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Bienvenidos.

He titulado esta presentación como: “Deforestación; una herencia nociva – el


impacto de la tala de arboles en el Caquetá”. Diapositiva.

La historia colonizadora de Caquetá es clave para entender por qué es hoy el departamento
más deforestado del país según los resultados de monitoreo emitidos por el IDEAM.

En sus Informes de Protección Ambiental señalan que más del 50% de la deforestación en el
país se concentra en puntos críticos ubicados en Caquetá, donde se desprende especialmente, la
tala ilegal de árboles y los márgenes derivados de la expansión agrícola, dejando por herencia; la
historia de un bosque que agoniza lentamente…

San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá, en el Caquetá, son los municipios en los que
más creció la deforestación en los últimos años. Cuando las FARC salieron del territorio llegaron
mafias y colonos a imponer la ganadería extensiva, la apropiación de baldíos, la deforestación, los
cultivos ilícitos y la colonización de tierras. Diapositiva.

El indígena Oswaldo Zafirecudo, conoce bien esa historia. Oswaldo, nos cuenta que… Cuando
la guerra dejó de aparecerse por la selva de Solano, en el Caquetá, comenzaron a llegar colonos
ofreciendo 100.000 pesos por cada uno de los árboles que se habían demorado en crecer cerca de
80 o 100 años: ¡Una miseria! Oswaldo veía personas que nunca se habían visto por la región llegar
con la intención de llevarse por partes el bosque. Observando como en el Caquetá la deforestación
crecía de forma desmesurada. Diapositiva.

En 2017, se deforestaron cerca 60.373 hectáreas de bosque. En Cartagena del Chairá y en San
Vicente del Caguán, Solo en esas dos jurisdicciones se concentró en 2017 el 22% de la
deforestación total del país.

El tema pasa por una gravedad de la que tal vez aún no es consciente el país. Sobre todo,
porque Colombia es una nación forestal, como dice Ederson Cabrera, jefe del Sistema de
Monitoreo de Bosques y Carbono del Ideam. Esto quiere decir que más de la mitad del territorio
del país es bosque. La realidad es perturbadora: en los últimos 25 años se perdieron 6,4 millones
de hectáreas de bosque natural en todo Colombia. Y esos suelos no se han recuperado ni se
recuperarán. Diapositiva.

¿Por qué es tan grave para toda la humanidad?


Avelino Roncero cortó en 1990, junto con su hermano, uno de los últimos cedros más
fastuosos que vio en la selva del Caquetá. El cedro es de esos ejemplares que ya casi no suelen
verse en el bosque aún tupido del Caquetá y el Amazonas. Sencillamente se está acabando. El
achapo, el tamarindo, el canelo, el perillo y la tara son los árboles que ahora están sustrayendo los
foráneos que han llegado armados de motosierras y plata, mucha plata, para despejar terreno
para la ganadería extensiva. Diapositiva.

Este es un tema que ya no solo preocupa a los ambientalistas, sino a la academia, ante lo que
se vislumbra como el mayor problema que ha afrontado el país en términos ambientales.

Algunos se preguntan: ¿Por qué esta región no es apta para la ganadería en grandes
extensiones de territorio? Si estos bosques se convierten en pasto funcionaría como un espejo que
reflejaría la temperatura del sol, aumentando el efecto invernadero y el calentamiento del
planeta. Así de simple.

Los suelos son tan frágiles que si se cortan desaparecería la flora y la fauna. Sobra decir que
especies animales como el águila eléctrica, la hormiga bala o la rana dardo venenosa -que solo
existen en estas zonas estarían condenadas a no existir. Ahora bien, lo peligroso es que, si esta
parte del país se sigue talando a ese ritmo, el bosque podría terminar de exterminarse
completamente en 50 o 70 años. Es una cadencia catastrófica que haría aumentar la temperatura
de la tierra en unos 2 o 3 grados. Diapositiva.

¿Qué está sucediendo?

La problemática también evoluciona a un nivel social… Hace varios meses, el alcalde de San
Vicente del Caguán, Humberto Sánchez, denunció que en un paraje cerca al parque Tinigua, un
supuesto disidente de las Farc estaba presionando a campesinos para que ocuparan de a 100
hectáreas por familia. Y eso implicaba arrasar con los árboles. Este año han capturado 60 personas
por delitos ambientales en la Amazonia colombiana.

Pero no todas son malas noticias. Actualmente existe un programa llamado burbuja forestal,
como una iniciativa del Gobierno que busca reducir la deforestación. Donde el departamento de
Caquetá fue el que tuvo el mejor comportamiento, registrando entre enero y junio una reducción
cercana al 40 %, pasando de 25.000 hectáreas deforestadas en 2020 - a 15.100 en 2021.
Diapositiva.
Me gustaría finalizar con el testimonio de Nelly Buitrago Torres quien tiene 73 años y lleva
más de 40 años viviendo en la vereda El Guamo, en el Bajo Caguán. Esta mujer de caminar lento y
canas tinturadas de fucsia sobrevivió a todas las guerras. Nelly dice que la deforestación es incluso
una palabra nueva en los campos. Y asegura, que no será fácil convencer a sus paisanos
colombianos de las repercusiones que tiene tumbar la selva, los bosques no van durar toda la vida.
Y como concluye en sus propias palabras “Si es que apenas hace unos años nos dimos cuenta que
estábamos… en el pulmón del mundo”.

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