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09 de junio de 2021

Estimado lector:
En vista del sufrimiento que hay en el mundo y los problemas que esta pasando en la
humanidad he apartado un tiempo para escribirle esta carta. Durante miles de años, ha
existido la creencia de que las enfermedades son un castigo divino. Tal vez usted ha
llegado a preguntarse si Dios utiliza las enfermedades para castigar a la gente por sus
pecados.
Piense en esto: La Biblia dice en Deuteronomio 32:4 - “Él es la Roca, todo lo que hace
es perfecto, porque todos sus caminos son justos. Es un Dios fiel que nunca comete
injusticias. Él es justo y recto.”
Claramente podemos ver que Dios nunca comete injusticias. Por ejemplo, Dios nunca
haría que cientos de personas inocentes mueran en un accidente de avión para castigar
a un solo pasajero. También la Biblia nos enseña que Dios no actúa con maldad y que
es impensable que haga algo injusto. Así que cuando sufrimos no es que Dios nos esté
castigando por algún pecado que hayamos cometido. El saber que Dios no es el
causante de nuestro sufrimiento es un gran consuelo para quienes tienen enfermedades
graves o han pasado por alguna situación muy difícil.
La Biblia nos asegura en Santiago 1:13 - “Con cosas malas, nadie puede probar a Dios
ni él prueba a nadie”. Y, no solo eso, sino que también nos asegura que Dios pronto
eliminará las “cosas malas” que han plagado a la humanidad durante siglos, entre ellas
las enfermedades, el dolor y la muerte.
De seguro usted se preguntará, si Dios no es el culpable, ¿de quién es la culpa? Si desea
saber más de este tema puede visitar nuestra pagina de internet www.jw.org o puede
contactarme a la dirección que aparece en el encabezado de esta carta.

Atentamente
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