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i DINA GLOUBERMAN

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El poder de la
Imaginación
Cambio y crecimiento mediante
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el trabajo con imágenes

EDICIONES URANO
Argentina - Chile - Colombia - España
México - Venezuela
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Life choices a n d life changes through im agew ok
Título original:
Editor original: Unwin Paperbacks, Londres, 1989 cr
Traducción: M arias M ulet A la m em o ria d e m i m a d re, d e mi p a d re y d e m i h erm a n o, . (
Sara, Isaac y E m m et G louberm an, •(
cu yos espíritus a m a n tes, individualistas (
Reservados todos los derechos. Q ueda rigurosamente y bu sca dores d e la v e r d a d v i v e n en m i vid a /¡
prohibida, sin la autorización escrita de los titulares
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grafia y el tratam iento inform ático, así como la dis­ í )
tribución de ejem plares m ediante alquiler o présta­ O i
mo públicos.
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© 1989 by Dina Glouberman o1


© 1999 by EDICIONES URANO, S.A.
Aribau, 142, pral. - 08036 Barcelona
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info@edicionesurano.com
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ISBN: 84-7953-286-6 ( ^ !!
Depósito legal: B. 225-99
■ .o !
Fotocomposición: Autoedició FD, S.L. - Muntaner 217 - 08036 Barcelona A • 0 ■i
Impreso por Romanyá Vails, S.A. - Verdaguer, 1 - 08786 Capellades (Barcelona)
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Impreso en España - P rinted in Spain 0 1


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Indice
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o Prefacio ........... .................................. ............. ...... 13
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Agradecimientos .............................................................. 17

0 1. El perro, la zanahoria y el samovar ..................... 21


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1 Ví s
P r im e r a pa r t e
ó La t e o r ía d e l t r a b a jo c o n im ág e n e s
M!
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' ( Ì 2. Imágenes: Llegar adonde no llegan laspalabras .. 41
3. Opciones, cambios y desafíos de vida: Escoger
(
1 ii • las imágenes con que vivimos ................................. 62

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La p r á c t i c a d e l t r a b a j o c o n im á g e n e s :
C u r so b á sic o

4 . Cómo realizar los ejercicios: La práctica del tra­


bajo con imágenes ................................................... 81
5. Relajación y sueño: Necesito unas vacaciones de
mí mismo ................................................................... 92
6. La im agen como m etáfora de la vida: ¿Q uién soy A pén dices
y o ? ........... ......................................................................................................... 10 7
7. M ejorar las relaciones: Exploración de lo que h ay Apéndice 1. El perro, la zanahoria, el sam ovar y la
en m edio ............. .......... ............... ....... ............................................ 131 barca de pesca ....................... .... 327
8. R esentim iento, rechazo y aflicción: D espedidas 150 A péndice 2. La historia delcaracol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
9. U sar el pasado de form a creativa: El niño interio r 168 A p én d ice3. Principios de la com unicación ............... . 336
10. Percibir opciones y tom ar decisiones: ¿H acia
dónde vo y? .......................... ................................................. 183 R eferen cias bibliográficas ............................................... . 345
11. R ealizar cam bios de vida, hacer m ejor las cosas:
¿C óm o lo consigo? ...................................................................................... 200

T ercera par t e
P r á c t ic a a m p l ia d a d el t r a b a jo co n im ág e n e s

12. Salud y enferm edad: Los ángeles de la enferm e­


dad nos traen m ensajes ........ ......................................... 221
13. Los sueños en los cam bios decisivos: Anoche
tuve el más extraño de los sueños ............................ 237
14. M i presentación ante los dem ás: Si el m undo es
un escenario, ¿por qué no me ha tocado un papel
m ejor? ................................................... ............................... 250
15. E ntender el tiem po y el dinero: Escasez y abun­
dancia .......................................................... .......................... 267
16. M ás allá del yo personal: Seres sabios y otras d i­
m ensiones ............................................................................ 281

C uarta par te
En contrar el p r o p io c a m in o

17. Resum en para el trabajo in d iv id u al: R esolver p ro ­


blem as, m ejorar técnicas ....................... ............. 307
N ota final ............................................................................ 323

11
Prefacio

Vivimos en una cultura en la que se nos valora más por lo


que logramos ante la mirada de los otros que por encontrar
nuestra propia mirada interioiy Yo, como la mayoría de per­
sonas que conozco, pasé buena parte de mi vida corriendo
como un ratón sobre la rueda giratoria de una jaula, inten­
tando estar a la altura de las expectativas internas y externas
que dominaban mi vida. De vez en cuando daba una patada
a la rueda o sacudía los barrotes de la jaula, pero esto no
hacía más que retrasarme: al final acababa por volver a la
rueda y correr aún más rápido para recuperar el tiempo per­
dido. Tanto si realizaba algo que realmente deseaba hacer
como algo que no quería hacer, el resultado interior era el
mismo: incluso mis deseos más creativos se transformaban
en expectativas que acababan por oprimirme.
En términos objetivos, intentaba hacer muchas cosas a la
vez. Durante los diez últimos años he co-fundado y dirigido
con mi marido dos casas de reposo y salud y un instituto de
formación en una isla griega, he desempeñado mi trabajo
como profesora universitaria, he desarrollado una práctica
de psicoterapia, ofrecido cursos de trabajo con imágenes y
compartido el cuidado de dos hijos. Intentar satisfacer las
exigencias inherentes a tanta responsabilidad me ha resul­
tado, durante estos años, dolorosamente difícil, sobre todo

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debido a que mis necesidades creativas no van acompaña­ es, en sí mismo, una anomalía de las sociedades tecnológi­
das de una capacidad organizativa equivalente. Por mucho cas. /Im aginar es tan natural como pensar con palabras,''
que corriera no podía mantenerme al día, y cuanto más Ello constituye una parte central de todas las culturas an­
interesante les parecía mi vida a los demás peor me pa­ tiguas conocidas, es el prim er lenguaje del niño, y ha sido
recía a mí. usado con éxito por al menos un pequeño número de per­
/E l trabajo con imágenes es e! método que desarrollé y sonas creativas y eficaces en todos los campos profesionales
utilicé para poder sobrevivir y crecer/ Cuando me di cuenta y empresariales que se me ocurren.
de la fuerza que podían tener las imágenes, usé todas las téc­ Personalmente, no podría retornar al mundo en que vivía
nicas con imágenes y visualización que pude encontrar o in­ antes de aprender a usar mis imágenes interiores; del mismo
ventar y las usé a diario. Eran mi vía de comunicación con modo que me sería imposible regresar a un mundo sin pa­
mi mundo interior y mi herramienta más importante; no labras. /Las imágenes y las palabras en combinación son la
sólo para conseguir una calma interior, integrar todos mis forma en que guío ahora mi vida y la hago funcionar.: Y
aspectos, curar las heridas del pasado, m ejorar mis relacio­ como por naturaleza pienso más en palabras que en imá­
nes, ponerme sana y mantener esta salud y contactar con mi genes, y tengo una clara incapacidad de crear imágenes a
yo espiritual, sino también para idear proyectos, trabajar todo color en mi mente, creo que si yo logro usarlas efec­
con más eficacia y constancia, tomar decisiones acertadas, tivamente, cualquiera puede hacerlo. A lo largo de los años
dar una m ejor imagen de mí misma y , en general, obtener he enseñado a numerosas personas a usarlas.
el acceso a m ayor número de recursos de los que sabía que /H e escogido acuñar un nuevo término, «trabajo con im á­
tenía. genes», para referirme al proceso de autoayuda que he de­
A l principio, buscaba una forma de ser más feliz en la sarrollado./El término de uso corriente, «visualización»,
jaula. Y funcionó: la gente que no me había visto en mucho sugiere la idea de crear imágenes visuales, lo cual resulta di­
tiempo me decía que. parecía más joven y dinámica que diez fícil a mucha gente, incluida yo misma. Las imágenes se pue­
años antes. Pero a medida que me volvía más eficaz y me den percibir, sentir, oír, oler e incluso saborear, además de
sentía más segura de conseguir todas las expectativas que ver/ Más aún, el término «visualización» ha desarrollado
me había forjado en mi vida, también empecé a descubrir mi todo un conjunto de asociaciones propias que no son todas
propia visión del mundo, mi propia percepción del sentido pertinentes a mi enfoque. El término «trabajo con imágenes»
de la vida y mis propias prioridades. En resumen, estaba describe exactamente lo que hago: trabajar con imágenes.
desarrollando mi visión personal. Podía ver la jaula como lo Escribir este libro ha sido un auténtico acto de amor y,
que era, abrir la puerta y salir a recorrer mi propio camino. para mi sorpresa, ha sido una tarea con la que he disfrutado
Los hechos externos de mi vida no han cambiado mucho, mucho. Espero que a través de él pueda ofrecer y compartir
pero ahora escojo yo el camino y espero con alegría las sor­ los conocimientos laboriosamente congregados en estos
presas que pueda depararme el futuro. años de experimentación y que pueda alentar a más personas
U sar las imágenes como yo las uso y enseñar a otros a a encontrar su camino particular en la vida y a recorrerlo
usarlas puede parecer a mucha gente algo raro, extraño, dis­ con placer. Q uizás esté también devolviendo parte de mi
paratado o simplemente poco práctico. Para mí, el abandono propia deuda de gratitud para con el lenguaje de las imágenes
de las imágenes —y el hecho de que no se incluya una for­ al recordar a otros esta herencia perdida y animarlos a re­
mación en el uso de imágenes en los sistemas educativos— cuperarla.

14 15
Agradecimientos

Es un placer tener la oportunidad de decir «Gracias» por


todo el apoyo, cariño y ayuda que he recibido al redactar
este libro. Lo único que lamento es no poder escribir todos
los nombres simultáneamente, como me gustaría, pero pa­
rece que aún no se ha inventado la tecnología adecuada. Pero
gracias a todos, a todos a la vez.
Lois Graessle me asistió durante todo el proceso de es­
cribir el libro, de principio a fin, leyó borrador tras borra­
dor, me animó y ofreció sugerencias prácticas en todas sus
etapas. Bryan Andrews, Yannis Andricopoulos, John
Clarke y Evelyn Hunter también se tomaron la molestia de
leer los primeros borradores y ofrecieron ayuda, consejos y
apoyo inestimables en la edición. Sin estos buenos amigos y
colegas, éste habría sido un libro muy diferente y escribirlo
hubiera sido una experiencia muy solitaria. Me faltan pala­
bras para expresar adecuadamente mi gratitud.
Un enorme agradecimiento también para Charles
Handy, Gaie Houston, John Grinder, John Rowan, Paul
Rebillot y Rupert Sheldrake por las alentadoras palabras que
aparecen en la contraportada del libro, además de por todos
sus valiosos comentarios y sugerencias.
Vaya también mi especial gratitud a Marión Russell, de
Unwin Hyman, que no sólo me encargó e hizo posible el
libro, sino que también me hizo creer en él, con su total Mi marido y mis hijos, Yannis, Ari y Chloe Andrico-
apoyo a lo largo de toda la redacción, y su convicción de poulos, necesitan un reconocimiento especial por su volun­
que la culminación de todo este esfuerzo sería un auténtico tad de estar a mi lado, alentarme y soportar todos los efectos
libro. Gracias también a todos los miembros del equipo de de tener una esposa y madre totalmente absorta en escribir.
IJnw in H ym an. Y por quererme mientras duró. Y, en el caso de A ri y Chloe,
George Target, que fue el primero que me alentó a es­ por dejarme acaparar el ordenador Apple Macintosh.
cribir el libro con su entusiasmo y la seriedad con que se Y aunque no es lo habitual, deseo dar las gracias a todas
tomó la idea, y que me dio el empujón esencial al principio, mis imágenes y a mis guías interiores, algunos de los cuales
también se merece un gracias de todo corazón. aparecen en el libro, y muchos de los cuales no aparecen.
Realmente puedo decir que sin ellos este libro no se podría
Las historias y percepciones de muchas personas apare­
cen en el libro, normalmente con los nombres cambiados, haber escrito.
suprim idas las características que los identifican. Pero vo­
sotros sabréis quiénes sois, y os doy las gracias a todos.
También recuerdo con afectuosa gratitud, además de con
imágenes m uy vivas, a todas las personas que han trabajado
conmigo, que han confiado en mí, crecido conmigo, y ayu ­
dado a que el trabajo con imágenes creciera y se desarrollara
a lo largo de años; ello incluye a clientes, miembros de mis
primeros grupos de crecimiento Círculo A bierto, partici­
pantes del Skyros Centre y Atsitsa, miembros del curso Vi-
sualización y Elecciones de Vida, terapeutas del Instituto de
Psicoterapia y Estudios Sociales, participantes de los talleres
y cursos que he ofrecido en universidades, empresas y cen­
tros, autoridades locales de este país y del extranjero, y ge­
neraciones de estudiantes de BA Social Sciencies and
C ertifícate of Q ualification del Kingston Polytechnic. Pa­
samos juntos algunos ratos extraordinarios.
M i padre, Isaac Glouberman, que murió en noviembre
de 1988, fue un seguidor y participante infatigable, afectuo­
so y orgulloso, de todas las locas aventuras en que me he
m etido; dedicó muchas horas a hablar conmigo sobre el li­
bro y me ofreció tanta ayuda como pudo. La última carta
que me mandó antes de m orir incluía un cheque para ayu­
darme a «com prar» tiempo a mi facultad para poderme con­
centrar en escribir. Deseo expresarle aquí mi más sentido
reconocimiento y profundo afecto.

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El perrOj la zanahoria
y el samovar

Una tarde del verano pasado, nos sentamos un rato en una


roca frente al mar Egeo con mi colega Alice, y nos pusimos
a charlar sobre nuestro trabajo. Ella me pidió que le hablara
del trabajo con imágenes y yo me ofrecí a hacerle una de-
mostración/Le propuse que dejara brotar una imagen que
representara quién era ella o lo que necesitaba saber en ese
momento de su vida. Surgió una imagen de un árbol en oto­
ño, lleno de fruta todavía, pero con algunas hojas que em­
pezaban a caer. El árbol sugería algo sagrado, algo muy,
muy ancestral. Le pregunté por la historia de aquel árbol que
era ella, y recordó la época en que era un arbolito, un árbol
joven y más flexible que se mecía al viento.
Le pregunté qué otra imagen se le presentaba después de
la historia del árbol.
—Necesito —dijo— desarrollar un aroma que atraiga a
las abejas para yo poder fecundar.
k ■V Entonces se echó a reír y me llamó de todo, al darse
C cuenta, de repente, de que aunque había empezado a verse
a sí misma como un ser místico de mediana edad, lo que
(
realmente deseaba era desarrollar su aroma femenino, en­
v !■ contrar compañero y tener hijos. Esta experiencia sólo duró
( unos pocos minutos, pero esa noche, al observarla mientras
( bailaba, su lenguaje corporal era diferente y aparentaba diez
( 21
( ¿
años menos. Alice acababa de experimentar en carne propia mente no «funciona», o bien nos culpamos a nosotros m is­
el poder de la imaginación. mos por no tener la figura adecuada e intentamos de­
sesperadamente conseguirla, o llevamos ese modelo hasta
que se nos amolda y nos parece fam iliar (aunque tal vez nun­
Elección d e vida ca nos llegue a quedar bien), o buscamos esperanzados y
anhelantes otro estilo o talla que nos siente a la perfección.
/ La imaginación es la base de nuestro ser. Todo lo que crea­ El propósito del trabajo con imágenes es el de ayudarnos
mos en nuestra vida, sea una tortilla, una empresa o una en la creación de una existencia hecha a la medida, que nos
aventura amorosa, empieza como una imagen en nuestra siente bien tal como somos y no como lo que creemos que
mente. Símbolos profundamente arraigados, de los que tal deberíamos ser, que sea agradable y cómoda y al mismo
vez no tenemos conciencia, estructuran nuestros pensa­ tiempo tenga buen aspecto, que realce nuestros dones na­
mientos, sentimientos, actitudes y actos./Es m uy posible turales, y haga nuestra aportación única en el mundo.
funcionar toda la vida sin nunca investigar estas imágenes o En cierto sentido, el trabajo con imágenes podría con­
programas interiores, pero si es así tenemos m uy poca ca­ siderarse un equivalente psicológico del yoga, una manera
pacidad de elección sobre quiénes somos y a dónde vamos. de ponerse y mantenerse sano en el sentido más amplio y
El trabajo con imágenes es, en el sentido más amplio, un profundo de la palabra. Com o el yoga, es una actividad en­
método para intervenir, explorar y cambiar las imágenes que teramente natural que requiere un cierto aprendizaje y prác­
guían nuestra vida. Nos capacita a todos para desarrollar una tica. El trabajo con imágenes no depende de una capacidad
visión personal: la capacidad de comprender nuestra situa­ de ver imágenes interiores, ni exige una voluntad de «pen­
ción presente y de identificar y atraer el futuro que más nos sar de forma positiva», ni abrazar ningún sistema de creen­
conviene. El enfoque es aplicable a cualquier aspecto de la cias determinado. Usado de vez en cuando es instructivo,
vida, desde la imagen que tenemos de nosotros mismos a pero usado regularmente el trabajo con imágenes puede ser
la que proyectam os ante los demás, desde las relaciones al verdaderamente transformador, y puede darnos una sensa­
trabajo, desde la salud a la resolución creativa de problemas. ción duradera de estar en paz, 3e acuerdo con nosotros m is-
/Todos estos aspectos están sustentados por esa capacidad mos y "con el universo, y dueños de nuestra vida.
7 única de los humanos de construir, muchas veces incons­ Éste lib ro es una guía para usar el trabajo con imágenes
cientemente, imágenes o modelos de cómo son las cosas y como herram ienta de autoayuda en la vida cotidiana. Sirve
de cómo deberían o podrían ser y tanto para personas que buscan desarrollar su propio poten­
La m ayoría de nosotros escogemos nuestra vida de una cial como para psicoterapeutas experimentados, consejeros
forma más bien parecida a cómo escogemos un traje nuevo. y asesores que buscan nuevas maneras de ayudar a sus clien­
En el escaparate hay un número lim itado de estilos y tallas, tes a conducir y transformar sus vidas.
que cambian un poco cada año, concebidos por diseñadores
del mercado en serie que en m uy pocas ocasiones tienen en
cuenta nuestros intereses.Cogem os el que nos parece más ¿Por qué imágenes?
adecuado, g u iad o sp o rim ág g n es no analizadas que provie­
nen de la moda o la costum bre. A veces incluso dejamos que ¿Por qué necesitamos las imágenes? ¿Q ué pasa con las pa­
otra persona lo elija por nosotros. Cuando la elección real­ labras? La respuesta es sencilla: las palabras y las imágenes

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representan dos modos igualmente naturales pero muy di­ terior: este es un motivo por el que he decidido usar el tér­
ferentes de pensar. Por lo que sabemos acerca de los pen­ mino «trabajo con imágenes» en lugar de «visualización».
sadores creativos, de los grandes conquistadores y de las De hecho, todo el mundo puede crear imágenes que les sir­
personas sanas y felices, no hay duda de que la forma más ven, del mismo modo todo el mundo puede soñar, y po­
productiva de pensar es usando ambos modos. Las palabras demos mejorar cada vez más con la práctica. Lo que sucede
son la manera socialmente estructurada de pensar de forma es que cada uno lo hace de una forma un tanto diferente.
lógica, analítica y realista, y de comunicarnos eficazmente Si se le pide que imagine una rosa, tal vez sea incapaz de
con los demás. Las imágenes son nuestra forma idiosincrá- «ver» la rosa, pero tendrá una «impresión» de la imagen, que
tica y personal de pensar de modo intuitivo, holístico y me­ puede ser parcialmente visual pero que quizá se base más en
tafórico, y de comunicarnos eficazmente con nosotros el olor, el tacto, el sonido, el sabor o en una combinación
mismo. Adiestrados en utilizar e integrar las dos, podemos de todos estos. Lo más probable es que pueda decir de qué
juntar la imaginación y la lógica y llenar el vacío entre la color es, incluso aunque no pueda «ver» el color, y en cual­
realidad interna y la externa, para ser eficaces y creativos en quier caso se encontrará con que puede oler la fragancia u
el mundo, y estar en paz y armonía con nosotros mismos. oír el tijeretazo al cortar el tallo o sentir la textura de los
Desafortunadamente, mientras que el lenguaje verbal es pétalos. En los muchos cursos de trabajo con imágenes que
enfatizado y desarrollado cada día en la escuela, la creación he dado a lo largo de los años, he comprobado con mucha
de imágenes tiene la categoría de un arte olvidado, dejado frecuencia que, si bien no hay nadie que no tenga imágenes,
casi totalmente de lado en la educación convencional. ¿Por alrededor de un veinte por ciento de los participantes no ven
qué ha de ser así? En un seminario que realicé hace poco con imágenes nítidas. Dentro de este veinte por ciento me cuento
alumnos de la universidad, cayeron en la cuenta de que si yo misma.
bien su educación había resultado relativamente útil en cuan­ Imagine lo siguiente: tiene un melocotón en la mano, un
to a ayudarles a entender y enfrentarse al mundo material y melocotón grande, maduro, jugoso, suave y sin lavar. ¿De
social, el programa de estudios no asignaba ningún tiempo qué color es? ¿Puede apretar con el pulgar y sentir lo blando
para entenderse y tratar consigo mismos de una forma más que es? ¿Le agrada la sensación de la piel? Huélalo. ¿Qué
efectiva. Si no fuera así, este libro sería superfluo, porque sensación le produce el olor? Tal vez sea buena idea lavarlo.
su contenido figuraría al lado de lectura, escritura y arit­ Abre el grifo y nota el ruido que éste hace al abrirse. ¿Lo
mética en el programa estándar de las escuelas. oye? Lava el melocotón, sintiendo cómo el agua fresca corre
por entre sus dedos. Cierra el grifo, que vuelve a chirriar.
El melocotón está ahora liso y mojado. Ya no puede resis­
¿Seré capaz de hacerlo? tirse a probarlo. Se lo lleva a la boca, le da un buen mordisco
(Es tan fácil como coser y cantar) y el jugo le resbala por las comisuras de los labios.
Si todo esto no le ha dejado completamente en blanco es
Muchas personas dicen que no pueden ver imágenes en su que usted puede crear imágenes. Pero es posible que no le
cabeza, y creen, por tanto, que no son aptas para crear imá­ gusten los melocotones. Tráte entonces de imaginar su ha­
genes. El uso habitual del término «visualización» para des­ bitación y entre en ella. O recuerde la casa donde vivía de
cribir la exploración de las imágenes interiores exacerba esta pequeño y explórela. O salga a pasear por el bosque en un
duda, porque parece que implique algún tipo de «ver» in­ día de otoño y oiga crujir las hojas bajo sus pies. O escuche

25
¡m
mentalmente su música favorita. O vaya a esquiar, patinar que me han ofrecido. Sigo con mi viaje y de vez en cuando
o nadar. O póngase a coser y cantar. me pongo la escafandra y prosigo las exploraciones bajo el
La creación de imágenes es fácil porque no es otra cosa agua. Voy conociendo no sólo a los monstruos sino también
a sus amigos y enemigos. Empiezo a sentirme parte del mar.
que un modo normal de pensar y además nace en los niños
Ahora sé escoger mis viajes acertadamente y trazo la ruta con
mucho antes que el lenguaje verbal. El trabajo con imágenes su ayuda. Cada viaje parece tener ahora un significado má-
es básicamente un ejercicio en el uso de imágenes de forma gico que aumenta ei placer de viajar y me siento agradecido
más efectiva para entender y cambiar nuestra vida. Entraña por ser marinero.
desarrollar la capacidad receptiva para sintonizar con las
imágenes que nos guían, así como la capacidad activa de Este libro podría considerarse un manual de submari­
crear imágenes nuevas que redunden en una m ayor salud, nismo para las personas que no desean navegar por la su­
felicidad y creatividad. perficie de la vida ni sentirse a la deriva y sin rumbo, sino
¿En qué se diferencia del soñar despierto? Mientras el que quieren entender y trabajar con su yo intuitivo más pro­
soñar despierto es una forma fácil de evadirnos de la vida fundo y llevar a cabo cambios de vida constructivos. Las
cotidiana para lo cual no hace falta más que el deseo de estar imágenes son el único equipo de submarinismo que nece­
en algún otro sitio o ser otra persona u otra cosa, el trabajo sitamos, junto con algunas lecciones para sumergirse de una
con imágenes es una actividad dirigida a instruir y mejorar forma segura y efectiva. A medida que aprendemos a enten­
nuestra realidad de cada día. En el trabajo con imágenes, a der y transformar lo que pensábamos era nuestro sino, tal
diferencia del soñar despiertos, por m uy lejos que viajemos vez tengamos que enfrentarnos a algunos monstruos. Pero
en el mundo de la imaginación siempre volvemos con un qué mágico regalo es tener a los monstruos de nuestro lado.
regalo para el mundo cotidiano en que vivimos.

¿No será esto otra últim a m oda ?


Una im agen d el trabajo con im ágenes
Crear imágenes es tan antiguo como la H um anidad misma.
Parece apropiado buscar una imagen para describir el trabajo Es más que probable que los pueblos precivilizados pensaran
con imágenes. Esta es la imagen que me viene: básicamente en imágenes, y m uy bien podría ser que no di­
ferenciaran entre percepciones realistas, sueños, mitos y vi­
Soy y he sido sido siempre marinero y he visitado muchos siones. El psiquiatra C ari Ju n g 1* describió así su vivido
sitios extraños. Siempre me he sentido a merced de los ele­ mundo: «Las plantas y los animales se comportan pues
mentos y nunca he acabado de entender por qué he elegido
como los hombres; los hombres son a la vez ellos mismos
esta ciase de vida. Un día me llega a las manos un equipo de
submarinismo y penetro en el mundo que hay bajo la su­ y también animales, todo está vivo, preñado de fantasmas y
perficie del mar. Descubro que la agitación del mar que yo dioses».
atribuía a la meteorología es en realidad obra de monstruos A m edida que se desarrollaron el lenguaje y el pensa­
marinos. Trabo amistad con los monstruos marinos sin dejar miento racional, las imágenes, que habían dejado de ser par-
de respetar su poder y peligrosidad. Se avienen a ayudarme
en mis viajes mientras yo tenga en cuenta sus deseos e in­ * Para las notas con número, véanse Referencias Bibliográficas,
tereses. Cuando vuelvo al barco voy cargado de los regalos págs. 345-348.

27
le de la vida cotidiana, se convirtieron en parcela de C ari ju n g , el famoso colega de Freud, creía, en cambio,
especialistas, como en efecto sucede hoy en día, Los anti­ e~eí inconsciente es una fuente de creatividad, inspiración
guos sacerdotes, filósofos, santos, místicos, chamanes, ar­ y espiritualidad humanas aún sin explorar. El también con­
tistas y psíquicos, por no hablar de los psicólogos, sideraba la imaginería como el pasaporte al inconsciente,
psicoterapeutas y unos pocos médicos modernos, son al­ ero más bien como una manera de recuperar los «tesoros
gunos de los especialistas que han trabajado con imágenes ocultos y enterrados» allí y de fomentar el saludable desa­
para proporcionar curación, fuerza, sabiduría, creatividad, rrollo del espíritu humano. Creó la técnica de «imaginación
religión, desarrollo espiritual, crecimiento personal y rela­ activa», un método para invitar a las imágenes a aparecer,
ciones amorosas. amplificándolas e interactuando con ellas; consideraba que
Sanadores de todo tipo, por ejemplo, han utilizado tra­ :os años que había dedicado a investigar sus imágenes inte­
dicionalmente las imágenes para estim ular el proceso natural riores eran los más importantes de su viaje hacia la auto-
de curación. Los seguidores egipcios del dios Hermes creían rrealización, viaje que duró toda su vida.
en la curación de la enfermedad por medio de la visualiza­ Jung esperaba que sus pacientes llevaran a cabo el pro­
ción de una salud perfecta. Los sanadores griegos sugerían ceso de imaginación activa por sí mismos, después de un
a los pacientes que soñaran que eran curados por los dioses. entrenamiento inicial con el analista, asumiendo así la res­
Los chamanes visualizan que van de viaje en busca del alma ponsabilidad del diálogo entre lo consciente y lo incons­
de la persona enferma.2 Actualmente, y en la misma tradi­ ciente y , por tanto, de su propio crecimiento psíquico.6 Fue,
ción, los doctores C ari y Stephanie Simonton3 fueron pio­ así, un pionero en comprender y valorar el poder del uso de
neros en el uso de imágenes con enfermos de cáncer quienes, las imágenes, no sólo como parte del psicoanálisis y la tera­
mediante la visualización del cáncer y el proceso de cura­ pia, sino como método de autoayuda al que es fácil acceder.
ción, pueden estim ular a sus cuerpos para curarse. Los usos terapéuticos de las imágenes han sido recono­
Sigmund Freud4 y C ari Gustav Ju n g5 son seguramente cidos en cierta medida por la m ayoría de ramas de la psi­
los más famosos exploradores modernos del mundo interior cología y la psicoterapia, tanto de corte psicoanalítico como
de las imágenes. Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, conductista, humanista o transpersonal. Algunos enfoques
consideraba que las imágenes eran el lenguaje natural de cp especializan en guiar a las personas por medio de imágenes
nuestro inconsciente y describía la exploración de las imá­ habituales como prados, colinas, cuevas o encuentros con
genes de los sueños como el «camino privilegiado hacia el seres sabios o guías, que tienen un poder y significado uni­
inconsciente». Su técnica de trabajo con imágenes, llamada versales. 7 Otros utilizan los símbolos o imágenes oníricas
«asociación libre», im plicaba enseñar a los pacientes a rela­ 1 propias de la persona como base para la exploración indi­
jarse y dejar que su mente siguiera una cadena de imágenes vidual? Otros apuntan a sacar partido del poder de las imá­
sin ejercer ninguna censura. La visión que Freud tenía del genes para reducir el estrés y crear cambios positivos en la
inconsciente es la de un mundo más bien prim itivo, aterra­ vida de las personas.9 Las imágenes se están aplicando efi­
dor, regresivo e instintivo que contiene todos los pensa­ cazmente no sólo en psicología y psicoterapia sino también
mientos e imágenes que hemos expulsado de la conciencia en medicina, deportes, pedagogía, negocios, formación de
porque nos parecían peligrosos o inaceptables. Esta imagen la creatividad y desarrollo espiritual. Prácticamente cual­
del inconsciente aún asusta a mucha gente y les impide ex­ quier actividad humana puede ser potenciada de una manera
plorar su yo interior. u otra por medio de las imágenes.

28 29
No obstante, es de lamentar que a pesar de la multitud El e n fo q u e d e l trabajo con im ágenes
de teóricos y profesionales que usan actualmente las imá­
genes y la visualización, éstas se sigan considerando, desde Mi enfoque personal de las imágenes tiene influencias de la
un punto de vista convencional, como un enfoque «alter­ mayoría de teorías y prácticas en uso hoy en día. Algunas
nativo» y no formen parte integral de las instituciones mé­ destacan por el impacto especial que han tenido en mí a la
dicas o educativas tradicionales. Recuerdo una breve hora de desarrollar la teoría y práctica del trabajo con imá­
estancia hace algunos años en un hospital ultramoderno: me genes.
quedé horrorizada ante la práctica habitual de administrar Freud, y en m ayor medida, Jun g, me brindaron teorías
somníferos a los pacientes de forma automática e indiscri­ profundas y globales que me sirvieron de punto de partida
minada, incluso entre los adolescentes más jóvenes. Las per­ y como contexto indispensable. El enfoque de Terapia
sonas que debían permanecer ingresadas durante períodos Gestalt10 de Fritz Perls constituyó mi primera introducción
considerables desarrollaban a menudo una adicción de por al“po3er"3e'las imágenes para revelar significados profundos
vida a estas píldoras. No se consideraba siquiera la alter­ y perspectivas nuevas; aún recuerdo el respeto que me ins­
nativa evidente, y más económica, de ofrecer clases a los pa­ piró, hace más de veinte años, cuando empecé a usar el en­
cientes sobre el uso de las imágenes para relajarse y dormir, foque G estalt de los sím bolos oníricos y vi cómo se
por no hablar de acelerar el proceso de curación, y cuando desplegaba ante mí el significado de los sueños. La Progra­
fue sugerida fue recibida con burlas. mación N eurolingüística11 de Bandler y Grinder ha tenido
H abía una mujer en la habitación cuyos múltiples pro­ una gran influencia en mi trabajo, puesto que ha refinado y
blemas de salud la habían obligado a largas y frecuentes es­ canalizado de forma importante el uso de las imágenes, pro­
tancias en el hospital. A causa de ello era adicta a los porcionándome una tecnología que especifica los canales
somníferos, tenía la sensación de no mejorar nunca, y pensar sensoriales que usamos y los pasos precisos a dar para lograr
en el futuro la deprimía. Al hablarle yo de cómo podría ayu ­ profundos cambios de vida de una forma rápida y fácil. El
darse a sí misma por medio de las imágenes y alentarla a método Silva de control m ental12 me impresionó de una for­
experimentar con ellas, se sintió esperanzada por primera ma diferente, porque ofrece un camino práctico en el uso de
vez en muchos años. Pensó que yo debía ser una sanadora imágenes que atrae a personas de todo tipo y que subraya
mágica enviada por su ángel de la guarda, porque jamás ha­ el poder de las imágenes para incrementar no sólo la propia
bía oído hablar de nada por el estilo en los muchos meses eficacia sino también la habilidad para conectar con los de­
que había permanecido en gran número de hospitales. Esto más y curarles. Finalmente, fue la comunidad espiritual
me recordó de una forma contundente el largo camino que g Findhorn, en Escocia, y sobre todo su filósofo David Span­
I queda por recorrer antes de que el arte antiguo y universal gler,13 quien me introdujo en los importantes principios del
de las imágenes, junto con otros métodos holísticos no tec­ «manifestar» o hacer que suceda lo que nos parece adecuado
nológicos, llegue a encontrar alguna puerta abierta en las ins­ para nosotros y para los demás.
tituciones modernas. En las páginas siguientes he sintetizado estos y otros en­
foques, así como los resultados de muchos años de mi propia
investigación y experimentación personal, en un marco am­
plio pero sencillo de trabajo individual. M i intención ha sido
la de aclarar los principios fundamentales del mundo de las

30 31
1
imágenes e indicar por qué y cómo podemos usarlas para misteriosa dimensión, o que un rayo de luz me atraviesa y
entender y cam biar nuestra vida de una forma que siempre me rodea. A l volver al trabajo me siento fresca y relajada.
respete la sutil relación entre nuestra m ente, consciente,
nuestro yo inconsciente y el mundo que nos toca vivir, sin Cuando quiero organizarme m ejor o estar en paz, o adel­
que ello dependa de creencias psicológicas o espirituales de­ g a z a r primero esbozo mi «nueyo yo » en la imaginación, con
terminadas. uña "im agen3e cómo seré después del cambio. Podría ima-
Los capítulos 2 y 3 tratan de la teoría del trabajo con gínar, por ejemplo, que me paso un día siendo una persona
imágenes, y pueden leerse antes, durante o después de los muy organizada. A sí puedo descubrir qué sensación me pro­
capítulos más prácticos. Los capítulos 4 a 16 ofrecen una duce, qué técnicas uso, qué cambio de actitud he adoptado
am plia gama de ejercicios, junto con los principios que los para ser organizada y cómo puedo estructurar mejor mi vida
rigen, que pueden ayudarle a entender quién es usted, adon­ sin renunciar por ello a mi fuerza intuitiva. Cuando me sien­
de va, quién le acompaña y cómo puede asegurarse de llegar; to cómoda con esta nueva imagen de mí misma y ya he li­
el capítulo 17 le muestra cómo puede crear sus propias ex­ mado las dificultades de antemano, me encuentro de forma
periencias de trabajo con imágenes. natural llevando la imagen a la realidad y convirtiéndome en
el nuevo y organizado yo .

¿Qué puede hacer por mi vida el trabajo con imágenes i Cuando no p u ed o resolver un problem a creo una imagen
del probíem a y lo contemplo desde múltiples perspectivas.
Introducir el trabajo con imágenes en nuestra vida puede re­ La misma imagen me ayuda metafóricamente a entender la
sultar tan emocionante como introducir las palabras en la naturaleza del problema, y cuantas más perspectivas adopto
vida de un niño, porque tiene el mismo poder y versatilidad más clara parece la solución. Si el problema de emprender
y cuánto más se practica tantas más posibilidades se abren. un nuevo proyecto es representado por un pájaro temblo­
U na vez entienda cómo funciona, creará su propia forma roso en el alféizar de la ventana, por ejemplo, puedo em­
personal de usarlo, pero, para empezar, permítame que le pezar a entender el miedo que me impide avanzar. Si
dé unos ejemplos de la forma en que uso las imágenes día a entonces adopto una especie de vista aérea y observo la im a­
d ía para dar sentido a mi vida y m ejorarla. gen desde arriba, puedo ver que hay otros pájaros temblan­
A unque algunos o todos los ejemplos le resulten extra­ do en otros alféizares que estarían encantados de unirse a
ños en este momento, le pido un poco de paciencia; cuando mí. O que hay un refugio no lejos de donde estoy yo al que
dom ine el contenido de este libro, no sólo le parecerán ab­ puedo aspirar a llegar en un corto plazo.
solutamente normales sino que además se preguntará cómo O tro recurso con el que cuento es el de consultar al «ex-
podía vivir sin todas estas imágenes interiores. A sí pues, 1 jje rto » interior que he creado dentro de mí y que a menudo
vuelva a leer esto una vez finalizado el «curso» y vea si tengo í me sugiere una solución en la que «yo » no había pensado
razón. ’antes..Mis e x p rto s van descle detectives de ficción —sobre
^odo el inspector M aigret y Hércules Poirot— hasta Albert
Cuando necesito mi energía a mitad de un largo día me Einstein, el rey Salomón y viejos perros y gatos callejeros.
tomo unos momentos para im aginar que estoy en una isla Cada uno sugiere cómo resolvería el problem a desde su
tropical, o bañándome en el mar, o viajando a una nueva y | perspectiva: el inspector M aigret, por ejemplo, suele

32 33
husmear las situaciones y me informa de cómo está el am­ Así pues, si antes de acudir a una entrevista importante
biente, mientras que Einstein le da la vuelta al problema y me imagino que he llegado al final de ella y que me siento
me muestra una form a completamente nueva de verlo, bien, puedo descubrir que la sensación positiva procede de
haber establecido una buena relación con el entrevistador y
Cuando salgo d e com pras le consulto a una experta in­ de haber sentido que ambos tenemos algo que ofrecemos
terior, que parece ser una elegante reina egipcia, sobre qué mutuamente. «M iro atrás» y veo que ha sido así porque me
comprar. Sé por experiencia que cualquier cosa que ella he dedicado a disfrutar del encuentro en lugar de tratar de
apruebe va a tener estilo, mientras que yo , abandonada a mis crear una buena impresión. Entonces puedo presentarme a
«propios» recursos, a menudo me equivoco. la entrevista con el deseo de establecer una buena relación y
no de dar una imagen impresionante. Esto no significa que
Cuando estoy confundida acerca d e mis sentim ientos y no sepa lo que pasará en realidad, sino sencillamente que veo
sé qué m e preocupa ni qué hacer al respecto invito a una ima­ claro adonde quiero ir a parar. Incluso cuando las cosas
gen —una barca en una tormenta, tal vez, o un árbol sin no suceden según lo previsto puedo tener en mente qué es
agua— que siempre resulta ser una metáfora perfecta de mi lo que quiero conseguir, y hasta soy capaz de mantener la
situación y me ayuda a ver qué debo hacer. Como barca, sensación de fondo de que de una manera u otra voy a so­
por ejemplo, podría darme cuenta de que necesito volver a brevivir y aprender algo.
la seguridad de la orilla antes de intentar llegar a ningún otro
sitio, o como árbol, de que debería cuidar mis propias ne­ Cuando ten go un problem a de relación y m e siento blo­
cesidades si quiero tener frutos abundantes que ofrecer a los queada podría imaginarme a la persona sentada delante de
demás. mí, decirle cómo me siento, y después intercambiar papeles,
O podría hablar con mi niña «interior», la imagen de mí para intentar ver y hablar desde su punto de vista, mante­
misma cuando era pequeña, y descubrir así qué situación niendo la conversación hasta que se haya resuelto algo den­
pasada es la que estoy reviviendo y cómo puedo enfrentarme tro de mí. De esta manera puedo a la vez expresar y liberar
a ella de una forma más adulta. O podría tomar la posición de forma natural los sentimientos de rabia, frustración, pér­
de observadora y verme desde fuera para sentir o percibir lo dida o resentimiento que envenenan mi vida o me impiden
que no me resulta evidente desde dentro. confiar en la gente. O podría ponerme en el papel del ob­
servador o consejero y ver qué pasa entre nosotros, o v i­
Cuando em piezo un día com plejo o difícil o m e enfrento sualizar cómo sería la relación si pudiera agitar una varita
a un acontecim iento im portante me proyecto al término del mágica sobre ella, y así descubrir qué cambios concretos ne­
suceso, imaginando que es el final del día, de la entrevista o cesito.
de la conferencia y que me siento de maravilla. Descubro lo
que es una sensación agradable y cómo conseguirla, y con Cuando ten go que tom ar una decisión im portante me
ello descubro mis prioridades reales y la m ejor forma de sa­ proyecto en el futuro —un mes, cinco años, o incluso treinta
tisfacerlas. Este es un método no sólo de aprovechar el poder años adelante— y me imagino un futuro yo , satisfecho de
de la «m irada retrospectiva» antes del suceso para ver dónde cómo vive: ¿Cóm o me las apañé? ¿Q ué decisión tomé?
necesito concentrar la energía, sino también para tener una ¿Qué es, retrospectivamente, lo más importante para mí?
sensación interior, sin ansiedad, de que todo saldrá bien. Estas imágenes del futuro siempre van acompañadas de una

34
sensación de sorpresa, pero también de un reconocimiento estas experiencias tan reales, en e! momento y en la forma
profundo de que, en algún lugar de mi ser, siempre lo he en que ¿ s necesito, puedo estar abierta y receptiva a los.sor-
sabido. pendentes regalos que los otros, o el mundo, sí están en
disposición de concederme.
Cuando ten go dificultades para dorm irm e voy a mi
«C asa del Sueño», donde tengo una cama especial, o me Cuando estaba a punto de escribir este libro llevé a cabo
tumbo en una nube de esencias de frutas y flores y me dejo un trabajo con imágenes para aclarar el camino que tenía por
llevar con placer, o empiezo a crear un sueño, y poco des­ delante. Me encontré, en la imaginación desde luego, con
pués y a estoy durm iendo. un perro, una zanahoria y un samovar que me ayudaron tan­
to que titulé este capítulo en su honor. La historia completa
—Cuando m e p o n go en ferm a hablo con mi cuerpo y le aparece en el Apéndice 1, pero baste decir aquí que el perro,
pido imágenes que me ayuden a entender lo que está pasan­ que parecía representar el prim er capítulo, me «dijo » exac­
do, y después trabajo para crear imágenes curativas que me tamente lo que debería decir en él e incluso me dio los títulos
lleven suavemente de vuelta a la salud. Ó voy a mi «Gabinete por orden; la zanahoria me dio ideas sobre el sabor y el tono
de Sanidad» interior para pedir consejo profesional a los de color del libro, y el samovar me alentó a contactar con
consejeros sanitarios de allí. No me dan únicamente suge­ mi propia creatividad burbujeante. Sentí enorme gratitud
rencias sobre dieta y ejercicio, sino también sobre qué ac­ por su apoyo y orientación, como lo estará usted con sus
titud hacia la vida me conviene si quiero gozar de salud en imágenes cuando aprenda lo fácil que es ponerlas a trabajar
el futuro. con y para usted.
Como ya debe resultarle evidente, las imágenes son un
Cuando necesito en ten d er o ayudar a otros sintonizo con modo de pensar, planificar y realizar que incorporo a todos
la persona en cuestión, e invito a que surjan imágenes re­ y cada uno de los aspectos de mi vida. Como lo expresó uno
lativas a su situación y luego las comparto con ella. O me de mis alum nos: «E l trabajo con imágenes lo puede usar
imagino entrando en su cuerpo para averiguar qué es lo que cualquiera en cualquier sitio: en el metro yendo a trabajar,
sucede. O bien dirijo conscientemente energía curativa o subido a un árbol, en la playa, en medio de una discusión o
afectuosa hacia ella, o hacia mi imagen de ella. O, con m ayor mientras te zampas un helado». Aparte de todos los efectos
frecuencia, le enseño una técnica apropiada de trabajo con beneficiosos concretos que tiene sobre mí, el uso regular de
imágenes que le resultaría más útil que yo. las imágenes a lo largo de los años me ha transformado,
de creer que era una hoja llevada por el aire, ignorante del
Cuando necesito alzo que no ten so o no p u edo ten er aho- rumbo y sin saber si sobreviviría, a ser un árbol robusto con
ra m ism o lo vivo en m i imaginación con todo el placer —las raíces profundas que se extienden hacia una fuente subte­
relajantes vacaciones, el sabio consejero, el círculo de amigos rránea, con suficiente sol, agua y buena tierra para abastecer
entrañables— y , al hacerlo, me desprendo de mi necesidad mis necesidades, y muchos pájaros y animales que anidan en
de exigir al mundo que me conceda exactamente lo que creo mis ramas.
que necesito y empiezo a confiar más en mis propios recur­ Estoy convencida de que puede lograr lo mismo con
sos. Esto no equivale a decir que puedo vivir mi vida en la usted.
im aginación, sino más bien que al brindarm e a mí misma

36 37
Prim era parte

La teoría del trabajo con


imágenes
o
2
o Imágenes
o
(
( Llegar adonde no llegan las palabras

Una niña pequeña nadaba en el mar, en California, cuando


apareció un tiburón y la devoró. Más tarde, su madre en­
contró entre las pertenencias de su hija una colección de di­
bujos que había hecho durante los días anteriores a su
muerte. Esos dibujos mostraban claramente una niña cada
día más sumergida bajo una ola; en la últim a imagen estaba
totalmente cubierta por el agua. La madre llegó a creer que
su hija había presentido inconscientemente su muerte, aun­
que no hubiera tenido ningún presagio consciente de ello.
Este hecho dio un poco de paz a su m adre.1
¿Realmente presintió el futuro esta niña? De ser así,
¿cómo pudo conocerlo y no conocerlo a la vez? ¿Por qué
se expresaría este presentimiento del futuro con imágenes y
no en palabras? ¿Están los niños en contacto con alguna
sabiduría interior que los adultos han perdido? Elisabeth
Kübler-Ross, que trabajó con la madre de esta niña y que
es una experta m undial en experiencias relacionadas con la
muerte y la agonía, asegura que hay numerosos ejemplos de
personas, especialmente niños, que tienen un conocimiento
inconsciente de sucesos inminentes, cuya clave se encuentra
a menudo en las imágenes.
Por una m ultitud de razones que los científicos sólo aho­
ra comienzan a entender, parece que las imágenes poseen un
iiu
¡i!
¡I:! 41
i
conjunto de cualidades únicas que incluyen una poderosa que no me cuiden ni me alimenten, aterrorizada ante
capacidad de conectarnos con partes de nosotros adonde no ¡a s o l e d a d Por fin salgo volando. Siento el viento contra mi
llegan las palabras, sobre todo pensamientos, sentimientos, cuerpo y me maravilla la belleza del paisaje. Nunca me había
intuiciones y funciones corporales que son normalmente in­ sentido tan. bien en mi vida. Cae la noche. Comienzo a sen­
tirme asustada y sola. No sé adonde ir ni qué hacer. Deseo
conscientes. También parece que los bebés y los niños pe­
v e h e m e n t e m e n t e regresar a la jaula pero no conozco el ca­
queños realm ente tienen ciertas formas de entender el
mino de regreso.
mundo que los adultos han perdido, y que las imágenes son
el lenguaje que mejor representa y nos conecta con este tem­ Esta imagen es algo tangible, más que un concepto abs­
prano mundo de la infancia. tracto No es una categoría social, sino úna declaración per-
onal de mi experiencia única en ese mismo sentido. Y sin
embargo, para usted tendrá un significado intuitivo aunque
Las cualidades únicas d e las im ágenes no me conozca, y el tema general es algo que a muchas per­
sonas con las que he trabajado les ha surgido espontánea­
Para entender las cualidades únicas de las imágenes vamos a mente. ,
usar el siguiente ejemplo: la palabra «libre» es una abstrac­ ¿ a imagen resulta difícil de analizar porque expresa una
ción con un conjunto de significados socialmente aceptados totalidad glo b ab d e una sola vez describe mi deseo y mi mie­
que se encuentran en cualquier diccionario, por ejemplo, do la forma en que me enjaulo a mí misma, las implicacio­
«Q ue no es esclavo», «Suelto, no sujeto», «Q ue goza de li­ nes de mis opciones y todos los niveles de lo que significaría
bertad». Se puede usar en oraciones como «Q uiero verme para mi mente, cuerpo y espíritu abandonar la jaula. A di­
libre de esta relación» o «N unca he sido realmente libre». ferencia de la palabra «lib re», no la podemos poner en una
Para entenderla m ejor podría pensar o hablar sobre ella, y frase; es una frase por sí misma, o incluso un ensayo, o un
tal vez llegase a conclusiones importantes y complejas o in­
cluso a un enfoque sistemático del significado de libertad. Puesto que la imagen es más metafórica que literal, tiene
Comparemos esto con la imagen del pájaro enjaulado en más que ver con las relaciones que con los hechos objetivos.
que piensa a menudo la gente cuando les preocupa su liber­ "Ño apunta claramente a ninguna libertad en particular y po­
tad. Para entender del todo esta imagen no hablo sobre ella, dría referirse a la vez a mi libertad espiritual, a mi libertad
sino que me convierto en ella: imagino que yo soy el pájaro en mi relación de pareja y a mi deseo de irme de la ciudad
(quizás a usted también le gustaría hacerlo). Esto es lo que y vivir en el campo. Tampoco especifica un tiempo objetivo:
descubro: podría representar cómo me sentía cuando me fui de casa
hace veinte años o mi presentimiento de lo que me depara
la vida dentro de veinte añosjfCualquiera de los dos se vive
Vuelo en círculos, golpeándome las alas, aterrorizada; quie­
ro salir y temo quedarme enjaulada para siempre. Tengo la como experiencia presente#
impresión de haber estado en la jaula desde que tengo me­ Por tanto las imágenes, en contraste con las palabras,
moria y sé que pronto me traerán la comida. De repente me pueden describirse como tangibles más que abstractas, Jio -
doy cuenta de que la puerta no está cerrada con llave, y tal lísticas más que analíticas, personales e ^ io s incraticas m^s
vez nunca lo estuvo. Me deslizo hacia ella, sin atreverme a que™socialmente construidas, espacíale^ más que temporales,
volar, con un miedo repentino a los espacios abiertos, asus- y metafóricas más que literales. También nos permiten pasar
te inconscientes por el motivo que sea, y a los que nos
por cualquier experiencia pasada, futura o totalmente ima­
me"lta difícil acceder incluso cuando lo deseamos.
ginaria como si estuviera sucediendo en el presente.
reSlHasta cierto punto la inconsciencia es un gran don. Para
Siguiendo la imagen del pájaro, puedo descubrir lo que
lizar algo o mantener a lp n a constancia y estructuración
sólo sabía a medias y no podría haber formulado, obtenien­
re3nuestra vida, es necesario que podamos encontrar la luz
do una idea más clara de lo que deseo realmente y de lo que
de la conciencia en el problema que se encuentra delante de
me costará. Si entrara en los otros aspectos de la imagen —la
jaula, el aire, el escenario— obtendría más perspectivas de ésta y dejar el resto en la sombra.
Pero es fundamental tener la posibilidad de elección en
mi situación. Como dijo ju n g : 2/ L a esencia del símbolo no
esta materia. De lo contrario, es casi como tener ai servicio
es que sea una indicación disfrazada de algo generalmente
de uno un potente ordenador del que sólo sabemos utilizar
sabido, sino que es un esfuerzo para elucidar, mediante la
un programa y desconocemos por entero los méritos o in­
analogía, aquello que hasta ahora es completamente desco­
cluso la existencia de otros programas. Aunque se piense
nocido y que está aún en proceso de form ación». M il pa­
n o r m a lm e n t e que el inconsciente es por definición impe­
labras no bastarían para explorar todos los nuevos y frágiles
netrable (más o menos como me siento yo respecto al fun­
conceptos que la imagen se esfuerza por darnos a conocer.
c io n a m ie n t o d e los ordenadores), esto no es realmente así.
Una gran parte de é l es conocible, y si no contactamos con
él se debe, simplemente,, a que no hemos aprendido cómo.
Las im ágenes y e l in con scien te
Aquí es donde intervienen las imágenes.
Este lenguaje de las imágenes tiene algo de metafórico, ho-
lístico, profundamente personal a la vez que inmensamente
universal, que lo hace idóneo como puente entre nuestra El cuerpo in con scien te
mente consciente y ese aspecto de nuestro yo que nor­
Usted puede darse la orden de ponerse de pie y realizar la
malmente se considera como inconsciente. Es como si entre
acción, pero normalmente no puede ordenarse salivar, ni
el consciente y el inconsciente hubiera un campo de creación
que su corazón lata más deprisa ni activar su sistema in-
de imágenes, un territorio neutral con un lenguaje compar­
munológico de la misma manera. Estas últimas funciones
tido que permite la comunicación entre nuestro consciente
forman parte de lo que se conoce como sistema nervioso
e inconsciente/para negociar tratados de paz previsores y
autónomo y por regla general se consideran inconscientes.
duraderos. Este es el territorio en donde puede emerger la
EstcTsóIo significa que 110 podemos influir en ellas mediante
visión persona!.
. ¿Q ué es el inconsciente? ¿H ay en nosotros una caverna las’palaBras- Las imágenes son otra cuestión.
Trate de decirse: «Q uiero salivar». ¿Funciona? Ahora
grande y oscura, poblada por monstruos de los que no nos
atrevemos ni a conocer su existencia? Es más útil y acertado pruebe con una im agen: imagínese un enorme limón m uy
pensar en el inconsciente no como un lugar sino como una jugoso y ácido; usted sorbe el ácido zumo que le llega a to­
cualidad. Incluso cuando lo personificamos, por razones de dos los rincones de la boca, y la cara se le arruga. ¿H ay
fam iliaridad, y lo llamamos «el inconsciente», a lo que real­ saliva?
mente nos referimos es a todos aquellos aspectos de nosotros ¿Y qué tal si desea relajarse? Decirse a sí mismo: «Debo
mismos y de nuestra experiencia de lo que somos, actual- relajarme», suele tener el efecto contrario al deseado en los

44
latidos del corazón, el ritmo metabólico y la presión arterial, para la mente racional verbal, pero accesibles
in ac cesib le s
mientras usted aprieta los dientes e intenta relajarse. Pero las imágenes. Algunos de estos contenidos, como
m e d ia n te
imagínese sentado tranquilamente en ia ribera soleada de un subrayó Freud, -son inconscientes porque desde ia infancia
río de agua clara, en ía que se zambulle a dar unas cuantas nos hemos visto obligados a excluir de la conciencia ciertos
brazadas antes de tumbarse al sol y dejar que el calor penetre asp ectos de nosotros mismos, lo cual llevamos a cabo por
en su cuerpo húmedo. Si se ha imaginado esto con nitidez, medio de la «represión»: el acto de olvidar, y olvidar que
habrá hecho maravillas con todos sus indicadores fisiológi­ alguna vez lo hemos sabido y olvidado.
cos de estrés. El sistema nervioso autónomo no suele hacer Estos aspectos de nosotros mismos son probablemente
mucho caso de las instrucciones verbables, pero le gustan las los más difíciles de penetrar porque nos negamos rotunda­
imágenes. mente a saber nada de ellos ./La técnica de asociación libre
En la curación de enfermedades, las imágenes se pueden de Freud para las imágenes oníricas está pensada para llevar,
usar para recibir mensajes del cuerpo sobre qué es lo que va casi por accidente, la mente consciente al inconsciente re­
m al; además, se pueden crear imágenes que transformen el primido, pero incluso así, gran parte de la interpretación
funcionamiento del sistema nervioso autónomo. Se ha com­ debe ser realizada de ordinario por el analista, para entender
probado que las imágenes de los pacientes de cáncer, por qué está sucediendo y , con frecuencia, el paciente opone
ejemplo, permiten a los médicos predecir el ritmo de cre­ mucha resistencia a aceptar estas interpretaciones. El trabajo
cimiento de los tumores y efectuar un pronóstico; los mé­ con imágenes, al ser un instrumento de autoayuda, no está
dicos también han descubierto que ayudar a los pacientes a primordialmente dirigido a este inconsciente reprimido,
cambiar sus imágenes es una forma más o menos directa de aunque a veces, cuando estamos preparados para ello, puede
estim ular 1a capacidad natural del cuerpo para curarse a sí llevarnos a comprender algo a lo que nos hemos resistido
m ism o.3 hasta el momento./
No sólo el funcionamiento del sistema nervioso autó­
nomo, sino incluso nuestra postura y forma de caminar son
una expresión de nuestras imágenes inconscientes y, por lo El in con scien te universal
común, no están bajo nuestro control consciente debido a
su carácter del todo habitual, Seguramente se habrá fijado Además de este inconsciente reprimido, existen también vas­
en que si observa la postura o el movimiento de otra per­ tos potenciales inconscientes, que quizá nunca hayamos co­
sona, con frecuencia puede adivinar con bastante acierto qué nocido, con ío s que se puede entrar en contacto mediante
imagen tiene de sí misma. Y, como en el caso del sistema las imágenes. Las teorías de ju n g son pertinentes a la hora
nervioso autónomo, si cambiamos nuestras imágenes inte­ de entender este aspecto de nosotros, puesto que desarrolló
riores, el cuerpo tiende a hacer lo mismo. /la visión del inconsciente como un depósito no aprovechado
de significados que, por un lado, se remontan hasta la his­
toria prim igenia de la especie humana, y de aquí que sean
El in con scien te com o cu bo d e la basura compartidos por todos los humanos independientemente de
su experiencia personal, y por el otro se proyectan hacia
Los pensamientos, sentimientos, recuerdos y , en general, la nuestro futuro evolutivo#
energía psíquica son también a menudo inconscientes, o Ju n g creía que junto a nuestro inconsciente personal

46 47
también existe un «inconsciente colectivo» transpersonal. sarmientos otras personas, o se corresponden con algo que
Sus contenidos, llamados arquetipos, incluyen símbolos an­ aún no han vivido en el mundo real. A Alice, que practicaba
cestrales como la madre, la muerte, el nacimiento, el héroe, el trabajo con imágenes en un grupo, le surgió la imagen de
el poder, Dios, el demonio, la persona, la sombra, el varón una margarita, y de repente vio un girasol a la izquierda
y la hembra interiores, y el ego, que aparecen en los sueños de la margarita; como averiguamos más tarde, jan e, que es­
pero que también se encuentran en los mitos y cuentos tra­ taba sentada a su izquierda, había estado viendo un girasol.
dicionales de culturas con las que podemos no haber tenido Esta capacidad de captar imágenes de otras personas es, en
ningún contacto pero cuyas maneras de pensar compartimos re a lid a d , tan corriente que se dan ejemplos de ella en todos
por naturaleza. Por medio de este inconsciente universal los grupos con que he trabajado.
también podemos sintonizar intuitivamente con una dimen­ A Carol, otra alumna del trabajo, le surgió la imagen de
sión espiritual que nos dice «de dónde venimos y adonde un tótem; cuando unos días más tarde visitó un museo al
vamos». que nunca había ido antes, se encontró con el mismo tótem.
De forma más general, ju n g creía que de ordinario no De forma parecida, Keith tuvo una imagen de un cisne, y
tenemos conciencia de nuestra capacidad de superar intui­ llegó al día siguiente a un pueblo francés cuyo emblema era
tivamente ios límites de la comprensión de nuestro yo per­ ese mismo cisne.
sonal y entrar en un dom inio de conocim iento más De forma más significativa, quizás, Ellen acudió a mí
universal. Ju n g nos cuenta muchas historias de personas que para decidir si iba a un medico homeópata o a uno conven­
tuvieron sueños o imágenes que les hablaban de sucesos de cional, y durante la exploración le surgió la imagen de un
los que no podrían haber sabido nada en el plano del enten­ pavo real. Cuando fue a la consulta del homeópata, éste te­
dimiento normal. Algunos, como en el caso de la niña cuyos nía un pequeño pavo de oro sobre el escritorio y esto la ayu­
dibujos parecían predecir su muerte, eran sucesos en el fu­ dó a decidirse por él, una opción que se reveló como la más
turo, mientras que otros parecían entrañar una sintoniza­ idónea para ella. Tony, interrogándose sobre el futuro que
ción, mediante algún tipo de conciencia extrasensoria!, con le convenía, se imaginó yendo a toda velocidad por una au­
los sentimientos y pensamientos de otras personas que po­ topista en un potente autom óvil; pocos meses después me
dían encontrarse m uy lejos.4 llamó y dijo: «¿Recuerdas aquella carretera? Bueno, pues he
/E s como si con las imágenes pudiéramos abrir una ven­ estado en ella y con aquel coche». No sólo había conducido
tana a una dimensión que no respeta las fronteras del pasado, literalmente por aquella carretera sino que también meta­
presente y futuro, ni los límites entre las personas, y pudié­ fóricamente su vida empezó en ese momento a dispararse
ramos conectar directamente con experiencias que no for­ hacia el éxito y el poder.
man parte de nuestra historia personal, o que, en realidad, M ucha gente no cree que sea posible ir más allá de nues­
ni siquiera han sucedido todavía. Los niños pequeños, quie­ tro conocimiento personal cotidiano de esta manera. Yo sí
nes, como veremos, no han desarrollado aún estas fronteras, lo creo, porque lo he vivido y porque he sido testigo de
podrían fácilmente estar más en contacto con esta dimen­ otros que tam bién lo han hecho. Tal vez usted no lo haya
sión. experimentado. No importa, en realidad, porque tenemos
A l practicar este trabajo, las personas suelen obtener tanto por recorrer en nuestro camino de conectar y utilizar
imágenes que, aunque tienen una significación personal para los vastos recursos de que disponemos que podemos trans­
ellas, también están relacionadas con los sentimientos y pen- formar completamente nuestro entendimiento sin tener que

48
llegar a suponer que hayamos ido más allá de nuestro yo '&
■ el contexto de mí enfado puedo reflexionar y reconocer que
rsersonal.
personal. áBI mi amiga simplemente estaba ocupada. Llamo a otra amiga
que me invita a pasarme por su casa.
Otra forma de ver este aspecto del inconsciente es que
5 üS como si tuviéramos una gran variedad de archivos, pero
El inconsciente cotidiano \
ue n0 se nos ha enseñado a extraer toda la información:
Aparte del caldero hirviente de instintos reprimidos y la gran ® como si se nos hubiera enseñado a recuperarla alfabética­
reserva de intuición y sabiduría universal, nuestro incons- % mente por autores pero sin saber que también podemos re­
ciente contiene también un aspecto más bien mundano pero jt, cuperarla por fecha, tema y estilo,'
igualmente profundo al que me gusta llam ar el «inconsciente ¡ A lgunos de nuestros archivos interiores, como los de la
cotidiano». Este configura el mundo de pensamientos, su- H primera in|ancia, son inaccesibles porque están almacenados
puestos e intuiciones que casi conocemos pero que no aca- JÉ ppfnrma de imágenes o sensaciones corporales: en ..lugar de
bamos de poder form ular ni utilizar; algo que se podría palabras. Otros archivos quedan fuera de nuestro alcance
describir como que lo tenemos en k punta de la lengua de porque no encajan con nuestra idea de nosotros mismos o
la mente. Aunque el trabajo con imágenes puede ponemos con la manera de pensar en este momento jL a s imágenes que
creamos y usamos se pueden considerar como; llaves para
en contacto con todos los aspectos del inconsciente, el in- ^
acceder a información e ideas hasta ahora inaccesibles, pro­
consciente cotidiano es la región principal de este trabajo y
el aspecto más fácil de contactar. ceso en que cada imagen abre otro archivo o grupo de ar­
U na forma de contemplar el papel de las imágenes en este chivos. No es que los archivos fueran de Máximo Secreto,
sentido es que u n a imagen tiende a representar no el primer sino simplemente que nuestro conocimiento del sistema de
plano sino el piano de fondo de la experiencia y, por tanto, archivar era insuficiente./
trae a la luz los supuestos o la actitud mental que se en­
cuentran detrás del suceso con el que forcejea nuestra mente
consciente,' Por ejemplo, llamo a una amiga y me dice que Apertura d e archivos
no podemos vernos esa tarde; me siento no sólo decepcio­
nada sino m uy enfadada. ¿Por qué? No me lo puedo expli­ Fritz Perls,5 fundador de un método de autoexploración lla­
mado Terapia Gestalt, usaba las imágenes de esta manera
car. Por tanto, recurro a las imágenes. Encuentro en mi
precisamente para abrir archivos a los que no habíamos po­
interior una imagen de mí misma como un pajarito que bus­
dido acceder en nuestra forma habitual de plantearnos la
ca compañía y al que todos los demás pajaritos excluyen.
vida. En la Terapia Gestalt, uno puede encontrarse enfras­
Me doy cuenta de que estoy experimentando el dolor de una
cado en una conversación entre su mano derecha y su mano
herida m uy antigua, la de sentirme desplazada. Mi amiga,
izquierda, o entre un tren y una vía férrea vistos en un sue­
por estar ocupada, pasó a formar parte del grupo que no me
ño, o entre uno mismo y su madre difunta desde hace tiem ­
necesita para nada. A hora recuerdo lo desplazada que
po. Puedes perm itir que surja una imagen en la silla o
me sentí en la fiesta a la que asistí anoche, y entiendo que
almohadón vacío que tienes enfrente, hablarle, sentarte en
ese suceso removió estos viejos sentimientos y que la lla­
el asiento opuesto y «ser la imagen» y responder. N unca ha
mada telefónica de hoy los ha reforzado. El enfado con mi
dejado de asombrarme, por mucho que lo haya experimen­
am iga ha sido una reacción a esta herida. A l entender ahora

50
tado y observado, que por el simple hecho de cambiar de trabajo: cambie de papeles, sea el entrevistador y
asiento y tomar así otro punto de vista, podamos acceder no
sólo a una perspectiva completamente nueva, sino incluso a J j¡ aVeMáseen general, no sólo los papeles específicos, sino in-
información concreta que uno habría jurado que no conocía. ¿ , i-oJiuestras formas de pensar habituales, incluidos el len-
Recuerdo a ja n , que siempre se quejaba de que se olvi- : C verbal y ei concepto del yo , obligan a una limitación
daba de las citas con su novio y éste se ponía furioso, porque W canales posibles. Literalmente no tenemos la capad-,
él nunca las olvidaba. Por ejemplo, no tenía la más remota f AAe oensar en nada que no encaje en nuestra visión nor-
idea de a qué hora habían quedado para el día siguiente, t 1 de nosotros mismos y del mundo. Pero cuantas mas
«Pregúntaselo», le dije. Le imaginó en una silla vacía, se lo l e c t i v a s imaginemos más canales podremos ab rir,,
preguntó y se cambió a la silla «de él». «A las cuatro» dijo §¡ P Sea sensato: pídale su opinión a la persona anciana y sa-
tan pronto como se sentó. , . - ^ lie ^ a m o s dentro. Sea un experto conocedor dejas;-
Si esta idea resulta difícil de captar, puede ser útil pensar ^ - ^ ^ ■ " a v e n e ü e qué han descubierto. Hércules. Poirot,|
en los diferentes papeles que adoptamos en la vida cotidiana. |J i f t t a r p l e o d inspector Maigre,. Sea un gran arnanteí
Un amigo le hace una pregunta y usted se extiende en una dale ayuda a Afrodita. Descubra la mejor m an eraJed p r-*
respuesta con gran autoridad y entusiasmo; después entra en m ir acuda a la Casa del Sueño y pida consejo a los expertos|
un aula de exámenes, se sienta y encuentra exactamente la <i i l í XJtíHce ia m irada retrospectiva antes de cometer una
misma pregunta en el papel; su mente se queda en blanco y ¿ u m á e z : sitúese en el"futuro y mire atrás. Descubra quéj
usted se siente estúpido e inútil. Todos sus conocidos co­ S e n ^ n los’demás cíe usted: tome la perspectiva de mirarse|
mentan lo paciente que es usted con ellos cuando cometen desde arriba, después de izquierda a derecha y fíjese que as-f
un error, pero cuando su esposa comete uno por el estilo, oecto tiene. Cuando haya acabado de explorar todas estas|
usted explota al momento. Usted es un experto en ayudar a perspectivas puede volver a su propio punto de vista y de-j
solucionar los problemas de otras.personas, pero los suyos cidir qué medidas tomar.
propios le parecen auténticos jeroglíficos. M i profesor de
conducir no podía entender por qué yo seguía suspendiendo
el examen si sabía conducir perfectamente bien cuando él Archivos d e infancia
estaba conmigo en el coche. «¡C óm o me gustaría ser una
mosca para asistir sin ser visto !», me decía lastimero cada El mundo de la prim era infancia es uno de los aspectos de
vez que yo volvía a suspender. nuestra mente y cuerpo inconscientes más difíciles de pe­
Los papeles diferentes nos sirven, pues, para diferentes netrar con los medios verbables ordinarios. La m ayoría de
actitudes, conocimientos, sentimientos y acciones. Cuando adultos nos encontramos en una situación en la que hemos
nos limitamos a un solo papel determinado, nos limitamos olvidado casi todo lo vivido en ese período de nuestra in­
a un solo conjunto de potencialidades. Cambie el papel, en fancia antes de aprender a usar las palabras.
la realidad o en la imaginación, y cambiará sus potenciali- Freud atribuye esta así llamada «am nesia infantil» a la
dades. Pruebe usted mismo la técnica de la silla vací a/N o represión, es decir, al enterrar los recuerdos inaceptables de
entiende por qué no le hace caso su madre: pregúnteselo en ser un niño de instintos libres. Sin embargo, el psicólogo
la silla de enfrente y luego siéntese ahí y descubra la res­ Emst Schachtel6 señala que podría tratarse de nuevo del vie­
puesta. Desea saber qué quiere el entrevistador para un nue- jo problema de archivar. N uestro modo de pensar infantil

52 53
difería tanto de nuestro modo adulto que simplemente no ?
podemos llegar a él. Es como si cuando aprendemos el len­
r 'ramos muy pequeños, si nos tapábamos los ojos creíamos
" “ nadie podía¡ vernos.
guaje creáramos un nuevo sistema de archivado y olvidára­ En efecto, /el mundo no estaba «ahí fuera», sino que lo
mos el antiguo, basado en imágenes y sensaciones xperim entábamos enteramente como una relación. Eí so-
corporales, sin darnos cuenta de cuánto entendimiento y ro no era un objeto que estuviera ahí fuera; tan sólo co­
nocimiento vitales se almacenan bajo el antiguo sistema v nocíamos el acto de sonar, que incluía bebé, sonido y
quedan ahora fuera de nuestro alcance. Las palabras son ma­ sonajero, todo en uno. La madre, igualmente, no estaba ahí
ravillosas para expresar un mundo abstracto, sistemático, ló­ fuera porque lo que nosotros entendíamos era sólo la re­
gico, con significados socialmente definidos y compartidos. lación madre-bebé.
Pero cuando éramos m uy pequeños vivíamos en un mundo Nuestra vida de entonces era completamente activa,
m uy diferente ^ n u estro prim er lenguaje fueron las. imáge­ c o m p r o m e t id a y mezclada en todo momento. No nos di­
nes, no las palabras. El lenguaje de las imágenes, con sus f e r e n c iá b a m o s de nada: nosotros éramos el mundo y el mun­

cualidades concretas, holísticas, personales y atemporales es do éramos nosotros. El juego era nuestro trabajo, porque
idóneo para reflejar la realidad del niño pequeño/" no tratábamos de conseguir nada en el futuro sino que es­
El mundo de la infancia, como el de las imágenes, es un tábamos Simplemente ocupados en vivir y crear significado/
mundo concreto, palpable: no aprendimos el'm undo, sino •Nuestros primeros símbolos eran imágenes, imágenes acti-
que más bien lo vivimos, lo sentimos directamente. Usamos { yas de relaciones y no d e objetos, d e hacer sonar y no de
los cinco sentidos tradicionales para palpar, oír, ver, oler y sonajero, de ser cuidados por la madre y no de una madre
degustar el mundo, y también nuestro sexto sentido de la exterior a nosotros. ,*
intuición para ca; cornent que nos Después desarrollamos el lenguaje verbal y con él
obtuvimos una visión del mundo completamente nueva.
rodeaban.
No teníamos ninguna noción del tiempo y cualquier cosa » Nuestras primeras palabras eran más bien como imá-
que sucediera era ahora y para siempre, hasta que sucedía genes, sonidos personales con sus propios significados per-
algo más. Incapaces de volver atrás, observar y abstraer, es­ ; sonales, activos, que tal vez entendían sólo nuestros padres,
tábamos totalmente inmersos en un mar de experiencias en® I que sabían que «niania» podía significar naranja o ventana,
el que todo estaba conectado y todo era posible. Las fron­ y que «pa-pa» significaba papá y el bollo que papá tomaba
teras entre interior y exterior, mente y cuerpo, yo y otro, I con el desayuno. Lento pero constante, nuestro lenguaje
pasado, presente y futuro aún no habían sido trazadas. Tan | privado dio paso al lenguaje de la cultura. Se abrió todo un
sólo existía la experiencia# S nuevo conjunto de posibilidades, casi como si hubiéramos
N uestro mundo era, también, enteramente personal.- 15 frotado la lámpara de Aladino.
Dábamos por sentado que las cosas eran lo que parecían \ Ahora podíamos por fin aprender sobre el mundo desde
ni siquiera sospechábamos que hubiera un mundo «objcci- la distancia. Podíamos hablar de la taza aunque ésta no es­
vo» sobre el que pudiéramos im aginar que los otros tuvieran tuviera en la misma habitación. Empezamos a reconocer que
perspectivas diferentes. Durante los primeros seis meses de ? había un mundo fuera de nuestra propia experiencia directa
vida, si perdíamos de vista un objeto no lo buscábamos, por­ y que tenía ciertas propiedades objetivas que no eran lo que
que había dejado de existir en el momento en que había sa­ nos parecían a nosotros. Las cosas podían parecer más gran­
lido de nuestro campo visual. De forma parecida, cuando des o abundantes y no serlo en realidad. Adquirim os la no~

55
54
T '
ción del tiempo y , más tarde, las abstracciones Y los I profesionales con la intuición, coraje y
p ro y e c to s
sistemas. Pasamos a ser capaces de comunicarnos de una for­ nuevos F ^ ,j n n- )0 y e| conocimiento que hemos acu-
ma compleja, tanto oral como escrita, no sólo con los padres - 7- desde entonces. Avanzaríamos con paso seguro
sino con los maestros y con ia sociedad en general. Apren­ a una com prensión madura de nosotros mismos y dei
dimos a controlar nuestro lenguaje, nuestros pensamientos
y acciones. Nos convertimos, en efecto, en miembros social ^ S i n embargo, ya desde nuestra más tierna infancia, la cul-
e intelectualmente adiestrados de la sociedad. en forma de padres y maestros, intervino para dar más
ílid e z a un modo de ser y pensar. Aprendimos de forma
‘áliií ^ U d ta* que desarrollarse y convertirse en una persona ma-
La espada d e doble filo es com o subir una escalera en la cual el mundo concreto,
^ s o n a l y activo dei niño está en los peldaños inferiores, y
Pero cada avance es una espada de doble filo. La objetividad Pfmundo abstracto, sistemático y social del adulto en los
también nos condujo a la alienación, a un mundo que era E riores. Cuanto más deprisa subiéramos, más inteligen­
indiferente a nosotros. O btener el acceso al pasado y al fu­ tes y maduros se nos consideraría, jea n Piaget/ cuyas teo­
turo también nos llevó a pasar la m ayor parte de nuestro r ía s del desarrollo cognitivo constituyen la biblia de los
tiempo desconectados de la intensidad del presente. La ca­ edagogos modernos, describe magistralmente esta escalera,
pacidad de abstracción nos dio pie a sentirnos irreales, y los If con la visión de que es absoluta y universal.
sistemas de categorías socialmente estructurados obligaron a i #En realidad, esta escalera, que se basa en la destreza con
nuestro pensamiento a circular por vías socialmente acep­ l a s palabras y los números, sería mejor considerarla como

tadas. Convertirnos en comunicadores expertos nos per- •. una rama del árbol del desarrollo. Se la escoge y convierte
mitió mentir a los demás. El pensamiento verbal nos dio la en base de los tests psicológicos y otros medios de evalua­
capacidad de mentirnos a nosotros mismos. Nos enfrenta­ ción porque resulta ser la escalera de iniciación a nuestra cul­
mos, dicho de otro modo, ai peligro de la pérdida de la ino­ tura particular. O tra rama cubre el sonido, la música, el
cencia, a la caída del Edén. Si alguna vez, en un lugar ritmo, el movimiento y la danza, y otra rama se refiere a la M
público, se ha entretenido en comparar las expresiones fa­ intuición psicológica, además de las imágenes. Todos éstos
ciales y las actitudes de un niño con las de un adulto ya sabrá son modos distintos de ser y pensar y cada uno tiene algo
a qué me refiero. que aportar; sin embargo, todos han sido subestimados en
A quí es donde la importancia de poder elegir se torna nuestro sistema educativo. Las imágenes, que tal vez cons­
esencial. Si tuviéramos la posibilidad de continuar eligiendo H tituyan el más versátil de estos sistemas simbólicos, han sido
entre estos dos modos de ser o de integrarlos y crear un g| especialmente desdeñadas^
modo enteramente nuevo, todo iría bien. De adultos, aún f t En algún momento de nuestra infancia, pues, la m ayoría
podríamos seguir jugando en campos de césped con nuestros §§ de nosotros captamos que esta facilidad con las palabras y
amigos con toda la inocencia de la infancia, y hacer nuestras ios números era el camino para ser valorados, llegar a ser
reflexiones con el juicio de un adulto. Podríamos cuidar de alguien y conseguir el aplauso. Las imágenes, junto con
nuestras relaciones con el afecto y compromiso incondicio- 1¡| otras destrezas no verbales, se quedaron en el cuárto trasero.
nal, directo y espontáneo del niño y la habilidad y expe- ®
riencia del adulto. A sim ism o, podríamos emprender los
• - ÍÜ
|ÍÉ
56 57
1
Nuestro y o verb a l . ^ - * rea| no está en el secreto, éste se lim ita a inventarse
Í1V L'ttnria aue nosotros, naturalm ente, nos creemos. ‘
En la vida adulta, el lenguaje verbal —palabras dentro iina ,. j ,
Los hipnotizadores conocen m uy bien este truco aei yo
frases— es la herramienta principal con que contamos, tan' ¡3-1 Recordemos una demostración habitual en los es-
para pensar y hablar, dar sentido al mundo y a nosotros mi V£rarios: un hipnotizador pone a la persona en trance y le
mos como para vivir con la idea de que somos seres racio ¿ice que cuando vuelva en sí no recordará nada de lo que ha
nales, con una finalidad. En efecto, hemos desarrollado uq oído pero que cuando él se rasque la nariz, se levantará y
yo verbal. abrirá la ventana. El hiptonizador saca del trance a la per­
Como hemos visto, este yo verbal no puede represen sona y al cabo de pocos instantes se rasca la nariz; la persona
todo nuestro ser. La lógica abstracta y sistemática para 1 se levanta y abre la ventana. «¿Por qué ha hecho eso?», pre­
cual las palabras funcionan tan bien es mucho más adecúa gunta el hipnotizador. «Porque de repente hacía calor», res-
para expresar al adulto que al niño que llevamos dentro, onde confiada la persona. El público estalla en carcajadas.
lógico más que al poeta, a nuestro aspecto consciente m La persona no entiende nada.
que al inconsciente. U n ejemplo bien documentado de este proceso, que se
El lenguaje concreto en que pensamos también nos dirigí daba de forma natural, es el de un hombre conocido como
hacia la clase concreta de racionalidad que resulta compren­ P S., que padecía de «cerebro dividido», es decir, la co­
sible y aceptable a nuestra cultura. La estructura gramati nexión entre sus dos hemisferios estaba alterada. Su hemis­
y los significados de las palabras de toda lengua contienen ferio izquierdo (verbal) no sabía, literalmente, lo que hacía
en ellos Sos supuestos sobre la realidad_que predominan.en el derecho (imaginativo y no verbal). P. S., o al menos su
esa sociedad.8 Por ejemplo, una lengua que nos permite vo verbal, no parecía considerar esto como un problema.
«ahorrar», «ganar» o «perder» el tiempo, y que describe gra­ Al yo verbal no le importaba inventarse lo que no sabía.
maticalmente «diez minutos» con la misma estructura que En un experimento, los investigadores proyectaron fu­
«diez litros» nos dará la idea de que el tiempo es un conjunto gazmente la imagen de una pata de pollo en el campo visual
de objetos cuantificables. Como veremos en el capítulo 15 de su hemisferio izquierdo y un paisaje nevado en el del de­
al hablar sobre el tiempo y el dinero, esta extraña visión del recho; luego le pidieron que señalara una imagen relacionada
tiempo podría ser la raíz de muchas de nuestras dificultades. con lo que había visto. De forma correcta escogió la imagen
/ E l lenguaje verbal, pues, constituye una especie de surco de una gallina con la mano derecha (que está regida por el
para nuestros pensamientos y nos guía suavemente en de- hemisferio izquierdo) y una pala con la mano izquierda (re­
term inadas direcciones, convirtiendo algunos pensamientos I gida por el hemisferio derecho). Entonces le preguntaron:
en más fáciles de p e n s a r j expresar que otros. Tenemos otro «¿Qué ha visto?» Su respuesta, que al ser en palabras se ba­
sentim ientos, comprensiones y deseos, pero como las p saba únicamente en lo que sabía el hemisferio izquierdo, fue:
l abras no abren estos .archivos, simplemente no pensamos «He visto una pata y he escogido la gallina, y para lim piar
ellos. Tampoco sabemos que no pensamos en ellos: nuestri un gallinero hace falta una pala». Ésto no fue expresado
yo verbal no se da cuenta en absoluto Je~que sufre lagun como una conjetura, sino como la afirmación de un hecho
de comprensión e información. Y lo peor de todo es qui que en ningún momento puso en duda.9
puesto que al yo verbal se le ha encomendado la tarea d > Cuanto más nos limitemos a usar el lenguaje verbal para
darnos el sentido de nosotros mismos, cuando nuestra mo /: \entendemos a nosotros mismos y para dirigir nuestras ac-

58 59
r
tividades, tanto más probable será que obtengamos una ima, . ✓ es para crear la visión a cuyo servicio se encuentra
gen distorsionada de quiénes somos y de qué es lo qUe . 1 _ tecnología.
realmente sentimos, creemos y deseamos. Esta explicación ^ Y a m a y o ría de personas creativas opinan que han desa-
dc nosotros mismos será desviada hacia • nuestro aspecto3« " l O o----- g pdisposición
esta esar de, y no ^a .......
causa de, su ex-
..................................
adulto, socialmente adiestrado, de orientación consciente^-^J^ícía^educativa. Pocos de nosotros han disfrutado del
racional y tecnológica con el que nuestra cultura nos incita iucativo m ultim odal que nos ayudaría a de-
a identificarnos, y no sabremos que la historia no se acaba rollar esta caPac^ a<^ v*Si<^n e^ect*va clue poseemos to
' ^ ' ' ' 1
aqui. Es probable que continuemos escogiendo nuestros *ar pero aunque la escolarización no nos haya ofrecido esta
pensamientos, y nuestras vidas, de entre la producción en oporruiuuav*, aún no es demasiado tarde para que nos la
sene que nos ofrece la sociedad. o fr e z c a m o s nosotros mismos.
L a m o r a le ja del cuento es pues: lo que no sabes puede
, daño. Ño puedes entenderte a ti mismo ni dirigir tu
Ahora tiene una op ción v i d a con éxito cuando sabes tan poco acerca de tus verda­

deros objetivos y necesidades y sólo tienes acceso a una parte


Pero a diferencia de P. S., nosotros sí tenemos otra opción,' tan pequeña de tu potencial para satisfacerlos. Aprender el
Si aprendemos a usar el lenguaje de las imágenes para sim­ lenguaje de las imágenes es simplemente recuperar tu dere­
bolizar nuestra experiencia a integrar las comprensiones que cho de nacimiento, aquel lenguaje original que conocías tan
nos brindan en nuestros procesos de pensamiento verbal! bien hace tanto tiempo, y desarrollarlo con tu destreza adul­
podemos empezar a adquirir una percepción del yo que reí ta al servicio de los objetivos de tu vida.
presente a la persona en su totalidad../ Esto no significa que haya que descartar las palabras,
Los pensadores y creadores inventivos siempre utiliz, porque éstas tienen su propio poder, y así como una imagen
un enfoque m uítim odal. Eínstein, por ejemplo, siempre vale por mil palabras, también una palabra vale por mil im á­
prensaba en imágenes y luego traducía sus comprensiones; genes. Ciertamente, es gracias a las palabras que podemos
en frases como E = me2. Se ha dicho reiteradamente que las hablar de imágenes en este lib ro .^ P o r qué no usar palabras
imágenes oníricas han sido la base de importantes descubri­ e imágenes y desarrollar un sentido adulto del yo que sea
mientos, cuando gran cantidad de conocimientos y expe re a lm e n te sabio, creativo, eficaz, lúdico y verdaderamente
riencias convencionales han conducido a una capacidad d JS¡ ¡ tuyo?/
tener e interpretar el sueño crucial. Los gestores de empresa
eficaces, una vez han adquirido el dominio y experiencia n e-1
cesarios con las cifras, m uy frecuentemente utilizan la in­
tuición para llegar a una decisión, que luego comunican en §f
forma de palabras y números. De forma parecida, se ha
comprobado que las personas sanas, física y mentalmente,
combinan la imaginación, inocencia y sentido lúdico de los
niños con la empatia, juicio y destreza del adulto. U na for- ;
ma de explicarlo es que las palabras y la lógica son unas ex- Jt
celentes herramientas tecnológicas, pero necesitamos las
1
60 61
i
efectivas
necesitamos aprender a usar las imágenes como
entre nuestro yo consciente e inconsciente, así
puente
como entre nuestras intenciones internas y lías acciones ex­
Para expresarlo de otro modo, necesitamos penetrar
ternas
tender las imágenes o programas con que vivimos ahora
■eni
■crear nuevas imágenes que nos lleven al futuro,
Opciones, cambios y desafíos
de vida L o s programas con que vivim os

Escoger las imágenes con que vivimos ilar iro de los años hemos creado programas, patrones o
délos profundos que nos dicen como es el mundo, como
Inmos nosotros y como reía(feñarHoyicoffTl^ u ñ 3 ó ~ y fun­
c io n a r e n él. Estos programas han llegado a convertirse, nor­
U na tarde lluviosa, durante una de las épocas más difícil^ m alm en te, e n hábitos, en algo inconsciente, aunque en su
y penosas de mi vida, estaba en un café preguntándome de forma consaente.
cómo me las había arreglado para acabar en un embrollo tal Estos programas van desde lo sublime hasta lo ridículo,
¿Q ué provocó toda esa terrible sucesión de accidentes >1 desde una inspiración profundamente sentida en nuestro or­
errores? De repente, en un tremendo choque de autorre. ganismo hasta las decisiones infantiles sobre la vida, que to­
conocimiento, vi que yo misma, o al menos mi inconscieifj mamos demasiado prematuramente. Nuestras elecciones
profundo, debía haber elegido esa vida. M e quedé horrori­ presentes son guiadas por estos programas interiores, y se
zada. ¿Cóm o podía ser? Sin embargo, debía ser así. En es. podría decir que constituyen quiénes somos ahora en el
momento entendí lo que significa ser responsable de la pro­ mundo. Antes de decidirnos a efectuar cambios en nuestra
pia vida. También decidí, allí y entonces, que mi incons­ vida es preciso que entendamos y respetemos nuestro yo ac­
ciente no era un guía m uy de fiar y que más me conven«, tu a l. Ésto significa descubrir cuáles son todos estos progra­
quitar el piloto automático de mi embarcación y empezará mas' de los que ahora no tenemos conciencia.
colaborar con el timón. Las imágenes pueden considerarse la expresión simbólica
El inconsciente tiene muchas caras: cubo de la basura £ de estos programas; algunos teóricos incluso creen que los
almacén, fantasía infantil y visión juiciosa, cobarde y h éro lj programas son im ágenes.1 Piense en cómo diferiría su ex­
destructor y creador. Hemos visto en el capítulo anterior' periencia de vida y las decisiones tomadas para enfrentarse
importante que es para nuestro yo consciente hurgar en e. a ella según su imagen im plícita del universo fuera la de una
inconsciente para beneficiarnos de sus recursos y entend;: madre frustrante, una m áquina eficaz o un demonio ju ­
sus intenciones. Pero también es verdad que el inconscient guetón.
necesita la luz de la conciencia, además de la influencia ds Sigmund Freud llegó a decir que todo nuestro compor­
los desafíos vitales, para crear la vida que realmente nos cor.- tamiento está determinado por el inconsciente o, en otras
viene. palabras, que todas nuestras elecciones se basan, al menos
Para llevar a cabo elecciones plenamente conscientes en parte, en imágenes inconscientes que derivan del pasado

62 63
pero que controlan nuestro presente y futuro. Puesto q if l I „ s jmágenes en un sentido positivo podemos llegar a tener
Freud consideraba que el inconsciente era en gran m ed id a® í ^ e f e c to beneficioso sobre los campos de imágenes de mies-
receptáculo de nuestros recuerdos, imágenes e instintos n01 I tra cultura y , más en general, de nuestro mundo.
|:-.-
deseados o inaceptables, es como si lo que pensábamos qye ?' f. • ' '
era un vertedero de desechos fuera más bien la papelera (f||
nuestro director gerente interior. .D e d ó n d e p ro ced en las im ágen esi
j ung, casi en m ayor medida que Freud, creía que nuestra §
vida-está dominada por el inconsciente: tanto por el p e r s o n « Muchas de las im ágenes q u e nos guían surgen durante la pri-
'¿ [a~ una etapa en que constituyen el modo pre-
como por el más universal inconsciente colectivo,- Según él
g ^ n t T i r i ^ s t r o pensamiento, y guían no sólo los

, .........................................................................................................................................................................
no sólo nuestras acciones sino incluso nuestro destino fluyep;
^ensam ieñtqs sino también el funcionamiento del cuerpo y
desde el inconsciente, ya que gran parte de lo que se nos
to3 a nuestra f°rm a de ser . Por ejemplo, si usted tiene una
presenta como azar es en cierto modo una expresión
aquellos aspectos del inconsciente que no hemos explora*® ímagen del inundo como una madre frustrante, que siempre
prom ete una leche que nunca llega, esto podría venir de su
ni integrado en el yo consciente. Si es así, cualquier cosa qn¿:
nos suceda, en apariencia debida a una pura casualidad, po­ primera infancia en la que fue bruscamente retirado del pe­
demos considerarla como un desafío a nuestro yo consciente cho de su madre, fue alimentado de una forma poco ade­
para que hurgue en el inconsciente y aprenda una nueva e| jjf cuada o defraudado en. cualquier otro aspecto vital.
Esta imagen bien podría ser causa de una úlcera, y a que
señanza o formule un nuevo program a de vida.
¿Dónde guardamos estos program as? Los científicos es­ los ácidos de su estómago están trabajando inconsciente­
mente debido a una irritada y frustrada espera de nutrición.
tán aún proponiendo y refutando teorías al respecto. Una
forma de verlo es que estén en nuestro cuerpo: en la postura, También podría afectar a su postura y a su forma de caminar
en la forma de movernos y relacionam os con el mundo.2 ^ (protegiendo el corazón), a la forma de ver a los demás (te­
; O tra, que estén en el cerebro: el hemisferio derecho, el neo- miendo que le decepcionen y sintiéndose esperanzado y fu­
I córtex, el cerebro lím bico, o el cerebro entero funcionando rioso a la vez), a la profesión que elija (tal vez se dedique a
j como un «hologram a», de forma que cada parte represent!! la ciencia pensando que en el laboratorio se encontrará a sal­
y está conectada a todas las otras partes; todas estas posi­ vo de tales decepciones), así como a otros muchos aspectos
bilidades han sido propuestas como candidatos.3 primarios y secundarios de su vida. La imagen es profun-
i Rupert Sheldrake,4 destacado y polémico biólogo, su-.; damente personal y tal vez nunca la haya expresado en pa-
j giere que las imágenes que nos guían no están en el propic la£ras7níla*Kayapensadlo conscientemente ni hablado de ella
j cerebro, sino más bien que éste, funcionando como un apa- con nadie. ~
: rato de televisión, sintoniza con los campos de recuerdos, ”””" ^ á ^ h íé n podría suceder, como señala Ju n g, que algunas
imágenes y pensamientos que nos rodean y que configura! imágenes procedan de la infancia de la especie y expreseñüñ
; la forma de nuestro cuerpo y mente. Estos campos evolu­ conocimiento ancestral que se ha perdido en nuestra mente
.

cionan y cambian bajo el efecto de las experiencias de miem­ racional y tecnológica. De este modo, el mismo concepto de
bros pasados y presentes de nuestra sociedad y nuestra «madre» es, según ju n g , un arquetipo, un símbolo humano
especie. Esto implica, lo cual resulta alentador, que si un que los niños nacen con una predisposición a entender,
porque las personas siempre hemos tenido madre. El bebé
i número suficiente de personas transformamos nuestras pro-
65
c niño dispone de toda una gama de actitudes potenciales mpresa, y la imagen de la empresa que surgió fue 1?. de
innatas que abarcan desde ia madre como bruja hasta la ma­ sU ‘ psmiizofrénico: el mono corría por la selva, asus-
dre como diosa, y que ha heredado junto con la capacidad un m ono .
j por ios depredadores, sin síntoma entre cuerpo y mente
de caminar erectos. Sin embargo, mientras que el esquema 13 ° saber qué hacer a continuación. No siempre había es-
general es innato, ios detalles concretos se van incorporando , en esa situación. Hubo un tiempo en que la selva re­
a partir de nuestra propia historia personal. bosaba de bananas, no había depredadores y el mono se
Otras imágenes son simplemente el resultado de nuestra dedicaba a saciarse con glotonería. Pero ahora había menos
experiencia vital día a día, representan las enseñanzas que bananas y muchos depredadores y se encontraba en una si­
hemos recibido sobre nosotros mismos, sobre la realidad y
tuación terrible. _
las opciones que hemos tomado, y constituyen una táctica •Qué podía hacer? La respuesta de ja c k llego tapida­
m uy útil que elimina la necesidad de reinventar la rueda cada mente. Podía trasladarse a una zona de la selva donde hu­
día. Un «burrito dócil y voluntarioso», por ejemplo, podría biera pocas bananas y pocas fieras. El mono tendría que
representar la técnica que usted ha desarrollado para con­ esforzarse más para encontrar comida, pero al menos se sen­
seguir el aprecio y simpatía de los demás y que le servirá tiría a salvo. La vida sería incluso mejor que en los viejos
para guiar sus pensamientos, acciones, expectativas y co­ tiempos porque el mono ya no era tan glotón.
municaciones. El preocupado empresario entendió enseguida la grave­
Afortunadamente, en comparación con la estructura dad del estado caótico y la falta de coherencia de su firma.
profunda del lenguaje, las imágenes son relativamente ele fá­ Los tiempos habían cambiado; ahora tenían que competir
cil acceso. Se Jas puede observar, elaborar y transformar. con mucha más fiereza en un mercado que en otro tiempo
Así, a la vez que contienen nuestras reglas de programación, había sido terreno abonado. De hecho, él actuaba en base a
están a nuestra disposición como auto-programadores para un modelo que había dejado de ser apropiado en el entorno
que las exploremos y cambiemos. actual. Más importante aún, la imagen le dijo cómo solu­
cionar el problema de la mejor manera. Menos bananas y
menos depredadores era 1a respuesta que necesitaba. Ahora
A ctitud a ctiva y receptiva está trabajando para desarrollar un sector del mercado me­
nos lucrativo pero también menos competitivo en el que es
Para descubrir nuestros programas internos, empezamos un experto sin rival.
con una actitud receptiva y abierta a las imágenes que pro- De este modo, mientras el balance se compara a menudo
ceden del inconsciente. Le pedimos a éste una im agenjre- con una instantánea de un negocio en un momento dado del
Tacionada con cierto asunto o cuestión, o con nuestra vida tiempo, el trabajo con imágenes ofrece cuadros de muy di­
en general, y el inconsciente, con tanta exactitud como un ferente orden que a veces pueden resultar mucho más útiles.
ordenador, parece ser capaz de complacernos. Cómo se hace En este caso, Jack pidió una imagen que representara a su
esto exactamente se verá con claridad en los capítulos si­ empresa en ese momento de su trayectoria. Podría haber in­
guientes. vitado a una imagen del mejor consultor financiero del mun­
Tomemos un ejemplo del mundo empresarial: Jack, el do que pudiera estudiar su situación y asesorarle. O podría
gerente de una innovadora firma de estudios de mercado, haber creado una imagen de la Cámara de Com ercio, a la
trabajaba conmigo para intentar ver hacia dónde se dirigía que poder acudir en busca de consejo. O proyectarse cinco

66
sños en el futuro con la instrucción: «A hora han transcu­
rrido cinco años y estoy contento de cómo marcha el ne­ ' Nuestro yo ruturo es como ese angeí que ansia ser
gocio. ¿De qué estoy contento? ¿Q ué he hecho para llegar ¿ ? r a d o de la roca.
hasta aquí?», O trabajar sobre un sueño que tuvo con ia em­ Una de las formas más fáciles de usar las imágenes para
presa. O incluso retroceder hasta una situación parecida en evocar nuestras metas y elecciones futuras es imaginar que
su infancia, averiguar cómo surgió entonces su método para 1 futuro ya ha „sucedido y que ya hemos tomado una op-
enfrentarse a las situaciones, método que no cambió con la ' ción «¿SH ? fue 3Üe ^ ce?>>» podemos preguntar, en lugar
edad adulta e im aginar una forma totalmente nueva de en­ de « Q ué debería hacer?». Es algo parecido a esos laberintos
frentarse a las cosas. para niños en los que si se empieza por el principio se cogen
Todos estos métodos, y muchos más, descritos en las muchos caminos falsos, pero si se hace trampa y se empieza
páginas siguientes, constituyen formas de realizar una con­ or el final, es m u y fácil encontrar el correcto. Situándonos
sulta eficaz entre el consciente y el inconsciente para que en el futuro, hacemos trampa y aprovechamos las ventajas
podamos entender nuestros patrones actuales y ver adonde de la m irada retrospectiva antes de que se produzca el su-
podemos encaminarnos desde aquí. ceso.
Cuando aún era adolescente, un profesor del instituto
nos pidió que nos situáramos en el futuro y redactáramos
P ercib ir y esta b lecer m etas a ^ q g it a ! Yo escribí una larga y detallada
iistoria de mi vida, gran parte de la cual ha resultado ser
Crear una imagen de nuestra bastante acertada, incluso el hecho de que dejé Estados U ni­
,-lril..;.. j^__situación
^t_| . •__-rinactual es,
g7 de ordi-
v___ .....<
nario, la m ejor forma de ver el próximo paso a dar, como dos, viví en otro país y me casé con alguien que era de un
en e l caso de Jack y el m olió esquiztófirenicÓTl^"veces, sin tercer país. Los países eran diferentes pero las relaciones bá­
embargo, podemos preferir que aparezcan imágenes relacio­ sicas eran correctas.
nadas más directamente con el futuro. Como hemos visto Lo más interesante de todo fue el hecho de que a partir
en el capítulo anterior, las imágenes parecen tener el poder de esta nota necrológica escribí un libro sobre cómo integrar
no sólo de llevar a cabo una recapitulación de nuestras ex­ ^ p sic o terapia en el proceso educativo, en lugar de consi­
periencias pasadas y presentes sino también de dar una im­ deraría algo para la gente con problemas. Recuerdo que .
presión de lo que nos dep:ara el porvenir. Las imágenes que cuando escribía estos fragmentos de la nota me sentía ató­
surgen con este trabajo pueden decirnós tantó sobre lo nita, porque por ese entonces ya tenía la idea de hacerme
que estamos a punto <Te se r como sobre lo que hemos llega- psicoterapeuta y creía en el enfoque tradicional para ayudar
d o la se n ——— ~ a la gente.
AFHescubrir en nosotros las imágenes que apuntan al fu­ Pero tal y como se ha desarrollado mi vida, mi compro­
turo, podemos aprender a percibir metas en lugar de esta­ miso con el trabajo con imágenes es precisamente el de usar
blecerlas: percibir la idoneidad de cualquier camino que las herramientas que he adquirido a través de la psicoterapia
tomemos y , entonces, alentarlo a que se haga realidad. Me como accesorios de la vida cotidiana, y la visión de que ésta
viene a la memoria una anécdota sobre M iguel Angel, cuan­ debería formar parte del dominio educativo y no limitarse a
do golpeaba una roca con el cincel. «¡A y , señor!», gritó un ser una rama de la medicina o las artes curativas. ¿Cómo lo
niño, «¿por qué golpeáis esa roca?». MieueT Añgel"se~voTvió supe? ¿Fue una profecía que se cumplió a sí misma, una ima-

68
gen que estimuló el sendero que tomé incluso cuando no lo El c a m b io no es siempre bienvenido. Puede resultar arre -
pensaba de forma consciente? ¿O fue mi intuición dicién- ‘ ¿ o r o a t e r r a d o r : porque el «nuevo yo » es un descono-
dome algo sobre la naturaleza de mi yo más profundo que A ¿mprevísiBIe con quien no me puedo identificar, ni
mi mente consciente no sabía? ¿O , incluso, estaba yo sin­ ^ " c ío enten3er n i controlar d e la forma habitual. Puede re­
tonizando intuitivam ente con el futuro? sultar p e r tu r b a d o r , si tengo suposiciones inconscientes ne-
Fuese lo que fuese, y tal vez fuera una combinación de 5 • sobre el «nuevo y o » , incluso cuando el cambio tiene
todo esto, aún hoy me asombra mi capacidad a los dieci­ un a sp ecto superficial enteramente p o s itiv o T V h e c h n . m ie -
--a- v v j m "7r- y . TT .y

nueve años de predecir lo que llegaría a ser, después de mu­ AP n ro d u c ir una sensacion.de salto ai vacío. Trabajar pri-
cho esfuerzo, a mis treinta y cuarenta años, Al escribir este mero con las imágenes nos proporciona..un mapa del terreno
... a ............... ..
libro, me doy cuenta de que el hecho de que este trabajo sea : T ^ u e estamos ap u n to ^ p e n e tr a r ; puede ayudarnos a
tan esencial para mí, hasta el punto de haberlo percibido tan­ ^ T a i í S í o q u e en ía oscuridad parece un abismo es, en
to tiempo atrás, es algo que refuerza mi compromiso con él. realidad, un precioso prado de hierba.
El trabajo con imágenes parece ser el ángel que anhelaba sur­ Por extraño que resulte, la importancia de pararse ap re-
gir de mi interior. parar o incluso practicar una imagen antes de actuar vale in-
(Ju so ^ rT e so s 'momentos en que estás en la cama y deseas
ser capaz de levantarte y te preguntas por qué hay gente a
La p rá ctica hace la p er fecció n : La vía d el holgazán quién le resulta tan fácil saltar del lecho. Ciertamente vale
para todos los planes, proyectos, programas de auto-ayuda
El proceso receptivo de sintonizar con las imágenes que ac­ y dietas que nunca has llegado a realizar. Su imagen de cómo
túan como mensajes de nuestro inconsciente es normalmente es usted —indolentemente tumbado en la cama, o dejando
suficiente para capacitarnos a la hora de efectuar nuevos el trabajo para mañana, o comiendo demasiado y sintiéndose
cambios y elecciones, ya sea a través de ver nuestro patrón mal consigo mismo— es, seguramente, más clara, más co­
actual y encontrar el camino a seguir, ya sea sintonizando nocida, y/o inconscientemente más atractiva que su imagen
directamente con el yo futuro. Pero a veces, incluso cuando de cómo cree que quiere ser. Si jx a b a ja jo b re su imagen en
vemos con bastante nitidez lo que deseamos hacer a conti­ lugar de obligarse a hacer algo, las ao, iones deseadas se de-
nuación, nos resulta difícil dar el paso. Es entonces cuando seácacíenan <3e forma natural.
necesitamos ayudarnos por medio de la creación y práctica En mi caso, yo averigüé que levantarme por la mañana
activa de imágenes nuevas de nosotros mismos. Esta es una me resultaba imposible porque significaba trabajar. La im a­
forma de prepararnos para el inmenso salto que supone rea­ gen que tenía era la de salir de una cama calentita y doblarme
lizar y convertirse en algo nuevo. bajo el peso de la carga sobre mi espalda. Cuando aprendí
C ualquier nuevo plan o proyecto, tanto si se trata de em­ a estar remoloneando entre las sábanas y visualizar una de­
prender un negocio nuevo, uña nueva vida o perspectiva, liciosa taza de té, me encontré fuera de 1a cama en un san­
también es, en r ealidad, un cambio en nosotros mismos. Si
tiamén.
quiero escribir un libro, necesito poderme ver como la clase Si se quiere entender el poder de las imágenes para fa­
de persona que escribe libros. Si quiero cambiarme de casa, cilitar cambio es importante darse cuenta de que cuando
necesito poderme imaginar viviendo feliz en un nuevo am­ creamos imágenes no estamos simplemente pasando una pe­
biente.
lícula casera interior de bella fotografía. Estamos realm ente

71
i
vsviendo lo que imaginamos; ia experiencia es reai, aunque Los jugadores fueron divididos en tres grupos de nivel
no se corresponda con ningún suceso objetivo. Puede ser ivalente. Los de un grupo entrenaban de forma normal,
que no haya ido a nadar, pero si lo ha imaginado plena­ f ^ j e l segundo no se entrenaban en absoluto, y los juga­
mente, tendrá el aspecto y la sensación de estar más refres­ dores del tercer grupo dedicaban una hora o dos diarias a
cado, relajado y enérgico, y esto se verá reflejado en cambios encestar mentalmente. Al final del experimento, el grupo
fisiológicos verdaderos y mensurables. e se entrenaba normalmente estaba sólo un poco por de­
Recuerdo una experiencia fascinante durante la cual fui jante del grupo de entrenamiento mental, y los dos eran más
guiada a través de lo que se llama una sesión de vid eo fe e d ­ de un veinte por ciento mejores que el grupo que no se había
back en la que podía verme en la pantalla de vídeo e incluso e n tre n a d o . 6 Esta es la razón por la que a menudo llamo al
hablarme a mí misma. En un momento dado, me entristeció trabajo con imágenes la vía del holgazán para el cambio de
el aspecto viejo y cansado que me devolvía la pantalla y dije: vida.
«Pero es que ya no tienes diecisiete años», pensando en
cómo era tener esa edad. Más tarde mi guía me comentó,
riendo: «Y claro, en ese momento parecías tener diecisiete El mundo que p ercib im o s co m o destino
años». Cuando volví a pasar la película descubrí que, por
asombroso que fuera, era verdad. En el momento en que No vivimos en el vacío, sino en un mundo más bien com­
pensé en esa edad, los años desaparecieron y mi cara fue la plejo, desafiante, difícil,' que a veces resulta bello y esti­
de una adolescente, inocente y sin carácter. Nunca he ol­ mulante pero que también puede parecer dolorosamente
vidado esa cara, v nunca he necesitado convencerme de nue­ confuso, angustioso e injusto. El mundo que percibimos
vo de que soy lo que imagino. como destino es tan responsable de nuestras imágenes como
U na forma cle entenderlo es pensar que la_energía sigue nuestras'imágenes lo son de nuestro mundo. El mundo, por
al pensamiento: lo que hacemos es una consecuencia o algo tanto7”3e6e ser visto como un compañero en el proceso del
que encaja co~ ...............to creado por la ima­ TraSajo con imágenes.
Sí».-- -r. 1 1 1 1 1 1 1111
ginación. Nos conviene tener cuidado con lo que imagina- "Aunque a menudo hablamos del desarrollo del yo, en
mos porque sin saberlo podemos llegar a serlo. He notado cierto sentido el yo no necesita desarrollarse, porque nuestro
que esto funciona incluso cuando corto una rebanada de verdadero yo interior podría considerarse perfecto tal como
pan. Mi expectativa habitual de que la cortaré torcida nor­ es. No obstante, el yo tiene que vivir en este mundo y, por
malmente me lleva a hacerlo así. Si me acuerdo de hacer una tanto, necesitaba establecer la relación más apropiada, eficaz
pausa para imaginar una rebanada pulcramente cortada, ésta y armoniosa posible con él. En realidad, es la relación entre
aparece como por arte de magia. nosotros y el mundo la que es imperfecta y necesita ser de­
Como ocurre con todo, puede suceder que con una vez sarrollada.
no baste y que nos haga falta practicaryCuanto más refor­ El proceso de crear nuestra relación con el mundo se pa­
cemos la imagen de cómo queremos ser, y cuanto más se rece bastante a una carrera de obstáculos; cada obstáculo que
convierta en un hábito, tanto más fácil nos resultará serlo.#*’ nos encontramos en la vida, personal o impersonal, nos obli­
Un experimento que se llevó a cabo con jugadores de ba­ ga a realizar un ajuste desarrollando una actitud, una pers­
loncesto en Estados Unidos ilustra este punto de una forma pectiva o una im agen que nos ayude a entender y
bastante espectacular. enfrentarnos a este obstáculo. Con gran frecuencia tenemos

72
1
que replantearnos estos ajustes. Este proceso de replantearse debilidad personal. Después empezó a correr la
los ajustes con el mundo es lo que normalmente se conoce c0^% ’~ñue la enfermedad tenía un significado. No se podía
como desarrollo del yo, y es también lo que hacemos al usar loar a los gérmenes; ¿por que has cogido tu ia entermedaa
el trabajo con imágenes. El efecto global del trabajo con imá­ CUj s demás no? Llamabas al trabajo para avisar de que es-
genes debería ser no sólo el de disponer de más actitudes y bas e n f e r m o y los colegas se preguntaban por qué habrías

útiles ante las circunstancias de la vida, sino el de una forma ¿ m a d o . Esto también era culpa tuya por no vivir mejor.
más eficaz de efectuar cambios adecuados sobre estas cir­ aj 0 había escapatoria.
cunstancias. Culparse a uno mismo es realmente un proceso que se-
Pero por muchos ajustes que nos replanteemos y cam ara-la parte «buena» de uno, esa que «ya-lo-sabía» una vez
biemos, y por mucho trabajo interno v externo que reali­ £~¡rha sucedido, se separa y culpa a la parte «m ala», «in­
cemos, para nosotros mismos y para los demás, siempre sensata» y «estúpida» por el desastre que ha organizado.
habrá factores que afectan nuestro destino que quedarán fue­ C u a lq u ie ra podría haberlo hecho mejor. ¿Por qué no tú ?
ra de nuestro control consciente. Estos factores han sido Esta forma de achacar culpas no es una solución, sino parte
atribuidos de forma diversa a! inconsciente, al universo, del problema, porque implica que el yo consciente está en
Dios, el Diablo, los espíritus o la lotería. Cambiar nuestras o sic ió n de «saber más» y de atacar al yo inconsciente en
actitudes influye sobre nuestro destino, pero es igual de co­ lugar de trabajar con él. Culparnos también suele atrapamos
rriente que el destino nos obligue a cambiar nuestras acti­ en un círculo vicioso dé ataque y defensa que nos impide
tudes. avanzar. .
El hecho de que nada esté nunca totalmente bajo nuestro Ser responsable de la propia vida significa reconocer que
control no es necesariamente malo de por sí. Como dice el uno tr ^ rT u Integridad— tomó una opción que era casi me-
. - -- . ’ y - —.r~y~ ___c-üv.-—■y.->-*■- jj • j -j» T

proverbio, el poder corrompe, y el poder absoluto corrom­ ^ ^ ■ ^ d ad o quien era uno y cual era su patrón de vida. No
pe absolutamente. h a y nadie a quien culpar ni nadie que pueda echar las culpas.
Y uno no sólo eligió su^ camino sino que el camino también
le elidió a él, porque no debemos olvidar el papel que juega
R esponsabilidad y culpa el mundo en todo esto. Además, es probable que estas si­
tuaciones se repitan hasta que algún cambio, interno o ex­
A medida que empezamos a afrontar en nosotros mismos el terno, nos libere de ese patrón y nos lleve a otro diferente.
alcance que tienen nuestras elecciones inconscientes sobre Para facilitar este cambio, más vale agradecer al inconsciente
nuestra vida, y especialmente cuando descubrimos que es el hecho de que haga cuanto pueda, e incluso agradecerle al
posible cambiar algunas, es fácil confundir responsabilidad íí mundo el desafío que ha ofrecido, y luego trabajar juntos
con culpa. Si fue mi elección la que me metió en este lío, para encontrar alguna alternativa.
¿no quiére decir esto que es culpa mía? En un sentido, pues, ser responsable es lo contrario de
La_enfennedad es un buen ejemplo. En los buenos viejos echáulas cufpaT, porque entraña admitir que durante todo
tiempos, cuando las cosas se ponían francamente mal y uno í el tiemoo aue el patrón fue „inconsciente no tuvim os otra
decaía, podía relajarse y ponerse enfermo, porque sabía que opción. Es sólo en el momento en que reconocemos nuestra
al menos esto, a diferencia de la depresión, la angustia o J¡f pasaHa falta de opciones cuando podemos abrirnos a una au­
cualquier otro fenómeno psicológico, no se iba a interpretar |j téntica elección. Habiendo entendido plenamente nuestros

1
patrones de! pasado, podemos empezar a crear nuevos . }a ejecución de las tareas. Ninguna técnica cus elija
pa-
trones que sean más apropiados para nuestro presente narl° consciente funcionará siempre y, además, puede su-
futuro.
^der que cuando más necesite la ayuda sea cuando se vea
j -ionado. En ese momento en el que tiene que obtener
„em igra , es muy, rprobable que
una re.spueo i i -se encuentrei en un os­
Yos m i inconscien te y el m undo
tado tan agitado que sea incapaz de relajarse completamente,
esté exigiendo, y no pidiendo, al inconsciente, y que
A medida que se empiezan a utilizar las imágenes en este incluso llegue a confundir imágenes acomodaticias que ha
sentido, se están estableciendo nuevas líneas de comunica­ creado su mente consciente con verdaderas respuestas del
ción y , por tanto, nuevos conjuntos de relaciones, tanto en inconsciente. Es como si su inconsciente, como muchas per­
uno mismo como entre uno y el mundo. ¿Qué actitud se sonas que usted conoce, estuviera determinado a ser un su-
debería tomar en estas nuevas relaciones?
¡eto libre y detestara que le fueran dando empujones y tener
Es útil empezar por Ecnsar en el inconsciente, como si que coincidir con sus expectativas.
fuera otro ser humano con quien usted tiene una relación"* Cuando esto suceda, no lo considere un motivo para ter­
íntima, que básicamente le quiere y desea ío mejor para us- minar la relación, sino más bien una oportunidad de revi-
ted, y que habla la lengua de las imágenes y no la de las" o rla de aprender a distinguir entre exigir y pedir, y entre
palabras. Ésta persona es vieja, sabia y poderosa y tiene in­ imágenes que se acomodan a sus deseos y lo que es «real»,
finitos recursos que poner a su disposición y , no obstante p a ra luego empezar de nueyo con una actitud ligeramente
a veces puede resultar pueril, obstinada y destructiva. En diferente. La verdad es que si usted pudiera realmente ob­
muchos sentidos, vive en el pasado y se niega a renunciar a tener todas las respuestas que desea y alcanzar todas las me­
actitudes que ya no resultan sensatas. tas que se propone, no sería alguien con una espléndida
Para comunicarse con este ser, usted necesita aprender el instrucción sino sencillamente alguien insoportable.
--- — _ __-.y..— ~r r— £ O i El tercer compañero en esta aventura es el mundo. Sus
creencias, necesidades y deseos de una forma directa, a la imágenes no están «en su mente» sino en todo su entorno
vez que debe escuchar con atención. Sepa valorar la res­ v en su relación con el mundo. Cualquier cambio que efec­
puesta o ayuda que usted pidió cuando la reciba, y cuando túe en sí mismo debería expresarse, a la larga, de alguna for­
no la reciba encájelo con elegancia. ma externa: en actitudes o com portam ientos nuevos,
El intercambio no va en una sola dirección. Usted, con opciones de vida diferentes, o incluso en un cambio en el
su madurez juvenil y su pensamiento lógico actualizado tie­ patrón de su «destino».
ne mucho que ofrecer a este ser, quien, sin embargo, puede Las circunstancias, personas y sucesos nuevos a los que
tomarse algún tiempo antes de aceptar e integrar sus apor­ se abre a través de estos cambios interiores y exteriores fun­
taciones en un patrón de creencias fuertemente arraigado. cionan como una especie de bucle de interacción activa
Convencer a su inconsciente, por ejemplo, de que el mundo que refuerza o amplía el efecto de los cambios producidos
ya no es una madre que nos defrauda sino un compañero I en usted. Los cambios en sus imágenes o pensamientos gue
estimulante, puede conllevar un cierto trabajo. no traigan ninguna consecuencia, ni siquiera a largo plazo,
Esté dispuesto a realizar un esfuerzo conjunto y demo­ son fígeramente sospechosos; los cambios que no tengan
crático, en el que se consulten mutuamente sobre el escé- ningún efecto sot>re la forma en que se percibe a sí mismo,
76
77
o como percibe su vida, carecen, de hecho, de la men-
irnportancia.
En un plazo relativamente breve descubrirá que está e
pezando a aceptar los desafíos de la vida, a tomar decisión
plenamente conscientes y a llevar a cabo auténticos cambia,
de vida.

Segunda parte

La práctica del trabajo


con imágenes:
Curso básico

78
f

i:

(
c

c
c
Cómo realizar los ejercicios
(
c La práctica del trabajo con imágenes
(
c
( Fl trabajo con imágenes es primero y ante todo no una teoría
• -r—
t /• 1 C '!
( sfno una practica. Este capitulo ofrece un resumen general
( de lo s principios del trabajo: cómo guiarse a uno mismo, a
c otros o a un grupo, qué pasos básicos entrañan la m ayoría
de ejercicios y qué actitud tomar ante el proceso. Los ca­
c pítulos 5 a 17 son la parte práctica del libro, con ejercicios
(
c
concretos y los principios que los rigen, sobre una amplia
gama de aspectos y problemas de lá vida: ios capítulos 5 a
c 11 podrían considerarse un curso básico de trabajo con imá­
genes, mientras que los capítulos 12 a 16 ofrecen otros cam­
(
pos a explorar, y el 17 es un resumen para el trabajo
(
individual.
( i i l Tal vez no desee leer los capítulos por orden, pero es
( aconsejable empezar por éste y seguir por los capítulos 5 y
( 6; este capítulo dibuja los principios básicos del trabajo; el
c ¡1 capítulo 5 le enseña a relajarse, y el capítulo 6 le guía a través
c de un ejercicio básico. El capítulo 17 es un buen lugar para

c acabar, porque repasa las diversas estructuras del trabajo de


forma que usted pueda diseñar sus propios ejercicios siem­
( pre que tenga un problema por resolver o una capacidad que
( quiera mejorar. Le recomendaría que al menos hojee el resto
( W : de capítulos para hacerse una idea de lo que es posible; luego
(
( ¡1
puede volver y realizar los ejercicios que je parezcan más
y no tener que preocuparse por lo que viene a con-
r e c e p t iv o
adecuados para usted en todo momento.
• „„rión. Es una idea excelente grabar las instrucciones en
Tratar de explorar todos los aspectos de su vida es una
^na cinta, dejando muchos blancos entre las instrucciones y
propuesta sobrecogedora y habrá algunos aspectos que le
{ ^ r ^ u ñ w T p a f l á T q u e T r 3 e ' *dFmpol‘ respónHer.
atraerán más que otros. Empiece con lo que le parezca más
fácil y útil y amplíelo luego con zonas que le resulten menos
conocidas. Si se toma su tiempo y sólo prueba aspectos nue­
Relajarse e in v ita r a una im a g en
vos a m edida que desee hacerlo, el trabajo con imágenes será
algo que hará con ilusión y no otra pesada responsabilidad El primer paso después de leer un capítulo y repasar los ejer-
en su vida. 71?ios es relajarse. Tómese tiempo para aprender a relajarse,
no sóío^porque es esencial para su salud y bienestar sino
también porque le perm itirá penetrar más profundamente en
D esp eja r un e s p a c i o . las imágenes. Cuando esté m uy familiarizado con el trabajo,
Jjiip l
podrá acortar o incluso dejar de lado este paso de relajación
Cuando vaya a realizar un ejercicio le conviene preparar el :i porque ya sabrá automáticamente cómo relajarse lo sufi­
espacio y el tiempo que va a dedicar ai trabajo. U n buen M ciente para que surja una imagen.
comienzo es un espacio tranquilo en el que no le molesten, |' j| : No todo el mundo encuentra relajante la idea de la re­
telefono descolgado o con ei contestador puesto, y ia lajación; de hecho, algunas personas se tensan tan pronto
intención ac tomarse su tiempo, i ai vez ya tenga el habito como oyen la palabra «relax». Pero la relajación no tiene
de hacer esto gracias a una rutina parecida para una actividad íS ; noraué basarse en el reposo físico. A lgu n as’personas se re-
que considera importante, y a sea yoga, darse un baño o ha­ 1 i- ^ M.r-r; -■» ’

[ajan méjorTÜañaócorréñ^ escalan, esquían o hacen el amor.


— ~ U "

cer el am or; si no es así, reservarse este espacio no es un lujo Cualquier acti\idad que le haga sentirse en unión consigo
smo una necesidad que ha sido largamente descuidada. Para "® ^ í^ q T ^ c o ^ e T m ^ ^ le s relajante, y puede ser que el mejor
muchas personas, simplemente llegar al punto en que sienten § momento para realizar el trabajo con imágenes sea durante
que tienen derecho a tomarse un tiempo para su y e interior 'A# o después de dicha actividad.
es un paso gigante de cara a cuidar mejor de su vida. Una Üna vez relajado, el siguiente paso es aprender a invitar
vez se haya familiarizado del todo con un ejercicio concreto ' a las imágenes. Esto significa aprender a dejar el conTrÓTv
(o con el trabajo en general) verá que lo puede realizar en pennltírseTTacer algo que es muy natural y sencillo: pensar
cualquier sitio: en el despacho, en el metro, en la playa o :j| en imágenes. Si yo dijera «Piense en una fruta», una imagen
mientras espera en una cola. o palabra que represente una fruta aparecería en su mente,
Todos los ejercicios se pueden hacer a solas o con alguien y usted diría «plátano» o «naranja». Este proceso totalmente
de confianza, guiando y siendo guiado por turnos, o eh gru- "1 normal y cotidiano es a lo que me refiero cuando hablo de
po. Si trabaja con un compañero o grupo, lea las instruc­ «invitar a una imagen».
ciones HeTefercicTó al menos uña vez antes de empezar, de m Incluso este proceso tan natural puede resultar proble­
forma ^üFlepánK 'áaa^óñH e se orienta. Si trabaja^ solo, es ||| mático si usted cree, como puede ser que ya crea, que «No
incluso más Im portante conocer los ejercicios antes de rea- Jf voy a ser capaz de hacerlo», o «Estoy seguro de que no soy
lizarlos, porque le conviene estar en un estado relajado y apto para im aginar», o incluso «Tengo que hacerlo bien

82
(dientes apretados); tengo que esforzarme y conseguir qUe uso ,r,cihle de este regalo ae su campo creador de imágenes,
°
funcione». g n los diferentes capítulos encontrara instrucciones ciaras
El trabajo con imágenes no es un examen que pueda sus­ obre qué tipo de preguntas hacerse o hacer a su compañero
pender. Todo el mundo puede crear imágenes y usted mis­ r sobre las direcciones a tomar. La orientación efectiva
mo lo está haciendo constantemente. Si ahora no le surge ¡je este trabajo entraña, fundamentalmente, aprender a
ninguna imagen, en otro momento, cuando no se esfuerce antencrse en contacto con la realidad de l a imagen en
tanto, le aparecerá. De hecho, puede practicar el trabajo con c o m b i n a c i ó n con el uso de la estructura y el razona­

imágenes incluso en el caso de que no obtenga ninguna ima­ miento que proporcionan un contexto, un significado y una
gen: algunos de mis mejores trabajos con otras personas se dirección.
han dado cuando, al decirme que no veían nada, les sugerí El procedimiento que usted sigue podría compararse a
que se introdujeran en la nada. un adulto que lleva a un niño de la mano mientras exploran
Imposible insistir io suficiente en lo importante que es r^¡mos*”ün mundo fabuloso, respetándose mutuamente las
dar la bienvenida a la primera imagen que surja, tanto si pa­ c u a lid a d e s qué cada uno aporta a la aventura. Piense en la
rece deseable de inmediato como si no. Ahora, tras una larga persona, o la parte de usted, que guía el proceso como en
experiencia, sé que muchas de las personas que dicen no po­ el adulto que proporciona la estructura y la dirección general
der obtener ninguna imagen o que su imaginación no les 1; y que aporta a la situación un juicio, comprensión y cuidado
funciona, en realidad lo que quieren decir es que la imagen con madurez y afecto, y que considera al niño como una
que obtuvieron no les gustó, la descartaron y entonces se ,í| persona y compañero valioso en el esfuerzo. El niño es el
encontraron con los problemas. Todas las imágenes son úti­ que es guiado y se atreve a entrar en el mundo del incons­
les, y cuanto menos le guste, probablemente más útil será.~vÉ ciente siempre y cuando se mantenga el hilo de segundad
Si obtiene una serie de imágenes fugaces, simplemente escoja "con el adulto; es el que se atreve a manifestar que «el rey
la que le parezca más fuerte. e s t á desnudo» y que ofrece revelaciones inusitadas para que

Sea cual sea ía imagen que surja, agradézcasela al in- vi efadulto les d é el sentido.
consciente .E sto puede parecer algo raro, p erolios recuerda Cuando da instnacciones, hace preguntas, percibe el sen­
que seamos agradecidos por nuestras imágenes y que este­ tido y el contexto del trabajo con imágenes, reflexiona y lo
mos abiertos a cualquier cosa que pueda presentarse o no. aplica a la vida cotidiana, usted desempeña el papel del adul­
Es útil pensar en el inconsciente como en una persona a to. Adopta el pape! deí niño intrépido cuando se «convierte»
' quien, como a cualquier otra, le encanta que se la valore y ;i en la imagen y responde a las preguntas y a la orientación
"J í ' J ----r tuniginnir imfarrarTnn-nvrrr 11 -n-r —1 — ~i------- ----- ..1^ — — —------------------------------ ---------------------- -— — ■

que estará más dispuesta a colaborar en el futuro si su ayuda del guía desde la percepción intuitiva de la respuesta pro­
es apreciada./ funda, inherente a la realidad especial deí mundo de la im a­
ginación, en lugar de dar la respuesta intelectual que siempre
ha dado el adulto.
O rientación d el trabajo con im ágenes Recuerde esta regla de oro para el adulto: Hable en un .s,v
lenguaje que pueda entender un niño de cinco años. Esto no
§
U na vez le ha surgido la imagen, o, si trabaja en pareja, le M hay'"que" confundirlo 'con'^ chapurrear,^que es algo* que en mi
ha surgido a su compañero, es necesario que la guíe con § opinión no hace falta hacer con niños de ninguna edad, sino
comprensión, cuidado y afecto, de forma que haga el menor más bien expresar sus pensamientos con palabras sencillas.

85
El lenguaje muy elaborado tiende a elim inar los sentimientos
. se experimenta algo doloroso, es una forma excelente de
y fomentar la intelectualización y ei distanciamiento. £n
otras palabras, puesto que el lenguaje de las imágenes es el -eaIzar el poder de este trabajo.
1 Si trabaja solo, sin ningún compañero, es una buena idea,
lenguaje de la infancia, ei uso de palabras demasiado adultas"
I nrincipio, colocar dos sillas, una enfrente de la otra, de
puede obligar ai niño a crecer para poder responder a la pre­
forma que el niño y el adulto puedan tener cada uno la suya
gunta. Este principio de usar un lenguaje sencillo en realidad
nropía- Esto implica que mientras realiza el ejercicio va de
es aplicable, según mi parecer, en cualquier situación enla~
Ja u n a a la otra según el papel que esté interpretando.
que se trabaja con_personas a un nivel profundo: cuanto más
Con el tiempo, aprenderá a llevar a cabo el proceso en
sencillo sea el lenguaje, tanto m ayor será la proporción de
dos niveles desde ei mismo asiento, como niño y adulto a la
la personalidad que se involucrará en la actividad. Intente
vez. Al hacerlo así, empezará a paliar la división que todos
también hablarle a la imagen como si estuviera presenteTn
padecemos entre el niño y el adulto interiores, entre mente
la sala con usted, ya sea un perro, una piedra, un sabio, su*
y cuerpo, racionalidad y emoción, lógica e intuición, y pau­
madre o Hércules Poirot, respondiéndole con sensibilidad v
latinamente será más capaz de enfrentarse a las situaciones
no con fórmulas.
con toda su gama de recursos/Pero aun así, cuando se sienta
Cuando sea el niño, asegúrese de establecer la realidad
bloqueado o necesite energía adicional en el trabajo con imá­
tangible d e ja im agen — por ejemplo, sienta el suelo bajo los
genes, es mejor volver a usar sillas diferentes ya que esto
pies o siéntese como se sienta esa persona— antes de tratar
facilita y refuerza el trabajo.
de responder a ninguna pregunta. Aprenda a distinguir entre
El principio de usar sillas separadas también sirve cuando
las respuestas aprendidas y de rutina y aquellas que real­
el trabajo entraña una conversación entre dos o más perso­
mente proceden de lo más hondo de la imagen concreta y
nas. Por lo general, resulta más fácil si cada personaje tiene
de su verdad, sea ésta agradable o desagradable. Como regla
su propia silla y usted se cambia cada vez que quiera cambiar
general, haga una pausa prim ero y descubra, luego la res­
puesta. de papel.
Al trabajar con una imagen, usted está realmente invi­
Aprenda a valorar, también, la sorpresa de averiguar
tando al inconsciente a que se revele. Cuando llegue a una
algo que no sabía. Los autores de novelas a menudo hablan
conclusión natural del trabajo, felicite a su yo consciente e
de cómo sus personajes toman vida propia y hacen lo que
inconsciente por su trabajo de equipo. Este es el momento
ellos quieren en lugar de lo que el autor esperaba. Como
de la reflexión, de poner en uso ios recursos de su mente
niño, usted necesita ser exactamente como uno de esos per­
consciente, racional, para dar sentido a la experiencia, si­
sonajes; como adulto necesita, al igual que el autor, estar
tuarla en el contexto de su vida, extraer conclusiones y con­
dispuesto a acompañar a sus personajes adonde quieran lle­
siderar qué acción concreta desea poner en marcha. Una vez
varle.
que la imagen de lo que necesita hacer en el futuro sea to­
Cuando se experimenta en su totalidad, la imagen no se
talmente clara, es de esperar que pueda seguir este plan in­
encuentra en su mente sino en todo su ser. Siéntase, pues,
terior de una forma natural y con el mínimo de lucha
llb r e d e u s a r no sólo su mente sino también su cuerpo para
interna. Q uizá le apetezca llevar a cabo una parte de la re­
expresar la imagen. Llevar los pensamientos a una forma ac­
flexión mientras esté aún en un nivel profundo de relajación,
tiva, por ejemplo, moverse como se movería la im agen-ser^
y otra parte más tarde, cuando ya haya salido de este estado.
em itir sonidos que expresen el sentimiento o hacer m uecas:!
Incluso si piensa que ya ha trabajado del todo una ima-
p i
gen> no la descarte pensando que ya no es de utilidad. Si ¡ frabajo en grupo
guarda en la «trastienda» y vuelve a ella de vez en cuando
es m uy posible que encuentre que aún tiene cosas que decirle r u jar con un grupo puede resultar una experiencia muy
y que sigua avanzando en su comprensión a medida que pa.
P 0*3 1 t - P 0 10 in ^ P ítI 1 r l ^ t Ü'íÉt--1 ^ r v i A 8'V A-i«*-k /-v
* tensa, porque la energía dei grupo, concentrada en una
*-» /> / i **»W /ni ii« i ^

san los días. El trabajo con una imagen no se acaba nunca, ísma tarea, o en la imagen de una persona, funciona como
por así decirlo. i prodigioso amplificador. A lo largo de los años he tenido
En resumen, la estructura general básica del trabajo con elaborar métodos para trabajar con grupos numerosos
imágenes, con las variaciones adecuadas para los diferentes J e forma que el grupo se mantenga unido pero que también
tipos de ejercicios, es: rrnita a las personas tener sus propias experiencias pro­
fundas. N o siem pre es posible concentrarse en las imágenes
Preparación: Despejar un espacio y relajarse. de cada persona sin acabar aburriendo a los demás. Tampoco
1. Invitar a una imagen deseable, a m i juicio, dedicar toda la sesión a dirigir a las
2. Estudiar una imagen ersonas en una experiencia privada que sólo más tarde se
3. Trabajar hacia la resolución compartirá con el grupo.
4. Valoración Estos son los tres métodos básicos que uso para trabajar
5. Reflexión
con grupos:
6. M irar al futuro
7. Emerger 1. Realizar el ejercicio con todo el grupo: Para trabajar
con todo el grupo a la vez, realice el ejercicio paso a paso y
Igualmente, es una buena idea llevar un diario del trabajo
aue el grupo o las parejas lo practiquen después de cada
y apuntar o dibujar lo que haya experimentado y aprendido".
apartado. Empiece por la relajación y a continuación expli­
Si toma decisiones concretas en relación al trabajo, anótelas
que el primer paso. Pídales que levanten la mano cuando han
también y señálelas con una marca a medida que las lleve a
«conseguido» realizarlo de forma que usted sepa qué está
la práctica. Q uizá quiera asimismo anotar objetivos concre­
ocurriendo con cada uno y pueda llevar un ritmo apropiado.
tos y realizarlos por turnos, por ejem plo: relaciones, tra- ;
Una vez realizado el prim er apartado, sugiérales que man­
bajo, creatividad, salud, dinero, vida espiritual. Creafjjj
tengan los ojos cerrados pero que compartan lo que les está
esculturas o danzas es otra manera de expresar el trabajo córil®
sucediendo, ya sea con un compañero o con todo el grupo,
im ágenes. Por medio de estas actividades de planificación y fjáp
seguimiento puede ciertamente am pliar la fuerza_y perma- \ de manera informal. Com partir con un compañero crea una
nencia de las percepciones obtenidas. intimidad que facilita la confianza y el nivel de profundidad.
Cuanto más concreta sea la forma que le dé al trabajolfj Compartir con el grupo posibilita que todos se sientan im­
tanto más fácil le resultará mantener las imágenes y trabajar 1 plicados con todos, y puede crear un ambiente m uy esti­
con ellas. Con esto también creará un registro maravilloso mulante. También da pie a un tipo de declaración pública
del «safari interior», como lo llamó un alumno, que está a n de intenciones personales que con frecuencia constituye el
punto de emprender. primer paso para llevar a cabo cambios en la propia vida.
Una combinación de los dos es lo mejor. Después de com­
partir en común, continúe con el apartado siguiente.
2, D em ostra ción y trab ajo p o r p arejas: En este caso, tr3 e asegure de que todos comparten i a responsabilidad de
baje con una persona delante del grupo para demostrar cómQ d udarse mutuamente con las imágenes.
funciona el ejercicio. Dos ejemplos suelen ser suficientes
Luego, haga un resumen de la estructura y pida al grupo q܀
se divida en parejas o tríos y que trabajen entre ellos. Si están : Celebración
en parejas, deberían dirigir y ser dirigidos por turno, dán,H
dose el mismo tiempo mutuamente. Si están por tríos, ¡ j 0 último consejo: celebre el trabajo. Está a punto de em-
tercera persona actúa como observadora, aprendiendo al í a r c a r s e en una aventura formidable, en la que se encontrará
servar la interacción e interviniendo para ayudar cuando sea con algunos amigos y guías increíbles. Y si choca con al­
apropiado; esta es una forma excelente de aprender el tr^ I gunos problemas al principio, recuerde las palabras del libro
bajo. En este caso, desde luego, necesita darles suficiente § chino de sabiduría ancestral, e i I C hing o Libro d e las m u -
tiempo para que cada uno pase por los tres papeles durante í taciones: «La dificultad en los comienzos conduce a un éxito
un tiempo similar. supremo».
A l final de cada experiencia, ios miembros de las parejas £;
o tríos deberán comentar entre ellos cómo les ha ido, siendo
tan concretos como puedan acerca de lo que funcionó y lo'-I:
que no; no hay nada como los comentarios sinceros para i
facilitar el aprendizaje y el crecimiento.

3. De uno en uno: Pase por todo ei grupo, pidiéndole a


cada miembro que presente su imagen, orientándosela bre- t
vertiente. No deje de recordarle al grupo que cuando una *
persona presenta una imagen, los demás también deberían 1
verla, entrando con ella en el paisaje de la imaginación. Aní- ¡
melos a hacer preguntas, de forma que todos se sientan par- t
tícipes, después de recordarles los principios generales de M Í
forma sensible y eficaz de preguntar que hemos descrito más §
arriba. También es m uy bonito que al final de un proceso,
los componentes del grupo expresen a la imagen-ser o per¡¡¡
sona sus mejores deseos para el futuro; esto suele resultar,
m uy adecuado y conmovedor.

Los mejores resultados con estos tres métodos se dan"


cuando los dirige un m onitor de grupo con experiencia, por­
que pueden suceder muchas cosas a la vez. De todos modos,?!
un grupo de autoayuda en el que los componentes se turnea ;
para d irigir puede resultar m uy eficaz siempre y cuando u s¡j|

90
Hpecja £|cjl: ¿Cuál podía ser la trampa escondida?, me pre-
Paf ua evidentemente, ■mi inconsciente, mientras me fus-
; . J
^ ab a con un ataque de angustia que me mantenía en alerta
I Tan pronto como tranquilicé a mi inconsciente: «C ál-
r°^re no necesitas usar todos tus recursos», la ansiedad se
noró. Pude imaginarme a mi inconsciente suspirando de
Reía] ación y sueño alivio: quizá sí existiera en realidad un examen fácil
Aprender a descansar es uno de los ejes del trabajo con
'mágeries. Las imágenes favorecen la relajación, y la reíaja-
Necesito unas vacaciones de mí mismo ión favorece las imágenes, Al crear imágenes, usted entra
(O : sentado aquí, sin hacer nada, estoy cambiando) en un estado alterado de conciencia y se reiaja de forma
natural. Y viceversa, cuanto más relajado esté al trabajar con
imágenes, tanto más profundas y poderosas serán éstas. Esta
es Ja razón por la que puede resultar tan difícil obtener una
Durante mucho tiempo yo no sabía que tenía derecho a des­ imagen justo en el momento en que siente que necesita
cansar. Siempre daba por sentado el hecho de que mi vida una desesperadamente; a menos que primero se detenga a
no valía nada si no estaba trabajando o, en caso de estarlo f relajarse, puede suceder simplemente que esté demasiado
por lo menos preocupada por no trabajar. Sospechaba que 1 bloqueado para poder ser receptivo.
era peligroso, aburrido, inútil y altamente inmoral pararme En un sentido más amplio, todo ei contenido de este li­
antes de caer rendida. bro puede ayudarle a avanzar hacia un verdadero descanso.
En cualquier caso, tenía la creencia tácita de que la vida A medida que haga patentes sus falsas concepciones, acabe
es un examen que siempre resulta demasiado difícil. Ni p0r i sus asuntos inacabados, sustituya ios «D ebería» por «Q uie­
un momento se me ocurría pensar que la vida pudiera no I ro» y encuentre la forma de vivir que le conviene, la rela­
requerir constantemente todos mis recursos. Si las cosas pa- ; jación le llegará naturalmente. M ientras tanto, reenseñar con
recían fáciles de vez en cuando, esto sólo podía deberse a I amabilidad al cuerpo, mente y espíritu a descansar es algo
que había una trampa en algún lado. No hace falta decir que que se deriva de la forma más natural e inmediata del trabajo
funcionaba a plena máquina hasta que me desmoronaba, por I con imágenes.
cansancio o por enfermedad, y tan pronto me re c u p e ra b j® La relajación es decisiva porque, como es bien sabido
volvía
. ^a empezar. _ u actualmente, no descansar es peligroso, aburrido e inútil,
un me pue ° ver, algunos años atrás, subiendo por la j; aunque quizá no inmoral. Aparte del dolor emocional y cs-
esca era mecánica del aeropuerto cuando me dirigía a N <¡jJ|| píritual que produce el nunca descansar, existen también im ­
ruega para coordinar un taller de imágenes. De repente m# ¡ plicaciones fisiológicas directas.
di cuenta de que estaba terriblemente angustiada. ¿De dónde f Una situación de tensión, es decir, que nos obliga a llevar
procedía toda esta angustia? Ya había coordinado talleres p a ll a cabo una acción o a adaptarnos a algún cambio, incita al
recidos antes y no podía entender cuál era el problema. . i . cuerpo a ponerse en guardia. Lo que se conoce como el
Al reflexionar, descubrí que el problem a, en esta oca- 1 «simpático» del sistema nervioso autónomo toma el control,
sión, era que no estaba lo suficientemente preocupada. Todo | y el corazón late más de prisa, ei ritmo metabólico y la pre-
"amos dispuestos a parar y probar cualquier cosa; pero
sión arterial aumentan, gastamos más oxígeno, enviat^M p
desgracia es precisamente en esos momentos cuando re-
más sangre a los músculos y menos a los órganos y su b | jjj
P°lt3 más difícil empezar a aprender a relajarse si no existe
los niveles de cortisona.1 Esta es la forma que tiene la na' I ya un hábito de relajación.
turaleza de salvarnos la vida en casos de emergencia. Pué|j§f A fo rtu n a d a m e n te , la profunda conexion que existe entre
ser emocionante o doloroso según el grado de intensidad y
, relajación y el trabajo con imágenes nos permite, por de-
de nuestros niveles de tolerancia, Pero ha de ser temporal ~hI . ¡o así2 matar dos pájaros de un tiro. El tipo de relajación
Cuando se ha resuelto la situación y es hora de relajarse
° nuesto en este libro es un tipo de relajación activa, di-
la rama opuesta, o «parasim pàtico» dei sistema nervioso au. I
íiado para incrementar nuestra capacidad de aislarnos de
tónomo tiene que tornar el control y el cuerpo debe volvfef
ja e s t i m u l a c i ó n externa y usar nuestros recursos en toda su
al funcionamiento norm al: el corazón late más despacio,'¡Jpg
ritmo metabòlico dism inuye, etc. La salud y el equilibrio f plenitud.
Puesto que por m uy ocupado que esté, usted se da cuen­
físico y mental dependen de esta alternancia natural de de- I
ta de que a veces debe pararse a pensar, hacerse cargo de su
safio, excitación y tensión con relajación, reflexión y rege-
situ a c ió n actual y planificar el siguiente paso a dar, apren­
aeración.
derá m uy de prisa que no tiene tiempo para «no» relajarse
Por lo visto la vida es precisamente así. Las situaciones,f
v centrarse profundamente si quiere ser más eficaz en lugar
se prolongan indefinidamente, sin ninguna acción clara qjffjji
de simplemente parecerlo. Tengo en la pared una viñeta que
tomar ni ninguna resolución concreta que lleve al reposo, í
me regaló un alumno y que lo expresa m uy bien: «A quí sen­
Siempre hay una interminable lista de cosas que hacer, p f| ¡
tado, sin hacer nada, estoy cam biando... aunque no lo pa­
blemas que solucionar, asuntos inacabados que parecen no ^
rezca».
tener fin. Y unas creencias firmemente arraigadas que ame-
De hecho, puesto que dormir entrana soñar, que tiene
nudo nos impiden descansar a menos que nos veamos for-^
t a m b ié n una inmensa utilidad en el proyecto de entender y
zados a hacerlo.
planificar su vida, se puede decir verdaderamente que uno
M ucha gente vive en un estado de estrés crónico, sin-:f
no está nunca parado. (Esto puede ser algo de lo que pre­
tiéndese siempre tensos y amenazados, perdiendo cada vez I
sumir o no, según su punto de vista sobre la vida.) Si se relaja
más el equilibrio. Dism inuye la energía, se reduce la capfCf
de forma regular, también comprobará que se siente más
cidad de afrontar los problemas y resolverlos y aparece.]^!
contento y más en paz, que tiene más energía y una menor
amenaza de la enfermedad. Pueden producirse desequili- J
disposición a la enfermedad, por tanto no puede ser malo.
brios hormonales, se puede debilitar el sistema inmunoló- f
Aprender a relajarse y a facilitar el sueño son procesos
gico y se acelera el envejecimiento. Al igual que una goma'í
parecidos. En ambos casos necesita eliminar las tensiones,
que está siempre demasiado estirada, perdemos elasticidad y f
crear imágenes apropiadas y sumergirse en un estado de con­
cada dos por tres nos rompemos.
ciencia más profundo. La diferencia radica en que en el caso
El problema de sugerir que la gente aprenda a relaiaraap r
dei sueño necesita profundizar más y crear imágenes que le
es que aquellos que más lo necesitan son a menudo los qüfcf
conduzcan a dorm ir, mientras que en el caso de la relajación
creen sinceramente que están demasiado ocupados para dej
le interesa mantenerse lo suficientemente alerta para poder
tenerse en ese momento; tal vez el año que viene, o cuando
concentrarse, y las imágenes deben ser adecuadas a esta fi­
este proyecto esté terminado. Después, cuando estamos en
nalidad.
cama sin poder dorm ir, o demasiado tensos para pensar, esf jjPjfcf,"
95
H ay muchos métodos para relajarse y dormirse, y pUe(je cuenta atrás; también puede inventar una fórmula re -
ser que usted ya haya probado algunos. A quí le sugeriré lian te que podrá usar en el futuro. Ahora, totalmente re-
método básico con algunas variantes y pasos opcionales pjrj 1 ado lleve a cabo el trabajo con imágenes. Algunas
que pueda experimentar y encontrar el que le funcione me, ersonas encuentran útil crear primero un contexto espiri­
jor. V oy a ofrecerle también una relación de formas breves; tual para el trabajo, invocando un poder o conciencia más
si puede dedicar aunque sea un momento a realizar una « re ­ jevados que el yo consciente ordinario. Cuando esté a pun­
lajación rápida» tantas veces ai día como se acuerde de ello, to para em erger de este estado relajado, cuente hacia ade­
se quedará perplejo ante el resultado. Recuerde que cada lante desde el estado de relajación profunda hacia un estado
paso del método largo de relajación también se puede usar más activo.
de forma independiente para una «relajación rápida». Los pasos son, pues:
También me gustaría recordarle que tal vez usted ya ten- I
ga sus propias formas de relajarse, que no necesariamente Preparación: despejar un espacio
deben ser practicadas estando sentado. Si un paseo vigoroso 1. Empezar a relajarse
o un rato de jo g g in g por el bosque, o escuchar a Beethoven ! 2. Relajar cuerpo y mente
o nadar unos cuantos largos de piscina, es su forma de ré- 1 3. Permitir que descienda una pesadez oscura y que sur­
lajarse, entonces use estos métodos en lugar de, o además ja la ligereza dentro de usted
de, los siguientes. Por otro lado, cuando no tenga el bosque, ^| 4. Imágenes que inviten a la relajación: Penetrar en un
el tocadiscos o la piscina a mano, recuerde que imaginárselos yo relajado o crear un santuario
puede tener el mismo efecto. 5. (Optativo) Cuenta atrás para profundizar
6. (Optativo) Inventar una fórmula de relajación
7. Trabajo con imágenes (O ptativo: después de crear un
R elajación: Formato básico contexto espiritual)
8. Emerger
El siguiente método de relajación se basa en una secuencia
de pasos relajantes. La preparación consiste en despejar un
espacio en su vida. Luego empiece por suspirar, girando los 1 R e l a ja c ió n : E je r c ic io b á sic o
ojos hacia arriba y después hacia abajo (se dice que esta ex- f
traña rotación de ojos incrementa las ondas alfa en el cere- | Preparación: D espejar un espado. Tómese un momento para
bro, lo cual contribuye a una mejor relajación); después‘| darse permiso para reposar. Mental o físicamente, despeje
envíe la respiración a todas las partes del cuerpo. Paulad- | un espacio que sea su territorio personal donde no pueda ser
namente, vaya relajando la mente y el cuerpo, imaginando T importunado por preocupaciones, llamadas de teléfono u
que baja una cortina pesada y oscura desde la cabeza hasta ; otras exigencias externas o internas. Tenga en cuenta que si
los pies, permitiendo a la vez que surja una sensación de- hubiera una verdadera emergencia, usted sería perfectamente
ligereza, para concluir dejando que su mente o espíritu salga capaz de responder de forma adecuada, pero de otro modo,
flotando hacia arriba. no necesita ocuparse de nada en este instante. Si hay algo
Es entonces cuando utiliza imágenes que inviten a la re- que le preocupa, puede calmar su mente anotándolo en un
lajación y , si lo desea, la hace más profunda por medio de papel al que volverá más tarde.

96
1. E m pezar a relajarse. Tome asiento en silencio y Co r en la p»rte superior de la cabeza, estírela hacia abajo
céntrese en la respiración. Suspire hondo unas cuantas vece ' ^ ^ T c u e rp o y deje que la pesadez descienda hasta ei suelo.
sintiendo que cada suspiro empieza por la parte superior d' P01 • ue desde el suelo se eleve una sensación de ligereza
la cabeza y ya bajando por su cuerpo hasta salir por las p¡ai/>' ^ " l e suba por el cuerpo hasta la mente. Que su mente o
tas de los pies. Tanto si los tiene abiertos como cerrado ^Ut" ’tu sean ligeros y salgan flotando, como a través de un
rote ios ojos hacia ei techo y luego déjelos caer. Fíjese e ’ esí>I.r rn pn la coronilla, como una nube en una tarde de ve-
cualquier tensión que tenga en el cuerpo y aflójela. ímagiue agujero
que manda un aliento de paz a cada parte del cuerpo. Re rano.
cuérdese a sí mismo que no tiene nada que hacer, ningún 4 Im á gen es q u e in viten a la relajación. C ualquiera de
sitio adonde ir ni nada de qué preocuparse en este momento las alternativas siguientes funciona de maravilla. Pruebe las
dos Fíjese que mientras la primera es rápida, directa e in-
2. Relajar cuerpo y mente. Lleve la atención a cada partí
ensa la segunda supone crear un sitio seguro o santuario,
de su cuerpo por turno. Pies, piernas, etc. Sienta cómo están) jo cu’al también resulta m uy placentero y puede constituir
y salúdelos. Ahora ténselos y note la sensación que produce-
un punto de partida para otros trabajos con imágenes.
luego relájelos, y deje que el aliento de paz vaya ahí. Luego
Alternativa A: Entrar en un y o relajado. Piense en algún
diga: «Ei pie está relajado y pesa, y a medida que ei pie SJ
momento en que se haya sentido completamente relajado y
relaja yo siendo una profunda paz en mi interior». O siml
a gusto consigo mismo, o en alguna actividad que le haga
piemente: «Pesado y cálido, cálido y relajado». A medida
sentirse de este modo. Podría ser algo tranquilo, como es­
que vaya pasando a otras partes del cuerpo, mencione tam­
cuchar música, o activo, corno esquiar. Cuando obtenga un
bién por las que ya ha pasado, por ejemplo: «Los hombros
relajados y tranquilos, el pecho y las piernas, relajados y
cuadro de sí mismo sintiéndose asi, entre en la imagen y
tranquilos, los pies, cálidos, relajados y tranquilos». Cuan­ acompase su respiración con la de esa persona relajada,
do liegue a la cara y la cabeza incluya el cuero cabelludo, A lternativa B: Crear un santuario. En la imaginación,
los músculos que rodean los ojos, los labios, la lengua y la vaya a un lugar donde haya sido feliz o pudiera serlo: un
garganta. lugar real o imaginario. Y, si lo desea, puede construir una
Deje que la relajación llegue a su mente, imagine que hay- casa allí, hecha de cualquier material, real o imaginario, que
una pequeña persona en su cabeza que barre todos los pen­ le apetezca. Y en este lugar, donde hay un sentimiento pro­
samientos y preocupaciones y los recoge en una pequeña pila fundo de paz, puede permanecer durante días y días, aunque
de polvo. Usted siente el cosquilleo de la escoba en los plie­ no sea más que un minuto de tiempo real.
gues del cerebro. Entonces lo echa fuera de un soplido.
Ahora esta personita tiene un bote de pintura lleno de lu í 5. Cuenta atrás para profundizar. (O ptativo: si quiere
blanca, y pinta con ella el interior del cerebro. profundizar aún más.) Dígase a usted mismo: «V oy a contar
de diez a uno, y con cada número me sentiré más relajado
3. Permitir que descienda la pesadez oscura y que surja, pero también atento, cada vez más en contacto con mi ser
la ligereza. Si no tiene los ojos cerrados, ciérrelos y note que interior. D iez... más y más profundo, nueve... más y más
sus párpados son una persiana pesada y oscura que no podría! relajado, och o..., etc.». A medida que cuenta atrás, tal vez
levantar aunque lo intentara. Imagine que tiene una persiana le sea útil imaginarse bajando los escalones que conducen a

98 99
un río, el número d iez es el superior y los escalones se ac los pasos de «reflexión» o «m irar al futuro» antes
ban en el cero tocando el río. * a' ' . ^ n r e r v después proseguirlos cuándo y cómo le pa-
f e « a adecuad» durante el día.
6. i n v e n t a r una f ó r m u la á e relajación. (O ptativo, ner
m uy útil, y a que le provee de una fórm ula rápida para re"
lajarse en e! futuro.) C uando se sienta completamente en pormir: Formato básico
paz, permíta que surja una imagen, o una palabra, que re­
presente este sentim iento, y junte los dedos pulgar e índice Si desea dormir y no simplemente relajarse, pruebe la se­
de cualquiera de las dos manos. Dígase a sí m ism o: «A l re­ cuencia siguiente: empiece por despejar un espacio y luego
petir esta palabra o imagen y juntar los dedos me siento más • a Jos pasos 1, 2 y 3 explicados más arriba: empezar a re ­
relajado y en paz, y cada vez que lo haga en el futuro me lajarse, relajar cuerpo y mente, permitir que descienda la pe­
devolverá esta m aravillosa sensación, y cuanto más lo utilice sadez oscura y que surja ia ligereza. Luego, pruebe una de
mejor funcionará». las imágenes alternativas de invitación al sueño que se su­
peren más abajo, y si aún no se ha dormido, cuente atrás
7. T rabajo co n im á g en es. U na vez relajado, es el mo­ para profundizar en su estado y dormirse.
mento del trabajo propiamente dicho, o de pensar, planificar
o incluso soñar despierto, según prefiera. A algunas perso­ Despejar un espacio
P rep aració n :
nas les resulta mejor crear un contexto espiritual cuando Pasos 1, 2 y 3 como para Relajación
practican el trabajo con imágenes, invocando un poder o 4. Imágenes que inviten a dormir
conciencia más elevados que el propio yo consciente: Dios, 5. Cuenta atrás para profundizar
la Diosa. M aría, un maestro espiritual evolucionado, el pro­
pio yo superior, o cualquier cosa o persona que parezca
apropiada. Esto puede proporcionarle una m aravillosa sen­
D o r m i r : Eje r c ic io B á sic o
sación de segundad y paz, y puede salvaguardarle de una de
las trampas en las que es más fácil caer: apegarse demasiado
al propio poder de uno. A sí pues, si lo desea, dedique un preparación: Despejar un espacio. Concédase permiso y co­
momento a invocar este poder o conciencia superior, y pí­ mience a dorm ir. Como un padre con un hijo ansioso, re­
dale que le proteja y le dirija al entrar en el reino de la ima­
cuérdese que todo será más fácil de solucionar por la
ginación. mañana, después de un buen sueño. Si se despierta en mitad
de la noche con un pensamiento o preocupación, anótelo en
8. Emerger. Una vez realizado el trabajo de pensar o
un papel; a menudo es su inconsciente creativo el que le des­
pierta para recordarle algo. Pero, al haberlo anotado, dígase
imaginar, y desee emerger del estado de profunda relajación
y atención, dígase: «Voy a contar de uno a cinco y con cada a sí mismo que no es un buen momento para ocuparse más
de ello. De nuevo, como un padre con un niño pequeño,
número me sentiré más despierto, pero aún relajado, y cuan­
do diga cinco abriré los ojos, sintiéndome relajado y atento, arrúllese para volverse a dormir.
mejor que antes, como si hubiera disfrutado de un largo sue­
ño reparador. Uno... etc.». Tenga en cuenta que es mejor 1, 2 y 3: Siga los pasos 1, 2 y 3 para Relajación.

101
4. I m á g e n e s q u e in viten a dorm ir. Alternativa. A: Entrar
U na r e l a ja c ió n r á pid a
en e l y o d u rm ien te. Imagínese durmiendo profundamente
como por ejemplo antes de despertarse por la mañana. Jn*
A veces necesitamos podernos relajar de un momento para
trodúzcase en la imagen y acompase su respiración con la <je
ese yo durmiente. otro. En ese caso> cualquiera de los pasos expuestos ante­
riormente se pueden usar de forma independiente para re­
A lternativa B: C rear un santuario. V aya a un lugar don­
lajarse. Use el que le vaya mejor o simplemente el que se le
de haya sido feliz o pudiera serlo, un lugar paradisíaco y
ocurra en el momento. O pruebe uno de los siguientes:
seguro, real o im aginario. C ree ahí una casa exclusiva para
usted. Encuentre un sitio tranquilo donde dorm ir: tal vez
1. Fórmula d e relajación. Use la fórmula que desarrolló
bajo un árbol, o dentro de la casa o sobre una. nube. (Yo, a
en el paso 6 del método de relajación.
veces, duermo en una nube de esencias de frutas y Flores)
2. Tensar y aflojar. Contraiga todo el cuerpo como si
Respire ese ambiente. A currúquese y duerma.
fuera una pasa comprimida hasta el máximo posible. A fló­
A lternativa C: La Casa d e l Sueño. Permita que surja una
jelo, Contraiga la cara y la cabeza. Afloje. Deje que su mente
imagen de su Casa del Sueño. Entre en ella y busque su cama
o espíritu se hagan ligeros y floten fuera de usted,
privada. Fíjese en si hay objetos reconfortantes que le ayu­
3. Las m o lécu la s d e Alicia en el País d e las Maravillas.
den a dormir. Tal vez haya personas o espíritus específicos
Imagine que sus moléculas.se juntan cada vez más hasta que
en la Casa (la mía tiene «ángeles del sueño»), que le ayuden
usted se convierte en una figura diminuta. Luego imagine
a dormir con su presencia cálida, o cantando para usted, o
que sus moléculas, incluyendo las que configuran su mente
recordándole que no hay nada que temer. Acurrúquese y
y sus pensamientos, se expanden y se separan cada vez más
duerma, sintiéndose totalm ente a salvo.
hasta que 11eran toda la habitación. Vuelva a la normalidad.
A lternativa D: C rea r un su eñ o. Dígase a usted mismo:
4. Im a gin a r la tensión. Permita que surja una imagen
«Si estuviera dormido so ñ aría...», e invente un sueño y ví­
que represente su tensión y después relaje la imagen. Un
valo.
globo hinchado... y luego deje escapar e! aire. Una cometa
A lternativa E: Sea C rea tivo. Piense en la imagen que le
plegada... que se abre y empieza a volar. Simplemente, pida
sería más útil para ayudarle a dormir.
una imagen de su tensión y cámbiela.
5. C entrar la en ergía . Observe el centro de energía en
5. C u enta atrás p a r a p ro fu n d iz a r . Sugiérase lo siguiente:
su cuerpo en el momento presente. Llévela hacia el profundo
V oy a contar para atrás desde cien hasta uno, y con cada
interior del centro de su cuerpo.
número tendré el doble de sueño que antes, hasta que me
6. Luz dorada. Rodéese de luz dorada.
quede dormido como un bebé. Aunque me saite algún nú­
7. Im aginar e l trasfondo. Sepa que sus pensamientos o
mero da igual. (Si llega hasta ei final y no se ha dormido,
conciencia tienen un trasfondo. Entre en él, es posible que
vuelva a em pezar.)
lo sienta en la parte posterior del cráneo. Experiméntelo.
Permita que surja una imagen o una sucesión de imágenes
que representen este trasfondo y flote junto a ellas.
8. Problem as p or fuera, claridad p or dentro. Dígase:
«¿Qué es lo que me impide relajarm e?». Cualquiera que sea
el problema, la sensación o la conciencia de fondo que le

103
venga a la mente, permita que de ello surja una imagen y ambos, o el grupo entero, se relajen consigo mismos antes
colóquela fuera de usted. Prométase que se ocupará de ella de intentar llevar a cabo ningún trabajo serio. Si las cosas se
más tarde, pero no en ese preciso momento. Repita una ve?_ ponen tensas, acaloradas o se bloquean de cualquier forma,
y otro ia pregunta, y en cada caso cree una imagen y coló­ paren y relájense de nuevo.
quela fuera de usted, hasta que se sienta totalmente descar­ Recuerdo una reunión de equipo del Centro Skyros,
gado. nuestro centro de crecimiento personal en Grecia, en que
9. Ondas respiratorias. Inspire para expander ei diafrag­ teníamos un verdadero problema, porque un miembro del
ma, llene el pecho, en un movimiento rotatorio natural, y personal había pedido ia baja por enfermedad, y todos
luego expire. Hágalo diez veces, preferiblemente tumbado. los alumnos de su grupo querían apuntarse al curso que di­
rigía otro profesor, que se negaba a aceptarlos a todos. Du­
rante un rato el problema parecía imposible de solucionar.
A plicaciones Entonces les pedí a todos que pararan, se relajaran y me­
ditaran sobre ello. Cuando volvimos a hablar, surgió una
Hacer m ejor las cosas. La relajación le capacita para hacer solución de compromiso como por arte de magia y todos se
mejor cualquier cosa. Es un buen paso preparatorio no sólo fueron con la sensación de que habían sido escuchados y
para el trabajo con imágenes sino para cualquier otra cosa atendidos, y orgullosos de haber hecho lo mejor que podían.
que haga en su vida. Por tanto, cuando vaya a hacer cual­ Profundizar la atención. Use la cuenta atrás que profun­
quier cosa, y sobre todo cuando se trate de algo importante diza la relajación (paso 5) para profundizar su atención en
para usted, tómese un tiempo para parar y hacer una «re­
lo que está haciendo. La mejor forma de hacerlo es dar ins­
lajación rápida». Si lo acompaña de una imagen rápida,
trucciones pertinentes a esa tarea. Por ejemplo, cuando es­
como imaginar que va a hacer lo que sea a la perfección (ima­
toy escribiendo, podría decirme a mí misma: «V oy a contar
gine, por ejemplo, ese salto perfecto antes de realizarlo), to­
de diez a uno, y con cada número me sentiré el doble de
davía mejor.
relajada, el doble de capaz de concentrarme y escribir bien
Resolución de problemas. Cuando tenga que resolver un
y con gracia». Por otro lado, cuando estoy resolviendo un
problema, en lugar de apresurarse y ocuparse de él con ur­
problema sugiero que con cada número seré más capaz de
gencia y , por tanto, basándose en su estilo habitual dirigido
por los objetivos, pare y relájese primero. Esto le da la po­ definir y solucionar el problema del momento.
sibilidad de abrirse a una forma nueva de abordarlo, pro­ Ocio y soñar despierto. Use la relajación para el ocio lo
bablemente más fluida. Parte de ello consiste en liberarse de mismo que para el trabajo. Unos momentos de relajación,
la necesidad de resolverlo o de encontrar la respuesta ade­ más unas cuentas atrás apropiadas y una buena imagen, le
cuada. Un modo de libre asociación relajado y anticrítico van tan bien al sexo como a la planificación de proyectos.
captura más peces en la red; usted puede entonces elegir la Y recuerde que, aunque el trabajo con imágenes no sea
mejor solución. equivalente a soñar despierto, no hay necesidad de echar a
Trabajar con otros. Al trabajar con otros, tanto si usted este último por la borda. Soñar despierto de una forma sa­
es un terapeuta que trabaja con un cliente, o uno de los co­ tisfactoria puede ser excelente para la relajación, y también
legas en una reunión de equipo, o un miembro de cualquier puede tener propiedades curativas. De hecho, cuando usted
otro tipo de colectivo laboral, tómese un momento para que decide conscientemente soñar despierto, como un medio

104
para vivir mejor y no como una forma de escape, en realidad
lo que está haciendo es una especie de trabajo con imágenes.
Use, pues, parte del tiempo de relajación para fantasear
6
sobre lo que quiere de la vida, tanto si se trata de unas bue­
nas vacaciones como de un maravilloso amor o un papel de
protagonista con su ídolo cinematográfico. Una gran expe­
riencia es una gran experiencia, tanto s í ha sucedido «real­
La imagen como metáfora
mente» como si no, y los recuerdos maravillosos no tienen de la vida
por qué ser sólo de sucesos reales. Inventar fantasías «es-
capistas» sólo es problemático si usted se engaña con ellas.
De otro modo, no hacen sino sumarse a los placeres de la ¿Quién soy yo?
vida.

Como mi vieja amiga Naomi solía decir cuando yo la inte­ Cuando por fin decidió que su único oficio sería el de es­
rrumpía mientras contaba una anécdota para corregirla: critora, Evelyn se encontró con que era incapaz de escribir.
«Qué más da si es verdad o no; es una buena historia». Se sentía terribiemente Bloqueada y se preguntaba si no ha­
bría cometido un gran error. Cuando le di un borrador ae
este capítulo para que lo leyera, decidió probar ei ejercicio
Conclusión de la «Imagen como M etáfora» ella sola, para ver si la ayu­
daba a comprender su situación.
Nada funciona todo el tiempo, nada funciona para todo el Surgió una imagen de una gran criatura anfibia, una es­
mundo, es más fácil relajarse profundamente cuando se hace pecie de serpiente marina, de piel negra y reluciente, ence­
en grupo que a solas, y cuando más lo necesitas tu método rrada en una caja de madera muy pequeña. Al mirar la caja
favorito puede fallarte. Espero que esto le haya animado. desde arriba vio que la tapa estaba hecha de listones de chapa
Lo que realmente quiero decir es que tiene que intentar muy fina. De repente se dio cuenta de que la criatura los
ser tan creativo, flexible y perseverante con la relajación podría romper m uy fácilmente. Le insinuó a la serpiente que
como con la vida en general. Es importante recordar que podía salir de la caja, pero ésta continuó enroscándose, asus­
cuanto más practique la relajación cuando no la necesite de­ tada, en su interior.
sesperadamente, más fácil será entrar en ese estado cuando Cuando se introdujo en la imagen y se «convirtió» en la
sí lo necesite. criatura, comprobó que se sentía totalmente vulnerable a
Dejando a un lado todos los temores, la relajación es un causa de su fina piel y que la aterrorizaba la idea de aban­
placer tal por derecho propio, incluso sin tener en cuenta donar la caja. Evelyn entonces cambió de papel, adoptó el
sus múltiples beneficios, de modo que sería una lástima no
de «gu ía», y le preguntó a la serpiente: « ;S i pudieras salir,
acogerla en su vida con los brazos abiertos.
qué pasaría?». Entonces volvió a ser la criatura, y al cabo de
segundos salió impetuosa de la caja, elevándose muchos me­

107
106
tros en el aire, y se convirtió en una serpiente multicolor
tructura básica de aquello que nos concierne. La metáfora
poderosa y siseante. Evelyn se sintió de maravilla.
suele ser tan acertada que cuanto más se explora, tanto más
Vio inmediatamente que su bloqueo se debía al miedo de
se puede ver su correspondencia en cada nivel, no sólo con
exponer su sensibilidad ante el ojo público con sus escritos
e] problem a en concreto sino también con la propia vida en
También se dio cuenta de que tenía capacidad para escribir
su totalidad. Lo implícito se vuelve súbitamente explícito,
con rnucha m is fuerza y colorido y, en verdad, causar un
las complejidades de un problema se disuelven en una es­
auténtico impacto. Ahora se sentía confiada, en lugar de
tructura simple, los antecedentes de la situación se vuelven
asustada y comprimida, y pudo realmente lanzarse en .su
obvios y de repente aparece una solución ailí donde antes
carrera.
parecía imposible que la hubiera.
En pocos días, Evelyn mandó su primer artículo a un
Durante una sesión de trabajo con imágenes, Ken, padre
periódico. Les gustó tanto que le pidieron autorización para
de una chica veinteañera con problemas para definirse pro­
poner su nombre en la lista de colaboradores habituales. La
fesionalmente, se preguntaba cómo podría ayudarla. ¿Hasta
próxima vez que la vi, me fijé que incluso su ropa tenía más
colorido. qué punto debería él ocuparse de conseguirle información?
¿Debería insisdrle? ¿Debería limitarse a dejarla hacer lo que
En este capítulo exploraremos de qué manera podemos
quisiera? ¿C uál es el papel de un buen padre? Había que­
usar las imágenes para recibir mensajes de nuestro incons­
dado para cenar con ella aquella noche y se sentía tenso y
ciente que nos ayuden a saber quiénes somos realmente, qué
confundido sobre qué hacer cuando la viera.
está pasando en nuestra vida, y actuar a partir de esta cla­
Apareció la Imagen de una cruz. Ken se angustió: aso­
ridad interior. La técnica que presento aquí se puede usar
ciaba la cruz con su arraigada tendencia a tener que sacri­
para entender más claramente y abordar con m ayor eficacia
ficarse por la gente que quería, y no se daba cuenta de que
cualquier situación o problema, tanto si se trata de nuestra
esto era lo que estaba haciendo de nuevo sin saberlo. No
situación general en la vida, como de relaciones de trabajo
quería desempeñar ese papel con su hija. ¿Qué podía hacer
conflictivas o una campaña de marketing. Para poder actuar
para cambiarlo? Se «convirtió» en la cruz, y de repente se
en lugar de reaccionar, necesitamos poder hacer pausas, en­
dio cuenta de que estaba ardiendo. Se percató de que ya no
tendernos a nosotros mismos a la vez que a la estructura
era una cruz sino una hoguera que ardía en lo alto de una
interna de nuestra situación, y determinar la forma más sen­
colina. Al principio, esta idea le preocupó, aunque resultaba
cilla y adecuada de seguir avanzando. Esto es lo que nos
cálida y agradable. Se dio cuenta de que había llegado a ser
permite hacer uso de las imágenes como metáforas.
un punto fijo al que la gente acudía en busca de luz y calor.
Ken vio de inmediato que transformar su sentido de res­
Poner un prob lem a en im ágenes ponsabilidad sacrificada en comprensión y apertura acoge­
dora y receptiva constituía la clave para tratar no sólo con
su hija sino en sus relaciones en general. Fue a encontrarse
El principal uso de las imágenes consiste en invitar a que
con su hija ilusionado por la perspectiva de una velada plena
surja una imagen en respuesta a una pregunta y entonces
de luz y calor.
trabajar con ésta/Como en el caso de la serpiente de Evelyn,
/'Puesto que la imagen también representa un pensamiento
las imágenes que nos llegan de esta manera tienen la pode­
o programa internos, al trabajar con la imagen, a menudo
rosa capacidad de resumir en una metáfora reveladora la es­
uno se encuentra con que también ha cambiado el estado de
cuerpo, mente y espíritu en que se encontraba antes. Anne, hojas tal vez le presten más atención y la cambien de tiesto;
una alumna de trabajo con imágenes, tenía la mandíbula ten­ un tigre en una jaula, recordando su vida en Africa pero in ­
sa, y pidió una imagen relacionada con ella; apareció un tentando convencerse de que aquí está bien y a salvo, y ade­
nudo. Al trabajar y conseguir aflojar e! nudo, descubrió con más, ¿adonde podría ir si no?
sorpresa que la mandíbula se había soltado junto con éste. Las. imágenes .normalmente tienen un significado intui­
He aquí por qué uno de los métodos de relajación rápida más tivo, tanto para la persona que las vive corno para las que
eficaces (cf. capítulo 5, Una relajación rápida, n.° 4, pág. las. oven describir. Si se está trabajando en un grupo, otras
103) es perm itir que surja una imagen de la tensión y luego personas pueden acercarse y hacer preguntas o expresar de-
transformarla. La tensión desparece a la vez que su imagen. seos: «Roca, te deseo el placer de que los niños jueguen en
Además, uno puede am pliar su comprensión sobre el pa­ ti y te adm iren». «G irasol, también a mí.me duele el tallo.
sado, el presente y el futuro superponiendo conscientemente ¿Por qué no nos juntamos y apoyamos mutuamente?» «Pá­
la imagen sobre la vida de uno y viendo los paralelismos. De jaro, te deseo que otros pájaros vuelen a tu alrededor y te
aquí que Anne, al entender cómo se había hecho el nudo, ayuden a curarte.» «A spidistra, prueba otra manera de hacer
lo que cuesta deshacerlo y lo que le sucede a la cuerda cuan­ que te cambien de tiesto en lugar de enfermarte.» «Tigre,
do ya no tiene el nudo, pudiera extraer conclusiones de mu­ ¿por qué no tratas de abrir 1a puerta de la jaula? Siempre
cho alcance sobre sus patrones generales de vida y sus puedes volver a entrar si así lo deseas.»
posibilidades.

La lógica d e la im aginación
La im a g in a ció n p o é t i c a
j Las imágenes tienen su propia lógica interna, que puede no
¿Qué tipo de imágenes aparecen? C ualquier imagen es po­ 1 ser la lógica de la realidad cotidiana, f e imperativo darse
sible, porque todos somos poetas por naturaleza y las imá­ cuenta de lo que la im agen-ser—así es como llamo al animal,
genes más extrañas son a menudo las que se comprenden planta u objeto personificado que aparece como imagen—
más de inmediato. Recuerdo un profesor que vino a obser­ quiere hacer, aun cuando eso contradiga las leves biológicas
var una sesión de trabajo con imágenes que realizamos con o la razón. Recuerdo la alegría que todos tuvimos en una
alumnos de informática, y que salió tan asombrado por el sesión cuando un «cerdo» decidió que quería dejar de re­
lirismo de las imágenes que surgían de forma natural en estos volcarse en la inmundicia y empezar a volar... y voló.
estudiantes matemáticos, super-racionales, que se sentía La imagen-ser es quien mejor sabe cuál debe ser el pró-
como si hubiera asistido a una sesión de espiritismo. ^x!mo pas°- una ocasión, era mi último día de vacaciones,
Algunas imágenes típicas que me vienen a la memoria me sentía inquieta sin saber por qué. Me vino una imagen
son: una formación rocosa bajo un precipicio, erosionada de una barca cerca de la orilla, ni dentro ni fuera del agua,
por las olas, soñando con la eternidad; un girasol, con la cara encallada. Al darme cuenta de que mi inquietud debía estar
vuelta hacia el sol, el tallo dolorido por la falta de apoyo; relacionada con el hecho de que era el último día y no sabía
un pájaro con el ala dañada, incapaz de encontrar un lugar cómo afrontarlo, pensé que lo mejor sería sacar la barca a la
donde refugiarse y curarse; una aspidistra en un tiesto de­ orilla. Pero aunque probé una y otra vez, la barca seguía
masiado pequeño que piensa que si deja que amarilleen las deslizándose hacia el agua. Entonces decidí probar en di-

111
rección contraria y empujar la barca hacia el mar, lo cual situación actual; al mirar hacia delante descubrirá cuál es el
resultó ser absolutamente acertado. i siguiente paso a dar y entonces pruébelo. Agradece a su
Llegué a la conclusión de que aunque fuera mi último consciente y a su inconsciente ci esfuerzo conjunto. Enton­
ciía de vacaciones, necesitaba salir y aprovecharlo al máximo ces se toma un tiempo para pensar en la imagen y ponerla
en lugar de encerrarme en mí misma como suelo hacer hacia ¡ en relación con su vida, considerar las implicaciones que
el final de toda experiencia. El mejor momento de mis va­ guarda para el futuro y después emerger de este estado re-
caciones fue la visita a una pequeña iglesia de aldea que rea­ j lajado. A sí pues, los pasos son:
licé ese mismo día simplemente porque vi ante mis ojos la f
felicidad de esa barca en rnedic del mar.

r
preparación: Despejar un espacio y relajarse
1. Invitar a una imagen
2. Examinar una imagen
La im a g en c o m o m etá fo ra : Estructura d e l e j e r c i c i o 3. Convertirse en la imagen: profundizar y explorar
4. Hacerse una idea, de los antecedentes
¿Cómo obtenemos esas imágenes? A la larga, usted no hará 5. Hacerse una idea de las posibilidades
más que pedir una imagen y , casi como si encendiera el te­ 6. Agradecer y emerger
levisor, ahí la tendrá. Pero al principio puede parecer un 7. Reflexionar
poco amedrentador. Seguramente lo más fácil es empezar 8. M irar al futuro
trabajando con alguien, o grabando los ejercicios en una cin­ 9. Emerger
ta. Pero si trabaja solo y va cambiando de asiento, de forma
que sea el guía en un asiento y la imagen-ser en el otro, se En otras palabras, usted permite que surja una imagen y
sentirá casi como si fuera dos personas distintas en una. que ie cuente su historia, empezando' por el presente, yendo
Como siempre, le conviene recordar los principios del luego al pasado y después al futuro; para acabar, extrae con­
trabajo con imágenes del capítulo 4, y empezar por despejar clusiones mas directas sobre su vida. La pregunta prelim inar
un espacio (ver capítulo 4) y relajarse, (ver capítulo 5). Si que se plantea en el ejercicio explicado más abajo es de ca­
trabaja solo, ponga un almohadón o una silla enfrente de rácter general: «¿Q uién es usted y qué necesita saber en este
usted que sirva como asiento para la imagen-ser: ahí es don­ momento de su vid a? » .'Con eí tiempo^'puede'cambiar esta
de aparecerá la imagen, y donde usted se sentará para con­ pregunta por otras más puntuales sobre problemas concre­
vertirse en ella. A l hacer las preguntas volverá a su asiento tos.
inicial. M ucha gente prefiere tener los ojos cerrados cuando / T a l vez le gustaría utilizar papel y rotuladores, o iápices
es la imagen-ser, porque esto les permite sentir mejor la ex­ o pinturas, para crear una imagen con la que empezar, en el
periencia. Se trata de dar con lo que le resulte más cómodo caso de que pensarla le resulte difícil, o para dibujar la ima­
a cada uno. gen después.^
/ La estructura básica del ejercicio es la siguiente: Usted El ejercicio que viene a continuación es más bien largo
invita a que surja una imagen y la examina desde varias pers­ y puede resultar un tanto amedrentador. Esto se debe prin­
pectivas; entonces se introduce en la imagen, convirtiéndose cipalmente a que está lleno de alternativas y explicaciones
en la imagen-ser, y profundiza en la exploraciónJ Luego para cualquier eventualidad que se le pueda aparecer a un
mira atrás y se hace una idea de lo que le ha traído a su principiante en el trabajo con imágenes. Al final se expone

112
una forma abreviada de este proceso, que resulta especial­ 1. In vita r a la im a g en : Instrucción básica. Deseo per­
mente útil cuando sólo dispone de unos minutos y necesita mitir que surja una imagen de un animal, "planta u objeto
entender rápidamente algo o a alguien, o tomar una decisión guT ^Falgúna manera represente quién soy o qué necesito
en un instante. saber en este momento de m¡ vida; la primera imagen que
Para hacerle compañía durante este proceso, trabajaré me venga a J a mente, ya sea una palabra, una escena, un
junto a usted, invitando a que aparezca una imagen y si­ sonido o una sensación fugaz. Esta imagen está sentada aho-
guiendo los pasos. Encontrará un resumen de mi experiencia — la silla de enfrente.
ra en
en el Apéndice 2. prometo que no voy a hacer trampa Dar las gra cias al in con scien te. Cuando surja la imagen,
usando una imagen que sepa que queda bien, sino que iré diga: «Gracias, inconsciente. Agradezco el regalo».
siguiendo el ejercicio con usted a medida que vaya escri­ En caso d e q u e n o suceda, nada. Si no le viene nada en
biendo esto. Recuerde, pues: no busque una imagen que absoluto a la mente, pruebe las siguientes alternativas hasta
crea que es buena; la primera que le venga a la mente es la que una funcione.
mejor para usted en este momento. a) «Inconsciente, te agradezco los esfuerzos que haces
Me viene a la memoria Michael, que pidió una imagen por protegerme, pero me gustaría explorar estas imágenes.
que le ayudara a decidir si revelar o no un secreto importante Te ruego que me ayudes a hacerlo de una forma segura y
de su vida. Le vino la imagen de una fábrica. ¿Q ué tenía que natural. Te pido que dejes surgir una im agen...» (continúe
ver una fábrica con su pregunta?, se preguntó extrañado. como en la instrucción básica).
Entró en 1a fábrica y vio latas que salían de una cadena de b ) «A hora imagino que mi inconsciente es como un pro­
producción. Esta imagen lo decepcionó aún más y estaña a digioso y rico mar, lleno de tesoros, y de este mar surge
punto de rechazarla cuando se dio cuenta de que eran latas flotando una imagen que representa quién soy o qué necesito
de judías cocidas. De pronto una de *as latas expiotó y saber en este momento de mi vida. Este ser está ahora sen­
las judías salieron volando en todas direcciones. Enseguida tado delante de m í.»
apareció un mensaje en el aire: Spill the b ea n s (dicho c) «Repasando los dos o tres últimos días, recordando
oue en castellano significa: «Tira de la m anta», descubre el todo lo que he visto, noto que hay una imagen de un re­
secreto). cuerdo que parece llamarme la atención. Esta imagen está
ahora en la silla enfrente de m í.»
d) Tome papel y rotuladores y sugiera: «Deseo permitir
La im a g en c o m o m e t á f o r a : E je r c ic io b á sic o que surja en este papel una imagen de un anima!, planta,
objeto, e tc ...» (como arriba). Escoja los colores y empiece
Las instrucciones se dan en forma adecuada
A d v e r t e n c ia : a dibujar sobre el papel sin pensar. Familiarícese con la ima­
para dirigirse a uno mismo? Si está dirigiendo a un compa­ gen sobre el papel y luego imagínela sentada en la silla de
enfrente.
ñero, cambie la forma de las instrucciones como sigue: «Per­
mite que surja una im agen», en lugar de: «Deseo permitir / e) Tome la «nada» o el «estar en blanco» como imagen
y explórela.
que surja una im agen».
C o m e n t a r i o : Espero que no se haya olvidado ya de tomar la pri-
Preparación: Despejar un espado y relajarse surja, no la primera que le glTsteT'Y no'se
preocupe si no la ve con nitidez: déjela que se aclare con el tiempo.

114
2. Estudiar la imagen. Permita que ia imagen se haga • «¿Dónde estás? ¿Qué ves a tu alrededor? ¿Qué oyes,
más clara. ¿Q ué parece? ¿De qué color es? ¿Emite algún so­ hueles, saboreas, tocas, sientes intuitivam ente?»
nido? ¿H uele a algo? ¿Se mueve? ¿C óm o? ¿En qué modo se 0 «¿Q ué sientes al ser tú en este momento, física, emo­
relaciona con ei entorno? cional o espiritualmente? ¿Qué es lo mejor de tu vida, y qué
Imagine que su mente o espíritu sale flotando por un ori­ es lo peor? ¿Q ué esperas de tu vida y qué es lo que te da
ficio en la coronilla, y se mantiene suspendida por encima miedo?»
de la imagen, observándola desde arriba, desde los lados • «¿Cóm o te sientes respecto a tu situación? ¿Te sientes
desde atrás e incluso desde abajo. En otras palabras, conóz-' c ó m o d o en el mundo que te rodea o en conflicto con él?
cala desde tantos ángulos como pueda. ¿Q ué más observa ¿Hay algún problema que requiera una solución? ¿Te sientes
desde cada ángulo? ~ b lo q u e a d o ? «
© «¿Quién te acompaña en esa situación? ¿Cómo te re­
lacionas con ellos? Si no hay nadie, ¿cómo te sientes?»
© «¿Cóm o te mueves? ¿Q ué sonidos emites?» (en este
la imaginación, todo es posible. momento, si puede, levántese y muévase como esta imagen-
ser, y haga ios sonidos de ella).
3. Convertirse en la im agen: profundizar y explorar. In­ ® «¿Q ué más experimentas respecto a ser tú, esta im a­
trodúzcase en la imagen. En este caso, esto significa levan* g e n -s e r, e n este momento d e tu vida?
tarse y sentarse en la silla donde ha visto la imagen. (Si esto
no le resulta oportuno, simplemente entre en la imagen men­ C o m e n ta r io : Como im agen-ser, tóm ese un momento antes de
talm ente.) Usted es ahora la im agen-ser. Siéntala totalmente, responder para adentrarse en la imagen y sentir la respuesta que
ésta, y no usted, ei ad u lto hum ano, ciaría.
concretamente, prim ero: sienta el suelo bajo los pies (si es
Recuerde también que tooas estas preguntas se refieren siempre
un anim al), o alrededor de las raíces (si es una planta), o el
...a la imagen-ser, no ai adulto humano: Por tanto, cuando la pre­
viento contra sus alas (si es un pájaro). ¿Q ué nota? gunta es sobre «este momento de tu vida», por ejemplo, no se
Ahora, de vuelta en el asiento del guía, vaya conociendo refiere a ia vida de una persona, sino a la de un gran autobús rojo,
la imagen-ser tan a fondo como pueda, en una especie de un arco iris, una nube, una aspidistra o lo que usted sea en ese
entrevista íntima exploratoria. A continuación encontrará momento.
algüñás buenas"preguntas para hacer. También puede pre­ Como guía, no olvide que las preguntas anteriores son pre­
guntar o decir cualquier cosa que crea adecuada a medida guntas de muestra. Cuando sienta que ha conectado con sensibi­
que va sintonizando de una form a sensible con la imagen- lidad con la imagen-ser se le ocurrirán otras preguntas y es
ser. Si trabaja a solas, acuérdese de cam biar de asiento al correcto hacerlas. Acostúmbrese a pensar que está teniendo una
alternar entre el guía que pregunta y la im agen-ser que res­ ‘nt*ma’ no con una persona sino con una imagen-
ponde.
Una vez acostumbrado a trabajar con imágenes, ya no nece­
sitará cambiar de asientos, sino que será capaz de introducirse en
Algunas preguntas para la entrevista exploratoria: la imagen mentalmente, y entonces alternar el ciclo de preguntas
• «H áblam e de ti.» y respuestas sin confundirse. Esto facilita trabajar en sitios públi­
• «¿C u ál es la esencia de tu ser?» (de ser un girasol, un cos sin temor al ridículo. No obstante, moverse físicamente parece
tigre, una barca, o aquello que sea la im agen-ser). g a r i o s .efectos. deÍorm a£ rodigiosi .

117
4. H acerse pina idea d e ios a n teced en tes. Pregúntele a la
«¿H ay algo que parezca bueno o útil incluso en los as­
im agen-ser acerca de los antecedentes de,la. situación actual.
pectos aparentemente negativos de cómo estás ahora? ¿H ay
¿Q ué te ha llevado a tu situación actual? ¿H ubo algún tiem­
alguna otra forma de llegar al mismo resultado que sea más
po en que las cosas fueron de otra manera? ¿Cuándo? ¿En agradable?»
qué se diferenciaban? ¿Cóm o y cuándo tuvo lugar el cam­
«Reconozco que no quieres o no puedes ver cómo seguir
bio?
adelante. Pero si pudieras, ¿cómo sería? Si fueras a cambiar,
¿qué tipo de cambio sería?»
C o m e n t a r i o : Toda situación tiene unos antecedentes, y enten­
diéndolos usted le podrá encontrar más sentido al presente v a! «Deja que tu mente o espíritu flote hacia arriba y toma
futuro. una perspectiva aérea, observando la escena. ¿Qué puedes
Es conveniente ser muy preciso acerca de cuándo se dio el cam­ ver que pueda ser útil para la imagen-ser? Si pudieras su­
bio, pues esto a menudo ofrece p ista s muy importantes. ¿Un mes surrarle algo desde arriba a la imagen-ser, ¿qué le dirías?»
atrás? ¿Seis años atrás? ¿Cuando e ra pequeño? No olvide que las «Ahora ha pasado x tiempo (x tiempo es cinco minutos,
preguntas no van dirigidas a usted como adulto sino como imagen- una hora, un día, un año, o cualquier lapso de tiempo apro­
ser. piado) y te sientes bien respecto a tu vida. ¿Q ué está suce­
diendo ahora? ¿Q ué es lo que hiciste?»
5. Hacerse una id,ea de las posibilidades: H aga cualquie­ Con todas estas preguntas, tan pronto
ra de las siguientes preguntas, algunas de las cuales son for­ como el próximo paso se vuelva más claro, siga el proceso
mas distintas de decir lo mismo, hasta que se haga una idea sugiriendo: «H azlo, disfrútalo». Y puede seguir con la pre­
de cuál es el próximo paso para la imagen-ser. gunta: «¿Q ué viene a continuación?», hasta llegar a un de­
Presuntas de posibilidad futura: «¿Q ué viene a conti- senlace natural.
nuación? ¿Q ué te conviene hacer para sentirte mejor, o para
que tu vida sea más completa o, sencillamente, para seguir C o m e n t a r i o : Esta es una fase decisiva de la exploración, puesto
avanzando? ¿Q ué te parece adecuado? ¿Qué debería suce­ que podemos percibir de qué posibilidades disponemos y probar­
las sin peligro alguno.
der? ¿Cómo sería estar completamente bien? Si pudieras agi­
tar una varita mágica sobre tu vida, ¿cómo te gustaría que ^ ^ Jesíe"los bloqueados y parezca que no podemos llegar
fuera ésta?» Pnmer Paso es descubrir qué es lo que nos in-
intentar avanzar contra la oposición interior
Realización: A l im aginar este siguiente paso, llévelo a (lo cual es un poco como intentar mover el coche con el freno de
cabo y disírútelo. mano puesto). También es importante ' . funciones
ver las - . positivas
Si la imagen-ser se siente satisfecha tal como está, no de la actitud del momento, que probablemente tengan mucho ... _ . .
que
fuerce ningún cambio en ella, aunque puede comentarle ver con la protección. Una vez entienda la función podrá ayudar
cómo percibe usted la situación si no la considera satisfac­ a la imagen-ser a encontrar una forma más saludable de lograr lo
toria. mismo.
Si se bloquea: Si hay una sensación de bloqueo, o la ima­ A veces, si el cambio nos da tanto miedo que ni siquiera po­
gen-ser no puede descubrir,qué hacer o no se atreve a ha­ demos imaginarlo, necesitamos urdir alguna estratagema para ex­
cerlo, pruebe una o todas éstas: «¿Q ué es lo que te impide perimentar lo nuevo. Con esta finalidad, la pregunta: «Ya sé que
avanzar? ¿Q ué tienes miedo que suceda?». no quieres hacer x, pero si lo hicieras, ¿qué pasaría?», es bastante
milagrosa. Nos permite imaginar libremente, sin todos los miedos

119
que rodean al cambio, porque estamos afirmando claramente qUe Haga u n a p r u e b a in m e d ia ta m e n te después d e e m e r g e r p a ra
no tenemos la intención de hacerlo. Desde luego, una vez hemos ver c ó m o f u n c io n a .
imaginado el cambio, podemos ver que es tan agradable que sí
queramos cambiar. A veces, simplemente imaginándolo ya hemos C o m e n t a r io : Después de llevar a cabo un trabajo con imágenes,
cambiado. es siempre de la máxima importancia volver a la imagen inicial y
Hace poco, una de mis alumnas tuvo una imagen-ser, una co- observar qué cambios han tenido lugar. Si no ha habido ningún
nejita que se negaba rotundamente a aceptar ei amor en su vida, cambio, es muy posible que el trabajo no haya sido aún lo bastante
afirmando que sabía que le iría bien pero que no quería correr el profundo o que no se haya resuelto del todo.,Volver al principio
riesgo. Le dejé saber que no tenía por qué hacerlo, pero ¿cómo je ayuda a evaluar y reconocer los pasos que ha dado.
sería si lo aceptaba? Aún puedo ver ante mis ojos la cara de puro El trabajo básico con esta imagen y a s e h a r e a l i z a d o . Ei proceso
gozo que puso cuando se permitió imaginar cómo sería, y la re­ por el que ha pasado es transformador e n 51 mismo, puesto que
lajación en todo su ser unos minutos después cuando admitió por usted ha empezado a cambiar los símbolos profundos que pro­
primera vez que ahora sentía que había alguna esperanza. graman su vida. Además, por el simple hecho de pasar por "este
Cuando simplemente parezca difícil descubrir qué hacer a con­ proceso, usted se ha familiarizado más con s u inconsciente.
tinuación, cambiar de perspectivas puede ayudar : de aquí la su­
gerencia de que salga hacia arriba y mire abajo. («Ah, sí, el motor
de la barca está estropeado, pero desde arriba veo que la barca está
7. Reflexionar: U tilice sus recursos conscientes: Dedi­
tan cerca de la orilla que podría llegar a ella remando.») O de que que unos momentos a reflexionar sobre lo que acaba de pa­
avance en el tiempo y mire atrás. («Ha pasado media hora y veo sar, y mantenga la imagen en el fondo de su mente durante
que lo que he hecho ha sido parar de luchar con las arenas mo­ los próximos días para continuar con el proceso. Estas son
vedizas y pedir ayuda, con lo que alguien ha venido a socorrer­ algunas preguntas posibles:
me.») «¿Q ué significó la imagen para mí? ¿Cómo refleja mi
vida en lo que es y ha sido? ¿Qué me hace sentir bien al
6. ^ Agradecer
------------- -
y em erger: Vuelva a conectar con la pri-
a | Y T 1 * _3 1
observar esta aclaración de mi programa interno? ¿H ay algo
mera imagen. ¿Qué esta sucediendo ahora? ¿ r ía habido al­ que me inquiete? ¿Cóm o encaja esta imagen con las im á­
gún cambio? ¿Cómo se siente respecto al futuro? genes anteriores que he tenido de mí mism o?».
Agradezca a su consciente e inconsciente por su trabajo «¿Q ué sentimientos asocio con la imagen inicial? ¿Me
de equipo. resultan conocidos? ¿Cuándo los siento? ¿A qué edad em-
Revise las imágenes y sensaciones por las que acaba de .pecé a sentirm e de esa manera? ¿Qué diferencia habría si me
pasar y fíjese en la mejor imagen/sensación de todas. Per­ sintiera como la imagen-ser que ha cambiado?»
mítase ser/sentirlo de nuevo y observe exactamente cómo es, «Si proyecto esta imagen sobre mi vida, como si trazara
física y emocionalmente, de forma que pueda reconocer ese un diagrama sobre mi realidad, ¿qué correspondencias pue­
estado de cuerpo y mente en el futuro. Si lo desea puede do encontrar, en el pasado, presente y posible futuro al que
crear una «fórm ula» que le ayude a rememorar esta sensa­ se refiere?» (Sea concreto en esto; es muy probable que haya
ción con más facilidad: vea la imagen, entre en ella, siéntala una correspondencia directa entre todos los aspectos de su
de nuevo y, en ei momento en que la recupere con toda su imagen y las características de su vida. Por ejemplo, si la vida
fuerza, junte dos dedos o toque la zona de su cuerpo que de la im agen-ser cambió hace cinco meses, o seis años, esto
asocie con la sensación. Esto se convierte a partir de ahora podría ser una descripción fidedigna de un cambio real en
en una fórm ula que le ayudará a recuperar la sensación. su vida en ese entonces.)

120 121
Si r ea lm en te n o logra e n t e n d e r lo q u e sign ifica la im a gen , 9. E m erger. Cuando este a punto para emerger de este
inténtelo hablando con su inconsciente y diciendo: «In_ estado de relajación profunda, sugiera lo siguiente: «V oy a
consciente, ¿puedes darme otra imagen que me ayude a en­ contar de uno a cinco y cuando diga cinco, abriré los ojos,
sintiéndome relajado y atento, mejor que antes, como si hu­
tender la que me acabas de ofrecer? - Q uerría dejar que
biera disfrutado de un largo sueño reparador, y me llevaré
surgiera una imagen que aclarara la anterior».
conmigo los mejores sentimientos, imágenes y comprensio­
C o m e n t a r io : M ie n tra s q u e h asta a h o ra h a estad o a le n ta n d o a sa­
nes de mis exploraciones. Uno, dos, saliendo a la superficie,
liry revelarse a s u s supuestos e imágenes inconscientes, reflexionar los párpados se hacen ligeros; tres, atento, pero aún relaja­
supone utilizar sus recursos conscientes de una forma más plena do; cuatro, cinco, ojos abiertos».
para redondear ei trabajo y llevar un paso o dos más adelante las
comprensiones que ya ha empezado a obtener. También le ayuda • C o m e n ta rio : P u esto q u e este estad o d e re la ja c ió n p ro fu n d a es
a adoptar el hábito de tomarse en serio, en su vida c o t i d i a n a cons­ también d e a lta c o n c e n tr a c ió n , lo m e jo r es e m p e z a r la r e fle x ió n y
ciente, los mensajes que llegan, de esta extraña,manera,.de..una,,
dimensión interior aja que normalmente no hacemos caso. De esta ; ha sido de importancia, con toda certeza usted deseará continuar
forma usted puede multiplicar íos efectos beneficiosos del trabajo sus*reflexiones y planificación después de emerger y durante los
con imágenes. E s t e es, pues, el momento de usar su mente cons­ 5¡a£y semanas siguientes.
ciente para dar sentido, y utilidad, al trabajo intuitivo que acaba
de realizar.
Más tarde. En diversos momentos durante los días o se­
8. M irar al futuro. Este es el momento de pensar qué manas siguientes, simplemente observe si tiene la misma sen­
im plica todo esto en la práctica. Hágase algunas de las pre­ sación que tuvo como imagen-ser al principio del proceso.
guntas siguientes: Luego, si no es lo que usted desea; pregúntese cómo podría
«¿C uáles son las implicaciones prácticas? ¿Qué supone experimentar las cosas de otra manera si usted fuera la ima­
realmente efectuar este cambio, qué necesito hacer en tér­ gen-ser en toda su plenitud, después de que ésta hubiera
minos prácticos para dar ei siguiente paso?». dado el paso que necesitara dar. O pídale consejo a la ima­
«Si yo fuera la imagen-ser transformada (la que y a ha gen-ser cambiada: «¿Q ué crees que debería hacer ahora?».
dado el próximo paso o efectuado el cambio) ¿qué sería di- O, si creó una fórmula, úsela para recuperar la buena sen­
ferente al afrontar este ...problema, o J a vida en general? sación y entonces decida qué hacer.
¿Cóm o me levantaría por la mañana, desayunaría, iría a tra­ De vez en cuando, también, conecte, con J a imagen-ser
bajar, etc., es decir, cómo sería un día en mi vida si esta y.com pruebe en qué estado se encuentra: ¿el conejo, corre
imagen estuviera presente en ella? ¿Cóm o sería en compa­ asustado por el campo, o se esconde en un rincón? Este es
ración con mi vida actual?» un buen indicador de su estado mental del momento.
«¿Q ué podría impedirme, o cómo podría impedirme a Pintar la i m a g e n : También puede resultarle m uy agra­
mí mismo, efectuar este cambio? ¿Qué es lo que me da mie­ dable sentarse con pinturas, lápices o rotuladores y dibujar
do de él? ¿Cómo me suelo sabotear a mí mismo?» la imagen. Cuando haya acabado, va m uy bien im aginar que
usted es el dibujo (tal y como imaginó que era la imagen-
C o m e n t a r i o : E s te es el m o m e n t o d e e m p e z a r a t o m a r d ecisio nes ser) y decir: «Soy este dibujo. Así es ser yo », y seguir la
c o n s c ie n te s s o b r e c ó m o in te g ra r esto s c o n o c im ie n to s n u e v o s en su
exploración. Le será útil disponer de un lugar donde pueda
v id a.

122
dejar el dibujo a la vista durante unos días para poder aña­
2 . Estudiar la imagen. Observe la imagen y su relación
dirle cosas o cambiarlo, a medida que lo vaya sintiendo.
c0n la situación, y luego mírela desde arriba, desde los lados
y desde abajo. ¿Q ué observa?
,Ai tener una imagen clara d e una forma de ser po­
C o m e n t a r io :

sitiva, ..usted cuenta con un recurso.que puede utilizar. Una imagen


3. Convertirse en U imagen. Introdúzcase en la imagen.
positiva y clara es implícitamente un pian o patrón de ser y actuar. Pregúntese: «¿C uál es la esencia de ser yo en este momento?
Usted puede decir: «Si yo fuera esta imagen-ser, por ejemplo este • Qué me está sucediendo? ¿C uál es lo mejor de ello? ¿Lo
caracol motorizado, este pájaro que vuela en libertad o este sim­ peor?»
pático conejo, ¿cómo afrontaría esta situación?». Y tambiénpu.gde 4. Hacerse una idea de los antecedentes. Pregúntese:
ver, estas imágenes-seres como consejeros y preguntarles qué debe «¿Ha sido siempre así? Si no, ¿cómo y cuándo fue diferente,
hacer. y cómo y cuándo cam bió?».
Puesto que cada imagen es un recurso y un consejero, usted 5. Hacerse una idea de las posibilidades. Pregúntese:
comprobará en poco tiempo que tiene tantos miembros en poten­ «¿Qué viene a continuación? ¿Cuál es el camino a seguir?».
cia en su comisión interna de expertos que se preguntará cómo se 6. Agradecer y reflexionar. Agradezca el esfuerzo con­
las arregla para poderles pagar a todos.
junto de su consciente e inconsciente y reflexione sobre el
Acostúmbrese a volver a sintonizar con imágenes que ya haya
significado.
creado para comprobar en qué estado se_encuentra. Yo, por ejem­
plo, durante un tiempo, iba conectando con la imagen de una bar­ 7. Mirar el futuro. Piense en cómo puede utilizar la ima­
ca que parecía representar el estado de mi energía en relación al gen o la comprensión obtenida en ella en el futuro.
trabajo. Cuando estaba navegando por el mar, yo sabía que estaba
trabajando a pleno rendimiento. Cuando la barca se averiaba, sa­
bía que mi desorden o caos había llegado a un punto insostenible Aplicaciones
y que debía parar, despejar y poner orden en mi interior. Si na­
vegaba contra corriente, suponía que debía estar haciendo algo que Si cuerpo inconsciente : Lina forma m uy provechosa de usar
iba a resultar contraproducente. Cuando estaba vuelta hacia abajo este ejercicio es hacerlo para entender o cambiar una sen­
en la orilla, dejaba todo lo que estuviera haciendo y me tomaba sación en su cuerpo, ya se trate de un dolor de cabeza, una
un descanso.
molestia en la boca del estómago o una sensación de ansie­
dad. Después de relajarse, entre en contacto con ja sensación
corporal que desea entender o cambiar y pida un nombre o
La im a g e n c o m o m e t á f o r a : M é to d o r á pid o
«Sáim age?. Luego póngalo en la silla de enfrente y continúe
como lo hizo antes, percibiendo la sensación, profundizan­
Si dispone sólo de unos momentos, pruebe este formato
do y explorando, dando con el próximo paso, agradeciendo,
abreviado (que es en realidad un resumen rápido del proceso
reflexionando, mirando al futuro y emergiendo.
anterior):
Durante la fase de «agradecim iento», no obstante, es im ­
portante que vuelva a la sensación corporal con la que em­
1. Invitar a la imagen. Dígase: «Deseo dejar surgir una
pezó, y no sólo a la imagen inicial, para comprobar cómo
imagen de un anim al, planta u objeto que represente quién
se siente ahora. Si la sensación no ha cambiado nada, se de­
soy o lo que necesito saber en este momento de mi vida; la
berá seguramente a que no ha alcanzado aún el núcleo del
prim era imagen que venga a la mente». problema.
ara adentrarme en la imagen y entenderla mientras dura la
Resolución de problem as : De forma más general, este
dedico unos momentos a explorarla una vez ésta
e n tr e v is ta ,
ejercicio es muy versátil, y se puede usar para entender cual­
pasado. Esto me brinda la oportunidad de usar mi com­
quier situación o problema. Lo único que hace falta es cam­
p r e n s ió n intuitiva junto con mi apreciación consciente para
biar la prim era pregunta, y el inconsciente, como un
ordenador, seleccionará la imagen adecuada. tomar decisiones.
Por ejemplo, una pregunta que yo uso cuando trabajo
como asesora para el desarrollo profesional, en lugar de cre­
V a r i a n t e s
cimiento personal, es: «M e gustaría que dejara surgir una
imagen de su trabajo y de su relación con él en este momento
fjay algunas otras manera de obtener imágenes que le pue­
de su vida».
Asesor am iento. Cuando trabajo con personas en cual­ den parecer útiles. Puede hacerse una idea rápida de su sig­
quier tipo de asesoramiento o psicoterapia, a menudo los nificado o trabajar con ellas en una forma m uy parecida a la
detengo después de la prim era descripción de lo que les pasa descrita más arriba.
y les digo ¿/«Tómese un momento ahora, y vea qué imagen
Preguntar al inconsciente. Hable directamente a su in­
le surge»? Y todo el resto. Los alumnos que trabajan con consciente y diga: «Inconsciente, dame, por favor, una im a­
imágenes me dicen que han aprendido a hacer esto en sus gen que me ayude a entender este problema. Inconsciente,
conversaciones cotidianas con amigos y , por tanto, se sien­ ; ¿ual seria T a m e jo rio rm a de seguir adelante? J ’or favor,
ten mucho más capaces de ofrecer una ayuda auténtica. damT u n a m ^ ^ ^ T”
/C uando un amigo tiene un problema simplemente le pre­ ^ Pantalla mágica. Imagínese que está en su cine privado,
co n una pantalla mágica delante de usted. Pida que aparezca
guntan qué imagen aparece, en lugar de sentirse obligados a
dar un consejo que sospechan que nadie va a seguir/ una imagen en ella que describa su situación actual. Tras ha­
f G tra técnica que uso en el asesoramiento es decirme a berla visto, pida una que describa lo que podría hacer para
I mí mism a: «Deseo que surja una imagen de un animal, una transformar la situación.
j planta u objeto que de alguna manera represente a la persona Contar una historia. Cuéntese una historia que empiece:
/ que estoy asesorando y a su problema en este momento de «Erase una v e z ...» (un niño, una niña, una planta, un ani­
I su vida». Entonces me hago una idea del significado de la mal, un objeto). V aya siguiendo la historia, diciendo lo que
| imagen y se la ofrezco al cliente: «A mí me ha surgido esta piensan, sienten y hacen los personajes, qué fue lo que con­
\ imagen. ¿Le dice algo a usted?». Según mi experiencia, dujo a la situación actual y cómo se acaba la historia. En­
la imagen tiene un significado sugerente e inmediato para la tonces podría continuar y decir: «¿Y qué sucede después?
otra persona en un noventa y nueve por ciento de los casos, ¿Y qué sucede cinco años más tarde?».
y a menudo representa el punto crucial de la sesión de ase­ Las im ágenes cuentan la historia. Considere tres o cuatro
soramiento. aspectos del problema que tenga, o del proyecto que esté
Entender y evaluar a otros. De forma parecida, si estoy planeando, y deje que surja una imagen para cada uno de
f entrevistando a alguien, y quiero tener una idea rápida de lo ellos. Observe cómo se combinan y recombinan, siga cual­
1 que dice mi intuición, me digo a mí misma: «Deseo que surja quier argumento que aparezca, obsérvelos desde todos los
J una imagen de un animal, planta u objeto que represente a ángulos, hable con cada uno de ellos, y luego búsquele el
sentido a la historia, proyectándola sobre el problema in i­
j la persona que tengo enfrente». Si no dispongo de tiempo
wm

cial. En el Apéndice 1 encontrará un ejem plo: E! perro 1 una forma escapista de soñar despiertos... bastante relajan ce
zanahoria, ei samovar y la barca de pesca, pero carente de su poder práctico.
I m á g e n e s tópicas. C ualquier imagen se hace suya ai ex­ Vale la pena mencionar que a pesar deí énfasis que yo
plorarla," por tanto, empezar con una imagen tópica también pongo en introducirse en la im agen mental e incluso cambiar
puede ofrecer percepciones importantes. Los árboles y ¡0s de asiento, es posible, si así lo desear lim itarse a observar la
rosales son imágenes tópicas: conviértase en un árbol o un imagen y hablarle en lugar de convertirse en ella. Esto es
rosal y descúbrase a sí mismo. A mí me gusta la imagen de especialmente útil si realiza el trabajo en un iugar público y
ser una ciudad: ¿Qué aspecto tienes? ¿Q ué tipo de edificios teme que, incluso sin cam biar de asiento* sus gestos o ex-
tienes? ¿Tienes estación de tren?, ¿universidad?, ¿ tiendas > y presiones raciales le delaten como un mono juguetón cuando
¿monumentos?, ¿bancos?, ¿transporte?, ¿gobierno?, ¿calle­ intenta comportarse como un próspero ejecutivo.
jones?, ¿barrios bajos?, etc. Este proceso puede brindar Cuando tengo tiempo para trabajar en profundidad, yo
comprensiones fabulosas prefiero no sólo introducirm e en la imagen sino también
cambiar de sitio, sobre todo cuando me siento estancada.
Incluso he llegado desarrollar un estilo para cambiar de
Conclusión asiento en lugares públicos que no produce demasiada ex-
trañeza. O al menos eso creo.
Realizar este ejercicio puede no haberle resultado fácil la pri­ Usar las imágenes para percibir su próximo paso no sig­
mera vez. Así, que ahora, felicítese, no porque haya hecho nifica, en absoluto, obligarse a cambiar o decirse a sí mismo
algún descubrimiento formidable (aunque así haya sido), que debería ser diferente, o darse de golpes en la cabeza con
sino sencillamente por haberse tomado el tiempo, y el ries­ ninguna de las percepciones a las que haya llegado. Significa
go, de emprender un proceso que la mayoría de personas aclarar sus pautas y esperar a irse revelando natural y pau­
rehúyen asustadas durante toda su vida. Aunque los resul­ latinamente, porque a medida qúe cambian sus imágenes us­
tados no se vean enseguida, y su desarrollo es probable que ted cambiará, de forma lenta, pero segura.
sea un proceso gradual, con muchos inicios entusiastas y fra­ Desde luego, a menudo es absolutamente necesaria su
casos deprimentes, un buen día se mirará a sí mismo y se voluntad y determinación para llevar a cabo sus planes, pero
dirá: «Realmente has cambiado, ¿verdad?». esto no ha de experimentarse como una lucha interior do-
Uno de los cambios con que puede encontrarse tiene que lorosa e incesante, sino más bien como un camino difícil
ver con su sistema de valores. Comenzar a trabajar con las pero necesario que usted está dispuesto a recorrer y que, en
imágenes conlleva la comprensión inherente de que su mun­ cierto sentido, le hace feliz. Ser capaz de usar de forma eficaz
do interior tiene un valor: que le importan no sólo los lo­ su voluntad es, de hecho, parte del proceso natural de abrir­
chos externos sino también su integridad interior, su sentidú®! se uno mismo.
de la finalidad o sentimiento de adecuación, a los que estáis Si le parece que no está efectuando ningún cambio, vale
dispuesto a dedicar cierta atención. Para muchas personas, la pena explorar qué es lo que se lo impide, imaginando de
esto constituye un cambio decisivo. También comprobará, ■v -' forma concreta cómo sería haber efectuado ese cambio, o
a gv;
sin duda, que los hechos externos funcionan mejor gracias percibiendo si necesita alguna imagen ligeramente diferente
a la revisión a que ha sometido sus planes de acción internos. con la que se sienta más cómodo. En todo caso, aproveche
De no ser así, este trabajo se convertiría, efectivamente, en el esfuerzo para crear una pauta más clara y más adecuada.

129
1

Nunca resulta provechoso obligarse a encajar con una íor_


ma, por m uy buena que esta forma parezca ser.
Disfrute y valore las imágenes que obtenga, y no se en­
fade ni se desanime cuando parezca que nada funciona. Esto
también, forma parte de su relación con el inconsciente, y
le recuerda que usted, en cuanto yo consciente y verbal, no
tiene totalmente el control. Puede pedirle un regalo al in­
consciente —o, para ser más precisos, al dominio de crea­
ción de imágenes que se encuentra entre su consciente y su Mejorar las relaciones
inconsciente— pero no debería exigirlo ni esperarlo.
Esto me recuerda lo que sentía cuando mis hijos eran Exploración de lo que hay en medio
pequeños y yo volvía del trabajo con un regalo para ellos.
Cómo me gustaba la cara que ponían, encantados y sor­
prendidos por el regalo que yo me había tomado el trabajo
de escoger; y acaso fuera esto lo que me motivaba para bus­ James, profesor universitario de cincuenta años, no podía
car otro en otra ocasión. Pero cuando llegaba y me pregun­ perdonar a su tío Ned por haberle fallado cuando más le
taban: «¿Q ué me has traído?», el placer se esfumaba, y en­ necesitaba. James lo admiraba, e incluso se había modelado
seguida pensaba que eran unos mimados y malcriados y que a semejanza suya, pues lo consideraba poseedor de un gran
no debería traerles más regalos. poder intelectual y emocional, pero éste siempre parecía tra­
El inconsciente podría ser bastante parecido a esto. tarlo con un cierto paternalismo burlón. En una época en
Cuando te encantan y sorprenden sus regalos, quiere darte que las cosas le iban muy mal, James se había dirigido a Ned
más y más. Pero si llegas a esperar los regalos y te enfadas para pedirle consejo. Su tío fue amable pero no le ayudó. A
cuando no los recibes, tal vez te pases una buena temporada partir de entonces, cada vez que James buscaba su consejo,
al estilo de «se acabaron los regalos para este mocoso mal­ Ned parecía desdeñarle e incluso desaprobarle. La vida de
criado». James estaba llena de relaciones fracasadas, pero aun así, ésta
parecía la más dolorosa de todas. No lograba encontrar nin­
guna manera de afrontarla o entenderla.
Una noche, mientras escuchaba a Beethoven, James em­
pezó a llorar desconsoladamente. Había recordado a Ned,
que a menudo lloraba al escuchar música, y se dio cuenta
una vez más de lo herido y desesperado que estaba aún por
su fracaso en establecer una buena relación con su tío. Al
día siguiente, en una sesión de trabajo con imágenes centrada
en las relaciones, le sugerí que buscara una imagen de alguien
con quien tuviera 1 i2p n áSü H tb pendiente." Apareció un JNé3
dH p3oT ^oT 3em aSi3o^*^e^orenfrénte de él, sonrién-
dole con ironía mientras chupaba su pipa.
James se enfrentó con su rabia y su resentimiento. «Fres ¿} y vio la mirada afectuosa que había en sus ojos. Se en­
más viejo y más sabio que y o », le dijo. «Tú podrías hacer contró diciéndole: «Deseo que estés en paz. Q uizá yo po­
que nuestra relación funcionara. U na relación entre nosotros dría haberte dado más a ti». Entonces vio que Ned estaba
podría hacernos tanto bien. Podría existir un encuentro pro­ llorando. Jam es le cogió la mano y le prometió dejar de con­
fundo y gratificante entre nuestras mentes. Necesito deses­ siderarle como a un dios caído y de esperar que fuera lo
peradamente que me guíes, que seas lo que nunca fue mi que no era. Ned sonreía ahora en paz. James también había
padre. Place años te mandé un disco y nunca me lo agra­ abandonado su aspecto dolorido y sonreía, tímido y cari­
deciste. Eso aún me duele. ¿Por qué me haces esto? ¿P0r ñoso, al grupo.
qué me rechazas?»
Cuando jam es cambió de papel y se convirtió en Ned
la respuesta llegó de inm ediato: «Siempre has querido cosas Como p o r dentro, así p o r fuera
que yo no podía darte. Yo te quiero, pero tú tienes que re­
solver sus propios problemas. En realidad no me gustó el En las relaciones, como en otros aspectos de la vida, uno
disco... y no supe qué decir. Por favor, intenta entender que podría decir: «Como por dentro, así por fuera»; los modelos
he estado tan preocupado con mis propios problemas que lo internos de relación que podemos haber formado muy tem-
único que podría haber hecho era cargarte a ti con ellos. Tú prado en nuestra vida pueden preparar el escenario para re­
te desenvuelves mil veces m ejor que yo. Soy un fracasado: laciones insatisfactorias en la vida adulta, relaciones que nos
un vagabundo errante, una concha vacía. Por favor, no me sentimos incapaces de transformar. De todos los patrones
tomes como modelo ni esperes nada de mí. Me gustaría en que nos quedamos encerrados y de los que cuesta salir,
abrazarte pero no puedo ayudarte». los patrones de relación se cuentan entre los más fuertes y
Jam es volvió entonces a ser él mismo. Seguía enfadado, más dolorosos. Ciertamente, se han escrito más canciones
y aún creía que el tío Ned podría darle más con sólo de­ y novelas sobre ellos que sobre ninguna otra cosa.
searlo. Verbalizó todos sus resentimientos y formuló la exi­ Las relaciones son especialmente desconcertantes porque
gencia de que Ned le escribiera, o que al menos reconociera implican a otras personas, y de ahí la dificultad de distinguir
el vínculo entre ellos. qué parte tiene que ver con la otra persona y qué parte con
Cuando volvió a cambiar y fue Ned, le dijo ajames que uno mismo. De este modo, puesto que hemos aprendido a
le estaba manipulando... Ned no estaba dispuesto a dar más controlar las situaciones echando las culpas a alguien, lo que
de lo que deseaba. «Soy demasiado viejo para cambiar. Tú hacemos es preguntarnos de quién será la culpa. A menudo
debes encontrar tu propio camino y abrir tu corazón. Es nos culpamos a nosotros mismos. Pero a veces nos enfure­
verdad que creo que mi corazón está más desarrollado que cemos con la otra persona. O culpamos a nuestros padres.
el tuyo, James. Lo único que puedo prometer es... mi co­ O nos deprimimos y perdemos las esperanzas, o simple­
razón te acompaña.» mente nos resignamos. O nos deshacemos de la relación y
Volviendo a ser él mismo, James tenía aún reticencias a empezados otra nueva. Y entonces, con demasiada frecuen­
dejar de lado su resentimiento y rabia: «Lo entiendo inte­ cia, aunque afortunadamente no siempre, las nuevas relacio­
lectualmente. Pero abrir el corazón no funciona. No me nes se revelan como las viejas, incluso cuando podríamos
siento a salvo. Puede suceder que me abra y me rechacen». jurar que esta persona parecía tan diferente y no habríamos
Entonces dirigió la vista a su imagen de Ned delante de imaginado que...

133
La enemiga de las pautas rígidas es la luz de la conciencia decer, emerger, reflexionar y mirar ai futuro. No obstante,
y de la comunicación: la conciencia tiene que ver con cómo ^ este caso, en lugar de guiar a una imagen-ser, el énfasis
percibimos lo que sucede en nuestro interior, y la comuni­ cae sobre la comunicación con otra persona; así pues, esta
cación es la manera de expresar a los demás lo que está su­ vez, usted invita a una imagen de alguien con quien tenga
cediendo, C uanto más precisos seamos con nosotros «asuntos pendientes», y habla con él o ella.
mismos y con los demás respecto a lo que está pasando, tan­ Al hacer este ejercicio, la experiencia puede ííegar a ser
to más capaces seremos de reconocer nuestras pautas como tan intensa que sienta que la persona está realmente ahí. Pue­
lo que son y transformarlas. de darse el caso de que quiera interrumpir la conversación
Ya hemos empezado a ver cómo se puede usar el trabajo porque, como tantas personas me han dicho a lo largo de
con imágenes para increm entar la conciencia de nuestras los años: «No puedo hacerlo. No sería capaz de hablarle con
pautas. Permitiendo que surja una imagen, permitimos que este tono tan enfadado a mi madre», o «Jamás me atrevería
nazca una metáfora de nuestra pauta de vida, y empezamos a ser tan abierto con mi jefe», o «Qué más da, si mi padre
a afrontarla; al hacerlo ya lo estamos alterando, Esto tam­ m urió hace años».
bién vale para el trabajo con las relaciones: al actuar según Si sucede esto, recuérdese a sí mismo que la persona con
nuestras pautas en la imaginación, podemos observarlas y nuien está hablando no es la persona real, sino la imagen
reconocerlas más claramente. interior de la persona que usted lleva dentro. No es su ma-
En el ámbito de las relaciones, sin embargo, el foco de dre, sino la imagen de su madre, ni su jefe, sino la figura
atención se amplía e incluye la comunicación: descubrir autoritaria dentro ele usted. La imagen y la relación interior
cómo podemos hablar con los demás de una manera que nos es la que domina su vida y a la que hay que dirigirse. Éste
ayude a entendernos mutuamente, a perdonarnos, a dejar es, con frecuencia, un proceso mucho más decisivo que de­
atrás el pasado y seguir avanzando. cirle a otra persona algo que tal vez no pueda o no quiera
Es importante no.perder de vista-que aunque haya dos escuchar.
pautas en una interacción, la suya es la única en la que usted Así pues, tranquilícese de antemano teniendo la seguri­
puede influir directamente, por lo tanto, ¿por qué no em­ dad de que la otra persona no está en la habitación con usted,
pezar por ahí? Al trabajar con parejas, he comprobado que y las revelaciones no necesitan salir de ahí, de forma que
los mejores resultados se dan cuando les digo a cada uno: usted es totalmente libre de ser sincero consigo mismo. In­
«Suponga que la otra persona nunca va a cambiar. ¿Qué cluso si la persona vive y está cerca de usted, no tiene por
puede hacer usted?». qué revelarle nunca lo que haya descubierto, a menos que
decida hacerlo. La decisión de si decirle algo o no a la otra
persona, y qué decirle, se toma en una fase posterior, y re­
Yo no sería capaz d e d ecir eso sulta mucho más fácil de tomar si ha estado totalmente abier­
to en la primera fase.
El proceso básico para explorar y transformar las relaciones También podría intrigarle, al realizar este ejercicio, el he­
mediante el trabajo con imágenes es parecido al que hemos cho de percibir las cosas de una forma diferente al estar sen­
usado en el último capítulo. Exactamente de la misma ma­ tado en el asiento de la otra persona. ¿Es que se transforma
nera, hay que convocar a la imagen, estudiarla, profundizar realmente en la otra persona? ¿O no es más que su fantasía
y explorar, explorar el pasado, ir hacia una resolución, agra­ acerca de ella? Cuando cambia de silla, usted conecta de ver-

135
dad con el «inconsciente cotidiano» de pensamientos y sen_ haya llevado a cabo ia conversación entre la madre y el pa­
timientos que casi conoce pero a los que no acaba cíe tener dre, o el varón y ia hembra, que lleva dentro, tal vez empiece
acceso. Jam es debía percibir de forma inconsciente lo nUe a notar los ecos de estas conversaciones interiores en sus re­
realmente sentía Ned, pero no fue consciente de ello hasta laciones exteriores.
que cambió cíe silla. Por medio de este ejercicio, pues, usted
entra en contacto con su mejor intuición del otro, que está"
seguramente mucho más desarrollada que su comprensión' Principios d e la com u n ica ción
consciente. "~-*-
Según la opinión que tengamos sobre nuestra capacidad Existen unos sencillos principios de la comunicación que,
para conectar directamente con ios pensamientos y senti­ cuando se siguen, hacen funcionar mejor las conversaciones
mientos de otras personas, no es imposible que al hacer este y, en últim a instancia, las relaciones. Estas reglas contri­
ejercicio también «sintonicemos» con otra persona, y des­ buyen a desenmarañar qué sentimientos le pertenecen a us-
cubramos algo que simplemente no sabíamos. Después de ted y cuales a la otra persona. Le avudan a afrontar la
todos estos años de trabajar con imágenes, yo creo que esto ambivalencia mnerente a toda relación y a vencer los tabúes
puede suceder y sucede. Esta posibilidad está tratada con y confabulaciones de sus pautas de comunicación. Están
más detalle en el capítulo 16. Por otro lado, muchas per­ pensadas también para ayudarle a ser categórico, en el mejor
sonas piensan que tiene más sentido considerar todas las per­ sentido de la palabra, lo cual significa ser capaz de percibir
cepciones como aspectos de nuestros propios recursos v claramente sus deseos y puntos de vista sin por ello dejar de
conocimiento inconsciente. Las percepciones profundas son escuchar y comprender los deseos y puntos de vista opuestos
igualmente válidas, independientemente de cómo las consi­ de los demas. Constituyen, por último, maneras de fomen­
deremos. tar su creatividad al tratar y transformar sus relaciones.
En cualquier caso, en la medida en que estamos tratando En el Apéndice 2 se da un resumen de siete principios
nuestro propio problema de relación, no siempre importa de comunicación importantes. Le sugiero que consulte el
que lo que creamos de la otra persona sea verdad. Lo úni- apéndice y utilice estos principios como orientación al rea­
..cp,que .importa es que lo creemos, y que esta convicción nos” lizar el ejercicio que sigue. Si resulta que también desea uti­
afecta. Verdaderamente, en otro nivel, este drama que es­ lizarlos en su vida cotidiana, la gratificación que obtendrá
tamos interpretando con otra persona puede considerarse será de mucho m ayor alcance. Pero recuerde que no debe
como la representación de un drama o relación interna entre usarlos como reglas mecánicas; tómese muy en serio el sig­
dos aspectos de nosotros mismos. El papel que interpretadla nificado y la finalidad de los principios, e intente cambiar su
otra persona puede considerarse como un aspecto no expre- actitud además de su forma de hablar.
sado de nosotros mismos que no reconocemos y que por” A mi juicio, una de las actitudes más decisivas a adoptar
tanto proyectamos y vemos en los demás*"Al elaborar esta para transformar las relaciones es la confianza, la convicción
relación estamos, pues, transformando una dinámica interna de q u e ,las,cosas,pu£jden ser diferentes. La m ayoría’demues­
a la vez, o incluso más, que una externa. tras reglas de comunicación cotidiana están pensadas para
Usted puede trabajar directamente sobre estas dinámicas mantener las relaciones como están, para impedir que zo­
internas en los ejercicios: «H ablan los padres» y «El hombre zobre el barco. Se basan en concepciones estáticas de no­
y la m ujer», que aparecen bajo el título Variantes. Una vez sotros mismos y de los demás: yo soy así y tú eres asá, y lo
136
único que podernos hacer es aguantarnos sin crear demasia­ o-en de la persona con quien tenga un problema de relación
dos conflictos. o con quien desearía relacionarse mejor; observe su aspecto
En realidad, si adoptamos la visión de que todos actua­ y qué sensación le produce, y entonces empiece a decirle lo
mos como lo hacemos debido a nuestras imágenes y visión que usted siente por ella. Conviértase luego en la otra per­
dei mundo, entonces está en nuestras manos disponemos a s o n a y responda; vaya cambiando del uno al otro, diciendo
escuchar a la imagen o visión que conduce a la otra persona c a c a uno lo que necesite decir. También puede, de tanto en
a actuar de la forma que lo hace, a pensar en qué manera se tanto, cambiar a una tercera posición, ia de un observador
relaciona esto con nuestras propias imágenes y visiones, y 3 o consejero, de forma que pueda ver lo que pasa en la re­
considerar si podemos contribuir a crear una visión com­ lación de una forma global. Explore las posibilidades, en­
partida que haga funcionar mejor nuestra relación. tienda mejor las visiones cié cada uno, negocie formas nuevas
Este deseo y esta voluntad de considerar ia visión del de relacionarse en lo que sea posible, hasta que tenga ia sen­
mundo de la otra persona necesita ser expresada en ia forma sación de que algo ha cambiado. Entonces, realice una com­
que usted se comunica con esta otra persona. Así, en lugar probación para ver si ha habido algún cambio en la imagen,
de pensar o decir: «Q ué cruel eres», tendría que considerar dé las gracias a su consciente e inconsciente por el trabajo,
una forma alternativa: «Cuando actúas así, siento que eres reflexione sobre el significado y piense en cómo actuará en
cruel conmigo y me duele. ¿Qué pasa en tu interior, o qué el futuro, y , por últim o, emerja.
es lo que ves en mí, que te lleva a actuar de esa manera? El formato es, pues:
¿Cóm o podemos hacer que esto cam bie?». Comunicarse
con esta actitud entraña, además, la ventaja de que es menos Preparación: Despejar un espacio y relajarse
probable que la otra persona se sienta atacada y el problema 1 . invocar la imagen
se convierte en algo de los dos, algo sobre lo cual trabajar 2. Estudiar la imagen
juntos. Esto significa que los dos están en una posición óp­ 3. H ablar con 1a persona
tim a para encontrar una solución creativa. 4. Cam biar de papeles y convertirse en la otra persona
En otras palabras, adopte un enfoque dinámico que pre- 5. M antener una conversación
suponga que nunca podemos estar seguros de lo que una 6. Ser un observador informado
persona es en un sentido fijo y permanente. Lo que hacen^ 7. A vanzar hacia la resolución
las personas no es una expresión de su «esencia» sino de una 8. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger
visión del mundo, que puede estar abierta al cambio, sobre
todo si nosotros estamos dispuestos a escuchar su visión^
tener una conciencia clara respecto a la nuestra, y construir T r a n s f o r m a c ió n d e r e l a c io n e s : E je r c ic io b á s ic o
- rv-,_ ______ _
ü n ......

Preparación: Despejar un espacio y relajarse. Como de cos­


tumbre, necesita preparar un lugar tranquilo donde no pue­
Transformación de relaciones: Estructura del ejercicio dan distraerle y tomarse un tiempo. Escoja un asiento o
almohadón cómodo y coloque otro enfrente. Si este ejercicio
La estructura de este ejercicio de «Transformación de rela­ se hace a conciencia, pueden aparecer muchos sentimientos
ciones» es la siguiente: permita que surja ante usted una ima- profundos y seguramente le sería de gran provecho tener a

138 139
alguien de confianza al lado que íe ayude con el ejercicio muestra su cara? ¿Q ué impresión transmite? ¿Cómo le hace
para que usted pueda relajarse totalmente y viva la expe­ sentir? Q uizá también podría dejar que su espíritu se mueva
riencia en profundidad, También es importante realizar un por arriba, alrededor, debajo y dentro de ella, mirándola
breve ejercicio de relajación, desde todos los ángulos para obtener una mejor compren­
sión.
1 . Invitar a una im a gen : Ta! vez haya alguien en par­
ticular con quien le gustaría hablar, o tal vez desee permitir 3. Hablar con la persona. Habie con la persona que tiene
que su inconsciente le diga qué relación está por resolver y delante, a quien podemos llamar «el O tro», sobre todo lo
requiere su atención. H ay, por tanto, dos fórmulas alter­ que usted siente. Cuéntele sus buenos y malos sentimientos.
nativas: Lo más importante, dígale todo lo que no le haya dicho ai
a) Persona con creta : Permita que surja en el asiento de Otro en la vida real, e incluso aquello que no se haya atre­
enfrente una imagen de x. La persona podría aparecer ini­ vido a admitirse a sí mismo. Dígale al Otro lo que desea.
cialmente como imagen, voz, sensación o bajo cualquier otra Acabe preguntando todo aquello que le gustaría que le res­
forma. Deje que la imagen se aclare. pondiera.
b) Asunto pendiente: Permita que surja en el asiento de
enfrente una imagen de alguien con quien tenga un asunto C o m e n t a r io : Cuando haga una pregunta, ésta deberá ser una
pendiente, cuestiones, problemas o sentimientos sin resolver pregunta real para la que sinceram ente quiera una respuesta,
o incómodos. Esta persona puede ser alguien de su vida ac­ como: «¿Cuál es e! verd ad ero m o tivo p o r el que me rechazas cuan­
tual o alguien que fue importante para usted. Puede estar do te necesito?», y n o «¿Cómo puedes llegar a ser tan m ezquino
aún viva o no. Permítase ver y reconocer a la primera per­ conmigo?», lo cual es, en realidad, un sub terfugio acusador.
sona que íe venga a la mente, tanto si es en forma de nombre,
una imagen visual, una voz, o bajo cualquier otra forma.. 4. Cambiar de papel y convertirse en la otra persona.
Cuando surja la imagen , bajo cualquier forma, diga: Cambie de papel y siéntese en el asiento del Otro. Tómese
«G racias, inconsciente, agradezco el regalo». un momento para introducirse en él, tal y como en el ca­
Si no sucede nada , trate de decirle al inconsciente: «In­ pítulo 6 se introducía en la imagen. Siéntase como esa p er­
consciente, gracias por tu esfuerzo en protegerme. Pero me sona, perciba cómo sería realmente ser esa persona, y
]*M**’"'*W . .«—I- .y— w - Vt*iTiVih-ij -j ^ T-WfrT.'V^-. tV *vr KK>w m , ^
gustaría explorar esta relación. Por favor, ayúdam e a hacerlo

.
observe como ve el mundo desde su punto de vista, y, desde
de una forma segura y natural. Te ruego que ahora dejes luego, cómo se ve usted, que ahora llamaremos «E go», des­
surgir una im agen». de su punto de vista.
Si aún no sucede nada, simplemente actúe como si la per­ ¿Q ué es lo que Ego acaba de decirle y preguntarle? Sea
sona estuviera sentada delante de usted, y sepa que la imagen tan preciso como pueda. ¿ Qué le parece Ego ? ¿ Cómo le hace
se irá aclarando a medida que trabaje. sentir lo que acaba de decirle? ¿C uál es su respuesta? Acabe
diciendo lo que usted quiere, y preguntando todo aquello
2. Estudiar la imagen. M ire a la persona sentada delante que desee preguntar.
de usted, y trate de verla de una forma tan nítida y concreta
como le sea posible, casi como si estuviera en la misma ha­ C o m e n t a r io : En la m ayo ría de interacciones solem os v e r sólo
bitación que usted. ¿Cóm o va vestida? ¿Q ué expresión nuestro p ro p io punto de vista. Esta es una o p o rtun idad de v e r el

140
mundo desde el punto de vista de otro, sabiendo, mientras tanto personas. Esta tercera posición de consejero es, a veces, i a más útil
que puede volver a su asiento y a su propia perspectiva. ¿c todas.
Es de la máxima importancia, al cambiar de papel, que real­
mente se introduzca en el ser del Otro, que no haga una caricatura 7. Avanzar hacia una resolución. Mantenga la conver­
ni se limite a ser una versión más o menos fidedigna de cómo usted
sación hasta que los puntos de vista de los dos sean más cla­
ve a ia otra persona. Si no hay sorpresas, y usted dice y siente lo
que usted se habría imaginado que diría y sentiría el otro, es qUe ros y usted crea que ha llegado tan lejos corno puede para
no está realmente en la piel de la otra persona. Por otro lado, si hacer que ia relación funcione mejor. Debería sentir un cier­
realmente se permite ser el Otro a un nivel profundo, se quedará to alivio o que se ha dado una resolución; que la relación ya
atónito de cómo puede responder a preguntas y explicar cosas que no parece tan bloqueada, aunque todavía pueda doler. El
sencillamente no sabía como Ego. objetivo no es ja perfección, sino más bien ia impresión de
que algo ha cambiado, que podría ser muy bien el primero
5. M antener una conversación. Sigan hablándose el uno de una larga serie de cambios. Dense las gracias el uno al
al otro y cambiando de papeles cuando lo crea oportuno. otro por haberse tomado el tiempo de escucharse o invo­
Este es el momento de clarificar lo que siente y tratar de lucrarse en este trabajo de equipo y despídanse por ahora.
avanzar hacia un lugar m ejor en la relación.
8. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger.
: Recuerde que en la medida en que esta persona for­
C o m e n ta r io E voque ia imagen del O tro: ¿Q ué aspecto tiene ahora?
ma parte de su mundo interior, no es bueno para usted vivir con ¿Cómo se siente ahora respecto a él? Observe cualquier
una perturbación y malestar entre los dos, que es necesariamen­ cambio y felicite a su consciente e inconsciente por haberse
te una perturbación y malestar en usted mismo. Diríjase, pues, a involucrado en esta tarea tan difícil. Antes de emerger, y
lograr una mejor relación con el Otro, por muy enfadado, resen­
durante los días sucesivos, reflexione sobre lo que le ha pa­
tido o desesperado que se sienta, porque los malos sentimientos
están en usted, y le hacen daño, más que al otro a quien van sado y lo que ha aprendido. Este es también el momento de
dirigidos. pensar en las implicaciones: ¿qué pasos prácticos desea dar;
qu.é conversaciones reales cree que podría tener?
6. Ser un observador informado. Ponga una silla o un
almohadón al lado e imagine que alguien informado y afec­
tuoso, que les conoce bien a los dos y que se preocupa por Variantes: Ampliando posibilidades
ustedes, está sentado en esa silla. Esta persona resulta ser ei
mejor consejero de relaciones del mundo. Cuando esté listo, Trabajar sobre las relaciones es siempre un desafío para
cambie a esta tercera posición, sea este experto consejero, y nuestros lím ites. Experimente con las siguientes variantes
observe y revise la interacción que acaba de darse. ¿Qué ve? como medio para am pliar sus posibilidades personales de en­
¿C uál es el carácter de esta relación? ¿De qué manera chocan tender y m ejorar la relación con la que está trabajando, así
estas personas entre ellas? ¿Q ué les aconsejaría usted? como todas las otras relaciones en su vida. Acuérdese, como
siempre, de volver a las imágenes iniciales y de examinar sus
Ahora que hemos ampliado nuestra conciencia has­
C o m e n ta rio : sentimientos acerca del O tro, así como de expresar cualquier
ta el grado de poder ver el punto de vista de otro, nos estamos cosa nueva que le parezca adecuado decirle.
haciendo una idea de lo que pasa en la interacción entre estas dos

143
1. R etirar las p ro y eccio n es. M ientras tenga asuntos pen­ sultán difíciles, pruebe: «Si realmente me valorara y me qui­
dientes con otra persona, estará inviniendo parte de su eñer- siera a mí mismo, ¿cómo sería?», y sienta qué impresión le
gía en ella en lugar de tenerla a su disposición. Este íe Hace produce.
sentirse débil y a su merced, y le hace proyectar sobre ella Cuando piense que se valora y se quiere a sí mismo, junte
poderes y atributos que suelen tener más que ver con usted el pulgar y el índice, creando así una fórmula asociada a estos
que con ella. Si puede recuperar esta energía se sentirá más sentimientos, co n tin ú e ahora con la conversación con el
fuerte y más capaz de ver claramente a la persona como un Otro, o hable con cualquier otra, persona con quien tenga
individuo diferenciado. dificultades, pero no deje de sentir que se valora y se quiere
Pruebe esto: Imagine que la energía le sale por la coro­ a sí mismo de una forma que no dependa de esta otra per­
nilla, casi como tiras de espaguetis (o, si lo prefiere, como sona. Si parece que el sentimiento se evapora, vuelva a juntar
rayos de luz o energía) y que va a pegarse a la otra persona. el pulgar y el índice y recuérdese: «Si yo me quisiera y va­
Sienta, vea y perciba esto. A hora imagínese que estira hacia lorara, ¿cómo respondería?». Observe que esta conversación
usted estas tiras de espaguetis (o rayos de luz o energía) es diferente de la inicial.
quitándoselas a la otra persona e introduciéndolas por el 3. Más allá del y o personal. Relájese completamente y
agujero de su coronilla, dejando que las tiras (o rayos) se siéntase cómodo y en paz consigo mismo. M ire a la persona
hundan en usted. Observe cualquier diferencia en cómo que tiene delante de usted y trate de ir más allá de su yo
se siente, y en el aspecto del otro, y si nota que hay algo personal actual para hacerse una idea de cómo sería si es­
distinto. tuviera plenamente evolucionada y en armonía con el uni­
Si siente que de su estómago o corazón también salen verso, o como quiera que desee describirlo.
tiras (o rayos) hacia la otra persona, pruebe a estirarlos tam­ Mantenga una conversación con el yo «superior» o más
bién. ¿Qué sensación le produce? evolucionado de esta persona. Ahora es mejor hablar del
Fíjese en que este ejercicio también sirve cuando su ener­ otro como «él» o «ella» para poder distinguir entre la
gía está ^ de por alguien: el trabajo, persona real y este aspecto idealizado altamente evolu­
problemas de dinero o la fam a: si está obsesionado por algo cionado.
o por alguien, este es un buen momento para dedicar un Cambie de papel y entre en esta conciencia más evolu­
tiempo a este ejercicio. cionada y mírese a sí mismo desde este punto de vista.
2. Si yo m e quisiera a m í mismo. ¿Cóm o funcionarían ¿Cómo le ve este O tro más evolucionado? ¿Cóm o sería us­
ésta y otras relaciones si pudiera apoyarse en un sentimiento ted si fuera su propio Yo más evolucionado? Deje que los
de q uererse y valorarse a sí mismo? Tener un concepto es­ dos yos evolucionados hablen sobre los dos seres personales
table y positivo de uno mismo, en lugar de necesitar que se implicados en este asunto pendiente.
lo den los demás, es otra manera de retirar sus proyecciones ideales y desastrosos. Imagine que esta rela­
y ver a la otra persona con claridad. ción es ideal. ¿Cóm o transcurrína su diálogo? M antenga la
Piense en algún momento en que se haya sentido seguro conversación. Ahora imagine que esta relación es la más te­
de sí mismo y que realmente se haya valorado y querido. rrible y desastrosa del mundo. ¿Cómo transcurriría su diá­
Entre luego en la imagen y respire como lo hace esta per­ logo? M antenga esta conversación.
sona. O dedique un momento a valorarse ahora y a sentir Estas conversaciones le darán una idea clara sobre sus
ese amor por usted. O si estas dos primeras opciones le re­ expectativas y sus miedos, y con frecuencia concretarán
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145
e x a c ta m e n te c u á l es el cambio q u e u s te d d e s e a . C o m p á re la s un hombre. ¿Qué aspecto tiene? Pregúntele su nombre, H a­
c o n la c o n v e r s a c ió n in ic ia l, y d e s c u b r a q u é es lo q u e p u ed e ble con él o ella. Cambie de papel y sea él q ella. ¿Qué as­
a p r e n d e r d e e lla s. pecto tiene Ego? Continúe la conversación y avance hacia
Pruebe también esto: Sustituya la imagen del Otro por una resolución. Podría acabar invitando al ser de sexo con­
la imagen de un aspecto suyo, como ei buen padre o ei buen trario a integrarse con usted, abrazándole y permitiendo que
amigo que lleva dentro. Cambie de papeles, vea este aspecto se funda con su corazón. Reflexione luego sobre la relación.
suyo, y trate de decirse a usted mismo esas palabras ideales ¿En qué se parece a sus relaciones con el otro sexo? ¿Cuáles
que quería que dijera el Otro. Vuelva ?. cambiar. ¿Corno se son las implicaciones?
ha sentido? ¿Es ésta su manera habitual de hablar consigo 7. Conversación preliminar. Esta vez, en lugar de con-
mismo? ¿O son esos diálogos desastrosos parecidos a sus versar con su imagen interior del otro, imagine que el otro
conversaciones interiores? . se encuentra realmente con usted, en la misma sala, y que
JPlantéese la posibilidad de que de ahora en adelante, usted está llevando a cabo la conversación por adelantado
cuando desee algo de alguien, usted va a pensar primero en para allanar obstáculos. Descubra qué quiere decirle al otro
cómo lo daría usted. ¿Q uiere que alguien le diga lo guapo en la vida real, y cambie de papel para encontrar la respuesta.
que es? Dígase oue es guapo. ¿Q uiere que alguien deje de Siga haciéndolo hasta que se sienta seguro sobre lo que es
.criticarie? D eje drimero de criticarse usted. Concedase esa apropiado decir y cómo.decirlo.
relación ideal durante unos días y observe cómo le va. La
paridad empieza por casa, como dicen.
5. Hablan los padres._Imagine a su madre sentada en.una Aplicaciones
silla y a su padre en otra; están hablando de lo que sienten
el uno por el otro. Cambiando de sitio para ser uno de ellos Lo que acaba de aprender también se puede usar cuando se
cada vez, empiece por hacerles hablarse el uno al otro como encuentre en medio del tumulto de las relaciones. La dife­
lo hacen, o hacían, normalmente. Luego permítales que se rencia está en que en lugar de cambiar de asientos, tendrá
digan todo aquello que nunca se han dicho, y que repasen que imaginar que su conciencia sale por su coronilla y cam­
toda su relación y vean si pueden resolver viejas dificultades. bia de asiento por usted, por así decirlo.
Tome entonces la posición del observador informado y con­ Pruebe cualquiera de los ejercicios siguientes en medio
temple la interacción. A yude a esas dos personas a ver lo de una conversación o mientras observa a alguien. Los ejer­
que pasa entre ellos y a hacer las paces. ¿Q ué le recuerdan cicios del uno al cinco se basan en los expuestos más arriba,
estos diálogos acerca de su propia vida? ¿Puede cambiar sus y los ejercicios del seis al diez en las reglas de comunicación
relaciones exteriores de la misma manera que ha resuelto las que aparecen en el Apéndice 3.
dificultades entre su padre y su madre interiores?
6. El hom bre y la mujer. Ju n g señala que la relación que
tenem o T coH T rsexo ^ntfario está íntimamente relacionada E je r c ic io s r á p id o s p a r a la v id a r e a l
con el ser de sexo contrario que llevamos dentro. Permita
que surja en el asiento de enfrente su hombre interior (su 1. Imagine que su mente, espíritu o conciencia sale de
aspecto, su historial masculino) si usted es una m ujer; o su su coronilla y se introduce en la coronilla de otra persona.
m ujer interior (su aspecto, su historial femenino) si usted es ¿Qué sensación le produce ser esa persona? ¿Cómo percibe

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que ella le ve a usted? (N ota: Para empezar, practique esto Conclusión
cuando esté mirando a la gente en una estación de tren, una
cafetería o un restaurante; también es útil intentarlo con un Las relaciones son tan importantes y tan difíciles, que usted
amigo y comprobar cuán perfectamente puede usted ser am­ se merece aún más felicitaciones por haber abordado este
bos personajes.) capítulo. Recuerde la virtud divina del perdón: perdone a la
2. Imagine que su conciencia sale por su coronilla y se otra persona y a usted mismo por no tener la relación per­
introduce en el papel del observador informado. ¿Cómo fecta, o por no ser el perfecto amante/amigo/esposa/padre/
se ve su interacción desde ese punto de vista? Después con­ hijo. Y no espere haberlo resuelto todo ahora. Si ha cam­
tinúe con la conversación. biado un poco, tiene sentimientos diferentes dentro de usted
3. Retire sus proyecciones (vea variante 1, pág. 144). respecto a sí mismo o al otro, o simplemente se encuentra
Continúe luego con la conversación. más a punto para sonreír al mundo, eso es excelente. Cuan­
4. Dígase: «Si yo me quisiera y valorara a mí mismo, to más trabaje para mejorar su conciencia o su comunica­
¿Q ué diría?» (vea variante 2, pág. 144). Enseguida continúe ción, mejor irán las cosas, tanto en su interior como entre
con la conversación. usted y las otras personas.
5. Dedique un momento a ver a la persona como su yo
más elevado o evolucionado (vea variante 3). Luego prosiga
con la conversación.
6. Cuando tenga sentimientos m uy fuertes, que parez­
can un tanto exagerados para la situación, pare un minuto y
pregúntese: «¿Q ué sentimiento hay detrás de este senti­
m iento?». Por ejemplo, detrás de la furia podría haber una
herida. O detrás de la herida podría haber furia. Si es así,
dígalo.
7. U tilice solamente mensajes en prim era persona. Diga
cómo se siente usted, no lo que la otra persona es.
8. Escuche con atención, sea empático en relación al
punto de vista del otro y aclare el suyo propio.
9. Negocie con claridad: esté dispuesto a decir lo que
quiere y lo que le apetece ofrecer.
10. Descubra qué tiene en común con el otro, y plan­
téese las diferencias como variaciones sobre un mismo tema.

Cuando haya realizado cualquiera de estos pequeños ejer­


cicios, fíjese en si ha interrumpido algunos de sus patrones
habituales, e interactuado con y percibiendo al otro de una
manera un poco diferente. Si es así; maravilloso.
visarlos todos, y decir de cada, uno: «Que así sea». Cuando
finalmente hubo hecho eso, acabó con el saco.
Empezó entonces a caminar hadar la luz, y cuatro án­
geles bajaron a recibirle. Siempre modesto, no podía dar cré­
dito a lo que le estaba sucediendo. «Esto parece el cielo. ¿Por
qué hacen todo esto por mí?», parecía preguntarse, mara­
Resentimientos, rechazo y villado. Me reí y le susurré: «Esto es el cielo». Poco después,
rodeado por los ángeles que le arropaban con luz y amor,’
aflicción nos despedimos y ya no hubo más imágenes.

Esta historia puede ser o no ser una imagen verdadera de


Despedidas la vida después de la muerte. Pero es ciertamente una me­
táfora del camino de transformación que supone el decir
adiós: un proceso que es necesariamente doloroso pero que
en última instancia nos puede brindar la luz de una nueva
Cuando hace poco murió mi padre, yo supe intuitivamente etapa en nuestra vida.
el momento de su muerte y me sentí junto a él, aunque se
encontrara a miles de kilómetros. Al intentar mantener el
contacto con él después de su muerte, me llegaron estas imá­ Despedidas en todas las formas y medidas
genes m uy reales de su experiencia, como si provinieran de
otra dimensión: En este capítulo hablaremos de las despedidas de personas,
1 e incluso cosas, a las que estamos vinculados de una forma
. Le vi caminar solo por su camino. Parecía increíblemente que ha dejado de ser apropiada. Cuando alguien ha muerto,
doloroso. Esc dolor era el dolor de la transformación, el do­ o nos hemos separado de él por cualquier otra razón, ne­
lor de tener que mudar, por así decirlo, todas las moléculas cesitamos dejarle ir y decirle adiós. Cuando arrastramos re­
de uno a otro estado, y de tener que enfrentarse solo al ca­ sentimientos hacia una persona y no podemos dejar esta
mino desconocido que tenemos por delante. Yo sentí la ne­ conexión negativa, también necesitamos dejarlos ir. Y, cuan­
cesidad de concentrarme con él en este doloroso camino en do sea posible, necesitamos aprender a decir un adiós com­
que se encontraba.
pleto antes de separarnos de alguien o algo que haya tenido
Entonces le vi caminar con dificultad con un saco a la
un papel importante en nuestra vida.
espalda. El saco estaba lleno de recuerdos y sentimientos que
le ataban a la vida, y aunque pesaba mucho, no quería des­ La vida está llena de despedidas. Algunas se llevan a cabo
prenderse de él. Lo dejó en el suelo por un momento, y con ligereza, cuando nos apresuramos entusiasmados hacia
luego lo volvió a coger. Entonces empezó a subir una cuesta, una nueva fase o una nueva aventura. Otras nos hacen sentir
agotado. Por fin, dejó el saco en el suelo, lo abrió y empezó que perdemos algo de nosotros que nunca podremos recu­
a examinar su contenido. Por lo visto estaba lleno de resen­ perar. Algunas están llenas de buenos deseos mutuos, y
timientos, amarguras y deseos frustrados de toda una vida, otras son más bien como el sonido de una mano que da una
todo aquello de lo que no estaba contento. El saco no con­ palmada en el vacío. Algunas las sentimos como pasos ine­
tenía un solo recuerdo feliz. Lo que tenía que hacer era re- ¡1 vitables del crecimiento y otras las vivimos, con resenti-

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m ientes, como una bofetada en la cara. Y aún más, algunas tante ílue Joanne dijo: «N o, no les diré adiós», lanzó una
separaciones se arrastran durante años, aparentemente irre­ exclam ació n : «O h, se acaban de ir». Ellos lo habían hecho
solubles, mientras que otras son como amputaciones que no por ella. Fue como si al reconocer y enfrentarse a sus sen­
nos dan tiempo para ajustarnos. Bajo cualquier forma que timientos les hubiera dado permiso para marcharse. La sen­
se nos presenten, las despedidas siempre traen consigo'uñ sación hinchada de su vientre también desapareció y ella sé
aliento de muerte y una promesa c#e renacimiento. sintió, por prim era vez en muchos años, ligera y libre para
S Lo triste es que muchas personas nunca llegan al punto ¿mpezar una nueva vida.
i de renacer porque las despedidas no han sido plenamente Lo paradójico es que no son los sentimientos de amor
1 abordadas, y la otra persona, o ese aspecto de nosotros mis- los quTmas“nos atan a TSsTelaa^ñéspasadás," sino los más
irnos, no ha sido plenamente liberada. M ucha gente lleva negativos y difíciles. No era tanto el amor de Joanne como
j dentro heridas que nunca se han curado del todo, y esta es ^ pa 6 ?E3 a 3 - ue je imposible decir adiós. De for­
i seguramente una de las principales causas de enfermedad fí- ma similar, el saco de mi padre no estaba lleno de sus re­
3sica así como de desdicha emocional. cuerdos amorosos, porque él aún podía disfrutarlos, aunque
ya no estuviera vinculado a las personas. Eran sus resenti­
Doblar la esquina mientos y frustraciones los que le encadenaban a la vida, y
hasta que los revisó e hizo las paces con ellos parecía con­
La transformación es dolorosa, y tenemos muchas maneras denado a arrastrarse, agotado y en soledad.
de evitar el dolor. Además, cuando nos encontramos en una Podemos decir adiós a las personas y a las relaciones y
situación de dolor podemos llegar a creer que no existe nin­ continuar queriéndolas libremente. Son los sentimientos no
gún futuro más allá, y que, de alguna manera, al decir adiós
. Juresueltos
wlW1 e irresolubles
— "-rnir' -'i--1■- r ilos nsque
-t-t m rr-inirimnos
hkhitihmantienen
. .-.i-L 'atados á ellósT
estamos matando de nuevo aquello que ya está muerto, o Esto vale tanto para las personas que deciden cortar una re­
destruyendo aquello que aún esperamos que vuelva a no­ lación como para las que han sido abandonadas,
sotros. Es sólo cuando hemos corrido un riesgo y dado un Si nos sentimos enfadados, resentidos, amargados, aún
paso al frente cuando somos capaces de doblar la esquina y estarnos exigiendo aSgo a ia otra persona en nuestra mente,
ver lo que tenemos delante. pidiéndole que sea diferente o que haya sido diferente, y de
Recuerdo a Joanne, que hace unos años dio a luz dos ahí que sintamos que no podemos irnos si no lo consegui­
bebés muertos de los que nunca se despidió. Siempre tenía mos. Cuando nos sentimos culpables y enfadados con no-
una sensación de hinchazón vacía en el estómago, que le mo­ ¡ sotros m ism os, aunque sea sim plem ente porque nunca
lestaba pero que a la vez, de una forma extraña, la recon­ llegamos a expresar lo bastante nuestro amor, o porque cau-
fortaba. Cuando la animé a imaginarse a los bebés y a jgv samos tanto dolor al decir adiós, aún estamos exigiéndonos
hablarles, habló de su amor por ellos y del dolor de per­ a nosotros mismos ser diferentes o haber sido diferentes, y
derlos, y adm itió lo desesperadamente culpable que se por tanto no podemos dejamos ir.
sentía, porque de alguna manera se sentía responsable de su Asimismo, si no podemos entender lo que ha sucedido
muerte. o ni siquiera sabemos qué ha sucedido, nos quedamos con
Cuando hubo acabado, le sugerí que les dijera adiós. Se preguntas y dudas a las que no podemos poner fin, y nos
negó, porque si decía adiós sería como «m atarlos» de nuevo; fe vemos así privados de la certidumbre que hace posible las
quería llevarlos con ella para siempre. Pero en el mismo ins- resoluciones. Las personas cuyos seres queridos han desa­

152 1 153
parecido sin dar explicaciones o sin despedirse, o que han riz o n te re lu c ie n te . Nunca lo olvidaré. Estábamos sentados
sido «desaparecidos» por gobiernos sin que se reciban en c írc u lo . Al me
p rin c ip io incómodo. terapeuta
se n tía L a

ticias de su destino, o que han muerto en desastres sin que nos p i d i ó q u e v i s u a liz á r a m o s a la p e r s o n a a q u ie n q u e ría m o s

nunca se haya recuperado su cuerpo, se encuentran con una d e ja r ir o d e c ir a d ió s . Así lo h ic im o s , en s ile n c io y con
increíble dificultad para realizar un proceso normal de duelo lo s o jo s cerrad o s m ie n tra s n o s co n cen tráb am o s. Enton­
ces n o s p id ió q u e d e s c rib ié ra m o s a la p erso n a en v o z a lta
y despedida.
Son estos sentimientos no resueltos los que resultan tam­ y q u e n o s d ir ig ié ra m o s a e lla . «E x p resad lo q u e q u e ré is de­
c ir le .»
bién más perniciosos para nuestro interior, tanto física como
Para mi s o r p r e s a , c o m p r o b é m u y p r o n t o q u e e n L i g a r d e
emocionalmente. Es sólo cuando nos enfrentamos abierta­ expresar dolor, tristeza o p e s a r a m i p a d r e m u e r t o , l o q u e
mente a nuestros sentimientos y dudas, y somos capaces de expresaba e r a rabia. L e r e p r o c h é l a s c o s a s q u e n o s h a b í a h e ­
decir: «Q ue así sea», cuando podemos perdonar a los demás cho o d e j a d o d e h a c e r a m í y a m i hermana, le g r i t é p o r n o
y a nosotros mismos, decir adiós y avanzar hacia la luz. haberse enfrentado al f u e r t e carácter d e nuestra madre c u a n ­
do era necesario, y por s e r cruelmente paternalista c o n mi
Una buena muerte hermana y conmigo en lugar de alentar nuestra independen­
cia. ¿No s e daba cuenta de lo insegura y dependiente q u e
Posiblemente el problem a no radica en la cobardía o en que­ esto había hecho a mi hermana, y de lo furiosa y peligro­
rer evitar el dolor, sino más bien en que nunca se nos ha samente rebelde que mé había hecho a mí? ¿No tenía n i idea
de las implicaciones para nuestra vida que se derivaban de
enseñado cómo ni por qué decir un adiós completo y apn>
esa actitud? Le dije todo eso y (de forma bastante injusta) le
piado. De este modo, cuando el padre de A drián muño de culpé por todo ello.
repente en un país lejano, al que ni siquiera podía viajar para ... Entonces la coordinadora nos hizo intercambiar pa­
el funeral, él se sintió incapaz de encontrar una manera de peles con la persona imaginada a quien nos habíamos estado
abordar sus sentimientos de pérdida y cambio repentinos, ni dirigiendo, pasando al centro del círculo con la cara dirigida
tampoco los asuntos pendientes que ahora no se podrían re­ hacia el sitio que habíamos ocupado. Ahora teníamos que
solver nunca. ser esa persona y responder a nuestro yo real. El cambio me
Pensó en los relatos del antropólogo C olin Turnbull so­ resultó bastante difícil y me pilló desprevenido. Pero fue de­
bre los pigmeos M buti, quienes entendían que cuando al­ cisivo. Me encontré sentado como mi padre solía estar, con
guien m oría, la gente tenía que dejarle ir del todo para que los hombros caídos y la cabeza inclinada. Resonando en la
se tratara de una «buena m uerte» y ellos pudieran proseguir gran cámara interna de este diálogo imaginario con mi padre
con su vida. El sabía que necesitaba pasar por un proceso muerto estaban las últimas palabras que yo le acababa de
espetar: «¿No sabes que fue una auténtica estupidez com­
sim ilar para dejar ir a su padre. ¿Pero cómo? Vino a Atsitsa,
portarse de esa manera?». Volví la cara hacia donde le había
nuestro de centro de salud holística en Grecia, pocos días
visualizado sentado y encontré una voz dentro de mí, la
después del funeral de su padre y decidió asistir a mi sesión
suya, como si me respondiera, y todo cuanto me dijo, con
de trabajo con imágenes sobre «la despedida». Escribió este la cabeza baja y los hombros adelantados fue: «Tienes razón,
relato de su experiencia: lo sé, lo sé». Y entonces la visualización se desvaneció y la
imaginación se cerró.
Recuerdo que éramos ocho, en el fresco atardecer en lo alto ... (Entonces imaginé) a mi padre en una canoa de ma­
de una colina sobre un mar Egeo que se oscurecía y un ho­ dera, atada a una cuerda que yo sostenía desde el embarca-

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dero en el meandro de un gran río. Parecía doblemente pueden tornar más de una forma. Si bien hay personas que
apropiado en este caso, porque tal como yo me sujetaba a se a fe rra n durante demasiado tiempo a relaciones y senti­
él, él se sujetaba a mí. Hasta que no solté la cuerda, ni él ni mientos de los que necesitan soltarse, otras hacen lo con­
yo podíamos dedicarnos a lo que teníamos que hacer. Nos tra rio : sim plem ente salen corriendo como al grito de
estábamos interrumpiendo el viaje el uno al otro. A pesar de «sálvese quien pueda». A l escapar prematuramente, no sólo
que no creo en la vida después de la muerte, la imagen, la
dejan atrás una confusión sin resolver que es cien veces más
idea y el método parecieron ayudar en este proceso de se­
difícil de curar, porque los seres queridos que quedan atrás
paración. Imaginé que la canoa se deslizaba río abajo mien­
tras yo me alejaba del embarcadero y volvía a las actividades no tien en forma de entender lo que ha sucedido, .sino que,
de la vida. Los asuntos pendientes se habían resuelto. Me además, ellos mismos nunca llegan a pasar por el ciclo com­
sentí mucho mejor. pleto de muerte y aflicción que permite el renacimiento, y
... Empecé a darme cuenta entonces —y ello cobró más tienden a repetir la misma pauta una y otra vez.
peso a medida que pasaban los días— de que algo en mí se Una de mis clientes, Ellen, dejó un matrimonio de diez
había estabilizado... Él, en este imaginario encuentro, había años, encontró un piso nuevo y se cambió a él, tan sólo unos
reconocido que comportarse como lo había hecho estaba días después de decidir acabar con la relación. No quería
mal, y todo cuanto yo necesitaba era este reconocimiento hablar de ello con su marido y creía que no tenía nada que
por su parte... En lugar de tener un sentimiento de pérdida decir: se había acabado. Su sexualidad se había apagado hacía
inconsolable, de privación y desesperación, de rabia no ad­ algunos años, como consecuencia, se daba cuenta ahora, de
mitida y dolor frustrado, yo emergí con una sensación de
una rabia hacia él que nunca había podido expresar. Ahora
mayor claridad y calma, valorando de una forma más equi­
librada su buena y larga vida, los momentos felices que nos también se había apagado emocionalmente, y eso era todo.
había hecho pasar cuando éramos pequeños, su fortaleza y La vida la llamaba, y todo lo que quería era escapar por la
su debilidad, lo que había hecho por nosotros, y lo que ha­ puerta hacia la emocionante fiesta que la esperaba fuera; si
bíamos significado el uno para el otro. se detenía a despedirse podría perderse algo. Pero esta no
... El cielo se había vuelto púrpura, como las uvas grie­ era la primera vez que hacía algo así, y temía pasarse toda
gas, y la luna se asomó sobre el hombro de la colina... Los la vida haciendo lo mismo.
aromas de la cena llegaron hasta nosotros. Tenía un hambre A medida que exploraba sus sentimientos, se fue dando
voraz. Era hora de comer: era hora de seguir. A pesar de la cuenta de qué era lo que le impedía despedirse con propie­
distancia entre mi padre y yo, había sido, después de todo, dad: su m ayor miedo era el de sentirse culpable, o de que
una buena muerte».1 él la convenciera de que estaba haciendo una tontería o un
disparate y tuviera que quedarse. A l hacerlo de esta forma
Escapar d e casa |o necesitaba enfrentarse a la culpa o al dolor en su rostro,
y podía sentirse libre de hacer lo que deseaba y creía con­
El m ejor momento para decir adiós es, si es posible, antes veniente para ella.
de separarse. Los consejeros matrimoniales no basan tanto Hablamos luego de la diferencia entre los sentimientos y
su trabajo en ayudar a las parejas a seguir juntas, como en las decisiones. Su visión y decisión iniciales d e^ ejar^ T m a-
ayudarles, si desean separarse, a despedirse de una forma tnmonio eran claras y firmes. Necesitaba tener la suficiente
compleja. fe en esto para poder detenerse por un tiempo y tolerar la
Pero no siempre es fácil. Las dificultades para decir adiós multitud de sentimientos asociados con su marcha, sin mié-

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do de que pudieran implicar nuevas decisiones. Mientras su­ va re la c ió n . Para dejarla ir era necesario decir adiós al es­
piera realmente lo que le convenía a largo plazo, no tenía píritu femenino de la casa. Le sugirió que invocara ai espíritu
necesidad de salir corriendo a agarrarlo. Je la casa, que bailara cen ella, cantara su canción, ie diera
A medida que Ellen aprendió a confiar en su intuición ¡as gracias por haber estado ahí durante tanto tiempo y le
de que estaba haciendo lo correcto al marcharse, y en su dijera adiós. Bernard lo hizo en su imaginación en ese mismo
capacidad de elegir el irse libremente a pesar de los dolorosos m o m e n to y lugar. Tras esta gozosa experiencia de decir
sentimientos por ambas partes, fue capaz de enfrentar las a d i ó s , algo cambió en él, y fue más libre para mirar casas
emociones que entraña toda despedida. Primero por medio con una mente abierta, y para decidirse por una nueva casa
del trabajo con imágenes, y luego en una sesión conjunta con que se ajustara al nuevo Bernard.
su marido, ella exploró sus sentimientos y él habló de los
suyos, se dijeron adiós y se desearon lo mejor para ambos ¿Puede h a b er v id a después d e la m u e r t e ?
en su nueva vida.
Se había roto el ciclo, y ella se sentía ahora más espe­ Cuando tenemos una relación m uy estrecha con alguien,
ranzada de que en su próxima relación podría expresar sus tanto si los sentimientos son positivos como negativos, es
sentimientos antes de «apagarse», y decir adiós antes de irse, como si nuestros yo s5, espíritus, pensamientos o vidas es­
si es que volvía a tener que marcharse. tuvieran unidas de alguna manera, de forma que al despren­
dernos de esa persona tenemos la im presión de estar
Otros apegos desprendiéndonos de parte de nosotros mismos.
Si la otra persona ha muerto, se presenta con frecuencia
No siempre se dice adiós a personas. A veces necesitamos la tentación de seguirla para unirnos a la «otra m itad», y,
decir adiós a una casa, a un vecindario o r u n a ^ H pa13e^ues- efectivamente, muchas personas mueren poco después de
tra vida. Bernard, uno de mis alumnos, tenía problemas para que sus parejas han muerto. Si la muerte no está de por me­
encontrar una casa nueva, y empezó a darse cuenta de que dio, a menudo permanecemos totalmente implicados con el
la causa era que no podía decir adiós a su antiguo hogar. otro, incluso años después de no haberle visto, simplemente
De paseo por el parque, preocupado por su incapacidad para no tener que separamos. No queremos que ninguno de
de cambiarse de casa, se sentó en un banco e invitó a una los dos tenga una vida después de esa muerte.
imagen de un guía que le ayudara con su problema. En su He aquí por qué es tan importante en el ritual de la des-
imaginación apareció una pequeña figura danzando en la dis­ pedida reconocer, como hizo Adrián con su padre, que ne-
tancia. A l acercarse, unos rápidos pasos de claqué y unos cesitamos cortar los lazos que nos atan al otro, y dejarle
versos de una de sus canciones le revelaron que se trataba ¡I marchar, sabiendo que puede tener una existencia sin no­
de Fred Astaire. Fred empezó a cantar versos de dos de sus sotros, y nosotros sin él. Esto no significa que ya no po-
canciones, una de las cuales era: «¿N o quieres cambiar de ^anK JS am ar al "otro o estar presentes el uno para el otro en
pareja y bailar conm igo?», y la otra: «Después de ti, ¿quién ningún nivel, sino solamente que el lazo que nos ataba tiene
podría ser mi cielo azul? Después de ti, ¿quién podría ser que desaparecer, y ambos tenemos que ser libres en nuestra
mi am or?». relación con el otro, mientras continuamos nuestros respec­
Fred A staire le explicó a Bernard que dejar su casa y en­ tivos caminos.
contrar otra era como dejar a una mujer y empezar una nue­ Cuesta más entender lo que significa dejar ir a alguien

158 159
por su camino cuando se trata de la muerte, sobre todo si aceptar, perdonar y elegir la felicidad.» La mujer miró a
uno no cree en la vida después de la muerte. Muchas per­ Dios a ios ojos y le preguntó: «¿Pero usted conoce a mi
sonas creen que los espíritus de la gente que ha muerto a marido ? » .2
veces necesitan sentir que sus seres queridos han aceptado El resentimiento, en realidad, no castiga en absoluto ai
su muerte para que ellos puedan continuar su camino. Pero otro, sino solamente a nosotros mismos, porque es nuestra
tanto si usted cree esto como si no, lo que sí parece cierto propia vida la que envenena, y nuestra propia salud física y
es que las personas que están a punto de m orir se aterran a emocional la que amenaza. Tener la razón nos hace tanto
Ja vida hasta que sienten que sus asuntos pendientes han que­ daño como no tenerla, mientras no logremos estar en paz.
dado resueltos y sus seres queridos les han dado permiso Es, por tanto, de la máxima importancia no sólo expresar
para irse. También parece haber una profunda necesidad ps?^* los resentimientos al otro, tanto si es en la realidad como
quica en nosotros de poner en libertad a la persona que ha por medio del trabajo con imágenes, sino también cortar las
muerto antes de poder seguir con nuestra vida, incluso cuan­ ataduras de resentimiento y castigo y dejar libre a la persona.
do esto se reduce a darle permiso mentalmente para que Esto supone reconocer que las otras personas tienen derecho
«descanse en paz». a su propia existencia aun cuando no lleguen a satisfacer
Darle ía libertad a alguien mentalmente es también de­ nuestras expectativas, el derecho que tiene usted también.
cisivo cuando uno arrastra resentimientos contra esa per- Si puede im aginar qúe a esa persona le suceden cosas
■ ■ ni m i | - m u— p- i r n r - ...... thhíh i i(|ir~ iif^'n "¡hh'h * ' - 'T - ^ T n r i i ni* n m m , .

sona. No hay nada como sentirse injustamente tratado por buenas y llegar a sentirse bien con eso, e imaginarse a sí mis­
mantenerse atado a alguien que le ha agraviado hasta que, y mo contento aunque esa persona no haya hecho lo que usted
a condición de que, este alguien reconozca su culpa o sea desea, entonces no sólo la ha dejado en libertad a ella sino
castigado por su agravio. A veces, detrás de esto se encuen­ a usted mismo. También puede haberse recordado a sí mis-,
tra el miedo a que si abandona el resentimiento tal vez esté mo que ninguno de nosotros está aquí para estar a la altura
reconociendo que ese alguien tenía razón y usted no. De este de las expectativas de los demás. Tal vez usted también tenga
modo, al arrastrar resentimientos, uno es incapaz de per­ derecho a ser menos perfecto.
donarse a sí mismo o al otro y decir: «Q ue así sea», y la
herida sigue supurando. Las personas que han elegido ser mis amigas
Recuerdo a Alice, por ejemplo, que estaba m uy resentida
contra sus padres por lo que le habían hecho. A pesar de sus Cuando estamos enfadados o resentidos con otros, o nos
muchos problemas se negaba a recibir ningún tipo de apoyo sentimos culpables y no podemos perdonarnos, también te­
o terapia: era culpa de ellos y , por tanto, debían pagar por nemos necesidad de reexaminar nuestros modelos y expec­
ello. Si se negaban, peor para ellos. Ella no iba a dejarles tativas iniciales. Todos tenemos modelos incorporados de
salirse con la suya. cómo deberían ser las madres, padres, hermanas, hermanos,
Bernie Siegel, médico holístico que cree que el alimentar amigos, amantes, colegas, y todas las otras personas con
resentimientos es una causá importante de cáncer, cuenta quienes nos relacionamos en la vida, y lo que deberían ofre­
una pequeña fábula en la que presenta a Dios a su paciente cernos y nosotros a ellos. Pocas personas satisfacen estas
más grave, una m ujer enferma de cáncer cuyo marido la ha­ expectativas ideales, ni seguramente sería tan fantástico
bía abandonado por otra mujer. Dios le prom etió que la ha­ que lo hicieran, y por tanto, en toda relación queda una
ría ponerse bien. «Todo lo que tienes que hacer es amar, terrible cantidad de espacio para la rabia, el resentimiento

160
y la negativa a perdonar a los demás y a nosotros mismos manera, al d e c i r adiós, podemos v o l v e r a v e r las e s c e n a s q u e
Recuerdo una tarde, hace algunos años, cuando mi padre representan la relación, incluyendo las buenas y las m a l a s ,
aún vivía, en que yo estaba absolutamente furiosa con él y así ver la vida de la relación proyectada ante nuestros o j o s .
Fui a dar un largo paseo para examinar mi rabia, resenti­ Es importante, pues, hablar con la persona y compartir
miento y odio. Finalmente, tras una larga conversación con con ella todos sus sentimientos, positivos y negativos, r a ­
él en ia imaginación, pude ver que el m ayor problema era cionales e irracionales. Los principios de comunicación del
que él no encajaba con mi modelo de cómo debería ser un Apéndice 3 pueden ser útiles aquí. Este es un momento de
«padre». De repente me encontré díciéndole mentalmente: sinceridad que debemos respetar profundamente y cuyo lo­
«Voy a dejar de esperar que seas un padre para mí. Gracias gro puede requerir un cierto esfuerzo. Todos llevamos m u­
por ser una de las personas que han querido acompañarme chos clichés en la mente, que tienden a activarse cuando
en el camino de la vida». Mi amor por él, y mi reconoci­ perdemos a una persona, y a sea por muerte, rechazo, o cual­
miento de su amor por mí volvió a llenarme y me sentí en quier otra forma. Es importante ahondar por debajo de
paz. este nivel hasta lo que yo llamo la «verdad de la m uerte»,
Desde entonces, cuando tengo problemas debido a mis la verdad a la que se enfrentaría si su vida dependiera
expectativas respecto a los demás o a mí misma, intento des­ de conocerla, o, quizá, si supiera que estaba a punto de
prenderme de mis «modelos ideales» y reconocer lo que nos morir.
hemos ofrecido libremente el uno al otro como personas que Podría ser, por ejemplo, que tuviera que enfrentarse al
hemos elegido ser amigas en nuestro camino por la vida. hecho de que la persona era una carga para usted, o usted
Casi por arte de magia, el resentimiento y la culpabilidad se para ella. O que tenía muchos sentimientos baladíes de ce­
desvanecen y el amor se apresura a ocupar su lugar. los, rencor o enfado de los que se siente avergonzado. O,
incluso, de que en algún nivel se siente feliz de que se haya
ido. Esta «verdad de la m uerte» es siempre menos .senti­
D espedida: Estructura d el ejercicio mental de lo que nos gustaría, pero cuando nos enfrentamos
a ella sentimos un gran alivio.
El ejercicio de «D espedida» expuesto a continuación es útil Una vez examinada la relación y dispuestos para decir
en cualquier situación en que note que está demasiado atado adiós, es el momento de cortar las ataduras entre ustedes,
a alguien y tenga necesidad de despedirse. Esto puede de­ usando la imagen apropiada. Luego, una vez hecho eso, per­
berse a que han muerto y usted no les deja ir, o porque le mítase im aginar al otro con una existencia plenamente feliz
han rechazado, o usted a ellos, y no lo ha superado, o por­ y agradable, aunque usted no esté ahí, e imagínese usted
que usted se siente enfadado y resentido con ellos, o bien mismo con una vida igualmente feliz y gratificante sin el
culpable, y le da vueltas y más vueltas en la cabeza a cómo otro. Este paso es especialmente importante en el caso de
debería haber sido. También se puede adaptar para despe­ resentimientos, cuando resulta tan difícil aceptar que una
dirse de cosas, sitios o etapas de la vida. persona que le ha hecho daño disfrute de una vida agradable.
Tras perm itir que surja la imagen de la persona de quien De hecho, es posible que no lo consiga al principio; pero el
necesita despedirse, es bueno empezar con una «revisión» trabajarlo tanto tiempo como haga falta para llegar al punto
de la relación. Se dice a menudo que cuando alguien está a de sentirse cómodo con ello es en sí mismo un proceso de
punto de morir ve pasar su vida ante sus ojos. De la misma curación. En caso de muerte, puede imaginarse al otro lie-

163
vando una existencia después de la muerte en la que usted c0n calma. Reconozca con «stas escenas todas las facetas de
crea; ello incluye simplemente el descansar en paz. [a relación que ha tenido con esa persona.
Concluirá, como de costumbre, agradeciendo, reflexio­ §
nando, mirando al futuro y emergiendo. í' 3 . Hablar el uno con e l otro. Ahora hable de la persona
El formato es, pues: que tiene delante de usted y comparta todos sus sentimientos
i --ías cosas buenas por las que la aprecia y las cosas negativas
Preparación: Despejar el espacio, relajarse I: que le crean resentimiento— . No se preocupe si parece irra­
1 . Invitar a la imagen cional. Deje sólo que salgan los sentimientos.
2 . Revisión de la relación fí Es probable que los sentimientos incluyan: rabia en re­
3. H ablar el uno con el otro lación a acontecimientos de su vida en común y por haberle
4. A vanzar hacia la resolución dejado a usted o haberle herido aunque no fuera culpa de la
5. Decir adiós y cortar los lazos persona; resentimiento por la injusticia que se ha dado en
6 . Desearse mutuamente el bien la relación o en la separación, culpabilidad por no haber he­
7. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger cho las cosas de otra manera, de forma que la relación hu­
biera sido más feliz, o por no haber hecho lo suficiente por
salvarle la vida; m iedo al futuro; dolor por la pérdida y
D e s p e d id a : E je r c ic io b á s ic o por lo que le está pasando al otro o por lo que ha abando­
nado; am or por el otro y por la vida que han llevado juntos;
Preparación: despejar e l espacio, relajarse. (N ota: El ejercicio anhelo de que todo sea diferente o de que el otro vuelva, y
está formulado para despedirse de una persona; si se trata alivio de.que todo haya acabado. Lo importante es ser sin­
de un lugar, una etapa de la vida, o cualquier otra cosa cero y no sentimental respecto a todos esos sentimientos
de la que necesite despedirse, simplemente perm ita que sur­ complicados y ambivalentes.
ja la imagen correspondiente y siga la estructura general, Luego cambie de papel y pase al asiento del otro. ¿Qué
adaptando el lenguaje donde sea necesario.) Recuerde nota? ¿Cóm o se siente cuando esa persona le mira, y cómo
los principios de comunicación del Apéndice 3 antes de se siente Ego (su yo original)? ¿H a oído usted lo que le ha
empezar. dicho? ¿Cóm o responde usted?

1. Invitar a la imagen. Permita que surja delante de us­ 4. Avanzar hacia la resolución. M antenga el diálogo has­
ted una imagen de alguien de quien necesite despedirse. Véa­ ta que crea que ha llegado a completar algo. En el caso de
le claramente. ¿Q ué ropa lleva? ¿Cóm o se siente? ¿Cuál es una separación o muerte reciente y dolorosa esto puede lle­
la expresión de su rostro? var días, semanas o incluso meses de conversaciones. Tó­
mese tanto tiempo como necesite.
2. Revisión de la relación. Relájese y permita que cen­ Puede ser útil, si ve que le resulta difícil desprenderse de
telleen ante sus ojos todas la escenas que le lleguen de su sus expectativas hacia el otro, intentar decirle: «Gracias por
relación con esa persona. Pueden ser agradables o dolorosas. ser una de las personas que han querido acompañarme en
Si son agradables, introdúzcase en la escena y revívala. Si mi cam ino». ¿Cóm o se siente?
son dolorosas, tal vez prefiera quedarse fuera y observarlas

165
5. Decir adiós y corlar los lazos. Cuando esté a punto Conclusión
diga: «A diós». Sienta la profundidad de ese adiós. Sea cons­
ciente de que esto no significa que no pueda relacionarse o Una vez ha dicho adiós a alguien, recuerde que no necesita
amar a esa persona, sino que y a no está implicada directa­ sentir que se han ido para siempre, sino simplemente que ya
mente con usted en la ciase de relación que hasta ahora ha­ no están atados el uno al otro. Aún puede volver y hablar
bían tenido. Es el momento de cortar las ataduras. Puede con ellos en cualquier momento, y usarlos como una pre­
usar dos imágenes: sencia útil en su vida, tanto en términos reales, si están vivos
a) Imagine que el espíritu de la persona es un globo cuyo y disponibles, como, en un sentido metafórico, si han muerto
hilo usted tiene que cortar para que pueda volar libremente, o no están disponibles. Sus caminos se han separado, y ellos
pudiendo siempre volver a usted, pero nunca más estar ata­ no están ahí con usted en su vida cotidiana, pero su afecto
do. mutuo puede durar para siempre.
b) Imagine que la persona es una barca, atada con una
cuerda o cadenas al muelle en el que se encuentra usted.
Corte la cuerda o las cadenas y deje que la barca navegue
hacia el mar o río abajo.
O escoja cualquier otra imagen que le parezca adecuada,
que tenga que ver con cortar ataduras.

6. Desearse m utuam ente el bien. Permítase imaginar que


la otra persona sigue su camino sin usted. Si aún vive, ima­
gine que le suceden cosas buenas, cualquier cosa que ella
considere buena. Esto es especialmente importante si usted
ha estado enfadado o resentido, pero puede exigir mucha
práctica dolorosa antes de que le resulte cómodo, Si la per­
sona ya ha muerto, imagínela entrando en la imagen que us­
ted tenga de la muerte. También imagínese que a usted le
suceden cosas buenas, a pesar del hecho de que esta persona,
para mejor o peor, y a no sea parte de su vida.

7. Agradecer, reflexionar , mirar al futuro y emerger.


Cuando esté a punto, agradezca a su consciente e incons­
ciente que hayan pasado por este proceso doloroso y libe­
rador. Reflexione sobre el significado que tiene para usted,
tanto antes de emerger como a lo largo de los días o semanas
sucesivos y perciba en qué puede ser diferente su vida ahora
que ha dicho adiós.

166 167
primera vez en su vida adulta, se había despertado sin mie­
dos matutinos.
Ginny, joven alumna mía en su último curso universi­
9 tario, quería participar en un grupo de apoyo pero la ate­
rro riz a b a n los grupos, y hasta entonces los h a b ía evitado
siempre que podía. Cuando examinamos el problema, sur­
U sar el pasado de forma gió una imagen del patio de la escuela, donde los otros niños
y niñas se mofaban de ella a causa de su familia y de su as­
creativa pecto desaliñado. Ella se volvió y empezó a correr, sintién­
dose totalmente hum illada.
El niño interior El dolor de G inny se reflejaba en su cara mientras revivía
esta experiencia. Yo animé a la Ginny adulta a entrar en esa
situación traum ática con la niña. La Ginny adulta imaginó
que cogía de la mano a la pequeña G inny y que la quería.
El pasado está aquí y ahora. Vive dentro de nosotros, no 1 Como adulta, G inny le dijo a la niña que necesitaba enfren­
sólo en forma de recuerdos sino en forma de imágenes y tarse a los otros niños en lugar de huir porque uno no podía
actitudes que pueden servirnos tanto para bloquearnos como evitar siempre las situaciones desagradables.
para enriquecernos. Como un organismo viviente, puede La pequeña G inny, más atrevida ahora porque tenía a la
crecer y transformarse. i Ginny adulta para ayudarla y aconsejarla, se imaginó de
Por ejemplo, Lenny, diseñador gráfico de unos sesenta f vuelta en el patio escolar. Cuando los chicos empezaron a
años que participaba en uno de nuestros centros de vacacio­ mofarse de elia, les gritó, diciéndoles que eran estúpidos y
nes en Grecia, parecía encontrar siempre m uy difícil ser au­ cobardes y que deberían meterse con alguien de su propia
téntico conmigo, aunque yo pudiera ver que realmente estatura. Entonces se alejó con la cabeza bien alta, y empezó
intentaba salir de sí mismo. Yo me preguntaba cómo habría a jugar con otra amiga en el patio. La G inny grande la aplau­
llegado a estar tan asustado de la gente. En una sesión de dió desde el lateral. Cuando la pequeña G inny acabó de
trabajo con imágenes del «niño interior» invitó a que sur­ jugar, la G inny grande la acompañó a casa, tomadas de la
giera una imagen de un niño, con su nombre, en la siEa de­ mano, y le prom etió que estaría con ella siempre que la ne­
lante de él. El niño que apareció era una criatura aterrorizada cesitara.
que recibía frecuentes palizas de su padre. G inny emergió de esta experiencia con imágenes con una
Lenny empezó a hablar con el niño y a consolarle, y le nueva sensación de seguridad y orgullo. La siguiente sesión
prometió que sería su amigo y protector. Después de comer de grupo a la que tenía que asistir aún le daba un poco de
se fue a la playa y se llevó al niño en su im aginación; juntos miedo, pero y a no la aterrorizaba, y comprobó que disfru­
construyeron pequeños castillos de arena. Sintió la combi­ taba con ei reto.
nación de placer y dolor de ambos, del niño y del adulto,
mientras jugaban juntos por prim era vez. A l día siguiente,
cuando Lenny vino al grupo, empezó a hablar de sus ex­
periencias y lloró de alivio. Nos dijo que esa mañana, por

168 169
¿P odem os cam biar e l pasado? ¿el conocimiento que se ofrecen mutuamente. Cuando los
rec u e rd o s de mi pasado son los de haber sido una víctima,
fn¡ presente y mi futuro parecen llenos de trampas sospe­
En el mundo de la imaginación, ei pasado, presente y futuro
chosas en las que debo cuidarme de no caer. Cuando me
pueden coexistir de forma sim ultánea debido a esa cualidad
siento deprimida en el presente, todo lo que recuerdo del
especial de las imágenes de presentar todas las experiencias
pasado son experiencias desdichadas y mi futuro parece no
totalmente en el presente. Esta es la razón por la que el adul­
guardar ninguna esperanza. Cuando vivo con la sensación
to puede traer al niño al presente por medio del trabajo con
de que el futuro tiene una finalidad positiva, la propia his­
imágenes, hacerse amigos, como hizo Lenny, o por la que
toria del yo puede aparecer como una serie de pasos nece­
el adulto puede volver al pasado y ayudar ai niño a tomar
sarios que llevan a esta finalidad y el presente resulta
opciones diferentes, como hizo Ginny.
delicioso. En esos maravillosos momentos en que encontra­
Parece un concepto extraño, tratar de cambiar el pasado.
mos una «verdad que nos libera», el pasado, el presente y
Norm almente pensamos en nuestros recuerdos como hechos
el futuro se transforman a sí mismos conjuntamente, porque
con los que no deberíamos entrometernos. Por ejemplo,
todos forman parte de u n sentido global de la vida.
quizás usted recuerde que de pequeño le hicieron daño, y
Si nuestros recuerdos son hasta este punto una expresión
cree que este recuerdo explica por qué actualmente no confía
de nuestra visión del mundo como causa, entonces ¿cómo
en la gente. Puede que sea así, pero lo contrario también es
afectan las experiencias de la infancia al adulto? En el nivel
verdad; no confía en la gente, y explica este hecho mediante
el recuerdo del daño que le hicieron de pequeño. más fundamental, el pasado nos afecta por medio de nuestras
imágenes del mundo y de nuestra relación con el mundo. En
Si pensamos en todos los millones de momentos que
constituyen nuestro pasado, y reconocemos cuán pocos de otras palabras, las experiencias que tuvimos de niños, y la
ellos recordamos conscientemente, y más aún, cuantos de manera en que las interpretamos, y cómo reaccionamos a
esos recuerdos podrían no ser registros absolutos de hechos esas interpretaciones, condujeron a una actitud, una expec­
sino más bien una fantasía de lo que sucedió, empezamos a tativa, una convicción, una imagen, una certeza de cómo es
ver que en algún lugar dentro de nostros estamos seleccio­ la vida y cómo podemos afrontarla. Las experiencias pueden
nando y transformando nuestros recuerdos sin dam os cuen­ haberse olvidado del todo, o su importancia puede haber
ta de ello. Los recuerdos no son un registro objetivo del sido m inim izada, pero los programas internos siguen con
pasado; como cualquier registro histórico, forman parte de vida.
un enfoque determinado de la historia. Se pueden ver como A medida que el adulto y el niño trabajan juntos me­
la m itología personal que da cuenta de nuestra vida presente. diante el trabajo con imágenes, aunque el pasado no cambie,
Piense en sus recuerdos más antiguos. ¿Podría conside­ las actitudes e imágenes que quedan del pasado pueden cam­
rarse que resumen algo de su propia mitología personal res­ biar y cambian. Lenny y Ginny no podían alterar los hechos
pecto a usted m ism o? Si querem os cam biar nuestra de sus vidas, pero pudieron cambiar sus programas actuales
m itología personal, necesitamos volver a los viejos registros basados en ese pasado. En un sentido, es el pasado dentro
y encontrar nuevas formas de entenderlos para poder traer de nosotros lo que estamos cambiando, no el pasado obje­
una nueva serie de enseñanzas al presente y al futuro. tivo. De este modo es posible empezar a entender y a curar
El pasado, el presente y el futuro están, en realidad, en la historia personal que vive en nuestro cuerpo, en nuestras
un proceso continuo de reconstruirse a sí mismos a partir imágenes inconscientes y en nuestros patrones de compor-

171
Sarniento habituales, y obtener una posibilidad rea! de elegir y s i e n t e que siempre lo hace todo mal y que va mal vestida,
nuestro presente y futuro como adultos. lo cual es cierto.
Normalmente pasamos de una edad a la otra de forma
inconsciente. Puedo despertarme una mañana sintiéndome
Todos nuestros yos anteñores... y los futuros también como la pequeña de un año, sentarme en el escritorio y con­
vertirme en una adulta competente, y más tarde, por la no­
El pasado que se revela por medio del trabajo con imágenes che, al decidir si ir o no a una fiesta, puede aparecer la
es a menudo, como en los ejemplos expuestos anteriormen­ adolescente dentro de mí, tan tím ida y asustadiza que decido
te, un pasado doloroso y ileno de suposiciones y decisiones quedarme en casa. A l ser capaz de contactar mis diversos
anticuadas. Pero no siempre es este el caso, en absoluto. Por yos de diferentes edades, y establecer líneas de comunica­
ejemplo, si usted está angustiado y asustado en este mo­ ción entre ellos, podemos colaborar juntos en lugar de al­
mento, puede que obtenga una imagen de un niño que está ternarnos. Como adulta, puedo aprovechar sus recursos y ,
pasando por una época de ansiedad y miedo, y usted, como a mi vez, ofrecerles la fuerza que he adquirido a lo largo de
adulto, tendrá que consolar y apoyar al niño. Por otro lado, los años.
el niño que surgiera podría sentirse despreocupado y entu­ Por ejemplo, tras unas cuantas veces de quedarme en casa
siasmado, en cuyo caso usted se encontraría que el niño }e y no ir a una fiesta después de una gran lucha, de lo que más
aporta alegría y valor frente al miedo. tarde me arrepentí, me di cuenta de que no es todo mi yo
Además, tanto si es triste como alegre, el niño que surge el que no quiere ir a la fiesta: la adolescente está entusias­
siempre tiene algunas cualidades encantadoras que como mada pero asustada, mientras que la adulta piensa que la
adultos podemos haber dejado atrás, o que tal vez usemos fiesta podría estar bien pero no está segura de que valga la
sólo m uy esporádicamente. Una forma de explicarlo es que pena arreglarse cuando una podría quedarse leyendo tan ri­
todos llevamos en nuestro interior todos nuestros y os an­ camente en cama. La próxima vez que me invitaran a una
teriores y , como veremos en capítulos posteriores, nuestros fiesta, le prom etí a la adolescente que yo , la adulta, le diría
yos futuros, también. Estos yos necesitan trabajar y jugar qué ponerse, la acompañaría y le presentaría gente, y me
juntos para poder realizar nuestro potencial de adultos ple­ aseguraría en todo momento de que nada pudiera asustarla,
namente vitales y con recursos. pero que a mí me gustaría compartir su placer y emoción
La niña de un año y la chica de quince que llevo dentro, por las fiestas, que yo parecía haber perdido. Fuimos a la
por ejemplo, tienen una fortaleza, unos dones y una vul­ fiesta «juntas» y nos lo pasamos en grande.
nerabilidad diferentes. La de un año posee la inocencia, cu­ Empezar a trabar amistad con estos yos anteriores lleva
riosidad, energía y total aceptación del mundo y de sí misma consigo la gratificación adicional de poder empezar a sentir
tal como son. También se encuentra completamente a mer­ cómo va creciendo dentro de nosotros una cálida y entra­
ced de la gente que la rodea. La de quince años posee un ñable familia. Cuando empecé a convertir en práctica ha­
encanto desmañado, un incipiente interés por los hombres bitual las conversaciones con mi niña interior supe que
y la sexualidad, y tiene la actitud intransigente de descubrir nunca más volvería a sentirme del todo sola. Y así fue.
cuál es exactamente la naturaleza del mundo y el significado
de todas las cosas. Socialmente está bastante asustada, nunca
alcanza a comprender cuáles son las reglas de una situación

172 173
Hablar con el niño interior y recrear un pasado saludable: sad o y entonces ayude al niño a vivirlo de una forma dife­
Estructura de los ejercicios rente. La forma mas fácil a s hacerlo es volver al pasado
como adulto y por medio de querer, hablar, ayudar, apoyar
Este capítulo contiene dos ejercicios básicos: en el primero, y, en general, aconsejar al niño, alentarle a rehacer la escena
«H ablar con el niño interior», usted trae al niño al presente, por últim a vez de una forma que el niño emerja de ella en­
como hizo Lenny, mientras que en el segundo, «Recrear un riquecido y no perjudicado.
pasado saludable», retrocede a una situación pasada, corno Se le puede alentar luego a revivir otras experiencias pa­
hizo Ginny. recidas que le vengan a la memoria, siempre con la ayuda y
El prim er ejercicio le brinda la oportunidad de trabar el apoyo de este nuevo amigo adulto. El paso final es valorar
amistad con el niño interior. Antes de empezar, consulte el lo que se ha aprendido, pensar en cómo se relaciona con su
Apéndice 3 para recordar los principios de la comunicación vida tal como la vive ahora y en cómo le gustaría yivirla;
eficaz. Después invite a surgir una imagen del niño, hable mire al futuro e imagine cómo afrontaría una situación pa­
con éste y elabore la relación. U n supuesto fundamental de recida con una actitud nueva.
este proceso es que, aunque puedan aparecer dificultades en­ En síntesis, el formato es:
tre los dos, ambos tienen que convivir en el mismo cuerpo,
por tanto, cuanto más bien se lleven, mejor. Tal vez tengan Preparación: Despejar un espacio y relajarse
que negociar la forma de satisfacer las necesidades de cada 1 . Invitar a la imagen
uno de una manera democrática. Tras dar las gracias al niño, 2. Estudiar la imagen
planifique la continuación de esta conversación y conviértala 3. Revivir el acontecimiento y otros episodios parecidos
en una parte habitual de su vida secreta, ahora en expansión. 4. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger
Piense también en cómo puede crear un estilo de vida que
les convenga a ambos.
El niño que surja puede tener cualquier edad, y cada vez H a b l a r c o n e l n i ñ o : E j e r c i c i o b á s i c o
que haga este ejercicio puede surgir un niño diferente. Esto
se debe a que el recuerdo seleccionado del niño es el que Preparación: Despejar un espacio y relajarse. Lea también, o
guarda alguna relación con la situación actual y con lo relea, los principios de la comunicación del Apéndice 3.
que siente en este momento.
El formato básico es, pues:
1 . Invitar a la imagen. Permita que aparezca en el al­
Preparación: Despejar un espacio y relajarse mohadón enfrente de usted un niño que lleve su nombre.
¿Cómo va vestido? ¿Q ué hace? ¿Qué le está pasando inte­
1. Invitar a la imagen
riormente?, ¿Q ué expresión muestra su rostro?
2. H ablar con el niño
3. A vanzar hacia una resolución
4. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger 2 . Hablar con e l niño. Hable con el niño, dígale lo que
siente por él. Cambie de asiento y sea el niño. ¿Q ué sen­
En el segundo ejercicio, «Recrear un pasado saludable», sación le produce ser el niño? ¿H a oído lo que le ha dicho
permita que surja una imagen de un acontecimiento del pa­ el adulto? ¿Cóm o se siente? Dígaselo al adulto, y cuando

174 175
T
SP
esté preparado, vuelva al otro asiento 7 siga con la conver­ R e c r e a r u n p a s a d o s a l u d a b l e : E j e r c i c i o b á s i c o

sación. m
preparación: Despejar un espado y relajarse.
3. Avanzar hacia una resolución. Empiecen por ser muy
sinceros y claros el uno con el otro, y trabajen sobre cual­ 1. Invitar a la imagen. H ay variais formas de invitar a
quier dificultad que pueda surgir. Puede ser útil pensar en que surja un acontecimiento del pasado que tenga relación
negociar, ya que los dos pueden tener necesidades diferen­ con usted en este momento. A quí le presento algunas de las
tes, pero viven en el mismo cuerpo. Descubran en qué ma­ que puede probar:
nera se bloquean mutuamente, pero también lo que pueden a) El sentimiento d el pasado. Fíjese qué está sintiendo en
ofrecerse en el futuro, o lo que y a se están ofreciendo. Con­ este momento: podría.tratarse de una emoción o incluso de
tinúen basta que tengan la sensación de haber resuelto algo una vaga sensación corporal. Concéntrese en ello; sitúese en
o de que hay paz entre ustedes. el centro del sentimiento. O piense en un problema que ten­
ga e imagínese en medio de él, y descubra el sentimiento que
4. Agradecer, reflexionar, mirar al fu tu ro y em erger . Dé lleva asociado. De nuevo, concéntrese, o sitúese, en el cen­
las gracias al niño por haber sido tan abierto con usted. tro de ese sentimiento o sensación.
Compruebe qué aspecto tiene ahora el niño y cómo se sien­ O bien pregúntese a sí mismo: «¿De qué edad me sien­
te. Es una buena señal de si se ha dado algún cambio. Tal to?», o «¿Cuándo fue la prim era vez que recuerdo haberme
vez desee coger al niño en brazos y dejar que se funda con sentido así?». C ualquiera que sea la respuesta, proceda a te­
su interior. Sienta la energía que esto libera. ner esa edad o a revivir esa experiencia. A sí, si dice: «M e
Antes y después de emerger, reflexione sobre el signifi­ siento m uy joven... de unos tres años», proceda a decir:
cado de este encuentro y mire al futuro: vea qué diferencias «Tengo tres años y ¿qué me sucede? ¿Q uién me acompa­
puede haber en cómo vive, actúa o siente ahora que tiene ña?», y reviva ese episodio.
conciencia de las necesidades y las capacidades del niño y b) El túnel del tiempo. Imagine que mientras camina por
del adulto. Sea tan concreto como pueda. el bosque, sintiendo cómo crujen las hojas bajo sus pies, se
Acostúmbrese a preguntarle al niño de vez en cuando: encuentra con un túnel que se adentra en el suelo. Es un
«¿Q ué te parece este plan?», y tómese su respuesta con se­ túnel del tiempo. A l final del túnel está marcada su edad
riedad. Debería ser posible negociar pactos que fueran sa­ actual. Entre en él y empiece a descender año por año, hasta
tisfactorios para las necesidades de ambos. Cuando se sienta que se detenga en una edad en la que sucedió algo que quedó
bloqueado al intentar sentarse a trabajar en su escritorio, po­ inconcluso y que aún le afecta hoy en día. Fíjese en qué edad
dría suceder que mientras usted, el adulto, quiere trabajar, se detiene de una forma natural (no lo fuerce). Luego prosiga
el niño quiere jugar y se produce un forcejeo entre los dos. «Tengo x años. ¿Q ué ropa llevo? ¿Quién me acompaña?
Como adulto le puede decir al niño: «Ya que quieres jugar ¿Qué está sucediendo?», y reviva la escena.
y yo tengo que trabajar, si me ayudas a trabajar con firmeza c) Marco vado. H ay un cuadro enmarcado colgado de
durante una hora, luego saldremos a jugar». Concierte una la pared. El cuadro representa una escena en la que usted
cita para encontrarse con el niño de forma regular y ase­ desempeñó un papel en algún momento del pasado y que
gúrese de no faltar a ella. Como bien sabe, los niños esperan guarda alguna relación con sus experiencias o problemas ac­
que se cumplan las promesas. tuales. ¿Q ué escena es? Revívala.

176 177
d) Lugares de la infancia. Vueiva a la casa en la que vivió 2 . Estudiar la im a gen . Explore ia escena en profundi­
de niño. Como niño, entre en su dorm itorio y explórelo, dad. (Si ha realizado el Viaje de Vuelta al Principio, escoja
fijándose en cómo se siente. M írese al espejo. ¿Cómo va ves­ una de las escenas que le vengan a la mente.) Deje que su
tido? ¿Q ué expresión muestra su rostro o qué mensaje trans­ espíritu salga del cuerpo y observe la escena desde arriba,
mite su cuerpo? También podría ir a dar un paseo, tal vez desde abajo, desde diferentes ángulos. ¿Qué observa? Intro­
a la escuela o a otros lugares que recuerde. ¿C uál es la sen­ dúzcase en las otras personas que aparezcan en la escena.
sación predominante? ¿Cómo lo ven ellos? Intente averiguar tan a fondo como
e) Recuperar experiencias positivas. Permítase recordar pueda los diferentes aspectos de la situación que el niño no
alguna ocasión en su infancia en la que se sintiera muy bien pudo recordar ni entender en ese entonces.
consigo mismo, de una forma que no tuviera nada que ver
con complacer a los otros, o en la que aprendiera algo real­
3. R evivir el acontecim iento y otros episodios parecidos.
mente positivo. Vuelva a ese momento y reviva la ex­
Ahora, como adulto, vuelve al pasado y se reúne con el
periencia.
niño. ¿Q ué puede decir o hacer que ayude al niño? Podría
f) Viaje de vuelta al principio. (Este requiere más tiempo
que los anteriores.) Deje que su espíritu abandone su cuerpo ser un abrazo, o una explicación que el niño necesita, un
y flote por encima de usted de forma que pueda observarse consejo, o cualquier cosa que parezca adecuada. Tranquilice
desde arriba. Obsérvese durante el últim o o dos últimos al niño haciéndole ver que y a no está solo.
días, luego la últim a semana, los últimos seis meses, los úl­ A liente al niño a revivir la escena de una forma nueva
timos cinco años. ¿Qué nota en cada período de tiempo? que represente un modelo para afrontar situaciones como
¿Qué está haciendo, cómo vive, quién está con usted? Ahora éstas y que deje al niño con una buena sensación. Esto im ­
retroceda a la adolescencia y haga las mismas preguntas. plica no sólo dar su apoyo al niño, sino también ayudarle a
Luego a los primeros cinco años de vida. Retroceda al mo­ ver cómo afrontó la situación y sugerir otros recursos, otras
mento de su nacimiento. Ahora está en el vientre. ¿Cómo actitudes o interpretaciones que capacitarían al niño a afron­
es? Retroceda al momento de la concepción. ¿Cómo es este tar la situación de una forma nueva. A veces, los recursos o
momento? Deje que surja una palabra o una imagen que re- actitudes que el niño necesita son los que ya posee en otras
presente su esencia en ese momento. Uespues empiece a ir circunstancias, o los que el adulto ha desarrollado desde en­
hacia adelante de nuevo, observando como se expresa o se tonces y puede ofrecerle al niño.
bloquea su esencia, hasta que llegue al presente. Avance hacia el futuro y observe cualquier situación si­
milar por la que haya pasado y rehágala siguiendo el mismo
C o m e n t a r i o : Algunas de las experiencias por las que pasa me­ proceso que con la primera, siempre con la ayuda y el apoyo
diante cualquiera de estos métodos pueden ser dolorosas e incluso del adulto.
traumáticas. Es perfectamente aceptable e incluso aconsejable salir
de su cuerpo y mirarse desde arriba durante estas experiencias
traumáticas, en lugar de quedarse dentro. Esto puede ah o rra rle C o m e n t a r i o : Los pasos 3 y 4 son obviamente menos apropiados
mucho sufrimiento e impedirle que bloquee experiencias que re­ si llegó a la experiencia original mediante «Recuperar una expe­
sulten demasiado dolorosas para ser revividas directamente. riencia pasada positiva». Podría ser que incluso en estos casos que­
de más por aprender y una forma más enriquecedora de afrontar
la situación de lo que entonces parecía evidente.

179
4. A gradecer, reflexionar, m ira r al fu tu r o y e m e r g e r : Dé las do u n ' nuevo conjunto de h u e l l a s q u e r e s u l t a n d e una
gracias al niño por revivir este episodio por última vez y cooperación real entre todas las edades que habitan en n o s -
prométale que en el futuro usted estará con él. Abrace al tros (incluyendo, como veremos más adelante, nuestros y o s
niño. Tal vez desee dejar que el niño se funda con usted, futuros). De esta cooperación puede emerger una a u t é n t i c a
sintiendo la energía que esto libera en su interior. sensación de esperanza y creatividad para con la vida, basada
Antes v después de emerger, reflexione sobre el signifi­ e n u n respeto p o r e l p a s a d o , e l p r e s e n t e y ei f u t u r o .

cado de lo que ha sucedido. M ire hacia la próxima situación No siempre es necesario volver a l pasado para c a m b i a r
que sea parecida a ia que acaba de experimentar. ¿Cómo le nuestras actitudes, como todos l o s otros capítulos d e este
reconocerá (por la expresión en el rostro de alguien, una sen­ libro dejan claro. Pero las imágenes de las experiencias y d e
sación en su estómago, o cualquier otro factor)? ¿Cómo las relaciones familiares tempranas revelan una suerte de es­
puede vivirla según el modelo que ha establecido ahora? Sea tructura m iticá a partir ck la cual aún podemos estar fun-
tan concreto como pueda. **clonando y nos recuerdan los patrones en lo s que podemos
caer, sobre todo cuando nos encontramos en una situación
de tensión. Estos patrones podrían cambiar de forma natural
Aplicaciones gracias a una nueva relación, una crisis, o cualquier acon­
tecimiento excepcional que nos dé una sacudida y nos de­
Estos ejercicios, aunque se refieran al niño, también se pue­ sencaje de nuestras estructuras habituales. Sea como sea,
den aplicar a cualquier experiencia pasada, incluso si usted explorando y transformando nuestras imágenes del pasado
ya era adulto. Se pueden usar incluso para revisar algo que [jodemos elegir ser nosotros mismos quienes cambiemos
sucedió ayer mismo. Podría parecer extraño que el «adulto» nuestros patrones en lugar de esperar que la vida nosTnsene;
tuviera que intervenir en algo que ha sucedido recientemen­ . """" A c u érdese siempre de agradecerle a l niño el haber hecho
te. Pero se encontrará que el adulto en usted es esa parte cuanto pudo en un mundo tan difícil: Cuando piense en las
madura que no siempre interviene en medio de situaciones dificultades que el niño afrontó y sobrevivió, a pesar de sus
tensas, aunque usted y todos los otros protagonistas en ese limitados conocimientos y experiencia, su gran vulnerabili­
drama tengan la apariencia de adultos. dad, y a menudo el poco amor y apoyo que recibió, se que­
dará impresionado por la adaptabilidad que hizo posible que
usted funcione tan bien como funciona hoy, como adulto.
Conclusión Sea agradecido también por esas cualidades especiales
q u é ^ u ^ o ’^ SsToraTteSiirpero^que'eraSuIBo'puede haberse
Parte de nuestro pesimismo más profundo proviene de su-
.... •• •: - í • - - ........................ « ' - •
visto obligado a dejar atrás debido a las exigencias d eí mun-
poner que el futuro ha de parecerse al pasado. El pasado ha ° de sus expectativas internas. A quello que una vez tuvo
marcado huelras en la n ie v e,'y nosotros seguimos esas hue­ no se na perdido, sino que ha sido guardado en un armario
llas, porque parece lo natural. Esto puede resultar m uy frus­ que Ultimamente se ha olvidado de abrir. Ahora que está
trante y doloroso cuando nos damos cuenta de que las empezando a abrir esos armarios, se encontrará toda suerte
huellas, en realidad, no nos llevan adonde queremos ir. de tesoros en ellos.
Pero ciertamente podemos aprender a pasear por los te­ No se olvide tampoco de valorarse a sí mismo como
rrenos del pasado, abriéndonos a la luz del presente y crean­
í
n
y por su capacidad de ofrecer ai niño, y recibir de él, una
comprensión, amor y sabiduría que resultan profundamente
creativos para ambos, Podría mciuso sorprenderse a sí mis­
il mo dándose goipecitos de admiración en el hombro y re­ 10
pitiendo esas palabras tan fam iliares: «¡V aya, vaya, cómo
has crecido!».
Percibir opciones y tomar
decisiones
¿Hacía dónde voy?

' Durante una sesión de trabajo con imágenes sobre opciones


de vida, hace ya algunos años, sugerí a los componentes del
grupo que se visualizaran caminando por el sendero de su
vida, en el que llegarían a una encrucijada donde podrían
probar los diferentes caminos hacia el futuro. Polly tuvo una
experiencia impresionante sobre la que me escribió recien­
temente:

En la encrucijada, primero opté por un sendero de hierba


mullida, flanqueado por altos zarzales. Esta era la imagen
ideal de la vida que yo deseaba llevar en el campo. Al final
del sendero estaba yo: mejillas sonrosadas como manzanas,
un delantal, los brazos en jarra,1 el pelo recogido en un
moño y un seno amplio y acogedor, de pie ante una despensa
de altos estantes rebosantes de mermelada de zarzamora.
Pensé «puaj» y volví a la encrucijada.
Tomé entonces el camino «menos atractivo», de grava y
encharcado. Empecé a andar por él, chapoteando en los
charcos, y al final me encontré ante un gran edificio, con
gente que pululaba alrededor, dentro y fuera de él. Yo quise
ser una de ellos.
Cuando tú sugeriste que habían pasado cinco años, me
vi sentada en una mecedora, viejecita, dando la mano a un
hombre canoso, sentado también en una mecedora. Está-

182 183
barrios en el centro mismo del edificio, con gente que entraba P o l l y , le llegó con ei mismo impacto de sorpresa y reco­
y salía a nuestro alrededor, justo en medio de lo que estaba nocimiento. Después me escribió:
sucediendo.
De hecho, ahora —he perdido la cuenta de cuántos años
han pasado desde que elegí ese camino, tal vez tres—, vivo Me invitaste a situarme dentro de cinco años en el futuro y
en una casa al final de un sendero de grava, Meno de charcos. a visualizarme de una forma detallada. No fue fácil, pero al
Al. otro extremo de una larga carretera sin asfaltar —también final dibujé la imagen y, con ella, llegó una profunda e in­
llena de charcos—- están los cobertizos de mi granja. Junto teriorizada sonrisa de alegría. No estaba haciendo nada, ab­
con un creciente grupo de personas interesadas, estoy tra­ solutamente nada.
bajando para convertir ésta en un centro de salud y reposo. Ahora he solicitado el retiro anticipado y supongo que
Un amigo arquitecto está dibujando los planos de mi casa dejaré el trabajo a finales de abril. Sé que tengo posibilidades
en un granero que allí se alza. Puesto que los graneros y las de trabajar un poco por mi cuenta, pero no he hecho ningún
tierras circundantes son míos, estoy, en efecto, sentada en arreglo concreto. Simplemente quiero «ser» durante una
medio de todo ello. Aún nos queda mucho camino por re­ temporada.
correr, a todos, antes de llegar a sentarme en la mecedora.
Mientras tanto, estoy gozando de lo lindo haciendo realidad Opciones y objetivos de vida son palabras mayores, pero
mi propia «visión». cuando el futuro nos llama, y queremos saber lo que nos
dice, y cómo llegar ahí, es posible que no nos hable de crear
En ningún otro caso parecen tanto la imágenes un ins­ un proyecto fabuloso ni de ayudar a los parias del mundo.
trumento mágico como cuando percibimos metas y toma­ Podría suceder que simplemente nos recuerde que por un
mos decisiones. Aunque, llegados a este punto, tal vez ya tiempo necesitamos no hacer nada.
esté usted acostumbrado al hecho de poder traer el pasado
al presente y trabajar sobre él, aun así cuesta más creer que
pueda traer el futuro al presente y aprender de éí. Pero ¿Profetas m o d em o sf
es así.
Esto no significa que las imágenes que obtenga vayan a ¿Tenemos el don de la profecía? ¿O creamos este futuro por­
tener siempre la misma exactitud fotográfica que las de que hemos visto su imagen? ¿Está el futuro fijado y pre­
Polly, aunque esto sucede con sorprendente frecuencia. Lo destinado? ¿O tenemos alguna opción en este tema? Estas
más corriente es que pueda percibir la dirección o carácter preguntas surgen una y otra vez cuando examinamos el fu­
general de lo que desea, más que un cuadro «profètico» turo a través del trabajo con imágenes.
exacto y detallado. Puesto que el trabajo con imágenes, como los sueños,
A menudo, la pista de que el futuro que percibe es el abre una ventana a diversas capas de nuestra intuición in­
adecuado para usted es la combinación de sorpresa, que in­ consciente, podría ser m uy bien que algunas de nuestras
dica que su mente consciente aún no había calculado esta imágenes del futuro fueran realmente el resultado de tras­
posibilidad concreta, y de un profundo reconocimiento in­ cender el tiempo y el espacio y ver el futuro, o bien uno o
terior que delata el hecho de que en algún nivel siempre ha­ más de nuestros futuros posibles. Incluso si esto es así, el
bía sabido que esto era lo verdadero. futuro es aún una opción que depende de nosotros: Polly
La imagen del futuro de H elen, m uy diferente de la de encontró dos futuros, y el que realmente le sucedió hubiera

184 185
paramos de confeccionar juiciosas listas d e q u e h a c e r e s p a r a
sido bastante improbable si ella no huDiera tomado la de­
hoy, ° maravillosos planes para mañana, la semana o el a ñ o
cisión consciente de seguir el camino menos atractivo en un
qUe viene, o fantasías de una vida .perfecta, y , sin embargo,
momento crucial de su vida.
parece que nunca lleguemos a hacer nada para que e s t e f u ­
Pero en cualquier caso, el aspecto de «consultar la bola
turo se haga realidad.
de cristal» del trabajo con imágenes, por emocionante que
Confiando e n n u e s t r a c a p a c i d a d i n t u i t i v a d e p r o y e c t a r ­
pueda parecer, es una parte m uy secundaria de lo que ha­
nos hacia el futuro y ver si n o s sentimos bien en él, p o d e m o s
cemos cuando sintonizamos con el futuro. Del m ismo modo
percibir cuál es el camino adecuado a seguir, e n lugar de
que sólo un porcentaje m uy pequeño de los sueños nos habla
establecer la meta que nos parece correcta d e s d e d o n d e e s ­
del futuro más que de nuestros propios deseos y miedos so-
bre él, con el trabajo con im ágenes sucede algo similar. tamos. De esta manera es posible encontrar un m o d o d e v i d a
Ento fundamental, hacemos sencillamente lo mismo que apto para nosotros e n lugar de intentar hacemos aptos para
un modelo que pensamos, o que otros piensan, q u e d e b e ­
hacemos siempre al establecer objetivos y confeccionar pla­
nes; construimos imágenes de lo que esperamos del mundo ríamos seguir. N o es tan sorprendente, pues, que el futuro
que realmente nos pertenece sea el que nos llegue, e , incluso
y luego tomamos las decisiones que encajan con estas imá­
genes y las hacen realidad. La diferencia radica en que po­ más importante, sea el que nos traiga el gozo que esperamos
demos hacerlo con mucha más eficacia si utilizamos la de él.
poderosa asociación que hemos creado entre nuestro yo
consciente y nuestra sabiduría intuitiva inconsciente.
Quitar e l m iedo m ediante la esperanza

Crear una imagen del futuro cumple otra im portante fun-


Fijar y p er cib ir objetivos
ción: reducir la ansiedad. En todo movimiento creativo en­
tre el presente y el futuro va envuelta siempre la ansiedad de
Generalmente calculamos nuestras opciones de vida y esta­
fracasar en lo que nos proponemos crear. Una pequeña dosis
blecemos nuestras metas trazando una línea que va desde
de ansiedad es útil: el sistema nervioso simpático .nos prepara
nuestras expectativas conscientes del presente hacia el futuro
para la acción y produce esa maravillosa oleada en la que
que éstas crearían. Con frecuencia, y sin saberlo él mismo,
confían las personas creativas para realizar sus empresas.
nuestro vo consciente se ve influido por fantasías inconscien-
tes no analizadas o por las expectativas^ de otras personas ^ e r o ^ n wexceso ^de ansiedad puede incapacitarnos hasta el
punto de no atrevernos a bregar por lo que deseamos, o de
oueTíemos ido incorporando t k T l ^ o de los años: Paía
hacerlo con tal tensión que nos creamos problemas.
Polly, una vida campestre idílica, rebosante de zarzamoras,
Pero, por citar un viejo cliché: verlo para creerlo. Una
representaba la perfección, hasta que la puso a prueba.
Afortunadamente, al haberla probado en la imaginación, I g J iS m S á .v isto e lfu tu ro , es fácil creer que llegará, y que
lo único que hay que hacer es ir a por el. Es casi como si
no tuvo que dedicar años de su vida a perseguir un falso
tuviéramos un claro recuerdo de haber conseguido esa meta
sueño.
En otras ocasiones, el yo consciente traza un plan mien­ antes, y esto mantuviera viva la esperanza cuando el camino
se vuelve arduo.
tras el yo inconsciente tiene intenciones bastante diferentes.
Estas son las ocasiones en que nos encontramos con que no Algo así fue lo que sucedió cuando estábamos montando
Atsitsa, nuestro segundo ccntro en Grecia. El folleto para e] consciente y e! inconsciente, entre la razón y ia imagi-
el verano tenía que saiir antes de Navidad, cuando el centro *ta colaboración es su m ayor fuerza.
aún ni existía. Teníamos el sitio y sabíamos lo que queríamos
crear, pero la casa y el terreno no eran más que un solar de
construcción y , lo más importante, no había personal. £se Un objetivo al día mantiene el futuro en armonía
enero, «sintonicé» con el futuro por medio de las imágenes
y visualicé un momento seis semanas más adelante, con la £ s ta c a p a c i d a d de proyectarse al futuro y mirar atrás para
m ayor parte del equipo de personal ya seleccionado. Di un> ,, i
ver cómo llegó hasta ahí no se lim ita a las decisiones y planes
suspiro de alivio y procedí confiadamente a hacer lo que de­ alargo plazo. Es igualmente útil cuando desee planear o to­
bía para crear un equipo de trabajo. mar decisiones sobre el próximo medio año, medio día o
Seis semanas después tenía, efectivamente, la mayor par­ media hora. Yo misma, muy pocas veces afronto una situa­
te del equipo. No puedo decir si esto habría ocurrido igual- ' ción nueva, y sobre todo si se trata de una en la que tenga
mente; ¿me dio el futuro una imagen, o creé el futuro a ... que jugar un papel importante, sin parar un momento a pro-
partir de una imagen? Lo que sí sé es que sin esa imagen en * yectarme al futuro diciéndome a mí misma: «Es el final de
mi cabeza yo hubiera estado funcionando bajo la tensión de i- este acontecimiento y me siento bien. ¿Qué es lo que me
una enorme carga de ansiedad, temor y dudas. En lugar hace sentir así, cómo he llegado hasta aquí?». Esto me da
de eso, el proceso fue más parecido a prepararme para salir una idea clara de lo que realmente quiero y de cómo con-
por la mañana: la pregunta es qué te pondrás, no si serás j seguirlo. Para averiguar qué camino no debo tomar, a veces
capaz de vestirte o no. hago lo contrario: «Es el final de este suceso y me sien­
O tro rasgo decisivo de percibir el futuro es la posibilidad to fatal. ¿Qué es lo que me hace sentir mal, cómo he lle-
de m irar atrás y ver cómo llegamos hasta aquí. Por eso, | gado hasta ello?». A l entender qué es lo que realmente
cuando visualicé que y a había elegido el personal, también f deseo, y que és lo que necesito evitar, puedo adentrarme en
miré atrás para ver cómo lo había hecho. En retrospectiva, la situación con un propósito claro y dirigirm e hacia lo que
los pasos eran evidentes. Habiéndolos visto, podía ponerme I deseo sin vacilar.
a trabajar y realizarlos. Sin problemas. I?; Los resultados de esta percepción intuitiva de objetivos
Si todo esto comienza nuevamente a parecer demasiado son siempre tan diferentes de lo que creo conscientemente
mágico, no lo es, de verdad. Las percepciones a las que po­ sobre ellas que, aún ahora, vivo en un estado de sorpresa
demos acceder mediante el trabajo con imágenes no salen de permanente. Por ejemplo, hace unos meses empecé una se­
un sombrero, sin información previa ni consideraciones ra­ sión de trabajo con imágenes con la meta consciente de en­
cionales. Puesto que no estamos mirando en una bola de señarles a mis alumnos tanto como fuera posible. Pero
cristal, sino sencillamente usando nuestro mejor potencial, cuando sintonicé con la imagen positiva de «fin de la sesión»
el futuro que podemos descubrir depende tanto del cono­ lo que me encontré fue: «M e siento bien por el ambiente
cimiento como de la intuición. El trabajo con imágenes que cálido y acogedor que ha habido en el grupo y por la sen­
realicemos después de hacer nuestros «deberes» personales sación colectiva de haber realizado un viaje juntos y de tener
será seguramente más definido, y más útil, que el que pu­ buenos deseos para transm itir a los demás en sus respectivos
diéramos realizar sin ningún tipo de información pertinente. viajes. Esto lo he conseguido relajándome, ocupándome de
El trabajo'
con imágenes
°
es siempre
. . ... _
una colaboración
ni ■ ~t r—
entre
........ •m-'-------------» ^■rfirHrfr todos ellos y haciendo que se ocuparan los unos de los

188
f'
otros». La imagen negativa del fina! de la sesión fue: «?y{e su significado del deseo sentido hace tan sólo un momen­
siento con prisas y ansiosa porque he intentado hacer de­ to y intención de comer la truta un momento más
masiado. Todos están tensos y agarrotados y yo estoy ago­ tarde.
tada. No sé por qué me molesto en hacer estos cursos De aquí que ia cuestión no sea vivir en el futuro o luchar
Parece que he llegado a este punto por pensar que tengo que gor éL s jn ? más *>ien vivir en un presente que tenga sentido
enseñarles a íos alumnos todo lo que se». garajo sq tro s. Parece cierto que la sensación de estar ha-
Si hubiera intentado seguir mi intención consciente ini­ ciendo algo que tenga alguna suerte de significado o finali-
cial de enseñar a los alumnos tanto como pudiera, casi se­ ráad e siu n daméntal para una vida saludable y feliz.
guro que habría acabado sintiéndome mal respecto a la Cari y Stephanie Simonton , 1 pioneros en ei uso de la vi-
sesión y , sin embargo, no habría entendido por que. En lu­ ^ahzagojnicon pacientes de cáncer, descubrieron que aque­
gar de eso, decidí optar directamente por el objetivo de crear llos que mostraban una respuesta excepcionalmente buena ai
un ambiente cálido y acogedor. Los alumnos aprendieron tratam ien to tenían todos una cosa en común: tenían pode­
tanto como de costumbre sobre el trabajo, pero mucho más rosos motivos para querer vivir, podían exponerlos de una
sobre relaciones humanas, y acabamos todos sintiéndonos forma detallada y sentían que este fuerte compromiso con
relajados, vigorizados y llenos de esperanza. el futuro era el responsable de su buen progreso.
A menudo utilizo el mismo proceso para tomar decisio­ Y viceversa, la depresión, la confusión y la enfermedad
nes difíciles, tanto si son pequeñas como grandes: me pro­ son efectos corrientes del sentimiento de no saber lo que
yecto al momento posterior de la decisión para averiguar la queremos, de no poder dirigir nuestra vida con eficacia y de
decisión que he tomado. También lo utilizo en grupos, cur­ ser incapaces de ver un camino positivo hacia el futuro. En
sos o reuniones de equipo para crear visiones colectivas. Una ^ ^ £ , este sent^ 5ento encontramos a menudo una
vez todos se han proyectado al fina! de la sesión, y han acla­ incapacidad de expresar la creatividad en nuestra vida,
rado qué experiencia desean realmente, resulta fácil crear un "‘^ ^ a ü v id ád no significa necesariamente producir gran­
plan común para todo el grupo que reúna a la gente de una des resultados, o estar en la vanguardia del arte, la ciencia o
forma creativa y placentera. las matemáticas. Significa tener la sensación de siempre po­
der crear o descubrir algo que nos dé a nosotros, y a los
¿ m á s , un placer y un sentido. Lo que creemos o descu­
¿Por qué necesitam os ir a alguna p a r te ? f. la m o s puede ser una percepción, un precioso jardín, una
escultura, un centro de salud, un arreglo floral o un buen
¿Q ué importancia tiene el futuro, al fin y al cabo? ¿Por qué j ambiente familiar, un nuevo enfoque de vida o una nueva
no vivir sencillamente en el presente? Es cierto que necesi- jí forma de amar. En la medida en que surja de nuestro pozo
tamos vivir en el presente, pero el presente siempre surge | de energía vital, y no como respuesta a expectativas creadas,
del pasado y se extiende hacia el futuro, y es este proceso g g jl y que posea una cualidad de frescura y vitalidad, es creativo
histórico el que llena de significado a los sucesos. Las ac-¿,- , y revitalizante.
ciones de todo tipo tienen una finalidad o intención, y de j Los ejercicios de este capítulo son pertinentes para per­
clarificar nuestras intenciones es de lo que se trata al perci­ cibir cualquier tipo de meta, a corto o largo plazo, expresar
i cualquier forma de creatividad, o establecer cualquier op­
bir e flS m ío rrñ c lu so ér acto de extender el brazo para coger
Sí; ción o decisión, tanto si se trata de una cuestión de salud,
un jugosa fruta es una actividad en el presente que deriva

190 191
autoestima, relaciones, vida laboral o cualquier otro aspecto,: 4 . Volver al cruce y realizar una elección
Com probará que todo el proceso puede ayudarle a traer a 5 , Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y em erger
i
la luz sus intenciones reales, a sentirse más optimista acerca
del futuro, darle un centro y una dirección a su energía y E l e je rc ic io e n e l. q u e H e le n se d e s p la z ó a u n f u tu r o e n

obtener una imagen de sí mismo como ser activo y creativo e] que no b a c í a n a d a e n a b s o lu to forma p a r te d e u n p r o c e s o

totalmente a cargo de su vida. mayor l l a m a d o « M i yo f u tu r o » , q u e s u p o n e p r o y e c ta r s e d i-

■ .re c ta m e n te a u n m o m e n to d e l futuro e n el q u e u n o se s ie n ta

bien respecto a lo q u e h a e s c o g id o . E l p e r ío d o d e tie m p o

Caminos de vida y mi yo futuro: d e p e n d e d e l t i p o d e m e t a s q u e se q u i e r a e x a ­


s e le c c io n a d o

Estructura del ejercicio minar o las d e c i s i o n e s y elecciones i m p l i c a d a s .


Usted puede proyectarse a la edad de ochenta años.p a r a
El ejercicio que realizó P olly se basaba en trabajar con una exp lorar ...las m e t a s de su vida, o a d e n t r o de c i n c o años
imagen de la vida como «cam ino» o sendero, con todas para explorar sus elecciones a medio plazo, o a ‘dentro de
nuestras opciones como encrucijadas o.cruces en el camino. tres Q.seis meses para ' los ■Jecisiones a más
El proceso empieza, como de costumbre, despejando un es­ corto plazo. También puede proyectarse al final del día, de
pacio y relajándose e invitando luego a que surja una imagen la hora, la sesión o la entrevista. Una vez hecho esto, puede
de estar andando por el sendero de nuestra vida y llegando mirar atras y ver que decisiones tomo y que actitud aaopto
a nn m if f . Probando primero el camino más atractivo, re­ ¡:; 'para poder llegar a este punto.
córralo y descubra cómo es estar en él, ahora, cinco, diez y . A l examinar las metas de vida, h ay tres. zonas prim or-
quince años más tarde. Después puede probar todos los ; diales que es impe cante tener en cuenta: las relaciones con
otros senderos, a diferencia de la vida real, donde se dice Insdemás, trabajo o creatividad y su relación personal con-
que la oportunidad, se presenta sólo una vez. También es f sigo mismo. También me gustaría añadir el aspecto de la vida
posible elevarse por encima de la escena y disponer de una misma: como nos sentimos respecto a la forma en que el
vista aérea de todos los senderos. A veces, aparecen entonces |
(festino nos ha salido si «acuentro.
■||i||i||l|l i i----------- • •• . -............................................................................................................*-* ->■*»

las percepciones más sorprendentes: por ejemplo, toaos los Vale la pena dar un vistazo no sólo al futuro que le haría
caminos podrían llevar al mismo sitio, después de todo. En­ sentirse bien, para ver qué camino le conviene seguir, sino
tonces puede volver a la encrucijada y decidir cuál le gusta i también al que le haría sentirse mal para poder prever donde
más. C oncluya, como de costumbre, agradeciendo, refle­ se esconde el peligro. A veces hay personas que encuentran
xionando y sopesando las implicaciones prácticas de sus muy difícil imaginar un futuro positivo; en este caso lo me-
comprensiones. j jor es empezar por el futuro negativo y pasar luego al po­
El formato es, pues: sitivo.
De hecho, yo introduje por primera vez la noción de
Preparación: Despejar un espacio y relajarse i examinar el futuro negativo mientras trabajaba con un hom­
1. Invocar la imagen: un camino con una encrucijada o bre que se sentía demasiado desesperanzado para poder
cruce I hallar ninguna imagen positiva. Una vez que hubo exami-
2. Explorar los diferentes caminos 1 nado y entendido el futuro negativo en el que estaba en­
3. U na vista aérea callado, le fue posible, para su gran alivio, imaginar un fu-

192
turo en el que podría ser dichoso y que parecía quedar ? <
> 3 Una vista aérea. Deje que su mente o espíritu salga
alcalice. {¡otando hacia arriba y que se eleve lo suficiente sobre los
El formato es, pues: ariiinos para ver todo el trazado. ¿Qué observa?

Preparación: Despejar un espacio y relajarse 4 , Volver al cru ce y realizar una elección . Ahora vuelva
t. Invitar a mi yo futuro positivo I cruce, ¿Q ué opción le parece el «camino con corazón»,
2. Explorar la imagen el que le hace sentir bien, el que más se aviene con lo que
3. M is opciones interpersonales, creativas y personales usted es y quiere de la vida?
y la vida misma
4. M i yo futuro negativo 5. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger.
5. A gradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger Agradezca al inconsciente la ayuda que le ha prestado, y a
u consciente por haber tenido el coraje de m irar de frente
estas difíciles cuestiones. Antes y después de emerger, pre­
Los CAMINOS DE LA VIDA: EJER CICIO BÁSICO gúntese a sí m ism o: ¿Q ué significan para ti los diferentes
caminos? ¿Q ué implicaciones tiene esta experiencia? ¿Qué
Preparación: Despejar un espacio y relajarse. elecciones necesitas hacer en el futuro próximo para seguir
un camino que te haga sentir bien? Sea tan concreto como
1. In voca r la imagen. Imagínese en una carretera, la ca­ pueda.
rretera de su vida. ¿Q ué tipo de carretera es? ¿Cómo es el
paisaje? ¿C óm o va vestido? ¿Q ué sensación le produce ca­
m inar por esta carretera? Ahora llega a una encrucijada o Mi y o f u t u r o : E j e r c i c i o b á s i c o

cruce en la carretera. ¿Ve lo que ponen los indicadores?


¿Q ué le parecen, desde aquí, los diferentes caminos o ca­ Este ejercicio puede usarse respecto a cualquier período de
rreteras? ¿C uál le parece el más atractivo? tiempo en el futuro. Le sugeriría que empezara por imaginar
a su yo de ochenta años, para obtener una impresión de sus
2. Explorar los caminos. Eche a andar por la carretera o metas a largo plazo. Escoja luego ei periodo de tiempo mas
'M W W t t ------------------- ---------------------- ---------------- ---------- ---------------- -.

camino que más le atraiga. ¿Q ué aspecto tiene? ¿Qué sen­ corto que le parezca mas pertinente en este momento. Vaya
iit ^Tiiniinunir t a 'in n ii imn i i ¡n i ri , i i i ...... '1 1 „ ■ - . — •

sación produce? ¿Q ué le sucede a usted en esta carretera? repitiendo el mismo ejercicio cambiando sencillamente la
H an pasado cinco años. ¿Q ué está sucediendo ahora? instrucción inicial. Fíjese en que es más fácil —y muy im ­
¿Cóm o se siente? ¿Cóm o es su vida? portante— ser más concreto acerca de sus elecciones cuanto
H an pasado otros cinco años (diez años contando a par­ más corto es el período de tiempo.
tir de hoy). ¿Cóm o es su vida ahora? ¿Cóm o se siente res­
pecto a ella? Preparaáón: Despejar un espacto y relajarse.
H an pasado otros diez años (veinte si contamos desde
hoy). ¿Cóm o es ahora para usted? 1. Invitar a mi yo futuro. Decida qué período de tiempo
Una vez ha examinado este camino con detalle, vuelva quiere explorar y luego sugiérase a sí mismo uno de los si­
al cruce y pruebe los otros exactamente de la misma manera. guientes:
a) Estoy en una nave espacial viajando fuera de la órbita jjjos? Cuando pienso en la muerte, ¿cóm o me siento
de la Tierra. Vuelvo a ia Tierra en x tiempo en el futuro (di [Cspeci° 2 ella? ¿Q ue le d iría a mi yo más joven sobre la
cuántos años o meses más adelante, o una fecha), cuando vejez?)
tengo ochenta años/diez años más /cinco años más/seis me
ses más (escoja el período apropiado) y me siento contei i 3. Mis elecciones interpersonales , creativas , p e r s o n a l e s y
de mi vida. y, vida misma. A l haber establecido una imagen clara, em­
b) Sintonizo con una dimensión en la que pasado, pre ? piece a explorar las siguientes zonas concretas. En cada caso,
sente y futuro son todo uno y ahora tengo ochenta años/ empiece con las preguntas concretas iniciales que aparecen
diez años más/cinco años más/seis meses más (de nuevo es- í bajó esa cabecera y luego pase al proceso general:
coja el período apropiado) y me siento contento de mi vida í a) Interpersonal. ¿Cóm o han sido mis relaciones socia­
c) H an pasado x años/meses/días/horas (lo que proce- ! l e s : familia, parejas, amigos, colegas, conocidos, etc.? (Pase
da), y es el final de este período de mi vida/curso/sesión/ I a las preguntas generales.)
entrevista/día (o lo que proceda) y me siento realmente en­ b) C rea tivid a d o trabajo. ¿Q ué he conseguido o creado
cantado de cómo ha ido y de lo que he elegido. y cómo he realizado ese1proceso? ¿Cómo me iba ei trabajo?
¿Cómo encajaba con otros aspectos de mi vida? (Pase a las
Si s e proyecta muchos años en el futuro, l o m á s
C o m e n t a r io : f
preguntas generales.)
fácil es imaginarse a sí mismo en una nave espacial que abandona c) Personal. Esto se refiere a esa parte de mi vida que me
la Tierra y luego vuelve en el momento adecuado. Para períodos concierne sólo a mí. ¿Cóm o me he relacionado conmigo
más breves, o una vez esté acostumbrado al ejercicio, esto no re- |: mismo, con mi cuerpo, mente y espíritu? ¿Cómo era mi au­
sulta tan necesario, y puede proyectarse al tiempo que desee sim- I toestima? ¿Cóm o me cuidaba? (Pase a las preguntas gene­
plemente sugiriéndolo. rales.)
d) La vida, misma. ¿Cóm o siento que me ha tratado la
2. Explorar la im a gen . Empiece por hacer la imagen de vida? ¿Q ué he aprendido a lo largo de todos estos años acer­
su yo futuro m uy nítida y concreta, especialmente si se trata I ca de la vida y de los giros de la rueda de la fortuna? (Pase
de un período de tiempo largo. H ágase algunas de estas pre- 1 a las preguntas generales.)
guntas, adaptando la forma de expresarlas si no resultan ^ Preguntas generales para las zonas a -d : ¿Respecto a qué
apropiadas para el período de tiempo que está examinando: me siento mejor? ¿Qué he tenido que aprender por las ma­
¿Cóm o voy vestido? ¿Q ué llevo en los pies? ¿Qué veo; las? ¿Q ué me ha resultado más difícil de afrontar? ¿Q ué que-
a mi alrededor? ¿Cóm o me siento en mi cuerpo, mente y da por resolver? ¿Q ué le podría decir a mi yo más joven que
espíritu? I pudiera ayudarle?
¿C uál es la buena sensación que tengo? ¿Q ué fue lo más j D ígalo, concretando al máximo. ¿Le entiende su yo más
im portante que hice o experimenté para alcanzar esta buena (fc jo v e n ? Si no le entiende, asegúrese de que lo haga.
sensación? ¿Q ué es lo que ha dado su valor a la vida o a este 1 • ; •

período de tiempo o acontecimiento? Si miro atrás a mi yo 4. Mi yo futuro negativo. A hora pruebe: «H a pasado x
más joven, al principio de este período, ¿qué observo? ¿Qué 'p tiempo/Soy x años o meses mayor/Es el final de este acon-
me gustaría susurrarle que le hiciera la vida más fácil? tecimiento o período (lo que proceda) y me siento absolu­
(Si tiene ochenta años: ¿Cóm o me siento a mis ochenta tamente mal. ¿Q ué significa esta mala sensación? ¿Qué es lo
i m
196 ■t 19 7
i
más importante que he hecho para que sucediera esto? Re­ o mal- Esto permite saber a los miembros del grupo lo que
visando mi vida interpersonai, creativa y personal, así como ellos, y todos los demás, desean a un nivel profundo, y ayu ­
la vida misma, ¿dónde me equivoqué? ¿Q ué le podría decir da ai grupo a crear una visión satisfactoria colectiva. A l final
a mi yo más joven que le ayudara a no acabar así? ]a sesión, dedique unos momentos a descubrir en qué
coinciden o difieren sus sentimientos reales de 1o que cada
5. A gra decer, reflexionar, m irar a l f u t u r o y em erg er. Dé un0 había imaginado. ¿Qué puede aprender de eso?
las gracias a su yo futuro por su ayuda, y pídale que le sirva A ctividades cotidianas. Descubrir sus intenciones perci­
de consejero cuando usted lo necesite. Antes y después de biendo el futuro no debería limitarse a las decisiones pri­
emerger, reflexione sobre el significado de todo esto y sus mordiales. C ada día nos em barcamos en m ultitud de
implicaciones. ¿Cóm o aplicará, en ia práctica, estas com­ actividades que podrían ser más productivas si pudiéramos
prensiones? ver nuestras intenciones con claridad. A sí pues, si se dispone
a limpiar la casa, a redactar una conferencia, cuidar el jardín,
partir de vacaciones o salir a cenar con alguien, tómese un
V is u a l iz a c ió n r á p id a momento para detenerse, proyectarse al final de esta tarde
o acontecimiento, percibir el futuro positivo y mirar atrás
U n formato sintetizado, especialmente útil para metas y de­ para averiguar cómo llegó hasta ahí. Si dispone de tiempo,
cisiones a corto plazo, o si practica este ejercicio de forma consulte también el futuro negativo para asegurarse de que
regular, es, sencillam ente: no es a ése al que va a dirigirse sin saberlo.
C onsultor interior. Su yo futuro, el que se siente bien o
1. Es dentro de x tiempo (o: es el final de este suceso) mal respecto a sus decisiones, es un espléndido consultor.
y me siento bien. ¿De dónde proviene la buena sensación? Ahora dispone no sólo de sus yos más jóvenes para com­
¿Q ué he hecho para llegar a sentirme así? partir sus recursos, sino también de sus yos más viejos. Haga
uso, pues, de este maravilloso recurso de tener un yo más
2. Es dentro de x tiempo (o: es el final de este suceso) viejo, más sabio, para ayudarle en su camino.
y me siento mal. ¿De dónde proviene esta mala sensación?
¿Qué he hecho para llegar a sentirme así?
Conclusión

A p lica cio n es Sabiendo adonde quiere ir en la vida, tanto a largo como a


corto plazo, tiene más de media batalla ganada. El capítulo
T rabajo en gru p o. Al comienzo de una sesión de grupo del siguiente trata de cómo llegar ahí, en el caso de que no su­
tipo que sea (tanto si es uñ curso como una reunión de co­ ceda por sí solo. No vea estos ejercicios como aconteci­
mité o personal), es siempre útil preguntar a todas las per­ mientos aislados. Si convierte en práctica habitualr.■
I-».—. ,—>-4-.------
sintonizar
-jr
ir.-.-,,-.- -n .x .,- ..

sonas cuáles son sus expectátivás. En lugar, o además, dé las con su yo futuro cada vez que deba tomar una decisión, así
explicaciones habituales de sus expectativas, trate de incitar "como al comienzo de cada día, y consultar con él, o ellos,
al grupo a proyectarse al final de ia sesión con una buena (o el próximo paso a dar, empezará a comprender de verdad lo
mala) sensación y ver qué es io que les ha hecho sentirse bien rque supone ser capaz ae fiarse de
........su. propia
' -T visión Ipersonal.
. „

198 199
T
cer, cambios que querríamos efectuar, sueños que quisié­
ramos ver hechos realidad, y , sin embargo, aún no hemos
sido capaces de dar el prim er paso y ni siquiera llegar a creer
II que podríamos hacerlo nunca. Algo que parece inercia nos
mantiene en la misma dirección en que hemos ido siempre
.—más vale demonio conocido que ángeles por conocer—.
Realizar cambios de vida 5 /IDe vez en cuando, sin embargo, aparece un catalizador: su­
cede algo y , de repente, nos encontramos con que somos
hacer mejor las cosas capaces de hacerlo. Hemos recibido un empujón en la di­
rección adecuada. Por medio del trabajo con imágenes nos
¿Cómo lo consigo? podemos dar ese empujón nosotros mismos. /
Nuestro yo inconsciente nos protege por medio de su
conservadurismo. Por sí solo no aceptará cambios fácilmen­
te y, por lo corriente, espera a que se filtren hasta él per­
Charlaba yo con mí amigo Isaac en una taberna del pueblo cepciones y experiencias conscientes. Un solo incidente
griego de Skyros, sobre la redacción de este libro. traumático, o una serie más gradual de experiencias aleccio­
—Deberías dar algunas pruebas de que la gente realiza nadoras, pueden llevar al inconsciente a dar un giro de 180°.
cambios de vida como resultado de estas técnicas —me dijo. Al yo inconsciente tampoco le hace mucha gracia que el yo
Casi no había acabado la frase cuando una mujer se nos consciente decida efectuar cambios de importancia sin con-
acercó y me saludó. ■suItarie. A eso se debe que podamos tomar decisiones, es­
—Usted no me recuerda —dijo— , pero me llamo Lydia, cribir listas de quehaceres o cambiar de planes conscien­
Usted vino al centro Skyros, el verano pasado, mientras yo temente para luego encontramos que estamos saboteándolo
estaba allí y dirigió una sesión sobre cambios de vida para todo inconscientemente.
toda la comunidad. Preguntó qué cambios queríamos hacer Sin embargo, si contamos con el inconsciente y le deci­
y yo dije: «Q uiero dejar de preocuparme por la seguridad mos: «Aquí tenemos una nueva idea, ¿puedes trabajar con­
económica». Después pensé: «Qué ridículo». Sin embargo, m ig o sob-e era y ser mi consultor?», de repente tenemos
realicé el ejercicio sobre cambios de vida y, sabe, a pesar de todo su apoyo voluntarioso. Al usar los recursos conjuntos
mi escepticismo, durante este último año he dejado mi em­ de la racionalidad consciente y la intuición inconsciente, po­
pleo como directora dé escuela, he estado viajando durante demos crear una nueva imagen o pauta, proporcionar un
unos meses y he pensado sobre qué trabajo me gustaría ha­ apoyo adecuado al cambio y trazar los pasos generales a dar
cer; ahora no tengo ningún tipo de seguridad económica y para llegar hasta ahí. Cuando la imagen es lo bastante clara,
me encanta. la inercia puede volver a aparecer, pero esta vez nos lleva
He vuelto a ver a Lydia hace poco y me he enterado de rodando alegremente a rellenar los huecos y lograr que todo
que ahora, un año más tarde, está entusiasmada con su nueva suceda. El secreto radica en la consulta previa y el trabajo
vida. Y el dinero ha resultado no ser un problema: parece en equino."
que le llega a medida que lo necesita.
Todos hemos pensado sobre cosas que nos gustaría ha­

200 201
¿ Q u é tien en d e m a lo las sim p á tica s dones que antes, ei salto se convierte en un reto en lugar de
m e ja s c o s t u m b r e s ? un riesgo.
Los ejercicios del capítulo 10, que trataban sobre des­
Se podría comparar a una nueva directiva que se pone al cubrir qué tipo de futuro deseábamos, ya proporcionan este
frente de una empresa y quiere llevar a cabo grandes cam­ eslabón perdido. Cuando percibimos el futuro, estamos
bios. Se envían nuevos ejecutivos, pero nada llega a suceder. creando imágenes de cómo seremos después de efectuar un
Se pierden papeles, se crean pequeñas confusiones y la com­ cambio, y esto resulta, a menudo, suficiente para lanzar­
pañía funciona básicamente como siempre lo había hecho. nos hacia una nueva realidad y poner la inercia de nuestro
El personal mantiene las viejas costumbres que siempre han lado.
funcionado tan bien y se sienten, tal vez con razón, suspi­ Pero no siempre. Cuando necesitamos efectuar una mo­
caces ante la nueva directiva. «¿C óm o pueden saber lo que dificación importante de actitud que nos resulta difícil de­
le conviene a nuestra empresa?» bido a la ambivalencia, ei miedo, la confusión o deses­
Pero entonces, el nuevo jefe convoca una reunión y le peración, o cuando deseamos mejorar visiblemente en una
dice al personal: habilidad compleja, a menudo necesitamos un poco más de
—Estoy encantado de unirm e a este equipo, y me gus­ ayuda para que el cambio resulte natural y fácil. El ejercicio
taría hablar con todos vosotros de esta empresa a la que per­ de este capítulo está pensado, por tanto, para ayudar a llevar
tenecemos. Creo que es una gran empresa tal y como está, a cabo los cambios que ya sabemos que queremos pero que
y un gran personal, pero algunos cambios podrían hacerla nos plantean problemas. Esto incluye mejorar habilidades
incluso mejor. Esta es mi imagen de cómo podría ser la em­ que ya poseemos, o hacer todo eso que nos proponemos
presa, y algunas ideas de cómo la podríamos hacer realidad. pero que parece que nunca llegamos a lograr o que no po­
¿Q ué sugerís vosotros? ¿C uál creéis que es la mejor manera demos afrontar, ya se trate de un cambio de actitud, un nue­
de efectuar estos cambios? ¿Cóm o podemos trabajar juntos vo proyecto, una dieta o una llamada telefónica penosa.
para hacer que esta empresa sea aún más grande?
De repente se da un cambio mágico en el ambiente. Las
ideas vuelan, el entusiasmo desborda, y los cambios que se Cómo p od ría ser y o
acuerdan se llevan a cabo con presteza y eficacia.
con 1a imagen de
Antes de poder
El n u evo y o sus patrones ac­
tuales, sino también aceptar la persona que es ahora. C uan­
lental entre el presente y el futuro que es do estamos enfadados, desdeñosos o im pacientes con
necesario que emerja de la consulta entre el consciente y e! alguien, esto no fomenta el cambio, es más probable que ia
consciente es la creación de una nueva auto.'mggc- c .-sea persona se distancie, se enfade o que encuentre imposible
aceptable para ambos. *?ara no ciar un salto sobrecogedor, y realizar cualquier acción. Lo mismo sucede con su actitud
peligroso, en el vacío, necesitamos tener una imagen de hacia usted mismo; es sólo cuando usted ve que la persona
cómo seremos después del salto. Si vemos que estamos aún qge H ah o raestá tobando j a ,ipejor_opción ¿ e que es, capaz
intactos, que todavía podemos gustar y en mejores condi- en este momento, y le transmite su simpatía y apoyo, que

202 203
p u e d e c o n fia r e n a le n ta r s e a sí m is m o a t o m a r o p c io n e s n u e ­
p ero q u e no podía. Cuando l e p r e g u n t é c ó m o s e r í a e s t a p e r ­
v a s y m e jo r e s e n ei fu tu r o .
sona eficiente no supo, responderme. C i e r t a m e n t e c o n o c í a a l
paso siguiente e s i n v o c a r u n a imagen d e l a n u e v a per­
E l
d etalle la naturaleza de su ineíicicncla. L a i m a g e n d e s u y o
s o n aque será u s t e d d e s p u é s d e efectuar e l c a m b i o d e v i d a . actual era tanto más clara que la de su y o futuro que sen­
Á menudo nos resulta d i f í c i l c a m b i a r simplemente porque cillamente le era más fácil quedarse con ella. L e a y u d é , pues,
no tenemos ninguna im agen d e esa persona c a m b i a d a que 3 deiar que surgiera una imagen de cómo sería s i fuera m á s
podamos asociar con nosotros. O tras personas p u e d e n dejar efic ie n te . Pero al hacerlo, Alan se encogió horrorizado. El
d e fumar, ser categóricas, confiadas, organizadas o capa­ n u e v o Alan que imaginaba era un autómata frío, desange­
ces de montar un centro o d e escribir un libro, p e r o no yo. lad o y nada creativo. No era de extrañar que sus planes nun­
Por medio de visualizarla y de adentrarse en ia imagen, es po­ ca funcionaran. No fue hasta que empezó a trabajar para
sible no sólo com pletarla y ponerle nuestro rostro y cuerpo, d e s a rro lla r una imagen de u n hombre disparatado, creativo,
sino también percibir c ó m o nos sentiríam os, c ó m o funcio­ pero claro y eficaz, que pudo empezar a transformarse. Y
naríamos y qué cambios necesitaríam os para llegar ahí. cu a n to más trabajaba en im aginarlo, tanto más iba cambian­
No sabe cómo organizarse: Perm ita que surja úna imagen do de una forma natural sin tener que esforzarse. Se con­
de usted como alguien organizado, y averigüe qué es lo virtió, literalmente, en lo que imaginaba.
que hace. Tal vez usted no lo sepa, pero su yo organizado y na vez se obtiene una imagen del nuevo yo con la q u e
sí lo sabe. nueda sentirse bien, el cambio puede ser’ asombrosamente
Desde ahí es posible m irar atrás y ver cómo llegó desde rápido, como H elga, ai uní na de un curso intensivo de tra-
donde estaba hasta don.de está ahora. Este es el poder de la TJajo con imágenes, demostró una vez. H elga es alemana y
mirada retrospectiva utilizada con fines de previsión de que su inglés no era lo bastante fluido para participar directa­
hablamos en un capítulo anterior. mente en el grupo. Se sentaba al lado de una am iga alemana
Elsa, por ejemplo, quería montar un nuevo centro de que le traducía lo que se decía y lo que Helga quería co­
arte comunitario en el norte de Inglaterra, donde vivía, pero municarle al grupo. Era un procedimiento incómodo que
no tenía el dinero necesario y no sabía dónde conseguirlo. entorpecía un poco el ritm o, pero H elga estaba m uy com­
Cuando creó una imagen de sí misma habiendo alcanzado prometida con el trabajo y funcionó. A l final de la semana,
su meta, y miró atrás para ver cómo se las había arreglado, realizamos el ejercicio de cambio de vida y H elga imaginó
descubrió que el prim er paso había sido reunir a la gente y que había hecho el cambio en lo referente a ser más segura
aclarar las ideas; el dinero llegaría después. Se sintió aliviada: y confiada.
ahora sabía cómo emprender el proyecto. Aún puedo revivir el emocionante momento en que, al
A veces el problema no es la falta de una imagen sino la adentrarse en la imagen de cómo sería después del cambio,
presencia 3e una imagen negativa. Al pedir una imagen de empezó a contamos lo que le estaba sucediendo: de su boca
sí mismo despues del cambio puede suceder que la que surja salía inglés, no alemán. Todos la miramos, mudos de asom­
no sea exactamente de su agrado. Esto no debería desani­ bro. Ella explicó: «Me siento tan segura ahora... no me im­
marle, porque simplemente le informa de por qué le ha es­ porta hablar en inglés y equivocarme».
tado costando tanto efectuar el cambio.
Alan, un periodista más bien poco convencional, me dijo
que quería y necesitaba desesperadamente ser más eficiente,

204
H acer m ejo r las cosas tenga éxito y que le animará incluso cuando su entusiasmo
flaquee.
No importa lo eficiente que sea usted en algo, siempre hay Los equipos siempre logran mejores resultados cuando
alguien que lo hará mejor. No se desanime: utilice a esa per­ tienen fans que los animan desde las gradas.
sona como maestro. ............ . w , . . .
A algunas personas les gusta introducir una persona ino­
Los «expertos», las personas que cree que van por de­ cente, ignorante o ingenua a quien tienen que explicárselo
lante de usted en ei camino que desea seguir, pueden ser todo. De esta forma, ellos se convierten en expertos y des­
fuentes espléndidas de orientación interior. El experto puede cubren que, m ilagrosam ente, conocen las respuestas.
ser un campeón de natación si usted quiere nadar mejor, o
un monarca mitológico, si desea ser más grandioso y regio,
o un perro, si usted quiere ser retozón y menearle el rabo No p u ed o y no lo haré
al mundo.
AI dejar que surja una imagen de un experto, pidiéndole Nuestra actitud para obtener lo que deseamos o realizar lo
consejo, y luego metiéndose en su piel y «siendo» esa per­ que nos proponemos es también decisiva, imagine que se
sona, habrá creado una plantilla para su cuerpo, mente y levanta por la mañana y se dice a sí mismo: «Tengo que la­
..espíritu que le ayudará a funcionar mejor de una forma na- varme los dientes, me muero si no me los lavo». Si usted se
ju r a l. Y, de hecho, cualquier imagen que utilice que le haga parece en algo a mí, ié puede ocurrir que tropiece a! ir al
funcionar mejor en sü im aginación,' íuncionaTárTJna vez'’ cuarto de baño, rompa el tubo de dentífrico al cogerlo, se
haya creado una imagen tal, es a menudo útn practicar en la vuelva loco buscando el cepillo y entonces empiece a enfu­
imaginación la habilidad o actitud en cuestión hasta que se recerse porque se supone que tiene que seguir de esta manera
sienta totalmente seguro de sí mismo. Y cada vez que esté ridicula las advertencias de su madre sobre la pérdida de
a punto de hacer algo, o incluso cuando vaya a tener una dientes, saldrá del cuarto de baño en estampida y se sentirá
sesión práctica en la vida real —una clase de piano o nata­ mal el resto del día por no haberse lavado los dientes.
ción, por ejemplo— haga una pausa y reviva esa imagen de Cuando tenemos que hacer algo, y tratamos de hacerlo
usted haciéndolo a la perfección. La diferencia en su actua­ con todas nuestras fuerzas, no sólo la tensión nos hace me-
ción puede ser asombrosa. nos ericaces, sino que hay una fuerza interior equivalente
Cuando deseo demostrar a un grupo de alumnos ei poder pero contraria que entra en acción para decir que no po­
de la imaginación para mejorar una habilidad, empiezo por demos y no lo haremos. Este proceso crea la ambivalencia
pedirles que hagan una flexión de cintura y se toquen las que nos impide alcanzar las metas que parecen más aeses-
puntas de los pies. A continuación dirijo una breve fantasía ’péradamenté importantes.
guiada en la que imaginan que sus cuerpos son de goma y El polo contrario de esta actitud es el «abandonar antes
totalmente elásticos; dan grandes saltos y volteretas liada de com enzar», es decir, decidir que como seguramente no
atrás por encima de altas vallas. Después, íes pido que se conseguirás lo que deseas, ¿para qué intentarlo? «Para em­
flexionen de nuevo. La m ayoría comprueba que se doblan pezar, no sirve de nada que piense en lavarme los dientes
de forma natural entre 5 y 20 cm más que antes. Pruébelo. cada d ía... Total, no soy ese tipo de persona.» Y el pensa­
Además j k^ü£PMW~J¿R ..experto interior, introduzca miento oculto es que si al menos no lo intentas, no te pones
también un amigo o partidario interior que quiere que usted en evidencia por ser incapaz de conseguirlo, y siempre pue­
I. .í;hii«h|- mil i ., ....... mil m— — ...... ............ n II l 1 n-t— ------------ ------ y.-,.-

207
des alimentar la posibilidad de que algún día decidirás in­ e n imaginación, de forma que tan sólo necesita que se haga
l a

tentarlo y entonces, claro, lo conseguirás... si hay suerte. Todas estas facetas de «proponérselo» aumentarán
r e a l i d a d .

Algunas personas siguen la ruta del «tengo que» y se dan sus posibilidades de éxito.
de bruces contra ellas mismas al intentarlo, y otras van por Para realmente «liberarse», por otro lado, primero debe
• ■■■ ,
la rata del «para qué intentarlo y fracasar», y se dan de bru­ recordarse a si mismo que no es omnipotente, y que ¡as me-
ces por no intentarlo. La m ayoría de personas alternan entre "jjsqúc desea alcanzar no están nunca totalmente en sus ma­
las dos. En un caso funcionamos a partir de nuestra volun­ nos, En este sentido, necesita depositar el éxito de la tarea
tariedad y en el otro a partir de nuestra débil voluntad. Nin­ pn las manos de aquello que usted crea que está más allá de
• • -. A- \ -- - • 11
su b co n sc ie n te , Lhos, los espíritus, su inconsciente, el des­
guno de los dos nos llevará a conseguir o a hacer lo que
deseamos, tine*? la suerte, o como sea que usted considere a los factores
• El enfoque que sí parece funcionar es e! de utilizar la que limitan su omnipotencia. Usted es como un labrador
voluntad más que la voluntariedad. Esta actitud tiene dos que ara los campos, siembra las semillas y hace todo lo que
facetas que de entrada pueden parecer ligeramente contra­ puede para obtener una buena cosecha, pero no puede con­
dictorias: «proponérselo» y «liberarse». Esto significa que, tro lar el tiempo, que posee el potencial de convertir todos
por un lado, usted se propone plenamente alcanzar Ja meta, sus esfuerzos en n a d a . Una vez haya hecho, o decidido h a ­
el o "2o =s ' dispuesto a liberarse de la creencia que el cer, lo que p u e d a , sólo la confianza y la aceptación pueden
hgperio pcíá totalmente en su m ane 7 ae la convicción de traerle la p a z mental que necesita.

«debe»..hacerlo. En segundo lugar, necesita ser consciente de que en el


«Proponérselo» implica creer que aquello a lo que apunta improbable caso de que no obtenga lo que desea, y por muy
puede y va a suceder, y también estar dispuesto a poner toda importante que pueda parecer, no es el fin del mundo. Podrá
su energía, sin divisiones ni ambivalencias, a hacerlo reali­ decirse a sí mismo: «¿Q ué viene a continuación?», y tal vez
dad. Necesita, por tanto, si es posible, elaborar y resolver incluso reconocer que es hora de cambiar de dirección. De
cualquier ambigüedad o ansiedad y ver sus intenciones con hecho, podría suceder que el no obtener lo que desea en este
toda claridad. Si siente que no tiene derecho a obtener lo caso —como seguramente ya habrá descubierto en momen­
que desea, o cree que es imposible conseguirlo, o piensa que tos importantes del pasado— abriera una nueva posibilidad
habrá efectos secundarios negativos que pueden superar a las j que no puede prever ahora.
ventajas, sus intenciones y esfuerzos serán confusos y con­ La imagen que usamos para este proceso de proponerse
traproducentes. He comprobado que a mí me ayuda espe­ y liberarse es poner la imagen de haber alcanzado su meta
cialmente el sentir no que tengo derecho a tenerlo sino que en una burbuja o un globo, proponerse en su mente que ésta
está bien que lo tenga; esto significa, en mi caso, entender se haga realidad, y luego liberarla, soltando la burbuja o el
que cuando las cosas me van bien, me siento mejor conmigo globo, hasta que desaparezca de su vista y entre en la di­
misma, funciono mejor en el mundo y cuido mejor a los mensión de los potenciales que esperan ser realizados.
otros. Mucha gente utiliza un proceso similar para pedir que
Para proponerse plenamente la meta, también ayuda el sucedan acontecimientos o que les lleguen cosas que no de­
visualizarla mientras sucede, y de esta manera tener la im­ penden exclusivamente de sus esfuerzos, que aparezca un
presión descrita en el capítulo 10 de que de algún modo ya sitio donde aparcar, por ejemplo, y creen que la imagen crea
ha sucedido, existe en potencia y uno la ha experimentado | un foco de energía que puede hacer que sucedan acontecí-
mientes reales en el m undo/Algunos afirman que con este í totalmente capaz de hablar en un seminario. Imaginarse a sí
método de poner aquello que deseas en una burbuja, pi­ misma tal como era, asustada e incapaz de hablar, resultó
diendo que se haga realidad y luego soltándola al espacio 0enoso pero no difícil. Pero fue totalmente incapaz de pro­
logran resultados maravillosos. Pruébelo. ¿Pero recuerde yectar una imagen de sí misma hablando en un seminario,
como hacíamos hincapié en el capítulo ÍO, que es importante f Trabajamos sobre ello, paso a paso, durante un período
tomarse un tiempo para percibir si lo que pide es adecuado í Je varias semanas. Primero se imaginó a una amiga suya en
para usted, en lugar de pretender que se hagan realidad todos ' S J a pantalla, hablando con seguridad. Al cabo de una semana

los deseos de su yo consciente, incluso en el caso de que i de practicar este trabajo con imágenes por su cuenta, N orm a
esto fuera posible. 1 pudo imaginarse a sí misma en la pantalla. Pero cuando le
M i hija Chloe, de diez años, dice que poner lo que desea { pedí que se introdujera en la imagen y experimentara esos
en una burbuja le funciona bien, pero sólo cuando desea algo i sentimientos, se quedó paralizada. De nuevo, después de
que es bueno para otras personas además de ella misma, y í una semana de practicar por su cuenta, se atrevió a intro-
cuando lo quiere por la-cosa en sí misma, más que por com­ 1 ducirse en la imagen, aunque sólo por un momento. A me-
placer a otras personas. Esto tiene mucha lógica, a mi en­ | dida que fue practicando, su tolerancia hacia ser esa persona
tender. que podía sentirse segura hablando en clase fue aumentando,
hasta que por fin, semanas más tarde, pudo acabar e! ejer-
ri cicio: pudo introducirse eri la imagen e imaginarse que pa-
Mi y o seguro, ¿dón de estás? ü saba todo un día siendo esa persona segura de sí misma.
A medida que transcurría este trabajo con imágenes,
Cuando se trata de efectuar un cambio importante y difícil, 1 comprobó que poco a poco iba dando pasos en su vida que
incluso contemplar el cambio puede producir demasiado í : nunca hubiera creído posibles, y lo hacía de forma natural,
miedo. En este caso siempre puede probar el método de la : sorprendiéndose constantemente de su propio coraje. Los
m ortadela: limítese a cortar sólo la cantidad que pueda mas­ pasos en la vida real vinieron a continuación, pero en la mis­
ticar. A medida que va elaborando el problema de la ima­ ma dirección que los pasos que había dado en la pantalla.
ginación, los cambios mismos deberían producirse de una . Recuerdo la alegría de Norm a al dar su primer paso: se vio
forma natural. v;. contando un chiste a un grupo de amigos en un bar. Más
N orm a, una joven alumna mía, me dio la mejor lección F ■ tarde, farfulló algunas palabras en un seminario, una vez que
sobre el proceso de la mortadela. Le daba tanto pánico ha­ i discrepó acaloradamente de los argumentos de alguien. A la
blar en los seminarios que era incapaz de asistir si existía la j j l l larga, los seminarios dejaron de darle miedo y su vida uni-
más remota posibilidad de que tuviera que intervenir. Se po­ i B versitaria se transformó. Cuando hablé con ella, algunos
día pasar horas escribiendo un ensayo para presentar en el años más tarde, me dijo que aún hablaba con la chica segura
seminario, al que después era incapaz de asistir. Vino a pe­ de la pantalla, y que ésta le daba su apoyo y ayuda cuando
dirme ayuda, preocupada porque su carrera universitaria pu­ || las cosas se ponían difíciles.
diera salir perjudicada. ' Todo esto sucedió no como parte de una terapia, sino pa­
Para empezar, N orm a imaginó que estaba en un cine pri­ sando un rato a la semana con ella y dándole trabajo con
vado, y perm itió que apareciera en la pantalla una imagen I? imágenes para que practicara. He comprobado que el ejer­
de su yo asustado, y después de cómo sería ella cuando fuera cicio Cambio de Vida es especialmente útil para personas
q u e n o s a b e n n a d a s o b r e te ra p ia s p e r o q u e d e s e a n lle v a r a a an tes de e f e c t u é el c a m b io d e v id a . E sta tie n d e a ser u n a

c a b o c a m b io s p rá c tic o s c o n c re to s e n su v id a y q u e e stán dis­ ¿Jn c a tu ra , q u e e x a g e r a ia s d if ic u lt a d e s q u e e x p e r im e n ta a b o ­

p u e s ta s a p r a c tic a r p o r su c u e n ta . ya, Es im p o r ta n te , p u e s , e n te n d e r la s o p c io n e s q u e está to ­

Recuerdo a un estudiante africano, jo e , que no hablaba : m an d o la p e r s o n a d e la p a n ta lla , a p re c ia r y a p o y a r su s

m uy bien el inglés y que no tenía apenas conocimientos pre­ esfu erzo s p a r a a fr o n ta r el o b s tá c u lo e n el c u r s o d e su v id a y

vios de las asignaturas que estaba estudiando. Estaba pasan­ h a c e rle s a b e r q u e u s te d q u ie r e a y u d a r le a to m a r a lg u n a s o p ­

do una época desesperadamente difícil y la m ayoría de sus c io n e s m á s c ó m o d a s .

profesores estaban seguros de que suspendería. Pero él es­ El p a s o siguiente e s desprenderse d e e s a imagen, t r a s l a ­
taba determinado a aprobar, porque quería volver a su país dándola a l p a s a d o , y perm itir q u e s u r j a u n a imagen d e c ó m o
y ser ú til allí, para lo cual necesitaba un título. Una vez me Jefa ' u s t e d cuando jia y a conseguido realizar un cambio.
hube ganado su confianza, le convencí de que necesitaba no Tomo de costumbre, observa ía imagen, s e introduce en ella
sólo estudiar, sino también practicar el ejercicio de Cambio y la explora p a r a t e n e r una idea clara d e cómo d e b e r í a s e r
de Vida y de esta manera trabajar en reforzar una imagen de ¡ esa persona. También m ira atrás y ve cómo llegó hasta esta
sí mismo como una persona segura que podía dominar, a posición, cuál f u e é l c á m b i Ó V p á so 'q ü é lé permitió p a s a r dé
pesar de las dificultades, los temarios de sus asignaturas. ser la persona q u e v i o en la otra pantalla a la q u e e s ahora.
A lgunas semanas después, me contó, orgulloso, cómo se; También puede resultar de ayuda convocar «consejeros» que
había presentado a un examen de estadística, había hecho puedan apoyarle y darle cónsejoTíim á^eíionrqüFlé~dé áni­
brevemente el ejercicio de trabajo con imágenes, y entonces: ; mos y otra que sea un experto o que al menos esté más a d e ­
había redactado el examen con toda confianza. Su profesor lantado que usted en ese campo. Tal vez también le gustaría
se quedó atónito al leer el examen y le preguntó: «¿Cómo disponer de un «ingenuo» a quien poder enseñar y orientar.
te las has arreglado?». A l final del curso, jo e vino a darme Cuando la nueva imagen de usted sea clara y vuelva al
las gracias, y me dijo que le habían otorgado el premio al ' papel de observador, es el momento de adoptar la actitud
estudiante que había realizado el mejor progreso ese año. Me necesaria para llevar el cambio a buen término: poner la im a­
prometió seguir practicando el trabajo con imágenes y llegó gen en una burbuja o un globo, proponerse que se haga rea­
a conseguir -el título con un brillante expediente, a pesar del.. lidad y soltarla, mandando el globo fuera de su vista, "y
hecho de que yo fuera casi ia única persona del claustro que' 1 reconociendo que no depende totalmente de usted, y que
creyera que lo conseguiría. tanto si lo consigue como si no, usted sobrevivirá y pros­
perará. Term ina, como de costumbre, agradeciendo, refle­
xionando, mirando al futuro y emergiendo,
C a m b io d e v id a : E structura d e l e j e r c i c i o v El formato es:

Tras decidir qué cambio quiere efectuar, qué proyecto desea Preparación: Despejar un espacio y relajarse
completar, o qué habilidad le gustaría mejorar, el primer 1 . invocar la imagen del cine privado
paso del ejercicio Cambio de Vida es conectar con su au- 2. Una imagen de usted como es ahora
toimagen actual para ver su imagen de usted mismo. La ior- 3. U na imagen de usted como será después del cambio
ma de hacer esto en este trabajo es simplemente imaginar una 4. Expertos, ayudantes e ingenuos
pantalla y dejar que surja una imagen de usted como es aho: 5. M irar atrás

212
6 . Proponerse y liberar qUe era antes? Descubra exactamente cómo funciona y qué
7. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger eS |o que hace que esta manera de funcionar resulte tan fruc­
t u o s a . Pase un día siendo esta persona y fijándose en todos

S o s detalles de cómo vive, incluyendo cómo, o si, se levanta

C a m b i o d e v i d a : E j e r c i c i o b á s i c o p o r l a mañana, se lava los dientes, desayuna, va al trabajo,

Dasa sus ratos de ocio y se acuesta por la noche.


Decida qué cambio de vida, meta, proyecto o mejora de ha­
bilidad desea. Entonces empiece por: C o m e n t a r i o : S i n o le g u s ta la p e rs o n a q u e a p a re c e en la p a n ta lla
0 no p uede so p o rta r la an sied ad q u e le p ro d u ce ser esa p erso n a, o
Preparación: Despejar un espacio, relajarse Do o b tien e n in g u n a im a g e n , n o se d e s e s p e re : esto n o h ace m ás q u e
decirle p o r q u é le h a sid o tan d ifíc il lle g a r a q u í. J u e g u e en su im a ­
ginación co n la im a g e n d e u ste d h a s ta q u e e n c u e n tre u n a q u e le
1 . Invocar la im agen del cine privado. Imagine que está
resulte c ó m o d a : p ie n se en o tra s p e rso n a s q u e lo h acen b ie n , o en
en su propio cine privado. Está sentado en medio de la platea
cómo p o d ría lle v a r a c ab o el c a m b io y s e g u ir sie n d o u n a p e rs o n a
y delante de usted está la pantalla.
que g u sta, o s im p le m e n te p r e g ú n te s e : si y o p u d ie r a re a liz a r este
cambio d e u n a fo rm a q u e m e h ic ie r a s e n tir b ie n , ¿ c ó m o s e ría ?
2. Usted com o es ahora. Permita que surja en la pantalla E n to n ces v u e lv a a in v o c a r u n a im a g e n . Q u iz á le g u s ta ría p r o ­
una imagen cíe usted como es ahora, antes de haber alcan­
zado su meta. ¿Q ué imagen es? ¿Cóm o funciona esta per­
bar a ser e sa p e rs o n a s ó lo u n o s m o m e n to s si re s u lta m u y a m e ­
nazador, h a s ta q u e se s ie n ta m ás c ó m o d o . Si la p a n ta lla e s tu v ie ra
I
sona? Ahora describa lo que está haciendo: no como una co m p letam en te v a c ía , a ú n p u e d e in tr o d u c ir s e en e lla : s e g u ra m e n te
aberración o un acto de estupidez sino como la opción po­ co m pro b ará q u e s u rg e u n s e n tim ie n to a u n q u e n o h a y a n in g u n a
sitiva, aunque lim itadora, que está tomando en este mo­ im agen.
mento. ¿Por qué o cómo toma esta opción y cuáles son las
ventajas y desventajas? 4. Expertos, ayudantes, ingenuos: Viviendo aún como
¿Cóm o se siente respecto a esa persona? Permítase acep­ esa persona, imagine que ahora tiene dos ayudantes, pueden
tar y apoyar a esa persona, incluso si no está a favor de la ser personas reales o im aginarias: uno es alguien que le apo­
opción que está tomando, y admita que ésta es la mejor op­ ya y le anima a seguir, y el otro es un experto en lo que
ción que puede tomar actualmente, hasta que sea capaz, con usted está haciendo y puede aconsejarle. ¿Quiénes son? Pre­
su ayuda, de tomar una mejor. Entonces deje que la imagen gúnteles lo que le apetezca y vea qué le dicen, introdúzcase
se desplace por la izquierda de !a pantalla, hacia el pasado. en su imagen y sea ellos, para aprender sobre la experiencia
«
Así es como era usted, pero ya no lo es. de funcionar de una manera experta y de querer apoyar a la
persona que es usted. Sepa que les puede llamar en cualquier
3. Usted com o será. Ahora deje que surja una imagen de momento que los necesite en el futuro. También podía im a­
usted como será después de alcanzar su meta o realizar este ginar que tiene un «ingenuo» al que usted puede ayudar y
cambio de vida. Observe la nueva imagen. ¿En qué se di­ I aconsejar.
ferencia de la anterior? Ahora, en la imaginación, acérquese
a la pantalla e introdúzcase en la imagen. ¿Qué sensación le 5. Mirar atrás. M iré atrás y vea qué es lo que le llevó
produce ser esa persona? ¿En qué se diferencia de la persona hasta este punto. ¿Q ué pasos dio? M ire a la persona que era

214 215
i
antes; ¿cómo llegó desde allí hasta aquí?, ¿qué cambio rea ticarla en la vida icai, concéntrese durante un momento en
lizo que hizo esto posible? ser esa persona.
Si se hace realidad no olvide agradecerlo de nuevo: un
6. P ro p on erse y liberar. Ahora saiga de ia imagen y vuel­ golpecito de felicitación en la espalda en su honor, por su
va, a. su asiento, M ire a la persona de la pantalla, y reconozca yo inconsciente y por el universo nunca está de más.
que esta persona es realmente usted, mismo, como usted po­
dría ser y será. Tome una decisión absolutamente real de que
esta meta es: a) posible; b) deseable; c) algo a íg que tiene A p lica cion es rápidas
derecho o que está bien que usted lo obtenga, y d) que de­
dicará su energía y voluntad a que esta persona se haga rea- 1 . Cuando quiera realizar un cambio y no esté seguro de
lidad. cómo, o se sienta mal por la forma que ha manejado una
Por otro lado, tenga en cuenta que no «tiene» que con­ situación, dedique un momento a invocar una imagen de sí
seguirlo. Puesto que ninguno de nosotros tiene un control mismo cómo es ahora en la pantalla, y luego otra de cómo
total sobre el mundo o sobre nosotros mismos, es perfec­ será cuando haya aprendido a hacerlo mejor o haya realizado
tamente posible que no suceda. En este caso improbable el cambio. Fijarse en la diferencia le ayudará a clarificar exac­
usted sobrevivirá y dirá: «¿Q ué viene a continuación?». En tamente la naturaleza.de su actitud actual y el cambio que
cuanto a la imagen, póngala en una burbuja o un globo y necesita adoptar.
dígase a sí mismo: «Tengo toda ia intención de que esto su­ 2 . Cuando quiera hacer algo — aunque sea escribir una
ceda y io libero», dejándolo ir y permitiendo que desapa­ carta o hacer una llamada telefónica— que le resulte una car­
rezca completamente de su vista. Se ha ido ahora a la ga y a lo que da vueltas y más vueltas en la cabeza, simple­
dimensión de los potenciales que están a punto de hacerse mente perm ita que surja en la pantalla una imagen de usted
efectivos. A algunas personas les gusta la idea de decir: haciéndolo, ponga la imagen en la burbuja, propóngaselo y
«Pido y me propongo que esto se haga real, y lo libero». suéltela. Esto reduce ia ansiedad, lo saca de su mente y se
Esto resalta una actitud receptiva desde el mismo comienzo. lo lleva al reino de los potenciales que esperan ser hechos
También podría añadir: «Y así es», puesto que ya existe en efectivos. Esta técnica es útil tanto si quiere hacer eso ahora
esa dimensión de los potenciales. o más tarde. Por tanto, si lo que quiere es levantarse de la
cama, cree una imagen placentera de usted levantado y ha­
7. Agradecer, reflexionar, m irar al fu tu ro y em erger. ciendo algo agradable, propóngaselo y suéltelo, y entonces
AgradezcaTa sus yos consciente e inconsciente su colabora­ espere hasta que se levante de la cama de una forma natural.
ción. Antes y después de emerger, reflexione sobre las im­ De forma parecida, si necesita hacer una llamada por la tar­
plicaciones concretas de lo que ha aprendido y mire al futuro de, haga lo mismo y cuando llegue la tarde verá cómo se
para ver lo que se propone hacer en un sentido práctico con dirige hasta el teléfono para quitarse esa llamada de encima.
el fin de que su visión se haga realidad. Si la meta parecí 3. Si quiere que le suceda algo que no depende entera­
difícil, o simplemente necesita más práctica, d ^ .q u e unos mente de usted —tanto si se trata de que llegue el bus 159,
momentos™cada”3 ía- aI^JercIcío ”3e" ser ~ía^ersoñaTqi¡e~séFai: una oportunidad en los negocios o un nuevo o nueva aman­
después"^eTTam BIo~H e^^Ír^ añtés~^e^adeñtrarie^ñ"üñá te— intente dedicar un momento a imaginar que eso sucede,
sitoació^^ñ T aqüep oH rouiar esa habilidad, o antes de prac­ póngalo en una burbuja, pidiendo y proponiéndose que su-

216
ceda y suéltela. S í funciona a un nivel superior que e! de la
casualidad, ¿por qué no? También nos hace sentir más es­
peranzados respecto a la vida, sobre todo si recordamos la
importancia de percibir la meta adecuada y no sólo estable­
cerla, y de soltar en lugar de «tener» que conseguirla,

Conclusión

El secreto del trabajo con imágenes es dejar que sus imágenes


se encarguen de !a tensión y el esfuerzo: traoajar sobre las
imágenes y bregar con ellas hasta obtener las adecuadas,
Tercera parte
pero no luchar en la vida reai para hacer que sucedan. Pro­
ponerse algo es una dirección clara y una determinación; li­
berar es una actitud receptiva de dejar que las cosas sean. Si Práctica ampliada del
en vez de esto usted se encuentra con una sensación de con­
fusión, lucha dolorosa, carga, preocupación o cualquier otro
sentimiento molesto después de haber trabajado o estable­
trabajo con imágenes
cido una meta, entonces es que necesita reconsiderar su meta
y su actitud hacia ella. Tal vez haya establecido una meta
que le exige demasiado ahora mismo, o una en la que no
haya aclarado las ambivalencias que tiene respecto a ella.
También podría ser que se haya olvidado de fiarse de sí mis­
mo y «soltar». Recuerde que una meta, o una intención de
crear un cambio, están ahí para dar m ayor realce a su vida
y hacerle sentirse mejor, no para imponerle mas obligaciones
con las que fustigarse a sí mismo.
Asegúrese de que las metas que escoja para trabajar están
equilibradas, que incluyan algunas que tengan que ver con
divertirse y pasarlo bien, otras con sus relaciones, y algunas
otras que tengan que ver con el cuidado de sí mismo y su
autoestima, además de algunas relacionadas con el trabajo.
Atrévase a perseguir metas que parezcan ideales aunque
improbables, pero no sienta que tenga que alcanzarlas de
forma imperativa. Señalar la luna con el dedo podría ser lo
más que nos podamos acercar a elia, pero incluso eso pueae
ser profundamente inspirador.

218
12

Salud y enfermedad
Los ángeles de la enfermedad nos traen
mensajes

Cuando le sugerí a Bryan que usara el trabajo con imágenes


como ayuda con su problema de gripes y resfriados fre­
cuentes, se xnostró bastante escéptico. El trabajo con imá-
genes estaba bien para explorar sus emociones o para
ayudarle a encontrar una dirección en la vida, pero los sín­
tomas físicos era mejor dejárselo a la ciencia y a una visita
jLlffiidico. De todos modos, estaba cansado de tener la gripe
al menos dos o tres veces cada invierno, con fiebre tan alta
que normalmente perdía una o dos semanas de trabajo cada
vez, y ni la ciencia ni el médico parecían poder encontrar
ninguna solución. Lo intentaría.
. un mensi j e a los «ángeles de la enferme­
dad»? sus consejerqs s ^ itarios inferiores; Apareció una ima-
gen de un radiante mar azul, con una antigua barca griega
en la que remaban varios hombres, sudorosos y agotados.
Incapaz de entender nada, preguntó: «¿Q ué significa esto?».
La respuesta fue: Orestes. Aún no veía la relación. Entonces
vio el nombre P restes dividido en grandes caracteres en el
cielo: O- re st - e a se ^* Captó el mensaje de que él era la anti­
gua barca griega y sus remeros, siempre invirtiendo toda su

* Juego de palabras intraducibie: rest: descanso; ea se: tranquilidad


(N. del T.)

221
energía en r e m a r . Le vino u n ?, ¡magen del viento inflando y, p o r tanto, ser más proclives a la enfermedad; podemos
la s velas v los remeros tomándose u n descanso. No tenía haber ¡legado a un punto conflictivo de nuestra vida que no
necesidad de usar tanta energía todo el tiempo, podía to­ podemos resolver, o estar llenos de un resentimiento repri­
marse un descanso y un respiro cuando le conviniera y dejar mido del que no podemos librarnos; o tener un sistema in-
que las velas hicieran el trabajo. De esta manera sería menos munológico deprimido debido a la muerte del cónyuge o a
vulnerable a la gripe y a los resfriados. la pérdida del empleo; o estar luchando con tal fuerza para
Al parecer, este mensaje afectó a Bryan^de una forma satisfacer las exigencias sociales que no nos queda energía
m uy profunda. Con gran asombro pasó tres largos años sin para cuidar de nosotros mismos o combatir la enfermedad.
tener una gripe ni un resfriado, y sólo un ligero resfriado ei En el momento en que el equilibrio y el flujo dentro de
año siguiente. nosotros, y entre nosotros y el mundo, se ve perturbado por
¿Cómo es posible esto? Al fin y al cabo, Bryan ni si­ razones internas o externas, y sobre todo cuando nuestra
quiera hizo nada conscientemente. Como un sueño que no energía física, emocional y espiritual se ve forzada en exceso,
deja de repetirse porque no entendemos el mensaje que nos somos más propensos a la enfermedad. Esto se da especial­
transmite, las gjypes 3' resfriados de Bryan eran un mensaje mente cuando no nos damos cuenta consciente de nuestros
repetitivo de su cuerpo inconsciente al c¡ue éi hacía oídos sentimientos ni reconocemos los procesos por los que pa­
sordos,. Y así como cuando hemos entendido el sueño, éste samos, de forma que la enfermedad acaba siendo, en efecto,
deja de aparecer, lo mismo sucedió con las enfermedades de el único medio de expresión que le queda a nuestro orga­
Bryan. Una, vez su contenido se tom ó consciente por medio nismo.
de las imágenes, e l m e n s a j e del cuerpo inconsciente dejó de Cómo ya hicimos notar en el capítulo 3, hacemos más
ser inconsciente y la e ^ e m a ^ ¿ n o ^ o j ^ e j o l v e r . responsables no significa culpam os a nosotros mismos. La
falta de armonía en nuestro interior no sólo no es «culpa
nuestra», sinq que a menudo ni siquiera se origina en no­
La en ferm ed a d co m o relación sotros. Somos físicamente vulnerables a las acciones, infec­
ciones, mala nutrición, toxinas y debilidades hereditarias de
Se puede pensar en la enfermedad como un intento del or­ las que no somos personalmente responsables; muchas
ganismo de enfrentarse a una m ala relación o falta de ar-_ de éstas resultan, además, de prácticas sociales, políticas y
monía interna o entre nosotros _y el mundo. A veces, y comerciales con las que podemos estar en completo desa­
especialmente cuando se trata <le \ma enfermedad leve, se Ja cuerdo. También somos vulnerables a situaciones de tensión
puede considerar una especie de protección, como un fusible sobre las que no tenemos control, como la muerte de un
que se funBe antes de que se queme toda la instalación. pariente, un traslado laboral o la pérdida del empleo; nues­
N uestro organismo com peto incluyo mente, cucrpo, es­ tras reacciones emocionales a todo esto pueden debilitar di­
píritu y emoción,, funcionando como ..parte de un mundo fí­ rectamente nuestros sistemas inmunológicos y hacernos, por
sico y social. La falta de armonía puede darse, pues, en tanto, más susceptibles a la enfermedad .1
cualquiera, y en más de uno a ía vez, de estos niveles. Po­ De todos modos, nuestro sistema inmunológico corre un
demos estar llenos de toxinas a causa de la comida que co­ riesgo
1 m1ayor si somos incapaces de expresarlos sentimien-
MUUfl'IH ffP" ’*" >1"1"»1j|fir»nn imiww* w|i>i»inypiiiiiin|H| h¡)iii ' .......

memos, el aire que respiramos y contra el que no tenemos tos o de trabajar sobre lo que nos h a sucedido. La falta de
protección; podemos estar físicamente cansados en exceso amor, la pérdida del sentido de la vida, la rabia contenida y

222 223
la imposibilidad de encontrar una salida a los conflictos y n0S días de salud para revitalizarse y pasarlo bien de forma
problemas constituyen el terreno sobre el que florece la en­ e n0 necesite pasar tantos días enfermo,
fermedad. Un trabajo de investigación sobre hombres de jsjo estoy diciendo que con sólo tener una actitud o ima­
edades comprendidas entre los 21 y los 46 años indicaron gen adecuada no vaya a ponerse nunca enfermo, ni siquiera
que aquellos que se hallaban satisfechos de su vida padecían qUc éstas vayan a curarle por arte de magia. Creerlo así no
una décima parte de las enfermedades graves y muerte que pUede sino aumentar nuestra tendencia a la omnipotencia y
padecían aquellos más insatisfechos, incluso cuando se pres­ a [a autoinculpación. Pero lo que sí diría es que, si ponerse
cindía estadísticamente de los efectos del alcohol, tabaco, 0 mantenerse sano es algo prioritario para usted, es de la
obesidad y longevidad de los antepasados .2 ■
“máxima' importancia entender y estar abierto a modificar
Para describirlo en forma de imágenes: mantener a un eloTaspectos de su relación consigo mismo y con el mundo
nivel profundo la imagen de ser un burro m uy cargado a acerca de los que sí puede hacer algo. En otras palabras, ne-
quien querrán mientras trabaje mucho y bien, y cuánto más *cesÍta averiguar dónde está estancado y encontrar una forma
pesada sea la carga más le apreciarán, puede llevarle a con­ de solucionar el problema y seguir avanzando que le resulte
traer enfermedades. La enfermedad no es una elección cons­ más saludable que una enfermedad. De esta manera, ai me­
ciente, sino la respuesta de su organismo al hecho de no nos le dará a su organismo una opción y una posibilidad de
tener la libertad de vivir de una manera que no le obligue a transformarse.
enfermar; podría ser incluso la manera que tiene su orga­
nismo de protegerse contra problemas más graves. La propia
imagen no es culpa suya, sino más bien la mejor forma, y Cuerpo, m ente y espíritu
la más creativa, que usted conocía para afrontar la familia y
otras situaciones en las que parecía no poder obtener el amor Ál ser organismos de múltiples niveles, podemos enfocar la
que deseaba simplemente por ser usted. Podría ser también salud y la curación desde numerosos puntos de vista. Para
una imagen aprobada y elogiada por su fam ilia y su cultura. ponernos o mantenernos bien, podemos decidir practicar la
Además, usted no es responsable de los gérmenes, ni del meditación o relajación de forma regular, cambiar nuestras
estrés competitivo de su trabajo, ni del hecho de que en esta pautas de ejercicio, dieta y/o trabajo. Para curar una enfer­
sociedad se suela identificar a las personas con su trabajo en medad, también podemos tomar medicamentos, operarnos
un grado tan excesivo que mucha gente muere poco después y beneficiarnos de todos los descubrimientos de la ciencia
de jubilarse porque sienten que y a no tienen ninguna utili­ moderna. Todas éstas son ayudas poderosas para el proceso
dad. curativo y no se debería prescindir de ninguna como vía po­
Sin embargo, al reconocer la poderosa fuerza combinada sible.
de las imágenes interiores y las presiones exteriores, usted Pero en la raíz de todo cuanto hacemos se encuentra la
se halla en una posición magnífica para dar un paso atrás, conciencia: la voluntad de vivir y crecer, la comprensión de
reevaluar su estrategia y probar otro camino en el futuro. lo que significa estar bien y si, en verdad, deseamos estar
Llegado a este punto, empieza a tener una posibilidad real bien, y de nuestra atracción hacia una opción que refuerce
de elegir. Puede decidir que en lugar de ser un burro le gus­ ja salud o que la haga peligrar. Si, por ejemplo, la enfer­
taría ser un pavo real o un gato. O podría tom ar la resolu­ medad es la respuesta más conveniente a lo que parece un
ción que de ahora en adelante se tom ará periódicamente problema irresoluble, no se seguirá un régimen de vida sa-

224 225
iudable y la ciencia médica se encontrará batallando con fan nt0 de visca inconsciente, casi inmoral; de hecho, no se
tasmas en la oscuridad. ^nede estar sana y ser buena a la vez.
En ese mismo momento y lugar decidí que si esa era efec­
tivam ente mi opción interior, entonces prefería estar sana a
Las c h ic a s b u en a s m u e r e n jó v en es ser b u en a. Recuperé m i energía como por arte de magia al
día siguiente y nunca he vuelto a recaer, ni a contraer nin­
Hace algunos años tuve que ser hospitalizada a causa de una guna enfermedad grave. De todos modos, desde entonces,
hemorragia intestinal. Trabajé intensamente con mis imá­ cada vez que tengo aunque sea la gripe más benigna pienso
genes interiores para poder entender la naturaleza de la en­ que si las cosas fueran bien yo estaría bien. Aprovecho en­
fermedad y percibir cómo podría curarme a mí misma e tonces para dar u n repaso a mi vida y ver q u é cambios ne­

impedir que volviera a enfermar. Descubrí, por ejemplo cesito efectuar para hacer innecesaria la enfermedad.

que cuando intentaba imaginarme bien no podía hallar nin­


gún signo de dicha en la imagen, puesto que eso significaba
volver a cargarme de responsabilidades. No reparé en es­ la verdadera salud
fuerzos hasta que obtuve una impresión de una vida que va­
liera la pena vivir. Salí del hospital m uy transformada por la La salud no es simplemente la ausencia de enfermedad. Esto
experiencia, con más esperanzas hacia la vida de las que ha­ se hace del todo patente si observamos con atención a las
bía tenido en mucho tiempo, curada, pero débil aún, llamadas personas sanas que nos rodean y nos fijamos en lo
A l cabo de unos meses seguía sin tener energía; dormía poco saludables y felices que parecen ser. Aún puedo oír las
pocas horas cada día, como si tuviera una gripe que no aca­ palabras de una amiga de la infancia que me dijo: «M i padre
bara de curarse. Fui al médico del hospital y éste me dijo cayó muerto de un infarto. Sólo tenía cuarenta años y nunca
que no tenía nada orgánico y que tenía que ver con mi «es­ estuvo enfermo, ni un solo día». Me quedé profundamente
p íritu», un comentario sorprendente en boca de alguien que trastornada ante este rayo caído del cielo y la acompañé sin­
declaraba no creer siquiera que el estrés estuviera relacio­ ceramente en su sentimiento de injusticia. Pero también po­
nado con la enfermedad. Volví a casa y seguí esforzándome dría ser que el padre de mi amiga, al no estar verdaderamente
para profundizar más en mí misma y entender qué era lo sano, hubiera muerto precisamente por el hecho de no haber
que me impedía ponerme bien. estado nunca enfermo; sin los plomos de la enfermedad,
Finalmente obtuve una imagen de una «heroína» de n todo el circuito había saltado de repente.
fancia de Mujercitas, una novela que había adorado, leído v ¿Qué es, pues, salud plena? La salud, en su grado óp­
releído de niña. M i heroína era Beth, una niñita siempre dul­ timo, posee una cualidad positiva, estética, propia de ella.
Cuando estamos realmente sanos es un placer vernos y estar
ce y bondadosa y que nunca quería hacer nada excepto que­
darse con mamá y cuidarla, y que murió antes de haber con nosotros, porque de nosotros emana una corriente de
cumplido los veinte años. Empecé a entender que mi ima- >rí renovación. Cuidamos el cuerpo, y el cuerpo nos cuida a
interior de ser «buena» era la de trabajar tanto y tan dura­ nosotros, de manera que nos ven, y nos sentimos, hermosos
mente al servicio de los demás que acababa por enfermar, y de una torma que nada tiene que ver con la edad, el peso o
entonces merecía de verdad que me cuidaran. Y más aún, /' j
los cánones de belleza convencionales. En un sentido más
las niñas buenas mueren jóvenes. Estar sana era, según mi amplio, cuidamos nuestra relación con el mundo de forma

22 7
que nos darnos a él con un placer saludable, y el mundo n
recibe con ¡gaal placer. por ejemplo, un niño que padecía un tumor cerebral
Frases como «radiante» o «rebosante de salud» sugiere •considerado incurable, siguiendo el consejo de un médico
este estado de plena salud. Transmiten la idea de estar en aue creía en el valor de las imágenes, practicaba la visuali-
contacto con nuestra fuente interior de energía vital, que f]u zación consistente en bombardear el tumor con minúsculos
ye sin obstáculos a través de nosotros y sale a encontrarse
proyectiles. Un día anunció que había hecho un viaje a tra-
con el mundo, así como la de ser receptivos y estar abiertos v¿s de su cabeza en un cohete espacial y que no había en­
a ias fuerzas vigorizantes de la naturaleza y de la gente. En contrado el menor rastro del cáncer. Ante la incredulidad de
el mundo difícil y poco saludable en que vivimos, gozar <ie todos, estaba en lo cierto: el cáncer había desaparecido.3
|ean H ouston,4 pionera en el campo de la expansión mental
plena salud no es, con frecuencia, un estado permanente1
pero cuanto más a menudo podamos estar así tanto mejor p"deí desarrollo de la creatividad consciente, cuenta cómo,
será nuestra vida. a los veintitrés años, gravemente enferma de algo que el mé­
dico diagnosticó como gripe, un grupo de señoras con flo­
ridos sombreros la visitaron en su imaginación delirante y
Trabajo con im ágenes recep tiv o y a ctivo le dijeron que le pidiera a su madre que le hicieran un análisis
de sangre del tipo que se efectúa a los alcohólicos. Su madre
A l usar el trabajo con imágenes para tratar de la salud y la estuvo de acuerdo y para su sorpresa, la enfermedad se re­
veló como un caso virulento de hepatitis.
enfermedad, tanto si estamos efectivamente enfermos como
simplemente decaídos, necesitamos estar abiertos a las imá­ Las imágenes o consejeros interiores también nos pueden
ofrecer consejos concretos sobre cómo curamos a nosotros
genes relacionadas con nuestros procesos mentales y físicos
profundos y practicar las imágenes de una forma activa que mismos,, que pueden incluir dieta, ejercicio o incluso me­
refuerce nuestra capacidad de ponernos y mantenernos ple­ ditación, así como cambios menores o mayores en nuestra
namente sanos. actitud. U na vez y otra, la gente ha comprobado que el con­
sejo ofrecido por el cuerpo inconsciente había sido notable­
En un nivel receptivo, necesitamos abrirnos a imágenes
mente acertado.
que nos digan lo que está aconteciendo tanto en nuestro
Cuando estaba pasando el duelo por la muerte de un fa­
^fiueffiQ.como en nuestra mente inconsciente. Como ya es
miliar, mi consejero interior me dijo que si bien tenía que
habitual, necesitamos llegar a una comprensión de nuestros
pasar por el proceso de llorar su pérdida, mi salud física es­
supuestos inconscientes profundos y empezar a reexaminar­
taba sufriendo y que debía eliminar la sal, ei azúcar, la ca­
los a la luz de nuestro conocimiento adulto consciente. Pero
feína y el alcohol, los cuales no hacían más que sobre­
las imágenes también nos pueden ofrecer información di-
excitarme y deprimirm e, y tom ar vitaminas y Ginseng. Si
recta sobre nuestro bienestar tísico. No solo se puede pre­
cualquier otro me hubiera dado una prescripción como ésta,
decir el pronóstico de una enfermedad examinando las
yo me ia habría tomado a la ligera. Pero de alguna manera,
imágenes de la persona enferma, sino que también existen
el consejo me llegó con tal fuerza que me encontré siguién­
miles de ejemplos documentados del mensaje o imágenes
dolo. En pocos días, no sólo había recuperado mi fortaleza
que manda el cuerpo inconsciente, mediante un consejero
física sino que mi equilibrio emocional también parecía ha­
interior, que informa al paciente de lo que va mal mientras
berse compensado.
los médicos están aún confundidos.
Para curarnos a nosotros mismos también necesitamos
228
recibir mensajes de cómo sería el estar sanos y radiantes ^
tivas C a d a e je r c ic io d e b e r á ir p r e c e d id o d e d e s p e ja r u n es-
y r e la ja rs e , y c o n c lu ir
acio c o n a g r a d e c e r , e m e r g e r ,
c ponemos y m an ten er^ reflexionar y m i r a r a l f u t u r o .
así. A l hacerlo, a menudo descubrimos lo que nos im píj'
querer estar sanos, además de obtener un modelo o paut
preparación: Despejar u n espacio y relajarse a n te s de
para gozar de plena salud que puede resultam os del todo
cada ejercicio.
novedoso.
i i, a c tu a l d e s a lu d o e n fe r m e d a d y q u é
¿ C u á l es m i e s ta d o
Más dolorosa, pero igualm ente importante, es la expío-
i significa?
x c >, orno eña estar fatalmente enfermos, ¿xi0. | 2. ¿Cómo sería sufrir u n a enfermedad fatal, morir y e n -
nr,_ asistir a nuestro propio funeral, ser capaces de volver a
1 ' tonces disfrutar de otra oportunidad?
examinar toda nuestra vida y luego poder vivir para contar­
¡ 3, ¿Cómo sería gozar de plena salud?
lo. Enfrentarse a todo esto en la imaginación puede parecer
j 4. Crear imágenes curativas
terrorífico, pero al volver a la vida cotidiana tal vez oueda
5. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger des-
decidir que va a asegurarse de que esto no suceda en la rea­
i pués de cada ejercicio.
lidad, a poco que pueda meter baza en la cuestión. Esto es
particularm ente decisivo si hay algo que le preocupe acerca i
de su estilo de vida o de la posibilidad de enfermedades o
G o z a r d e s a l u d p l e n a : S e c u e n c i a b á s i c a d e
accidentes fatales.
EJERCICIOS
El trabajo con imágenes puede bastar para ponernos en
marcha. Pero es también útil practicar activamente imágenes
Preparación: Despejar un espacio y relajarse
que. faciliten la curación y la vida saludable. Estas imágenes
son nuevos programas que proporcionan una pauta de cu­
1. ¿ Cuál es mi estado actual de salud o enferm edad y qué
ración y salud a la que nuestro cuerpo inconsciente puede
significa? H ay varias maneras He usar las imágenes para"com­
responder y adaptarse y que también guiarán a nuestro yo
prender nuestro estado actual. Estas son algunas:
consciente a efectuar la clase de elecciones que sean real­
a) Im agen com o metáfora. Concéntrese en cualquier
mente saludables. En cualquier caso, todo tipo de trabajo
parte dé su cuerpo qué esté enferma o padezca una disfun­
con imágenes reposado nos brinda una oportunidad para esa
ción, o, si no existe ningún problema en particular, en su
relajación diaria que resulta tan saludable para la mente, e)
estado corporal general: Sugiérase: Deseo que surja una ima-
cuerpo y el espíritu.
gen de un animal, planta u objeto que represente mi enfer-
£? s . ... , ,r-|T.|-T iiiiii.rronn...ti— T—r r - —1__■———■-__

rnédad/éStado d e salud/hígado/corazón/estómago o aquello


"que"no funcione con norm alidad (lo que proceda) en este
G ozar d e sa lu d p le n a : E structura d e los e je r c ic io s
momento de mi vida.
77 "Una v e z ^ iy a _áparécido la imagen trabaje sobre ella de
. '
El proceso que le sugiero, más que ser unos pasos de un solo
la forma expuesta en el capítulo 5. Manténgase abierto a la
ejercicio, es en realidad una secuencia de ejercicios que le
posibilidad de que la imagen tenga algo que ver con diag­
perm itirán explorar qué le sucede ahora, qué podría apren­
nosticar o describir su estado físico, a la vez que es una me­
der imaginando que padece una enfermedad terminal, qué le
táfora de su estado mental y emocional.
impide gozar de buena salud y cómo crear imágenes cura­
b) Las Casas d e la Salud y la E n ferm edad. Permita m Muere. ¿ C ó m o es m o r ir ? S u e s p íritu sale flo ta n d o y o b ­

surja una imagen de la Casa de la Salud. Examínela desde s e rv a lo q u e s u c e d e d e s d e a r r ib a . ¿ C ó m o r e a c c io n a la g e n te ?

todos los ángulos y luego entre en ella. ¿Cómo es? ¿Cómo • Cómo se siente respecto a sus reacciones? Asiste ai funeral
se siente aquí? En la Casa de la Salud conocerá a uno o mis y oye lo que dicen: ¿Cóm o le hace sentir? ¿Qué epitafio
consejeros sanitarios. ¿Quiénes son? Hable con ellos y escribirán sobre su tumba? ¿Q ué sería lo m á s adecuado y
dales su opinión sobre su situación actual de salud/enfer­ que mejor representara la verdad de su vida? ¿Qué le gus­
medad, y qué le conviene hacer al respecto. Pídales que sean taría que pudieran escribir?
tan concretos como puedan, en el sentido de darle un pro­ Ahora repase su vida y piense que si tuviera la ocasión
grama de salud que englobe mente, cuerpo y espíritu. de volverla a vivir de nuevo, ¿en q u é c a m b i a r í a sus actitudes
También puede intentar permitir que surja una imagen y/o elecciones? Lo más importante, ¿cómo podría asegu­
de la Casa de ia Enfermedad y, de nuevo, examínela, entre rarse de que esta vez disfrutaría de u n a l a r g a y feliz vida y
en ella y conozca a los consejeros. ¿Qué tienen que decirle que m oriría de puro viejo?
ellos sobre su vida y lo que le conviene hacer con ella? Pí­ Imagine ahora que se despierta con un sobresalto y se da
dales que sean muy concretos. cuenta de que todo esto ha sido un sueño. Piense ahora en
c) Los ángeles de la enferm edad (para cuando está en­ qué necesita hacer para asegurarse de que esta pesadilla no
fermo): En lo alto de una colina, bien a la vista, hay dos se vuelva realidad.
ángeles que hablan en susurros sobre usted. ¿Qué dicen?
Pregúnteles por qué ha venido a visitarle la enfermedad, y 3. ¿ Cómo sería si gozara de plena saludf Permita que
qué mensaje necesita aprender de ella de forma que pueda surja una imagen de usted completamente sano. ¿Cómo es
vivir de una manera que no necesite enfermar. La respuesta usted? ¿Cóm o se siente, actúa, se relaciona con el mundo?
puede llegar en palabras o en imágenes. Si no la entiende, ¿Qué le hace sentir que vale la pena levantarse por la m a­
siga pidiéndoles que le ayuden a entenderla. ñana? Si le resulta difícil encontrar una vida sana y satisfac­
d) Pintar la imagen. Tome papel y rotuladores y haga toria, tómese el tiempo necesario para seguir trabajando con
un dibujo de su enfermedad o de su estado de salud. Trabaje los sentimientos hasta que encuentre una forma de imaginar
con el dibujo de la misma manera que lo hizo con el ejercicio una vida plenamente saludable que le resulte placentera.
«Imagen como m etáfora», en el capítulo 6. Empiece por
concentrarse en la imagen como un todo, y luego en sus C o m e n t a r io : Si lo desea, tam bién puede adaptar el ejercicio del
diferentes aspectos. También puede mantener una conver­ cine p riva d o del capítulo 14 , C am b io de V ida, perm itien do que
sación entre las diversas partes del dibujo. surja p rim ero una imagen de usted ahora y luego una de có m o
será cu and o goce de plena salud.
2. ¿Cómo sería si contrajera una enferm edad fatal? Ima­
gine que le han dicho que padece una enfermedad fatal y que 4. Im ágenes curativas. Éstas son algunas ideas:
le queda una semana de vida. ¿Qué enfermedad padece? a) Si ha dejado que surja una imagen de su enfermedad
¿Cóm o se siente? ¿Q ué sucede durante esta semana? Fíjese o de su estado corporal actual, permita que surja una del
en cómo reacciona a los médicos, a la gente que le visita y proceso curativo. Puede ser realista o simbólica. Puede ima­
a todas las personas que han significado algo en su vida. ¿De ginarse sus glóbulos blancos en acción y las toxinas aban­
quién desea despedirse y qué les quiere decir? donando su cuerpo de forma natural. O puede inspirar y

233
radiante y d e arno
s e n t ir c ó m o s u c u e r p o s e lle n a d e u n a l u z
f) I m a g in e q u e s e e n v u e lv e a s í m is m o c o n la f o r m a de
y siente y ve t o d a s la s t o x in a s q u e salen del cuerpo
a i e x p ir a r
u n a p ir á m id e y s ie n t a s u p o d e r c u r a t iv o y c e n t r a d o r .
c o n el a li e n t o y p o r lo s p o r o s d e s u piel. O puede flotar e
a g u a s cuarativas, o bañarse e n una fuente de luz curativa. Es
: C o m e n t a r i o : A u n q u e esté e n fe rm o , ach aco so o sin p le n a s a lu d ,
importante q u e la imagen le p a r e z c a más intensa q u e la ima­
d e d i q u e u n o s m in u to s cad a d ía a p ra c tic a r la s im ág e n e s c u ra tiv a s ,
gen d e l a enfermedad y q u e p u e d e funcionar de forma na­
o im ágen es d e u n a v id a p le n a m e n te s a lu d a b le . E sto tien e la d o b le
tural p a r a curarle y perm itir q u e la s toxinas abandonen su f i n a l i d a d de a le n ta r a su c u e rp o y m en te in c o n sc ie n te s a a d o p ta r
cuerpo. Esto puede llevarle algún tiempo, porque sus imá­ pautas n u e v a s y m ás s a lu d a b le s y d e se r u n a fo rm a d e m e d ita c ió n
genes actuales expresan su actitud del momento, pero al tra­ o re la ja c ió n , q u e co m o h e m o s v is to en el c a p ítu lo 5 es u n a c c e so rio
bajar de esta manera deberían surgir imágenes y actitudes vital p a ra la c u ra c ió n y la s a lu d . E sto s e je rc ic io s so n ta m b ié n v i­
más positivas. tales c u an d o se s ie n ta d e c a íd o , h e rid o , v u ln e ra b le o s ie n ta q u e n e ­
b) Imagine que de su cuerpo y de su espíritu emana una cesita a lg ú n tip o d e c u ra c ió n . S i a lg u n a vez p e rc ib e q u e h a re c ib id o
luz radiante que los manifiesta, rodea y protege. Perciba que algún d a ñ o , p r im e ro c ú re se a s í m ism o y lu e g o s a lg a ai m u n d o a
hacer lo q u e sea n e c e s a rio p a ra re m e d ia r el a g ra v io . P ero in c lu s o
en cierta forma esta luz ha sido infiltrada, rasgada o dañada
s i p ien sa q u e e stá b ie n , v a le la p e n a tr a b a ja r co n esto s e je rc ic io s ;
de alguna otra manera. C ure el daño y reinstaure la brillante a veces no s a c o s tu m b ra m o s ta n to a u n e s ta d o b a jo de s a lu d q u e
luz natural de su ser interior. n o n o s d am o s c u e n ta de q u e a lg o v a m al y n e c e sita m o s q u e se n os
* c) Imagine un circuito de personas a su alrededor que le recu erd e n u e s tro p o te n c ia l.
aman. Pueden estar vivas o m uertas, o ser incluso figuras
procedentes de su trabajo con imágenes, siempre que usted
sienta que realmente les importa. Pídales que le manden un ' Conclusión
amor y una radiación curativos desde su cabeza y corazón.
Acepte este amor y radiación y nútrase plenamente de ellos. En cierto modo todos los ejercicios con imágenes tienen que
Cuando sienta que los ha aceptado plenamente, puede man­ ver con conquistar la buena salud. Cuando se desprende de
dar su propio amor y radiación curativos a todos ellos. Qui­ sus miedos y fantasías, cura sus relaciones, dice adiós, cuan­
zás ahora le gustaría unirse a ellos en el círculo curativo. do es necesario y encuentra la creatividad y la satisfacción,
d) Tomando la imagen de usted con plena salud como está mucho mejor equipado para querer y lograr vivir una
en el paso 3, practique el ser esa persona totalmente salu­ vida larga, sana y feliz. Y viceversa, practicar los ejercicios
dable. Pase todo un día, o realice una tarea difícil siendo esa de salud debería ayudarle no sólo a estar sano sino también
persona sana. Tenga en cuenta que esa persona sana es su a vivir con m ayor gozo.
auténtico yo y que su responsabilidad es simplemente per­ De aquí que la siguiente descripción que hizo jan e, una
m itirle que surja y florezca. joven alumna de trabajo con imágenes que estaba escribien­
e) Si ha creado un santuario o lugar de paz en el ejercicio do no sobre la salud sino sobre el funcionamiento general
de relajación del capítulo 5, pase un rato en el santuario, del trabajo con imágenes en su vida, suene más como la his­
disfrutando de la tranquilidad y de la sensación de tener una toria de un viaje interior hacia la salud:
relación armónica con el universo que de allí surge de una
Es com o si de todas las sem illas plantadas en no so tro s, sobre
forma natural. to d o en los prim eros años de vida, algunas fueran malas e

235
hicieran un tuerte ru id o en n u e s tro interior, q u e a m enudo
se h ace más fu e rte a m e d id a q u e c re c e m o s y en vejecem o s
M e d ia n te el tr a b a jo co n im á g e n e s, v o lv ie n d o a ias raíces y
re c o n c iliá n d o n o s con io s m o tiv o s d e la p e rtu r b a c ió n , parece
q u e p o d a m o s a c a lla r ese r u id o , d e ja n d o ú n a se n sac ió n de paz
en esa z o n a . T ras o b te n e r b u e n o s re s u lta d o s al tr a b a ja r con Los sueños en los cambios
u n a « m a ia s e m illa » h a y u n a g ran s e n s a c ió n d e lib eració n y
de un p eso q u e se a lig e r a . P o r esta ra z ó n , c u a n ta s m ás «m alas
decisivos
s e m illa s » o p e r tu r b a c io n e s se tr a b a je n , m ás s ile n c io ex istirá
en ci in te r io r y m ás lig e ro se rá el ser.
Anoche tuve el más extraño
Tal vez sean estas ruidosas semillas las causantes de la de los sueños
enfermedad, y el silencio interior y ia ligereza del ser sea una
manera de describir la salud.
Al trabajar con imágenes nos ponemos nuestros traje de
buzo y nos zambullimos con coraje, tan profundamente
como nos lo permite nuestro valor, a desenterrar los tesoros
que guarda el mar/Los sueños, por otro lado, son fabulosos
tesoros que el mar expulsa de sus profundidades y deposita
en nuestras costas. La m ayoría de personas dan una mirada
a estos raros especímenes y los devuelven enseguida al agua,
preguntándose qué tendrán que ver con ellas. Pero ahora
que ya ha llevado a cabo algún trabajo con imágenes, y en­
tiende el poder del mar del inconsciente para afectar nuestra
vida, sin duda agradecerá estos inesperados regalos y estará
dispuesto a tomarse un tiempo para explicarse por qué le
fueron dados y qué puede hacer con ellos.
Una gran ventaja al trabajar con los sueños es que sa-
pernos que necesariamente son «auténticos»; puesto que nos
llegan sin haberlos solicitado, son claramente mensajes de
nuestro inconsciente y no algo que nos hayamos «inventa­
do» con nuestra inteligencia consciente. Pero por la misma
regla de tr :s, a menudo quedan más turbadoramente fuera
del, alcance de nuestro entendimiento que las imágenes en las
que nos zam bullim os y con las que trabajamos. Míen-
tras que las imágenes que surgen durante el trabajo guardan
por lo general un significado intuitivamente evidente para

236 237
nosotros, esto no es siempre así cuando se trata de los jidad especial que difiere bastante de los sueños más nor­
sueños. males. Por lo general, los sueños relacionados con el futuro
Existen numerosas teorías sobre qué «son realmente» l0s son más. .realistas y a menudo representan escenas que uno
sueños: se ha creído que eran el resultado de una mala di­ oQ S^Ú -SP^kL m S n o jartic ip a, y ei soñador suele des­
gestión, o la información no procesada de nuestro ordena­ pertarse con una fuerte sensación de haber estado en un sitio
dor mental personal, la revelación de nuestros temores y r,.;d. En cierto sentido son más como visiones que como
deseos más profundos, un mecanismo para resolver proble­ sueños.
mas, un mensaje de otras personas, vivas o muertas, o una
predicción del futuro. Es muy posible que los sueños ex­
presen todas estas posibilidades, y muchas más. Realidades oníricas multidimensionales

Seguramente, la mejor forma de plantearse los sueños sea


Presagios d el futuro como un oortal a ese mundo multidimensional de nuestro
.^ ...... .... "~~i---- t ~-- -

y o ' inconsciente del que hablamos en el capítulo 3. Nos ofre­


Por ejemplo, existen abundantes pruebas de que los sueños cen, por tanto, acceso a los recursos de los que la m ayoría
pueden a veces predecir el futuro. A lo largo de los años, he de nosotros estamos desconectados cuando nos centramos
preguntado a muchos grupos de alumnos universitarios so­ en la realidad social y m aterial de nuestra vida cotidiana en
bre sus sueños y he descubierto que en cada grupo de diez estado de vigilia.
a quince alumnos hay siempre uno o dos que pueden contar De aquí que el mensaje que nos trae el sueño pueda tener
sueños que predicen un acontecimiento futuro, con una pre­ que ver con la enfermedad u otros problemas del cuerpo in­
cisión tal que no se puede atribuir a la pura casualidad. consciente, con pensamientos y sentimientos tabú del
U na alumna, por ejemplo, que normalmente iba al tra­ inconsciente personal reprim ido, con la sabiduría intuitiva
bajo en el coche de un amigo, tuvo un sueño en el que ella del inconsciente universal, con los archivos aún por abrir del
y su amigo, de camino al trabajo, tenían un leve accidente inconsciente cotidiano, o, desde luego, con todo lo citado.
con un camión en un cruce; el conductor del camión sacaba Esto significaría que sueños diferentes pueden necesitar in­
la cabeza y les gritaba. El sueño la preocupó y se lo contó terpretaciones m uy distintas, y también que la m ayoría de
a su amigo, pero salieron para el trabajo como de costumbre. sueños se pueden entender en más de un solo nivel.
No sólo tuvieron el accidente con un camión en el mismo fel trabajo con imágenes se centra normalmente en el uso
cruce que en el sueño, sino que el conductor que sacó la de las imágenes para entender y transformar nuestra relación
cabeza por la ventanilla tenía exactamente la misma cara y con la vida, y éste es también el enfoque adoptado para con
gritó las mismas palabras que el conductor del sueño. los sueños en este capítulo. Puede que incluso más que otras
El hecho de que algunos sueños profeticen el futuro no imágenes, los sueños sean magníficos para confrontarnos
significa que todos, ni siquiera la m a y o rí ajde^el 1os , J o hagan. justamente con ese dilema que estamos a punto de resolver,
‘Ü n a pesadilla,' por ejemplo, es casi con toda certeza una .ex­ o que necesitamos resolver, en ese momento. En mi expe­
presión de los propios jem o res más que un. presagio de un riencia, los sueños con los que se trabaja en profundidad
desastre real en el futuro. Personas que tienen .sueños que constituyen siempre un carpbio de sentido, y cuanto más
presagian eH uturja^me explican que éstos poseen una cua- molestos sean tanto más importantes pueden resultar.

239
Perdida en un sueño brasa conexión del inconsciente psicológico con el mundo
real y que piobablem ente me hizo tomar el sueño aún más
Hace unos meses soñé que iba en tren y que tenía que ir a] en serio. A l día siguiente, me encontraba en un tren pen­
lavabo (loo). Erróneamente, pensé que esto significaba que sando sobre el sueño cuando una mujer se me acercó y me
debía bajar del tren, volver a la estación anterior y tomar dijo que se había equivocado de tren y que si podía ayudarla
otro tren para proseguir el viaje. No sabía dónde estaba ni Cuando me dijo adonde iba, le sugería que se bajara en iá
cómo se llamaba la estación anterior. Busqué desesperada­ próxima estación y que cambiara allí. «Pero no tengo plano
mente un plano del metro de Londres y no encontré nin­ del metro y no sé dónde estoy», me dijo, de forma confusa.
guno. Me sentí m uy confusa y frustrada, pues el plano del La mire fijamente, apenas capaz de creer que no estuviera
metro parecía esquivarme. alucinando, y ie dije, despacio: «No necesrta ningún plano
de metro para el tren». Era evidente que creía que tenía que
T rabajo co n los su eñ os volver a la estación anterior, que resultó ser Water/oo (es­
tación del metro londinense), y que pensaba que podría 'lle­
M e desperté bastante angustiada y sin entender de qué tra­ gar en metro. Pude decirle, con toda seguridad, que no
taba el sueño. Decidí trabajar con los diversos símbolos del necesitaba ningún plano ni volver a ninguna estación pasada,
sueño, de una forma m uy parecid a a como lo Hicimos en el porque ya vería que si se apeaba en la próxima estación po­
capitulo 5, «convirtiendome» en cada aspecto del sueno y dría cambiar de tren y proseguir su viaje. Cuando empe­
hablando con mí yo onírico... zamos a hablar me dijo adonde se dirigía: sentí un ligero
El pTano~me dij"o‘'que"me esquivaba porque yo no lo ne­ alivio al enterarme de que iba a asistir a un curso y no a un
cesitaba: no sólo estaba buscando un plano equivocado, por­ congreso.
que el metro londinense no guarda ninguna relación con el
tren, sino que en todo caso no lo necesitaba porque podía Cambios decisivos
confiar en mi yo profundo para encontrar el camino. El tren
me dijo que había comprado un billete y que, por tanto, Mi sueño me señaló que ya había efectuado un cambio en
sabía adonde me dirigía. El lavabo me dijo que tomarse un mi vida y también apuntó al próximo cambio que necesitaba
descanso durante el viaje era correcto y que no tenía nece­ llevar a cabo. En sueños anteriores me había visto funcio­
sidad de volver a la estación anterior. N o tenía más que re­ nando con prisas, impelida por la necesidad de satisfacer las
lajarme y confiar en el tren. expectativas de los demás. Pude ver que ahora había avan­
Arm ada con estas seguridades por todos lados, me rein- zado y estaba «en el tren», al borde de encontrar mi propia
troduje en el sueño y lo continué. Volví al tren, me relajé, dirección.
y de pronto descubrí que conocía mi destino: me dirigía a Pero aún mis dudas entorpecían mi fluir, desviándome
un congreso entre el universo y las naciones, en el que yo de mi propio sendero en busca de confirmación oficial, to­
representaba al universo. No necesitaba ningún mapa oficial talmente innecesaria, para acabar confundida y perdida. Era
para saber de dónde procedía y adonde me dirigía. Más bien esencial, como podía ver ahora, que dejara de dudar de mí
necesitaba usar mi energía en prepararme para las tareas que misma y que confiara en que la ruta que había elegido era
me esperaban. la correcta y la que me llevaría adonde necesitara ir. H abía
El sueño tuvo un epílogo, que me hizo notar la asom- llegado el momento de pasar a examinar mis propósitos, to-

240
241
te¡,1 mientras que el lenguaje y los conceptos adultos se re­
mándelos es serio, y prepararme para lo que me deparara tienen con facilidad en la «m ente», las experiencias oníricas,
el futuro. La idea de representar al universo en un congreso
comq los recuerdos de infancia, seguramente se relacionan
entre éste y las naciones era una metáfora más bien grandiosa con, y se guardan en, nuestro cuerpo y nuestra experiencia
de lo que yo necesitaba hacer a mi modesta manera, y me luiiestética. Es por esta razón que cuando nos movemos, el
sentí agradecida por la claridad que me ofrecía.
sueño parece desaparecer o disolverse, y también que con­
El sueño, o el trabajo que realicé con él, constituyó un tarle el sueño a alguien inmediatamente después ayuda a
cambio de sentido importante en el desarrollo de mi visión conservarlo: lo traducimos a un código verbal que podemos
de adonde iba mi vida y de mi voluntad de planificar y llevar recordar en la mente, por así decirlo, en lugar del cuerpo.'
a cabo con eficacia aquello que siento que es adecuado para Saltar de la cama justo después de despertar y antes de poner
mí. Más recientemente, he tenido sueños en los que, por el sueño en palabras es definitivamente, por tanto, ia manera
primera vez, soy yo quien conduce, lo cual me ha reafir­ de no recordarlo.
mado que he empezado a estar a cargo de mi vida. Es sólo Antes de dormirse, hable con su inconsciente y dígale
un comienzo, insisto, porque la forma más bien frenética en que valora sus sueños y que le gustaría recordarlos. Luego,
que he estado conduciendo en mis sueños me da una buena cuanHo se despierte y abra los ojos, ciérrelos de nuevo, To-
idea acerca de los que necesito trabajar a continuación. davia tumbado, cuentese ei sueno a si mismo, o a otra per-
sona, volviendo a el y reviviéndolo. Este es, en cualquier
caso, el prim er paso para trabajar con el sueño. También
i Q ué pasa si no sueño ? comprobará seguramente que éste es un momento ideal para
seguir adelante con el ejercicio si no tiene que levantarse de
Antes de exponer el ejercicio de sueños necesitamos abordar
la cama enseguida.
dos posibles problem as: «¿Q ué pasa si no sueño?, y ¿Qué
Registrar el sueño de alguna manera tan pronto como se
pasa si no recuerdo los sueños?», Del primero podemos
despierta, con los ojos todavía cerrados, sirve de gran ayuda
prescindir con bastante presteza porque todo el mundo sue­
para recordar y conservar ios sueños. Así, antes de acostar­
ña en abundancia. Si usted no recuerda sus sueños podría
se, deje una libreta y un bolígrafo o un magnetófono al lado
ser, como creía Freud, que se deba a que reprime los re­
de la cama. Al despertar, trate de coger, con los ojos cerra­
cuerdos, pero no hay muchas pruebas de ello, y es más pro­
dos, papel y boli o ei magnetófono y registre cualquier frag­
bable que se deba a que duerme m uy profundamente y que
mento del sueño que recuerde. Mantener los ojos cerrados
al volver a la superficie, el sueño se haya perdido. Es por
a! despertar es difícil, pero simplemente ciérrelos cuando ad­
esta razón que los sueños que tiene por la mañana, después
vierta que los ha abierto. Esta técnica funciona de forma
de despertarse y volverse a dorm ir ligeramente, son a me­
progresiva, por tanto, no abandone si no parece tener m u­
nudo los que mejor recuerda. He hablado con cientos Je
cho efecto de inmediato. Con el transcurso de los días com­
personáis sobre sueños y de éstas, una y sólo una no sabía,
probará que recuerda cada vez más sueños y que se siente
literalmente, lo que era un sueño, porque no podía recordar
más en contacto con el mundo onírico.
que nunca hubiera tenido uno.
No necesita tener un sueño completo para poder traba­
La forma en que nos despertamos y nos movemos in­
jar, ni un sueño que acabe de tener. Cualquier sueño o frag­
mediatamente después de soñar es fundamental para nuestra
mento que le venga a Ja mente sirve para ser explorado. Los
capacidad de recordarlos. Como ha señalado Ernst Schach-

242 243
■ w .

sueños que se repiten son especialmente buenos, puesto que Preparación: Despejar un espacio y relajarse
siguen «llam ando a .su puerta», intentando decirle algo im­ 1. Entrar en el sueño
portante que usted no quiere oír. En mi experiencia, cuando 2. Estudiar el sueño
alguien trabaja sobre un sueño que se ha dada más de una 3. Convertirse en las imágenes
vez, el mensaje es m uy intenso, y en todos los casos que 4. Integrar los puntos de vista
conozco, el sueño no se ha vuelto a repetir. Lo que sucede 5. Revivir y continuar el sueño de forma fructífera
a menudo es que el sueño siguiente sea una expresión de un 6. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger
nuevo estadio en la evolución de la persona.
Recuerde que los sueños perturbadores no son «malos Si usted mismo no aparece en el sueño, puede optar por
sueños», porque apuntan hacia el próximo paso a dar. Los identificarse con otro aspecto del sueño, su yo onírico. Si
sueños placenteros también son enriquecedores, porque n in g u n o de ios símbolos del sueño parecen representarle, o
pueden representar un estado que necesitamos valorar y, si usted siente que se ha limitado a ser un observador, no haga
lo deseamos, siempre podemos encontrar sitio para un de­ caso de las instrucciones que no le parezcan pertinentes.
sarrollo ulterior. Aun así, puede entrar en e! sueño, estudiarlo, convertirse en
las diversas imágenes, continuar el sueño y agradecer, refle­
xionar, m irar al futuro y emerger.
Los sueños co m o cam bios d ecisivos:
Estructura d el ejercicio
Los SUEÑOS C O M O CA M BIO S DECISIVOS: E JE R C IC IO BÁSICO
A l trabajar con los sueños como cambios decisivos,* el en­
foque que sugiero es de la misma índole que el que he uti­ 1. Entrar en el sueño. ¿C uál es el fondo ambiental, emocio­
lizado en el sueño expuesto más arriba. Vuelve al sueño, nal o sensorial, del sueño? ¿Puede ponerle un nombre? ¿Le
percibe los sentimientos y relaciones de fondo y lo revive. resulta conocido? Ahora entre en el sueño, y sienta el am ­
Luego, observa el sueño desde arriba y desde los lados, man­ biente. Pase por el sueño de principio a final, o por todo
tiene conversaciones con los diferentes aspectos y con el sue­ aquello que pueda recordar. Si trabaja con un guía, cuéntele
ño como un todo, para penetrar en su significado con mayor el sueño como si estuviera sucediendo ahora mismo. Re­
profundidad. Con todo esto y a habrá empezado a fami­ conozca los sentimientos, las relaciones, la situación de los
liarizarse a partir de su trabajo con las imágenes del capí­ sueños. ¿Q ué le es fam iliar de éstos?
tulo 5.
Vuelve entonces al sueño, integrando en su yo onírico 2. Estudiar el sueño, im agine que el sueño sucede en un
todo lo que ha aprendido de las diversas perspectivas y seres, escenario. Perm ita que su espíritu se eleve y observe desde
y revive todo el sueño con un nuevo enfoque. Lleva el sueño arriba el sueño y su yo onírico. ¿Q ué nota? ¿Cóm o afronta
hasta el futuro. Es importante en este punto proyectar sobre la vida el yo onírico? ¿Q ué enfoque o cualidad personal po­
dría ayudar al yo onírico a vivir el sueño con más alegría?
su vida las percepciones adquiridas y considerar cómo puede
Si le pudiera susurrar cualquier cosa al yo onírico, ¿qué le
usar esa cualidad o comprensión personal en su vida en ese
diría? Entonces pruebe de observarlo desde la izquierda, la
preciso momento. El formato del ejercicio es, en síntesis:
derecha, detrás, delante y debajo. Desde cada perspectiva,
244
245
perspectivas. Tómese el tiempo necesario para dejar que se
fíjese en que le viene a la mente sobre el sueño y el yo oní­ absorban.
rico. Si puede, desplácese alrededor físicamente, con el sue­
Trate de formular en palabras tan claras como le sea po­
ño «en medio», con el fin de mirarlo desde todos los
sible lo que ha aprendido y, si el sueño no era totalmente
ángulos. satisfactorio, qué nuevo enfoque, actitud o cualidad perso­
nal necesita adoptar para vivir este sueño de una manera que
3. C o n vertirse en las im á gen es. ¿Cuál es el aspecto más al final le haga sentir realmente mejor.
destacado del sueño? Puede ser una persona, una escena, un
edificio, un objeto o un acontecimiento, Ahora introdúzcase 5. R e v iv ir y con tin u a r e l su eñ o d e f o r m a fru ctífera . Aho­
en esa imagen, bien mentalmente, bien colocándola en la si­ ra, a menos que el sueño fuera perfecto tal como era, trate
lla enfrente de usted y cambiando de asiento. Siendo esta de revivir el sueño con este nuevo enfoque o cualidad per­
imagen, hable de usted y de su punto de vista, incluyendo sonal. Si le resulta demasiado difícil actuar de una manera
su visión del yo onírico. diferente, simplemente dígase: si yo tuviera esa cualidad, o
Luego prosiga, y conviértase en todos los otros aspectos, si yo fuera así, ¿que haría? Si se bloquea, saiga del sueño y
importantes, por turno: ¿qué siente y ve cada uno? ¿Qué haga una reevaluación que le permita saber si necesita algo
quiere decirle cada uno al yo onírico? Donde proceda, man­ más para poder avanzar. Intente encontrar una forma de vi­
tenga conversaciones entre el yo onírico y cualquiera de es­ vir el sueño que le haga sentir bien.
tos aspectos, o entre los diferentes aspectos. Cada aspecto Lleve el sueño hacia el futuro. ¿Qué sucede a continua­
del sueño, tanto si es una persona, una silla o un movimiento ción? ¿Qué hace después de eso? ¿En qué se diferencia de
enérgico, contiene un mensaje que usted, como yo onírico cómo transcurría el sueño antes?
o como soñante, necesita oír. Ahora, examine la solución desde las diferentes perspec­
Ahora hable con el sueño como un todo: «Sueño, ¿qué tivas que tomo antes. ¿Q ue piensan los otros seres? ¿Qué
quieres decir?». Pase a ser el sueño y responda. aspecto tiene este nuevo sueño desde arriba, abajo y los la­
Puede resultarle de ayuda continuar el sueño: ¿qué ha­ dos? Si hay cambios ulteriores que parezcan apropiados,
bría sucedido a continuación si no se hubiera despertado en pruébelos.
ese momento?
6. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger.
4. In te g r a r los p u n tos d e vista. Cuando crea que ha* í Cuan<io se sienta bien respecto al sueño, dé las gracias a su
aprendido tanto como puede de los diferentes puntos de vis­ inconsciente por concederle el sueño, y a su yo consciente
ta, es el momento de reintegrar las comprensiones en su yo por trabajar tan diligentemente. Pídale a su inconsciente que
onírico como actor principal. Vuelva al sueño como per­ , integre sus nuevas comprensiones y que le ofrezca un nuevo
sonaje central. Observe a cada uno de los personajes y cada J S sueño en un futuro próximo que represente su nuevo estado
una de las perspectivas y piense en lo qué cada uno le ha ■
de desarrollo.
dicho. Piense también en lo que ha aprendido al continuar ¡ j j p A ntes y después de emerger, piense en las aplicaciones
el sueño. ¿Q ué comprensión tiene ahora de cómo vive en el de sus comprensiones a su vida. ¿En qué área de su vida se
, , relaciona con el mundo de la manera que lo hacía en el sue-
mundo de los sueños y de cómo podría vivir? Pídale a su
I ño? ¿Cóm o podría funcionar de otra forma? A menudo exis-
inconsciente que asimile e integre estas comprensiones y
K
247
te una zona concreta de la vida que requiere precisamente Conclusión,
esta clase de atención.
Escriba también su experiencia, dibuje el sueño, dáncelo Uno de los aspectos importantes de este trabajó es que em­
o expréselo por cualquier otro medio. Todo nuevo modo de pezamos a crear modelos nuevos de cómo podríamos ser.
expresión, como toda nueva perspectiva, le ofrecerá algo que Mediante el estudio del sueño, o de un acontecimiento de la
le resultará de utilidad., ■' vida real, desde todas estas perspectivas, la regla que ac­
tualmente guía nuestra actitud y comportamiento se vuelve
clara y consciente, y puede emerger una nueva regla o pa­
Aplicaciones trón. Revivir el sueño o una experiencia real no sólo clarifica
el modelo alternativo, sino que también sirve como ensayo
f Esta técnica también puede aplicarse a un acontecimiento de práctico. Facilita en gran medida el pasar automáticamente
la vida real que le haya sucedido y le haya dejado descon­ a esta nueva forma de funcionar incluso cuando nos encon­
tento, sobre todo aquellos que usted reconoce como expre­ tramos en una situación tensa que normalmente nos haría
siones de sus pautas ./Volvió a sorprenderse corriendo para caer en los viejos hábitos.
no perder el tren al trabajo, preocupado por llegar tarde y O tra ventaja es el hecho de que podamos acabar sintién­
sin sentirse preparado. O volvió a encontrarse en esa situa­ donos bien incluso en relación a las experiencias más nega­
ción harto conocida de enfurecerse con alguien por haberle tivas. Norm almente, tras 'u n a experiencia perturbadora o
fallado, diciendo todo aquello que no debería decir y sin­ desconcertante, tanto en un sueño como en la vida real, nos
tiéndose mal después. quedamos con un residuo de malestar o intranquilidad. Y
Sea cual sea la escena, trátela exactamente como si fuera aunque en teoría creamos que las experiencias más negativas
un sueño. 'Vuelva a ella y revívala, reconociendo los senti­ representan desafíos y enseñanzas positivas, si nos sentimos
mientos y sensaciones. O bserve la escena desde todos los dañados, echarnos un pequeño sermón a nosotros mismos
ángulos. Conviértase en los diferentes aspectos y personas sobre lo bueno que es sentirse mal no hace sino añadir in­
de la situación y háblese a sí mismo. Luego vuelva a la si­ sultos a la injuria.
tuación mentalmente y reintegre estas comprensiones en su Sin embargo, al trabajar sobre ello de este modo, y re­
persona. Cuando vea claramente qué atributo o actitud per­ vivir la experiencia con un final positivo, no sólo deja sellado
sonal puede u tilizar para abordar mejor la situación, reviva el recuerdo perturbador interior sino que lo transforma en
la escena. D isfrute realmente al conseguir que sea como us­ uno positivo. Acabamos teniendo un buen recuerdo de ha­
ted la quiere y de sentirse bien por cómo la maneja. Esta­ ber actuado bien, así como un plan positivo para el futuro.
blezca el compromiso consigo mismo de que en el futuro Siendo así, ahora le toca al inconsciente darle las «G racias»
podrá disponer de esta nueva forma de funcionar, al menos al yo consciente por este precioso regalo.
como alternativa, cuando se encuentre en esta situación.

248 249
corno el madre-hijo, hermano-hermana, o la amistad; y
otr0s son más idiosincrátieos, corno el «rebelde encantador»
o el «ángel abnegado», el «ser superior», o el «felpudo ca­
riñoso». Cada papel se puede interpretar de múltiples ma­
neras, y es la manera personal'de interpretarlo lo que lo
'convierte en nuestra «m arca registrada». Seamos o no cons­
M i presentación ante ios demás cientes de los papeles que representamos, las otras personas
responderán a ellos y representarán uno que se complemente
con el nuestro. Si yo represento el «felpudo cariñoso», no
SI el mundo es un escenario, ¿por qué es sorprendente que alguien me pise amorosamente.
no me ha tocado un papel mejor? Puesto que somos seres sociales, es esencial que reco­
nozcamos que aparte del simplemente «ser» también está el
«parecer». No somos espíritus puros, sino que más bien te­
nemos experiencias interiores y una personalidad exterior.
M i amiga C lare suele decirme que todos necesitamos no sólo
Si no definimos nuestra personalidad y nos responsabiliza­
decidir qué papeles queremos representar en la vida, sino
mos de lo que «parecemos», dejamos en manos de los demás
también conseguir un buen guión, decorado y vestuario,
su definición y el extraer conclusiones que pueden no gus­
Como auténtica hija de los sesenta, yo encontraba esta idea
tarnos. Y nos estaremos lamentando constantemente: «¿Por
un tanto sorprendente. ¿Por qué querría alguien represen­
qué no me toman en serio/me quieren/me respetan/les gus­
tar un papel si puedes ser tú mismo?
to?», o lo que sea que deseamos y no podemos conseguir.
Sin embargo, poco a poco he llegado a la conclusión de
Esto no significa que debamos usar los papeles como
que, en su grado óptimo, los papeles que represen tamos,son,
máscara que cubra un yo rea! que no consideremos lo su­
efectivamente, formas de ser nosotros mismos. Así como
ficiente bueno, lo mismo que una mujer no debería usar el
el lenguaje estructura la forma de pensar, los papeles son el
maquillaje para cubrir una cara que considera fea. Su autén­
lenguaje de las relaciones sociales que estructura la forma en
tico yo, como su cara natural, es por definición aceptable y
que nos presentamos y nos relacionamos los unos con los
digno de ser amado, y cuanto más brillo desprenda más
otros en los escenarios sociales. Si deseamos comunicarnos
atractivo resultará a la gente. Los papeles pueden ser con­
con personas fuera de nuestro círculo íntimo de amigos, ne­
templados como el medio por el cual usted puede expresar
cesitamos dominar lo suficiente este lenguaje para poder ex­
socialmente su verdadero yo, y, desde luego, por el cual
presar con él nuestra creatividad interior. De otro modo,
puede decorar y celebrar ese yo interior del que se siente
seremos considerados, y nos consideraremos, no como hijos
- -íO.
de la naturaleza sino como analfabetos sociales.
Los papeles constituyen realmente el marco de las rela­
ciones, y los modelos de lo que pensamos de nosotros mis­
De huerfanita a marcadora d e estilo
mos, de cómo nos presentamos y comunicamos con los
demás. Algunos son profesionales, como el tándem médico-
Yo era una ignorante casi total del lenguaje de los papeles
paciente, o asistente social-cliente; otros son personales,
sociales y, suponiendo que todos los demás también eran

251
«ellos mismos» me creía todo lo que me contaba todo el creía que veía .su esencia. Clare veía ;,u actuación y si ésta
mundo. Si yo preguntaba «¿C óm o estás?», y me contesta­ buena, la admiraba.
ban «Bien», yo creía que lo decían de verdad, y me pregun­ Todos estos conocimientos me llegaron m uy tarde en la
taba por qué sería que la vida de todos.los demás parecía vida; en realidad fue hace sólo cuatro o cinco años cuando
funcionar mucho mejor que la mía. Si cuando me contaban empecé a perder mi «virginidad social», por decirlo así, y
sus vacaciones, seleccionaban las mejores partes para diver­ tuve que moverme de prisa para recuperar el tiempo per­
tirme, yo creía que había sido así todo el tiempo, y mis va­ dido. De repente caí en la cuénta de que durante años había
caciones, en comparación, nunca parecían tan buenas como estado haciendo lo más difícil; explorar mi yo interior y au­
las suyas. téntico. Puesto que no podía tener buen aspecto a menos
Lo mismo me sucedía con la ropa: veía a otra mujer her­ que me sintiera realmente bien, tenía que llevar a cabo un
mosamente vestida, y no lograba entender y simplemente no gran trabajo interno para no vivir en un estado de vergüenza
entendía cuánto trabajo le llevaba eso; pensaba que se vestía permanente. De hecho, me siento m uy agradecida por este
así de forma natural, porque ella era esa clase de mujer. Si proceso, porque si hubiera tenido conciencia de cómo pre­
yo tenía el aspecto de una huerfanita desdichada debía ser sentarme ante los demás, quizás habría tomado un camino
porque en algún lugar de mi interior lo era, y no había nada más fácil y menos satisfactorio. Pero ahora, después de hacer
que pudiera hacer al respecto. Pero nunca dejé de sentirme todo ese trabajo, supuse que lo del papel social debía ser
herida cuando me decían, en un tono de amable respeto relativamente fácil y que con sólo un poco de empeño lle­
combinado con piedad, que evidentemente no cuidaba nada garía bastante lejos. Y así fue.
mi forma de vestir. Decidí que y a no quería que me vieran, ni verme a mí
Realmente yo no sabía que la gente considera algo per­ misma, como una «huerfanita»; por tanto necesitaba dejar
fectamente legítimo presentarse de la mejor forma posible. de vestirme como tal. Q uería ser una especie de «individua­
De este modo, cada vez que mi cara se encontraba con la lista con estilo», alguien que evidentemente conocía la
máscara de la otra gente, recibía un puñetazo en la nariz. Yo moda, pero que la utilizaba para expresar su propia perso­
estaba convencida de que no era, intrínsecamente, tan es­ nalidad. A prendí a observar cómo se vestían otras mujeres,
tupenda como los demás. Esforzarse en ese sentido era ina­ considerándolo ahora como una elección que realizaban y,
ceptable; de hecho, pensaba que mi deber era mostrar lo por lo tanto, que yo también podía realizar. ¿M e gustaba?
peor de mí para asegurarme de que si gustaba a la gente, Si era así, podía probarlo. A sí, en lugar de sentirme inhibida
lo que les gustaba era mi «verdadero yo ». Creía en la teoría cada vez que veía a una m ujer atractivamente vestida, estaba
de la personalidad del «Sí o N o». O se tiene o no se tiene. encantada: constituía una fuente de ideas nuevas y no una
Así que, para mí, fue un asombroso y liberador descu­ amenaza.
brimiento aprender que los papeles que la gente representa Para tener el aspecto que deseaba, también necesitaba
en la vida no eran más que eso: papeles que habían confec­ j>eraer peso. L)e nuevo, descubrí que podía convertir la en-
cionado y que valoraban. Del mismo modo, la ropa que ves­ vidia en voluntad. Un día, sentada en una playa griega, ro­
tían, no había «salido del arm ario» por las buenas, como deada de esbeltas y hermosas escandinavas, sintiéndome
Clare me señaló, sino que había sido cuidadosamente es­ gorda y poco atractiva, de repente tuve una revelación: si yo
cogida para adecuarse a cómo se veían ellos a sí mismos y admiraba su esbelta silueta no tenía por qué envidiarlas;
cómo querían presentarse. Cuando yo miraba a la gente se trataba simplemente de decidir llegar a ser como ellas.

252 253
Decidí, en ese mismo instante y lugar, cuántos kilos ai año . de nuestro alcance. ¿O uién quiere ser J^reiid si puede ser
perdería durante los tres próximos años. Y io hice. Fue alguien con estilo?
extraordinariamente difícil, pero no imposible. Sencillamen­
te, tenía que hacer que eso fuera lo más importante del mun­
do, y durante unos cuantos meses cada año lo fue. Estaba El yo social
totalmente resuelta a no sentirme mal por algo que yo tenía
el poder de. cambiar. La mayoría de personas tai vez no sean tan peligrosamente
También aprendí a u tilizar la intuición y el trabajo con ingenuas como era yo, pero habrá pocas que no se hayan
imágenes que había desarrollado -Pslc°l-ógico sentido fuera de lugar ante alguien más hábil que ellas con
profundo como guía para perder peso y vestirme bien. Sin­ los papeles sociales, y que por esa razón parezca tener una
tonicé con la imagen de mí misma como quería ser y^ en­ gran segundad y confianza en sí mismo. Por otro lado, m u­
contré una mujer delgada y activa. La imagen me enseñó que chas personas se enfrentan al riesgo contrarío de haber in­
perder peso no era solamente un mecanismo para complacer terpretado demasiado bien durante demasiado tiempo y
a los demás y ser atractiva, sino que era una manera de sen­ haber perdido así su sentido de orientación interior. Si usted
tirm e mejor físicamente y de ser lo que yo era por natura­ ha empezado desde el otro polo del dilema interior/exterior,
leza. Entonces miré atrás y vi cómo lo había conseguido: tal vez haya supuesto siempre que necesitamos interpretar
mediante una dieta de fruta y verdura. Así que para llegar a | papeles, y sólo más tarde en su vida haya empezado a des-
serlo... no tenía más que hacerlo. ! cubrir lo importante que es ser auténtico. Desde donde-
Me enseñé a mí misma a entrar en úna tienda y usar mi j ' quiera que llegue a ella, la incógnita es siempre la misma:
intuición para ir directamente a la ropa y complementos que ¿cómo se^puede ser uno mismo y a la vez interpretar n-n
me favorecieran. Y cuando me probaba algo, mi guía inter­ | papel satisfactorio y apropiado en el gran escenario de la vida
na, la reina egipcia, me daba su opinión. Si mostraba el pul­ I social?
I . , «SS?aí5S'-'<
gar para abajo, incluso cuando yo no lograba ver el motivo, j Irónicamente, cuanto más aprendemos conscientemente
lo dejaba en la tienda. Si ella decía que sería capaz de matar a dominar los papeles sociales, no a partir del miedo sino de
por tenerlo, yo lo compraba. Por fortuna resultó que sus i í la elección, tanto más fácil resulta ser nosotros mismos cuan­
gustos, y los míos eran más originales que caros. do dejamos de sentimos intimidados por personas que pa-
Pocos meses después de que empezara toda esta meta­ i recen comérsenos el terreno. Si nos consideramos como
morfosis, una joven camarera, m uy bien vestida, me pre­ alumnos, podemos dar las gracias a las personas que parecen
guntó cuál era mi trabajo, y me dijo que había supuesto que más elegantes que nosotros: ellas son nuestras maestras, lo
yo tendría una boutique; una alumna me preguntó dónde • •;•••• sepan o no. Una vez nos sentimos seguros en un papel so­
conseguía esa ropa tan original; una peluquera anotó la di­ cial, podemos estar suficientemente cómodos en el entorno
rección de la tienda donde me había comprado el bolso, y
1 Ü S° CÍa* pam escoSer cóm° 5 cuándo y dónde interpretarlo, o
un hombre con el que charlé durante un viaje me preguntó , incluso si queremos interpretarlo o no.
si trabajaba en la industria de la moda. Cada uno de estos J^ ^ .rd ejm ejlÍD gB n _ p ap el es imposible para aun-
encuentros me halagaba más que si me hubieran dicho que 1 m qUe a^ unos Pueden parecer difíciles o ser insatisfactorios a
mi talento psicológico igualaba al de Freud. Y así es siempre ¡ |p|' larga- El hecho de que otra persona interprete un papel
que uno domina un nuevo papel que parecía quedar furia ^ determinado mejor que usted puede significar sencillamente
1
254
T '

q u e es un papel resulta fácil, mientras q u e otros que


q u e le veZ los haya encontrado, es importante que se adentre en
usted interpreta con soltura pueden parecerle fuera de su al­ 'ellos y los interprete en la forma que más le plazca, es decir,
cance a ella. En realidad, no es más que una cuestión de hasta en la forma que disfrute más y se sienta más a gusto,
qué punto desea usted interpretar un papel, y cuán dispuesto ^ f ^ e d i d a que se sienta más cómodo con la interpreta­
está a trabajar para lograrlo. Cuanto más cueste aprender un ción de papeles empezará a formarse una idea de que no hay
papel, tanto m á s importante deberá ser para q u e usted se una sola forma de ser «realm ente usted», sino que el yo in-
tome la molestia. Pero la elección queda siempre en sus ma­ tefior tiene m il caras y que usted sólo ha llegado a conocer
nos. y mostrar algunas de ellas.
Es también m uy importante darse cuenta de que los pa­
peles siempre conllevan .supuestos sociales implícitos., puesto
que expresan actitudes e instituciones sociales del momento. Ese guía d e dientes largos
Si usted quiere interpretar el papel de «m ujer fatal», esto
podría representar para usted «m ujer tonta, inútil y her­ Puesto que no siempre es fácil saber qué papeles queremos
mosa», por lo tanto, no es de extrañar que haya evitado este representar, dados todos los condicionamientos sociales que
papel hasta ahora. Ser un «maestro decidido y respetado» nos dirigen inexorablemente a satisfacer expectativas, las
puede estar asociado en su mente con el autoritarismo y el mejores pistas que podemos encontrar en nuestro arsenal de
castigo corporal, y éste podría ser el motivo por el que de­ emociones son la actitud a la defensiva y la envidia.
cidiera interpretar el «chico bueno y débil», que tal vez no Algunas cosas que otras personas dicen de nosotros nos
le satisfaga demasiado. hacen sentir francamente mal y queremos defendernos,
Pero los papeles siempre están abiertos a nuevas inter­ mientras que otras que son igualmente negativas nos dejan
pretaciones. ¿Por qué renunciar a un papel atrae': y o solo indiferentes. ¿Cuáles son las peores cosas que le pueden de­
porque no le guste cómo se interpreta habitualmente? Está cir? El truco consiste en considerar: ¿Tengo que seguir sin­
en sus manos el rediseñarlo de forma que refleje su visión tiéndome mal por eso, o hay algo que pueda y quiera hacer
de cómo deberían relacionarse las personas entre sí. Por al respecto? Si lo hay, dispone de un excelente punto de par­
ejemplo, podría descubrir en usted a la m ujer fatal sexy y tida para empezar a aprender algunas nuevas habilidades.
atractiva que es también inteligente, segura de sí misma En cuanto a la envidia... fue mi amiga D ebby la que me
y fuerte; o al maestro fuerte y decidido que sabe escuchar a reveló que la envidia es lo que uno siente cuando ve a alguien
los alumnos pero que también sabe hacer valer sus propias hacer u obtener algo que uno mismo podría Hacer o tener,
necesidades y expectativas. pero que no se lo permite. 01 ponemos a ese guia de dientes
Seguramente, algunos de los papeles que usted tiene el ; largos a trabajar para nosotros, podemos empezar a inter­
hábito de interpretar actualmente no le reportan lo que usted pretar los papeles que deseamos en la vida. Sencillamente,
desea. Esto podría incluir papeles que interpreta en las re­ aprenda a decir «gracias» a su envidia por señalarle qué es
laciones más íntim as: «chico desvalido», «frío diplomático», lo que quiere pero que es incapaz de confesarse a sí mismo,
«loco entrañable» o «ángel abnegado» son algunos de los y decida qué quiere hacer al respecto.
más corrientes. Tome conciencia de qué papeles han dejado Cuando nuestra actitud a la defensiva y la envidia señalan
de satisfacerle. Luego, encuentre ios papeles que le atraen ^ hacia algo, sin embargo, lo señalan solamente en una direc-
que tienen más posibilidades de reportarle lo que desea. Una | ción más bien general, y es fácil desorientarse. Si se siente

256 257
-lit
envidioso de ia gente rica, y menospreciado cuando se I {-' hesita es tener el aspecto y la forma de hablar de un mé-
considera pobre, tal vez necesite confesarse, si no 3o ha he vc0y vestirse de forma adecuada, utilizar un tono de voz
ropiado y , en general, im itar a médicos de éxito, estaría
cho ya, que le gustaría ser rico. De todos modos, podría se­
adoptando la imagen del papel, pero no el objetivo interior
que el dinero no sea el quid de la cuestión. También nece
caracteriza el papel, A l conocerle, un paciente podría
sitaría explorar tras lo evidente para descubrir qué es exac
tamente lo que envidia acerca del dinero. ¿Es la libertad? ¿£¡ pensar: «Este doctor es adm irable». Pero tal vez él no se
poder mimarse a sí mismo? ¿La posición social? Cuando sienta mejor en absoluto.
descubra exactamente adonde apuntan su envidia o su acti Para realmente interpretar el papel con precisión, hace
falta adentrarse en las intenciones contenidas en él. En el
tud defensiva, podrá optar por lo que realmente desea.
i espíritu de un médico con unos modales de cabecera ver-
Desea el derecho de mimarse a sí m ism o... ¿cómo podría
mimarse incluso sin ser rico? Desea una posición social I laderamente curativos, hay una fuerte intención de hacer
sentir a los seres humanos dolientes que son escuchados,
¿cómo se está impidiendo obtenerla cuando es posible? Sus­
pira por la libertad... ¿qué suerte de libertad está ya a su cuidados y comprendidos, y que pueden relajarse y confiar­
disposición y usted no la aprovecha? Escoja un papel para lo bastante en el médico para facilitar su propio proceso cu­
rativo. A l ver a este médico, un paciente podría suspirar de
probarlo, niño consentido, persona importante o espíritu li­
alivio y pensar: «Verdaderamente puedo confiar en esta per­
bre, y descubra cómo representarlo bien. Recuerde que los
buenos actores pueden crear papeles convincentes aunque sona».
Esto es válido para cualquier otro papel. La apariencia
dispongan de pocos medios. Cuando se sienta seguro en el
papel, tal vez decida que interpretarlo a su entera satisfac­ debe proceder del objetivo interior, y no al revés. Arthur,
ción exige ganar más dinero. Si es así, el capítulo 15, sobre por ejemplo, siempre había anhelado ser el alma de las fies­
Tiempo y dinero, puede ser la próxima puerta a la que tas. Observaba a otras personas que hacían bien este papel,
llam ar. incluido su amigo Alan, e intentaba copiarles, pero nunca
parecía funcionar. Entonces probó con la técnica de trabajo
con imágenes consistente en imaginarse introduciéndose en
el cuerpo de Alan y preguntándose: «Com o alma de la fiesta,
O bjetivos e im ágenes
¿qué es lo que pretendo hacer?».
L., Al hacerlo, se dio cuenta de que él no intentaba ser el
La m ejor representación de papeles, tanto si es en la vida
alma de la fiesta sino más bien que sus intenciones se dirigían
real como en un escenario, no va de fuera a dentro sino de
dentro a fuera. Un papel no es una forma vacía ni una ima­ a entretener y divertir a todo el mundo para que se sintieran
relajados y a gusto. Entendiendo esto, A rthur descubrió en
gen atractiva; es una estructura en cuyo interior se llevan a
i sí mismo un placer, y un talento, para divertir a los demás,
cabo ciertos tipos de intenciones y relaciones. Como escri­
bió el gran director Stanislavski: «H ay una sola cosa que ¡ Í y empezó a esperar las fiestas con ilusión, como escenario
pueda tentar nuestra voluntad creativa y atraerla hacia no­ para sacar a la luz una faceta de sí mismo que no sabía que
sotros, y ésta es una meta atractiva, un objetivo creativo... estuviera allí.
El objetivo le confiere pulso al ser viviente de un papel».1
Tomemos los famosos «modales de cabecera» de un mé­
dico. Si, de joven estudiante, usted creyera que todo cuanto -,

258
La expresión externa d e los pap eles Exploramos exactamente cómo funcionaba J im m y cuan­
do st sentía seguro, lo que hacia, decía y sentía. ¿Cuál era
Una vez el objetivo interior está claro, como cualquier actor ¡a diferencia prim ordial entre las dos situaciones? En la si­
usted necesita encontrar la expresión exterior de este papel* tuación de la entrevista Jim m y se sentía juzgado, pero cuan­
Lo más importante es lo que Stanislavski llamó «línea d^ do un amigo iba a verle se sentía necesario. «Si sintieras que
acción exterior», la pauta de acción que expresa sus inten­ el entrevistador te necesitaba, ¿qué harías?», pregunté. En­
ciones. Sus esfuerzos activos para lograr su meta con su línea seguida se desveló un plan de acción que Jim m y podía verse
de acción exterior. Además, en la carrera de obstáculos de llevando a cabo. A l fin y al cabo, tal vez él fuera el hombre
la vida se encontrará cara a cara con circunstancias contrarias que necesitaba el entrevistador.
y personas con líneas de acción opuestas a la suya. Ei con­ a1gre?«-■
flicto entre su línea de acción y las acciones contrarias del I
mundo constituyen el drama de ia vida. ] Mi presentación: Estructura d el ejercicio
Por últim o, pero no por ello menos importante, tenemos i
la apariencia externa del objetivo interior y de la línea de El ejercicio de «M i Presentación» empieza con el proceso de
acción. ¿Cómo dar forma al papel? A quí cobra importancia escoger un papel que le interese y le haga sentirse bien. Pue­
toda la investigación que pueda llevar a cabo observando de hacer esto de varias formas diferentes: dándose cuenta de
cómo se visten otras personas, con qué fondos se ven bien, a quién envidia,' qué es lo que le hace sentir mal, qué le im ­
y demás. Pero la mejor prueba sobre su aspecto sigue siendo pide obtener lo que desea o qué papel representaría el mayor
su ojo interior: cuando su aspecto se corresponde con lo que desafío para usted. El paso siguiente es estudiar el papel tal
usted siente en su papel es que va por buen camino. como lo representan otras personas, observando cómo lo in­
terpretan, poniéndose en su piel y descubriendo la estruc­
tura interna de sus intenciones, haciendo tantas preguntas
Transferir habilidades como pueda. Cuando sea posible, piense en un aspecto de
su vida en el que ya tenga la habilidad necesaria para inter­
La mayoría de habilidades que entraña un nuevo papel son pretar el papel y descubra cómo puede transferir esta habi-
sencillamente viejas habilidades en un contexto nuevo. Es mu­ ¡j lidad. A continuación, a partir de la idea de la pantalla de
cho más fácil averiguar dónde tiene ya la habilidad y transfe­ fe cine del ejercicio de Cambio de Vida del capítulo 11 , véase
rirla al papel nuevo que intentar aprender una nueva. La línea a sí mismo en la pantalla tal como es ahora, y luego como
de acción surge entonces con toda su fuerza y esplendor. será en su nuevo papel, pruebe el papel; encuentre un guía
De esta manera, jim m y , que había sido despedido de su ■ interior y mire atrás para ver cómo ha llegado a conseguir
trabajo, quería encontrar desesperadamente un nuevo tra­ Ijj el nuevo papel. Finalmente, como de costumbre, agradezca,
bajo y sabía que debía aparecer como «un hombre seguro y. reflexione, considere las implicaciones para el futuro y emer­
en ascenso». Pero cada vez que iba a una entrevista le en­ gí ja. El formato, en síntesis, es:
traba el miedo y lo echaba todo a perder. Cuando le pre­ ¡1 ...
gunté en qué lugar de su vida sentía esta sensación de Preparación: Despejar un espacio y relajarse
seguridad, replicó: «C uando un amigo viene a pedirme con­ 1. Escoger un nuevo papel
sejo.» 2 . Estudiar el papel
¡SiP'
3. Transferir técnicas Al pensar en esa persona, imagine que su espíritu se eleva
4. C onvenirse en el papel I por encima, y alrededor de ella. ¿Q ué observa? Ahora entre
5. Encontrar el guía interior f; en la persona y descubra: ¿Cuál es mi intención u objetivo
6. M irar atrás . cuando desempeño este papel? ¿Qué es lo que le confiere
7. Agradecer, reflexionar, mirar al futuro y emerger carácter? ¿Cuál es mi línea de acción característica a la hora
de alcanzar mis objetivos? ¿Cómo me enfrento a la oposi­
ción? ¿Cóm o me aseguro de ser verosímil? Haga esto res­
M i p r e se n t a c ió n : E je r c ic io b á sic o
pecto a cada persona en la que pueda pensar como modelo
para este papc-l.
Preparación: Despejar un espacio y relajarse. Cuando se halle en medio de interacciones cotidianas,
empiece a fijarse en las personas que hacen este papel. Déjese
1. Escoger un nuevo papel. Las siguientes son algunas guiar por su atracción, o su envidia, hacia ellas para distin­
formas que puede usar para ayudarle a decidir qué papel le guir a las que son estrellas. Fórmese la idea de que están
gustaría representar mejor. haciendo algo que se puede aprender y empiece a observar.
a) El guía de dientes largos. M ire atrás con su ojo mental ¿Qué hacen? ¿Cómo visten? ¿Cómo se mueven? Imagine
y piense en las personas que le hayan hecho sentir envidia. que su espíritu se introduce en su cuerpo: ¿Qué sensación
¿Q ué cualidades tenían? Ponga nombres a los papeles que produce ser esa persona?'¿Q ué está intentando conseguir?
¿Cuál es la esencia de este papel, el rasgo que lo define?
representaban.
b) Príncipe y mendigo. Recuerde la últim a vez que al­ Aprenda a hacer preguntas. Si sus amigos se encuentran
guien le hiciera sentirse mal consigo mismo. Describa la ima­ entre aquellos que usted ha definido como mejores que usted
gen que tenía de sí mismo. Póngale un nombre. ¿Cuál es la en ese papel, pregúnteles cómo lo hacen y por qué. Con toda
imagen opuesta? ¿Le gustaría ésa? Póngale un nombre. seguridad, se sentirán complacidos al ser entrevistados por
c) Adaptar el papel. Piense en un objetivo que quiera 'lo­ un investigador que les admira. ¿A quién conoce que en­
grar pero que no tiene seguridad de conseguir. ¿Qué clase tienda de «vestuario» y «accesorios»? Pídales que le acom­
de persona podría conseguirlo? Póngale un nombre a su pa­ pañen de compras. Y tampoco dude en pedir a sus amigos
que sean sinceros con usted acerca de cómo se presenta, de
pel.
d) El m ayor desafío. ¿Q ué papel sería el más difícil de una forma tan concreta como puedan, y acerca de qué podría
desempeñar? ¿Le gustaría? ¿Por qué no probarlo en la ima­ hacer usted de forma distinta según su opinión.
ginación? Póngale un nombre.
3. Transferir habilidades. ¿Qué le resulta difícil de este
2. Estudiar el papel. Una vez ha escogido un papel, em­ papel? Piense en otra situación o área de su vida en la que
piece por hacer un estudio de él. Usted es el investigador pueda hacerlo bien. ¿Cóm o actúa en la situación conocida,
oficial designado para ese papel en concreto. Está investi­ cuál es su línea de acción? ¿En qué se diferencian estas si­
gando el carácter del papel, los guiones, el estilo, el vestuario tuaciones? Si fueran parecidas, ¿cómo haría lo mismo en la
y el transfondo que distingue este papel, así como los ob­ nueva situación? Elabore su nueva línea de acción.
jetivos interiores y las líneas de acción. ¿A quién conoce, o
a quién ha visto, que pueda hacer bien este papel?

262 263
4. C on vertirse en el p a p el: (Note que los Pasos 4, 5 y ^ externos ha tenido que efectuar? Si pudiera darle cualquier
son una versión abreviada del ejercicio Cambio de Vida del consejo a la persona que era, ¿qué le diría?
capítulo 11). Imagínese sentado en su cine privado. Permita
que surja una imagen de sí mismo en la pantalla, tal como 7. A gradecer, reflexionar, m irar al fu tu r o y em erg er. Dé
es ahora en la vida cotidiana. Cómo se viste, se mueve, ir¡- las gracias a todos sus consejeros por su ayuda, incluyendo
teractúa con los demás, decora su casa, etc. ¿Cuál parece ser a las personas de quien tenía más envidia. Piense en lo que
su objetivo principal en la vida, a juzgar por la forma en que ha aprendido de este proceso. Antes y después de emerger,
actúa? ¿Q ué nombre le pondría a este papel? ¿Le gusta? Dé mire adelante y considere si hay algún cambio que le gustaría
las gracias a la persona de la pantalla por su actuación, y efectuar en su vida, y cómo podría hacerlo. Si representara
desplace la imagen hacia la izquierda de la pantalla hasta que este papel más a menudo, ¿necesitaría comprar ropa dife­
rente, tener una casa distinta, o escoger un círculo social di­
desaparezca.
ferente? ¿O le bastaría con caminar y hablar de otra forma?
Ahora deje que surja una imagen de usted en el nuevo
No tiene necesidad de decidir cambiar nada ahora mismo,
papel. Obsérvela. Entonces introdúzcase en ella, sea el ac­
simplemente hágase preguntas al respecto y piense si cual­
tor. Fíjese en cómo se viste, cómo se mueve, cómo habla y
quiera de estos cambios podría resultar más divertido que la
qué dice. Piense en cómo es su casa y qué estilo de sitios
forma en que vive ahora. Resérvese unos momentos cada
frecuenta. Fíjese en cómo se siente respecto a otras personas
día, o antes de acontecimientos importantes, para imaginarse
y en cómo se relaciona con ellas. Si inicialmente tenía una
en ese papel y hacerse una idea de su línea de acción.
situación concreta en mente —por ejemplo, una entrevista
o una fiesta—, imagine que se encuentra en esa situación y
En el futuro. Antes de entrar en una situación importante
haga su papel. Piense en situaciones o personas que le re­ o difícil, defina qué papel tiene intención de hacer, y obtenga
sulten difíciles de manejar, y practique cómo se enfrentaría una imagen rápida del papel y de la línea de acción antes de
a ellas. Exagérelo, suba el tono, de forma que realmente cap­ empezar. Debería ser un papel que le resulte cómodo y que
te lo que sucede y luego vuelva a bajar el tono. Si le es po­ le reporte lo que usted desea de esa situación.
sible, pídale a un amigo que ¡e ayude a representarlo. Siempre que necesite hacer una elección que tenga que
ver con este papel, espere un momento y sintonice con el
5. Encontrar el guía interior. Permita que surja el nom­ intérprete que ahora puede reconocer. Sea él o ella durante
bre o imagen de un experto o guía que pudiera resultarle un momento. Fórmese una idea de qué escogería esa per­
especialmente útil para aconsejarle sobre este papel. Podría sona. O diga simplemente: «Si yo fuera x h aría...». También
tratarse de una persona real que conozca, una figura histó­ puede hablar con su consejero: «¿Q ué harías tú, o qué me
rica o incluso mitológica. Consúlteles sobre su papel actual aconsejarías que hiciera?». No está obligado a seguir nin­
y sobre lo que necesita hacer para representar el nuevo. Pida guno de los consejos, pero si le parecen bien, hágale caso.
consejos concretos.

6. Mirar atrás. Desde el nuevo papel, mire atrás a ia per­


sona que era, o al papel que representaba. ¿Cóm o ha apren­
dido a representar el nuevo? ¿Qué cambios internos y

264
Conclusión

interpretar papeles debería ser algo divertido. Aprender a


tener éxito en el escenario social de ia vida es un desafío que
usted se plantea, no un examen a vida o muerte de su valor
interior. Cuanto más aprenda a interpretar papeles de una 15
forma consciente, tanto menos engañado se sentirá por las
actuaciones de los demás y más capaz será de reconocer y
respetar las cualidades auténticas que usted valora. Entender el tiempo y el dinero
Es esencial recordar que todo escenario tiene sus bam­
balinas, y que a la vez que es un placer adoptar un papel al
subir al escenario, también lo es el abandonarlo al salir de
Escasez y abundancia
él. Si no puede desprenderse del papel a voluntad, deja
de ser divertido y empieza a convertirse en un sistema de
defensas acorazado. Disfrute, por lo tanto, con la actuación Yo solía pensar que el Tiempo era como un desconocido
y el aplauso, pero tenga en cuenta que lo que sus amigos amenazador que me perseguía por callejuelas oscuras. Siem­
quieren es intim idad con usted y no sentirse impresionados pre tenía demasiado que hacer y me iba a la cama con una
por usted. N unca se encasille tanto en un papel de forma : sensación de fracaso cada noche porque no había hecho lo
que se convierta en el único papel que le pidan o que sea suficiente. De hecho, en mi mente, el tiempo era casi si­
capaz de interpretar. nónimo de expectativas externas y la amenaza de no poder
En general, seleccione cuidadosamente los papeles que satisfacerlas, a pesar del hecho de que había elegido yo m is­
interpreta. Pruébelos todos al menos una vez, pero si no le ma hacer la m ayoría de cosas que estaba haciendo. Existía
gusta, una vez es suficiente. Los buenos actores como usted siempre la fantasía de que otra persona, tal vez cualquiera,
no necesitan aceptar cualquier papel que se les ofrece; pue­ lo haría más de prisa y con m ayor eficacia. Leía con avidez
den escoger y elegir aquellos que son atractivos, que pro­ entrevistas a personas m uy ocupadas para descubrir cómo se
meten un desafío y proporcionan el mejor medio para las arreglaban, con la esperanza de que se me contagiara algo
expresar toda su gama de talentos y su espíritu. < | Jf de ellas. A mitad de un período especialmente horrendo, me
v desperté una mañana con una solución tan evidente y directa
que me maravillé de no haberla visto antes: todo lo que ne-
cesitaba era duplicarme.
El otro lado de este dram a con el tiempo era que, al re­
flexionar, estaba claro que en realidad llegaba a hacer lo que
_ necesitaba hacer, y cum plía con los plazos estipulados, a pe-
11 sar del hecho de que mi plato estaba, con mucho, demasiado
j lleno. También me fijé en que tenía el hábito de postergar
las cosas hasta que llegaba un momento de ansiedad des-
| bordante en que estaba segura de que había fallado y de que
era demasiado tarde; entonces me ponía en acción y acababa Escasez y abundancia
lo que tuviera que acabar en el último minuto. También
tomé conciencia de que si por casualidad parecía que iba a Por ejemplo, los «hechos» sobre el tiempo y el dinero con­
acabar un proyecto antes del plazo, me preocupaba, y con­ tenidos en el lenguaje, y que reflejan la sociedad tecnológica
seguía embarullarlo o retrasarlo de tal forma que sólo llegaba occidental, son que el tiempo y el dinero son ambos sustan­
a acabarlo en el últim o momento. tivos, cosas o artículos de consumo, absolutamente lim ita­
dos. Ambos se pueden malgastar, gastar, perder, ahorrar,
administrar, robar u ostentar. Algunas personas tienen más
Confusiones, contradicciones y conflicto que otras, y es posible sentirse avergonzado o culpable de
tener demasiado o demasiado poco, o ambas cosas. Según
H ay m uy pocas personas que no tengan algún conflicto, el círculo social a que uno pertenece «tener» puede resultar
confusión o contradicción internos en sus actitudes hacia el tan peligroso para la auto-imagen y presentación de uno
tiempo y/o el dinero. El tiempo y el dinero son poderosos mismo como «no tener», y puede suceder que no estemos
significantes en nuestra sociedad. Están profundamente co­ seguros de cuál es el fuego y cuál la sartén.
nectados con la autoimagen y la posición social, y represen­ Existe también una compleja relación entre el tiemoo y
tan las expectativas y recompensas que reparte la sociedad. el dinero: tiempo es dinero y dinero es tiempo, por lo que
Se les ve también de una manera intrínsecamente distorsio­ pagamos el tiempo con dinero y , cuando tenemos dinero,
nada a través de la lente del lenguaje y de los valores cul­ podemos comprar tiempo. Por otro lado, hay personas que
turales. De aquí que nuestra relación con el tiempo y el tienen mucho tiempo que al parecer no logran convertir en
dinero tienda a reflejar y am pliar cualquier confusión y am­ dinero (por ejemplo, los parados), y otros tienen demasia­
bivalencia que tengamos acerca de satisfacer las expectativas do dinero, que por lo visto jamás les garantiza tiempo sufi­
del mundo y de cosechar sus recompensas. ciente (por ejemplo, empresarios de éxito sobresaturados de
En la medida en que seamos inconscientes de las com­ trabajo). A ún más, en algunas esferas sociales, como entre
plejas actitudes hacia el tiempo y el dinero que hemos he­ algunos profesionales liberales, cuanto menos tiempo tengas
redado de la sociedad, de las decisiones interiores que tanto más elevada será la posición social, porque significa
tomamos acerca de ellos cuando éramos más jóvenes y de que esa persona tiene mucha demanda; para otros, por ejem­
los sentimientos ambivalentes que expresamos a diario, es plo, en los ambientes donde se valora la riqueza heredada,
fácil que percibamos el mundo como algo lleno de «hechos» lo que representa un auténtico éxito es una vida ociosa, tener
y lim itaciones inalterables que nos derrotan de una u otra demasiado tiempo.
manera. «El día tiene sólo veinticuatro horas, ¿qué puede Pero en mi propia experiencia, y en la de muchas per­
esperar uno?» O, «no tengo suficiente dinero y nunca lo sonas con las que he trabajado, la claridad que surge de des­
tendré». A medida que tomamos conciencia de la dinámica velar nuestra relación con el tiempo y el dinero tiende a
subyacente, también podemos encontrar el camino hacia ac­ señalar que el camino adecuado es considerarlos no como
titudes nuevas que puedan cambiar los «hechos» y capaci­ artículos de consumo sino como energía vital que necesita­
tarnos para trascender nuestros límites. mos reconocer como propia y usarla consciente y apropia­
damente para vivir, crear y hacer nuestra aportación de
forma satisfactoria.

269
Al elaborar nuestra am bivalencia y confusión, surge una cesitaba aprender algo, pero no llegaba a entrever qué era lo
comprensión del tiempo y del dinero que lleva casi siempre que podía aprender.
im plícita una sensación de abundancia más que de escasez. De repente tuve la fuerte impresión de que en mi interior
Abundancia no significa, en este caso, tener demasiado; había un mago que trabajaba para mí. Como todo buen tru­
significa, más bien, que siempre hay bastante. Tampoco sig­ co de magia, lo que él hacía no era magia en absoluto, aun­
nifica que alguien tenga menos porque yo tenga más; sig­ que a! público se lo parecía, sino una simple destreza. Así
nifica que hay bastante para todos. Y a medida que era cómo yo llegaba a acabar las cosas, aunque nunca p a­
comprendemos que hay suficiente para nosotros, solemos reciera posible. Mientras el mago trabajaba tranquilamente,
comprobar que dar nos alegra tanto como recibir. sin embargo, era el público siempre incrédulo el que me des­
Esta sensación de abundancia refleja, y contribuye a, una pertaba cada noche. Tan pronto como conseguí que el mago
sensación de autoestima, de confianza en uno mismo y en convenciera al público empecé a dormir por la noche.
nuestras posibilidades de relacionarnos de una forma crea­ Más recientemente, dándome cuenta de que mi relación
tiva con el mundo. Podemos empezar a percibirnos no corno con el tiempo aún no era todo lo que podía ser, y que el
ahorrando, malgastando, perdiendo o presumiendo de tiem­ tiempo no podía ser un artículo de consumo limitado del que
po y dinero sino más bien reciclándolos. nunca tenía bastante, ni un desconocido amedrentador
Como de costumbre, me apresuro a decir que esto no que me amenazara con el fracaso, decidí crear y visitar una
significa que seamos seres totalmente libres y sin condicio­ Casa del Tiempo para entender la situación bajo una nueva
namientos, como tampoco deseo sugerir que las personas en luz.
paro deberían responsabilizarse de que su empresa les haya Mi Casa del Tiempo resultó ser un edificio grandioso y
despedido y , por lo tanto, dejado en una situación de de­ solemne, como una catedral. Ahí conocí al Padre Tiempo.
masiado tiempo y dinero insuficiente. Las condiciones de Era una figura asombrosa, imponente, magnífica. Casi lloré
tiempo y dinero no quedan totalmente bajo nuestro control, ante su grandeza y la sensación de antigua solemnidad. De
y la distinción entre los que «tienen» y los que «no tienen» pronto entendí muy profundamente que él, que había estado
está profundamente enraizada en el tejido de nuestra socie­ allí desde el principio de los tiempos, no era un insignificante
dad. Pero no hay duda de que entender nuestras contradic­ desconocido.
ciones y desprendernos de las ambivalencias es probable que
Le hablé de mi problema y le pedí ayuda. Me respondió
nos abra nuevas puertas y posibilidades. así: «N o puede ser que no tengas bastante tiempo, porque
tu misma eres tiempo. Tiempo son los días de tu vida. Tu
problema es que siempre intentas engañar al tiempo. Juegas
La Casa d el Tiempo al escondite con él y , por lo tanto, contigo misma. Ño tienes
Durante un período especialmente atareado de mi vida, más que decidir cómo quieres usar tu tiempo, o por decirlo
cuando estaba atrapada en mi drama prim ordial con el tiem­ de otra manera, tu energía. Una vez nayas decidí do lo que
po, una percepción vino a resolvérmelo. Me despertaba casi quieres hacer, abre la carpeta ue esa tarea y déjala abier­
cada noche, preocupada por no haber acabado lo que tema ta encima del escritorio de tu imaginación. Se hará, por
que hacer, o riñéndome por no haber hecho lo suficiente. supuesto. También te encontrarás que quieres cerrar otras
Pensaba que esa situación debía ser un desafío del que ne- carpetas que han permanecido abiertas demasiado tiempo:

270 271
sobre todo las que tienen que ver con preocuparte por no hechos de monedas, y que desprendían una luz asombrosa.
tener bastante tiempo». Sonrió de felicidad al mirar a su alrededor. Pero la primera
Esta conmovedora experiencia, unida a mi comprensión figura que divisó allí fue a un hombre de aspecto más bien
anterior, transformó de una forma fundamental, mi relación severo, vestido de traje y sentado detrás de un escritorio. Le
con el tiempo. Ahora pienso en el tiempo más como una dio miedo acercarse a él. Vio entonces un viejo con barba,
mano apoyada, palma con palma, en la mía, ajustándose a algo parecido a M atusalén, de rostro amable.
la perfección. Jan et habió con ei viejo y averiguó que se llamaba Jo -
El tiempo es mío para usarlo como yo desee, y no un seph. Le pidió que le dijera cuáles eran sus pautas en relación
maestro y crítico externo. No necesito sentirme fracasada al dinero y qué podía hacer al respecto. Cuando cambió de
cada vez que no llego a hacer lo suficiente; simplemente ten­ papel y pasó a ser Joseph, éste le dijo que su problema prin­
go que enfrentarme al hecho de que por algún motivo no he cipal era que no creía que fuera a tener suficiente, y esto se
llegado a concederme tiempo suficiente. También entiendo,- debía al hecho de que nunca sabía cuánto tenía en realidad,
no sólo intelectual sino también emocionalmente, que el ni cuánto gastaba. Su falta de claridad representaba un pe­
tiempo no es lineal, y que la cantidad de tiempo de que dis­ ligro para ella. Le aseguró que siempre tendría dinero sufi­
pongo según lo mide un reloj tiene poco que ver con si lo- ciente, pero que necesitaba saber exactamente qué hacía
erare hacer las cosas y con lo bien que las haré. JNo consiste con él.
más que en abrir la carpeta: tener la intención consciente de Com placida y más bien aliviada, J anet se sintió entonces
hacerlo. El resto sucede de forma natural, como ha sido preparada para acercarse al hombre del traje, cuyo nombre
siempre, a pesar de todos los dramas. A un nivel profundo, era M ichael. Este le dijo que era algo derrochadora y que,
he empezado a hacer las paces con el tiempo. de hecho, en su opinión, era capaz de gastar todo cuanto
tuviera. A medida que avanzaba la conversación, se fue ha­
ciendo evidente que M ichael le exigía que llevara la cuenta
La Casa d e l Dinero d e Janet exacta de sus gastos, pero no estaba dispuesto a decirle cuán­
to dinero tenía, por temor a que ella fuera y lo gastara'
En el caso de Janet, era su relación con el dinero la que ne­ todo de golpe. Admitió que la había confundido haciéndole
cesitaba resolver urgentemente. Janet, mujer de gran deter­ pensar que era su dinero lo que le estaba dando en pe­
minación, quería ganar mucho más dinero porque para ella queñas porciones, cuando en realidad era el dinero de la
éste era el medio para crearse un estilo de vida y el respeto propia Janet, porque él no se fiaba de que ella supiera ad­
por sí misma que se merecía. Sin embargo, tenía unas formas ministrarlo.
m uy extrañas de relacionarse con el dinero que la incomo­ Jan et empezó a recordar los problemas que tenía de pe­
daban: gastaba demasiado un día, se privaba de cosas de pri­ queña con el dinero de bolsillo y empezó a enfadarse. Le
mera necesidad al siguiente, y en general se hundía en una exigió que le revelara cuánto dinero tenía y que la pusiera a
sensación de culpa y confusión cada vez que tenía que tocar cargo de su propio dinero. A l fin y al cabo, hasta que no se
dinero. En un taller de trabajo con imágenes sobre tiempo le diera la responsabilidad seguiría actuando de forma irres­
y dinero, decidió visitar la Casa del Dinero. ponsable.
La Casa del Dinero de J anet era un edificio precioso, con A l cam biar de papel, M ichael respondió que estaba dis­
muros recubiertos de deslumbrante oro que parecían estar puesto a decírselo, pero sólo a condición de que ahorrara un

272 273
pendía totalmente de otras personas para que lo tocaran; ni
quince por ciento de su dinero, independientemente de
cuánto tuviera, Jan et casi accedió, pero entonces se paró a siquiera tenía control sobre el sonido que emitía, porque se­
reconsiderarlo. De acuerdo, estaba dispuesta a hacer un pian gún dónde y cómo lo golpearan ei sonido podía ser discor­
dante o musical.
de ahorro, pero según sus propias condiciones.
Finalmente, después de mucho discutir, M ichael accedió A medida que Jak e y Alan trabajaron sobre sus imáge­
a darle la información y la responsabilidad de su dinero, nes, pudieron empezar a dar con una forma de tomar de­
cisiones que reflejara lo que querían realmente, en lugar de
y a confiar en que de ahora en adelante actuaría como una.
adulta. Ella estaba encantada, y prometió poner al día sus seguir actuando desde sus conflictos no resueltos.
cuentas personales antes de que acabara la semana. Dio las
gracias a M ichael y le dijo que volvería a verle, porque quería
Mirada retrospectiva hacia el futuro
que él fuera su asesor.
Adaptando el ejercicio «M i yo futuro» del capítulo 10, tam­
La imagen com o metáfora bién es posible que su yo futuro le enseñe cómo ir adelante.
Alan se proyectó cinco años adelante, a un momento en
H ay muchas otras maneras de explorar nuestra relación con el que se sentía bien respecto a su forma de relacionarse con
el tiempo y el dinero, a menudo adaptando los formatos de el tiempo y el dinero. Descubrió que ahora tenía una satis­
ejercicios de otros capítulos. Más abajo se dan algunas ideas factoria carrera como músico. Habló con el Alan más joven
y le dijo que necesitaba empezar a tomar iniciativas en su
bajo el título Variantes.
El ejercicio «Imagen como metáfora» del capítulo 5 es vida. No podía seguir siendo el triángulo que esperaba a que
una forma especiaímente fructífera de tratar estos temas: pi­ otros lo golpearan para sonar. Más concretamente, le dijo
diendo una imagen que represente el tiempo o el dinero y qué llamadas telefónicas necesitaba hacer exactamente, qué
su relación con ellos, comprobará que sus actitudes'maspiro- cartas debía escribir y qué actitud tomar. El lo sabía... por­
fundas se reflejan en Fa imagen que surja. que y a lo había hecho.
De este modo, Jak e, que estaba considerando un cambio
fundamental desde las profesiones de ayuda social al mundo
comercial, el cual pagaba mejor pero podría alienarle, se ha­ Las Casas d el Tiempo y d el D inero:
llaba en un gran desasosiego sobre qué opción tomar. Le Estructura d el ejercicio
apareció una imagen de un montón de monedas que decía:
«Yo soy energía y poder, y me gustaría que la gente buena Para crear su propia Casa del Tiempo o del Dinero, el for­
me usara más. Sin embargo, estoy m uy cerca de una alcan­ mato básico es perm itir que surja una imagen d e ja Casa,
tarilla, y ia gente la huele y cree que soy yo quien huele así. explorarla, averiguar a quién conoce allí y hablar con ellos,
De hecho, y aunque no me guste adm itirlo, parece que la preguntándoles por su opinión sobre usted y sobre su si-
alcantarilla sí tiene algo que ver conmigo, porque cuando tuación y sus sugerencias para eí futuro. Como de costum­
intento alejarme de ella me sigue». bre, acabe dando las gracias, reflexionando y mirando al
O A lan, que estaba entregado a su música pero no sabía futuro para ver cómo lo aplicará. EÍ Formato es, pues:
cómo hacerse publicidad o ganar dinero con ella, vio la ima­
gen de un triángulo (cómo el instrumento musical), que de­
i s§
274 275
Preparación: Despejar un espacio y relajarse con ellos de uno en uno.) Considérele un consejero a la vez
1. Invocar la imagen de la Casa del Tiempo o del Dinero que un aspecto de usted mismo. Pregúntele por su opinión
2. Estudiar la imagen sobre sus patrones actuales respecto al tiempo o dinero, y
3. H ablar con los seres que allí encuentra pídales cualquier consejo que pueda serle de ayuda.
4. Avanzar hacia su resolución Entonces cambie de papel, conviértase en esa figura y
5. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger responda. ¿H a oído lo que le ha preguntado esa persona?
¿Qué observa en esta persona que ha venido a visitarle en
Podría suceder que los seres que se encuentre no sean los su Casa? ¿De qué manera suele funcionar ésta? ¿Q ué con­
que usted espera; mis alumnos de trabajo con imágenes se sejos puede ofrecerle?
han encontrado con mártires sangrantes, mendigos, niños y
perros, además de personas sabias, como habitantes de sus 4. Avanzar hacia una resolución. Siga explorando. Si
Casas del Tiempo o del Dinero. Recuerde que quienquiera surge un desacuerdo entre ustedes, asegúrese de negociar
que encuentre es a la vez un consejero v un aspecto de usteH con claridad. En la medida que pueda, acabe con un pacto
íamismo.
^aeaíjíügasíssKK.??» Trátelos
®«o*i«!rasHBiBKS5asaa**con
!s»»““*'^^respeto, pero no ' tensa miedo de dic-
—------ práctico entre ustedes respecto a lo que necesita hacer a con­
cutir si no está de acuerdo con ellos. A veces es sólo me­ tinuación.
diante un desafío como uno puede encontrar su verdadera
posición. 5. Agradecer, reflexionar, mirar al fu turo y em erger. Dé
las gracias al ser o seres. Antes y después de emerger, refle­
xione sobre el significado de lo que ha experimentado, y sea
L as C a sa s d e l T ie m p o y d e l D in e r o : claro con relación a lo que ha aprendido en cuanto a sus
E j e r c i c i o b á s ic o actitudes y comportamiento actuales y sus posibilidades fu­
turas. M ire al futuro y planifique exactamente cómo va a
Preparación: Despejar un espacio y relajarse. funcionar de ahora en adelante. Recuerde que si estos seres
le han sido de utilidad, puede seguir usándolos como con­
1. Invocar la imagen de la Casa del Tiempo o del Di­ sultores cada vez que se sienta confuso.
nero. Permita que surja una imagen de la Casa del Tiempo
o de la Casa del Dinero.
V a r ia n t e s
2. Estudiar la imagen. ¿Qué aspecto tiene? Deje que su
espíritu se eleve y la contemple desde arriba, y después des­ La imagen como metáfora. Empiece diciendo: «Deseo que
plácese por los lados y por debajo. ¿Q ué observa desde las surja una im agen de un animal, planta u objeto que de alguna
diferentes perspectivas? Ahora entre en ella. ¿Q ué senti­ manera represente el dinero (o el tiempo, el que usted escoja)
mientos le vienen al entrar en Casa? ¿Q ué ve, huele, oye o y mi relación con él en este momento de mi vida». V aya
capta a su alrededor? ¿A quién encuentra allí? pasando entonces por todos los pasos señalados.
Usar la mirada retrospectiva de forma creativa. Sugié­
3. Hablar con los seres que allí encuentra. Acérquese a rase: «Estoy en una nave espacial, saliendo de la órbita de
quienquiera que encuentre allí. (Si hay más de un ser, hable la Tierra. Vuelvo a la Tierra en un momento del futuro, cin­

276
co años (o cualquier otro período que le parezca adecuado) 5. Vuelva ahora a la interacción inicial y llegue a una
más adelante. Ya han pasado cinco años (o período x) y me resolución,
siento bien respecto a cómo me relaciono con el tiempo o 6. Reflexione sobre lo que ha aprendido y sobre las im ­
el dinero. ¿Q ué es lo que me hace sentir bien? ¿Cómo lo he plicaciones que guarda para el futuro.
hecho? Cambio d e Vida. Plantéese qué cambio le gustaría efec­
Si no consigue obtener una imagen de sentirse bien, em­ tuar en su relación con el tiempo o el dinero. Averigüe lo
piece con: «M e siento fatal respecto a cómo me relaciono que representaría efectuar este cambio:
con el tiempo o el dinero», y mire atrás para ver dónde se 1 . Imagine que está en su cine privado. Permita que sur­
equivocó; entonces debería ser capaz de conectar con una ja en la pantalla una imagen de usted tal como es ahora, antes
imagen positiva y comparar las dos. de ningún cambio. ¿Qué observa? ¿Q ué siente? Valore a esta
persona por hacer lo mejor que puede en un mundo difícil.
Ahora, mire atrás a la persona que era hace cinco años.
¿Q ué ha hecho exactamente desde entonces para llegar a su
2. Permita que surja una imagen de usted tal como será
cuando haya realizado el cambio. Acérquese a la pantalla e
estado actual, tanto si es positivo como negativo? ¿Qué po­
introdúzcase en la imagen. ¿Q ué siente? Sea esa persona por
dría aconsejarle que haga más fáciles los años venideros? ¿Lo
un día. M ire atrás y vea cómo y cuándo lo solucionó:
entiende? Si no es así, trate de asegurarse de que lo entienda. ¿Cómo llegó desde allí hasta aquí?
Ambivalencia. Escoja tiempo o dinero, y decida si tiende Límites de tiempo. Lo que usted haría si tuviera que en­
a sentirse, o se siente en este momento de su vida, como una frentarse aJrmites concretos de tiempo: le queda un día, una
persona que «tiene» (suficiente/demasiado tiempo o dinero)
semana, un año o cinco años de vida. ¿Cómo quiere usar su
o como una persona que «no tiene» (le falta o nunca tiene tiempo y dinero? Vuelva ahora a su vida actual. ¿Cómo pue­
suficiente). de Hacer más cosas que considera importantes aunque no
1 . Sea este «tener» o «no tener». ¿Cóm o es ser usted? sepa cuánto tiempo va a vivir?
Descríbase a sí mismo. Quéjese con am argura si lo cree Tiempo y dinero ilimitados. ¿Qué pasaría si tuviera todo
apropiado. Exagere esta situación para captar toda su esen­ el tiempo y dinero del mundo? La vida es eterna y el dinero
cia. infinito. ¿Qué haría ahora? ¿En qué usaría su tiempo y di­
2. Permita que surja la imagen opuesta en el asiento de­ nero? Vuelva a su vida actual. ¿Cómo puede aplicar lo que
lante de usted (un «no tener» si usted es un «tener», y vi­ ha aprendido a una vida con límites?
ceversa). Puede ser una persona reai o imaginaria. ¿Cómo El pasado. Permita que surja una imagen de usted tal
ve a esta persona? ¿Q ué le gustaría decirle? como era en el momento en que por primera vez se le plan­
3. A hora cambie de papel y sea esta persona opuesta. teó este problema (por ejemplo, la primera vez que se sintió
¿Cóm o es ser usted? ¿Cóm o le ve esta persona sentada de­ apremiado por el tiempo, o miserablemente pobre). ¿Qué
lante de usted (el Yo inicial)? Mantenga la conversación, está pasando? Reviva la experiencia.
cambiando de un papel a otro. Ahora imagine que su yo maduro y experimentado pue­
4. A l lado de ustedes, en un tercer asiento, se encuentra de volver atrás y ayudar a su yo más joven. ¿Q ué puede
un observador informado que puede contemplar esta inte­ sugerirle que le ayude a llevar la situación de una forma di­
racción y entender lo que sucede. Sea e! observador y fíjese ferente? Déjele probarlo. Vuelva entonces al presente y vea
en lo que ve. cómo puede hacer eso mismo en su vida actual.
Conclusión

Ei tiempo y el dinero son demasiado importantes para no­


sotros como para dejarnos dominar y lim itar por las visiones
distorsionadas de la sociedad, y por nuestra propia ambi­
valencia/U na vez nos hemos reconciliado con el tiempo y 16
el dinero y hemos captado que son formas de energía de las
que podemos disponer cuando las necesitamos, para usarlas
en propósitos con los que nos podemos identificar y que Más allá del yo personal
podemos respetar, y a hemos ido m uy lejos en el camino de
enderezar nuestra relación, no sólo con nosotros mismos y
nuestra creatividad, sino también con la sociedad. « Seres sabios y otras dimensiones

Mi prim era introducción verdadera al mundo de las imá­


genes, aparte del mundo especial de los sueños, fue a través
de las extrañas e inquietantes imágenes que me venían cuan­
do estaba en la cama en ese estado «hipnagógico», semi-
consciente, entre la vigilia y el sueño. Pensaba, por ejemplo,
«No oso hacerlo» y veía un oso polar; después de escribir
un ensayo para la universidad que se estaba alargando de­
masiado, me vi a mí misma doblando una gran tortilla/en­
sayo en una pequeña sartén.
En ese medio mundo de semiconsciencia, a veces veía
cosas en la habitación que sabía que no estaban allí. Las que
más miedo daban eran esos insectos negros, parecidos a ara­
ñas, que colgaban del techo. Pero a medida que me di cuenta
de que las imágenes no iban a hacerme ningún daño, y de
que no eran señales de una locura inminente, empecé a sen­
tirme más amistosa hacia ellas. Armándome de coraje, llegué
a estirar el brazo y tocar una. Para mi asombro, se convirtió
en polvo entre mis dedos, exactamente de la misma manera
que lo habría hecho si hubiera estado hecha de un material
m uy frágil. La próxima vez que tuve una de esas imágenes
hice lo mismo, con el mismo resultado.
Esto me llevó a comenzar a pensar sobre las imágenes.
¿Serían solamente productos de nuestra imaginación? ¿O

280 281
tendrían alguna realidad tangible? ¿O son, en efecto, men­ vamente, comunicarnos con ellas de una forma que no de­
sajes que nos llegan no solo de nuestro inconsciente personal penda del habla, del tacto ni de la proximidad física, e
sino de otra dimensión que está más allá de ésta y quedes incluso curarlas, si están enfermas, curando nuestras imá­
igualmente real pero que sigue reglas diferentes ? genes de ellas en nuestra mente.
g síe capítulo tiene únVci'erta cualidad especulativa por­ Es más, tal vez las imágenes nos permitan no sólo esta­
que nos estamos adentrando en un terreno que está abierto blecer contacto con otras personas, sino que también po­
a muchísimas interpretaciones, y sobre el que mucha gente drían servir de ventana hacia otra dimensión o dimensiones
tiene fuertes creencias, en uno u otro sentido, Pero nuestro más allá de la realidad cotidiana. Podría ser que hubiera
objetivo no es el de encontrar o im partir una «’verdad» ao- fuentes de sabiduría, poder y amor que trasciendan nuestro
soluta, sino la de animarle _a desafiar los límites que je im- entendimiento, de forma que imaginando un ser sabio y
piden profundizar, a u s t e d y a sus^imágenes,. hasta el amoroso podemos establecer un contacto con esta sabiduría
m áxim o/Á í p r o b a r lo Imposible^puede encontrarse reali­ y este amor superiores.
zando), al menos, lo improbable. También puede empezar a Igualmente, el tiempo y el espacio, en otras dimensiones,
acceder a una dimensión, o a una parte de usted mismo, que podrían no ser y a límites reales, de forma que todas las cosas
le da un sentido de paz, amor, sabiduría y armonía que pue­ vivas, objetos y acontecimientos, tanto presentes, como pa­
de transformar y profundizar su experiencia de la vida. sados o futuros, estén conectados los unos con los otros.
Imaginando el futuro podemos sintonizar con él, e incluso
influir en él, posibilidad que ya hemos tratado en otros ca­
La realidad de las im ágenes pítulos. Y sintonizando directamente podemos aprender no
sólo sobre la gente, sino también sobre los objetos y acon­
Las imágenes tienen, desde luego, un poder real en nuestra tecimientos que pueden quedar físicamente fuera de nuestro
vida, al servirnos, como, lo hacen, de formas de pensamiento alcance. En verdad, si, como algunas personas creen, los ani­
que nos guían, de manera que al cambiar nuestras imágenes males, las plantas y los objetos tienen todos alguna clase de
podemos cambiar la forma de nuestra vida. Pero si, de forma o espíritu viviente, podemos «hablar con ellos» en
hecho, tie n e n también S 5 T r e a m a d objetiva, esto signi­ nuestra imaginación y aprender de ellos de la misma manera
ficaría que podemos establecer un contacto directo, tanto que lo hacemos con las personas.
a nivel activo como receptivo, con las imágenes de otras Todas éstas pueden ser contempladas como formas de ir
personas. _ y , . más allá de nuestro yo personal o, en otras palabras, de des­
Si es así, tal vez la gente viva detrás de campos de imá­ cubrir el reino de lo «transpersonal». U na visión del mundo
genes con los que podemos s in t q n i^ ^ ^ ^ v M n ¿ n t ¿ x ^ :, que incluya lo transpersonal también supone, a menudo, la
los'que podemos obteñeTcomprensiones al sentarnos en sus convicción de no estar luchando solos en un mundo indi­
casas, o tocar sus^pertenengas^pgrsp- ferente. Vivimos, más bien, en el contexto de un universo,
n a l e s 7 M á s en general, siendo receptivos, de cualquier modo, o de un ser o seres superiores, o un yo superior, en cuya
H aslm ágen es de otras personas o acerca de ellas, podemos benevolencia esencial podemos confiar, y que nos protege,
obtener una verdadera información que va más allá de nues­ nos guía o, en algún sentido, actúa para nosotros y para los
tro propio conocimiento. O recibir ayuda de personas que demás, al menos a la larga. Si vamos a tratar con las imágenes
tienen habilidades que nosotros necesitamos. O , más acti­ de una forma transpersonal, resultará más seguro hacerlo en

282 283
1
un marco de referencia de este tipo, de forma que el poder namiento, esas partes de nosotros que apenas si sabemos que
de las imágenes no se confunda con nuestro propio poder existen.
personal y , por lo tanto, no se entienda ni se use de una
forma negativa.
Al e n c u e n t r o d e seres sa b ios y a m orosos

Sueños, v isio n es, in tu icio n es y co n fid en cia s Yo misma empecé a^ aW ar con seres sabios en mi imagi­
nación debido a la decepción de no encontrarlos en la v id a
Existen m últiples casos documentados de sueños o visiones ■JSüíJ- Siempre parecía sucederme que una persona que ad­
que predicen el futuro; de personas y animales que captan miraba moría o se jubilaba justo en el momento en que yo
intuitivam ente hechos, incluso la enfermedad o la muerte, pensaba que podría estudiar con ella. La última vez que me
que suceden a personas que se encuentran m uy lejos; de mi­ sucedió, estaba pensando en estudiar con Frank Lake, pio­
lagrosas confidencias que aparentemente no pueden atri­ nero en el arte de ayudar a las personas a revivir su propio
buirse a la casualidad; de personas psíquicas que cuentan nacimiento, cuando leí en un periódico que acababa de
cosas que no podrían haber adivinado de ninguna manera; morir.
de sanadores que curan plantas, animales o personas; y de En lugar de revolearme en sentimientos de frustración y
personas que reciben un conocimiento inesperado que sien­ pesar, decidí hablar con él mentalmente y pedirle que me
ten que proviene de fuera de ellos y que da un giro completo jy u d a r a a hacer en espíritu lo que ya no podía pedirle que
a todo su mundo. H ay también innumerables personas que ^hiciera en persona. Con «su» ayuda, tuve una inolvidable
tienen una experiencia palpable de una benévola presencia experiencia de regresión al momento de mi concepción, y
superior en su vida. C ualquiera que sienta un interés por viví ese momento como un estallido de brillante luz y una
estas cuestiones habrá oído hablar, y experimentado, suce­ especie de «totalidad» en la que yo era el todo.
sos que se salen de lo ordinario, de una clase u otra. ¿M e puse realmente en manos de Frank Lake de una for­
Desdeñar todos estos sucesos y experiencias puede con­ ma que iba más allá de mis creencias psicológicas o de mis
siderarse un acto de fe sim ilar a aceptarlos. Parece difícil ar­ deseos de enfrentarme a mi decepción? Q uizá no importe
gumentar en contra de la premisa de que al menos algunas mucho. Lo cierto es que al abrirme a la posibilidad de que
personas, a veces, sí sobrepasan los límites que considera­ podía hacerlo, fui capaz de lograr lo que hasta entonces pa­
mos absolutos en la realidad cotidiana. recía quedar más allá de mis lim ites aparentes.
Incluso así, ¿deberíamos considerar estas experiencias Conocer a personas sabias, tanto si son seres de la vida
como dones por los que podemos sentirnos agradecidos real como ideales, es una suerte de «atracción turística» es-
cuando caen en nuestras manos? ¿O podríamos tener todos ^~^^^^^~^Q^^^)£s~transpeíional^BH^ñiSS53?Tlñ^rior.
experiencias de este tipo constantemente con sólo que nos Todos queremos y necesitamos más conocimiento, amor, y
adiestráramos debidamente? Yo aventuraría que si cosas ex­ fuerza de los que tenemos. ¿Podemos obtenerlos yendo más
trañas y maravillosas pueden suceder de forma esporádica, allá de nosotros mismos y comunicándonos, personas que
seguramente podemos encontrar formas de hacer que su­ tienen algo que ofrecernos, o con seres ideales que repre­
cedan más a menudo. A l hacerlo así, estamos, al menos, sentan estas cualidades?
continuando la búsqueda para alcanzar, y poner en funcio- N o cabe duda de que podemos obtener percepciones y

284 285
tener experiencias profundas que sobrepasan lo cotidiano al nieve a meditar. Abrió los ojos y vio al sabio sonriéndole.
hablar en la imaginación con personas o seres con cualidades «¿Por qué has venido tan lejos para saber lo que deberías
ideales o excepcionales. Es más difícil saber si estamos yendo ser?», le preguntó el sabio. Pir V ilayat Khan respondió,
más allá de nosotros mismos, especialmente cuando no po­ «Para poder llegar a ser lo que soy, necesito verme en o tro ».1
demos saber nunca cuáles son realmente nuestros verdaderos Puede ser, como cree mucha gente, que las experiencias
límites. transpersonales sean realmente formas de ir más allá del yo
Quizá lo que sucede es que hablando con una persona personal y no sólo de descubrir un aspecto de nosotros. Tal
que admiramos o creando un tipo ideal y creyendo en él, vez exista en la realidad alguna fuente más general o uni­
somos alentados a profundizar y alcanzar un nivel con el que versal de sabiduría, poder, bondad y luz, en el universo que
normalmente ni soñaríamos, mientras pensemos en nosotros va más allá de nuestra existencia o nuestro yo personal, in­
como personas de la calle normales y corrientes. Así, la per­ cluso más allá de nuestro yo superior. Puede haber también
sona sabia que imaginamos es una forma de traer a la con­ una dimensión más allá de nuestra existencia cotidiana en la
ciencia ese «inconsciente cotidiano » de potenciales no que pasado, presente y futuro sean uno y que da cuenta de
realizados del que hablamos en el capítulo 3, tal y como los la capacidad de ver el futuro. La persona o espíritu de sabios
héroes de cualquier género inspiran a la gente, cada día, a ir que experimentamos en nuestra imaginación puede ser con­
más allá de sus lím ites normales y lograr aquello que creían siderada, entonces, como una especie de foco simbólico a
imposible. través del cual podemos experimentar enteramente esta
Yendo más lejos, tal vez estemos ganando acceso no sólo fuente o dimensión que nos trasciende.
a un inconsciente cotidiano personal sino a un «supercons- La creencia más común podría ser, por otro lado, la acer­
ciente», afín al inconsciente colectivo de Jung./Podría ser tada: que realmente hay un Dios personal al que podemos
que en algún nivel, todos seamos sabios, poderosos, buenos hablar por medio de la oración. O, como creen otros, tal
y luminosos, o que tengamos un yo superior o una dimen­ vez exista realmente un grupo de seres sabios, o espíritus,
sión espiritual que nos guía en direcciones positivas, pero ángeles o Maestros espirituales evolucionados, más allá de
que estemos separados de este yo superior por algún tipo de nuestra dimensión, que pueden aparecérsenos, y que nos
velo/En este caso, parecería que personificar un ser sabio, ayudarán si estamos dispuestos a pedírselo.
amoroso o poderoso ayuda a levantar ese velo para llegar a Estos puntos de vista no se excluyen mutuamente. De
partes de nosotros con las que normalmente no nos comu­ hecho, no me parece improbable que sean todos verdad de
nicamos. Sería, entonces, como mirarse en un espejo que una manera u otra: tenemos, ciertamente, mayores poten­
nos mostrara quiénes somos en nuestro grado más profun­ ciales cotidianos de los que creemos; tenemos un incons­
do, más bueno y satisfactorio. Reconocemos en ese ser sabio ciente espiritual o universal con el que necesitam os
un reflejo de un aspecto nuestro que aún no podemos ver contactar; existe una dimensión más allá para la que nuestras
directamente. imágenes pueden servir de catalizador sim bólico; y existen
Me gusta la historia del maestro sufí Pir V ilayat Khan seres sabios o una Fuente o un Ser. La verdad completa se
que relata su viaje al H im alaya a la «caza del gu ra». Caminó encuentra, creo, más allá de nuestra comprensión actual, por
tres días por la nieve y el hielo, cogió una pulmonía y por lo que todas éstas son formas de decir lo indecible, o de
fin encontró al sabio sentado en una cueva. El sabio le señaló conceptualizar aquello que no es, todavía conceptualizable.
que no entrara, por lo que Pir V ilayat Khan se sentó en la Es de la máxima importancia recordar, también, que

286
/cuando hablamos a seres sabios, no obtenemos una res­ ser posible que nosotros también podamos escoger c o n s­
puesta «pura», sino una que se expresa por medio de nuestro cientemente recibir o mandar mensajes usando sólo un sexto
propio lenguaje, nuestros límites e incluso prejuicios. De sentido o intuición.
este modo, a medida que evolucionamos nosotros evolucio­ Ya hemos empezado, en capítulos anteriores, a explorar
n a n nuestras experiencias transpersonales/ | ¡a posibilidad de poder sintonizar intuitivamente con otras
' Sea cual fuere la forma que escojamos para interpretar } personas para informamos sobre sus sentimientos, pensa-
los fundamentos de las experiencias que parecen «de otro j niieuios, estado de salud o cualquier otro aspecto de su cuer-
m undo», lo que parece cierto es que poseemos el potencial j po, mente o espíritu. Podemos concentramos en la persona,
de ser más sabios, más amorosos y más poderosos de lo que ¡ yp ed ir que surja una imagen que los represente a ellos o a
sabemos, bien por derecho propio o bien por medio de j Jó que necesitan saber en ese momento, como se sugiere en
nuestra capacidad de comunicamos con una fuente o fuentes j la sección «A plicaciones» del capítulo 5. O, como se trató
de sabiduría, amor y poder. Y, casi como si tuviéramos una } en el capítulo 6, podemos cambiar físicamente de papel y
biblioteca de consulta en casa, tal vez no importe mucho que sentarnos en el asiento y, por tanto, en la imagen que' te­
podamos responder a una pregunta por nosotros mismos o jam o s de otra persona; o podemos imaginamos entrando en
que tengamos que consultar con los expertos, mientras en­ el cuerpo del otro, y captar qué sensaciones hay en su in­
contremos la respuesta y la usemos correctamente. terior; o podemos comunicarnos con el «yo superior» de
otra persona y hablar de lo que le está aconteciendoaunque
ella misma no sea consciente de ello. Algunos de estos pro-
Comunicarse traspasando los límites personales cesos pueden funcionar, al menos en parte, gracias a la ca­
pacidad de sintonizar con los campos de imágenes de otras
Un rasgo de las capacidades que van más allá de la realidad personas. Todas ellas son maneras de ampliar nuestra recep­
cotidiana es que no. dependen de los cinco sentidos, y ni tividad hacia lo que le está sucediendo a otra persona más
siquiera de la proximidad física. Caben pocas dudas de que allá de lo que sabemos conscientemente, y tal vez más allá
puede darse la comunicación psíquica entre las personas, y de lo que podríamos saber mediante el uso normal de los
entre personas y animales, sobre todo cuando están ínti­ cinco sentidos.
mamente relacionados, o entre los miembros de una misma También podemos utilizar el trabajo con imágenes de
familia. Los niños tienen maneras de captar pensamientos una forma activa para m andar mensajes que resuítenTmpo-
conscientes e inconscientes de sus padres, los gemelos a me­ sifcleo de mandar "¿oí lo s ’^ & s ordm m Ó is7'Re^erdb'que
nudo saben lo que le sucede a su hermano, y los animales, esto es lo que Hice justo después de nacer mi hija Chloe. Yo
incluso más que las personas, pueden reaccionar a un mo­ estaba pasando por un bache en mi vida y me sentía incapaz
mento traum ático o a la muerte de una persona querida que de darle el cariño puro que ella necesitaba. Le hablaba en
se encuentre m uy lejos. Después de cinco años de no hablar silencio, de espíritu a espíritu, diciéndole lo mucho que la
con una am iga, cogí el teléfono para llam arla y su teléfono quería, cuánto sentía estar deprimida y no poder expresarle
comunicaba porque en ese momento estaba intentando lla­ lo bastante mi amor.
marme. Todo el mundo conoce ejemplos de «coincidencias» Pareció que establecíamos una profunda conexión: yo
como éstas. Si la comunicación en la que no intervienen las podía incluso pedirle silenciosamente que no se despertara
palabras ni la presencia física se da de forma natural, debe y me despertara antes de haber podido dormir un poco, ¡y

288 289
siempre me lo concedía! Incluso años más tarde parecíamos persona, pero esta preocupación me perjudica a mí y no
mantener esta conexión, y no sólo decía cosas sorprenden­ ja ayuda a ella. En lugar de seguir sintiéndome mal, envío
tes que yo había estado pensando pero que no le había energía curativa o un mensaje cariñoso a la persona y esta
dicho, sino que también noté que cuando yo me despertaba «acción» parece darme paz. Esto se debe a que cuando man­
durante la noche, nueve de cada diez veces Chloe también damos energía activamente, es mucho más difícil absorber
estaba despierta, aunque estaba en otra habitación y no nada negativo. De este modo, de una sola vez podemos pro­
nos podíamos haber oído. Quién despertaba a quién, to­ tegernos a nosotros mismos y ofrecer algo positivo al otro.
davía no lo sé.
Cuando a una alumna que acababa de tener un bebé le
preocupaba el hecho de estar demasiado ocupada con su tra­ Trabajo con im ágenes recep tivo y a ctivo para la curación
bajo y estudios y no tener suficiente tiempo para el bebé, le
aconsejé que hiciera lo mismo: «H abla con el bebé y explí­ fyíediante la combinación del enfoque receptivo y el activo
caselo; no se lo digas en voz alta, simplemente comunícate». con finalidades curativas, uno puede obtener receptivamente
Dos años después me dijo que esto no sólo había calmado una imagen del estado mental y corporal de otro, y entonces
su ansiedad, sino que todavía parecía tener una conexión es­ curar activamente la imagen y , posiblemente, también a la
pecial con ese hijo, en la que podían comunicarse sin pala­ persona. Esto es, en un sentido, una extensión de un ejer-
bras. cicio propuesto en el capítulo 11 sobre salud y enfermedad,
A hora he convertido en práctica habitual esta forma de
en el que uno se cura a sí mismo imaginando a su alrededor
comunicación silenciosa siempre que me preocupa mi rela­
j un círculo de personas cariñosas que le mandan rayos de
ción con alguien, su salud o bienestar, pero no puedo usar
1 energía curativa.
los canales normales de comunicación oral o escrita, ya sea
| Este p rocedim ien toj^rativo, u otro sim ilar, constituye
porque son demasiado jóvenes para entender las palabras'o
! una práctica establecida entre lo s sanadores que realizan cu-
que están demasiado lejos para oírme o simplemente poco
dispuestos a escucharme. Sintonizo con ellos, los imaginó,
f raciones a distancia. La capacidad de curar de esta manera
les hablo y les digo lo que deseo decirles y escucho su res­ j se basa en el supuesto, corriente en múltiples religiones y
puesta. Á veces también mando un rayo de cariño curativo, culturas bajo formas diversas, de que las imágenes son rea­
si me parece apropiado. lidades tangibles, aunque de un orden diferente aí de per­
Siempre me siento' mejor después, y me parece que cuan­ sonas, sucesos y cosas, y de que trabajar con imágenes puede
do nos volvemos a encontrar tienen un aspecto diferente y tener un efecto real sobre aquello o aquel que representen.
que se ha dado un cambio respecto a ellos, o a que ellos Por supuesto, curar es una ciencia compleja, y este proceso
también han cambiado, no puedo afirmarlo con seguridad, que propongo constituye sólo una pequeña parte de ella.
aunque mi sensación es que ambos hemos sido tocados por Cuando uso este método, siempre que es posible intento
la comunicación. comprobar con la persona que he estado tratando de curar
Este enfoque me resulta especialmente útil si estoy tan si ha experimentado algún cambio. Cuando he tenido alguna
ligada a los sentimientos negativos, la enfermedad o los pro-' sensación especialmente real durante la curación, una sen­
blem^s de otra p^ sación que ahora reconozco y distingo de otras, la persona
piado de sus malos sentimientos. Me preocupo por la por lo corriente ha experimentado algún género de cambio

291
¡¡ life: '
positivo, generalmente poco después de que tuviera W ar el do una imagen de la otra persona para afectarla. Una res ­
trabajo con imágenes. puesta de cajón a esta pregunta sería que cuando estamos en
Por ejemplo, un día, yendo al trabajo en autobús, me contacto con el nivel de conciencia en que podemos curar s
sentía preocupada por una amiga que estaba pasando p0r las personas, no podemos ni queremos hacerles daño. Yo
graves dificultades emocionales, y me sentía totalmente im­ misma no estoy segura de que esto sea siempre verdad, y se
potente para ayudarla. Decidí que lo único que podía hacer sabe de personas que han entrado en estados de trance para
por ella era imaginarla, mandarle mi energía amorosa y cu­ j llevar a cabo acciones con la finalidad de hacer daño. Pero
rarla en mi mente; así lo hice. Más tarde hablamos de esto I sí creo que cuando profundizamos lo suficiente en nosotros
y me dijo que más o menos en ese mismo momento había | mismos nos damos cuenta de que estamos conectados con
experimentado un cambio de dirección importante en su te­ i todo y con todos en el universo, por lo que dañar a otro es,
rapia. Hace menos tiempo, cuando intentaba «estar con» ! en realidad, dañamos a nosotros mismos.
una cliente que estaba sufriendo una delicada operación E?. importante recordar que cualquier curación que rea-
capté su tensión y traté de relajarla en mi mente. Estoy se­ | lice no depende de su propio poder, sino que más bien su-
gura de que yo no era la única que le estaba mandando sus j cede «a través» de usted. Usted funciona esencialmente
mejores deseos en ese momento. M e dijo, más tarde, que como un canal para el poder curativo, que es universal y no
había sentido a las personas que pensaban en ella, y que su «pertenece» a nadie. Para evitar los sentimientos de om ni­
cuerpo había experimentado una repentina sensación de potencia que pueden llevar, como todo poder absoluto, a la
calor. corrupción, puede ser una buena idea realizar cualquier cu­
Es una buena idea acostumbrarse a comprobar si su ex­ ración invocando explícitamente a un espíritu superior que
periencia ha tenido algún efecto externo o no. Esto se puede cura a otros o que actúa a través de usted para curar. Tal
hacer con m ayor o menor sutileza, y , si no resulta apropia­ vez desee orar a Dios, o, según sus creencias o inclinaciones,
do, la persona no tiene por qué saber nunca el motivo de dirigir su petición a aquel ser o dios benévolo y sanador que
que usted le pregunte. Además de ser alentador para usted, guarde un significado especial para usted.
es también una manera de empezar a distinguir entre esas Recuerde también que el resultado final del proceso, si
experiencias que tienen un poder transpersonal real y aque­ . es 5ue 1° hay, no está bajo su control. Efectivamente, según
llas que sólo son placenteras y que satisfacen los deseos. Si Alice B ailey, una conocida sanadora, mística y médium, cu-
recibe una realimentación constante, se está dando una for­ j rar a una persona puede llevar, a veces, a la liberación de la
mación a sí mismo, porque puede empezar a reconocer la j muerte en lugar de a la salud, si eso es lo apropiado.
diferencia entre las sensaciones que acompañan al trabajo cu­ \-
Wt
rativo eficaz e ineficaz. ii Sintonizar con objetos
.

¿ Quién tiene el poder i i tam bién he convertido en práctica habitual hablar con los
objetos, y cosas vivientes que tienen un significado para mf.
H ablar de curación a veces lleva a la gente a preguntar si I Recorrer un museo es como pasear con unos am igos: tengo
podemos, de la misma manera, hacer daño a la gente me­ estatuas! P ^ t u r a ^ ^
diante «m agia negra» o «vudú», que también se realiza usan­ consejo y de las que recibo mensajes, de una forma rnuv

293
discreta, desde luego. Un paseo por el parque puede pro allí donde tú no estás. Lo cierto es lo contrario. Yo he estado
porcionarme una charla del mismo género, en la que los ár­ | aquí durante siglos y la gente viene a mí. Si te quedaras deí
boles suelen ser los principales objetos de mi atención. todo quieta durante un momento, el mundo entero se apre­
Cuando estuve en Egipto, me senté en el balcón de un suraría hacia ti como si cayera en el vacío».
hotel enfrente de una de las grandes pirámides y sintonicé No puedo decir si alguno de estos objetos o casos vi­
con ellas. Estas pirámides me parecían inmensos seres me­ vientes tienen realmente un espíritu que va más allá de mi
ditabundos, casi como dinosaurios que hubieran sobrevivi­ propio yo , aunque la sensación es de que sí lo tienen, pero
do a una era prim itiva, manteniendo aún su potencial para sé que este proceso ha sido una manera no sólo de obtener
despertar y explotar. También capté que las pirámides de­ comprensiones importantes, sino también de sentirme más
bían de ser alguna clase de forma sagrada, mágica, una idea en casa en el mundo.
que más tarde comprobé comparten muchos expertos. In­
cluso ahora, a veces me imagino envolviéndome con una pi­
rámide, algo que me centra y me cura. La Casa d e la Verdad
Traté de captar para qué eran realmente las pirámides.
El sorprendente mensaje que recibí «de la pirám ide» fue que Otra forma de obtener comprensiones que vayan más allá
su finalidad prim ordial no era la de servir de tumba para los de las cotidianas es usar la noción de la Casa de la Verdad,
faraones, sino casi lo contrario: el cuerpo del faraón era ne­ o una Casa de la Paz, o de la Curación, u otra similar, un
cesario para que la pirám ide estuviera completa. Eran cons­ lugar que represente la cualidad con la que quiera tratar.
truidas, me pareció, con una finalidad mágica, mística, como Yo, por ejemplo, tengo una Casa de la Verdad, en la que
monumento ritual. El proceso de construcción era en sí mis­ tengo un t-rono de la verdad especial; cuando me siento en
mo un ritual, y el paso final de este proceso era colocar en él, me hundo en un conocimiento o verdad al que necesito
ella el cuerpo del faraón muerto, es decir, el cuerpo de una enfrentarme. También tengo una guía allí, una hermosa dio­
divinidad, y sellarla. Debo reconocer que todavía no he en­ sa egipcia de la verdad, llamada M a-at, que viste una sola
contrado esta teoría en ninguno de los libros convencionales pluma de avestruz. Vla-at personifica todos los elementos de
sobre el tema, pero tal vez los egiptólogos no hayan hablado la armonía cósmica establecidos al principio de los tiempos
con las pirám ides recientemente. I —incluidos la Verdad, la Justicia y la Integridad M oral— y
En ocasiones, e n ju g a r de hablar, dejo que mi espíritu | se dice que nos juzga después de la muerte, sospesando
«entre» en una estatua o en un árbol y obtenga una impre­ j nuestro corazón contra una pluma.
sión de sentir o ver el mundo desde su punto de vista, tal y I Fue de M a-at de quien aprendí el concepto del «punto
como lo haría con una persona. De nuevo en Egipto, traté | de transform ación» que encontrará en el capítulo 17 sobre
de sintonizar con una de las esfinges en el templo de Luxor I resolución de problemas. M ientras estaba en la Casa de la
dejando que m i espíritu entrara en su cuerpo, con la espe­ | Verdad, apareció M a-at y me dijo que yo estaba sentada con
ranza de encontrar paz profunda y sabiduría. En lugar de ¡la cabeza gacha, negándome a m irar las realidades del mundo
eso, encontré una sensación de fuego, como un ángel fla­ que me rodea porque me parecían demasiado dolorosas. Mé
mígero de llameantes alas, quizás uno de los serafines. Desde pidió que levantara la vista, mirara a mi alrededor y viera la
la esfinge, me vi a mí misma y dije: «Siempre buscas estar verdadera naturaleza del mundo.
en otro sitio o llegar a algún lado como si la vida estuviera II El mundo, me dijo, está, en verdad, lleno de sucesos,
294 295
relaciones y sentimientos negativos que pueden dar pie a un piritual, puede resultar difícil distinguir entre visiones trans­
gran pesimismo y congoja. Pero en ei centro de esta nega- personales y fantasías 'personales que satisfacen nuestros
tividad hay un punto de transformación; eí potencial para deseos.
que todo se convierta en su contrario. Este punto de trans­ La forma más segura de funcionar es aceptar los mensajes
formación es otra forma de llamar a la esperanza y es lo que que parecen provenir de otra dimensión sólo cuando senti­
nos permite m irar con sinceridad las realidades que nos ro- mos que encajan bien en la realidad cotidiana del aquí y aho­
dean/Es a este punto de transformación al que debemos di­ ra. Es tam bién crucial ir m uy al tanto con cualquier
rigir nuestra atención y energía si queremos obrar un efecto comprensión que le haga sentir «ebrio» de su propio poder,
positivo sobre el mundo. Esta experiencia me conmovió omnisciencia y magnificencia, en lugar de darle la conciencia
profundamente y me ayudó a encontrar una manera de ser de form ar parte de un proceso sabio, magnífico y poderoso.
sincera conmigo misma respecto a las crudas realidades No sólo es este estado negativo en sí mismo, sino que ade­
de la vida y mantener, a pesar de ello, mi esperanza y mi efi- más es m uy posible que usted reciba más de un golpe «bajo»
. ciencia/ cuando compruebe que no puede curar a todos los enfer­
mos, descubrir todos los secretos ocultos o predecir acer­
tadamente las quinielas.
Visiones e ilusiones Con palabras de ju n g , a través del inconsciente colectivo
podemos contactar con un arquetipo interior o un símbolo
En nuestra realidad cotidiana disponemos de reglas lógicas universal, como el arquetipo de Dios, el cual nos propor­
y científicas que nos ayudan a distinguir entre lo subjeti­ ciona eí acceso a comprensiones profundas y ancestrales.
vo y lo objetivo, entre ciencia y mito, entre razón y su­ Perb si, en lugar de reconocer que existe un arquetipo de
perstición. Cuando abandonamos el mundo de la realidad Dios en todos nosotros, uno se identifica con el arquetipo,
cotidiana, entramos en un reino del que nadie nos ha en­ y se cree que es Dios, entonces se da lo que él llama «infla­
señado las reglas; la m ayoría de nosotros no hemos disfru­ ción»^ y puede llevar a la paranoia y no a la ilum inación .2
tado de una formación espiritual que pueda considerarse el ^ A lice B ailey nos ofrece una buena pista: Si tiene una vi­
equivalente de nuestra educación más convencional. ¿Cómo sión de las llamadas transpersonales en la que usted está per­
podemos distinguir la verdad de la ilusión? sonalmente en el centro de la histo ria—salvando al mundo,
Esto se vuelve especialmente problemático si mezclamos, por ejemplo— se trata, seguramente, de una ilusión 3*
como es probable que hagamos, las visiones de nuestro in­ /
consciente espiritual universal con las fantasías de nuestro
inconsciente personal. Las personas consideradas locas a Encuentro con un ser sabio y amoroso,
menudo parecen tener también visiones transpersonales; y recep ció n y en vío d e mensajes y energía curativa:
podría ser que al desaparecer los filtros que hay entre el Estructura d e los ejercicios
consciente y el inconsciente personal desaparecieran tam­
bién los filtros entre el yo normal y el yo superior, o entre En este capítulo expongo dos ejercicios principales: «En­
el yo y esa dimensión espiritual que va más allá de lo per­ cuentro con un ser sabio y am oroso», y «Recepción y envío
sonal. Pero, por lo contrario, no im porta lo cuerdos que de mensajes y energía curativa». Baio el título «Variantes»
estemos, cuando contactamos con nuestro inconsciente es- también encontrará un ejercicio sobre la Casa de la Ver­

296 297
dad (o Paz, Amor, Curación o aquella cualidad que usted agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger. El formato
desee). general es:
Existen múltiples ejercicios dirigidos basados en la idea
de encontrarse con un ser sabio y amoroso. Normalmente, Preparación: Despejar un espacio y relajarse
el ser se encuentra en la cima de un monte, o en una cueva, 1. in vitar a una dimensión sin límites personales
un bosque profundo o en la otra orilla de un río. Este ser 2. R ecibir y enviar mensajes
sabio puede percibirse como alguien externo a usted, o, en 3. C urar
últim a instancia, como un reflejo de su yo más profundo. 4. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger
En este ejercicio, usted pasea por un bosque y sube a un
monte, espera allí a la persona sabia y amorosa con la que
se comunicará, y por medio de la cual descubrirá también E n c u e n t r o c o n u n s e r s a b i o y a m o r o s o :

un aspecto de usted mismo. A l despedirse, pueden quedar E j e r c i c i o b á s i c o

para volver a encontrarse y entonces, como de costumbre,


agradece el regalo, reflexiona sobre su significado, mira al Preparación: Despejar un espacio y relajarse.
futuro para ver la relación que guarda con su vida y emerge.
La estructura básica del ejercicio es: 1. Invitar a l a imagen d el territorio de lapersona sabia.
Imagine que está caminando por un precioso bosque. Sienta
Preparación: despejar un espacio y relajarse. el suelo bajo sus pies. Fíjese en las flores silvestres, los so­
1. Invitar a la imagen del territorio de la persona sabia nidos de los pájaros y los insectos, la sensación de la brisa
2. Encontrar al ser sabio en sus m ejillas, los rayos de sol que bailan en las hojas, el
3. Com unicarse con el ser sabio aroma de los pinos. M ientras camina, permítase experimen­
4. Encontrar sus propias cualidades tar una sensación de bienestar, un estar conectado con todo
5. Despedirse y una paz profunda.
6. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro y emerger. A hora puede ver un monte delante de usted. Llega a él
y empieza a subir, sintiendo el esfuerzo en los músculos de
El segundo ejercicio, «Recepción y envío de mensajes y las piernas mientras sube por la pendiente. Sigue caminando,
energía curativa», le alienta a trascender los límites normales hasta que se acaba el camino y empieza a escalar por las ro­
que existen entre las personas y entre las personas y otros cas. A l acercarse a la cima, nota que hay un fuerte campo
objetos y sucesos vivientes, y a estar abierto a la posibilidad de luz que parece estar descansando en lo alto del monte.
de enviar y recibir información y energía por medios no fí­ A l llegar a la cima, se encuentra inmerso en esta luz. Se sien­
sicos. U na vez hecho esto, puede sintonizar con una per­ ta un momento y contempla el mundo por debajo y alre­
sona, objeto, planta o anim al y captar lo que les está dedor de usted.
aconteciendo, o pedirles que le enseñen una habilidad o que
le guíen en una experiencia, o decirles lo que necesita, o en­ 2. Encontrar al ser sabio. En la distancia, verá a un ser
viarles energía amorosa. También puede obtener una imagen sabio y amoroso que está dispuesto a escucharle y ayudarle.
de su salud física y emocional, o la de otra persona, y tra­ Al principio es un punto luminoso en la distancia. Empiezan
tar de curarla. De nuevo, como de costumbre, acabará por a cam inar el uno hacia el otro.

299
Si no logra ver a nadie, dése cuenta de que esta vez us­ 6 . A gradecer, reflex ionar, m irar a l fu tu r o y em e r g e r .
ted está destinado a ser su propio ser sabio y a encontrar Agradezca el regalo, emerja y reflexione sobre el significado
lo que pueda en su propio interior. Pida, por consiguiente, de los mensajes que recibió de la persona sabia, así como
que surja una imagen de la persona sabia y amorosa que hay sobre el. valor de la propia experiencia. Tenga en cuenta que
en usted. en el futuro, cuando necesite ayuda, consejo o comprensión,
puede volver a hablar con este ser sabio o con ese ser sabio
3. C om u n ica rse con el ser sabio. A medida que se acer­ que es su yo real.
que a este ser, utilice todos sus sentidos para captar y com­
prender todas sus cualidades. ¿Tiene alguna luz especial?
¿A lgún magnetismo especial? ¿A lguna forma concreta de di­ R e c e p c i ó n y e n v ío d e m e n s a j e s y e n e r g í a c u r a t i v a :
cha, sabiduría, conocimiento, amor, paz, claridad, libertad E j e r c i c i o b á s i c o
o inocencia? M írele a los ojos y capte el mensaje que guardan
para usted. Preparación: D espejar un espacio y relajarse.
Hable ahora con el ser, saludándole y preguntándole su
nombre para empezar. Diga cualquier cosa que le parezca 1. Invitar a una dim ensión sin lím ites personales. Pruebe
adecuada, haga cualquier pregunta, hable de cualquier pro­ cualquiera de éstas:
blema. Escuche la respuesta y continúe la conversación, ver­ A lternativa A: Dígase a sí mismo: Voy a contar hacia
bal y no verbalm ente, tanto tiem po como le parezca atras de diez a uno, y con cada número me sentiré más re­
apropiado. lajado, más en contacto con una dimensión en la que todo
y todos, pasado, presente y futuro, están conectados entre
4. Encontrar sus propias cualidades. Cuando acabe la si y yo puedo enviar y recibir imágenes, mensajes y energía
conversación, empiece a sintonizar todo su ser con esta per­ curativa a y de cualquiera con sólo decidirlo. Diez, nueve,
sona sabia, ajustando su energía a la de él, su longitud de más y más profundo, etc.
onda, vibración o estado mental (como sea que usted lo con­ A lternativa B: Imagine que se encuentra en una nave es­
ciba) y su sentido de estar vivo al suyo. Empiece a experi­ pacial saliendo de la dimensión de espacio y tiempo que co­
mentar sus cualidades en usted, como si la persona sabia nocemos. A terriza en una dimensión en la que todo y todos,
fuera un espejo que le m ostrara quién es usted realmente. pasado, presente y futuro, están conectados entre sí y usted
Sienta su propia luz, dicha, poder, sabiduría, conocimiento, puede enviar y recibir imágenes, mensajes y energía curativa
amor, paz, claridad, libertad o inocencia. a y de cualquiera con sólo decidirlo.

5. D espedirse. Dé las gracias al ser sabio y pídale per­


2. R ecibir y en viar m ensajes. Permita que su mente y sus
miso para retirarse, de la form a que mejor le parezca. Pre­ emociones se acallen. Deje que surja una imagen de una per­
gunte también cómo pueden encontrarse de nuevo. Mientras sona sobre la que usted quiera información o con quien
baja el monte y atraviesa el bosque, fíjese en cualquier di­
quiera comunicarse, o de una persona, viva o m uerta, que
ferencia en cómo ve las cosas o cómo se siente usted.
tenga alguna cualidad, destreza, conocimiento o experiencia
que a usted le gustaría tener.
M ire la imagen de la persona, haga una conexión pro­

301
funda con cita, y aguarde a que aparezcan otras imágenes o deja de hilos liados en el cuerpo emocional. Concluya de la
pensamientos. Procure que su espíritu vaya hacia arriba, rmsrna manera que en el ejercicio Cambio de Vida de! ca
abajo, detrás y delante de la imagen que quiera explorar más pimío H , poniendo la imagen de la persona curada en una
detenidamente. Sintonice con la persona, ajustando su ener­ burbuja o un globo, pidiendo que se dé la curación y tam­
gía, longitud de onda, vibraciones o estado mental (corno bién «liberándolo», sabiendo que no depende enteramente
sea que usted lo conciba) a la suya. H able con la persona, de usted, y que necesita dejar la curación en manos del uni­
utilizando palabras, imágenes o comunicación no verbal; tal verso, Dios, los espíritus o quienquiera o lo que sea que vaya
vez desee pedirle información, explicarle cómo se siente res­ más allá de usted. Puede decir simplemente, «Pido que esto
pecto a ella, o pedirle que le enseñe algo o que le guíe por suceda y lo libero», y deje que la burbuja desaparezca de su
una experiencia de aprendizaje. Aguarde su respuesta. vista. También puede añadir, si lo desea, «Y así es»: en la
Trate también de introducirse en el cuerpo de la persona, dimensión en la que pasado, presente y futuro son uno, esta
captando cómo es ser ella, y adquiriendo la habilidad o el curación ya ha sucedido y existe en potencia, aguardando
conocimiento que necesita por medio de esta experiencia di­ sólo a hacerse efectiva.
recta. Vea el mundo, incluyéndose a sí mismo, desde su
punto de vista. 4. Agradecer, em erger, reflexionar y mirar al futuro. Dé
Cuando se sienta listo, déle las gracias y despídase, que­ su agradecimiento de cualquier forma que le parezca apro­
dando, si conviene, para volver a verse. Tal vez también de­ piada y a quienquiera que le parezca adecuado dárselo Tras
see enviarle a la persona su cariño y sus mejores deseos. emerger, reflexione sobre el significado de su experiencia y
Puede hacer exactamente lo mismo con un objeto, planta sobre sus implicaciones para el futuro.
o animal. Puede hacerlo o bien en su presencia, estudiando,
hablando e «introduciéndose» en el objeto, plana o animal
real, o bien invocando una imagen. S i n t o n i z a c i ó n r á p i d a

3. Curar. Piense en una persona que le preocupe, tal vez Sintonizar con alguien puede llevar solamente un momento
alguien con problemas de salud o dificultades emocionales. y puede hacerse en o fuera de su presencia física. Le sugiero
Esta podría ser o no ser la misma persona de más arriba. que siempre que tenga ocasión añada esto a sus comunica­
Pida imágenes relacionadas con la salud física y emocional ciones normales con la gente: sintonice con su imagen o es­
de esa persona. Repase la imagen de su cuerpo de pies a ca­ píritu y envíeles un mensaje o energía cariñosa. Así, tanto
beza, notando cualquier anormalidad, tal como zonas os­ si está arropando a un niño en la cama, o visitando a un
curas, deterioradas o de aspecto enfermizo. Entre en su amigo, o pensando en alguien que le preocupa, haga una
cuerpo y capte la sensación que le produce. pausa, sintonice con ellos y envíe su mensaje o su energía.
Cuando localice algún problema, interno o externo, trate Nunca se sabe el bien que se puede hacer así, y con toda
de curar la imagen de la manera que le parezca adecuada. Tal segundad se hará algún bien a usted mismo.
vez le gustaría pedirle a u n ser curador y amoroso que man­
de un rayo de amor y curación. O usted mismo puede enviar
una luz curativa, o restaurar la luz natural de la persona. O
podría enderezar un músculo torcido o desenmarañar la ma­

302
V a r ia n t e s

Visita a la Casa d e la Verdad (o A mor, Paz, S a b id u r ía P o ­


der, C uración, etc.). Deje que surja una imagen de la Casa
de la Verdad (o cualquier otra cualidad que desee explorar).
¿Cóm o es la Casa? Permita que su espíritu se eleve p o r en­
cima y la contemple, y después vaya alrededor y debajo de
ella. ¿Qué observa desde las diferentes perspectivas? Ahora
entre en ella. ¿Qué siente al entrar en esta Casa? ¿Qué ve,
huele, oye, o capta de cualquier otra manera, a su alrededor?
¿H ay algún sitio especial para usted, o instrumentos o he­
rramientas especiales para su uso? Averigüelo, y si es así,
Cuarta parte
examínelos y pruébelos.
Acérquese a cualquiera que vea allí. Averigüe quién es y
háblele de su vida y de lo que necesita. Pídale una respuesta. Encontrar el propio
camino
Puede lim itarse a escuchar lo que le diga, o cambiar de papel
y convertirse en ella, o mantener la conversación o conver­
saciones tanto tiempo como le parezca apropiado. Dé las
gracias al ser o seres. Recuerde que si estos seres le han ser­
vido de ayuda puede continuar usándolos como consultores
siempre que crea que necesita su ayuda.

Conclusión

El reino de lo transpersonal no es, por así decirlo, santo de


devoción de todo el mundo. Pero la conciencia de que todo
lo que experimentamos puede tener una dimensión que va
más allá de lo que resulta evidente puede incrementar la ma­
gia y el misterio de la vida incluso para los escépticos más
reticentes. Como mínimo, puede recordarnos todo el vasto
potencial de esta realidad cotidiana que no espera más que
ser descubierto. Y en su grado óptimo, puede dar un sig­
nificado más profundo a todo cuanto hacemos, y un sentido
más pleno de quiénes somos y adonde vamos.

304
17

Resumen para el trabajo


individual
Resolver problemas5 mejorar técnicas

Hace algunos años, mi hermana Shira me habló de cómo


cada vez que tenía que enfrentarse a un problema realmente
difícil, se decía a si misma, «Todo problema tiene una so­
lución», y con esa seguridad podía calmarse y calcular qué
hacer a continuación. Yo misma lo probé y comprobé que
me proporcionaba una clave para la resolución de problemas
del tipo «R espira hondo y no te ofusques». Pero entonces
empecé a tener dudas. ¿Todo problema tiene solución? Se­
guramente no, lo mismo que no toda enfermedad tiene a íra .
Lo que si tiene todo problema, en mi opinión, no es una
solución smo un p jM g jd e franrform aáón y una resolución.
Siempre existe algún género de palanca, o pasadizo o pers­
pectiva que nos pueden dar un empujón hacia delante: éste
es el punto de transformación. Una vez lo hemos detectado
abrimos el camino a la resolución, a una clarificación de u n ¡
imagen confusa que posee cierto grado de exactitud y co­
rrección. O tra palabra para punto de transform ación sería
esperanza. O tra palabra para resolución sería paz.
Cuando buscamos solución a un problema, solemos
apuntar hacia una conclusión predeterminada que definiría­
mos como «deseable». Cuando vamos tras el punto de trans­
formación y la resolución, estamos intentando encontrar la
dinamica interna y la claridad propias de la situación, tanto

307
si esta dinámica nos lleva adonde queríamos ir como si no Pidió una imagen que representara su relación con las
En palabras del I C hing o Libro de las M utaciones , el anti­ expectativas y le surgió una reja de cárcel y ella misma tras
guo libro de sabiduría china, «de los acontecimientos surgirá los barrotes. La reja no llegaba hasta el techo ni tampoco
una luz, gracias a la cual podrá reconocerse el camino hacia hasta el suelo, y había una ventana en la celda,- por lo que
el éxito ».1 se tranquilizaba diciéndose que podría haber sido peor.
Cuando se encuentra estancado en un problema de re­ ¿Q ué podía hacer? Decidió fundir los barrotes y con­
lación, por ejemplo, el punto de transformación podría en­ vertirlos en una preciosa escultura. Así lo hizo, sintiéndose
trañar una nueva aceptación de usted mismo, o de su pareja, bastante complacida por esta solución instantánea y creativa.
que les permita permanecer juntos, o una nueva actitud que Pero al cabo de pocos minutos se dio cuenta de que esta
fes permita a ambos dejar marchar al otro. Cualquiera de las solución no la contentaba; en su intento de solucionar el
dos pueden darle una sensación de resolución y permitirle problema mediante su eficacia natural no se había permitido
seguir avanzando. Del mismo modo, para alguien que se en- una auténtica resolución. La escultura era bonita, pero se­
cuentra gravemente enfermo, el camino a seguir podría ser guía siendo de hierro. Necesitaba un cambio de un orden
la salud, pero también la aceptación de la inevitabilidad de completamente diferente.
la muerte. De pronto, al mover la reja descubrió que nunca había
A sí pues, en lugar de hablar de solucionar problemas, tal estado cerrada con llave. Éste fue su punto de transforma­
vez necesitemos hablar de transformar y resolver problemas. ción. Empujó la reja y salió a un campo en el que empezó
¿Cóm o transformamos y resolvemos los problemas de una a cantar, bailar y pintar. Se sentía como en casa allí, relajada
forma que nos permita avanzar hacia nuevas opciones? Esta y encantada. Entonces tuvo la sensación de resolución.
pregunta es aplicable también a los problemas que tradicio­ Al proyectar la imagen sobre su vida vio que no había
nalmente se consideran personales, de negocios, creativos, forma de poder reorganizar sus horarios de manera que tu ­
profesionales o académicos. Un problema es un problema: vieran un m ejor aspecto: incluso cuando los barrotes pare­
es cualquier situación en la que encontramos alguna difi­ cen bonitas esculturas siguen siendo barrotes. Necesitaba
cultad para avanzar. examinar qué quería hacer o tener realmente en d Tcentríj'aT
su vida y entonces todas las piezas encajarían a su alrededor.
ju lie se dio cuenta de que su máximo anhelo, y al que
Entre rejas no concedía nada de tiempo en su intento de satisfacer las
expectativas de todos los demás, era expresar su creatividad.
ju lie era una consultora de gestión m uy popular, con mucha Finalmente, decidió irse a vivir al campo y hacer lo que
demanda, tanto profesional como personal. Se tomaba sus siempre había querido hacer: escribir libros. A ún ve a sus
compromisos m uy en serio y trataba de satisfacer las nece­ amigos y dirige cursos, pero sólo cuando y si encaja en su
sidades de todo el mundo, pero veía que no se concedía su­ plan general de vida; Y cuando lo hace, se ríe mucho más
ficiente tiempo a sí misma, ni a su pareja, y acababa agotada de lo que solía reírse antes.
en lugar de sentirse bien consigo misma. M iraba y volvía a La risa suele acompañar el momento de transformación,
m irar su agenda, preguntándose cómo podría organizar me­ ya que nos liberamos de la tensión y la confusión, e incluso
jor su vida. ¿Cómo podía satisfacer las expectativas de los vemos el lado divertido del problema con el que hemos es­
otros y además cuidar de sí misma? tado luchando. Boris, uno de mis alumnos, solía ir a su Casa
de la Verdad cuando se enfrentaba con problemas; allí se nos es: «¿Cómo puedo reconstruir este problema de una for­
encontraba con figuras tan distinguidas como Sócrates, j ung ma. tal que admita la posibilidad de avanzar satisfac­
y otros gurús eminentes. U n día, cuando su relación con su toriam ente?», recordando que incluso la noción de «satis­
amante le parecía horriblemente confusa y dolorosa, visitó factorio» depende de su perspectiva del problema. Todas las
su Casa de la Verdad esperando encontrar una palabra sabia. técnicas de imaginación que ha usado pueden serle útiles
Pero en lugar de un gran filósofo o psicólogo, con gran sor­ ahora.
presa vio aparecer a C ecil B. de M ille, el productor de ' El tercer paso es identificar el punto de transformación,
H ollyw ood. el camino para avanzar, la palanca que puede llevarle a una
- Boris se sintió decepcionado, pero sin embargo le pre­ claridad y una resolución. Puede haber, desde luego, más de
guntó al productor qué debería hacer respecto a su relación. uno, en, cuyo caso necesita escoger el más satisfactorio, que,
Quitándose el puro de la boca y exhalando humo por la co­ también, depende de su perspectiva.
m isura de los labios, C ecil B. de M ille dijo: «Vamos, hijito. Es importante resaltar que aunque yo lo haya descrito
Tú crees que tu vida es una superproducción de H ollywood en forma de pasos, éste no es necesariamente un proceso
y no es más que una película de segunda». Boris se dester­ secuencia! ordenadov El momento de la resolución.; sobre
nilló de risa, reconoció su hábito de dram atizar las situacio­ todo, se da a menudo después de un período de espera, el
nes y prom etió que de ahora en adelante no se tomaría su cual per. e c r su c/ss erva en si
vida con tanta seriedad. fo gue se ha llamado una fase.de «incubación». El momento
No se le ofreció ninguna solución, pero éste fue, cier­ de comprensión puede llegarle luego, en la bañera o después
tamente, un punto de transformación. Con su nueva ligereza de «consultarlo con la alm ohada», o mientras se encuentra
de ánimo, pudo volver a examinar su situación y resolverla atareado con algo totalmente diferente. La habilidad consiste
por sí mismo. entonces en cogerlo con ambas manos, decir, «E ureka», y
llevarlo a cabo.
A si dicho parece bastante sencillo, y en principio lo es.
Estructura d e la resolución d e problem as En cierto sentido, es la confianza lo que lo hace sencillo.
Gran parte de la dificultad que tenemos para resolver pro­
El prim er paso hacia la resolución de problemas es una es­ blemas se debe a la ansiedad, o, en otras palabras, a la sen­
pecie de salto de fe. Con esto quiero decir que necesitamos sación paralizante, incapacitadora o terrorífica de estar
hacer una pausa y tener la confianza de que todo problema bloqueados con un problema y de que el problema está pe­
tiene un punto de transform ación: todo cuanto necesitamos gado a nosotros... para siempre.
es encontrarlo. Esta confianza reduce la ansiedad y nos per­
mite «ponernos el gorro pensante». A l hacer la pausa, tam­
bién necesitamos tomarnos un momento para relajarnos y R esolución holística y creativa d e problem as
concentrarnos profundamente en el problema.
El segundo paso entraña encontrar otra forma de ver el A esta sencilla estructura, tenemos que añadirle una condi­
problem a, o tantas otras formas de verlo como sea posible. ción en absoluto irrelevante: no queremos resolver el pro­
Si el problem a se pudiera solucionar tal como está, entonces blema como de costumbre. Para empezar, avanzar puede
no sería un problem a. La pregunta que necesitamos hacer­ significar, a veces, crear un nuevo juego de problemas que

311
sean peores que los viejos, sobre todo si tenemos en. cuenta Una solución creativa a un problema e s l a q u e cambia
el efecto sobre otras personas y situaciones y no sólo sobre nuestro modo habitual de pensar y responder y q u e r e p r e ­
nosotros mismos. De este modo, Ellen, en el capítulo 8, senta un enfoque nuevo ante las dificultades. A i hacerlo así,
creía haber solucionado su problema matrim onial abando­ ampliamos las posibilidades de transformación no sólo d e l
nando de repente a su marido sin decirle adiós, pero el ba­ problema en sí, sino también las nuestras propias a l a hora
rullo y la confusión que dejó detrás no sólo causaron un gran de abordar éste y todos los problemas.
dolor a su marido, sino que a la larga no le permitieron re- Su enfoque habitual podría ser el de considerar l o s r e ­
solver su culpabilidad ni sentirse bien en su nueva relación. sultados prácticos más que los emocionales, o los efectos a
En segundo lugar, avanzar en un problem a puede ser una largo plazo y no a corto plazo, el camino recto y seguro e n
medida de primer auxilio que represente un enfoque habitual lugar del atrevido y arriesgado, o el complicado en lugar del
y que no nos haga avanzar como seres humanos, lo cual es sencillo. O tra persona podría enfrentarse al problema con
una lástim a. Ju lie. la consultora de gestión, podría haber un enfoque radicalmente diferente, no porque difieran sus
reorganizado su agenda programándose algo más de tiempo intereses materiales o su punto de vista, sino simplemente
para ella, pero aun así se habría sentido agotada y descon­ porque tienen un enfoque habitual diferente.
tenta, sólo que un poquito menos. Para alcanzar una solución creativa, necesita incrementar
Así pues, a la noción de transformación tenemos que su potencial de enfoques, y considerar el problema de una
añadirle dos conceptos más: holístico y creativo. forma nueva. La solución que surge al haber hecho esto,
U n enfoque holístico para la transformación de un pro­ guizá no enseguida, sino después de la fase de «incubación»,
blema es el que toma en cuenta todo el contexto y círculo de esperar y dejar que el inconsciente se come su tiempo, es
de personas y sucesos en los que se sitúa y a los que afecta probable que tenga esa cualidad de belleza o exactitud que
el problema. Para hacer esto, necesitamos considerar el pro­ las personas creativas consideran el umbral de un avance
blema desde tantos .puntos de vista como nos sea posible, creativo.2
porque ésta es la manera más fácil de identificar implicacio­ El trabajo con imágenes es ideal para una resolución
nes que no podríamos ver desde nuestra propia y limitada holística y creativa de problemas, porque nos ofrece la ca­
perspectiva. pacidad de cam biar drásticamente nuestras perspectivas, y
El problema de construir una autopista a través de una porque el poder metafórico e intuitivo de las imágenes am-
ciudad, por ejemplo, puede ser considerado de formas muy ■ J ? ' sobremanera el número de métodos potenciales de en­
diferentes desde los puntos de vista de los propietarios de focar los problemas. ».*«««......................
las casas, los autom ovilistas, el ayuntam iento, los conser­ Este capítulo tiene un tono de «hágalo usted mismo»
vacionistas, los peatones y los ciclistas. Un problema marital porque está dirigido principalmente a recordarle los diversos
es un problem a diferente para el marido, la esposa, ios hijos, métodos que puede usar para solucionar un problema, de
el sistema fam iliar como un todo, ios vecinos o, incluso, ¡os forma que a partir de ellos pueda construir el ejercicio que
amantes del marido y/o de la esposa. le convenga. El enfoque general que yo sugiero para la so­
Para crear una solución holística tendría que considerar lución de problemas es el siguiente:
primero todos estos puntos de vista, volver después a su
propia perspectiva y escoger el trayecto que le parezca ade­ 1. Despejar un espacio y relajarse
cuado en ese momento. 2. a) Poner el problema en perspectiva

313
b) Ponerse a usted mismo en perspectiva con mis recursos y más capaz de definir y resolver mi pro­
3. Perm itir que surja una imagen» profundizarla y ex­ blema actual».
plorarla hasta encontrar el punto de transformación,
o el camino para avanzar 2. a) P o n er e l p r o b le m a en p ersp ectiva . ¿Dónde está el
4. Agradecer, reflexionar, m irar al futuro, emerger y lle­ problem a? ¿Está a su alrededor? ¿Está dentro'deH ¿ted’ 7 í e
var a cabo _Pesa ^ la cabeza? Dondequiera que esté, intente ponerlo en
otro sitio y tomar otra perspectiva. El sitio más eficaz es
S m ™ ente,£m pezar.por im aginarlo .y'colocarlo fueraVde
S i m p l i f i c a r ( m á s ) l a r e s o l u c i ó n d e p r o b l e m a s : iisted.: Si tuviera más de una parte, podría poner más de una
E j e r c i c i o s b á s i c o s imagen por cada aspecto fuera de usted. Luego camine a su
alrededor. Tome una perspectiva aérea. Póngase y 'mire por
1 . Despejar un espacio y relajarse. El prim er jpasojpara avan­ debajo. Cada uno de estos ángulos le proporcionará una
zar es pararse. Tómese el momento o momentos que íe ba­ nueva comprensión. Com o mínimo, «pondrá el problema
gan falta para utilizar uno de los métodos de relajación del en perspectiva».
capítulo 5, o cualquier otro que le funcione, aunque se trate b) Ponerse a usted mismo en perspectiva. Deje que su es­
de un proceso de segundos. píritu se eleve y le mire desde arriba, desde los lados, desde
Esto tiene dos funciones: Prim era, le alienta a tener la abajo, etc. Fórmese una impresión de lo que le está suce­
confianza de que encontrará un punto de transformación y diendo a esta persona (usted). ¿Qué nota respecto a su ener­
le deja liberarse de la necesidad de solucionarlo que inhibe gía, relación con ei mundo, relación con el problema, o
su curiosidad y su creatividad. Su actitud será: «M e intriga^ cualquier otra cosa que se le ocurra? Dé a esa persona todos
ver qué saldrá», en lugar de: «Tengo que solucionar esto aquellos mensajes que puedan ayudarla.
rápido o de lo co n trario ...».
Segunda, le permite usar ese modo de conciencia no crí­ 3. Permitir que surja una imagen, profundizar y explo­
tico, de libre asociación y de profun' a pnce .ación que rarla, basta que encuentre e l punto de transformación. Esta
facilita no sóÍo la aparición de imágenes sino cualquier tipo es la oportunidad para su creatividad. El siguiente es un re­
de resolución de problemas. Le impide dar la primera res­ sumen de algunas formas de usar el trabajo con imágenes
puesta habitual «salida de la m anga» y le alienta a concen­ para la solución de problem as:
trarse a fondo y a usar más sus propios recursos. He com­
probado que el solo hecho de partir de este enfoque con­ a) Usar una im agen que represente el problema. El en-
centrado es suficiente, a veces, para arrojar alguna luz sobre f 00i He m 7 ta f^
el problem a y para llevarme directamente a una nueva vi­ concentramos a fonHo en ella. Este enfoque se 3a en lo d a su
sión del mismo, a un punto de transformación y a una re­ extensión en el capítulo é, pero eí siguiente es' un breve re­
solución. sumen:
Recuerde que si usa una cuenta atrás para profundizar la
relajación debería usar palabras que sean pertinentes a la ta­ Sugiérase a sí mismo: «Deseo permitir que surja una imagen
rea, por ejem plo: «V oy a contar hacia atrás de diez a uno y de un animal, planta u objeto que de alguna forma represente
con cada número me sentiré más relajado, más en contacto este problema (o mencione el problema), en este momento».

314 315
Cuando surja la imagen, estudíela y luego entre en ella: que no sabe si seguir avanzando o detenerse. Piense en un
conviértase en la imagen. Hágase preguntas como: ¿Que problema en ei que normalmente sabe si avanzar o detenerse
pasa ahora mismo? ¿Desde cuándo es así? ¿Hubo un tiempo Ahora compárelos, notando los rasgos de la situación o pro­
en que fuera diferente? Si lo hubo, ¿cuándo y cómo? ¿Qué blema que puede resolver con facilidad, y piense en el equi­
viene a continuación? ¿Qué necesito hacer para dar un paso valente de cada caso para la situación actual, y en cómo
adelante? ¿Qué me parece adecuado? (En otras palabras, re­ podría hacerlo de otra manera. (Por ejemplo: «Se me da bien
pase el presente, e! pasado y el futuro de 1a imagen.) organizar y llevar una fiesta». Examine: la sensación, usa la
Trate también de examinar la imagen desde arriba, los comida, usa sus propios talentos, la forma en que lo hace,
lados y debajo, para ver otras perspectivas. Si no ve hacia etc., y relaciónelo con el problema original. No escoja sólo
dónde ir pruebe diciendo: «Es x tiempo en el futuro y he los aspectos obviamente pertinentes de la situación; el tipo
solucionado el problema. ¿Qué fue J o que hice?» (esto se de especias que use al cocinar puede ser totalmente perti­
amplía más adelante). nente al escribir un artículo.)
Ahora mire atrás hacia el problema. Proyecte sus com­
prensiones sobre él.
c) Usar una imagen que represente a otras personas so­
También es posible revisar tres o cuatro aspectos del pro­
lucionando problemas. En este caso nos centramos en otras
perspectivas sobre el problem a: otra persona que pudiera te­
blema: por ejemplo, un proyecto o problema relacionado
ner un punto de vista diferente, o un entendimiento o ha­
con escribir un libro podría suBdividirse en estructura del bilidad que usted no tiene:
c ^ m í ^ e iT n m e r párrafo, el final y el tema. Permita que
surjan tres o cuatro imágenes, observe cómo se combinan y
recombinan, hable con cada una de ellas, examine la escena Permita que surja la imagen en la silla de enfrente de alguien
desde diferentes perspectivas y , finalmente, busque sentido que es un experto en este campo, o que pueda ser capaz de
resolverlo de una manera diferente o mejor que usted. (Po­
a la historia que surja, como en el caso del perro, la zana­
dría ser Emstein, su madre, un sabio, Hércules Poirot, su
horia y el samovar, que puede leer en el Apéndice Uno. profesor, su hijo, o el mejor asistente sanitario del mundo.)
Véale con claridad. Explíquele su problema. Cambie de pa­
b) Usar una im agen que represente el problem a: El en­ pel y sea esa persona. Averigüe cómo lo ve y qué sugiere.
fo q u e analógico. A quí escogemos e x p líc k a ^ t e , c o i ^ am - Siga con la conversación hasta que sienta que realmente lo
logía de nuestro problema actual, una situación o problema entiende.
que hayamos llevado a buen fin, o que incluso nunca nos
pareciera un proBíema, y la comparamos y volvemos a re­ Es posible hacer esto más de una vez: pregúnteles a di­
correrla toda para ver lo que podemos aprender de ella: versos expertos de diferentes clases cuál es su punto de vista;
tal vez a un amigo que le brinda su apoyo, un experto que
Piense en el problema. ¿Qué tiene de difícil? Piense en otra usted sabe que puede tener respuestas objetivas, y un niño
situación o área en la que pueda hacer lo mismo con buen que podría adoptar una perspectiva totalmente nueva.
resultado. Por ejemplo, suponiendo que usted sea estudian­ No es estrictamente necesario ver a la persona en el
te, y no puede organizarse para un examen: piense en un asiento y cambiar de silla si esto le incomoda. Simplemente
área de su vida en la que sí pueda organizarse. Si no puede, ello hace el proceso más eficaz. Pero también puede ima­
piense en alguien que sí se organiza bien. O, supongamos ginar a la persona y escuchar lo que tenga que decirle. Tam-

317
c a p ítu lo 10, d án d o se l a i n s t r u c c i ó n : «Han pasado cinco
bien podría resultarle cambiar a un sitio que le parezca
años, o t e n g o o c h e n t a años, o los que sea, y m e s i e n t o b i e n
pertinente: tal vez asocie personas sabias con cimas de mon* respecto a mi vida. ¿Qué me hace sentir b i e n ? ¿ C ó m o lo
taña, o consejeros financieros con despachos, y ahí podría conseguí?». (Si no encuentra ninguna imagen e n q u e s e s i e n ­
ir para encontrarse con ellos. ta bien, empiece c o n «Me siento mal con mi vida», y mire
Recuerde también que sjJUjggrsona le dice exactamente atrás para ver dónde se equivocó. Entonces debería ser capaz
lo que usted esperaba es que seg iga n ^ g t ^ o ^ ^ a j n t x o - de ver la forma positiva y comparar las dos. O p r u e b e la
ducido en ía imagen. Algo en ella debería sorprenderle. De nave espacial de nuevo.)
ío contrario^ tal'vez esté conjurando una caricatura en lugar 3. Imagine ante usted una línea que representa el tiempo.
de una imagen real. _ _ . Coloque el pasado a su izquierda y el futuro a su derecha.
Para una consulta interior rápida, pruebe de decirse a sí La línea puede representar su vida, o el tiempo desde el ini­
mismo- «Si yo fuera X (el mejor terapeuta del mundo;_el cio hasta la consecución de un proyecto creativo, o el co­
mienzo y la solución de un problema. Entre en ella y vaya
mejor consejero del m undo; nu propio asisten tejam tario ;
hacia el pasado, incluyendo el tiempo anterior a que em­
Einstein, etc.) h a ría ...», y vea qué surge. pezara el problema, y luego hacia el futuro. Mantenga con­
versaciones con los diversos Yos que aparezcan, ofrecién­
d) Usar una imagen que represente . o t r o j r j ^ e r t í o j ^ ^ dose mutuamente sus recursos. Salga de la línea y fórmese
tiempo, por ejem plo/después de solucionar el problema o una idea del argumento general de la historia y de los acon­
to m a r la decisión, o antes de que sucediera. Puesto que las tecimientos y momentos críticos. Plantéese cómo puede
imágenes son espaciales más que temporales, puede sinto­ cambiar el suceso crítico que está a punto de aparecer para
nizar con cualquier momento del pasado, presente o futuro que mejore el argumento, o para resolver el problema con
y experimentarlo como si fuera totalmente actual. Esto sig­ eficacia.
nifica que puede sintonizar con el futuro y aprovechar las
ventajas de la mirada retrospectiva. Y también que puede e) Usar una imagen que represente un sitio al que pueda
sintonizar con el tiempo anterior a tener el problem a; esto ir para solucionar el problema. H ay diversos tipos de entor­
es especialmente importante al tratarse de problemas emo­ no interior que podrían facilitarle la resolución del proble­
cionales, y a que a veces le permite disfrutar, por primera ma. A quí le presento algunos, pero usted también puede ser
vez, de una sensación de libertad. H ay muchos ejercicios creativo en este campo:
que usan el tiempo de formas diversas, pero aquí le sugiero
1. Permita que surja una imagen de la Casa de la Verdad,
algunas: Casa del Dinero, del Tiempo, de la Salud, o del SuenoTén
otras palabras, cualquier imagen que parezca representar la
1. Permita que surja una imagen de_ustedn c ^ m o ^ ^ ^
s-: '■i ss£ués dehab£rjJucionado e í^ r ^ n ia ^ (Si le resulta cualidad que necesita para resolver el problema o el tema del
dífícil, pruebe la idea de la nave espacial del capitulo 10: ima­ problema. Este es un buen lugar para examinar el problema
gine que está en una nave alejándose de la Tierra. Vuelve y en el que seguramente se encontrará con expertos. Podría
al planeta x años después, cuando se siente bien respecto al incluso probar con la Casa de Jane, o Alan, o cualquiera que
problema. ¿Qué está pasando?) Mire atrás y vea cómo y sea su propio nombre y ver qué sucede allí
cuándo lo solucionó. ,
2. Permita que surja una imagen de un Lugar de Trabajo
2, Si el problema es más general, por ejemplo, adonde? Creativo Ideal. ¿Qué aspecto tiene? Descubra qué herra­
voy, qué, quiero .realmente, avance en el tiempo, como en el mientas contiene: tal vez una pantalla mágica, o una fuente
m á g ic a q u e la v a im p u r e z a s , o u n c a le n d a rio co n fech as en el Conclusión
p a s a d o , p r e s e n te y fu tu r o . E sp e re a q u e se a b ra la p u e rta y
a q u e a p a re z c a n d o s g u ía s , u n h o m b re y u n a m u je r, q u e es­
J ara resolver un problema, superar una dificultad» tomar
tá n a llí p a r a a y u d a r le . S a lú d e le s , c o n ó z c a le s , p id a lo q u e n e ­
c e site y d é la s g ra c ia s p o r lo q u e le o fre z c a n .
una decisión importante o m ejorar una habilidad, necesita
3. V a y a a l s a n tu a rio q u e c re ó en lo s e je rc ic io s de re la­ cambiar de perspectivas y enfoques cuanto sea posible. Pue­
ja c ió n d e l c a p ítu lo 4. de usar una imagen del problema, de otra persona solucio­
4. I m a g ín e s e en u n c o lu m p io , ta l v e z u n o q u e u s a ra de nando el problem a, de un momento en que ei problema ya
p e q u e ñ o . A l b a la n c e a rs e , p íd a le q u e le im p u ls e a l m e jo r sitio se haya solucionado, de un sitio donde resulte más fácil re­
p a ra q u e u s te d e x p lo re y r e s u e lv a su p r o b le m a . D éjese p ro ­ solverlo, o de una manera de funcionar que sea perfecta para
y e c t a r d e s d e el c o lu m p io y v ia ja r a tra v é s d e l esp a c io y el usted. H ay, literalmente, tantas perspectivas como pueda
tie m p o y a t e r r iz a r en a lg ú n la d o . ¿ D ó n d e e s tá ? C o n tin ú e imaginar. Cuando acabe de jugar con ellas, vuelva a la suya
c o n la e x p lo r a c ió n . propia y decida cuál es la mejor solución, y la mejor manera
de avanzar hacia el futuro.
f) Use una imagen que le represente haciendo algo lo m e­
jor p osible u obteniendo lo que desea.. Esto es ¡de la máxima
utilidad cuando desea mejorar sus EaBilidades ó su situación.
Permita que suri a una imagen de usted tal como es ahora,
bien en una pantalla o donde le venga mejorTOBserve cómo'
funciona esa persona y acéptela tal como es. Deje desapa­
recer esa im agen y que surja una que le represente haciendo
perfectamente, aquello que quiere hacer, o teniendo el atri­
buto que busca u obteniendo aquello que desea. Observe
cómo funciona esa persona, introdúzcase en la imagen, sea
la persona y explore y acepte la sensación y el sentimiento.
Finalmente, vuelva a salir, ponga la imagen en una burbuja,
pida y propóngase que se haga realidad y suéltela en las ma-
nos de aquello que está más allá de su yo consciente per­
sonal. Perciba el camino a seguir.

4. A gradecer, reflexionar, mirar al fu tu ro y emerger.


Cuando haya acabado su trabajo con imágenes, dé las gracias
a su consciente e inconsciente, use su raciocinio consciente
para entender y poner sus comprensiones en relación con su
situación actual, mire al futuro para ver cómo lo va a llevar
a cabo y em erja. Es entonces cuando necesita usar su vo­
luntad y perseverancia para seguir las huellas de la imagen o
de las comprensiones obtenidas.

321
Nota final

A estas alturas, y a ha recorrido bastante camino en el viaje


hacia el mundo de la imaginación. Sin duda, algunos terri­
torios le habrán resultado extraños, dolorosos, causa de mie­
do y confusión. Tal vez sus esperanzas se hayan visto
decepcionadas en alguna ocasión e incluso puede haber sen­
tido la tentación de abandonar. Pero en otros momentos
también se habrá sentido atónito ante la profundidad de su
entendimiento y visión, y ante las vastas posibilidades in­
herentes a su ser con las que todavía no había ni soñado.
Quizás éste sea un buen momento para dar una mirada atrás
y ver lo lejos que ha viajado, y m irar hacia adelante, a los
retos y cambios que le esperan.
Disfrute el proceso de explorar el mundo de la im agi­
nación, como un placer al que tiene derecho, reconociendo
que su mundo interior merece tanto respeto como el exte­
rior. Tenga en cuenta, sin embargo, que la función principal
del trabajo con imágenes es la de ayudarle a vivir mejor aquí
y ahora.
La gente habla a menudo del «cam ino» del crecimiento
personal. Pero el desarrollo personal en general, y el trabajo
con imágenes en particular, no es en sí mismo el camino de
la vida: es el medio por el que permanecemos en nuestro
i sendero.

323
Caminamos felices durante una temporada y luego nos
sentimos, por motivos internos o externos, confundidos,
perdidos o incómodos: hemos perdido el camino. Nos vol­
vemos hacia dentro y desarrollamos un nuevo recurso o ac­
titud para volver a él. Este funciona bien por un tiempo,
hasta que volvemos a darnos cuenta de que hemos perdido
el camino de nuevo. Más trabajo con ¡má-genes para retornar
al camino y caminar por él de una manera nueva.
Caminamos un poco más y de repente nos damos cuenta

Apéndices
de que estamos en un callejón sin salida. ¿C uál fue la opción
que no vimos? Más trabajo con imágenes para encontrar el
camino hasta un cruce y elegir una senda abierta. Más ca­
mino. Más trabajo con imágenes. Desviarse del camino o
llegar a un callejón sin salida no es un fracaso, sino simple­
mente una parte del proceso dé aprendizaje, en la medida en
que tengamos siempre presente que contamos con recursos
para encontrar el camino de vuelta a una senda que nos con­
venga. Y cada vez que lo hagamos se hará más fácil, y la
experiencia de caminar por nuestra senda será más profunda
y satisfactoria.
Com parta su nueva habilidad con los demás. Si aún no
lo ha hecho, considere la posibilidad de formar un grupo de
trabajo con imágenes con gente afín en su trabajo o en su
vida privada. Use el trabajo con imágenes en la clase, en la
sala de reunión o en el hospital. H able de él. y enséñelo a
sus hijos, a sus amigos, colegas o clientes. Asegúrese de que
consultar con las imágenes antis de tomar uña decisión ño*
Apéndice 1

El perro, la zanahoria,
el samovar
y la barca de pesca

C u a n d o e m p e c é a e s c r ib ir este lib r o , el c a m in o a s e g u ir e s ta b a a ú n
e n v u e lto en la s s o m b ra s , y u tilic é el tr a b a jo c o n im á g e n e s p a ra
p o n e rm e a a n d a r. D e c id í q u e n e c e s ita b a im á g e n e s q u e re p r e s e n ­
ta ra n a l lib r o c o m o u n to d o , a su c o n te n id o , la e s tr u c tu r a d e l p r i­
m e r c a p it u lo y m i p r o p io e n f o q u e . L a s d e jé s u r g ir y
o b s e r v á n d o la s , d e s a r r o llé u n a re la c ió n e n tre e lla s , la s e x a m in é d e s-

sigm ficadcferSpeCtlVaS’ haWé C° n elkS 7 eXpl° ré3 Cn generaI> su


L a s im á g e n e s q u e s u rg ie ro n fu e r o n e í p e r r o , la z a n a h o r ia y el
s a m o v a r q u e d ie ro n títu lo a l p r im e r c a p ítu lo , y u n a b a rc a d e p e sc a
M ie n tr a s la s im á g e n e s ib a n p a s a n d o y se c e n tr a b a n , v i a l p e rro
m as b ien r o ñ o s o , p e ro lis to y lle n o d e v ita lid a d , s e n ta d o en la b a r ­
c a , s a b o r e a n d o a z a n a h o r ia y e s p e ra n d o a q u e h ir v ie r a el s a m o v a r
E n to n c e s d e s c u b r í q u e h a b ía u n h o m b re d u rm ie n d o en e l fo n d o
d e la b a r c a . D e r e p e n te , e l p e rro tu v o el a rr e b a to de s o rp r e n d e r
a l h o m b re y c o n d u c ir él m is m o la b a r c a m a r a d e n tro .
E l h o m b r e se d e s p e rtó , fu rio s o p e r o s in p o d e r h a c e r n a d a p o r­
q u e n , s iq u ie r a te n ía re m o s p a r a v o lv e r . F in a lm e n te , se re c o n c ilió
c o n el h e c h o d e q u e e s ta b a n a v e g a n d o , co n u n c o m p a ñ e ro q u e él
n o h a b ía e le g id o (p r e fe r ía lo s p e r r ito s m a n so s y d o m é s tic o s ), e
in c lu s o lle g ó a d e c id ir q u e el p e rro e ra la m a r d e d iv e r tid o L e
o fre c ió o tr a z a n a h o r ia y u n a ta z a d e c a fé , a l d a rs e c u e n ta d e q u e
e l p e rro h a b ía p u e s to e l s a m o v a r a c a le n ta r p a r a é l, y p la n e a ro n el
v ia je ju n to s .
C u a n d o h a b lé co n el p e rro , q u e p a r e c ía re p r e s e n ta r el p r im e r

327
capítulo, me «dijo» exactamente lo que debía decir en e! capítulo
y me dio ios títulos de apartados por orden. Lo que me dio fue
un conjunto de orientaciones tan excelente que incluso cuando me
desviaba de él, parecía que siempre volvía y terminaba exactamente
como él me había sugerido.
La zanahoria, que parecía representar el contenido del libro,
me ofreció: vitamina A para ver, o crear imágenes, de noche; la
textura crujiente de la teoría básica que da su estructura al libro;
y sabor, conferido por muchos ejemplos personales —hasta en­ Apéndice 2
tonces había pensado usar solamente ejemplos de alumnos o clien­
tes, pero no de mi propia vida— ; un color naranja vivo para la
redacción; y eí olor, inconfundible, que era el olor del descubri­ La historia del caracol
miento de uno mismo.
E l s a m o v a r, una v ie ja h e r e n c ia rusa (que, en r e a lid a d , era el
que había p e rte n e c id o a m i a b u e lo ruso en Nueva Y o r k ), parecía
s e r y o m is m a y n e c e s ita b a : a g u a — m i p r o p ia c r e a tiv id a d tr a n s ­ E ste es e l te x to c o m p le to d e lo q u e m e s u rg ió a l r e a liz a r el e je r c ic io
p a r e n te m ás q u e e l c o n te n id o d e o tro s lib r o s ; m i p r o p ia fu e n te de d e l c a p ítu lo 6 :
e n e r g ía p a r a q u e el a g u a p u d ie r a h e r v ir y b u rb u je a r— , y café, el 1. C o n v o c a r la i m a g e n . S u rg e la im a g e n d e u n c a ra c o l. N o to
in g r e d ie n te q u e le d a r ía s a b o r y n o s h a r ía d e s p e r ta r a to d o s. q u e la im a g e n n o m e e n tu s ia s m a , q u e m e e n c a n ta ría te n e r a lg o m ás
El h o m b r e e ra s e g u ra m e n te el lib r o en su c o n ju n to , d u rm ie n d o e s p e c ta c u la r q u e e x p lic a r le . P e ro la a c e p to y se la a g ra d e z c o a m i
a ú n en el fo n d o d e la b a r c a , q u e p a r e c ía re p re s e n ta r e l p ro c e so de in c o n s c ie n te , a s a b ie n d a s d e q u e r e s u lta rá m ás p ro v e c h o s a d e lo
e s c r ib ir el lib r o . q u e p a re c e en e s te m o m e n to .
A r m a d a c o n to d a s esta s p e rc e p c io n e s , s u g e re n c ia s y p ro p u e stas 2. E s tu d ia r la i m a g e n . V eo a l c a ra c o l a v a n z a n d o p o r u n a g ran
d e e s tr u c tu r a s , em p e c é a e s c r ib ir . L o g ra c io s o fu e q u e e l p e r ro no e x te n sió n d e h ie rb a . Se le v e ta n d im in u to , y a la h ie rb a ta n a lta .
s ó lo m e p ro p o r c io n ó la e s tr u c tu r a d e l c a p ítu lo , s in o q u e. ad em ás A m í m e p a re c e q u e se m u e v e m u y d e sp a c io y , d e b id o a e so , q u e
m e s o r p r e n d ió lle v a n d o la b a rc a m a r a d e n tro an tes d e lo q u e n ad ie su e s fu e rz o n o tie n e n in g u n a e s p e ra n z a d e lle g a r a n in g ú n la d o ,
se e s p e ra b a . U n a v e z m e h u b e im p u e s to la ta re a d e e s c r ib ir el p r i­ p e ro n o sé si el c a ra c o l lo v e ig u a l. N o se o y e n in g ú n s o n id o q u e
m e r c a p ítu lo , n o e n te n d ía p o r q u é m e lle v a b a ta n to tie m p o . C o ­ é l p u e d a p r o d u c ir . A l d e s p la z a rm e y m ira rlo d e s d e a r r ib a , m e d o y
m e n té e l b o r r a d o r c o n u n a m ig o , q u ie n m e se ñ a ló q u e lo q u e h ab ía c u e n ta d e q u e h a y o tro s c a ra c o le s en e s ta e x te n sió n d e h ie rb a , p e ro
e s c r ito n o e ra , d e n in g u n a m a n e ra , u n p r im e r c a p ít u lo : e ra s e g u ­ q u e é ste n o le s p u e d e v e r p o r q u e se e n c u e n tra n a b a s ta n te d is ta n ­
r a m e n te u n a c u a r ta p a r te d e l lib r o . c ia , en m e d id a s d e c a ra c o l. L o s o tro s sí p a re c e n s a b e r de él y d e
C o m o e l p e r r o , e l c a p ítu lo n o e r a n i m a n so n i d o m e stic a d o , a lg u n a m a n e ra le a lie n ta n , a u n q u e éste n o es c o n sc ie n te d e n a d a .
p e r o se c o n v ir tió e n la b a se p a r a p la n if ic a r el re s to d e l lib r o . Y y o M ir a n d o a la im a g e n d e s d e lo s la d o s veo q u e e l c a ra c o l y a h a re­
m e s e n tí su m a m e n te c o m p la c id a d e q u e m i b a rc a e s tu v ie r a n a v e ­ c o rr id o u n la r g o c a m in o y q u e lo q u e le q u e d a n o es ta n to . C u a n d o
g a n d o d e v e rd a d . m e c o lo c o en la tie r r a y m ir o h a c ia a rr ib a , v e o la g ra n v u ln e r a ­
b ilid a d d e l c a r a c o l, y su m a n e ra d e a v a n z a r m e p a r e c e d e u n c o ra je
im p r e s io n a n te . M e p r e g u n to si se d e b e to m a r a lg ú n d e sc a n so .
3. C o n v e r t i r s e e n la i m a g e n : p r o f u n d i z a r y e x p lo r a r . M e c o n ­
v ie rto en e l c a r a c o l. M e p a re c e b a s ta n te d o lo ro s o a v a n z a r p o r e s ta
v a s ta e x te n s ió n d e h ie r b a . L a e s e n c ia d e s e r y o p a re c e te n e r q u e

329
ver con la quietud: bien adentro estoy muy quieta, y sin embargo caracoles lo hacen de otra manera, y cómo debe ser para ios tires
no debo parar. Me gusta la protección que me da la hierba a mi y las gacelas.
alrededor; me da una sensación de seguridad, como si pudiera ha­ 4. C o m p r en d er el sen tido d e la historia. Percibo que las cosas
cer las cosas a mi propio ritmo y manera. Me encanta la vista del no han sido siempre así. Por extraño que parezca, tengo la sen­
cielo azul por encima de mí, mejor dicho, el fragmento de cielo sación de un recuerdo distante, de una vida anterior, como si hu­
que puedo ver. Parece darme esperanzas cada vez que levanto la biera habido un tiempo en el que fui un tigre o un león, u otra
mirada. También rne gusta el sabor y el olor de la hierba. Mi en­ bestia salvaje que corría por las selvas y ios bosques y no podía
torno inmediato me parece muy natural y nutritivo.'Pero me sien­ imaginar que nunca sería tan pequeña y lenta, y que, incluso, hu­
to un tanto sola y algo amenazada por todo el camino recorrido biera mirado con menosprecio a cualquiera que io fuera.
y el que me queda por recorrer. Como caracol, en esta vida, tengo la sensación de que hubo un
Me sonrío a mí misma, sin embargo, porque tengo un pequeño tiempo en que fui incluso más pequeña y débil, cuando mi viaje
secreto: aunque parezca un caracol, soy un ser muy sabio y muy acababa de empezar y me paré al principio y lloré ante la inmen­
profundo, y es agradable recordármelo a mí misma. Pero al de­ sidad de lo que me esperaba, y durante esos primeros días, o años,
cirlo, me viene la imagen de un pie aplastándome, y me doy cuenta constantemente me rendía y decía: Es imposible, no puedo seguir.
de que aunque por dentro sea un ser sabio y profundo, no dejo Luego, es como si hace algunos años hubiera mirado atrás y
de ser físicamente vulnerable cuando se me trata como un caracol me hubiera dado cuenta de lo lejos que ya había llegado, con que­
y se me pisa con descuido e incluso crueldad. jas y demás, porque había estado avanzando, a pesar del miedo y
No hay otros caracoles cerca de mí, pero siento que los hay las quejas. Y en ese momento, tres o cuatro años atrás, me llené
en el mundo, no lejos de donde estoy, y de vez en cuando parece de coraje, levanté bien alta la cabeza y dije: «Sobreviviré, aunque
que me llega una especie de mensaje intuitivo, muy leve y casi no sé muy bien cómo, porque veo lo lejos que he llegado incluso
como entre sueños, que me da aliento al decirme que no estoy sola sin creer.que podría».
y que vale la pena continuar. Es casi como un fragmento de can­ Y desde entonces, aunque la impotencia siga estando ahí, a ve­
ción, o cantos de un templo, en la lejanía. Tal vez nos encontremos ces, ya no parece tan pesada m tan profunda, y he experimentado
todos al final del viaje. Espero que así sea. - gozo en el crecer, incluso placer por el viaje mismo, y una gran
Observo que mi movimiento tiene mucha gracia, y me gusta satisfacción por lo bien que puedo llegar a conocer la hierba gracias
sentir mi cuerpo al moverse. También noto que, aunque lo mío a mi lentitud. Tengo la sensación de que mis viajes han adquirido
no sea ir deprisa ni muy lejos, tengo tiempo para sentir el entorno más velocidad en estos últimos años porque avanzo con más ener­
vegetal que me rodea, de una forma sensual que me parece total­ gía y menos miedo y confusión.
mente placentera si no me preocupo por la meta. Emito sonidos, Para confirmar esto, dejo que mi espíritu se eleve y me mire
pero parecen ser ultrasónicos, que no los oye nadie excepto, tal desde arriba, y veo que la distancia que he recorrido en los tres o
vez, esos otros caracoles. Tengo también otro sonido —un gañi­ cuatro últimos años parece aproximadamente un tercio de la dis­
do—, que es un poco más fuerte, que emito cuando tengo miedo tancia total. Me asombra un poco haber avanzado tanto, porque
o presiento el dolor o el peligro físico. se me hizo mucho más fácil y menos penoso que antes.
Cuando reflexiono un poco más, siento que muy adentro ten­ 5. Percibir mis posibilidades. No puedo ver lo que viene a con­
go también una sensación de impotencia e inutilidad, una sensa­ tinuación. Tengo la sensación de tener que arrastrarme para siem­
ción de que, como me muevo tan despacio, nunca llegaré lo pre, y aunque tenga compensaciones y placeres, soy consciente de
bastante lejos para que todo esto haya valido la pena, pero ni aun la desesperanza que conlleva. ¿Qué me detiene? Siento que mi na­
así puedo detenerme aquí. Intuyo que algo va mal respecto a mis turaleza y mi tamaño me detienen: mi constitución no da para más
expectativas de mí misma y de la vida, porque debido a mi na­ y el mundo es inmenso.
turaleza de caracol no puedo satisfacerlas. Me pregunto si otros ¿Qué pasaría si pudiera cambiar, cómo sería? Si pudiera cam­

331
biar aprendería alguna técnica de locomoción de caracol con la que en lugar de ir avanzando penosamente, siempre sola en mi pequeña,
pudiera moverme a gran velocidad pero acordándonme de rodar senda. Le agradezco a mi inconsciente este regalo tan precioso.
por la hierba del camino para obtener el máximo placer de ella. Reflexionar. Al poner al caracol en relación con mi propia
Lo- pruebo y parece fantástico. vida me doy cuenta de la intensidad con que siento la quietud in­
Miro desde arriba y veo que el caracol no se da cuenta de que terior, que parece ir en contra de mi necesidad de avanzar en la
debajo del suelo hay ruedas, como una gran cinta de transporte o vida, y lo profunda que es la sensación de impotencia ante las ta­
pasarela mecánica como en ios aeropuertos, y que podría ponerse reas que me impongo, o me impone la vida, que siempre me pa­
encima de una y ser llevado placentera y majestuosamente. Le su­ recen descomunales. Me protege la hierba en el sentido de que
surro al caracol que encuentre la pasarela idónea y que se suba a estoy sentada en mi escritorio, escribiendo este libro, lo cual me
ella. protege del mundo. Pero percibo también ia soledad de este tra­
Ahora me vuelvo a situar en el caracol e imagino que han pa­ bajo creativo. Sé, al mirar atrás, lo mucho que he cambiado en los
sado cinco años. ¿Qué sensación produce? Me doy cuenta de que últimos años y lo lejos que he llegado, y me sorprende la cantidad
he viajado años luz en ese tiempo, según los cálculos de caracol, de desesperanza que sigue habiendo en el caracol, y su sensación
y los he viajado no con esfuerzo sino mejorando constantemente de ser demasiado lento, sobre todo cuando todo el mundo me dice
mi pequeño motor, encontrando las vías idóneas para mí y, en siempre lo rápida y veloz que soy.
general, disfrutando del proceso. También me he acercado más a Puedo ver que el camino a seguir tiene que contar con medios
los otros caracoles y ahora estoy a un tiro de piedra de ellos, y diferentes: instalarme un motor, lo cual significa conectar con mi
disfrutamos de nuestros juegos mientras rodamos por el camino, motor y voluntad profundos, en lugar de obligarme a hacer las
además de compartir los trucos nuevos a medida que los descu­ cosas, y , también, buscar los caminos en la vida que me lleven más
brimos. De vez en cuando me acerco lo bastante a otro caracol deprisa, en lugar de hacer las cosas de la manera más difícil. Y veo
para darle un gran abrazo, y la dicha que nos da el abrazo nos ahora que esto debe entrañar acercarme más a las personas que
dura varios kilómetros. intuyo que van por el mismo camino, en lugar de conformarme
Miro atrás a ese momento hace cinco años (el presente) y me con mandarles mensajes a distancia.
doy cuenta de lo bloqueada que estaba al creer que los caracoles El énfasis sobre la necesidad de divertirse del caracol también
no se lo pueden pasar bien, no pueden moverse deprisa y que la parece algo importante para m í: me encanta la idea de ir rodando
hierba es tan extensa que no deja lugar a ninguna esperanza. Tan hacia adelante en lugar de ir disparada como un objeto mecánico,
pronto como cambié de pensar me transformé completamente a un tren, con más eficacia pero menos placer. Me conmueve la idea
mí misma. de poder mantener mi quietud y sin embargo avanzar, y necesito
¿Qué pasa con la quietud?, me pregunto. Y me doy cuenta de pensar más en cómo lo hace el caracol.
que la quietud está ahí, ahora, porque no tengo que obligarme a También me conmueve la idea de que en una vida anterior fue­
avanzar con esfuerzo, sino que todo mi ser va rebotando hacia ra más grande, más fuerte y más veloz, y me siento agradecida por
adelante de una forma armoniosa, integrada y puedo dedicar el tener esta oportunidad de experimentar por mí misma la idea de
esfuerzo a buscar mejores recursos, no a obligarme a avanzar. que lo pequeño también es hermoso. Intuyo que debí de ser or­
6. Agradecer. Vuelvo a sintonizar con el caracol en el presente. gulloso, demasiado orgullosa, en formas que hieren a los demás.
Como caracol, estoy sonriendo y «muerta de ganas de ponerme Me imagino que esto no se refiere, literalmente, a una vida ante­
en camino». Aún no tengo el motor dentro de mí, pero intuyo rior, sino a otro aspecto de mí misma que a veces expreso.
que lo tendré y, gracias a eso, puedo desprenderme de parte de Sonrío al recordar que la única otra vez en que tuve una imagen
esa impotencia ante la enormidad del viaje. Siento curiosidad por de mí misma como caracol fue cuando trabajaba con mi dificultad
ver cómo cambiaré y me ilusionaré con él. Y sobre todo, me en­ para aprobar el examen de conducir. Casi había pasado el examen
canta la idea de que seré capaz de ir jugando con otros caracoles cuando, en el último momento, me fui directa contra la valla del

332 333
aparcamiento del centro de exámenes. La imagen del caracol que continuar avanzando toda mi vida, ¿qué más da? Disfruto de ho-
surgió después de eso parecía sugerir que me moviera lenta pero llar un poco ía hierba mientras avanzo. Sé que todavía no he es­
segura, precavida hasta el último minuto. Por desgracia, suspendí tablecido eí contacto con los demás caracoles, pero ios siento más
el siguiente examen, ¡por ir demasiado despacio! ¡Cómo me hu­ cercanos, y, de hecho, Íes oigo llamarse entre ellos y llamarme a
biera ayudado entonces tener el motor en mi caracol! mi. Aún no me atrevo a llamar. Quizá tengo miedo de que mi
8. Mirar al futuro. ¿Qué es el motor? ¿Cómo puedo tenerlo vida, tranquila y reservada, se vea alterada. Pero sé que io haré,
en mi vida? Llego a la conclusión de que tiene que ver con en­ pronto.
contrar mi propio impulso, y que, cada vez que me pongo a juz­ Un día, cuando brille el sol y se hayan acercado más, simple­
garme e intento satisfacer las expectativas, caigo en esa dinámica mente les llamaré y me reuniré con ellos para que podamos jugar
lenta pero persistente y un tanto desesperanzada del caracol inicial, juntos. Después de eso será más fácil. Podre seguir mi propio ca­
mientras que crear una imagen de lo que quiero hacer e ir a por mino pero cuando me sienta sola no me será difícil llamarles por­
ello, sin tener en cuenta que sea «bueno» o «malo», me propor­ que sabré que quieren darme la bienvenida.
ciona ese activo motor. ¿Tengo el motor? ¡Sí, lo tengo! Pero está ajustado a muy poca
Me doy cuenta de que el propósito del caracol inicial es satis­ potencia mientras me acostumbro a él. ¿Cómo io conseguí? Ha
facer algunas expectativas internas para seguir avanzando por ese estado ahí siempre, pero estaba puesto a cero. Me sentía tan des­
camino y «llegar a algún lado»; sin embargo, el propósito del ca­ bordada por la vida que no se me había ocurrido que dentro de
racol motorizado es el de expresarse plenamente, sin importarle mí también podía haber alguna fuerza. Ahora que sé que tengo mi
que esa expresión sea especialmente «bonita», «perfecta» o «acep­ propio motor la vida parece más divertida: mi fuerza en lid con la
table». En otras palabras, necesito enfrentarme de verdad a mi fuerza de la vida, pero ninguna intenta ganar, simplemente nos lo
«sombra», ese aspecto de mí que no es tan bonito pero que no pasamos bien.
deja de ser yo, antes de poder tener un verdadero motor.
También veo la importancia de percibir qué proyectos se en­
cuentran sobre la pasarela deslizante y me llevan adelante, y cuáles
parecen más gravosos. Someto mis planes a la prueba de la «pa­
sarela deslizante»: ¿Parece esta experiencia del tipo pasarela des­
lizante? Afortunadamente, escribir este libro sí lo parece, y en ello
estoy.

Cuatro meses después


Al revisar el libro, me doy cuenta de lo importante que ha sido la
imagen del caracol durante los últimos meses, con qué frecuencia
he vuelto a sintonizar con ella para ver cómo le iba al caracol, y
lo decisivo que ha sido en mi vida el desprenderme de las expec­
tativas y encontrar mi propio movimiento interno. Ahora mismo,
al sintonizar con el caracol, tengo la sensación de que se mueve
de una forma acompasada, en cortos deslizamientos, se para a mi­
rar a su alrededor, y vuelve a empezar. Ahora uno diría que parece
más un gracioso ratoncito que un caracol.
Ya no me importa cuán lejos tenga que ir; si igual tengo que

334 335
judiciales suelen ser aquellos que empiezan con «Nunca...» o
«siempre...». Estas acusaciones cumplen un<i función protectora,
porque cieemos que no tenemos derecho a declarar unos senti­
mientos a menos que ios podamos justificar. Culpar al otro de­
muestra que nosotros, o nuestros sentimientos, son. aceptables y
legítimos. Pero es una protección peligrosa, tanto en las conver­
saciones internas como en las externas.
No es conveniente en nuestras conversaciones internas porque
Apéndice 3 el sentimiento es lo primordial, y estas acusaciones no hacen sino
protegernos de tener que enfrentarnos al sentimiento y resolverlo.
No es conveniente en las conversaciones externas porque a nadie
Principios de la comunicación le gusta que le ataquen, y no es de extrañar que o bien se defiendan
o bien ataquen a su vez. De hecho, ésta es la principal estructura
de fondo de toda pelea.
Por lo tanto, remítase a decir «Me siento herido» o «Me siento
Los siguientes principios de comunicación constituyen un útii enfadado» en lugar de «Eres un canalla». Cuando sea posible, há­
marco de referencia para dirigir las conversaciones dei trabajo con gale saber a la persona en cuestión qué actitud o acción concreta
es la que le hace sentirse así. Una estructura útil es algo así como:
imágenes, y tienen especialmente que ver con los capítulos 7 7 8,
«Cuando haces/hiciste x, me siento/me sentí y. Me gustaría que
sobre relaciones, y con el capítulo 9, dedicado a hablar con el niño
hicieras z, en lugar de x». De aquí, por ejemplo: «Cuando no me
interior. Son también ideales para conducir sus relaciones en la
haces caso, me siento herido. Deseo que al menos reconozcas mi
«vida real». Pruebe algunos o todos ellos la próxima vez que se existencia, aunque no tengas tiempo de hablar», o «La semana pa­
sienta bloqueado, y pronto verá lo efectivos que resultan. sada, cuando apareciste borracho, me enfadé muchísimo y ni si­
Si los ejemplos siguientes le parecen artificiales, esto se debe a quiera quería volver a verte. Prefiero que canceles la cita antes que
mi esfuerzo por la claridad. Una vez haya comprendido el prin­ venir a verme borracho». Como veremos más adelante en «Es­
cipio, busque una forma de decirlo que le resulte natural. No hay cuchar con atención», también puede convenir preguntarle por
nada peor para la comunicación que las personas que suenan como qué ha actuado de ese modo: encontrar la imagen o visión del
si acabaran de salir de un libro de texto sobre la buena comuni­ mundo o de usted que guió la acción de esa persona, para que
cación. usted pueda tener una idea de cómo colaborar a cambiar las in­
teracciones que resultan dolorosas o improductivas.
Mensajes a partir de «Yo» y no de «Tú»
Negativos y positivos
Este es uno de los papeles más importantes y difíciles de adoptar.
El principio básico consiste en limitarse a describir la propia ex­ Es importante recordar que en toda relación que tenga alguna im­
periencia y sentimientos en lugar de etiquetar a la otra persona.
jiras«,» .
portancia, es casi seguro que tendrá sentimientos positivos y ne­
gativos. Cuando, por ejemplo, el sentimiento dominante es el de
La reacción más habitual cuando alguien nos ha herido es la resentimiento y rabia, es esencial desbloquear también los senti­
acusación. Por ejemplo, puede que alguna vez se haya escuchado mientos de cariño. Cuando uno se siente solamente cariñoso, los
decir: «Eres totalmente insensible», o «No te importa nadie aparte destructivos sentimientos de rabia también necesitan ser exami­
de ti mismo y nunca te ha importado», o «Eres un cerdo egoísta», nados. Si su relación no tuviera ningún tipo de ambivalencia, se­
o algo equivalente, según sea su estilo. Los más dramáticos y per­ guramente ahora no la estaría examinando ni trabajando con ella.

336 337
Pruebe la siguiente fórmula básica: «Te detesto/odio/estoy fu­ a decirle eso a tu madre?» «Ahora te comportas como un tonto.
rioso por hacer/ser x». (Trate de inventar de cinco a diez irasco No tienes ningún motivo para sentirte así.» Todas estas comuni­
que empiecen así.) « íe aprecio por y .» ^Otras cinco o diez, liases.j caciones dicen que los sentimientos dei niño no son válidos. Lo
que realmente significan es: «No quiero que estés enfadado»; «Si
tienes hambre tendré que darte de comer y no quiero»; «Me da
D escubrir los sentim ientos que se ocultan tras los rabia que no me aprecies» o «Me siento culpable cuando tú te sien­
sentim ientos tes así».
Escuchar con atención sólo es posible cuando separamos ei es­
Recuerde que ios sentimientos que lejparecen evidentes _no son cuchar de toda implicación. En otras palabras, nos compromete­
siempre los originales; a menudo tenemos sentimientos con los mos a realmente oír y entender e incluso simpatizar con el punto
que estamos relativamente cómoüos y a los que volvemos cuando de vista del otro, pero dejamos en claro que aún así podemostener
nos enfrentamos a otros que nos parecen insoportables. De e^te un punto de vista completamente diferente, o... un .deseo de seguir
modo, en mucha gente, ia rabia esconde y supera a la impotencia, exigiendo algo que al otro le resulte inaceptable. Esta es también
que resulta demasiado dolorosa de encarar, O el miedo puede es­ la base para la afirmación personal: Entiendo tu punto de vista,
conder y superar a la rabia, si de pequeños aprendimos que era pero tengo derecho al m ío..
peligroso o malo estar enfadados. Aprenda a mirar detrás de los Con frecuencia, la gente no le dará su punto de vista a menos
sentimientos para ver si ailyesconden algún otro. que se lo pida. Haga, pues, un hábito de preguntarles qué visión
Pregúntese: «¿Qué oculta este sentimiento?». O imagine la es­ del mundo les lleva a hacer lo que hacen, decir loque dicen o sentir
cena en ia que empezó a sentir ei sentimiento dominante del mo­ lo que sienten; incluso si no está de acuerdo con ellos, deben tener
mento, y localice el que sintió justo antes; es probable que éste algún motivo y si usted lo entiende, los dos pueden trabajar juntos
sea el sentimiento original. Así, por un momento se puede haber para adaptarse el uno al otro. Incluso si le están diciendo que usted
sentido golpeado y herido, e inmediatamente después, lurioso. El es un idiota incompetente, no hace ningún daño averiguar qué les
golpe y la herida es el primer sentimiento que necesita explorar. hace pensar eso; la respuesta puede sorprenderle, y se quedará im­
Pregúntese, pues: «¿Qué he sentido justo antes de sentir esto?». presionado de cuánto más fácil es cambiar la visión del otro cuan­
do sabe de dónde procede. He aquí una interacción típica:
E scuchar co n a ten ció n (a v e c e s lla m ad o Escucha A ctiva)
y co m u n ica r con fir m e z a J e a n : Estoy furiosa contigo porque m e has h e c h o daño.
J e r r y : No tienes derecho a estar furiosa conmigo. Mira lo
Escuchar con atención significa intentar entender realmente io que que me hiciste tú. Te lo has merecido.
la otra persona le está diciendo sin tener que esta; de acuerdo cor J e a n : ¿ C ó m o te a tre v e s a d e c irm e eso d e sp u é s d e to d o lo
ello, gustarle, ni hacer necesariamente lo que le pide, listo es más q u e h e h e c h o p o r ti?
^ a a n o q ^ 'p ^ > o r q u e la mayoría de personas hemos de­
sarrollado hace mucho tiempo el hábito de bloquear esas comu­ Intente sustituir esa comunicación típicamente inútil por la si­
nicaciones que de alguna manera nos amenazan, normalmente guiente comunicación positiva usando la escucha atenta:
debido a que implican que tenemos que hacer o sentir algo que no
J e a n : E s to y fu r io s a c o n tig o p o r h a b e rm e h e c h o d a ñ o , J e r r y .
queremos hacer o sentir.
Media hora dedicada a escuchar conversaciones entre madres C u a n d o m e h as c o lg a d o e l te lé fo n o m e h e s e n tid o h u ­
e hijos pequeños en un parque de recreo debería bastar para con­ m illa d a . ¿ P o r q u é lo h as h e c h o ?
J e r r y : Entiendo que estés enfadada conmigo y siento ha­
vencerle de lo pronto que empieza. «No tienes derecho a estar
enfadado.» «No puede ser que tengas hambre.» «¿Cómo te atreves berte herido. No era mi intención. Pero yo también me

339
338
he sentido herido cuando te has negado a ayudarme en ei técnicas, sirio un enfoque y una actitud. La escucha atenía significa
momento que realmente te necesitaba y me he enfadado que usted realmente se esfuerza por escuchar y entender'ei punto
tanto que he colgado ele golpe. Deseo que accedas a co­ de vista del otro y admitirlo .como yálido„ Declarar resueltamente
laborar más conmigo en ei futuro. lo que desea significa que realmente siente que también tiene de­
J e a n : N o m e he dado cuenta d e que te hiriera tanto. Lo recho a su punto de vista y a sus necesidades. De lo contrario, esto
siento. Sé que quieres que te ayude más y no te culpo. no se convierte mas que en otro método de manipulación.
Pero no creo que yo esté hecha para ofrecer ei tipo de
ayuda que tú quieres que te dé. ¿Qué sugieres que ha­ Diferenciarme de ti
gamos ?

En otras palabras, empiece por considerar atentamente el pun­ La mayoría de nuestras relaciones importantes nos confunden por­
que hasta cierto punto perdemos los límites entre nosotros y el
to de vista del otro y entonces ofrezca claramente el suyo propio.
No tiene que estar necesariamente de acuerdo. Al reconocer y es­ otro. Como resultado, nuestros sentimientos y acciones parecen
cuchar a la otra persona, cambia todo el tono de ia interacción, de una consecuencia directa de los sentimientos del otro. Decimos,
una pelea a pedradas a un esfuerzo común. Entonces enuncia su entonces «Me haces sentir x» o «Tengo que hacer x». Ésta es tam­
propia visión del asunto. Acaba, cuando existe un desacuerdo, por bién una razón por la que no nos gusta la escucha atenta: «No
pedirle que sugiera cómo proceder. quiero saber cómo te sientes porque entonces yo tendré que sentir/
hacer x».
Me gustaría explicarle mi primera experiencia de escucha atenta
con mi hijo Ari, que tenía entonces cinco años. Ibamos de paseo, Sea claro respecto a lo que quiere y siente, y lo que el otro
y dos minutos después de salir de casa dijo: «Tengo hambre», se siente 7 quiere. Tome conciencia de que no hay ningún cordón
me cayó el alma a los pies y me enfadé, porque acabábamos de umbilical entre ustedes, aunque lo parezca, y que ambos pueden
salir y no quería volver a casa. Normalmente la conversación hu­ aprender a escoger como reaccionar el uno al otro. Trate de cam­
biera sido: biar su lenguaje de forma que refleje el hecho de que no somos la
causa literalmente, del sentimiento del otro, y de que ambos te­
Y o : ¿Cómo puede ser que tengas hambre? nemos una opción independiente. Pruebe, pues, de enfocarlo así:
A si: Tengo hambre y quiero comer. «Necesito esto y me gustaría que me lo dieras» (pero puede que
Yo: Pues no vamos a ir a casa ahora. tú no); «Tú esperas esto y yo puedo escoger hacerlo» (o no ha­
A ri : Sí que vamos, vamos ahora mismo. cerlo); «Tú sientes esto y entonces yo siento eso» (pero podría
aprender a reaccionar de otra manera).
Sin embargo, decidí intentar la escucha atenta:
Negociar con claridad
Yo: ¿Tienes hambre?
A r i : S í, ¿ y tú ?
Otro motivo por el que necesitamos soslayar el punto de vista del
Yo: Un poco.
otro es el de que parezca tan absoluto. Jean imagina que Jerry
A r i : A h .
quiere una devoción total, cuando tal vez todo cuanto pide es una
Y continuamos nuestro paseo. sonrisa. O Jerry.se imagina que jean quiere que la llame cada día,
y Jean sí que lo quiere, pero podría conformarse con una llamada
cada dos semanas y aún así sentirse bastante bien. Es, pues, im­
Una última palabra: no puedo dejar de subrayar con suficiente portante que cada uno sea concreto sobre lo que quiere deí otro,
énfasis que la escucha atenta y la comunicación positiva no son _y sobre lo que está dispuesto a darle:

340 341
Jerry: Me sabe mal que siempre me rechaces cuando ne­
Conclusión
cesito ayuda. Quiero que me ayudes más. (Esto no es io
bastante concreto.)
J e a n : ¿ Q u é q u ie re d e c ir q u e te a y u d e m ás?
Las reglas de comunicación son, en última instancia, formas de ser
Jerry: Cuando te pido ayuda, me gustaría que estuvieras sinceros con nosotros mismos y con los demás. Deberían servimos
dispuesta a tomarte ia molestia y dejar tus cosas por mí. para hacernos oír y para escuchar a los demás y a nosotros mis­
Como cuando se me estropea ei coche, o estoy enfermo, mos. No son técnicas para que todo se haga a nuestra manera,
realmente necesito ayuda, y me gustaría que estuvieras aunque es mucho más probable que consigamos lo que queremos
dispuesta a ofrecérmela si te ía pido. cuando las usamos, cosa que también sucede a la persona con la
J e a n : Y o n o p u ed o to m a r ese tip o d e c o m p ro m is o .
que nos comunicamos.
J e r r y : ¿A qué estarías dispuesta a acceder? Cuando dirijo seminarios sobre afirmación personal, empiezo
J e a n : Estoy dispuesta a escuchar de verdad cuandome pidas con el supuesto de que necesitamos encontrar una forma de ser
ayuda, a mostrarme simpática y decirte si puedo ayudarte comunicadores firmes y eficaces que no se base en la esperanza de
y si es así, cómo. No quiero sentirme obligada a ayudarte que las otras personas no hayan leído el mismo libro y, por tanto,
y es seguramente por eso que me muestro tan antipática. se sientan impresionados y cedan. En otras palabras, si queremos
J e r r y : Bueno, eso me parece bien. Vamos a probarlo. que todos sean comunicadores firmes y eficaces, no podemos crear
un modelo que se base en ganar. De este supuesto surgen los si­
guientes cuatro principios, que se aplican a todas las reglas de co­
municación anteriores.
L ocalizar lo q u e tien en en co m ú n
Ia) Tengo derecho a ser quien soy, sentir lo que siento, creer
Por muy grandes que sean sus diferencias con la otra persona, nor­ I lo que creo y querer lo que quiero.
malmente es posible averiguar lo que tienen en común, y entonces i\b) No tengo necesariamente derecho a conseguir lo que
ver las diferencias como variantes de enfoque para el mismo ob­ quiero.
jetivo. Así pues, cuando esté .discutiendo acaloradamente con su c) Tienes derecho a ser lo que eres, sentir lo que sientes, creer
cónyuge sobre la educación de su hijo, acuérdese de declarar: «A lo que crees y querer lo que quieres.
los dos nos preocupa la educación de nuestro hijo. Simplemente d) No tienes necesariamente derecho a conseguir lo que
parece que tenemos una visión diferente de lo que es mejor». O quieres.
cuando se esté dando de cabeza con su jefe sobre la estrategia de
la empresa, acuérdese de señalar: «Los dos estamos realmente
comprometidos con el éxito de la empresa, por eso discutimos.
Tenemos una opción diferente de cómo llegar ahí. Veamos cómo
podemos entender estas opiniones diferentes y trabajar juntos».
Tan pronto como haga eso, se encontrará que parte de la tensión
entre ustedes se relaja y pueden empezar a cooperar en lugar de
limitarse a batallar.

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