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EL

DERECHO
ROMAN

Integrantes:
- Belén Porras Bernabé
- Fernando Requejo Soto
- Lenner Ariel Saavedra Nazareno
- Daniela Lizeth De La Cruz Tenorio
INDICE
1. Introducción. 1
2. Concepto e importancia del derecho romano. 2
3. Periodos del derecho romano. 4
4. La ley de las XII tablas. 3
5. El derecho de personas en la antigua Roma. 5
6. La patria potestas en Roma. 6
7. El matrimonio en Roma. 7
8. Derechos reales. 8
9. Derecho de sucesiones. 9
10. Concepto de obligaciones. 10
11. Elementos y tipos de obligaciones. 11
12. Origen de las obligaciones. 12
13. Conclusiones. 13
INTRODUCCION
El derecho romano ha servido como base para el desarrollo de
los ordenamientos jurídicos de muchos de los Estados actuales a
lo largo de los siglos porque su estudio le otorga al futuro
abogado una comprensión integral de un ordenamiento jurídico
y la lógica que lo sustenta.
La característica principal de esta investigación es que nosotros
los estudiantes valoremos la importancia del derecho romano y
su evolución con el transcurso del tiempo.
El derecho romano es el conjunto de normas y leyes que
estuvieron en vigor a partir del siglo V a.c en las diversas épocas
de la antigua sociedad romana. C. hasta la muerte de Justiniano I
en 565 d. C. El texto "La ley de las XII Tablas", que data de
mediados del siglo V a.c, es el ejemplo más antiguo del
ordenamiento jurídico romano. C. establecer pautas para que los
ciudadanos de Roma vivan en armonía.
Podemos probar que el derecho romano estuvo vigente durante
el período histórico que se inicia con la fundación de Roma por
los hermanos Rómulo y Remo, hecho que las etnias latina, sabina
y etrusca estaban obligadas a hacer, y que llega a su fin. con la
muerte del emperador Justiniano. La primera etapa del derecho
romano se inicia con la promulgación de la Ley de las Doce
Tablas; la segunda se refiere a la promulgación de estas Tablas;
el tercero alude al reinado de Alejandro Severo; y el final se
refiere a la caída del Imperio Romano con la muerte del
emperador Justiniano.
CONCEPTO E IMPORTANCIA DEL DERECHO ROMANO
El derecho romano es más que un conjunto de normas jurídicas;
es la concreción de la vida de la sociedad romana en estructuras
judiciales. Al estudiar el derecho romano, podemos ver cómo se
crearon y desarrollaron las figuras jurídicas actuales en nuestro
ordenamiento jurídico.
El desarrollo del derecho romano se demostrará a lo largo de
este pasaje. También veremos cómo el desarrollo de las
instituciones legales está influenciado por la complejidad de las
relaciones interpersonales y comerciales. Dado que la ley se
origina en pueblos pequeños antes de evolucionar a medida que
se expanden las ciudades y el comercio, la complejidad de las
relaciones requiere el desarrollo de procedimientos de
resolución de disputas más complejos.
El Corpus Iuris Civilis, que el emperador Justiniano había
compilado y que el jurista Irnerius redescubrió en el siglo XI,
sirvió como fuente principal para el derecho romano que ahora
conocemos. A partir de este momento, el Derecho Romano fue
estudiado y utilizado como norma en todos los sistemas basados
en la tradición romana.
El Corpus Iuris Civilis se componía originalmente de tres partes, y
posteriormente se añadió una cuarta. El primero es una
introducción llamada Institutiones; el segundo es una colección
de precedentes legales llamada Digesta; el tercero es una
colección de constituciones imperiales hasta Justiniano llamado
Codex; y el cuarto es un anexo llamado Novellae que contiene
leyes promulgadas después de Justiniano.
El Derecho Romano es, por lo tanto,
de suma importancia para el jurista; lo ayuda a comprender de
dónde proviene la ley actual y,

lo que es más importante, ayuda en la formación de los


estándares legales del abogado.
PERÍODOS DEL DERECHO ROMANO
La historia del derecho romano se divide normalmente en los siguientes períodos:
 El período monárquico. Se extiende desde mediados del siglo VIII a. C., con la
fundación de Roma, hasta el año 509 a. C. cuando se expulsa de la ciudad al Rey
Tarquinio el Soberbio, cuyo gobierno despótico fue el último ejercido por los
reyes romanos, dando pie así a la República romana.
 El período republicano. Inicia con la caída de la monarquía a inicios del siglo V
a. C. y culmina con el otorgamiento por parte del Senado romano
de poderes absolutos a Octavio Augusto en el año 27 a. C. Durante este período
se publica la Ley de las XII Tablas, dando inicio formalmente al derecho romano,
y construyendo un Estado de poderes en equilibrio: se elegía un grupo de
magistrados democráticamente en asambleas populares, encargados de
funciones asignadas; mientras que el Senado se ocupaba de dictar
senadoconsultos con rango de ley.
 El período del principado. Inicia en el año 27 a. C. tras la crisis política que
afectó la República y permitió el surgimiento de un Estado autoritario,
sometido a la voluntad de la auctoritas del Príncipe o Emperador, tales como
Augusto (27 a. C. – 14 d. C.), Calígula (37-41 d. C.), Nerón (54-68 d. C.) entre
otros. Roma alcanzó en este período su máxima extensión territorial: 5 millones
de kilómetros cuadrados.
 El período del dominado. Conocido también como el Imperio absoluto, inicia a
mediados del siglo II d. C. hasta el año 476, cuando el Imperio Romano de
Occidente colapsa y desaparece. Es una época de poder absoluto el Estado, en
manos del Emperador, quien gobierna a través de constituciones imperiales. En
el año 380 el Imperio asume el cristianismo como religión oficial y
posteriormente se divide en dos partes, de donde nacerá el Imperio Romano
de Oriente.
 El período de Justiniano. Llamado también el Gobierno de Justiniano, va de 527
a 565 d. C., y es la época en que se publica la compilación justiniana del
Derecho Romano en el año 549, marcando el punto final de su historia. Tras
la muerte de Justiniano se erige el Imperio Bizantino, un Estado más bien
medieval, que durará hasta el siglo XV,
cuando caiga frente a los turcos.

FUENTES DEL DERECHO ROMANO


Como toda vertiente del derecho, el romano posee sus fuentes, que podemos estudiar
por separado de la siguiente manera:

- El mos maiorum. “La costumbre de los ancestros”, es primera de las fuentes del
Derecho Romano. La compone la costumbre (Derecho consuetudinario), a
través de un conjunto de reglas heredadas de la tradición ancestral y que eran
veneradas en la Antigua Roma, que eran transmitidas familiarmente y que
servían para contraponer lo romano a las tradiciones helenizantes o asiáticas.

- Fuentes Justinianeas. Aquellas compiladas por el Emperador Justiniano I en su


obra Corpus iuris civilis, que incluye: El código o Codex (vetus) que compilaba
las constituciones imperiales; El digesto o Pandectas que contiene una
ordenación cronológica de las diversas materias, en orden cronológico a lo
largo de 50 libros distintos; el Instituciones o Institutas que contiene una
síntesis de doctrinas y preceptos en cuatro libros que compone un tratado
elemental de derecho; El código de Justiniano o “El Nuevo Código” que es la
versión encargada por el Emperador a Juan de Capadocia, inspirada en todo lo
anterior; y finalmente las Novelas que componen el código definitivo
promulgado por Justiniano.

- Fuentes Extrajustinianeas. Abarcan dos conjuntos de textos ajenos a la labor de


Justiniano:
- Fragmentos de juristas del período clásico. Como son Las instituciones de
Gayo; los Fragmentos de Sententiarium libri V ad filium de Paulo; los Tituli
ex corpore Ulpiani cuyo autor es desconocido; partes muy escasas de la
Responsa de Papianiano; un apéndice de Ars grammatica de Dositheus; y
los Scholia sinaitica descubiertos en el Monte Sinaí.
- La colección de otras constituciones imperiales. Como la Fragmenta
vaticana, que son los restos de una colección privada de pasajes de juristas
clásicos y leyes imperiales hallados en
un palimpsesto en la Biblioteca del
Vaticano.

LA LEY DE LAS XII TABLAS


La Ley de las Doce Tablas, primera ley de derecho público y privado de la que se tienen
noticias, fue el acto de poner por escrito en plena República romana un antiguo
derecho consuetudinario, ya existente en el pasado para la convivencia entre patricios.
y plebeyos, igualando sus derechos, a propuesta de Terentilo Arsa hacia el año 462 a.
Para esta Ley de las Doce Tablas, el Senado estableció una comisión entre sus
magistrados patricios conocida como el "decemvirato" por estar integrada por diez
miembros, y aprobó en el Senado las asambleas populistas conocidas como
"Elecciones del Siglo". ".

 Ley I, II y III, dedicadas al “Derecho procesal privado”.


 Ley IV y V, sobre el “Derecho familiar y sucesiones”.
 Ley VI y VII, estableciendo en la República Romana, “Derecho penal público y
privado”.
 Ley VIII, De los derechos prediales del derecho público.
 Ley IX. Del derecho público.
 Ley X, a instancias de “Derecho Sacro”
 Ley XI y XII, reforzando por medio de estas dos últimas leyes.
Las Doce Tablas fueron un primer paso hacia la creación de un sistema de leyes
escritas precisas que todos conocían, aunque no fuera un sistema totalmente
codificado. Esto permitiría la protección de todos los derechos de los ciudadanos y la
reparación de agravios. Como resultado, muchas civilizaciones posteriores hasta el día
de hoy han utilizado el sistema legal romano como modelo.

EL DERECHO DE PERSONAS EN LA ANTIGUA ROMA


"En su sentido correcto, la palabra persona se
refiere al personare, una máscara que usaban los
actores de teatro romanos para amplificar su voz. A partir de este momento, se usó en
sentido figurado para expresar la posición que un individuo podría llegar a ocupar en la
sociedad, como la persona que funge como cabeza de familia o el tutor. Sin embargo,
estas personas sólo llaman la atención de los profesionales del derecho en términos de
derechos y obligaciones potenciales. Se entiende por persona todo ser que es capaz de
tener derechos y obligaciones en otro más amplio. sentido.
Los juristas romanos distinguían entre dos grupos de personas:.

1. Los esclavos y los libres se distinguen en el primero, que es el más largo. Los esclavos
tienen derechos que son esencialmente los mismos, con algunos detalles menores que
difieren. Por otro lado, las categorías de personas libres incluyen ingenuos y libertinos,
así como ciudadanos y no ciudadanos.
2. Están sujetas a la segunda división las personas que tienen la consideración de
familia. Algunos son sui juris, o dependientes de sí mismos, mientras que otros son
alieni juris, o sujetos a la autoridad de un jefe.
El derecho romano sostiene que “el concepto de pueblo no incluye sólo a los hombres,
sino también a los seres morales o racionales (personas jurídicas o sociales)
personificados por el derecho y capaces de tener derechos y obligaciones (Estado,
ciudad, impuesto, corporación). ". Los esclavos, al menos según el derecho antiguo y
en relación con sus dueños, no tienen derechos ni obligaciones; en cambio, se
consideran objetos, o cosas sobre las que se establecen derechos. Por otro lado, no
todos los hombres son considerados personas bajo el derecho romano. Los abogados
ya clasifican a las personas en categorías físicas y sociales por este motivo. Juan
Fernández González. (traductor de los escritos de Eugéne Petit).

ETAPAS DEL DESARROLLO DEL DERECHO ROMANO


El derecho romano a lo largo de la historia de Roma se dividió en las siguientes etapas:
Derecho antiguo (753 - 130 a. C). Fue la etapa que se caracterizó por las normas
basadas en costumbres y que fueron plasmadas en la Ley de las XII Tablas que estaba
dirigida a la población y resultaba un orden jurídico rígido y severo.
Derecho clásico (130 a. C. - 230 d. C.). Fue la etapa que se caracterizó por la
organización de jurisprudencias del orden jurídico, como el Senado y por formalizar al
derecho como una ciencia.
Derecho posclásico (230 - 527 d. C.). Fue la etapa que se caracterizó por el poder
absoluto que ejerció el emperador para regular los ámbitos de la vida pública y privada
de los ciudadanos.
Derecho justiniano (527 - 565 d. C). Fue la etapa
que se caracterizó por una reforma legislativa
que permitió recopilar las normas y leyes vigentes, de manera formal y codificada, en
un solo texto.

LA PATRIA POSTESTAS EN ROMA


El ordenamiento jurídico romano reconoce con frecuencia la patria potestad.
Estén o no casados sus hijos, el padre tiene el derecho legal de ejercer la patria
potestad sobre ellos. La situación y la salud de los hijos de la familia están de algún
modo condicionadas por este poder civil.
Los derechos personales que los patres familias pueden ejercer sobre sus hijos
incluyen el ius puniendi, o facultad de castigar al hijo; el ius vendendi, o la facultad de
venderlo en un país extranjero; el niño no podía ser vendido como esclavo en territorio
romano, pero podía ser entregado incausa mancipii; y el ius exponendi, o la facultad
de abandonar libremente a su hijo, aunque no es una opción común.
Los efectos patrimoniales, o las formas en que la patria potestad incide sobre un hijo.
Una serie de discapacidades que parecen formar parte de la situación patrimonial del
niño en la familia parecen restringir significativamente su capacidad de actuar. La
primera, y más importante, es que los "alieni iuris" son incapaces de poseer un
patrimonio (son inválidos y tienen restricciones). Sui iuris es lo contrario de alieni iuris.
Hasta que los patres familias fallezcan o se celebre una ceremonia de emancipación,
no sois "sui iuris".
La capacidad jurídica de las personas se determina en función de su posición en la
jerarquía familiar. Sólo los padres tienen plena capacidad jurídica para el derecho
privado; son sui iuris. Los hijos y esclavos que están bajo el control del paterfamilias
son alieni iuris. Los padres tienen control permanente sobre sus hijos (patria potestas),
y los dueños tienen control permanente sobre sus esclavos (autoridad dominica).

EL MATRIMONIO EN ROMA
En la antigua Roma, el matrimonio era una de las instituciones sociales más
importantes, y uno de sus principales objetivos era producir hijos que legalmente
tuvieran derecho a heredar las posesiones y circunstancias de sus padres. Entre los
patricios, también se utilizó para ratificar
formalmente acuerdos comerciales o políticos.
Uno de esos casos fue Julia Caesaris, la hija de Julio César y Cinilla, quien inicialmente
estaba comprometida con Marcus Junius Brutus pero se casó con Gnaeus Pompey the
Great porque su padre quería forjar una relación con Pompeyo que resultaría en el
Primer Triunvirato. El matrimonio de Octavia y Marco Antonio fue resultado del
Tratado de Tarento, como otro ejemplo.
El matrimonio tenía que cumplir con ciertos criterios en la antigua Roma, como las
restricciones de edad. Los hombres solían estar casados durante catorce años y las
mujeres doce, y era poco común que se casaran después de los treinta años.
El mundo occidental moderno ha heredado una serie de ritos matrimoniales de la
antigua Roma, incluido el uso de un anillo de compromiso, la aprobación de los padres,

un velo para la novia, la unión de las manos de los cónyuges y los besos. mostrando
que cada nación está influenciada por una de las más grandes civilizaciones de la
antigüedad. con la novia después de que fueron declarados legalmente casados por
quien realizó la ceremonia de matrimonio.

DERECHOS REALES
Es la relación directa de una persona con una cosa determinada, de la cual aquélla
obtiene la utilidad jurídica que esa cosa puede procurar.
Elementos:
• Sujeto activo
• Objeto
Caracteres:
• Crean una relación directa entre el titular de ellos y la cosa sobre la cual se
ejerce
• Son absolutos en el sentido de que se ejercen contra todos en general, sin
referirse a nadie en particular.
• Sólo pueden tener por objeto una cosa.
Los Derechos Reales recaen sobre cosas (res), ya sean propias o ajenas, atribuyendo a
su titular una acción más o menos amplia, dependiendo del grado de disfrute que
tenga. Sin embargo, los Derechos de Obligaciones recaen sobre conductas humanas ya
que nacen generando ataduras, ligaduras entre las personas (físicas y jurídicas), de ahí
que hablemos de obligatio, como el vínculo jurídico que unen a dos partes, que se
exigen mutuamente o bien solo parte de una de ellas, dependiendo del tipo de vínculo
que tengan.
Los Derechos Reales tienen eficacia erga omnes,
es decir, frente a cualquiera que intente
perturbar el pacífico goce que tenga el titular de un derecho sobre una cosa. Sin
embargo, los Derechos de Obligaciones tienen una eficacia limitada, es decir, solo se
pueden hacer valer frente a la persona o personas con las que el sujeto que sea titular
de un derecho se encuentre vinculado.
Los Derechos Reales se satisfacen con actos propios en la medida que cumplen su fin
cuando al titular nadie intenta evitar que disfrute de su derecho. Solo aspira a disfrutar
el mismo de su objeto. Sin embargo, los Derechos de Obligación al tener que exigir
vínculos para su existencia, solo pueden satisfacerse con actos ajenos, esto es, cuando
la parte con la que el sujeto está relacionado o vinculado cumpla con su deber,
obligación o compromiso.
Los Derechos reales se constituyen o nacen con un carácter o voluntad de
permanencia, de ahí que su titular pueda disponer por actos mortis causa quien será
su titular para

cuando él fallezca. Sin embargo, los Derechos de Obligaciones desde que surgen tienen
la característica de ser limitados en el tiempo, ya que las obligaciones o compromisos
se crean para ser cumplidos y, una vez cumplidos, se extinguen. Por tanto, los
Derechos de Obligaciones nacen para morir, no para que sobrevivan a su titular.
Siguiendo la sistemática del programa, comenzamos con el estudio de los Derechos
reales estudiando, en primer lugar, la posesión ya que es una institución que –como
veremos– nos ayuda y conduce a la adquisición de la propiedad. Posteriormente
trataremos la propiedad, así como todos aquellos derechos que podemos tener sobre
las cosas que se mantienen bajo la propiedad de otras personas, es decir, los que
conocemos como iura in re aliena. Dentro de ellos, analizaremos las servidumbres
(prediales y personales), el derecho de enfiteusis y el de superficie, así como los
derechos reales de garantía (fiducia, prenda e hipoteca).

DERECHO DE SUCESIONES
La sucesión se define como la transmisión de los derechos y obligaciones que componen la
herencia de una persona muerta, a la persona que sobrevive, a la cual la ley o el testador llama
para sucederla. Por lo tanto, una persona se subroga en el lugar de otra, se traspasa todo o
parte de un patrimonio al sucesor, que asume la posición jurídica que ocupaba el antecesor.

La sucesión mortis causa en la antigua Roma puede ser a título universal o a título particular. El
sucesor universal es el que abarca todo el patrimonio del difunto, es por excelencia el
heredero. La universalidad es la característica de la institución de Heredero, ya que sino tan
sólo sería un legatario. El sucesor a título particular sería cuando la transmisión comprende
uno o varios derechos, entendiéndose no sólo la transmisión de un objeto particular, un objeto
corporal, sino que también comprende los bienes inmateriales.
Hoy en día el concepto de sucesión se define como
derecho de sucesiones por causa de muerte que por
motivo del fallecimiento de una persona se transmite un patrimonio a otra8. En cuanto a la
universalidad, se entiende que es un todo o una parte del patrimonio y la sucesión a título
particular es algún elemento patrimonial determinado en su concreta individualidad.

Antes de centrarnos a grandes rasgos en la adquisición o aceptación de la herencia


debemos de hacer una importante distinción entre los tipos de herederos que puede
haber en una sucesión. Así, Gayo dice “Heredes autem aut necessarii dicuntur aut sui
et necessarii aut extranei” que a los herederos se les llama necesarios, de derecho
propio y necesarios, y extraños.
A-) Herederos necesarios: “Automáticamente adquirían la herencia tras el
fallecimiento del de cuius, sin necesidad de aceptación ni posibilidad de renuncia”24 .
Éstos eran los filiifamilias del difunto, los que estaban bajo la potestad del
paterfamilias y que en su momento se explicará. (heredes sui o heredes sui et
necessarii). No hacía falta que realizaran la adición (aceptación) simplemente
heredaban con la delatio, lo que significa llamamiento, ser llamado a la herencia.

B-) Herederos voluntarios o herederos extraños (heredes voluntari o extranei): Cuando


este tipo de herederos son llamados a la herencia (delación) tienen la posibilidad de
aceptarla o no (adición)25. Podían aceptar la herencia mediante la creditio, o a través
de la pro herede gestio, o nuda voluntate.
En la apertura de la sucesión intestada, la delación puede tener lugar en el momento
de la muerte del causante o en un momento posterior, en caso de que el testamento
sea nulo la delación tendrá lugar cuando se declare su ineficacia. A partir la delación
dependiendo si es heredero necesario o voluntario podrá aceptar o repudiar la
herencia que se le ha ofrecido.

CONCEPTO DE OBLIGACIONES
Dar un concepto jurídico de obligación requiere, en primer lugar, comprender su
naturaleza jurídica y su progresiva evolución en el Derecho romano. Para ello, hay que
comenzar por su significación etimológica y, en este sentido, podemos ver que la
palabra “obligación” se corresponde con el término latino obligatio, es decir,
“atadura”,
“ligadura”. Relacionando este sentido con el mundo del Derecho vendría a significar
este término “acción de responder de algo o frente a alguien”. De todas formas, el
significado jurídico concreto va en función del momento o periodo histórico en que
nos
situemos:
- En los primeros momentos o etapa
arcaica del Derecho romano, las
obligaciones se regulaban por los mores maiorum bajo la autoridad del
paterfamilias (si la obligación nacía entre miembros de una misma familia) o
de los distintos patresfamilias (si las obligaciones se daban entre miembros
de distintos grupos familiares, siendo el delito o el nexum como primitiva
forma de contratación las primeras fuentes que hizo nacer la obligación).

- A partir del periodo preclásico y clásico, como consecuencia de la evolución


que va sufriendo la familia y las progresivas limitaciones por parte del poder
público al poder del paterfamilias, encontraremos en las fuentes romanas
definiciones de obligación que se verán reflejadas y consolidadas en la
Compilación Justinianea. Concretamente:
Paulo (D. 44,7,3pr.) nos dice que: “la esencia de las obligaciones no consiste en que
uno haga nuestra una cosa o una servidumbre, sino en exigir a otra para que nos dé,
haga o indemnice algo” (Obligationum substantia non in eo consistit, ut aliquod corpus
nostrum aut servitutem nostram faciat, sed ut alium nobis obstringat ad dandum
aliquid vel faciendum vel praestandum).

Justiniano, en Instituciones 3,13pr la define diciendo: “La obligación es un


vínculo de derecho por el que somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna
cosa según las leyes de nuestra ciudad” (obligatio est iuris vinculum, quo necessitate
adstringimur alicuius solvendae rei, secundum nostrae civitatis iura).
Por consiguiente, el concepto de obligación puede expresarse, bien en un sentido
restringido, esto es, como el deber del deudor, haciendo alusión sólo a una de las
partes: al deudor; o bien en un sentido más amplio, es decir, entendiendo por
obligación como el vínculo jurídico entre dos partes: El acreedor (creditor) y el deudor
(debitor). Así, el acreedor estará facultado a exigir y deudor comprometido a cumplir
un determinado comportamiento positivo o negativo que denominamos prestación.

ELEMENTOS Y TIPOS DE OBLIGACIONES


La obligación crea un lazo de derecho (“vinculum”), que tiene dos extremos, supone
dos sujetos: uno activo, otro pasivo. La obligación tiene el efecto de sujetar a dos
personas, en cierta medida la una de la otra, quitándole algo de su libertad natural y
haciendo adquirir a la otra una cierta ventaja que no está contenida en el simple
ejercicio de la suya.
La persona ligada es el “debitor o reus” (deudor o reo), la dueña del lazo recibe el
nombre de “creditor” (acreedor). La ley pone a la disposición del acreedor
determinados medios coactivos (las acciones y las vías de ejecución) para lograr que el
deudor preste la conducta debida.
La obligación tiene un objeto determinado
(“debitum o res debita”) que consiste en una
determinada conducta que el deudor debe prestar a su acreedor (“alicuius solvendae
rei”) y puede consistir en un dare, facere, praestare, non facere o pati.
Por otra parte, el objeto de la obligación siempre debe ser apreciable en dinero y para
ayudar a determinar ciertos detalles importantes relacionados al mismo se utilizan
estos parámetros:
Determinación del objeto
El objeto debe estar determinado o ser determinable. En principio deben ser cosas
existentes pero también cabe obligarse respecto de una de cosa futura. Por ejemplo, la
venta de próximas cosechas o de cosas que están en proceso de fabricación. La
obligación de dar, puede referirse a cosas ciertas (de especie) o inciertas (de género).
En el primero las partes tienen en mira un objeto determinado (por ejemplo, una finca
individualizada) y solamente se satisface cumpliendo la obligación misma. En el
segundo caso la obligación solamente está especificada por su clase o género (por
ejemplo, un kilo de azúcar) y se satisface con la entrega de un objeto de tal clase y
calidad.

Valor pecuniario
La ley exige que sea posible asignarle un valor pecuniario al objeto de la prestación,
pues en caso de no poder cumplirse, es indispensable para efectos resarcitorios poder
cuantificarlo monetariamente.
Existen diversas teorías respecto de la patrimonialidad. Por un lado, la teoría subjetiva
establece que todo aquello a los que las partes puedan asignarle un valor, es
patrimonial, mientras que para la teoría objetiva, es el contexto jurídico-social el que
permite que un determinado bien sea considerado patrimonial
Comerciabilidad del objeto
El objeto debe estar dentro del comercio. Por ejemplo, las cosas en dominio público
normalmente no pueden ser objeto de obligaciones; o los derechos personalísimos
(como la libertad personal) que son objetos fuera del comercio. En muchos
ordenamiento jurídicos, sin embargo, se permite la disposición de partes del propio
cuerpo humano después de la muerte.
Es posible además, que la prestación pueda ser determinable (vgr. el precio que
deberá el comprador será el que tenga el bien dado en el mercado el 31 de enero).
Posibilidad
El objeto debe ser posible de ser realizado.
Existen dos tipos de imposibilidad: la física, como
sería si, antes de ser notificado del desastre, el dueño de un barco lo vende cuando
este acaba de naufragar. La legal, cuando el objeto se encuentra fuera del marco de
legalidad, ya sea por ser ilícito o ajeno a las buenas costumbres.
Causa
Es el fin de la obligación que persiguen y que se propusieron a la hora de establecer la
obligación.

ORIGEN DE LAS OBLIGACIONES


Según la teoría de Bonfante, la obligación romana nació – en tiempos arcaicos – dentro del
terreno de los delitos. Originalmente, la comisión de un delito hacía surgir, a favor de la victima
o de su familia, un derecho de venganza – eventualmente limitado por el principio del talion – el
cual, mediante una “composición”, podía transformarse en el derecho de la victima o su familia
a exigir cierta prestación del culpable o de su familia. Como garantía del cumplimiento de tal
prestación, un miembro de la familia de culpable quedaba ob-ligatis, o sea, “atado” en la domis
de la victima como una especie de rehen. Por tanto, la obligación antigua era una “atadura” en
garantía del cumplimiento de prestaciones nacidas de delitos.

Luego, al irse desarrollando la comunidad con el aumento de los contactos económicos entre
las domus, se presentaba, a veces, la necesidad de que un paterfamilias prestara valores a
otro; en tal caso, el acreedor quería tener una garantía y así esta “atadura” se trasladaba del
campo delictual al incipiente derecho privado.

Un miembro de la domus del deudor se ofrecía entonces al acreedor; éste pesaba, en


presencia de cinco testigos y de un portabalanza, el bronce que servía de dinero, entregaba el
valor

convenido al deudor y se llevaba al rehén. Este negocio se llamaba el nexum – o sea, el nudo,
y era, por tanto, un préstamo per aes el libram.

Según se fue intensificando la vida comercial, se simplificó el nexum: el deudor se ofrecía a sí


mismo como responsable, pero el acreedor posponía la “atadura” hasta el momento del
incumplimiento. Si el deudor no pagaba puntualmente, entonces seguía la manus iniectio,
descrita en las XII Tablas. El acreedor se llevaba entonces al deudor a una cárcel privada,
donde lo retenía durante sesenta días, mostrándolo tres veces en el mercado, para ver si
alguien quería liberarlo, pagando la suma debida. Después de sesenta das, el acreedor podía
vender al deudor como esclavo, fuera de Roma; también tenia el derecho de matarlo.

Pero en el año 326 a. de J.C., este duro sistema fue severamente atacado por la Lex Poetelia
Papiria, en la cual se suprimió el encarcelamiento privado por deudas civiles, dejándolo
subsistente, empero, para cuestiones surgidas a consecuencia de delitos privados.

1. Según sus fuentes las obligaciones pueden definirse en:


a. Contractuales.
b. Delictuales.
c. Cuasi contractuales.
d. Cuasi delictuales.
2. Obligaciones “stricti iuris” y obligaciones
“bonae fidei”. En caso de una obligación stricti
iuris (de derecho estricto), el sujeto pasivo está obligado únicamente a lo
estrictamente pactado, sin que el sentido común o la equidad puedan agravar o
atenuar el contenido de su deber. En caso de una obligación bonae fidei (de buena fe)
el deber del sujeto pasivo debe interpretarse a la luz de las circunstancias especiales
del caso, de las practicas comerciales y de la intención de los contratantes. Como
consecuencia de la anterior surgen, por primera vez en el campo de las obligaciones
bonae fidei, figuras como la compensación, la culpa, el dolo por omisión y el derecho
del juez a fijar soberanamente los daños y perjuicios.
Las obligaciones nacidas de contratos unilaterales eran stricti iuris; las que provenían
de contratos bilaterales eran bonae fidei. En el derecho civil moderno, las obligaciones
son todas bonae fidei.
3. Obligaciones civiles y obligaciones naturales. La obligación civil proporciona al
acreedor la posibilidad de acción, en caso de incumplimiento del deudor. La obligación
natural, por el contrario, no crea un derecho procesalmente eficaz. Si el deudor no
cumple, el acreedor no encontrará acción alguna a su disposición para forzarle a
cumplir o a entregar el equivalente monetario del objeto de la obligación, más daños y
perjuicios.
4. Obligaciones divisibles y obligaciones indivisibles. Las obligaciones indivisibles son:
a. Las que por la naturaleza de su objeto indirecto son indivisibles, o sea, las
obligaciones

en las que la división del objeto indirecto haría peder, parcial o totalmente, a éste su
valor.
b. Las que en virtud de una disposición especial del derecho positivo son indivisibles,
como las servidumbres reales.
c. Las que por convenio especial o testamento han recibido el carácter de
indivisibilidad.

5. Obligaciones específicas y obligaciones genéricas. En el primer caso, el deudor debe


un objeto específicamente determinado; en el segundo, un objeto solo determinado
en términos de cuantía y de género. La importancia de esta clasificación se manifiesta,
sobre todo, en caso de perdida del objeto por fuerza mayor, antes de la entrega. Como
regla general, en una obligación especifica,, el objeto se pierde para el acreedor; si se
trata de una obligación genérica, se pierde para el deudor.
6. Obligaciones correales y obligaciones de un
solo acreedor y un solo deudor

7. Obligaciones conjuntivas, obligaciones facultativas, obligaciones alternativas, y


obligaciones con un solo objeto.

8. Obligaciones de dar, de hacer, de prestar y de no hacer.

Obligaciones de dar (“dare”) son aquellas cuyo objeto consiste en la transmisión de la


propiedad de una cosa o en la constitución de otro derecho real sobre la misma.

Obligación de hacer (“facere”). Papiniano dice: “el término hacer comprende toda
clase de hacer: dar, pagar, entregar dinero, pasear. Las obligaciones de hacer conllevan
la realización de un hecho por parte del obligado, como cavar un foso, pintar una casa.

Obligación de prestar. (“praestare”), son aquellas cuyo objeto no consiste en transferir


la propiedad de una cosa o en constituir un derecho real sobre la misma, sino tan sólo
en conceder el simple uso de una cosa a una persona, como en el caso del comodato o
la locación.

Obligación de no hacer (“non facere”) consisten en una abstención, en un no hacer por


parte del deudor, es decir, que se cumple con esta obligación.

9. Obligaciones positivas y negativas, estas se encuentran resumidas en las anteriores


divisiones: positivas sería las de “dare, praestare y facere”; obligaciones negativas
serían las de no hacer (“non facere”).

10. Obligaciones simples y obligaciones compuestas. Las primeras son aquellas que
sólo comprenden una prestación; las segundas, las que implican varias prestaciones.
CONCLUSIONES
La ley romana y sus sistemas legales pueden haber sido más ventajosos en el sentido
de que, a medida que el imperio se expandía y la población se volvía más diversa, la ley
y su protección de los ciudadanos actuaron como una fuerza unificadora en las
comunidades y fomentaron la expectativa de que los derechos de los ciudadanos ( y
eventualmente los derechos de los no ciudadanos) serían defendidos y había un
mecanismo por el cual las injusticias podrían ser rectificadas. Los romanos también nos
dejaron una gran cantidad de términos legales que todavía se usan hoy en día en los
campos del derecho y la ciencia jurídica, así como su pasión y habilidad para usar
terminología legal precisa para evitar ambigüedades o incluso malas interpretaciones.
nuevamente, una estrategia que todos los documentos legales contemporáneos
intentan imitar, el mal de la ley.
BIBLIOGRAFIA
1. https://www.derechoromano.es/2012/08/concepto-de-obligacion.html
2. https://law-academy.org/derecho-romano
3. https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/48179/
FernandezBaquero_DerechosdeObligaciones.pdf?sequence=1&isAllowed=y
4. https://www.corteidh.or.cr/tablas/r31073.pdf
5. https://www.unir.net/derecho/revista/derecho-romano/
6. file:///C:/Users/Hp/Downloads/Semana%202%20Stein,%20El%20derecho%20romano%20en%20la
%20historia%20de%20Europa,%20cap%201.pdf

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