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ESTUDIO BIBLICO

Tema a estudiar: Integridad


Versículo central: Job: 2-3
Reseña histórica de la vida de Job
Cuando estudiamos la vida de este hombre llamado Job, encontramos la opinión
de Dios para con él, y debido a esa opinión, he basado mi estudio en este modo
de vida llamado integridad que Job modelaba, y que nuestro Señor quiere que
cada uno de nosotros modelemos. A continuación un pequeño resumen de la vida
de este hombre.
Job era un hombre sumamente rico que parecía tener su vida bajo control (1:1-5).
No obstante, sin que él lo supiera, Satanás puso a prueba la rectitud del hombre.
Dios permitió el desafío pero limitó el poder de Satanás a las posesiones de Job
(1:6-12). Seguidamente, el diablo destruyó todas las posesiones de Job incluso
sus hijos. Sin embargo, Job no maldijo a Dios ni cuestionó la integridad divina
(1:13-22). Satanás entonces desafió a Dios a que le permitiera atacar la salud de
Job. Dios accedió pero le advirtió que no lo matara (2:1-6). Sin advertencia, una
terrible enfermedad aquejó a Job, pero él se negó a maldecir a Dios (2:7- 10). Sus
amigos estaban impactados y consternados pero jamás se acercaron a animarlo ni
a ofrecer su ayuda (2:11-13). A esta altura Job manifestaba una fe tradicional,
aceptaba el sufrimiento como inevitable, y lo soportaba con paciencia.
Breve introducción a la integridad
Antes de comenzar mi estudio quisiera brevemente contar esta historia que nos
hace reflexionar un poco y poder ver reflejada esta hermosa palabra llamada
integridad, que no solo debe ser aplicada cuando nos ven sino también cuando
nadie nos observa, esto es lo bonito de ella.
Una interesante historia sobre la integridad y la honestidad, nos enseña que en un
pueblo el rey convoco a todos los jóvenes y les dijo: "Os voy a dar una semilla
diferente a cada uno de vosotros, al cabo de seis meses deberán traerme en una
maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella será la del joven que se
convertirá en esposo de mi hija.
Efectivamente, así se hizo, con un joven sucedió algo particular, él plantó su
semilla y ésta no germinaba. Llegaron los seis meses y el joven ni siquiera quería
ir al palacio, pero su madre le insistió para que no hiciera ese desplante al rey.
El joven avergonzado, desfilo de último hacia el palacio, con su maceta vacía. Los
otros jóvenes se burlaban de él, pues llevaban hermosas plantas.
El rey apareció, y todos los jóvenes hicieron su respectiva reverencia mientras él
se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas. Finalizada la
inspección, llamó a su hija, y llamó de entre todos aquellos jóvenes, a aquel que
llevo su maceta sin planta alguna.
Delante de todos el rey se pronunció y dijo: “Este es el nuevo heredero del trono y
se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos
trataron de engañarme sembrando otras plantas; pero este joven tuvo el valor de
presentarse y mostrar su maceta vacía, fue sin duda alguna, sincero, honesto, real
y valiente, cualidades que un futuro rey requiere para gobernar y que mi hija
merece”.
Integridad
La integridad puede definirse como la pureza original y sin contacto o
contaminación con un mal o un daño, ya sea físico o moral.
La integridad es guardar nuestros convenios y compromisos, aun cuando no sea
conveniente. (Daniel cap 3 y cap 6)
La integridad no depende de la presencia de los demás. Está impulsada por lo
interno y no por lo externo. (Génesis: 39)
La integridad es el cimiento sobre el cual se edifican el carácter y una vida
semejante a la de Cristo. Si en ese cimiento hay fisuras, entonces no soportará el
peso de otros atributos propios de Cristo que deben edificarse sobre él. La
integridad está a la raíz de toda virtud.
El autor cristiano C. S. Lewis destacó que una vez que cometemos un error en una
ecuación matemática, simplemente no podemos seguir adelante: “Cuando he
comenzado a hacer una suma incorrectamente, cuanto más pronto lo reconozca,
me detenga y la vuelva a comenzar, más rápido podré seguir”.
Caminar en integridad
El verbo caminar puede traducirse literal como los pasos más lentos que damos
en comparación con los de correr, pero también puede usarse como forma
figurativa para referirse a la conducta o forma de vida de alguien, por ejemplo en la
biblia nos encontramos este versículo en Génesis: 5-24 que dice: Caminó, pues,
Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevo Dios.
Vemos en este versículo que el verbo caminar no fue usado de forma literal sino
más bien de forma figurativa para demostrar lo recto e íntegro que fue Enoc como
para que Dios decidiera hacer con su vida lo que hizo.
Todos nosotros ciertamente caminamos todos los días, y necesitamos hacerlo
para trasladarnos de un lado a otro, podemos ver que es una acción constante
que realizamos. La integridad no es algo que se practica una sola vez o un solo
día, debemos decidir cómo Enoc, caminar con Dios. Para yo caminar con Dios
debo caminar en santidad, obediencia y sin salirme de los parámetros que Dios
establece que le agradan, es decir, en integridad porque Dios no se complace de
la maldad, del pecado ni de la inmundicia.
La razón de ser integro
Salmos: 15:1-2 nos dice, Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién
morará en tu monte santo?. El que anda en integridad y hace justicia, y habla
verdad en su corazón.
Vemos que en estos versículos se nos habla sobre andar en integridad, tiene
relación con lo que vimos en la parte anterior. Los que hemos conocido a nuestro
Señor y nos hemos enamorado de Él, deseamos un día poder contemplar su
hermosura cara a cara, pero esto no lo vamos a lograr si no tenemos en nuestras
vidas integridad, es uno de los requisitos para poder habitar con Dios. Entonces,
¿Por qué debo ser integro?, la mayor razón es porque no habitare al lado de Dios
si mi corazón no es recto y una vida lejos de Dios es una vida triste, miserable y
vacía. Nuestro Dios es santo, por eso el demanda de nosotros que caminemos en
integridad, es decir, que no nos corrompamos por nada ni tengamos varias caras,
la persona que es integra no vive de apariencias ni muestra varias formas de ser,
el integro es el mismo sea en el lugar que se encuentre o sea que alguien lo esté
viendo o no, ya que el ser integro no es algo que se logra mostrando lo externo
sino que viene desde adentro.
Resultados de aplicar la integridad
No hay algo más grande y más placentero que pueda llenar la vida del hombre
que la opinión que Dios tiene sobre esa persona. La forma como Dios se refirió de
Job cuando le hablo a satanás en el capítulo 2 versículo 3 de Job no fue de
cualquier forma. Dios opinaba sobre Job que era un hombre íntegro y justo,
¿Cuántos de nosotros deseamos que nuestro Dios se exprese así de esa manera
cuando hable de nuestra vida?, cuando caminamos en integridad hacemos que
Dios se sienta agradado de sus hijos. En segundo lugar como lo hablamos hace
un momento, al aplicar la integridad obtenemos como resultado el habitar con
Dios, y no solo cuando obtengamos el mayor de los premios que es el de estar en
su presencia un día, sino también aquí en la tierra, esas son las personas que a
Dios le agradan, los que se mantienen en integridad, en pureza, sin ser
corrompidos por nada.
En el Libro de Daniel en el capítulo 6 vemos como actuó Dios a favor de Daniel
por mantenerse integro en su decisión tomada que fue de permanecer fiel a Dios y
activo en su relación y comunión con Dios, a pesar de haber escuchado que si
hacia esto lo iban a enviar a un foso lleno de leones hambrientos y que su fin no
pintaba para bien, por preferir la integridad, obtuvo el favor de Dios y su ayuda; de
todo esto salió Daniel ileso, el malo castigado y Dios exaltado y glorificado. Algo
parecido lo podemos encontrar también en el mismo libro de Daniel en el capítulo
3 cuando se nos relata la historia de estos varones fieles a Dios que decidieron
primero mantenerse en integridad a Dios antes que ceder ante lo malo, ellos
fueron Ananías, Misael y Azarías en el horno de fuego.
Pasos para llegar a ser integro
No hace falta otra cosa más que tomar la decisión de serlo. Muchas tentaciones
nos podemos encontrar en esta vida que nos inciten a abandonar nuestra
integridad pero ya es cuestión de nosotros el decidir permanecer integro o
declinar. En la biblia nos vamos a encontrar muchos ejemplos de personas que
decidieron seguir viviendo en integridad y podemos también ver sus
consecuencias, me valdré de solo dos ejemplos para ilustrar, el primero es el caso
de José ante la oferta de la mujer de Potifar en el libro de Génesis en el capítulo
39, y el segundo es el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo ante las ofertas
tentadoras de satanás en el desierto estando nuestro Señor en condición humana,
El decidió mantenerse firme y cumplir la voluntad del Padre (Mateo: 4). Por el
contrario podemos ver otros que decidieron abandonar la integridad y ceder ante
la tentación y también tuvieron sus consecuencias, hay muchos ejemplos pero
solo me valdré de uno para ilustración y es el caso de Aarón y María cuando se
rebelaron contra Moisés, esto lo podemos encontrar en el Libro de Números
capítulo 12.

A manera de conclusión digo que estamos llamados a ser ÍNTEGROS en todas


las áreas de nuestras vidas, ser de una sola pieza, de una sola cara en todo lugar
y en todo momento. Imitemos a Daniel y a sus amigos, imitemos a José, pero
sobre todo imitemos a Jesucristo nuestro Señor y Maestro. Recordemos que
somos la sal y la luz de este mundo y que siempre la mirada de los hombres va a
estar sobre nosotros. Imitemos a Cristo en su integridad de tal manera que cuando
nos vean puedan decirnos al igual que a Pedro: <<Él ha estado con Jesús>>, <<él
es uno de sus discípulos>>, <<él huele a Jesús>>, Amen.

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