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¿Qué es la flebitis?

La flebitis es una inflamación de las paredes venosas. A menudo es provocada por la formación de coágulos sanguíneos en su interior (trombos). Por ello se la conoce
también como tromboflebitis.

Existen dos tipos de flebitis: la superficial producida en una vena de la piel o la trombosis venosa profunda, situada en los tejidos bajo la piel. En el primer caso, suele
ser una enfermedad benigna y el pronóstico es favorable. Por el contrario, la segunda puede llegar a ser un problema grave implicando que un coágulo de sangre viaje
hasta los vasos sanguíneos de los pulmones, agravándose a una embolia pulmonar.

Pronóstico de la enfermedad

La trombosis venosa profunda es una enfermedad grave, que si no se trata, en muchos casos desarrolla importantes complicaciones como el síndrome postrombótico o
coágulos de sangre que se desplazan hasta los pulmones. Así, la trombosis venosa profunda afecta en la calidad de vida del paciente y puede llegar a ser mortal.

Síntomas de la flebitis

Cuando se trata de una flebitis leve es posible que no se manifiesten síntomas. En los casos de trombosis venosa profunda, los síntomas comunes son:

 Dolor y sensibilidad.

 Enrojecimiento de la zona (eritema).

 Abultamiento de la vena.

 Fiebre leve.

La trombosis venosa profunda suele manifestarse con dolor.

 ¿Cuáles son las causas de la flebitis?

Las causas más frecuentes de esta enfermedad suelen ser las enfermedades infecciosas, pero también puede tener su origen en un traumatismo o por un desencadenante
tóxico. Tanto en las traumáticas como en las tóxicas se presume la existencia de una posible infección, así como en las postoperatorias. Éstas últimas se dan a partir de
una infección que puede tener lugar en un acto quirúrgico de cualquier clase y localización.
 

Los coágulos sanguíneos se pueden formar cuando existe un factor que desacelere el cuerpo o cambie el flujo de sangre en las venas. Otras condiciones como sufrir
un cáncer, trastornos inmunitarios como el lupus, el tabaco, ser propenso a los trastornos de coagulación de sangre o tomar estrógenos u otras píldoras anticonceptivas
pueden inducir a la aparición de la flebitis

¿Se puede prevenir?

La mejor forma de prevenir la flebitis y los problemas vasculares es cuidar la circulación sanguínea.

En situaciones en que no haya una corriente fluida de sangre se recomienda realizar ciertos movimientos para facilitarla, como por ejemplo al hacer viajes largos en
coche o avión, o trabajar en jornadas laborales largas sentado o de pie. Lo aconsejable es caminar o estirar las piernas de vez en Ciertos métodos
de compresión cuando, tomar mucho líquido y usar medias de descanso.

 Tratamientos para la flebitis

y envolturas contribuyen a la disminución de la molestia. El especialista puede recomendar analgésicos, anticoagulantes para prevenir la aparición de nuevos coágulos,
sobre todo en aquellos casos de flebitis profunda; o trombolíticos para disolver el coágulo existente.

Los tratamientos menos comunes son la extirpación quirúrgica de una vena próxima a la superficie o el bypass de la propia vena perjudicada.

Las medidas que puede aplicarse el propio paciente son quitar la presión del área afectada y así reducir el dolor y el riesgo de empeoramiento y levantar la zona para
disminuir la inflamación. 

¿Qué especialista lo trata?

El angiólogo y cirujano vascular es el especialista en tratar las patologías venosas. Así, determinará el diagnóstico y realizará el tratamiento quirúrgico en caso de ser
necesario.
Tromboflebitis

La tromboflebitis es un proceso inflamatorio que hace que se forme un coágulo de sangre que bloquea una o más venas, por lo general en las piernas.

La vena afectada puede estar cerca de la superficie de la piel (tromboflebitis superficial) o muy adentro de un músculo (trombosis venosa profunda).

Entre las causas de la tromboflebitis se incluyen un traumatismo, una cirugía o la inactividad prolongada.

La trombosis venosa profunda aumenta el riesgo de tener problemas de salud graves. Por lo general, se trata con medicamentos anticoagulantes. En

ocasiones, la tromboflebitis superficial también se trata con medicamentos anticoagulantes.

Síntomas

Entre los signos y síntomas de la tromboflebitis superficial, se incluyen los siguientes:

 Calor, sensibilidad y dolor en la zona afectada

 Enrojecimiento e hinchazón

Entre los signos y síntomas de la trombosis venosa profunda, se incluyen los siguientes:

 Dolor

 Hinchazón

Cuando se afecta una vena cercana a la superficie de la piel, se puede observar un cordón rojo y duro que es sensible al tacto y se encuentra justo

debajo de la superficie de la piel. Cuando se afecta una vena profunda en la pierna, es posible que la pierna se hinche y se vuelva sensible y dolorosa.

Cuándo debes consultar a un médico

Consulta con tu médico de inmediato si detectas una vena roja, hinchada o adolorida, en especial, si tienes uno o más factores de riesgo de

tromboflebitis.

Llama al 911 o al número local de emergencias en los siguientes casos:

 La hinchazón y el dolor de la vena son severos

 También tienes falta de aire o dolor en el pecho, estás tosiendo sangre o tiene otros síntomas que pueden indicar un coágulo de sangre que

viaja a los pulmones (embolia pulmonar)

Pídele a alguien que te lleve al médico o a la sala de emergencias, si es posible. Puede que tengas dificultad para conducir, y resulta útil tener a alguien

contigo para que te ayude a recordar la información que recibas.

Causas
La causa de la tromboflebitis es un coágulo sanguíneo, que puede formarse en la sangre como resultado de:

 Una lesión en una vena

 Un trastorno de coagulación heredado

 Permanecer inmóvil durante mucho tiempo, como durante una lesión o una hospitalización

Factores de riesgo

El riesgo de padecer tromboflebitis podría aumentar si se da lo siguiente:

 Estás inactivo por un período prolongado, ya sea porque estás encamado o porque viajas en auto o avión por un largo período

 Tienes várices, una causa frecuente de la tromboflebitis superficial

 Tienes un marcapasos o un tubo delgado flexible (catéter) en una vena central para el tratamiento de una enfermedad, lo que podría irritar la

pared del vaso sanguíneo y disminuir el flujo sanguíneo

 Estás embarazada o acabas de parir

 Tomas píldoras anticonceptivas o recibes terapia de reemplazo hormonal, por lo que es más probable que se formen coágulos en la sangre

 Tienes antecedentes familiares de algún trastorno de coagulación o una tendencia a que se formen coágulos más fácilmente

 Tuviste episodios previos de tromboflebitis

 Tuviste un accidente cerebrovascular

 Tienes más de 60 años

 Tienes sobrepeso u obesidad

 Tienes cáncer

 Tienes el hábito de fumar

Si tienes uno o más factores de riesgo, habla con tu médico sobre las estrategias de prevención antes de tomar vuelos o realizar viajes en la carretera

que sean de larga duración, o bien, si planeas realizarte una cirugía electiva cuya recuperación requiera que no te muevas demasiado.

Complicaciones

Las complicaciones de la tromboflebitis superficial son poco frecuentes. Sin embargo, si desarrollas una trombosis venosa profunda, el riesgo de sufrir

complicaciones graves aumenta. Las complicaciones podrían incluir lo siguiente:

 Coágulos en los pulmones (embolia pulmonar). Si parte de un coágulo de una vena profunda se desaloja, puede dirigirse a los pulmones,

bloquear una arteria (embolia) y puede poner en riesgo la vida.

 Dolor e hinchazón duraderos en las piernas (síndrome posflebítico). Esta afección, a la que también se la conoce como síndrome

postrombótico, puede manifestarse meses e incluso años después de sufrir una trombosis venosa profunda. El dolor puede ser incapacitante.
Prevención

Estar sentado durante un viaje largo en avión o automóvil puede hacer que se hinchen los tobillos y las pantorrillas, lo que aumenta el riesgo de

tromboflebitis. Para ayudar a prevenir los coágulos:

 Sal a caminar. Si estás viajando en avión, tren o autobús, camina por el pasillo aproximadamente una vez cada hora. Si viajas en automóvil,

haz paradas aproximadamente cada hora para que puedas moverte.

 Mueve las piernas con regularidad. Flexiona los tobillos o presiona cuidadosamente los pies contra el piso o el reposapiés frente a ti, al

menos 10 veces por hora.

 Bebe abundante agua u otros líquidos sin alcohol para evitar la deshidratación


Síndrome compartimental

       
El síndrome compartimental agudo es una afección grave que implica aumento de la presión en un compartimento
muscular. Puede llevar a daño en nervios y músculos, al igual que problemas con el flujo sanguíneo.

Causas
Capas gruesas de tejido, denominadas fascia, separan grupos de músculos entre sí en los brazos y en las piernas.
Dentro de cada capa de fascia se encuentra un espacio confinado, llamado compartimento. Este compartimento
incluye tejido muscular, nervios y vasos sanguíneos. La fascia rodea estas estructuras de manera similar a como
los cables están cubiertos por un material aislante.

La fascia no se expande. Cualquier inflamación en un compartimento ocasionará aumento de presión en esa área.
Esta presión elevada oprime los músculos, los vasos sanguíneos y los nervios. Si esta presión es lo
suficientemente alta, el flujo de sangre al compartimento se bloqueará. Esto puede ocasionar lesión permanente en
los músculos y los nervios. Si la presión se prolonga durante un tiempo considerable, el músculo puede morir y el
brazo o la pierna no funcionarán más. Es posible que se necesite cirugía o incluso amputación para corregir el
problema.

El síndrome compartimental agudo puede ser ocasionado por:

Traumatismo, como por una lesión por aplastamiento o cirugía

Fractura ósea

 Músculo con muchos hematomas

 Torcedura grave

 Yeso o vendaje que está muy apretado

 Pérdida del suministro sanguíneo por el uso de un torniquete o de la colocación durante una cirugía

El síndrome compartimental prolongado (crónico) puede ser causado por actividades repetitivas como correr. La
presión en un compartimento únicamente se incrementa durante esa actividad y disminuye después de que dicha
actividad se ha detenido. Esta afección por lo general es menos limitante y no lleva a la pérdida de la función o de
la extremidad. Sin embargo, el dolor puede limitar la actividad y la resistencia.

El síndrome compartimental es más común en la parte inferior de la pierna y en el antebrazo. También puede
presentarse en la mano, el pie, el muslo y en la parte superior del brazo.
Riegos de profundización de la inyectología

Los riesgos típicos incluyen: Riesgos relacionados con los medicamentos que se usaron en la
inyección, como una posible reacción alérgica a un medicamento. Dolor y/o moretones en el lugar de
la inyección. Infección en el lugar de la inyección, tejidos más profundos, o en la articulación.

VIAS DE LA INYECTOLOGIA
¿Qué es vía parental?
El término parenteral hace referencia a la vía de administración de los fármacos. Esto es, atravesando una o más capas de la piel o de las membranas
mucosas mediante una inyección. La vía parenteral es diariamente empleada en atención primaria en multitud de situaciones

Vía parenteral: 4 formas de administración de inyectables

 7 tipos de sutura que todo estudiante de medicina debe conocer


 Cómo interpretar una radiografía de tórax
 10 puntos de palpación de los pulsos arteriales
 6 claves para aprender a interpretar el electrocardiograma

Fuente de la infografía: Farreras|Rozman. Medicina interna; obra también disponible en ClinicalKey Student, la plataforma de formación interactiva para
profesores y estudiantes de Medicina. Saber más: https://bit.ly/CKS_Medicina
Dentro de nuestro capítulo de consejos e infografías, hoy nos detenemos en la vía parenteral. Ésta es una de las formas de administración de
fármacos más utilizadas por los profesionales sanitarios. Para aplicar un medicamento por esta vía será necesario atravesar la piel, de forma que la
medicación llegue al torrente sanguíneo directamente o a través de los diferentes tejidos donde se administra. A la hora de aplicar un fármaco
inyectable tenemos cuatro vías diferentes de administración:
Vía Intramuscular
-Usos: vacunas, analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos, corticoides, etc.
-Aplicación: medicación en el músculo, no más de 15 ml. Suele utilizarse el cuadrante superior externo del glúteo, deltoides y vasto lateral de la pierna.
Para niños menores de 3 años, se aplicará en el vasto lateral de la pierna.
-Utilidad: vía de absorción más rápida que la subcutánea. El efecto aparece a los 15 minutos debido a la vascularización del músculo.
–Ángulo de la aguja: 90º
Vía Subcutánea
-Usos: vacunas, heparinas e insulinas.
-Aplicación: introducir entre 1,5 ml y 2 ml. Las zonas más usadas para esta vía son la cara externa del brazo, cara anterior del muslo, tejido laxo del
abdomen y la zona escapular de la espalda.
-Utilidad: la absorción lenta
-Ángulo de la aguja: 45º
Vía Intravenosa
-Usos: medicación urgente, tratamientos de sueroterapia y administración de fármacos diluidos.
– Aplicación: mediante la canalización de una vía venosa periférica o un catéter central.
-Utilidad: la vía más rápida. El tiempo de absorción del medicamento es inmediato.
-Ángulo de la aguja: 25º
Vía Intradérmica
-Usos: pruebas cutáneas, vacunas.
-Aplicación: introducir en la dermis una cantidad de medicamento no superior a 0,3 ml. La zona más usada para el uso de esta vía es la cara anterior
del antebrazo.
-Utilidad: fines terapéuticos, preventivos o de diagnóstico con el fin de observar si desencadena una respuesta inflamatoria local: Test de Mantoux,
Test de Shick o pruebas de alergia.
-Ángulo de la aguja
Via aérea
En anatomía, y en medicina en general, se conoce como vías aéreas a la parte superior del aparato
respiratorio. Es la parte por la que discurre el aire en dirección a los pulmones, donde se realizará el
intercambio gaseoso.
Cuadrante superior derecho
Es la zona donde se ubica el esófago, la mayor parte del hígado, la vesícula biliar, píloro (parte del
estómago), partes del dudoeno, la glándula suprarrenal derecha, riñón derecho y el colon
ascendente.

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