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La Revolución Permanente - El Socialismo en Un Solo País
La Revolución Permanente - El Socialismo en Un Solo País
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y
EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
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LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Libro 299
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León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Colección
SOCIALISMO y LIBERTAD
Libro 1 LA REVOLUCIÓN ALEMANA
Víctor Serge – Karl Liebknecht – Rosa Luxemburgo
Libro 2 DIALÉCTICA DE LO CONCRETO
Karel Kosik
Libro 3 LAS IZQUIERDAS EN EL PROCESO POLÍTICO ARGENTINO
Silvio Frondizi
Libro 4 INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS
Antonio Gramsci
Libro 5 MAO Tse-tung
José Aricó
Libro 6 VENCEREMOS
Ernesto Guevara
Libro 7 DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO – DIALÉCTICA DE LO IDEAL
Edwald Ilienkov
Libro 8 LA DIALÉCTICA COMO ARMA, MÉTODO, CONCEPCIÓN y ARTE
Iñaki Gil de San Vicente
Libro 9 GUEVARISMO: UN MARXISMO BOLIVARIANO
Néstor Kohan
Libro 10 AMÉRICA NUESTRA. AMÉRICA MADRE
Julio Antonio Mella
Libro 11 FLN. Dos meses con los patriotas de Vietnam del sur
Madeleine Riffaud
Libro 12 MARX y ENGELS. Nueve Conferencias en la Academia Socialista
David Riazánov
Libro 13 ANARQUISMO y COMUNISMO
Evgeni Preobrazhenski
Libro 14 REFORMA o REVOLUCIÓN – LA CRISIS DE LA SOCIALDEMOCRACIA
Rosa Luxemburgo
Libro 15 ÉTICA y REVOLUCIÓN
Herbert Marcuse
Libro 16 EDUCACIÓN y LUCHA DE CLASES
Aníbal Ponce
Libro 17 LA MONTAÑA ES ALGO MÁS QUE UNA INMENSA ESTEPA VERDE
Omar Cabezas
Libro 18 LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA. Breve historia del movimiento obrero en Francia
1789–1848. Selección de textos de Alberto J. Plá
Libro 19 MARX y ENGELS
Karl Marx y Friedrich Engels. Selección de textos
Libro 20 CLASES y PUEBLOS. Sobre el sujeto revolucionario
Iñaki Gil de San Vicente
Libro 21 LA FILOSOFÍA BURGUESA POSTCLÁSICA
Rubén Zardoya
Libro 22 DIALÉCTICA Y CONCIENCIA DE CLASE
György Lukács
Libro 23 EL MATERIALISMO HISTÓRICO ALEMÁN
Franz Mehring
Libro 24 DIALÉCTICA PARA LA INDEPENDENCIA
Ruy Mauro Marini
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https://elsudamericano.wordpress.com
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Cuadernos de Pasado y Presente, n.° 34 y 36, septiembre de 1972. Córdoba. Argentina
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León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
En todos los casos los trabajos fueron traducidos por Carlos Echagüe.
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Primera Parte:
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE
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Por todas estas razones hemos preferido detener la fijación del período
del presente volumen en el XIV Congreso, reservándonos la posibilidad de
volver en otras ocasiones y en otros y eventuales volúmenes a los temas
del debate posterior a dicho congreso.
La mayor parte de las obras sobre la historia de la URSS disponibles para
el lector occidental son historias del Partido comunista bolchevique. Este
es sobre todo el caso de las ediciones y reelaboraciones del manual oficial
soviético de historia del partido y, también, el de la obra de Shapiro, muy
conocida en los países de Europa occidental. En uno y en otro caso, y
aunque los puntos de vista sean radicalmente distintos por no decir
antitéticos, el partido aparece como el mayor protagonista de la historia
soviética, que queda modelada según la sucesión de sus congresos, sus
conferencias y sus “virajes”. Es difícil decir si esta forma de exposición
historiográfica constituye, si los términos son aceptables, la causa o el
efecto de una concepción del proceso histórico de tipo sociológico, que
bien poco tiene de común con una concepción materialista y realista de la
historia. Lo cierto es que dicho hábito de observación historiográfica ha
penetrado vastamente entre los estudiosos, y por ello a los ojos de
muchas personas la historia de la URSS desde 1917 hasta nuestros días se
configura como una serie de congresos, de “virajes”, de decisiones del
“aparato”, de constitución de troikas y de alianzas, de procesos y de
purgas. Todo lo que de grande y de dramático hay en la historia de un
gran pueblo y de una gran nación empeñada en la construcción de un
régimen social nuevo, de una sociedad socialista, se pierde irremediable-
mente en una reconstrucción histórica de este tipo, cualquiera que sea la
orientación y el criterio de valoración de los hechos. A casi cincuenta años
de la Revolución de Octubre no disponemos de ninguna obra que iguale
en intensidad histórica a los primeros trabajos históricos sobre la
revolución francesa, aún antes de la gran obra de Michelet. La History of
Soviet Russia de Carr, que sin embargo es una obra ejemplar, semeja, en
virtud de ciertos aspectos suyos, más que una obra histórica acabada, una
colección de materiales, de documentos, de observaciones para una
historia a ser escrita a partir de ella.
Así las cosas, existe el peligro de que la lectura de los textos reproducidos
en este volumen, de su estilo que se hace casi una regla seguir e imitar la
impasibilidad de las páginas de Lenin y no consigue a menudo otra cosa
que volverse estereotipado y frío, pueda quedar en el ánimo del lector la
impresión que acabamos de señalar, vale decir que la historia soviética se
le aparezca una vez más como secuela de resoluciones de congresos,
rectificaciones y modificaciones de la “línea” política del partido. Se ve
claro, justamente por las consideraciones ya hechas, que es imposible
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León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
hacer mucho más para evitar este peligro. Sólo advertimos al lector contra
él, lo invitamos, por así decir, a trabajar un poco con la fantasía, de
manera de poder aprehender, más allá del laconismo y la frialdad de los
textos, la dramaticidad de la situación a que ellos se refieren. Sin
embargo, hagamos una rápida mención, no más que un promemoria para
el lector, de los términos esenciales que caracterizaban la situación
interna soviética y la internacional en los años de 1924 a 1926: creemos
que puede ser de alguna utilidad.
La situación internacional considerada desde el punto de vista de las
perspectivas del movimiento obrero y socialista se presentaba bajo el
signo de la incertidumbre y de lo contradictorio. En el occidente capitalista
se acentuaba un movimiento de reflujo de la ola de agitaciones sociales y
movimientos revolucionarios que había caracterizado los años de la
inmediata posguerra, mientras por otro lado las estructuras del mercado y
de la economía capitalista se iban reordenando. La misma Internacional
comunista reconocía, como veremos, en marzo de 1925, la cada vez más
clara “estabilización relativa del capitalismo”. Esa estabili-zación se daba a
la par de una estabilización política verificada a distintos niveles. En Italia,
el fascismo, superada ya entre el verano y el otoño la crisis provocada por
el asesinato de Matteotti, adoptaba ahora los caracteres de un régimen
de tipo autoritario y dictatorial. En Alemania, la gravísima crisis, que se
había abierto en el momento de la ocupación franco-belga del Ruhr,
manifestándose en el plano político y en el económico a través de una
espectacular inflación, venía también cicatrizando. Las esperanzas de
utilizar en sentido revolucionario la profunda crisis y la profunda
desorientación posteriores a la ocupación del Ruhr se habían disipado en
octubre de 1923, luego de la renuncia a la tentativa de insurrección que
hubiera debido ser la respuesta a la disolución del gobierno de coalición
obrera de Sajonia y al fracaso de la táctica de “frente único desde abajo”,
llevada a cabo, sin excesiva coherencia, por el Partido comunista alemán y
por la Internacional. 1924 vio también el fracaso en Inglaterra de la
primera experiencia de gobierno laborista, con MacDonald; siempre el
mismo país habría de ser teatro, durante 1926, de aquel episodio en
muchos aspectos desconcertante, que fue la gran huelga dé los mineros
ingleses, cuyas alternativas y cuya conclusión señalaron un grave golpe al
prestigio de la Internacional comunista en los países de Europa occidental.
En la mayor parte de los países de Europa oriental la situación también se
estabilizaba alrededor de los regímenes de tipo tradicional y conservador-
agrario, mientras se agotaba, en parte por lo escasamente sostenida y
comprendida por los partidos obreros, el ímpetu del movimiento
campesino, tan fuerte en los años de la primera posguerra. Los hechos de
Bulgaria durante 1923 son, al respecto, ejemplares; el movimiento obrero
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LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
taban partir hacia Alemania y hacer allí la revolución que en Rusia les
parecía comprometida y empantanada; de los obreros de Leningrado cuyo
instinto proletario e igualitario (pensemos en el escrito La filosofía de la
época, de Zinóviev, al que se hará referencia luego) era ofendido por la
prodigalidad y la ostentación entre campesina y provisional de los nuevos
ricos de la NEP. Eran los años en que, mientras se seguían elaborando
grandes planes para la modernización y la industrialización del país, se
hablaba (la expresión era muy apreciada por Trotsky), de “dictadura de la
industria” y se estaba obligado a marcar el paso para ocuparse de
problemas mucho más urgentes y mucho más tradicionales: la marcha de
la estación y la cosecha ante todo; los campesinos que ocultaban o
volcaban el trigo en el mercado de acuerdo a las variadas coyunturas
económicas y contingencias políticas. Eran los años en que se asistía a la
vez a las experiencias más vanguardistas y de carácter experimental en el
terreno del arte, y a la reconstitución o aun a la formación de un gusto
entre pequeño-burgués y monumental. Para hacer evidente los aspectos
profundamente contradictorios de esta situación había sobrevenido la
muerte de Lenin con el sentido de desaliento que comunicó al país y
sobre toldo al partido.
Este es, delineado en sus rasgos esenciales, el fondo sobre el cual deben
ser ubicados los textos incorporados en esta recopilación. Y es sobre este
fondo que se los debe considerar y meditar en su conjunto, es decir, como
el testimonio de una búsqueda y de un esfuerzo de elaboración política.
Tratemos de considerar su curso y su perfil, teniendo en cuenta más que
la menuda crónica de los hechos (para la cual remitimos al lector a las
“guías” que preceden a las distintas partes del volumen), a la individualidad
de sus protagonistas y a sus orientaciones generales.
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Pero también estaba la otra cara de la cuestión. Breve era el paso del
empirismo a una actitud que asociaba a un rígido dogmatismo en el plano
de los principios, a una concepción talmudista del marxismo y del
leninismo, una ausencia total de escrúpulos y un pragmatismo integrales
en el plano de la acción concreta y cotidiana. El uno y el otro, dogmatismo
y pragmatismo, concluían después en una negación de la necesidad de
una dialéctica y de un debate, en el desprecio de las ideas y de su proceso
de formación, en una concepción burocrática y administrativa de la vida
interna del partido. Los gérmenes de esta segunda actitud, de esta
degeneración, pueden ser advertidos ya en los escritos de Stalin del
período que nos ocupa y que, en buena parte, son reproducidos en este
volumen. Lo que en ellos, por ejemplo, no puede dejar de sacudir al lector
es la facilidad con que se pasa del tono escolástico y perentorio con que
se enfrentan las cuestiones de principio, a la extrema inescrupulosidad y
desenvoltura, con escasísimo respeto por las posiciones del interlocutor y
con el empleo de una argumentación claramente instrumental y precipi-
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Los artículos publicados en la prensa que Trotsky recopiló en su libro El nuevo curso, han sido
reproducidos en el volumen Les bolcheviks contre Staline, París, 1957. En esp. se pueden ver en
Cuadernos de Pasado y Presente, n.° 27, El nuevo curso. Problemas de la vida cotidiana, Córdoba,
1971.
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3
Véase el escrito Le plan dans L’Economie publicado en Les bolcheviks contre Staline, cit., pp. 50-
63. El tema de la necesidad de la planificación también había sido suscitado por Trotsky en su
carta al Comité Central del 8 de octubre de 1923, acerca de la cual cf. E. H. Carr, A history of
Soviet Russa. The interregnum, London-New York, 1954, pp. 105-106. Ese mismo argumento es
también uno de los que, asimismo en octubre de 1923, son planteados en la Plataforma de los
46, sobre la cual cf. E. H. Carr, op. cit., pp. 106 y ss.
4
Sobre el informe de Trotsky al XII Congreso (17-25 de abril de 1923) acerca de la industria cf. E.
H. Carr, op cit., pp. 20-26.
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5
Cf., los escritos La “sougestimation de la paysannerie” (pp. 2-49) y Sur la Liaison entre la ville y la
campagne (pp. 75-80) en Les bolcheviks contre Staline, cit.
6
Ibíd., p. 43.
7
La intervención de Stalin en la XIII Conferencia se encuentra en las Obras completas, B. Aires,
Fundamentos, 1956, VI, pp. 11-48.
8
Cf., E. H. Carr, op cit., pp. 362-364.
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LECCIONES DE OCTUBRE
León Trotsky
LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DEBE SER ESTUDIADA
Si hemos tenido suerte, en la revolución de octubre, ésta en cambio no ha
sido afortunada con nuestra literatura. Hasta ahora no tenemos ni una
sola obra que ofrezca un cuadro completo del levantamiento de octubre,
poniendo en claro sus principales momentos organizativos y políticos.
Peor aún: hasta el presente ni siquiera se ha publicado el material bruto
con los documentos más importantes, que caracterizan las diversas fases
de la preparación de la revolución o la revolución misma. Hemos publicado
muchos documentos de historia de la revolución y del partido que se
refieren al período de antes y después de octubre. Pero al “octubre”
mismo le dedicamos una atención mucho menor. Después de haber
realizado la revolución es como si estuviésemos convencidos de que ya no
debemos esperar que se repita. Pareciera que del estudio de octubre, de
la indagación de las condiciones de su preparación inmediata, de su
realización, de las primeras semanas de su consolidación, no esperamos
obtener ninguna utilidad directa e indirecta para las tareas urgentes de la
construcción ulterior.
Pero una opinión así, en cuanto pueda ser no del todo consciente, es
absolutamente equivocada y por demás restringida a los límites nacionales.
Aún si no nos incumbe la tarea de repetir una vez más la experiencia de la
revolución de Octubre, ello no significa de ninguna manera que no
debemos aprender nada de la misma. Nosotros formamos parte de la
Internacional, y el proletariado de los demás países aún se prepara para
resolver las tareas de su “octubre”. Y en este último año hemos compro-
bado de modo conveniente que nuestra experiencia de octubre no sólo se
ha convertido en carne y sangre de al menos los partidos comunistas
occidentales más maduros sino también que éstos directamente ignoran
los hechos de la misma.
Es cierto que se podría argumentar que es imposible estudiar octubre o
aun publicar simplemente el material relativo al mismo sin resolver viejas
divergencias de opinión. Pero este modo de considerar la cuestión sería
demasiado mezquino. Se comprende que en 1917 las divergencias de
opinión eran muy profundas y no eran en absoluto de naturaleza
coyuntural. Pero hoy, a varios años de distancia, sería miserable el querer
valerse de aquéllas como armas contra quienes entonces se equivocaban.
Pero sería aún menos admisible si por estas consideraciones de carácter
personal y del todo secundarias se quisiera silenciar los problemas más
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Este grupo, fundado alrededor de 1883, fue una de las primeras organizaciones social-demócratas
rusas; varios de sus adherentes fueron posteriormente mencheviques o semimencheviques como
Deutsch, Axelrod, Pléjanov, etc.; pero hacia 1900 también Lenin se aproximó al mismo. El grupo se
disolvió en 1903, en el II Congreso de los socialdemócratas rusos.
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14
Prefacio a La guerra campesina en Alemania, en Marx-Engels, Obras escogidas, B. Aires, Cartago,
1957, p. 444.
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O sea el gobierno provisional (burgués-socialdemócrata) y los soviets de los obreros y de los
soldados.
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17
Cartas sobre táctica, en Lenin, O.C., edit cit., XXIV, pp. 35-41.
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Pero nos parece necesario, al menos en parte, colmar la laguna que existe
en nuestra bibliografía en lo concerniente a los principales períodos de
desarrollo de nuestro partido.
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18
Pradva, n.° 9 del 15 de marzo de 1917, artículo Sin diplomacia secreta.
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19
Pravda, n.° 9 del 15 de marzo de 1917
20
Pravda, n.° 10 del 16 de mazo de 1917
21
Ibíd.
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22
Reimpreso en ruso en Proletarskaya Revolutsia, n.° G (80), p. 239 –ver Lenin, O.C., edic.
Cartago, B. Aires 1957, t. XXIII, p. 316. (N. Ed.)
23
Ibíd., p. 334. (N. Ed.)
24
Ibíd., p. 336, (N. Ed.)
25
Las tareas del proletariado en la presente revolución. (“Tesis de abril”). Pravda n.° 26 con la
firma “N. Lenin". Petrogrado 4 y 5 de abril de 1917. En Lenin, O.C., edic. cit., XXIV, p. 12.
26
Lenin, Obras, ed. rusa, vol XIV, parte I, p. 189
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27
Vol., XIV, parte I, p. 52.
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LA CONFERENCIA DE ABRIL
El discurso pronunciado por Lenin en la estación de Finlandia sobre el
carácter social de la revolución rusa tuvo el efecto de una bomba para
muchos dirigentes del partido. Ya el día de la llegada de Lenin comenzó la
polémica entre éste y los partidarios de la “consolidación de la revolución
democrática”.
28
Las actas de la Conferencia de Abril fueron publicadas por primera vez en 1925 y reeditadas en
1934. En 1958, se efectuó una nueva edición Sedmaia (Aprielskaya) Vsierossiiskaya Konferentsia
BSDRP (Bolshevikov), Moskva, 1958. La intervención de Kámenev, de la cual se han extraído las citas
siguientes, se halla en las pp. 78-86.
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Pero vinieron las jornadas de julio, que significaron uno de los más
importantes mojones tanto en lo referente al desarrollo de la revolución
como en lo que respecta a las divergencias internas en el partido.
En el movimiento de julio tuvo un peso decisivo la acción autónoma de las
masas de Petrogrado. Indudablemente en julio Lenin se planteó el
interrogante: ¿no ha llegado aún el momento? ¿El estado de ánimo de las
masas no ha superado todavía a la superestructura de los soviets? ¿No
existe el peligro que nosotros, hipnotizados por la legalidad soviética, nos
quedemos por detrás del estado de ánimo de las masas y nos separemos
de ellas? Es muy probable que algunas acciones puramente militares
fueran llevadas a cabo durante las jornadas de julio por iniciativa de
algunos camaradas honestamente convencidos de que su punto de vista
no divergía de la valoración que hacía Lenin sobre la situación. Lenin dice
más tarde: “En julio hemos hecho no pocas imbecilidades”. Pero en el
fondo, también en esta oportunidad todo se redujo a un nuevo y más
amplio reconocimiento, en una etapa nueva y de mayor envergadura del
movimiento. Debimos batirnos en dura retirada. El partido, en cuanto se
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León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
preparaba para la insurrección y la toma del poder, vio tal como lo hacía
Lenin, en las acciones de julio, sólo un accidente en el que pagamos a un
alto precio una enérgica toma de contacto con las fuerzas enemigas, pero
que no podía dañar a la línea de conjunto de nuestras acciones. En
cambio, aquellos camaradas que eran hostiles a la política de conquista
del poder debieron ver en el episodio de julio una dañina aventura. Los
elementos de derecha del partido se movilizaron aún más; su crítica se
hizo más categórica. Por consiguiente, también cambió el tono de la
defensa contra esta crítica. Lenin escribía:
“Todas esas lamentaciones, todos esos razonamientos de que ‘no
se hubiera debido’ participar en aquella acción (¡¡en el intento de
imprimir un carácter ‘pacífico y organizado’ a las archilegítimas
expresiones de descontento e indignación de las masas!!), son, si
provienen de los bolcheviques, un acto de renegados, o si
provienen de la pequeña burguesía, la expresión habitual de su
habitual pusilanimidad y confusión.”30
La palabra “renegados” –empleada en aquel momento– arrojaba una luz
trágica sobre las divergencias. Más tarde esta palabra desagradable
aparecería con frecuencia creciente.
La posición oportunista sobre la cuestión del poder y de la guerra,
naturalmente llevaba a una postura análoga en lo referente a la Inter-
nacional. La derecha trataba de inducir al partido a participar en la
Conferencia de Estocolmo de los socialpatriotas. Lenin escribía el 16 de
agosto:
30
Sobre las ilusiones constitucionalistas, en Lenin, O.C., edic. cit., XXV, p. 196.
31
Cf., t. XXV, p. 232
32
Cf., t. XXV, p. 233
58
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Y agregaba:
59
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33
Al Comité Central del POSDB, en Lenin, O.C., edic. cit. XXV, p. 227.
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escala más amplia y con mayor éxito aparente, para llevar al partido al
camino del “perfeccionamiento de la revolución democrática”. Por lo que
parece, estos debates no fueron registrados, como quiera que sea
nosotros no disponemos de ningún acta taquigráfica. El editor de la
presente obra colectiva ha hallado algún material muy sucinto entre mis
papeles.
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León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Pero sin insurrección y sin conquista del poder, ¿qué se debería hacer? La
carta también responde con suficiente claridad a este interrogante:
“Mediante el ejército, mediante los obreros, nosotros tenemos la pistola
apuntada sobre la sien de la burguesía” y bajo tal amenaza ella no podrá
hacer fracasar la Asamblea Constituyente.
35
El escrito de Zinóviev y de Kámenev, al cual se refiere Trotsky, ha sido recientemente publicado
en la edición italiana de las actas y documentos de las sesiones del Comité Central del Partido
Obrero Social Demócrata Ruso (bolchevique) en el período comprendido entre agosto de 1917 y
febrero de 1918: Los bolcheviques y la Revolución de Octubre, Roma, Editori Riuniti, 1962. pp. 197-
204. Hay edic. en español: Cuadernos del pasado y presente, n.° 28, Córdoba, 1972.
36
La cita es incompleta. En las actas se halla en la p. 198 el texto correcto, que incluye la expresión
puesta entre corchetes.
37
Los bolcheviques y la Revolución de Octubre, edic. cit., p 198.
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40
Ibíd., p. 199-200
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subestiman la fuerza del enemigo”. Bajo esta línea se reagrupan todos los
elementos que guardan hostilidad respecto de la insurrección armada.
“Pero para cualquiera que no quiera quedarse en hablar de la
insurrección es un deber también sopesar con lucidez sus posibi-
lidades de éxito. También en este punto, empero, consideramos
que es nuestro deber decir que sería particularmente perjudicial en
este momento, subestimar las fuerzas del enemigo y sobreestimar
a las nuestras. Las fuerzas del adversario son superiores de lo que
parecen. Es Petrogrado la que decide y en Petrogrado los enemigos
del partido proletario han concentrado ingentes fuerzas: cinco mil
junkers, magníficamente armados, organizados, con deseos (por su
posición de clase) y con capacidad de combatir, más el estado
mayor, más las tropas de asalto, más los cosacos, más una parte
notable de la guarnición, más una artillería muy fuerte, distribuida
convenientemente en torno a Petrogrado. Por otra parte, casi
seguro que los adversarios, con la ayuda del CEC, intentarán traer
tropas desde el frente.”41
Es obvio que en la guerra civil, cuando no se trata de mirar simplemente
la composición de los batallones sino de evaluar su previsible actitud
dicho cálculo debe ser más atento y preciso que nunca. Lenin también era
de la opinión de que el enemigo disponía en Petrogrado de fuerzas
conspicuas, y propuso por ello la iniciación de la insurrección en Moscú,
donde a su juicio la misma podía desenvolverse sin derramamiento de
sangre. Errores de detalle similares son completamente inevitables en un
cálculo preventivo, aún en las condiciones más propicias, y es mejor hacer
las previsiones menos favorables. Pero aquí lo que nos interesa es el
hecho de la enorme sobreestimación de las fuerzas del enemigo, la
completa desfiguración de las proporciones en circunstancias en que el
enemigo, en verdad, no contaba más con fuerzas armadas.
La cuestión es de enorme importancia, como ha demostrado la experiencia
de Alemania. Mientras la consigna de la insurrección tenía para los
dirigentes del Partido Comunista Alemán un significado predominante-
mente, si no exclusivamente, agitativo, éstos simplemente ignoraron la
cuestión de las fuerzas armadas del enemigo (reichswehr, tropas fascistas,
policía). Ellos consideraban que en un flujo revolucionario creciente la
cuestión militar se resolvería por sí misma. Pero cuando se encontraron
situados de manera directa frente al problema, los camaradas que
anteriormente habían enjuiciado como irrelevante la fuerza armada del
enemigo, cayeron súbitamente en el exceso opuesto. Tomaron por
buenas todas las cifras que la burguesía daba a conocer sobre sus fuerzas
41
Ibíd., p. 202.
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42
Ibíd., p. 204
43
Ibíd., p. 203
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44
El texto de la carta de Kámenev publicada en Novaya Zhign el 18 de octubre de 1917, se
reproduce en Los bolcheviques y la Revolución de Octubre, edic., cit., pp. 243-244.
45
Se trata de la declaración de los comisarios del pueblo Noguin, Zukov, Miliutin y Teodorovich
en la reunión del CEC [Comité Central Ejecutivo] del 17 de noviembre. Cf. Los bolcheviques y la
Revolución de Octubre, edic. cit., pp. 287-288.
46
Se trata de la declaración dirigida al CC del POSDR por Kámenev, Rykov, Miliutin, Zinóviev y
Noguin, Cf. ibíd., pp. 287-288.
71
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47
Ibíd., p. 287.
48
Rabochaia Gazieta, n.° 204 del 5 de noviembre de 1917.
72
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
49
Ibíd.
50
Este llamamiento del CC del POSDR redactado por Lenin se halla en O.C., edic. cit., XXVI, p. 288.
73
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
52
El marxismo y la insurrección, en Lenin, O.C., edic. cit., XXVI, pp. 17-18. vol. XIV-2, p. 140
53
La crisis ha madurado, en Lenin, O.C., edic. cit., XXVI, p. 71.
75
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
77
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
78
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
“Antes que nada Dan me dijo –cuenta Kerenski– que ellos estaban
mucho mejor orientados que yo, y que mi sobrestimación de los
acontecimientos se debía a la influencia de mi ‘estado mayor
reaccionario’. Luego me comunicó que la resolución de la mayoría
de los soviets pese a ser ‘desagradable para el orgullo del gobierno’
era, por otra parte, útil a la república y tenía gran importancia para
el ‘cambio del estado de ánimo de las masas’. El efecto de esta
resolución ‘ya se hacía sentir’ y la influencia de la propaganda
bolchevique ‘pronto se vería disminuida’. Por otra parte, según
decía, los bolcheviques, aún en tratativas con los jefes de la
mayoría de los soviets, ya se habían declarado dispuestos ‘a
inclinarse ante la mayoría de los soviets’, y ellos estaban listos ‘ya al
día siguiente’ para adoptar todas las medidas necesarias a fin de
sofocar la insurrección que había estallado ‘sin que ellos lo
quisiesen, sin que la sancionaran’. En fin, Dan recordó que los
bolcheviques ‘ya al día siguiente’ (¡siempre mañana!) disolverían su
estado mayor militar y declaró que todas las medidas por mí
adoptadas para reprimir la insurrección ‘no hacían otra cosa que
indisponer a las masas’ y que yo ‘inmiscuyéndome’, no hacía más
que ‘impedir a los representantes de la mayoría de los soviets la
continuación exitosa de las tratativas con los bolcheviques para
liquidar la insurrección’... Debo añadir para completar el cuadro
que precisamente mientras Dan me hacía esta importante comuni-
cación, las tropas de la ‘Guardia Roja’ ocupaban un edificio
gubernamental tras otro. Y casi inmediatamente después que Dan
y sus compañeros hubieron abandonado el Palacio de Invierno, el
ministro de cultura Eartaschev fue arrestado en la calle De los
Millones, mientras volvía a su casa después de una sesión del
80
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Para que esta maniobra de engaño en vasta escala pudiera tener éxito
existían circunstancias, grandes y pequeñas, totalmente excepcionales.
Ante todo se necesitaba un ejército que no tuviera más intención de
combatir. Si en el momento de la revolución, como ya ha sido dicho, no
hubiéramos tenido un ejército de varios millones de campesinos,
disgregado y descontento, todo el curso de la revolución hubiera sido
distinto, en especial en el primer período comprendido entre febrero y
octubre. Sólo gracias a estos presupuestos pudimos llevar a cabo el
experimento con la guarnición de Petrogrado, que fue determinante para
55
Kerenski, Desde lejos, pp. 197-198
81
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
83
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
84
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Desde este punto de vista, resulta muy instructivo considerar la lucha que
emprendió Lenin contra el fetichismo organizativo respecto a los soviets
de las jornadas de julio. En la medida en que, durante el mes de julio, los
soviets socialistas-revolucionarios y mencheviques se convirtieron en
organizaciones que abiertamente empujaban a los soldados hacia la
ofensiva y reprimían a los bolcheviques, el movimiento revolucionario de
las masas obreras podía y debía buscar vías nuevas. Lenin señaló a los
consejos de fábricas como organizaciones de la lucha por el poder. (En las
memorias del camarada Ordzhonikidze, por ejemplo, se pueden encontrar
referencias en este sentido). Si no hubiera intervenido la acción de
Kornilov es muy probable que el movimiento hubiese seguido precisamente
este rumbo; esa acción obligó a los soviets oportunistas a tomar medidas
de autodefensa y ofreció a los bolcheviques la posibilidad de infundirles
una nueva vitalidad revolucionaria y ligarlos estrechamente a las masas a
través del ala izquierda de los bolcheviques.
soviet en tanto órgano oficial del “delito”, de la conquista del poder. Los
comunistas hubiesen sido constreñidos a defender los soviets como
iniciativas meramente organizativas. La lucha decisiva no se hubiera
librado por la conquista o la defensa de posiciones reales, ni en un
momento escogido por nosotros, cuando la insurrección brotase de las
condiciones del movimiento de masas: no, la lucha hubiese estallado por
la “bandera” de los soviets, en un momento elegido por el enemigo e
impuesto a nosotros.
No hay que olvidar que en Rusia los soviets no fueron creados en la fase
“democrática” de la revolución; sino que en ella fueron, por así decirlo,
legalizados, y que posteriormente nosotros los heredamos y los hemos
utilizado. Esto no se repetirá en las revoluciones proletarias de Occidente.
Aquí, en la mayoría de los casos, los sóviets se constituirán por iniciativa
de los comunistas, o sea como órganos directos de la insurrección
proletaria. Por supuesto no está ni mucho menos excluida la posibilidad
de que la disgregación del aparato estatal burgués esté lo bastante
avanzado antes aún que el proletariado pueda conquistar el poder, y ello
proporcionaría luego el presupuesto para la creación de soviets como
órganos abiertos para la preparación de la insurrección. Pero ésta no será
la regla general. Probablemente en la mayoría de los casos sólo se logrará
la creación de soviets como órganos directos de las masas insurreccionales
en los últimos días previos al desenlace.
86
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
87
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
88
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
primeros pasos: y serán así en un nivel mucho más elevado que lo que
fueron entre nosotros en el 17.
89
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
91
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
57
Peschechenov era el jefe de los “socialistas populares”, partido que fluctuaba entre los kadetes
y los socialistas-revolucionarios. (Nota del encargado de la edición de 1924).
93
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Esta no era una línea particular, era la misma línea que Lenin había
formulado en varias ocasiones.
94
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
...De hecho, el conjunto de los escritos que hemos citado más arriba
puede hacer pensar más en una campaña periodística, con todo lo que
ella encierra de escándalo y de artificio, que en un verdadero debate
político.
66
Véase el prefacio de la edición francesa: G. Zinóviev, Le Leninisme, París, Bureau d’Editions, 1926,
p. 8. Cf., asimismo E. H. Carr, op. cit., vol. cit. Primera parte, London-New York, 1958, p. 303.
97
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
67
Cf., Carr, op. cit., segunda parte, pp. 28-29 donde se da un resumen de la respuesta que había
preparado Trotsky y cuyo manuscrito se conserva en los Archivos Trotsky, en Harvard.
68
Esta carta de Trotsky está publicada en Internationale Presse-Korrespondenz (Inprekorr), 21 de
enero de 1925.
98
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
69
Carr, op. cit., segunda parte, p. 31.
99
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
ACERCA DE LA TEORÍA DE LA
REVOLUCIÓN PERMANENTE
Nicolai Bujarin
Nuestro país atraviesa hoy por una situación especial. Nos encontramos
en un viraje histórico. Este viraje no es similar a los virajes históricos por
los que nuestra revolución ya ha pasado anteriormente; pero es también,
sin duda alguna, un viraje histórico. La esencia de todo viraje interno en la
vida de nuestro país –y, naturalmente, los virajes internos están vinculados
con la situación externa– deriva de un cambio de las relaciones entre las
principales clases de nuestra sociedad: entre la clase obrera y los
campesinos. Así lo fue hasta ahora y así lo será por mucho tiempo.
También el viraje que hoy se inicia tiene sus raíces en un cambio de las
relaciones entre la clase obrera y los campesinos. Mencionamos este
punto solamente para indicar lo que sigue: si nuestro país se encuentra
frente a un cierto viraje, si éste exige que nuestro partido esclarezca el
problema de las nuevas relaciones entre la clase obrera y los campesinos,
está claro que la “teoría de la revolución permanente”, que “toca” ante
todo esta cuestión, debe ser vinculada con la práctica del día de hoy. En
este sentido, el desarrollo de una discusión teórica acerca de la revolución
permanente atañe a la exigencia práctica y actual de tener continuamente
bajo observación la correlación fundamental entre las clases en nuestro
país, partiendo de la concepción leninista de esta correlación, y precisa-
mente en una situación nueva, particular, en la que esta correlación
100
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Cada uno ha podido ver por la carta del camarada Trotsky que en lo que
se refiere al problema de las principales fuerzas motrices de la revolución
rusa y en lo que respecta a la cuestión –contenida en otra más general–
de la correlación entre el proletariado y los campesinos, hay una gran
diferencia entre la opinión del camarada Trotsky y la de todo el partido.
Esta situación hace converger en un único punto todos los errores par-
ciales, relativos a cuestiones particulares, del camarada Trotsky; los enlaza
en un nudo en el cual desembocan todos los problemas particulares, y
este nudo es precisamente la teoría de la revolución permanente. Es lo
que trataremos de demostrar en nuestra exposición siguiente.
70
Inprekorr, n.° 166 de 1924. Se trata de la carta de Trotsky a Olminsky del 6 de diciembre de
1921, en la cual el primero desaconsejaba la publicación por parte del Instituto de Historia del
partido en una carta suya dirigida a Chjeídze en 1913 en la cual él manifestaba su discrepancia
con las posiciones de Lenin de entonces. Por otra parte, en su carta a Olminsky, Trotsky refirmaba
su análisis de las fuerzas motrices de la revolución. Esta carta fue publicada por primera vez en la
Pravda del 9 de diciembre y se constituyó en uno de los puntos de apoyo más citados en el curso
de la campaña contra Trotsky. Sobre el episodio cf. E. H. Carr, op. cit., segunda parte, p. 27
101
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
102
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
103
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Hemos señalado que la principal cualidad del método leninista, que la real
expresión de la dialéctica es marxista-leninista reside en la capacidad para
percibir las condiciones peculiares, el pasaje de una situación a otra, y
para encontrar ese eslabón importante de la cadena al cual hay que asirse
para dominarla en su conjunto.
71
Sobre este punto cf. más arriba.
104
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
éxitos económicos que hemos obtenido en este último año 72, en nuestro
balance económico también pueden atribuirse en su mayor parte a esos
dos factores principales. Resulta sumamente claro, por lo tanto, que los
remedios recomendados por el camarada Trotsky para nuestra economía,
en el cuadro de su plan, contenían muchos errores.
72
Se refiere a las medidas sobre política financiera aprobadas entre febrero y marzo de 1924,
dirigidas a combatir la inflación por medio de la emisión de una nueva moneda estable. Cf. E. H.
Carr, The Interregnum, ed. cit., pp. 133-135.
105
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Pero para el pasaje de una fase a otra es menester toda una serie de
providencias que no podemos descuidar en la práctica y que debemos
adoptar si queremos elevarnos de un estadio al otro. ¿Cuál era el estadio
por el cual debíamos pasar para aproximarnos, así fuera un poco, a la
economía planificada? ¿Cuál era el “eslabón” de la cadena leninista al que
debíamos asirnos en ese momento? Este “eslabón” era la reforma
financiera. En otros términos: para dar realmente un paso adelante en
dirección de la economía planificada debíamos pasar de la fase que
podríamos denominar “precedente a la reforma financiera” a la “fase de
la reforma financiera”. Sólo así podíamos dar realmente un paso adelante
hacia la economía planificada. Pero precisamente este eslabón de la
cadena es lo que ha sido descuidado por el camarada Trotsky y por toda la
oposición.
73
Bujarin se refiere aquí, evidentemente, al escrito La subestimación de los campesinos que
Trotsky publicó en su recopilación de trabajos El nuevo curso (Cf. más arriba, pp. 20-21 [Procacci
sobre Las tesis de T.].
Este escrito se puede hallar en su versión francesa en el volumen Les Bolcheviks Contre Staline,
1923-1928, París, 1957, pp. 42-49.
106
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Pero al mismo tiempo él afirmaba que era preferible sucumbir bajo los
golpes de la espada alemana que bajo los de los especuladores de
cereales. La lucha inmediata, una batalla heroica, ésta era también su
perspectiva del momento. Estos “planes” parecían formidables, eran
considerados los únicos revolucionarios, y el que no persiguiese este
objetivo era a nuestros ojos un “desertor”. Los “comunistas de izquierda”
llevaron coherentemente hasta sus últimas consecuencias esta ideología;
en sus círculos y en los círculos que simpatizaban con la posición del
camarada Trotsky se decía que nuestro partido, si se basaba en el hecho
de que el campesino huía del frente, se transformaba en un partido
pequeñoburgués, en un partido campesino. Esta opinión era particular-
mente subrayada por el camarada Riazanov, que entonces abandonó el
partido porque a su parecer habíamos perdido la pureza revolucionaria.74
74
Cito algunos pasajes del discurso del camarada Riazanov por cuanto tal discurso afronta la
cuestión de la manera más rigurosa desde el punto de vista de un análisis cuasi-clasista.
“Yo sabía que el partido del proletariado, al cual nosotros pertenecemos, apenas tomado el
poder, se iba a encontrar frente a un dilema, y que el mismo iba a tener que decidir la cuestión
de si nosotros apoyamos en las masas de campesinos o bien (subrayado por mí. N. B.) en el
proletariado de Europa Occidental. El camarada Lenin y la parte del partido que estaba de
acuerdo con él ha preferido –volveremos luego a analizar estas relaciones– apoyarse en los
campesinos. Yo ya he definido en nuestra fracción política del camarada Lenin. Lenin quería
valerse de las palabras de Trotsky adaptándolas a la época actual. Tolstoi proponía construir a
Rusia a la manera campesina, simple; Lenin, A la manera campesina y soldadesca. Ahora gozamos
107
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
los frutos de esta política campesina y soldadesca”. Actas del VII Congreso del Partido Comunista
Ruso, p. 87.
El camarada Trotsky se cuidaba muy poco de los sentimientos de los campesinos. Él apuntaba
todo hacia la acción inmediata del proletariado de Europa Occidental.
“...La corriente a la cual pertenezco –decía Trotsky– es de opinión de que para nosotros la única
posibilidad reside en el hecho... que el proletariado alemán haga sentir su influjo revolucionario.
Como consecuencia de ello, nuestra continuidad en la agitación que venimos llevando a cabo no
quedará interrumpida y no sufrirá ninguna fractura histórica... Ahora es necesario poner delante
los ojos del proletariado alemán este drama político, que no hemos creado nosotros sino que
corresponde a la esencia de la situación internacional y endosarle toda la responsabilidad por el
hecho de que el partido alemán no nos apoya” (ibíd., se puede firmar el tratado de paz ya que en
tal caso nuestra agitación p. 81). “...No quedaría comprometida como una ‘comedia’” (p. 80).
Como estaba señalado en el texto, los comunistas de izquierda “pura sangre” compartían
también el punto de vista que la paz iba a seguirse de una degeneración campesina de nuestro
partido y del poder soviético. (Nota de Bujarin).
108
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Este es el tipo general de los errores, por lo tanto, que son característicos
en el camarada Trotsky. Y este tipo general de errores debe ser tomado
en cuenta si se pretende comprender muchos de los sucesos actuales.
Para concluir observemos que el leninismo destruye todas las frases
erigidas en fetiches. El leninismo no practica siempre una política “de
izquierda”. Practica una política justa, es decir una política que corresponde
a los intereses generales del proletariado y que tiene presente la
peculiaridad del momento. Por ello es un arma insustituible de la lucha de
clases internacional.
76
Transcribimos aquí de la edición italiana de 1905 (Milano, Istituto editoriale italiano, 1948, pp. 10-
11) el pasaje intermedio omitido en la cita de Bujarin, en el cual Trotsky ilustra su teoría de la
revolución permanente:
“Esta denominación un poco abstrusa, expresa la idea que la revolución rusa, si bien tenía
planteados algunos objetivos burgueses inmediatos, no podría detenerse en los mismos. La
revolución no podría resolver los problemas de tipo burgués más importantes que tenía planteados
más que llevando al proletariado al poder. Y cuando este último se hubiese adueñado del poder no
habría podido limitarse al aspecto burgués de la revolución. Al contrario, y precisamente para
asegurarse la victoria definitiva, la vanguardia proletaria, hubiera debido, desde los primeros días
de su poder, penetrar profundamente en los dominios prohibidos de la propiedad, tanto burguesa
como terrateniente. En tales condiciones la vanguardia debía chocar contra demostraciones
hostiles de parte de los grupos burgueses que la habían sostenido al comienzo de su lucha
revolucionaria, y aún también de parte de la masa campesina cuyo apoyo la proyectó hacia el
poder. En un país en el cual la enorme mayoría de la población estaba compuesta de campesinos,
los intereses contrapuestos que dominaban la situación de un gobierno obrero sólo podían conducir
a una solución en el plano internacional, en la arena de una revolución proletaria mundial. Cuando,
en virtud de la necesidad histórica, la revolución rusa hubiera franqueado los estrechos límites de la
democracia burguesa, el proletariado triunfante iba a estar constreñido a franquear asimismo los
límites de la nacionalidad, es decir hubiera debido dirigir conscientemente sus esfuerzos de manera
tal que la revolución rusa se transformase en el prólogo de la revolución mundial.”
110
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
111
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
77
Aquí hay que tener en cuenta la relatividad del concepto de “ininterrumpido”, ya que no ha
habido un período ininterrumpidamente, es decir completamente revolucionario. Después de la
derrota de los años 1905-1907 pasaron sus buenos diez años antes que estallara la “segunda
revolución”. El camarada Lenin, en su artículo A propósito de las dos líneas de la revolución,
escribía: ”El esclarecimiento de las relaciones entre las clases en la próxima revolución es la
principal tarea del partido revolucionario. Trotsky cumple con esta tarea de manera equivocada,
en el Nashe Slovo, repitiendo su “original” teoría de 1905 sin querer interrogarse en virtud de qué
causas la vida ha pasado por buenos diez años dejando de lado esta excelente teoría”. Por lo
tanto, en primer lugar, ha habido una cierta interrupción en la revolución “ininterrumpida”; en
segundo lugar esta interrupción y los acontecimientos que le sucedieron han refutado la teoría
del camarada Trotsky y su valoración de las fuerzas de clase, ya que la historia de los campesinos
ocupa un lugar que estaba excluido según la concepción del camarada Trotsky De ello
hablaremos extensamente en el texto. (Nota de Bujarin).
112
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
cuenta la correlación de fuerzas ‘sociales’”. [N. Ed.: el subrayado es de Bujarin] (Ibíd, p. 466). La
correlación de las fuerzas sociales, el cálculo de esta correlación, es, pues, “en última instancia”,
lo decisivo. Impulsar adelante resueltamente la revolución pero al mismo tiempo saber partir de
la correlación de fuerzas inexistente y de tal modo llevar a cabo de hecho la dirección de la
revolución: ésta es la táctica del leninismo. (Nota de Bujarin).
114
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
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116
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Antes de la conquista del poder, la clase obrera debe contar con el apoyo
de los campesinos, y precisamente en la lucha contra los capitalistas y los
grandes propietarios.
119
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
No. Es menester entender este “no” y recordárselo de una vez por todas.
Después de la victoria, el proletariado también deberá vivir a toda costa
en amistad con los campesinos dado que los campesinos representan la
mayoría de la población y tienen una gran importancia en el terreno
económico y social. Únicamente por ignorancia de las relaciones econó-
micas mundiales se puede desconocer esta tarea. Pero inevitablemente,
más tarde o más temprano, la misma debe ponerse en la orden del día.
Por lo tanto hay que comprender que el proletariado no tiene otra opción;
en la construcción del socialismo está constreñido a conducir tras de sí a
los campesinos. El proletariado debe saber hacerlo, puesto que de otro
modo no podrá conservar el poder.
Para poder guiar correctamente hay que conocer todos los pasajes, todas
las etapas. Y durante la discusión sindical Lenin escribía:
Esto vale, y en una mayor medida aún, para todas las etapas extra-
ordinariamente importantes del proceso revolucionario.
120
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
81
El objetivo de la lucha del proletariado en nuestra revolución) [N. T.: el subrayado es de Bujarin,
ver O.C., tomo XV, edic. cit., p. 352.]
122
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
¿No nos hallamos frente a una actitud muy particular hacia los campesinos?
¿Y esta actitud no está en relación con la valoración general de los
campesinos, como aliados necesarios para la lucha del proletariado?
82
Informe sobre la actividad del Consejo de Comisarios del Pueblo del 20 de diciembre de 1920.
[N. T.: el informe corresponde al 22 de diciembre. El subrayado es de Bujarin. Ver O.C., edic. cit.,
t. 31, pp. 477-478.]
83
Cf., Lenin Acerca de la vía prusiana y americana de desarrollo. Carta a Skvortsov-Stepanov, en la
revista La Revolución proletaria, de mayo de 1924). [N. T.: ver O.C., edic. cit., t. XVI, pág. 114.]
123
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
podemos llevar a cabo con éxito una lucha por nuestra hegemonía sobre
los campesinos, según la otra esto no se logra; para la segunda es
inevitable un áspero conflicto, según la primera este conflicto puede ser
evitado por medio de una política sensata, etc.
Por ende ¿era justo que el “núcleo” se uniese precisamente aquí? ¿Era
justo que la tarea principal del momento consistiese en rebelar al
campesino, enfrentarlo con el gran propietario latifundista y destruir
127
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
128
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Por tanto, Lenin dice que si en 1917 hubiera dicho lo que Trotsky decía en
1905, entonces correría el peligro de saltar algunas fases y precipitarse en
el vacío. Y continúa:
92
Cartas sobre táctica, en Lenin, O.C., edic. cit., XXIV, p. 39. [N. Ed.: el subrayado es de Bujarin,
salvo la palabra obrero. Ver O.C., edic. cit., t. XXIV, pág. 39.]
130
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Por ende, Lenin decía: sería estúpido creer que nuestra revolución ha
entrado en una fase en la que nosotros podemos lanzar ya mismo la
consigna de la dictadura puramente proletaria (“sin zar, por un gobierno
obrero”). ¿Por qué sería estúpido? Porque el movimiento agrario,
campesino, aún no había sido superado. Todavía los campesinos no
habían llevado a fondo su revolución agraria, no habían aún derrotado a
los grandes propietarios, aún los campesinos marchaban hacia adelante.
Nuestra tarea consistía en aprovechar esta fuerza revolucionaria e
impulsar hacia adelante la revolución, a través de esta etapa, en dirección
al socialismo. Por lo tanto, también aquí Lenin tenía en cuenta en primer
lugar la peculiaridad de la situación, porque él razonaba dialécticamente.
93
Ibíd.
131
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Lenin prosigue:
132
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
manera que signifique una de las principales fuerzas de nuestra lucha por
el orden económico proletario.
¡¿Era justo? Sí, era justo. ¿Y ello corresponde a la consigna “Sin zar, por un
gobierno obrero”? Tampoco esto corresponde a dicha consigna. ¿Acaso
concuerda el reconocimiento, por ejemplo, de la justeza de esta política
con la polémica sobre la garantía antisocialista bajo la forma de la
“colaboración del campesino”? Naturalmente que no. Es una música
totalmente distinta. ¿Y después de todo eso se puede afirmar por ejemplo
133
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
que ninguno de los escritos de Trotsky del tipo 1905 contiene algo que
esté en contradicción con el punto de vista del bolchevismo? El camarada
Trotsky ha errado el blanco.
¿Y qué viene después? Viene otra etapa. ¿En qué dirección se profundizó
la revolución? Entre otras cosas, en el sentido en el que estuvimos
obligados a agudizar la lucha de clases en las aldeas. En octubre, la clase
obrera y casi todos los campesinos, comprendidos los campesinos ricos,
se enfrentaron con los grandes propietarios latifundistas. ¿Por qué?
Porque también el campesino rico, entre otras cosas, estaba interesado
en la destrucción del dominio de los grandes propietarios.
134
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
¡Con cuánta cautela está formulado todo eso! Otra cita del mismo
discurso:
94
El subrayado último es de Bujarin. (N. Ed.)
95
Con motivo del cuarto aniversario de la Revolución de Octubre, en Lenin, O.C., edic. cit., XXXIII,
pp. 1-41.
96
El subrayado es de Bujarin. (N. Ed.)
136
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
137
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
“Segundo: Les es por completo ajena la idea que dentro de las leyes
generales de desarrollo de toda la historia universal no quedan en
manera alguna excluidas, sino por el contrario, presuponen ciertas
etapas peculiares de desarrollo, tanto en lo que hace a la forma
97
Nuestra revolución (A propósito de las notas de N. Sujanov), en Lenin, O.C., edic. cit., XXXIII, pp.
438-440.
98
El subrayado posterior a la expresión mutatis mutandis es de Bujarin [N. Ed.]
99
El subrayado es de Bujarin [N. Ed.]
139
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
“¿Y qué debíamos hacer si esta situación sin salida posible, que
multiplicaba las fuerzas de los obreros y de los campesinos, abría
ante nosotros la posibilidad de pasar, de manera diferente que en
todos los demás países del occidente de Europa, a crear las
premisas fundamentales de la civilización? ¿Se ha modificado a
causa de ello la línea general de desarrollo de la historia universal?
¿Ha cambiado la correlación básica entre las clases fundamentales
en cada país que pasa, que ha pasado ya a formar parte del curso
general de la historia universal?100
100
Los subrayados son de Bujarin [N. Ed.]
140
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Ahora algunas observaciones acerca del apoyo por parte del proletariado
europeo occidental. Tampoco aquí las cosas son como piensa el camarada
Trotsky. Para el camarada Trotsky el proletariado europeo occidental
presta un apoyo estatal: conquista el poder y de esta manera nos ayuda a
sacar el carro fuera del pantano campesino. Pero el proletariado no ha
triunfado todavía. ¿Acaso por ello no nos ayuda? ¿Y no existe acaso otra
fuerza que nos apoya, la fuerza de los pueblos coloniales? ¿En qué
consiste aquí la equivocación del camarada Trotsky? Siempre en la misma
visión lógico-formal de las cosas.
142
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Cada Comité Central (de nuestro partido) hubiera conducido al país “al
borde del abismo”, el cual de acuerdo al punto de vista de Trotsky estaba
en la cuestión de los campesinos. Este punto de vista hubiese condenado
al fracaso a nuestra revolución; bajo el manto de una ideología “proletaria”
pura y de una política ”proletaria” pura, en realidad se habría practicado
una política cooperativa semimenchevique; y esta política nos hubiera
arrojado inevitablemente al abismo: hubiésemos perdido el contacto con
los campesinos y hubiéramos entrado en un conflicto que realmente
podría haber tenido un desenlace mortal. Por ello es menester hoy asumir
una determinada y neta actitud política. Aquí debemos dejar a un lado
todas las simpatías o antipatías personales.
143
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
144
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
EL LENINISMO
Grigori Zinóviev
MARXISMO Y LENINISMO101
¿Cuándo y por qué se ha comenzado a hablar en el movimiento obrero
mundial de leninismo?
El término fue adoptado por primera vez por los adversarios de Lenin,
hacia 1903, en el comienzo de las discrepancias entre los bolcheviques y
los mencheviques. El término era utilizado con un fin polémico, para
contraponer las ideas de Lenin con los principios de Marx. Se intentaba
identificar al leninismo con el jacobinismo democrático burgués.
En cuanto a Lenin, sin duda estaría en contra del uso del término a causa,
evidente para todos los que lo conocieron, de su modestia.
101
Es el primer capítulo del libro.
102
F. Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico y Anti-Dürhing.
145
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
103
Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, en Lenin, O.C., edit. cit., XIX pp. 11-12.
104
En Lenin, O.C., edic. cit., XXXI, p. 19.
146
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
147
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Lenin no puede existir sin Marx. Pero después de lo que hicieron del
marxismo los jefes de la II Internacional, después de la “revisión” a la que
lo sometieron Kautsky y sus socios, cubriéndose con el nombre de Marx
(en particular en el curso de la lucha que libraron contra la dictadura del
proletariado en Rusia), es necesario decir que ahora fuera del leninismo
no puede haber marxismo revolucionario.
Pero Lenin va más allá aún que Marx. Analiza los acontecimientos más
importantes del período histórico nuevo y de esta manera enriquece la
teoría del marxismo con nuevos elementos. Es por ello que el leninismo
nos muestra la aplicación del método dialéctico a un nivel hasta ahora
desconocido; nos da una concepción clara y completa de las contradic-
ciones esenciales y de las leyes fundamentales de la época imperialista;
resuelve los problemas primordiales que se desprenden de las caracte-
rísticas típicas de esta época. Por tal motivo, en nuestro tiempo, para ser
un marxista revolucionario, es indispensable ser leninista.
¿Cuáles son los nuevos hechos, que hay que tener en cuenta para
comprender la esencia del leninismo?
En los diez años transcurridos desde que Lenin elaboró esa definición
(desde 1913 a 1924, año de la desaparición de Lenin) se han producido
acontecimientos que bastarían para llenar un siglo entero. Por ello es que
surgieron tan “rápidamente” nuevas “partes integrantes” del marxismo
contemporáneo, del leninismo.
La definición que dio Lenin sobre las partes integrantes del marxismo en
1913 ya no es más completa porque tras de ella falta Lenin. Mientras que
el viejo marxismo sintetizaba la experiencia fundamentalmente de tres
países, Alemania, Francia e Inglaterra, el marxismo de la época leninista
estaba destinado a sintetizar la experiencia histórica mundial de una serie
de otros países, y, en primer lugar, de Rusia, de América, del Japón, de
China y de la India. A la vieja experiencia de Europa en los tiempos de la
prosperidad del capitalismo y de las primeras grandes batallas de clase,
Lenin fue “derrotista” pleno hasta 1904 (guerra ruso-japonesa), como asimismo durante las
105
Aquí se nos podrá observar que, con esta afirmación, no hacemos otra
cosa que atravesar una puerta abierta. Empero, que no ocurra así.
106
Cf. Lenin, O.C., edic. cit., XXXIII, p. 213.
151
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Aun entre nosotros hay personas que piensan que se puede ser marxista
sin ser leninista. Últimamente, nuestra academia socialista en Moscú,
adoptó el nombre de comunista y en una de sus sesiones hubo una breve
discusión sobre el tema. Riazanov pronunció un discurso interesante. Dice
textualmente:
En Lenin no hay nada, o casi nada, que no pueda ser “deducido” del
marxismo. En este sentido en numerosas oportunidades Lenin se ha
revelada como el discípulo de Marx. No hay Lenin sin Marx. No obstante,
hay ya no podemos hablar más de marxismo sin Lenin. Las primeras
“partes integrantes” del marxismo, están personificadas principalmente
por Marx, así como las nuevas ”partes integrantes” lo están sobre todo
por Lenin. Sin Lenin hoy no hay más marxismo, así como no lo hay sin el
propio Marx. Marx sin Lenin ya no es más un Marx íntegro; Marx más
Lenin, he aquí lo que es hoy todo el marxismo.
En verdad, se trata sólo de una parte del leninismo; pero es una parte de
importancia a veces decisiva en el período actual.
Ya dijimos que en todo el leninismo no existe casi nada que no pueda ser
deducido del marxismo. Lenin desarrolló en un sistema coordinado
aquello que en Marx y Engels estaba sólo en un estado embrionario. El
mejor ejemplo de esto es la cuestión campesina. En diversos pasajes de
las obras de Marx y Engels se pueden encontrar afirmaciones probatorias
de cómo ellos habían previsto, mucho antes de Lenin y de la revolución
rusa, el papel de los campesinos en la revolución proletaria. El propio
Lenin ha citado, en su prefacio a la biografía de Karl Marx, 108 el siguiente
pasaje de la carta dirigida por Marx a Engels el 16 de abril de 1856:
108
Cf. Lenin: Marx-Engels-Marxismo.
109
Véase Marx-Engels: Correspondencia, edición Cartago, Bs. As. 1957, p. 66.
153
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Las citas podrían multiplicarse. Pero bastan las que hemos transcripto
para demostrar que, en el problema campesino, sobre el cual Lenin dijo
muchas cosas nuevas y de gran valor, el leninismo se funda totalmente en
el marxismo. Lenin tuvo el inmenso mérito de haber sabido crear, a la luz
de los nuevos acontecimientos, un sistema completo partiendo de una
observación genial de Marx y Engels. Por ende, y esta es la cuestión
110
Véase Marx-Engels, Obras Escogidas, Edición Cartago, Bs. As. 1957, pie de p. 220.
111
En realidad se trata del escrito de Engels de noviembre de 1894, El problema campesino en
Francia y Alemania, ibíd. pág. 727-740
112
F. Engels: El problema Campesino en Francia y Alemania, en Marx-Engels, Obras escogidas, B.
Aires, edit cit., p. 736.
154
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
principal, supo aplicar estas ideas a una revolución que ha asumido una
importancia histórica universal.
Con sólo este ejemplo puede verse cómo hoy es absolutamente imposible
hablar de marxismo sin tener en cuenta las ideas de Lenin.
114
Ibid., pp. 146-147.
115
Sin embargo, ya en este período, es decir desde los primeros años de su existencia, el
bolchevismo plantea nítidamente el problema de la revolución rusa como parte del problema de
la revolución social. (Nota de Zinóviev).
156
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
157
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Ahora bien, dado que esta cuestión estaba (y sigue estando) estrecha-
mente conectada con el problema de las fuerzas motrices de la revolución
mundial, está claro que en este dominio, Parvus y Trotsky debían cometer
errores igualmente graves.
116
Es el octavo capítulo de la obra. En los capítulos intermedios, Zinóviev había tratado los
siguientes temas: en el segundo, la cuestión de la “crítica pequeño burguesa ‘de izquierda’ del
leninismo” (pp. 27-43 de la edic. franc.); en el tercero, el tema de la “dictadura democrática del
proletariado y de los campesinos” (pp. 44-57); en el cuarto, el de la “transformación de la
revolución democrático-burguesa de la revolución socialista” (pp. 58-66) ; en el quinto, el de la
“revolución mundial según Lenin” (pp. 67-82); en el sexto, el tema de la “amplitud del
movimiento y el análisis de Lenin” (pp. 83-113) y, finalmente, en el séptimo, el de la “actitud de
Marx respecto de la idea de la revolución permanente” (pp. 114-119).
158
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
160
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
118
Los lasalleanos y los eisenachianos son dos viejas fracciones de la socialdemocracia alemana.
La primera estaba encabezada por Lasalle y Schweitzer; la otra por Wilhelm Liebknecht y August
Bebel. La segunda estaba más cerca del marxismo. La primera tenía tendencias mencheviques, y
se inclinaba a un “entendimiento” con la monarquía. (Nota de Zinóviev).
161
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
119
Rusia y la revolución; el socialismo y la revolución social; la socialdemocracia y el parlamen-
tarismo; el papel de los sindicatos y de la socialdemocracia en la revolución social; etc. (Nota de
Zinóviev).
162
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
“Es sobre tal población urbana, que no ha pasado por la escuela del
medioevo europeo occidental, sin conexiones económicas, sin
tradiciones del pasado y sin ideales de futuro, que debe fundarse el
radicalismo político en Rusia. No tiene nada de extraño que éste se
busque también otras bases”.
163
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
164
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Trotsky hacen un análisis falso sobre las fuerzas motrices en Rusia, análisis
que ellos cubren con la fórmula de Marx, la cual tiene un significado
histórico-filosófico general.
Examinemos cuánto hay de exacto en el análisis concreto de las fuerzas
motrices de la revolución rusa hecho por Parvus, y, sobre la base del
mismo, retomado por Trotsky. Según Parvus, la población urbana en Rusia
no ha vivido el medioevo de Europa Occidental; la misma no tiene
tradiciones del pasado y carece de ideales futuros. En Rusia, no obstante
la existencia de una burguesía capitalista, no hay una supuesta burguesía
media y el radicalismo político debe buscarse otra base.
Es exacto que en Rusia, el artesano no tiene tras suyo una historia tan
larga como en Europa Occidental. Es exacto que se carece de numerosos
caracteres típicos del medioevo, lo que debía tener repercusión sobre la
correlación de clases en nuestro país. Todo esto Lenin lo ha puesto bien
de manifiesto en El desarrollo del capitalismo en Rusia y en varias otras
obras.
¿Pero qué se desprende de este hecho aproximadamente exacto según el
cual el artesano no tiene, en nuestro país, una historia tan prolongada
como en la Europa Occidental. Simplemente que nuestro obrero, desde
un punto de vista genealógico, está mucho más cerca del campesino de lo
que lo está un obrero de Occidente. Es precisamente porque en nuestro
medio el artesanado no se ha desarrollado durante tanto tiempo como en
occidente, que nuestra clase obrera está más próxima a la clase
campesina. Nuestro obrero ruso está separado del campesino por menos
generaciones. Por su genealogía social, el mismo está mucho más
estrechamente ligado a las masas campesinas y semi-campesinas de lo
que lo está el obrero de occidente.
165
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
166
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
120
L. Trotsky, Nuestra revolución.
167
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
168
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
La socialdemocracia y el gobierno provisional revolucionario, en Lenin, O.C., edic. cit., VIII, pp.
121
289-290.
169
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
170
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Así Lenin, en 1915, atacó de nuevo con toda energía la teoría de Trotsky,
“el cual no piensa que si el proletariado conduce a las masas no
proletarias del campo a conquistar la tierra y a derrocar la monarquía, ello
será precisamente la culminación de la ‘revolución nacional burguesa’ en
Rusia, la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y de los
campesinos”.
171
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
¿Qué significa “el apoyo estatal del proletariado europeo”? Para poder
dar tal “apoyo” a la revolución rusa, el proletariado europeo hubiera
debido comenzar por... apoderarse del poder en Europa. Pero no era éste
el caso en 1905, ni en general, antes de la guerra de 1914-1918. Y no
obstante, Trotsky predicaba en 1905 la revolución permanente.
172
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
El problema del papel de los campesinos antes de la toma del poder tiene
una importancia capital; para la URSS, ahora ya no tiene más que un
significado histórico, pero es actual para toda la Internacional Comunista.
En cuanto al papel que los campesinos deberán y podrán desempeñar
después de la toma del poder político por parte del proletariado, este es
un problema sumamente actual para la URSS, pero cuya importancia es
mínima en este momento para el proletariado de los demás países.
Está claro, sin embargo, que no siempre ni en todas partes los campesinos
desempeñarán el mismo papel.
Una de las partes esenciales de esta teoría, dice que los campesinos
estarán en condiciones de sostener fuertemente la revolución proletaria
después de la conquista del poder, es decir cuando comprueben que tiene
un defensor firme y que los grandes propietarios latifundistas están
inexorablemente liquidados.
Trotsky juzgado por Lenin, p. 5. Cf. el prefacio de Lenin al art. de Kautsky sobre las fuerzas
123
176
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
2. Después de haber hecho notar con justeza que la clase obrera en Rusia
no se ha formado del mismo que en Europa occidental, los autores de la
teoría de la revolución permanente extraen de ello conclusiones inexactas
y no toman en cuenta que las ligazones de la clase obrera rusa con el
campesinado son muy estrechas.
10. Por otra parte, ellos querían la unidad con los mencheviques a
cualquier precio. Esta idea de la unidad ha tenido en la doctrina trotskista
un papel importante (conciliadorismo). La teoría de la revolución perma-
nente en la práctica es una predicación sin tregua sobre la necesidad de la
unidad con el ala contrarrevolucionaria de la social democracia.
179
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Segunda Parte:
EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
180
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
126
Cf., Stalin, Obras completas. B. Aires, Fundamentos 1956, VI, pp. 327-365.
127
Ibíd.
128
Sobre las labores del Comité Fjecutivo ampliado de la Internacional Comunista, cf. Protokoll
Erweiterte Executive del Koinmimisfrschen Internationale. 21 März - 6 April 1925, Hamburg, Car!
Hoyn, 1925 y las Thesen und Resotutionen publicadas en el mismo año por el mismo editor.
181
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
129
E. H. Carr, Socialism in one Country, London-New York, 1959. parte I, pp.258-61, donde se han
reproducido largos extractos del discurso de Bujarin.
130
Cf. Carr, Socialism in one Country, cit., parte II, pp.45-6.
182
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
131
Véase la Primera Parte: La revolución permanente
132
Estas citas del libro de Ustrialov lian sido extraídas de la edición francesa G. Zinóviev, Le
leninisme, París, Bureau d’editions, 1926. pp. 186-87.
133
Cf. E. H. Carr, Socialism in one Country, cit., parte II, p. 60 y parte I, p. 285;
183
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
141
Cf. E. H. Carr, ibíd., parte II, pp. 108-30. donde se halla ampliamente documentado tf curso del
debate pre-congreso y la polémica entre la Pravda de Moscú y la Leningrádskaya Pravda.
142
El co-informe de Zinóviev al XIV Congreso se encuentra reproducido en Inprekorr, del 7 de
enero de 1926.
185
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
143
La intervención de Bujarin en el XIV Congreso se halla reproducida en Inprekorr del 12 de
enero de 1926.
144
La intervención final de Zinóviev está reproducida en Inprekorr del 19 de enero de 1926.
145
Stalin, Obras cit., VII.
146
Ibíd.
147
Ibíd.
186
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Ya se ha visto cuál había sido su posición en la fase final del debate sobre
el trotskismo y cómo Stalin se había opuesto al procedimiento de
expulsión solicitado por otros. También se ha visto cómo, aunque fue el
primero en emplear la fórmula de la construcción del socialismo en un
solo país, se mostró a continuación muy prudente y circunspecto en
responsabilizarse de ella. Ni en las fases más agudas del debate, Stalin se
apartó de esta regla de prudencia y circunspección. Luego de la XIV
Conferencia, acerca de la cual había trazado un amplio balance en la
Pravda del 12 y 13 de mayo de 1925, 148 habló y escribió poco. Su trabajo
más relevante en el período comprendido entre la XIV Conferencia y el
XIV Congreso, fue el discurso pronunciado el 9 de junio en la Universidad
Sverdlov, bajo la forma de respuesta a varias preguntas, que era de su
predilección. En éste, entre otras cosas, encaraba el problema de los
kulaks sobre el cual en ese momento, como ya se ha dicho, el
“¡enriquecéos!” de Bujarin había provocado desacuerdos tan vivos; sus
conclusiones no eran del todo explícitas: el partido debía “organizar y
dirigir la lucha de los campesinos pobres contra los kulaks” sin por ello
–una distinción sumamente sutil y casi imperceptible– “fomentar” la lucha
de clases misma.149 En general, de la lectura de este escrito, difícilmente el
lector pueda escapar a la impresión que Stalin se empeñaba en seguir una
línea signada por la prudencia, conservando su distancia tanto hacia una
como hacia la otra parte. Esta impresión parece confirmarse por el hecho
que después de esa conversación en la Universidad Sverdlov y hasta el XIV
Congreso, Stalin no tomó la palabra en público más que en raras
ocasiones y de todas maneras no abordó más las cuestiones de mayor
importancia. Su informe al XIV Congreso mantenía un carácter circunspecto
y prudente. La afirmación más interesante y comprometida, sostenía que
de las dos desviaciones posibles en el problema campesino, la más
peligrosa y que debía ser combatida con mayor fuerza era la tendencia a
la sobrevaloración del papel de los kulaks en el campo y la consiguiente
necesidad de luchar contra los mismos. 150 Por cierto que ésta era una
148
Ibíd
149
Ibíd
150
Ibíd
187
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
188
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
151
Carr, ibíd, parte II, pp. 48-9. En particular observa Carr: “The initial emphasis of those who
propagated or welcomed the new doctrine seemed, therefore, to rest on the words “in one
country” and on its national aspects... it was the legitimate successor of NEP. In the years after
1925 socialism in one country, whatever the original intentions of its promotor and whatever the
first impressions created by it, came to mean the opposite of NEP… What was now to be realized
“in one country” was not the peasant socialism of the old Russian tradition, but the industrial
socialism of Marx”.
189
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
La conquista del poder político por parte del proletariado en un país solo
ya es una gran victoria del socialismo y, en tal caso, es un triunfo de la
revolución proletaria. Pero de ninguna manera queremos decir con ello
que la conquista del poder político por el proletariado, que es una victoria
de la revolución proletaria, ya sea el triunfo definitivo del socialismo.
Más aún, el acto legislativo que nacionaliza los instrumentos y los medios
de producción por obra del proletariado en el poder es, evidentemente,
una victoria del socialismo pero aún no es su victoria definitiva, aunque se
152
Extracto de su libro: El Leninismo. Aquí publicamos los capítulos XIII y XIV de la obra. Los
capítulos comprendidos entre el VIII, reproducido en la Primera Parte de este volumen, y el XIII
estaban dedicados respectivamente: el noveno, a la “cuestión de las fuerzas motrices de la
revolución a la luz de la experiencia nacional” (pp. 143-63 de la edic. cit.); el décimo al “leninismo y
la dictadura del proletariado” (pp. 165-90); el undécimo al “leninismo, la NEP y el capitalismo de
estado” (pp. 191-220) y finalmente el duodécimo al “leninismo y la NEP. La lucha de clases bajo la
dictadura proletaria” (pp. 221-40).
Con el capítulo X se inicia esa segunda parte de la obra de Zinóviev que, escrita en el curso del
verano de 1925, se separa notablemente de la primera parte de la misma. Mientras que en esta
última predominan efectivamente los temas de la polémica entre Trotsky y contra la teoría de la
“revolución permanente” y es bien visible el eco de las discusiones y las polémicas que, entre el
otoño de 1924 y los primeros meses de 1925, se sucedieron en torno a las lecciones de Octubre y
culminaron en la resolución del partido de enero de 1925 contra el “trotskismo”: en la segunda
parte de la obra, el eje de la polémica está, en cambio, planteado contra las formulaciones teóricas
de Bujarin. Ello resulta particularmente evidente en los capítulos dedicados a la NEP.
190
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Esas fórmulas son excelentes para los objetivos especiales a los que están
destinados. Pero para responder al interrogante que nos interesa ahora,
es necesario tomar las fórmulas más exactas producidas por el leninismo.
154
Lenin, El Estado y la revolución, ibíd, XXV, pp. 464-65.
155
Ibíd., p. 467
156
Ibíd., p. 463
192
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Estas son las definiciones científicas del socialismo y del comunismo que
da Lenin bajo la inspiración de Marx y Engels.
157
Ibíd., p. 460
158
Ibíd., pp. 461-62, se trata de una cita de Marx, extraída de Critica del Programa de Gotha. [N. Ed.]
193
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Para ser completos es conveniente hacer aún otra cita con lo que Lenin,
inspirándose en Engels, decía acerca de la “extinción” del estado.
195
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Hay que distinguir de qué país se trata en cada caso concreto. Hay que
distinguir entre los Estados Unidos y China, entre Rusia y Alemania, entre
el Japón y Suiza.
¿Es posible tal victoria definitiva del socialismo en un solo país? Esta es la
cuestión que hay que resolver.
197
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Esto es lo que afirmaba Lenin en el X Congreso del PCR. 165 Estas palabras
bastan por sí mismas. para hacerse una idea de la concepción del
leninismo acerca de la victoria del socialismo en un solo país. Examinemos
cómo se han formado históricamente estas concepciones.
165
Cf., Lenin, O.C., edic. cit., XXXII, pp. 207-208.
198
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Pero Lenin no deduce de ninguna manera, sobre esta base, que sea
posible el triunfo definitivo del socialismo en un solo país.
166
Lenin, Obras, cit. XXI.
200
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
2) no es obligatorio que tal país sea uno de los que tienen el más alto
grado de desarrollo capitalista. Merced a un determinado concurso de
circunstancias, puede verificarse la primera revolución proletaria triunfante
en un país relativamente atrasado desde el punto de vista capitalista, cosa
probada por la historia de la revolución rusa;
“El proletariado ruso no puede con sus solas fuerzas acabar triun-
falmente la obra de la revolución socialista. Pero puede imprimir a
la revolución rusa un empuje tal, que cree las mejores condiciones
para ello; que, en cierto sentido, la inicie y facilite las condiciones
para que su aliado más importante, más fiel y más seguro, el
proletariado socialista europeo y americano, se lance a la lucha
decisiva.”
171
Lenin, Obras, cit. XXIII, p. 372.
172
Subrayado por mí (Nota de Zinóviev).
173
Esta última línea no figura en el texto del discurso citado por Zinóviev, de acuerdo con la
versión del mismo en el tomo XXVI de las Obras, edic. cit., pp. 437-453. [N. Ed.]
204
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
“En aquel entonces sabíamos que nuestra victoria sería firme sólo
cuando nuestra causa ganara al mundo, pues iniciamos nuestra
obra exclusivamente porque contábamos con la revolución
mundial...
No, en absoluto.
Esperamos que no haya ninguno que diga que el ABC sea una obra
pesimista. Este libro fue escrito cuando nuestra revolución iba triunfal-
mente de victoria en victoria. He aquí lo que podemos leer en la misma:
Si, actualmente el ABC del comunismo está un poco superado (como, por
otra parte, lo está nuestro programa), el pasaje que hemos citado de
ningún modo lo está, porque la idea que contiene es una de las ideas
fundamentales del marxismo-leninismo.
189
Lenin, Discurso en el VIII Congreso de los soviets de Rusia.
190
Más vale poco pero bueno, en Lenin, Obras, cit., XXXIII. pp. 458-460.
208
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
209
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Los ocho años que hemos vivido desde el 17 son únicamente, como
resulta claro, el comienzo de la revolución proletaria mundial. Si tomamos
el año 1917 (año de la revolución proletaria) y 1925 (año en el cual, la
organización internacional del proletariado, la I.C. reconoce oficialmente
una estabilización parcial del capitalismo), puede afirmarse, bajo ciertas
condiciones, que estos primeros ocho años corresponden al primer
período de la revolución proletaria. Este período finaliza sin una victoria
decisiva de una u otra parte. La estabilización parcial del capitalismo en
algunos países de Europa está compensada por la estabilización de la
economía nacional en los países de la primera revolución proletaria
triunfante, la URSS. En todo caso se han producido no una, sino dos
estabilizaciones. Se ha originado una especie de equilibrio del cual Lenin
ya hablaba en 1920.191
191
“...Ni la República Soviética de Rusia ni el mundo capitalista, conoció la victoria o la derrota,
pero al mismo tiempo resultó que si bien nuestras predicciones no se cumplieron de manera
simple, rápida y directa, se cumplieron, sin embargo, en la medida en que obtuvimos lo esencial,
210
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Lenin saca la conclusión, sobre esta base, que nuestra táctica es una
“táctica de ganar tiempo, expectativa y de retirada”. Habla de la “teoría
de tomarse un respiro”.
195
Lenin, III Congreso de los Soviets de Diputados obreros, soldados y campesinos de toda Rusia.
23-31/1/1918. Informe sobre la actividad del Consejo de Comisarios del Pueblo, en Obras, cit.
XXVI, p. 453.
212
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Así hablaba Lenin en el VIII Congreso del PCR (marzo de 1919). Pero
agregaba inmediatamente.
“Si bien pudimos salir del primer período de guerras, del segundo
no saldremos tan fácilmente, y por eso es necesario prestar
especial atención a este aspecto. Es preciso que todo campesino sin
partido comprenda esta verdad indudable, y estamos seguros de
que la comprenderá.”
202
Lenin, Más vale poco pero bueno, cit., pp. 458-460.
216
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
O sea que existen dos condiciones para poder triunfar en forma definitiva
en un país como el nuestro, en el cual los pequeños agricultores pre-
dominan. Debemos acometer la tarea de un partido obrero en general, y
además la de un partido obrero en un país agrario. La victoria definitiva
del partido comunista en un país con estas características depende de la
efectivización de dos condiciones: la primera de orden internacional, la
segunda de carácter interno. La primera condición consiste en que la
revolución socialista en un país así sólo triunfa de modo definitivo si está
simultáneamente sostenida por la revolución socialista en uno o más
países avanzados. La segunda consiste en el entendimiento con los
campesinos.
Por otra parte, ninguna de estas dos condiciones puede ser reemplazada
por la otra; ambas son necesarias para la obtención de la victoria
completa. Lenin jamás consideró al campesino como un aliado “sustituto”,
como un aliado que nosotros, bien o mal, nos veíamos obligados a
aceptar. El leninismo era consciente que, para la victoria definitiva y
218
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Como hemos visto, Lenin ha explicado muy bien que, gracias a cierto
concurso de circunstancias, un país que no está muy desarrollado
industrialmente puede perfectamente iniciar la revolución. “Pero, sin la
electrificación, le es imposible continuarla y terminarla, aún cuando
disponga de un apoyo internacional asegurado. Sin la electrificación (o
sea, sin un desarrollo considerable de las fuerzas productivas) el retorno
al capitalismo es inevitable.” Por fortuna, este peligro, gracias a la justeza
de nuestra política, no nos amenaza demasiado.
221
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Si se cotejan las dos cifras que siguen se tendrá una idea precisa de la
radical divergencia entre el leninismo y el trotskismo en este problema.
En nuestro país, rural por excelencia, hay que pensar, ahora sobre todo,
en los medios de establecer el socialismo en el campo. Estos medios nos
los indicaba Lenin, poco antes de su muerte.
209
“El desarrollo verdadero de la economía socialista en Rusia sólo será posible después de la
victoria del proletariado en los principales países de Europa”. He aquí lo que escribía Trotsky en
1922, en el prefacio al opúsculo Programa de paz. (Nota de Zinóviev).
223
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
210
Lenin, Sobre la cooperación, en Obras, cit.. XXXIII. pp. 431, 436.
224
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Nos limitaremos a citar algunos datos del último informe realizado por el
Buró del Gosplan ante el Consejo del Trabajo y de la Defensa.211
211
Gosplan: Comisión de planificación estatal. [N. Ed.]
225
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Nuestro comercio exterior superará este año los dos mil millones y se
cerrará con un superávit de 150 millones de rublos.
Para este año se prevé un aumento de la mano de obra del 21% pata toda
la industria nacionalizada, un incremento del 15% de la productividad del
trabajo y un aumento medio del 20% en el salario real.
226
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Privados Totales
Estado y cooperación
Años % cifra % cifra %
cifra absoluta
absoluta absoluta
Estas cifras, aun siendo aproximadas, nos dan toda la razón para ser
optimistas. Sin embargo los leninistas, lo repetimos, no deben olvidar que
en este régimen transitorio que es la NEP, el competidor, el rival, el
microbio capitalista existe todavía y que hay que destruirlo, empujarlo
progresivamente hacía su desaparición, Y en cada partícula de nuestra
economía se nota la rivalidad más o menos aguda entre el elemento
212
Vida económica, 1925, n.° 2009.
227
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Eso es lo que Lenin escribía en tiempos no muy lejanos. Tampoco hay que
olvidar que, aunque el papel relativo del capital privado en la pequeña y la
gran industria haya descendido del 23,7% en 1923-24 al 20,7% en 1924-
25, la parte absoluta de capital privado ha aumentado, en este mismo
lapso, de 1728 millones de rublos a 2334 millones.
228
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
en un solo país. Cada nueva fábrica construida, cada victoria del elemento
socialista sobre el capitalista, cada golpe de martillo sobre el yunque de
nuestra industria soviética, debe hacer de nuestros obreros y de los
miembros de nuestro partido, revolucionarios internacionales cada vez
más convencidos. Sólo de esta manera evitaremos que nuestro país se
convierta en el reino del estrecho espíritu campesino, peligro contra el
cual Lenin nos ha puesto en guardia en su testamento político.
Uno de los artículos más notables de Lenin, El ascenso a las altas cumbres,
escrito en la primavera de 1922, ha dado la mejor respuesta al problema
examinado en el presente capítulo:
230
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
A esta altura es peligroso pensar que, podremos pasamos sin el apoyo del
proletariado internacional. Siempre hemos profesado y defendido la
verdad elemental del marxismo –dice Lenin– que dice que es necesario el
esfuerzo conjunto de los obreros de varios países avanzados para que
triunfe el socialismo. No es posible expresarse con mayor claridad. Esta es
una verdad que el leninismo debe aun ahora “profesar” y “defender”.
215
Lenin, En el décimo aniversario de Pravda, cit., p. 321.
231
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
“...La revolución rusa puede triunfar con sus propias fuerzas, pero
no puede en modo alguno mantener y consolidar sus conquistas
con sus propias manos. No puede conseguir esto si no se produce
la revolución socialista en Occidente... Nuestra república demo-
crática no tiene más reserva que el proletariado socialista de
Occidente, y en este sentido no hay que perder de vista que la
revolución burguesa clásica en Europa, la gran revolución francesa
del siglo XVIII, tuvo lugar en una situación internacional completa-
mente distinta a aquella qué transcurre la revolución rusa. La
Francia de fines de siglo XVIII estaba rodeada de estados feudales y
semifeudales. La Rusia del siglo XX, que lleva a cabo la revolución
burguesa, está rodeada de países en los que el proletariado
socialista se halla plenamente pertrechado en vísperas de la
contienda final con la burguesía.”216
216
Lenin, Obras, cit., X, p. 274.
232
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
217
La resolución de la XIV Conferencia del Partido desnuda las raíces de esta “estrechez nacional”.
“Dada la situación internacional actual, nuestro partido puede ser amenazado por dos peligros: 1)
una tendencia a la pasividad, provocada por una sobreestimación de la estabilización del
capitalismo, como igualmente por el aflojamiento de la revolución internacional, por la falta de
energía en la construcción del socialismo en la URSS; 2) una tendencia a la estrechez nacional, el
olvido de las tareas que incumben a los revolucionarios proletarios internacionales, una
consciente negligencia del hecho que la suerte de la URSS depende estrechamente de la
revolución proletaria internacional, la cual se desarrolla, aunque lentamente; la incomprensión
del hecho de que no sólo el movimiento internacional tiene necesidad de la existencia y la
consolidación del primer estado proletario del mundo, sino que también la dictadora del
proletariado en la URSS necesita del apoyo del proletariado internacional. (Nota de Zinóviev).
233
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
237
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
219
Prefacio al libro Camino de Octubre. El libro de J. V. Stalin apareció en dos ediciones; en enero
y mayo de 1925. El prefacio fue terminado por el autor en diciembre de 1924 y únicamente fue
publicado completo en dicho libro.
238
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Quinta: disponía de los inmensos espacios del joven estado, donde podía
maniobrar libremente, retroceder cuando las circunstancias lo exigiesen,
tomar aliento, reponer sus fuerzas, etc.
239
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
220
Véase. t. XXV, p. 205
240
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
241
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Y más adelante:
221
Cf., t. XXIV, p. 311
222
Cf., t. XXIV, p. 336
242
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Algunos camaradas opinan que esta teoría es puramente “rusa”, que sólo
guarda relación con la realidad rusa. Eso es falso, completamente falso.
Cuando habla de las masas laboriosas de las clases no proletarias dirigidas
por el proletariado, Lenin no se refiere solamente a los campesinos rusos,
sino también a los elementos trabajadores de las regiones periféricas de
la Unión Soviética, que hace bien poco aun eran colonias de Rusia. Lenin
no se cansaba de repetir que, sin una alianza con estas masas de otras
nacionalidades, el proletariado de Rusia no podría triunfar. En sus artículos
sobre la cuestión nacional y en los discursos pronunciados en los congresos
de la Internacional Comunista, Lenin dijo reiteradas veces que la victoria
de la revolución mundial es imposible sin una alianza revolucionaria, sin
un bloque revolucionario del proletariado de los países avanzados con los
pueblos oprimidos de las colonias esclavizadas. ¿Y qué son las colonias
sino esas mismas masas laboriosas oprimidas y, ante todo, las masas
trabajadoras del campesinado? ¿Quién ignora que el problema de liberar
a las colonias es, en el fondo, el problema de liberar del yugo y de la
explotación del capital financiero a las masas trabajadoras de las clases no
proletarias?
224
Cf., t. XVIII, p. 318
244
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Basta comparar esta cita con los pasajes de las obras de Lenin acerca de la
dictadura del proletariado reproducidos anteriormente, para comprender
qué abismo media entre la teoría leninista de la dictadura del proletariado
y la teoría de la “revolución permanente” de Trotsky.
Según Lenin, la revolución saca sus fuerzas, ante todo, de los obreros y los
campesinos de Rusia misma. En Trotsky, por lo contrario, resulta que las
fuerzas indispensables pueden sacarse únicamente de “la palestra de la
revolución mundial del proletariado”
225
Subrayado por mí, J. Stalin.
245
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
226
Véase el prólogo a la edición francesa de El imperialismo de Lenin, t. XIX, p. 74
247
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Trotsky dice:
¿Qué dice esta cita? Que la victoria del socialismo en un solo país, en este
caso en Rusia, es imposible “sin un apoyo estatal directo del proletariado
europeo”, es decir, mientras el proletariado europeo no conquiste el poder.
227
Véase, t. XVIII, pp. 232-233
248
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Evidentemente, nada.
249
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Como veis, estamos ante la misma teoría del triunfo simultáneo del
socialismo en los principales países de Europa, que descarta, como regla
general, la teoría leninista de la revolución sobre la victoria del socialismo
en un solo país.
250
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
No puede significar más que una cosa: en primer lugar, que Trotsky no
percibe la potencia interior de nuestra revolución; en segundo lugar, que
Trotsky no comprende la importancia inapreciable del apoyo moral que
los obreros del Occidente y los campesinos del Oriente prestan a nuestra
revolución; en tercer lugar, que Trotsky no percibe el mal interior que
corroe actualmente al imperialismo.
228
Subrayado por mí, (J. St.)
251
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Resulta que, por más vueltas que se le de, no solo “no hemos llegado”,
sino que “ni siquiera nos hemos acercado” a la creación de la sociedad
socialista. Resulta que alguien abrigaba la esperanza de llegar a “acuerdos
con el mundo capitalista”, pero resulta también que de estos acuerdos
tampoco sale nada, pues, por más vueltas que se le de “el verdadero auge
de la economía socialista” no se alcanzará mientras el proletariado no
haya vencido “en los países más importantes de Europa”.
Por algo hace ya dos años que Trotsky viene hablando de la “degeneración”
de nuestro partido.
230
Cf., t. XXVII, p. 392
253
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
255
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
231
Véase, t. XXI, p. 345
256
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
No creo que sea necesario demostrar que, sin esta estrategia, la hegemonía
del proletariado en la revolución democrático-burguesa hubiera sido
imposible.
258
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
259
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
260
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
232
Cf., t. XXI, pp. 258-259
261
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
la diferencia entre esa primera dirección y la segunda; que no sólo es, por
tanto, la ciencia de dirigir el partido, sino también la de dirigir a las masas
de millones y millones de trabajadores.
263
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
No creo que sea necesario demostrar que, sin semejante política de los
bolcheviques, la disolución de la Asamblea constituyente no habría sido
tan fácil, y que las acciones posteriores de los eseristas y los mencheviques
bajo la consigna de “¡Todo el poder a la Asamblea constituyente!” no
habrían fracasado con tal estrépito.
233
Véase. t. XXV, pp. 201-202
264
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Es interesante ver cómo Trotsky gruñe hasta contra las palabras “pueblo”,
“democracia revolucionaria”, etc., etc.. que suelen encontrarse en los
artículos de los bolcheviques y que él considera indecorosas para un
marxista.
234
Op. Cit.
235
Cf., t. XXI, p. 338
236
Cf., t. XXI, p. 198
265
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Así, pues, lograr que las masas se convenzan por experiencia propia de
que las consignas del partido son acertadas llevando a estas masas a
posiciones revolucionarias, como la condición primordial para la conquista
de millones de trabajadores en favor del partido: tal es la cuarta
particularidad de la táctica de los bolcheviques durante el período de ta
preparación de Octubre.
237
Op. cit. XXI, pp. 395-396.
266
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
“Al mismo tiempo, otros muchos países –el Oriente, la India, China,
etc.– se han visto definitivamente sacados de su carril, precisa-
mente por causa de la última guerra imperialista. Su desarrollo se
ha orientado definitivamente por la vía general del capitalismo
europeo. En esos países ha comenzado la misma efervescencia que
se observa en toda Europa. Y para todo el mundo es ahora claro
que ellos han entrado en un proceso de desarrollo que no puede
por menos de conducir a la crisis de todo el capitalismo mundial.
239
Op. cit., t. XXVII, pp. 415-416
268
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Si a esto se añade que no sólo los países vencidos y las colonias son
explotados por los países vencedores, sino que, además, una parte de los
países vencedores cae en la órbita de la explotación financiera de los
países vencedores más poderosos, de los Estados Unidos e Inglaterra; que
las contradicciones entre todos estos países constituyen el factor más
importante de la disgregación del imperialismo mundial; que, además de
estas contradicciones, existen y se están desarrollando, otras contradic-
ciones, profundísimas, dentro de cada uno de estos países; que todas
estas contradicciones se ahondan y se agudizan por el hecho de existir al
lado de esos países la gran república de los soviets; si tomamos todo eso
en consideración, tendremos una idea, más o menos completa, de la
peculiaridad de la presente situación internacional.
240
Cf., Lenin, t. XXIII, p. 385
269
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
17 de diciembre de 1924.
241
Cf., Lenin, t. XVIII, pp. 232-233
242
Op. cit.
270
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
243
J . Stalin, Camino de Octubre. Editorial del Estado. 1925
271
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
244
Cf., V. I. Lenin, Obras, t. 22
245
Cf., V. I. Lenin, Obras, t. 25
246
Cf., V. I. Lenin, Obras, t. 28
247
Cf., V. I. Lenin, Obras, t. 31
248
Cf., t. XXIII, p. 386. Aquí y en las siguientes referencias a los trabajos de V. I. Lenin, los números
romanos corresponden a los tomos de la 3a edición en ruso de las Obras de V.I. Lenin. (N. Ed.).
249
Cf., t. XXV, pp. 171-172
272
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Sin embargo, Zinóviev no está, por lo visto, de acuerdo con este plantea-
miento. En su artículo En memoria de Lenin, dice:
¿Es exacta la tesis de Lenin de que la dictadura del proletariado forma “el
contenido esencial de la revolución proletaria”?. 251 Indiscutiblemente, es
exacta. ¿Es exacta la tesis de que el leninismo es la teoría y la táctica de la
revolución proletaria? Entiendo que es exacta. ¿Qué se deduce entonces
de esto? De esto se deduce que la cuestión fundamental del leninismo, su
punto de partida, su base, es la cuestión de la dictadura del proletariado.
Una de dos:
251
Cf., t. XXIII, p. 337
274
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
“Los Kautsky, los Hilferding, los Mártov, los Chernov, los Hillquit, los
Longuet, los MacDonald, los Turati y otros héroes del marxismo de
la ‘segunda y media’ no han sabido comprender... la correlación
entre la revolución democrático-burguesa y la revolución proletaria
socialista. La primera se transforma en la segunda [Subrayado por
mí J. St.]. La segunda resuelve de paso los problemas de la primera.
La segunda consolida la obra de la primera. La lucha, y solamente la
lucha, determina hasta qué punto la segunda logra rebasar a la
primera”.256
254
Cf., Marx y Engels, “Mensaje del CC a la Liga de los Comunistas”. O.E., t. I, pp. 92-102
255
Cf., t. VIII, pp. 186-187
256
Cf., t. XXVII, p. 26
276
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
277
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
257
Cf., t. XXII, p. 315
278
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
258
Cf., t. XXII, p. 315
259
Op. cit. p. 315
260
Op. cit. p. 316
279
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
¿Se puede llevar a cabo una reconstrucción tan radical del viejo régimen,
del régimen burgués, sin una revolución violenta, sin la dictadura del
proletariado?
Hay que subrayar este planteamiento con tanta mayor fuerza y tanto más
categóricamente, por cuanto se trata de una revolución proletaria que
hasta ahora sólo ha triunfado en un país, cercado por países capitalistas
hostiles y cuya burguesía no puede por menos de ser apoyada por el
capital internacional.
261
Cf., t. XXII, p. 317
262
Cf., t, XXI, p. 373
263
Cf., t. XXIV, p. 647
280
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
sabe que es ella sola la que toma en sus manos el poder político y
no se engaña a sí misma ni engaña a los demás hablando de un
poder ‘de todo el pueblo, elegido por todos y refrendado por todo
el pueblo’.”267
Sin embargo, esto no significa que el poder de una sola clase, la clase de
los proletarios, poder que ésta no comparte ni puede compartir con otras
clases, no necesita, para alcanzar sus objetivos, la ayuda de las masas
trabajadoras y explotadas de otras clases, la alianza con esas masas. Al
contrario, este poder, el poder de una sola clase, sólo se puede afianzar y
ejercer totalmente mediante una forma especial de alianza de la clase de
los proletarios con las masas trabajadoras de las clases pequeño-burguesas,
y ante todo, con las masas trabajadoras del campesinado.
267
Cf., t. XXVI, p. 286
282
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Afirmo que de este modo sólo pueden hablar quienes no hayan compren-
dido el sentido que encierra la idea de la ligazón, de la alianza entre el
proletariado y el campesinado, la idea de la hegemonía del proletariado
dentro de esta alianza.
271
Cit., p. 460
272
Cf., t. XV, p. 441
273
Cf., t. XXV, p. 436
274
Cf., t.XXIV, p. 305
275
Cf., t. XXIV, pp. 335-336
284
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
276
Cit. p. 314
285
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
286
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
En tercer lugar, todos los tipos de cooperación, con todas sus ramificaciones.
La cooperativa no es una organización de partido; es una organización de
masas de los trabajadores que los agrupa, ante todo, como consumidores
y también, con el transcurso del tiempo, como productores (en las
cooperativas agrícolas). Esta organización adquiere una importancia
287
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
¿Por qué?
Así, pues, los sindicatos como organización de masas del proletariado, que
liga al partido con la clase, sobre todo en el terreno de la producción; los
soviets como organización de masas de los trabajadores, que liga al
partido con éstos, sobre todo en el terreno de la labor estatal: la coope-
ración, como organización de masas, principalmente del campesinado,
que liga al partido con las masas campesinas, sobre todo en el terreno
económico, en el terreno de la atracción de los campesinos a la
edificación socialista; la Unión de la juventud, como organización de
masas de la juventud obrera y campesina, llamada a facilitar a la vanguardia
del proletariado la educación socialista de la nueva generación y la
formación de reservas juveniles; y, finalmente, el partido, como fuerza
orientadora fundamental dentro del sistema de la dictadura del prole-
tariado, llamada a dirigir a todas estas organizaciones de masas. Tal es, a
grandes trazos, el cuadro del “mecanismo” de la dictadura, el cuadro del
“sistema de la dictadura del proletariado”.
279
Cf., t. XXVI, p. 65
280
Cf., t. XXVI, p. 64
281
Cf., “Sobre el papel del Partido Comunista”. El II Congreso de la .Internacional Comunista se
celebró del 19 de julio al 7 de agosto de 1920. Stalin cita un pasaje del discurso pronunciado por
Lenin.
290
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
282
Cf., t. XXV, p. 347
291
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
dirigente, sigue siendo, no obstante, una parte de la clase. Por eso, quien
identifica el papel dirigente del partido con la dictadura del proletariado,
sustituye la clase por el partido.
284
Cf., V. l. Lenin, Obras, t. 32
285
Cf., t. XXVI, p. 208
286
Cf., t. XXIV, pp. 15 y 14
287
Cf., t. XXV, pp. 192 y 193
288
Cf., t. XXVI, p. 64
293
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
De esto se desprende:
2) que quien identifica la dirección del partido con la dictadura del prole-
tariado, tergiversa a Lenin, atribuyendo falsamente al partido funciones
de violencia con respecto a la clase, obrera en su conjunto;
289
Cf., t.. XIX, p. 315
294
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Lenin las define como relaciones de “confianza mutua [Subrayado por mí,
J. St. ] entre la vanguardia de la clase obrera y la masa obrera”. 290
Significa en primer lugar, que el partido debe estar muy atento a la voz de
las masas: que debe tener muy en cuenta el instinto revolucionario de las
masas: qué debe estudiar la experiencia de la lucha de las masas, compro-
bando a través de ella si su política es acertada; que, por tanto, no sólo
debe enseñar a las masas, sino también aprender de ellas.
Significa, en segundo lugar, que el partido debe conquistar, día tras día, la
confianza de las masas proletarias: que, mediante su política y su labor,
debe ganarse el apoyo de las masas; que no debe ordenar, sino ante todo
persuadir, ayudando a las masas a convencerse por propia experiencia de
lo acertado de la política seguida por el partido: que, por tanto, debe ser
el dirigente, el jefe y el maestro de su clase.
290
Cf., t. XXVI, p. 325
291
Cf., t. XXV, p. 173
292
Cf., t. XXV, p. 190
295
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Y en otro lugar:
293
Cf., t. XXV, p. 174
296
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
3) que sin una acertada política del partido, reforzada por la experiencia
de la lucha de las masas, y sin la confianza de la clase obrera, no hay ni
puede haber verdadera labor de dirección del partido;
294
Cf., t. XXV, p. 315
297
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Esto es muy cierto. Pero esta tesis acertada parte de la premisa de que
existan relaciones acertadas entre la vanguardia y las masas obreras,
entre el partido y la clase. Parte del supuesto de que las relaciones entre
la vanguardia y la clase sigan siendo, por decirlo así, normales, se
mantengan dentro de los límites de la “confianza mutua”.
Y pueden darse:
295
Cf., t. XXV, pp. 187 y 188
298
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
¿Se puede, acaso, imponer por la fuerza a la clase la dirección del partido?
No, no se puede. En todo caso, semejante dirección no podría ser más o
menos duradera. El partido, si quiere mantenerse como partido del
proletariado, debe saber que, ante todo y sobre todo, es el dirigente, el
jefe y el maestro de la clase obrera. No podemos olvidar las palabras
escritas por Lenin a este propósito en el folleto El Estado y la revolución.
299
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
296
Cf., t. XXI, p. 386
297
Cf., t. XXVI, p. 238
300
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Es sabido que así fue como procedió nuestro partido durante el período
que media entre la Tesis de Abril de Lenin y la insurrección de Octubre de
1917. Y precisamente por haber actuado conforme a estas indicaciones de
Lenin, fue por lo que triunfó en la insurrección.
Tales son, en lo esencial, las condiciones para que las relaciones entre la
vanguardia y la clase sean acertadas.
303
Cf., t. XXVI, p. 235
304
Cf., V. l. Lenin, Obras, t. 32.
305
Cf., lugar citado, p. 74
303
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Pero Lenin no sólo dice que esa contraposición es inadmisible, sino que
dice al mismo tiempo que es inadmisible contraponer la “dictadura de las
masas a la dictadura de los jefes”. ¿No se os ocurre identificar, basandoos
en esto, la dictadura de los jefes con la dictadura del proletariado? De
pensar así, deberíamos decir que “la dictadura del proletariado es la
dictadura de nuestros jefes”. A esta necedad precisamente es a lo que
conduce, propiamente hablando, la política que identifica la “dictadura”
del partido con la dictadura del proletariado...
306
Cf., t. XXIV, p. 423
307
Cf., t. XXIV, p. 436
305
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Conviene indicar también que, en todos estos casos, Lenin entiende por
“dictadura del partido” la dictadura (“el poder férreo”) con respecto a “los
terratenientes y los capitalistas”, y no con respecto a la clase obrera, pese
a las calumniosas supercherías de Kautsky y compañía.
índica:
b) que en los pocos casos en que Lenin se veía obligado, en polémicas con
los adversarios, a hablar de la dictadura del partido; hablaba general-
mente de “dictadura de un solo partido”: es decir, de que nuestro partido
está en el poder solo, de que no comparte el poder con otros partidos, y,
además, siempre aclaraba que por dictadura del partido con respecto, a la
clase obrera se debe entender la dirección del partido, su papel dirigente;
c) que en todos los casos en que Lenin creía necesario definir científica-
mente el papel del partido dentro del sistema de la dictadura del
proletariado, hablaba exclusivamente (y estos casos son innumerables)
del papel dirigente del partido con respecto a la clase obrera;
d) que fue precisamente por esto por lo que a Lenin no “se le ocurrió”
incluir en la resolución fundamental sobre el papel del partido –me refiero
a la resolución del II Congreso de la Internacional Comunista– la fórmula
“dictadura del partido”;
b) a los cuadros del partido: ¡actuad con mayor osadía, presionad ,con
mayor rigor, se puede no prestar oído a la voz de las masas sin-partido,
pues tenemos la dictadura del partido!
311
Cf., t. XXVII, p. 256
312
Cf., Los fundamentos del leninismo
308
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
En este sentido –pero sólo en este sentido–, esa formulación era entonces
(mayo de 1924) suficiente, y fue, sin duda, de cierta utilidad.
Pero más tarde, cuando ya se había vencido dentro del partido la crítica al
leninismo en este aspecto y se puso a la orden del día una nueva cuestión,
la cuestión de la posibilidad de edificar la sociedad socialista completa con
las fuerzas de nuestro país y sin ayuda exterior, la segunda formulación
resultó ser ya insuficiente a todas luces y, por tanto, inexacta.
313
Cf., Los fundamentos del leninismo.
309
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
317
J. Stalin, “Balance de los trabajos de la XIV Conferencia del PC(b) de Rusia”. Obras, t. 7.
318
J. Stalin, Obras, t. 7
319
Ibíd
320
Ibíd
311
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Creo que estos hechos los conocen todos los camaradas, y Zinóviev entre
ellos.
Si hoy, casi a los dos anos de la lucha ideológica sostenida en el seno del
partido, y después de la resolución adoptada en la XIV Conferencia del
partido (abril de 1925), Zinóviev, en su discurso de resumen, pronunciado
en el XIV Congreso del partido (diciembre de 1925), cree posible sacar a
relucir la vieja fórmula, completamente insuficiente, del folleto de Stalin,
escrito en abril de 1924, como base para resolver el problema ya resuelto
del triunfo del socialismo en un solo país, este modo de proceder peculiar
de Zinóviev sólo atestigua que se ha hecho un verdadero lío en esta
cuestión. Tirar del partido hacia atrás, cuando ya éste había ido adelante,
eludir la resolución de la XIV Conferencia del partido, después de haber
sido confirmada por el Pleno del CC,321 significa atascarse irremisiblemente
en contradicciones, no tener fe en la edificación del socialismo, desviarse
del camino de Lenin y suscribir la propia derrota.
321
Se alude al Pleno del CC del PC(b) de Rusia, celebrado del 23 al 30 de abril de 1925
312
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Escuchad:
322
Cf., t. XXIV, p. 122
323
Cf., t. XXVII, p. 117
313
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Pero, de ser esto cierto, ¿acaso valdría la pena de luchar por el triunfo
sobre los elementos capitalistas de nuestra economía? ¿No se desprende
de aquí la imposibilidad de este triunfo?
Veis, pues, que este planteamiento tan claro de Lenin se distingue como
el cielo de la tierra del “planteamiento” confuso y antileninista de
Zinóviev, de que podemos emprender la edificación del socialismo “en el
marco de un solo país” aun siendo imposible acabar de edificarlo.
326
Cf., t. XXVII, p. 392).
316
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Veamos esta resolución. He aquí lo que dice acerca del triunfo del
socialismo en un solo país:
¿Qué otro nombre merece esto más que el de lucha de Zinóviev contra la
resolución de la XIV conferencia del partido?
327
Se alude a la XIV Conferencia del PC(b) de Rusia, celebrada del 27 al 29 de abril de 1925.
328
La respuesta del Comité de Moscú del PC(b) de Rusia a la carta de la XXII Conferencia de la
organización del partido de la provincia de Leningrado, fue publicada el 20 de diciembre de 1925
en el n.° 291 de Pravda.
329
Cf., la Respuesta
318
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
¿No sería más exacto decir que quien peca aquí contra el internacio-
nalismo y la revolución internacional, no es el partido, sino Zinóviev?
¿Pues qué es nuestro país, el país del “socialismo en construcción”, sino la
base de la revolución mundial? Pero ¿puede, acaso, nuestro país ser la
verdadera base de la revolución mundial si no es capaz de llevar a cabo la
edificación de la sociedad socialista? ¿Acaso puede, nuestro país seguir
siendo el poderoso centro de atracción para los obreros de todos los
países, como lo es indudablemente en la actualidad, si no es capaz de
conseguir dentro de sus fronteras el triunfo sobre los elementos capitalistas
de nuestra economía, el triunfo de la edificación socialista? Yo entiendo
que no. ¿Y acaso no se desprende de esto que la falta de fe en el triunfo
de la edificación socialista, que el predicar esta falta de fe conduce a
desprestigiar a nuestro país como base de, la revolución mundial, y que
este descrédito de nuestro país conduce, a su vez, a debilitar el movimiento
319
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
En el folleto Los fundamentos del leninismo hay a este respecto dos tesis
esenciales:
321
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
Yo creo que estas dos tesis son exactas e irrefutables para todo nuestro
período de edificación, bajo las condiciones de la NEP.
¿Es acaso forzoso que las haciendas campesinas sigan este camino en
nuestro país, donde la ciudad presenta una fisonomía completamente
distinta, donde la industria está en manos del proletariado, donde los
transportes, el sistema de crédito, el poder del estado, etc. están
concentrados en manos del proletariado, donde la nacionalización de la
tierra es ley que rige para todo el país? ¡Naturalmente que no es forzoso!
Por el contrario, precisamente porque la ciudad dirige al campo, y quien
impera en la ciudad en nuestro país es el proletariado, en cuyas manos
están todas las posiciones dominantes de la economía nacional: precisa-
mente por esto, las haciendas campesinas tienen que seguir en su
desarrollo otro camino, el camino de la edificación socialista.
Y cuanto más lejos se vaya, más inevitable será este camino en las
condiciones de la dictadura del proletariado, pues la incorporación al
régimen cooperativo en el terreno de la venta, en el abastecimiento y, por
último, en el terreno del crédito y de la producción (cooperativas agrícolas),
es el único camino para elevar el bienestar en el campo, es el único medio
para salvar a las grandes masas campesinas de la miseria y de la ruina.
332
Cf., V. I. Lenin, Obras, t. 33.
324
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
326
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
Parte del falso supuesto de que en nuestro país se está llevando a cabo
actualmente una simple restauración del capitalismo, un simple “retomo”
del capitalismo. Sólo este supuesto puede explicar las dudas de la
oposición respecto al carácter socialista de nuestra industria. Sólo este
supuesto puede explicar el pánico de la oposición ante el kulak. Sólo este
supuesto puede explicar la prisa con que la oposición se ha agarrado a las
cifras falsas sobre la diferenciación del campesinado. Sólo este supuesto
puede explicar que la oposición olvide con tanta facilidad que el
campesino medio es, en nuestro país, la figura central de la agricultura.
Sólo este supuesto puede explicar el menosprecio del peso del campesino
medio y las dudas respecto al plan cooperativo de Lenin. Sólo este
supuesto puede “motivar” la falta de fe de la “nueva oposición” en el
nuevo camino de desarrollo del campo, en el camino de la incorporación
del campo a la edificación socialista.
327
León Trotsky - Nicolai Bujarin - Grigori Zinóviev - Josep Stalin
¿Cómo, si no, puede explicarse que, ya a los dos años de haber escrito El
impuesto en especie, es decir, en 1923, Lenin comenzase a considerar la
cooperación de un modo distinto, entendiendo que “bajo nuestras
condiciones, a cada paso la cooperación coincide plenamente con el
socialismo”?335
¿Cómo se explica esto si no es por el hecho de que durante estos dos años
la industria socialista tuvo tiempo de desarrollarse, mientras que el
capitalismo de estado no arraigó lo bastante, razón por la cual Lenin
comenzó a considerar la cooperación, ya no en conexión con el capitalismo
de estado, sino en conexión con la industria socialista?
334
Cf., V. I. Lenin, Obras, t. 32
335
Cf., t. XXVII, p. 396
328
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
338
Cf., t. XXVI, p. 337
330
LA REVOLUCIÓN PERMANENTE Y EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
pp. 75-77
331