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En la primera parte de esta unidad tenemos que tener clara cuales son las bases

de que es la antropología y sociología como conceptos, por eso a continuación

expondremos la definición de cada uno de los conceptos que hace el diccionario de

Ferrater Mora:

ANTROPOLOGÍA

La antropología, abordándola inicialmente desde una perspectiva netamente

científica y cuyos criterios son complementados por otras ciencias naturales y

sociales, dirige su estudio al hombre y su estructura como ser vivo dentro de la

naturaleza abarcando elementos de tipo sociológico, psicológico, filosófico,

histórico, cultural y lingüístico, con el fin de tratar cuestiones relativas a la naturaleza

del hombre, su origen, su destino y su posición en el cosmos. A pesar de ser una

ciencia reciente, pensadores como Kant se referían ya en su época a preceptos

antropológicos dentro de sus reflexiones filosóficas, este pensador definía esta

ciencia como una disciplina enfocada en el hombre y sus facultades, tanto físicas

así como psíquicas, sus habilidades y su conducta (antropología teórica,

antropología moral y antropología pragmática), colocando en manifiesto la enorme

necesidad que tiene esta ciencia de nutrirse de los aportes de otras disciplinas tales

como la psicología, la filosofía, la historia, la sociología, la biología etc. (Ferrater

1994:1524).
La antropología filosófica, una de las varias posturas dentro de esta ciencia, se

dedica a estudiar todos aquellos componentes que hacen parte del hombre en su

naturaleza humana, por mencionar, el lenguaje, el conocimiento, la moral etc. En

este punto es necesario recurrir a uno de los pensadores que mejor abordó la

concepción de antropología filosófica, el pensador Paul Ludwig Landsberg (1901-

1944) y quien era discípulo de Schelers. Ferrater menciona: “…Landsberg da a

entender: primero, que la antropología filosófica es una antropología de la esencia

y no una antropología de las características humanas; segundo, que la antropología

filosófica se distingue de la antropología mítica, poética, teológica y científico-natural

o evolucionista (op.cit., I, 4), y aún—podríamos agregar—de la antropología de corte

diltheyano, demasiado próxima a la "comprensión del hombre" y que B.

Groethuysen, por ejemplo, ha definido como "la reflexión de sí mismo para

comprenderse a sí mismo desde el punto de vista de la vida" (Phil. Anthr., pág. 1;

usamos la trad. esp. De J. Rovira Armengol, sobre texto corregido y revisado por el

autor)” (1994:1535). Es necesario según Ferrater, tomar en consideración los

planteamientos de Landsberg en relación a la antropología filosófica que en sus

palabras; es un producto de las concepciones que tienen los hombres sobre si

mismos en medio de su existencia, siempre apoyada de otros tipos de antropología

que complementan todos y cada uno de los elementos presentes dentro de la

naturaleza humana. (1994-:1535).


De este modo la antropología centra su estudio en el hombre y su naturaleza

integrándose con los aportes de las demás ciencias, la antropología filosófica se

centrará en reflexiones de carácter filosófico sobre el hombre y su naturaleza,

manifestado en cuestiones tales como ¿Qué es el hombre? ¿De dónde viene y

hacia dónde se dirige?.

SOCIOLOGÍA

La sociología podemos abordarla de manera general como una ciencia que centra

su atención a actividad social del hombre en su cultura. Ferrater (1994:1526)

menciona que Comte (Filosofo que acuño el termino) afirma que más que tomar la

sociología como una física social, es necesario trabajarla como un estudio de los

fenómenos y la dinámica social en medio de su desarrollo.

Esta ciencia a partir de métodos y del apoyo de otras ciencias estudia de manera

cualitativa y cuantitativa la estructura de las manifestaciones sociales, de las

tendencias de los seres humanos en comunidades y organizaciones sociales, en

suma, todas las exposiciones del fenómeno humano en sociedad. Ferrater

(1994:1526) se refiere a lo dicho por Simmel: "las exigencias que suele formular la

ciencia de la sociología no son sino la prolongación y el reflejo teórico del poder

práctico que han alcanzado en el siglo XIX las masas frente a los intereses del

individuo". Esto representa claramente la imposición del estudio sobre la naturaleza


social por encima de la naturaleza individual, permitiendo que la sociología se

desarrollara y se integrara como ciencia fundamentada en el estudio del fenómeno

social. (Ferrater 1994:1527-).

Ferrater (1994:1527) afirma por otra parte es necesario aclarar que a la sociología

se le ha atribuido un vago concepto de ciencia que estudia las manifestaciones

sociales, es una definición imprecisa, ya que muchas ciencias estudian al hombre y

en algún punto estudian dichas manifestaciones sociales. Es en esta falta de

autonomía y búsqueda de una delimitación que ofrezca a la sociología un carácter

íntegro que se han formulado una gran variedad de corrientes que buscan este

objetivo. Ferrater señala cuatro tendencias sociológicas: “(1) La sociología

naturalista que, al concebir la sociedad como un hecho natural, aspira a tratarla con

los medios y los métodos propios de las ciencias de la naturaleza. (2) La sociología

científico-espiritual, que atiende sobre todo al hecho de la sociedad como una forma

del espíritu objetivo y que la investiga de acuerdo con los métodos de las ciencias

del espíritu. (3) La sociología material, que estudia preferentemente la sociedad

como contenido, es decir, la sociedad en sus elementos concretos. (4) La sociología

formal, que atiende particular o totalmente a las formas de "socialización", que

extrae de los contenidos de los hechos sociales las formas de la relación de los

individuos entre sí, de los grupos sociales entre sí y de los individuos con respecto

al grupo social”. (1994:1527).


Max Scheler (1874 - 1928) aborda el tema de sociología esforzándose en ofrecer

una descripción de su estructura y algunos de sus objetivos como ciencia. Scherer

divide en dos pautas el concepto de sociología, citando a Ferrater: “En primer lugar

esta ciencia trata sólo de reglas, tipos y, en lo posible, de leyes. En segundo lugar,

"analiza todo el inmenso contenido, subjetivo y objetivo, de la vida humana, y lo

estudia tanto descriptiva como causalmente, pero exclusivamente desde el punto

de vista de su determinación efectiva".(1994:1527) Scherer toma la sociología como

una ciencia dividida en sociología cultural que estudia al hombre, la sociedad, el

saber humano en sus relaciones sociales y la sociología real que se enfoca en las

tendencias e impulsos humanos, a diferencia de otras posturas de esta ciencia

como la sociología naturalista cuyos fundamentos están en factores reales como

geografía, razas y en el caso de la sociología marxista, clases. (Ferrater 1994:1527).

En la actualidad se han manifestado algunas variantes de la sociología de acuerdo

a las exigencias históricas. En primer lugar podemos mencionar la llamada Micro

sociología encargada del estudio de colectivos menores, su contexto, territorio,

tiempo de existencia, comportamiento etc. Utilizando métodos de análisis y criterios

que ofrecen otras ciencias (Antropología, psicología, estadística sociometría). Por

otra parte también existe la Macro sociología, se encarga de un estudio sintético de

las tendencias y manifestaciones sociales a diferencia de la Micro sociología que

utiliza más un método analítico. (Ferrater 1994:1527).


En estas definiciones vimos como en la parte del concepto de sociología se hace

una presentación a Augusto Comte padre del positivismo. Ya con las bases

mencionadas entramos en materia a estudiar el precursor de la sociología, el

positivismo. Analizaremos el texto de Augusto Comte los tres estadios donde

expone su doctrina. Cabe resaltar que Augusto Comte era monista metodológico

y pertenecía al círculo de Viena. En su texto sobre los tres estadios Comte

desarrollo la tesis de que todos los fenómenos ya sean naturales, como sociales

están sujetos a las leyes de la naturaleza, dado que la realidad forma un orden

único. Además podemos encontrar en el texto de Comte los recorridos del

pensamiento humano como lo son: Teológico, metafísico y de transición. Lo que

nos interesa a la hora de presentar el pensamiento positivista es relacionarlo con

el problema de la naturaleza humana. Pues basándonos en la teoría positivista

el hombre puede ser medido, estudiado, analizado, cuantificado; en otras

palabras existe la naturaleza humana.

Entre otras de las propuestas que aparecen sobre la naturaleza humana y que es

contraria al positivismo es la del existencialismo, vemos en que consiste. Para

empezar todo estudio realizado por parte del existencialismo irá alrededor de la

existencia del ser humano. Recordemos algunas novelas escritas por parte de

varios autores considerados existencialistas (La niebla, la náusea, todos los

hombres son mortales, etc.), donde se manifiesta el drama existencial, ya que por

lo general se presentan personajes con problemáticas muy concretas, de las cuales

solo desde su estricta individualidad podrán ser resueltas, también se trabajan


problemas filosóficos como la libertad, el suicidio, el sin sentido, la angustia y la

relación con el otro.

Otro aspecto fundamental del existencialismo es su oposición frente al contenido

abstracto y esencialista de la filosofía tradicional, pues como se ha dicho una de las

tesis principales del existencialismo es la supremacía de la existencia sobre la

esencia; ya lo dice Jean Paul Sartre (1946) “la existencia precede a la esencia”.

Para entender mejor esta expresión podemos pensar en un objeto fabricado como

una mochila, antes de su construcción el artesano ya tenía un concepto sobre dicho

objeto, por ende es irracional construir una mochila sin saber cuál va ser su finalidad.

Con lo anterior podemos decir que en todo objeto fabricado por el ser humano, su

esencia precede a la existencia, sin embargo no se puede decir que ocurra lo mismo

con el hombre, pues para el existencialismo el ser humano no se puede definir por

ningún concepto en general, dado que no tiene naturaleza predeterminada, ya lo

dice Sartre en su famosa frase “la existencia precede a la esencia”. Esto se debe a

que empezamos siendo un cascaron en blanco y con el tiempo nosotros mismos

formaremos una esencia propia, por lo tanto este es el primer principio del

existencialismo.

Podemos decir que desde el inicio del pensamiento filosófico occidental, el

esencialismo ha predominado sobre el existencialismo y una de sus grandes

conquistas ha sido cuando aparece la figura Dios, pues es tomado como el gran
artesano que prefigura y llena de contenido al ser, con una naturaleza humana. Ya

para el siglo XIII filósofos ateos suprimen la existencia de Dios, pero no suprimen la

noción de que esencia precede a la existencia, en este caso un hombre representa

lo universal, descuidando lo individual (Sartre P: 31, 1996). Es importante estudiar

un poco los postulados esencialistas y mostrar cómo se ha desarrollado en algunos

filósofos, así podremos entender por qué el existencialismo se opone al

esencialismo, veamos algunos casos.

Paul Foulquié (1948) distingue tres clases de esencialismos: “esencialismo

teológico” “esencialismo conceptualista” “esencialismo fenomenológico”. En el

primero las esencias pertenecen a Dios y están en un mundo supra terrenal, este

esencialismo tiene sus orígenes en Platón, que a pesar de su concepción pagana,

sirve de fundamentación para posteriores autores de fe cristiana. El esencialismo

platónico se encuentra en total oposición al existencialismo, pues para Platón la

existencia en vez de enriquecer a la esencia la empobrece a la hora de actualizarla,

esto se debe al desencanto que nos produce pasar de lo posible a lo real.

Platón distingue dos mundos, un mundo al que llama mundo sensible y otro al que

llama inteligible. En el primero alude al que comúnmente todos conocemos por

medio de nuestras percepciones. Este mundo se nos revela gracias a nuestros

sentidos; ya en el segundo es el mundo que ignoramos, pues en este solo se puede

concebir por el alma que nos permitirá contemplar los tipos verdaderos.
Poniendo lo anterior en el contexto que estamos trabajando, Foulquié (1948) llama

al mundo sensible “mundo de las existencias” y al mundo inteligible “mundo de las

esencias”. En el mundo de las existencias no posee sino un ser bien reducido, ya lo

sustenta Foulquié cuando dice:

El mundo de la existencia o mundo sensible no posee sino un ser bien


reducido. Ante todo, a las cosas que lo componen no se puede, en rigor,
atribuírseles el ser, pues ayer no eran todavía y mañana ya no serán;
deviene y su devenir consiste en encaminarse hacia el no ser. Además,
este ser efímero no lo tienen por sí mismas: no es más que un reflejo.
Una participación de alguna idea, que es la única que posee el ser
verdadero. (1948: 23-24).

Con esto el hombre nunca podrá alcanzar el ideal humano, dado que se puede ser

bueno, pero jamás se será la bondad, a diferencia del mundo de las esencias, pues

solamente ahí, es donde se da la realización completa del ser. Podemos concluir

que el paso del mundo de las esencias al de las existencias es una verdadera

degradación, por ello Foulquié indica que para Platón la existencia empobrece a las

esencias, y, que además su esencialismo esta en rotunda oposición con el

existencialismo.

San Agustín interpreta todas estas teorías platónicas haciendo de ellas una

helenización. Un ejemplo concreto es el caso de las esencias que serán

remplazadas por el verbo. El verbo constituye todo lo real por ende todo nos remite

a él, ya lo dice Foulquié: “el mundo no es un muro impenetrable que nos separa de

Dios, sino un puente por él lanzado entre su infinito y nuestra pequeñez.” (1948: 28)
Sin embargo el esencialismo agustiniano es menor que el platónico ya que para San

Agustín las esencias no son representaciones de las cosas y por lo tanto no

constituyen un mundo como real (Foulquié 1948).

El segundo esencialismo es: el “esencialismo conceptualista”, en él ya no se

reconocen las esencias en lo divino, sino en el espíritu humano, sus orígenes se

remontan en Aristóteles, pues para él no hay otra cosa real que los individuos,

dejando así las esencias como las representaciones del espíritu, con ello los sabios

mediante la observación descubrirán las esencias. Santo Tomas sigue legado

Aristotélico, evidentemente cambia todo aquello que contradiga la tradición

judeocristiana, tampoco es que se aleje completamente de San Agustín, Foulquié

(1948: 35) nos da una idea más clara sobre la relación del conceptualismo tomista

y agustiniano:

Dios creó el mundo, como enseña el génisis; por consiguiente, él tiene-


como decía San Agustín- la idea de todos los posibles que pudieran
llamar a la existencia. Más las ideas divinas no representan papel alguno
en el conocimiento humano, que se explica suficientemente por el poder
que el espíritu humano posee de abstraer la esencia universal de los
existentes singulares ofrecidos a la experiencia sensible.

Además la filosofía tomista como la de Aristóteles considera que el objeto de la

ciencia es el conocimiento de las esencias, dándoles el valor a las existencias

solo como medio o puente para llegar a las esencias. Para la Edad Media la
teología era la reina del saber y como hemos visto la prioridad estaba en las

esencias, dejando renegadas a las existencias.

Posteriormente aparece el pensamiento de Descartes y Bacon que pretenden

librarse del legado “aristotélico tomista” ¿pero si logran hacerlo? A pesar de

abandonar gran parte de las manchas escolásticas y sembrar la duda en todos

los viejos paradigmas metafísicos, la prioridad sigue estando en las esencias,

pues Descartes busca las << nociones claras y distintas>> y Bacon busca las

<<las naturalezas simples>>, en otras palabras el sabio sigue buscando las

esencias y no en las existencias.

Por otro lado es evidente el carácter esencialista de la ciencia actual y no está

mal que sea así, pues cómo concebirla de otro modo. La crítica está y eso sí se

opone el existencialismo, es en darle un carácter esencialista al hombre y a la

moral, como si fuéramos simples máquinas que responden a una fórmula para

todos los casos.

Por último tenemos el esencialismo fenomenológico, este es muy importante

para nuestra investigación, recordemos que Sartre fundamenta parte de su

teoría existencialista en la fenomenología, un ejemplo claro es el subtítulo de su

obra el ser y la nada que es ensayo de fenomenología ontológica.


El fundador de la fenomenología es Edmund Husserl, su corriente aparece según

Foulquié (1948) por las “controversias referentes a la existencia del mundo

material o mundo exterior por oposición al mundo interior de la vida psíquica”.

Estas controversias condujeron a Husserl a una actitud fenomenológica. ¿Pero

a qué se refiere Husserl con actitud fenomenológica? Luis Enrique Orozco Silva

nos señala que “el punto de partida de la fenomenología es el descubrimiento de

la intencionalidad de la conciencia” (1981:90). Por esta intencionalidad se

entiende la propiedad de todo sujeto, que para Husserl la propiedad de todo

individuo es “ser conciencia de algo”, así la actitud fenomenológica es el

descubrimiento del sujeto sobre la intencionalidad de su conciencia. Pero ¿Qué

significa que siempre seamos conciencia de algo? “ser conciencia de algo” no

se refiere a una conciencia moral, ni aun proceso de reflexión ya que cuando

reflexiono, lo que voy a reflexionar ya está percibido, visto, sentido, amado,

odiado; en términos husserlianos ya se ha dado “la conciencia intencional”, ya

somos “conciencia de algo”, por ello “ser conciencia de algo” es el momento

previo de toda reflexión, es cuando el individuo se arroja hacia el objeto sin ser

consciente de ello.

La fenomenología juega un papel muy importante pues como propuesta

metódica realiza un análisis detallado de la conciencia como edificadora del

sentido de la realidad. Además se descubre lo que la intencionalidad nos


conduce directamente, en palabras de Husserl “a las cosas mismas” este es el

proceso que me hace pasar de la constitución del sentido, hasta la afirmación de

la realidad misma. (1981: pag91).

En conclusión lo que busca el método fenomenológico, es la verdad, que no se

da de manera sencilla, si no por el contrario es un proceso largo y complejo. Pero

¿Por qué es esencialismo fenomenológico? ¿Cuál es su carácter esencialista?

Foulquié nos da una repuesta:

La fenomenología husserliana es una descripción de los datos


inmediatos de la conciencia. Mas en tanto la psicología corriente se deja
acaparar por el objeto, la fenomenología reflexiona sobre el objetivo
pensante; su psicología es una psicología reflexiva; describe <<el campo
neutro de lo vivido>> yo trato –dice Husserl- de captarme << como yo
puro con la vida de la conciencia pura que me es propia>>. Son así, las
estructuras mismas de la actividad de la conciencia lo que trata de
determinar; por ejemplo, <<la percepción, la memoria inmediata, el
recuerdo, la espera perceptiva, la designación simbólica, la
ejemplificación analógica>>.

Husserl llama esencias a estas estructuras. Más resulta evidente la


diferencia radical que separa a Husserl de Platón. Las esencias
husserlianas no existen en sí, en un mundo aparte, como tipos ideales
de cosas posibles: son datos de hecho resultantes de la relación de las
cosas con la conciencia.

(1948: 48)
Estas estructuras son concebidas por Husserl como esencias, pero se

diferencian notablemente de las esencias de Platón, ya que Husserl no concibe

las esencias fuera de este mundo, son en cambio datos de hechos resultantes

de la relación de las cosas con la conciencia. El proceso fenomenológico como

se ha dicho, pretende llegar a la verdad, es decir conocer las esencias de las

cosas, pero para poder llegar a esas esencias es necesario, “ir a las cosas

mismas” por medio del proceso de <<reducción eidética>>, que consiste en la

reducción de todos los datos externos del objeto hasta llegar a su verdadera

esencia.

Comprendiendo parte de la teoría esencialista, podemos decir que la

característica fundamental de su parte antagónica es el total interés por las

existencias, por lo individual, por lo concreto. Se podría resaltar y profundizar

otras características del existencialismo como su carácter de oposición frente a

los que colocan a la razón como la solución de toda clase de problemas y la

convierten en un absoluto, ya Kierkegaard nos dice:

El existencialismo es rechazar todo pensamiento puramente abstracto,


un repudiar la filosofía puramente lógica o científica, es en resumen el
negarse a admitir el absolutismo de la razón. (1967: 17).

O como el existencialismo hace de su filosofía una experiencia personal, si


aceptamos la expresión de Sartre “la existencia precede a la esencia” también
aceptamos que no nacemos con ninguna clase de determinismo, empezamos
siendo nada y a través de nuestra libertad nos configuraremos como queremos
ser. La libertad es el único carácter inherente en el ser humano

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