Está en la página 1de 2

Nombre: Ingrid Vanessa Bolaños - 2025374

Más que una pesadilla.

Había llegado agotada del trabajo aquella noche. Había sido un día particularmente
pesado, lleno de reuniones interminables, trabajos pendientes por terminar y
problemas que resolver en la oficina. Lo único que quería hacer era llegar a casa,
tomar una ducha y caer rendida en la cama y dormir, si era posible, toda la semana.
Finalmente, después de una cena ligera, se metió en la cama y cerró los ojos en
busca de caer en brazos de Morfeo. Pasaron los minutos pero no podía conciliar el
sueño, por más cansada que estuviera no podía, eso era demasiado extraño. Su
mente seguía repasando los detalles de la jornada laboral, con vistazos rápidos de
los trabajos que tenía pendientes para mañana y la próxima reunión que tendría en
unos días… no dejaba de dar vueltas en la cama, quería encontrar la mejor posición
que la ayudara a conciliar el sueño. Minutos después, su respiración se volvió más
relajada, ya se estaba sumiendo en un estado de transición entre la vigilia y el
sueño, sintiendo la somnolencia acercándose y volviéndose cada vez más
profunda. Aquellos pensamientos e imágenes del día que desfilaban por su mente,
se desvanecían y se volvían más abstractos, como si se estuvieran desvaneciendo
en la distancia. La sensación confusa de caída libre cortó la tranquilidad del sueño
sobresaltandola. Su corazón latía con fuerza, y su respiración estaba acelerada,
buscando el por qué aquella caída al vacío se había sentido tan real… Sus
pensamientos se detuvieron ahí al darse cuenta de que se sentía paralizada. No
podía mover un solo músculo de su cuerpo, ni siquiera abrir los ojos. Era una
sensación aterradora, nunca antes había experimentado algo así. Intentó gritar,
pero no pudo ni siquiera emitir un sonido. Se sintió frustrada, y su corazón empezó
a latir más rápido que nunca. Con suerte, pudo abrir sus ojos, pero no veía nada;
todo era absoluta oscuridad. Comenzó a sentir una presencia extraña en la
habitación. Unos pasos que se acercaban cada vez más. Un frío intenso que le
recorría el cuerpo y removía sus entrañas. Estaba aterrorizada, pero no podía hacer
nada para protegerse de lo que sea que estuviera a punto de ir hacia ella. De
repente, esa extraña presencia se acercó tanto que pudo sentir su aliento frío en el
rostro. Fue entonces cuando comenzó a sentir un dolor intenso en el pecho, como
si alguien la estuviera apretando con fuerza y presionando su cuerpo contra el
colchón. Quiso gritar de nuevo. Sentía morir. Cada vez más sentía como la hundían
en la cama y la asfixiaban. Subió el rostro y miró el semblante de un hombre
deforme, sin rostro, de olor putrefacto, que se movía extrañamente sobre ella
intentando rodearla con esos brazos sin forma. Cerró los ojos tan fuerte que sintió
sus ojos doler y después de lo que parecieron horas, logró liberarse de la parálisis.
Abrió los ojos con fuerza y se encontró en su habitación, sola y en penumbra. Trató
de calmar su respiración y tocó su pecho confundida por lo que acababa de pasar.
Respiró hondo y se levantó de la cama rápidamente para encender la luz. Estaba
sudada, y con varias marcas rojas en el cuerpo, pero se sentía tan cansada, que
volvió acostarse en su cama y apagar la luz para conciliar el sueño esperando que
todo aquello simplemente hubiera sido parte de su imaginación.

También podría gustarte