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TRAUMATISMOS DE VIAS

URINARIAS
DR. VICTOR SANCHEZ

ALEX MARIN CHERREZ


GRUPO 12
2008 - 2009
TRAUMATISMOS DE VIAS URINARIAS
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA Y MANEJO INICIAL

•Control y mantención de la vía área y columna cervical.


•Establecer una ventilación adecuada.
•Acceso circulatorio para reemplazo de fluidos y control de la hemorragia

Tratada la situación de emergencia, es necesario obtener


información detallada del traumatismo que permitan establecer
su mecanismo, magnitud y potenciales órganos o sistemas
comprometidos. El examen físico puede orientar acerca del
área traumatizada.
se debe sospechar lesiones del sistema genitourinario en:
Trauma cerrado:
•Contusión dorsal, fractura de columna lumbar, contusión de flanco,
fractura costales bajas (11-12), lesión renal
•Contusión o aplastamiento del hipogastrio: lesión vesical
•Fractura de pelvis: lesión vesical y uretral
•Sangre del meato urinario, equimosis perineal o de escroto, imposibilidad
de orinar, próstata elevada en el tacto recta: lesión uretral
•Caída a horcajadas: lesión de uretra bulbar o peneanana, lesión de
cuerpos cavernosos
•Contusión genital: lesión testicular
Penetrante por arma blanca o de fuego:
•Herida en dorso o flanco: lesión renal
•Herida en flanco: lesión de uréter
•Herida de hipogastrio: lesión vesical
•Heridas de periné: lesiones de uretra anterior o posterior
•Heridas en el pene: lesiones de uretra anterior y cuerpos cavernosos
•Heridas escrotales: lesiones de testículos (10)
TRAUMATISMOS RENALES

El riñón es un órgano retroperitoneal


relacionado con: el diafragma en la parte
superior, el cuadrado lumbar  y las
últimas costillas por detrás, y el músculo
psoas y la segunda vértebra lumbar
medialmente. Está envuelto por la fascia
perirrenal que limita y contiene la sangre
en casos de hemorragia y tiene
importantes relaciones con otras
vísceras. El riñón derecho se relaciona
con el duodeno, el lóbulo derecho
hepático y el ángulo hepático del colon. El
riñón izquierdo está próximo a estomago,
páncreas, bazo y ángulo esplénico del
colon. Datos anatómicos estos, a tener en
cuenta en caso de traumatismos por la
implicación en lesiones asociadas.
ETIOLOGIA
La gran mayoría son secundarias a trauma contuso y cerrado, 80%(accidentes
de tránsito, accidentes deportivos o del trabajo), y aproximadamente el 20 %
son producidos por heridas penetrantes y las lesiones yatrogénicas (por
cirugía, litotricia extracorpórea por ondas de choque o la biopsia renal).
Los hombres se ven más afectados que las mujeres en una proporción de 4:1.
Los traumatismos renales representan un 65% de todas las lesiones
genitourinarias. (Urgencia en Urologìa)
Debido a la diferente etiología, mecanismo de producción, valoración
diagnóstica y pronostico, clásicamente los traumatismos renales se han
dividido en: cerrados (TRC) o contusos y abiertos o penetrantes (TRP).
(1,4,5,8)
Traumatismos cerrados o contusos
Son los  más habituales, bien por golpe directo o por fuerzas bruscas de desaceleración, como ocurre en las
precipitaciones y accidentes con vehículos a motor.

Los principales mecanismos responsables de los traumatismos cerrados son:

•Contusión directa: El agente causal impacta sobre el flanco transmitiendo la lesión al riñón. Las estructuras que envuelven al
riñón (sobre todo las estructuras óseas) impactan directamente sobre el riñón produciendo el daño parenquimatoso renal.

•Lesiones por contragolpe: La movilidad que tiene el riñón puede hacer en algunos casos que este impacte sobre las estructuras
vecinas, provocando así la lesión.
•Lesiones por desaceleración: En desaceleraciones bruscas, el riñón ejercería tracción sobre el pedículo renal. Como
consecuencia son factibles lesiones graves del pedículo vascular, ya sea por sección del mismo o bien por lesión y
desgarro de las capas más finas de la arteria renal pudiendo ocasionar una lesión hemorrágica sobre la pared del vaso
que llevaría a la trombosis del mismo. (Libro del Residente de Urología)
Traumatismos penetrantes o abiertos

Son menos frecuentes que los cerrados.. Se acompañan de un mayor porcentaje de lesiones asociadas y mayor
gravedad del trauma renal que los traumatismos cerrados. Son las lesiones penetrantes en abdomen y flanco las que
con más probabilidad dañan el riñón, seguido de las heridas en región lumbar.

Mecanismos de producción
•Por golpe directo. Producto de un trauma de adelante hacia atrás, donde la ultima costilla actúa como tope
de contención o cuando la fuerza se ejerce desde atrás hacia adelante.
•Por golpe indirecto o de rebote. Acá la fuerza actúa de abajo hacia arriba, cando el paciente sufre una
caída de pie o sentado. Puede ser muy grave, ya que se produce generalmente ruptura del pedículo renal.
•Por lesiones penetrantes. Arma blanca, herida por bala o empalamiento. También un fragmento costal podría
provocarla.
•El paciente con riñón patológico previamente tiene mayor posibilidad de sufrir una lesión renal a pesar que
el trauma sea de menor energía. (Urgencias en Urología)
CLASIFICACIÓN
Diferentes estudios han demostrado que la clasificación de la AAST constituye la variable predictora principal
en la toma de decisiones a la hora de plantear un tratamiento conservador o quirúrgico. (Libro del Residente de
Urología)
GRADO TIPO DESCRIPCION
Contusión Hematuria microscópica o macroscópica con estudios urológicos
I Hematoma normales.
Subcapsular, no expansivo, sin laceración parenquimatosa
Hematoma Hematoma no expansivo perirrenal confinado al retroperitoneo
II Laceración Lesión <1 cm en córtex renal sin extravasación de orina
Laceración Lesión >1 cm en córtex renal sin extravasación de orina
III
Laceración Laceración de parénquima que atraviesa córtex, y llega a vía
IV Vascular urinaria
Lesión de arteria y vena renal con hematoma contenida
Laceración Estallido renal
V Vascular Avulsión del pedículo renal, desvacularización del riñón
En el LIII Congreso Nacional de Urología se propuso una nueva clasificación. Ésta comprende tres grados
de gravedad:

•Contusión renal simple, hematoma subcapsular o


intraparenquimatoso, laceración superficial o lesión calicial

•Laceración profunda, Fractura renal con o sin desplazamiento.

•Fragmentación renal, lesión del pedículo vascular o rotura de


la vía urinaria.

Esta clasificación facilita la estadificación de los


traumatismos al englobar en un mismo grado las lesiones que
más frecuentemente precisan intervención quirúrgica. (Actas
Urológicas españolas Julio/Agosto 2002)
DIAGNÓSTICO
La primera premisa en el manejo urgente del paciente politraumatizado
debe incluir los siguientes puntos: asegurar la vía aérea, controlar el
sangrado externo, en el caso de lesiones penetrantes, y remontar el
estado de shock.

Historia clínica y exploración física


Respecto a la historia clínica hay determinados aspectos que nos
ayudarán a valorar la magnitud del traumatismo. Es importante
conocer el mecanismo lesional ya que traumatismos por desaceleración
rápida son posibles indicadores de lesión mayor. En relación a las
lesiones penetrantes, es importante conocer el tipo y tamaño del arma
(armas blancas), así como el calibre del arma de fuego, dado que ello
nos proporcionará información útil respecto el posible alcance de la
lesión. A su vez, es importante conocer la presencia de lesiones
preexistentes (congénitas o adquiridas) en el riñón y en la vía urinaria
superior ya que esto podría tener implicaciones pronósticas.
La presencia de lesiones preexistentes, puede condicionar la magnitud
de dicho traumatismo pudiendo ser mayor a la esperada por el
mecanismo lesional. Esta entidad es conocida como “traumatismo
desproporcionado”.
SIGNOS Y SINTOMAS DE TRAUMATISMO RENAL

Los datos indicativos de lesión renal pueden ser muy escasos y suelen ser
las lesiones asociadas, cuando estan presente, mucho más evidente.  Es el
caso de accidentes con fuertes desaceleraciones que traccionan del
pedículo vasculorrenal y dan lugar a lesiones de la íntima que originan
trombosis vascular, estos pacientes pueden presentar como único síntoma
dolor costovertebral junto al antecedente traumático.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que las posibilidades de
revascularización en las lesiones vasculorrenales están en relación al tiempo
transcurrido entre el daño y el diagnóstico. Los signos y síntomas más
frecuentes son:

Signos locales debidos al traumatismo: 


Dolor, hematomas y contractura muscular local, son
orientativos en pacientes conscientes. Masa palpable en
fosa renal, fracturas de últimas costillas, de apófisis
transversa de vértebras lumbares y borramiento de la
línea del psoas en la Rx simple de abdomen son datos
indicativos de posible lesión renal. Como podemos ver
todos ellos son muy inespecíficos.
Hematuria: 
Es el mejor indicador de lesión
renal y aunque es el signo más
frecuente, no siempre está
presente y son los pacientes con
traumatismos más severos,
lesiones del pedículo
vasculorrenal, en los que pueden
estar ausente.
Shock hipovolémico
En lesiones de pedículo vascular o grandes laceraciones
renales puede originarse importantes hematomas
retroperitoneales que pueden comprometer la vida. De
hecho se ha señalado la presencia de shock hipovolémico
y hematuria como los datos más sugestivos de lesión
renal grave. La presencia de shock es inespecífica y por
tanto debemos investigar la posibilidad de hemorragia a
otros niveles.

EVALUACIÓN RADIOLÓGICA

La ecografía es la prueba más utilizada en la


evaluación inicial del traumatismo abdominal.
Sus ventajas principales son: exploración
rápida, no invasiva, de bajo coste, sin
radiación ni infusión de contraste.
Ecografía renal
La Ecografía es capaz de
verificar la integridad o no del
riñón y diagnosticar la
existencia de una colección p
erirrenal después de un
traumatismo. En cambio no
puede aportar información
sobre la función renal, la
existencia de fragmentos
parenquimatosos
desvitalizados y si existe o no
extravasación de orina al
retroperitoneo.
Urografía endovenosa (UIV)

La UIV fue el estudio de imagen de elección en la evaluación del traumatismo renal


previo a la aparición del TAC. Con la UIV podemos obtener una amplia información tanto
morfológica como funcional a diferencia de la ecografía. Es útil para determinar la
presencia de 1 ó 2 unidades renales, valorar la definición del parénquima renal (fase
nefrográfica) y la presencia de extravasación del contraste de la vía urinaria (fase
excretora).
La única contraindicación absoluta para su realización es la intolerancia a los contrastes
yodados. No recomendándose realizarla en pacientes con situación hemodinámica
inestable.
CT. Tomografía Computarizada

Imagen de CT. Se puede ver una


imagen de artefacto en abdomen
correspondiente a un proyectil de
arma de fuego.

Imagen de CT en el que se aprecia


lesión traumática renal. Se aprecia
área hipodensa en parénquima renal y
leve hematoma perirrenal.

Imagen de CT en el que se aprecia


extravasación de contraste por
lesión de la vía excretora
 Resonancia Magnética
 Arteriografía
 Pielografía eliminación
 Ureteropielografía
retrógada (UPR)
 Uretrografía
 Cistografía
TRATAMIENTO
 1. Traumatismos renales menores
 Representan aproximadamente
entre el 70 y el 80% del total de los
traumatismos renales. Su
tratamiento se basa en el reposo en
cama hasta que desaparezca la
hematuria, analgésicos y vigilancia
de la evolución de las lesiones,
siendo la ecografía muy útil en estos
casos. (1,4,9)
 2. Traumatismos renales medios
 Representan cerca del 15% del total
de los traumatismos renales. El
tratamiento de este grupo de
traumatismos ha sido controvertido
durante muchos años, entre cirugía
precoz o tratamiento expectante.(1)
 3. Traumatismos renales mayores
 En este grupo se incluyen los pacientes
con lesión renal importante (lesión del
pedículo renal, estallido renal, etc.) que
generalmente se suelen acompañar de
lesiones asociadas graves (entre el 33
y el 80%) representando estos
pacientes únicamente entre el 5-10%
de los traumatismos renales. (1,3,5)
INDICACIONES PARA LA
EXPLORACIÓN RENAL
 Indicaciones absolutas: Sangrado
persistente renal. Un sangrado
retroperitoneal pulsátil o en clara
expansión es indicación absoluta de
exploración renal. En general un
hematoma retroperitoneal descubierto
en una laparotomía de urgencia requiere
una exploración renal, a menos que los
estudios radiológicos demuestren que se
puede realizar tratamiento conservador
y no presente signos de sangrado activo
importante.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DEL
TRAUMATISMO RENAL

 Es necesario seguir los principios básicos de la


reconstrucción renal:
 Conseguir una buena exposición.
 Oclusión de la arteria en caso de no ser suficiente
con la presión manual.
 Eliminar todo el parénquima no viable.
 Hacer una correcta hemostasia.
 Cierre hermético del sistema colector.
 Cierre adecuado del parénquima.
 Interposición de peritoneo entre las lesiones
renales y las vasculares o bien las de colon o
páncreas.
 Utilización de catéteres ureterales para lesiones
de uréter o pelvis.
 Buen drenaje del retroperitoneo. (Actas
Urológicas Españolas Julio/ Agosto 2002)
  
 La vía de abordaje quirúrgica de elección suele
ser la laparotomía media xifopubiana pues permite
inspeccionar el resto de órganos intraabdominales
y grandes vasos, así como un buen acceso inicial al
pedículo renal.
COMPLICACIONES Y SECUELAS
DE LOS TRAUMATISMOS
 Estarán en función de la gravedad del mismo,
de las lesiones asociadas y de la buena elección
de la pauta terapéutica idónea en cada caso en
particular.

 Clásicamente se clasifican las complicaciones en


precoces: hemorragia diferida, sepsis, fístula
urinaria, fístula digestiva, necrosis tubular,
absceso perirrenal, y tardías: hipertensión
arterial, pielonefritis crónica, hidronefrosis,
insuficiencia renal, formación de pseudoquistes,
fístulas arteriovenosas, etc.´
TRAUMATISMOS URETERALES
La principal causa de lesiones
del uréter es por
yatrogénia durante cirugías
pélvicas. En la actualidad, la
mayoría de las lesiones son
diagnosticadas antes o
durante la exploración
quirúrgica inicial, pero la
incidencia de
complicaciones continúa
siendo del 22 al 33%.
Estas afecciones pueden
generarcomplicaciones
severas, como pérdida
renal o incluso muerte. (15)
ETIOLOGÍA
 Traumatismo de uretra posterior, en
95% de los casos asociada a
fractura pelviana. Proximal al
diafragma urogenital. Hematoma
inicialmente puede no ser evidente.
Próstata desplazada al examen
rectal.
 Traumatismo de uretra anterior,
causada por traumatismo del periné
o instrumentación uretral
(cistoscopía, cateterismo vesical).
Distal al diafragma urogenital.
Hematoma perineal y de genitales
externos. Próstata no desplazada al
examen rectal. (6)
Clasificación en función del grado de lesión ureteral.

Grado Lesión
•I Hematoma periureteral
•II Laceración < 50% circunferencia ureteral
•III Laceración > 50% circunferencia ureteral
•IV Sección completa < 2 cm devascularización
•V Sección completa > 2 cm devascularización
CLINICA Y DIAGNOSTICO

 Las lesiones ureterales son poco llamativas y pasan


desapercibidas fácilmente, hasta que se
diagnostican por sus complicaciones: urinoma o
hidronefrosis.
 Podemos sospecharla cuando en un
paciente aparece, generalmente en el
postoperatorio o en patología relacionada
con el uréter: fiebre inexplicable,
ausencia de peristaltismo, escape de orina
por la herida, hematuria.
 La técnica diagnóstica más útil es la
PIV, que muestra como signo de
trauma ureteral: extravasación de
contraste en el lugar de la lesión u
obstrucción proximal.
 Puede ser necesario practicar una
ureterografia retrograda, junto a la
PIV, para localizar  y determinar la
extensión de la lesión.
TRATAMIENTO DE LAS LESIONES
URETERALES

 Se debe tener en cuenta la localización (tercio


superior, medio o inferior) y el grado de lesión
ureteral.
 Las lesiones grado I-II pueden tratarse de
forma conservadora mediante la colocación de
un tutor ureteral durante 3-6 meses.
Las lesiones grado III-V requieren reparación
quirúrgica teniendo en cuenta los siguientes
principios:

 Bordes ureterales espatulados


y bien vascularizados,
evitando usar segmentos
ureterales desvitalizados.
 Colocación de un tutor
ureteral y un drenaje no
aspirativo.
 Recubrir la zona reparada con
epiplón si esto fuera posible.
Tratamiento de las lesiones
completas del uréter superior:

 Urétero-
ureterostomía
 Sustitución ureteral
con íleon
 Autotrasplante renal
Tratamiento de las lesiones
completas del uréter medio:

 Se puede plantear la reparación mediante la urétero-


ureterostomía o mediante la transureterostomía
desplazando el uréter lesionado a través de la línea media
al lado contralateral y realizando una anastomosis
términolateral de ambos uréteres.
Tratamiento de las lesiones
completas del uréter distal:

 Reimplante ureteral
(ureteroneocistostomía)
 Vejiga psoica
 Flap de boari
 Nefrectomía
COMPLICACIONES
 Las complicaciones de los traumatismos
ureterales son la infección, las fístulas y la
estenosis. Resulta esencial un diagnóstico
precoz de los traumatismos ureterales, con
una cuidadosa reconstrucción, a fin de reducir
las complicaciones y conservar la función
renal.
TRAUMATISMOS VESICALES

Los traumatismos vesicales suelen


ser debidos a traumatismos
cerrados  y frecuentemente se
asocian a fractura de pelvis.
Pueden ser consecuencia  de los
fragmentos óseos de la
fractura, o lo que es más
habitual, por estallido debido a
la violencia del trauma.
CLASIFICACION

 Traumatismos Cerrados:
 Contusión
 Rotura intraperitoneal
 Rotura extraperitoneal
 Menos frecuentes son los
traumatismos abiertos que se
asocian con alta frecuencia a otras
lesiones, sobre todo en los causados
por armas de fuego .
Escala OIS (1) de la AAST (2)
para el traumatismo vesical
 Grado I: Hematoma
intramural
Desgarro de espesor
parcial
 Grado II: Desgarro
extraperitoneal de la
pared vesical menor de 2
cm
 Grado III: Desgarro
extraperitoneal de la pared
vesical mayor de 2 cm
Desgarro intraperitoneal de
la pared vesical menor de 2
cm
 Grado IV: Desgarro
intraperitoneal de la pared
vesical mayor de 2 cm
 Grado V: Desgarro intraparitoneal o
extraparitoneal de la pared vesical 
hacia el cuello de la vejiga o el
orificio ureteral
DIAGNÓSTICO.

 · Sospechar un traumatismo vesical ante un


paciente con antecedentes de traumatismo
abdominal o pélvico externo con cualquier
grado de hematuria.
 · Hallazgos clínicos: el dolor o la distensión
abdominal, las fracturas de pelvis y la
incapacidad para orinar.
 Se realiza una cistografía para confirmar el
diagnóstico y clasificar el tipo de traumatismo.
EVALUACIÓN RADIOLÓGICA
 Urografía
 Cistografía
 Tomografía computarizada
TRATAMIENTO

 Las roturas extraperitoneales se deben reparar


quirúrgicamente, salvo que sean pequeñas y no
afecten al mecanismo de esfínter vesical en la zona
del cuello. En dichos casos, una sonda transuretral
grande puede conseguir un buen drenaje y permitir la
curación.
 Las roturas intraperitoneales exigen una exploración
y una reparación quirúrgica rápida.
 Las contusiones vesicales se pueden tratar con
drenaje con sonda transuretral.
Contusión vesical
 Los pacientes con
contusión vesical mínima
y con micciones
espontáneas sin
dificultad no requieren
de sondaje vesical. Si
existe hematuria
macroscópica,
deberemos realizar un
sondaje vesical con una
sonda Foley de calibre
grueso
Lesión vesical cerrada (no penetrante)
con afectación extraperitoneal

 La mayoría de estas lesiones (80%) se solucionan


mediante tratamiento conservador (Libro 2)
Lesión vesical cerrada (no penetrante)
con afectación intraperitoneal

 Este tipo de lesión suele asociarse a la de otros


órganos vecinos.
 Durante la intervención deben explorarse los órganos
abdominales, drenarse las colecciones de sangre y
orina y reparar el defecto vesical, mediante sutura
reabsorbible, a ser posible en dos planos (mucosa y
muscular) dejando una sonda vesical, así como un
drenaje abdominal.
Lesión vesical abierta o penetrante
 Todas las lesiones traumáticas abiertas o
penetrantes deben explorarse de forma
urgente, y en el caso de lesión vesical,
repararse en el mismo momento.
COMPLICACIONES Y FACTORES DE RIESGO PARA MORTALIDAD
  % PTES
(N=51)
COMPLICACIONES:  
FALLO RESPIRATORIO 16%
SEPSIS 14%
DISFUNCIÓN MICCIONAL 14%
ABSCESO 6%
FALLO RENAL 4%
HERIDA INFECTADA 2%
OSTEOMIELITIS 2%
FACTORES DE RIESGO/MORTALIDAD:  

EDAD > 60 AÑOS 57%


FRACTURAS TIPO I 44%
4 A 5 ÓRGANOS LESIONADOS ASOCIADOS 41%

PRESENTACIÓN EN SHOCK 40%


ACCIDENTE PEATONAL 38%
2 A 3 ÓRGANOS LESIONADOS AFECTADOS 29%

ACCIDENTE DE AUTOMOVIL 29%


(TOMADO DE CARROLL P.R. Y MCANINCH J.W.: J UROL 132: 254-257, 1984)
TRAUMATISMOS DE URETRA
 Las lesiones
uretrales pueden
ser producidas por
una gran variedad
de factores, desde
violentas fuerzas
externas hasta la
instrumentación
urológica.
 Aunque la forma más frecuente de
presentación es la asociada a fractura
pelviana, tan sólo el 10% de las fracturas
pelvianas se presentan con lesión de uretra
posterior, lo mismo que ocurre en el caso de
los traumatismos vesicales.
 Casi todas las fracturas pélvicas se producen
durante las tres primeras décadas de la vida,
con una relación varón/mujer de 2:1. Los niños
están más expuestos a lesión uretral durante
los accidentes de tráfico (Libro 2)
Traumatismos de uretra anterior
 Son menos frecuentes
que los de uretra
posterior; pueden ser
secundarios a un
traumatismo penetrante,
pero la mayoría (85%) son
secundarios a un
traumatismo contuso.
(Libro 7)
 Los traumatismos no
penetrantes son
producidos por
accidentes de
tráfico y caídas,
pero a diferencia de
las lesiones de
uretra posterior, no
se asocian a
fracturas pelvianas
ni a lesión de
órganos vitales.
Traumatismos de uretra posterior
 Los traumatismos que afectan a la uretra
posterior (prostática y/o membranosa) se
encuentran asociados casi siempre a fracturas
severas de la pelvis ósea y a lesiones de otros
órganos.
CLASIFICACION

 Pueden dividirse en traumatismos de uretra


anterior o posterior, según afecten a la uretra por
debajo o por encima del diafragma urogenital. La
uretra anterior está formada por la porción
peneana y bulbosa, mientras la posterior se divide
en membranosa y prostática.
Clasificación OIS (1) de la AAST (2)
para el traumatismo de uretra

 Grado I: Contusión: Sangre en el meato uretral con


uretrografía normal
 Grado II: Lesión por estiramiento: Alargamiento de la uretra
sin extravasación de contraste en la uretrografía
 Grado III: Rotura parcial: Extravasación de contraste durante
la uretrografía a nivel de la lesión, con visualización de
contraste en vejiga
 Grado IV: Rotura completa: Extravasación de contraste
durante la uretrografía a nivel de la lesión y sin paso del mismo
a vejiga, con menos de 2 cm. de separación uretral
 Grado V:  Rotura completa: Extravasación de contraste
durante la uretrografía a nivel de la lesión y sin paso del
mismo a vejiga, con más de 2 cm. de separación uretral o
extensión hasta próstata o vagina
CUADRO CLÍNICO
 Tríada diagnóstica clásica es la de “Fractura
pélvica + uretrorragia + retención urinaria”
 Hematoma perineal
 Próstata elevada al tacto rectal. Aparece en el
35% de los casos. (Libro 2)
DIAGNÓSTICO
 Los antecedentes de traumatismos
perineales o fracturas pélvicas.
 Antes de insertar una sonda
uretral, se debe valorar el meato.
 Se emplea una uretrografía
retrógrada para el diagnóstico y la
clasificación de estos procesos.
 Las roturas parciales ocasionan
extravasación periuretral del
contraste
 La rotura completa se caracterizan
por la pérdida de continuidad
uretral e impide que se llenen la
vejiga o la uretra proximal.
TRATAMIENTO
 · Las contusiones se pueden tratar de
forma segura con un ciclo de 10 d de
sondaje transuretral con sonda de
Foley.
 · El tratamiento de las roturas
uretrales es controvertido. La opción
más fácil es el drenaje mediante
cistostomía suprapúbica, que se
puede realizar con facilidad.
 · En casos seleccionados de rotura
uretral posterior se puede intentar
una reconstrucción primaria de la
misma.
 Sin embargo, en
general la cirugía
definitiva se debe
retrasar unos 3 meses,
hasta que el tejido
cicatrizal uretral se
estabilice y el paciente
se haya recuperado de
las lesiones asociadas 
 Si el paciente está consciente se esperara  la
micción espontánea antes de intentar un sondaje
uretral. Si está inconsciente y sin datos que
indiquen daño de la uretra, se puede intentar el
sondaje que abandonaremos ante la menor
resistencia. 
 Se practicará una
uretrografía y
cistografía
retrógrada para
comprobar la
integridad de la vía
urinaria inferior.
 cistostomía
suprapúbica y
 reparación primaria o
diferida
TRAUMATISMO DE GENITALES
EXTERNOS MASCULINOS
 Constituyen una
entidad bastante
infrecuente dentro de
las urgencias
urológicas. De hecho
los realmente graves
tienen una incidencia
aproximada de uno por
cada 175.000
admisiones en los
servicios de Urología.
(Libro 8).
ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
 Traumatismos
cerrados.
 Contusiones: : La
contusión simple es el
resultado de la
actuación de una
fuerza externa contra
el pene, estando éste
generalmente en
estado de flacidez
 Atrapamiento y
estrangulación.- Las
lesiones por
atrapamiento son en la
inmensa mayoría de los
casos producida por
sierres (cremallera)
con afectación
exclusiva de la zona
prepucial, típica de
niños de muy corta
edad.
 Rotura o fractura del pene: Este
incidente puede ser consecuente a un
traumatismo contuso sobre el pene o
bien a una sobreangulación del mismo.
Traumatismos abiertos
 Heridas penetrantes
 Heridas por
arrancamiento
 Amputaciones
Fractura Peneana
 Es una rotura de la túnica
albugínea de los cuerpos
cavernosos por traumatismo
directo con pene en erección.
Se produce durante la
relación sexual o con más
frecuencia durante maniobras
masturbatorias. Al examen el
pene se encuentra en
flaccidez su eje puede
encontrarse desviado, con un
hematoma local y
ocasionalmente se puede
palpar el sitio de fractura.
CLINICA
 Traumatismo cerrado
 Las lesiones del pene por
aplastamiento o por
fuerzas externas
deformantes pueden
ocasionar hemorragia y
edema a causa del daño
interno sin rotura del
epitelio. El edema y
hematoma resultante queda
limitado por los planos
fasciales del pene y del
 Si no se produce lesión uretral, la
micción es normal, pero en ocasiones
el hematoma y el edema provocan
compresión uretral externa y
síntomas de obstrucción o retención
urinaria.
Traumatismos Abiertos
 La manifestación clínica de los traumatismos
peneanos abiertos depende del mecanismo de
producción y habitualmente hace que el
diagnóstico sea evidente.
 Las laceraciones, pinchazos y heridas por
mordedura deben considerarse potencialmente
contaminados y deben ser exploradas
quirúrgicamente para objetivar el alcance de la
lesión y realizar un buen lavado, desbridamiento y
drenaje.
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA

 El diagnóstico es clínico. En algunos casos se


recomienda efectuar uretrografía ya que hasta
en un 20% hay traumatismo uretral asociado.
(1,2,7,9)
 La ecotomografía puede ayudar a localizar la zona
donde se ha producido la fractura del cuerpo
cavernoso. Ello facilita la cirugía reparadora
TRATAMIENTO

Traumatismos cerrados:
 En los casos de contusión simple el tratamiento se limita a
reposo del paciente y analgesia, pudiéndose aliviar la
tumefacción acompañante con tratamiento antiflogótico y
aplicación de frío local.
 Ante la evidencia un hematoma importante se
impone:exploración quirúrgica, evacuación del hematoma,
desbridamiento de la zona y control de la hemorragia.
Traumatismos abiertos
 El tratamiento de estos traumatismos consiste siempre en la
reparación quirúrgica, tras extirpar previamente la totalidad
de los tejidos no viables o necróticos.
 El tratamiento inmediato de las heridas con arrancamiento
tiende a aliviar el dolor con analgésicos, instaurar una
protección antibiótica y aplicar sobre el área denudada
compresas húmedas de suero salino templado.
 La reparación quirúrgica debe efectuarse lo más tarde a las
8-10 horas, y exigirá en no pocos casos la colocación de
injertos cutáneos de medio grosor.
Amputaciones
 Un reimplante
peneano después de
16 horas de isquemia
normotérmica puede
tener éxito. En caso
de preservación en
isquemia
hipotérmica debe
considerarse la
cirugía en períodos
de hasta 24 horas o
quizá más.
 La intervención debe
ser sistemática. Se
exploran y se
identifican las
estructuras que deben
reanastomosarse. El
desbridamiento debe
ser juicioso. Se
cateteriza la uretra
para estabilizar el
pene y se realiza
anastomosis uretral
espatulada en dos
COMPLICACIONES

 Fibrosis y angulaciones peneanas


dependientes de callosidades de la
túnica albugínea lesionada.
 Priapismos de alto flujo secundarios a la
aparición de aneurismas en cuerpos
cavernosos y ramas de las arterias
pudendas internas (biblio alférez)
TRAUMATISMO TESTICULAR
 Generalmente por
traumatismo cerrado
del escroto. Con
frecuencia se
producen grandes
equimosis y
hematomas escrotales
haciendo el examen
testicular difícil. El
objetivo en la
urgencia es
determinar si existe
rotura de la albugínea
testicular.
CLASIFICACION Y TRATAMIENTO
DEL TRAUMATISMO TESTICULAR
 Contusión: No hay alteración del testículo clínica ni
ecográfica, se trata con frío local, suspensión y
analgésicos.
 Laceración: La rotura del testículo requiere reparación
quirúrgica precoz. Si no es posible el estudio ecográfico de
urgencia, ante hematomas que no permitan la exploración o
alteraciones del contorno escrotal, se impone la actitud
quirúrgica.
 Avulsión. El tratamiento se reduce a hemostasia y
tratamiento de la herida. Graves roturas testiculares
pueden obligar a la orquidectomía. En ambos casos se
pueden colocar, posteriormente, prótesis con fines
estéticos. 
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA:
 El estudio más útil es la ecografía
escrotal. 
TRATAMIENTO:
 Traumatismo sin
rotura de la
albugínea: reposo,
suspensión
testicular y
analgésicos-
antiinflamatorios. Si
existe rotura
testicular el
tratamiento es
quirúrgico.
TRAUMATISMOS DEL ESCROTO
Y SU CONTENIDO
 Frecuentes. En términos
generales ocupan más del 15% de
los traumatismos genitourinarios,
siendo propios de las edades
jóvenes o de más actividad física
(máxima incidencia 20-25 años)
(1,2,7,9)
 Al igual que los traumatismos de
pene, se clasifican en abiertos y
cerrados según las lesiones
inferidas sean o no sean
penetrantes.
Clasificación de los traumatismos
escroto-testiculares

Traumatismos cerrados o no
penetrantes: λ Escrotal λ Funicular λ
Testicular: – Ortotópico –
Heterotópico = dislocacación
testicular

Traumatismos abiertos o
penetrantes: λ Laceraciones λ
Avulsiones λ Quemaduras
CLASIFICACION Y TRATAMIENTO DEL
TRAUMATISMO ESCROTAL

 Contusión: Hematoma limitado al


escroto, es suficiente con reposo y frío
local.
 Laceración sin infección: Las heridas se
tratan con desbridamiento y sutura, la
piel del escroto se puede utilizar para
reparar defectos del pene ya que tiene
buen poder de recuperación.
 Laceración con infección. Se desbrida y
se deja curar por segunda intención con
tratamiento antibiótico.
LESIONES ESCROTALES
 Las lesiones escrotales
pueden agruparse en:
  Equimosis: Su extensión es
variable con tendencia a
progresar hacia zona perineal
y pene.
 Hematoma de piel y cubiertas:
Sufusión por sangrado de las
capas escrotales cuya cuantía
depende de la cantidad de
arteriolas o albugíneas
afectadas.
 Hematocele: Es la
colección hemática
intraescrotal que
puede adoptar
diversos grados
dependiendo de la
severidad de la lesión.
 Hidrocele: Se
considera un signo
tardío de traumatismo
escrotal, en ocasiones
capaz de enmascarar
la existencia de un
testículo atrófico.
DIAGNÓSTICO
 El diagnóstico de las traumatismos escrotales es obvio a
la anamnesis y a la exploración física en la mayoría de los
casos. Sólo en las ocasiones de exploración muy diferida
por tardanza en consultar el paciente, puede haberse
producido una gran distensión inflamatoria que dificulte
la valoración física de la lesión. En los traumatismos
cerrados deberemos constatar la presencia o no de
hematocele, así como lesión epididimaria y testicular.
 La ecografía escrotal
se ha erigido como
pieza fundamental en
estos casos puesto que
nos ayuda de manera
no invasiva a la
valoración de estas
lesiones.
 La radiografía simple
de abdomen estará
indicada para valorar
lesiones asociadas y
confirmar la presencia
de cuerpos extraños
TABLA III Lesiones apreciables mediante ecografía

λ Hematoma de cubiertas escrotales

λ Colecciones extratesticulares: – Hematocele – Hidrocele

λ Contusión testicular
λ Hematoma intratesticular
λ Rotura testicular
λ Epididimitis o roturas del epidídimo

λ Hematomas del cordón espermático


TRATAMIENTO
 El tratamiento general de escroto contuso
comprende reposo, suspensorio, antiálgicos,
antiinflamatorios y profilaxis antibiótica.
 Pero salvo las mínimas contusiones
escrotales con indemnidad comprobada de
cordón, testes y epidídimo, el resto de los
traumatismos que cursan con tumoración
intraescrotal y teste no palpable deben ser
explorados quirúrgicamente.
 Suele efectuarse en
estos casos una incisión
intraescrotal transversa
sobre el hemiescroto
traumático con apertura
de planos hasta la
vaginal testicular. Ha de
abrirse también esta
capa y efectuar
enucleación del testículo
para comprobar el
estado del mismo. Ante
un hematoma
intratesticular la norma
es la abstención.
COMPLICACIONES
 Las más importantes son la
atrofia testicular secundaria, y
consecuentes efectos
endocrinos como infertilidad e
hipogonadismo cuando estas
lesiones son bilaterales.
 También se ha señalado el teste
doloroso, obstrucción de vía
seminal y diversos grados de
manifestaciones psicológicas que
pueden incluso ser causa de
disfunción eréctil.
 BIBLIOGRAFIA:
  
 AEU: URGENCIAS UROLÓGICA. 1996
  
 LIBRO DEL RESIDENTE DE UROLOGÍA. 2007
  
 FUNDAMENTOS DE CIRUGIA. UROLOGIA. Reimpresión 2da edición. 2003

 UROLOGIA GENERAL DE SMITH. 13ava edición. 2005


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 PROGRAMA DE ESPECIALIZACION EN MEDICINAS DE URGENCIA: URGENCIAS EN UROLOGIA. 2001 (
http://www.urgenciasmedicas.org/colabora/urg_urologia.pdf)
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 MANUAL DE UROLOGIA ESENCIAL: URGENCIAS UROLOGICAS. (http://escuela.med.puc.cl/publ/manualUrologia/UrgenciasUrologicas.html)
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 PRINCIPIOS DE URGENCIAS, EMERGENCIAS Y CUIDADOS CRITICOS (http://tratado.uninet.edu/c1105i.htm)
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 UROLOGÍA DE CAMPBELL. Tomo 4. 8va edición. 2005
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 MANUAL DE UROLOGIA. 1ra edición.
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 EVALUACION DEL TRAUMA GENITOURINARIO. 2001 (http://www.medwave.cl/atencion/general/4.act)
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 REVISTA ACTAS UROLOGICAS ESPAÑOLAS. Julio/Agosto 2002 (http://www.actasurologicas.info/v26/n07/PDF/2607CE01.pdf)
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 REVISTA ARCHIVOS ESPAÑOLES DE UROLOGIA. Abril 1999
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 REVISTA ACTAS UROLOGICAS ESPAÑOLAS. Noviembre/Diciembre 1993
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 REVISTA ACTAS UROLOGICAS ESPAÑOLAS. Octubre 2006 (http://www.actasurologicas.info/v30/n09/pdf/3009NC03.pdf)
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 REVISTA UROLOGIA COLOMBIANA. Marzo 2007 (http://www.scu.org.co/scu/media/03mar07.pdf

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