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MATERIA: INVESTIGACIÓN EN LETRAS

Profesoras Magdalena Nállim y María Lorena Gauna


El anzuelo de Fenisa (1617)
El amor enamorado. Comedia famosa
de Lope de Vega Carpio. Madrid,
Imprenta del Reyno, 1637.
 La literatura de tipo amoroso es importante en la lírica y la relación
entre lírica y teatro no puede ser dejada de lado. Lope usa sus
amores en sus comedias, pero no es una cuestión personal. No
tenía problema en introducir su vida en la obra. Era un tema más.
(Entrevista a Melchora Romanos).
 El amor es un sentimiento cultural engarzado en una conformación
social e ideológica concreta que adquirirá diversas formas en su
concepción, expresión y consideración publica y privada. Clausura
la vía abierta por el amor cortés y el neoplatonismo de los
petrarquistas (Denise de Rougemont, citado por Gregorio Cabello
Porras).
 Se puede distinguir entre amor cortés y amor neoplatónico en la
poesía amorosa del Siglo de Oro. Hallamos expresiones propias
del amor cortés en conjunción con un neoplatonismo que se va a ir
imponiendo, hasta llegar a obra de Aldana, Medrano, Quevedo,
Lope (Gregorio Cabello Porras).
 Alexander Parquer se refiere a una concepción del amor como
enfermedad generadora de melancolía o de la acedia (tristitia).
 El Neoplatonismo, según Parker, no logra afincarse en la
literatura española por la distancia que media entre sus
postulados teóricos y la percepción de la experiencia
inmediata. Así, la consecución de un amor sereno, que se alcanza
a través del razonamiento y la voluntad, obviando el sufrimiento, no
termina por convencer al hombre renacentista.
 “La cultura del Siglo de Oro fomenta el entretenimiento de la gente”
(Luciano López Gutiérrez. Entrevista para el Diario La opinión de
Zamora).
 “En el Siglo de Oro el amor era entendido como un desequilibrio del
cuerpo” (Luciano López Gutiérrez. Entrevista del Diario La opinión
de Zamora).
 Se requiere entendimiento para amar: “No puede amar
altamente / quien no tiene entendimiento” (El mejor alcalde, el
rey).
 El amor puede ser inspirado por el alto valor de una persona y
por su virtud (causas del amor).
 El recluirse de una mujer, el no mostrarse quizás, evitando
halagar su vanidad, es señal de amor.
 Afición y amor parecen ser utilizados como sinónimos por los
personajes de Lope.
 Existen términos recurrentes asociados al amor como
“pensamiento” y “esperanza” , como vimos en El amor
enamorado y veremos a continuación.
 El amor es un peligro. El lenguaje bélico aplicado al amor que
venía de la literatura cortés, podemos también observarlo en
alguna ocasión.
 El amor es un destino inevitable.
 En el amor, el gusto es lo justo, juego de palabras repetido en
el Siglo de Oro.
 El amor es porfía.
 La turbación es una de las consecuencias del amor.
 Causas del amor: la correspondencia y la nobleza, la belleza y
la virtud.
 El amor se parangona a un veneno que es aplacado por el agua
bendita (El caballero de Olmedo).
 Pervivencia de la muerte de amor de la literatura cortés (el amante
se siente morir, pero no es una muerte verdadera).
 El amor se expresa y se comunica a través de los ojos.
 El amor es locura y en sentido humorístico se lo asocia al diablo.
 Imaginería ígnea presente en las comedias (amor=fuego).
 Modos de evitar el amor: distancia (“poner tierra en medio”), buscar
otro amor, olvido.
 “Efetos” del amor: temor, desconfianza, sentirse morir.
 El fin de un amor constante (leal) es el matrimonio.
 Distinta consideración del amor y de la mujer ideal en amos y
criados.
Así leemos en La niña de plata, otra de sus comedias:
DOROTEA Yo te confieso que yo
soy aficionada a Enrique.
TEODORA ¿Quién hay que a tanto valor
su pensamiento, su amor
y su esperanza no aplique? (Acto I, Escena 1).
DON ENRIQUE ¿Cómo esta calle se llama?
MAESTRE De las armas.
DON ENRIQUE Con razón;
mas pienso que de amor son,
con tanta bizarra dama;
y son las más peligrosas,
si esta calle es de sus armas,
que más que a cien hombres de armas
temo unas manos hermosas”
Maestre […] En ella, en fin, se retrata,
una imagen del deseo.
¿Qué sirve tanto rodeo?
Esta es la niña de Plata.
 El
padre avariento de don Juan no quiere casarlo con su
amada Dorotea, sobrina de Teodora.
DON JUAN […] Estoy tan determinado
que antes de un mes ha de ser
Dorotea mi mujer,
con el dote más honrado
que llevan las que lo son,
que es virtud y entendimiento.
DOROTEA […] Al Alcázar vamos luego,
y allá, mi bien, me veréis;
que yo, haciéndole a mi honor
la salva, pues es tan justo,
os quiero bien por mi gusto,
y os tendré perpetuo amor,
que os caséis, que no os caséis,
que me olvidéis o queráis,
que aquí estéis o que os vais,
me escribáis o me olvidéis;
que si no sois mi marido,
no ha nacido de quien sea
en el mundo Dorotea.
Vuestra soy y vuestra he sido.

DON JUAN Estos días


anda como loco amor.
CHACÓN ¿Cómo demonio dirás?
porque el día que se suelta,
no hay libertad tan resucita,
que no se le rinda más. […]
DON JUAN Cortesanos han venido,
Dorotea es celebrada,
hoy, hermosa y despejada,
contra mis celos ha sido
retrato de su balcón:
todos la vieron, y hablaron
con los ojos, y enviaron
recados al corazón.
Principios son de olvidar
dejarse en público ver;
que esconderse una mujer
es alta señal de amar.
CHACÓN Mil damas tiene Sevilla,
que a tus pensamientos varios
pondrán entonces remedio.
Dos mil veces te he rogado
que dejes este cuidado
y que pongas tierra en medio. […]
¡Cuerpo de tal! Si quisieras
una mujer para todo,
para polvo y para lodo,
para burlas, para veras,
destas de rúa y camino,
sin melindre, sin milagro;
que tienen su gordo y magro,
como pernil de tocino;
mujeres que duran más
que un zapato de baqueta,
no vieras en esta seta
tus pensamientos jamás;
que mejores son mostrencos.
Mas ya que desto te incitas,
¿no has visto en unas cajitas
unos bolitos flamencos?
Pues así imagino yo
estas damas delicadas:
son buenas para miradas,
mas para jugadas no.
 Mostrenco: “Llaman tambien al ignorante o tardo en el
discurrir o aprehender” (Aut., 1734).
 Gordo: s. m. “El sevo o manteca de la carne del animal”.
(Aut., 1734).
 Magro: ”Se toma tambien por la carne sin gordúra.
Latín. Pulpa.” (Aut., 1734).
Don Alonso Llegó mi amor basilisco,
y salió del agua misma,
templado el veneno ardiente
que procedió de su vista.
Miró a su hermana, y entrambas
se encontraron en la risa
acompañando mi amor
su hermosura y mi porfía.
En una capilla entraron;
yo, que siguiéndolas iba, ,
entré imaginando bodas.
¡Tanto quien ama imagina!
Vime sentenciado a muerte,
porque el amor me decía,
“Mañana mueres, pues hoy
te meten en la capilla”.
En ella estuve turbado;
ya el guante se me caía,
ya el rosario, que los ojos
a Inés iban y venían.
No me pagó mal. Sospecho
que bien conoció que había
amor y nobleza en mí;
que quien no piensa no mira.
Y mirar sin pensar, Fabia,
es de ignorantes.
BASILISCO. s. m. Espécie de serpiente, que segun Plínio, y otros
Autóres se cría en los desisertos de Africa. Tiene la cabéza sumamente
agúda, y sobre ella una mancha blanca à modo de coróna de tres
puntas, los ojos son mui encendidos y roxos. El cuerpo es pequeño, y el
colór de él tira à negro, salpicado de manchas blancas, la cola es larga,
y delgada, y de ordinario la trahe enroscada. Con el silvo ahuyenta las
demás serpientes, como Rey que presúme ser de todas, por lo que es
llamado tambien Régulo. Es fama vulgar que con la vista y resuello
mata, por ser eficacissimo su venéno. Es voz puramente Griega, de
quien la tomó el Latino Basiliscus. Regulus. (Aut., 1726).
Duque Fortuna siempre favorable mía,
dichoso curso de felice estrella,
esta ha de ser la noche, ese es el día
de mi felicidad, si he de tenella.
El alma espera, el pecho desconfía,
en pecho y alma de su prenda bella,
de quien aguarda un alma siempre amante
el fin alegre de un amor constante.
Federico Por venturoso mi cuidado estimo
si el mismo amor os cuesta este cuidado.

Federico […] Ha entrado en consulta, y yo he temido


con el temor de un alma deseosa;
que el que pretende el bien, hasta que alcanza
su entera posesión, teme mudanza.
Duque Con el mismo deseo el mismo efeto,
y a este mismo lugar vengo yo agora;
soy hombre como vos, y tan sujeto
al venturoso amor de esta señora.

“Duque Si es tanta la igualdad de pensamientos,


calidad, voluntad, gustos, amores;
si tan conformes son merecimientos,
servicios, esperanzas y temores,
excusados serán los sentimientos,
pues no hay desigualdad en los favores,
porque yo de Isabela estoy bien cierto
que a ninguno jamás se ha descubierto.
Si desde tierna edad es una santa
en las divinas obras que ejercita;
si es su modestia virginal que espanta,
y teme el rey que algún esposo admita;
si nadie priva con la hermosa Infanta,
ni da favores ni esperanzas quita,
a mí y a vos conviene igual cuidado:
puede estar cada uno enamorado”.
“[…] Federico Al Cielo, tengo yo por fiel testigo.
Duque ¿De gracia, de palabra o de concierto?
Federico No, sino de deseo, y de esperanza.
Duque Más tengo yo si quien espera alcanza.”
 “El antiguo teatro español presupone una ética, un sistema
moral coherente compuesto de elementos muy diversos cuyo
conocimiento es necesario para comprender las acciones y
reacciones de los personajes de sus dramas. El amor es el
centro de este sistema. A pesar de lo que comúnmente se
cree, es la pasión más unida, en cada uno de sus avatares, a
la vida del momento, a la actualidad histórica. Por lo tanto, en
Lope y sus discípulos presenta aspectos que hoy nos
sorprenderían.” (Aubrun y Montesinos, 1962, p. 31)
 “Para Lope, el amor es la pasión noble por excelencia, a tal
punto que quizá diríamos que no la cree posible en los corazo-
nes vulgares. Más aún: el amor estimula y origina otras virtudes
nobles: la valentía, la generosidad, el espíritu de aventura. Por
otra parte, el verdadero amor es irreprimible, ineluctable,
irresponsable, es el destino de un alma. Pero ‘amor no se
gobierna por discurso de razón’. ‘No fuera fuego el amor si solo
obrara / por especulativo entendimiento’.” (Aubrun y
Montesinos, 1962, p. 32).
 Tengamos esto en cuenta en relación con La dama boba
y lo que hemos apuntado en otras clases.
 “Alojado únicamente en los espíritus nobles e inteligentes, el
amor los altera, los hace salir de sí mismos. El hombre
poseído por esta pasión irracional, solo deberá a su buena
estrella el no precipitarse en una catástrofe.
 Para ejemplificar este punto, veamos algunos parlamentos de la
obra Amar sin saber a quién. En ella, don Fernando quiere contar
a su hermana que acaba de matar a un hombre:
Don Fernando: “[…] conoce quien habla / la atención de quien
escucha / en los dos quicios del alma. / No se advierte en los oídos
/ cuando se mira en la cara; / los ojos son el espejo / que el
pensamiento retratan. IMPORTANCIA DE LA MIRADA
Leonarda ¡Qué prólogos tan notables!
¡Qué turbación tan estraña!
¿Qué tienes?; que ya te escucho.
Don Fernando ¡Escucha, por Dios, Leonarda!
Ya sabes que amé a Lisena.
Leonarda Ya sé que a Lisena amabas.
Don Fernando Que de noche la servía.
Leonarda Ya recelo tu desgracia.
 “A esta concepción fundamental del amor, de origen provenzal
e italiano, se agregan otras ideas, en contradicción aparente o
real con ella. El bucolismo del Renacimiento, en su
exaltación de la naturaleza y de la vida natural, había
difundido una visión diferente del amor: este sentimiento,
propio de las almas ingenuas, y que encontraba en el campo
su verdadero ambiente, se consideraba distinto del amor
cortesano, si bien fue como este una creación de la corte.
Pasa al teatro de Lope, como pasan allí todas las cosas
de aquel tiempo. Su mejor expresión se encuentra quizá en
los pasajes en que Peribáñez y Casilda manifiestan su cariño
tan puro, tan ingenuo, tan natural (vv. 41-120) y en la
descripción idílica que hace la heroína de su vida de joven
desposada (vv. 706-771). Frente al amor cortesano, el amor
rústico hace valer uno de sus rasgos peculiares: una
fidelidad a toda prueba. La aldeana, que de ningún modo
practica la coquetería, es inaccesible, más reacia a la seducción
que cualquiera otra mujer. Un romance de Vélez distingue así
las dos cualidades más deseadas de la amada: ‘Cortesana en
el aseo, / labradora en guardar fe’” (Aubrun y Montesinos, 1962,
p. 32).
 “El amor noble tiende hacia un objeto digno de él. El caballero
no puede amar verdaderamente más que a una dama; no
podría concebir por una aldeana más que un amor grosero,
en perjuicio de su propia nobleza, aun arriesgando perderla
en esa empresa impropia. [En obras de Lope como
Fuenteovejuna o El mejor alcalde, el rey o en obras de sus
discípulos] se observan monstruos de lubricidad atraídos por
la belleza fresca y sin afeites de campesinas, que desean
frenéticamente, pero de las cuales, por falta de amor
verdadero, se hastían una vez que han obtenido sus
favores[…]” (Aubrun y Montesinos, 1962, p. 33).
 “Laresistencia de la aldeana provoca estupor sin límites en el
ánimo del señor. La frase del infanzón de Moreto: ‘De qué
sirve ser rico-hombre / si no logro yo mi amor?’ podría haber
sido pronunciada por cualquier personaje de este tipo. En El
mejor alcalde don Tello resume mejor que nadie esta actitud
del hidalgo lugareño que ha perdido toda nobleza: ‘…era
infamia de mis celos / dejar gozar a un villano / la
hermosura que deseo. / Después que della me cansé (sic) /
podrá ese rústico necio / casarse, que yo daré / ganado,
hacienda y dinero…’” (Aubrun y Montesinos, 1962, p. 33).
 “El rechazo puede exacerbar aún ese frenesí del deseo y
hacerlo pasar por amor: “…¡Ojalá fuera mi igual! exclama don
Tello en El mejor alcalde, exasperado por el desdén de la
aldeana, pero este falso amor no logra cambiar las leyes del
mundo: ‘Sabe Dios si amor me esfuerza / que mi buen intento
tuerza, / pero ya el mundo trazó / estas leyes a quien yo / he
de obedecer por fuerza’.”
 “No encontramos nada de esto en Peribáñez, aunque el
proceso pasional sea similar. El afecto de don Fadrique es
más auténtico: ‘Aun para ser mujer mía / tenéis, Casilda, valor’
(vv. 354-355).” (Aubrun y Montesinos, 1962, p. 33).
 La pasión del Comendador en Peribáñez es una pasión
absorbente, más fuerte que el orgullo nobiliario.
 “Esta vez, por lo tanto, Lope no quiso pintar un monstruo,
como escribió sin razón Menéndez Pelayo; y la intriga
afortunadamente no permitía ninguna de esas penosas
escenas que hemos señalado en otras comedias. La injusticia,
la violencia, la grosera lascivia no son más que temas
secundarios. El verdadero tema es la honestidad
castellana, la hombría, en lucha con una pasión
desenfrenada que solo la muerte puede extinguir” (Aubrun y
Montesinos, 1962, p. 34).
 Ahumada Peña, Haydée. “Alexander A. Parker: La filosofía del
amor en la literatura, 1480-1680. Ed. Cátedra, Crítica y Estudios
Literarios, España !986. Traducción de Javier Franco” (Reseña).
 Aubrun, Charles V. y Montesinos, José F. (1962). Peribáñez. José
Francisco Gatti. El teatro de Lope de Vega. Artículos y Estudios.
Buenos Aires, EUDEBA, pp. 13-49.
 Cabello Porras, Gregorio. Concepto del amor en los siglos XVI y
XVII. Universidad de Almería. Apoyo para alumnos.
https://es.scribd.com/document/14783736/CONCEPTO-DEL-
AMOR-EN-LOS-SIGLOS-XVI-Y-XVII.

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