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Jorge Ratil Jorrat y Ruth Sautu Compiladores Después de Germani Exploraciones sobre estructura social de la Argentina Homenaje a Gino Germani en el 35° aniversario de la primera edicién de su obra Estructura social de la Argentina PAIDOS Buenos Aires Bureelona México Cubierta de Gustavo Mace i" adicién, 1992 timpeeso en la Argentina - Printed in Angertina Queda hecho el depésito que previene la ley 11723 { eprouccon stl paral de et ion unique forma que nea én taeda, escriaa maquia,porclssierta"mulugeaph mimeogra, pees, br tropa fedupincn et po suierada per fo eons, eter vemadon Cualusr utitacion debe se peevamert olltadD © Copyright de todas las ediciones Jiditorial Paidés SAICE Dofonsa 399, Buenos Aires Tiiciones Paid Ibdrica SA Mariano Cubi 2, Harelona Editorial Paidés Mexicana Rubén Darfo 118, México D. ISBN 950-12-5409-7 DE HISTORIA Y DE SOCIOLOGIA: LA METAFORA DE LA TORTILLA Waldo Ansaluti A Amalia —Muni— Mauro, om segundo dialoge con 1s seeiologia Ta imagen le toda socieead es une imagen éspecieamentehisiérica 2, Waco Mis The Saciotagicn® lnnaginatis Alguna vez, segin Peter Burke (1987: 118), Ronald Dore escribid: “no se pueden hacer tortillas sociolégicas sin rumper algunos huevos histéricos”. Creo que tiene razin, aunque para ser precise —mas que ecudnime & eclécti¢o— es bueno afirmar simétricamente: no se pueden hacer tortillas historias sin romper algunos huevos socioligicos, En el arte culinario, como sesabe, e! huevo tiene la propiedad de ligar los clementos componen- tes del plato. La metéfora alude, entonces, 2 una relacién concebida en términos necesariamente entrelazantes. Historia y sociologia, como disciplinas cientifico-sociales, tienen et cuentros ydesencuentros notables desde el momento mismedelaaparicién de jaseg unda, Noes del caso resefaraqui unos y otros. A los efectos de este articulo sélo quiero destacar algunos elementos, a modo de introduccion o de marco referencial dentro del cual sitio mis propias preocupaciones, pero que también dan cuenta de una parte del contextoacadémicoenel que Gino Germaniescribesuobra. Aquimeinteresa en particular, casi exclusivamen- te, su Poiftica y soca ex unu Grade trusiuidn, De ta sociedad treet « fa seciedd de masas, cuya primera edicién, por Editorial Paidés, es de 1962. La opcién por este libro se funda, precisamente, en 1a interpretacién sociolégica de un proceso hist6rico efectuada por Germani 1 La década de 1950 es la del comienzo de una importantisima renovacién en ef campo de las ciencias sociales, provocada por la Segunda Guerra Mundiat y los cambios conexos. Para la historia sucte indiearse como aftos de virajeel de 1955, conla reuniondel X Congreso Internacional de Ciencias De historia y de sociologia 65 Historicas, en Roma. Los historiadores se abren a nuevas métodos, ténicas, conceptos y perspectivas, particulatmente las provenientes de la sociologa ¥laantropologia, Un nmero importante de historiadores sastiene que las diferencias entre estas disciplinas se encuentran mucho mas en los métodos gue en ia materia o el objeto, El fenémeno se aprecia claramente en Europa Occidental, en Estados Unidos y hasta en la Unién Sovictica, para extender- se iuego a escala planctaria. En Francia, Fernand Braudel se lanza al ruedo tempranamente. Dos de sus articulos —“Histoire et saciologic” e “Histoire et sciences sociales: la longue durée”, publicadns por primera vez en 1954 y (958, respectivamen- te— se convierten en bandera de fos histeriadores (y na solo de cllos) ablertos al didloge y a a accisn comin con ios socislogos. Porque nose trata de historia y de sociologia, ai siquiera de historiadores y de socidlogos en general o en abstracto: “En verdad, hay siempre wna historia que puede ponerse de acuerdo con wus sociologia oa la inversa, devorarse una a otra {..) Con todo, habria que considerarlo bien: entre historiador y socidlogo no hay quiva ni dispata ni acuerdo perfecto’. La acotacion dé Braudel esté contenida en el texto de 1954, significativamente convertido luego en un capitule del Truits de saciolegie ditigido por Georges Gurviteh (1938). Este también brega, desde [a sociologia, por la convergencia. Su concepcién de {a secuencia estructuraciGin-dusestructuracidn-reestructuracidn se inscribe en esa linea, cemitiendo a una cuestion central, la de ia temporalidad. Poco antes, Lucien Goldmann (1952} eseribe: “Todo hecho social ex un hecho historico, va Ia inversa. Por consiguiente, la historia y la sociologia estudian los mismos fendmenos, y si cualquiera de ellas capta un aspecto real, la imagen que da de él tiene que ser parcial y abstracta, si no esté sompleiada por los aportes de la otta.(...) No se trata, pues, de reunir los resultados de ia sociologta y de ia historia, sino de abandonar toda sociolo- sia y toda historia abstractas para llegar a una ciencia conereta de los hechos humanos, que s6lo puede ser unasuerwlogéhistéricw 0 una historia socioldigicin {...). La sociologia s6lo puede ser concretu cuando es hist6tica: igual que la historia, si quiere ir mis allé de la simple recopilacién de hechos, tiene que ser necesariamente explicativa, fo que quiere decir, en uina medida mayor © menor, sociologica”. Etdidlogo y el debate franceses de los afios 1950-1964) se entroncan con tuna riguisima tradicién, que arranea con Emile Durkheim, para quien, en algiin momento de su ambigua posicién al respecta y entee otras cosas, historia y sociologia no son dos disciplinas distintas, sino “dos puntos de vista diferentes”. Ripidamente se plantea la polémica, con ia participacion de Charles Seignobos, Frangois Simiand, Henri Hauser, Paul Mantoux y otros (primera década del siglo XX). Desde 1929, Mare Bloch y Lucien Febvee, cn buena medida continuande ¥ profundisando una iivea abierta por Henri Bere en, 1900, bregan por la vinculacién entev las dos disciplinas, aunque —en contraposicién con 86 Plepeneande la obva de Germari Durkhuim-- dofendiende la identidad diferenciada de una y otra, Mas tarde, Braudel es quien argumonta con mas facta en pride’ etperaciiin: ambus son “imperialistas”, en elsentidode abarcar ia titalidad {La icles ded “mperialismo” socinlogico habia sido formulada por Durkheim y eriticada por Bern) Desde fa sociologia, Alain Touraine eniatiza In necesidad de aprehender ly historicidad de tas soeieciades Los partidarios de la convergencia destocan, entre otras, tres axpectos, amhas a) son discipfinas de siutesis interpretativa, 5) producen enfogues complementarios v interdependicates yoempleancl métady comparative, ceficaz para aprectar las diferencias entre suciedades y para fermular epl- Escierlo que hay una gama de posiciones en materia de telacionesentre ambas disciplinas, Didlogo y/o eenvergencia no son equivalentes a su. reducci6n en una sola, Hace poco, vl socidlage italiano France Ferratet (1990; 95) ha vuelto a plantear la cuestiin de modo muy parceido al de Braudel: "El problema es otto y se expresa en Kérminos riguroses poniendo una explicita pregunta: gqué Sociologia puede abvirse positivamente a la colaboraciGn con la historia? ¥, por ofte lado, zqué historia puede esperar Suenos resultados de una calaboracién con la socivlogia?”. Dos campos 6 areas derivan del dislogo: fa sociologia histirica y la historia del tiempo presente, Enel caso francés, acota Jean-Claude Passeron en su comunicaciona las fournées d’ Etudes annuclles de la Soci’té Frangai- se de Sociolagie de 1944, una y otra han tenide un desarrollo débil porque la investigacidn del pasado ha sida s6lidamente apropiada por la historia (ana historia sociologizada, por lo demas) y la de Ja contemporancidad por la soeiologia (Passercin, 1966: 201), Una siluaci6n diferente se aprecia en Estadas Unidos, dande también desde fos aus 1950 y sobre todo desde los aos 1960 y 1970 se da un movimiento de aproximacidn entre historia ysociologia, dol cual surge wna Vigorosa corriente de sociologis bistorica. En 1954, los socifloges Wemer Cahnnan y Alvin Boskoff crean un comité para vl estudio saciokigico de documentos historices, procurande superar ¢! aislamiento profesional et gue se encurntian, entce los secislogos, pay su interes por la historia, Nada rar fa circunstancia, en pleno auge de! funcionalismo, tan reacie a [a dimension histirica de las sociedades, Die afios despuds editan Secictegy vind History. Theery snd Koswch, Bl Social Science Resvarch Couneil por su parte, también tiene un protagonisme notorie en la revisiéin de los planteos clos historiadares nocteamericanes,«itre Jos cuales son pionezos fames ©. Malin (On the Nudian of History. Lssepsiuert History wed Dissiefemce, WISH) ¥ Thomas C. Cochran (he inser Revolution: Lssays on the Seaiul Sciences in History, 1964), sin olvidar el decisivo papel de Sylvia Thrupp, vinculada a Ia fumdacion dela revista Ceomyamution Studies iis Society and History, en 195%. El impacto de la convergencia vs mayoren la sociclogta donde, como se ha dicho, crea cf nuevo campo de fs seciotogia histérica. Curiesamente, 68 Repensando la obra de Garmani dad por el cambio. De alli que la sociologia historica pueda definizse como “imvestiguiion sobre ta maburaleza y efectos de estructuras a goan escul y de procesos de cumbiode fargo plaza” (Skocpol, 1956). Su métode fundamental es el comparativo, que entre otras cosas ha permitide curstionar con fuerza un viejo mito de la historiograffa tradicional, el de la “singularidad” de los heches histéricos, concepcion que impedia asumir fa historia como siencia La sociologia historica resulta de una larga y “tumul:uosa” relacion entre historia y sociologia, ciencias que se ocupan de un mismo objeto, al cual tienen “aproximaciones complementarias”. No debe confundirse con la historia social, ni tampoco entenderse como una “convergencia inevita- ble” de aquéllas. Como bien dice el espanol Ludoifo Paramio, persistir en tales confusiones impide “la comprensién del objeto especifico de la socio- logia historica”, muestra “una evidente nostalgia por la unidad perdida de los origenes, fa vieja esperanza en Ja reconciliacién de lo escindido” (Para- mio, 1986: 4). La sociologia hist6rica es, més bien, “el engranaje sobre el que podemws articular ambas aproximaciones”, la de la historia y Ia de la sociologia. Su caracteristica es “la utilizacién det método comparativo de ‘casos historicos para realizar una contrastacién mullivariante de hipstesis, con el fin de llegar a un analisis macrocausal del cambio social”. El énfasis se coloca “en la macrocausalidad, a través de un doble proceso de contras- tacién positiva y negativa de rasgos considerados esenciales para el modelo explicativo (...); la seciologia historica nos oftece lo més parecido a ia contrastacién empitica que podemos encontsaren la teoria macrosocioligi-

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