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La coleccién “ESTUDIOS ALEMANES" presenta al mundo de habla espafiola jas obras de ensayistes y filésofes alemanes que han sjercido una poderosa influencia, ‘Sobre el pensamiento contemporanec. TITULOS PUBLICADOS DOLE STERNBERGER: Fundamento y abi GUSTAV WETTER: Hombre y mundo er JORGEN HABERMAS: Teoria y Praxis. LUDWIG: BEUTIN, Surores Vari HURICH KLOG: Enceyos THEOCOR W. ADOSNG HALTER BENJAMIN: Ensayos.escogides, HERBERT MARCO! HELMUT SCHELSKY: ¥ros 39908, EUPIRT SCHREIBER: Légica del Derecho. FEIEORIGH GaORG JUNGER: Perfection y fracaso de del Poder (3: Orientaciones sociolégi ‘ON KEWPSKI: Ds ercayos, ALEXANDE! ALEXANDER ICH KAMBARTEL: Experiencia y estructura, JANOSKA-BENDL: Max Weber y ia sociologia de 1a historia, + HANS FREYER: Teoria del espi HEINRICH SCHOLZ: 2Qué es WALTER BIEMEL: An: Distribuidores =xclusivos: Editorial Sudarievicana SA. Humberto 1° 545 - Buenos Aires ia flosofia comunista, Tlustracién seciolégica y otros ensayos Niklas Lulunan ) sociolguixa Tustrac’ otros ensayos sai ion : i Buenos Aires ESTUDIOS ALEMANES Colecci6n dirigida por Victoria Ocampo, Hans Bayer, Ernesto Ganzén Vauots, Rarasy Guriinrez Gmarpor, Gzo T. Mary y H. A. Murena Tlustracién sociolégica y otros ensayos Niklas Luhmann Version castellana de HA. MURENA Buenos Aires ‘Titulo del original en alemén, SOZIOLOGISCHE AUFKLARUNG © 1970 by Westdeutscher Verlag GmbH, Opladen © 1978 by Editorial SUR, 8.A., Buenos Aires Printed in Argentina Impreso en Argentina Queda hecho el depésito dispuesto por la ley 11.723, Esta edicién de 2.000 ejemplares ‘se termin6 de imprimir el 14 de diciembre de 1973 en el Establecimiento Gréfico de D. Libonatt Piedras 154, Buenos Aires, PROLOGO En lo que ataite a la aplicacién prictica y a la consolidacin tedrica, la sociologia mira hacia un futuro abierto y, en gran medida, incierto. A cada una de sus disciplinas les falta la seguridad que proporciona sentirse imiento duradero. Esto rige para la pero en particular para las refle- ‘cas. En esta situacién, renunciar a xiones puramente una teoria sintética seria funesto, pero es aconsejable hacer, por lo menos en principio, um posquefo de eardcter provisional de esta teoria. Hace ya varios afios, se me ocurrié que para tal fin los articulos en revistas consti- tuian la forma adecuada de informacién. Sin embargo, el ntimero y la dispersién de tales articulos dificultan el acceso, ia orientacién, el control y la critica. Esta coleccién se propone salvar la deficiencia seRalada. Con este propésito se prescindié de una reelaboracién de los articulos ya impresos. De este modo las interferen- cias y también las irregularidades en la formulacién podrian ser evitadas en un nuevo bosquejo. No obstante, era necesario y ldgico-hacer una seleccién y de allf surgio | sugerencia de escribir dos nuevos ensayos para redon- dear. Escogt algunas contribuciones sobre sociologia tedrica general y sobre la teoria de la sociedad y sus sistemas pareiales primarios. Desde este punto de vista fue necesario redactar de nuevo una contribucién sobre la teoria de la sociedad, dado que las ideas ye publicadas sobre este tema estaban demasiado impregnadas del correspondiente evento de la publicacién. Ademds, me peréeid que valia la pena repasar la concepcion tedrica, esbozada en sus principios, también para el caso del sistema social de la economia. En cambio, se descartaron los trabajos de una temdtica especial, a saber, los relativos a sociologia del derecho, a ciencia de la administracion, a 8 NIKLAS LUHMANN: nueva interpretacién de temas cldsicos de la teoria politica, La compilacién de estos ensayos hard resaltar de manera mds evidente ciertos defectos del instrumental analitico empleado. Ellos residen en parte en las dificulta- des de la verificacién empirica y en parte en una “sobrecarga” de los conceptos basicos rectores o bien de los términos con los cuales son explicados de una manera mds 0 menos casual, a saber, los conceptos de sistema, limite, probl it » sentido, complejidad, con- tingencia, sel ridad, mo de todas las formulacio- nes que —explicita o implicitamente— implican la idea de posibilidades. En consecuencia, quien se ponga en un nivel absoluto de exigencia en cuanto a verificacién empirica 0 consistencia conceptual podré juzgar répida- mente. Respecto a otros lectores nos preguntamos si el resultado de interpretaciGn logrado aleanza para estimular @ seguir trabajando en la investigacién empirica y en la aclaracién de conceptos basicos. Bielefeld, Diciembre de 1969 NIKLAS LUHMANN FUNCION ¥Y CAUSALIDAD En las ciencias sociales el método funcionalista es considerado como ~un—método~ ae otros, como” icular de formar conceptos. efron planteado- él problema pirica medida en que pueden ser controladas las afirmaciones del andlisis funcional. e ‘Tal empleo del método funcional como método especial de las ciencias sociales limitadamente logico y limitadamente exitoso ha sido cuestionado recientemente Por Kingsley Davis.! . . Sus criticas apuntan hacia la autonomfa del método funcionalista. Las dificultades metodolégicas en las que se halla actualmente el funcionalismo son presentadas por Davis en parte como innecesarias y en parte como problemas generales de la sociologia y de la antropologia social.’E] funcionalismo_habria tenido su origen en la | Tucha contra las explicaciones catisales unilaterales, contra | el empirismo positivist yet historisino evolucionista, En el estadio més maduro dela -ctericia social actual seria | superfluo. \ a Por fascinante que pueda resultar la idea de una ciencia social funcional unitaria, ésta no se plantea como unificacién de las ciencias sociales, sino s6lo como critica 1 “The Myth Functional Analysis as a Special Method in Socio- logy and Anthropology" on: Americot Socbogtal Review 24 (1959), pes. 757-772, a0 NIKLAS LUHMANN al método funcionalista. De tal manera, dicha perspectiva de una ciencia social unitaria en cuanto al método es destruida al mismo tiempo que se la plantea. ,Debemos conformarnos con ello? La situacion especial del método funcionalista —y asi también la critica de Davis— tiene su punto especifico en determinadas suposiciones sobre la relacién del funciona- lismo y la investigacién causal. Sin suposiciones raras veces fuero con el tema de las especulaciones metodologicas. Y cuando asi ocurrié, se lo hizo segin la antigua antinomia entre causalidad teleoldgica y mecinica. La funcién fue definida por conceptos causales. Se planted entonces la a ion_de_una-acci6n, papel o explicar Ia existencia efectiva de éstos ; mente, la res tiva, pues, dado que a’ la “relacion causal se le ha dado un sentido de orientaciérr claramente temporal (que Ho-posefapara los. pensadores griegos, ni para los medievales), los efectos de ningun tipo pueden ya explicar la existencia de causas. No necesitamos repetir los famosos argumentos contra las causes finales. La cuestién de si atafien al funcionalismo como método cientifico. Anticiparemos el resultado: atafien en tanto la logica del método funciona- lista permanece dentro de los limites del concepto causal ontoldgico, tradicional, y de este modo es colocada en la alternativa’ de la explicacién teleologica a través de los efectos o de la explicacién mecinica a través de las causas.’Pero no atafien cuando el método funcionalista es determinado en forma auténoma y la relacion funcional ya no es considerada como una clase especial de relacion ‘causal sino que, por el contrari como un caso especial de ap! funcionales. salidad es tomada jon de categorias En expresa oposicién respecto al concepto matematico légico de funcién, las ciencias sociales definen la relacion funcional como una especie de efecto. De esta manera la ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS un subordinan al método de las ciencias causales. Ello ocurre ‘a veces en el empleo inmediato de conceptos teleologicos. La clase especial de efectos es contemplada entonces como fin y las funciones tienen el valor de efectos utiles. Si se busca aclarar estrictamente la idea de fin, se tropieza con dificultades. Puesto que podemos estarnos refiriendo no sdlo a fines sino también a consecuencias no previstas del hacer, que son las que constituyen precisamente los problemas mas importantes de las ciencias sociales. Pero Zqué es un fin y como se diferencia de otras consecuen- cias del hacer? Para tal interrogante no se ha podido hallar una yr ello_las_ciencias sociales, en [a an : sarrollado © 2 Ast por elemplo, Leopold von Wiese/Howard Becker, Syste- ‘York 1982, pag. 111 y sige "an American Bilemma, New York London Radeliffe-Brown, “On the Concept of Function * en: American Anthropologist 37 (1935), pags. jarsons, Zeeaye in Sociological Theory, Pure and . 22 y alge. y The Social System, pag. Emest Nagel, Logic Metaphysice, Glencoe, Ul, 1966, pe. 247 sige Dorothy Emmet, Function, Purpose end Powers, “Reciprocity and Autonomy in Funetional a to Symposium on Sociological ¥, 1959, page, 241-270; Yorke 1940, pags. 48 y sige ‘Theory, Evanston, 111, White Plains, Harry M, Johnson, Sociology, Ne 2 NIKLAS LUHMANN Parsons élabora esta idea de la manera més sistematica. Para él los sistemas son sistemas de accion, cuyos actos dependen_unos de otros _y en_esa_dependencia son wamente invariables respects al medio, es decir re- ivamente independientés de los cambios del medio. 6 ‘fomento de la integra- mo adaptacién de un sistema” aluden a simples Telaciones causales, que en el fondo deben tomarse como afirmaciones del tipo “A influye a B”," surgen muchos interrogantes. ‘Tal descubrimiento lama la atencion sobre las reglas metédicas usuales de Ia ciencia causal: sobre el fin del predecix y explicar datos empiricos a través del establecimiento de-selaciones invariables entre determina- das causas y determinados efectos y sobre las técnicas teéricas y experimentales necesarias para ello. Esta estricta metodologia de la ciencia causal implica la capacidad de veracidad de los juicios causales. Sin ella las declaraciones causales sobre relaciones entre causas y efectos carecen de toda relevancia cientifica.’De ahi que se justificara que Nagel’ y Hempel confrontaran’ el funcionalismo de las ciencias sociales con estos requisitos metédicos. En esencia, el resultado fue negativo. * Trataremos de desarrollar algunos rasgos fundamenta- les de esta critica. ign Hany C. Bredemeier, “The Methodology of "en: American Sociological Review 20 (1855) pags. 178-180. * Les mismes referencias citadas més arril “Teleological Explanation and Teleological Sys Ratner sion and Action, New Bruns 1953, pi 222; The Of Science, New York 1961, pég. 520 y sigs * “The Logie of Functions) Analysis’ pags. 271-307, = Gross (Editor) op. cit ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 13 Como punto de partida puede servir la evidencia de que noes posible explicar Sit rasTas_causas por sus efeci 7 5 vista ci d a explique la existencia efectiva de dicha accion o permita una’ pI siguiente, ria funcionalista sé-Ve-précisada a calificar de manera mas precisa los ‘efectos con los cuales relaciona sus funciones. Y lo hace mediante una construccién auxiliar a Hamos visto 6 consideracion determinadas clases que solo se toman en pads clases Ahora se hace evidente qué sentido metédico tiene esta calificacion especial de los efectos: debe esclarecer los efectos en base a un fundamento explicativo consistente. jplos mostraran de qué manera se ha intentado 1) La vieja teoria funcionalista referia las explicacio- nes funcionales preferentemente a necesidades y partia de que las tales necesidades, como causa de un acto de satisfaccion, Sé\tornan causalmente eficaces.’ Si se acepta esta equiparacién de necesidad y motivo,® se Nega a una equiparacién de efecto y causa respecto a una accion; de tal manera s¢ cae én Uh circulo tautologico.? En cambio, si sé separa néecesidad y motivo’ surgen los Siamente formelizado cuando se alude a ert funcionales. * Por el contrasio, expresamente, Robert Theory and Social Structure, 24a, ed, Glencoe, I figs Johneon, op. cit pay. 63, 719 sigs 2 * Un argumento que en forms andloga ya se adelantaba propio Malinowsl; cons: Scientific Theory, pag, 170, “© Fata idea es elaborada principalmente por Bredemeier op. cit Merton, Social 1957, pag. 24 ¥ ae NIKLAS LUHMANN, problemas de la compro empirica separada de ambos, de la relacion legitima entre ellos y de la verificacion empirica de tal relacién. Por lo demas, de dicha forma, el concepto de necesidad pierde su valor explicativo causal, De manera anéloga, los conceptos tales como “ten- sion” o “conflicto” inducen también a aceptar motivos de ayuda. Asi pasan esos conceptos al centro de andlisis funcionales que al mismo tiempo pretenden ser explica- ciones causales.'! Se conforma de tal suerte una imagen ifica del mundo, en la cual —por motivos condicionados por los métodos— se halia im| tendencia aparentemente natural a la adaptac - tica y a la solucién descontada del conflicto/En iltima instancia, esto se basa en la suposicién optimista de que los problemas mismos ponen en marcha causas para que se los solucione. , 2) La teoria del equilibrio intenta otra respuesta a este problemia explicativodé—ta~ciencia—causal. Define el concepto—de funciona través de una caracterizacion aproximada de efectos, los cuales son presentados como motivos de explicaciones funcionales: refiere las explica- ciones males exclusivamente a sistemas” qué se mantienen en equilibrio respectora su medio.'*, Hay incontables explicaciones del concepto de equili- brio. La idex fundamental es siempre la de una causalidad latente. En el sistema existen causas queen caso de perturbuciones se tornan activas y hacen que el sistema retome a la estabilidad. Asi, por ejemplo, existen sistemas de fuerzas-mecénicas dispuestas de tal modo que se bloquean mutuamente y, cuando son liberadas por una perturbaci6n, actiian para restablecer el equilibrio. O bien a * Un ejemplo entre muchos: Francis X, Sutton/Seymour E. Harris/Carl Kaysen/James Tobin, The American Business Creda, Cambridge Mass. 1956, remiten la ideologia del hombre de negocios americano al “role strains”, 42 Asf fundamentaimente Talcott Parions/Robert F, Bales/Ed- Fara A. Shile, Working Papers in the Theory of Action, Glencoe, MIL. 1988, ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 18 hay en el organismo vivo dispositivos que entran en una combinacion de causalidad con determinados cambios del ambiente, a fin de mantener constante la temperatura del cuerpo o de cerrar las heridas sangrantes. En sintesis: acta en favor de_la_conservacion_de_determinadas propiedades del organismo_(homeostasis)."? O bien hay sistemas de reaccion que pi eliminacion de un sistema a través de informaciones sobre ciertos datos del jenen_en comin el_h mo solo descansa en la aparicién cusheia, su es regular de determinadas causas necesarias —que consiguen la subsistencia del sistema~ sino tambi transversales causales entre las causas mismas = Tas Consecuencias del cambio de una causa provocan intervencion compensadora de otras. Por consiguiente, estabilidad de tales sistemas se halla Ja por una complej i EF Causales simples: es atribuible-a~ias-retaziones entre determinadas causas y determinade: in emBaTEO, ralaciones solo permiten ser formuladas como leyes cuando el sistema esta determinado, es decir, slo posee una posibilidad de’ i En este sentido la termodinamica y las ciencias emple: en Termin pe | en_conexiones “metédico para_laformulacion de leyes ifesmonte en eon condicion. se pueden siones de un estado del sistema y aplicarlas ' a otros. de tal suerte se puede prever que, dadas determinadas_variaciones, entraran en funcionamiento mecanismos compensadores destinados a mantener cons- tantes los caracteres importantes del sistema. No hay tales sistemas determinantes en el ambito de la vida social. Por "> Cons, Walter B, Cannon, The Wisdom of the Body, New ‘York 1932, sf Nagel, op. cit, (1956), pég. 254 y aigs.; op. cit. (1961) 16 NIKLAS LUHMANN es0, en general, el traslado de la idea del equilibrio a los sistemas sociales no pasa de vagas analogias y metafo. ras? /¥ cuando la idea del equilibrio es introducida como modelo tipico de un ideal sin significacion empiri. co-descriptiva,, su capacidad aclarativa no deja de ser Problematica. El intento de Parsons de vincular la idea del mecanismo reactivo con el concepto de la generaliza- sistema se veria consolidado con independen a las fluctua ne sugiere una relacion aporta una variante digna de ser considerada, (se Parte del hecho de que con esos mecanismos un es. del ImedioyEl concepto de ‘“mecanis- determinadas causas y } determinados efectos. Lo mismo ocurre con el correspon. diente concepto de “'funcion”" de Parsons. Sin embargo, ol concepto de la generalizacién plantea una contradicion, Lo general es inespecifico y, precisamente, resulta estable porque mantiene abiertas Varias posibilidades diferencia, bles empiricamente. Su estabilidad descansa como bien lo formuld en primer término efectos especificos, sino en pos: cion."*# Los mecanismos generalizadores de Parsons, ibrium M Ast, pig. 108. * Cons, 12 Ung ction andlogs formula David Easton, The Poiticl m, New York 1953, pig. 266 y sigs. ains oe ae ‘Model in Social en Bel Principalmente, Parsons y otros, Working Papers, The Social System, pég. 201 y sign; Working Papers 3 Taleott Parsons/Edward A. Shie (Bdltor) Toseras aig. E Genera! Theory of Aetion, Cameroge Man, Gate rewards 31 y si sigs. " De pig. 25 y igence, Sra. ed., Paris 1878, en particular T. 1, ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS: ww como por ejemplo los simbolos, el dinero, el poder, la vivencia del placer, ef, exigen’presumiblemente, si su poteneial de orden debe manifestarse claramenté, una interpretacion ajena a la ci 3) Antes de profundizar en esta cues tercera respuesta que mer busca una salida con el a cidad funcional”."? Parte de la evidencia de que una funcién como tal jamas puede explicar un efecto funci nal. Por eso traslada el problema a un plano superi de la rélacion entre varioxsistemas’Por regla general, efectos-funcionalés no se producen unilateralmente, sin dentro del marco de un intercambio bi o multilateral qu Prove a cada uno de los sistemas participantes (personas, grupos, organizaciones) los efectos necesarios para la subsistencia. 7 Esta_idea_tampoco_soluciona_nuestro_problema:_se | limita_a desplazario. En primer término, estabiece que las | * inécesidades son motivo o que en cada sistema individual hay mecanismos que mantienen el equilibrio y que gobiernan los efectos de intercambio. De tal manera desemboca en las dificultades ya discutidas. Por otro lado, con esta hipétesis, el mantenimiento de los sistemas y la subsistencia de los efectos reciprocos se tornan dependientes del mantenimiento de un sistema superlati- vo, de un “mercado” que regula este intercambi efectos.La)continuidad de este sistema de intercamb' esté asegurada, por lo que no resulta motivo suficiente para suponer que los necesarios efectos individuales seran producidos. Por ello Gouldner se ve obligado a dejar en bajo estzicto rechazo de una interpretacion fun, 18 NIKLAS LUHMANN suspenso precisiones respecto a la medida en que los sistemas participantes viven del intercambio, a la medida en que intervienen “mecanismos compensadores” cuando el intercambio falla y, por idltimo, a si el sistema de intercambio en su totalidad y los sistemas individuales en realidad se perpetuardn.”En consecuencia,(la) relacion, ‘causal del proceso tampoco halla en esta hipOtesis un fundamento explicativo suficiente. , saat La idea basica comtin de todas estas especulaciones era la de que a las teorfas funcionales de las ciencias causales no les resultaba posible establecer relaciones invariables entre determinadas causas y efectos, porque no lograban excluir otras posibilidades. Los efectos funcionales acti- van la existencia de un sistema no en el sentido de la seguridad ontolégica de persistir, es decir, no de manera que la w del “‘ser y no no ser” pueda reslizarse |r seguridad. “La exclusién del no ser y de las otras posibilidades es el principio de toda explicacién causal que permanezca dentro del marco de las suposiciones |especulativas ontologicas. ¢ Lo antedicho no aspira a constituirse en critica de las teorfas funcionalistas de Malinowski, Parsons y Gouldner. Sélo buscamos sefialar una discrepancia entre esas teorias y las normas metddicas de la ciencia causal en el sentido usual. Si decidimos afirmarnos en la corriente positivista tradicional de la ciencia causal, nos inclinaremos con Nagel y Hempel a resolver tal contradiccién en desventaja de las teorias funcionalistas y a dejar sentado que no Satisfacen las exigencias del método cientifico estricto. No obstante, con el mismo derecho puede resolverse la discrepancia en sentido opuesto: es posible discutir la utilidad de los métodos explicativos de la ciencia causal tradicional. Ello significa que resulta factible formular el sentido del andlisis funcional indepen- dientemente de las reglas de la ciencia causal concernien- tes al establecimiento de relaciones invariables entre causa y efecto. ILUSTRACION SOCIOLOGICA Y OTROS ENSAYOS 19 I El_andlisis del rito y de la magia de Malinowski constituye uno-de tos modelos Clasicos dé Ta Thvestigacion funcionalista. Tales institucione® son explicadas « la luz del problema de ls adaptacion en situaciones emocional- mente dificiles. Rito y magia contienen preceptos sociales ivencia activa en situaciones de tension. Donde amenazan cosechas malogradas y hambre, donde ataca la muerte, el rito y la magia dan al problema una perspectiva de solucién./Definen posibilidades y necesid: des de comportamiento social correcto en solidarid: hacia el projimo y de tal suerte permiten la tension en | formas que al mismo tiempo fortalecen la cohesion social. Se observa en tal andlisis una evidencia positiva, fascinante a primera vista. Sin embargo, lo que interesa en este caso no es la evidencia misma, sino la causa de su poder de fascinacién. ;Por qué las comprobaciones funcionalistas de esta clase son interesantes y convincen- tes? ;Donde encuentra su justificacion metodoldgica este logro del conocimiento? : Ello parece residir en que el andlisis funcional torna una variedad de hechos. Refiere efectos dos @ un punto de vista abstracto y hace asi posible vislumbrar otras posibilidades de solucion. El sentido del andlisis funcional reside en la apertura de un ambito-de~comparacion, Cuando Malinowski comprueba que~f@-fancion_det-rito seria facilitar la adaptacién_ay implicita la je cuales otras pos ‘de solucién existen para dicho problema.\El rito entra entonces en una relacion de equivalencia funcional respecto a otras posibilidades, es decir, sistemas explicati- vos ideolégicos 0 reacciones privadas como lamenta- ciones, enojo, buen humor, morderse las ufias, retiro a imaginarios mundos de evasion, etc. Alli reside lo interesante del pensamiento de Malinowski, No importa una relacion legitima o més o menos probable entre determinadas causas y determinados efectos, sino (a) verificacién de la equivalencia funcional de varias causas » NIKLAS LUHMANN osibles desde el punto de vista de un efecto problemé- ico. _ El concepto @@ equivaleneia funcional es conocido.? Sin embargo, no se lo considera como cardcter definito- rio, como principio del método.” De este modo sus posibilidades quedan desaprovechadas. No obstante, en tal concepto reside la clave para separar al funcionalismo del método de la ciencia causal. {.a) funcién no es ningtin Ee produeir, sino un esquema logico regulador, que organiza un ambito de comparacion de efectos equivalen- Jes. Caracteriza una posicion especial a partir de la cual jeden ser comprendidas en un aspecto unitario diversas posibilidades. Desde tal punto de vista los efectos aislados aparecen como equivalentes, intercambiables entre si, funcionales, mientras que como procesos coneretos son incomparablemente distintos. Una funcién es por lo tanto cen un todo de acuerdo con la definicién de Kant™ — “la unidad de la accién de ordenar diversas ideas bajo otra comin”. Este concepto de fundamento a la teor: jon sirve en Ultima instancia de ica y matematica de ta funcion. Con su ayuda podemos salvar la brecha entre el funciona lismo logico-matematico y el de las ciencias sociales, que hasta el presente sdlo habia sido admitido.* Cuando la ) por ejemplo, ello no significa sino que de tal modo queda abierto un dmbito de % Cons. Merton, op. ct. pigs. 24, 82, Johnson, op. cit Richard D, Schwarz, “Functional Alternatives to inoqualt ‘en American Sociological Review 20 (1998), page 424-490. > Por ejemplo, en Parsons aparece recién en la Teoria de las transformaciones estructurales, cons, The Social System, pig. 167, Parsons/Smelser, op. cit. pag. 256. % Kritik der reinen Vernunft, 2da. ed. pég. 93. 1, op. cit. (1986), pig, 248 y aigs.; Emmet, op. cit., Raymond Firth, “Function”, en? Wiliam L: ear book of Anthropology, 1955, New York 1955 pag. 237-258 (208), ILUSTRAGION SOCIOLOGICA Y OTROS ENSAYOS a comparacién limitado, constituido por determinadas posi- bilidades de completar lo que falta y convertir la oracion en una verdadera declaracion. “Ei cielo”, “mi automsé- vil”, “una violeta” son posibilidades de complemento equivalentes a esta funcion. La funcion pura es pues una ||» abstraccion. No da ningiin sentido sintactico acabado. Se | limita a enunciar una_regla mediante la cual se puede decidir cuales son los valores de sustitucién (“argumen- tos”) que estamos autorizados a escoger para completar la oraci6n sin alterar su valot de veracidad. La misma idea basica rige en la teoria matemitica de las funciones, s6lo que en tal campo se exige ademas un orden estrictamente claro de la relacion de los valores de sustitucién de varias variables funcionales entre si. Un orden semejante de valores de sustitucion equivalentes posibilita operaciones de calculo en las que las funciones representan sus valores de sustitucion. Tr ibilidad funcional equivalente es Hamada en eptos que quedan general variable. sistematicamente indeterminados.**~Son blancos que no pueden ser—ttenattos~a _voluntad, sino ~de—ana-manera precisa, segiin posibilidades timitadas. La variable es defi- da madiante un eriterio de referencia. funcional, en ba- se al cual se puede decidir qué posibilidades entran en consideracion para completarla.“E} ambito de equivalen- cia de una funcion depende de la definicion del punto de visia de referencia funcional y, a la inversa, dicha definicién tiene la misién de constituir el ambito de equivalencia y solo es justificable a través de esa capacidad de ordenamiento.y ‘A partir de este principio se puede desarrollar una técnica de abstraccién y comparacién que resulta mas gil y ala vez mas complicada que la que permitian las viejas concepciones ontologicas de igualdad, idea y concepto de +. Respecto a la variedad de interpretacién y ala necesidad de complementacién como caracterfsticas definitorias del concepto de funcién cons. Gottlob Frege, Grundgesetze der Arithmetif, T. 1 Jena 1893, pag. 5 y sigs.; Bertrand Ruwell/ Alfred North Whitehead Einfihrung in die mathematische Logik, Minchen-Berlin 1932, ag. 57 y sigs al NIKLAS LUHMANN género. Sin duda, la teoria de las ideas concebid ontolégicamente debid arribar a conceptos “generales mediante indeterminaciones. Sin embargo, busc excluir toda indeterminacion en la naturaleza de la idea misma, rasgos constantes y no segin reglas de variaci Solamente admitia en la ‘den Sonstantes ‘to vatiablon' Habia, no obstante, generalizaciones, pero tenfan s6 significado de clasificaci6n y no servian como concepcién estratégica para cambios en el mundo, para el descubri- miento de otras posibilidades y la busqueda de soluciones suplementarias y sucesiones de efectos compensadores. Al andlisis funcional no le interesa la comprobacién del ser en forma de constantes del ser, sino la variacion de las {, variables dentro de sistemas complejos. Las constantes funcionan sdlo como condiciones de Variacién y como tales son variables desde el punto de vista de su adecuacién para dicha funci6n especifica. Examinada con minuciosidad, esta disolucién de todas las constantes ontoldgicas deja al método funcionalista librado al argumento del recurso al infinito: ‘Si cada | giterio de referencia puede ser analizado de modo mnalista, {donde hallaré entonces la investigacié un tope definitive? « econ este argumento es vilido sélo en relaci con un pensamiento que se mueve dentro de las suposiciones especulativas ontolégicas. El recurso al infinito es un argumento contra la admisién de un motivo por el cual + Ast, por ejemplo, Roman Ingarden, destaca en: “Essent Frangen", en: Jahroueh fur Philosophie wid phanomenclogische Forschung VII (1926), pégs. 125-304 (187), que “hasta shore sien. pre se ha pasado por alto la exisiencia de Jo transformable en el contenido de la idea y por lo tanto se ha desconocido por completo la maturaleza de la idea, al detinils, por ejemplo, ecroneamente elberg, "Ueber das Wesen der id. phénomenologische Forsch: 1-238, en particular, 148 y sigs. y 168 y aigs, 930), pags, ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS: 23 algo es y no no es. Tal motivo no debe diluirse en el infinito, porque el infinito no exchuye nada. Pero dentro del método funcionalista no se espera de manera alguna tal fundamento para un criterio de referencia. Por el contrario:el_método funcionalista debe fundamentar | precisamente la posibilidad de que algo puede ser y | +. también no ser, de que algo es reemplazable., Para hacer | evidentes las equivalencias funcionales basta tina relativa invariabilidad, factible de ser analizada a partir de otros criterios de referencia. ‘Cuando se entiende el concepto de funcién en este se resuelven las dificultades metodologicas tratadas més arriba.,Entonees queda establecido que las ‘“necesidaces” fio-8on sino criterios de referencia ynales que hacen il ia de di fades de satisfac- cidn. ‘Si)equivalencia es comprobable independientemen- te de la probabilidad con que una necesidad motiva realmente un acto de satisfacciOn. Esto rige tambien para otras formulas problematicas, a saber para la persistencia de un sistema social o de sucesiOn de sistemas. ‘Ademés, gracias a esta aclaracién se torna improceden- te el reproche frecuente de que él) funcionalismo se complace en formulaciones puramente tautologicas.**, La argumentacién funcional no consiste en descubrir en base ‘a. un efecto hallado una respectiva necesidad, para de este modo justificar la existencia del efecto. Existe solo una igualdad logica entre la formulacion de un criterio de referencia y la clase de todas las posibilidades de realizacién ‘equivalentes. Esta igualdad es un principio analitico-heuristico. En cambio, la determinacion de los Buckley, “Structural-Functional An: en: Howard Becker/Alvin Boskot 1967, pags. 236-259; ademés, Kingsley Davis, op. cit. pag. 764 ¥ ‘igs.;Nagel, op. cit, (1961), pe. 628. Dy NIKLAS LUHMANN valores de sustitucién que corresponden a tal clase o variable funcional es asunto del conocimiento empirico. De esta manera se resuelve la controversia en torno a la cuestion de sobre si el método funcionalista estaria teferido de modo esencialmente estético y conservador a la demostracion de sistemas presipuestos © podria tener en cuenta problemas del cambio social, de la evolucion historica.27 Analiza caracteristicas del sistema con miras a otras posibilidades del cambio, del trueque y la sustitucion y sus reacciones en el sistema. Pero no. conduce a la verificacion de causas de un determinado ,|\cambio-o-a su prediccion. ee a Légicamente, los problemas de referencia tampoco “explican” la presencia efectiva de determinados efectos funcionales, Tienen precisamente el sentido opuesto: sefialar otras posibilidades. Ordenan estas diversas posibi- lidades en una sucesion de comparaciones e intercambios. En ello reside una ganancia de conocimientos que no debiera ser menospreciada, a pesar de que resulte de dificil evaluacion desde (ayperspectiva de la ciencia causal ontol6gica tradicional. Por tal raz6n se torna inevitable continuar explicando el principio de investigacién que acabamos de esbozar. m La eritica del funcionalismo de la ciencia causal no puede equipararse con la critica a la) causalidad como categoria del_cohocis . No se trata de mostrar una “\antinomia entre la investigacién funcional y la causal. principalmente, Ralf Dahrendorf, “Struktur und Koiner Zeitschrift fir Soziologie und Sozialpsycho- t of Utopia: Toward a sn: The American Journal 64 (1958), pags. 1 por un lado y Francesca Cancian, “Functional Analysis of Change", en: American Socioio- gical Review, 25 (1960), pags. 818-827, y Renate Mayniz, “Soziologie in der Eremitage? ”, en: Kéiner Zeitschrift fiir Soziolo- gie und Soziaipsychologie 13 (1961), pags. 110-125, en particular, Pgs. 111-118, por otro, TLUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 25 Ello conducirfa fécilmente a renovar la vieja distincién entre causalidad teleolégica y mecanica. Dicha critica, por el contrario, aspira a una inversion de las relaciones de la fundamentacion entre el nexo causal y el funcional: (la)funcién no es una especie peculiar de la relacion causal, ‘sino que Ia relacién causal es un caso de aplicacin del orden funcional. Después de haber encontrado un concepto de funcién que pueda ser definido con independencia respecto@)los conceptos.causales de orden; queda creado el punto cardinal para dicha inversion. Ademés se puede demostrar que el sentido propio de los juicios causales manifiesta mejor su validez cuando se explica la relacién causal con ayuda de este concepto de fun Mientras que la Antigiiedad y la Edad Media entendie- ron la causalidad en un sentido apenas concebible como relacion finita de los motivos del ser, desde los comienzos de la Edad Moderna la problemitica de la eternidad en la causalidad se ha vuelto irrecusable.’Toda_verificacion causal_implica_en diversas direcciones_referencias_al infinito Todo efecto tiene infinitas causas; toda causa, infinitos efectos. A esto se agrega que toda causa puede combinarse con otras o ser sustituida por otras en forma infinita, de lo cual resultan respectivamente multiples diferencias en el dominio de los efectos. Por tiltimo, todo 0 causal puede ser dividido en si mismo hasta el asi como ser observado hasta distancias infinitas. iene en cuenta esta perspectiva, la interpretacion es posible interpretar la causa y el efecto como determina- dos estados del ser y verificar la causalidad como rel invariable entre una causa y un efecto. No resulta posible ficar la exclusion de todas las otras causas y efectos. rtamente con la ayuda de la condicion ceteris paribus, exculping phrase”* de la ciencia social, se puede Hegar a declaraciones correctas desde el punto de vista formal. Pero esas declaraciones no poseen ningin valor ** Ast, Robert S, Lynd, Knowledge for What? , Princeton, N. Jersey 1939, pag. 16. 26 NIKLAS LUHMANK empirico si la exclusién de todos los otros factores causales no puede ser realizada efectivamente. Y la ciencia social no consigue semejante cosa. Por el contrario, cuando ya no se intenta mantener constantemente una causa y un efecto en forma de ley, sino que se acepta la invariabilidad de una causa o un efecto la tarea resulta aliviada. Este modesto principio da a entender el funcionalismo de la equivalencia, Emplea esas causas 0 efectos, que por motivos pra ° tedricos constituyen un foco de interés, como criterios de referencia funcionales, es decir: los utiliza como punto de partida constante para el problema de la relacion causal equivalente. Si se propone un efecto como problema de referencia, queda ordenado respecto a éste un determina- do campo de causas. Varias combinaciones de causas se tornan suficientes para provocar el efecto. Vistos de este modo, los efectos problematicos son criterios de orden para las relaciones entre diversas causas. De la misma manera pueden proponerse causas como criterios de referencia funcionales. Esto significa que la justificacion de estas causas es considerada como problemitica. De la esfera de sus efectos se pueden escoger di como posibles justificaciones. Diversas ideo! entonces ser equivalentes en sentido funci Por otra parte, la apertura de una pos comparacién entre las casas se basa en que en el dominio de los efectos se toma uno solo como punto de referencia y se lo abstrae. Dicha abstraccién tiene un estilo propio que se distingue claramente de la abstracci6n, clasificado- ra por conceptos de clase y de género: en esa operacion no se prescinde de las caracteristicas individuales de la unidad, sino de los efectos concomitantes. Si se preten- diera Considerar todos los efectos concomitantes, no existirfa ninguna eleccion entre las causas, se perderian en la completa individualizacion, pues las causas aisladas tienen a menudo un efecto, pero nunca todos los efectos en comin, Con otras palabras: un efecto gana en esa variedad de interpretaciones, fundamental para un crite- rio de referencia funcional, cuando se prescinde de los efectos concomitantes de ‘sus causas. De esta manera ILUSTRACION SOCIOLOGICA Y OTROS ENSAYOS a varias posibilidades de 1a realizacién (que s6lo se distin- guirian por sus consecuencias concomitantes) aparecen como equivalentes en sentido funcional. is funcional de factores causales no se ocupa, por consiguiente, de la relacion entre causas y efectos. Tal relacién se da por descontada al principio del anilisis. Sirve como auxiliar metédico, pero no como objeto de la comprobacién. El anilisis en si se concentra en la investigacién de posibles causas tomando como criterio un efecto o en la investigacion de efectos tomando como criterio una causa. Es imposible hacer ambas cosas simultdneamente, porque todo anilisis funcional presupo- ne un criterio de referencia escogido, que no puede ser cambiado sin que los resultados se alteren. Entre causas y te en tal sentido una “relacion de indetermi- El sentido de la causalidad excluye en principio una clara comprobacion de una causa y al mismo tiempo de un efecto. Lo que buscaba la interpretacion ontologica de la causalidad es inalcanzable. Esta evidencia constituye el punto de partida de la teoria causal funcional. Para ella las leyes causales exclusivas son a lo sumo un caso limit analitico. Que ni en el ambito de las causas ni en el a de los efectos existan otras posibilidades es , pero el sentido del relacionar causal no reside en lograr ese caso limite y excluir otras posibilidades, sino en abarcarlas y ordenarlas. Empleados como criterios de referencia funcional, los estadios del proceso causal —ya sea causa 0 efecto— no son considerados en su efectividad Ontica, sino como problemas. El anilisis funcional no aplica su concepto basico en forma de hipdtesis empirica. Esto lo distingue de toda explicacién teleoldgica o mecanica. No se Presupone o admite que determinadas causas se produz- can efectivamente y que de tal modo expliquen la aparicion de determinados efectos o a la inversa. Tampo- co se admite que un organismo pueda perpetuarse efectivamente, que un sistema se mantenga en equilibrio © cosas anélogas. La unidad de referencia es considerada como problema. Esto sélo puede significar que la validez B ‘NIKLAS LUHMANN de los andlisis funcionales no depende de que en el caso aislado el problema sea resuelto. Las afirmaciones del funcionalismo no atafien a una relacion de causa y efecto, sino a una relacion de varias causas entre si o bien de varios efectos entre si, como la verificacin de equivalen- cias funcionales. Resulta obvio que los anilisis funcionales apuntan a los problemas de estabilizacién y no a hipotesis sobre constantes.? De ello el positivismo de la ciencia causal deducia que el criterio de referencia no era ningin fundamento explicativo adecuado y asi reducia el andlisis funcional a una explicacién puramente mecénico-causal de la (eventual) estabilidad de un sistema en base a efectos funcionales complicados.*° Quien, por el contra- rio, perciba la autonomia del anélisis funcional, esta obligado a admitir que también un problema puede actuar como base explicativa y como fundamento para un anilisis, Iv Uno de los problemas principales del andlisis funcional consiste en la definicién de la unidad de referencia respecto a la cual resulten equivalentes ios efectos funcionales. Sobre esta cuestién se han emitido en los liltimos afios juicios tanto positives como negativos. Una insalvable ambigitedad en la definicién de la unidad de referencia es considerada por muchos como la verdadera dificultad del método funcional.” También aqui es necesario encarar nuevos criterios, considerando que el * Asi, muy claramente, Cancian, op. cit., pig, 820, 2" Este es principalmente el sentido del modelo de explicacion ie proyect6, Sin embargo, el id de este modelo en'las Ciencias sociales, en una nueva publicacién (op. eft. 1961), * Al respecto cons. por ej. George C. Homans, The Human Group, New York, 1950, pég. 268 y aige.; Firth, op. cit., pig. 240; Buckley, op. cit., pag. 243 y sigs.; Nagel, op. cit. pag. 526 y sign ILUSTR.ACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 29 interés se desplaza de las verificaciones causales a las verificaciones de equivalencias. El funcionalismo de la ciencia causal imperante define la funcién como la efectivizacién de la existencia 0 de las condiciones individuales de la existencia de un sistema de accion. De ahi que con frecuencia los efectos funcionales sean referidos expresamente a la supervivencia de un sistema de accion.*?) Sin embargo, un examen més detallado de esta formula ha puesto,de manifiesto considerables dificultades.°* Dicha formula procede de la biologia, que relaciona los efectos funcionales de los érganos con la supervivencia de un organismo vivo o con una especie de organismo.”? Sin embargo, en el concepto de organismo vivo la biclogia posee un sistema de referencia empirico univoco del que carecen las ciencias sociales. Un sistema social no esta fijado rigidamente, segin un tipo, como un organismo. Un asno no puede transformarse en una serpiente, aun cuando tal eyolucion fuera necesaria para la superviven- cia. En cambio, un orden social puede sufrir profundos cambios estructurales sin abandonar su identidad y su existencia continua. De sociedad agraria puede convertir- se en sociedad industrial, una gran familia puede conver- tirse en una casta de un orden politico superfamiliar, sin que sea posible decidir cuando se esta en presencia de un nuevo sistema. Con esto est intimamente relacionado el hecho de que las ciencias sociales no se plantean en forma claramente determinada el problema empirico de la expresamente, por ejemplo, Nagel, op. cit. pég. 368 ¥ sigs.; Philip Selanick, TVA and the Gruss Roots, Berkeley, Los Angeles 1949, %* Como erftico de la tosis de causalidad causal especial de la existencia de un sistema, cons, por ejemplo, Byerett E. Hagen, “Analytical Models in the Study of Social Systems”, en: The American Joumal of Sociology, 67 (1961), piga. 144-151 ® Sobre esta procedencia cons, _prineipalmente _Redeli- jrown, Op. cit. pag. 394 y sigs.; Emmett, op. cit. pig. 48 y tigs.; Nagel, op! elf. (1953), pag. 196 y aigs. (1956), pég. 248 y sigs, (1961) pag. 401 y sigs. 30 NIKLAS LUHRMANN muerte, mientras que en la biologia ese probiema sirve como criterio respecto a la perpetuacidn. De esta manera, en las ciencias sociales el problema de la perpetuacién de un sistema se desvanece en lo indeterminado. Puede ‘objetarse con acierto que la existencia de un sistema social rara vez se ve efectivamente puesta en duda, que hay pocos efectos funcionales verdaderamente criticos para la existencia y que el valor explicativo de esta teoria es por lo tanto reducido. Tales dificultades no se superan tampoco refiriendo los anilisis funcionales no al sistema como totalidad, sino a condiciones aisladas de perduracion. Por lo general, las condiciones de perduracion son definidas como condicio- nes de la supervivencia de un sistema. Pero dicha definicién, al igual que el concepto mismo de condicion, nada hallamos ante todo la siguiente paradoja: cuando un efecto es verdaderamente critico para un sector de la existencia y la existencia del sistema esta ligado a él, dicho efecto obra también sobre la totalidad de las condiciones de perduracién. Por lo tanto, tiene poco sentido analizar condi por si solas. Sencillamente, no se las puede aislar. Cada una es un punto de partida para la representacion de las, necesidades globales del sistema. En esto reside el valor cientifico del problema de la perduracion: conduce diversos problemas a un denominador comin y los relaciona. En este sentido, el criterio de la perduracion es un principio que generaliza. Obliga a un andlisis total del sistema. Tal dificultad no se puede eludir. Puede sintetizarse esta critica diciendo que la perdura- cién de un sistema de accién concreto no se adecua como criterio de referencia para los anélisis funcionales. Un sistema de accion es tema y campo de investigacién. Pero nes individuales de perduracion % Cons, p. €i, Parsons, The Social System, pég. 26 y sigs, Macion J. Levy, The Structure of Society, Princeton, N. Jersey 1982. ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS a no, puede ser al mismo tiempo ja teorfa rectora de un andlisis funcional. Para formular tal teoria el método funcional est4 en condiciones de dar mejores datos que los de a ciencia causal. No se trata de comprobar unidades de referencia como efectos legitimamente pro- sistema. Un criterio de referencia debe poder funcionar como criterio de decisién para equipsrar determinados hechos. Define de este modo el campo de flexibilidad, de capacidad de adaptacion, de indiferencia hacia las desvia- ciones y de tolerancia’respecto a contradicciones, un campo de libertad de eleccion de soluciones, que, segin dicho eriterio, son igualmente dttiles o al menos igualmen- te inocuas. El problema de la perduracién de un sistema de accién debe descomponerse, pues, en una serie de interrogantes abstractos, elegidos de tal manera que ~precisamente por su calidad de abstractos— sean apro- piados para poner en evidencia las equivalencias funciona- les y de este modo servir como una suerte de control generalizado de sistema. Por lo demés, tales planteamientos de problemas son sélo herramientas analiticas que no satisfacen a un sistema conereto como todo. De tal manera, en la realizacién de los anilisis individuales el principio abstrai- do debe tener conciencia de su cardcter. Ello es condicion de la equivalencia y solo puede ser corregido mediante otros. an: realizados a partir de puntos de vista diferentes. De esta maner: como se relacionan los ani aplicados en forma variable. Los efectos funcionales aislados solo son equivalentes en una determinada perspectiva analitica. De esta manera, no son semejantes ni son en si mismos improbleméticos. Cuando es elegida, cada alternativa trag nuevos problemas funcionales de referencia a un plano secundario. Por ejemplo, cada orden social debe prever y vincular diversas funciones. Si este problema se resuelve por la combina- cién de varias funciones en una posicion de status (a saber mos ante el problema de sis individuales de un sistema 32 NIKLAS LUHMANN padre, sustentador, juez, jefe guerrero), dicha combina- cion se mantiene al cambiar la persona. La union esté socialmente sancionada y se hereda en forma homogénea. La desventaja reside en que semejante status combinado para diversas funciones es limitadamente receptivo. El sistema no se deja diferenciar a voluntad y en particular, se desarrolla en direccion hacia una mas fina division del trabajo. Si se recorre otro camino y se combinan funciones altamente especificas en base a relaciones de efecto positivas, se hallan en las personas combinaciones accidentales de funciones, para cuya totalidad falta la formacion y el consenso social, de manera que son experimentadas como contflictivas y agravantes. Para este problema secundario se dan soluciones como el afén de prosperar, la busca de seguridad, el hobby o el alcohol. En consecuencia, el anilisis funcional no concluye con la comprobacion de soluciones primarias, Debe repetirse en el plano inmediato inferior. Pero alli depende de la decisién tomada en el plano superior y puede resultar inepto. Al plano secundario debe entonces asociarse el andlisis de una tercera napa de problemas e incluso otros. Esta idea de un ordenamiento por etapas de los problemas de referencia y las series de equivalencias conduce a consecuencias de importancia. En primer lugar, permite superar una difundida critica a la formula de la perduracién: no toda funcion cifra la cuestién de la perduracién en un si o un no. En todo caso ello rige para el plano primario. Alli los efectos funcio- nales necesarios se pueden formular de una manera tan general que casi siempre son evidentes las soluciones, aun cuando se trate de soluciones cargadas de problemas. Los problemas més interesantes, sin embargo, se dan con frecuencia en las etapas de segundo orden y, por lo tanto, no resultan decisivos por si solos en lo que respecta a la perduracion del sistema. ‘Ademds en el ordenamiento por etapas de los proble- mas reside un correctivo contra la posible unilateralidad del problema del punto de partida. En el plano secunda- rio son introducidos nuevos puntos de vista. La unilatera- lidad en la eleccién det problema inicial s6lo sirve para INSTRUCCION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 33 tornar comparables las alternativas del plano primario. Cuando una de estas alternativas es elegida o bien halla en sistemas concretos, empieza una nueva abstraccic que organiza otra serie de equivalencias. Por ejemplo, se puede considerar la estabilidad de expectativas de conducta como problema central de todo orden social. La estabilizacin puede ser problematica en la dimensién del tiempo y en la dimension social, o sea estimulada a través de experiencias repetidas y a través del consenso. La estabilizacion del consenso de la expectativa es, por su parte, problematica. Puede realizar- se més a traves de la institucionalizacion de normas generales de funciones o més a través de la conduc- cién. La prominencia que necesita un conductor para cumplir su funcién trae consigo diferencias de stat las cuales provocan por su parte problemas de adaptacion en los sibditos. Pueden glorificar al conductor o desatarse secretamente en improperios contra él o proteger su independencia mediante frecuentes cambios de grupo. Cualquiera de estas soluciones implica por su parte numerosos problemas. No es menester detallar més el anilisis. Resulta evidente que desemboca en problemas coneretos que de n modo pueden ser extraidos de los conceptos n légica. Una teoria funcional no es un sistema deductivo-hipotético. Sus resultados no estén contenidos en su principio. Su unidad es la de una serie de problemas y la de una técnica analitica que se repite en diferentes etapas. ‘Ahora bien, los efectos en los planos inferiores —y este es el reverso de su inderivabilidad— ya no son relevantes sélo para el problema de partida. Todo efecto concreto puede ser importante respecto a varios criterios funciona- les de referencia y de este modo participar en diversas series de equivalencias, con efectos diferentes sobre cada una. Asi, las regulaciones sociales arraigadas concernien- tes a la expresion afectiva tienen una doble funcién: en cuanto a la personalidad y en cuanto al orden social. Las formas de accién rituales y magicas no solo sirven para la orientacién personal en situaciones dificiles, sino también u NIKLAS LUHMANN para consolidar la cohesién social. Cuando tales efectos solucionan uno o varios problemas, pueden tornarse casi irremplazables. La miltiple capacidad de relacién de los efectos concretos leva a considerar ademés el conocido problema de las “‘consecuencias disfuncionales”. Tan pronto como es analizado en diversos sentidos, todo efecto presenta no s6lo consecuencias favorables, sino también desventajo- sas, Toda accién util causa gastos u otras desventajas; toda solucién de un problema afecta a otros intereses del sistema. Por ejemplo cuando un orden social acentiia mas la institucionalizacion de la funcion que la direccion, su adaptacién a un medio en transformacién puede verse amenazada. Asimismo la movilizacién de. posiciones sociales produce reacciones desfavorables sobre la asimila- cion de las normas sociales, puesto que conduce a frecuentes cambios de grupo. Tales consecuencias disfun- cionales son inevitables, porque la unilateralidad de una perspectiva acogida no puede justificar la complejidad de la red causal le las consecuencias disfuncionales por parte de las ciencias causales ha establecido —si no expresamen- te, sf en forma tacita— dos hipdtesis que no son consistentes. Ve en las consecuencias disfuncionales repercusiones sobre el sistema como tal, no sobre las soluciones individuales de sus problemas." Dado que las contribuciones positivas también son referidas al sistema como todo, resulta de ello una contradiccion. Esta sdlo se puede eludir si se distinguen diversos sectores en los cuales los efectos funcionales acttian positiva o negativa- mente sobre un sistema. Con ello se relaciona el hecho de que la interpretacion imperante subordina una comparabilidad, mas adn una compensabilidad, a las consecuencias funcionales y funcionales. Tal compensacion debe posibilitar la decision mplo, Merton, op. cit., pag. 51 de otta manera, expresemente, ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 35 segin la cual _un efecto es en total mds funcional o menos disfuncional.** Sin embargo, esta hipdtesis es irreal..” Queremos decir que la contradiccién de las causas funcionales y disfuncionales en un sistema de accién no resulta solucionable con medios puramente logicos. Este es, a su vez, un nuevo argumento contra el determinismo de las ciencias causales. Un determinado efecto no esta claramente obligado por el sistema a una contribucion positiva. Si hay que admitir que ademés un efecto funcional aporia a un sistema simultaneamente ventajas ¥ desventajas y que tales consecuencias son inevitables, es decir, que no pueden reducirse a rentaja o a s6l desventaja para el sistema, resulta dificil hacer coincidir esta comprobacién con la hipétesis de una clara determi- nacién causal del efecto por el sistema o a la inversa. Tales criticas se basan en concepcion de que las funciones y disfunciones son clases especiales de efectos Togicamente equivalentes y que sdlo se distinguen por la relevancia invertida del sistema. Cuando se abandona tal fa de la ciencia causal y se deja de considerar a las s como efectos calificados, también se elude la lad de confrontar en esta forma efectos funciona- les y disfuncionales. En su lugar, el método funcional de equivalencia necesita solo un punto de vista abstracto, acién al cual varios efectos pueden tener la misma Para éste es esencial la claridad logica. La negacion de dicha funcion en cuanto a la disfuncién carece de sentido. Sdlo importa no dejar de tener conciencia de la calidad de abstracto del punto de partida y estar atentos a los diferentes problemas de las conse- cuencias, que se hacen evidentes en las alternativas individuals, cuando se las somete a otros criterios funcionales. ** Merton, op. cit. pég.61, habla de “net balance of the aggregate of consequences”. 27 Aun en Ia teorfa del decidir racional se comienza a tomar en cuenta Ia incomparabilidad de las consecuencias de ia accion. Al o mi ensayo: “Kann die Verwaltung wietschaftlich han- dein? ", en: Verwaltungsarchiv 51 (1960), pag. 97-115. 36 NIKLAS LOHMANN La idea de un orden funcional escalonado de proble- mas no ofrece ninguna solucion logica respecto a la contradiccién de funciones y disfunciones, pero si un método para su tratamiento. Este consiste en reformular problemas de causas como problemas funcionales de referencias y emplearlos como base para nuevos andlisis funcionales. Una buena ilustracion de este procedimiento es proporcionada por el estudio de Peter M. Blau de dos organizaciones formales de la administracién nacional 0 bien estatal de los Estados Unidos.** Sus reglamentacio- nes formales, en particular un determinado esquema de control de los efectos, condujo a consecuencias desfavora- bles, por ejemplo, a la competencia de los empleados entre si en un caso, y al origen de diferencias informales de status en otro, Estas repercusiones en el orden informal de conducta se experimentaron como problemas y condujeron al hallazgo de nuevas soluciones. Por su Parte, éstas tampoco estaban exentas de problemas, sino que dieron pie a otros procesos. Cuando Blau”? habla de una transformacién de causas disfuncionales en las necesidades de la organizacién, en el fondo no alude sino a_una reformulacion de problemas de causa como criterios funcionales de referencia. Cuando la unilateralidad del problema de partida es corregida mediante tal investigacion a través de las etapas de los problemas, no se necesita aspirar a una perfeccion logica en la definicién de un problema de perduracion. En esto se distingue una teoria funcional de la teorfa de un sistema hipotético-deductivo. La teoria funcional se presenta con una definicién de problemas de sistema abstractos, que exigen determinados efectos funcionales equivalentes. En todo momento pueden ser reemplazados por mejores planteos de problemas. Del criterio de referencia no es posible deducir légicamente cuales son °* Peter M, Blau, The Dynamics of Bureaucracy, Chicago 1955, * Referencias en pig. 214 y sigs. ILUSTRACION SOCIOLOGICA Y OTROS ENSAYOS 3a los efectos funcionales que entran en consideracién.*? Sin embargo, el criterio de referencia aport indicios para la busqueda de otras posi de efectos funcionales equivalentes. Qui problematica la estabilidad de las expectativas de conduc- \quiriendo sobre las diversas posibilidades de y Negaré asia la idea de que ciertamente las experiencias repetidas y el consenso del projimo, poseen quizd también la consistencia positiva de las funciones y la estereotipacién de su concepto de funcién en este sentido. Esta teoria funcional es adecuada como principio heuristico, porque contiene un planteo expansive y porque no anticipa légicamente los resultados, sino que deja a la investigacién la tarea de completar el proceso. Este intento de esbozar una teoria funcional general en forma de un orden escalonado de problemas de referencia y clases de equivalencia, podria mediar entre el funciona- ismo sistematico de Parsons y las “theories of the middle ”* orientadas y el problema de Merton. La investiga- de equivalencias funcionales en conexién con un criterio guia puede iniciarse en diversas etapas del ordenamiento de los problemas. Se puede esbozar una teoria funcional de la autoridad definiendo la autoridad ‘como aceptacion de una de: extrafia sin examen de su validez. Se examina este hecho como problematico y se inquiere qué p ‘ades funcionales equivalentes existen para estabilizar tal autoridad: prestigio personal, conocimiento de experto, cargos ejercidos, sanciones, etc. Pero también se puede inguirir por la funcién de la autoridad misma y se empieza asi de nuevo desde un plano més generalizado. Podria verse esta funcion en el hecho de que la autoridad simplifica la capacidad de jon del subalterno y descarga su conciencia. Desde este punto de mira la auttoridad se incorpora a una serie con otros efectos equivalentes, por ejemplo la tipificacion social de las ideas, la obligacién. personal interna, la * Hempel, op. cit., pg. 286, ve en ello una objecion de mucho eco contra el andlisis funcionalista, 38 NIKLAS LUHMANN acentuacion ideolégica o la represion de las consecuencias de la acci puede comenzar sin una la y avanzar a través de problemas concretos; pero también puede esforzarse por alcanzar dicha construccién. Ambas posibilidades tienen su derecho y ambas pueden emplear los mismos métodos. v La verificacién empirica de manifestaciones funciona- les, en tanto son discutidas atin*' , constituye un proble- ma sin solucion. La discusion adolece de falta de claridad respecto al concepto de funcién. No resulta evidente que la relacién funcional difiera considerablemente de la causalidad en su significado antiguo. Tal diferenciacién, por otro lado, no indica que una teoria funcional pueda renunciar a la verificacién, Toda teoria debe demostrar su relevancia en el mundo de la experiencia. La cuestién consiste en determinar si la teoria funcional no requiere otros métodos de verificacién que los hasta ahora habituales en la observacion y el control de relaciones repetidas de casas empiricas con efectos empiricos. _Representantes progresistas del método funcional em- piezan a ver ya que él andlisis funcional no se refiere a estados empiricos en su funcionalidad efectiva.‘? Pero a menudo no pueden elaborar esta idea, incluso ni siquiera conservaria, en los andlisis individuales sin perderse en el ificacion, avanzaremos un trecho decisivo si reemplazamos el funcionalismo de la ciencia causal por el funcionalismo de la equivalencia. El objeto de la verifica- “* Cons. més artiba referencia 29 y Is relacién heck ILUSTRAGION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 39 cion ya no es entonces establecer una relacin entre determinadas causas y determinados efectos, sino deter- minar la equivalencia de varios factores causales dentro del mismo orden. La cuestién no reza: A influye siempre a B, sino: A, C, D, E son funcionalmente equivalentes en su propiedad de influir a B. La verificacion de tales declaraciones permite compro- bar en primer lugar que en el concepto de equivalencia funcional se descubire y se elimina el doble sentido, Debe distinguirse entre equivalencia disyuntiva y conjuntiva. Varias causas pueden referirse a un efecto como alternati- ‘vas o catisas concomitantes. Esta diferenciacion es necesa- ria para elaborar un determinado tema de verificacién. La equivalencia disyuntiva puede ser verificada median- te el intercambio de causas equivalentes. En una relacion causal que se repite constantemente se puede reemplazar ‘A por C y observar si el efecto de B se produce como hasta entonces. Debe darse por descontado que A influye realmente a B, factible de verificarse dejando simplemen- te de lado a A, pero no la comprobacin de una relacion segin la cual A siempre influye a B (0 con probabilidad indicable). Se puede formular entonces un juicio verificable que deja completamente abierta le ‘cuestion de los casos de aplicacin de “A influye a B” y reza: “En tanto A influya a B, A es reemplazable por ‘on otras palabras: Para B Ay C son en su funcion equivalentes. O en forma més breve: A y C son funciones de B.*? El empleo de tales abstracciones “‘en tanto”, tipicas de Kant, es un rasgo caracteristico del pensamien- to funcional. A diferencia de la equivalencia disyuntiva, la equivalen- cia conjuntiva establece una enumeracion concluyente de causas concomitantes y mantiene siempre su referencia a un determinado grupo de causas concomitantes. El grupo puede pasar a otros grupos en una relacion de equivalen- 42 También Hempel, op. pég. 289, concede que por gondicionalizacion se puede Uegar’a hipétesis funclonales utiliza bles, No obstante, en el marco de las premisas ideologicas de las clencias causales esta idea qued6 deseprovecheda. 40 NIKLAS LUHRMANN cia disyuntiva. Por ejemplo, el efecto B podria ser producido por ACDE o por FGH o por ADH. Por causa de este problema de grupos el tema de verificacién se complica. De cada verificacién debe elaborarse primera- mente un planteo preciso. Y a esto se afiade la elabora- cién de diversas combinaciones de causas posibles. Enton- ces el grupo como tal puede ser verificado en su equivalencia conjuntiva por el procedimiento de elimina- cion de algunas causas y en su relacién disyuntiva respecto a otros grupos mediante el procedimiento de la permutacion esbozado més arriba. Las dificultades particulares de este procedimiento se encuentran en dos direcciones. A menudo no resulta sencillo distinguir entre equivalencia conjuntiva y disyun- tiva. Cuando los problemas de referencia se conciben en forma mas generalizada, resulta mucho més dif Ciertamente, para cada estabilizacién de las expectati son necesarios tanto el consenso como la experiencia repetida y también la consistencia con otras expectativas. A pesar de todo, es presumible que en una proporcion incierta la experiencia repetida puede reemplazar al consenso, el consenso a la consistencia deficiente y a la inversa. Por lo tanto, estos conceptos sobre equivalencia no han madurado lo suficiente ni son lo bastante precisos para permitir distinguir la equivalencia conjuntiva y disyuntiva y con ello realizar verificacion. También en los planteos de problemas especiales hay que luchar con esta dificultad. Los Srdenes matrimoniales poligamos deben prever instituciones especiales que velen por la paz hogarefia, a sa itaciones en la eleccin de esposas, seguro contra derechos de divorcio, normali- zacion de un orden estable de jerarquias, separacion de los aposentos o institucionalizacién de deberes proporcio- nados del esposo. Dificilmente se establecera de manera general si una u otra de las instituciones alcanza para Jograr esos fines o si sdlo varias en conjunto logran el resultado deseado. Solo se podrd decidir a través de la revision de Ordenes sociales coneretos y después de la exacta definicion empirica del concepto de “paz hogare- fa”. ILUSTRAGION SOCIOLOGICA Y OTROS ENSAYO a El otro obstaculo consiste en los 9s pricticos de la permutacion de factores causales i ales. La variabi- lidad independiente esta garantizada por la calidad de abstracto del criterio de referencia. Solo si de todos los efectos de las causas en cuestion sdlo uno por vez resulta relevante, se torna posible permutarlos entre si. No obstante, la realidad social opone resistencia a esta permutacién, porque ella no participa en la experimenta- cin ni en la realizacion de tales abstracciones y, por lo tanto, no puede descuidar las repercusiones sobre otras relaciones. Ademds los vinculos emocionales y sociales inmovilizan a veces la accién, y ciertas funciones sdlo se cumplen si logran pasar inadvertidas.** Cuando los experimentos sociales no son realizables por los motivos sefialados, se dan para la verificacion de las_manifestaciones funcionales otras posi hasta el momento no han sido bastante apreciadas, Porque no son suficientes para la verificacin de leyes causales. Las perturbaciones de un proceso normal, por ejemplo, indican a menudo equivalentes funcionales para los efectos habituales. Las las anomalias, las revueltas repentinas y las catastrofes inesperadas constitu- yen una ocasion favorable para el estudio no sélo de estos acontecimientos singulares, sino precisamente de las relaciones de sistemas normales, interrumpidas por ellos. ‘Asi se puede observar a qué medios de la formacién de la opinion y definicion de la situacién recurren los indi duos cuando se los priva de las fuentes de informacion normales y confiables.** Aparecen entonces como equi- valentes los rumores o también disposiciones de accion afectivamente vigorosas, las cuales, al igual que las informaciones objetivas, tienen la funcién de absorber la inseguridad. El andlisis funcional puede ademés recurrir a compara- “* Cons Emmet, op. cit, pig. 106 y sigs; Blau, op. cit, ig. 8, 81, 111, ‘5 Al respecto, Wright, op. cit., pig. 619, 2 NIKLAS LUHMANN ciones de sistemas.* Aqui también las especulaciones metodologicas se encuentran en sus comienzos y aqui también la idea de la equivalencia podria contribuir a la clarificacion. En primer término, debemos recurrir otra vez a la distincién entre sistemas de accion y problemas de referencia funcionales. Los sistemas consisten en acciones concretas que pueden ser interpretadas como “soluci de determinados problemas de sistema. La comparacién de sistemas no depende de una “‘analogia”’ de los sistemas © de sus acciones aisladas. En el dominio de la experiencia a indice de consiste precisamente en prober lo no andlogo como equivalente.*” Esto establece una teoria funcional unita- ia y una estricta identidad de los criterios de referencia. ‘Ademés es preciso verificar qué criterios de referencia resultan problematicos en los diferentes sistemas, ya que no es posible suponer sin mas ni mas que los problemas secundarios se presentan en todos los sistemas, pues, como hemos visto, no son problemas criticos de la perduracion, sino que dependen de que en el plano inmediato superior sean elegidas determinadas soluciones. un anilisis tedrico anterior de los sistemas participantes, que explica sus problemas de referencia y eleccién de soluciones, Segin las circunstancias, la comparacién da como resultado diversas variantes de soluciones para uno y_ el mismo problema de referencia y verifica asf la hipétesis de su equivalencia funcional. La cuestién acerca de por qué los sistemas individuales eligen variantes ‘* Merton, op. cit., pég. 54, menciona brevemente en relacion con la problemética de ls verificacién los anilisis comparetivos. Cons. ademas Johnson, op. cit., pag. 76 ¥ sigs. ‘7 Esta idea subyace en Ia formulacién de Malinowski: the divemity of function not the identity of form that is relevant to the student of culture”. (“Culture”, en: Encyclopedia of the Social Science, Vol. 4, New York 1931, pags, 621-646 (625}. ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 43 diferenciables, conduce luego a una investigacion histori- ca completa, que siempre tiene como requisito el estable- cimiento de equivalencias, si no quiere restringirse a una pura comprobacion de hechos. vI ny desarrollo del método funcional de la partio de Ja suposicién de que la confronta- tras posibilidades” conduce a un mayor grado de cor mienda una orientacion prictica prudente que reduci- ontrario, en diversos aspectos, tales como la explica- de la causalidad y de la critica de la confrontacion de la causalidad teleoldgica y mecanica, el problema de la existencia en el sentido del exclusivo ser 0 no ser de un sistema de accién concreta, el rechazo del modelo tedrico de un sistema hipotético-deductivo, la cuestién del motivo y del recurso infinito, asi como en la antinomia de analogia y equivalencia funcional, hemos descubierto con unos agudos contrastes del pensamiento funcional respecto al pensamiento ontoldgico tradicional, cont tes que culminan en este problema de las “otras pos dades”. Desde los comienzos del filosofar de Occidente, la metafisica ontolégica se ha abocado al conocimiento del ser en si, Trata de aleanzar este conocimiento excluyendo el no ser del ser: un ser sdlo es en verdad cuando no no-es.*® Los pensadores de la antigua Grecia tenian plena conciencia de lo arriesgado y no natural de este intento, pues de dicha manera quedaba excluido del dominio de la estricta verdad la opinién corriente, la evolucion y fin aparente de las cosas (Parménides), el movimiento (Ze- nén) y lo sélo posible (Diodoro Cronos). A partir de Platon y Aristoteles la filosofia se ha ocupado de los ** Al respecto, cons. Eugen Fink, Zur ontologischen Frithges- chichte von Raum, Zeit, Bewegung, Den Haag 1957. fae NIKLAS LUHMANN problemas asi surgidos. Entiende la identidad como sustancia que estd comprendida en una desintegracion continua de las posibilidades de verdad del ser sustancial. En el pensamiento funcional se cumple en tltima instancia una reversion de estas premisas ontologicas: la identidad no puede ser comprendida como exclusion de otras posibilidades del ser, pero si como orden de otras posibilidades del ser. De tal suerte, identidad no es sustancia satisfecha de si misma, ‘sino una sintesis coordinadora que ordena las remisiones a otras posibilida- des vivenciales. En este sentido, identidad es siempre sistema, Su existencia no descansa en un nucleo inmuta- ble del ser, al que tendria que encontrar el conocimiento, sino en la conservacién de su funcién de orden para un experimentar consistente, socialmente orientado. Tales ideas no pueden ser desarrolladas aqui. Incluso aludir a ellas resulta excesivo. Sélo importa cuestionar la ciencia causal positiva como metafisicamente condiciona- da, en tanto se basa en el pensamiento ontol6gico y busca establecer el hacer segin relaciones invariables entre determinadas causas y determinados efectos. Por el contrario, e andlisis funcional emplea la explicacién causal del hacer para interpretar el sentido del hacer en base a su relacién con otras posibilidades. Sélo esta explicacién del hacer es capaz de abarcar totalmente las cuestiones criticas por las que las ciencias sociales se distinguen en esencia de las ciencias naturales: Ja diferencia entre el actor y el observador (cientifico), la libertad del hacer y el problema de las expectativas normativas de conducta. Las ciencias sociales no pueden explicar el hacer del hombre sin considerar su comprensién de la situaci6n y el sentido pretendido de la a Sin embargo, el experi- mentar del actor rara vez es racional. Sélo pocas acciones de la vida cotidiana se ejecutan con conciencia de que son resultado de un efecto. Dicha explicitacién cumpliria le funcién especifica de discrepancia conciente respecto a otras posibilidades. Pero de ninguna manera es necesario que se la tenga. Por ello la interpretacion cientifica del hacer no puede tomarse dependiente de la circunstancia ILUSTRACION SOCIOLOGICA ¥ OTROS ENSAYOS 45 de que ei actor mismo comprenda su hacer en forma causal instrumental. : {No falsea la ciencia su objeto cuando convierte en tema al hacer como causante de un efecto? ‘Tal interrogante puede obtener una respuesta negativa si se ve en la explicacion catusal del hacer solo un esquema de la confrontacién con otras posibilidades y no una declaracién sobre la verdadera esencia objetiva del hacer. La ciencia usa como tema el sentido aludido del hacer y lo desarrolla —al igual que podria desarrollarlo el propio actor— 2 través de la explicacién de su valor en una red de ‘otras posibilidades. El método funcional da la pauta para esta interpretacion. . De tal suerte puede legarse a la conclusién de que el método funcional es compatible con la libertad de la accién, mas atin, la condiciona, La antinomia entre determinismo e indeterminismo es un problema ontolégi- co. Es posible que el pensamiento funcional exija una nueva definicién de la naturaleza de la libertad humana. El andlisis funcional no fija al actor en el final perfec- to-duradero de su hacer o en el fin correctamente imaginado (0 presentado). Tampoco intenta aclarar la accion por causas segiin leyes. Lo interpreta segun puntos de vista abstractos y permutables, elegidos para hacer comprensible la accion como una posibilida : Pareceria, pues, que el método funcional tuviera Yinicamente’ por finalidad un ensanchamiento de las posibilidades y una interminable complicacion del orden social, capaz de disolver toda estructura firme y todas las pronosticabilidades. Por lo tanto, gno debiera preferimse €l viejo método de la bisqueda de relaciones invariables, que al menos intenta encontrar referencias consistentes y claras? Sin embargo, el método funcional no renuneia de manera alguna’ a toda estabilidad ni tampoco a la indagacién de lo pronosticable. Toma en cuenta este problema a través del principio de sus criterios de referencia, o sea a través de la eleccién de sus temas y teorias. En Gltima instancia, todos los analisis funcionales se conducen de acuerdo con problemas de estabilizacion 7 NIKLAS LUHMANN como hilos conductores. La explicacién funcional del hacer pone de manifiesto que las acciones, dentro de una red de otras posibilidades, exigen siempre estabilizaci6n. Sin embargo, dicha estabilizacién no puede realizarse en forma de relaciones invariables entre determinadas causas y determinados efectos. Es cuestién de expectativas comunes. Sobre el fondo de la complejidad problemitica bosque- jada por la interpretacion funcional se destaca con nitidez la funcién de las expectativas comunes, en particular la de las expectativas de conducta, los papeles y las institucio- nes: reside en la reduccién’ de posibilidades infinitas a estructuras firmes, a una tipica delineada de la conducta, a orientaciones relativamene constantes. Estos sistemas de orientacién relativamente estables se desarrollan precisa- mente en relacion a un ambiente inestable. A esta idea se le opone también una tesis ontolégica: aquella segin la cual las propiedades durables sélo pueden surgir de circunstancias y condiciones durables.*? La ciencia social no puede resolver el problema de la estabilidad en la vida social mediante la presentacién y verificacion de hipstesis sobre leyes sociales. So lograr tomandolo como problema criterio de referencia central de sus andlisis y a partir de alli investigando las diversas posibilidades de equivalencia funcional de la estabilizacién de las expectativas de conducta. Reside en ello no sélo una condicién de existencia o un problema de sistema entre otros, sino presumiblemente | é medular que debe formularse a todo orden 50 loa través de la estabilizacién de una relacin de expectativa aproximadamente consistente y capaz de consentimiento se forman sistemas de accién sociales identificables, relativamente invariables respecto a un ambiente. “ Una observacion de Murray Horwita, as a Function of Social Environments", en: Leonard D. Whi (edit.) The State of the Social Sciences, 0 1956, pigs. 1 , $e vuelve ssimismo contra fe suposicion gene! utes of the person cannot properties of the psychological environment” ‘Peychological Needs ‘ a ILUSTRACION SOCIOLOGICA Y OTROS ENSAYOS reflexiones hemos intentado presentar una determinada teoria funcional del orden social, critcable dentro del marco del método funcional, Su elaboracion: debe reservarse a ulteriores esfuerzos. Queda abierto | interrogante respecto a si alguna ver las cienctas sociales podrén ser compendiadas en una teoria unitaria. Se habra ganado mucho si al menos se lograse sevialar las perspe Vas de un método de investigacion funcional unitario. 138 NIKLAS LUHMANN finalidad lograr que el ilustrar se torne reflexivo. En la sociologia, la ilustracién se pueda Justrar a si misma y luego organizarse como trabajo. El progreso que constitu- ye la ilustracion de la razén respecto a la ilustracion desenmascarante y que se encamina hacia la ilustracién socioldgica es un progreso tanto en la conciencia proble- ‘como en la distancia de la ilustracion respecto a si La ilustracién extrae sus barreras inmanentes de que una vez fueron sus premisas: de las suposicio- interior en la tensién entre proyecto del universo y experimenter actual, una ley segiin la cual la complejidad del rs0 sdlo es concebible cuando también pi LA SOCIOLOGIA COMO TEORIA DE ‘SISTEMAS SOCIALES de manifesto evtoe"wrenai"" en as publicaciones existentes. Pero se carece de una concepcién tedrica global extensa que intente reflejar la unidad de la asignatura. Aun las exigencias en tal sentido son anun- ciadas por unos pocos investigadores y slo de manera indecisa, En esos casos, por lo general, no se va més alld del anuncio. Unicamente la teoria sistémica, que afirma que la sociol exigencia de universalidad. Esta critica a la concepcin existente, sobre todo la critica a la obra de Talcott Parsons, se puede continuar, repetir, perfeccionar, pero esto no conduce a la sino que aparta de ella.Se { puede mantener la exigencia de una teoria universal =como lo hacemos aqui— si se encuentra un punto en el | + que la teoria sistémica fracasa en su exigencia. Para_evitar_malos entendidos queremos observar por si sipado que el reclamo de universelidad de Is teoria 8510 _ si fa la_sociologia. Kecamo de -exctusivied, de sutenticidad exclusiva, de verdad absoluta. En consecuencia, s6lo puede tratarse de un intento de construccién, el cual también puede tener

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