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Querido Sparkle:

Gracias por haber sido mi perrito durante 14 años, fuiste un ser de luz, bondadoso, cariñoso que me enseñó el significado del amor y la
humildad. Nunca se me va a olvidar el día cuando te compramos para curar mi ansiedad a los 11 años, de verdad fuiste un gran amigo y
distractor que me ayudó a superar todos los momentos difíciles que me han tocado vivir.

Siempre recordaré tu primera Navidad en casa de Keka cuando te mirabas al espejo y le ladrabas al reflejo, o cómo te metías en tu
cuartito y le empezabas a ladrar al arroz con salsa. Siempre fuiste muy especial, y a pesar de que escogiste a mi papá como dueño,
siempre te sentí como un pequeño hermanito que me sacaba sonrisas siempre. Además, de que todos los años desde el 2008, siempre
estuviste en la foto familiar de Navidad haciéndonos compañía...

De ti admiraré siempre que fuiste un perro sereno, tranquilo y relajado (no te daban ni miedo los fuegos artificiales, temblores, etc.), me
gustaría haber sido como tú en ese sentido, desbordabas paz siempre y le sacaste sonrisas a todos los que te conicieron.

Siempre estuviste ahí durante diversas etapas de mi vida, abajo de la cama de mi papá o sobre ella disfrutando cada momento y
estando tranquilo. Jamás olvidaré cuando llegaba a la casa y meneabas tu colita de la emoción y te parabas en dos patitas, haciéndo
con ellas movimientos de arriba abajo (rasgo que te caracterizaba sin duda) diciendo como: dame algo o agárrame; y te teníamos que
levantar y sobar la pancita o sino no te quedabas quieto.

Fuiste mi mejor amigo perruno desde que nos conocimos (desde el 2008, hace 14 años). Siempre quedarán en mis memorias los
apodos que te poníamos "PURY-LOVELY-DEL-AMOR" y cosas así, que hicieron que te llamáramos "El Pury". Además, de compartir
momentos increíbles con nosotros como viajes a Puerto La Cruz, a la Playa, a reencuentros familiares, etc. También, jamás voy olvidar
cómo no te gustaba echarte o sentarte en el carro sin estar en las piernas de mi papá derechito asomado por la ventana.

En los último años, yo fui creciendo, siendo capaz de hacer más cosas que tú...yo fui terminando la escuela, entrando a la universidad,
aprendí a manejar, a vivir una vida adulta, etc,: pero tu poco a poco con la edad dejabas de hacer cosas como antes... es así como por
la vejez dejaste de saltar como antes, no corrías tan rápido, o dejaste de hacer cosas que tu juventud te permitía hacer. Sin embargo,
aunque no eras capaz de hacer algunas cosas, seguías siendo un perrito feliz y agradecido que me trasmitía paz y armonía.

Te doy gracias por ser el papá de Donatella y haberla enseñado tus buenos modales y comportamientos. También te agradezco por
haber acompañado a mi padre durante su operación sacándole sonrisas, o por el hecho de que no partiste antes de que mi hermano
viniera al país, de tal manera que pudo verte y gozar contigo en tus últimos días.

El sábado pasado llegó ese día que uno nunca quiere que llegue, pero ya estabas enfermito (más bien fuiste un luchador nato, ni la
Reina Elizabeth hubiera durado tanto como tú con tantas pastillas y esa ascitis que te tenía súper mal). Ese día tomaste tu último aliento
y decidiste morirte solo en la casa, debajo de la cama de papá donde siempre te gustó estar y te fuiste en paz de este mundo. Admito
que cuando llegué de hacer ejercicio no pensé que te vería así, pero sé que ya no podías más con el dolor y querías irte tranquilo.
Todavía sigo triste por tu muerte, pero por lo menos me da paz saber que ya no estás sufriendo y que viviste todo lo que pudiste vivir.

Me da tranquilad saber que viviste durante mucho tiempo, y que en todos esos años se te brindó todo el amor y cariño que pudimos
hasta el final, y que siempre estuviste en todo momento para nosotros alegrándonos nuestros corazones...

Estoy tranquila al saber que ya estás descansando mi pequeño hermanito peludo. Tengo firmeza en la idea de que estás en algún lugar
donde tu alma bella e inocente pudo descansar y sé que ya te ganaste tus pequeñas alas peludas, que te las mereces por haber sido un
gran perro, me enorgullezco de haber amado a un ser tan precioso como tú.

Sé que en el cielo o donde quiera que estés estás en un mejor lugar. Espero que sí este lugar existe, estés en un patio corriendo y
echando broma con Reina, Black, Luna, Gucci, Pulgarcito, Lola, Lalo, Lalito, Kira, etc. De verdad espero que te encuentres en sitio
donde nos estés cuidando siempre. Confío plenamente que todo tu dolor y sufrimiento se han ido, y sé que donde quiera que estés has
recuperado en la eternidad la juventud que siempre he querido que conservaras (y con la que uno siempre quiere ver a su perro).

A pesar de que ya no estamos juntos físicamente, siempre permanecerás en mi corazón y en mi mente. En esencia sigues en la casa
con todos nosotros (cuidandonos y regañando a Donita), nunca te olvidaré y gracias por enseñarme desde mis 11 años hasta los 24
años lecciones de vida tan importantes, que llevaré conmigo hasta donde quiera que esté. Algún día nos encontraremos de nuevo Pury.

Te amo mi angelito, ¡descansa en paz!

Fuiste una bendición enviada desde el cielo, y ahora, Dios te necesita de nuevo.

Gracias por completar y por enseñarme cosas importantes,  lecciones de vida que voy a llevar conmigo donde quiera que yo este,  hasta
que nos encontremos de nuevo.

Te amo, mi ángel de la guarda!”

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