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La Luz en la Oscuridad

Ella se despierta en su pequeño apartamento, rodeada de la oscuridad que siempre la acompaña.


Siente la frialdad de la noche, que se filtra por la ventana entreabierta, y la soledad que la
envuelve. Se levanta y camina hacia el espejo. Se observa a sí misma con atención, detallando su
cuerpo, su rostro cansado, su mirada triste. Se pregunta si esto es lo que quiere para su vida. Se
cuestiona si su trabajo, su vida nocturna, el dinero fácil, son la respuesta a sus problemas.

Cada noche se viste con su ropa más sensual, se maquilla y sale a la calle. Espera a que algún
hombre la contrate, pero la mayoría de las veces es ignorada o maltratada. Ella siente la necesidad
de pertenecer, de encontrar alguien que la cuide, que la quiera, que le brinde la atención que tanto
necesita. Pero cada noche vuelve a casa con las manos vacías, la mente y el corazón desahuciados.

Cansada de su vida, decide analizar cada una de sus acciones. Se da cuenta de que lo que hace no
la hace feliz, que está atrapada en un mundo que la consume, que le arrebata la dignidad y el amor
propio. Se siente cada vez más alejada de sus sueños, de sus metas, de sus anhelos. Pero a la vez,
sabe que no puede dejar de luchar, y que necesita una salida.

Se da darse cuenta de que debe cambiar, de que debe encontrar una luz en la oscuridad en la que
se encuentra sumergida. Empieza a entender que, para lograrlo, tiene que dejar atrás su vida de
prostitución, sus vicios y todo lo que la está arrastrando hacia la miseria.

Una noche, después de un día difícil, regresa a su apartamento y se sienta en su cama. Cierra los
ojos y se concentra en su respiración. Siente la paz que le trae, y la necesidad de cambiar. Allí toma
la decisión de dejar todo atrás y comenzar de nuevo.

Decide buscar ayuda en su entorno, dejar sus vicios y empezar su terapia, dejar de ver su cuerpo
como consumo, y verlo con amor propio, decide emprender una carrera y conectarse con su
espiritualidad. Sabe que no es fácil, pero cada vez más siente la necesidad de no rendirse. A
medida avanza, logra ver como sanan sus heridas, cómo va reconstruyendo su vida, a pesar de que
el dinero es un limitante en sus sueños, no quiere conseguirlo de la misma manera, ha aprendido
que siempre habrá obstáculos, pero que ella tiene la fuerza para superarlos.

Esta introspección de su vida le ha ayudado a darse cuenta de lo mal que se encontraba, de lo


vacía que estaba su vida, de lo mucho que necesitaba un cambio. Ha dejado atrás su vida de
prostitución, sus vicios y todo lo que la mantenía atrapada en la oscuridad. Aunque sabe que el
camino no es fácil, está dispuesta a luchar por su futuro. Sabe que su pasado siempre estará
presente en su camino, pero ahora tiene las herramientas necesarias para enfrentarlo y superarlo.
Está dispuesta a seguir adelante, a construir su futuro, y a encontrar la felicidad que tanto ha
anhelado.

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