Está en la página 1de 2

Nos acercamos a unas fechas en las que predomina el amor, celebramos la Navidad, la Natividad del

Señor, recordáis el día que fuisteis padres, el amor de vuestra mirada al ver a vuestro hijo, por ello

vamos a hablar un poco de ello y empezamos con un cuento…

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los

hombres,   la Locura, La  Intriga,  la  Curiosidad, El  Entusiasmo  la  Euforia. La  Alegría  la  Duda,

la  Apatía, la  Verdad, la Soberbia, la  Cobardía, La  Fe,  la  Envidia,  el  Triunfo, la Generosidad, la

Belleza, la Timidez, la Sensualidad, la Libertad, el Egoismo, la Mentira, la Pasión, el Deseo, el

Olvido, la Envidia, la Duda, la Apatía…y como no el Amor…la reunión era un puro Aburrimiento,

otra cualidad no nombrada, cuando la Locura, les hizo una propuesta: ¿Vamos a jugar a las

escondite?, “Es un juego en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde uno a un millón

mientras vosotros os escondéis y, cuando yo haya terminado de contar, el primero que me

encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego”, explicó la Locura, todos con mayor o menor

Entusisamo aceptaron la idea, la Locura comenzó a contar…1,2,3…Esta fue la primera vez que se

jugó al escondite en la tierra…todos buscaron un lugar donde esconderse, el Amor fue el último en

hacerlo, no encontraba un lugar, todos estaban ocupados, hasta que divisó un rosal y decidió esconderse

entre sus espinosas ramas y sus flores, “…y un millón” gritó la Locura…comenzó a buscar y fue

descubriendo uno a uno a todos los escondidos, excepto al Amor que no aparecía por ningún sitio, había

buscado por los árboles, ríos, arroyos, montañas, cuevas…y cuando pensó que ya no lo encontraría

divisó el rosal

Desde entonces, el Amor es ciego y La Locura siempre lo acompaña.

En el amor siempre hay algo de locura

Dicen que el corazón es un manicomio y que siempre hay espacio para una locura más, así que todos

somos el manicomio perfecto para alguien que quiera disfrutar de la locura. Porque por amor somos

capaces de hacer casi cualquier cosa, de arriesgarnos ante un abismo y hasta de desencarcelar a la

mismísima libertad.
Y es que el amor es locura por un error de cálculo, porque no se puede elegir y porque siempre gana

cualquier juego, aunque a veces salgamos llenos de espinas. Porque, como dijo Calderón de la

Barca, “…cuando el amor no es locura, no es amor”.

También podría gustarte