ESPERO El Río Darro

QUE OS
HAYA
GUSTADO
Y PASEAD
MUCHO

Mía, Ainhoa e Irene

 Río Darro
Durante la Carrera del Darro, podemos dis-
frutar del cauce del río Darro que baja des-
de la Sierra de Huétor para adentrarse de-
bajo de la ciudad hasta su desembocadura
en el río Genil.
Su nombre proviene de la palabra romana
aurus que significa oro porque la gente
lavaba el oro en las orillas del río. Los ára-
bes cambiaron el nombre a Hadarro y des-
pués los cristianos lo renombraron a Dauro
hasta que fue cambiado a Darro.
Antiguamente, el puente conectaba el Albay-
cín con la Alhambra y un jinete podía cruzar el
puente y recorrer la parte superior del muro
antiguo a fin de llegar a la puerta de las ar-
mas en la Alhambra. Los cortes que se ven en
la parte superior del puente sujetaban una
reja de hierro para impedir que los enemigos
llegasen a la ciudad desde las orillas del río.
En los aledaños del barrio del Albaycín pode-
mos ver una calle típica de la época de la re-
conquista. Está flaqueada por la iglesia de
Santa Ana y por la iglesia de San Pedro y
San Pablo la cual une la ciudad con el Sacro-
monte por el paseo del Padre Manjón, actual-
mente conocido como Paseo de los Tristes.
Este se llama así porque antiguamente, en el
siglo XIX, era el camino hacia el cementerio
de San José.
Ahora es un bonito lugar para que los turistas
paseen mientras están en este pintoresco pa-
seo con este paisaje tan maravilloso, hay gen-
te que todavía sigue buscando oro en sus
aguas. Mía, Ainhoa e Irene