando el Ministerio Fiscal desee, por las razones que fuere, que tales declaraciones sean útiles para desvirtuar ulteriormente la
presunción de inocencia, habrá de presentar inmediatamente denuncia ante el Juez de Instrucción a fin de que sea el Juez quien le preste la
declaración «de urgencia», a través del régimen de las declaraciones indagatorias.
2.- LAS DILIGENCIAS JUDICIALES DE PREVENCIÓN
•Son las que pueden practicar los «Jueces de prevención».
– Se entiende por «Jueces de prevención» los jueces de instrucción o
de paz que son objetiva o territorialmente incompetentes pero que,
por transmitirles una «notitia criminis», vienen obligados a
practicar las primeras diligencias o más urgentes (art. 307 LECrim).
•Auxilio Judicial Ordinario “interno”: El art. 274.2 LOPJ que «la pe%ción de cooperación, cualquiera que sea el
Juzgado o Tribunal a quien se dirija, se efectuará siempre directamente, sin dar lugar a traslados ni
reproducciones a través de órganos intermedios».
– los tres medios de comunicación judicial, esto es:
• «suplicatorio» con respecto a Tribunales superiores,
• «Carta orden o mandamiento» para con los inferiores y el
• «exhorto» en todo lo relaOvo a la relación entre órganos del mismo grado.
- Ámbito no Judicial:
• Exposición,
• Oficio y
• Mandamiento
•Auxilio Judicial Europeo:
– En el primer supuesto (arts. 5-9 Ley 18/2006), el Juez de Instrucción se comunicará directamente con
su homólogo europeo (pudiendo recabar, caso de desconocimiento de la autoridad judicial europea
competente, el auxilio informaOvo de los puntos de contacto españoles de la «Red Judicial Europea»)
y le transmiOrá la cerOficación del auto judicial, traducida al idioma de la autoridad europea
desOnataria, quien procederá a su ejecución con arreglo al ordenamiento jurídico de su Estado.
– En el segundo (arts. 10-16), y salvo que se trate de la supuesta comisión de alguno de los delitos
graves contemplados en el art. 10, los cuales eximen del juicio sobre su Opicidad, el Juez español
competente procederá, en primer lugar, a examinar si la conducta se encuentra Opificada en nuestro
CP y, si la peOción se hubiera traducido al español, procederá a su ejecución de conformidad con lo
dispuesto nuestro ordenamiento procesal.
•
4. LA PRÓRROGA DE JURISDICCIÓN
•Art. 268 LOPJ «las actuaciones judiciales deberán practicarse en la sede del órgano jurisdiccional».
•Sucede, sin embargo, que, en la instrucción penal, existen actuaciones que, por su naturaleza, no
pueden realizarse en la sede del Juzgado, sino fuera del mismo. Esto es lo que acontece con:
– la inspección ocular (arts. 326 y ss.),
– con la recogida del cuerpo del delito (arts. 334 y ss.) o
– la entrada y registro (art. 569.4),
• diligencias todas ellas que exigen que el Juez, asistido por el Secretario, haya de
desplazarse fuera de dicha sede.
• Lo mismo ha de suceder cuando haya de personarse para recabar la finalización de las
diligencias de prevención a fin de asumir directamente la instrucción del sumario (arts.
318-319).
– En todos estos casos, dispone el art. 268.2 LOPJ que «los Juzgados y Tribunales podrán
constituirse en cualquier lugar del territorio de su jurisdicción para la práctica de aquéllas
(diligencias), cuando fuere necesario o conveniente para la buena administración de justicia».
– En cualquier caso, el Juez con prórroga ha de dar «inmediato aviso» (art. 323 LECrim) o
«inmediata noticia» (art. 275 LOPJ), de la práctica de la diligencia, al Juez titular de la
demarcación vecina. Ésta comunicación puede ser anterior o posterior.
TEMA 17
LA FASE INSTRUCTORA (IV)
• I. LA INICIACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN
– A la iniciación de la instrucción se refiere expresamente el art.
308, en cuya virtud «Inmediatamente que los Jueces de
instrucción o de Paz, en su caso, tuvieren no6cia de la
perpetración de un delito, el Secretario judicial lo pondrá en
conocimiento del Fiscal de la respecLva Audiencia, y dará
además parte al Presidente de ésta de la formación del sumario,
en relación sucinta, suficientemente expresiva del hecho, de sus
circunstancias y de su autor, dentro de los dos días siguientes al
en que hubieren principiado a instruirle».
• En tales casos, y sin perjuicio de que hayan de practicar las diligencias de prevención contempladas en el
art. 307, el Secretario judicial (2 días) habrá de poner en conocimiento del Fiscal de la Audiencia y del Pte
de ésta A.P (art. 308) la incoación de tales diligencias.
• La comunicación al Ministerio Fiscal se justifica para que pueda instar las pertinentes diligencias de
prevención «ex» art. 319 y ejercitar su actividad de inspección prevista en el art. 306.2, en tanto que la
que hay que efectuar al Juez de Instrucción tiene por finalidad posibilitar la personación del Juez en orden
a asumir la instrucción directa, haciendo uso de la facultad que le confiere el art. 318.
•El secreto instructorio puede adoptarse en la instrucción de cualquier delito público o incluso semipúblico, pero nunca en la de
los privados.
•Carácter reservado de las diligencias del sumario (arts. 301-302 LECrim.)
– Sólo son diligencias sumariales las que transcurren entre el auto de incoación del procedimiento penal y el auto de
conclusión del sumario o de las diligencias previas, si bien también han de estar amparadas por el secreto
instructorio, dada su naturaleza, las «diligencias de prevención», en cualquiera de sus manifestaciones (policiales,
efectuadas por juez incompetente, informativas del Ministerio Fiscal, etc.), pero, si la información se obtiene con
anterioridad a tales diligencias, no puede extenderse a ella el secreto instructorio.
•Igualmente, por «diligencias del sumario» tan sólo cabe entender las informaciones contenidas en los actos de investigación,
razón por la cual ninguna violación del secreto instructorio se realiza ante filtraciones distintas a las de la pieza principal (así, las
de responsabilidad civil o de terceros) o informaciones puntuales sobre la situación del investigado, como pudiera serlo publicar
su cualidad de procesado o de sometido a prisión provisional.
•Las diligencias del sumario serán reservadas y no tendrán carácter público hasta que se abra el juicio oral, con las excepciones
determinadas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
– El abogado o procurador de cualquiera de las partes que revelare indebidamente el contenido del sumario, será
corregido con multa de 500 a 10.000 euros.
– En la misma multa incurrirá cualquier otra persona que no siendo funcionario público cometa la misma falta.
– El funcionario público (Juez, LAJ, funcionarios, Fiscal, Policía judicial),, incurrirá en la responsabilidad que el Código
Penal señale en su lugar respectivo.
•El Juez podrá acordar, de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal o de la víctima, la adopción de cualquiera de las medidas a que
se refiere el apartado 2 del artículo 681 cuando resulte necesario para proteger la intimidad de la víctima o el respeto debido a la
misma o a su familia.
– Las partes personadas podrán tomar conocimiento de las actuaciones e intervenir en todas las
diligencias del procedimiento.
– No obstante, si el delito fuere público, podrá el Juez de Instrucción, a propuesta del Ministerio Fiscal,
de cualquiera de las partes personadas o de oficio, declararlo, mediante auto, total o parcialmente
secreto para todas las partes personadas, por tiempo no superior a un mes cuando resulte necesario
para:
• a) evitar un riesgo grave para la vida, libertad o integridad física de otra persona; o
• b) prevenir una situación que pueda comprometer de forma grave el resultado de la
investigación o del proceso.
………………..
…… 5.- No debe la declaración de secreto extenderse a:
a) Los actos de aseguramiento de prueba, tales como la apertura de la correspondencia o la inspección
ocular (art. 333), ni, en general,
b) a los actos de prueba sumarial an5cipada, puesto que, si se declarara el secreto, no podría par=cipar
en ellos la defensa y se incumpliría el principio de contradicción, consustancial a los actos de prueba.
c)Tampoco puede alcanzar a la relación del detenido o preso con su Abogado defensor, mientras
estuviere en comunicación (art. 523 «in fine»).
• El secreto del sumario deberá alzarse necesariamente con al menos diez días de antelación a la conclusión
del sumario.
–La redacción del precepto es clara a la hora de no autorizar prórroga alguna a la declaración de secreto,
lo que cons=tuye un defecto de la norma, ya que la aparición de las denominadas «diligencias
indeterminadas>> que se incoan a espaldas de la defensa, sobre todo, para posibilitar el mantenimiento
indefinido de las «escuchas telefónicas», y cuyo plazo incomprensiblemente es superior: de tres meses,
prorrogables por iguales períodos hasta el plazo máximo de 18 meses.
–Como regla general, la intervención de las comunicaciones puede durar entre un mínimo de tres meses
y un máximo de 18 (arts. 579. 2 con respecto a las postales y telegráficas, 588 ter «g» en relación con las
telefónicas y electrónicas y 588 quinquies «c» rela=vo a la geolocalización).
LA VULNERACIÓN DEL DERECHO DE DEFENSA POR LA EXTENSIÓN INDEBIDA DEL SECRETO INSTRUCTORIO
•La rigidez del plazo de un mes del secreto instructorio provoca, sobre todo cuando se trata de instrucciones de
delitos cometidos por la criminalidad organizada, no pocas infracciones de lo dispuesto en el art. 302.2, que,
como se ha dicho, no admite prórroga alguna.
•Ante esta situación legal, la jurisprudencia del TS, partiendo de la base de que el derecho de la defensa a la
publicidad relativa del sumario no es subsumible en el derecho fundamental a «un proceso público» del art.
24.2 CE, ha afirmado (no obstante reconocer la ilicitud de las prórrogas mecánicas al secreto sumarial) que
esta práctica, ni supone un «retraso malicioso en la Administración de Justicia», ni puede provocar la nulidad
de las actuaciones sumariales practicadas con vulneración de lo dispuesto en el art. 302.2.
– En tal supuesto, lo procedente, con arreglo a lo dispuesto en el art. 11.1 LOPJ, será declarar como
prueba de valoración prohibida, por infracción del derecho de defensa del art. 24 CE, las diligencias
sumariales practicadas con infracción de lo dispuesto en el art. 302 en relación con el art. 118
LECrim, debiendo la AP o el TS examinar si la sentencia de condena se fundó o no exclusivamente en
tales pruebas prohibidas para absolver, en caso afirmativo, o confirmar, en el otro, la sentencia de
instancia.
LOS PLAZOS DE LA INSTRUCCIÓN
• 1.- Los secretarios tendrán obligación de poner, sin la menor demora y bajo su responsabilidad, en conocimiento del juez o
tribunal el vencimiento de los términos judiciales, consignándolo así por medio de diligencia.
• 2.- Una de las principales finalidades de esta norma es garan%zar el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas
• Téngase en cuenta que lo que la norma establece son «plazos» y no «términos», que conlleva la necesidad de
que no deban agotarse, sino que, tal y como dispone el número 4º «El Juzgado concluirá la instrucción cuando
en7enda que ha cumplido su finalidad».
• La declaración de complejidad debe ser solicitada por el Ministerio Fiscal en cualquier momento antes de la
expiración del plazo general de los 6 meses, siendo precisa la previa audiencia de las partes.
• La declaración de complejidad conlleva que el plazo de instrucción será de 18 meses computados desde la
incoación de la causa. En ningún caso podrá interpretarse como una adición de 18 meses al período de
instrucción ya consumido.
– El apartado quinto del art. 324 impide al Fiscal hacer uso de la facultad de pedir diligencias complementarias (arts.
627 y 780 LECrim) una vez agotado el plazo ordinario, el plazo de 18 meses o su prórroga, sin haber hecho uso de la
facultad de solicitar la fijación de plazo máximo.
• Mientras no hayan transcurrido estos plazos el Fiscal conserva todas las posibilidades procesales, de manera
que si el Juez da por finalizada la instrucción de forma prematura sin haber tenido el Fiscal la oportunidad de
valorar si procedía instar la fijación del plazo máximo habrá de entenderse incólume la posibilidad de pedir
diligencias complementarias
– El apartado cuarto del art. 324 LECrim dispone que excepcionalmente, antes del transcurso de los
plazos establecidos en los apartados anteriores o, en su caso, de la prórroga que hubiera sido
acordada, si así lo solicita el Ministerio Fiscal o alguna de las partes personadas, por concurrir
razones que lo justifiquen, el instructor, previa audiencia de las demás partes, podrá fijar un nuevo
plazo máximo para la finalización de la instrucción.
•
– La fijación de este plazo máximo infranqueable es posible tanto si la causa ha sido declarada de
instrucción compleja como si no lo ha sido. La solicitud puede proceder del Fiscal o de las partes y
exige también la previa audiencia de las demás partes personadas.
•
– El nuevo plazo máximo ha de ser fijado antes del transcurso de los plazos o de la prórroga, en su
caso, y su duración no aparece ni predeterminada ni limitada, si bien han de concurrir razones que lo
justifiquen, lo que implica que en todo caso debe ser motivada, al tratarse de una facultad
excepcional del instructor.
– El ámbito de aplicación de las prescripciones del art. 324 LECrim debe ser circunscrito al de las
diligencias previas y al del sumario ordinario. Conforme al principio “incluisio unius, exclusio alterius”
el precepto se refiere expresamente al auto de incoación de diligencias previas y sumario, omitiendo
toda referencia a los restantes procedimientos: procedimiento para el enjuiciamiento rápido de
determinados delitos, nuevo proceso de aceptación por decreto, procedimiento para el
enjuiciamiento de delitos leves y procedimiento ante el Tribunal del Jurado.
• Tampoco será aplicable el art. 324 LECrim a las diligencias de investigación del Fiscal incoadas
conforme a los arts. 5 EOMF y 773.2 LECrim, al contar con previsiones específicas sobre plazos,
prórrogas y sistema de autorización de las mismas (menores). la instrucción tendrá como límite
la duración del propio servicio de guardia, de manera que si la misma no pudiera concluirse y
hubiera que practicar diligencias, resultaría obligado transformar el procedimiento en unas
diligencias previas a las que sí les sería de aplicación el art. 324.
Computo de plazos.
•Las diligencias de instrucción se prac1carán durante el plazo máximo de seis meses desde la fecha del auto de
incoación del sumario o de las diligencias previas
– inhibiciones por cues1ones de competencia = fecha a tener en cuenta será la del primer auto de
incoación que se dicte,
– acumulaciones = si existen varios autos de incoación de diligencias, el que marcará el inicio del
cómputo de los plazos del art. 324 será precisamente el auto de incoación de las úl7mas diligencias
iniciadas.
– diligencias previas que luego son transformadas en sumario o a la inversa = obliga a computar el
plazo desde el primer auto de incoación, sea de diligencias previas o de sumario, sin que la
transformación genere un nuevo plazo.
• supuesto común en la prác1ca de incoación inicial de diligencias previas para su posterior
transformación en jurado debe resolverse de manera análoga al caso de los sumarios = El dies
a quo para el cómputo de los plazos del art. 324 será el del auto de incoación de diligencias
previas, si bien, una vez que se produzca la transformación en jurado, ya no jugará el régimen
de limitación de plazos y prórrogas sino que se aplicará la regulación contenida en la Ley
Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado
•
• En el caso de que la conversión fuera a la inversa, esto es, que el procedimiento ante el Tribunal
del Jurado se transformase en diligencias previas, el auto de incoación de las mismas marcará
el inicio del cómputo de los plazos del art. 324 LECrim
Interrupción del cómputo de plazos
– El apartado tercero del art. 324 LECrim prevé la interrupción del cómputo de los plazos
durante el tiempo en que las actuaciones estén declaradas secretas reanudándose el
cómputo por el plazo que reste cuando se alce el secreto.
•
– El sobreseimiento provisional interrumpirá el cómputo de los plazos desde el momento
en que se dicte y sin esperar a su firmeza, por lo que el tiempo de tramitación del
recurso de apelación no computará a los efectos del art. 324.3 LECrim.
•
– El art. 123 LECrim, en su redacción dada tras la reforma operada por LO 5/2015, en su
apartado cuarto prevé la suspensión de los plazos procesales mientras se llevan a cabo
labores de traducción de actuaciones. Habrá de entenderse que tal previsión opera
igualmente respecto de los plazos previstos en el art. 324 LECrim.
•
– El planteamiento de cuestiones prejudiciales devolutivas (arts. 4 y 5 LECrim) en tanto
determina la suspensión del procedimiento hasta la resolución, generará también el
efecto de la suspensión (máximo 2 meses) del cómputo de los plazos de instrucción.
AGOTAMIENTO DEL PLAZO
•De conformidad con lo dispuesto en el reiterado art. 324.5 «Transcurrido el plazo máximo o sus
prórrogas, se dictará el día del vencimiento del plazo o de sus prórrogas auto de conclusión del
sumario o, en el procedimiento abreviado, la resolución que proceda conforme al artículo 779».
•A diferencia del incumplimiento del plazo para la presentación del escrito de acusación por el
Ministerio Fiscal en los juicios rápidos, en los que el art. 800.5 asocia a dicho incumplimiento el
sobreseimiento libre, el núm. 6 del art. 324 no ha optado por tan drástica solución (art. 324.8),
prevista también en el Derecho comparado, sino por la de la conclusión de la fase instructora que
conlleva como alternativas esenciales,
– bien la clausura de la instrucción y la apertura del juicio oral,
– bien el sobreseimiento;
•soluciones a las que el art. 779 incorpora otras también posibles, tales como
– la remisión al juicio de faltas,
– a la jurisdicción militar o
– la emisión de una sentencia de conformidad y
– a las que todavía cabría incorporar
• el reenvío de la causa al procedimiento ante el Jurado o a la justicia de menores.
•Pero, si el juez, una vez agotado el plazo, no dictara resolución alguna y el Ministerio Fiscal o las
partes le solicitaran su conclusión, podrán las partes instar la práctica de diligencias
complementarias en la fase intermedia (art. 324.5 y 6).
TEMA 18
ACTOS DE IMPUTACIÓN
• Se entiende por imputación la atribución, a una determinada persona física, de la comisión de un hecho punible,
efectuada en un acto de iniciación de la instrucción o a lo largo de la fase instructora.
• No es necesario que el «investigado», esté identificado; basta que esté determinado (a través del reconocimiento
en rueda, los métodos antropomórficos y dactiloscópicos, análisis de ADN, etc.), ya que una de las actividades de
la instrucción consistirá en determinar e identificar (v.gr. mediante la incorporación al sumario de la certificación
de nacimiento) al investigado. Es decir, que existan indicios racionales de criminalidad contra esa persona.
• Son tres las formas a través de la cuales puede alcanzarse el «estatus» de investigado en el proceso penal.
• a) por el hecho de figurar como indiciado en cualquier medio de incoación del proceso penal (denuncia,
querella o iniciación de oficio);
• b) por ser sujeto pasivo de una detención o de cualquier otra medida cautelar «penal» (prisión, libertad
provisional, requisitoria de búsqueda y captura) o civil, siempre y cuando coincida el investigado con el
responsable civil)
• c) por aparecer como determinado en un auto de procesamiento o de transformación del proceso penal
abreviado,
– Junto a estos tres medios clásicos de asunción de la cualidad de investigado, todavía cabe incorporar
la denominada citación cautelar o para ser oído de los arts. 486-488 que la jurisprudencia del TC tuvo
que incluir en el procedimiento abreviado, debido a la supresión del auto de procesamiento, la cual
posibilitó que personas no imputadas en la instrucción fueran acusadas sorpresivamente en el juicio
oral. Por ello, el TC prohibió que ninguna persona fuera acusada sin haber sido, al menos,
previamente oída por el Juez dentro de las «diligencias previas».
Clases: Atendiendo al sujeto que la realiza, la imputación puede ser:
•a) Del personal colaborador de la Jurisdicción: es la que debe efectuar la policía judicial y el Ministerio Fiscal
fundamentalmente, cuando el investigado se encuentra detenido.
•b) La imputación de parte es la que realiza un denunciante o acusador particular, en sus respectivos escritos
de denuncia o de querella, o un tercero, como podría ser un testigo o incluso un coacusado.
– Tiene asimismo la virtualidad de hacer surgir el derecho de defensa (art. 118.II) y, al igual que la
anterior, precisa ser asumida por el Juez de Instrucción.
– Dicha imputación puede convertirse en acto de prueba, si el denunciante o el acusador particular
prestaran declaración como testigos en el juicio oral. Pero, tratándose de la declaración de un
hecho nuevo no investigado e introducido en el juicio, ha de provocar la suspensión del juicio oral a
fin de practicar una «sumaria instrucción complementaria» (art. 746.6).
– Si en una declaración el testigo se autoinculpara, habrá el Juez de suspender el interrogatorio,
ilustrarle de su derecho de defensa y reconducirla al ámbito de las declaraciones indagatorias, sin
que dicha «confesión» exonere al Juez de su obligación de comprobar la «notitia criminis» a través
de otros medios de prueba (art. 406).
– si la imputación la efectuara un coinvestigado contra otro, ha de tenerse en cuenta que dicha
declaración puede estar viciada, por lo que, por sí sola, no puede nunca fundar una sentencia de
condena
• c) La imputación judicial es la que efectúa el Juez de Instrucción al decidir dirigir la instrucción
contra una persona determinada. Puede ser, a su vez:
– Provisional: es la que, ante una imputación de parte o del personal colaborador, el Juez
decide asumir dicha cualidad, en una resolución provisional, convir@endo al sujeto
pasivo de la instrucción en inves@gado judicial.
– Defini0va. es la que posibilita la apertura del juicio oral contra el inves@gado y que las
partes acusadoras puedan dirigir, contra él, el escrito de acusación.
• En ocasiones, dada la existencia de hechos que no pueden ser trasladados al momento de celebración del
juicio oral, deviene imposible prac;car la prueba sobre los mismos bajo la inmediación del tribunal
decisor. En esos casos es necesario que el Juez de Instrucción, o incluso la policía judicial, proceda al
Aseguramiento de la Prueba, bien prac#cándola directamente ante la inmediación del juez (prueba
instructora an/cipada), bien asegurando las fuentes de la prueba para poder trasladarlas en su momento
al tribunal de enjuiciamiento (prueba precons/tuida).
• Para que tales actos de aportación fác;ca se conviertan en actos de prueba es preciso que cumplan una
serie de requisitos y garanEas:
* Material: La Irrepe/bilidad del Hecho. Tanto en la prueba precons;tuida como en la an;cipada,
se trata de hechos que por la fugacidad del objeto sobre el que recaen no podrán ser reproducidos
en el Juicio Oral.
* Subje6vos: Intervención Obligada de la Autoridad Judicial: en los actos de prueba instructora,
porque la prueba exige siempre la inmediación de un órgano dotado de imparcialidad e
independencia., Contradicción: la prueba exige la contradicción e igualdad de armas, lo cual es
obligado también en la prueba an;cipada.
* Formal: Lectura de Documentos: la prueba sumarial an;cipada y la precons;tuida han de ser
introducidas en el Juicio Oral a través del trámite de lectura de documentos, es decir, en el Juicio
Oral las partes no pueden dar por reproducida esta prueba, ni el Juez examinarla de oficio.; la
finalidad de dicha lectura es posibilitar la contradicción, por una parte, e impedir que se introduzcan
de oficio en el juicio actos en calidad de prueba que en realidad no son tales pruebas sino meros
actos de inves;gación.
TEMA 20
LA PRUEBA INSTRUCTORA ANTICIPADA Y LOS ACTOS DE
INVESTIGACIÓN (I)
I.- LA PRUEBA INSTRUCTORA ANTICIPADA
- Pertenecen, al igual que los limita9vos de derechos fundamentales, a la competencia exclusiva del
Juez de Instrucción. (some9dos al principio de exclusividad jurisdiccional)
- La ejecución de la prueba no podrá efectuarla el órgano de enjuiciamiento (el Juez de lo Penal o la
AP), se hace necesario que sea intervenida por el Juez de Instrucción.
- Pruebas inmediatas en su ejecución (puesto que las pracNca el juez de instrucción), pero mediatas
en su valoración (AP o JP).
- Requisito esencial de la prueba an9cipada el cumplimiento del principio de contradicción .
•1. LA PRUEBA TESTIFICAL ANTICIPADA: Dos son los presupuestos o circunstancias que posibilitan esta
declaración tes9fical
– A) La imposibilidad de acudir, en su día, a la celebración del juicio oral, por haberse el tesNgo de
ausentarse del territorio nacional, comprende, tanto el supuesto de ausentarse el español al
extranjero (supuesto más frecuente el del emigrante), como el del extranjero residente que ha de
volver a su país.
– B) El peligro de muerte o de incapacidad mental del tesNgo
•2. LA PRUEBA PERICIAL ANTICIPADA: En la actualidad, dicha prueba sumarial carece de sen9do, debiendo
todos los peritos prestar su informe en el juicio oral.
II.- LOS ACTOS DE INVESTIGACIÓN
•Se entiende por actos de investigación, actos instructorios o «diligencias sumariales», los actos de aportación
de hechos a la instrucción, regidos por el principio de investigación y practicados por el Juez de Instrucción y
por su personal colaborador, tendentes a la determinación del hecho punible y de su autor en orden, bien a
obtener una decisión sobre la apertura del juicio oral contra un imputado determinado, bien a dictar una
resolución de sobreseimiento.
•Los actos de investigación asumen la función inmediata de comprobar la verosimilitud de la «notitia criminis».
•La práctica de tales actos han de estar presididos por el principio de imparcialidad, genéricamente enunciado
en el art. 2 LECrim.
•Si no fuere procedente el sobreseimiento, los actos instructorios cumplen con la función de posibilitar a las
partes acusadoras la redacción de los hechos de sus escritos de acusación.
•Todos los actos de prueba preconstituida y anticipada, si no cumplen con todos y cada uno de los requisitos
que los habilitan como actos de prueba, se convierten en actos de investigación.
– En principio, constituye siempre un acto instructorio de investigación, porque, a través de ella, se obtiene la
determinación de quien sea el presunto autor. (El único acto de prueba lo constituye el reconocimiento del
acusado por el testigo en el juicio oral).
– Hoy dicha diligencia puede practicarse mediante el reconocimiento fotográfico en la sede de la Comisaría
de Policía o incluso mediante reconstrucciones de su fisonomía a través de los «retratos-robot».
– Una vez acreditado en la causa quién sea el presunto autor del hecho punible, ha de
prac$carse la diligencia de iden$ficación (conjunto de actos, de entre los que destaca la
inclusión en el sumario de su cer$ficación de nacimiento ).
• La inclusión en los autos de las par$das de nacimiento, no sólo sirve para acreditar
la iden@ficación del procesado, sino también para determinar su edad, ya que, si
fuere menor de dieciocho años, está exento de responsabilidad penal (art. 19 CP),
en cuyo caso debe el Juez inhibirse a favor de la jurisdicción de menores (art.
789.5.3ª).
• Tal extremo, sólo hay que acreditarlo cuando al Juez, a través de su fisonomía o
rasgos externos, le ofreciere dudas la edad del imputado, pudiendo prescindir
entonces de recabar tales cer$ficaciones (art. 376).
V.- LA CERTIFICACIÓN DE «ANTECEDENTES PENALES»
•Mucha mayor importancia que los informes de buena conducta (no puede servir para formar en el Juez
determinados prejuicios de carácter ideológico, sino, sobre todo, para acreditar el arraigo del procesado (así, si
posee hijos dependientes de su cargo, empleo estable, etc.) o su peligrosidad social, todo ello en punto a
desvirtuar el «peligro de fuga» ), reviste la aportación e inclusión en el sumario de la certificación de
antecedentes penales del procesado, que ha de requerir el juez de instrucción, de conformidad con lo
dispuesto en el art. 379.
•Al ser la reincidencia una circunstancia agravante de la responsabilidad penal, que habrá de ser tomada en
consideración por el órgano decisor para la individualización de la pena, a diferencia de los certificados de
conducta, su aportación a la causa es siempre necesaria.
– a instancia de parte : Pueden las partes solicitar del Juez el sometimiento del
imputado a una nueva declaración indagatoria
•1. EN LA FASE INSTRUCTORA: En la fase instructora la «confesión del procesado —dispone el art.
406— no dispensará al Juez de instrucción de practicar todas las diligencias necesarias a fin de
adquirir el convencimiento de la verdad de la confesión y de la existencia del delito».
– Por tanto, la confesión del procesado, como regla general, no puede ocasionar el
truncamiento o extinción del proceso mediante la emisión de una mecánica sentencia
condenatoria.
•2. EN LA CONFORMIDAD: (previstos en los arts. 655, 688 y ss., 779.1.5ª, 784.3, 787, 800 y 801,
)., La cual, encierra una confesión con allanamiento del acusado, tiene la virtualidad de poner fin
al proceso mediante una sentencia inmediata de condena.
•3. EN LA SENTENCIA: En la fase decisoria se pueden plantear distintos supuestos sobre el valor
probatorio de la confesión del procesado efectuada en la declaración indagatoria.
– En primer lugar, hay que determinar si la sola confesión, ante la inexistencia de otras
pruebas, puede justificar una sentencia de condena y,
•Sólo cuando, una vez desplegadas todas las actividades útiles para obtener la comparecencia del testigo
directo, éste no comparezca, es cuando podrá el Tribunal acudir a los testigos indirectos.
•Los testigos expresarán la razón de su dicho y, si fueren de referencia, precisarán el origen de la noticia,
designando con su nombre y apellido, o con las señas con que fuere conocida, a la persona que se la hubiera
comunicado.
•El testigo, y a diferencia del imputado a quien le asiste su derecho fundamental al silencio, tiene la obligación
de comparecer, prestar declaración y decir verdad.
•El confidente policial es una persona perteneciente a círculos delictivos, que bien por propia iniciativa, bien
por encargo de las autoridades penales, suministra información a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el
marco de las primeras diligencias, guiado por el propósito de obtener beneficios económicos o procesales.
•El recurso a la confidencia constituye una práctica forense habitual en todos los Estados y tiempos, pero, en el
nuestro, sin cobertura legal.
•Su mayor problema reside en la ocultación de la identidad del confidente a fin de evitar, no sólo posibles
atentados vengativos contra su persona, sino también no “quemar”, mediante la revelación de su identidad,
una fuente de información policial futura.
•No supone contravención de la Ley el hecho de que la identidad de los confidentes permanezca oculta a la
hora de redactar el atestado. Ahora bien, en el acto del juicio oral las manifestaciones del confidente sólo
enervarán la presunción de inocencia en la medida en que preste declaración en condición de testigo
protegido.
•La declaración anónima del confidente, bien de forma directa, bien indirecta, mediante el testimonio
referencial “audito alieno” de los agentes de policía, supone una vulneración del derecho de defensa, del
principio de contradicción y de la presunción de inocencia, pues, tal y como afirma el antiguo brocado “quien
oculta su rostro para acusar, también es capaz de ocultar la verdad de lo que acusa”.
•Los peritos pueden ser /tulados y no /tulados. El Juez u$lizará con carácter
preferente siempre a los $tulados (art. 456).
•Si se hubiere de destruir elementos del cuerpo del delito (v.gr.: drogas, explosivos,
etc.), se custodiarán muestras «para que, en caso necesario pueda hacerse nuevo
análisis» (art. 479 en relación con el art. 338), lo que sucederá, cuando alguna de las
partes impugne este informe en el juicio oral.
•En el caso de que el número de delitos fuera par y, entre ellos, se produjera discordia
en su informe, el Juez designará un nuevo perito que efectuará un nuevo informe (art.
484).
TEMA 23
LA PRUEBA PRECONSTITUIDA DE LA POLICÍA JUDICIAL
I. LA PRUEBA PRECONSTITUIDA
– La prueba que excepcionalmente puede practicarse dentro de la instrucción
puede ser preconstituida y anticipada, diferenciándose esencialmente desde
un punto de vista subjetivo, ya que, si la prueba anticipada requiere siempre
la intervención del Juez de Instrucción, la preconstituida puede generarla, no
sólo dicho órgano jurisdiccional, sin también el Ministerio Fiscal y, sobre todo,
la policía judicial.
•La prueba preconstituida es una prueba documental, que puede practicar el Juez de
Instrucción y su personal colaborador (policía judicial y Ministerio Fiscal) sobre hechos
irrepetibles, que no pueden, a través de los medios de prueba ordinarios, ser
trasladados al momento de realización de juicio oral.
– Por ello, dicha prueba tiene un carácter aseguratorio
• Prueba Precons,tuida de las Diligencias Policiales de prevención:
– Los métodos alcoholimétricos.
– Grabaciones de videovigilancia.
– Análisis sobre estupefacientes.
– Las Inspecciones corporales.
– La geolocalización.
– Cumplidos todos estos requisitos, gozará del valor de la prueba precons0tuida y podrá
ser leída en el juicio oral.
b) LA RECOGIDA Y CONSERVACIÓN DEL CUERPO DEL DELITO
• Se entiende por diligencias sobre el cuerpo del delito la actividad de recogida y custodia de los
siguientes elementos:
• a) el objeto material del delito o instrumento a través del cual se ha cometido la
acción delictuosa; y
• b) las piezas de convicción o elementos que contribuyan a la prueba del hecho
punible y la participación de su autor.
– Así, si se tratara de armas o instrumentos, el Juez instructor ordenará su retención,
conservación y destino en el organismo adecuado para su depósito, pudiendo acordarse
su destrucción.
– Si se tratara de drogas tóxicas, tras la audiencia del Ministerio Fiscal, ordenará su
destrucción, pero previa conservación de muestras, que serán remitidas al Instituto de
Toxicología para el análisis pericial de su pureza.
– Si el objeto de la diligencia fuera un lesionado, se practicarán los actos referentes a la
asistencia facultativa, a la valoración y gravedad de la lesión …
•Hay que destacar la posibilidad de que el Juez disponga una intervención corporal para efectuar
un análisis de ADN. Dicha posibilidad la autorizan los arts. 129 bis CP (introducido por la LO
1/2015).
•Si se tratara de recogida de datos genéticos externos al cuerpo humano o incluso sin dicha
asistencia letrada si se tratara de una extracción de saliva, no sólo el Juez de Instrucción puede
disponer dicha recogida y custodia (art. 326.III), sino también la propia policía judicial,
d) las inspecciones e intervenciones corporales: Tienen como común denominador el recaer sobre el cuerpo humano aunque se
diferencia por el derecho fundamental sobre el que versan; en las primeras, es del derecho a la Intimidad Personal, y las
segundas a la Integridad Física.
1) Inspecciones Corporales: Puede entenderse como inspección corporal cualquier genero de reconocimiento del cuerpo
humano, como puede serlo su reconocimiento en rueda, dactiloscópico o antropomórfico, que implican una inspección corporal,
si bien al no comprometer su intimidad, son perfectamente lícitas en nuestro Ordenamiento.
No constituye, sin embargo, inspección corporal alguna, la recogida por la policía de elementos orgánicos portadores de ADN y
externos al cuerpo humano (tales como saliva en una colilla o en un vaso, esputos, pelos, uñas, orina o heces).
Cuestión distinta ocurre cuando tales inspecciones intentan efectuarse sobre las parte íntimas del cuerpo humano. En ocasiones
para la determinación del hecho punible y su autoría es necesario efectuar una exploración vaginal o anal.
Es necesario una reforma de la LECrim; En el momento actual, sólo puede disponerlas el Juez de Instrucción mediante resolución
motivada; asimismo, pueden estimarse válidas las consentidas por el sujeto pasivo.
2) Intervención Corporales: Puede entenderse todo acto de coerción sobre le cuerpo del imputado por el que se le extrae de él
determinados elementos en orden a efectuar sobre los mismos determinados análisis periciales tendentes a averiguar el hecho
punible o la participación en él del imputado; pueden ser leves o banales y graves.
Leves o Banales: la extracción de elementos externos de cuerpo humano, tales como pelos, uñas e incluso algunos internos como
la extracción de sangre.
Graves: son las que pueden poner en peligro el derecho a la salud u ocasionar sufrimientos a su destinatario (punción lumbar,
extracción de líquido encefaloraquídeo).
Al igual que las inspecciones corporales se hace preciso una urgente instauración legislativa; Siempre que concurran acreditadas
razones que lo justifiquen, el Juez de Instrucción podrá acordar, en resolución motivada, la obtención de muestras biológicas del
sospechoso que resulten indispensables para la determinación de su perfil de ADN. A tal fin, podrá decidir la práctica de aquellos
actos de inspección, reconocimiento o intervención corporal que resulten adecuadas a los principios de proporcionalidad y
razonabilidad.
TEMA 25
LA PRUEBA PRECONSTITUIDA DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN (II):
• La Constitución señala que: “El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o
resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales,
telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial”.
– 1. Sólo la Autoridad Judicial puede decretarlo a salvo las contadas excepciones que después citaré.
– 2. Su objeto material es cualquier lugar cerrado en que se ejercite o pueda resultar afectado el derecho a la intimidad.
– 3. La diligencia de entrada ha de someterse al principio de proporcionalidad, ha de realizarse de la forma que menos perjudique
al imputado.
– 4. No constituye acto de prueba alguno ya que se trata de un medio para la detención o un registro.
La regulación de la LECr. distingue entre edificios públicos y edificios privados:
• Edificios públicos: Dispone el art. 546 LECr. que: “El Juez o Tribunal que conozca de la causa puede decretar la entrada o registro:
– De día o de noche
– En todos los edificios y lugares públicos, cualquiera que sea el territorio en que radiquen, cuando hubiere indicios de encontrarse
allí:
• El procesado
• Efectos o instrumentos del delito
• Libros, papeles u otros objetos que puedan servir para descubrimiento y comprobación del delito.
• Concepto de edificios o lugares públicos:
– 1. Los que estuvieren des/nados a cualquier servicio oficial, militar o civil del Estado, de la Provincia
o del Municipio (→ El Juez oficiará a la Autoridad o Jefe de que dicho edificio o lugar público
dependan en la misma población)
– 2. Los que estuvieren des/nados a cualquier establecimiento de reunión o recreo, fueren o no lícitos.
(→la no@ficación se hará a la persona: - Que se halle al frente del establecimiento de reunión o
recreo, o a quien haga sus veces si aquél estuviere ausente).
– 3. Cualesquiera otros edificios o lugares cerrados que no cons/tuyeren domicilio de un par/cular. (→
El Juez oficiará a la Autoridad o Jefe de que dicho edificio o lugar público dependan en la misma
población)
– 4. Buques del Estado. (→ Las comunicaciones se dirigirán a los Comandantes respec@vos).
• El Juez necesitará para la entrada y registro en el Palacio de cualquiera de los Cuerpos Colegisladores la
autorización del Presidente respec/vo. El art 66.3 de la CE establece la inviolabilidad de las Cortes
Generales
• Templos y demás lugares religiosos bastará pasar recado de atención a las personas a cuyo cargo
estuvieren. Según el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede los lugares de culto y archivos de la
Iglesia Católica son, sin más, inviolables
• El Palacio Real habrá de solicitar el Juez licencia por conducto del Mayordomo Mayor de su Majestad. (no
se considera lugar publico, sino domicilio par@cular)
• Buques mercantes y de guerra extranjeros se requiere autorización del Capitán o Comandante o del
Cónsul o Embajador, respec/vamente, del país de que se trate
• Domicilios de Cónsules extranjeros pasarles previamente recado de atención
• Edificios des/nados a vivienda u oficina de Embajadores extranjeros el Juez les pedirá la venia
Domicilios par+culares: El Juez o Tribunal que conozca de la causa puede decretar la entrada o registro en cualquier edificio o
lugar cerrado o parte de él que cons7tuya domicilio de cualquier español o extranjero residente en España de día o de noche,
cuando hubiere indicios de encontrarse allí:
• El procesado
• Efectos o instrumentos del delito
• Libros, papeles u otros objetos que puedan servir para descubrimiento y comprobación del delito.
•Ahora bien, existen supuestos en que los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pueden entrar en el
domicilio de los par7culares por razón de Delito sin autorización judicial: (art. 553):
– Haya mandamiento de prisión contra ellas.
– Sean sorprendidas en flagrante delito.
– Un delincuente, inmediatamente perseguido por los Agentes de la autoridad, se oculte o refugie en alguna casa.
– En casos de excepcional o urgente necesidad, cuando se trate de presuntos responsables de delitos de terrorismo,
cualquiera que fuese el lugar o domicilio donde se ocultaren o refugiasen
– En cualquier caso, los agentes de policía darán cuenta inmediatamente al Juez competente, con indicación de las
causas y de los resultados
El Registro:
•Realizada la entrada por parte de la Autoridad Judicial o de sus agentes, se ha de proceder al cumplimiento de sus fines, que tan
sólo pueden consistir en:
– a) la detención del imputado y/o
– b) la recogida de los instrumentos y efectos del cuerpo del delito.-
Forma de practicar el registro:
•En presencia del interesado o de la persona que legítimamente le represente.
•Si el interesado no fuere habido o no quisiere concurrir ni nombrar representante, se practicará en presencia de un individuo de
su familia, mayor de edad.
•Si no hubiere individuo de su familia, mayor de edad, se hará en presencia de dos testigos, vecinos del mismo pueblo.
•En presencia del Secretario del Juzgado o Tribunal que lo hubiera autorizado, o del Secretario del Servicio de Guardia que le
sustituya: Quien levantará acta del resultado, de la diligencia y de sus incidencias y que será firmada por todos los asistentes. No
obstante, en caso de necesidad, el Secretario Judicial podrá ser sustituido en la forma prevista en la L.O.P.J.
•La resistencia del interesado, de su representante, de los individuos de la familia y de los testigos a presenciar el registro
producirá: La responsabilidad declarada en CP a los reos del delito de desobediencia grave a la Autoridad, sin perjuicio de que la
diligencia se practique.
•Cuando el registro se practique en el domicilio de un particular y expire el día sin haberse terminado: El que lo haga requerirá al
interesado o a su representante, si estuviere presente, para que permita la continuación por la noche. Si se opusiere: Se
suspenderá la diligencia, salvo que hubiere indicios de encontrarse allí el procesado o efectos o instrumentos del D, o libros,
papeles u otros objetos que puedan servir para su descubrimiento y comprobación, cerrando y sellando el local o los muebles en
que hubiere de continuarse, en cuanto esta precaución se considere necesaria para evitar la fuga de la persona o la sustracción de
las cosas que se buscaren.
•El registro de libros y papeles de contabilidad del procesado o de otra persona solo procede: Cuando hubiere indicios graves de
que de esta diligencia resultará:
– El descubrimiento o
– La comprobación de algún hecho o circunstancia importante de la causa.
El auto de entrada y registro
•El auto de entrada y registro en el domicilio de un par3cular será siempre fundado, y el Juez expresará en él
concretamente el edificio o lugar cerrado en que haya de verificarse, si tendrá lugar tan sólo de día y la
Autoridad o funcionario que los haya de prac3car.
•Prac3cadas las diligencias, se procederá a la entrada y registro, empleando para ello, si fuere necesario, el
auxilio de la fuerza.
•El registro se hará a presencia del interesado, o de la persona que legí3mamente le represente.
•Si el interesado no fuere habido o no quisiere concurrir ni nombrar representante, se prac3cará a presencia de
un individuo de su familia, mayor de edad.
•Si no le hubiere, se hará a presencia de dos tes3gos, vecinos del mismo pueblo.
•El registro se prac3cará siempre en presencia del Secretario del Juzgado o Tribunal que lo hubiera autorizado,
o del Secretario del servicio de guardia que le sus3tuya, quien levantará acta del resultado, de la diligencia y de
sus incidencias y que será firmada por todos los asistentes. No obstante, en caso de necesidad, el Secretario
Judicial podrá ser sus3tuido en la forma prevista en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
TEMA 26 y 27
LA PRUEBA PRECONSTITUIDA DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN (III)
La Intervención de Comunicaciones Postales, Telegráficas y Telefónicas: En la regulación que hace la L.E.Cr.
cabe dis=nguir dos supuestos dis=ntos:
– a) La detención y apertura de la correspondencia postal y telegráfica que exige la interrupción de la
comunicación
– b) La observación telegráfica o telefónica, que no obstaculiza o interrumpe la vía de comunicación,
sino que intenta captar o fiscalizar la que se está efectuando
•El Juez podrá acordar, en resolución mo=vada, por un plazo de hasta tres meses, prorrogable por iguales o
inferiores periodos hasta un máximo de dieciocho meses, la observación de las comunicaciones postales y
telegráficas del inves=gado, así ́ como de las comunicaciones de las que se sirva para la realización de sus fines
delic=vos.
b) La interceptación de las comunicaciones telefónicas y telemá6cas: La autorización para la interceptación de
las comunicaciones telefónicas y telemá5cas no resulta procedente para la averiguación ni de las infracciones
administra5vas, ni de los delitos leves, ni siquiera de cualquier delito culposo, sino tan sólo de los dolosos
contemplados en el art. 579.1 (delitos menos graves y graves, criminalidad organizada y terrorismo).
•Duración. La duración máxima inicial de la intervención, que se computará desde la fecha de autorización
judicial, será́ de tres meses, prorrogables por periodos sucesivos de igual duración hasta el plazo máximo de
dieciocho meses.
•Acceso de las partes a las grabaciones. Si en la grabación hubiera datos referidos a aspectos de la vida ín5ma
de las personas, solo se entregará la grabación y transcripción de aquellas partes que no se refieran a ellos.
*tema de debate* está en la posibilidad de que la confesión del acusado sane los
efectos de cualesquiera pruebas ilícitas.