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Fronteras artificiales, horizontes en expansión, músicas posibles.

Jon Hassell.
Original hallado en: https://jonhassell.com/jon-hassell-possible-musics-
2018/

Tomado de una reseña del New York Times del 29 de octubre de 1981
sobre Chad/Sudán/Libia: "Geneina yace en la indistinta frontera entre el
Sudán y Chad. Esta región es conocida como Darfur, un área del tamaño de
Francia, que una vez fue un sultanato orgulloso e independiente gobernado
por una dinastía que duró 560 años. Desde Geneina, las caravanas de
peregrinos se dirigen a la Meca hacia el este por tierra. Los hombres de la
estirpe Tuareg de nómadas del desierto recorren el área, llevando largas
vestiduras y turbantes blancos. Con sus camellos, mulas y arreos, no
reconocen los límites territoriales que aparecen en los mapas sino en las
arenas migratorias y los secos lechos de río que atraviesan..."
La vida se llena cada vez más de abstracciones: cosas que no puedes ver
o tocar o saborear, pero a las cuales colectivamente les damos el poder de
gobernar nuestras vidas. Las líneas que solo existen en el papel y en la
mente; las marcas en la cara del reloj, que segmentan arbitrariamente el
flujo estable e ininterrumpido del tiempo/espacio en unidades separadas
(¿Quién inventó el segundo?); la tecnología del lenguaje, la cual por la sola
mención de una experiencia separa a este acto del paisaje completo de la
vida interior (y nos permite usar la palabra "amor" un millón de veces sin
tener que experimentar ese sentimiento): todas ellas son abstracciones que
gobiernan nuestras vidas.
Leamos este pasaje del libro del antropólogo mcluhaniano Edmund
Carpenter, "¡Vaya golpe que me dio ese fantasma!" (en este caso, el autor
se refiere a la tecnología de los medios de comunicación que se traga a
culturas enteras): "En las sociedades incultas se piensa que la separación de
espíritu y carne se da en el ámbito surrealista del sueño, el arte, el ritual y el
mito. La vida cotidiana, en el campo o en la cacería es intensamente
percibida con los sentidos, con todos los sentidos alerta y el espíritu
aprisionado en el cuerpo.
"Nosotros invertimos esto. Nuestra cotidianidad electrónica separa las
imágenes de la realidad física. Como contrapunto, convertimos a la
realidad física en pasatiempos: el mundo hippie de la experiencia basada en
la percepción de los sentidos sirve para equilibrar el mundo espiritual y no
sensorial de los medios de comunicación. Como nativos, los jóvenes
disfrutan lo mejor de ambos mundos, aunque sea difícil saber a cuál de esos
mundos llamar el "real"".
Un resultado directo de estas tecnologías cotidianas de los medios de
comunicación, produciéndose al mismo tiempo que la explosión
demográfica, es la creación de un clima público en donde la reputación se
destaca sobre el logro, la imagen es sustituida por el carácter y el pecado
capital es ser desconocido.
Prosigue Carpenter: ""La noticia" es lo que se reporta, no lo que no se
reporta. Los eventos no reportados no dejan de existir, por supuesto;
simplemente dejan caen en un área desprovista de responsabilidad social y
restricción moral. En otras palabras, no puede esperarse que respondas a
algo de lo que nada sabes".
Observemos algunos eventos musicales (o culturas) no reportados en
este planeta, antes de que sean rodeados y tragados por contacto con la
magia intimidante de las tecnologías de radiodifusión y grabación, y
permitamos que ocupen el lugar que les corresponde en el lugar de la
conciencia.

Uso excesivo = trivialización


Una lección que es importante aprender al examinar la música de
muchas culturas tribales pequeñas es su concepción de la música como un
regalo sagrado, una forma de expresión que está "más allá de las palabras",
que se reserva para el uso en el momento justo, para ser percibida por oídos
y cuerpos dispuestos a la experiencia.
En la tecnocultura occidental, el uso de música totalmente abstracta à la
Muzak como fondo para eventos humanos resulta inevitablemente en la
trivialización y en la pérdida del sentido de especialidad y del significado.
La creación de Brian Eno del género "música ambiental" formaliza esta
insensible situación tal como es. En efecto, si el concepto de música
ambiental dice: "Si hay tal entrada constante de sonido a la que no puedes
escuchar completamente, por qué no decir que está bien no escuchar y he
aquí algo de música para escuchar o no".

La nueva simplicidad
La visión optimista podría ser que alcanzaremos tal nivel de sobrecarga
de densidad de símbolos, que estaremos forzados a llegar una nueva
simplicidad: una habilidad, por medio de la inteligencia artificial (las
computadoras) para combinar muchos símbolos individuales operando en
relaciones complejas en forma de "fragmentos" de información que puedan
manipularse como una megapalabra única.
El título de "La nueva simplicidad" en este artículo es en sí mismo un
ejemplo sencillo de una fragmentación o una descripción, a un nivel más
elevado, de la información detallada en estos párrafos. Douglas Hofstadter,
en su libro "Gödel, Escher y Bach", se refiere a esto como "la poda del
árbol gigante de las posibilidades".

Puntos de ruptura
Dado el número estimado de personas viviendo en el planeta para el año
2000, esta noción de un banco de símbolos sobrecargado reduciéndose a
fragmentos sugiere un patrón similar para una población con alta densidad
en el futuro separándose en grupos de nuevos territorios tribales (un tema
visual persistente de los ilustradores de fantasía que aparecen en esta
revista).
Esto no parece insólito, considerando la situación presente de tribus
caminando entre tribus cuyas fronteras ya no están necesariamente
definidas por la proximidad geográfica, sino que están delineadas por el
estilo de vida y se mantienen unidas por un sentido de identidad nacional,
principalmente impartido por los medios de comunicación.
Tal vez los conceptos como el del gobierno mayoritario, el cual fue
resultado de experiencias de cifras poblacionales pequeñas, tendrán
también puntos de ruptura en un mundo mega-poblado. Por ejemplo, si 101
personas de una tribu de 200 votan por un curso de acción particular, esto
deja solamente a 99 personas descontentas. Pero en una megatribu de 200
millones, esto se traduciría a 99 millones que estarían forzados a vivir a
bajo decisiones que no aprueban. La ecuación cambia al ser multiplicada
por factores tan grandes.
Esta es una diferencia en escala que ignoran quienes están hipnotizados
por el pensamiento abstracto. En vez de ello, refieren señalar que el
porcentaje es el mismo. Para ellos, "el promedio" significa que puede
decirse que un hombre con un pie en el hielo y el otro en el agua hirviendo
está "cómodo".
Quizá, de alguna manera imprevista, el imperialismo cultural
empresarial que aplana los localismos en su camino hacia los éxitos
musicales mundiales (¡Coca Cola en todas partes!), en última instancia,
excederá los niveles de tolerancia del público. Tal vez el resultado sea un
retorno a una multiplicidad de músicas surgidas de tribus conformadas por
personas de ideas afines, una vez más viviendo dentro de fronteras
formadas por colinas y lechos de río (como los nómadas Tuareg
mencionados al principio), conectados por satélites a nivel mundial.
Este nuevo respeto por las costumbres antiguas, facilitado por el uso
selectivo de la tecnología avanzada, debe ser ciertamente una de las ideas
claves de nuestro tiempo, y afectará definitivamente en el futuro la manera
cómo pensamos.

Separando al niño del agua del baño


Así como muchas cosas naturales pueden separarse con fronteras
abstractas, otras cosas pueden unirse de manera artificial, ya sea por hábito
o por costumbre.
En la cultura occidental, la religión se asocia naturalmente a la sobriedad
y a la rigidez. Las culturas en donde la vida es alegre y sexual, o en donde
se espera que los líderes comuniquen la sabiduría de la gracia y la fortaleza
mediante la danza, son pocas veces tomadas en serio por mentes
eurocéntricas, las cuales debido a los hábitos de los medios de
comunicación son educadas para observar esto desde una prudente
distancia, como una bizarra especie de comportamiento tipo "Mondo
Cane".
De la misma forma, la música formal o clásica en occidente ocupa lugar
en una atmósfera de reverencia y reglas de etiqueta. En la eurocultura, no
es considerada como clásica la forma en la que la improvisación sea un
elemento principal, mientras que en muchas otras partes del mundo las
experiencias musicales más elevadas son siempre aquellas en las que se
incluye alguna respuesta al sentir del momento. Más aún, los hábitos de
pensamiento de Occidente dictaminan que cualquier cosa que sea
abiertamente sensual, con ciertas inflexiones rítmicas o incluso ciertos tipos
de instrumentos, es percibida automáticamente como perteneciente a un
peldaño inferior de la escalera cultural (jazz, rock, pop, y así
sucesivamente). Obviamente lo que tenemos aquí es un tipo de racismo
cultural que reduce el arte de naciones no europeas al estatus de
"curiosidad" y por lo tanto lo descarta limpiamente de seria consideración
en el mismo rango de nuestros maestros occidentales -todos los cuales,
debe señalarse, son blancos, han nacido en los últimos trescientos años y
provienen de climas fríos.
Esta proscripción de ciertas actitudes en la música formal y estructural
fuerza una dicotomía estricta entre lo que la alta cultura saluda y a lo que le
gusta bailar a esa alta cultura. Una rígida separación como esta no puede
existir en culturas pequeñas e integradas, en donde los jóvenes y ancianos
miembros de una tribu participan en ceremonias y celebraciones cuya
función está directamente relacionada con los eventos principales de la vida
cotidiana y la existencia. "... cada miembro de la comunidad... sabe
perfectamente... cuáles variaciones puede ejecutar. Por grande que pueda
parecer la improvisación, está restringida al interior de este armazón que es
simultáneamente métrico, rítmico y melódico.
"Esta técnica es el fruto del largo aprendizaje... de la misma forma como
cada niño aprende a hablar escuchando el habla, así aprende a cantar el
niño pigmeo escuchando el canto, el niño con su padre, la niña con su
madre. De este modo, los niños adquieren progresivamente el repertorio de
las fórmulas que posteriormente a su momento, ellos usarán y pasarán. Este
es el único medio, puramente orgánico, para aprender la polifonía".
(Estas son las notas del disco de larga duración de Ocora 558526 y tratan
sobre la música de los pigmeos del imperio de África Central).

Las cuatro B: Beethoven, Brown, Ba-Benzélé


Esta exposición ilustra el equilibrio ideal entre formalidad y vitalidad:
encarado a la elección de Brown (James) o Beethoven (Ludwig Van) como
mis únicos discos en una isla desierta, diría que J.B. fácilmente.
Pero el equilibrio de estructura con la diversidad espontánea que
transmite la música polifónica para después de la cacería de los pigmeos
Ba-Benzélé perdura más allá de los otros dos.

La misma vara de medir


Tengo esta idea fantasiosa: imaginen una tienda de discos con
separadores para los cajones con las etiquetas de "Periódicos" (buenos para
escuchar por uno o dos días), "Revistas" (ténganlas cerca por una semana o
un mes), "Novelas" (pónganlas en sus estantes) y "Referencias" (fuentes
para ser consultadas toda la vida). -además de precios relativos a su
carácter desechable. Quizás este método clasificatorio haría que tanto
críticos musicales como lectores lo pensaran dos veces antes de dedicar
gran parte de su tiempo a la preparación y/o asimilación de muchas
palabras sobre música de calidad de "periódico" escritas con el estilo serio
de la crítica de arte, como si Elvis Costello y Jackson Pollock fueran partes
culturales.
Dada la limitada elección en la música occidental, entre los energéticos y
modernos objetos efímeros, y las obras maestras de la alta cultura muerta,
quizás no sea extraño que yo note a muchos grandes artistas (o personas en
otras disciplinas) que en sus respectivos campos sean rápidos para discernir
la calidad de Periódicos (trillado, repetitivo) de la calidad de Novelas
(original, multifacético) pero fijados notablemente en la música de calidad
de Revistas.
Tal vez esta sea la secuela inevitable del movimiento pop resumido a la
elevación de la lata de sopa Campbell al nivel de icono (digno de seria
consideración) -una buena declaración artística de un individuo en su
momento, pero difícilmente la materia sobre la cual construir toda una
cultura.
El antropólogo Edward Sapir escribió: "Una cultura genuina es la
expresión de una actitud consistente hacia la vida, una actitud que ve la
significancia de cualquier elemento de la civilización con las demás. Es,
hablando en términos ideales, una cultura en donde nada es insignificante
espiritualmente".

Más allá del condicionamiento


Para cualquiera que se tome esto en serio, es obvio que uno debe intentar
trascender el rígido juego de la tecnocultura, más allá del consumo pasivo
del "buen material" decretado por los medios de comunicación, así como el
crecimiento emocional de uno puede añadirse a o proceder de los "datos
conocidos" de la infancia a través de un conocimiento más amplio de
respuestas posibles.
Es un asunto de grado: muchos le prestan mucha atención a una idea
muy estrecha de qué músicas posibles (o futuras, en realidad) podría haber.
Y ello se debe a que muy pocas personas tienen realmente un conocimiento
comprensivo de lo que ha estado pasando todos estos años a nivel mundial.
Virtualmente, toda la música pop en occidente (con la excepción del
jazz, la primera colisión moderna de música tribal con euromúsica) encaja
en la forma de canción-con-acompañamiento (acordes y melodía). Cuando
el chico-con-su-guitarra dice "Ahora soy músico" o se le llama
"compositor" a una estrella del pop, de lo que se está hablando es de una
habilidad rudimentaria en la forma musical más simple de todas.
Esta es en cierto modo la misma situación al tener prácticamente toda la
atención enfocada en el arte visual en las formas de collage y Polaroid, y
todos los reportajes de obras en otras formas -escultura, pintura y similares-
relegadas a las revistas esotéricas de especialistas.
Brian Eno se merece el premio de Caballo de Troya por ser el primero en
pasar música de forma inusual (Discreet Music, Music for Airports) ante
una audiencia pop cuya atención habían capturado previamente sus obras
de tipo canción-con-acompañamiento.
¿Qué es lo que está mal con esta imagen?
Uno tiene la tendencia de imaginar tanto al pasado como al futuro en
términos del presente. Así como una visión del pasado no debe conjurarse
como si todos los eventos se dieran bajo el brillo de la bombilla eléctrica,
una visión del futuro con gente volando en aparatos de antigravedad es
igualmente carente de imaginación. ¿Habrá demócratas y republicanos para
siempre?

Sobrevaloración del pensamiento de clima frío


Buckminster Fuller dice que la evolución básicamente es una cuestión de
síntesis.
Aunque al principio esto pueda parecer una sobresimplificación,
intentemos ver la imagen grande sin perdernos en los detalles: lo que
sucedió fue que las tribus de clima frío tuvieron que desarrollar tecnología
con el objeto de controlar un ambiente hostil y ahora esa misma tecnología
se ha desarrollado en formas que les permiten a aquellas imponer sus
actitudes a las tribus de clima cálido (las cuales, muy naturalmente,
evolucionaron de otras formas importantes pero subvaloradas).
Ahora es el momento para que el tecnomundo utilice su conocimiento
para ir más allá de este patrón -para empezar a ver las formas imprevistas
en las cuales lo mejor de sus actitudes se convertirán en las nuestras, y las
nuestras en las suyas, resultando en los modos a los que me refiero como el
Cuarto Mundo -un regreso y un avance al mismo tiempo.
Me parece natural que un paso hacia el futuro, musicalmente o de otra
forma, tendrá alguna relación con una comprensión más profunda de la rica
multiplicidad de las músicas tribales de la tierra. Como el científico que
debe aislar un elemento de un compuesto con el propósito de comprender
su naturaleza y cómo actúa dentro de una estructura compleja, nosotros
debemos hacer un esfuerzo por preservar las tradiciones puras remanentes
con el mismo interés mostrado hacia las obras de Miguel Ángel y Gauguin
-para comprender cómo estos sonidos hicieron más brillante el día y dieron
valor antes de la cacería; para comprender cuál música hizo llevaderas las
tristezas y expresó el misterio de la creación antes de la fecha de ingreso
del primer radio de transistores en el pueblo.

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