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Pleno.

Sentencia 886/2021
EXP. N.° 02120-2021-PA/TC
LIMA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN

RAZÓN DE RELATORÍA
En la sesión del Pleno del Tribunal Constitucional, de fecha 21 de octubre
de 2021, los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa, Miranda
Canales (con fundamento de voto), Blume Fortini y Sardón de Taboada
(con fundamento de voto) han emitido la sentencia que resuelve:

1. Declarar FUNDADA la demanda, al haberse conculcado el derecho


fundamental de acceso a la justicia; en consecuencia, NULA la
Resolución 10 [cfr. fojas 34], de fecha 12 de julio de 2018, emitida por
la Segunda Sala Constitucional Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima, a fin de que emita un nuevo pronunciamiento teniendo
en consideración lo indicado en la presente sentencia.

2. CONDENAR a la demandada al pago de los costos del proceso.

3. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido a la


Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-Primera Sala, de
fecha 18 de noviembre de 2014.

Asimismo, el magistrado Espinosa-Saldaña Barrera, con voto en fecha


posterior, coincidió con el sentido de la sentencia.

La Secretaría del Pleno deja constancia de que la presente razón encabeza


la sentencia y los votos antes referidos, y que los magistrados
intervinientes en el Pleno firman digitalmente al pie de esta razón en señal
de conformidad.

Flavio Reátegui Apaza


Secretario Relator

SS.

LEDESMA NARVÁEZ
FERRERO COSTA
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
EXP. N.° 02120-2021-PA/TC
LIMA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 21 días del mes de octubre del año 2021, el Pleno del Tribunal
Constitucional, integrado por los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa, Miranda
Canales, Blume Fortini y Sardón de Taboada, pronuncia la siguiente sentencia, con el
abocamiento del magistrado Espinosa-Saldaña Barrera conforme al artículo 30-A del
Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. Asimismo, se agregan los
fundamentos de voto de los magistrados Miranda Canales y Sardón de Taboada. Se deja
constancia de que el magistrado Espinosa-Saldaña Barrera votó en fecha posterior.

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por el Ministerio de Educación,


contra la resolución de fojas 161, de fecha 3 de agosto de 2020, expedida por la Primera
Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente
la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 22 de agosto de 2018 [cfr. fojas 39], el Ministerio de Educación


[Minedu] interpone demanda de amparo contra la Primera Sala del Tribunal de la
Autoridad Nacional del Servicio Civil [Servir] y la Segunda Sala Constitucional
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima. Plantea, como petitorio, que se
declare nulas:

a. La Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-PRIMERA SALA [cfr.


fojas 24], de fecha 18 de noviembre de 2014, expedida por la Primera Sala del
Tribunal de la Autoridad Nacional del Servicio Civil [Servir], que ordenó la
mencionada reposición, tras determinar que se transgredió la legalidad, al
aplicarse retroactivamente la Ley 29944, Ley de Reforma Magisterial; y,

b. La Resolución 10 [cfr. fojas 34], de fecha 12 de julio de 2018, emitida por la


Segunda Sala Constitucional Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que confirmó la Resolución 4 [cfr. fojas 30], de fecha 25 de abril de 2017, dictada
por el Sétimo Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que declaró fundado, en parte, el proceso de cumplimiento promovido por don
Carlos Roberto Hipólito Cuenca en su contra y, en tal sentido, ordenó que se
cumpla la Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-PRIMERA
SALA y, en consecuencia, que lo reponga como docente de aula de la Institución
Educativa 2023 Augusto Salazar Bondy, pese a que el 10 de setiembre de 1990
fue condenado a 3 años de pena privativa de la libertad por la comisión del delito
de apología al terrorismo.
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LIMA
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Con relación a la Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-


PRIMERA SALA, Minedu manifiesta que la Primera Sala del Tribunal de la Autoridad
Nacional del Servicio Civil [Servir] yerra al entender que no se le puede aplicar el inciso
“c” del artículo 49 de la Ley 29944, Ley de Reforma Magisterial, ni el artículo 3 del
Decreto Supremo 19-2020-ED, que disponen que, independientemente de que se
encuentren rehabilitados, los condenados por ese delito no podrán ingresar o reingresar a
la carrera pública magisterial, pues, en opinión de ese colegiado administrativo, hacerlo
supondría aplicar ese marco jurídico de modo retroactivo, dado que fue rehabilitado el 22
de junio de 1993 -lo que ocurrió incluso luego de su ingreso a la carrera pública
magisterial, lo que ocurrió el 31 de diciembre de 1992-. En tal virtud, arguye que la
fundamentación de aquel acto administrativo viola su derecho fundamental a la
motivación.

Precisamente por ello, y en concordancia con lo anterior, Minedu considera que


la Resolución 10 no ha tomado en cuenta que el mandato de la Resolución Administrativa
1890-2014-SERVIR/TSC-PRIMERA SALA no era pasible de ser exigido en un proceso
de cumplimiento, en vista de que ese mandamus administrativo desconoce que la
constitucionalidad de ese marco jurídico ha sido avalada por el Tribunal Constitucional
en la sentencia pronunciada en el proceso de inconstitucionalidad promovido en el
Expediente 21-2012-PI/TC y acumulados.

Por ese motivo, Minedu denuncia que la Segunda Sala Constitucional Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima ha conculcado su derecho fundamental a la
motivación de las resoluciones judiciales, porque la fundamentación de la Resolución 10
no ha observado aquel pronunciamiento del Tribunal Constitucional, pues, de haberlo
hecho, la demanda de cumplimiento subyacente hubiera sido declarada improcedente,
dado que, por un lado, el mandato se encuentra sometido a controversia compleja e
interpretaciones dispares, y, de otro lado, la resolución administrativa no reconoce un
derecho incuestionable a don Carlos Roberto Hipólito Cuenca.

Mediante Resolución 1 [cfr. fojas 69], de fecha 14 de setiembre de 2018, el Tercer


Juzgado Constitucional Transitorio de Lima declaró improcedente la demanda, tras
considerar, por un lado, que el extremo relativo a que se declare nula la Resolución 10,
de fecha 12 de julio de 2018, emitida por la Segunda Sala Constitucional Permanente de
la Corte Superior de Justicia de Lima se encuentra incurso en la causal de improcedencia
prevista en el numeral 1 del artículo 5 del Código Procesal Constitucional -en vigor en
aquel momento-, en la medida en que la Resolución 10 cumple con especificar la razón
por la cual corresponde cumplir lo decretado en la Resolución Administrativa 1890-2014-
SERVIR/TSC-PRIMERA SALA, y, de otro lado, en cuanto al extremo de la demanda en
que se solicita que se declare nula esta última resolución administrativa, dicha pretensión
es extemporánea, por lo que resulta improcedente en virtud de lo contemplado en el
numeral 10 del artículo 5 del Código Procesal Constitucional -en vigor en ese
momento-.
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Mediante Resolución 9 [cfr. fojas 161], de fecha 3 de agosto de 2020, la Sala


superior competente, confirmó la Resolución 1, puesto que, con relación a la Resolución
10, considera, por un lado, que don Carlos Roberto Hipólito Cuenca cumplió su condena
antes de ingresar a la carrera pública magisterial, por lo que el delito de apología al
terrorismo por el que fue condenado no fue cometido en el ejercicio de la docencia, y, de
otro lado, que no se puede aplicar retroactivamente el marco jurídico que limita la
permanencia en la carrera pública magisterial a los condenados por ese delito. Y, en lo
concerniente a la Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-PRIMERA
SALA, adujo que, en efecto, ha prescrito el plazo para cuestionarla en sede constitucional.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

1. En la presente causa, la parte demandante solicita que se declaren nulas: [a] la


Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-PRIMERA SALA, de fecha
18 de noviembre de 2014, expedida por la Primera Sala del Tribunal de la Autoridad
Nacional del Servicio Civil [Servir], que ordenó la reposición de don Carlos Roberto
Hipólito Cuenca en calidad de docente de aula de la Institución Educativa 2023
Augusto Salazar Bondy, tras determinar que se transgredió la legalidad, al aplicarse
retroactivamente la Ley 29944, Ley de Reforma Magisterial; y, [b] la Resolución 10,
de fecha 12 de julio de 2018, emitida por la Segunda Sala Constitucional Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmó la Resolución 4, de fecha 25
de abril de 2017, que a su vez, declaró fundado en parte, el proceso de cumplimiento
promovido por don Carlos Roberto Hipólito Cuenca y ordenó que se cumpla la
Resolución Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-PRIMERA SALA, pese a que
el 10 de setiembre de 1990, antes de ingresar a la carrera magisterial, el citado
docente fue condenado a 3 años de pena privativa de la libertad por la comisión del
delito de apología al terrorismo.

2. En ese sentido, corresponde determinar si las resoluciones cuestionadas han sido


emitidas de conformidad con la Constitución, la ley y la sentencia emitida en el
Expediente 00168-2005-PC/TC y, por ende, si pueden ser materia de cumplimiento
y ejecución.

Procedencia de la demanda

3. En primer lugar, este Tribunal Constitucional observa que, en efecto, el extremo de


la demanda relacionado a que se declare nula la Resolución Administrativa 1890-
2014-SERVIR/TSC-PRIMERA SALA es notoriamente extemporáneo. Aunque
Minedu no ha adjuntado la cédula de notificación, no se puede soslayar que la
referida resolución administrativa fue conocida por el demandante antes de la
expedición de la sentencia de primera instancia emitida en el proceso de
cumplimiento subyacente o, en su defecto, tomó conocimiento del contenido de la
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resolución en el marco de dicho proceso, por lo que, en todo caso, habría operado la
notificación tácita de la misma con la notificación de la demanda en la casilla
electrónica dirigida a la procuraduría del Minedu efectuada el 7 de mayo de 2015, de
conformidad con la información contenida en el sistema de consultas de expedientes
del Poder Judicial (expediente 05818-2015-0-1801-JR-CI-07)

4. Por ello, el Tribunal Constitucional coincide con el a quo y el ad quem en el sentido


de que este extremo de la demanda -presentada el 22 de agosto de 2018- resulta
improcedente, en virtud del inciso 7 del artículo 7 del Nuevo Código Procesal
Constitucional -actualmente en vigor-, en la medida en que ha transcurrido en exceso
el plazo de 60 días para la presentación de la demanda, previsto en el primer párrafo
del artículo 44 del Código Procesal Constitucional -vigente en aquel momento-.

5. En segundo lugar, este Tribunal Constitucional enfatiza que de acuerdo con lo


expresado en la sentencia recaída en el Expediente 04853-2004-AA/TC y bajo el
marco de lo establecido por el Código Procesal Constitucional, así como de su
posterior desarrollo jurisprudencial, el proceso de amparo contra amparo, así como
sus demás variantes [amparo contra habeas data, amparo contra cumplimiento, etc.]
es un régimen procesal de naturaleza atípica o excepcional cuya procedencia se
encuentra sujeta a determinados supuestos o criterios. De acuerdo con estos últimos:
a) solo procede cuando la vulneración constitucional resulte evidente o manifiesta.
Tratándose incluso de contraamparos en materia laboral dicha procedencia supone el
cumplimiento previo o efectivo de la sentencia emitida en el primer proceso amparo;
b) su habilitación sólo opera por una sola y única oportunidad, siempre que las partes
procesales del primer y segundo amparo sean las mismas; c) resulta pertinente tanto
contra resoluciones judiciales desestimatorias como contra las estimatorias, sin
perjuicio del recurso de agravio especial habilitado específicamente contra sentencias
estimatorias recaídas en procesos constitucionales relacionados con el delito de
tráfico ilícito de drogas y/o lavado de activos, en los que se haya producido
vulneración del orden constitucional y en particular del artículo 8 de la Constitución;
d) su habilitación se condiciona a la vulneración de uno o más derechos
constitucionales, independientemente de la naturaleza de los mismos; e) Procede en
defensa de la doctrina jurisprudencial vinculante establecida por el Tribunal
Constitucional; f) se habilita en defensa de los terceros que no han participado en el
proceso constitucional cuestionado y cuyos derechos han sido vulnerados, así como
respecto del recurrente que por razones extraordinarias, debidamente acreditadas, no
pudo acceder al agravio constitucional; g) resulta pertinente como mecanismo de
defensa de los precedentes vinculantes establecidos por el Tribunal Constitucional;
h) no procede en contra de las decisiones emanadas del Tribunal Constitucional; e, i)
procede incluso cuando el proceso se torna inconstitucional en cualquiera de sus otras
fases o etapas.

6. En el presente caso, aunque el Minedu a la fecha de interposición de la demanda no


acreditó haber repuesto a sus labores a don Carlos Roberto Hipólito Cuenca en
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cumplimiento de la resolución judicial cuestionada, del sistema de consulta de


expedientes del Poder Judicial se aprecia que mediante escrito de fecha 5 de
noviembre de 2020, el demandante informó al Sétimo Juzgado Constitucional de
Lima haber dado cumplimiento al mandato materia de revisión (Cfr. Resolución
Dieciséis de fecha 15 de julio de 2020).

7. Siendo ello así, y aun cuando no se ha emitido un acto procesal que confirme el
cumplimiento del mandato cuestionado, este Tribunal considera que en atención al
principio pro actione contenido en el cuarto párrafo del artículo III del Título
Preliminar del Nuevo Código Procesal Constitucional, no corresponde exigir la
prueba de la reposición laboral de don Carlos Roberto Hipólito Cuenca.

8. Por otro lado, teniendo en cuenta lo alegado en la demanda y lo dispuesto por el


literal g) del fundamento 5 supra, sí corresponde efectuar el control constitucional de
la Resolución 10, dado que el Minedu acusa a dicho mandato judicial de contravenir
lo dispuesto en el precedente recaído en el expediente 00168-2005-PC/TC, puesto
que, con posterioridad a la expedición de la Resolución Administrativa 1890-2014-
SERVIR/TSC-PRIMERA SALA, este Tribunal a través de la sentencia emitida en el
Expediente 00021-2012-PI/TC y acumulados, proscribió la interpretación realizada
en la mencionada resolución administrativa.

9. Teniendo en cuenta lo anterior, se aprecia que las instancias judiciales anteriores


incurrieron en un error de apreciación al rechazar liminarmente la demanda, por lo
que, en atención a lo dispuesto por el artículo 116 del Nuevo Código Procesal
Constitucional, correspondería disponer la nulidad de los actuados a efectos de
ordenar al juez de primera instancia admita a trámite la demanda; sin embargo, en el
presente caso, este Tribunal no hará ejercicio de dicha facultad, atendiendo a lo
dispuesto por los principios de economía procesal e informalismo (primer y tercer
párrafo del artículo III del Título Preliminar del Nuevo Código Procesal
Constitucional), pues el análisis de dicho extremo de la demanda, resulta totalmente
objetivo, dado que su defensa se ve reflejada en la propia fundamentación utilizada
al momento de expedirse la resolución cuestionada [cfr. fundamento 14 de la
sentencia emitida en el Expediente 03864-2014-PA/TC], más aún cuando la
Procuraduría Pública de la Autoridad Nacional del Servicio Civil [Servir] se
apersonó al proceso y planteó la defensa del acto administrativo materia de
cumplimiento de la resolución cuestionada. Razón por la cual corresponde evaluar el
fondo de la controversia.

Análisis del caso en concreto

10. En los términos en los que se ha delimitado el petitorio, el Tribunal Constitucional


entiende que corresponde determinar si la fundamentación de la Resolución 10
asume incorrectamente que el derecho de don Carlos Roberto Hipólito Cuenca a ser
repuesto como docente de Historia y Filosofía es incuestionable, o no.
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11. Este Tribunal Constitucional recuerda que, tratándose de actos administrativos, el


precedente dictado en la sentencia emitida en el Expediente 168-2005-PC/TC
supedita la procedencia del proceso de cumplimiento a lo siguiente: “reconocer un
derecho incuestionable del reclamante” y “permitir individualizar al beneficiario”.

12. Así también, es importante para el presente caso enfatizar que en el acápite C.4.b.1.b.
de la sentencia emitida en el Expediente 00021-2012-PI/TC y acumulados, al realizar
el análisis de constitucionalidad del inciso “c” del artículo 49 de la Ley 29944, Ley
de Reforma Magisterial, se precisó que esa disposición incluso es aplicable para
quienes fueron condenados con antelación a su ingreso a la carrera pública
magisterial, tras confirmar la constitucionalidad de dicha disposición.

13. Siendo ello así, y aun cuando la Resolución Administrativa 1890-2014-


SERVIR/TSC-Primera Sala, de fecha 18 de noviembre de 2014, fue emitida con
anterioridad al control de constitucionalidad efectuado en la sentencia emitida en el
expediente 00021-2012-PI/TC y acumulados (publicada en el Diario Oficial el
Peruano el 24 de abril de 2015), su contenido a la luz de dicho pronunciamiento
perdió eficacia y por lo tanto no podía ser materia de ejecución en sede administrativa
ni mediante un mandato judicial.

14. Por ende, la fundamentación de la cuestionada Resolución 10, de fecha 12 de julio


de 2018, se cimienta en una premisa notoriamente errada, por no haber observado lo
indicado en aquella sentencia, pese a que el primer párrafo del artículo 82 del Código
Procesal Constitucional –en vigor en aquel momento– se disponía lo siguiente: “Las
sentencias del Tribunal Constitucional en los procesos de inconstitucionalidad y las
recaídas en los procesos de acción popular que queden firmes tienen autoridad de
cosa juzgada, por lo que vinculan a todos los poderes públicos y producen efectos
generales desde el día siguiente a la fecha de su publicación”.

15. En tal sentido, la fundamentación de la Resolución 10, ha incurrido en un vicio de


motivación externa al efectuar la inaplicación del inciso “c” del artículo 49 de la Ley
29944, Ley de Reforma Magisterial cuyo contenido fue declarado constitucional en
la mencionada sentencia emitida en el Expediente 00021-2012-PI/TC y acumulados,
razón por la cual, la demanda resulta fundada por haberse vulnerado el derecho
fundamental a la motivación de las resoluciones judiciales.

16. En consecuencia, corresponde declarar nula la Resolución 10 y ordenar a la Segunda


Sala Constitucional Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima emita una
nueva resolución. Asimismo, conforme lo estipula el artículo 28 del Nuevo Código
Procesal Constitucional, corresponde condenar a la parte emplazada al pago de costos
procesales.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Perú,
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HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda, al haberse conculcado el derecho fundamental de


acceso a la justicia; en consecuencia, NULA la Resolución 10 [cfr. fojas 34], de fecha
12 de julio de 2018, emitida por la Segunda Sala Constitucional Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Lima, a fin de que emita un nuevo pronunciamiento
teniendo en consideración lo indicado en la presente sentencia.

2. CONDENAR a la demandada al pago de los costos del proceso.

3. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido a la Resolución


Administrativa 1890-2014-SERVIR/TSC-Primera Sala, de fecha 18 de noviembre de
2014.

SS.

LEDESMA NARVÁEZ
FERRERO COSTA
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
SARDÓN DE TABOADA

PONENTE BLUME FORTINI


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FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO MIRANDA CANALES

Con el debido respeto a mis colegas Magistrados, considero pertinente realizar las
siguientes precisiones:

1. Dentro de los deberes primordiales de los jueces y juezas constitucionales se


encuentra el deber de motivar las sentencias. Sin embargo, dicha tarea se complica
en los denominados casos difíciles, donde no es claro el ámbito de aplicación de
las disposiciones normativas1.

2. Precisamente por ello, la motivación de las decisiones judiciales, en general, y de


las decisiones administrativas, en particular, se torna primordial en toda
resolución. Con la finalidad de aclarar el derrotero, conviene distinguir entre
justificación interna y justificación de externa con el objeto de precisar los
defectos de la motivación en las resoluciones. La justificación interna se orienta a
la justificación de la decisión sobre la base de normas jurídicas y se ciñe a la
congruencia de la norma general expresada en la disposición normativa y la norma
concreta del fallo. Por su parte, la justificación externa es el conjunto de razones
que no pertenecen al Derecho y que fundamental la sentencia2. Al respecto es
necesario dilucidar la justificación externa normativa de la justificación externa
probatoria. Ellas establecen que una decisión judicial está justificada
racionalmente sí, y solo sí cada una de las premisas, de las que se deduce la
decisión en tanto que disposición individual, es a su vez racional o se encuentra
justificada racionalmente3.

3. Ahora bien, considero que cuando una resolución judicial firme vulnera en forma
manifiesta derechos fundamentales ligados a la tutela procesal efectiva, se
requiere analizar si los parámetros de motivación han sido debidamente
superados. En consecuencia, es necesario delimitar los supuestos donde se
vulneraría el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la debida
motivación, los mismos que aparecen cuando:

a. Hay Inexistencia, apariencia e insuficiencia de motivación: No se justifica


mínimamente la decisión adoptada, ya sea por no responder a las alegaciones
de las partes del proceso, porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
1
Son diferentes las teorías de la argumentación jurídica ligadas a la justificación de las decisiones
judiciales, las mismas que pueden ser revisadas en: FETERIS, Eveline T. Fundamentals of legal
argumentation. A survey of theories on the justification of judicial decisions. Second edition, Dordrecht,
Springer, 2017.
2
GASCÓN ABELLÁN, Marina, GARCÍA FIGUEROA, Alfonso. La argumentación en el Derecho. Lima, Palestra,
2003, pp. 161-162.
3
CHIASSONI, Pierluigi. Técnicas de interpretación jurídica. Brevario para juristas. Traducción de Pau Luque
Sánchez y Maribel Narváez Mora. Madrid, Marcial Pons, 2011, pág. 18.
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mandado, o porque no toma las razones de hecho o de derecho para asumir la


decisión.

b. Falta de motivación interna: Se presenta ante la invalidez de una inferencia a


partir de las premisas que establece previamente el juez o jueza en su decisión;
y cuando existe incoherencia narrativa.

c. Deficiencias en la motivación externa: Sucede cuando las premisas de las que


parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de sus
posibilidades fácticas, jurídicas y epistémicas.

S.

MIRANDA CANALES
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FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO SARDÓN DE TABOADA

En el Expediente 05057-2013-PA/TC (caso Huatuco Huatuco), así como en otros (0678-


2014-PA/TC, 1764-2014-PA/TC, etc.), he sostenido que la reposición laboral no tiene
sustento en la Constitución Política del Perú, y la misma solo deriva de una interpretación
errada del contenido del derecho al trabajo realizada por el Tribunal Constitucional.

En dicha línea, considero que la resolución judicial expedida en el proceso subyacente


incurre en vicios de motivación externa, no solo porque inaplica el inciso “c” del artículo
49 de la Ley 29944, Ley de Reforma Magisterial, cuyo contenido fue declarado
constitucional en la sentencia emitida en el Expediente 00021-2012-PI/TC y acumulados,
sino también porque ordena el cumplimiento de la Resolución Administrativa 1890-2014-
SERVIR/TSC-PRIMERA SALA, que dispone la reposición de don Carlos Roberto
Hipólito Cuenca como docente de la Institución Educativa 2023 “Augusto Salazar
Bondy”, en contravención al marco constitucional peruano que no recoge ni viabiliza el
derecho a la reposición laboral.

S.

SARDÓN DE TABOADA
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VOTO DEL MAGISTRADO ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA

Coincido con el sentido de lo resuelto por mis colegas. Sin embargo, considero necesario
señalar lo siguiente:

1. Nuestra responsabilidad como jueces constitucionales del Tribunal Constitucional


peruano incluye pronunciarse con resoluciones comprensibles, y a la vez, rigurosas
técnicamente. Si no se toma en cuenta ello, el Tribunal Constitucional falta a su
responsabilidad institucional de concretización de la Constitución, pues debe hacerse
entender a cabalidad en la compresión del ordenamiento jurídico conforme a los
principios, valores y demás preceptos de esta misma Constitución.

2. Es por ello que, a pesar de coincidir con la ponencia que se nos alcanza, estoy
obligado a señalar las siguientes consideraciones en relación a la expresión
"precedentes vinculantes", contenida en el fundamento jurídico cinco.

3. En efecto, en el presente proyecto, como en otros, se suele hacer referencia a las


expresiones "precedente vinculante", "precedente constitucional vinculante" o
"doctrina jurisprudencial vinculante", entre otras similares.

4. La labor del juez constitucional, que tiene por fin último el reconocimiento y la tutela
de los derechos, debe, precisamente, superar cualquier dificultad, limitación o
formalidad que dificulte ese quehacer. En ese sentido, debe dejarse de lado cualquier
interpretación formalista de una norma o un concepto. Además, debe corregirse en
sede de la interpretación constitucional cualquier lectura formalista y en puridad
técnicamente incorrecta de la normatividad vigente, máxime si se trata de tutelar los
derechos.

5. Es pues, en este contexto, que en aras a la precisión conceptual que le corresponde


mantener a este órgano colegiado, y sobre la base de lo dispuesto por nuestra
legislación y por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, la palabra
"vinculante" en el escenario de las expresiones arriba señaladas es innecesaria por
redundante. Incluso puede generar cierta indeseable confusión, en la medida que
podría entenderse que algunas de dichas decisiones no tendrían dicho carácter.

6. Y es que, en líneas generales, cuando se hace referencia a los "precedentes" se alude


generalmente a reglas establecidas por un organismo u órgano competente para
resolver controversias puestas en su conocimiento, reglas que, por su naturaleza, no
solamente serán utilizados para resolver una controversia en particular, sino que
también buscarán constituirse en líneas de acción de obligatorio cumplimiento para
aquellas situaciones sustancialmente iguales que pudiesen presentarse en el futuro.
Así visto, aunque con matices, un precedente tiene como finalidad permitir que lo
decido para en el caso concreto sirva de pauta de referencia obligatoria para resolver
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futuros casos similares. Su vinculatoriedad (o por lo menos su vocación de


vinculatoriedad) es, pues, a todas luces manifiesta.

7. En el caso peruano, el artículo VI del Nuevo Código Procesal Constitucional regula


el "precedente constitucional" y establece cuáles son las pautas que deben tenerse en
cuenta para su emisión. En efecto, esta disposición señala lo siguiente:

"Artículo VI.- Precedente


Las sentencias del Tribunal Constitucional que adquieren la autoridad de cosa juzgada
constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la sentencia, precisando el
extremo de su efecto normativo, formulando la regla jurídica en la que consiste el
precedente. Cuando el Tribunal Constitucional resuelva apartándose del precedente,
debe expresar los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las
razones por las cuales se aparta del precedente ( ... )"

8. El Tribunal Constitucional establece entonces en qué caso existe un precedente


constitucional y precisa sus alcances normativos, los cuales, reiteramos, son
vinculantes. Así, el "precedente constitucional" constituye una regla o criterio
obligatorio del que no pueden desvincularse los órganos judiciales, e incluso los
poderes públicos y particulares cuando sea el caso. Esto ha sido señalado y explicado
por el Tribunal Constitucional en abundante jurisprudencia (cfr. STC Exp. Nº 1333-
2006-PA, f. j.24; STC Exp. Nº 0024-2003-AI; STC Exp. Nº 3741-2004- AA, f. j. 49).

9. En este sentido, constituye en rigor un error el calificar adicionalmente a este


"precedente constitucional" como uno "vinculante", pues es claro que no existe uno
que no sea. Por el contrario, denominarlo de esa forma equivocada podría además
hacer entender que un "precedente constitucional" puede, en algún caso, tener
alcances no vinculantes (que se trate de un precedente constitucional solo
"persuasivo" por ejemplo), situación inadmisible en nuestro país en función de lo que
hemos planteado.

10. Lo antes dicho, desde luego, no obsta la posibilidad para que, mutatis mutandis, en
un determinado caso los jueces o las juezas puedan apartarse del criterio, regla o
interpretación establecida por el Tribunal Constitucional. Aquello se materializa a
través de la operación conocida como distinguishing. A mayor abundamiento, esto
es posible siempre que exista una diferencia sustantiva entre lo establecido como
precedente constitucional o como doctrina jurisprudencial y lo alegado o discutido
en el nuevo caso. Empero, así visto, el distinguishing no resta entonces en absoluto
eficacia al precedente constitucional o a la doctrina jurisprudencial, y menos aún
cuestiona su obligatoriedad, sino que a través de dicha operación tan solo se
determina que la regla o criterio que estas contienen no son aplicables al caso
específico, por estar fuera de los alcances allí se regula.
EXP. N.° 02120-2021-PA/TC
LIMA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN

11. Hechas estas salvedades, espero haber dejado en claro por qué, a pesar de estar de
acuerdo con el proyecto de resolución que suscribo, considero que no debió agregarse
la expresión "vinculante".

Lima, 28 de octubre de 2021.


S.

ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA

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