Está en la página 1de 36

TEMA 27

SALUD LABORAL: CONCEPTO. CONDICIONES FÍSICO


AMBIENTAL DEL TRABAJO.
ACCIDENTES DE RIESGO BIOLÓGICO: MEDIDAS DE
PREVENCIÓN.
ERGONOMÍA: MÉTODOS DE MOVILIZACIÓN DE ENFERMOS E
INCAPACITADOS

1. Salud laboral
Ya en las antiguas culturas existía una constatación de que ciertos trabajos o
actividades laborales eran nocivas para el individuo Tal es así que Galeno
consideraba que para diagnosticar mejor la enfermedad había que empezar
preguntándole al paciente sobre su profesión

En las culturas egipcia, griega y romana el trabajo no era considerado como


una actividad noble y quedaba restringido a esclavos y siervos. Con el
Cristianismo y posteriormente en el Renacimiento empieza a detectarse algún
sentimiento de clase trabajadora,

En el siglo XVII, con la Ilustración crece la idea de que el poder de los países
dependía de su masa poblacional, Joven y en edad de trabajar.

A partir del siglo XVIII la Revolución Industrial, fruto de la Ilustración, obliga a


los trabajadores, como consecuencia de las duras condiciones impuestas, a
desarrollar una conciencia de proletariado en defensa de sus propios intereses
y para luchar por unas condiciones dignas laboralmente que pudieran
garantizar el desarrollo Integral de los seres humanos.

Ya en el siglo XIX y bajo el impulso que sufren los filósofos positivistas, la


medicina se aproxima hacia el estudio de las causas y mecanismos
etiopatogénicos que producen las enfermedades y por ende las relacionadas
con el mundo laboral. Se describen algunos productos tóxicos, los
microorganismos causantes de algunas infecciones, etc.

A partir de este siglo, en Alemania (1833) y gracias a los trabajos de Bismark,


se crean los primeros seguros sociales que dan cobertura a los trabajadores.

Ya en el siglo XX las actuaciones en el campo de la Salud Laboral son muy


amplias y variadas y, a partir de la II Guerra Mundial, empieza a desarrollarse
ampliamente, en Europa sobre todo, el concepto de Seguridad Social que, en
su amplio campo de actuaciones, recoge también:

La protección social de los trabajadores.


La creación de centros asistenciales y hospitalarios que pudieran
atender de forma especializada a las enfermedades profesionales.
La creación de Centros para la rehabilitación de los trabajadores.
La instauración de reglamentaciones y normas técnicas para la mejora
de las condiciones de trabajo, que obligan a las empresas a cumplir.

1 de 36
La realización de las correspondientes inspecciones de trabajo.
La creación de los servicios médicos de empresa.
El establecimiento de los valores de referencia sobre dosis máximas
permitidas para la exposición a agentes tóxicos o nocivos en el ambiente
laboral.
La creación de una red de investigación en el campo de la medicina de
empresa.

Pero a la luz de los conocimientos actuales se ve la estrecha interrelación que


existe entre la Salud y el trabajo.

El trabajo permite al ser humano cubrir una serle de necesidades básicas que
de no ser así se convertirían en grandes carencias y provocarían la perdida de
la salud. Además desde el punto de vista de la integración social, el ser
humano necesita trabajar pare sentirse integrado y en equilibrio.

En contraposición a lo anterior también se puede afirmar que el trabajo,


excesivo, o en condiciones higiénico – sanitarias adversas para la persona
puede llevarle a la perdida de la salud, de ahí que en estos casos el descanso
se convierta en el elemento fundamental para recobrarla.

Las enfermedades que aparecen a causa del trabajo, muchas veces no son
patologías en estado puro, es decir, debidas exclusivamente al ambiente
laboral, sino que también están favorecidas por otros factores externos al
medio laboral.

La mayoría de autores consideran que el padre de la medicina del trabajo es el


italiano Bernardino Ramazini (1633-1714) quien escribió el primer tratado
relacionado, de gran éxito en aquellos tiempos.

En España la Norma básica que regula en la actualidad la materia de


Prevención de Riesgos Laborales es la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de
Prevención de Riesgos Laborales.

1.2. Patologías como consecuencia del trabajo: conceptos de


enfermedad profesional, accidente de trabajo

1.2.1. Enfermedad profesional


De acuerdo con el Artículo 157 del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de
octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la
Seguridad Social, se entenderá por enfermedad profesional la contraída a
consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que
se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de
aplicación y desarrollo de esta ley, y que este provocada por la acción de
los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada
enfermedad profesional.

Son ejemplos de enfermedad profesional la neumoconiosis, la alveolitis


alérgica, la lumbalgia, el síndrome del túnel carpiano, la exposición profesional
a gérmenes patógenos y diversos tipos de cáncer, entre otras.

2 de 36
Mediante el Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, se aprueba el
cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y
se establecen criterios para su notificación y registro. Dicho cuadro está
constituido por 6 grupos de enfermedades profesionales:

Grupo 1. Enfermedades profesionales causadas, por agentes químicos.

Grupo 2. Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos.

Grupo 3. Enfermedades profesionales causadas por agentes biológicos.

Grupo 4: Enfermedades profesionales causadas por inhalación de


sustancias y agentes no comprendidas en otros apartados.

Grupo 5. Enfermedades profesionales de la piel causadas por


sustancias y agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados.

Grupo 6. Enfermedades profesionales causadas por agentes


carcinogénicos.

El Real Decreto 1150/2015, de 18 de diciembre, modifica los anexos 1 y 2, del


Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro
de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se
establecen criterios para su notificación y registro.

A tales efectos, se incluye en el anexo 1, cuadro de enfermedades


profesionales (codificación), grupo 6, dentro de las enfermedades profesionales
causadas por agentes carcinógenos y, en concreto, por el amianto un nuevo
subagente, el cáncer de laringe, enumerándose asimismo las principales
actividades asociadas a ese subagente. Por su parte, del anexo 2, lista
complementaria de enfermedades cuyo origen profesional se sospecha y cuya
inclusión en el cuadro de enfermedades profesionales podría contemplarse en
el futuro (codificación), se suprime el cáncer de laringe producido por la
inhalación de polvo de amianto, ya que pasa a incluirse en el citado anexo 1,
procediéndose asimismo a la nueva numeración del grupo 6 del anexo 2.

1.2. 2. Accidentes do trabajo


Tomando como referencia el Artículo 156 del Real Decreto Legislativo 8/2015,
de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General
de la Seguridad Social, se entiende como accidente de trabajo; "toda lesión
corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del
trabajo que ejecute por cuenta ajena."

Tendrán la consideración de accidentes de trabajo:

a) Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo.


b) Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del
desempeño de cargos electivos de carácter sindical, así como los
ocurridos al ir o al volver del lugar en que se ejerciten las funciones
propias de dichos cargos.

3 de 36
c) Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun
siendo distintas a las de su grupo profesional, ejecute el trabajador en
cumplimento de las órdenes del empresario o espontáneamente en
interés del buen funcionamiento de la empresa.
d) Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga,
cuándo unos y otros tengan conexión con el trabajo.
e) Las enfermedades, no incluidas en el artículo siguiente, que contraiga el
trabajador con motivo de la realización de su trabajo, siempre que se
pruebe qua la enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución del
mismo.
f) Las enfermedades o defectos, padecidos con anterioridad por el
trabajador, que se agraven como consecuencia de la lesión constitutiva
del accidente
g) Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su
naturaliza, duración, gravedad o terminación, por enfermedades
intercurrentes, quo constituyan complicaciones derivadas del proceso
patológico determinado por el accidente mismo o tengan su origen en
afecciones adquiridas en el nuevo medio en que se haya situado el
paciente para su curación.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidentes


de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y en el lugar
del trabajo.

No tendrán la consideración de accidente de trabajo:

a) Los que sean debidos a fuerza mayor extraña al trabajo, entendiéndose


par esta la que sea de tal naturaleza que no guarde relación alguna con
el trabajo que se ejecutaba al ocurrir el accidente.
En ningún caso se considerara fuerza mayor extraña al trabajo la
insolación, el rayo y otros fenómenos análogos de la naturaleza.
b) Los que sean debidos a dolo o a imprudencia temeraria del trabajador
accidentado.

No impedirán la calificación de un accidente como de trabajo:

a) La imprudencia profesional que sea consecuencia habitual de un


trabajo y se derive de la confianza que este Inspira.
b) La concurrencia de culpabilidad civil o criminal del empresario, de un
compañero de trabajo del accidentado o de un tercero, salvo que no
guarde relación alguna con el trabajo.

1.3. Tipos de riesgos en el ámbito sanitario


Los profesionales sanitarios están expuestos a situaciones que llevan
asociados riesgos para la salud. Los más significativos son: Posturales, físicos,
biológicos, químicos y psicológicos.

Los riesgos físicos incluyen los ruidos, vibraciones y sobre todo las la
exposición a energía electromagnética o radiaciones.

4 de 36
Los riesgos biológicos vienen condicionados por la exposición a los agentes
biológicos: bacterias (riquetsias, clamidias, legionellas, klebsiellas,
micobacterias...), hongos (aspergillus, cándidas, penicillium...), virus (hepatitis
B, C, D, E o G, fiebre amarilla, sarampión, paperas, VIH, dengue...), parásitos
(leishmania, tenia, echinococcus, toxoplasma...), esporas, productos de
recombinación, cultivos celulares humanos o de animales y los agentes
biológicos potencialmente infecciosos que estas células puedan contener,
como priones, además de varios tipos de toxinas.

Las sustancias químicas mas utilizadas en el ámbito hospitalario son:

Agentes anestésicos inhalatorios: Oxido nitroso, halotano, enflurano,


isoflurano, sevoflurano y desflurano.
Agentes esterilizantes: Oxido de etileno.
Alcoholes: metilalcohol, etilalcohol, isopropilalcohol, etilenglicol,
propilenglicol... Aldehídos: formalhaldeído
Citostáticos: metotrexato ciclofosamIda, vimblastIna, docetaxel,
vIndesIna...
DIsruptores endocrinos: alquilfenoles bisfenol-A, dioxinas, disolventes
estireno ftalatos, bifenilos policlorados (PCB)...
Metales: mercurio, plomo...
Residuos sanitarios.
Amianto.
Otros productos: pinturas, limpiadores, desinfectantes, disolventes
(ejemplo: dimetilsulfoxido o DMSO), biocidas (insecticidas, plaguicidas)...

Los riesgos psicológicos incluyen el estrés, la carga mental, la fatiga, el


síndrome de Burn out, etc.

2. Condiciones físico-ambientales del trabajo


Las condiciones físico – ambientales del trabajo son uno de los factores que
Influyen positiva o negativamente tanto en los sistemas de producción de las
empresas coma en el estado de Salud de los trabajadores.

Por su importancia cabe señalar:

2.1. Local
La estructura arquitectónica de la empresa, la distribución de los espacios y
dependencias, etc., deben estar previamente estudiadas y adaptadas a la
realidad del sistemas de producción y a las necesidades de los trabajadores de
manera que el edificio y espacios de trabajo no sean un elemento
distorsionador causante de fobias, angustias o problemas de rendimiento
laboral.

Previamente a la construcción del edificio debe estudiarse minuciosamente


teniendo en cuenta muy especialmente los problemas que una adecuada
estructura puede llegar a causar a las personas que trabajan en él.

5 de 36
Debe estudiarse la composición de los materiales de construcción,
equipamiento y decoración evitando en la medida de lo posible materiales
fácilmente combustibles.

También es importante hacer un estudio de la orientación espacial, las vías de


acceso y salida, así como la distribución y organización de los espacios y
equipamientos.

También es necesario prever las relaciones humanas de forma que se


favorezca la comunicación y el mantenimiento de las distancias a la vez.

2.2. Aireación
Este tema está relacionado con la concepción arquitectónica del edificio.
Actualmente se puede optar por un sistema de ventilación:

a) Natural: a través de puertas y ventanas, claraboyas, etc. Tiene el


inconveniente de que está sometido a cambios bruscos de temperatura,
no garantiza la temperatura más o menos constante a lo largo de todo el
año, genera corrientes y en caso de ambientes contaminados contribuye
a extender la contaminación.

b) Mecánico: mediante la insuflación de aire fresco que es renovado por


aspiración. Se utiliza en ambientes polucionados donde es necesaria la
succión del aire contaminado.

c) Aire acondicionado: permite controlar unas condiciones constantes de


temperatura y humedad a la vez que renueva el aire de los locales.
Tiene especial ventaja en empresas que deben mantener en su cadena
de producción unas constantes de temperatura y humedad. En la
actualidad también se ha incorporado a empresas de servicios (oficinas,
etc.).

Los olores desagradables que producen algunas industrias y que hay que
corregir mediante aireación o la absorción de los mismos por carbón activo.

2.3. Ambiente térmico


El ambiente térmico en que se trabaja viene determinado por factores
dependientes del:

a) Trabajador: su metabolismo orgánico produce calor como consecuencia


de la actividad muscular y la ropa que lleva puesta. En el organismo
humano el 75-80 % de la energía utilizada se transforma en calor y
cuando la actividad laboral exige un trabajo físico esta puede llegar a ser
del 95 %

b) Medio ambiente laboral: depende de la temperatura ambiental,


humedad del aire y velocidad de los vientos.

6 de 36
Es necesario buscar un ambiente térmico adecuado para conseguir el mejor
estado filológico de los trabajadores y el buen funcionamiento de las cualidades
psicológicas sensoriales y motoras.

El ambiente térmico neutro parece ser el que mejor se ajusta a la mayarla de


los trabajadores. Se define como tal aquel ambiente en el que la producción de
calor metabólico esta en equilibrio con las pérdidas de calor orgánico (por
convección e irradiación), las perdidas de calor respiratorio y la transpiración
insensible.

En los locales de trabajo cerrados deberán cumplirse, en particular, las


siguientes condiciones:

a) La temperatura de los locales de trabajo donde se realicen trabajos


sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17
y 27°C.
La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará
comprendida entre 14 y 25°C.

b) La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70%, excepto


en los locales donde existan riesgos por electricidad estática en los que
el límite inferior será el 50%.

c) Los trabajadores no deberán estar expuestos de forma frecuente o


continuada a corrientes de aire cuya velocidad exceda los siguientes
límites:
1. Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25 m/s.
2. Trabajos sedentarios en ambientes calurosos: 0,5 m/s
3. Trabajos no sedentarios en ambientes calurosos: 0.75 m/s.

Estos límites no se aplicaran a las corrientes de aire expresamente utilizadas


para evitar el estrés en exposiciones intensas al calor, ni a las corrientes de
aire acondicionado, para las que el limite será de 0,25 m/s en el caso de
trabajos sedentarios y 0,35 m/s en los demás casos.

2.4. Ambiente sonoro


El sonido se puede definir como la vibración de un medio material y que puede
ser detectado por el oído humano. A su vez el ruido es un sonido fuerte,
generalmente molesto para la actividad humana.

En todo ruido hay que diferenciar:


a) Tono: sensación auditiva que va asociada a la frecuencia de los sonidos
y se refiere a la altura del ruido.

b) Intensidad: se refiere a la fuerza del ruido.

c) Timbre: es una característica de la sensación auditiva que permite


diferenciar versos sonidos.

7 de 36
En la medición de la contaminación acústica (intensidad) se utiliza el Decibelio
como medida (dB) y para ello se practica a los trabajadores una técnica de
audiometría que permite conocer el estado fisiológico de su oído.

El ruido tiene efectos negativos para la fisiología del organismo y afecta


también al rendimiento psíquico de las personas.

Los niveles de ruido compatibles con la salud, definidos en las diferentes


legislaciones de los países se sitúan en 85 dB como cota de alerta para una
exposición permanente de 40 h. semanales de trabajo. Un nivel de ruido de 90
dB o niveles de pico (o de ruido de impacto) superior a 140 dB ya es
considerado peligroso.

Niveles máximos de intensidad acústica en edificios públicos


Hospitales: 25 dB.
Bibliotecas y museos: 30 dB.
Cines, teatros y salas de conferencia: 40 dB
Centros docentes y hoteles: 40 dB.
Oficinas y despachos públicos: 45 dB
Grandes almacenes, restaurantes y bares: 55 dB.

Se establece un límite aceptable con 65 dB durante el día y 55 dB por la noche.

2.5. Iluminación
Es necesario que exista una buena y bien distribuida iluminación de los
espacios y objetos de trabajo. Se puede optar por una iluminación natural,
artificial o mixta dependiendo de las situaciones.

La Iluminación natural, aunque recomendable, es variable según las horas del


día y estaciones del año y no suele ser suficiente por sí misma.

La iluminación artificial se basa en la disposición de focos con los que se


pretende conseguir una buena distribución de puntos de luz y difusión de la
misma.

En la iluminación directa el 90 – 100% del flujo de luz se dirige hacia abajo y el


0-10% hacía arriba.

En la iluminación semidirecta el 40-60 % del flujo luminoso se dirige hacia


abajo y el 10-40 % hacia arriba.

Actualmente es obligatorio, además, la iluminación de seguridad que permita,


en caso de corte del fluido eléctrico, una evacuación rápida.

8 de 36
2.6. Vibraciones
Las vibraciones mecánicas se pueden definir como movimientos rápidos y
ruidosos de intensidad variable.

Estas vibraciones se transmiten directamente o indirectamente al cuerpo del


trabajador a través de maquinas, etc. La transmisión de vibraciones directas al
cuerpo puede producir lesiones en los tejidos y órganos.

Estas lesiones son especialmente frecuentes en las manos, sobre todo por
martillos neumáticos. Los trabajadores desarrollan lesiones vasculares que
producen isquemia en la zona. También es frecuente la afectación ósea a nivel
del carpo así como lesiones musculares y nerviosas en forma de mialgias y
parestesias.

2.7. Radiaciones
Las radiaciones se pueden definir como una forma de propagación de la
energía a partir de una fuente o centro emisor.

A su vez las radiaciones se pueden clasificar en dos grandes grupos:


Radiaciones electromagnéticas: se caracterizan porque se propagan
en forma de ondas. Pertenecen a este grupo el espectro visible de la luz,
rayos infrarrojos, rayos ultravioleta y rayos X. Son consideradas
radiaciones ionizantes los Rayos X y los Rayos gamma.

Radiaciones corpusculares: pueden estar formadas por partículas


electrizadas en muchos casos. Pertenecen a este grupo los Rayos alfa
(plutonio), Rayos Beta (P32) y neutrones.

Los rayos infrarrojos, también denominados radiación calórica, son ondas


electromagnéticas. En la industria donde existen fuentes industriales de calor
(altas temperaturas) se utiliza sobre todo esta forma de radiación. Las fuentes
de calor que no superan los 600 ºC emiten solo radiaciones infrarrojas.

9 de 36
El actinómetro es un aparato utilizado para medir la intensidad de la radiación
calórica solar. Los actinómetros tienen una cámara esférica de negro de humo
(cámara negra) provista de un orificio pequeño que da paso a la luz. Los rayos
luminosos son absorbidos por el negro de humo, que transforma su energía en
calor. Dados la superficie del orificio y el aumento de la temperatura
experimentado por la cámara, se conoce la intensidad de la energía radiante
del sol por centímetro cuadrado y por minuto.

Las radiaciones ultravioleta, también denominadas actínicas, se utilizan en


determinados trabajos como soldadura, especialmente cuando se hacen por
arco eléctrico. Además en el campo de la fisioterapia es utilizada con
frecuencia esta forma de radiación. La exposición excesiva de los trabajadores
a este tipo de radiación puede ocasionar trastornos de la visión, en la piel, etc.

El use de las radiaciones ionizantes, tiene su punto de partida con el


descubrimiento de los rayos X en 1895 por el Alemán Wilhelm Konrad
Roentgen. Actualmente el uso de esta forma de energía no se limita solo al
campo de las Ciencias Biomédicas sino también a la agricultura, ganadería,
física, industria, etc.

La exposición del organismo a radiaciones ionizantes a dosis excesivas tiene


efectos importantes sobre la salud, afectando a diversos tejidos y órganos:
Piel y faneras: en primera instancia aparece eritema y perdida del vello,
atrofia, dermatitis crónica, que puede llevar a un carcinoma en casos de
exposiciones prolongadas o excesivas.
Sobre el aparato reproductor: aparecen lesiones de as células
germinales que son extraordinariamente radiosensibles. Pueden llevar a
un estado de esterilidad y a provocar alteraciones genéticas en caso de
embarazo.
Órganos hematopoyéticos: producen aplasia de la medula ósea con la
consiguiente aparición de anemia (déficit de eritrocitos), perdida de las
defensas (déficit de leucocitos), y de las plaquetas (trastornos de la
coagulación de la sangre).
Ojos: puede provocar la a parición de cataratas.

3. Accidentes de riesgo biológico


Definimos accidente de riesgo biológico como la exposición que sufre un
trabajador a sangre, tejidos o fluidos potencialmente infecciosos a través de
una herida percutánea, contacto con mucosa o sobre piel no intacta.

El Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los


trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes
biológicos durante el trabajo, en su artículo 14, establece que en el caso de los
establecimientos sanitarios y veterinarios distintos de los laboratorios de
diagnostico, la evaluación a que se refiere el artículo 4 deberá tener
especialmente en cuenta los riesgos inherentes a las actividades desarrolladlas
en los mismos y, particularmente, la incertidumbre acerca de la presencia de
agentes biológicos en el organismo de pacientes humanos, de animales, o de

10 de 36
materiales o muestras procedentes de estos, y el peligro que tal presencia
podría suponer.

En las instalaciones de atención sanitaria y veterinaria, la evaluación debe


tener en cuenta la incertidumbre acerca de la presencia de agentes infecciosos
en pacientes, animales o en los materiales y muestras procedentes de estos.

Los riesgos deberán ser evaluados en cada una de las etapas que componen
la manipulación; así, la realización de un estudio de malignidad de un tumor
supondría: atención clínica, cirugía, biopsia y otras tomas de especímenes,
manipulación y transporte de los mismos, estudios de laboratorio y tratamiento
y eliminación de residuos.

Por esta razón se aplicaran las denominadas "precauciones universales" y


"precauciones estándar", que implican mantener una actitud constante de
autoprotección, con hábitos de trabajo seguro, aplicando el principio
fundamental de que todas las muestras deben manipularse como si fueran
infecciosas.

Se tomaran medidas apropiadas en dichos servicios para garantizar de modo


adecuado la protección sanitaria y la seguridad de los trabajadores afectados.

Dichas medidas comprenderán en particular: La especificación de


procedimientos apropiados de descontaminación y desinfección.

La selección de medidas se hará sobre la base de la evaluación del riesgo y,


en particular, la naturaleza de la infección, la facilidad y el modo de transmisión
del agente.

La Guía Técnica del INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en


el Trabajo) -pagina web: www.mtas.es-, para Ia evaluación y prevención
de los riesgos relacionados con Ia exposición a agentes biológicos,
contempla una tabla que recoge una relación de los agentes biológicos,
clasificados en grados, incluyendo las modificaciones y actualizaciones
introducidas por la Orden de 25 de marzo de 1998 (BOE n.° 76 de 30/3/1998).

Las denominadas "precauciones universales" constituyen la estrategia


fundamental para la prevención del riesgo laboral para todos los
microorganismos vehiculizados por la sangre. Su principio básico es que la
sangre y otros fluidos corporales deben considerarse potencialmente
infecciosos.

Debe aceptarse que no existen pacientes de riesgo sino maniobras o


procedimientos de riesgo, por lo que se han de adoptar precauciones utilizando
las barreras protectoras adecuadas en todas las maniobras o procedimientos
en los que exista la posibilidad de contacto con la sangre y/o fluidos corporales
a través de la piel o las mucosas.

11 de 36
Es de especial importancia que:
Todo el personal este informado de dichas precauciones.
Todo el personal conozca las razones por las que debe proceder de la
manera indicada.
Se promueva el conocimiento y la utilización adecuados.

Se pueden distinguir las siguientes precauciones universales:


a) Vacunación (inmunización activa).
b) Normas de higiene personal.
c) Elementos de protección de barrera.
d) Cuidado con los objetos cortantes.
e) Esterilización y desinfección correcta de instrumentales y superficies.

a) Vacunación (inmunización activa)

La comunidad trabajadora está sometida a numerosos riesgos biológicos,


producidos por bacterias, hongos, virus, etc., frente a los cuales se dispone de
vacunas que hacen posible su prevención y, a veces, su tratamiento.

La inmunización activa frente a enfermedades infecciosas ha demostrado ser,


junto con las medidas generales de prevención, una de las principales formas
de proteger a los trabajadores.

Deberá vacunarse todo el personal que desarrolle su labor en ambientes que


tengan contacto, tanto directo como indirecto, con la sangre u otros fluidos
biológicos de otras personas infectadas (por ejemplo, la vacuna contra la
Hepatitis B para el personal que desarrolle su labor en ambiente hospitalario y
que tenga contacto directo o indirecto con la sangre u otros fluidos de los
pacientes).

b) Normas de higiene personal

A continuación se resumen un conjunto de normas de higiene personal a seguir


por los trabajadores:
Cubrir heridas y lesiones de las manos con apósito impermeable, al
iniciar la actividad laboral.
Cuando existan lesiones que no se puedan cubrir, deberá evitarse el
cuidado directo de los pacientes.
El lavado de manos debe realizarse al comenzar y terminar la jornada y
después de realizar cualquier técnica que puede implicar el contacto con
material infeccioso. Dicho lavado se realizara con agua y jabón liquido.
En situaciones especiales se emplearan sustancias antimicrobianas.
Tras el lavado de las manos estas se secaran con toallas de papel
desechables o corriente de aire.
No comer, beber ni fumar en el área de trabajo.
El pipeteo con la boca no debe realizarse.

12 de 36
c) Elementos de protección de barrera

Todos los trabajadores de la salud deben utilizar rutinariamente los elementos


de protección de barrera apropiados cuando deban realizar actividades que los
pongan en contacto directo con la sangre o los fluidos corporales de los
pacientes.

Dicho contacto puede producirse tanto de forma directa como durante la


manipulación de instrumental o de materiales extraídos para fines diagnósticos
como es el caso de la realización de procesos invasivos.

Dentro de los elementos de protección de barrera podemos distinguir los


siguientes:

1. Guantes:

El uso de guantes será obligatorio:


Cuando el trabajador sanitario presente heridas no cicatrizadas o
lesiones dérmicas exudativas o rezumantes, cortes, lesiones cutáneas,
etc.
Si maneja sangre, fluidos corporales contaminados con sangre, tejidos,
etc.
Al entrar en contacto con la piel no intacta o mucosas.
Al manejar objetos, materiales o superficies contaminados con sangre...
Al realizar procesos invasivos.

2. Mascarillas y protección ocular:

Se emplearan en aquellos casos en los que, por la índole del procedimiento a


realizar, se prevea la producción de salpicaduras de sangre u otros fluidos
corporales que afecten las mucosas de ojos, boca o nariz.

3. Batas:

Las batas deberían utilizarse en las situaciones en las que pueda darse un
contacto con la sangre u otros fluidos orgánicos, que puedan afectar las
propias vestimentas del trabajador.

d) Cuidado con los objetos cortantes y punzantes

Se deben tomar todas las precauciones necesarias para reducir al mínimo las
lesiones producidas en el personal por pinchazos y cortes.

Para ello es necesario:


Tomar precauciones en la utilización del material cortante, de las agujas
y de las jeringas durante y después de su utilización, así como en los
procedimientos de limpieza y de eliminación.
No encapsular agujas ni objetos cortantes ni punzantes ni someterlas a
ninguna manipulación.

13 de 36
Los objetos punzantes y cortantes (agujas, jeringas y otros instrumentos
afilados) deberán ser depositados en contenedores apropiados con tapa
de seguridad, para impedir su perdida durante el transporte, estando
estos contenedores cerca del lugar de trabajo y evitando su llenado
excesivo.
El personal sanitario que manipule objetos cortantes se responsabilizara
de su eliminación.

e) Desinfección y esterilización correcta de instrumentales y


superficies

Desinfección:
El empleo de productos químicos permite desinfectar a temperatura ambiente
los instrumentos y superficies que no resisten el calor seco o la temperatura
elevada.

Para llevar a cabo una desinfección del tipo que sea, es necesario tener en
cuenta:
a) La actividad desinfectante del producto.
b) La concentración que ha de tener para su aplicación.
c) El tiempo de contacto con la superficie que se ha de descontaminar.
d) Las especies y el número de gérmenes que se han de eliminar.

El producto desinfectante debe tener un amplio espectro de actividad y una


acción rápida e irreversible, presentando la máxima estabilidad posible frente a
ciertos agentes físicos, no debiendo deteriorar los objetos que se han de
desinfectar ni tener un umbral olfativo alto ni especial mente molesto.

Una correcta aplicación de los desinfectantes será, en general, aquella que


permita un mayor contacto entre el desinfectante y la superficie a desinfectar.

El producto desinfectante se debe poder aplicar de tal manera que no presente


toxicidad aguda o crónica para los animales y el hombre que puedan entrar en
contacto con él.

Debe tenerse en cuenta que por su propia función, destrucción de


microorganismos, muchos desinfectantes tienen características de toxicidad
importantes para el hombre, por lo que se deberán adoptar las medidas de
protección y prevención adecuadas y seguir siempre las instrucciones para su
aplicación, contenidas en la etiqueta y en las fichas de seguridad.

Los desinfectantes que se utilicen deben estar adecuadamente etiquetados


según la normativa correspondiente (RD 1078/1993, RD 363/1995 y RD
1893/1996), tanto si se han adquirido comercialmente, como si son de
preparación propia.

Al adquirir productos químicos, debe exigirse siempre la entrega de la ficha de


seguridad correspondiente.

14 de 36
La eficacia de los desinfectantes está limitada por la presencia de materia
orgánica, por lo que los tiempos de aplicación de los mismos disminuirá cuando
el instrumental que se deba desinfectar este limpio.

En función de los microorganismos manipulados, se redactaran las


instrucciones de desinfección en las que consten los desinfectantes y las
diluciones a las que se deban emplear.

Hay que tener en cuenta que las formulas de los productos desinfectantes
comerciales presentan grandes diferencias, por lo que es esencial seguir las
indicaciones del fabricante.

En la tabla adjunta se presenta un listado de productos químicos empleados


habitualmente como desinfectantes:

Esterilización:
Con la esterilización se produce la destrucción de todos los gérmenes,
incluidos esporas bacterianas, que pueda contener un material.

Se debe recordar que, en ciertos casos, los instrumentos son sometidos a la


acción de soluciones detergentes o antisépticas para diluir sustancias
orgánicas o evitar que se sequen. Dado que este paso no es una verdadera
desinfección, estos instrumentos no deberán ser manipulados ni reutilizados
hasta que se efectúe una esterilización.

Existen diferentes tipos de esterilización de los cuales, a continuación, se


ofrece un listado:

Esterilización por calor húmedo bajo presión (autoclave):

Es el método de elección, por ser el más fiable, eficaz y de fácil empleo. Se


introduce el material a esterilizar en bolsas adecuadas y cerradas, dejándose
durante 20 minutos a 121 °C (para algunos agentes pueden ser necesarias
otras condiciones), teniendo la precaución de que la atmosfera del autoclave
este a saturación y desprovista de aire.

En este sentido es recomendable disponer de un manual de procedimiento


para el trabajo con el autoclave, siguiendo las instrucciones del fabricante.

Si no se dispone de autoclave, para instrumental de pequeño volumen, cabe


recurrir a ebullición del agua, preferentemente conteniendo bicarbonato sódico,
durante 30 minutos, o bien al empleo de una olla a presión al nivel máximo de
presión de trabajo.

Esterilización por calor seco:

Debe mantenerse por dos horas a partir del momento en que el material ha
llegado a los 170 ºC.

15 de 36
Radiaciones ionizantes:

Basan sus efectos en la capacidad de destrucción celular. Debido a su poder


de penetración, la radiación y es la empleada en la esterilización del material
sanitario, sobre todo en el ámbito industrial.

La instalación de esterilización por rayos y ha de cumplir unos requisitos


especiales como instalación radiactiva, lo que limita totalmente su aplicación en
los laboratorios, a menos que estén dentro de una institución (por ejemplo, un
hospital) que disponga de una instalación adecuada para ello.

Esterilización con vapores químicos:

Los agentes gaseosos, tales como el formaldehido o el Oxido de etileno, tienen


una actividad bactericida y esporicida en el intervalo de 30 – 80 ºC.

La esterilización, en este caso, se lleva a cabo en esterilizadores diseñados


específicamente, que también se llaman autoclaves, y que permiten obtener las
condiciones de presión, de temperatura y de humedad adecuadas. Funcionan
de manera automática, por ciclos, e incluyen la evacuación de los fluidos.

Esterilización por óxido de etileno:


Este tipo de esterilización solo debe aplicarse a aquel material que no pueda
ser esterilizado al vapor y debe llevarse a cabo por personal cualificado,
informado de los riesgos que presenta su utilización, disponiendo de un
protocolo de actuación bien establecido y, cuando el caso lo requiera, de los
equipos de protección individual adecuados.

Los autoclaves de Oxido de etileno deben ser de estanqueidad contrastada, a


ser posible de doble puerta con extracción por encima de la de descarga y con
aireación incorporada. Deben ubicarse en áreas aisladas, bien ventiladas y
mantenidas a depresión con las adyacentes, procediéndose a un control
ambiental periódico de la presencia en aire del compuesto.

Actualmente se están desarrollando sistemas denominados "de Plasma de baja


temperatura" basados en el empleo de peróxido de hidrógeno y
radiofrecuencias, como alternativa al empleo de óxido de etileno y
formaldehido, considerados como compuestos peligrosos para la salud.

Protocolos de actuación en accidentes de riesgo biológico

Además, la NTP (Nota técnica de prevención) n.° 447, del INSHT, sobre la
actuación frente a un accidente con riesgo biológico, contempla Protocolos de
actuación en accidentes con riesgo biológico.

El riesgo de contagio después de un accidente con riesgo biológico por


pinchazo o corte se evalúa en un 30 % para el virus de la hepatitis B (VHB), 3%
para el virus de la hepatitis C (VHC) y 0,3 % para el virus de inmunodeficiencia
humana (VIH). En caso de contacto con las mucosas, o con la piel herida el

16 de 36
riesgo de contaminación es de 0,04 % para el VIH, no habiéndose cuantificado
para el VHB y el VHC.

Estas cifras, que reflejan una inefectividad menor del VIH y del VHC con
relación al VHB, han de interpretarse en función de otros factores como:

a) La gravedad de la infección:

Pronóstico poco claro para el VIH.


Para el VHC, un 60 % a 70 % de los casos se convierten en crónicos.
Para el VHB, un 10% de los casos se convierten en crónicos, siendo
responsable a su vez de formas fulminantes.

b) La existencia de vacuna: Solo contra el VHB.


c) La existencia de profilaxis: inmunoglobulinas especificas para el VHB,
antirretrovirales para el VIH, no existe profilaxis para el VHC...

La formación e información, a la que se hace referencia como Educación


Sanitaria, es la base fundamental para prevenir las enfermedades infecciosas.
Se trata de informar sobre los problemas que comporta la exposición a
determinados microorganismos y las secuelas de la infección que pueden
originar. Con este propósito se recomiendan una serie de normal de higiene
general para evitar el riesgo de contaminación transmisión y, así mismo,
informar del tipo de vacuna que se ha de utilizar.

Hepatitis B

La estimación global del riesgo de contaminación después de un accidente con


sangre contaminada es del 30 %, y varia del 5 % al 40 %, (40 % si la fuente es
Ag HBe positivo). El antígeno e (Ag HBe) es un antígeno soluble que se halla
presente en el suero de algunos pacientes Ag HBs positivos (antígeno de
superficie) y constituye un indicador de infecciosidad elevada.

Las actuaciones que se deben llevar a cabo frente al riesgo de la hepatitis B


son las siguientes:
Valoración del estado inmunológico del accidentado, consultando los
datos previos de vacunación si los hubiese y la petición de un estudio
serológico completo en el caso de que no se disponga de estos datos.

A aquellas personas que se han expuesto accidentalmente, por vía


percutánea o a través de mucosas, con sangre contaminada de Ag HBs
y, que desconozcan su estado inmunológico, que nunca han sido
vacunadas o que no han completado la pauta de vacunación, se les
administrara en el plazo de 48 horas una inyección de 5 cc de
inmunoglobulinas antihepatitis B.

Si puede identificarse la fuente (procedencia de la contaminación) y


previo con sentimiento después de haber sido informado, se le efectuara
una extracción sanguínea para determinar el Anti HBcore total. Si este

17 de 36
es negativo, se aplicara al accidentado la pauta vacunal. Si es positivo
se le hará una serología completa.

Según el resultado serológico, se incluirá al accidentado en su


correspondiente pauta de vacunación o seguimiento, que consiste en la
administración de tres dosis de vacuna de 20 mg/dosis, la primera
dentro de los siete días siguientes a la exposición, la segunda un mes
después y la tercera seis meses después de la primera. La primera dosis
de la vacuna puede ser administrada conjuntamente con la
inmunoglobulina contra la hepatitis B. En estos casos, la administración
no debe realizarse en el mismo lugar de inyección. La inmunoglobulina
se debe administrar en la región glútea y la vacuna en deltoides.

Se considera que una persona esta inmunizada cuando adquiere un


titulo de Anti HBs superior a 10 UI/L. Esta determinación debe realizarse
al cabo de un mes de la tercera dosis de vacuna. En caso de que el
titulo de Anti HBs sea inferior a 10 UI/L, debe administrarse una cuarta
dosis de vacuna. Para contratos temporales de trabajo y para puestos
con riesgo de infección por hepatitis B, se plantea como pauta de
vacunación: al inicio, al mes y a los dos meses siguientes. En las
personas que no logren un titulo de Anti HBs superior a 10 UI/L, tras 4
dosis de vacuna, se les administrara una dosis de recuerdo cada 5 años.

Hepatitis C

La evolución de los conocimientos epidemiológicos y terapéuticos relativos a la


hepatitis C requiere una adaptación constante de los procedimientos de
cuidados y de diagnostico, en especial después de un accidente con sangre
contaminada.

Las actuaciones frente al riesgo de contraer la hepatitis C son las siguientes:

Extracción sanguínea para la valoración del estado inmunológico del


accidentado frente al virus de la hepatitis C.
Identificar la fuente si es posible. Tras informar al accidentado y bajo su
consentimiento, se realizara el estudio serológico de VHC.
Si la fuente es positiva o desconocida y el accidentado Anti VHC es
negativo, se realizaran controles serológicos periódicos: cuando se
produjo el accidente, al cabo de mes y medio, a los tres, seis y doce
meses siguientes.
Si el accidentado es Anti VHC positivo, se procederá a seguimiento y
educación sanitaria.

Infección por VIH

Entre los países industrializados, hasta el 31 de diciembre de 1995 se hablan


registrado 223 casos de infecciones por VIH, presuntamente profesionales, de
las cuales se comprobaron 79 seroconversiones entre el personal sanitario. La
mayoría de las seroconversiones se referenciaron entre el personal dedicado a

18 de 36
la enfermería y a las extracciones de sangre y fueron producidas por
pinchazos.

Cuando pueda identificarse la fuente, previo consentimiento y tras haber


sido informado, se procederá a la extracción sanguínea para
determinación de anticuerpos VIH.

Si la fuente es desconocida y el accidentado VIH negativo, se procede a


realizar controles periódicos de serología: cuando se produce el
accidente, al cabo de mes y medio, tres, seis y doce meses siguientes.

Si la fuente es positiva y el accidentado es VIH negativo, se le oferta la


posibilidad de quimioprofilaxis con AZT (Retrovir), previa aceptación
escrita y con control por su Servicio Medico de Salud Laboral o Mutua y
el Servicio Especializado de Enfermedades infecciosas. La dosis que se
recomienda es de 250 mg cada 8 horas durante 6 semanas, realizando
controles hemáticos al inicio, a la tercera y sexta semana. Estos
controles hemáticos consistirán en la determinación de hemograma
completo y VSG.

Si el accidentado es VIH positivo, se procede al seguimiento por el


Servicio Especializado de Enfermedades Infecciosas correspondiente.

Dados los avances existentes en el tratamiento de esta enfermedad, se


recomienda atender las pautas que se estén utilizando por parte de los
centros mas especializados.

Tétanos
En este caso, previamente, será prioritario realizar una limpieza rigurosa de la
herida con agua y jabón y/o un antiséptico. A continuación debe procederse de
la siguiente manera:

Valoración del estudio inmunológico del accidentado, precisando si esta


vacunado o cuánto tiempo ha transcurrido desde la última dosis.

Valoración de la contaminación de la herida: las heridas de bajo riesgo


son las no penetrantes, sin cuerpos extraños, con poca destrucción de
tejidos y poco contaminadas; por contra, las heridas de alto riesgo son
las que no cumplen estas condiciones.

Inicio de pauta de vacunación (inmunización activa) y/o administración


de 5 ml de Inmunoglobulina humana antitetánica (inmunización pasiva)
en el plazo de 48 horas en los casos en que proceda.

Educación sanitaria de forma individualizada.

19 de 36
Brucelosis

Las actuaciones ante una brucelosis deben ser las siguientes:

Valorar el riesgo de contraer la infección que conlleva el accidente. En


este caso, solo se actuará si la inoculación es de alto riesgo, es decir, si
se trata de material vacunal con gérmenes vivos (vacuna B-19 y Rev I) o
bien de muestras contaminadas de brucelas.

Se inicia de forma inmediata el tratamiento con antibióticos.

La asociación de 200 mg diarios de Doxiciclina por vía oral, mas 1 g


diario de Estreptomicina por Rifampicina. La duración y tratamiento
dependerá del grado de exposición y de los resultados de las pruebas
serológicas.

Educación sanitaria de forma individualizada e información acerca de los


agentes causales, mecanismos de transmisión y medidas preventivas.

Por otra parte, se debe tener en cuenta, y así se pone de manifiesto en la NTP
(Nota técnica de prevención) n.º 249, del INSHT, sobre el SIDA: repercusiones
en el ambiente laboral, que el sector sanitario es uno de los ámbitos de
especial riesgo para contraer dicha enfermedad. Esta Nota Técnica contempla
diferentes medidas básicas de prevención, que se agrupan fundamentalmente
en la esterilización y desinfección.

De la misma forma, la NTP n.° 398: Patógenos transmitidos por la sangre: un


riesgo laboral, contempla como colectivos laborales con riesgo de
contaminación por patógenos transmitidos por la sangre, a los profesionales de
la salud y a los trabajadores que realizan su actividad laboral en la las
instituciones de la red sanitaria.

4. Exposición laboral a los patógenos transmitidos por la


sangre
La Nota Técnica de Prevención NTP 398, (actualizado en el NTP 838) editada
por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, sobre el riesgo
laboral que suponen los patógenos transmitidos por sangre, describe las
principales medidas de prevención para proteger a los trabajadores frente a la
exposición de microorganismos patógenos transmitidos por la sangre.

La exposición laboral a los patógenos transmitidos por la sangre (transmisión


hemática) puede ocurrir de diversas formas. El mecanismo de transmisión mas
frecuente es la inoculación accidental por pinchazos con agujas o bisturíes
contaminados con sangre de pacientes infectados, pero esta no es la única
forma de transmisión, ya que también puede efectuarse mediante salpicaduras
de sangre a los ojos, en partes de la piel donde existan pequeños cortes o
abrasiones y por contacto con las prendas o equipos contaminados con sangre
fresca.

20 de 36
El riesgo de transmisión profesional durante el cuidado de personas con una
afección muy grave pero poco frecuente como la infección por VIH (virus de la
inmunodeficiencia humana, causante del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida, SIDA), ha comportado una movilización mas importante que la que
habían suscitado los riesgos ligados al virus de la hepatitis B (VHB), mucho
más frecuentes y colectivamente mas graves en términos de morbilidad y de
mortalidad para las profesiones dedicadas al cuidado de enfermos.
Actualmente existe también mucha preocupación en el ámbito sanitario para la
protección frente al virus de la hepatitis C (VHC).

Entre los colectivos laborales de riesgo que señala la Nota Técnica de


Prevención, se encuentra el de Celadores por estar dentro de los profesionales
y trabajadores que realizan su actividad laboral en las instituciones de la red
sanitaria.

4.1. Principios para prevenir la exposición a infecciones de


transmisión hemática
En EEUU, la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA), que
es la agencia federal encargada de asuntos de seguridad y salud, ha elaborado
un reglamento que prescribe las medidas de seguridad para prevenir la
exposición frente a estos patógenos y reducir el riesgo de la exposición
ocupacional.

Este reglamento, que fue publicado en el "Federal Register" el 6 de diciembre


de 1991, define claramente la exposición profesional y clasifica en dos grupos a
los trabajadores; en el primer grupo se incluyen colectivos de riesgo donde
todos los trabajadores sufren exposición y en el segundo grupo se incluyen
colectivos donde solo determinados trabajadores sufren exposición.

El reglamento también especifica que es el empresario quien debe


proporcionar, a los trabajadores con riesgo, la vacunación y posterior
seguimiento médico de forma gratuita, equipos de protección e información y
formación sobre las medidas a adoptar para una protección adecuada.

Por otro lado, en Europa, un grupo de expertos internacionales que constituyen


el Viral Hepatitis Prevention Board (VHPB), ha identificado cinco principios
esenciales para cualquier programa destinado a prevenir la exposición a
infecciones de transmisión hemática. Estos principios se exponen a
continuación en forma detallada, ya que coinciden con todos los programas
existentes sobre este tema y están en línea con la legislación en materia de
salud y seguridad laboral en la mayoría de países europeos.

1. Identificar el riesgo

Las actividades de riesgo laboral son aquellas que comportan la exposición a


sangre y otros fluidos corporales potencialmente infecciosos. Las empresas
tienen la obligación de valorar la situación de riesgo de todos los trabajadores.

El VHPB señala, por otro lado, que el riesgo debería basarse no en la


cualificación profesional o la ubicación del puesto de trabajo sino directamente

21 de 36
en el grado de exposición física a los fluidos biológicos reflejados en la
siguiente tabla. Ello implica que deben considerarse como factores de riesgo
los diferentes fluidos mencionados y no solamente la sangre.

2. Mejorar los procedimientos de trabajo

Implantar métodos de trabajo seguros, formar a los trabajadores sobre los


mismos y notificar las exposiciones accidentales, son medidas que pueden
contribuir sustancialmente a reducir el riesgo de exposici6n a estos patógenos.

3. Aislar el material potencialmente infectado


El material potencialmente infectado, debe ser siempre identificado,
manipulado y eliminado adecuadamente.

4. Proteger a las personas


Las prendas y los equipos de protección en general son elementos
indispensables para prevenir de la exposición frente a estos patógenos de
transmisión hemática. La vacunación es también esencial para proteger a los
trabajadores en aquellos casos en que está disponible, como por ejemplo,
frente al virus de la hepatitis B.

5. Supervisar el cumplimiento
Es indispensable la existencia de una persona competente que sea
responsable de garantizar técnicamente la puesta en práctica de las políticas
de prevención de la exposición. Las empresas deben facilitar los recursos
necesarios para permitir una supervisión adecuada, por ejemplo mediante la
instauración de un inspector de bioseguridad integrado en el Servicio de
Prevención.

4.2. Profilaxis preexposicion


Como ejemplo de medidas de profilaxis se referencian a continuación las
recomendaciones de los Centers for Disease Control (CDC) de los EE UU. Su
filosofía de actuación se basa en que todo paciente que está siendo tratado es
potencialmente infeccioso hasta que no se demuestre lo contrario. Estas
medidas son aplicables para cualquiera de los patógenos transmisibles a través
de la sangre.

22 de 36
Las medidas propuestas son las siguientes:
1. Todos los trabajadores sanitarios deben utilizar medios de protección en
forma de barrera para evitar la exposición de la piel y de as mucosas a
la sangre y a los distintos fluidos corporales de los pacientes. Deben
usarse guantes para tocar cualquier fluido corporal, para tocar cualquier
instrumental manchado o para efectuar cualquier tipo de punción. Si hay
peligro de salpicadura de sangre o de algún fluido biológico, se utilizara
protector facial, o mascarilla y gafas protectoras y delantal o bata.

2. Hay que tomar las precauciones necesarias para evitar lesiones


provocadas por agujas, bisturíes y objetos cortantes. Nunca se deben
reencauchar las agujas ni retirarlas de las jeringas desechables. Los
objetos cortantes y punzantes, una vez utilizados, deben colocarse en
un envase resistente a los pinchazos, próximo al área de trabajo, para
posteriormente ser eliminados.

3. Aunque no se ha comprobado que la saliva sea una vía de transmisión


de ciertos virus, se dispondrá, en las zonas de posible uso, de los
elementos necesarios para proteger del contagio por si hubiera que
realizar una reanimación boca a boca.

4. Los sanitarios que tengan lesiones cutáneas exudativas o serosas,


deben evitar cualquier contacto directo con el paciente hasta que las
heridas estén completamente curadas.

La adopción de estas precauciones universales, permite minimizar los riesgos


de exposición de los trabajadores sanitarios a los líquidos biológicos.

4.3. Conducta a seguir ante un accidente laboral con exposición a


sangre y fluidos corporales contaminados
Ante un accidente laboral con riesgo de exposición a sangre o fluidos
corporales contaminados deberán aplicarse una serie de acciones con el orden
siguiente:

1. Limpieza de la herida
Inmediatamente después de producirse el contacto accidental con sangre u
otros fluidos hay que quitarse los guantes y lavarse cuidadosamente la herida
con antisépticos como los Yodóforos (p. ej., Povidona iodada) que son activos
frente a bacterias, micobacterias, virus lipídicos y no lipídicos, así como frente a
esporas. En personas alérgicas al iodo se puede emplear la cloramina.

2. Comunicación al Servicio de Prevención (Medicina Preventiva)


Además de comunicarlo inmediatamente como incidencia al responsable de la
planta de hospitalización (supervisora de enfermería), todo accidente
relacionado con sangre y sus derivados debe ser comunicado al Servicio de
Prevención e inmediatamente se realizara una ficha epidemiológica para
conocer los datos relacionados con el accidente (nombre, edad, sexo,
categoría del accidente, hora en que ocurrió, mecanismo de producción,
localización y naturaleza de la lesión, etc.).

23 de 36
3. Estado inmunológico del individuo accidentado
Cuando pueda identificarse la fuente, previo consentimiento y tras haber sido
informado, se procederá a extracción sanguínea para determinar los
anticuerpos frente al antígeno del núcleo o core (AntiHB – core) total, frente al
VHC y los anticuerpos frente at VIH. Seguían sea la naturaleza de la "fuente"
se procederá a la quimioprofilaxis y seguimiento adecuado a cada caso

5. Riesgos derivados de la manipulación manual de cargas


Como regla general es preferible manipular las cargas cerca del cuerpo, a una
altura comprendida entre la altura de los codos y los nudillos, ya que de este
modo disminuye la tensión en la zona lumbar.

Si las cargas que deben ser manipuladas están situadas en el suelo o cerca del
mismo, se utilizaran las técnicas de manejo de cargas que permitan utilizar los
músculos de las piernas más que los de la espalda.

A continuación expondremos el procedimiento general para el levantamiento de


cargas en situaciones normales; cuando manipulemos objetos especiales como
barriles o cuando levantemos enfermos u otro, deberemos desarrollar técnicas
específicas.

Planificación del levantamiento

Seguir las indicaciones indicadas en el embalaje acerca de los posibles


riesgos de la carga, como centro de gravedad inestable, líquidos en su
interior o materiales peligrosos.

Si no aparecen indicaciones, observar bien la carga: su tamaño, posible


peso, zonas de agarre, puntos peligrosos... probar a alzar un lado para
tener una cierta idea de su peso.

Si el peso fuera excesivo buscar ayuda si es que no pueden usarse


medios mecánicos.

Usar el equipo y calzado apropiado.

Colocación de los pies

Separar los pies para adquirir una postura estable y equilibrada para el
levantamiento colocando un pie más adelantado que el otro en la dirección del
movimiento.

Postura de levantamiento
Doblar las piernas manteniendo la espalda recta y el mentón metido. No
flexionar demasiado las rodillas.
No girar el tronco ni adoptar posturas forzadas.

24 de 36
Agarre firme
Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos, mantener la carga
pegada al cuerpo. El mejor agarre es probablemente el agarre de gancho,
aunque esto depende de cada trabajador, lo importante es que sea seguro.

Cuando se deba cambiar el agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga


en alguna superficie, con mucha atención ya que ello puede crear situaciones
de peligro.

Levantamiento suave
Alzarse con suavidad, por extensión de las piernas, manteniendo la espalda
derecha. No dar tirones a la carga ni moverla bruscamente.

Evitación de giros
No realizar giros, es preferible mover los pies para colocarse en la posición
adecuada.

Carga pegada al cuerpo


Mantenerla pegada al cuerpo durante todo el proceso de levantamiento.

Deposición de la carga
Si el levantamiento es desde el suelo hasta una postura importante de
altura, por ejemplo la altura de los hombros o incluso más, apoyar la
carga a medio camino para poder cambiar el agarre.

Depositar la carga y después ajustar su posición, si fuera necesario.

Realizar levantamientos con paradas durante el mismo.

25 de 36
6. Riesgos psicosociales. La carga mental en el trabajo
hospitalario
La Nota Técnica de Prevención NTP 275 editada por el Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo hace un estudio de la carga mental come
riesgo inherente al desempeño de tareas en el trabajo hospitalario.

26 de 36
A pesar de que es sabido y reconocido que el trabajo hospitalario es fuente de
estrés y carga mental, es difícil contar con instrumentos que permitan prever
cuando una situación de trabajo es susceptible de originar en los trabajadores
estados de estrés o fatiga mental. En esta nota técnica de prevención se
presenta una guía de factores, así come sus indicadores, para la valoración
subjetiva de la carga mental en trabajo hospitalario. El objetivo de tal método es
poder determinar "a priori” que factores presentes en una situación
determinada de trabajo deben modificarse para evitar consecuencias
patológicas sobre la salud de los trabajadores.

6.1. Carga mental: Concepto y valoración


La carga mental o cognitiva responde según Szekely a "un estado de
movilización general del operador humano como resultado del cumplimiento de
una tarea que exige el tratamiento de información” La carga mental refleja el
coste humano de este tipo de trabajo.

La carga mental se refiere, según esta definición, al grado de procesamiento de


información que realiza una persona para desarrollar su tarea. Cada vez más,
el trabajo, con la aplicación de las nuevas tecnologías, impone al trabajador
elevadas exigencias en sus capacidades de procesar información. El trabajo
implica a menudo la recogida e integración rápida de una serie de
informaciones con el fin de emitir, en cada momento, la respuesta más
adecuada a las exigencias de la tarea. El sistema humano para procesar
información tiene unas capacidades finitas, por lo que las exigencias de la tarea
pueden acercarse mucho e incluso sobrepasar la capacidad individual de
respuesta. Si esta situación se da de manera puntual la persona puede llegar a
adaptarse a ella, pero, si por el contrario, el trabajo exige continuamente un
grado de esfuerzo elevado, puede llegar a una situación de fatiga capaz de
alterar el equilibrio de salud de los individuos. Entendiendo la fatiga como la
disminución de la capacidad física y mental después de realizar un trabajo.

Paralelamente a este concepto de tratamiento de la información como


generador de una situación de carga mental, hay que considerar que, además
de los aspectos que se refieren a la propia tarea, deben tenerse en cuenta
otras variables, de tipo organizativo, que pueden facilitar o por el contrario
dificultar esta tarea. Las características del medio socioprofesional hospitalario
son predominantes en la aparición de la carga mental debida al trabajo: la
organización del trabajo, la creciente complejidad de las técnicas médicas y los
problemas jerárquicos son frecuentemente origen de carga mental para el
personal sanitario. En el trabajo hospitalario interviene además otra variable,
que en este caso hace referencia tanto al trabajo en si como a la organización
del mismo; nos referimos al trabajo nocturno. El hecho de trabajar de noche
tiene una serie de consecuencias sobre el equilibrio de las personas, pudiendo
provocar alteraciones a distintos niveles: físico, psíquico y social.

Para la valoración de todos estos aspectos relacionados con la carga mental


suele partirse de métodos objetivos (demandas de la tarea, resultados de la
tarea, valoración de la fatiga a través de parámetros fisiológicos, frecuencia
critica de fusión Optica...) y subjetivos, basados en la impresión subjetiva de

27 de 36
los trabajadores, sobre su estado de fatiga o sobre los factores que son
susceptibles de desencadenarla.

En la actualidad no se cuenta con una medida única objetiva para la valoración


de la carga mental, por lo que normalmente estos métodos suelen ir
acompañados de una valoración subjetiva.

Dada la complejidad del concepto de carga mental es poco probable que una
sola medida nos de información fiable sobre el problema y que, además, sea
aplicable a todas las situaciones de trabajo. Por ello, y a pesar de los avances
que se están realizando para desarrollar métodos objetivos, en la actualidad es
imprescindible recurrir a la estimación directa de los propios interesados. La
valoración subjetiva es la más utilizada para la evaluación de la carga mental
de trabajo.

Uno de los principales obstáculos que se plantean es el método a utilizar pues


en cada caso debe adaptarse a las características propias de la tarea y al
entorno, especialmente de tipo organizativo, en que esta se realiza.

6.2. Factores de carga mental en el trabajo hospitalario

A) Factores de la tarea
El trabajo hospitalario supone la aplicación de unos conocimientos científicos y
técnicos, en unas condiciones que pueden conducir a situaciones de
sobrecarga y, consecuentemente, a alteraciones patológicas. En este caso la
carga mental viene determinada por la necesidad de dar respuesta inmediata a
informaciones complejas, numerosas y constantemente diferentes. No es
necesario resaltar la complejidad de los datos médicos, es suficiente resaltar la
complejidad de los conocimientos que entran en juego, y el hecho de que cada
uno no tiene sentido por si solo, sino en relación al conjunto de datos. El
desarrollo de la tarea en este sector de actividad implica el mantenimiento
constante de un nivel de atención bastante elevado.

La información, además, es fluctuante: cada enfermo sigue un proceso de


evolución distinto, por lo que la interpretación de variables debe adaptase en
cada caso. Consecuentemente, lo mismo ocurre con las decisiones: no se
puede tener un patrón de respuesta pues en cada caso, según las
circunstancias individuales, deberá seguirse un tratamiento u otro.

Por otra parte, si consideramos como factor interviniente en la aparición de la


carga mental las consecuencias de las decisiones que se toman, y por tanto de
los posibles errores, es evidente que en el trabajo hospitalario esta variable
interviene de manera decisiva por la responsabilidad que los trabajadores
tienen sobre la salud de los enfermos.

A este proceso de tratamiento de información se añaden otros factores que, si


bien no son generadores directos de carga mental, si inciden en su desarrollo:

28 de 36
Existencia de situaciones de incertidumbre: a menudo la información
de la que se dispone no es suficiente para decidir qué acción debe
emprenderse.

Existencia de presiones temporales: la evolución de los enfermos


exige tener que decidir, en un momento dado, entre varias posibilidades
lo que supone una toma de decisión rápida.

El tipo de pacientes que se tratan: por un lado podemos considerar la


autonomía de los enfermos, considerada esta como el grado de
dependencia de los demás.

La gravedad de los enfermos, relacionada con la edad de los


mismos: no es lo mismo tratar a enfermos crónicos o terminales que a
enfermos de menor gravedad, y además si los primeros son jóvenes la
carga de trabajo es mayor.

El trato con pacientes y familiares: supone un trabajo de atención al


público, en el que a menudo se reciben agresiones de tipo verbal
llegándose en ocasiones a la agresión física.

A todo ello hay que añadir, además, la creciente aplicación de las nuevas
tecnologías, que pueden imponer graves exigencias a la capacidad humana
para procesar la información. Estas tecnologías implican a menudo la recogida
e integración rápida de información y las demandas pueden acercarse mucho e
incluso sobrepasar la capacidad de respuesta del trabajador.

Merece especial atención, a este respecto, el trabajo en unidades de vigilancia


intensiva, que algunos autores comparan con las salas de control industrial en
cuanto a la complejidad de la información a tratar, pues en ambos casos debe
interpretarse a partir de una serie de señales o códigos que llegan a través de
los monitores.

29 de 36
B) Factores de la organización
Los factores que hacen referencia a la organización pueden considerarse
desde un doble punto de vista: por una parte la coordinación y la distribución de
las actividades condiciona la transmisión eficaz de las informaciones
necesarias para el desarrollo del trabajo; bajo este aspecto es necesario
considerar los sistemas de transmisión de información entre estamentos
profesionales, en el cambio de turno y en la coordinación con otros servicios.

Por otra parte, los factores de organización están estrechamente relacionados


con el concepto de satisfacción en el trabajo: las personas tenemos una serie
de necesidades y motivaciones que el trabajo debe ser capaz de satisfacer, por
lo menos en parte (pertinencia a un grupo, reconocimiento, seguridad en el
empleo...); cuando esto no ocurre podemos considerar que la situación de
trabajo es potencialmente nociva para el trabajador. Por ello, es importante
identificar el máximo número de factores presentes en una determinada
situación de trabajo, y valorar hasta qué punto pueden contribuir a la
satisfacción personal o, por el contrario, son susceptibles de influir
negativamente en la salud de los trabajadores.

El tratamiento de la información que se lleva a cabo en el trabajo hospitalario


es en si complejo, como hemos visto hasta ahora. Pero afecta también a la
organización del trabajo, pues se efectúa alrededor de muchas personas que
incluyen distintas unidades de trabajo (radiología, laboratorio, salas de
hospitalización, servicios administrativos...) así como los distintos turnos de
trabajo.

Un aspecto importante a valorar es la fluidez de las comunicaciones que se


establecen en ambos casos así como la funcionalidad de los circuitos de
comunicación, pues si estos no son los adecuados pueden existir importantes
lagunas de información que dificulten la toma de decisiones y que pueden
provocar situaciones de incertidumbre.

A menudo, además, el trabajo se ve interrumpido por interferencias con otro


tipo de tareas (atender el teléfono, tareas de hostelería, trámites
administrativos...) lo que rompe el ritmo habitual de trabajo y obliga a un
esfuerzo mayor al tener que reemprenderlo continuamente.

Otro factor muy importante relativo a la organización del trabajo es la


participación de los trabajadores en la toma de decisiones sobre aspectos
relacionados con su trabajo (adquisición de material, métodos de trabajo..)
pues influye tanto en la capacidad de autonomía personal, y por tanto en el
desarrollo personal de cada individuo, como en la consideración y valoración
de la propia persona.

En la actualidad este aspecto cobra especial importancia, pues a menudo se


introducen nuevas tecnologías, que afectan tanto al trabajo en sí mismo como
a la organización del mismo, por lo que es imprescindible que se realice
mediante una previa formación e información del personal afectado por el
cambio.

30 de 36
C) El horario de trabajo
El trabajo hospitalario implica un servicio ininterrumpido, durante las 24 horas
del día y todos los días del año, con la obvia existencia de trabajo a turnos y
nocturno. Las repercusiones que este tipo de organización del tiempo de
trabajo puede tener sobre la salud de las personas merecen especial atención.
Dichas consecuencias se refieren principalmente a tres tipos de factores.

Modificación de los ritmos circadianos


La actividad fisiológica del organismo está sometida a una serie de ciclos
establecidos. Algunos de estos ciclos cumplen un ritmo de alrededor de 24
horas, son los llamados ritmos circadianos, que siguen unos ciclos de
activación y desactivación que se corresponden con los estados naturales de
vigilia y sueño. Como ejemplo de estos podemos citar la secreción de
adrenalina, frecuencia cardiaca, presión sanguínea, la capacidad respiratoria,
temperatura, etc.

Los factores externos, como los hábitos sociales y la alternancia luz/oscuridad,


actúan como sincronizadores de estos ritmos, pero su influencia es tal que, si
se modifican, se alteran asimismo los ritmos biológicos dando lugar a
alteraciones fisiológicas.

El trabajo a turnos comporta una contradicción entre los diversos


sincronizadores sociales y el organismo, lo que da lugar a la llamada
"patología de la turnicidad", que se caracteriza por astenia, nerviosismo y
dispepsia.

Alteraciones del sueño


Durante el sueño se dan cinco fases, que se distinguen por su actividad
cerebral: sueño ligero (fases 1 y 2), sueño profundo de ondas lentas (fases 3 y
4) y sueno paradójico de ondas rápidas (fase 5). Se estima que la duración
relativa de las diversas fases reviste menor importancia que la duración global
del sueño que permita una sucesión equilibrada de las distintas fases. En los
trabajadores nocturnos la última fase del sueño se ve alterada, o simplemente
no se llega a conseguir, con lo que el sueño no consigue su objetivo de
recuperación de la fatiga.

Por otra parte hay que considerar que las condiciones ambientales que se dan
durante el día, luz, ruido.... dificultan mas la posibilidad de un sueño reparador.

Estas alteraciones del sueño tienen repercusiones directas sobre la salud,


dando lugar a situaciones de estrés (conjunto de reacciones fisiológicas y
psicológicas que experimenta el organismo cuando se le somete a fuertes
demandas) y fatiga crónica, que se traducen normalmente en alteraciones del
sistema nervioso y digestivo.

Repercusiones sobre la vida familiar y social


La sociedad está organizada para un horario "normal" de trabajo. El trabajo a
turnos dificulta las relaciones tanto a nivel familiar como social, por una falta de
sincronización con los demás y por las dificultades de organización debido a los

31 de 36
continuos cambios que produce la alternancia de horarios creando problemas
de índole psicosocial.

7. Ergonomía: métodos de movilización de enfermos e


incapacitados
La Ergonomía se puede definir como el desarrollo aplicado de la fisiología y
de la psicología del trabajo. En otros términos, puede definirse como la
ciencia de la adaptación del trabajo al hombre.

Como consecuencia de la actividad laboral son muchas las posturas que


adoptan los trabajadores que pueden lesionar algunas estructuras orgánicas
con el paso del tiempo, de ahí que sea necesario corregir y trabajar el diseño
del mobiliario y de otros materiales que eviten o amortigüen esos efectos.

En general, se trata de posturas forzadas que ponen alguna región o parte


corporal en una disposición antianatómica, o bien por vibraciones, presión u
otros agentes físicos que van causando lentamente microtraumatismos.

La ergonomía tiene actualmente carácter interdisciplinar, ya que se nutre de


diversos campos del saber científico: ciencias biomédicas, ingeniería,
psicología, sociología, matemáticas, física, economía, mecánica, etc.

Tanto es así que:


La anatomía a través de la antropometría contribuye al estudio de las
medidas del cuerpo humano.

La fisiología se ocupa del estudio fisiológico de los sentidos aplicado a la


ergonomía.

La mecánica facilita el estudio de la aplicación de las fuerzas humanas al


desarrollo de la actividad laboral.

La psicología interviene en cuanto que analiza la conducta humana.

La sociología es la que se ocupa del estudio de las colectividades


humanas.

Las matemáticas permiten el cálculo de los valores necesarios.

La física en cuanto que aporta las leyes o principios que rigen


determinados fenómenos, etc.

7.1. Campos de actuación de la Ergonomía

Según sea el campo de actuación de la Ergonomía se puede clasificar en:

1. Ergonomía geométrica: se ocupa del estudio de la relación entre el ser


humano y las condiciones métricas de su puesto de trabajo en lo relativo
a su comodidad y confort estático, tanto en posiciones de pie como

32 de 36
sentado, pie-sentado, etc. Su finalidad es conseguir que las
dependencias, despachos, habitaciones, mesas y sillas, mandos para la
manipulación de instrumentos, etc., tengan un diseño y disposición que
garanticen la seguridad del trabajador, eviten esfuerzos superfluos,
eviten la fatiga muscular, psicológica, etc.

2. Ergonomía ambiental: establece la relación entre la persona


(trabajador) y las condiciones medioambientales. Se trata de prevenir la
aparición de enfermedades profesionales y conseguir el máximo
bienestar posible para el trabajador. Se cuidan de manera especial las
condiciones del medio donde se trabaja para garantizar el mayor confort
posible y sensación de bienestar. Es necesario para ello cuidar la
temperatura, grado de humedad, sonoridad del ambiente, luz, presión
atmosférica en caso de aire acondicionado, característica de la pintura
existente en paredes, decoración, etc.

3. Ergonomía temporal: se ocupa sobre todo de estudiar la relación entre


la fatiga producida en el trabajo y el tiempo dedicado al descanso. Tiene
importancia para facilitar el descanso y evitar la fatiga física y
psicológica, una distribución de las horas laborales semanales en
jornadas con horarios limitados y descansos intermedios que eviten la
fatiga. Surge así la necesidad de estudiar, en función de las
características del trabajo desarrollado (físico, intelectual, intensidad,
biorritmos, etc.), el tipo de jornada laboral: jornada partida, continua, a
turnos, etc.

7.2. Ergonomía del puesto de trabajo


A la hora de planificar y diseñar un puesto de trabajo, no se tiene en cuenta a
las personas, ya que estas son diferentes unas de otras.

Igualmente ocurre cuando se diseña un aparato, es decir, hay un mayor interés


por las cualidades técnicas de ese aparato que por las características propias
de la persona que va a utilizarlo.

Cada vez que realicemos un estudio ergonómico de un puesto de trabajo


tendremos en cuenta las características de la persona: peso, talla, edad, sexo,
nivel cultural, capacidad de adaptación, resistencia física, etc.

Al hacer un estudio ergonométrico de un puesto de trabajo, se intenta que la


persona desarrolle el máximo trabajo, evitando la pérdida de tiempo por
desadaptación al medio y sobre todo los posibles problemas físicos que
puedan desencadenar. Entre estos problemas físicos, destacan las lesiones de
la extremidad superior producidas por:

Movimientos repetidos de la mano y muñeca.

Tareas habituales que requieren el empleo de gran fuerza con las


manos.

33 de 36
Tareas que precisen posiciones o movimientos forzados de la mano
(hiperflexión o hiperextensión).

Uso regular y continuado de herramientas de mano vibrátiles.

Presión sobre la muñeca o sobre la palma de la mano de forma


frecuente o prolongada.

Realización de movimientos de pinzas con los dedos de forma repetida.

Entre las patologías más frecuentes de la extremidad superior se encuentran:

Síndrome del tune! carpiano: este síndrome se produce por la


compresión del nervio mediano a su paso por el túnel del carpo. Las
manifestaciones clínicas mas comunes en este síndrome son:
hinchazón, hormigueo y entumecimiento en la mano afectada.

El Síndrome del túnel carpiano es una condición común que ocurre en el


2,7% de la población en general. Es más común en mujeres que en
hombres, y el promedio de edad de las personas es de 40-50 años.

Tendinitis: se produce por esfuerzos repetidos con la muñeca.

Lumbalgia: la lumbalgia es un dolor que se localiza en la región inferior


de la espalda. En esta parte se encuentra la zona lumbar, que contiene
cinco vertebras (LI, L2, L3, L4 y L5) Estas vertebras son las que tienen
mayores dimensiones y soportan mayor peso. Las posturas laborales
que pueden producir lumbalgia son:
Realización de trabajos forzados con el tronco inclinado.
Levantamiento y manejo de artículos pesados.
Trabajos al aire libre condicionados por los cambios climáticos.
Largos periodos de tiempo de pie.
Largos periodos de tiempo sentados.
Uso de vehículos y maquinarias que producen vibraciones.

Para prevenir las lumbalgias hay que tener en cuenta que se debe actuar
ergonómicamente sobre el puesto de trabajo realizando un diseño de tareas y
actividades. También es importante el use de ropa holgada, no usar tacones,
etc., en definitiva, pensar en la propia salud cada vez que se realiza un trabajo.

Para prevenir las lumbalgias, hay que tener en cuenta:

a) Características de la carga

La manipulación de una carga puede presentar un riesgo, en particular


dorsolumbar, en los casos siguientes:
Cuando la carga es demasiado pesada o demasiado grande.

Cuando es voluminosa o difícil de sujetar.

34 de 36
Cuando está en equilibrio inestable o su contenido corre el riesgo de
desplazarse.

Cuando está colocada de tal modo que debe sostenerse o manipularse a


distancia del tronco o con torsión o inclinación del mismo.

Cuando la carga, debido a su aspecto exterior o a su consistencia,


puede ocasionar lesiones at trabajador, en particular en caso de golpe.

b) Esfuerzo físico necesario

Un esfuerzo físico puede entrañar un riesgo, en particular dorsolumbar, en los


casos siguientes:

Cuando es demasiado importante.

Cuando no puede realizarse más que por un movimiento de torsión o de


flexión del tronco.

Cuando puede acarrear un movimiento brusco de la carga.

Cuando se realiza mientras el cuerpo está en posición inestable.

Cuando se trate de alzar o descender la carga con necesidad de


modificar el agarre.

c) Características del medio de trabajo

Las características del medio de trabajo pueden aumentar el riesgo, en


particular dorsolumbar, en los casos siguientes:

Cuando el espacio libre, especialmente vertical, resulta insuficiente para


el ejercicio de la actividad de que se trate.

Cuando el suelo es irregular y, por tanto, puede dar lugar a tropiezos o


bien es resbaladizo para el calzado que lleve el trabajador.

Cuando la situación o el medio de trabajo no permite al trabajador la


manipulación manual de cargas a una altura segura y en una postura
correcta.

Cuando el suelo o el piano de trabajo presentan desniveles que implican


la manipulación de la carga en niveles diferentes.

Cuando el suelo o el punto de apoyo son inestables.

Cuando la temperatura, humedad o circulación del aire son inadecuadas.

Cuando la iluminación no sea adecuada.

35 de 36
Cuando exista exposición a vibraciones.

d) Exigencias de la actividad

La actividad puede entrañar riesgo, en particular dorsolumbar, cuando implique


una o varias de las exigencias siguientes:

Esfuerzos físicos demasiado frecuentes o prolongados en los que


intervenga en particular la columna vertebral.

Periodo insuficiente de reposo fisiológico o de recuperación.

Distancias demasiado grandes de elevación, descenso o transporte.

Ritmo impuesto por un proceso que el trabajador no pueda modular.

e) Factores individuales de riesgo

Constituyen factores individuales de riesgo:

La falta de aptitud física para realizar las tareas en cuestión.

La inadecuación de las ropas, el calzado u otros efectos personales que


lleve el trabajador.

La insuficiencia o inadaptación de los conocimientos o de la formación.

La existencia previa de patología dorsolumbar.

36 de 36

También podría gustarte