Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Corre Gi Doo
Corre Gi Doo
Paul Rubén.
1
CAPÍTULO
I
Un nuevo amanecer
-Envía este mensaje a tu rey, dile que solicito su
presencia, pues exijo su cabeza, sólo eso, no pido
más, le desafío a un duelo y si es que tiene un
poco de decencia, considerará la vida de su
pueblo antes que la suya por lo que aceptará el
desafío; de lo contrario, ¿vez a estos hombres?
Con una sola orden mía comenzarán a exterminar
por completo este reino, una total aniquilación es
lo único que les esperará, nada más, todo hombre
2
libre morirá a nuestros pies, implorando
misericordia, toda mujer y niño, si nos vemos
generosos claro, serán nada más que esclavos y
cada anciano en un sacrificio por nuestra victoria
terminará su vida. Esto es sólo el comienzo,
llegarán más lanzas, pues en este preciso
momento espero junto con diez mil hombres a mi
disposición la respuesta de tu rey, pero no por
mucho ¿sabes?, pues llegarán más, el doble y
quizás el triple, está dicho que el final de los días
de tu rey y de tu reino como lo conociste han
llegado a su fin. Envía este mensaje al rey, tiene
lo que resta del día y la noche para entregarse, de
lo contrario mañana a primera hora dare la orden
para que empiece el asedio por su cabeza.
4
tres generaciones que evidentemente llegaría a su
inevitable final.
7
a torre dónde se encontraba mi habitación al
bajar hasta el nivel más alto del castillo se
encontraban dos puertas, una se dirigía hacía la
sala principal dónde mi se encontraba mi trono, y
la otra era un pasadizo secreto que me guiaba a
través de un túnel, fuera de las murallas, si es que
en algún momento había que huir esa salida sería
la solución, más si el enemigo la encontraba, sería
un punto letal donde seguro entrarían sólo los
mejores guerreros y conflictuarían desde el
interior, como una larva que nace crece
destruyendo desde el interior. Llegue al fin a la
sala principal y tome asiento en mi trono, cerré
un momento los ojos y cruce las manos para
meditar un momento en lo que estaba a punto de
acontecer, la lucha parecía inevitable, e incluso si
logrará hacer que el pueblo huyera, lo perderían
todo de cualquier forma, pero incluso hacer eso
resultaba imposible, no habría suficiente tiempo
para sacarlos a todos, tampoco habría posibilidad
8
de establecer algún acuerdo dado que rompí toda
relación con ellos, cuando un soldado del reino
enemigo fue capaz de asesinar a mi esposa, tal
acto habría hecho a cualquiera declarar la guerra,
pero no a mí, pues a pesar de que ella era el ser
que más amé en esta vida, sólo por despecho,
coraje, venganza no fui capaz de enviar a mis
ejércitos a su muerte, de la misma forma en que
evitaría que ellos quitaran vidas inocentes pues
cada uno de esos hombre tendrían familia, y
arrebatarles la oportunidad de ver a sus hijos
crecer, de amar a sus esposas un día más, sería
caer en lo mismo que ellos me provocaron a mi.
Me negué rotundamente a ser como ellos.
Entraron al fin, mis dos consejeros, ambos
hombres bien, ambos muy sabios, y correctos,
uno de ellos, Fhrel fue la mano derecha de mi
padre y es casi como un segundo padre para mí, el
otro es mi mano derecha, casi mi hermano, Gront.
9
Asumo, señores, ya se habrán dado cuenta del
ejercito que se encuentra en las afueras de la
muralla principal, una guerra nos acecha, una
guerra de la que no estoy seguro como terminará,
y de verdad que no lo estoy, pues, al parecer ellos
no buscan expandir su territorio, no buscan
riquezas, ni si quiera creo que busquen esclavos,
ellos de hecho señores, sólo exigen mi cabeza.
Hay cerca de diez mil hombres esperando afuera,
y afirman que llegarán más, en nuestro reino si
acaso contamos con cinco mil hombres para
defendernos, vencer al doble sería una hazaña
difícil pero no imposible, pero si llegan más,
definitivamente no hay nada que podemos hacer,
y tampoco contamos con quien aliarnos, son un
reino creciente en un mundo primitivo, y buscar
una alianza fue algo que jamás pasó por nuestra
mente establecer, ya que… Bueno, nadie espera
que haya guerras, no en una era tan pronta al
10
menos, pero el invasor tiene otros planes, que
son difíciles de descifrar.
12
dispuesto a hacerme pasar por ti Naidel, tenemos
la misma complexión, si me prestas tu ropa, y tu
armadura yo saldré a luchar, sabremos entonces
si de verdad es sólo tu cabeza lo que buscan,
definitivamente no regresaré con vida, pero si hay
aún una alternativa de evitar este conflicto, de
prolongar el final y por lo menos darnos tiempo
de pensar en algo que salve a la gente de este
reino, no hay que desaprovecharla. – No Gront, si
mi cabeza es lo que quieren y aun no sé porque,
así que mi cabeza es lo que tendrán, este reino no
necesita a un desdichado rey que los guíe hacía su
final, no hay que subestimarlos, no son estúpidos,
comenzando por el hecho de que saben algo que
nosotros ignoramos, así que tu plan es bueno,
pero no habrá treta alguna, cederemos a su
petición.- Así es Naidel, en algo tienes razón,
desconocemos algo que ellos no, seguramente es
algo de suma importancia, algo que vale más que
un reino como para que sólo exijan tu cabeza,
13
dame de una vez tu ropa, - No quiero cargar con
la vida de otro ser querido, otro ser cercano,
Gront no me parece justo especialmente para
contigo.
14
cuchillo más amarrado en la parte interna de la
bota izquierda, y se marchó sin decir adiós.
16
más y convertirse en uno más de la legión de
discípulos quienes, siendo no sólo de este mundo
resultan ser casi dioses ante un pueblo mortal
como el nuestro, tan llenos de sabiduría y poder
que podrían gobernar mucho más que un simple
reino, crear y destruir a un nivel inimaginable
para tu entendimiento. Así es, tu rey tiene esa
oportunidad, y será de él a menos que alguien
más intervenga antes de que eso ocurre, y tome
su vida y con ello esa oportunidad tan única de la
existencia.
17
-Dijiste a mi mensajero que me retabas a un
duelo, y aceptaré bajo la simple condición de que
si gano yo, tu ejército pasará a mi merced, es un
trato justo ¿no crees?, mi vida y con ello tu
oportunidad, a cambio de tu ejercito. – Es un trato
justo, acepto.
19
más cómica ha ocurrido aquí, así que este rey
decide muy tranquilamente mandar a uno de sus
hombres de confianza a enfrentar a un ejercito de
diez mil almas.- No me ha enviado él, fue decisión
mía hacerlo… -Enviarte o permitirte partir ¿cuál es
la diferencia, Gront?. Ahora, no sólo le pesará la
muerte de su esposa, si no también la de su
consejero y uno de sus amigos más cercanos, -
¿cómo sabes qué su esposa ha muerto?, -Pero
bueno, eso no es lo importante, pues esto será
tomado como un mensaje de parte de tu rey, y
mañana al nacer de un nuevo día empezará la
destrucción, una gloriosa carnicería que será
recordada por cientos de generaciones.- El
general enemigo levando la mano, y de manera
automática esos hombres que rodeaban a Gront
y a él levantaron sus arcos y apuntando a su
cabeza, mi valiente amigo no hizo más que
levantar su rostro y mirar como las primeras
estrellas de la noche inundaban el cielo, tanto él
20
como yo sabíamos que moriría, quizás por las
sensaciones vividas del momento en su persona
no se percató del hecho era bastante estúpido
que los arqueros dispararán, a menos de que su
certeza fuese letal, sólo terminarían hiriéndose y
quizás hasta matándose unos a otros, detrás de la
espalda de Gront avanzó un soldado, desenvainó
su hoja, lo jaló del cabello y de una tajada rebanó
su cuello, su cuerpo tardo un pequeño momento
en caer, su cabeza quedó sujeta de la mano del
soldado, acto seguido desvistieron el cuerpo y lo
rebanaron en forma de filetes, los metieron en
algún líquido, pudo haber sido agua, luego de que
se remojaron, los sacaron, los atravesaron en una
lanza y los colocaron al fuego, enterraron una
lanza más de manera vertical en el suelo, y en el
extremo que quedó en el aire colocaron su
cabeza. La escena de su trágica muerte quedó
sellada en mi mente, al igual que el recuerdo de
un gran amigo y valiente compañero.
21
-¿Ha sucedido ya Naidel?. –Así es Fhrel, su muerte
ya es un hecho del que no podremos
arrepentirnos, y por ahora la mejor forma que
tenemos de vengar su muerte es liberar a este
pueblo, no creo que comience el asedio esta
noche, no se arriesgarían a tener por desventaja
la obscuridad en un reino desconocido, sería
como tratar de cazar con los ojos vendados.
Tenemos toda esta noche para hacer algo al
respecto, podríamos ocultarlos en el castillo, o en
la salida secreta de tu castillo, vaya que si servirá
para algo después de todo, y de esta forma
aprovechar mientras nuestros hombres defienden
el lugar para sacarlos pero el problema es que no
hay a dónde ir, el poblado más cercano está a
dos días a caballo de aquí, y no sabemos como
tomarán nuestra llegada, que aunque fueran
aliados, no verían bien nuestra llegada, la llegada
de un pueblo desterrado de su hogar, no sería del
todo bien vista en un pueblo creciente, sería
22
como llegar a presentarles un obstáculo y si es
que no, arrebatarles la oportunidad de ir
creciendo y desarrollándose, serían como lo que
nos está ocurriendo a nosotros pero esta vez de
forma pacífica, aún cuando sea nuestra única
oportunidad, no sería justo como ellos se ven
invadidos de esa forma, además contamos con el
hecho de que no lleguen más soldados porque de
ser así, estaríamos totalmente perdidos, sin
esperanza alguna de lograr sobrevivir. –Se
quedarán en el castillo.-¿Qué, has estado
poniendo atención?- No hay a dónde ir, si es que
hay una oportunidad, esa está aquí resguardados
dentro de los muros de la ciudad, si bien no son
más hombres para luchar, son una ayuda que no
debemos descartar, y si los utilizamos con
inteligencia y con un poco de suerte por parte del
destino, aún podríamos tener una oportunidad de
ser sólo el ejercito que tenemos afuera esperando
por nosotros.
23
Nuestro ejercito no tardó a llenar el castillo con la
mayor cantidad de provisiones posibles, no sólo
por el hecho de tener algo mientras
aguardábamos, si no para evitar brindarle alguna
ayuda al enemigo, dado que ellos no han traído
provisión alguna, cierto es que a la guerra no se
parte más que con armas, el deseo de sobrevivir,
y la bendición de tus seres amados, nos tomó casi
toda la noche llevar a la gente al interior del
castillo, éste era bastante amplio, tanto que
entro toda la población destinada y aún así
quedaron unas habitaciones libres, muchos niños
lloraban y buscaban un lugar para dormir, en las
mujeres no había más que caras tristes y lágrimas
en sus ojos, ellas sabían que nada volvería a ser
igual después de esa noche, una noche larga y
fría, a decir verdad no tenían idea de lo que les
esperaba venir, no sólo no habría ningún hombre
sobreviviente a la invasión, si no que muy
posiblemente ellas tampoco sobrevivirían, una
24
triste desgracia para un pueblo inocente, aún sin
saber la razón del porque esto estaba ocurriendo,
faltaba aún un poco de tiempo para el amanecer,
hacía no mucho que la media noche se
encontraba presenciando la movilización nocturna
del lugar, entonces las tropas comenzaron a
colocarse, la mayoría a la puerta sur, pues es en
ese lugar donde golpearían con el mayor peso,
otra parte del ejercito fue colocado en cada una
de las entradas laterales, sin embargo dejamos la
puerta norte completamente descubierta, sería
casi imposible y estratégicamente descuidado que
alguien entrará por ahí pues se encontraba al pie
de una enorme montaña, entorpecería
totalmente el flujo de las tropas, en ves entonces
de colocar soldados ahí, quedaron al fin
resguardando la entrada principal del castillo, se
colocaron maderas y trozos de metal atravesados
en cada una de las entradas, no sólo las
principales si no también las internas, además de
25
bolsas llenas de tierra, con un poco de suerte les
tomaría más tiempo del planeado por ellos el
derribar esas entradas, y serían segundos vitales
en los que los arqueros podrían quitar al menos
unas cuantas vidas más.
26
valle, han crecido y disfrutado de la vida en la
manera de lo que resulta posible para ustedes,
han vivido en paz y han conocido lo que es el
amor, pero nada es para siempre y los tiempos
han de cambiar, y la vida de un reino es como
una moneda una vez que ha sido lanzada al aire,
algunas veces veremos con una larga sonrisa la
cara de la paz, otras ocasiones tristes habremos
de vernos mezclados en conflictos de los que
nunca quisimos ser parte, y es esto lo que está a
apunto de ocurrir, es un hecho que al compañero
que tienen a un lado quizás no lo vuelvan a ver
jamás en está vida, pero manténganse firmes y
unidos que aunque sea alguien no conozcan bien,
son hermanos que luchan por un solo fin en
común, defender aquello que les quiere ser
arrebatado, su paz, su tranquilidad, su progreso,
su familia, su vida. Defenderemos lo nuestro hasta
que la gloria se funda con nuestro destino como el
metal lo hace al ponerse al fuego.
27
Las antorchas alumbraban lo rostros de algunos
soldados, en su rostro no se reflejaba esperanza
alguna, ellos sabían lo que les esperaba, la vida
resulta injusta para muchos cuando aquellos
quienes se encuentra por encima se muestras
como seres egoístas, el poder corrompe, por ello
es que nadie debería tenerlo, la mente del
hombre es fácil de doblegar cuando se le ofrece
un privilegio tan exquisito como éste.
29
penetrar las entradas, decidirían probar en otra
de las cuatro entras, dudo mucho que las
desconozcan, y si es así, seguro han mandado ya a
gente a revisar el perímetro, buscando un punto
débil por donde ingresar, pero estas murallas son
fuertes y sus entradas se encuentran bloqueadas
mejor de lo que esperaba, el paso del día
transcurría pero poco a poco se estaba
desgastando la entrada principal debido a tantos
impactos, si bien las trabes que se le habían
colocado aún no se vencían, las bolsas de tierra
temblaban y se caían una y otra vez que fue difícil
tratar de reacomodarlas, pues cuando nosotros
colocábamos una, el impacto derribaba dos, pero
ese no era el verdadero problema, los sellos que
sujetaban la puerta a la muralla, no sabía cuando
exactamente durarían, porque una vez vencido ya
sea que jalarán la puerta hacía afuera o la
empujaran hacía adentro, se desataría realmente
la batalla, con el transcurrir del día perdimos al
30
menos un centenar de arqueros , pero ellos
fueron capaces de aniquilar a cientos de los suyos,
un precio justo si es que así lo podríamos
considerar, cerca del medio día comenzó a
nublarse el cielo, y una lluvia densa cayó, quizás
los dioses apoyarían la causa de un pueblo
inocente destinado a la invasión, el transcurso del
día continuo y los golpes no dejaban de resonar,
debido a la lluvia la tierra firme de torno como
fango y entorpeció los esfuerzos del enemigo de
intentar penetrar la puerta, pero a decir verdad
no era capaz de comprenderlo ¿porqué seguían
aferrándose a esa entrada y no intentar algo
más?, poco antes de que el sol se ocultará la lluvia
cesó y el viento se llevo las nubes, fue entonces
cuando ocurrió, detuvieron su ataque, ¿era eso
posible?, quizás nos habían subestimado a
nuestros soldados y a la capacidad de las grandes
murallas para aguantar el azote del enemigo,
ordene a mis arqueros retirarse y resguardarse,
31
los primeros caídos fueron llevados a un
cementerio, ubicado no muy lejos de mi castillo,
velaron por el y se alimentaron los sobrevivientes,
mañana sería otro día y seguramente el número
de personas muertas sería mucho mayor, regrese
a mi habitación en el castillo una noche más, pero
tan pronto llegue un mensajero entro y me dijo
muy asustado algo que de verdad jamás me
hubiese gustado oír, había al menos otros ocho
mil hombres colocándose en cada una de las
entradas laterales del reino. Esto era el fin.-
Gracias, puedes retirarte y asegúrate de que se
mantengan en guardia.
CAPÍTULO
32
II
SEÑAL DE LOS DIOSES
33
acariciaba las secas de los árboles, y su sonido
hipnótico era la melodía de la soledad,
amenizando la noche, amenizando aquella noche
en la que acariciaba mi piel con dolorosos
susurros.
34
evento pero ¿qué era exactamente eso?; ¿sería
acaso una señal?, principalmente un evento sin
precedente, algo que seguramente sólo yo en mi
noctambulismo sería capaz de haber apreciado, el
sendero que seguí aquello, en cuyo trayecto fue
iluminando todo el lugar y su sonido era como el
gritar del viento, pero más sonoro aún, además
por donde pasaba se dibujaban con las sombras
de los árboles siniestras siluetas que casi al
instante, se evaporaron de nuevo en una
profunda atmósfera de obscuridad y silencio. Tan
rápido como llegó, así de rápido se esfumó
aquella esfera de los cielos. Seguro era una señal,
y necesitaba ver dónde concluía su camino para
poder interpretarla.
38
guardias apostados en la vigía del castillo, y mi
pueblo poco a poco fue testigo de mi creciente
soledad; cuando corren los tiempos de paz la
gente es demasiado feliz y en su felicidad se
dedica a la prosperidad, eso no es malo de hecho,
pero en su desarrollo se fueron olvidando de mí;
incluso mis personas más cercanas, y no los culpo
por ello pero me resulta extraño que me
encuentre tan solo y de alguna forma sea su
atención lo que me haga sentir bien. Quizás tu
sabes ¿porqué?, tú quien fue capaz de ver más
allá de lo que mi cansada percepción ya no
lograba entender, quizás tu si lo viste, incluso,
venir. Porque uno piensa que en tiempos de paz y
armonía la hermandad, amistad y sobre todo la
unidad serían lo que más habría en un reino, no
sólo entre todos los habitantes si no también
entre seres cercanos, o quizás es que
sencillamente si lo existía pero no era algo sobre
lo que tenía el privilegio de poder gozar, quizá a
39
mí sólo me tocaba una vida de regir, de gozos, de
comodidades, pero no de contacto humano
alguno no después de ti por lo que he notado.
40
ante tales tiempos de paz y prosperidad
finalmente llegue a la entrada de la muralla
principal la cuál tenía atravesada un enorme tubo
de hierro fundido el cual me costo un poco de
trabajo levantar y colocar en el suelo de una
manera lo suficientemente cuidadosa como para
que no realizará ningún ruido al tocar con el
suelo, que pesado era ese tubo, pensé, o es quizás
que yo me he vuelto más viejo, más débil, más yo.
Empuje la enorme puerta la cual con tan solo el
primer impulso emitió un sonido bastante
revelador, una especie de rechinido, la abrí
apenas lo suficiente para caber, una vez afuera la
jalé hacía mí lo más que pude. Estaba ya afuera, y
aun cuando había la posibilidad de dar vuelta
atrás decidí no hacerlo, si bien no tenía ni el más
mínimo sentido y deseo de aventura tampoco
tenía a que quedarme en solo en mi castillo. A
unos cuantos pasos de esa salida nacía un
pequeño bosque que pese a que era una zona que
41
conocía como la palma de mi mano, había algo
diferente, algo había cambiado, tenía esa
sensación de que no volvería a ser jamás mi tan
querido sitio para vivir, pues no nacía en mí la
capacidad de poder considerarlo mi hogar.
Comencé al fin a caminar adentrándome al
bosque era verdad, había cientos de soldados que
se dirigían a la muralla norte del reino
afortunadamente estaban muy lejos para poder
ser visible, pero no entiendo como un evento de
la magnitud que acababa de ocurrir no sería cosa
de asombro para ellos, mis pasos resonaban al
caer sobre las hojas que aún se encontraban ahí,
derribadas por el paso del tiempo y el sello del
otoño además de la rala hierba del lugar, el
fresco de la noche acariciaba mi cara, y penetraba
en mi mente para quedarse allí, fundido como un
recuerdo más, y he llegado a pensar que eso
ocurrió porque era una de las cosas que mas
disfrute, la brisa nocturna de invierno, era una
42
sensación contradictoriamente cálida. Aún
faltaban horas para el amanecer, pero por
primera vez sentí cansancio en mí, fue bastante
gracioso que cuando por fin me dispuse a realizar
una proesa de tal calibre esta vez mi cuerpo me
atará con una terrible pesadez, pero ya estaba allí
y debía continuar, en el bosque del Urom, que
pese a ser un lugar de perfectas condiciones,
nunca fue un lugar dónde los animales pudieran
habitar, y no precisamente porque los hombres
los cazarán, si no que más bien era, según decían
las leyendas contadas por mi padre, un lugar
maldecido con una extraña atmósfera durante la
fundación de este reino, una atmósfera
consagrada por la presencia de Urom que de ser
así, para el hombre nunca dicha maldición
representó realmente un obstáculo para
establecerse en esté mágico lugar.
47
tu deseo de seguir viviendo. Te deja en un estado
casi como muerto en vida, dónde necesitas de
estímulos para regresar a la realidad de manera
completa. Saqué un trozo de pan horneado el día
recién terminado y lo remoje en leche, lo comí
tranquilamente, el frío mantuvo la leche fresca,
mas comida caliente me hubiera sentado mucho
mejor.
51
no era más que otra página del pasado en mi vida,
una de tantas que contaban la historia de quien
fui alguna vez.
52
soplando frío, y el sol continuaba elvandose
lentamente en cielo, imponente y eterno como un
dios que a través del tiempo regía sus dominios y
más allá de donde la luz y el calor permitían
llegar.
CAPÍTULO
III
55
¿LA RESPUESTA?...
Al subir todas las escaleras note algo diferente en
el aire, en el clima. -¿Qué?, era y no era lo que
tenía que ser, miré atrás y no estaban ya las
colinas del perdón, sólo había una planicie
extendiéndose detrás de mí, ¿tomé el camino
correcto?, ya no estaba más aquel valle que vi
cuando estaba en la cima de las colinas, ¿dónde
quedó el agujero hecho por esa esfera de luz que
me enviaron los dioses la noche anterior?. En vez
de ello había un lago, cristalino y claro que
reflejaba una enorme montaña encontrada al
fondo, cubierta de hielo en la cima además del
sol ocultándose tras ella. Y hacía abajo, nacía un
bosque, parecía primavera en ese lugar, ¿qué
ocurrió?, ¿porqué todo estaba tan cambiado si
sólo entre a ese túnel en pequeño momento?,
¿porqué ya no podía ver el la entrada por donde
me adentre?.
56
Al observar todo el panorama, pensé que quizás
había habido un derrumbe, pero, no se escuchó
ningún sonido de ese tipo, ¿era una trampa tal
vez?, di unos cuántos pasos hacía abajo, pues
aquella entrada se encontraba a una altura
considerable más arriba del nivel del lago, y al
avanzar me di cuenta de que en efecto, no estaba
más en el lugar a dónde había llegado a primeras
hora de la mañana, no estaban más las colinas del
adiós ni en el valle de Vhork, este valle totalmente
nuevo para mí se extendía y a lo lejos y no se
observaba nada más que un extenso terreno
hasta dónde mi vista me lo permitía, estaba lleno
de una vegetación poco variada, pero despoblado
de personas. No acababa de comprender o si
quiera imaginar que había ocurrido durante mi
travesía en ese túnel.
59
leche.” Me dijo, por dentro la cabaña se veía bien
cuidada, había una vieja cama en la esquina
izquierda, y una mesa en la esquina derecha,
sobre esa mesa unos cuantos vasos, platos y
copas, y en el centro de esta había una vela,
medía casi lo de un brazo y de ella salía una llama,
era fuego de color azul y pese a que por fuera se
veía como una llama débil, por dentro iluminaba
bastante bien la habitación, entre la cama y la
mesa estaba él, meciéndose en una enorme silla
de madera, su cabello parecía ya de color blanco,
en su rostro se dibujaban unas bien definidas
arrugas, su barba era larga, tenía una complexión
delgada y una mirada ,fría y penetrante, vestía
con una camisa color blanco, pero que dada la
iluminación, parecía azul, un pantalón negro
además, y unas botas de cuero color café.
Además, él me estaba esperando a mí, eso sin
duda sería lo último que pensé que ocurriría en
aquel lugar, vaya que cuando te acostumbras a
60
ser ignorado, a vivir en la soledad, te das cuenta
de que cuando por fin alguien te presta atención
terminas reaccionando como si alguien
descubriera que existes, es bastante raro.
62
misma forma que no debe ser de una sola forma
no debe verse de una sola forma cada una según
lo que quieras encontrar, y si no quieres ver más
allá de lo que tu ojos pueden ver, escuchar más de
lo que tus oídos pueden escuchar, sentir más de
lo que tus manos y pies son capaces de hacerlo;
caerás en la obsesión, pues a falta de elementos
que expliquen las circunstancias que matizas tu
existencia; surgen interrogantes, una y otra vez,
que, estarás más interesado en agobiarte por
ellas, que por responderlas. La obsesión es un
laberinto dónde crees que aquello que buscas es
una salida, una respuesta que responda al porque
de todo lo que te ha ocurrido, pero en realidad
sólo te estas aferrando a vagar dentro de él y no
a buscar una salida.
64
pequeño grupo de cazadores diez hombres
quienes pretendían establecerse en ese lugar, en
el lugar dónde ahora está tu reino, de repente,
después de meditarlo me di cuenta de que ese día
lo describiría como una habitación iluminada con
una vela , y de repente la luz se apagó, entonces
nos vimos envueltos en total obscuridad unos
momentos, pero de repente todo parecía normal
otra vez, nuevamente había obscuridad, y el sol
volvió a iluminarnos momentos después,
continua y alternadamente ocurrió esto, no
teníamos idea de que estaba pasando o que
debíamos hacer al respecto, si hay algo de lo que
no se puede huir, es de la muerte y de la
obscuridad, y al parecer ambas nos acechaban
pero finalmente lo vimos, su colosal cabeza
apuntaba directamente hacía el lugar donde
nosotros estábamos, era como el contacto entre
dos mundos, más su cuerpo se extendía más allá
el horizonte y no se le veía fin, otra parte de su
65
cuerpo cruzaba con la primera parte que
notamos, y tampoco se le veía fin, no podíamos
decir que estaba volando pues ni siquiera se veía
cercas de suelo que nosotros pisábamos, y tiempo
después descubrí que dado su tamaño,
seguramente había envuelto todo el mundo con
su cuerpo. Ante tal evento quede perplejo, lleno
de horror, y sin saber que hacer, la reacción en
mis compañeros era la misma, todos
reflejábamos una expresión de no poder creer lo
que estábamos presenciando, jamás volvimos a
ser los mismos a partir de ese momento, pronto
comenzó a caer muy lentamente del cielo una
especie de neblina de un color rojizo, todas las
partes del cuerpo que no teníamos cubiertas con
alguna prenda, y que, entraban en contacto
directo con esta neblina, ardían como si
estuvieran siendo quemadas, era doloroso, pero
no mortal, pronto, nada más que esa cosa que
caía del cielo se volvió lo único visible, sólo una
66
nube roja que había descendido de los cielos era
lo que podíamos observar; corrimos a cubrirnos
en los árboles cercanos más cercanos que
habíamos ubicado, y volvió a ocurrir, todo el valle
se bañó de obscuridad alternadamente, hasta que
de repente, todo quedó en obscuridad total, ésta
vez duro más, empezó a sentirse un frío invernal
siendo primavera que hizo que las hojas de los
árboles y el pasto del suelo se decoloraran en un
amarillo como el que suelen tomar cuando es
otoño, y esto continuo hasta que el sol volvió a
cubrirnos con su luz, la criatura ya no estaba y
aquella cosa roja se había desvanecido también,
se extinguió junto con la obscuridad del suceso.
Entonces, todo cambió para nosotros, los testigos
de tal evento que habían sido cubiertos por esa
nube, poco a poco fueron muriendo, todos
experimentábamos visiones muy extrañas,
algunas muy violentas, y teníamos pesadillas,
terribles pesadillas que poco a poco nos
67
consumían, desarrollamos incluso un terrible
miedo a dormir, el agotamiento fue tal que poco a
poco fueron muriendo, al ver lo que ocurría yo
decidí ocupar la mente en algo que pudiera
distraerme de la situación en que me encontraba,
me negaba a morir, a terminar igual que ellos,
regresé al lugar exacto dónde ocurrió todo, me
tire al suelo un momento y vi las estrellas
brillando en el cielo, me preguntaba si esa criatura
regresaría una vez más a ver terminado su trabajo
a asegurarse de que cada uno de los que vieron
eso estuvieran muertos al fin, que pequeñas era
mis suposiciones y que erradas resultaban, me
levanté y caminé colina arriba, la luz de la luna
permitía ver con claridad el lugar, al llegar a la
cima, me detuve un momento y caí de rodillas, el
agotamiento lo resentía en mi cuerpo de manera
cada vez más mortal, respiré profundo, me
levanté y continué caminando, la luna parecía
seguirme aquella noche, no sabía si continuar
68
despierto soportando las condiciones a las que
me encontraba o dormir y despertar muerto del
miedo por lo que veía en mis sueños, al pie de la
colina encontré la entrada que viste al llegar a
este lugar, en la entrada había una pierda rojiza;
la tome con mi mano izquierda y supe entonces
que estaba hecha de lo mismo que nos fue
esparcido a mí y a mi grupo de hermanos, caí de
nuevo al suelo, cerré los ojos un momento, esta
vez no ardía al contacto con la piel, me levante y
sin abrir los ojos comencé a dibujar, deje a mi
mano ser guiada por la roca, los trazos salían de
manera natural, dibuje y dibuje a lo largo y ancho,
hasta que la roca se consumió por completo y
todos esos dibujos que realice hoy en día son los
grabados que tu pudiste apreciar al entrar. Ese
fue sólo el comienzo de un largo proceso de
transformación. Seguí caminando al interior del
túnel, tampoco había escaleras en ese tiempo, de
hecho cada escalón que descendiste al entrar y
69
ascendiste al salir del túnel representa un siglo
desde que yo llegue aquí por vez primera; y fue
cuando lo vi, ese lago tan hermoso, que reflejaba
la luna como un espejo, pronto comencé a sentir
un gran alivio en mí, el agotamiento y el dolor se
estaba extinguiendo, sé que sí volvía atrás
compartiría el destino de mis compañeros, no
quería morir aún, no sabía porque, pero quería
seguir viviendo aún cuando me alejé para siempre
de mi familia, y desde la lejanía en la que se
encuentra este lugar fui testigo de cómo ellos
continuaron con sus vidas, fue un gran pesar el
que vivieron, por un largo tiempo, pero crecieron,
el tiempo no pasa en vano ni si quiera para la
montaña que permanece quieta abrazando este
mundo. Así es, crecieron y todos formaron sus
respectivas familias, sembrando así la semilla de
su descendencia, y el linaje corrió de generación
tras generación como el viento que sopla en estos
verdes valles, edificaron civilizaciones, y entre
70
ellos, estaba tu abuelo quien fundó tu reino, la
muerte lo llevó joven a un nuevo viaje lejos de
este mundo, lo mismo ocurrió con tu padre, tu
vida ha estado plagada de muertes y dolor, eso no
es justo para nadie, pero necesario es en el
circulo de cambios que conforman esto que
llamamos vida. Es necesario porque el dolor de la
perpetua perdida es una sensación que te ancla a
comprender lo insignificante que eres, pero a su
vez te hace ver que es un límite na muralla que
puedes atravesar, jamás la burlarás de maneras
convencionales pero con actos o palabras podrás
trascender y entonces tu recuerdo vivirá con el
pasar de las generaciones y tu mi amigo, vivirás
pos siempre.
72
Sus ojos eran verdes como los largos pastizales del
valle me parecían el nacimiento de la vida con
sólo un instante de contemplarlos, su piel era
blanca como la nieve que caía en las temporadas
de invierno y vestían mi reino, su cabello
brillante, color del sol; caía en cascada, largo y
abundante, y su sonrisa, su sonrisa era una cálida
luz que matizaba mi existencia de felicidad, los
rasgos de su rostro eran finos, y tenía la voz de un
ángel, cuando me acerque con ella a hablarle por
vez primera ambos notamos algo, hablábamos y
hablábamos de manera tan natural, pese al hecho
de que un rey y una campesina no tendrían ni
siquiera una sola idea de que poder hablar, yo le
contaba sobre mis expediciones, las decisiones
que tomaba para con el reino, y ella me hablaba
de la vida en el campo, no imaginaba cuan dura
resultaba, pero el trabajo nunca fue desagradable
para ella. El tiempo continuó su curso y antes de
que pasara un año desde aquel encuentro
73
celebramos nuestra unión para toda la vida, hasta
que la muerte… Nos separó.
76
piernas me fallarán, ella se había ido, caí al suelo
y emití unos sollozos, que pronto se convirtieron
en gritos, y un llanto incontenible, no era sólo ella
quien se había ido, mi vida me acababa de ser
arrebatada, presa de la desesperación no sabía si
seguir corriendo o regresar por ayuda. Muy en el
fondo sabía que no había ya oportunidad de nada.
Fui muy lento y poco precavido, pero jamás
pensé que ocurriría algo así.
78
manantial con todo y el cuerpo de Derra. Cuando
regresamos al castillo incluso hubo voluntarios
que se ofrecieron a preparar un entierro
simbólico para mi esposa muerta, Pero el rey
viudo ya no estaba en condiciones si quiera de
tomar aire para seguir respirando, en ese
manantial se había hundido mi vida para siempre;
y aún cuando ya no había como tal una relación
con la demás gente, esta vez me aislé
completamente de la gente, incluso de la más
cercana a mí persona, me aislé de mis
responsabilidades, sin ella conmigo, ¿qué sentido
tenía incluso el seguir dando importancia a la
realidad en la que me encontraba yo tan…
Extraviado?.
81
lugar, podía escuchar latir mi corazón, y nada más
que ello.
82
CAPÍTULO
IV
La última oportunidad
83
-¡El suelo!, no podía ver el suelo, estaba de pie en
un lago poco profundo color rojo, conocía ese
color, eso era sangre, pero, ese lago era inmenso,
no se lo podía ver el fin e ignoraba que tan
profundo era, a lo lejos, sólo se distinguía el muro
gris, pronto el sonido de algo cayendo al lago
sonó, eran gotas cayendo de arriba, y su sonido
parecía el de la lluvia, el anciano que ésta vez
estaba frente a mí y dándome la espalda caminó
lentamente, lo seguí, se sentía un olor tan
desagradable que por un momento estuve a
punto de vomitar, luego, lo vi.
86
este es el momento en que se encarga de sepultar
dioses en un largo sueño.
88
que así lo llegan a creer, y no sólo con palabras, se
llegan a mentir incluso en sus propias acciones;
así que, ahora demuéstrame de una maldita vez
que estoy equivocado y comete esa mano.
91
Aquel día, ¿cómo olvidar aquel día? En que
consagraste el futuro de la vida, dejándome a mí
como sólo un recuerdo en tu colección, todos los
días de mi existencia aún dedico a ti, aún después
de que te has ido, y así como antes, esos días, no
me resultan nada más que pequeños momentos,
pues es la presencia de tu recuerdo en mi mente
aquello que me permite mantenerme cuerdo, y
en un suspiro comprender que en algún momento
vivimos juntos esta vida, que quizás aún sigo aquí,
pensando que tenía una dirección a dónde ir, más
el destino es una brújula de constantes cambios
que pocas veces son fáciles de comprender, pero
al fin, hay muchas formas de interpretar esos
cambios, hay tantas que es difícil distinguir la
interpretación correcta de la incorrecta, difícil de
mantener una postura, pues sin importar que tan
estables sean los pilares que sostienen tu razón
de ser, esa brújula volverá a cambiar y hará todo
derrumbarse una y otra vez, pero ¿es el final la
92
conclusión de tú existencia, el veredicto del
porqué todo aquello que la aconteció ocurrió de
esa forma? ¿O sólo una iniciación a un viaje que
aquí no eres si quiera capaz de imaginar?
93
obsesiones, de ti, del pasado, de un presente sin
ti, y un futuro incierto.
96
juntos y nada de ello tendrá si quiera un poco de
importancia para nosotros dos.
98
de nuevo, y regresando a mí vida para quedarte
está vez, por siempre.
99
monumento, no es del todo malo, pero no es
precisamente lo que tu alguna vez viste; yo, jamás
volví a ser la persona que alguna vez fui. Que,
hasta cierto punto es comprensible ¿no lo crees?,
pero viví en un mundo donde la comprensión no
es algo que se practique entre la gente, ni siquiera
entre seres cercanos por lazos sentimentales o
incluso emocionales.
104
sorprendentemente ella seguía con vida,
emitiendo leves gemidos de su boca y escupiendo
sangre; finalmente el jinete la estranguló hasta
morir, la soga con la que había amarrado su
cuello, aún tenía un extremo suelto el cual amarró
a una enorme roca y la arrojó al agua, lo más
profundo que pudo, el manantial se tiñó de rojo
debido a la sangre que aún estaba brotando de
todas sus heridas. Luego el jinete se marchó del
lugar, dirigiéndose a donde yo me encontraba,
esperando por él.
106
más de lo que tu con toda tu humanidad, poder y
riquezas pudiste llegar a ofrecerme. No sé que te
haya comentado al respecto el viejo Vhork sobre
mí, el anciano que te llevo a la morada del
guardián. Pero como te darás cuenta, jamás
existió, no existe y jamás existirá un para siempre
entre nosotros dos. Esta historia siempre será
sobre mí, y tú ahora ya no eres parte de ella,
mejor regresa del lugar de donde saliste a buscar
una pierda que cayó del cielo a la que ilusamente
llamaste la señal de los dioses, regresa de dónde
has venido y encuentra una manera de morir lejos
de mí. Mantén incluso tu pensamiento lejos de
esto, date un descanso que lo necesitas, un
descanso eterno.
109
-Retrocedí unos pasos atrás, ese sujeto era más
corpulento, más fuerte y más ágil que yo, ¿cuál
era mi ventaja?, al parecer, no tenía yo, nada más
por perder, nada más que me interesara esta vez,
sujete mi espada con ambas manos, mis brazos
temblaban, pero no por temor, un enorme coraje
me poseía, una rabia tan incontrolable por mí, me
avalansé nuevamente hacía él, mis botas se
hundían en el fango, caminé tres pasos largos y
deje caer el primer mandoble cerca e su hombro
izquierdo, lo esquivó haciéndose a un lado, y
trazó con su hacha el movimiento natural de su
brazo al soltar un revés como para intentar
enterrarla en mi cuello, me agache y volví a
retroceder, esta vez dibujo un movimiento de
abajo hacía arriba, yo continué retrocediendo,
sujetando la espada con mi mano izquierda
intente cortarle el cuerpo de manera diagonal o
al menos hacerle daño en uno de sus costados,
pero ahí estaba de nuevo esa hacha
110
impidiéndome lograr el cometido, más que un
arma parecía un muro imposible de atravesar, la
lluvia cayó más fuerte y apenas me permitía ver a
mi enemigo, continuó embistiendo con su arma
él era un experto con ella y yo torpemente
esquivando me di cuenta de que había perdido ya
la habilidad de la lucha, el costo de la paz no
siempre es bueno, finalmente me derribó, caí al
lodo y mi espada a unos brazos de mí, esperando
sentir el filo de su hacha cortando mi piel, cerré
los ojos y respire profundo, la lluvia me había
dejado empapado, por fin, he llegado al final,
pensé, ¿porqué no sentí el golpe final? Cuando
abrí los ojos él caminaba detrás de ella, ambos se
alejaban de mí.¿qué clase de broma enferma
está?, pensé, ambos entraron a la cabaña y yo me
quede afuera, tirado en el lodo, mirando las grises
nubes, no se les veía el fin, y sintiendo la lluvia, no
podía creer que tan mal me sentía en ese
momento, esta vida no conoce la piedad, y no me
111
permite morir aún, ¿tengo que sufrir más acaso?,
nunca será suficiente al parecer.
113
el atardecer, había arqueros tirados sobre la
muralla, no había duda de que estaban todos
muertos.
116
pero todos fracasarían al fin, nuestra especie es
imperfecta.
117
CAPÍTULO
V
El manicomio
Entonces desperté, era una mañana soleada y
tranquila, el único sonido que se escuchaba era el
de un ave cantando, no muy lejos de la habitación
donde yo me encontraba, la luz entraba a través
de una ventana que se extendía al menos a tres
cuartas partes de la pared, más su altura no era
118
mucho, y se encontraba sitiada a una distancia
cercana del techo, el cual estaba pintado de color
blanco, al igual que las paredes. Yo estaba en una
cama con cobijas blancas, tenía la sensación de
haber tenido fiebre y como ya se había casi ido
toda sensación producida por esta.
119
El tiempo transcurría lentamente y mi cabeza
empezó a doler, como si estuviese a punto de
explotar. Grité, y mi garganta reseca pronto
comenzó a doler, de repente comencé a toser y
de mi boca salió sangre. Mi cuerpo empezó a
temblar muy rápidamente, el movimiento hacía
incluso que se moviera la cama dónde me
encontraba, un momento después la vista se me
nubló y perdí el conocimiento, pronto quede en
completa obscuridad nuevamente. Al despertar
no supe al principio que pensar, pero luego de
intentar comprender por un momento me di
cuenta que seguía en la misma cama, aún me
encontraba atado a las correas, pero ya era de
noche y no había nada que iluminara esa blanca
habitación, es por ello que aún había ahí una
profunda obscuridad, como la negra noche que
matizaba ese momento. Las horas continuaron
transcurriendo lentamente, pronto comencé a
sentir frío y mis dientes castañeteaban, el
120
amanecer estaba cercas, entró entonces una
mujer, era delgada y tenía unas enormes ojeras,
su cabello llegaba apenas a sus hombros, y en
sus brazos sostenía una lampará hecha con una
vela y aceite, vestía un vestido largo de color
negro, fue todo lo que la iluminación de la
lámpara me permitió ver. -¿Así que aún sigues
vivo?, muy bien, me sorprendes. Dijo la mujer con
una voz bastante baja.- Entren, es hora de
llevarlo, el ya ni tiene cura y sólo ocupa espacio
que alguien más podría aprovechar.- Dos sujetos
entraron a esa extraña habitación y con mucho
cuidado me liberaron de las correas, me sentía
muy débil como para intentar huir de ahí, pero,
¿huir a dónde?, ni siquiera tendría algún sentido
oponer alguna clase de resistencia, me sentía muy
débil de verdad. Al fin liberaron las correas, tenía
puesto sólo un pantalón de tela, en mi pecho
estaba seca la sangre que salió de mi boca, al fin
cada uno me tomo de un brazo y los colocaron
121
encima de sus hombros, me levantaron y me
llevaron arrastrando mientras seguían el caminar
de esa mujer, cuando ella salió de la habitación la
obscuridad volvió ser ahí. Afuera se extendía un
largo pasillo por ambos extremos, la mujer siguió
el camino de la derecha, - “Ella me pide sangre,
necesita saciar su dolida alma, atormentada
durante los primeros siglos.” Alguien gritaba eso,
y sus gritos provenían del lugar hacía dónde nos
dirijamos, en el pasillo se extendían una serie de
habitaciones, pero estas no tenían paredes y una
puerta como la mía, sólo unas viejas rejas con
una puerta que dividían la habitación del pasillo, y
que a su vez, encerraban a otros más, a otros
como ¿yo?...
127
seguro si era mi llanto o era sangre, respirar se me
hacía muy difícil, tenía mucho dolor en todo el
cuerpo, un golpe más, y esta vez fue directo a la
boca, mi labio superior se abrió y sangró también,
¿de dónde salía tanta sangre? pensé, mientras
emitía un gemido, que si bien pudo ser de risa,
seguramente fue más una reacción de mi cuerpo
al dolor al que se encontraba sometido, y seguían
los golpes, esta vez ya no era más que un cuerpo
inerte, fundido en dolor, esperando a que
terminaran su trabajo, las cadenas de arriba se
volvieron a soltar, esta vez mis pies tocaron el
suelo, pero ya no tenía ni las energías ni tampoco
la fuerza de voluntad como para intentar
mantenerme en pie, mi cuerpo se fue hacía atrás
y al azotar con el suelo volví a toser sangre, no
podía moverme y me estaba ahogando con mi
propia sangre, uno de esos hombres empujo mi
cuerpo con el pie y quede de lado, casi boca
abajo, la sangre escurría y manchaba el suelo,
128
apenas podía tragar un poco de aire, el otro
hombre volvió a ponerme boca arriba, el suelo era
bastante frío… Y con el ojo único ojo que aún me
permitía ver, vi como tomo una espada, la
desenvainó y la clavó en mi pecho, mire el techo,
nunca había sentido uno tan cercas de mí, me
comenzó a costar trabajo respirar, del único ojo
que aún tenía abierto corrían las lágrimas, sentí
como algo salía de mi garganta hasta llegar a mi
boca escupí y seguí jadeando, era más sangre,
aquellos sujetos salieron de la habitación y
cerraron la puerta lentamente, cerré mi ojo.
CAPÍTULO
129
VI
Eternidades contigo
131
por un tiempo muchos creen que esto puede ser
para toda la vida, y mucho ven ello como lo mejor
que pueden hacer dentro de ésta, más nunca
había visto una unión por motivos tan egoístas,
esa es la razón por la que sin importar el tiempo,
el lugar o la realidad todos están destinados a
fracasar, y su sentencia será acorde a los
verdaderos motivos por los cuáles intentan
cosechar sembrando algo apenas tan valioso
como una mentira, una falacia, meros
formalismos que a nadie le interesan, meros
formalismos descritos con palabras, hechos, o
gestos que consideran amor.
132
Saliste de la cabaña corriendo, y aún estabas con
aquel sujeto. Entonces, lo pude ver, vi a Urom, su
piel de color gris, la criatura era más imponente
de lo que Vhork había relatado, al verlo me
pareció como si fuese un eterno mar de nubes
surcando el cielo, no se le veía el fin, pronto una
nube morada descendió del cielo cubriendo la
zona de la cabaña y tan rápido como cayó, fue
tan rápido como se desvaneció del lugar, fue algo
de sólo un pequeño momento, el transcurrir de
un suspiro, todo parecía igual, de hecho así los
estaba, pero algo cambió, algo estaba diferente,
ese sujeto, por quien me dejaste estaba tirado en
el suelo y boca arriba, de repente comenzó como
a temblar tan violentamente que parecía como un
pescado a que acababan de sacar del agua, tu te
agachaste y lo sujetaste, debido a la distancia a la
que me encontraba no podía escuchar lo que
decías pero estaba seguro de que te preguntabas
que ocurría, a decir verdad en mi cabeza no
133
pasaba ni la más mínima idea de lo que estaba
ocurriendo, entonces ocurrió, de su piel creció
pelo de color rojo, y su tamaño aumentó; parecía
medir la altura de dos hombres, uno encima del
otro, el tamaño hizo que se desgarrara su ropa y
de su boca creció una boca como la de un lobo,
pero era enorme, y de su frente salieron dos
enormes cuernos obscuros, tu retrocediste
alejándote de él, caminaste unos cuántos pasos
hasta que caíste al suelo, esa enorme bestia se
levanto, no tenía ya una sola prenda, debido a su
tamaño todo lo que portaba quedó desgarrado
eso que alguna vez fue un hombre era está vez
una imponente bestia vestida de pelo color rojo,
se levantó, sus movimientos aún parecían los de
una persona, pero era posiblemente lo único que
quedaba en él de humano, por un momento miró
al cielo, parecía perdido, como si no supiera
dónde se encontraba, luego bajo la mirada, y te
observó, te echaste a correr intentando alejarte
134
de esa cosa, tomo el hacha que tenía a sus pies y
unos cuantos pasos le tardó alcanzarte, y una vez
que lo hizo te tomó del cabello y te levantó tu
intentaste oponer resistencia más fue inútil, y de
un solo corte con el hacha que había usado para
defenderte de mí soltó el corte, tu cuerpo se
desprendió y a tu cabeza sólo quedo unido parte
del cuello y tu hombro izquierdo, la cual arrojó y
fue a dar a la orilla del lago dónde el agua se tiñó
con tu sangre, se agachó y te quitó la ropa cuál si
ésta fuera la cáscara de una fruta, y comenzó a
devorarte lo que se podría considerar su hocico se
había manchado con tu sangre y no tardó mucho
en hacerlo, quedaron sólo algunos huesos y tu
cabeza a lo lejos, si nunca habías muerto como
habías dicho al fin lo habías hecho, aunque debía
admitir que no lo sabía con exactitud, incluso mis
ojos me llegaron a engañar antes, pero esta vez
sentía algo diferente, además de un pesar que
poco a poco se convirtió en una apacible
135
tranquilidad, creí que esa cosa había notado mi
presencia y está vez vendría tras de mí, pero no
fue así, cuando termino al fin se colocó en cuatro
patas y corrió lejos del lugar.
136
disfrutaba en verdad, no me tomo mucho llegar al
lugar dónde te comieron, al pasar junto ahí mis
botas se mancharon con tu sangre, llegue
entonces hasta la orilla de lago, me agache y
sujete tu cabeza, no te mentiré, aún conservaba
esas ganas de besarte, pero decidí solo sujetarla
con ambos brazos, di media vuelta y camine hacía
la cabaña, al entrar seguía prendida aún una vela
de fuego azul y coloque tu cabeza junto a ésta,
con mis dedos cerré tus ojos, siempre tuviste una
hermosa mirada.
137
llegado ya Naidel, que sorpresa y además Derra
está presente. -¿Qué era Vhork, aquello que… Se
comió a Derra?.
138
miles y miles de gotas de agua, y bien, el todo es
como ese enorme lago, y cada gota de agua es
una realidad en la que justo ahora viven y mueren
cientos de personas y otra clase de seres, se
relacionan, crean y destruyen, es esa la naturaleza
de la existencia, lo que me resulta gracioso es la
interpretación que cada forma de vida le da,
¿sabes porqué permití que vieras la aniquilación
de tu pueblo?, precisamente porque la guerra es
un acto sanguinario, violento, y sin razones
verdaderamente buenas para arrebatarle la vida a
alguien más, y cuando al fin logran una victoria,
¿una victoria dije? ¿lo notas?, exterminar una
población, destruir un lugar ¿porqué llamar a eso
victoria?, y aquellos conquistadores se
autoproclaman héroes después de que en sus
manos corre demasiada sangre, sus mentes
terminan perturbadas por los actos que llevan a
cabo y se corrompen.
139
- Por ejemplo, ese dios quien fue liberado en este
valle perteneció a un reino celestial, y su pueblo
eran unos seres hermosos llamados ángeles, y
bajo ellos había una especie muy parecida a la
tuya, en fin, este gobernante hizo oídos sordos a
lo que su pueblo demandaba, en su perfección se
mostró consumido por su vanidad, y estalló una
rebelión, aquellos seres intentaron destituirlo de
su cargo, pero él no lo iba a permitir sin dar pelea,
una batalla entre esos seres no es como a la que
la gente del lugar al que perteneciste está
acostumbrada a ver, pues ellos son seres que ni
siquiera ustedes son capaces de ver, todo culminó
en una explosión de proporciones indescriptibles
en la lengua que tu conoces, de la cuál las
primeras víctimas fueron los habitantes de ese
mundo que tenían a sus pies; ellos eran como los
insectos de tu mundo, seres insignificantes, pero
seres vivos que merecían una oportunidad de
vivir, y ser escuchados, esa gran explosión fue
140
como cuando tomas un hielo y lo dejas caer, este
se quiebra en mil pedazos, lo mismo pasó en ese
lugar, el cuál era como una habitación iluminada
con miles y miles de velas, y en el centro de ésta
la rebelión llegando a su fin, la explosión fue como
ese hielo que al destruirse en miles de pedazos
cubrió toda la habitación con tormentas de nieve,
apagando todas las estrellas y toda forma de vida
en aquel lugar. Pero los dioses son inmortales e
incluso un evento de ese tipo no seria capaz de
matar a un dios, fue entonces cuando Urom
intervino, decidió que era hora de retirarlo de su
cargo y ponerlo a descansar, quizás un día vuelva
a ser considerado por seres inferiores como el
creador de su realidad. Urom el guardián…
¿Parece un ser realmente poderoso verdad?, pues
él no es más que uno de los seres inferiores de
ese lago que tienes frente a ti Naidel. Ambos
estábamos parados en la entrada de la cabaña, él
sólo se echó a caminar hacía el lago y
141
manteniendo el paso se sumergió en lago, ahí iba
el viejo Vhork, di media vuelta y entré otra vez a la
cabaña esa vela jamás se extingue, pero en fin
estamos aquí de nuevo Derra, sólo tu y yo. A
pesar de las cosas, bastante curioso ¿no lo crees?,
mi reino fue aniquilado, mi cuerpo se encuentra
pudriéndose en el calabozo de un manicomio y
volviendo a ser parte del mundo al que pertenece,
mi dignidad destrozada por tus palabras y actos, y
tú, bueno, casi completa pero nuevamente
conmigo, sólo los dos, tu estás para mí y yo estoy
aquí para ti, para pasar todas las eternidades
contigo.
143