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Tres de cuatro muertes en incendios en América Latina no son causadas por el fuego, sino
por la inhalación de humo. Además de su toxicidad, el humo obstruye la luz y limita la
visibilidad de los ocupantes de las instalaciones, impidiendo el desplazamiento del personal
hacia lugares seguros.
De acuerdo con los estudios de la NFPA, el 57% de las víctimas mortales de incendios, no
se encontraban el lugar de origen del fuego y presentaban quemaduras en el interior de los
pulmones. En ese sentido, es muy importante que las compañías (bajo el concepto de que
se requiere) tengan diseñado un sistema que tenga en cuenta materiales que ofrezcan
resistencia y evite el paso de humos y gases tóxicos en los ambientes; así como el aumento
de las temperaturas.
Los expertos de Promat recomiendan que, para evitar la dispersión del fuego, es
necesario dividir el proyecto en compartimentos, lo que permitirá confinar el incendio
y humos en el sitio donde se inició, para que el resto del edificio se mantenga libre de
humo y fuego, y así garantizar la seguridad en las rutas de evacuación de los edificios. De
esta esta manera, se permitirá una evacuación segura. Esta compartimentación funciona
con el uso de soluciones o sellos cortafuego que brindan hasta 240 minutos de sello contra
el humo y el fuego.
Es preciso decir que, los sellos cortan fuego y corta humo se elaboran con materiales
intumescentes que se expanden con el calor evitando el paso de humo, calor, gases tóxicos
y llamas, adicional a esto se obtiene un sello acústico dada la hermeticidad de los sistemas
logrando mejores resultados en ambientes de aire acondicionado, evitándose también el
paso de olores.