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Resumen del libro

Las reglas del emperador


por Chinghua Tang

Los secretos atemporales del éxito según el emperador más


importante de la historia de China

INTRODUCCIÓN

La dinastía Tang, una de las más longevas de la historia


de China (618-907), está considerada por los
historiadores la época dorada del gigante asiático. No fue
una casualidad. En gran parte, se debió a las iniciativas
conscientes de uno de sus cofundadores, el emperador
Taizong.

Tang Taizong fue uno de los gobernantes más importantes de la historia, junto con Augusto, Gengis
Kan y Napoleón. En algunos aspectos, incluso, superó sus logros. Bajo el liderazgo de Taizong, China
se convirtió en el país más grande y poderoso del mundo. El reinado de este emperador estuvo
marcado por varios triunfos audaces, innovadores y atrevidos, y dejó el listón muy alto para los
emperadores que le sucedieron. Entre las hazañas que le hicieron legendario, se encuentran las
siguientes:

• Creó un equipo de consejeros antes de acceder al trono a la edad de veintiocho años.

• Fue un administrador inteligente, dirigió todas las iniciativas políticas importantes y tomó las
decisiones ejecutivas de su corte.

• Fue un estratega militar de primer orden, comandó sus ejércitos para derrotar a los
turcomanos —descendientes de Atila, el huno— y reabrió la Ruta de la Seda.

• Mató a mil guerreros enemigos con sus propias manos.

• Era extraordinariamente versátil: arquero, cazador, jinete, poeta, compositor y calígrafo.

• Permitió por primera vez que el cristianismo y el islamismo penetraran en China e,


indirectamente, fue la causa de que el budismo se implantara en el Tíbet.

• Al parecer, escogió a la perfección a su mujer: la emperatriz fue una de las mujeres más sabias
y virtuosas de la historia.

© 2022 Leader Summaries - ISSN: 2444-9253. Resumen autorizado de: Las reglas del
emperador, por Chinghua Tang, © 2019 Empresa Activa.

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Resumen del libro: Las reglas del emperador

• Se propuso construir un imperio fuerte, próspero y duradero, y lo logró de manera


espectacular.

Tang Taizong y su círculo de perspicaces ministros discutieron cómo gobernar de la mejor manera y
conseguir que la dinastía fuera perdurable. La mayoría de estas conversaciones se registraron y se
compilaron más tarde en una antología titulada La guía ejecutiva Zhenguan. Desde entonces, este
libro se ha convertido en un clásico sobre el liderazgo, la administración y el arte de gobernar. Se ha
traducido al coreano, al mongol, al kitán, al yurchen y al tangut. Fue leído con profundo interés por
los gobernantes de China y de otros países asiáticos, soberanos como el conquistador mongol Kublai
Kan, el shogun japonés Tokugawa y el emperador de la dinastía Qing, Qianlong. Hoy en día, los
directivos empresariales y los líderes gubernamentales de toda Asia leen con interés el pensamiento
de Taizong. Y ya ha llegado la hora de que el pensamiento del emperador pueda llegar a otros
rincones del mundo.

En las siguientes páginas, se han seleccionado y organizado las conversaciones del emperador con
sus ministros. Representan las partes más importantes de esta antología. En los secretos del éxito de
la dinastía Tang se encuentran los secretos de todas las grandes empresas que han triunfado a largo
plazo.

Puesto que, casualmente, el nombre de mi familia es el mismo que el de la dinastía de Taizong, me


produce un placer especial presentar estos conocimientos.

SOBRE SER EMPERADOR

Arco y madera

Poco después de acceder al trono, Taizong le comentó a su ministro Xiao Yu:

—Desde que soy niño, me ha encantado el tiro con arco. Y pensaba que lo sabía todo sobre esta
disciplina. Pero, hace unos días, recibí una docena de arcos. Cuando se los enseñé a un artesano
especializado en la confección de estas armas, me dijo que no eran buenos. Le pregunté por qué.
Contestó: “Porque el corazón de la madera no está recto, de manera que las vetas están torcidas.
Aunque los arcos son fuertes, la flecha saldrá torcida”. Entonces me di cuenta de que, a pesar de
haber utilizado arcos durante tantos años, todavía no conozco sus secretos. Por lo tanto, debo de
saber todavía menos sobre cómo gobernar un país.

Al percatarse de esto, Taizong no solo decidió reunirse diariamente con los ministros de su gabinete,
sino también con oficiales de segundo rango para saber más sobre lo que ocurría en el país.

Conducta íntegra

Taizong afirmó:

—El gobernante debe comportarse decentemente. Si mantiene la espalda recta, no se puede doblar
su sombra. Si los que están arriba dan buen ejemplo, los que están abajo los imitarán. En mi opinión,
lo que destruye al gobernante no es algo externo, sino algo interno. Los deseos desenfrenados
dañarán su cuerpo y mente; la autoindulgencia perturbará su trabajo. Entonces, si comete un error
de palabra, perderá por completo el apoyo de su gente.

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Resumen del libro: Las reglas del emperador

—Exacto —respondió el ministro Wei Zheng—. Por esta razón, los sabios reyes del pasado
comenzaron a cultivarse a sí mismos para afianzar sus virtudes y superar sus debilidades. Este
proceso les permitió ser sabios en muchas cuestiones y llevar a cabo su labor con diligencia.

Cabeza y cuerpo

En un memorándum dirigido a Taizong, el ministro Wei Zheng escribió: “El gobernante es la cabeza
y los ministros son los brazos y las piernas. Cuando se rigen por una sola mente y un solo corazón, se
convierten en un cuerpo. Pero el cuerpo no estará completo si falta alguna de las partes. La cabeza
ocupa el lugar más alto, pero necesita los brazos y las piernas para tener un cuerpo completo. El
gobernante puede ser sabio, pero necesita a sus ministros para dirigir el país”.

Modestia justa

Taizong consultó al reconocido estudioso de Confucio Kong Yingda:

—Las Analectas afirman: “Los que tienen talento deben aprender de quienes no lo tienen. Aquellos
que tienen conocimientos deben aprender de los que no los tienen. Si tienes talento, actúa como si no
lo tuvieras. Si tienes conocimientos, actúa como si no los tuvieras”. ¿Qué significa?”

—Significa que deberías ser modesto —contestó Kong Yingda— si quieres lograr grandes hazañas. No
importa el talento que tengas: siempre se puede mejorar. No importa todo lo que conozcas: siempre
puedes conocer más. El gobernante no debe alardear de su inteligencia. Al contrario, debería
ocultarla. Debería escuchar los buenos consejos de los demás y no intentar ocultar sus propios
errores. Si no, se resentirá la comunicación con sus subordinados y se distanciará de ellos. Y esto no
le procurará ningún bien.

—Sin duda —convino Taizong—. En el Libro de las mutaciones se afirma: “Bendito quien siempre es
humilde”.

“Hay muchos buenos comienzos, pero pocos buenos finales”.

SOBRE LOS RECURSOS HUMANOS

“En primer lugar, un hombre debe tener un objetivo noble; en segundo lugar, un deseo de
conocimiento; en tercer lugar, un espíritu perseverante. No aceptará un mal resultado si tiene un
objetivo noble; no se contentará con un poco de conocimiento si comprende que no hay límites para
este; y estará destinado a triunfar en cualquier ámbito si persevera. No puede prescindir de ninguna
de estas cualidades” (Zeng Guofan).

Un carpintero hábil

Taizong resumió al príncipe heredero su experiencia en la gestión de los recursos humanos de la


siguiente manera: “Un emperador inteligente emplea a las personas igual que un hábil carpintero
selecciona la madera. Si la madera es recta, la utiliza para hacer el eje de un carro; si está torcida,
para una rueda; si es larga, hace una viga para el techo; si es corta, la convierte en un travesaño.

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Recta o torcida, larga o corta, cada pieza de madera tiene su utilidad. Un emperador inteligente
emplea a las personas de la misma manera. Utiliza el cerebro del hombre sabio, la fuerza del hombre
estúpido, el coraje del valiente y la prudencia del cobarde. Sabio o estúpido, valiente o cobarde, cada
persona tiene una utilidad según sus capacidades. De la misma forma que un carpintero hábil no
desecha ningún material, el gobernante no debe malgastar ningún recurso humano. No desprecia las
buenas cualidades de un hombre porque adolezca de algunos defectos, ni olvida los méritos de otro,
aunque cometa algunas faltas. No encargues trabajos menores a hombres con grandes habilidades,
ni delegues tareas importantes a hombres con capacidades limitadas. Si la persona adecuada está en
el cargo que le corresponde, gobernarás con placidez; pero si colocas a una persona en un cargo que
no se adecua a ella, no dejarás de tener problemas. Un gobernante sabio sabe juzgar a las personas y
aprovechar sus habilidades”.

En busca de personas con talento

“Pero las personas con talento no son fáciles de encontrar. Tal vez estén esperando su oportunidad;
puede que provengan de orígenes humildes o que tengan una posición baja; quizá sean pobres o
desempeñen trabajos de poca importancia. Debes esforzarte por encontrarlos porque estas personas
harán que tu vida sea más fácil”.

Verdadera imparcialidad

Taizong animó a los funcionarios a que recomendaran a personas con talento, pero algunos de ellos
temieron que los acusaran de favoritismo.

Les dijo a sus ministros: “A menudo he oído decir: ‘Este hombre es un pariente del ministro Fulano.
Aquel hombre es amigo del general Zutano’. Quiero que sepáis que, mientras seáis honestos al
recomendar a personas, no tenéis nada que temer. Los antiguos no dudaban en recomendar a un
hombre porque fuera un pariente o un amigo. Y tampoco dudaban en recomendar a un oponente.
Esta es la verdadera imparcialidad”.

Cuando Taizong nombró a su cuñado Zhangsum Wuji para que ocupara una posición importante, se
le acusó de nepotismo. Taizong respondió: “Si quisiera mostrar mi estima por mi cuñado, le podría
haber dado un montón de dinero. Pero le he dado un trabajo porque quiero sacar partido de su
talento”.

Resultados de los exámenes

Taizong le hizo esta observación a su vice primer ministro Du Ruhui, encargado del personal de
Gobierno:

—Seleccionamos a los funcionarios civiles basándonos únicamente en los resultados de los


exámenes. Pero no sabemos prácticamente nada de su carácter moral. Si seleccionamos a un villano,
pueden pasar años antes de que lo descubramos. Pero, a esas alturas, a pesar de que lo castiguemos,
tal vez sea tarde. Ya habrá provocado muchos perjuicios. ¿Qué podemos hacer al respecto?

—En la dinastía Han, eran los funcionarios locales quienes recomendaban a los candidatos
—respondió Du Ruhui—. Sus conocimientos y su carácter moral ya habían sido evaluados antes de
ser nombrados. Por esta razón, la corte Han fue capaz de reclutar a un número considerable de

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Resumen del libro: Las reglas del emperador

hombres capaces y virtuosos. Ahora hacemos exámenes para seleccionar a los funcionarios civiles.
Todos los años llegan a la capital miles de candidatos. Algunos fingen ser honestos. Otros hablan
elegantemente para ocultar su incompetencia. Es imposible saberlo con seguridad. El sistema deja
mucho que desear.

Seis tipos de buenos funcionarios

El ministro Wei Zheng clasificó a los buenos funcionarios en seis categorías:

1) Aquellos que son lo bastante clarividentes para percibir las señales de los próximos
acontecimientos y emprenden acciones preventivas para proteger al emperador antes de que surja
ningún problema.

2) Aquellos que dan buenos consejos al emperador, llevan a cabo sus directrices y corrigen sus
errores sin demora.

3) Aquellos que se esfuerzan, inspiran al emperador con los ejemplos de los reyes sabios de la
historia y le recomiendan hombres que merecen la pena.

4) Aquellos que son perspicaces, capaces de remediar los errores del gobernante y de convertir los
inconvenientes en ventajas.

5) Aquellos que apoyan las leyes, no aceptan sobornos ni buscan ganar mucho dinero, y llevan una
vida sencilla y frugal.

6) Aquellos que no alaban al gobernante y tienen el valor de señalarle sus errores.

Seis tipos de malos funcionarios

También clasificó a los funcionarios perniciosos en seis tipos:

1) Aquellos que no se esfuerzan, que solo piensan en el poder y las riquezas, y que no tienen
principios.

2) Aquellos que siempre dicen sí al gobernante, que intentan complacerlo por cualquier medio y
asienten incluso cuando se equivoca.

3) Aquellos que son hipócritas, que tienen celos de los inteligentes y que utilizan tretas para
manipular al gobernante para que sea injusto con sus ayudantes.

4) Aquellos que son lo suficientemente listos para ocultar sus errores, lo bastante elocuentes para
ganarse el favor de los demás y crear a propósito confusión en la corte.

5) Aquellos que abusan de su posición para satisfacer intereses egoístas y que intentan llenarse los
bolsillos en nombre del emperador.

6) Aquellos que emplean palabras zafias para engañar al gobernante, que confunden el bien y el mal
para desorientarlo y que provocan su mala fama.

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SOBRE LA GESTIÓN

La calidad en comparación con la cantidad

Taizong le dijo a su primer ministro Fang Xuanling: “La clave del buen gobierno reside en la
eficiencia. La calidad de los funcionarios públicos es más importante que la cantidad. Si no podemos
encontrar a personas cualificadas, dejemos las plazas vacantes. Nos las podremos arreglar con menos
funcionarios, pero que tengan más talento. Después de todo, ¿qué ventaja puede suponer contratar a
un montón de personas mediocres? De hecho, cuantos más hombres mediocres tengamos, más
probabilidades habrá de que todo se vaya al traste”.

Cuidar a un paciente

Taizong les dijo a sus ministros:

—Gobernar un país es bastante parecido a cuidar de un paciente. Cuando empieza a recuperarse,


necesita unas atenciones especiales. Cualquier negligencia puede poner su vida en peligro. Acabamos
de dar paz y estabilidad a nuestra tierra, pero, si dejamos de esforzarnos, todavía podemos fracasar.
Al vivir en el palacio, yo no puedo saberlo todo. Delego en vosotros mis ojos y mis oídos, mis manos y
mis pies. Pertenecemos a un mismo cuerpo y debemos ayudarnos los unos a los otros. Así que no
dudéis en alzar la voz si veis algún error. Si no confiamos los unos en los otros y no hablamos con
sinceridad, será una desgracia para el país.

—Me alegra mucho que el país esté en paz —contestó Wei Zheng—, pero incluso me alegra más oír lo
que acaba de decir su majestad.

Sentido de la proporción

Al principio, el primer ministro Fang Xuanling y el vice primer ministro Du Ruhui se hicieron cargo
de todo. A Taizong le disgustó.

“Vuestra función como primeros ministros —les dijo— es compartir mis obligaciones, ayudarme a
dirigir el Gobierno y ser mis ojos y mis oídos. Pero me han dicho que dedicáis muchas horas a revisar
cientos de casos legales de poca importancia. Si esto es así, no os quedará tiempo para examinar los
documentos oficiales, y menos para buscar hombres valiosos para que me sirvan”.

A partir de entonces, ordenó que los casos secundarios fueran gestionados por funcionarios de
segundo rango, y que los primeros ministros solo se ocuparan de los casos importantes.

Impacto directo en la gente

El ministro Ma Zhou escribió a Taizong un memorándum en el que afirmaba lo siguiente: “El modo
de trabajar de los funcionarios de las provincias y los condados tiene un impacto directo en la vida de
la gente. Tal vez no podamos tener los mejores candidatos en cada condado, pero si seleccionamos a
hombres cualificados para ser gobernadores provinciales y prefectos, iremos por el buen camino. En
los tiempos antiguos, los candidatos para los cargos ministeriales habían trabajado antes como
funcionarios locales. Hoy en día, damos demasiado énfasis a los nombramientos del Gobierno

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central, pero prestamos muy poca atención a seleccionar a los cargos locales. La calidad de los
funcionarios en regiones remotas es incluso peor. Esta podría ser la razón de por qué la vida sigue
siendo difícil para la gente”.

Entonces, Taizong anunció: “A partir de ahora, seleccionaré personalmente a los gobernadores


provinciales y a los prefectos. Y cada ministro que supere el quinto grado será responsable de
recomendar un candidato para ser magistrado del condado”.

Dijo a sus ministros: “A menudo me paso la noche en vela pensando en los asuntos de Estado. Lo que
más me preocupa es si los gobernadores provinciales y los magistrados de los condados están a la
altura de sus cargos. Al vivir en palacio, solo puedo ver y escuchar a unos cuantos. Confío en estos
funcionarios. El destino del país depende de lo bien que desempeñen su trabajo”.

Incumplimiento del deber

Jia Chong, gobernador de Daizhou, fue acusado de incumplimiento del deber por un censor imperial
debido a que uno de sus subordinados había cometido una ofensa grave.

Taizong rechazó la acusación y añadió: “Un padre no es responsable de las acciones de su hijo, así
como no se puede responsabilizar a alguien por las acciones de su hermano. Si destituimos a un
gobernador porque alguien a su cargo ha cometido un crimen, provocaremos que los funcionarios
encubran los delitos. Entonces, los verdaderos criminales quedarán sin castigo. Hay criminales en
todas partes. No es razonable responsabilizar de ello al gobernador. Lo que debemos hacer es ver si
emprende una buena investigación del crimen y procesa al culpable”.

Plagas

Taizong sabía cómo ganarse el reconocimiento público con gestos espectaculares, igual que un
político moderno delante de una cámara. Durante la expedición coreana, hirieron a uno de sus
generales con una flecha. En el campo de batalla, Taizong succionó el pus de la herida delante de
muchos soldados, a los que les impresionó profundamente esta acción.

Un año, una plaga de langostas asoló Chang’an. Taizong fue al parque imperial para ver con sus
propios ojos el alcance de los daños.

“La gente necesita el grano para vivir, pero ¡vosotras os lo coméis! —se lamentó mientras cogía un
puñado de insectos—. ¡Será mejor que os comáis mi corazón y mis pulmones!”.

Cuando se llevó la mano a la boca, sus ayudantes intentaron impedírselo por miedo a que cayera
enfermo. Pero Taizong insistió en comérselos: “Me los como por mi gente, aunque me ponga
enfermo”. Y luego se los tragó. La leyenda dice que las langostas desaparecieron al día siguiente.

Armas

El primer ministro Fang Xualing le comentó a Taizong:

—He revisado hace poco nuestro arsenal y he visto que tenemos más armas que las que tenía la
dinastía Sui.

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—Sin duda es importante tener suficientes armas —continuó Taizong—. Pero espero que estemos
haciendo un buen trabajo para permitir que la gente común pueda vivir decentemente. Es la mejor
arma para mantenernos en el poder. ¿No poseía el emperador Yang muchas armas? Pero no era
benevolente ni honrado. Al final, el pueblo le dio la espalda.

Crear un vínculo emocional

Taizong le manifestó a su ministro de Defensa:

—Me dijeron que redactara leyes duras e instituyera castigos severos para que los soldados, cuando
tuvieran que luchar, me temieran más a mí que al enemigo. Pero no estoy seguro. El emperador
Guangwu, de la dinastía Han, se enfrentó a un ejército abrumador. No aplicó una disciplina rigurosa
en su ejército, pero, al final, ganó la guerra. ¿Cómo puede ser?

Li Jing respondió:

—El resultado de la guerra depende de muchos factores. No se puede atribuir a una sola cosa. El
emperador Guangwu tenía el apoyo del pueblo. Su oponente no comprendía el arte de la guerra:
confió únicamente en el número de sus tropas y, por lo tanto, fue vencido. Sun Tzu dijo: “Perderás el
favor de tus soldados si los castigas antes de que hayan tenido la oportunidad de conocerte y
fomentar su lealtad. Pero, si no refuerzas la disciplina en aquellos que violen las normas y las
regulaciones, no tendrás buenos soldados”. En otras palabras, un buen general debe establecer
primero un vínculo emocional con sus soldados, y luego, si es necesario, castigarlos. Si los castigas
sin demostrarles que te preocupas por ellos, no tendrás éxito.

Taizong dijo:

—Pero en El libro de la historia se afirma: “Si la ley precede al vínculo emocional, tendrá éxito. Si el
vínculo emocional precede a la ley, fracasará”. ¿Cómo interpretas esta contradicción?

Li Jing respondió:

—Siempre se debe crear primero un vínculo emocional, no al revés. Si dejamos que la ley venga
primero, será difícil que nos ganemos el corazón de los soldados. Las palabras de Sun Tzu son la
verdad absoluta.

Contrólate

Taizong preguntó a Li Jing:

—Tenemos tres generales sobresalientes: Li Ji, Li Daozong y Xue Wanche. Li Daozong es pariente
mío. ¿A cuál de los dos deberíamos asignar un cargo de mayor responsabilidad?

Li Jing contestó:

—Su majestad una vez me contó que Li Ji nunca había logrado una gran victoria ni había sufrido una
gran derrota en su carrera, mientras que Xue Wanche había sido capaz tanto de vencer
holgadamente como de perder de manera estrepitosa. En mi opinión, el hecho de que un ejército no
busque una gran victoria ni sufra una derrota estrepitosa significa que es muy disciplinado. Un
ejército capaz de grandes victorias o grandes derrotas me parece que se fundamenta demasiado en el

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azar. Por esta razón, Sun Tzu dijo: “Un buen general debe, en primer lugar, atrincherarse en una
posición inexpugnable y, después, esperar el momento oportuno para derrotar al enemigo”. Y tiene
que ejercitar la disciplina y la contención.

Cómo sacar el mejor partido de los socios

Taizong le dio al príncipe heredero el siguiente consejo sobre el papel de los socios y cómo sacar el
mejor partido de ellos: “Nuestro país es demasiado grande para que lo gobierne un solo hombre.
Como emperador, necesito la ayuda de los demás. Por esta razón, recompenso a los señores feudales
para que me ayuden a mantener la estabilidad del imperio. Pero no debes permitir que se vuelvan
demasiado poderosos, o existe el peligro de que pierdas el control. Si la rama es demasiado larga,
partirá el árbol; si la cola es muy grande, será el perro quien se menee. Por lo tanto, es mejor tener
un gran número de socios, pero con un poder limitado. De esta manera, se equilibrarán y controlarán
entre ellos y podrás mantener el control. Todos te serán leales”.

SOBRE LA REPROBACIÓN

El deber del censor imperial del Gobierno de Taizong era supervisar a los funcionarios; su arma era
la destitución. Tenía la autoridad de investigar las denuncias y de destituir a cualquier funcionario
que violara la ley, que pervirtiera la justicia, que no implementara las políticas gubernamentales, que
sobrepasara los presupuestos, etc. Pero el censor imperial también podía sufrir represalias si ofendía
a un funcionario importante.

El deber del reprobador, en cambio, era supervisar al monarca; su arma era la reprobación pública.
Su papel consistía en reprobar al monarca cuando incurría en una conducta impropia o en políticas
equivocadas. Esta posición solían ocuparla mentores del monarca u hombres de reconocido
prestigio. Aunque el cargo era muy respetado, conllevaba un riesgo inherente. El reprobador podía
llegar a ser irritante, hasta el punto de que el gobernante se le volvía en contra. Un tirano intolerante
tenía el poder de degradarlo, destituirlo, castigarlo corporalmente o incluso condenarlo a muerte.

Autorreflexionar

Taizong dijo: “A menudo me siento en silencio y reflexiono sobre mí mismo. Me preocupa actuar en
desacuerdo con la voluntad del Cielo y provocar el descontento del pueblo. Espero que hombres
sinceros me aconsejen y me aleccionen para que no pierda el contacto con la realidad y pueda
atender cualquier queja de forma oportuna”.

Le explicó al príncipe heredero lo importante que era escuchar al reprobador: “El gobernante dirige
el país desde su despacho, alejado del mundo. No puede ver todo lo que debería ver ni escuchar todas
las voces que debería escuchar. A consecuencia de esto, si comete un error es posible que no se dé
cuenta; si se equivoca, no podrá corregirse a tiempo. Por esta razón, debe escuchar las quejas, los
diferentes puntos de vista y los consejos de los demás. Si el consejo es bueno, aunque provenga de un
esclavo, debe seguirlo. Si el consejo es malo, aunque provenga de un noble, debe ignorarlo. No te
demores en los detalles o en el estilo de quien te da buenos consejos”.

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Resumen del libro: Las reglas del emperador

Ser amable

Taizong le preguntó a Wei Zheng:

—Me he dado cuenta de que, cuando los funcionarios me escriben, me presentan sus ideas muy bien.
Pero, cuando me hablan, a menudo vacilan y tartamudean. Ni siquiera pueden hablar concoherencia.
¿Por qué?

—Sé que se pasan días preparándose para hablar —explicó Wei Zheng—. Pero, en presencia de su
majestad, se ponen nerviosos. A consecuencia de esto, solo logran decir un tercio de lo que tenían
pensado. Por favor, sea amable y empático con ellos, o los intimidará.

—Ya veo —dijo Taizong—. Si ya se ponen nerviosos cuando deben hablarme de asuntos rutinarios,
me puedo imaginar que deben armarse de valor para venir y exponerme una crítica. Si muestro mi
descontento, los asustaré y nadie vendrá a hablarme con franqueza. Te prometo que en el futuro no
me enfadaré, aunque no me guste lo que oiga.

Aduladores

Taizong hizo el siguiente comentario respecto a los aduladores: “Los aduladores y lisonjeros son una
plaga. Para conseguir poder y provecho, intentan ganarse el favor del gobernante con palabras
bonitas y maneras halagadoras. Si el gobernante está rodeado de este tipo de personas, será sordo y
ciego. No podrá ver sus propios defectos y los funcionarios leales no se atreverán a expresar su
opinión. Es peligroso. Los consejos honestos a menudo pueden rechinar en nuestros oídos, pero nos
benefician. La adulación es agradable, pero nos puede dañar. El gobernante inteligente hace caso de
los consejos honestos. Aunque sean amargos, pueden curar la enfermedad. El gobernante ignorante
está encantado con los halagos. Pero, aunque sean palabras dulces, le pueden destruir”.

No utilizar tretas con los subordinados

Un hombre del pueblo le pidió a Taizong que desterrara a los aduladores de su corte.

—Aquellos que he nombrado —dijo Taizong— son, en mi juicio, honestos y competentes. ¿Conoces a
alguno que no lo sea?

—No —contestó el hombre—. Pero tengo una idea para saber quiénes son. Si su majestad simula
estar enfadado, lo sabremos. Aquellos que den un paso al frente para protestar son hombres
íntegros, y los que le sigan la corriente son aduladores.

Taizong rechazó la idea:

—Que el río lleve agua clara o no depende del nacimiento, de la fuente —le explicó—. Yo soy como la
fuente de un río y mis subordinados son la corriente. Si empleo medios deshonestos para ponerlos a
prueba, ¿cómo voy a esperar que sean honestos? Sería tan irrazonable como esperar que la corriente
de un río fuera limpia cuando la fuente está enfangada. No tengo en consideración a un gobernante
que utiliza tretas con sus subordinados. Aunque tu intención es buena, el método dañaría mi
credibilidad.

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Resumen del libro: Las reglas del emperador

SOBRE LA FRUGALIDAD

Bajo el reinado del padre de Taizong, los cargos burocráticos se dispararon porque recompensaba a
aliados y parientes creando puestos innecesarios. Taizong se esforzó para reducir el funcionariado y
recortó los puestos en el Gobierno central de 2000 a 640. Restringió la burocracia provincial al
aunar prefecturas y condados. También bajó los impuestos, redujo los trabajos obligatorios y el
servicio militar, disminuyó el gasto de la familia imperial y la construcción de obras públicas, y evitó
involucrarse en aventuras militares.

Estas acciones se fundamentaban en la creencia de que, si el pueblo tenía una vida estable y recibía
unos ingresos adecuados, el régimen también sería estable.

Ahorra

Taizong habló con el príncipe heredero sobre la importancia de ahorrar: “Si un país no tiene nueve
años de reservas de grano, será incapaz de sobreponerse a los desastres naturales. Si una familia no
ha almacenado la cantidad de tela que necesita para un año, no podrá protegerse de los cambios del
tiempo. Por esta razón, debemos evitar gastar alegremente y despilfarrar. Es importante que
promocionemos la agricultura y que animemos al pueblo a trabajar con ahínco. Los reyes sabios del
pasado vivían con frugalidad a pesar de su estatus y de las riquezas que tenían a su disposición, no
porque les disgustaran las comodidades del lujo, sino porque querían estimular el ahorro con el
ejemplo.

La comida es la prioridad

—La comida es la principal preocupación de la gente —dijo Taizong—. La agricultura es la prioridad


de nuestra economía y hay momentos especialmente importantes. El gobernante debe evitar que los
agricultores pierdan la temporada de la siembra y la cosecha por cuestiones como hacer la guerra o
construir palacios.

Intervino el ministro Wang Gui:

—Es la lección que aprendimos de la caída de la dinastía Sui. Su majestad fue testigo de primera
mano y sabe qué cambios deberíamos implementar. Es fácil empezar bien; lo difícil es ser constante.

—Es mi responsabilidad —contestó Taizong—. Evitaré hacer cualquier cosa que pueda perturbar la
vida del pueblo.

Vivir frugalmente

Taizong dijo: “El gobernante debe ser frugal para no imponer al pueblo cargas innecesarias. Debe
mantener en mínimos las actividades del Gobierno para no perturbar la vida de la gente. Si el
gobernante anhela placeres y lujos, despilfarrará los recursos. Estará condenado a alejarse del pueblo
y a fomentar el resentimiento. Lo más probable es que su régimen se derrumbe incluso antes de que
pueda empezar a gobernar”.

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Resumen del libro: Las reglas del emperador

fin del resumen ejecutivo

Chinghua Tang creció en China durante la violenta Revolución Cultural. En 1980 ganó un concurso
organizado por la BBC y pudo ir a estudiar a la London School of Economics, y luego se convirtió en
el primer ciudadano chino en realizar un MBA de Harvard.

Ficha técnica
Editorial del resumen Empresa Activa Biblioteca de libros
Fecha de publicación: 01/03/2019 empresariales resumidos
ISBN: 9788416990252
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