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En la localidad de tamarindo, un pequeño pueblo ubicado al pie de los

cerros de la huaca farfán. Debido al fenómeno Yaku, este ciclón ha provocado las
lluvias torrenciales que eran muy fuerte para la zona, en consecuencias de estas
lluvias, las calles se inundaban y muchas casas resultaban dañadas.

Un día, el pueblo se preparaba para enfrentar una de estas lluvias. Los


habitantes comenzaron a prepararse para lo peor, pero había un niño de nombre
Aaron que se sentía muy inseguro y asustado. No tenía confianza en sí mismo y
creía que no podría hacer nada para ayudar a su familia y a su comunidad.

Mientras tanto, su madre, quien era una mujer muy sabia, se dio cuenta de lo que
estaba pasando con su hijo. Sabía que Aaron necesitaba fortalecer su autoestima
para poder enfrentar la situación con coraje y determinación.

Así que la madre llevó a Aaron a la sala para contarle una historia. Le habló
de una niña valiente que vivía en un pueblo cercano al mar. Esta niña había
aprendido a nadar desde muy pequeña y, cuando llegó una fuerte tormenta, ella
fue la única que pudo ayudar a su comunidad, rescatando a varias personas de
las olas gigantes.

Aaron se sintió inspirado por esta historia y comenzó a pensar en sus


propias habilidades y fortalezas. Recordó que era bueno dibujando y que podía
ayudar a diseñar carteles para informar a la comunidad sobre las zonas de riesgo
y las rutas de evacuación. También recordó que sabía cómo ayudar a los niños
más pequeños a sentirse seguros y tranquilos durante la lluvia.

Con el tiempo, la lluvia torrencial provocada por Yaku llegó, y Aaron se


sorprendió a sí mismo siendo valiente y proactivo. Ayudó a su familia a prepararse
y luego se unió a los esfuerzos de la comunidad de Tamarindo para enfrentar la
situación. Diseñó carteles, ayudó a organizar albergues y se aseguró de que los
niños estuvieran bien atendidos.

Aaron se sintió muy orgulloso de sí mismo y de todo lo que había logrado. Y


su madre estaba feliz de verlo tan confiado y segura de sí misma. Desde ese día,
Aaron nunca más dudó de su capacidad para enfrentar situaciones difíciles.
Aprendió que fortalecer su autoestima era esencial para poder ayudar a los demás
y para enfrentar cualquier desafío que se le presentara en la vida.

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