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9 Existencia de Dios Pag 250 256
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e n los pocos meses que llevo de se r alumno del Ro los de su elocuencia; las yerbas de los valle s y el cedro
§ario, más de una rpu�stra de afecto y confianza. de la montaña le bendicen; e l insecto I.e " tributa sus ala
El imprimatur que se ha dignado poner e n estas banzas, con su triste zumbido; el elefante lo saluda al
líneas el Ilustrísimo Señor Arzobispo Primado, me da d!!sp�ntar e l sol; el- buho, en noche te ne brosa, le rinde
a ente nder que nada contienen opue sto a las ense ñan su tributo de adoración con su monótono graznido; e l
zas,de la fe: en lo filosófi,co y e ñ lo tocante a la forma ruise ñor le canta e ntre el follaj e; las fieras de las sel
literaria, mucho habrá que enmendar, por lo cual me vas ,,roclaman
r su existencia con sus terribles brami-
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recomiendo a la benevolencia del lector, que por ilus d os; el áspid ven enoso l e habla con �u �ilbido pene-
trad o, será indulgente _con el primer tanteo de un alum trante; el rayo manifiesta su poder y el océaf!O anuncia
no para aparecer en las páginas de esta ·REVISTA. su inme nsidad! La voz de todos los. siglos, el grito de
todas las generaciones lo proclaman! (1) PEobar su
-existencia prete ndo en estas línt'as.
L_a existencia de Dios es la primera verdad en el Bajo el nombre de Dios concebimos, según Bossuet,
orden ontológico, la base, el fundamento de toda cr een r un ente sumo, fuera del cual nada mejor o más per
cia, kl piedra angular sobre la cual descansa el gran f e cto pu�de concebirse o existir; cuya idea, por consi-:
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d ioso edificio de la· Igle sia Católica, la espe ranza de los guiente, incluye en sí, el ser absoluto. Vallet se expresa
hijos de sgraciad os de Adán, el consuelo_ y la alegría así: « Bajo el nombre de Dios se entie nde o concibe
, del pe cador arrepentido. un e nte necesario, existente ab aeterno y por sí mismo,
(1) Puede imprimirse.
(L. S.) � BERNARDO, · (1) Reminiscencia de Chateaubriand, en el Genio del Cris
Arzobispo de Bogotá. tianismo.
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252 REVISTA DEL COLEGIO DEL ROSARIO
el paraíso; Dios es quien le promete después de su Todos palpamos los cambios q·ue ·se v,erifican eri
caída, en un exceso de bondad, un Redentor; él es
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el ser de las cosas, en el orden ya . de los espíritus,
q6ien se escoge un pueblo para manifestarle de un ya de los cuerpos. Este cambio consiste en que del
, ' modo especial su predilécción y para ejecutar por me
grado de potencia pase a ser acto. Este paso de la
dio de él sus misteriosos designios; Dios es quien da
a ese puehlo Ufl jefe invencible; quien lo libra mila potencia al acto no puede verificarse sin9 mediante la .
grosa merite de :ta servidumbre de los egipcios; quien fuerza. de otro ente ya en acto, pues el acto precede ·
lo conduce por medio del mar Rojo y lo conserva mL absolutamente a la potencia y mediante su influjo y
lagrosamente _!!n eJ desierto;. quien le da la Ley en eficacia se perfecciona ·ésta. Luego-el cambio universal_
- medio de truenos y re án¡pagos; el que le habla sin de las cosas, generalmente mirado, no puede explicarse ·
cesar, ya para bendecirlo por sus buenas acciones, ya sin que s� admita un ENTE siempre en acto, que in
para reconvenirlo por sus pecados; el que le hace mediata o mediatamente· mueva al acto las cosas q ·ue
magníficas promesa�; Dios es quien le da a conocer se cambian, según la condición de cada una. Ese ente�
las más terribles amenazas; Dios quJen le habla por como siempre está de tal manera en acto,, que nunca
medio de los profetas; Dios, en fin, quien le prepara,. puede estar en potencia, no puede por lo tanb ser
y le da 'un REDENTOR! Luego la Sagrada Escritura movido, sino que descansa en la propia posesión de
nos prueba la existencia de Dios. actualidad, puesto que, lo que se mueve . está prime- .
Il-EI consentimiento· unánime de los Santos Pa ramen.te en potencia para aquello a 1-Q cual se mueve.
dres · griegos y latinos en la creencia de la exis1encia Ahora bien: en las causas movibles no se ·puede pro�-
í
de Dios, es una prueba irrefragable. Es ,unánime ese ceder indefinidamente. Luego necesariamente tenemos.
consentimiento no solamente porque así lo hayan ma que llegar a ·un primer. motor q..ue mueva las demás.'
nifestado en sus escritos .y obras, sino también en su cosas sin que él sea movido. Vallet, ·a este ¡¡especto,
manern de vivir y obrar, ,en un todo conforme· c.on la trae la siguiente cita de Santo Tomás: « Si un agente·
creencia en Ja existencia de Dios. Ahora bien: el mueve a otro a· algo, conviene que er mismo sea mo
acuerdo de_ estos_· v;rones ilustres en ciencia y virtud viq,ó por otro y éste - p0r ótro. Esto no· es proceder · '
es prueba irrefragable en favor de la verdad que afir indefinidamente, porque de lo contra·rio no habría pri
man,· y dig:o _que fS testimonio jncontestable porque la mer motor y por consiguiente ningún ·otro motor, por-.
Iglesia Católica, regida por el Sumo Pontíficé' , doctor que los segundos motores no se mueven sino en cuanto -
son movidos por el primer motor, así como el ba�tón.
. '
de obrar, y 'porque varones insignes en todos los ra no se mueve sino en cuanto es movido por la mano.
mos de las ciencias han r·eputado como irrefutable tal Luego necesariamente hay que llegar a uh primer mo- -
I
testimonio. Luego el 'unánime consentimiento de los' toi- que po sea movido por otro; y este todos entienclen
que,es DIOS!» Luego el movimiento de las cosas exige,..
.
S,é,mtos Patjres · sacado . ya' de ';'us escritos, ya ·de su
mapera de vivir,.e� testimonio 'irrefragable en favor de ·y prueba la existenda de Dios. 1
la existencia de Dios. · IV-La existencia de las· criaturas exige la exis- -
IJI-EI 'úiovi'ini�nto que observamos en los cuerpos teticia de Dios. Observamos y estamos ·ciertos. de la.
nos prueba la eii,s'tencia de Dios, o mejor,_supone un existencia real de las criaturas y que éstas son _perfec
prim/r moto� Jprt1óvil, que ,inprima movi11:1ieñfo a la$ tas cada tina en su especie, género ·y clase. Pues bien�,
demás cosas sin que él sea· moviao.. o esas criaturas se djeron el sér a sí mismas 0 · 10,,
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