8 Aonso Grosso
pista de patingje Beatriz, en el improvisado velddromo
‘Augusto, mientras ticota con agujes de carey -e timo
regalo reibido de sus cuads, la nica industria, por
tila Finalmente regentada~ un jersey de lana para su
Io Alberto, dela que Io separarn antes de cumplir dos
aos par quedar ya para siempre al cuidado de Ta teu
ta de sus tas, dispuestas & no solar jams aunque se
hhundiera la tier y se demambara el mundo y a no
ahandonario ni un solo da, ni permitirle siguiera un
pacible domingo de mayo salir en companta de su ma
dey de sus hermanos a Tos que ni squiera vista ya y &
fos que no se encuentra vinculado ni pore afecto ni por
fe umora nivel dela concienca de sus catorce fos, con
doce a ls espa desgarrado de un hogar que, inv0-
luntariaspente enfonces repudira. Un menguado, un
reid, una vuelta al revs y otra al derecho. Las acart-
teladas aguas se deslizan raudas sobre el elstco y la
Sisade it lana que pefilan el escotey el sesgo de unas
tnangas que tee amorosamente para su hosco primogé-
nite, burt, seguro de si mismo y de su poder frente
tila a sus Hermanos, bio principe borxnico de me~
Shas soncisasy alados pasos alfonsines, quedo hablar y
Stdemanes de paje feliz en fa clausura de una casa de
treinta y dos habitaciones,enfundado en ua bolsa de
papel paratinado, defendido de la pola del amor
Terno } filial por la pesade arilleria de tes solicitas
srigenes, aromado por el sahumerio de alhucema de un
basero tepujado de plata, protezido de sus aeechanzas
por ls cien lanzas de los eunicos parapetados cn el
Eancel de orja, eslavo de su alcoba presidida por el
‘nen Jests, el Angel custodio y Santiago Apésol pri-
Sloneto desu dicha deco efebo en un harén de pudo-
onas 9 castas doncellas (St su dicha, pues necesaria
Florido myo =
mente ha de tenerla, lejos de mt, Sefor, sin nunca nece
sitarme, sin echarme de menos, sin percibir mi ausen-
cia!) guardado como un Agnus-Dei en un cofre de ébano
sellado con el lacre de imposibles blasones ~de los que
‘quizé se estime también heredero- y las dobles vueltas
de Ias siete Haves de las cardinales virtudes; nfo avin de
Estanislao y casi mozo ya de Luis Gonzaga; brillante
‘alumno, pero excesivamente imaginativo -sin encon-
trarse, en cambio, en posesién de ningin caramillo des-
de donde soplar su fantasia~ para ser acreedor a tas orlas
dei cuadro del honor o a las ignacianas dignidades: a
pesar de cuya situacién de privilegio reniegs de su suet
{e por no haber sido dotado por Dios de la habilidad ma-
nual y talento pictérico ~que singulariza a los Gentile
de su hermano Augusto para expresar grficamente, con
tun par de trazos de carboneillo, el lomo de un gato
desperezindose en el perfil de una ventana, las arbola
duras de un galeén, el contomo de un bacaro de cermi-
ca de Trajana, el vuelo de un pajaro o incluso la ineon-
fundible sonrise de su hermana Beatriz, sus labios de
'menina y sus trenzas castaias, sobre el granulado de un
pliego de papel Ingres. Imaginacién inatil al no dispo-
rer de un propio campo de aplicacida como el de la
pintura para el que, en cambio, su hermano se encuentra
tan prodigiosamente dotado; fantasfa tan estéil, quiz,
pues, como la de su propio padre al que To vinculan
ademés emocionalmente una serie de otros rasgos co-
rmunes, ninguno de los cuales presagian el feliz final
para el que esté siendo tan laboriosamente preparado.
(tro crecido més, otro menguado, una vuelta al re-
vés y ora al derecho, En sus ojos —tan prematuramente
33. EnP. propisen Ay S.propico,