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REVISTA DE LITERATURA SUMARIO ESTUDIOS Fuorea y floquess de los poeta, aLes Chats» como metéfora encarnaia de lo existencia poética, por KurT REICHENBERCER La lengua de Géngora, por José Ferwixvez Mowresixos. Texto hallado y presentado inicialmente por Jos Poro te aie oH We EL tema de ta unin de las,almas y tas fuentes de la Rima XXIV de Begun por JUAN Mania Disz Tanoana o «Paz en [a guerra» vista por Unamuno, por Rosexoo Disz-Persnson En el umbral de las novelas poemétioas: «Pilaresy, novela inconclusa de Pérex de ‘Ayala, por Micur. Axor Lozayo Manco : NOTAS Un manuserito ealderoniano desconocido. (Con una digresién sobre los autégra- fos de Matos Fragoso), por MaNvEL Sincrrez MARIANA Nuevos datos sobre algunos pasajes de «Don Pascual del Rabano», por Manin be “Canoten Gowzdtez-Covos Divita y Mania Luisa GanclxNeeto Osnusia - Lorca, escolarillo almeriense. Nuevos datos para la fijacién de los aiios esco- Tares de Federica, por Gamnre, NUSeZ RUIZ wc vee oe os « _ Le visién listen en tn obra creadora de Eugenio D’Ors, por Luis F. Gow- ziver-Cruz = : 2 TEXTOS Otras obras inéditas y olvidadas de Gabriel y Galén, por Livio Nrevo Jimi RESENAS DE LIBROS ... INFORMACION BIBLIOGRAFICA ... Le 43 89 101 1a. ash 135 43 157 183 225, REVISTA DE LITERATURA CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS INSTITUTO «MIGUEL DE CERVANTES» DE FILOLOGIA HISPANICA MADRID LORCA, ESCOLARILLO ALMERIENSE NUEVOS DATOS PARA LA FIJACION DE LOS ANOS ESCOLARES DE FEDERICO Diversas inexaetitudes, aceptadas conninmente por los bidgrafos de Lorea, siguien envelviendo, atin, Jos afios escolares que Federico pasara, a comien- tos de siglo, en Almeria. Se ha escrito, de modo tan generalizado como inexacto, que Federico habia realizado su primera ensefianza en Fuente Vaqueros, cursando estos estudies con su madre, Doita Vicenta, asi como con Rodriguez. Espinosa, su maestro, en el pueblo. Todos los bidgrafos de Federico, desde que se reparé en el error que suponia seguir manteniendo la localizacién de toda la primera ensefianza del poeta en Fuente Vaqueros, han incidido sobre el hecho de que, al venir trasladado su maestro, Rodriguez Espinosa, a Almeria, vino con él, reali- zando el examen de ingreso —como sefialara el profesor Gonzélez Guz man !— en el Instituto de Almeria y estando, asimismo, interno en el colegio de los Esoolapios. Segiin las investigaciones del citado profesor, basadas en el expediente académico-administrative de Rodriguez Espinosa, D. Antonio habia abierto una academia en Ja ciudad, situada en Ia plaza de Balmes, a la que asistic- ron, entre otros, Federico y sus primos. Estos datos pueden ser confirmados por otra fuente: los censos de po- blacién. Concretamente, en el censo de poblacidn efectuado en 1910, aparece D. Antonio Rodriguez Espinosa, con el niimero 47 y conviviendo, en el mimero 10 de la calle Arrdez, con su mujer y sus cuatro hijos, Cito: «An- 3 Pascua Gonzitez Guzman, cFederico en Almeria, Nuevos datos para la bio- grafia de Garcia Lorca». Papeles de son Armadans, Palma de Mallorea, noviembre, 1964, pp. 203-220. 136 RLit, XLVI, 91, 1984 tonio Rodriguez Espinosa: 43 afios, casado, natural de Gabia Grande, maes- tro, Heva 8 affos residiendo en este ayuntamiento,..»2, El expediente administrativo coincide con tales datos. Segiin éste, D. An- tonio Rodriguez Espinosa nacié en la Villa de Gabia la Grande, provineia de Granada, el 12 de agosto de 1876. Realizé los estudios de la carrera de Ma- gisterio en la Escuela Normal de Granada, en Ia cual obtiene el titulo de Maestro Elemental, el 9 de abril de 1894. Meses después, obtiene, por opo- sicién, la escuela elemental de nifios de Fuente Vaqueros, Alli permaneee hasta el 10 de enero de 1901. En esta fecha, y también por oposieién, obtiene Ja auxiliarfa de Ia Escuela Graduada Aneja a la Normal de Maestros de Jaén, en donde reside hasta el 31 de marzo de 1903, fecha en que pasa a desem- pefiar la escuela elemental de nifios del Hospicio de Almeria 3. Luego, el expediente administrativo coincide con los ocho afios de per- manencia en Almeria que ya le conferia el censo de 1910, y, a su vee, rectifica la fecha sefialada por parte de los bidgrafos de Lorca. Asi, por ejemplo, José Luis Cano: «El buen maestro tomé carifio en seguida a aquel nifio despierto y sensible, quien, por su parte, adoraba a don Antonio y pasaba con él largas horas fuera de clase, haciéndole esas preguntas Iégicas y al mismo tiempo extrafias que Ios niios, ¥ sobre todo los nifis inteligentes, hacen a los mayores. No es de extrafiar, pues, que cuando, en 1908, trasladose don Antonio a Almeria, para dirigir una escuela, Ja familia de Federico decidiera enviarle eon él en calidad de pupilo, viviendo en a misma casa del maestro.» También, J. L. Schonberg afirmaba: «Tel était Vattachement de Federico pour son professeur que lorsque Espinosa partit pour Almeria en 1908, il s'en fut avec lui...» 4. De otra parte, el mismo D. Antonio hizo las siguientes declaraciones a Claude Couffon en 1954: «Fue su padre quien To Hevé a Almeria —me contarfa D, Antonio en persona—. Por entonces nosotros viviamos en Plaza de Balimes, Federico no estaba solo, puesto ‘que vivia junto con dos primos camales de Fuente Vaqueros, Enrique Garcia Pa lacios y Salvador Garcia Picosi» ®, 3 Censo de Poblacién de 1910, Tomo I, Archivo Municipal de Almeria. ® El expediente de D, Antonio Rodriguez Espinosa se conserva en Ia Delegacién de Educacién y Ciencia de Almeria. 4 José Luts Cano, Garcia Lorca. Biografia Ilustrada, Barcelona, 1962, p. 18. ® J. L, Scuonnene, Federico Garcia Lorea, Whomme. Lioeuore, Paris, 1956, p- 9 ® Estas declaraciones esti incluidas en su libro Granade y Garcia Lorca, Buenos Aires, 1967. RLit, XLVI, 91, 1984 137 En estas declaraciones, se cita el lugar de residencia de Federico, pero no habla del centro de ensefianza al que asistiria, junto a sus primos. Y aqui, ereemos, radica la confusién més generalizada que, atin hoy, se sigue man- teniendo en torno a Lorea, a saber: situarle estudiando en un colegio de Escolapios de Almeria, Ahora bien, ise puede seguir sosteniendo, hoy, que Federico estudiara en dicho colegio de los Escolapios? Recientes documentos, aparecidos en el Archivo del Instituto «Nicolis Salmerén», nos permiten desmentir tal afirmacién. Sin duda, este error ha sido cominmente aceptado a partir de la «Nota Autobiografica» que el propio Lorca eseribiera para su compafiero Francisco C. Reyes. Cedo Ia palabra a Lorea: A los siete aos fui a Almeria, donde estuve interno en un colegio de pe- des. escolapios y donde comencé cl estudio de le misica. Alli hice el examen de ingreso, y alli tuve una enfermedad en la boca y en Ia garganta que me im- pedia hablar y me puso a las puertas de Ia muerte, Sin embargo, pedi un espejo y me vi el rostro hinchado, y como no podia hablar, escribi mi primer poema humoristico, en el cual me comparaba con el gordo sultén de Marruecos Muley Hefid> 7. Esta cita ha sido la causante directa de que, en recientes estudios, reali zades por el profesor Orozco Diaz, se siguiera hablando del «Colegio de Padres Escolapios», como centro al que Federico asistiria, al cumplir los siete afios. Escribe D. Emilio: aSegiin la Nota Autobiogréfiea del poeta (...), Federico a los siete afios pass 1 estudiar al colegio de los Padres Escolapios de Almerian § En otra ocasién, Federico habia mantenido con E. Giménez Caballero, la siguiente conversacién telefonica: — «jTe desplazas pronto de tu pueblo? A un colegio de Almeria, en segui flemén y mis padres creen en mi préxima muerte y me Mevan al puchlo otra ver @ cuidarmen ®, Pero me sorprende un tremendo 7 Nota Autobiogréfica de Lorca a Francisco C. Reyes, incluida en las Obras Com- pletas, Madrid, Aguiler, 1960, p. 1656. 5 Emmio Orozco Diaz, «Garcia Lorca se gradiia de bachiller. (Notas en torno 1 unos afios de Ia vida del poeta)», en Lecturas del 27, Universidad de Granada. Depar- tamento de Literatura, 1980. © eltinerarios jévenes de Espaiia: Federico Gareia Lorca», op. cit, p. 1653. 138 RLit, XLVI, 91, 1984 Como podemos apreciar, en esta conversacién no cita el nombre del colegio, si, en cambio, lo hace en la nota autobiogréfica anterior. {No de- hemos pensar que, al igual que con el paso de los afios exagera la enfermedad, olvida también el nombre exacto del colegio? Y esto, por varias razones obvias: 1 Entre los colegios que se fundaron en Almeria, ora en el XIX, ora en el xx, no existe dicho colegio de padres escolapios. Asi, por ejemplo, a fines del xrx existian en Almeria los siguientes colegios: «Nuestra Sefiora del Carmeny, en el pueblo de Vélez Rubio; «Nuestra Sra. de Gédorn, en Berja; «Nira. Sra. de los Desamparados», en Albox; la «Purisima Concepeién» de Huéreal-Overa; «Santo Tomas de Aquino» de Vera; «Nira. Sra. del Carmen», situado en Cuevas; «Santiago» de Terque; el «Colegio de Humanidades» y el de «Jestis», ubicado en Almeria. Durante la primera década del xx, seguian existiendo, atin, los anterior- mente citados de Berja, Cuevas y Vera, que funcionaban como centros incor- porados, a los que habria que afiadir el colegio de 1a Politécnica, que prepa- raba para los exdmenes de ingreso en las academias militares; la «Divina Infantitay, situado en el pueblo de Instincién; «Ntra. Sra. de la Victoria» de Melilla, que funcionaba incorporado, igualmente, al Instituto de Almeria; y el almeriense colegio de «Jestisy. Por tanto, si no existia tal colegio, dificilmente pudo estudiar Lorea en él. Los datos mas antiguos, conservados en archivos almerienses, respecto a dicha institucién pia, datan de 1861. En este afio, Francisco Javier de Leén Bendicho pide a la Reina, se digne otorgar su permiso para establecer, en esta ciudad, un colegio de escolapios, «que preste ensefianza gratuita a nifios de clase desvalida (...) porque la educacién a todas las clases de la sociedad es el camino seguro a la civilizacién» Pero, esta poticién va acompafiada de una contrapartida: «La nica con- dicién que se exige, para que el establecimiento del proyecto se realice, es Ia traslacién legal del instituto de segunda ensefianza a otro local, es decir, que el Colegio de Escuelas Pias debiera ocupar ese Convento de Santo Do- mingo, con anexién del Santuario de Nira. Sra. del Mar.» Y esto, porque la traslacién del instituto a otro local no ofrece serias dificultades que no pudieran ser vencidas con los recursos pecuniarios.» Considerando beneficioso para la ciudad, tanto el proyecto como las 30 Todos los datos relatives este asunto estin incluidos en el legajo que, sobre Instruceidn Piibliea, y con el niimero 360, se conserva en el Archivo Municipal de Almeria. RLit, XLVI, 91, 1984 139 cualidades y método de ensefianza de estos religiosos, la Corporacién Muni- cipal apoyé, moral y materialmente, dicho proyecto, «que es un pensamiento fecundisimo y que revela, una vex més, Ia incansable caridad del autor de tan benéfico proyecto» "!, A este apoyo, hay que afiadir el del Gobernador y el del Rector de las escucles pias, en sendas cartas de 24 y 28 de septiembre de 1861. Pero, el Ministro de Fomento comunica, con fecha 2 de diciembre de 1861, que la Reina no puede conceder tal centro a la ciudad, porque, «los fondos publicos que, a objeto de interés piblico también, aplican las leyes vigentes, no pue- den ser destinados a empresas particulares» (sie). Lo que, debemos entender, subyacia bajo esta negativa, no era otra cosa que la contradiecién educativa existente entre Ia ensefianza publica y la privada; asi como la imposihilidad de ceder, para una institucién privada, un centro recién desamortizado. Las palabras del ministro son elocuentes: «S. M. ... se ha servido disponer signi- fique a V. y a las citadas corporaciones la consideracién expuesta, manifes- tando a la vez la preferencia que es de esperar merezean de su celo el Ins- tituto y el Colegio de Segunda Ensefianza...» (sic). 2° Unas notas manuscritas de Bernardo Martin del Rey, antiguo arehivero. municipal, conservadas en dicho archivo, indican que en una memoria del colegio de «Jestis», consultada por él, aparece un nifio Ia- mado Federico Garcia Lorca realizando estudios preparatorios para el ba- chillerato 2. 32 Si, como bien ha escrito, recientemente, D. Emilio Orozco 3, Fe- derico, tras examinarse el 21 de septiembre de ingreso y sobrevenirle la en- fermedad antedicha, se trasladé con toda Ja familia, instalindose en el ni- mero 66 de la Acera del Darro y matriculindose en el colegio de «Jesiis» de Granada —uno de los ocho existentes en Ja ciudad de la Alhambra !\— jeémo no pensar que ya fuese aconsejado, respecto a la decisién de elegir tal internado, desde el colegio del mismo nombre de Almeria? Este centro almeriense fue fundado, en 1888, por el presbitero, José 3 Cabilldo de 19 de marzo de 1861, 32 Este dato coincide con Tas fuentes orales que recuerdan a Federico en el Colegio do Jesiis. La memoria citada no se conserva en el archivo; en cambio, la noticia puede verse en el legajo 7544, Archivo Municipal, Almeria. 2 Op. cit, po 12. 24 Este dato puede corroborarse en Ia Memoria del Instituto de Granada, curso de 1909-10, escrita por Teodoro Sabrés Cousapé. Granada, Tip. Indalecio Ventura, 1911. 40 RLit, XLVI, 91, 1984 M.' Navarro Darés, ¢ instalado en el Paseo del Principe hasta que se tras- ladé al edificio que ocupan, hoy, las oficinas de correos '5. [Asi es descrito por Ja prensa de Almeria: «EL colegio de Jesiis era un edificio de cuatro plantas, fachada de canteria labrada, grandiosa portada de dos columnas salientes, baleén ornamentado de fron- tispicio, molduras y alegorias, todo en piedra, con amplios ventanales y balcones fen st fachada principal, y un reloj eentrado entre artisticos jarrones, guirnaldas y clegante pi jculo» *, En 1917, tras fallecer su fundador, este colegio —edificado sobre unas antiguos ruinas arabes, que debieron ser Iugar de reereo, porque, sogiin narra el historiador Ib Jatima, la ciudad morisca almeriense acupaba tini- camente el barrio de la Almedina, quedé convertido en Iugar para las oficinas postales. D. Emilio Orozco se pregunta, igualmente, en el trabajo sefialado: ‘cLa interrogante de por qué no se examiné (de ingreso) en Ia convocatoria de Junio no podemos contestarla, por hoy, sunque pudo haberlo hecho y ser suspendido, ya que el expediente académico mo se abre hasta haber ingresado y en conse- cuencia de ello no queda esta constancia documental; sélo lo aclararian las actasy 17, Pues bien, el 21 de septiembre de 1908 aparece Federico en los libros de actas del curso 1907-8, conservados en el archivo del Instituto «Nicolés Salmerén», con el mimero 42° de los alumnos examinados; pero, ni en la convocatoria del 7 de junio de 1908, ni en la de 31 de mayo del mismo afio aparece como examinado, Luego, sus profesores del colegio de Jesis y <1 propio Rodriguez Espinosa debieron considerarlo insuficientemente prepa- rado para dicho examen. Si aparece, en cambio, su primo, Francisco Sal- como se escribe asiduamente. Sin duda, 41 tuvo parte de culpa en esta confusién, como puede apreciarse en su ox- pediente académico, pues firmaba su apellido de ambos modos '8. Este primo y Gareia Palacios compartieron los afios escolares y de internado de Lorca. vador Gareia Picoci —no Picosi- 38 Adjunto el acta de creacién de dicho centro, conservada en cl Archivo del Ins- titato «Nicolés Salmerdn», legajo 171, Almeria. 36 Se conserva una hoja suelta, sin fecha, de un periédico de Almeria en el Ar- chivo Municipal, legajo 754, pieza 4.4, Almeria. 37 En Jas actas de junio, puede apreciarse que Federico no se presents. Archivo del I. «Nicolis Salmerén», curso 1908.9. 28 En el tomo 7%, libro 19 de la seccién del Registro Civil de Fuente Vaqueros aparece, con el miimero 358, Salvador Garcia Picoci, hijo legitimo de D. Francisco Gar- cia Rodrigues y D.* Salvadora Picoci de los Reyes. RLit, XLVI, 91, 1984 ML D. Pascual Gonzdlez Guzman supone un afio en blanco en la vida de Lorea, pero esto habria que matizarlo. Federico estuvo dos afios en Almeria preparande el examen de ingreso y, en 1908, una vez aprobado éste, pide el traslado a Granada, aunque seguramente lo hizo foreado por la enfermedad que él mismo narra, y cuando ya tenia hecha su matricula en el colegio de Jestis para realizar, al igual que sus primos, el primer curso de bachillerato. Lo que concuerda perfectamente con el hecho de haberse matriculado en Granada, como alumno libre, para realizar el primer curso. De no haberle sobrevenido repentinamente aquella enfermedad, podemos pensar, con buen eriterio, que hubiera continuado sus estudios en Almeria. Este afio en blanco habria que Henarlo entre Fuente Vaqueros («Pero me sorprende un flemén y mis padres creen en mi préxima muerte y me llevan al pueblo otra vez a cuidarme») y la ciudad de la Alhambra, en cuyo co- legio prepararia el primer curso, para posteriormente examinarse como alum- no libre en el Instituto El resto de sus dias on la ciudad de Granada han sido exactamente estu- diados por D. Emilio Orozco en el trabajo citado, Gannie. Nsxz Ruiz Almeria

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