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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE SANTIAGO

UTESA
RECINTO SANTO DOMINGO

 Nombre: Hilary Rosario

 Matricula: 1-22-4344

 Asignatura: Teorías de la personalidad

 Docente: Nelson Rodríguez


Cuestionario 2. Teorías de la Personalidad.

1. Enumere las diferentes teorías de la personalidad.


La personalidad es uno de los conceptos más importantes abordados desde la Psicología, y
concretamente desde una de sus ramas: la Psicología de las Diferencias Individuales. Sin
embargo, no hay una sola manera de entender qué es la personalidad, sino una pluralidad de
enfoques y categorías a utilizar.

a. Teoría de la personalidad de Freud

La corriente psicodinámica ha aportado diversas teorías y modelos de personalidad, siendo las


más conocidas las del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Para él, el comportamiento y la
personalidad están vinculadas a la existencia de impulsos que necesitamos llevar a la práctica
y el conflicto que supone esta necesidad y la limitación que la realidad supone para su
cumplimiento. Se trata de un modelo clínico e internalista.

En su primera tópica, Freud proponía que la psique humana estaba estructurada en tres
sistemas, uno inconsciente regido por la búsqueda de la reducción de tensiones y funciona a
través del principio de placer, uno consciente que es regido por la percepción del mundo
exterior y la lógica y el principio de realidad y un preconsciente en el que los contenidos
inconscientes pueden hacerse conscientes y viceversa.

En la segunda tópica Freud determina una segunda gran estructura de la personalidad


compatible con la anterior, en el que la psique está configurada por tres instancias psíquicas,
el Id o Ello, el Yo y el Superyó. El Ello es nuestra parte más instintiva, que rige y dirige la
energía interna en forma de impulsos y de la cual parten todas las demás estructuras.

El Yo sería el resultado de la confrontación de los impulsos y pulsiones con la realidad,


siendo una estructura mediadora y en continuo conflicto que emplea diferentes mecanismos
para sublimar o redirigir las energías provenientes de los impulsos. Por último, la tercera
instancia es el Superyó o la parte de la personalidad que viene dada por la sociedad y que
tiene como principal función juzgar y censurar las conductas y deseos que no son socialmente
aceptables.

b. Teoría del aprendizaje social de Rotter

Este autor considera que el patrón de conducta que empleamos habitualmente es un elemento
derivado del aprendizaje y la interacción social. Considera al ser humano un elemento activo
y utiliza un enfoque cercano al conductismo. Actuamos en base a la existencia de necesidades
y de la visualización y valoración tanto de éstas como de las posibles conductas que hemos
aprendido a llevar a cabo. Aunque cercano al interaccionismo, se sitúa en una perspectiva
situacionista

El potencial de conducta es la probabilidad de realizar determinada conducta en una situación


concreta. Este potencial depende de elementos como las expectativas (tanto de la capacidad de
influir en los resultados como en el propio resultado y la posible obtención de beneficios tras
la conducta) y la consideración o valor otorgado a las consecuencias de realizar la conducta en
cuestión, así como de la manera en que la persona procesa y valora la situación (conocida
como situación psicológica).

c. Teoría de la personalidad ideográfica de Allport

Allport considera que cada individuo es único en el sentido de que tiene una integración de las
diferentes características distinta del resto de personas (se basa en lo ideográfico, en lo que
nos hace únicos), así como que somos entes activos que nos enfocamos hacia el cumplimiento
de metas. Se trata de uno de los autores que considera que la personalidad que trabaja la
personalidad a partir de elementos estructurales y estables, los rasgos. Para él, intentamos que
nuestro comportamiento sea consistente y actuamos de tal manera que creamos un sistema a
partir del cual podemos hacer equivalentes diferentes conjuntos de estímulos, de manera que
podemos responder de forma parecida a distintas estimulaciones.

Así, elaboramos maneras de actuar o expresar la conducta que nos permiten adaptarnos al
medio. Estos rasgos tienen diferente importancia en función de la influencia que tengan en
nuestra conducta, pudiendo ser cardinales, centrales o secundarios. El conjunto de rasgos se
integraría en el propio o sí mismo, el cual se deriva de la autopercepción y autoconciencia
generadas y compuestas por de la experiencia de identidad, percepción la corporalidad, los
intereses y la autoestima, la racionalidad y la intencionalidad.

d. Teoría de la personalidad de Cattell

La teoría de la personalidad de Raymond Cattell es una de las más famosas y reconocidas


teorías factoriales de la personalidad. Estructuralista, correlacional e internalista al igual que
Allport y partiendo del análisis del léxico, considera que la personalidad puede entenderse
como función de un conjunto de rasgos, los cuales se entienden como la tendencia a
reaccionar de determinada manera a la realidad.

e. Teoría fenomenológica de Carl Rogers

Desde una perspectiva humanista-fenomenológica de enfoque clínico, Carl Rogers propone


que cada persona tiene su campo fenomenológico o manera de ver el mundo, dependiendo la
conducta de dicha percepción.

La personalidad se deriva del autoconcepto o simbolización de la experiencia de la propia


existencia, la cual surge de la integración de la tendencia a la actualización o tendencia a
mejorarse a sí mismo con las necesidades de sentir amor por parte del entorno y de autoestima
derivada del contraste entre su conducta y la consideración o respuesta que reciba esta por por
parte del entorno. Si existen contradicciones, se emplearán medidas defensivas tales con las
que ocultar dicha incongruencia.

f. Teoría de la personalidad de Jung

Además de Freud, otros muchos componentes de la corriente psicodinámica han propuesto


sus propias estructuras de personalidad. Por ejemplo, Carl Jung proponía que la personalidad
estaba configurada por la persona o parte de nuestra personalidad que sirve para adaptarse al
medio y que se relaciona con lo que los demás pueden observar y la "sombra" o la parte en
que se incluyen aquellos elementos del Yo que no resultan admisibles para el propio sujeto.
2. Haga un análisis de la Teoría Psicoanalítica.
El psicoanálisis es una teoría sobre el funcionamiento de la mente humana y una práctica
terapéutica. Fue fundado por Sigmund Freud entre 1885 y 1939 y continúa siendo
desarrollado por psicoanalistas por todo el mundo. el psicoanálisis tiene cuatro áreas
principales de aplicación:

 Como una teoría del funcionamiento de la mente humana.


 Como un método de tratamiento para los problemas psíquicos.
 Como un método de investigación y,
 Como una forma de ver y analizar los fenómenos culturales y sociales como la literatura,
el arte, las películas, movimientos políticos y grupales.

El psicoanálisis y la terapia psicoanalítica sirve para aquellas personas que sienten que caen
en forma recurrente bajo el peso de síntomas psíquicos lo que impide que puedan desarrollar
todo su potencial para ser felices individualmente, con sus amigos o su familia, así como
sentirse exitoso y pleno en trabajo o en las tareas habituales de la vida. La ansiedad, las
inhibiciones y la depresión generalmente son signos de conflictos internos. Esto puede
originar dificultades en las relaciones y si no son tratadas pueden tener un impacto
considerable tanto en la vida personal como profesional de las personas. Las raíces de dichos
problemas a menudo van más profundas de lo que la conciencia puede alcanzar, esta es la
causa por la cual es irresoluble sin psicoterapia.

Es con la ayuda del analista que el paciente puede


alcanzar nuevos conocimientos sobre la parte
inconsciente donde anida el conflicto. Hablando con el
psicoanalista en una atmósfera segura éste va llevando al
paciente a hacerse consciente de aquellos conflictos
presentes en la parte inconsciente de su psiquis (esto incluye pensamientos y sentimientos,
memorias y sueños). Dicho tratamiento otorga alivio al dolor psíquico, promueve el
desarrollo personal y mejora la autoconciencia, dicha mejora a su vez fortalece la confianza
de la persona en tratamiento para alcanzar las metas en la vida. Estos efectos positivos que
produce el psicoanálisis perduran por mucho tiempo aún luego de haber terminado el
tratamiento.

Para Freud el psicoanálisis no constituye una búsqueda científica imparcial, sino que es un
acto terapéutico cuyo objetivo es modificar el comportamiento. Posteriormente añadió que la
elaboración y extensión de la teoría hace que el psicoanálisis sea, además de una técnica
terapéutica y de una teoría auxiliar de la patología, una teoría del psiquismo humano. El
carácter general de la teoría lo reafirmó cuando insistió en la identidad de los contenidos
psíquicos de los individuos neuróticos y sanos: los primeros fracasan donde los segundos
consiguen resolver los conflictos.

La teoría psicoanalítica basa su información en tres fuentes de información: la observación


directa, los recuerdos infantiles y las interpretaciones. Sin embargo, la observación no era
suficiente pues chocaba con la actitud que los adultos tenían respecto a la sexualidad
infantil, por esto Freud no comunicó jamás sus observaciones sobre el comportamiento
infantil, a excepción del juego de la bobina de su nieto y de las observaciones procedentes
del análisis del pequeño Hans. El niño de la teoría psicoanalítica era una elaboración teórica
basada en las interpretaciones que hace el psicoanalista de los recuerdos infantiles; es
reconstrucción más que construcción, lo que plantea numerosos problemas de validez. Esta
situación cambió con los trabajos de autores como A. Freud, Hartmann, Winnicott, Kris,
Erikson, Spitz o Mahler que introdujeron la observación directa como método para validar,
corregir o completar las reconstrucciones de la teoría psicoanalítica.

3. Defina los mecanismos de defensa de la Personalidad.


Estos mecanismos son las estrategias que, según la estructura psíquica psicoanalítica, el “yo”
maneja para satisfacer los impulsos del “ello” basados en el principio del placer, sin ofender al
“súper yo”, regido por su carácter moral. De esta forma se defiende de pensamientos o
emociones que podrían generarle determinados trastornos (ansiedad, depresión, etc.). En
definitiva, los mecanismos de defensa se encargan de mantener el equilibrio psicológico para
hacer frente a la angustia o ansiedad que provocan determinadas situaciones. Son mecanismos
para filtrar el contenido inconsciente que nos resultaría demasiado perturbador si aflorara a la
consciencia. Se consideran absolutamente normales y naturales en la actividad psíquica del
ser humano, y están presentes en todas las personas, aunque pueden resultar patológicos si se
produce un abuso de ellos o se manifiestan con excesiva rigidez.

Primarios: pertenecientes a las primeras épocas de la vida infantil, son los más primitivos y
relacionados con la negación de la realidad.

Negación

Supone el rechazo a aceptar que algo sucede, en relación con una fase egocéntrica y primitiva
de la evolución como persona. Ante un acontecimiento desagradable, el sujeto hace como que
no ha sucedido o que no existe (“Si yo no lo acepto, no existe”). Es un mecanismo de defensa
que resulta adaptativo ante determinadas situaciones, aunque si se extiende en el tiempo
representa una seria psicopatología.

Retraimiento

Se produce un alejamiento de la realidad mediante sueños, fantasías… para evitar el estímulo


desagradable. Un ejemplo claro es el bebé estresado o sobreestimulado que se protege
quedándose dormido. No es una negación de la realidad propiamente dicha, sino un
distanciamiento de esta.

Proyección

Ante la incapacidad de reconocer determinados sentimientos como propios, el sujeto los


proyecta en los demás. De esta forma libera su malestar con una distorsión de la realidad.
Puede existir una proyección positiva (de virtudes) y otra negativa (de defectos).

Control omnipotente

Basado en la creencia de que todo lo que se desea se puede conseguir. La persona no es capaz
de reconocer la existencia separada del resto con una voluntad distinta de la suya. En sus
manifestaciones más extremas, unas metas poco realistas pueden ser la causa de trastornos
como la depresión.
Disociación

El sujeto desconecta de la situación para conseguir sobrellevar la experiencia traumática,


creando incluso una representación de sí mismo. De esta forma consigue aislarse de la
realidad. Cuando no es pasajero y se mantiene en el tiempo puede originar graves trastornos
de personalidad.

Secundarios: aparecen en épocas de desarrollo posteriores, son mecanismos más elaborados


y evolucionados y tienden a preservar el criterio de realidad.

Represión

Consiste en el olvido voluntario de la experiencia traumática o de los sentimientos o deseos


asociados que resultaron perturbadores. Se excluye este hecho o sus afectos de la consciencia
y se entierra en el inconsciente.

Regresión

Es el proceso inconsciente que el sujeto pone en marcha para regresar a etapas infantiles ya
superadas de su desarrollo. De esta forma evita el conflicto que suponen los cambios y el
propio desarrollo. Si se prolonga en el tiempo este mecanismo de defensa, puede resultar muy
problemático. Un ejemplo típico es el niño que vuelve a orinarse en la cama cuando nace un
hermano.

Desplazamiento

Consiste en la redirección y focalización de las emociones en un aspecto u objeto diferente del


motivo real que origina nuestra preocupación, ya que resultaría demasiado desagradable.
Permite descargar los afectos con menos peligro. Es uno de los principales mecanismos de
defensa que aparecen en las fobias.

Sublimación

Se basa en la búsqueda inconsciente de vías alternativas para conseguir la descarga de deseos


o impulsos prohibidos o mal vistos socialmente. Es un escape adaptativo para dichos
impulsos. En lugar de luchar contra ellos se produce la descarga a través de otro impulso
socialmente aceptable. Ejemplos clásicos son la satisfacción a través del arte como nuevo
destino de las pulsiones sexuales o el cirujano que canaliza en el quirófano sus impulsos
sádicos.

Compensación o formación reactiva

Funciona transformando un impulso o emoción en su opuesto: por ejemplo, el odio en amor.


Frecuente en personas que temen sus emociones agresivas.  

4. ¿Qué son los rasgos?


Es la tendencia de respuesta predominantemente estable a lo largo del tiempo y consistente en
distintas situaciones de nuestra vida. Ejemplo: extrovertido, responsable, ordenada… Son los
pilares de nuestra estructura de personalidad.

a teoría de los rasgos de la personalidad sugiere que las personalidades individuales se


componen de estas una amplia variedad de factores.

A diferencia de muchas otras teorías de la personalidad, tales como las teorías psicoanalíticas
o las humanísticas, la teoría de los rasgos de la personalidad se centra en las diferencias entre
los individuos. La combinación e interacción de diversos rasgos forman una personalidad que
es única para cada individuo. Teoría de los rasgos se centra en la identificación y medición de
estas características individuales de la personalidad.

5. Defina los 5 rasgos o dimensiones de la Personalidad.

 Apertura

La apertura es una característica que incluye imaginación y perspicacia. El mundo, otras


personas y el afán de aprender y experimentar cosas nuevas es particularmente alto para este
rasgo de personalidad. Conduce a tener una amplia gama de intereses y a ser más aventurero a
la hora de tomar decisiones. La creatividad también juega un papel importante en el rasgo de
apertura; esto conduce a una zona de mayor comodidad cuando se trata de pensamiento
abstracto y lateral.

 Conciencia
La conciencia es un rasgo que incluye altos niveles de consideración, buen control de los
impulsos y conductas dirigidas a objetivos. Este enfoque organizado y estructurado se
encuentra a menudo en personas que trabajan en ciencias e incluso en finanzas de alto nivel
minorista, donde se requiere orientación y organización detallada como un conjunto de
habilidades.

 Extraversión

La extraversión (a veces denominada extroversión) es un rasgo con el que muchos se habrán


encontrado en sus propias vidas. Es fácilmente identificable y ampliamente reconocible como
«alguien que se llena de energía en compañía de otros». Esto, entre otros rasgos que incluyen
locuacidad, asertividad y gran cantidad de expresividad emocional, ha hecho que las personas
extravertidas sean ampliamente reconocibles durante muchos años de interacción social.

 Amabilidad

Las personas que exhiben una gran amabilidad mostrarán signos de confianza, altruismo,
amabilidad y afecto. Las personas muy agradables tienden a tener comportamientos muy
prosociales, lo que significa que están más inclinados a ayudar a otras personas. Compartir,
consolar y cooperar son rasgos que se prestan a tipos de personalidad muy agradables. La
empatía hacia los demás se entiende comúnmente como otra forma de agrado, incluso si el
término no encaja del todo. Lo opuesto a la amabilidad es lo desagradable, pero se manifiesta
en rasgos de comportamiento que son socialmente desagradables. La manipulación y la
maldad hacia los demás, la falta de cuidado o simpatía, la falta de interés en los demás y sus
problemas son todos bastante comunes.

 Neuroticismo

El neuroticismo se caracteriza por tristeza, mal humor e inestabilidad emocional. A menudo


confundido con un comportamiento antisocial o, peor aún, con un problema psicológico
mayor, el neuroticismo es una respuesta física y emocional al estrés y las amenazas percibidas
en la vida diaria de una persona. La ansiedad, que juega un papel importante en la
composición del neuroticismo, se trata de la capacidad de un individuo para afrontar el estrés
y el riesgo percibido o real. Las personas que sufren de neuroticismo pensarán demasiado en
muchas situaciones y encontrarán dificultades para relajarse incluso en su propio espacio.

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