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Be rANTINOLA BN JERUSAL EN [EXORDEN|DELNY aI ELE > JACQUES DZ © MOL AY UGEAAGAIDAY DEL SUENO Mees) aT Tus revistas PAGAZINESE 1 FLY completas y iia ST eC RACED eM MmeHUEEC Pasi) Palaces ASESORES Franeseo J. Barranco, Angel Sanchez ‘Crespo, Francisco Nala DIRECTOR COMERCIAL, ‘ogel eraser ‘alrero 343928 Senaaor@revstascasual con ‘cyaragn, 186, 174% ‘01 Barcalona Tel 368 7563 EDTA, eas ‘ameioracen (Ciaran, 185, 1° 4 ‘801 Barcsona Tol: 03 368751 Fra 99 2376845 DISTRIBUYE ‘GRUPO BOYACA 14206; he 4528800 Maced IMPRME Retnpres 972 400595. Inpreso on Espana Sobreprecio sara Caras 0.15 € ISSN 2565-1688 Depésto Leal O18. 431722001 unr ‘@essua Magaznes! ae UII UVLO AE UU AT (Editorial) WINN CLIO el pasado presente Maria Lorente Directora CLIO Editorial La Historia de las Cruzadas ablar de Cruzadas es hablar de Guerra Santa. A finales del afio 1097 por orden papal se daba el pistoletazo de salida a estas campafias militares que buscaban recuperar los lugares en los que habia vivido Jesus para la cristiandad, El objetivo principal era el de borrar la huella hereje y devolver a estos enclaves santos su espiritu religioso cristiano, arrebatandole el poder de ellos a musulmanes, eslavos paganos, judios, cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles, cataros, husitas, valdense, prusianos y contra enemigos politicos de los papas. Estas campafias militares se llevaron a cabo a lo largo de dos siglos (de! 1097 hasta el 1291), en los que se llegaron a emprender hasta nueve cruzadas diferentes. Sin embargo, no hay que olvidar que, posteriormente, se iniciaron otras campafias en Espajia y Europa Oriental, que duraron hasta el siglo XV, que recibieron el mismo nombre, aunque no pueden ser consideradas como las cruzadas originales. Lo cierto es que las cruzadas acabaron en un rotundo fracaso y no lograron saborear las mieles del éxito, ya que no recuperaron su mas preciado objetivo: Jerusalén. Eso si, sembraron la muerte y la destruccién a su paso, lo que llevé al papa Juan Pablo Il, en el afio 2000, a pedir perdén por los pecados cometidos durante estas camparias militares. FYUTTTITOMTOOOCLOQOCOOLS 10 TUT TUTTE STITTTT (S ) TETSU Editorial Foto histérica, x00 La PRIMERA CRUZADA. Un nuevo rumbo SEGUNDA CRUZADA. De nuevo a Tierra Santa La TERCERA CRUZADA. La caida de Jerusalén La CUARTA CRUZADA. La caida de Constantinopla La QUINTA CRUZADA. Egipto, el nuevo objetivo religioso La SEXTA CRUZADA. La recuperacién de Jerusalén La SEPTIMA CRUZADA. La batalla de un rey santo La OCTAVA CRUZADA. E_ final del suefio de Luis IX La NOVENA GRUZADA. La titima batalla medieval en Tierra Santa TEMPLARIOS. Auge y calda de la Orden del TEMPLE Las GUERRAS de ultramar 0_La CRUZADA de los NINOS LIS ole) Los grandes hitos de las Cruzadas ea ken ee ee eed és, Sin embargo, son muchos los datos que se desconacen largo de los ahs que duraron las nueve Cruzadas ty 9a acho como Ree eee eee ee ete en te eee ee siglo XI, y que se extendieron a Io largo de mis de dos siglos, muchos otros lugares, como pudo ser Constantinop, y Ce eee ee eee ee eee) Pe ee ee ee en ne eT cd Pero reenter pre ene ere etc Se rae eee een EL test cee eee nee er peer err ay OLY Pees eae a eee ee eee ee ee meas eee ere ERAN e hed fetta tz ts cre Eng Cen Eee errs Durant los silos Xl y XI, que duré la presencia europea ene Cercano Oriente, pese alas masacres que por mativosreligosos se coretiron por ambas Pee et eo ce ch ea aber ct ue ey ec ete eee Rene aay Ea eee) a Peery coer co peters ea reeied as Las eller.) Oreo Pe gre crete oer eee ear cee eee nee eee ee Crete ie tore a ee eed Sarat asd Ts eres Dera pee eee Eanes Fi Pea a ReLIGIOS0 Coed pier pony Peelicet as Sean Reena Peete teeter ee Pee Tae ee zt) Sere ern et ee ee ere pane stort retaas Guerras religiosas PRIMERA CRUZADA pee A FINALE D2 NIAWAESIAGANDAS O MENOS ASENTADA EN EL IMAGINARIO COLECTIVO, N oe 1 fONHS CILIO DE CLERMONT EL 27 DE NOVIEMBRE DE 1095, daba inicio uno de los fendmenos que mayor repercusién han tenido en toda la historia de la hu- manidad: las Cruzadas Precisamente dicho concilio fue convocado por el Sumo Pontifice ante la rogativa procedente de lo que cen otro dia fue la parte oriental del imperio. Alejo 1 ‘Comneno (1081-1118) frente a la irreductible ame- FS AGONTADO CON UNA ORGANIZACION DE TAL MAGNITI ENuNcIA AT uw MisMo, TOMATO ‘CRUZ Y SIGUEME". CON ESTA CITA DEL EVANGELIO. DE SAN MATEO, ENTONADA ron ei PAPA, UR BANO il EN EL CON: naza selyscida, y recurria desesperado a Occidente desoyendo el reciente Cisma entre las dos Iglesias ppara poder frenar de forma efectiva a los turcos que ya habian ocupado gran parte de Asia Menor, Siria y Palestina. Incluso conquistaron Jerusalén. La ame- 1naza, por tanto, no s6lo incumbia a bizantinos por su situacién geogréfica (desde mas al Oeste se advertia on estupefaccién el crecimiento de un nuevo adver- sario que no s6lo imposibilitaba el peregrinaje de los fieles a los Santos Lugares), sino que incluso podia llegar a invertir el status quo del panorama interna- ional si no se actuaba con premura y contundencia. GUERRA SANTA la idea de Guerra Santa ya estaba plenamente asen- tada en el imaginario colectivo ante los diversos > Guerras religiosas PRIMERA CRUZADA Yr shee ~ TSS tect eves bere ele > nara ctocaArico ot CONCILIO DE CLERMONT Fue un inode mito, de cesses y ios del iglesia casa, naugurado por el papa Urbano en noviembre de! ao 1095. supuso punto departs ela Primera Czas, fst coneiio incu a concesin del pern Ge todos ls pecades, es deci a indulgenciaplenaraaaquelas personas que fran hacia! este ara defender alos pregrinos »sconflictos entre cristianos y musul- manes que habian asolado el viejo continente de forma previa a esta fecha, yendo desde la Reconquista espafola hasta las multitudinarias y.continuas pugnas por las plazas clave del Mediterraneo. Por tanto, no es que el concepto de Cruzada fuera algo completamente novedoso a estas alturas, Fn lo que no habia existido pre- cedente, eso si, fue en la magnitud y organizacién de las expediciones {que siguieron al discurso de Urbano Hen Clermont. La Primera Cruzada (1095-1099) se divide segiin el criterio general en dos vertientes: la Cruzada Popular y la Cruzada de los Principes. LA CRUZADA POPULAR La Cruzada Popular, también cono- cida como Cruzada de los Pobres, tuvo como motor fundamental la predicacién llevada a cabo por un clérigo de Amiens, Pedro ef Ermi- fafio, quien, tras el Concilio, y en paralelo a la preparacién de Ia crux zada oficial, la de los Principes, re- corrié por cuenta propia diferentes zonas turales, principalmente de Francia, alentando a las masas para que lo siguieran. Por supuesto, tras todas las Cruzadas hubo tanto inte- LA PRIMERA CRUZADA se divide, segun el criterio general, en dos vertientes: la Cruzada Popular y la Cruzada de los Principes. reses politicos como econémicos, pero este estrato social mas bajo hubo de conformarse, y bien que lo hizo, con la promesa de redencién y del perdén de los pecados. No tardaron en reunirse asi bajo la expedicién de El Ermitafio miles de personas que, con una fe equi- parable solamente al tamafo de su inconsciencia, partieron rumbo a Jerusalén sin més preparacién que la del coreo conjunto del lema ‘Deus volt’ Debido a esto, al inicio de su pe- riplo vivieron de la caridad, mas advertirian pronto que habla mé- todos mejores para abastecerse y no tardaron en recurrir por tanto al saqueo y al robo. A su vez, alld por donde pasaban, arrasaban con judfos y sus propiedades sentando el infame precedente de lo que mas, tarde serian los tristemente célebres pogeomos Precisamente, en su paso por Hungria, el rey Coloman accedié 2 escoltarlos para evitar conflictos, pese a lo que estos pioneros, en su desmedido afin de perdén divino, alacaron a gran parte de la pobla- cin hiingara y hasta a su propia escolta, hecho que, para ocasiones posteriores, sembré el recelo de los autéctonos con respecto al paso por su territorio de aquellos beligeran- tes expedicionarios que se dirigian hacia Tierra Santa, En Bizancio, la indisciplinada e incontrolable tropa prosiguié con su actitud, adhiriéndosele ademas otros grupos ya llegados al lugar, como el del comandado por Walter ef Indi- gente, también conocido como Wal- ter Sin Blanca o Walter Sin Haber (imaginense el patrimonio de este sujeto para que en una expedicién conocida como la de los Pobres se le otorgara semejante calificativo), quienes habian optado por otra ruta diferente pero que hablan labrado una semejante politica diplomatica durante su transcurso. Esto movid al emperador Alejo | -el mismo que habla pedido ayuda a Urbano ll- a querer quitirselos a todos cuanto antes de en medio, habilitando un transporte maritimo para que atrave- sasen el Bésforo y desembarcasen lo antes posible en territorio turco. bel sneaaeelen snr pa teeny merrier eerste: a eee nee mmrrerenies a, fn a. Yeadon 2 4, a Asef Guerras religiosas PRIMERA CRUZADA | PE srt des xm islam finales 5. Xt) 7 wivina entenson delosestados tts de rene 4" urate —— cua —— 1 cureda —> tones LA CURIOSIDAD La Primera Cruzada no sup4s0€ primer caso de Guera Sant entre sian y musulmanes inspieada pore! papado. "a Alejandro tt ree la guerra contre alin ‘musulmén en dos ocasones La primera durante la guerra de los normandos, en su conquista de Silla, en 1061. La segunda se fenmarcd dentro de ae gueras dela Reconquista espaola, nla Crurada de Barbasto de Una ver alli, la ferviente vehe- mencia cristiana no tardaria en ser aplacada por el profesio selyiicida del sultan hecho que haria volver a Pedro Ef Ermitafio a Constantinopla en busca de ayuda. Mientras, el grueso del grupo, Walter ef indigente incluido, prosiguié en la zona donde -légica- mente- fue masacrado. Pedro, entonces, informado al pecto, decidié esperar en territorio bizantino al contingente que venia fen camino, la Cruzada de los Prin- cipes, y regresar a la lucha junto a todos ellos. LA CRUZADA DE LOS PRINCIPES Fsta segunda expedicién, de alguna forma la oficial, estaba compuesta fen su mayoria por nobles de se- gunda fila procedentes de Francia, Flandes y territorios normandos, los cuales, con unas aspiraciones mas pragmaticas a corto plazo que el asegurarse la salvacion en el mas alld, acudieron a la llamada del Sumo Pontifice como garantia de LA CRUZADA DE LOS PRINCIPES estaba compuesta en su mayoria por nobles de segunda fila procedentes de Francia, Flandes y territorios normandos, los cuales acudieron a la llamada del Sumo Pontifice con unas aspiraciones mas pragmiaticas. un seguro ascenso social, y del tam- bién mas que probable incremento de su patrimonio. Tres personajes destacarian sobre el resto: Godo- fredo de Buillén, Bohemundo de Tarento y Raimundo de Tolosa. El primer objetivo militar seria Nicea, ciudad que se sometié a ase- dio. Cuando los turcos, para librarse del mismo, se dispusieron a la ba- talla, se cobré la primera victoria relevante para el bando cristiano. Conquistada la plaza, se emprendié marcha hacia Jerusalén. Durante el transcurso, a la par que proseguian los enfrentamientos contra Kilij Asam | y las dificulta- des de abastecimiento, se reavivaron las desavenencias entre los lideres cruzados. Asi, Balduino de Buillén, hermano menor de Godofredo, de cidi6 desgajarse del grupo principal y partir por cuenta propia junto a sus hombres en un transcurso que desembocaria en Edesa, territorio controlado por cristianos que lo nombrarian sucesor al trono. Surgia asf el Condado de Edesa, primero de los que a la postre se conocerian como Fstados Cruzados la siguiente parada del grupo principal seria Antioquia, a la que también se sitié. Sin embargo, dada la magnitud de esta plaza, ia situa- cién era mucho mas complicada que en Nicea. No fue sino por una traici6n por lo que finalmente se logré entrar en la ciudad justo antes de que llegasen refuerzos musulmanes, quedando entonces la situaci6n’a la inversa, con los cristianos dentro de la ciudad y los musulmanes estableciendo un cerco. No tardé en acaecer una ba- talla campal de la que los cruzados, reforzados animicamente por haber encontrado en la ciudad una lanza que identificaron como la Lanza Sa- grada, salieron victoriosos. Durante su estadia en Constanti- nopla, Alejo | hizo jurar a todos los nobles cruzados que los territorios que en adelante se recuperasen pa- sarfan a formar parte del Imperio bi- zantino. Debido a que por entonces su sustento dependia de ello, los caballeros no dieron muestras de verdadera oposicién, pero cuando la promesa hubo de materializarse, » ey et ore eerie net? ener CE aia Guerras religiosas PRIMERA CRUZADA BRTALLADEKATIN 120d ote de 1087, los crazies stiaon la cudsdde anion, comensando Uunasedie que dua cs acho mass, ‘equa ea una data rence que lesuadosne tenian sufertestropas como par rosea compltarent, pot loque ola posbidad ae mantener un ‘eta neice suis durant todo ese ‘ipa. Alfa un ambi de teras 20 que loserstanoscorsguran evar en lncdady furans musumanesios que stron afore desde fuer Sn embargo, Uunmonjelamado Pedro Bartolomé asoguré haber desde la Lanza Sagrada ena ‘luda sibienalgunas eran escticos tencuatoal haar, elacontecimento se censerb un miagro que presaiaba que ‘obtendrian avira rete alse, lejos ya de la influencia del empera- dor, no dudaron en buscar cualquier excusa para quedar legitimados en su incumplimiento de los acuerdos establecidos anteriormente. ‘Asi, Bohemundo de Tarento, que ademas era un viejo conocido del emperador antes de que este lo fuera, pues habia pugnado con 61 por el trono bizantino saliendo derrotado, aproveché que las tro- pas de Alejo no estaban presentes y alegé desercién, motivo mas que suficiente, segtin él, para desligarse de su promesa y reclamar la ciudad para si mismo {no sin la oposicién de Raimundo de Tolosa}. Se consti- tuy6 de este modo el segundo de los Estados Cruzados: el Principado de Antioquia, El resto del grupo prosiguié hacia Jerusalén. Fl procedimiento de con- quista seguido por los cruzados aqui fue el mismo que el llevado a cabo en Nicea y Antioquia: el sitio de la ciudad En cualquier caso, no tardé en constatarse la imposibilidad de la empresa, al quedar desbaratado cada uno de los ataques ante las formidables murallas de la Ciudad Santa. Un punto de inflexién si que lle garia con la predicacién de Pedro Desiderio, un sacerdote de la expe- dicién que dijo haber tenido una vi- sidn divina en la que se le advertia que si se realizaba una procesién alrededor de la muralla, tal y como hizo el profeta Josué segiin el texto biblico en su conquista de Jericé, se cobraria la ciudad en menos de nueve dias Las tropas, debido a que poca alternativa restaba, procedieron a descalzarse, pues “el capitan def ejército del SENOR dijo a Josué Quitate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde ests es santo. ¥ asi fo hizo Josué”, (Josué 5:15). Al igual que Jerusalén, “Jericé estaba muy bien cerrada a causa de los hijos de Israel; nadie salia ni entraba”, (Josué 6:1). Procedié por tanto la tropa segin los dictados del sacerdote: “Marcharéis alrededor de la ciudad todos los hombres de guerra rodeando la ciudad una vez, Asi fo hards por seis dias”, (Josué 5:16). De este modo, aunque no se de- rrumbasen las murallas como enun- ciaban las Sagradas Escrituras con Jeric6, si que arribaron al lugar dos aves genovesas, con cuya madera se construyeron torres de asedio con las que el dia 15 de julio de 1099 los soldados consegufan acce- der a la ciudad, Y prosiguiendo con los dictados biblicos, por aquello de no saltirselos ya a dltima hora, “destruyeron por completo, 2 filo de espada, todo lo que habia en la ciudad: hombres y mujere venes y ancianos, bul asnos”, (Josué 6:21) Obligatorio es incluir la cita de Raimundo de Aguilers, parraco y cronista de esta Primera Cruzada: “Maravillosos espectaculos alegra: ban nuestra vista, Algunos de no: sotros, los mas piadasos, cortaron las cabezas de los musulmanes; otros Jos hicieron blancos de sus flechas; otros fueron mas lejos y los arrastraron a las hogueras. En las calles y plazas de Jerusalén no se velan mas que montanes de ca: bezas, manos y pies. Se derrams tanta sangre en la mezquita edif cada sobre el templo de Salomén, que los cadaveres flotaban en ella y en muchos lugares fa sangre nos legaba hasta la rodilla, Cuando no hubo mas musulmanes que matar, los jefes del ejército se dirigieron en procesidn a la Iglesia del Santo Sepulcro para la ceremonia de ac: cién de gracias". Algunos cruza- nhac Penne eapennerennte ean cena ane ae dos intentaron proteger a parte de los civiles, pero todo fue en vano. EL REINO DE JERUSALEN Conquistado el lugar, se fund6 el tercero de los Estados Cruzados: el Reino de Jerusalén, El trono se le quiso entregar a Raimundo de Tolosa, ya que en su momento habia pugnado con Bohe- mundo por Antioquia y era el Ifder mas poderoso. No obstante, acabé por rechazarlo, pues en su trans- curso hacia Jerusalén se vio obli- gado a abandonar la conquista de Tripoli con el fin de dedicar todos sus esfuerzos y efectivos para la Ciudad Santa. Por ello, con Jerus: én ya conquistada, pretendia vol- ver y someter la otra plaza Para que, sin embargo, otro no fuese coronado como Rey de Jeru- salén y quedase el trono vacante, pretendié una jugada politica con Su respuesta: alegé que él no se consideraba digno de reinar en los territorios donde Cristo habia su- frido martirio. Arrastraba con ello a todo aquel al que se propusiera el trono, Godofredo el siguiente en la list cambio, este, aun més habil, rehusd como Raimundo la corona, alegando los mismos motivos, pero si dejé pa- tente que aceptarfa gustoso el titulo de Protector del Santo Sepulcro, lo que, aunque esquivaba la problema- tica semantica del titulo, a efectos practicos venia a resultar lo mismo. Godofredo no ocuparia el puesto més de un ao debido a su muerte, siendo su hermano Balduino (hasta entonces Conde de Edesa) quien lo relevase en el cargo. Este no tuvo problema alguno en ser coronado como Balduino I, Rey de Jerusalén. La Cruzada, alcanzado su obje- tivo, procedi6 a disolverse, y cada caballero emprendié junto a sus tropas un determinado rumbo. Raimundo de Tolosa continué en su empefo hacia Tripoli, obteniendo finalmente el fruto deseado. Fue avanzando por el entonces emirato y consolidando su dominio sobre e! territorio, dando origen al cuarto y iltimo de los Estados Cruzados: el Condado de Tripol LA CRUZADA, alcanzado su objetivo, procedié a disolverse, y cada caballero emprendid junto a sus tropas un determinado rumbo. Raimundo de Tolosa continud en su empefio hacia Tripoli, obteniendo finalmente el fruto deseado. Fue avanzando por el entonces emirato y consolidando su dominio sobre el territorio, dando con ello origen al cuarto y ultimo de los Estados Cruzados. SEGUNDA CRUZADA, SEGUN DE NUEVO APOR TIERRA SANT: UNA BULA PAPAL DE EUGENIO III DARIA LUGAR A ESTA NUEVA CRUZADA, EN LA QUE LOS PROTAGONISTAS TUVIERON UN ORIGEN MUCHO MAS NOBLE QUE EN LA PRIMERA. SIN EMBARGO, EL FINAL NO GOZO DE LA MISMA CATEGORIA, TERMINANDO DE UNA FORMA BASTANTE POCO GLORIOSA. POR FRANCISCO J. BARRANCO a L_CONDADO DE EDESA, PRIMERO. DE LOS ESTADOS CRUZADOS ERI- GIDOS COMO RE- SULTADO DE LAS CONQUISTAS LLE- VADAS A CABO DURANTE LA PRIMERA CRU ZADA, cayé en manos musulm rnas el dia de Nochebuena de 1144, causa suficiente como para legiti- mar el inicio de la Segunda Cruzada (1147-1149) Dicha legitimacién cobré su forma definitiva con la promul: decessores por Eugenio III, prometiendo, como se hizo en la Primera, el perdén de los pecados »» Guerras religiosas | SEGUNDA CRUZADA eon CONOR ronan Peo CC earn Ceru el primerc Srey pee y,enparticular,la _fundad teen ae eee de el re ae ot eee ea ere da Oa Petron eee oor ey Pa a | SECOND & THIRD CRUSADES d || Seater 20000000 (520 Ya todos aquellos que marcharan hacia Tierra Santa Si la Primera Cruzada tuvo a Pedro de Amiens como gran protagonista en [a tarea de la prédica, la Se- gunda, por su parte, tendria a San Bernardo de Claraval. Ademds de por esta labor, la figura del de Cla- aval cobra atin mds relevancia por ser el nexo que unié al Papa con Luis VII de Francia, haciendo que la cruzada que pretendia llevar este a cabo de forma privada cobrara la categoria de oficia! Fue aqui donde dio inicié para tal efecto la predicacién de Bernardo por el reino de Francia, pasando a continuacién a Alemania, donde consiguié reclutar al. mismisimo emperador Conrado MI, Muestra de estas dos participaciones es la ‘SAN BERNARDO DE CLARAVAL CLARAVAL, fueun monje csteriense ‘rants aad dela abla de Caroa, Cond orden del terse excandis or toda Europa yocups el primer plano ela nuencarelgosa, Pars enles princes conficiosdocrales desu época \yseimpict en los asuntos mporanie dels gesia. La eesiactbicaocaoriad en 1174 camo san Bema de Clara yo deers oct de aes en 183, variacién que se produjo en cuanto al rango de aquellos que iban a co- mandar la empresa: los lideres de la misma ya no serian nobles de se- gunda fla, sino emperadores y reyes. LA EXPANSION DE LA CRUZADA Debido a que, como en la Primera, cada una de las expediciones optd por una determinada ruta, la proce- dente de Gran Bretafia y del norte de Europa lo haria navegando rumbo al sur, llegando a la Penfnsula Ibérica. Aqui la situacién se caracterizaba ign por el conilicto entre mu- sulmanes y cristianos. De este modo, con la bendicién del Papa, que habia sancionado con el cardcter de cruzada a esta lucha, pugnaron junto a sus correligionarios, contra el enemigo sarraceno, consi- guiendo la conquista de importantes plazas, como Lisboa. Situacién simi- Tar acaecié en zona baltica, donde a »» LA PREDICACION DE BERNARDO DE CLARAVAL por el reino de Francia, pasando a continuacion a Alemania, consiguidé reclutar al mismisimo emperador Conrado Ill. EL UNICO EXITO er Ser ah eLOL CRUZADA se produjo fuera del Mediterraneo, en la Peninsula Ibérica, donde los cruzados ingleses, escoceses, flamencos, frisones, normandos ee eC aes Cer en etc ee On ae nT) RO RCE La »» los lugares, en lugar de partir, se le Parte de los intes en Espai y Portugal, encauzada la situacién en la Peninsula, retomaron su deriva hacia Constantinopla, ciudad donde la primera expedicién en llegar seria la de Conrado Il. rado no s6lo opts cruzada, sino que dividié a sus tropas ten dos. Como es légico, la derrota no tardarfa en acaecer, primero para ¢ grupo comandado por él, que hubo de regres: tarde, ya en 1148,. para el otro, que dirigia su hermanastro, el también Ider spiritual, Otto de Freising, LA CRUZADA FRANCESA De nuevo como El aguard6, ahi ada francesa para partir tra Santa. Esta venia si ruta que poco antes habia hecho él, sin embargo, ha de reconocerse, de forma menos conflictiva, siendo relativamente pacifico esta vez el paso por el Reino LA HISTORIA SE REPITE Uno de los frupos, en este caso el oriundo del Sacro Impero, om la nicitva, egaron a a capita bizantna, previo paso por Hunria, tal como suceelera medio siglo antes, el entonces emperador Manu CComneno,siguendo el ejemplo de lo cue fen su dia hizo su abuelo Alejo, pracedis els cuanto antes de en medio, indoles el cruce del Bésforo para cevtar os problemas que ya se estaban rmanifestando El dicho de que el hombre es el nico animal que tropieza dos veces en la misma piedra seria aqui perfectamente apicable, ‘esconociendo si Conrado gnoraba por completo las ensefanzas de a Histor, ‘ue le advertia a gritos la catastrofe ea intertona de Pedro de Amiens o, simplemente, ue consider en aquel momento que su efit iba a vencer onde os otras previamente habian fracasado ("Vanidad de vaiéades,djo el Predicador”) hingaro, Luis VII fue el lider principal de este grupo, estando acompafiado por ‘otros grandes sefiores del continente, Llegados a Constantinopla, lo ha- bitual: puente de plata sobre el Bés- foro. Y ya al otro lado, tras unirseles en Nicea los remanentes del grupo de Conrado, se prosiguié la marcha hacia Antioquia, principada amigo. No obs- tante, poco tiempo se detendrian aqui, debido a que el verdadero objetivo era llegar a Jerusalén, donde, tras reunirse con la nobleza local en la Haute Cour © Alta Corte, acordaron que la recup racién del Condado de Edesa parecia ser poca cosa y optaron por, dema- siado ilusos quizé, por emprender la cconquista de Damasco. Tras un reiterado e infructuoso asedio, los nobles de origen local consideraron que ellos ya estaban sufi cientememente bien con lo que tenfan y que no necesitaban el padecimiento de tamaiias penurias para, al fin y al cabo, conseguir terrtorios a un ter cero, Con esto en mente, tardaron més bien poco en desistir de la empresa, volviendo asi a sus plécidos palacetes orientale. Los cruzados, sin esa ayuda, poco podian hacer, por lo que, con el rabo entre las piernas, terminaron regre- sando a Jerusalén y de ahi, sin mas glo- ria que la del fracaso, a sus terttorios de origen. Finalizaba, de esta forma tan poco nobie, la Segunda Cruzada, DE NUEVO COMO EL ERMITANO, el emperador Conrado III aguard6, ahora si, la llegada de la cruzada francesa para partir con ella a Tierra Santa. Sin embargo, no consiguieron su proposito. TERCERA CRUZAOR BSS TERCER? CRUZADA REINALDO DE CHATILLON Y LA CAIDA DE JERUSALEN 1176. REINALDO DE ANTIOQUIA ES LIBERADO POR LA NADA DESDEWABLE CANTIDAD DE 120.000 DINARES DE ORO TRAS 16 ANOS ENCARCELADO POR LOS MUSULMANES EN ALEPO. HABIA SIDO CAPTURADO CUANDO REALIZABA UNA DE SUS PARTICULARES EXPEDICIONES DE PILLAJE POR ZONA TURCA. LA TERCERA CRUZADA DA AS/ EL PISTOLETAZO DE SALIDA. POR FRANCISCO J. BARRANCO awrioaui ON LA FRUSTRADA CONQUISTA DE DAMAS- CO, PRIN- CIPAL OBJE- TIVO DE LA SEGUNDA CRUZADA, EL _GRUESO DE LAS TROPAS VOLVIO -COMO YA SE DIJO- A SUS LUGARES DE ORIGEN. NO FUE ASI, SIN EMBARGO, EN TODOS LOS CASOS. Reinaldo de Chatillon, noble segundén perteneciente a la fax milia del mismisimo Urbano II ‘emprendi6, como tantos otros, la expedicién a Tierra Santa en busca de riquezas, pero rehusé asociar su propio destino al de la fallida empresa que lo habia Hlevado hasta los Santos Luga- res. Finalizada, pues, la cruza- da, Reinaldo qued6 de esta for ma en Antioquia. Por ese entonces, Antioquia estaba gobernada por Constan- za, nieta y Gnica heredera de! fundador del principado, Bohe- mundo de Tarento. Y Reinaldo dio inicio en ese momento a tuna magistral jugada por la que acabé contrayendo_nupcias con la heredera que, viuda de un primer matrimonio, desoyé a todo su entorno para casarse con la personificacién misma del arribismo EL PRINCIPE DE ANTIOQUIA Una vez consagrado Princi- pe de Antioquia, Reinaldo dio rienda suelta a una personali- dad verdaderamente demencial y conflictiva. Muestra de este cardcter, rayano en lo psicé- pata, 0 mas bien plenamente inmerso, resultarian las multic tudinarias expediciones que »» TERCERA CUA rele llevaron a su apresamiento por parte de los musulmanes y que, sin embargo, no dirigié slo contra estos, sino incluso también contra cristianos, como puede verse en la expendicién a la isla de Chipre, po- sesiGn de Bizancio. Vuelto en 1176 de su encarcela- miento, fallecida su esposa y, por ende, desprovisto de titulo, consi- gue casarse con Estefania de Milly, sefora de Transjordania por heren- cia (este seforio, junto al Principa- do de Galilea, al Condado de Jaffa y Ascalin, y al Senorio de Sidén, conformaban los cuatro grandes te- rritorios vasallos del Reino de Jeru- salén), De este modo, con un patrimonio detras que le respaldara, asi como con las consiguientes tropas, Rei- aldo desaté la vehemencia que, ya mostrada previamente, se habia incrementado, ademas de manera alarmante durante sus aos de re- clusi6n. Algunos ven en esta actitud diver sas causas. La primera, que Reinal- do buscaba desatar una guerra con- tra los musulmanes para que una ver estos atacasen Jerusalén, en el Caos, poder configurar su sehori de Transjordania como entidad in- dependiente (el aval de esta teorta su personalidad arribista). La segunda, que su Gnico afin era debilitar a Saladino, sultan de Egipto y Siria, convertido en el gran caudillo del mundo islamico. ¥ la FoTOGRAMA DE LA PELCULA EL RENO bE Los ciLos" cAloR BE TERUSALEN AAO, fietro ERUzADO TNH MOMENTO DEL @ SALADINO, EN APUROS por no decir el nico, que habia puesto en apuros en repetidas acasiones a Saladino, el lider musulman, No en vano, habia resistido un asedio en el Krak de los Caballeros e Siria; habia participado como tno de Ios grandes comandantes en la Batalla de Montgisard en la que Saladino, ademds de salir errotado, casi plerde la vida Asimismo, habla profenado, len territorio enemigo, lugares segrados musulmanes; y eso sin contar los continuos asaltos 2 |as caravanas comerciales érabes que ‘ocasionaban un seria perjuicio 8 su economia y erosionaban la fomnimoda figura de Saladino. tercera y tltima, y la mas probable, es que Reinaldo era un comple. to zumbado que se apuntaba a un bombardeo (aval de esta teoria: no se perdia ninguna batalla, disputa © escaramuza, estaba en todas; y, si no existian, al estilo de William Randolph Hearst en Cuba, ya se encargaba él mismo de fabricarlas aunque Reinaldo podria decirse que con unos métodos menos su- tiles que el periodista americano, mas directos-) Dy Nek} CURIOSOS pee eS Ahondando, por tanto, en esta dlti- ma faceta, el asalto a las caravanas comerciales que se dirigian a La Meca, Hegando a atacar ciudades incluso, acabé por colmar la pax iencia de Saladino y este decidié romper la tregua que habia estable- cido con los cristianos. Al parecer, la gota que colmé el vaso fue que en una de las carava- nas atacadas viajaba la hermana del lider islimico. La situacién se ¥» PSs can ae retratada Guerras religiosas ssvolvia mucha més propicia para los musulmanes, si cabe, pues el Reino de Jerusalén estaba en disputa La primera batalla, acaecida en mayo de 1187, sera la de Seforia, saldada con una dura derrota para los cristianos. Debido a esta, pre~ cisamente, se aparcaron momenté- neamente las desavenencias por el trono de Jerusalén para concentrar- se todos un mismo bando de cara a la batalla de los Cuernos de Hattin En su camino hacia Jerusalén, Sa- ladino sitié la ciudad de Tiberiades. Podria haberla conquistado perfec tamente sin demora, sin embargo, buscé que el grueso de las tropas cruzadas, sitas en Jerusalén, acu- diera a la defensa de la plaza con el fin de enfrentarlos en esta zona, que le era favorable. A pesar de ello, desde la Corte, sa- bedores de las intenciones que se es- condian tras esta accién, en un primer momento se decidié dejar caer la ciu- dad y esperar. No obstante, la dolorosa derrota sulrida en Seforia promovié a sus responsables, buscando resarcirse, a convencer a Guido para partir en busca de revancha y, este, que no pre- cisaba de que le tocaran excesivamen- te las palmas para ponerse a bailar, dis- puso més pronto que tarde la partida del ejército hacia Tiberiades. [UNTO ESTAS UNAS, Benign Gaeriqes Sep nel cooge a Settee] Capes icingpaine ex histopique S|} Bw Cpoisades gy @ EL REY DE JERUSALEN sujeto Ge la ralea de Reinaldo, habia conseguido ‘desposer a Sibila, hermana del leproso Balduino 1V (rey de Jerusalén) y madre a su ver del neredera al trono, fruta de un primer matrimonio. Para evitar problemas en la medida de lo posible, el heredero fue coronado, a la edad de ocho afios, como Balduino V e forma previa a Ia muerte de! monara, hecho que no evité que, con el deceso e este, el pequeno solo viviers un af, siendo entonces Guido elegido come rey. Aprovechd asi Salading las disputas de la corte, dividida en facciones, ya que Guldo sélo contaba el apoyo de una parte de la Parte de las tropas de Saladino, des- plazadas para la ocasién, acosaron durante todo el trayecto al_ grupo cristiano, hecho al que, sumandole las duras condiciones ambientales {mes de julio), provocé un irrevo- cable lastre de cara al venidero en- frentamiento. Incluso antes de su legada al si- tio hubieron de dar un rodeo para reabastecerse, hecho que fue pre- yNCek) CURIOSOS Visto por Saladino y que aproveché para rodearlos. Entonces, Guido de Lusignan se atrincheré en una posi- i6n relativamente segura, un des- filadero a los pies de los Cuernos de Hattin Saladino, por su parte, s6lo tenia que esperar. De esta manera, en una metafora perfecta del gato que juguetea con el ratén antes de zam- parselo, el sultan atendié impavido las estériles acometidas cristianas. >» Tar | Guerras religiosas TERCERA CRUZADA —/ »»para, en el momento oportuno, acometer el asalto final El resultado fueron mas de 15.000 muertos y cerca de un millar de pri- sioneros. Entre estos dltimos se en- contraban los mismisimos Guido de Lusignon y Reinaldo de Chatillon. No obstante, Saladino se lo pensé mejor y a dltima hora decidié que el Sefior de Transjordania pasara -se lo estaba pidiendo a voces- a for mar parte de los primeros. Debido a esta catastrofe, Jerusa- 16n habia quedado completamente desprotegida, sin caballeros, a ex- cepcién de Balian de Ibelin, quien habia vuelto desde Hattin con per miso de Saladino para sacar de alli a su esposa y familia, hecho pese al que, finalmente, se qued6 para realizar la defensa. Como maxima autoridad militar, Wevarfa a cabo las negociaciones con Saladino una vez se establecié el sitio. En un primer momento, los cris- tianos se negaron a la entrega paci- fica, posicién que fue légicamente replanteada con posterioridad al ver el percal. Asi, el 2 de octubre de 1187, se entregaron las Haves de la Torre de David tras negociar un pago al sultén por la libertad de to- dos aquellos que se encontraban en la ciudad, facilitindoseles la salida e, incluso, la evacuacién de parte de sus posesiones asi como de cier- tas reliquias religiosas. Igualito que en la Primera Cruzada ATLANTICO y Musuimanes Cristianos + Rellena y envia este cupén a: CH Aragon, 186, 1°. 1011 Barcelona Tel: 99.968 75.61 Fax: 98.297 58 45 \ww-casualmagazines.com Nombre y apelios calle Poblacion op. Provincia Teléfono ‘DESEO RECIAR AL PRECIO DE PORTADA WAS LOS GASTOS POR ENvIO Los Er 25 28 27 28 Ot Forma de pago | | Tarjeta de erédto VISA-16 digitos: ‘American Express -16 digtos- NP SO) SE CE Cade, Nombre del ttulae ima: ‘CUARTA CRUZADA i ae LA CAIDA DE CONSTANTINOPLA EL PAPA INOCENCIO III QUERIA EXTENDER EL IMPERIO CRISTIANO A TIERRA SANTA, POR ELLO INICIO LA EXPEDICION MILITAR CONOCIDA COMO CUARTA CRUZADA PARA CONSEGUIR CONQUISTAR CONSTANTINOPLA. POR FRANCISCO, BARRANCO ALLECIDO SALADINO EN 1193, DESDE LA CRISTIAN- DAD SE PRETENDIO APROVE- CHAR TAN INCONMENSURA- BLE PERDIDA INTENTANDO DE NUEVO (NO ESCARMEN- TABAN) LA CONQUISTA DE LA CIUDAD SANTA. Asi, Ino- cencio III comenzé a hacer un nuevo llama- miento entre los cristianos. La recepcién, en cambio, no tuvo la misma n que la precedente y, volviendo a la tendencia de los origenes, la cruz dejé de ser empuiada por principes y reyes, retornando el liderazgo a duques y con Dos fueron las figuras fundamentales de expedicién: Balduino IX, Conde de Flande Guerras religiosas | CUARTA CRUZADA. LOS VENECIANOS, como buenos negociantes que eran, propusieron una alternativa alos cruzados para prestarles su ayuda: acometer una "pequefia" deriva en el rumbo hacia Jerusalén, y que los cruzados participaran activamente en la resolucién de una serie de "problemillas" que los venecianos tenian por aquella zona. »» Bonifacio II, Marqués de Moniersa- to (hermano de Conrado y su relevo en el marquesado}. A priori, Teobaldo Ill de Champa- fa, hermano menor de Enrique 1, rey de Jerusalén, iba a ser el encar gado de liderar la comitiva pero, a causa de su fallecimiento, este pa- pel reczeria finalmente en Bonifa- cio I RUTA CRUZADA Debido a que, ademas de Jerusa- \én, también se habia puesto Egip- to bajo el foco cruzado de cara a asesiar un golpe verdaderamente importante sobre el bando isldmico (recordemos que fue ahi de donde cobré su poder Saladino), el medio de transporte l6gico era el mariti- mo. De este modo se contacté con la potencia naviera por excelencia del momento: Venecia. Sin embar- go, esta tenia un alto precio. Venecia, junto a Pisa, Amalfi y Génova que ya habia facilitado los barcos a Felipe Il en la Tercera Cruzada-_constitufan las conoci- das hoy dia como Repiiblicas ma- ritimas, una serie de enclaves que, basandose en sus exitosas empresas comerciales, crecieron como enti- Cee) NOMBRES een cea DELA conde de Paty) Wa eames otis EL PROGRESO DE GAGARIN ed es 1191 hasta su muerte ere ae pcre cpetorran Poet > desorbitante que fabian exi sus prestaciones, los cruzados, que sclaraci6n a la que los venecia- mo buenos negociant eran, propusieron una acometer una “pequefia” deriva en el rumbo hacia Jeru que los ficiparan activamen- de fl Guerras religiosas | CUARTA CRUZADA 7 »» "problemillas' que los venecianos tenfan por la zona EI primero de estos problemillas estaba en la regin de Dalmacia, enclave fundamental para las tran- sacciones venecianas con respecto a Oriente. La comarca habia caido bajo poder htingaro, por lo que los, del Véneto debian recuperarla a toda costa. En noviembre de 1202 la expedicién llegaba a la ciudad de Zara, conquistindola en tan solo FI Papa, mientras tanto, procedié a desacreditar la empresa y a exco- rmulgar ipso facto al pastor de aquel rebaito descarriado, 0 sea, al dux Enrico Dandolo, asi como a otros altos cargos venecianos. Estando en el sitio, legaron noti- cias de Constantinopla. El empera- dor Isaac I Angelo habia sido de- puesto por su hermano Alejo Il, y el hijo de Isaac, el futuro Alejo IV, prometié a los cruzados que si le facilitaban el trono que su tro ha- bia arrebatado a su padre, ademas de proporcionarle multitud de re- cursos para la continuacién de su expedicién, saldaria personalmente su deuda con los venecianos. Los cruzados decidieron que, ya puestos, qué mas daba, por lo que Dy Vey) Maan CURIOSOS tomaron un nuevo desvio y en ju- nio de 1203 arribaban a Constan- tinopla. Para mediados del mes siguiente ya se habia entronizado al depuesto emperador Isaac, nom- brdndose dias més tarde a su hijo Alejo como co-emperador. Conseguido el objetivo, los cru- zados procedieron a abrir sus bol sillos, ante lo que Alejo hubo de reclamar nuevos impuestos a la po- blacién, pese a lo que, ni por esas, fue capaz de hacer frente a la des- mesurada magnitud de sus antiguas promesas. ” ELASEDIOA a CONSTANTINOPLA DEHCHORE (1205 fue prolamade Eo temperador romano el 5 de febrero was, | Ccuarta Cruzada, ras su coronacién, demasiado fuertesy Alejo hubo de huiea Tracia poco después de que la ciudad cayese, ead MoeAcie ‘ours KER MEDITERRANEE Defensives minbes par Guerras religiosas LOS CRUZADOS se vieron obligados aemprender de nuevo la conquista de Constantinopla. Y una vez realizada, se constituy6 un consejo para la eleccién del que habia de ser e| nuevo emperador de la ciudad. »» De este modo, cada vez mas cal- deado el ambiente, por un lado, por la impaciencia cruzada, por otro, por el hartazgo de los bizan- tinos, que estaban siendo cargados con nuevas tasas y, mercléndo- se ambos, porque ni unos ni otros habian gozado nunca de la mejor de las relaciones (basta con tomar al azar cualquiera de las cruzadas anteriores), la situacién eclosioné y los habitantes de la ciudad optaron por sublevarse bajo el liderazgo del yerno del depuesto Alejo III que, también tocayo, fue aupado como Alejo V Ducas. Los cruzados, asi, se vieron obli- gados a emprender de nuevo la Conquista. de Constantinopla. ¥ una vez realizada, se constituyé un consejo para la eleccién del que habia de ser el nuevo emperador de la ciudad, debido a que tanto Isaac 1 como Alejo IV habian sido asesi- nados por Alejo V. EI consejo eligié como empe- rador a otto yerno de Alejo tll, en este caso Teodoro Lascaris, quien rehusé el nombramiento y_partié a Nicea. Se dio asi origen al Impe- rio de Nicea, el cual se pretendié configurar como continuacién del bizantino que, tras ser desmembra- do y sometido a un saqueo infame por parte de los occidentales, pasé a Hlamarse Imperio latino, sien- do nombrado como emperador el cruzado Balduino IX de Flandes, a = wen 5 { = Ae [UNTO A ESTAS LNcAs, ERO De DATOS Leu) tfeltel} | teta tprec cemeteries ppg Serer tbe tte DO ieee comin [Bmpewnesncriamsn EL PRIMER EMPERADOR DEL IMPERIO LATINO BALDUINO IX (1172-1205) tue e! primer emperader del Imperio latino, Con el apoyo de Veneci, fue elegido e19 de mayo de 1204 y oronado el 16 de mayo en aigesla de Santa Sofia, en una ceremonia aque segula muy de cerce la Dréctcasbizantinas, partir de entonces conocido bajo e! nombre de Balduino 1 de Constan- tinopla, EL FINAL DE LA CRUZADA Saciados de sangre, y ante la in- mensidad del pastel que habia por repartir fundandose a continuacién el Reino de Tesaldnica, el Principa- do de Acaya, el Ducado de Atenas, el de Naxos..., se opté por poner punto y final a la que fue, y a la vez no fue, la cuarta de las cruzadas (1201-1204) Tierra Santa | QUINTA CRUZADA BA QUINTA GRUZADA SePTO, SL NUEVO OBJETIVO RELIGIOSO EL INICIO DE LA QUINTA CRUZADA, PROMOVIDA POR EL PAPA INOCENCIO lll, TENIA COMO OBJETIVO RETOMAR JERUSALEN Y EL RESTO DE TIERRA SANTA, PERO DERROTANDO PRIMERO AL PODEROSO ESTADO AYUBI DE EGIPTO. EL TAN ANSIADO FIN NO SE CONSIGUIO, PERO Si UN PERIODO DE PAZDE OCHO ANOS. POR FRANCISCO J, BARRANCO DESPUES OF TERMINADA LA CUARTA USCANDO, SUPONEMOS, RESARCIRSE DEL DESMADRE ACAECIDO DURANTE LA CUARTA CRUZADA, EL PAPA INOCENCIO Ill," NUEVE ANOS MAS TARDE DE QUE- DAR ESTA CONCLUIDA, CONVOCO, MEDIANTE LA EMISION DE LA BULA QUIA MAIOR, LA QUE SERIA LA QUINTA CRUZADA (1217-1221). Egipto vino a consolidarse como el objetivo principal, ya que, a fin de cuentas, era el ori- gen y la raiz de problema en Jerusalén El liderazgo en esta ocasién recayé en An- drés I de Hungria, quien reunié al mayor con- tingente de todos cuantos habian participado de forma previa en una cruzada, y en Leopoldo Vi de Austria. ATAQUE CONTRA EGIPTO El entonces rey de Jerusalén, Juan de Brienne (esposo de Marfa de Monferrato, hija de Isabel y Conrado), asf como Hugo I de Chipre (hijo de +» Tierra Santa QUINTA CRUZADA Océano Atlaéntico »»Aimerica y sobrino de Guido de Lu- signan} y Bohemundo I de Tripoli y IV de Antioquia (nieto de Constanza y, por ende, tataranieto del cruzado Bohemundo de Tarento), también participaron en esta expedicién mili- tar-religiosa promulgada por el Papa Inocencio Ill Se reunieron todos por primera vez en Acre, desde donde descen- dieron hacia Egipto. Llegaron al en 1218, emprendiendo un ata contra la ciudad portuaria de Da- mietta, cuya rendici6n costé ni mas ni menos que un afo de sitio Durante este periodo al que, a su vez, Vinieron a sumarse los enfren- tamientos y las pugnas entre los dis- tintos lideres cristianos por ejercer el mando de la plaza conquistada, retras6 la partida del grupo hasta 1221, tiempo mas que suficiente — Primera Cruzada (1096-1099) — Segunda Cruzada (1147-1148) > Tercera Cruzada (1189-1192) —» Cuarta Cruzada (1202-1204) — Quinta Cruzada (1228-1226 — Sexta Cruzada (1248-1254) —> Séptima Cruzada (1270) zelay % and «. los cruzados| marcharon en julio de 1222 al sur después de que las fallas en su fuentes de suministro les obligaran a una retirada forzosa. Un ataque nocturno del sultén al-Kamil (abajo, en d Ia rendicién del ejército.Al-Kamil acordé un acuerdo de paz de ocho afos con los contendientes europeos. cuando hubieron la llegada cris- tiana a El Cairo, se encontraban plenamente preparad: la dolorosa derrota qu al contrario supondria que el fin de la quinta cruzada. Esto result6 en la pérdida de la ciudad portuaria de Damietta, por lo que se establecié entre un bando y otro tuna tregua de ocho aiios, Cristianos Hl Musulman: Tierra Santa | SEXTA CRUZADA LA RECUPERACIONDE. LA SEXTA CRUZADA ACABO CON JERUSALEN EN MANOS CRISTIANAS. SIN EMBARGO, SU INICIO Y DESARROLLO NADA TUVO QUE VER CON LAS ANTERIORES EXPEDICIONES MILITAR-RELIGIOSAS, YA QUE EN ESTA OCASION FUE ABANDERADA POR FEDERICO II HOHENSTAUFEN, LO QUE LE VALIO LA EXCOMUNION EN VARIAS OCASIONES. POR FRANCISCO J, BARRANCO OS PREVISTOS cidiendo dar inicio a la sexta de Basado este en el concepto Domi OCHOS ANOS DE las cruzadas (1228-1229) nium mundi, el cual hacia refe- ACUERDO DE PAZ rencia a la preponderancia de una SE QUEDARON IMPERIO VS PAPADO fuerza sobre la otra, surgieron, en CORTOS y, llega- Para comprender plenamente el toro al mismo, dos facciones que dos al séptimo, los contexto en que se desenvolvié, se enfrentarian y marcarian la si- cristianos no pudie- es preciso hacer referencia al tuacién de ambas fuerzas durante ron contenerse, de-conflicto entre Imperio y Papado, _siglos. COLONIA Tierra Santa ‘SEXTA CRUZADA. MAYENZA PARis © DEL DESARROLLO DE LA SEXTA CRUZADA, RATISBONA 0 VIENA VENECIA - ROMA BRINDISI OBUDAPES UNO DE LOS PUNTOS ALGIDOS DE ESTA PUGNA se hizo presente en la figura de Federico Il Hohenstaufen. Sus intereses chocaban con el Papado en lo que respecta la posesién del Dominium mundi. TERUSALEN »» Estas facciones no eran otras que alielfos (pertenecientes a la Casa de Baviera, apoyo del Papado) y gibe- linos (pertenecientes a la Casa de Suabia, 0 sea, los Hohenstaufen, que, como es légico, apoyaban al Imperio) Uno de los puntos digidos de esta pugna se hizo presente en la figura de Federico I Hohenstaufen (1194-1250). Debido a que el Sacro Imperio tenia posesiones en lo que hoy dia es territorio italiano, sus intereses con respecto al Papado no s6lo chocaban en la posesién del Dominium mundi, sino que en multitud de ocasiones también lo hicieron en cuestiones mas terrenas {nunca mejor dicho}. Precisamente por esto, el Papado repartia exco- muniones a los emperadores con una frecuencia que ni hostias a los feligreses. Se accedié desde El Vaticano, en cualquier caso, a coronar a un Hohenstaufen, el joven Federico Il, a cambio de algunas condiciones, LA SEXTA CRUZADA, EN DATOS COMENZO en 1228, tan soo siete aos después del fracaso de la Quinta Cruzada, y fue un nuevo intento de recuperarJerusalén. AUNQUE FEDERICO II COLABORO EN LA QUINTA CRUZADA, note hizo personaimente hasta la Sext Yes que habia prometide tomar la «rurdespuds de su coronacién como ‘emperador en 1120 por el papa Honora i SIENDO PAPA GREGORIO IX, Federico iy suejécito partieron de Bridisi hacia Sia, pero una epidemia les ‘blig6 a regvesara tala. Esto le costaria Ia excomulguién a Federico. DESA o¢ CALEPO | ANTIOQUIA TRIPOLI DAMASCO iO KONYA LIMASOE TARE PTD JAN DE ACHES 5 JERUSALEN _ CAIRO entre las que figuraban, por ejem- I necesitado Imperio latino y su participacién personal en plo, socorre! una proxima cruz: Federico mostré el afin que ten‘ de socorrer al Imperio latino ca- sando a su propia hija Constanza con el titular del Imperio rival por excelencia, el de Nicea. poco en excomulgarlo. El empe dor, impertérrito segin su habit a volvis a sus posesiones del sur de Ntalia, donde prosiguié con sus po- liticas contrarias a los intereses del Papado, En cuanto a la cruzada, la fue posponiendo todo lo que pudo, Hegando incluso a que, habiendo partido, decidié volverse a casa indo el mismo motivo que los cuando no tienen ganas de ir al colegio: enfermedad EL DATO Un afio mas tarde, ahora que a él le apetecia, Federico dispuso, si siquiera consultarle al Papa, | tida hacia Tierra Santa. Por su parte, el papa Gregorio IX, fuera de si, volvi6 a excomulgarlo. Excomunién sobre excomunién demas, le otorgé el tierno califica- tivo de Anticristo. El emperador, haciendo que se quedara corto el dicho de ntra y por otro prosiguié rumbo a Jerusalén, que, por su nuevo matrimonio con Yo- Janda (hija de Juan de Brienne y de Maria de Montferrato}, aspiraba a mate de la situacién, una v jo a Acre, no s6lo no com= batié al Islam, sino que basé sus re- laciones para con el enemigo en la concordia y la diplomacia. » EI sultén al-Kamil, sobrino del fa LA SEXTA CRUZADA, EN DATOS moso Saladino, estaba en una disputa interna por consolidar su Ih poder y se asocié con Federico para @ que le ayudase en detrimento de sus rivales Asi, Federico de Hohenstaufen, a cambio de concederle esta ayuda, obtuvo territorios estratégicos de suma importancia tales como Belén, Nazaret, Sidén, y, sobre todo, Jeru- salén; ademas de fijarse una tregua de diez ao le concede varios trsitorios, ls que destacaJerusalén Jerusalén. Sin embarog, cabe en- trecomillar esta afirmacién, pues la validez del acto quedaba em- ame pafada, si no en entredicho, por el irrefutable hecho de que estaba ido ty por dos veces) y su esposa, la auténtica heredera, aca- baba de fallecer. {esacuerdo del papa Gregorio Ik ENCUENTRO ENTRE EL SULTAN AYUBI AC-KAMILY ENTRE LOS DOS SOBERANOS PERMITIO A LOS CRISTIANOS AECUPERAR POR ULTIMA VEZIJERUSALEN, Aijadido a eso, también, estaba la reticencia por parte de los cristia- nos no pertenecientes al Imperio, los cuales veian con cierto recelo cémo el poder de este se extendia a nuevos territorios. Y, por supuesto, seguia estando la Iglesia, temerosa del fatidico pre- cedente que podfa sentar la conso- lidacién del éxito de una cruzada organizada de manera indepen- diente a su influencia y desoyendo cada una de sus contradicciones. ale) Nes ile) Fsto ditimo provocé, de alguna forma, el traslado a Tierra Santa del conflicto entre gielfos y gibelinos que, a su vez, ya habia emigrado de Alemania a alia, lugar donde tuvo su auténtica eclosién durante aquel periods. En cualquier caso, la posicién de Federico en la ciudad de Jerusa- lén termind asegurada al colocarse como regente de Conrado, su hijo con Yolanda. A Federico, por su parte, aun le quedaba otra excomunién mas que sumar a todas las anteriores que ya habia recibido por parte del Papa, lo que a fin de cuentas no le im- pidi6 que, a la hora de su muerte, decidiese vestir con el habito cister- Fallecia con ello, en el aho 1250, una de las figuras mondrquicas mas fascinantes de todos los tiempos. Y es que es preciso recordar que, pese a la precariedad de aquella épaca LA LUCHA ENTRE GUELFOS Y GIBELINOS. SELACONOCE COMO LA (CRUZADA DEL EXCOMULGADO. FEDERICO hablaba nueve idiomas, fundo la Escuela poética siciliana, fue estudioso de multitud de materias y se interes6 por todo tipo de conocimiento. LA SEXTA CRUZAD: EN DATOS LA EXPIRACION DE LA TREGUA EN 1239 obliga 2 | Federico a partir de Jerusaién cambio a Europa, LA CIUDAD SANTA, es reconguistada por los musulmanes fen 1284, yno volvria a estar en ‘manos rstanas. Sin embargo, Federico habia senact precedente de que una cruzada podta tener éxito sin contar con el apoyo. papal LOS SIGUIENTES REYES EN TOMAR LA CRUZ fueron: tus de Francia (durante la Séptima y a Octava Cruzads) J@ blaba nueve idiomas, funds la Es- cuela poética siciliana -ast como la Universidad de Napoles-, fue un estudioso de multitud de materias como filosoffa, astronomia, cetre ria, matematicas, medicina.... En definitiva, se interes6 por todo tipo de saber. Todos estos rasgos dejan patente de una personalidad Gnica y sigun- lar, asi como superdotada y excén- trica, que le llevd a prescindir los usos y costumbi su tiempo, actitud que, como puede leerse mas arriba, le costé mas de tun mareo. Pero también es cierto imports ciales de minius mundi, aquello que logrd sin duda, y que le valié otro apod més merecido del que le concedié Gregorio IX, fue el de Stupor mundi (Asombro del mundo). En est no era para menos, | c CLO SELECCION yo Pree a v , Sie rr eta 5 mere Pea Heel Pee uaa Bra} Pe ego J ruens Eee WAGs) a Pater ava cet Se Pl a We i al I . A IEEE) : La Ultima conquista |SEPTIMA CRUZADA| INALIZADA LA TREGUA CONSEGUIDA POR FE- DERICO I, JERUSALEN FUE DE NUEVO TO- MADA POR LOS MU- SULMANES. Por ese entonces, el Papa Ino- cencio IV convocd el Concilio de Lyon que, ademas de para otorgarle una nueva excomunién a Fe- derico y declarar el sombrerito rojo como propio de los cardenales, con- vocd una nueva cruzada, la séptima (1248-1254), EI mando de esta se le encomend6 a luis 1X, un rey de los que gustaban ten San Pedro, décil alos dictados eclesidsticos y siempre listo para llevar a cabo aquello tos estimasen oportuno, dia- metralmente >» |SEPTIMA CRUZADA hopuesto a lo que venia siendo su homélogo de! Sacro Imperio (no por otra causa uno fue canonizado yeel otro apodado Anticristo). Como destino de la cruzada volveria a co- locarse Egipto. La convocatoria fue seguida por tres afios de tensas negociaciones, a pesar de las cuales se lograrfa reu- nir un importante contingente, prin cipalmente de origen francés, que fue transportado con los medios de las ciudades de Génova y Marsella, no sin los recelos de Venecia que, sumado a que posefa intereses en la zona ala que se dirigia el contlicto, no tomé beneficio ni parte mientras veia cémo si lo hacian sus mas di- rectas rivales Una vez la expedicién partié, a mediados del ano 1248, decidieron congregarse en el Reino de Chi- pre de forma previa a su asalto a las tierras de Egipto. Sin embargo, la estancia en Ia isla, al igual que habia ocurrido con los preparativos, se fue dilatando y lleg6 casi al aio, dilapidéndose con ello gran parte de las provisiones que hablan sido reunidas con el objetivo de afrontar el asalto a Egipto. Damietta seria otra vez el talén de Aquiles musulman, y fue con- quistada en junio de 1249. Pero, si en Chipre fue principalmente la Hegada del invierno lo que retrasé su marcha, ahora aquf seria la cre- cida del Nilo, reteniéndolos cerca de cinco meses. ‘Aprovechs en cualquier caso San Luis esta obligada estadia para re- modelar la ciudad, no limitindose a tuna conquista militar, sino Hlevando a cabo un trasvase tanto religioso como comercial LRP TITTIES LOMO SSS Sere Luis fue proclamado rey a finales {el ao 1226. Su gobierno siempre testuve presiido por su gran religiosdad, lo que le levé a asst al Coneila Eeuménico latin de Lyon | (convocado en 1245 y presidido por 1 Papa Inocencio IV), donde convocs tuna nueva crurada (ia séptima)y se le designé el mando dela mis. La ultima conquista |SEPTIMA CRUZADA| Y una vez el verdadero rector de la vida en Egipto, el Nilo, lo permi- ti6, se emprendié rumbo a El Cairo. La verdadera pugna, no obstante, acaecié en un tertitotio intermedio: el Mansurd. Una vez alli, pese a conseguirse entrar con relativa facilidad, fue dentro de la plaza donde acaeceria la derrota para los cristianos. A la vez, la nueva estrategia egipcia con- sistié en dificultar el abastecimiento de los sitiadores proveniente desde la ciudad de Damietta. 1 objetivo se acabé por lograr, desistiendo entonces los cruzados que intenta- ron retornar a la ciudad portuaria y que, demasiado debilitados, fueron capturados por el camino (San Luis incluido), Comenz6 entonces una negocia- cién en la que se exigia la devo- lucién de Damietta a cambio de la liberacién de los prisioneros y de una cuantiosa suma de monedas. Como cabe suponer, se aceptaron los términos. Liberados, San Luis y compania se dirigieron hacia Acre, desde donde la mayor parte del contingente re- gres6 a sus lugares de origen. No as(el rey francés, que quedé cuatro afios mas en Tierra Santa En este period, actué como arbi- tro en los conflictos entre cristianos {por ejemplo, en el Principado de Antioquia) ademas de intentar em- prender nuevas negociaciones con los sarracenos. Finalmente, frustrado al constatar que no llegaban refuerzos con los que reanudar la cruzada, compli- cAndose a su ve? la situacién en su reino y poniéndose en libertad los Gltimos prisioneros desde Fxipto, decidié que era, por fin, hora de re- sgresar a Francia, a grave stuacién en Francia, agudizada tras la muerte de la regente Blanca de Castila, obligg 2 luisa etornar a su reino Enrique ill de Inglaterra mantenia una actitud host £126 de abril de 1254, Luis IX zarpé de Acre y, tras diversas peripecias, aleanzé Francia en julio. DESPUES DEL FRACASO DE LA SEPTIMA CRUZADA, EL REY FRANCES LUIS IX PUSO EN MARCHA UNA NUEVA EXPEDICION PARA INTENTAR HACERSE CON EL DOMINIO DE TIERRA SANTA. SIN EMBARGO, ESTE NUEVA EMPRESA TUVO EL MISMO RESULTADO QUE LA ANTERIOR CRUZADA. POR FRANCISCO J, BARRANCO PESAR DE LOS INTENTOS DE LUIS IX POR LIMAR LAS ASPEREZAS SURGIDAS ENTRE LOS ESTADOS CRUZADOS DURANTE SU ESTADIA EN LA ZONA, ESTAS PROSIGUIERON, INCREMENTADAS ADE- MAS PORQUE LA RIVALIDAD ENTRE LAS PO- TENCIAS MARITIMAS -GENOVA Y VENECIA, PRINCIPALMENTE- SE TRASLADO AL LUGAR. El aos reinante y las consiguientes disensiones fue- ron aprovechadas desc ra continitar mermando la presencia cristiana en Oriente EL SUCESOR DE SALADINO El relevo de Saladino en esta época lo cogié el sultin Baibars. Esclavo desde nifo, ciego de un ojo y sin mas formacién que la de la vida, La Ultima conquista |OCTAVA CRUZADA ‘ r UNA CRUZADA DE REYES Y NOBLES. al pat emir tenia voluntad de certirse al cristianismo, por lo que igual que los que, cegado por su en pleno verano, te: turas Arica) durante esa época del afo. Por supuesto, no dudamos de su fer- »» ff re EN ESTA OCASION, el objetivo del rey francés era el mismo que en la anterior cruzada: la conquista de Egipto. Sin embargo, opto por un ataque distinto, el cual se haria a través de Tunez. La ultima conquista |OCTAVA CRUZADA eee es ete ae peer n ere eens Pacey . erstinismo del emir eee ee eed) ero la capacidad ica que demo: nueva campafa contra los herejes era muy limitada, EL FINAL DE LUIS IX neés a Tinez, al cara, pues no hubo conversi n alguna y, encima, se dedicé a combatir a los lado por una idemia que contrajeron la mayo parte de las (San Luis incluide Y es que no puede decirse que hombre no estuviese al lado de tropas en todo momento), Asi, cuando a fina ARRIBA, EL SULTAN rnuaba, sino que, ademés, su principal lider estaba muerto, Carlos de Anjou (en Ia imagen de abajo), hermano del ey Luis I, convenciéa este para diigir su Con el fracaso de la Octava Cruzada, rueva cruzada no al Levante, sino finalizaba también el reinado de Luis Tones. donde afd que el eri IX y la esperpéntica empresa militar local extaba diouesto a abondanar Q cl istam y convertirse al cristianismo, religiosa, cuyos remanentes (cristia- Esta decisgn supuso el fracaso final nos, se deduce) hubieron de pasar e a Octava Cruzada y del propio rey el verano con [a fresca en territorio. frances. africano, siendo en actubre cuando, tras la retribucién mas cémoda que recibirla en su vida el sulin Baibars, se les permitis regresat por donde, en buena hora, habian decidido venir, mr la ultima conquista INOVENA CRUZADA TRAS LA MUERTE DEL REY FRANCES LUIS IX, EL PRINCIPE DE INGLATERRA ENRIQUE PERSIGUIO EL OBJETIVO DE SU ANTECESOR. SIN EMBARGO, COMO ESTE, NO CONSIGUIO EL EXITO PARA SU TAN DESEADA EMPRESA Y SE VIO OBLIGADO A VOLVER A SU REINO TRAS UNA APABULLANTE DERROTA CONTRA EL. SULTAN BAIBARS. POR FRANCISCO J. BARRANCO ‘A NOVENA CRUZADA PODRIA CONSIDERARSE, BIEN COMO UNIDAD INDEPENDIENTE, BIEN COMO APENDICE O SE- GUNDA PARTE DE LA OCTAVA. Su principal lider, el principe Eduardo de Inglaterra, formé parte del contingente Ilegado a Tiinez en agosto una vez Luis IX habia falle- cido y se habia dado por concluida la cruzada Fduardo decidié entonces, junto a su grupo, quedar en la isla de Sicilia a la espera de acon- tecimientos y La ultima conq INOVENA CRUZADA ye ORIGEN DE LA CRUZADA x, TR ‘Tripoli sie ( goviombre de 2272 aa. REINO Of Pe arases Cee aR eed Ne ae ete ane ent) peer ete er oe ayy Pee Una vez pasé el invierno, Eduardo emprendié marcha hacia los territo- ros orientales y, tras pasar por Chi- pre, en mayo de 1271, legs a Acre. EI Principado de Antioquia, una de los Estados Cruzados més podero- sos desde su fundacién, y una de las pocas plazas que resistian, cayé a manos del sultén Baibars, por lo que su titular de entonces, Bohe- mundo VI, también Conde de Tri- poli ipatrimonio que habia unido su abuelo Bohemundo IV de An- tiogufa y I de Tripoli), corrié hacia Acre con la llegada de Eduardo para que este le brindase ayuda ante la amenaza que se cernia sobre el otto gran puntal de su patrimonio. Con 61 también se unig Hugo Ill de Chi- pre y I de Jerusalén. ENRIQUE II DE INGLATERRA tatisnetovts tc tp para entneenaaia, Hoviwesen deep tua. Por su parte, las potencias marf- timas Génova y Venecia, més cen- tradas en sus propios intereses (y estos residian en el comercio con el turco, o sea, con el abjetivo cru- zado) desestimaron cualquier posi- bilidad de colaboracién. Eduardo, consciente de las limita- ciones de la empresa que lideraba, promovié una serie de acciones mas tendentes a debilitar al enemigo con ERUIADA CONTRAEL SUTAN BAIBARS fas miras puestas en una futura -y mucho mas ambiciosa- nueva cru- zada que en realizar sefieras con- quistas en esta, EL PLAN DEL PRINCIPE EDUARDO Asf, acometié algunas escaramuzas contra el superior contingente sarra- ceno con no mas finalidad que la de obtener las mejores condiciones po- sibles de cara a la firma de una tre- ¥ EL PRINCIPE EDUARDO, consciente de las limitaciones de la empresa que liberaba, promovié una serie de acciones mas tendentes a debilitar al enemigo con las miras puestas en una futura nueva cruzada queen realizar sefieras conquistas en esta. La ultima conquista |NOVENA CRUZADA, ETE RE ZUR CU eto Sy aren = ABALO, CONQUISTASYCAMPAAIAS DE {nina como SuCIAN OF Eto (2 yygua o tratado (firmado en mayo de 1272) que, a su vez, le concediese el tiempo suficiente para reunir la expedicidn que tenia en mente. Precisamente, los musulmanes, sabedores de sus intenciones, tra. taron de aprovechar la ocasién y asesinarle, objetivo que no leg a culminarse a pesar de resultar e Principe de Gales incluso ap lado en junio de ese mismo aio, segiin las fuentes, de nuevo por un hashshashin. EL SUENO TRUNCADO Eduardo tardé unos meses en recu- perarse, y, pata cuando lo hizo, en noviembre, llegaron noticias desde Inglaterra: su padre habia fallecido y él habia de ser coronado. Vol- Vi6 pues a su reino, concluyendo con este hecho la Novena Cruzada (1271-1272) Babilonia®’ aoe ARABL ELFIN DE LA ULTIMA CRUZADA EL PACTO DE CESAREA a Novena zac cab con fra de una ‘wegusel 2 de mayo de 1272en Cesare. acto otorgaba tn peododetregua ce dz aos de mess. La ideada nueva expedicién que Eduardo tenia en mente finalmente no llegaria a materializarse y, veinte afios mas tarde de su partida, una vez finalizadas las treguas estable- cidas en su dia, San Juan de Acre, la plaza que habia venido a sustituir en importancia a Jerusalén tras su pérdida, catia bajo poder islimico en 1291, siguiendo la tendencia con respecto a los ciltimos vestigios de los Estados Cruzados, habiéndose perdido tan solo dos aftos antes, por ejemplo, Tripoli. Desde la cristian- dad, s6lo hubo una timida iniciativa de cruzada que, volviendo a los ori genes, tuvo un cardcter eminente- mente popular, cuyos componentes, haciendo gala de ia vehemencia de la que ya habian hecho hacia mas de dos siglos sus ancestros, contri- buyeron a detonar la inestable si- tuacién de la zona, emprendiendo entonces los musulmanes el defini- tivo golpe de gracia sobre la presen- cia cristina en Tierra Santa, a CUANDO EL PRINCIPE ENRIQUE SE HABIA RECUPERADO, llegaron noticias de Inglaterra: su padre habia muerto y él habia sido coronado rey. Enrique volvié a su reino, dando fin asi a al Novena Cruzada. Cet SN Gaus ieee L eee ees tt Gay wate Leah bias De Petar ae Le) praevia Peery Ren ChL Peretti: PraCe a bLve OTR Usury NRE LOS CABALLEROS QUE ACOMPA- NARON A LOS PRINCIPES CRISTIANOS, DE LA PRIMERA CRUZADA, la que lleg6 a Oriente en los titimos afios del siglo XI para rescatar los lugares santos de Palestina, merecen especial mencién Hugo de Paganis Hugo de Payns-, de la casa de los condes de Champaiia, y Godofre de Saint Omer, ambos, primeros fundadores de la Orden del Temple. Ells, junto a otros cuatro llamados -segin se cree- Gaufredo 0 Gofredo Bisoi, Rotario, Archimbaudo de Saint Ameno y Pagano de Monte Desiderio, en unin de tres compafieros ims, todos franceses, se juntaron en Jerusalén en 1118 y se cconsagraron al servicio divino. Su primera ¢ interna insti- tucién fue, segtin opinan algunos autores, como canénigos regulares,siguiendo de algtin modo la regla de San Agustin, yy como tales hicieron ante Gormondo, patiarca entonces de Jerusalén, los tres votos ordinarios de obediencia, pobreza y castidad. Podemos definir a los templarios como una orden formada por hombres, mitad monjes, mitad soldados, que consagra- ron inicialmente su vida a despejar los caminos que cond\-_ >> rN ORDEN DEL TEMPLE = VESTIMENTA Y ARMAS EN LAS CRUZADAS Pena) cial 3 o ns / f ere ‘ | FE) SCS a parents i Sere ere preetr Bree) Coa aces pruecirey CO ao dician a Jerusalén, para que los peregrinos Cristianos que iban a vsitar os santos lu- ares de Palestina estuvieran a salvo de los continuos ataques de salteadores, 0 de los denominados “infieles” que per- turbaban su objetivo, Balduino I, rey de aquella ciudad santa, viendo él cel de estos nueve ca- balleros, les dio de limosna una casa inmediata al Templo de Salomén, en la que poder vivir juntos y ejercer pare de las obligaciones que se habjan pro- puesto, pues como dice Zapater en su (ister mitante: “Todos juntos reverentes a Dios y a su casa santa, determinaron senile y defender su cruz con oraciones en el monasterio y espada invencible en el campo", Dela cercania desu primera vivienda 6 monasterio al Templo de lerusalén o- ‘maron, segtin creen la mayor parte de los historiadores, el nombre de Templarios © Caballeros de la milicia del Templo, insituids bajo el ttulo de Pobres caba- Heros de la Santa Ciudad. Se ls lam también Soldados de Crist, Milicia del Templo de Salomén, Milicia de Salomén y Hermanos del Templo o del Temple. Los primeros caballeros carecian de una rogla determinada que seguir y que es- tructurara su cometido y sus obligacio- res. Fue en 1127 cuando solicitaron del patriarca de Jerusalén, dicha regla, 0 lo {que es lo mismo, la conversién en orden, El papa Honorio Il remitié la stiplica al concilio Tresense 0 de Troyes, en Fran- Cia, que entonces se estaba celebrando, Este estaba presidido por Mateo como ccardenal legado pontificio, y le asistieron Reinaldo, arzobispo de Reims; Enrique, INICALMENTE LOS TEMPLARIOS nacieron con el objetivo de proteger a los peregrinos cristianos que iban a visitar los santos lugares de Palestina, de los continuos ataques de los salteadores. arzobispo de Sens; el de Paris, el de Tro- yes, el de Orleans y otros abispos y aba- des, con algunas seglates significativos. Entre los abades estaba Bernardo, que lo era de Claraval -Bernard de Clair- vaux-, y Esteban del Cister. También estuvieron presentes Hugo de Paganis ¥ otros cinco templarios. Los padres del Concilio, finalmente, encargaton la ela- boracién de la regla a Bernardo, al pa- recer tio.o patiente de Hugo de Paganis, El capitulo LVI de Ia regla advertia que cuando algtin caballero, queriendo huir ‘0 renunciar del mundo, desease entrar cen la milicia del Templo, no fuese admi- tido de inmediato, sino que, siguiendo el cconsejo de San Pablo, se probase antes si el espiritu era de Dios. También se pro- hibia recibir en ella a muchachos muy jvenes, hasta que estuvieran en edad de poder echar varonilmente a los enemi- ‘gos de Cristo de tierra santa, y también tevitar que su decisién de ingresar fuera poco madura y luego surgiera el arrepen- timiento, |Z ESTANDARTE Y LOS SIMBOLOS Cee a Ne ses ee ons Pees ee eo eee pecs a ieee ni et eee es enn ee ite eet See heed eed Justiticado el espirity necesario para ingresar en la Orden del Temple, al candidato se le lefa la regla y el maes- tre y los demas hermanos determina- ban si ingresaba o no en la misma. Una vez admitido se sefialaba dia para su solemne recepcién, La ceremonia solia celebrarse durante la noche en una iglesia de la Orden. I aspirante, sin capa y sin espada y ‘con s6lo una tGnica, esperaba en el exte- rior con su padrino, y el gran maestre 0 ‘gran prior que presidia el acto encomen- dlaba por tres veces consecutivas a dos Caballeros templarios profesos a pregun- tar al postulante. En a primera pregunta se le interro- ‘gaba acerca de quién era y quése le ofre- Cia, y en las otras dos, si era verdad que queria ser admitido en la milicia, Des- pués de sus tres respuestas atirmativas, fra introducido con ciertas ceremonias cen la iglesia. Arrodillado, entonces, y a los pies del gran maestre, pedia por tres veces: “El pan, el agua y la sociedad de Ja Orden”. Aeilo se le respondia con una dlura advertencia: “Caballero, vais a con- traer grandes abligaciones; rendréis que a a ORDEN DEL TEMPLE Nel U2.) SB tS ata caCn) Parse SIN ed yc Peer Lon Decca ocr inte Ct ena Cec larecuperacién de Tera a gs ely ete treed ee Dee caadead eae Ce Tce emON La Orden debs bemanos Ceti) ee) ee oe Been rere ore ered ieee los papas vieron ere Perey Od od ey ey Ana eg ero Earners Pe) acl et ty Ogee) Ree EE eee i Cas eee ey nee ert eer eer) ere reas) tee er) eaten i on tsuthir muchos y dilatados trabajos, y ha bréis de exponeros a peligros eminentes. Serd preciso velar cuando quisierais dor ‘mir; Soporta la fatiga cuando deseariais descansar; suftr la sed y el hambre en locasiones que ansiarais comer y beber; pasar @.un pats cuando os placiera que- dar en otro” Después de esta corta alocucién, el mismo superior le hacia estas pregun- tas: “2Sois caballero?, zestdis sano de cuerpo?, ghabsis contraido esponsales?, 450s casado?, zhabéis pertenecido ya a otra orden?, jtenéis acaso deudas que no podiis stisfacer por vos mismo o por ‘medio de vuestros amigos?" Cuando el aspirante haba respondido de una manera satisfactoria, pronun= Ciaba los tres votos de pobreza, castidad y obediencia ante el gran maestre, con- sagrindose al mismo tiempo a la defensa de Tierra Santa, Recibia de inmediato el ‘manto de la Orden, con la cruz y la es- pada, y los caballeros que habian asis- tido a la ceremonia le daban el abrazo 0 accolade y el 6sculo de fraternidad, con ccuyas ceremonias quedaba recibido el nuevo templar. Estas eran las palabras que pronunciaba cl nuevo miembro tecién ordena-do: “Yo, Caballero de la orden del Templo, prometo Nuestro Sefior Jesucristo y a su romano Poniiice y sucesores que legkimamente entraren, perpetua obediencia y fidelidad para siempre. ¥ a més, prometo sujecién, Castidad y obediencia a Vos, el Maestre de a. Orden del Templo y sucesores,segin los estatutos de los monyes del Citer, delante de Dios y de sus Santos, cuyas reliquias se cconservan en este lugar de la Orden de los Templaros. Asi Dios me ayude y estos Santos Evangelos” eee ets erent ete piers ort oo ore ees eee ts eer ee ao te eterna LA AUTORIDAD DEL GRAN MAESTRE, jefe supremo y universal de la Orden, llegd a ser casi ilimitada. Y es que incluso era considerado como principe soberano entre los monarcas y los reyes. En cuanto a la organizacién de la ‘orden, cabe decir que los principales poderes o dignidades eran el del gran maestre, llamado de ultramar porque su residencia ordinaria estaba en Jeru- salén, mientras estuvo en poder de los cristianos; el del maestre provincial, en cada uno de los reinos catélicos, en los cuales se fueron estableciendo los tem- plarios; el de los preceptores 0 grandes priores; el de los visitadores y el de los comendadores El gran maestre de ultaamar, jefe su- remo y universal de la Orden, cuya autoridad llegé a ser casi ilimitada, era onsiderado ‘como principe soberano centre los monarcas y reyes, y llevaba cen la mano como distintivo de su alta dignidad el abacus, es decir, el bastén cde mando que se puede ver én pinturas antiguas. El extremo superior de este bas- 16n era un poma blanco, sobre el cual se veia la cruz de la orden en medio de un circulo u ora, Junio a los Caballeros vivian los sivien- tesocriados dela comunidad, de-nomina- dos fémulos, y los escuderos que portaban las armas de sus sefiores, amigeros. » Cet ed ete! Tee eee memes res de errr enact, se euran Sey er poeta sree ajo del oupo. Para aberdorar CON Pa Pee Feet Pod ee a El bit de los caballeros templarios era tuna tinica de lana blanca semejante a lade los antiguos cistercienses, sein se establece en el capitulo XX y siguientes de la regla. En 1146 el papa Eugenio IL aprobé que llevaran una cruz de pafo rojo sobre sus capas blancas y también cen sus estandares Acerca de la forma de la eruz de fos templarios son varias las opiniones de diferentes autores. Unos dicen que en Un principio no llevaron cruz, y que la primera que usaron fue una patriarcal e grana, es decir, con dos travesa-fos, cosida en la capa sobre el hhombro Aquierdo. Otros que era una cruz octé- gona, lo que tal vez provendria de haber Confundido a los templar con los hos- pitalarios u Orden de San Juan de Jeru- salén o Malta, orden militar fundada por aquellos tiempos en la santa ciudad. No obstante, la opinién mas genera- lizada es que al menos en Espana, fue Una cruz oja sencilla de pao la que ge- neralmente llevaron los eruzados, y que seria igual ala de los escudos de armas de los templarios que aun se conservan en los edifcios que les pertenecieron, Acerca del color del habito, se suscita- ron en un principio teribles ras y dis- putas entre los templris y los caballeros teut6inicos, otra orden militar fundada en Jerusalén después de aquellay la de los hospitalarios. Los teutdnicos decidieron sar vestduras blancas, algo de lo que se {qujaron los templaros,y consiguieron de Inocencio Ill que prohibiese dicho uso a los teurénicos ‘A pesar de la prohibicién, el Papa no consiguié su objetivo. Fue el patriarca EL HABITO DE LOS CABALLEROS era una tunica de lana blanca semejante a la de los antiguos cistercienses. Fue el papa Eugenio III quien aprobo que llevaran una cruz de pafio rojo sobre sus capas blancas y sus estandartes. de Jerusalén quien puso fin a la disput disponiendo que los templarios pusiesen sobre sus capas una cruz de pao encar- nada, y los teutdnicos la levasen negra. Los emplarios y sus fmulos osrvien- tes llevaban la barba y el pelo corto, segin se rele en os capitulo XXVIILy XXIX de su regla. Usaban camisa y cal- Zzoncillos que no debian quitase ni para dormir. Ningiin caballero podia tener mis de tres caballos, a no ser que tuviera un permiso especial del gran maeste, asi como un solo armigeroo criado para cuidar de sus armas. No podian usar pectorales, espuelas, frenos,estribos, ni cosa alguna de oro plata, 2 no ser que les fuesen dadas de caridad. Tampaco les era permitido usar rostillos ni lazos ‘con que engalanarse. Fin lo que se refiere a la alimentacién, sélo podian comer came tres diasa lase- mana, guardando abstinencia los lunes, miércoles y sSbados. Solian comer de dos en dos en una mesa, aunque reuni- ddos muchos en una misma pieza. Cada templario dormia solo en su ‘cama, que se componia de jergén, si- bana y cobertor, no pudiendo faltar nunca luz en el dormitorio. Les estaba prohibido tener cerradura en sus baii- les cuando se hallaban reunidos. Sin | f OEE ea nesmi ay ae cel LOSBIENES DE LOS TENPLARI erry erent ret terete eee een ee ste toes or ee Cee Sete . Sr aea ae ate Seer eee ne nti Tee a ert toga se desir tain parla rue orden mir, que asl dl ere adelate cr Se en a {£11570 den el Temgle ‘Reman, espana Porwesy Somormistrdeeelsters ere) Nee gs Ce 4 Rees eee lace) ete ee tet Co ie cry enor. tl eee eee permiso del gran maestre no podian escribir ni recibir cartas, Debian tener obediencia perpetua al gran maestre 0 al que hacia sus veces, ejecutando sus ‘mandatos sin tardanza y como si Dios lo ‘mandara. No padian andar nunca solos, ni de noche. También les estaba privado ceazar con ave usando las téenicas de la cotreria, Segin el capitulo LI de su regla, los cae balleros podian poseerteras, casas, hom- bres ylabradores, y también se le perma recibir diezmos, Los fmulos o sivientes de los templarios debian usar vestidos negros © del color més oscuro que fuese posible hallaren el pais donde estuviesen, para distingurse de los caballeros. Podian formar parte de la Orden hermanos y ca- balleros casados, pero a estos no les era ppermitido vivi en la misma casa con los ‘que guardaban castidad, EL DECLIVE DE LA ORDEN DE LOS TEMPLARIOS El aprecio y estimacién que se granjearon por sus célebresvietorias en todas partes les proporcioné bienes inmensos que los fieles les ofrecian continuamente. Tanto, ue Mateo de Paris dice que a los ciento Y pcos afios de su institucién llegaron a Contarya tres mil caballeros, casi ininitos, seguidores o feires que llamaban sirvien- tes, y hasta nueve mil casas 0 conventos, viendose colmados de bienes, de rique- zas y de honores. Algunos autores atribuyen, como mo- tivo de su perdicin, sus inmensas rique- 22s, Se opina que lo que més contribuyé a su desgracia fue el deseo que tuvo de apoderarse de elas Felipe 1V de Francia, que no puede considerarse precisamente entre los devotos de los templarios. Tam- bign a la Santa Sede le empez6 a preo- cupar el inmenso poder que estaban adquiriendo y que podia poner en cues- tidn fa supremacta del pontitice Se cree que dos caballeros templa- rigs, Monfocon, prior de Montfalcon, EL 13 DE OCTUBRE DE 1307 fueron encarcelados todos los templarios que se hallaban en Francia, incluso el gran maestre de la Orden. cen la provincia de Toulouse, y Nofe Dei, huyeron de las cérceles en que habfan sido puestos por orden del gran maestre y condenados a muerte, Para ponerse fa salvo, revelaron a Felipe IV, rey de Francia, delitos horrendos y comunes a toda la Orden, tales que “ni ofdos fos ‘oyeron, ojos los vieron, ni en corazén de hombre se pusieron”. El rey los puso cen conacimiento del papa Clemente V y; mediante una bula expedida el 13 de agosto de 1306, declaré al rey de Francia ‘que mandar‘a investiga el caso. Sin embargo, al monarca le parecié que cl Papa obraba con derasiada lentitud, Por allo, el 14 de septiembre del af de 1307 dlirigié 6rdenes Secretas a Reinaldo, sefior del Pinquon, a Juan de Varenis al bailio de ‘Amiens para que inmediatamente apresaran todos los templaris, y que sus bienes, sin ‘excepcidn,fuesen aplicados al isco. LACAIDA DE LOS TEMPLARIOS Al amanecer del viemes dia 13 de octue bre de 1307 fueron encarcelados todos los templaris que se hallaban en Francia, incluso ol gran maeste de toda la Orden {de ultramar, al que se puso preso en la misma casao palacio del Temple, en Par {Al mismo tiempo, Felipe IV mandé pasar las correspondientes nota a todos los pine cipes y gobiermos de Europa para que hi- eran fo mismo en sus temtoros Los cargos principales de ls que fueron acusados eran los siguientes: que los no- Vicios blasfemaban a Dios, a Crist, ala virgen Mari y a fs santos. Que escupian sobre la cruz e imagen de Jesueristo y Ia pisaban con los pies, afrmando que Cristo habia sido als profea, y que no habia pa- decido sido crucficado por la redencién del género humano, Que adoraban a una cabeza blanca que parecia casi humana, que no habia sido de santo alguno, ador- nada con cabellos negros y encrespados, y con adoxnos de oro cerca el cuello, y que delante de ella rezaban cirtas oraciones ‘Acusaban a los templaris, también, de ‘omit en la misa la palabras de la consa- ‘acid, y de que los caballeros abusaban sexualmente de los novicios, cometiendo entre sf mil sucias abominaciones. Sobre estos dlitos se fundaba el interro- ‘gilorio que por orden del Papa se remitis a todos los jueces que entendian en las causas que se formaron a los templatios. Se celebraron concilos en toda Europa y «en casi todos ellos os templaros resultaron absuetos, excepto en Francia, donde des- pués de someterlos a tortura para confesar suscimenes, cincuenta y nveve caballeros fueron quemados vivos cerca de la abacia de San Antonio de Pars, todos protestando de su inocencia, y retractindose de las confesiones que mediante tormento se les habian arrancado, incluyendo al gran maestre Jacobo de Molay o Jacques de ‘olay, respetable anciano que personal- mente habia bautizado a un hijo del rey «que ahora lo mandaba ejecuta. 1 Papa dio por extinguida la Orden del “Temple y mandé el reparto de todos sus bienes a la Orden de Sar juan de erusalén, ‘exceptuando los que existian en los domi- nios de los reyes de Casilla, Aragén, Por tugal y Mallorca, cuyo destino suspendiS. EL TEMPLE Y EL CAMINO DE SANTIAGO AUNQUE LA NISION DE LOS TEMPLERIOS ERA LA SAL VAGUARDA DE LOS PEREGRINOS AOS SANTOS LUGARES rit ete ee ae laos conerients St eee eee ere eee Se ee er Europa ans sequins rureracén romana ees cd eet ] Espafioles EN LAS CRUZADAS SIN ENS SE RUAN DNS GaP Nosw Cone Goch a CATALANES EN LAS GUERRAS DE ULTRAMAR Uae LO COR a Cee SOCIEDAD EN ESPANA, EXISTEN MULTITUD DE REFERENCIAS QUE CONSTATAN LA PARTICIPACION ase ee LeeLee POR FRANCISCO NARLA | BIEN ES CIERTO QUE ESGRIMEN LA HONORIFICA EX- CUSA DE QUE LOS SOBERANOS DE CASTILLA, ARA- GON Y NAVARRA ESTABAN DEMA- SIADO OCUPADOS LUCHANDO. CONTRA LOS SARRACENOS EN SUS PROPIAS TIERRAS, los historia dores suelen negar u obviar la par- ticipacién de los espafioles en las Guerras de Ultramar. Y sabemos que tienen parte de raz6n, pues las luchas y los asuntos de la repoblacién de lo conquistado ocuparon buena parte del calenda- rio de aquellos dias medievales en el germen de lo que seria Espafia. Sin embargo, también es innegable que existen innumerables referen- cias a la presencia de espafioles en multitud de los episodios que se dieron durante los siglos de las Cruzadas. En primer lugar, hay que entender que las mismas expediciones que acudian a la Peninsula en auxilio de Castilla, Aragén y Navarra ser- vian de intercambio de multitud de hombres. Es bien sabido que, tras, la decisiva batalla de las Navas de Tolosa, igual que algunos de los ve- nidos de allende los Pirineos pro- longaron su estancia en Espafia, también hubo otros que marcharon con nuevos puestos y encomiendas bajo el mando de algunos de los no- bes extranjeros que habjan acudido al llamamiento, En segundo lugar, si alguien en toda Furopa tenfa experiencia a la hora de enfrentarse a los sarracenos, esos eran los caballeros e infanzo- nes espafioles, que llevaban siglos alargando el colmillo y ganando experiencia. De ahi que, en mas de tuna ocasiGn, nobles esparioles fue- ran llamados desde més alld de los Pirineos. EN LAS CRUZADAS MAPA DE AQUELLA ESPANA EN PLENA RECONQUISTA Poe T Uy TRS ee eae Cee een ney Seer) Reece ee) Te eee rs Ono ns los Pirineos, se libraron gran cantidad Pen ae ener peas hitos geogréficos cambiaron de manos Se eee ar Cae ea ae end Cee cect! ellos por el control politico y el poder Pe es hay que apuntar el echo de que, ademas de las consi- deraciones religiosas, las Cruzadas tenian varios componente micos innegables que también in- teresaban a la nobleza espafiola Controlar el Mediterran corredores suponia mantener un flujo de mercaderias dine plo. paralel. puede mencionarse el interés de ve- comerciale Como e ecianos y genoveses que, en deter- minados momentos de paz durante Sen eee ra ee ari) eres aac eur Iiry siglos bajo-medievales, el territorio Poe ene eee Ree ec Peer rasgos, pueden considerarse cinco ean Cee La denominada Marca Hispanica, Pen eee en easy aprovecharon influencias y dineros Cee Owy eee en Cee ce ea Ce ee ey Cen Dee ea CO re etd Se ere eo Ce ee Need Pree oes Sree eee Re Oe cence! conquistadas que dependia del Reino Pee eed See ECE ary iglos de las Cruzadas, quisie- ron evitar que se emprend nuevos intentos de conquistar Tie- malograran alc rra Santa para que no los acuerdos que habi nzado con el correspondiente califato. Y », la conquista en si podia resultar un jugoso p de las noble lla Europa (ese es mio para se gundone as de cual- quier pais de aq) uno de los motivos que explica fieron en lla- creacién de los que ma ads Cruzados, Pee eee) de Galicia). La ciudad de Leén hubo Cee end Pee ccc) Cee ea See Tre eee oar) Ce ee ty y conquistando ciudades como Sevilla (ere arc gran transcendencia politica dada la ee ee ee ciudad hispatense). Pence Pee ey Eee in pee eet eee) Cee ee eee es Cee eed ee ee See arc) Ce SPU eee Pee Cee ES eee nett s eee Sea) Cee ree Peer ee ee Ce Leg que hombres leguas de nen reyes a cientos de us tertufios familiares), habia ocasién y habi. motivos, y pese al descuido de mu- chos historiadore: cia de la presencia de CASTELLANOS EN GUERRA Una de las prime ntramo: de una alianza as referencias que pre precisa ia para gue eee] ee Pee eee Pony tapas de la dominacién musulmana en las ee ee ee ect Peete Ke eae eas Ot eet oe ee eet Ts eee ea eee eta) Sree eee cue ee eee Cone Ree ees ec erse a partir del siglo Ill con Ses Sea ms Breen ania Or eee Red TCLS eee eer at a eee eet tenor fore Se Cot eee Pee eer convirtiéndose en un en Espafia. Reinando en Castilla Al- fonso V1, el rey de Francia le envid para su servicio a los distinguidos caballeros Ramén (o Raimundo) de Borgofia, Enrique de Besanzén y Ramén, conde de Tolosa. Tan bien y-con tanto arrojo de valor lucharon en el sur de la peninsula, que el rey Alfonso decidié casarlos con tres de sus hijas. Asi, Ramén de Borgona cas6 con dofia Urraca y tomé el go- bierno de Galicia con el titulo de nr Crore) conde, Enrique de Besanzén casé con dofia Teresa, con la cesién de conde de aquello que en Portugal se habla ganado a los moros. El conde de Tolosa se casé con doa Elvira y regresé a Francia cargado de riquezas y recompensas para, no mucho después, abrazar con fervor la causa de los cruzados y atravesar los Alpes con més de cien mil hom= bres, entre los cuales habfa multitud de hombres de los reinos de Espaiia que lo habian acompafiado desde sus luchas en el sur de la Pentnsula. Puede que estos mismos hombr u ottos de los que no tenemos no- ticias, sean los que se mencionan en las crénicas del famoso sitio de Antioquia (durante la Primera Crue zada), pasaje sobre el que, segin las, crénicas del rey Corvalan se dijo de *...y aunque los otros huyan al campo, sepas que estos (re firiéndose a los espafioles) no huirén yy EN LAS CRUZADAS MAPA DE AQUELLA EUROPA Y DE AQUEL ORIENTE PROXIMO DO Ree ued Rc ete Sere Serra Pee eomie near) ee eet) ee a eee eres teas Dee eee De ed poe eee Ue les by por ninguna manera, que con hhan logrado ya bien sus dias: y acaeciere querrin antes aqui en servicio de Dios qu tomar las ca Y aquellos que acompafaron al conde de Tolosa y a su esposa cas- tellana no fueron los Gnicos espa- oles en aquella Primera Cruzada, pues en las crénicas se encuentran nombres de ilustres catalanes. Por ejemplo, se menciona a Guillén conde de Cerdafa, que recibié el apelativo de Jordin por morir asaeteado no lejos del biblico rio. © 2 Arnaldo Mirén, de quien nos consta que antes de partic hacia Pa- Hacla el este, mas allé del Sacro oC ees Pee ee ee Romano de Oriente, Imperio de Cree Soe ener Pa ee esac reacts oe coe a te ene eee eer iy on Pec ees net ts reer ric) Cree ee A eee CLT) eae ee Dee ec Ce er Ree ere eee ees ee ro impulso de la Hégira: todo era terra Cee lestina restituy6 a la iglesia de Bar- celona una vifa sita en Montjuic. De hecho, aparecen al menos otras dos docenas de nombres espafoles repartidos por distintas referencias, oriundos de casi todos los rincones de los reinas cristianos de la penin- sula, incluso de la lejana Galicia, sin duda el punto mas distante para emprender semejante viaje. Pode- mos saberlo gracias a una dona- ciGn al monasterio de Sobrado dos Monxes que hizo el conde don Fer- nando de Galicia, hijo de don Pedro de Trava, ayo de Alfonso VII. Voto que hizo al cenobio benedictino a su regreso de Jerusalén a dia pri- mero de mayo del ao 1153. Incluso parece que hubo entre DE Td eer etna ee eee Se on ot ay pee eee es eee ee eed De es Co acon} SN ee eee ty Se ees Eee ee) ery Oe ead pee RU ere eT ee catalizador de las Cruzad Sees Ce cee ert ee ee eee Panera reat eatery todos los espafioles un héroe desta- cado por sus hazafas y por el valor le que demostrd ante los infieles. Se trata de Golfer de Torres, que se despunté por su inmenso coraje durante el sitio de Antioquia. Ademds, como consecuencia de esta Primera Cruzada nacieron las 6rdenes del Hospital y del Temple, cen las que nos consta figuraron nu- merosos hombres de las huestes espafiolas que marcharon a Tierra Santa De hecho, para las siguientes Cruzadas, la labor de estas érdenes en los aftos posteriores y en las si- guientes expediciones a U aparecen a menudo en las crénicas Ce eg Lee Cee Stee ee enc eo eee oe ne Bree eer terre Ce eed ea ieee ent ees ec Pore = coy eed Cee ee ens eee aoe ee eed y nos llevan a unos cuantos nom- bres que pueden encontrarse en las, crdnicas de la Segunda, Tercera y Cuarta Cruzadas. Para la Quinta Cruzada puede res- catarse la figura del cardenal Pelayo Galvan, a quien el Papa Honorio UL hizo legado para la expedicién a Tierra Santa del ao 1218. Al pare- cer, dirigié él mismo (no olvidemos que desde las leyes godas, los obis- pos tenfan potestad para alzar levas, reclutar soldadesca y potestades que hoy llamariamos militares) el sitio de Damietta De esos tiempos se recoge también la historia de un judio de Tudela (en el Reino de Navarra) de nombre Ben- jamin que, inflamado por su amor a hombres de la ley de Moisés decidi6 ponerse en camino al oriente y viajé por tierra hasta Constantinopla, atravesando los pafses al norte del Ponto Euxino factualmente Mar Negro} y llegando hasta la Tartaria china (lo que podria interpretarse como algin lugar entre las estepas tartaras del norte y los va- Iles de los Xin, es decir, entre la ac tual Rusia central y la franja tropical de China) De hecho, durante esos aftos, aun- que no se trataba de personas involu- cradas en las expediciones militares de las Cruzadas, durante los periodos en los que Tierra Santa estuvo en manos Cristianas, nos constan que existen referencias a multitud de peregrina- ones y, lo que es més, decenas de FOTOGRAMA DE LA PLICULA COMO CONSECUENCIA DE ESTA PRIMERA CRUZADA nacieron las ordenes del Hospital y del Temple, en las que figuraron numerosos las huestes espafiolas que marcharon a Tierra Santa. testamentos en los que se pide a los herederos que cumplan con la vo- luntad del finado de peregrinar hasta Jerusalén en nombre del testador. EL REINO DE NAVARRA Durante el siglo XIll se produce un curiaso incremento en el niimero de espaholes en las guerras de mar, que se explica con la Hlegada de la Casa de Champa al trono de! Reino de Navarra con la coronacién de Teobaldo | Instado por las exhortaciones de! Papa Gregorio IX, el rey salié de Pamplona con cuatrocientos caba- lleros locales (el Reino de Navarra ocupaba en aquel entonces un te- rritorio bastante mas amplio que el »»

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